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por-venir
de una clínica:
infancia y
adolescencia
abcdiario
semestral número 10 diciembre 2018
Coordinación General:
Iván Sandoval Carrión
Coordinación de Enseñanza:
Edda Paimann
Coordinación de Publicaciones:
Patricio Moreno Parra
Secretaría y Comunicaciones:
Edison Villavicencio
Coordinación Financiera:
Gonzalo Rodríguez
Coordinación Biblioteca:
Patricio Moreno Parra
Atención eventos:
Ketty Grun
Comité Editorial:
Marlene Aguirre
María Isabel Durango
Patricio Moreno Parra
Virna Pinos Z.
Iván Sandoval Carrión
Edison Villavicencio
Diseño y maquetación:
Iván Villafuerte
Quito - Ecuador
ISSN: 2602-8123 Costo de cada ejemplar: 8 USD
4 Editorial
sumario
6 La repetición (explicada por los niños)
Iván Sandoval Carrión
60 “Fama”
Virna Pinos Z.
74 De libros y lectores
“Austerlitz”
Marlene Aguirre
78 Actividades de enseñanza
editorial
En un recorrido alternativo al del En la segunda parte, los lectores halla-
“porvenir de una ilusión”, el número rán textos sobre el trabajo clínico con los
10 de la revista abcdiario propone a sus adolescentes, que apunta a ese momento
lectores una revisión sobre la actuali- de encrucijada en la definición de una
dad y el por-venir de la clínica psicoa- posición sexuada y afirmación de su con-
nalítica en un campo siempre abierto a dición de sujetos, y la responsabilidad
la sorpresa y a la invención, en conso- ética del analista con los jóvenes. El tema
nancia con los tiempos: la práctica con se trabaja en los artículos de Jean-Louis
los niños y los adolescentes. Una clíni- Chassaing, Olivier Douville y Virna Pi-
ca donde, un siglo después de Juanito y nos. La entrevista de este número la rea-
su fobia infantil, se verifica la vigencia lizó Edison Villavicencio a Paúl Moposi-
del pensamiento de Sigmund Freud y ta, cantante quiteño de hip-hop, quien
de Jacques Lacan en torno a los proce- habla de sus experiencias de adolescente
sos de constitución subjetiva durante que le llevaron a dar un lugar a la palabra
la niñez, y la actualidad de las obser- de los jóvenes en el género que él cultiva.
vaciones de Donald Woods Winnicott
acerca de los adolescentes. En el tercio final de este número, están las
reseñas de la Jornada de nuestra institu-
La primera parte de este número reco- ción en junio del presente año, y del Semi-
ge algunos textos que transmiten una nario de Verano 2018 de la Asociación La-
reflexión renovada sobre el proceso de caniana Internacional que tuvo lugar en
inscripción en el lenguaje y en la lógica París en los últimos días de agosto, en el
del inconsciente en los niños, con cier- que participaron dos miembros de a..b..c..
tas consideraciones desde la topología dario Freud ↔ Lacan. La sección De libros
psicoanalítica, en los artículos de Iván y lectores pone a consideración del público
Sandoval y Patricio Moreno. La prác- lo que la lectura de la novela Austerlitz de
tica clínica con los más pequeños, la W.G. Sebald suscitó en Marlene Aguirre,
pregunta por la demanda y el lugar de en la perspectiva de los efectos subjetivos
los padres en ese ejercicio es materia de del desarraigo muy temprano, con la pér-
análisis y elaboración en los artículos de dida de factores fundamentales.
Norma Erazo y Edda Paimann. Ade-
más, en esta sección, abcdiario incluye Esperamos que los lectores interesados
un artículo de Diego Blanco y Valenti- en la transmisión del discurso del psi-
na Peri, del Grupo Plus de Santiago de coanálisis encuentren temas de interro-
Chile, sobre la experiencia de la Casa del gación en este nuevo número de abcdia-
Encuentro, un lugar de acogida para ni- rio, y se decidan a hacer comentarios,
ños menores de 6 años y sus cuidadores. sugerencias y aportes.
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La Repetición
(explicada por los niños)
Un juego que
inicialmente requiere
Iván Sandoval Carrión el auxilio del Otro, en
ese ejercicio reiterativo
e incomprensible
para los padres, en el
que la criatura arroja
repetidamente un
objeto al piso desde
su pequeño trono (su
sillita de bebé), para
que el adulto lo recoja,
se lo pase y ella lo
vuelva a arrojar.
6
Valga el parafraseo del conocido título de Lyotard sobre la pos-
modernidad, para proponer que no hay azar ni casualidad en
el hecho de que Sigmund Freud haya concebido el más allá del
principio del placer, observando el juego de su nieto de un año
y medio de edad, lanzando y recuperando un carrete atado a
una piola mientras emite alternativamente un “ooo-daaa”.
No hay casualidad, sino causalidad. Seguramente, la posición
de los abuelos permite una distancia, una temporalidad y una
oportunidad de elaboración distintas a las de un papá y una
mamá ocupados en hacer de padres. La universalidad del jue-
go del Fort-Da está sujeta a las variaciones particulares y sin-
gulares de cada infante en el proceso de simbolización, y a las
variaciones temporales, sociales, linguales, culturales y tecno-
lógicas. Un juego que inicialmente requiere el auxilio del Otro,
en ese ejercicio reiterativo e incomprensible para los padres, en
el que la criatura arroja repetidamente un objeto al piso des-
de su pequeño trono (su sillita de bebé), para que el adulto lo
recoja, se lo pase y ella lo vuelva a arrojar. Un sinsentido que
demanda sentido, ante el que los padres responden con el can-
sancio y la exhortación a los “buenos modales”.
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Iván Sandoval Carrión
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La Repetición (explicada por los niños)
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Iván Sandoval Carrión
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La Repetición (explicada por los niños)
Pero también están los juegos que ella descubre en los telé-
fonos celulares descuidados por los adultos, para encontrar
usos que sus dueños desconocían. Antes de cumplir los dos
años y medio de edad, Amelia ha verificado el viejo eslogan
del mercadeo con los teléfonos de los abuelos: “Tan fácil que
hasta los niños pueden manejarlo”. Pero ella lo hace más fá-
cilmente y aprende más rápido que los viejos, probando que
aquel otro dicho acerca del “juego de niños” es una falacia,
porque su desciframiento encierra tal complejidad que a los
adultos interesados nos demanda -al menos- un semestre
de trabajo intenso sobre los textos de Jacques Lacan y Marc
Darmon, para poder reconstituirlo en la secuencia algorítmi-
ca derivada de “la carta robada”.
11
Una mirada
al niño…
sujeto de
trabajo
12
Niño es un significante complicado reconocer la especificidad de cada uno.
porque está saturado de significacio- Es decir, diferenciar tiempos, por una
nes. Si fuera posible circunscribirlo, se parte, y también dentro de lo que nos
podría decir que niño es un lugar en el compete diferenciar tiempos en la in-
fantasma del adulto y, más específica- corporación de la estructura humana.
mente, en el fantasma neurótico.
Este ser de humanidad no es natural.
Términos como niño, adolescente, adulto Incorporar los rasgos humanizantes dis-
en general parecen remitirnos a un pro- ta de ser gratuito. El sujeto no nace, se
ceso evolutivo, pero si nos despojamos hace. El precio de adquirir la condición
del ideal de progreso al que la cuestión de sujeto implica justamente una con-
evolutiva invita, podremos tal vez allí dición: algo se pierde, se pierde allí “la
13
Norma Erazo Guerrón
14
Una mirada al niño… sujeto de trabajo
Una referencia que hace Lacan en el Asumiendo entonces esta diferencia qui-
Seminario “La angustia” para pensar la zá es posible pensar el lugar del analista en
cuestión del juego. Es aquella que se relación con el movimiento de este tercer
refiere a los tiempos de la escena. Aquí tiempo, el de la escena sobre la escena.
plantea que la primera escena es la que
se da en el mundo. El segundo tiempo El tiempo del sujeto es el de recrear-
de esta dimensión es la escena sobre se fuera del lugar en el que estaba
la que le hacemos entrar, es crear ese originalmente ubicado por el Otro.
mundo. Una vez que está montado so- Cuando el juego se inicia, se va a
bre la escena, ya todo ocurre como esa iniciar perturbando el campo del
puesta en escena que tiene que ver con Otro. Dialécticamente va del sujeto
la historia, su historia. al Otro que implica la dimensión del
a. De la tolerancia que el Otro pre-
Una manera de poder encontrar esto sente a esta perturbación de su cam-
mismo en Freud es cuando, por ejem- po, dependerá la continuación o su
plo, hablando de los recuerdos, dice que detención, es decir, se dará o no, la
en realidad los recuerdos no son repro- posibilidad de jugar.
ducciones de acontecimientos vividos,
sino que son producciones sustitutivas. Digo “se necesita tolerancia a la pertur-
Y agrega que una de las maneras en que bación” ya que un nuevo ser nunca será
se presenta ese recuerdo es con imá- lo esperado, más bien será algo nuevo,
genes plásticas similares a las que nos alguien que introduce lo inesperado, eso
ofrece el teatro. Sólo que allí lo llamativo de lo desconocido en el Otro.
es que el sujeto se ve, se ve en la escena.
“Si todo anda bien”, como decía Win-
El tercer tiempo es la dimensión de la es- nicott, en la relación entre el niño y el
cena sobre la escena, el teatro mismo. Allí Otro hay incomodidad, ya que el goce
el personaje trata de dar cuerpo a algo, a fálico incomoda el goce del Otro. Refi-
algo que no es él y a su vez a algo de él. riéndose a lo mismo, Freud dirá, el niño
tendrá “perturbadoras costumbres”.
Uno podría decir que, efectivamente,
ubicarse en el lugar del personaje re- Si todo anda bien aparece la perturba-
quiere dejar de ser uno. Por eso hacía ción, el niño llora y no se sabe qué le
notar que se trata de una pérdida de pasa...el niño come...de más o de menos,
identidad, de identidad con uno mis- el niño tira los peluches al suelo donde
mo. Jugar a ser el personaje, jugar a no es difícil e incómodo encontrarlos, rom-
ser él mismo, implica un lugar de des- pe los hermosos juguetes bien armados
prendimiento. Un lugar de diferencia. que le regalamos, en fin, rompen...los
esquemas; introduciendo su marca di-
El teatro tradicional plantea que, en reali- ferencial. Introducción del rasgo del
dad, el movimiento de aquello que llama- sujeto en el lugar donde el Otro con su
mos “puesta en escena” va de lo que sería presencia también ofrece su falta.
el texto a su reproducción en la escena, o
sea, se parte del texto y se va de allí a la Los niños de inicio necesitan jugar con
escena. El teatro de la muerte, en cambio, objetos reales, luego algunos de estos,
plantea un movimiento inverso. Es a par- objetos, se harán simbólicos, lleván-
tir de la escena que se produce el texto. dolo a simbolizar la privación. Con
15
Norma Erazo Guerrón
Se hace necesario, además, tomar en Existen otros casos en los que la de-
cuenta algunas especificidades en el tra- manda no viene de los padres. Pue-
bajo ya que la consulta por el niño siem- de venir de varios campos como, por
pre la hace el otro. El niño llega porque ejemplo, el escolar, los recreativos, los
es otro quien se inquieta. Cuando hay judiciales, etc. Estas terceridades in-
quietud, cuando todo está quieto no tervienen a veces donde los padres no
hay consulta, aquellos que demandan, hacen lugar al juego. Para ellos “todo
los que llegan a la consulta no deben ser anda bien” y entonces la campana sue-
un obstáculo en nuestra práctica clínica, na desde otro lugar.
sino una razón de estructura ya que en
el niño no hay sustitución de la neurosis Así, una de las primeras tareas que co-
ordinaria por la neurosis de transferen- rresponde al análisis con niños es dis-
cia, la neurosis de transferencia se jue- tinguir el lugar que el niño ocupa en el
ga con los padres, a ellos se les otorga el discurso del Otro, de aquel que hace la
saber. Como nos recuerda Freud en su demanda. Con esto es posible romper
texto “Sobre las Teorías Sexuales Infan- esa creencia de continuidad, al conside-
tiles”: “los padres son al comienzo la au- rar que aquello que le pasa al niño es una
16
Una mirada al niño… sujeto de trabajo
17
Norma Erazo Guerrón
Si el analista en todo tratamiento basa algo sutil y similar a la lectura que hace
su labor en soportar y no en compren- Lacan del caso Dora, al destacar la in-
der, podrá permanecer en el sinsentido. versión dialéctica operada por Freud
Aguardar. Ya advendrá otro momento –“¿Qué tienes que ver tú con esto de lo
más cercano al de “dar sentido”, no para que te quejas?” 3.
