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DEL HOMBRE, SU SI MISMO Y OTROS ENGRANAJES

Del hombre, su si mismo y otros engranajes, es un intento por reflexionar a partir

de los textos Hombres y Engranajes de Ernesto Sábato y Reencantamiento del

Mundo de Morris Berman (específicamente en los capítulos El Universo Abstracto

y Paisaje Moderno respectivamente), la condición actual del hombre y sus

diversas construcciones, las que se reflejan en el exterior y en el interior del ser

humano, en su psiquismo y en la cultura. Ambos textos escritos hace más de una

década, reflejan la continuidad de una realidad que entrelaza ciencia con

capitalismo, que se gestó desde la Modernidad y que hoy prolonga sus extremos

más peligrosos, antes nunca pensados.

Los autores buscando comprender la génesis de tales peligros plantean en La

Modernidad el inicio de una realidad abstracta que con la ayuda del capitalismo y

la ciencia logran poco a poco la cosificación del hombre o lo que es lo mismo la

creación del hombre-cosa, consolidándose así la perdida de una conciencia

participativa y con ello la transformación de la mente humana tras el sacrificio de

su si mismo, quedando a la merced de la Gran Maquina. Esta tesis recoge no

solo un resumen de la historia mas reciente de occidente sino los efectos que la

construcción de esta han tenido sobre la esfera terrestre en general, porque no

basto el cambio de la tierra a partir del año 1492, era necesario quitarle al hombre

aquel hilo invisible que le daba significado y armonía a su vida.

Con el descubrimiento de America no solo nace el mundo, como lo recuerda

Morin, sino que todas las riquezas mineras de dicho continente permiten el
dominio acelerado de Europa sobre los demás continentes y generan una

tendencia capitalista que empieza a modificar los modos de transacción y de

supervivencia a partir de la creación del valor de las cosas más allá de la cosa

misma. Este modo financiero de abstracción extiende sus raíces mucho más, por

lo cual sus efectos se van perfilando en diversas áreas de la vida y poco a poco

exigen del hombre común y corriente irse involucrando en una tendencia

adquisitiva sustentada bajo la idea de la riqueza como bendición divina. La

abstracción del capitalismo empieza a desdibujar el rostro humano y con ello sus

necesidades y su naturaleza, ya que lo que se negocia no pertenecerá nunca mas

al plano de lo concreto y especifico, es una realidad creada por el hombre que

poco a poco fue adquiriendo vida propia, hasta el punto de ser una ciencia que

esta no a favor del hombre sino en contra de él. Esta de forma compleja comenzó

a crear realidades medibles y cuantificables gracias al método científico y no

conformes con separar al hombre cognoscente del objeto a conocer, se encargo

de dividir al hombre mismo, dejando en el armario de lo no discutible lo que nos

hace verdaderos humanos. En una época de abstracción solo la razón tiene

cabida y con ello todo lo que sea manipulado ¿donde quedan entonces las

emociones?, ¿qué pasa cuando al sentir humano lo niega detrás del pensamiento

toda una época?. Tal era el proyecto moderno de la gran maquina del progreso,

de la cual el hombre común tuvo como papel principal el mantenimiento.

La maquina del capitalismo, auspiciada por todo un pensamiento que regula el

mundo desde sus partes como una maquina, introduce al hombre en un sistema

de producción, el hombre será parte de una clase obrera y esta nueva condición

se origina con una revolución. Al hombre solo le queda ejecutar funciones que
poco a poco transformaran su mente y crearán nuevas necesidades y modos de

ser en el mundo. Ante este panorama lo autentico y espontáneo se desvanecen

lentamente en múltiples escenarios. Soy un hombre en mi casa, soy otro en mi

trabajo, esta división en la posmodernidad se verificará y comenzará a ser

psíquica como lo plantea Morris Barman. La modernidad logro su gran objetivo

porque dicha división no solo cosifico al hombre y lo puso a merced del rol que se

le asignó en la maquina, sino que lo hizo menos dueño de sí. Surgen preguntas

por la existencia nunca antes vistas, se incrementan las enfermedades mentales y

afectivas, siendo la sociedad que más a logrado prolongar su esperanza de vida

sufre del tedio, padece depresión, manía, trastorno de pánico, entre otras cosas,

que además parecieran estar de moda. Entregamos el control de la existencia a la

determinación genética, la infidelidad es una cuestión de herencia biológica con lo

