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Valparaíso:

Patrimonio de la Humanidad,
Capital Cultural de Chile.

(Una mirada desde la óptica ciudadana común)

Por
Patricio Portales Coya

“La ciudad es el lugar donde se habita con otros, empleando el espacio común en
beneficio de todos”

Recientemente visité Oviedo, la capital del emblemático Principado de Asturias, lugar donde
nació la Hispanidad como expresión coherente de la actual Nación Española cuya fracción
mayor de territorio fue conquistado, invadido y dominado por gentes de allende el
Mediterráneo durante 800 años, con excepción de la cornisa cantábrica, donde se afincó la
resistencia y la épica reconquista de Pelayo.
¿Que se advierte al observar Oviedo, con alguna agudeza que exceda la superficialidad óptica
del viajero? : LOS ASTURIANOS AMAN SUS CIUDADES, PUEBLOS y ALDEAS. Se sienten
contentos de habitarlas y tienen plena consciencia de que les pertenecen para disfrutarlas y
cuidarlas, como su mayor legado patrimonial. ¿Por qué? Porque perciben la vinculación
natural entre sus vidas y sus espacios geográficos, como un proceso armónico de habitar sin
conflicto y obteniendo la satisfacción de sus aspiraciones personales, y sociales, en medio de
una comunidad humana que ha sabido compartir un destino común durante más de 20 siglos.
Los “astures” son, montañeses, mineros, marinos, guerreros y poetas, todo al mismo
tiempo y sin ninguna contradicción.
Los sellos arquitectónicos, románico y gótico, de Asturias son como la geografía humana de
esa tierra, no son monumentales y exuberantes como en otros lugares de España o de la
Europa Medieval. Tienen un estilo sencillo, funcional, sólido, amable y familiar, están
construidos a escala humana. Desde la Catedral de Oviedo, que a primera vista nos parece
una iglesia como tantas de España, y que luego en el interior nos maravilla empujando el
espíritu al recogimiento y a la oración, hasta las adustas casas de piedra con techos de lajas y
sus hórrios vecinos, que abundan en las aldeas de la cornisa montañera, en su interior son
amables y cálidas, reflejan a sus moradores.
Esta forma de “habitar el territorio” explica por qué los Asturianos, que otrora migraron, -
como tantos españoles-, siempre volvieron y muchos a quedarse y también el por qué
repatriaron el fruto del esfuerzo y el trabajo en América, a su siempre presente y amada tierra
natal. Son llamados Indianos, vocablo que significa “retornados de las Indias”.
No creo que allí se haya formulado una “utopía” para preconcebir el sentido de “construir la
ciudad”. La ciudad fue hecha día a día a la necesidad humana y a la geografía, con los