ser rápidamente enunciado, sino para
esperar el momento y la forma en que Es importante tener presente que pa-
pueda ser escuchado. labra y corporeidad son indisociables
y que también desde nuestra llegada al
El niño será quien modifique la estructura mundo, la sexualidad tiene una impor-
familiar a través de su análisis. Y, aunque tancia enorme y no cesa de expresarse
sea muy pequeño, terminará abandonando día a día, con el vocabulario del cuerpo.
la cama de los padres, o poniéndole límites
al padre pegador, o a la madre asfixiante. Las pulsiones genitales generan una
comunicación intrapsíquica que es
Así, en el encuentro con un niño, el ana- permanente entre los seres humanos.
lista apuesta por crear las condiciones para
que pueda haber un trabajo analítico po- Es notorio que no se ha considerado la
sible que permita al sujeto-niño, median- dignidad del cuerpo y si no se sabe cómo
te el juego, el dibujo y la interpretación, ocuparse del propio cuerpo, de mante-
expresar algo de su malestar y tomar la nerlo de respetar su ritmo y su creci-
palabra en relación con lo que realmente miento hay descompensación. Hay una
hace síntoma para él. Dejar atrás su lugar carencia, en el ser humano mantenida
como síntoma del Otro, y construir su pro- por la omisión sistemática de hablar de
pio síntoma, supone para el niño un alivio ello tanto en la casa como en la escuela.
porque le permite despegarse en parte de Hay una incapacidad para asumir lo que
los fantasmas familiares y continuar con la le llega al niño de su cuerpo. Por ello, el
construcción de su neurosis infantil. campo imaginario de la infancia es ab-
solutamente incompatible con el campo
La intervención del analista debe apun- de racionalidad a través del cual el adulto
tar a instaurar las operaciones irreali- asume su responsabilidad sobre el niño.
zadas, aquellas que son fundantes del
pasaje de una etapa a otra. Los adultos tienen miedo de liberar
ciertas fuerzas, ciertas energías que los
La idea es darle al niño la posibilidad pequeños evidencian y que ponen en
de modificar aquello de lo que se que- cuestión su autoridad, sus conquistas,
ja, es decir de lo que goza. Es como ese sus privilegios sociales.
18
Una mirada al niño… sujeto de trabajo
Ellos proyectan sobre los niños sus de- de captar la imagen, la actividad, pero ¿qué
seos contrariados, su malestar, y les pasa con el sentir, con ese deseo de ser de cada
imponen sus modelos, olvidando que el sujeto? ¿Acaso el deseo se lo puede filmar?
tiempo de las preguntas del sujeto en la
infancia guarda el germen de la trans- Los niños son testigos de lo que viven
ferencia que, en el juego con los padres, en casa y tienen inteligencia para aten-
podrá más tarde enlazarlo con otros. der y aprender. Son sujetos de afecto
y efecto del lenguaje y necesitados de
La privatización del espacio supone pa- ternura y de palabra.
ralelamente una evolución de la vida
familiar, pero para el niño el espacio va Debemos tener presente que el tiempo de
siendo reducido, brindándole una pro- la infancia está poblado de inhibiciones,
tección ilusoria, cuando realmente es angustias y síntomas, que son índices de
con las experiencias, el intercambio con su misma conformación de estructura,
el otro, el conocimiento, el juego que en el desajuste que le es propio.
realiza etc. que el niño busca satisfacer
curiosidades y esto le permitirá inmu- Es el psicoanálisis que va más allá de lo
nizarse frente a los peligros que el me- experimental ya que permite entrar en
dio en el afuera le plantee. contacto con la búsqueda de comunica-
ción que tiene un sujeto. En tal circuns-
Hoy la vida cotidiana es poco relajada. tancia, la clínica psicoanalítica con niños
La seriedad el cansancio crispa el ros- no se plantea en los mismos términos
tro de los adultos. Pocas son las perso- que la clínica con adultos.
nas que aún están dispuestas a jugar
con los niños, a escucharlos a atender Hay además un punto en el que me pa-
sus preguntas. Los juegos de palabras, rece importante que estemos atentos y
las canciones infantiles que no hace es ese, en el que Freud pudo evitar enre-
mucho divertían a los pequeños, ahora darse los pies: el ideal del “niño feliz”, “el
son reemplazados por los videos en el paraíso perdido de la infancia”. Lo que
celular o la Tablet, perdiéndose poco a cabe revisar una y otra vez, es el ideal
poco la interdicción. propio de nuestra constitución subjetiva.
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Los padres en el
análisis con niños
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Recibo la llamada de una mujer angustia- cultura que le antecede. Antes de nacer ya
da que me pide una cita ya que su hijo ha está bañado en el lenguaje, hace escuchar
sido diagnosticado con “algo grave”. Al su voz, escucha hablar, es hablado y nom-
día siguiente la recibo. Ella viene solamen- brado. Ingresa por lo tanto al mundo de lo
te con su hijo de 4 años, a quien llamaré simbólico. Su cuerpo puede entonces ex-
“Luisito”, pese a haberle pedido que venga presar algo más que las necesidades y ma-
ella con su marido. Su marido, el padre del nifestaciones biológicas. Queda sujetado
niño en cuestión, es un profesional muy al significante. El cuerpo hablado ya no es
ocupado y no puede venir. En realidad, él el puro organismo de la biología.
no está de acuerdo con consultar con una
psicóloga, sino con un médico para que se Es justo decir que un niño no viene a
resuelva el problema a la brevedad posible. consultar por su cuenta y, en la mayoría
de los casos, no sabe ni por qué, ni para
Me sirvo de esta pequeña viñeta para qué lo traen, ni se le pregunta su opinión.
plantear una de las dificultades y par- Viene porque lo traen otros, general-
ticularidades que presenta el trabajo mente los padres, a quienes les angustia,
de análisis con niños: los otros involu- preocupa, sorprende y/o molesta algo en
crados, específicamente, los padres. relación con el niño. Con mucha frecuen-
cia es a partir de la escolarización que los
Es preciso recordar la dependencia abso- padres reciben estas llamadas de alerta
luta del infante humano respecto de otros sobre algún comportamiento que llama
quienes son los encargados de su super- la atención a los maestros o psicólogos de
vivencia. Un niño nace ya dentro de una la institución educativa.
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Edda Paimann
Los padres son entonces los Otros pri- ellos, así como acerca de sus propios
mordiales encargados de cuidarlo, aten- síntomas. Este modo abre una mejor
derlo y, en cuyo entramado de goce, de- posibilidad a una transferencia y es
seo, pérdidas, amores y desamores, se la que todo analista espera, ya que es
aloja un niño. Cómo se arme la estruc- la más apta para nuestro trabajo. Nos
tura particular de un niño, me refiero al recuerda al padre de Juanito.
anudamiento de los registros Real, Sim-
bólico e Imaginario, dependerá de la es- 2) Padres que buscan alivio para su
tructura de cada uno de los padres y el angustia y solo buscan calmarse.
entrelazamiento de deseo entre ellos. Las No les interesa saber y su expec-
entrevistas preliminares con los padres tativa es la de que el niño deje de
nos dan la oportunidad de ubicar el nudo producir problemas. No tienen
de los padres y el lugar que el niño ocupa preguntas sino pedidos y colocan
como objeto de amor, de goce y de deseo. la responsabilidad de “arreglar el
problema” en el analista.
Para retomar el caso de Luisito, la madre vie-
ne dispuesta a hablar, mientras que el padre Es el caso de la madre de Luisito.
está molesto y quiere una solución rápida. Ella quiere venir, quiere que Luisito
venga, pero no se cuestiona acerca
Alba Flesler, psicoanalista argentina, en de la situación.
su libro El niño en análisis y el lugar de los
padres1 plantea tres modalidades de de- 3) Padres que no preguntan ni piden,
manda de los padres respecto de sus hijos: sino que vienen porque los mandan. 1 Flesler, Ana. El
Generalmente son padres cuyo niño en análisis y
1) Padres que llegan con preguntas malestar no está relacionado con el lugar de los pa-
y deseo de saber. su hijo sino con la institución que
dres. Buenos Ai-
Hacen preguntas, se preguntan sobre los envía a consultar. A veces es la
el síntoma del niño y la relación con escuela –maestra o psicóloga-, a res: Paidós, 2007.
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Los padres en el análisis con niños
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El niño,
juga(n)do en
el grafo
Es Émile Benvéniste
quien en los años ’50
comienza a desarrollar
en sus ensayos
Patricio Moreno
ciertos problemas
Parra de lingüística. Son
formulaciones
contemporáneas de la
teorización lacaniana
en su propuesta
del inconsciente
estructurado como un
lenguaje.
24
Hay una
distinción
en los térmi-
1 Lacan, Jacques. nos relaciona-
El Seminario, li- dos con la niñez
bro V, Las forma- en Lacan puesto
que, de entrada, él hace
ciones del incons-
una lectura estructural.
ciente. Buenos Ai- Esta lectura se sitúa en tiempos niño: “Por un
res: Paidós, 2010, lógicos. No se trata de un tiempo crono- tiempo, el niño
p. 417. lógico, menos aún de etapas del desarro- está capturado por entero en el juego
llo. El infans1, término utilizado por La- de las dos líneas 3”, son las dos líneas
2 Lacan, Jacques. can, es un nivel del discurso, en la que la que corresponden a los dos pisos del
El Seminario, li- cría humana todavía no habla, pero en la grafo del deseo. Este grafo comienza a
bro VI, El deseo y que el molino de palabras ya ha comen- ser elaborado en 1957, durante el Se-
zado a dejar sus huellas sobreimpresas minario V Las Formaciones del incons-
su interpretación.
a las necesidades2. Un segundo tiempo ciente4, aunque ya es efecto de la cons-
Buenos Aires: implica que el juego de elementos y trucción del esquema Lambda y el modelo
Paidós, 2017, p. funciones en la estructura han permi- óptico. Estas dos líneas corresponden a
22. tido el articular una intención de signi- aquella del proceso del enunciado y la
ficación. Es decir que nos situamos ya del proceso de la enunciación. Lacan
3 Ibid., p. 90. una lectura que distingue la concepción añade que en el niño todavía no hay
4 Cfr. Lacan, Jac- de la infancia relacionada con un de- una distinción neta entre ambas, lo
ques. El Semina- sarrollo cronológico en relación con la que es ya una indicación clínica: “[…]
maduración biológica, en contraste con algo no ha sido aún acabado, precipi-
rio, libro V, Las
la concepción que es la que interesa al tado por la estructura, no ha sido dis-
formaciones del psicoanálisis, la constitución del sujeto tinguido por la estructura.”5 Es decir
inconsciente. Bue- por ser hablante. que la aproximación estructural laca-
nos Aires: Paidós, niana nos coloca en una vertiente muy
Tomemos una frase de Lacan de 1958 diferente de las aproximaciones psico-
2016. que va a servir de orientación para lógicas con enfoques de etapas del de-
5 Ibid., p. 94. esta lectura del acto de palabra del sarrollo, o aun las evolucionistas. Más
25
Patricio Moreno Parra
bien apuntamos hacia una concepción El primer piso del grafo del
de la estructura del sujeto y cómo ésta deseo sirve a Lacan para ex-
se va a relacionar con su historia.6 plicar la relación del infans
con el lenguaje en el mo-
Ahora bien, la cuestión recae en los ele- mento de su encuentro
mentos implícitos del discurso del niño con él:
que permitirían establecer distinción de los
procesos de enunciación y del enunciado. En la primera etapa, lo
En otras palabras, a través de este abordaje que articula la cadena
topológico se trata de postular algo sobre del discurso como algo
el surgimiento de la palabra en el niño, del que existe más allá del
efecto de la articulación de los elementos en sujeto le impone a éste
la estructura del lenguaje que tienen como su forma, quiéralo o no.