cual se reduce la responsabilidad, pero de igual modo saberes específicos como

la psicología entran (o entramos) a dar respuestas al sentido de la vida,

convirtiendo algo tan sagrado y ligado al cosmos en algo con lo cual se puede

mercadear. Así vista el sentido de la vida puede ser una idea infundada por la

publicidad y las ciencias de la mente para fortalecer el rol que se asigna o para

destrozar psíquicamente por no poderlo alcanzar aquella meta funcional para la

cultura. Para sostener la fragilidad de este psiquismo el capitalismo propone

salidas a partir del consumismo desenfrenado dice Morris Barman, un actuar

constante sin pensar porque esto puede ser más angustiante. Ciencia y

capitalismo, psicología y consumismo dan mantenimiento a la parte del gran

engranaje llamado hombre-cosa, por lo menos hasta que se logre remplazar por

otra pieza que no enferme, que no se cuestione. El incremento de la enfermedad


se convierte en una pregunta ambigua sobre la inconformidad provocada por la

cultural, la enfermedad se convierte en una necesidad para evitar el colapso.

En la posmodernidad tras los monstruos producidos en el sueño de la razón, a

propósito de Goya, el si mismo se encuentra escindido y escondido “empieza a

luchar consigo mismo y a recriminarse acerca de la culpa existencial que ha

llegado a sentir … nos atormenta nuestra falsedad, nuestro representar roles,

nuestro huir del intento de llegar a ser lo que realmente somos o podríamos ser” 1

triste realidad del hombre que perdiendo los significados y las doctrinas que le dan

norte queda ante la desnudez de su existencia teniendo que hacerse cargo de si

mismo.

En la Posmodernidad donde se ventilan todas las sombras de la Modernidad, se

empiezan a identificar claves que intentan superar las mismas y dentro de estas

Morris Barman propone el surgimiento de “algún tipo de conciencia holística o

participativa con su correspondiente formación sociopolítica”2; que alinee al

hombre con su sentido y le permita nuevamente habitar el tiempo. Al respecto el

psicólogo argentino Alfredo Moffat considera que aunque las sociedades tengan

periodos de enfermedad, entran de igual modo en procesos de recuperación por la

misma lógica que esconde el caos, y aunque para muchos todo tiempo pasado fue

mejor, es este el momento de la historia en el cual más se ha introducido en los

discursos valores como la tolerancia, la individualidad, la libertad, la educación ha

llegado cada vez a más personas y, aunque esto esconde su propio peligro,

también se convierten en una puerta de entrada hacia la emancipación del ser.

1
BARMAN, Morris. El reencantamiento del mundo. Ed.: Cuatro vientos. Chile. 1987. 343 p
2
Íbid
La Posmodernidad puede ser un tiempo de importantes cambios pero, para ello es

necesario que desde diferentes esferas de la cultura se puedan plantear

interrogantes que llevan al ser humano a redirigir el rumbo de modo más

consciente y sin falsos ideales.

En lo que concierne a la psicología debe resonar con mayor intensidad la pregunta

por lo ético, replantear conceptos como sano y patológico, partiendo de preguntas

como ¿el papel que juega la psicología y nosotros como psicólogos en la

construcción de esta nueva forma de conciencia? ¿Se debe considerar a la

psicología como eje fundamental del status quo y por lo tanto un engranaje

fundamental en la Gran Maquina? De acuerdo con Morris Barman si, pero ¿qué

otra opción nos queda? ¿Se puede preservar lo individual realmente? ¿Qué

implicaciones tuvo la inhibición de emociones y sentimientos en el ser humano y

en la configuración de su si mismo? ¿Puede considerarse esto como la fuente de

la aparición de fenómenos como la apatía moral? Y en la actualidad ¿Qué

implicaciones puede tener el culto a la emocionalidad dado en la posmodernidad?

Es necesario que la reflexión se pueda llevar a diferentes campos de la vida y de

esto no esta exenta la psicología, la adolescencia histórica puede estar llegando a

su fin, los ideales se caen, es necesario dimensionarnos al desnudo pero, esto

solo es posible en la intimidad del si mismo.


DEL HOMBRE, SU SI MISMO Y OTROS ENGRANAJES

RELATORIA

CHYNTHIA YURANY GÓMEZ ARENAS


ID 000203017

Profesor
SAMIR AHMED DASUKY QUICENO
Psicólogo, Magíster en Filosofía, Candidato a Doctor en Filosofía

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA


MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA Y SALUD MENTAL
25 de febrero de 2011

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