“Valparaíso Patrimonio de la Humanidad, Capital de la Cultura, una mirada desde el ciudadano común”
de Patricio Portales Coya, Agosto 2003, ARTÍCULO en www.monumentos.cl
recursos que provee la misma tierra, es el fruto de las gentes nativas forjadas en la dureza
de la montaña y del clima. La “Planificación Urbana” sólo ha contribuido a mejorar aspectos
del funcionamiento de la ciudad, como un complejo urbano moderno, se ha encargado de
“agiornar” la habitabilidad sin destruir la obra fundacional ancestral, es mas buscando
preservarla. No se piense que estamos en presencia de una ciudad “modesta” en sus
aspiraciones de desarrollo humano, baste recordar que en el Teatro Campoamor de Oviedo
se lleva a efecto, cada otoño, una de las cinco temporadas de Opera más exquisitas de
Europa. Oviedo se hermana así, en el “Belcanto,” con: París, Berlín, Milán, Viena y Londres y
recuérdese que el premio Príncipe de Asturias es uno de los más altos galardones culturales
del mundo contemporáneo, dedicado a las artes, las letras y las ciencias.
¿Cuándo o cómo se le puede trazar un destino superior a una ciudad? Esta pregunta no tiene
una respuesta única, la historia humana esta llena de respuestas a medias y la “planificación
del rol de una ciudad” no ha pasado de ser una utopía nunca cumplida cabalmente, a pesar
de los notables esfuerzos de los griegos, los romanos, los egipcios, los anglosajones, los
franceses, los mayas, los aztecas, los Incas, etc... y más recientemente, en la Sudamérica
moderna, hasta de nuestros vecinos brasileños con su genial utopía incumplida; la Brasilia de
Niemayer y Costa.
En realidad las ciudades definitivamente las hacen sus gentes y terminan por ser aquello
que los “ciudadanos logran instalar y materializar en su espacio físico, social y espiritual, para
alcanzar el desarrollo personal, y la felicidad como utopía compartida” Cuando ello ocurre
florecen las bellas artes y las letras, las ciencias y el deporte. VALPARAISO SABE DE ESTE
AFAN, ANTAÑO HA ALCANZADO MOMENTOS DE ESPLENDOR y BRILLO SINGULAR,
INSTALANDOSE EN LA MEMORIA COLECTIVA DEL MUNDO desde el siglo XIX.
He citado mi breve experiencia en Oviedo para tratar de confirmar el aserto de que “Las
ciudades son lo que sus habitantes son” Este es, a mi juicio, el desafío para nuestro querido
Valparaíso, entender que el desarrollo físico-geográfico, tan suigeneris que hoy nos muestra,
no es suficiente. Ni las “joyas arquitectónicas” que puedan exponerse, ni el bello paisaje
topográfico que deja perplejo al visitante, tampoco. La clave está en saber habitar el
espacio que tenemos, hacer que ese espacio nos pertenezca porque lo compartimos, lo
gozamos, lo admiramos, lo cuidamos, lo queremos y lo respetamos.
La manera en que las personas se vinculan, se relacionan, se tratan entre si, agrega la
fracción de valor incalculable que toda visita percibe, aprecia y valora. Esto es lo que hace
finalmente a una ciudad PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD y la puede convertir
verdaderamente en la CAPITAL CULTURAL del país, mas allá de las resoluciones de cualquier
organismo o de la legislación que se pueda dictar para apoyar el galardón, LA CLAVE
CENTRAL ES LA CONDUCTA CONCRETA DE QUIENES LA HABITAMOS.
Creo que el camino fácil de buscar “responsables” en las autoridades o en los dirigentes de tal
o cual sector, no es el apropiado y no produce efectos prácticos. ¿Qué hago yo por mi

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de Patricio Portales Coya, Agosto 2003, ARTÍCULO en www.monumentos.cl
ciudad? Allí se inicia el proceso. Valparaíso (su gente) ha sido pionero en muchísimos
sentidos, volvamos a serlo en el desafío presente: “Ocupar un sitial singular en la cultura
de Chile y del Mundo”. (La cultura, al fin y al cabo, no es mas que la memoria
sistematizada de nuestro pasado, transformada en herramienta para construir
nuestro futuro) Este objetivo que debe ser entendido y compartido por todos, ha de
traducirse en conductas ciudadanas habituales y concretas . Eso es lo que atrae de las
grandes ciudades Europeas que miramos como envidiable ejemplo de armonía y de calidad de
vida. Por Ejemplo Praga es un destino turístico señero, tanto por su arquitectura como por su
cultura ciudadana, un dato “curioso” las encuestas a los turistas que la visitan revela que la
mayoría responde eso, agregando que también acuden para ver el arte singular de la
Linterna Mágica de Praga.
“La Calidad de Vida” es sólo el moderno concepto paramétrico que busca
establecer la razón antropológica que une la condición de habitar un espacio con el
entorno que ese espacio provee a sus habitantes, para realizar sus vidas en
plenitud y alcanzar la felicidad, como utopía individual.

Machu Pichu es la insignia arqueológica y antropológica de Sudamérica porque una vez fue
habitada de una manera humana, original, única. La huella de esos habitantes es su
arquitectura, así ellos han trascendido mas allá del tiempo material de sus existencias
biológicas. Machu Pichu es PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD no obstante estar hoy
deshabitado. Es un museo al aire libre en las recónditas estribaciones Andinas. Valparaíso no
puede aspirar a ser un “museo arqueológico”, si puede aspirar a ser un modelo cultural
viviente y original que armoniza todos sus elementos positivos y atrae a muchas personas a
compartirlo.

Patricio Portales Coya


Abril, 2003

“Valparaíso Patrimonio de la Humanidad, Capital de la Cultura, una mirada desde el ciudadano común”
de Patricio Portales Coya, Agosto 2003, ARTÍCULO en www.monumentos.cl

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