resultado la asunción del acto de palabra. […] Aquí el sujeto recibe,
Ese momento en el que el niño accede a la soporta, esta estructura. […]
palabra como sujeto de su enunciación es El sujeto que está en juego
correlativo al surgimiento de la dimensión aquí no es el sujeto hablante, es
del sujeto del inconsciente. el sujeto acerca del cual siempre se
habla.”8
Es Émile Benvéniste quien en los años
’50 comienza a desarrollar en sus en- Es decir que Lacan subraya cómo el
sayos ciertos problemas de lingüística. lenguaje, que preexiste al sujeto, se
Son formulaciones contemporáneas de impone a él. Es el momento de la po-
la teorización lacaniana en su propuesta sición teórica lacaniana de la primacía
del inconsciente estructurado como un de lo simbólico a la que estamos asis- 6 Entiéndase his-
lenguaje. Entre las aportaciones teóricas tiendo. De este proceso, se operará una toria en el sentido
del lingüista, la distinción entre sujeto identificación primaria que, antes de
del enunciado y sujeto de la enunciación representar en el grafo la función del que Lacan le da
es de gran valor para la teorización la- Ideal del Yo, escribe que se han inscri- en su seminario
caniana. Él define la enunciación como to efectos de la marca de la relación al “Los escritos téc-
“poner a funcionar la lengua por un acto Otro al pasar por la articulación signi-
nicos de Freud”.
individual de utilización […] es el acto ficante. Es lo que más tarde será escri-
mismo de producir un enunciado y no to con una I(A) en su grafo. No obs- 7 Benveniste, Émi-
el texto del enunciado […]”7, y de pro- tante, señalemos que estos procesos, le. Problemas de
ducción de la lengua, en un contexto de- de este infans como sujeto supuesto linguística gene-
terminado, teniendo así por resultado el son elementos teóricos que se los tiene
enunciado. De esta manera, la enuncia- en suspenso en la práctica, puesto que ral, tomo II. Mé-
ción se define como un el proceso para la clínica con niños también pone en la xico: Siglo XXI
que se efectúe un acto de creación cuyo mesa las dificultades de incorporación Editores, 1999, p.
resultado es el enunciado. El grafo del de la estructura. El autismo infantil
83.
deseo de Lacan va a tomar en conside- precoz es un ejemplo de ello.
ración esta diferencia. En él, los procesos 8 Lacan, Jacques.
están situados en diferentes pisos. El de Por otro lado, cuando nos situamos en El Seminario, li-
abajo señala las funciones y elementos el segundo piso del grafo del deseo, te- bro VI, El deseo y
necesarios para poder concebir el pro- nemos elementos y funciones que de-
ceso del enunciado mientras que el piso terminan una posición diferente que su interpretación.
superior aquellos de la enunciación. aquella de la toma del niño en el lengua- Op. cit., pp.23, 38.
26
El niño, juga(n)do en el grafo
27
Patricio Moreno Parra
del inconsciente, una palabra que co- De ahí que, lo que llama la
mienza a articularse como Otra escena. atención de este sueño es
que “en primer lugar nos
Mi hija menor, que tenía diecinueve detengamos en el hecho
meses, había vomitado cierta mañana de que Anna Freud arti-
y por eso se la tuvo a dieta el resto del cula palabras. […] Pero,
día. La noche que siguió a ese día de en segundo lugar, quie-
hambre se la oyó proferir, excitada, ro que nos detengamos
en sueños: “Anna Freud, Er(d)bber, en el hecho de que la es-
Hochbeer, Eir(s)peis, Papp.13 tructuración significante
de la secuencia del sueño
Notemos que en este enunciado tenemos coloca a la cabeza un men-
una nominación del enunciador y una saje […]”16. Así, rescatamos
sucesión de significantes “fresas, flan, un elemento importante en la
papilla”. Y Freud añade: lectura de este sueño, el hecho
de que hay una nominación de
Utilizaba su nombre para expresar la quien en el acto de enunciar enun-
toma de posesión; el menú abarcaba cia una frase.
todos los platos que debían parecerle
codiciables; el que las fresas aparecie- Ahora bien, Lacan añade: “En el nivel
ran en dos variedades era una pro- del sueño de Anna Freud, las cosas […]
testa contra la política sanitaria del se presentan de un modo problemático,
hogar, y tenía su explicación en la cir- ambiguo, que hasta cierto punto legiti-
cunstancia colateral, bien observada ma la distinción que Freud efectúa entre
por ella, de que la niñera había atri- el sueño del niño y el del adulto. ¿Dónde
buido la indisposición de Anna a un se sitúa la cadena de las nominaciones 13 Lacan, Jacques.
atracón de fresas; contra ese dictamen que constituye el sueño de Anna Freud?
incómoda para ella, tomó entonces en ¿Sobre la cadena superior o sobre la ca- El Seminario, li-
sueños su revancha.14 dena inferior?”17. Es algo problemático bro VI, El deseo y
en verdad, por lo que Lacan viene a con- su interpretación.
Para Lacan, lo que le da un valor para- testar “Por un tiempo, el niño está cap-
Op. cit., p. 75.
digmático a este sueño es que sea pro- turado por entero en el juego de las dos
nunciado mientras Anna Freud dor- líneas.” 18 Es decir que está jugado en los 14 Ídem.
mía: “Sabemos que Anna Freud sueña dos pisos del grafo del deseo. 15 Ibid., p. 82.
porque articula Anna Freud, Er(d)beer, 16 Ibid., p. 83.
Hochbeer, Eir(s)peis, Papp. […] la elección Lacan recurre a su grafo para mostrar
de los elementos no es indiferente […] se elementos de este sueño. En el piso 17 Ibid., p. 84.
trata de todo lo que le fue interdicto”15. inferior, es necesario que la necesidad 18 Ibid., p. 91.
28
El niño, juga(n)do en el grafo
pase por la batería significante del decir verdad, allí reside lo esencial
Otro. Allí se produce ya una defor- de la implicación del sujeto huma-
mación, puesto que la necesidad en- no en el acto de la palabra: en ésta,
tra en desfiladero de significan- él se cuenta, se nombra. Por con-
tes. Y Lacan afirma que “[…] de siguiente, ésa es la expresión más
modo deformado, por cierto, natural, […] la que mejor cuadra. El
pero al menos monolítico, niño meramente no ha encontrado
salvo porque el monoli- la buena fórmula, Somos tres her-
to en cuestión está, en manos, Pablo, Ernesto y yo.”21
ese nivel, constituido
por el propio sujeto” 19. El enunciado engloba a la enunciación
Es decir, que leemos en la nominación que la designa. Este
ahí cómo la cadena del tiempo en el que el niño aún no se des-
enunciado engloba a cuenta del enunciado se explica ya que
la enunciación. Anna existe una anterioridad lógica de la es-
Freud se nombra en el tructura de lenguaje en relación con el
sueño en el punto mis- sujeto. El hecho de que una batería sig-
mo donde se articulan nificante marque al sujeto en un pri-
los significantes que mer tiempo, lo aliena a significantes
hacen articulación para del enunciado del Otro. Es decir que
la metonimia del deseo. aún no se ha descontado. La operación
Ella está contándose allí, de sustracción es segunda con respecto
es decir que está insertada a las primeras marcas del significante.
en la cadena significante, ya Primeramente, es el lenguaje el que
que se cuenta nombrándose: le la una posición en una sucesión, en
“[…] cuando el sujeto humano este caso de la marca de los hermanos,
opera con el lenguaje, se cuenta, y un lugar entre ellos. Es decir que es
ésta es incluso su posición primitiva.” “uno” de la serie de los hermanos de la
secuencia significante del enunciado.
Para explicar este punto, Lacan toma Está marcado y contado por el Otro.
el ejemplo de una frase de la prueba Es ahí cuando leemos que no llega a
de Binet Simon –“Tengo tres hermanos: distinguirse como el que lo enuncia, es
Paul, Ernest y yo”- para mostrar que el decir en el acto de enunciación. Por ello
niño no puede resolver aún este pro- la sustracción de su posición de enun-
blema de una distinción neta entre el ciador no está aún lograda.
enunciado y el acto de enunciación.
En la prueba, se trata de que se perciba Si este es el modo del posicionamiento
que hay algo que no está del todo bien del niño en relación con la estructura
en la frase. Binet hace de la respuesta del lenguaje, varias cuestiones se sus-
a esta pregunta una articulación con citan en relación con la intervención
el franqueamiento de una etapa, y La- del analista en la praxis clínica. Una de
can está de acuerdo con esta idea. La- ellas que abre campo al trabajo es: ¿se
can lo formula así: puede operar una interpretación? Una
interpretación requiere una separación
19 Ibid., p. 84.
Hasta una edad bastante avanzada, neta de los dos pisos del grafo del de-
20 Ibid., p. 85. eso le parece muy natural, y por la seo. Es una pregunta que nos seguirá
21 Ídem. mejor razón del mundo, ya que, a haciendo trabajar.
29
De las palabras
perdidas:
Una experiencia
de Casa Verde en
Latinoamérica 1
Dolto propone la
Casa Verde como
un dispositivo para
Diego Blanco y la prevención de la
Valentina Peri violencia, planteando
que la prevención
de la separación
es lo mismo que la
prevención de la
violencia.
30
Casa del Encuentro es un lugar ubicado en Santiago de Chile que,
inspirado en la Casa Verde fundada por la psicoanalista Françoise
Dolto, acoge a niños entre 0 a 6 años que asisten junto a sus cui-
dadores: padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, o quienes cumplan
las funciones de cuidado. También son bienvenidas las mujeres
embarazadas. Casa del Encuentro es un espacio de socialización
temprana, de juego y escucha, donde los niños y niñas pueden
encontrarse desde los primeros días de vida, y donde los padres y
madres, a veces solos ante las inquietudes cotidianas de la crian-
za, encuentran compañía. Lo anterior está sobre un marco don-
de no hay talleres ni programas definidos, sino que se da lugar al
azar, a lo espontáneo, ya que esto permite favorecer la escucha y
permitir la singularidad de cada cual. Un espacio donde el juego
es pre-texto para encontrarse con otros, pero también como po-
sibilidad de atender a lo que se va intentando poner en palabras.
Donde para asistir no hay una exigencia terapéutica o un motivo
particular, sino simplemente el deseo de estar en un lugar para
compartir, hablar y ser escuchado. Aquí se comparte un cotidiano
cuyo tiempo se enmarca en la crianza, pero también las formas
por las cuales los niños con sus madres y padres van conociendo a
otros y poniendo en común sus primeras palabras.
31
Diego Blanco y Valentina Peri
Desde esta perspectiva, el lugar de la palabras es fundamental para Revista digital: Cuestiones de la
la prevención de la violencia. Sin embargo, ¿qué palabras pueden infancia, 2009, extraído el 21 de
ofrecer los adultos y cuidadores cuando ella, a propósito de la his- marzo de 2018 desde: http://dspa-
toria, ha quedado perdida?
ce.uces.edu.ar:8180/xmlui/bits-
En la experiencia de Casa del Encuentro, hemos visto que es tream/handle/123456789/804/
en la cotidianeidad donde surgen las primeras dificultades La_violencia_en_la_estruct._subje-
vinculares: las mudas de ropa y el control de esfínteres, la ali-
tiva.pdf?sequence=1
mentación, el comienzo de la marcha, entre otros. Estos son
tiempos de separación a través de los cuales el niño va adqui- 4 Ibid., p. 20.
riendo mayor autonomía en una relación que se comienza a 5 Janin, Beatriz (s/f). Violencia y
establecer de sujeto a sujeto, desencadenando en ocasiones subjetividad. Extraído el 21 de
angustia, rabia y desbordes en quienes los cuidan.
marzo de 2018 desde: http://dspa-
Hace un tiempo, una madre en Casa del Encuentro contaba que ce.uces.edu.ar:8180/xmlui/bits-
mientras hacía aseo en su casa, su hijo que recién comenzaba a tream/handle/123456789/438/
caminar se “le desaparece” por unos minutos: “Me di vuelta y no
Violencia_Janin.pdf?sequence=3
estaba…empiezo a buscarlo por la casa y cuando entré al baño lo vi con
todo revuelto…acababa de limpiar el baño y lo quería…” no termina de 6 Dolto, Françoise. La causa de los
decir la frase, pero hace un gesto empuñando sus manos y con un niños. Cuarta Parte, capítulo 4:
tono de voz de mucha rabia, dice: “Lo agarré y me vine para acá”. Iremos a la Casa Verde. Buenos Ai-
res: Paidós, 1985.
Esta situación remite a una escena que se escucha con mucha fre-
cuencia en los cuidadores, cuya intención de golpear no aparece 7 Bleichmar, S. Violencia social-vio-
desde lo correctivo, sino que pareciera tener el propósito de hacer lencia escolar. De la puesta de lí-
desaparecer al otro. ¿A quién se maltrata cuando se maltrata a un
mites a la construcción de lega-
niño? Esta pregunta es trabajada por Beatriz Janin, quien refiere
que desde el adulto que maltrata podríamos pensar en un desinves- lidades. Buenos Aires: Noveduc,
timiento del niño, un ataque a los lazos3. La demanda de los niños 2008, p. 60.
32
De las palabras perdidas: Una experiencia de Casa Verde en Latinoamérica
muchas veces aparece como excesiva para los padres, incluso vivida
como un golpe. Mientras el niño exige conexión, a través del mal-
trato se intenta dormirlo, acallarlo, como un intento de destruir lo
insoportable de sí mismo que retorna desde el otro.
Dolto señala que allí donde el lenguaje se detiene, lo que sigue ha-
blando es la conducta, en miras a ser escuchada y “lenguajeada”6.
Sin embargo, desde la experiencia en Casa del Encuentro es frecuente
escuchar a cuidadores que cuando se han acercado a instituciones
a pedir ayuda para evitar situaciones de violencia, esta se termina
por doblegar. Bajo categorías como rezago en el desarrollo, retraso
psicomotor, trastornos temprano del lenguaje y también según las
habilidades parentales, un médico, enfermera o psicólogo que se
ha visto por primera vez termina por clasificar una dificultad coti-
diana del vínculo.
33
Diego Blanco y Valentina Peri
34
De las palabras perdidas: Una experiencia de Casa Verde en Latinoamérica
Desde que se comenzó s con la Casa del Encuentro, se suele invitar di-
ciendo que es un lugar para lo cotidiano de la crianza. Seguido a esto,
se complementa con algo que surja más familiar para esos tiempos:
inquietudes, cansancio, juego, entre otras cosas. Sin embargo, la in-
vitación se sostiene a partir de la vida cotidiana de las familias.
35
Diego Blanco y Valentina Peri
esta mamá contaba que su marido era muy malo para hablar por
lo que ella creía que su hijo era igual a él, por eso es que quizás
a Igor le costaba hablar. De pronto, se escucha a su hijo llorar
nuevamente. Las personas que estaban en el lugar se voltean
para mirar a este niño tirado en el piso llorando muy fuerte. La
mamá toma el bolso que está al lado suyo, y se ve que lo hace
para irse de la Casa del Encuentro. Se le dice que no lo haga, que
veamos cómo calmarlo. Que quizás no sólo está cansado, sino
que necesita compañía para jugar ya que sólo no le está yendo
bien hoy. Decide esta mamá quedarse, y con rabia y lágrimas
en los ojos dice que su hijo a veces la supera. Lo trae y lo sienta
en sus piernas y ya no le ofrece su pecho, sino que un juego que
había cerca. En eso, cuenta que no ha comido nada durante todo
el día, y quizás debe estar con rabietas por eso. Cuando se escu-
cha esto, un integrante del Equipo de Acogida se da vuelta y le
pregunta a otra mamá que estaba cerca –y a quien se sabía que
han intercambiado otras veces alguna conversación- cómo lo
hizo ella para enseñarle a comer a su hijo. Esta mamá le dice que
su hijo comió cuando le quitó el pecho. Enseguida, otra mamá
más lejos que escuchaba la conversación que manteníamos con
la mamá de Igor, le sugirió unas recetas de hierbas medicinales
para abrir el apetito. Así de pronto, se fue creando una conver-
sación entre varias personas que transmitían e intercambiaban
un saber acerca de la crianza, y que, a la vez, servía de contención
frente a ese no saber de la madre de Igor.
Días después, Igor fue con su abuela a la Casa del Encuentro. Mien-
tras se lo acompañaba en su juego, de pronto llegó otro niño y le
quitó el balde de arena. Igor cayó al suelo y comenzó a llorar. Se le
comenzó a hablar diciéndole que se había puesto triste porque no
pudo decirle que no. Que cuando hubiera algo que él no quería, po-
día decir que no. Sin embargo, nada de eso sirvió, al menos en ese
momento, ya que Igor seguía con su rostro pegado en la tierra, sin
moverse y llorando fuerte. Un integrante del Equipo de Acogida lo
tomó en brazos y le fue hablando. Se escuchaba el llanto al lado de la
oreja mientras se atoraba con su saliva. Su voz disuelta y mezclada
en saliva y espasmos de llanto. Se le hablaba y se le intentaba mirar,
pero era difícil ya que él se aferraba al hombro de quien lo tenía en
36
De las palabras perdidas: Una experiencia de Casa Verde en Latinoamérica
37
El manifiesto
adolescente
y el “muro
blando”1
Cuando se habla
Jean-Louis Chassaing2 de la adolescencia,
hay que señalar
como necesaria
esa referencia a la
sociedad. Hoy en
día aún más, con las
incesantes y diversas
informaciones,
la sociedad está
permanentemente
con nosotros, dentro
nuestro.
38
André Borguignon, psiquiatra, psicoana- - Es también por eso que vengo a
lista, profesor agregado de psiquiatría en la verlo… Para agradecerle por lo que
Universidad de París XII y en el centro hos- fue para mí. Usted fue, disculpe por
pitalario universitario de Créteil, narraba decirlo así, pero usted fue como era
la esta pequeña historia. Una joven viene a necesario en ese momento. Usted fue
verlo un día a su consulta en el hospital. Él un muro blando…”
recuerda que ya la había visto sin embar-
go la reconoce con algo de dificultad. Tiene Siempre me gustó esa historia. No es de
una curiosa sensación, un cierto malestar. una gran teoría y sin embargo refleja
De repente le viene el recuerdo. Fue su pa- muy bien nuestros titubeos –¿“duro”
ciente, otrora adolescente “que le mostró o “blando”?- y una actitud a la vez de
1 Chassaing, Jean- quién era ella”, que dio mucho de qué ha- espera y de intervención, de oposición y
blar en su servicio, dividiendo al equipo en de compostura, de entereza y de com-
Louis. « Le ma-
cuanto a las actitudes que tenía hacia ella… prehensión. No creo que se trate de un
nifeste adolescent Su malestar se explica porque esa joven fue punto intermedio, de una vergüenza
et le ‘mur mou’ », una paciente sumamente difícil, turbulen- (ciertamente puede serlo, lo que a mi
in La Revue La-
ta. Pero finalmente, es como muchos ado- forma de ver puede ser formulado al
lescentes, lo que hace que verdaderamente adolescente, dándole un poco nuestro
canienne, No 18, no la recuerde como tal enseguida. límite en juego, sin no obstante aban-
mayo 2017, dos- donar la partida), sino más bien de una
sier Le mal de la La joven se acerca a él y dulcemente, con posición de sabiduría, de espera atenta.
una bonita sonrisa le dice: “Señor, ven- Una posición de fondo (¡ciertamente
jeunesse? París:
go a agradecerle.” Él está sorprendido, como la de un corredor de relevos con el
Ediciones Ères, su rostro se ilumina, “De nada querida adolescente!) que recuerda las observa-
2017, pp. 78-89. señora”, es él que sonríe, una bella son- ciones de Donald W. Winnicott.
2 Psiquiatra, psi-
risa de un hombre ahora de edad, pero
deportivo, tranquilo, cordial, pero de un Winnicott one more time!
coanalista. aspecto “que se impone” con tesón y con
3 Winnicott, D.W. la bella serenidad de su edad… Siempre es interesante releer a Winni-
“L’adolescen- cott, en quien encontramos una cierta
“-Vengo a agradecerle por haberme frescura; un buen sentido de observa-
ce” (1962), in
ayudado, haberme curado, estaba tan ción clínica. ¿Qué teorizar cuando es su-
De la pédiatrie à mal…Y fui muy difícil con usted y el ficiente con esperar? ¡Si después de todo
la psychanalyse. personal de su servicio… no se trata solo de observar…y escribir!
París: Payot, col.
Releamos su famoso artículo sobre la
-De nada, era nuestro trabajo… Pero adolescencia de 19623. ¡Vamos a retener
“Petite Biblio- claro, me acuerdo, ¡usted no era para aquí solamente algunos pasajes a la luz
thèque”, 1969. nada tranquila! de ayer y de hoy!
39
Jean-Louis Chassaing
40
El manifiesto adolescente y el “muro blando”
fluencias y presiones que escapan a la fa- mir, con los ideales que hay que moderar,
milia, aun si ella las conoce o incluso las pero también conservar o incluso cambiar,
persigue -en los dos sentidos del término con esos enfrentamientos sociales? ...):
(persiguiéndose “como metas fijas”; y pa-
radójicamente se instauran en la sobrevi- “Los jóvenes adolescentes son in-
gilancia con los efectos deletéreos, de los dividuos aislados agrupados, que
que el tema de las drogas es un excelente intentan por diversos medios cons-
ejemplo). Exterior, igualmente represen- tituir un agregado adoptando una
tado en nuestros días por el número de identidad de gustos. Pueden agru-
mujeres, de madres, que trabajan. parse si son atacados como conjun-
to, pero se trata de una organización
Asimismo, otro cambio en relación con paranoide que reacciona frente al
la apreciación anterior, la palabra ‘aisla- ataque; cuando la persecución desa-
miento’ es compleja: parece, vuelven a ser un agregado de
individuos aislados.”
El aislamiento del individuo
Bella capacidad de observación, y bella
“El adolescente es en esencia un simplicidad de escritura, muy exacta.
ser aislado. Es a partir de ese ais-
lamiento que se inicia un proceso La sexualidad aparece antes de
que puede culminar en relaciones la aptitud para asumirla
entre individuos y, eventualmente,
en la socialización.” “Las experiencias sexuales de los jó-
venes adolescentes están marcadas
Pero Winnicott no se equivoca (el adoles- por este fenómeno de aislamiento, y
cente de hoy está en relación con numerosos también por el hecho de que el chico
otros que importan [¿cómo?]. ¿No está por y la chica no saben aún si él o ella será
ello menos solo? ¿Cuál es su soledad, si no la homosexual, heterosexual o simple-
encontrarse con aquel real que hay que asu- mente narcisista.”
41
Jean-Louis Chassaing
¿Es todavía una pregunta, en tanto es lle- zones; es el que se queda feliz en su casa.
vada ante la escena pública como una bi- El diccionario etimológico del francés
sexualidad, incluso una asexualidad, en el de Jacqueline Picoche5 lo matiza: familia
sentido privativo o en el sentido de que hay derivada del griego idios “que pertenece
sexualidad sea cual sea? ¿O es que se ha propiamente a alguien”, “particular”. Por
instalado una cierta indiferencia en cuanto extensión, “simple particular”, “hom-
a la pregunta? No puede ser tan simple ya bre de condición modesta”, “ignorante”.
que esos jóvenes están en el consultorio del Winnicott vio exactamente un falicismo
analista… ¡Y de ello nos hablan! replegado sobre sí, que se abstiene de una
confrontación con el otro, con el diferente 5 Ediciones “Le
“En muchos casos hay un largo perío- de la sexualidad, con el otro partener, por Robert”, colec-
do de incertidumbre durante el cual un lado, pero sobre todo con el otro de la ción “Les usuels”,
uno se pregunta si se manifestará so- diferencia sexual, el Otro. ¿Se deriva de
lamente una necesidad sexual.” una actitud fóbica compleja? ¿Tiene una 2002.
coloración particular -aún más “particu- 6 Freud, Sig-
Esa incertidumbre se manifiesta hoy lar”- hoy, incluso bajo cubierta de rela- mund. Cartas a
como una molestia, pero también como ción “modernizada”? Pensemos en Freud
Fliess. Carta del
una banalidad… Sin embargo, nueva- quien ya sugería en una carta a Fliess6
mente en las entrevistas, cuando son que la masturbación era la matriz de las 22 de diciembre
entrevistados con interrogaciones cuida- conductas de adicción futuras, el Urbild de 1897. París:
dosas, hay inquietudes o al contrario una de las adicciones. Es interesante subra- PUF, 2006.
afirmación de peso que pueden cambiar yar ese pasaje del pene al objeto droga, la
en una modernidad completamente des- detumescencia de esos objetos siempre 7 Melman, Charles.
orientada… casi “a la mano” que presentan algunas Postfacio, in J.-L.
particularidades. Charles Melman ha Chassing, P. Pe-
“Una actividad masturbatoria com- evocado7, por un lado, el hecho que los
tit, A. Dufour, B.
pulsiva puede representar una manera toxicómanos no almacenan sus objetos
de librarse de la sexualidad antes que de goce. Esto permitiría primeramente Balbure, F. Far-
una forma de experiencia sexual.” incrementar la relación por una intensi- ges, Escritos psi-
dad de la falta, goce del toxicómano se- coanalíticos sobre
¿Debido a qué enuncia esto Winnicott? gún Melman (en el sentido freudiano del
Una esclaración puede darse con lo que término en efecto, haciendo subir la ten- las toxicomanías.
Lacan dice de la masturbación, que enun- sión, eso sin intencionalidad obligatoria- París: Ediciones
cia ser ¡“el goce del idiota”! ¿Aquello nos mente, pero es suficiente escucharlos en de la A.L.I., co-
lo aclara?... Hicimos la búsqueda del sen- ese afrontamiento físico, en ese combate
lección “El dis-
tido del vocablo “idiota”. Es aquel que no tan doloroso). Enseguida, justamente en
se abre al exterior, que se niega o no se ese mecanismo ante el ascenso en poten- curso psicoanalí-
interesa en el mundo por diferentes ra- cia de los efectos del objeto, eso permite tico”, 1998.
42
El manifiesto adolescente y el “muro blando”
una pausa, que se vuelve atroz de inme- “Este tipo de unión aparece más bien
diato. Por un lado, en ese mismo artícu- al comienzo en los juegos sexuales en
lo, Melman evoca esa sustitución -total o que la meta está inhibida, o bien en la
no- en relación con la cuestión fálica y sus conducta afectuosa en el aspecto sen-
avatares. Lo que Lacan había radicalizado, timental. Aun ahí, el esquema perso-
pero cortándolo de raíz8, “la droga es lo nal espera integrarse a los instintos,
que rompe el matrimonio con el pequeño pero en ese intervalo, que es largo, es
pipí…No hay otra definición9”. necesario encontrar alguna manera
de aliviar la tensión sexual…”
Volvamos a algunas partes del texto
de Winnicott. Doble o nada en el sentido de provo-
carla y luego descargarla, en una al-
“Incluso las actividades hetero- ternativa “dominada”, a voluntad y
sexuales o homosexuales compul- saciedad, y en una intensidad sea para
sivas a esa edad pueden servir para “vivir”, sea para morir en el intento…
librarse de la sexualidad o para des- ¡Y de intensidad!
cargar tensiones y no representan
una forma de unión entre seres hu- ¿Qué más dice Winnicott?
manos completos.”
“Sin embargo, mi objetivo aquí no es
8 Lacan, Jacques. Librarse de la sexualidad… Curiosa enseñar el psicoanálisis, sino consi-
época actual en la que la sexualidad es derar la adolescencia bajo otro ángu-
Cartas de la Es-
tan expuesta hasta la saturación incluso lo, de tratar de establecer una relación
cuela, Jornadas hasta lo nauseabundo, y o “a contrario” entre la urgencia actual del tema de la
sobre los carteles, la sexualidad parece siempre difícil de adolescencia y los cambios sociales de
asumirse en privado. Pero también es los últimos cincuenta años.”
abril 1975.
ahora cuando la ciencia viene a tras-
9 Chassaing, J.-L. tornar las técnicas por su eficacia en La adolescencia en ese momento -1962-
“Rompre le ma- lo real, y por ese hecho a trastornar las era también aquella de una postguerra
riage”, in Cahie- representaciones. En fin, hoy cuando para los padres y los adolescentes. La
es difícil simplemente congregarse, y sociedad se sostenía en esa diferencia de
res de l’A.L.I., Sa-
cuando los sitios de los grandes mer- generaciones.
vons-nous encore cados de citas abren sus puertas. Es
ce qu’est le pha- difícil para el adolescente encontrarse “Las numerosas crisis adolescen-
ya que su nueva condición lo lleva en tes requieren una actitud de to-
llus ? Jornadas del
ese alboroto de contradicciones que se lerancia y de cuidados; asimismo,
3 y 4 de diciembre mezclan (véase este tema de la mezcla esta nueva forma de ser provoca
del 2005. más adelante). tensiones en la sociedad, pues a
43
Jean-Louis Chassaing
los adultos a quienes no se les per- tt, anotación justa y con profundo valor.
mitió pasar por este período les Pero de aquí en adelante, el adolescente
resulta sumamente penoso verse ha aprendido a vivir con todas esas re-
rodeados de jóvenes y muchachas presentaciones que le llegan por la in-
que atraviesan por un estado de formación. Está sin duda consternado y
resplandeciente adolescencia.” curado. ¡Una mezcla!
44
El manifiesto adolescente y el “muro blando”
45
Jean-Louis Chassaing
46
El manifiesto adolescente y el “muro blando”
pical, en la que ‘no se sabe de qué lado va ves”: cannabis, sobre todo, tabaco y al-
a venir el viento, o si va a venir´. La ex- cohol, de “manera festiva”, con otros
presión “zona de inercia” fue igualmen- (La fiesta no se conjuga forzosamente
te utilizada en el siglo XIX a lo largo del con la convivialidad. Cuando Clavreul
juego de Colin-Millard, cuando alguien habla de consumo racionalizado de alco-
que tenía los ojos vendados se podía hol, habla de convivialidad16). Este chico
golpear contra algo, hacerse daño. Por dice estar en peligro, pero evoca, a título
extensión, esta expresión designa una justo, el pánico excesivo de sus padres.
situación poco clara, un poco escabrosa y Padre musulmán, que le ha prohibido las
peligrosa.” ¿Turbulencias y ceguera? salidas de fin de semana desde que co-
noce “de la movida”. Este chico está en
Mezcla un último año de bachillerato, está cen-
trado en la elección de sus estudios, con
Intervenir o amarse de paciencia. San- mucha razón. Habría querido -¡su padre
cionar y/o cuidar. Prohibir o (¿y?) au- también!- ejercer un oficio que demande
torizar. Aquí la temática de las leyes se mucho trabajo para ser exitoso en ello.
impone. ¡Los toxicómanos son, una vez Este chico (¿adolescente?) se reveló con-
más, un “buen modelo”! Las reglas, tra ello, y también en relación con sus ca-
institucionales, ¿a cuáles delitos se apli- pacidades, pero también, lo que dirá más
can?: ¿al estupefaciente y su conjunto, tarde, para “quitarse de encima” la pre-
a ciertas detenciones, a ciertas edades, a sión parental. Con relación a su primer
ciertos comportamientos…? ¿A partir de anhelo, escogió una profesión más fácil
qué posición? de obtener. Fuma hace algunos meses,
incluso uno o dos años, y el peligro viene
El “muro blando” es una respuesta, una del placer que experimenta con ello. Un
mezcla… placer complejo, en el que intervienen los
efectos de las sustancias, pero también su
Pero nos parece que las conductas to- historia familiar, la cual se despliega rá-
16 Clavreul, Jean. xicómanas lo son también a su manera. pidamente en el transcurso de las sesio-
“L’alcoolisme est- Evidentemente, hay conductas, tipos de nes, no centradas en las drogas después
personalidades, tipos de drogas… ¡Pero de haber establecido una lista “de pros
il une maladie?”,
la población adolescente invita aquí a li- y contras”, sin orientarse más sobre la
in Le désir et la mitar en este estudio la aprehensión de cuestión, pero sin esquivarla tampoco.
loi. Approches ese fenómeno social! Una mezcla. Después de los silencios en
los que se manifiesta su desconfianza,
psychanalytiques.
Ayer recibía a una madre y su hijo. Un habla y asocia. El padre es rígido, des-
París: Ediciones chico de 17 años, que pronto tendría 18, crito como fuerte y autoritario, que no
Denoël, 1987. que abusa de los estupefacientes “sua- da ningún aliento, que no da ninguna
47
Jean-Louis Chassaing
apreciación agradable, lo que confirma no-saber sobre las drogas y sobre sus
la madre. La madre es de origen fran- propios comportamientos, ¡sobre sus lí-
cés, es una mujer sensible e inteligente, mites al querer separarse de ellos! Igual-
y bastante desconcertada. Ella es sostén mente es una mezcla.
del padre, y matiza las intervenciones
demasiado brutales y directivas de éste. Recordaré aquí la entrevista con Jean
“Es así, pero tiene sus cualidades”. ¡De Clavreul18 en la cual retoma el caso de
lo cual el hijo está convencido cuando se una joven heroinómana, hija de una
le pregunta si conoce las cualidades de su pareja de psicoanalistas que saben
progenitor! “¡Es un duro trabajador!”. todo sobre todo…salvo sobre la heroí-
La madre se siente contrariada, con justa na, la única manera, dice Clavreul, de
razón, por mis explicaciones que son en escapar al Saber parental que no deja-
parte tranquilizadoras. El chico, según ba ningún lugar al decir de su hija, las
la educación, “de tradición”, no puede interpretaciones incesantes que ve-
salir durante las noches entre semana, nían a taponar la menor subjetividad
hasta que cumpla los 18. Así, parece que de su descendiente.
el consumo “festivo” de las drogas, y era
a lo que quería llegar, son una escapato- Síntoma y conducta
ria para este chico. Según él y su madre,
es imposible discutir con el padre sobre Lo que Clavreul no comenta es el otro 17 Entrevista con
este yugo impuesto. Manifestación (“sa- aspecto de esa conducta, aspecto no ne- Jean Clavreul,
car a la luz” “puesta en evidencia”, “ha- cesariamente escogido como tal, aspecto
realizada por M.
cer conocer”, según el diccionario de J. que apela a la preocupación justificada del
Picoche) antes que palabra y lenguaje17. otro. No es porque esa inquietud puede Sánchez. Annales
A medida que pasan las sesiones, este hacerles falta a los padres que esa vertien- de médecin inter-
chico expresa igualmente su resignación, te no existe, muy al contrario. La expe- ne, vol. 151, supl.
no pasiva en las reflexiones - ¿una cierta riencia clínica muestra a menudo cómo
sabiduría? - en cuanto a la personalidad esa escenificación, esa puesta en acto, “de- A, abril 2000.
de su padre, y también su rebeldía, más bería” provocar la angustia terrorífica en 18 Entrevista con
bien débil, y actúa por la vía de las drogas el otro, que no la domina. Me parece que Jean Clavreul,
y las salidas con sus compañeros. Diré a la noción de acto hay que manejarla con
realizada por M.
la madre que ella tuvo razón al venir y prudencia. Manifestaciones crónicas, re-
preocuparse por su hijo, una inquietud y petitivas en el sentido popular del térmi- Sánchez. Annales
una consulta que podrán hacer acto. no, como toxicomanías, escarificaciones, de médecin inter-
trastornos de conductas alimentarias, ac- ne, vol. 151, supl.
Le diré al hijo que de todos modos “en- tos delictivos, ¿acaso están del lado de lo
contró” una “buena” manera de preo- que el psicoanálisis ha llamado acto? Que A, abril 2000.
cupar a sus padres, molestarlos en un sean un pasaje al acto, acting-out o acto 19 Ibid., nota 17.
48
El manifiesto adolescente y el “muro blando”
analítico, cada cual con su distinción, más Freud y las neurosis actuales
bien he preferido hablar de conducta19. Es
dar importancia al cuerpo, al movimien- En este texto tan actual, “La moral se-
to, es la repetición o más bien la repro- xual ‘cultural’ y la nerviosidad moder-
ducción, para mantener la precisión del na”22 (1908), texto que hemos estudia-
vocabulario psicoanalítico, la repetición do hace tiempo con Patrick Petit, por
que está justamente ligada al lenguaje, a recomendación suya, Freud habla, antes
las propiedades del significante. de “El malestar en la cultura”, de la re-
nuncia a las pulsiones, de su represión,
20 Lacan, Jacques. Así, me pareció que estas conductas con exigidas para entrar en la civilización,
El Seminario, su doble aspecto, tanto de escapatoria para vivir en sociedad. “Quien, a conse-
libro VIII, La como de llamado, de corte y de man- cuencia de su indoblegable constitución,
tenimiento del lazo, un lazo particular no pueda acompañar esa sofocación de
transferencia.
que lleva hacia un vínculo perverso ha lo pulsional enfrentará a la sociedad
Lección del 14 de hecho así que estas manifestaciones se como «criminal», como outlaw {«fuera
junio de 1961. presentaran entonces como un sínto- de la ley»}, toda vez que su posición
ma. Es una formación de compromiso. social y sus sobresalientes aptitudes no
21 Forget, J.M.
La diferencia mayor es que esta forma- le permitan imponérsele en calidad de
L’adolescent face ción, estas manifestaciones se presentan gran hombre, de «héroe».”
à ses actes…et en el actuar más que en el lenguaje. En
aux autres. Tou- efecto, todo lo que se llama hoy adic- Indoblegable, como lo sugería Winnicott
ciones parece situarse en el registro de en relación con el tema del adolescente,
louse: Ediciones
los comportamientos, en apariencia, o más precisamente de una intolerancia
Erès, col. « Psy- pero también en la realidad (la “reali- a lo falso, a las falsas soluciones. Éste úl-
chanalyse et cli- dad” -no digo lo real-, es justamente la timo es muy propenso a impugnar esa
[suma] de certidumbres acumuladas represión, aun si sus pulsiones se mani-
nique », 2013.
por la adición de una serie de acciones fiestan y le exigen ahora el “¡entregarse
22 Freud, Sigmund. anteriores…20”). ¡Aun si la palabra y el en cuerpo y alma!”.
“La moral se- lenguaje no están ausentes!
xual cultural y el En este bello texto, Freud retoma su par-
De esta manera, desemboco por otras tición de las neurosis -¡tiende a esa uni-
nerviosismo mo-
vías, por otras prácticas sin duda, en las cidad!- y al lado de las psiconeurosis de
derno“, in Obras interrogaciones y reflexiones de Jean defensa (histeria, neurosis obsesiva, etc.)
Completas, vol. Marie Forget21, quien de forma brillante sitúa las neurosis tóxicas, a entender-
intenta trazar una teorización sobre esta se como aquellas que no dependen de la
IX. Buenos Aires:
nueva clínica -léase sobre todo acerca de represión de las representaciones como
Amorrortu Edi- su noción de síntoma-out-, y también la las primeras, sino de la química, sobre
tores, p. 168 de la perversión en la clínica actual. todo de la química sexual. Frente a sus
49
Jean-Louis Chassaing
50
El manifiesto adolescente y el “muro blando”
51
La errancia
adolescente,
la pulsión, lo
sexual1
La maduración
del objeto en
la adolescencia
implica una errancia
transitoria que a
veces se logra por un
llamado a una figura
que reintroduce
al joven en una
comunidad ideal, es
decir comunidad de
discurso, comunidad
fraterna unida
alrededor de la figura
Olivier Douville2 idealizada y peligrosa
de la excepción, que
no solamente tiene
el monopolio del
goce sin ser por ello
destruida.
52
El adolescente se sitúa en una encrucija-
da difícil, dolorosa, contradictoria, a ve-
ces urgente para él, de la responsabilidad
y la deuda, deuda de vida. Así, el adoles-
cente trata de constituirse como un here-
dero, deja de recusar, hasta cierto punto,
las deudas con las que se le agobia con el
fin de encontrar sin duda el hilo que lo ata
a la sucesión de las generaciones. Además, si-
tuarse como heredero tiene una doble vertien-
te. Ese trabajo psíquico no puede reducirse a la
única expresión de un deber de herencia o de inven-
tario, en la medida que supone situarse o inventarse
como una persona destinada a una transmisión. Para ello,
el adolescente explora la sociedad que lo rodea. Ese movi-
miento demuestra que su vida psíquica está marcada por
un cambio de alteridad, no por una sustitución, sino por
un cambio. La alteridad de referencia, el progenitor del
complejo edipiano, no desaparece, sino que pasa a segun-
do plano en favor de otras alteridades como la alteridad
sexual, alteridad del otro sexo.
53
Olivier Douville
Entonces, el cuerpo.
54
La errancia adolescente, la pulsión, lo sexual
55
Olivier Douville
56
La errancia adolescente, la pulsión, lo sexual
57
Olivier Douville
58
La errancia adolescente, la pulsión, lo sexual
59
“Fama”
60
Hace unos meses, escuché a uno de parezca ver locura y confusión. Los
mis pacientes adolescentes en la con- padres, muy necesarios en esta fase,
sulta usar el nombre “Los Fama”, al no tienen claro su propio papel.1
aludir a una nominación que actual-
mente es usada entre los jóvenes de El pasaje por la adolescencia sea cual
nuestro medio para referirse a aque- fuere su condición, estará siempre
llos otros que gustan mostrar sus ac- sometido a la prueba de lo que en la
tos sexuales en redes sociales. infancia se ha determinado por la es-
tructuración del Edipo. El despertar
La descripción que el paciente hacía de lo pulsional sexual busca su rea-
era la de jóvenes que obtienen de ese lización en el encuentro con el Otro,
modo un “reconocimiento”, una “po- como lugar en donde se anudarán las
pularidad” que los torna atractivos promesas que se establecieron en la
a la mirada, al mismo tiempo que su infancia y que exigirán, en la ilusión
atrevido ímpetu es considerado trans- del encuentro con el semejante, ser
gresor y rebelde. A la fama que se pro- llevadas a cabo. En ese sentido autores
curan de ese modo, le acompaña ade- como Jean Jacques Rassial encuentran
más algún otro rasgo como el consumo que en la adolescencia quizá uno de
de sustancias, el poco interés por la los puntos que sitúan su complejidad
escolaridad o los conflictos familiares. está determinado por lo tramposo de la
promesa edípica, según la cual, la re-
Nada que no nos suene conocido desde nuncia al objeto será la condición de
hace varias décadas cuando al térmi- alcanzarlo, sin embargo, el adolescente
no adolescencia se asociaba con rebel- tendrá que confrontarse con la impo-
día, transgresión e irreverencia, como sibilidad de la relación sexual.
características que dan cuenta de un
1 Winnicott, Do-
tiempo tormentoso, como dice Winni- La relación sexual no existe, es el punto
nald. El cuida- cott, en el que el sujeto se encuentra de partida desde el cual el sujeto fun-
do hospitalario a la espera de lo que será su posición dará su lugar en el lenguaje. Al buscar
que complemen- sexuada en el lenguaje. remediar esta falta fundamental re-
correrá por los penosos avatares de un
ta la psicotera-
No debemos tratar de curar a los reencuentro del objeto, reencuentro
pia intensiva en adolescentes como si padecieran un siempre fallido. De esta constante pér-
la adolescencia. trastorno psiquiátrico. Yo he em- dida y desencanto hablan los adolescen-
pleado la frase “desaliento malhu- tes en la consulta, sus historias de amor
Extraído el 30 de
morado del adolescente” con refe- de un día o dos, expresadas en platóni-
septiembre del rencia a esos pocos años durante los cas construcciones, procuran mantener
2018 de: http:// cuales el individuo no tiene más sa- el objeto intacto, solo alcanzable en la
psicopsi.com/ lida que esperar, sin conciencia de fantasía, como modo privilegiado para
lo que sucede. En esta fase el niño evitar encontrarse con sus fisuras, sal-
El_cuidado_hos- no sabe si es homosexual, hetero- vaguardando así al propio narcisismo.
pitalario_que_ sexual o narcisista… La adolescen-
complementa_la_ cia en sí puede ser una época tor- Construcciones imaginarias a las que
mentosa. El desafío mezclado con el adolescente recurre, como lo plantea
psicoterapia_in-
la dependencia, incluso a veces con Rassial, con la finalidad de recubrir
tensiva_en_la_ la dependencia extrema, hace que un real al que se ve confrontado, el del
adolescencia.asp en el cuadro de la adolescencia nos sexo y el de la muerte. El esfuerzo del
61
Virna Pinos Z.
62
“Fama”
anónima, en donde no hay una autori- las tensiones interiores en las cua-
dad simbólica en el sentido de una au- les se encuentran atrapados. La fal-
toridad moral que asegure su curso. La ta de interlocutor con una palabra
web hace oficio de autoridad colectiva.3 consistente por parte de los adultos
2 Rassial, Jacques.
que les rodea empuja a los jóvenes
« Le sinthome De lo que pulsa en el social dan cuen- a la puesta en acto de llamados e
adolescent », in ta los adolescentes con sus prácticas y impulsos que no reencuentran una
Les mercredis
sus jergas, haciendo saber de la fuer- dirección confiable.4
za de un mundo virtual en el que los
de Sainte-An- intercambios privilegian la mirada y Hacerse una “fama” a través de la ex-
ne sur l’enfant en donde la imagen habla por el suje- hibición del goce sexual, como intento
et l’adolescent. to, transformando la palabra en signos de hacerse un lugar en el Otro, deja en
que empobrecen la interlocución. lo efímero de la construcción imagina-
París : Associa-
ria suspendida del instante de la mi-
tion Lacanienne A la falta de interlocutores, la posi- rada y del anonimato, la interrogación
Internationale, bilidad de alteridad queda afectada y del sujeto por-venir, dificultando su
2001, p. 93.
una sola vía casi metonímica se ante- estatuto simbólico.
pone a pesar de las interrogaciones que
3 Forget, la adolescencia implica y que, lejos de Es el efecto de esta dinámica lo que
Jean-Marie. In- poder entrar en la dialéctica signifi- los adolescentes denuncian en sus re-
cidence des écrans cante, en la actualidad permanecen en latos o en sus extravagantes manifes-
el mudo vacío de una pantalla de in- taciones ávidas de respuesta. Y es así,
sur la structura-
ternet. sin palabra, tan solo en el silencio de la
tion de l’enfant masificación de la web, como los ado-
et de l’adolescent. Es importante para los jóvenes en- lescentes nos hacen saber de un mun-
Toulouse : Ères,
contrar un interlocutor en el mun- do de imágenes precipitadas y sordas
do que los rodea, encontrar una en las que se tejen intercambios fuga-
2017, p. 15. forma de atención benevolente que ces, donde cada uno siempre puede te-
4 Ídem. les permita un reconocimiento de ner su minuto de fama.
63
entrevista a
Paúl
Moposita
líder de la banda de hip-hop
“Mugre Sur”
Edison Villavicencio
64
EV: Paúl, ¿qué nos quisieras compartir EV: ¿Qué dirías sobre la experiencia de
sobre tu adolescencia? trabajar en la adolescencia y de ganar tu
dinero en esa época? ¿Cómo consideras
PM: Mi adolescencia fue, no sé si un poco que esto aportó a tu vida?
complicada o fui yo quien la hice compli-
cada. Al salir de la escuela, casi al último PM: Creo que tener dinero propio a tem-
año, casi me jalo el grado. Estuve en una prana edad, me sirvió para valorarlo mu-
escuela católica, un poco estricta. Hubo cho y para lograr uno de mis sueños que
muchos problemas en mi escuela con al- era tener mis propias cosas y poder sen-
gunos profesores que a punta de canute- tirme feliz. Lo puedo lograr, comprar mi
ro y golpes nos educaron. Salí de allí a un propia música. Es muy difícil que tus pa-
colegio fiscal y la educación fue tal cual dres te puedan dar el diskman o los CDs.
también: que bien puesto el uniforme, Creo que ahí empecé a cumplir mis sue-
obligaban a tener el pelo súper corto, y ese ños. Creo que a veces es como duro decir
tipo de reglas, que lo de afuera importaba que el dinero es también parte de, pero yo
mucho más que lo que estábamos pensan- creo que ahí empecé a lograr mis sueños, a
do o lo que teníamos que decir. Creo que, hacerlos realidad.
a temprana edad, a mis doce o trece años
me cansé mucho de la educación que re- EV: ¿Qué significa para ti la música?
cibí. No por falta de lo que mis padres me ¿Cómo forma parte de tu vida? ¿En qué
quisieran dar, sino más bien por esa, tal lugar la tienes?
vez rebeldía, de no querer seguir las reglas
en el colegio. Seguí el primer curso, des- PM: La música definitivamente es mi
pués en el segundo año me expulsaron del prioridad. Ha sido algo que me ha ayuda-
colegio. Tuve que ir a un colegio particular do a salir de muchos problemas. Siempre
porque no me pudieron ya recibir otra vez está allí y la puedes caminar, es como un
en un fiscal. Luego definitivamente mis bálsamo. Ha sido esa almohada, ese hom-
viejos se cansaron, dijeron: “Bueno, ya no bro, por eso yo le tengo en mucha priori-
podemos seguir pagando una educación dad a mi música definitivamente y a la
privada porque no aprovechas” y era eso música en general.
de que me exigían mucho, el uniforme, el
cómo me veía desde afuera. EV: Entiendo que haces hip-hop. ¿Hay
alguna particularidad del hip-hop que te
Lo que decidí desde mis trece o catorce permite algo?
años fue trabajar. Lo que recuerdo es que
mi primer trabajo fue en una imprenta. PM: La reflexión que hago de elegir el hip-
Ese fue uno de los trabajos en los que más hop en la actualidad es, creo que como la
pude ir porque uno de mis primos traba- de la mayoría de nosotros los jóvenes,
jaba ahí. Me dio un trabajo y aprendí un cuando hemos sido niños siempre fuimos
poco el oficio de la imprenta, de colores, reprimidos. Siempre fuimos ese guagua
del offset y ese tipo de cosas. Mi adoles- travieso que apenas le ponían su ropa lim-
cencia entre mis trece y mis dieciséis o pia se revolcaba en el suelo. Cuando tenía
diecisiete años estuve trabajando en im- un crayón, un marcador, una pintura, un
prentas, haciendo mandados, cosas así. Ya esfero, siempre le gustaba rayar en las pa-
tenía mi dinero en ese tiempo y lo que ha- redes; cuando aprendí a hablar siempre
cía era comprarme mis cosas, ayudar en la dije malas palabras; cuando mi papá y mi
casa. Así recuerdo mi adolescencia. mamá se ahorraron ese dinero para poder
65
Paúl Moposita
comprarse el equipo de sonido Panasonic pero yo creo que no hay una etapa de de-
nuevo, y yo empecé a monear las perillas y cir “hay algo más allá”. Hay un lapso en
el acetato, entonces toda esa represión, eso el que fumas, te ríes, te da hambre y te da
que me reprimieron de no hacer. Cuando sueño, y no va más allá de eso. Entonces, a
crecí vi en el hip-hop esa libertad de po- mí, personalmente no es que me inspiró a
der hacerlo, de bailar el break dance en el hacer canciones tampoco. Después de que
suelo, de decir lo que se me ocurra, lo que las dejé, empecé a escribir mucho, mucho,
quiera, mediante el rap, de tocar el pincha mucho más. Entonces, digo que si hay al-
discos de cualquier forma que quiera, de guien que quiere conocer o meterse en ese
pintar las paredes como lienzos en toda la tipo de cosas pues siempre hay que ver un
ciudad. Creo que el hip-hop ha sido parte ejemplo o mirarse al espejo primero para
de mi vida, me ha dado esa libertad de po- ver si es que se animan o no.
der hacer cuando de chico no pude hacer.
Yo por lo menos no recomendaría que se
EV: ¿Tú escribes tus canciones? tiren directamente al precipicio si alguien
más se lanza. Primero hay que reflexionar
PM: Sí, escribo la mayoría de mis temas. quien sale de ahí y quien no. El precipicio
Creo que tengo por ahí unas 50 ó 60 can- es muy hondo y hay muchos que no salie-
ciones y, bueno, no sé, ha sido como mi ron y hay muchos que sí salimos.
orgullo el poder escribir canciones que
en la actualidad mucha gente escucha. A EV: ¿Qué particularidades encuentras en
muchos les gusta, a muchos no les gusta, la adolescencia ecuatoriana? ¿Hay algo
pero bueno, escuchan y eso es lo más bo- que podrías decir que la diferencia? ¿Qué
nito que uno puede hacer con la música. la particulariza?
Cuando tenía esa edad era como un poco EV: Hablemos sobre estas palabras “pre-
más fresco la nota de las drogas, porque el cipicio”, “abismo”.
alcohol y el tabaco – porque considero que
el alcohol y el tabaco forman parte de las PM: No siempre se puede hablar del ado-
drogas, de estupefacientes legales. Y bue- lescente como más propenso a caer en un
no, después la marihuana llegó como parte precipicio, porque creo que cualquiera de
de esa misma socialización con compañe- nosotros es propenso a caer en él. Hablo
ros, con amigos del colegio en la noctur- de precipicios muy profundos porque son
na; y ahí conocí la marihuana que bueno, los que no te dejan salir; como el vicio de
es una de las drogas “ilegales” que probé, las drogas, el alcohol, y todo aquello que
66
Entrevista
no te deja ver más allá. Por eso hablo de beres con ellos.
estos huecos. Creo que la mayoría de los
chicos que han tenido familias inestables EV: ¿Tuviste una experiencia en el Centro
son mucho más propensos a caer, más de Adolescentes Infractores Virgilio Gue-
que de las familias que están un poco más rrero, cierto?
unidas, o de padres divorciados que están
un poco más pendientes de sus hijos. He PM: Sí, en el Virgilio Guerrero fuimos a
tenido amigos que han caído muy feo en dar unos talleres con adolescentes porque
lugares así, por esa falta de unión fami- la mayoría de los que están ahí son me-
liar, por esa falta de cariño, por esa falta nores de edad. A los chicos les interesa
de comprensión por parte de sus padres. mucho el rap porque siempre ha sido más
En mi caso tengo la gracia de tener a mis urbano, más de la calle, más del barrio. Ya
viejos juntos y tal vez por eso no me he saben lo que es el hip-hop, lo que significa,
aferrado a quedarme en esos huecos por- lo que es bailar, lo que es estar pintando
que siempre he visto que mis viejos están las paredes, ya tienen una noción bastante
juntos y me están apoyando entonces yo amplia de lo que es el hip-hop. Por ejem-
creo que también es por ellos que no he plo, yo no fui a enseñar nada sino más
caído ahí tan profundo. bien a dar unos tips pequeños para que
ellos fluyeran un poco más.
EV: ¿Qué ha significado para ti el contacto
con los jóvenes? La primera vez que fui tenía un temor de
que me recibieran como a un profesor;
Hace por lo menos 15 o 20 años…siempre como “él es más que yo”. Yo fui al mis-
he sido el más grande de la mayoría de mo nivel por así decir. Nos llevamos bien,
mis amigos, ellos siempre han sido como conversamos, era como estar entre panas
un poco más jóvenes, pero cuando en- diciéndonos las cosas. Ahí no había au-
tramos a hacer proyectos con los jóvenes toridad y era por eso por lo que fue muy
ha sido esa nota de incentivarles a que no cercana la amistad. Y por eso encontré a
vayan por esa onda que te digo, porque el muchos de ellos acá afuera, fueron a mis
hip-hop y el rap siempre han sido catalo- conciertos, quedábamos en vernos afuera
gados de muy machistas, de estar siempre al final de los conciertos, etc. Desde que
en las drogas, las pandillas, etc. Hay gente entramos siempre hubo amistad, nunca
que se ha metido a eso y ha sacado mucha hubo un roce, ni algo así, jamás.
experiencia por medio de la música, de la
pintura, del baile. Cuando he trabajado Tengo una anécdota en el Virgilio Gue-
con los chicos, he salido más aprendiendo rrero la primera vez que fui. Estuve en un
que puedo mostrarles algo de mi expe- taller un par de meses. Un día estuve tan
riencia. Ellos tienen una capacidad de po- mal del estómago, tenía una diarrea mal-
der transmitir una experiencia de la calle. dita. Le llamé a la coordinadora y le dije
Yo no fui tan callejero, pero ellos me han que no podía ir al taller. Me dijo que era
contado muchas experiencias de la calle imposible que falte, a menos que tuviera
y es asombroso decir: “¿En serio estuvis- un reemplazo. Conseguir un reemplazo
te en ese lapso, en esa crisis tan mala?”, y ese día para mí era muy difícil. Vivía an-
ellos dicen: “Sí, es así, por eso estoy ence- tes en el centro y trasladarme al Inca era
rrado en este lugar y he pasado por eso”. full lejos y dije: “Me tengo que ir de ley”.
Entonces, se aprende más de lo que uno Me tomé una pastilla, me tomé un agua
les va a enseñar porque es compartir sa- de orégano y me fui. Y como decía en el
67
Paúl Moposita
bus, iba con “el alma en un aire”, sudan- quieres escúpelo en un micrófono, déjalo
do frío, me dolía el estómago en verdad. grabado, y eso ya está ahí afuera, afuera de
Llegué al Virgilio Guerrero y de pronto ti, es una curación, una sanación.
cuando entré con los chicos eso se me olvi-
dó, el dolor, todo eso que tenía mal en mi EV: ¿Piensas que los victimarios de los
cuerpo se fue. Definitivamente fue como chicos, padres u otros chicos más grandes,
muy mágico ese día porque de ahí salí intentan decir algo a través de las situa-
curado. Mi coordinadora ni siquiera me ciones de violencia y los actos violentos?
creía que estaba enfermo, pero le dije que
es la vibra que mantenemos ahí, una onda PM: Creo que todo es el sistema en el que
que a veces parece mágica. Salí de ahí muy estamos. Desde ahí se genera todo. La te-
contento y dije: “Wow, ¡qué locura!”. Ya levisión, lo que se ve, te dice lo que tienes
renovado de ahí, era brutal, muy bacán. o no que hacer, te impone, entonces creo
De eso nunca me voy a olvidar porque que desde ahí se genera esta violencia, y
fue algo de lo que me di mucho cuenta de la gente afuera asume eso. Si no tienes di-
cuando entré, con los chicos hicimos el ta- nero para comer, eres violento por robar
ller, nos reímos, y cuando salí ni siquiera y ahí se genera un conflicto. Desde ahí se
me acordaba que estaba mal. Muy bacán. desencadena todo. Y muchos chicos que
están fuera de su casa, creo que ellos re-
EV: ¿En el Virgilio te compartieron expe- ciben esa ola expansiva de violencia de los
riencias de cuestiones violentas que ellos adultos.
vivieron?
Desde la educación mismo, porque me
PM: Definitivamente viven en un mun- crie en una escuela donde desde el primer
do de violencia, desde sus casas, prime- grado hasta el sexto grado había violencia.
ramente. Cuando salen a la calle siempre Decían: “La letra con sangre entra”. Es
están en ese círculo de violencia, y como esa ideología tan caduca que manejaban.
son muy chicos los grandes se aprovechan Ahora ya no se maneja tanto, pero en ese
mucho de ellos. Lo que hacen es unirse tiempo creo que nuestros padres inclusive
como la manada para defenderse de los a veces aceptaban que tu profesor te die-
más grandes. Contaban que había mucha ra con el cabestro cuando no llevabas las
violencia en la calle y tenían que defen- tareas. Duele mucho a veces y queda en
derse con uñas y dientes para no ser agre- la psiquis. Hay mucha gente que, si tu
didos. Vivían la violencia a diario, desde profesor te violenta y cuando eres grande,
sus casas, en la calle, en el círculo donde de profesor también vas a hacer lo mis-
se manejaban. Por eso es por lo que sus mo con tus alumnos. Es toda una cadena.
letras decían mucho de eso, mucho de de- Romper esa cadena ya es cuestión de no-
fenderte, de querer ser como David frente sotros, el poder hablar de esto. Venimos
a Goliat. Había esa furia en sus letras. Es arrastrando un montón de cosas desde
lo que ellos palpaban, lo que sintieron y guaguas.
sienten en las calles. Creo que el rap es una
herramienta con la que te puedes sacar Incluso desde la colonización misma,
todo eso. Utilizar el rap para sacar esa fu- porque vinieron con una violencia a con-
ria y que no estés llevando como esa male- quistar supuestamente y creo que eso se
ta pesada, que tengas ahí ese peso feo de lo nos va quedando por generaciones en la
que traes de la calle o de lo que hiciste, o de cabeza, en el ADN, y a veces lo sacamos
lo que pasó. Sácalo ahí, déjalo plasmado, si inconscientemente. Eso venimos arras-
68
Entrevista
trando y mientras no podamos admitir- PM: Mugre Sur lleva 18 años ya. Cuando
lo, conversarlo, dialogarlo, reflexionarlo, lo creamos fue más bien un nombre en el
no vamos a poder cambiar. Es muy difí- que quisimos identificar primeramente la
cil, pero creo que no es imposible porque parte donde vivíamos. Siempre mi com-
a nuestros hijos no les vamos a criar así. pañero, con el que fundamos la banda, y
Muchos que ya nos damos cuenta pues no yo, decíamos: “Somos del sur”. Entonces,
vamos a seguir engranando ese sistema tiene que decir algo del sur. Lo de “mu-
para nada. gre” siempre ha estado vinculado con la
forma de decir las cosas, así como direc-
EV: ¿Cómo ha sido tu experiencia como tamente, a veces nos dicen: “Eres muy di-
padre? recto, muy sucio”. El Mugre Sur es el que
habla directamente y que no se cohíbe de
PM: Trato de llevarme bien con ellos. decir. Por eso la gente que tiene un poco
Más que ser una autoridad, he querido más de medios, no quiere ir a la parte del
ser como un amigo, que me vean como un sur. No quiere comprar una casa en el sur.
amigo, no como el que tenga que ordenar- Siempre quieren ir al valle de los Chillos, o
les a hacer lo que ellos de pronto tampoco a la parte norte de Quito y dicen: “No, en
no quieran. Más bien llegar a acuerdos. el sur no”. Nos menosprecian, pero noso-
Por ejemplo, “Tienen que hacer las tareas. tros siempre nos sentiremos orgullosos de
Tienen que dejar a un lado los teléfonos, ser del sur, los longos del sur. Siempre nos
la tele…”. Tienen que hacer los deberes es vamos a sentir orgullosos porque somos
algo que sí toca, no obligar, pero sí llegar a de ahí y es lo que hacemos y tratamos de
esos acuerdos. Creo que, como experien- cumplir nuestros sueños siendo de donde
cia de ser padre, me encanta. Mi familia es somos.
lo mejor que tengo en la vida, mis padres
y mis hijos. EV: ¿Por qué piensas que hay esta cues-
tión de menospreciar?
EV: Pensaba que la educación de nuestras
generaciones fue una réplica de la lógica PM: Es por lo que te decía de la coloniza-
del colonizador/colonizado. Por un lado, ción. El colonizador blanco que vino a de-
el que impone, el que dice: “Yo soy el que cir como “Eres menos que yo. Yo soy más
mando y tú obedeces”. que tú”, “Yo vengo de un lugar donde
se utiliza ropa. Nosotros tenemos esto y
PM: Exactamente. Hay que romper eso. aquello y ustedes no”. Eso en el mestizaje
Es un sistema en el que nos han inmiscui- se ve cuando alguien tiene la piel más clara
do sin querer. Nosotros no hemos queri- y cuando te ven a ti un poco más moreni-
do ese sistema. Hay mucha gente que va to, te dicen: “Ah, este man es de los subur-
y engrana en el sistema 8 horas diarias, y bios o es del sur”. Desde ahí creo que viene
de ahí va a su casa a ver la tele y duerme. esa parte de la colonización que hay que
Al otro día repite lo mismo y así décadas romper. Esos despectivos como “longo”,
y décadas. No se han tomado el tiempo por ejemplo. En el pasado cuando el jefe
para reflexionar sobre el por qué está así de hacienda se refería al originario como
el mundo, porque no estamos parándonos “longo”, “Tú eres un longo”, sin saber que
a reflexionar de dónde viene todo esto que la palabra “longo” es el joven en nuestro
está jodido en la actualidad. idioma originario, el quichua. El dueño de
la hacienda longueaba a todos y eso se iba
EV: ¿Por qué el nombre “Mugre Sur”? arrastrando de generación en generación.
69
Paúl Moposita
Los hijos de los dueños de la hacienda lla- toda mi manera de verme, mi música.
maban así a los hijos de los empleados, y Empecé a escuchar otro tipo de música,
se fue transmitiendo eso y ese despectivo me ponía la ropa de mis primos mayores
siguió siendo así en la ciudad y se regó. que influenciaron mucho en mis nuevos
Nosotros decimos: “Si te dicen ‘longo’ no gustos; y obviamente, me quedaba muy
tienes por qué ofenderte porque esa pa- grande. Me ponía súper a escondidas de
labra es originaria de nosotros mismos, mi mamá para que no me viera, pero un
de nuestros antepasados y significa ‘jo- día me cachó, me vio y me dijo: “¿Y ahora
ven’”. Así, la gente empieza a reflexionar. de qué estás disfrazado?”. Yo vivía en una
Rompemos esa cadena arrastrada desde vecindad donde mis amigos estaban ahí
la colonización, esa estigmatización de ir en el patio y todos empezaron a señalar-
señalando al uno o al otro por el color de me como “el Disfraz”, ya no era el Polo. Y
piel, o por el estatus social, las posesiones, pues así se regó el apodo y ahora la gente
o porque ha podido viajar, etc., y a veces me dice el “Disfraz”.
eso les hace creer que son más personas
que otros. Eso es lo que recalco en mis Luego empecé a reflexionar sobre el apo-
canciones, que porque seas blanco o ten- do e hice una canción. Dije: “Creo que
gas más dinero puedas hacer de menos al todos somos un disfraz. Todos estamos
resto. Por eso digo que la calavera es ñata, disfrazados para poder caber en ciertos
porque todos somos iguales, a la final to- lugares, en ciertos estatus”. Un tipo de
dos nos vamos al mismo hueco. oficina tiene que ir disfrazado de ternura
(terno) para poder ser aceptado ahí, y el
EV: Entonces Mugre Sur se ubica de una cura igual tiene que ponerse su sotana, y
manera tal que busca romper con esta ló- el policía también, etc. En la canción que
gica del colonizador/colonizado. se llama “El disfraz” hablo sobre esto. Por
eso digo: “Desnudos nacemos, disfraza-
PM: Por ahí es que Mugre Sur se define. dos nos vemos”.
Es esa herramienta de comunicación para
que el resto pueda defenderse también y EV: ¿Hay alguna canción en particular en
tener un concepto así: “Yo escuché de ellos relación con lo que hemos hablado para
y te lo voy a decir”. Tratamos de abarcar o recomendarnos?
coger toda la información, ponerla en rit-
mo y darles para que escuchen. No a todos PM: Esta canción del “disfraz” tiene mu-
nos gusta leer muchos libros, por eso fluye cho que ver con esto de cómo nos vemos,
mejor con la música que escuchas o lo que cómo actuamos. A veces sólo por la for-
ves también. En la actualidad, desde hace ma de vernos, actuamos diferente, y por
unos seis años, también mostramos en lo eso yo creo que hablo mucho en esta can-
visual lo mismo que estamos tratando de ción del disfraz. Si la gente quiere mirar
decir. y escuchar, porque esta canción no sólo es
para escuchar sino también para mirar.
EV: ¿Qué nos puedes decir sobre tu so-
brenombre “Disfraz”? EV: Quisiera compartirte una idea. En
cierto sentido, podría considerarse que
PM: Ese es mi apodo. Desde chico siem- la adolescencia es una creación cultu-
pre los tuve. Mis primos, mis viejos, mis ral. Basado en tu propia experiencia, hay
allegados en lugar de decirme Paúl me varios casos de personas que al cumplir
decían “Polo”. En la adolescencia cambié doce o trece años ya se ponen a trabajar.
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Entrevista
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Reseña de la
jornadas de
junio del 2018 Virna Pinos Z.
El 30 de junio se llevó a cabo la jornada El caso presentado por Norma Erazo tam-
de cierre de actividades de a..b..c..dario bién nos aportó en la misma línea de re-
Freud ↔ Lacan del ciclo 2017-2018. Con flexión. Ella constata la dificultad en la que
ese motivo se presentaron varios trabajos se encuentran algunas mujeres cuando al ser
con temáticas diferentes que, sin embar- confrontadas en su saber sobre la castración,
go, coincidieron en reflexiones alrededor a partir de ser nombradas como “madre”,
de la clínica contemporánea y las pregun- quedan en la imposibilidad de operar como
tas que las nuevas modalidades de goce agente que promueva la falta en la que el niño
plantean al psicoanálisis. responda al llamado de la palabra.
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Reseña del Seminario de
verano 2018 de la ALI
París, 29, 30 y 31 de agosto
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De libros y lectores
Austerlitz
Winfried G. Sebald
Barcelona, Anagrama, 2004, 296 páginas
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Sebald elige la forma de narrar a través de un relator convincente,
en una alteridad tan cercana que, en muchos momentos, a pesar
del insistente y aclaratorio “dijo Austerlitz”, seguimos a dos per-
sonajes que se funden en uno solo que está contándonos una auto-
biografía. De hecho, una de las imágenes que lo acosó por muchos
años a Austerlitz, fue la de un hermano gemelo que compartió su
viaje interminable, sentado en un rincón, sin nunca hablarle.
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Marlene Aguirre
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Austerlitz
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actividades de
enseñanza
seminario
seminario 2019 El Seminario de
a..b..c..dario Freud↔Lacan
Con MARC DARMON
sobre “La topología lacaniana” El Seminario I de Lacan:
“Los escritos técnicos de Freud”
Lunes 25 de febrero: 18h00. Conferencia Responsables:
abierta al público en la PUCE: “¿Por qué la Marlene Aguirre e Iván Sandoval Carrión
topología en el psicoanálisis?”.
Horario, inicio:
Martes 26, miércoles 27 y jueves 28, en Los miércoles cada quince días, a las
doble horario de 10h00 a 12h30, y de 17h00 19h30, a partir del 12 de septiembre
a 19h30. Lugar: Centro Cultural Benjamín
Carrión, calle Jorge Washington y Páez. Lugar:
Guangüiltagua N34-541 planta baja,
Introducción. ¿Existe una topología en teléfonos (02)2453771 y 0998526744 (Iván
Freud? Significante y topología. Topología Sandoval) y (02)2246229 y 0998002444
y estructuras clínicas. Esquemas, gra- (Marlene Aguirre).
fos, superficies, nudos. La topología es el
tiempo.
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grupo de lectura cartel
Lecturas de la Adolescencia No-Todo, Aún. Lectura del Seminario XX
de Jacques Lacan
Responsable:
Virna Pinos Z. Responsable:
Isabel Durango
Horario, inicio: teléfonos 0984073473 – 2462881.
Miércoles, cada quince días, de 18:00-
19h30, a partir del 3 de octubre del 2018. Horario, inicio: :
El 2º y 4º martes de cada mes, de 10:30 a
Lugar: 12:30, a partir del 11 de septiembre.
Edif. Moscú Platz, calle Moscú N33-11 y
Noruega. Of. No 6. Lugar:
Pasaje Tinajero E3-01 y Jorge Drom,
Teléfono 0999009731, teléfonos (593)984073473 y (593)22462881.
virnapinos@hotmail.com
Nudos
Responsable:
Marlene Aguirre
Horario, inicio: :
1° y 3er. viernes de cada mes, de 11h30 a
abcdiario
13h00, a partir del 7 de septiembre.
próximo número:
Lugar:
la alteridad
Edificio Kandalama, calle Sergio Játiva
junio 2019
N33-99 y Bosmediano. Of. N° 3., teléfonos
0998002444 y (593)2246229.
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