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Los desafíos de Vicens Vives

En su obra latía un doble empeño:
cuestionar la verdad establecida y
renovar la historiografía catalana
Páginas 2 a 5

Escrituras Pantallas Reciclaje

Cádiz, mapa interior Nunes, a fondo Escupir en el plató
En ‘El asedio’ de Arturo Un cineasta perenne, Recuperación del

MIÉRCOLES 17 DE MARZO DEL 2010

Pérez-Reverte se cruzan que ha mantenido una episodio ‘intolerable’
tramas detectivescas misma actitud; un grito de Johnny Rotten en
y costumbristas, en el desesperado y vehemente, la televisión británica,
escenario de la Guerra de como expresión de un un arquetipo del punk
la Independencia malestar ético y formal catódico con seguidores
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 Vicens Vives
El antes y el después
Josep M. Fradera En las imágenes de Vives en un retrato años cincuenta; a verano de los años

TEMA
es catedrático de la página anterior, de los años treinta bordo de un barco cincuenta
Historia en la de arriba abajo y del siglo pasado; de viaje hacia FOTOS DE LA EXPOSICIÓN
Universitat Pompeu de izquierda a en su domicilio a Cerdeña en 1957; ‘JAUME VICENS VIVES I LA
Fabra derecha: Vicens mediados de los y en Roses en un NOVA HISTÒRIA’

JOSEP M. FRADERA
No resulta difícil imaginar la dra-
mática disyuntiva en la que un to-
davía muy joven Jaume Vicens Vi-
ves (Girona, 1910-Lyon, 1960) se
encontró al estallar la Guerra Civil.
Dispuesto a ganarse un lugar bajo
el sol, polemizó en 1935 sin pelos
tes? De Cambó nada más y nada
menos, el político más preparado
de la generación de principios de
siglo, aunque una figura que enton-
ces permanece en un completo os-
tracismo. Pero, regresando al terri-
torio historiográfico, el debate que
se registra es muy intenso. Inclu-
presentarse. Por razones obvias,
no todos los antiguos contendien-
tes participarían de nuevo en el de-
bate, ni, en todo caso, lo harían con
las mismas posibilidades. No con
aquellas que pudo demostrar un
Vicens sin ataduras con el pasado
republicano, tan hábil para desen-
de Catalunya y España, realidades
que para Vicens precisaban de una
explicación en paralelo. Por si no
bastaba, tuvo tiempo incluso para
situarse en el centro del proyecto
abierto por Josep Pla y Joan Fus-
ter de construir un espacio catalán
superior al ámbito del Principado,

Miércoles, 17 marzo 2010

en la lengua ni respeto por la jerar-
quía con Antoni Rovira i Virgili y
Ferran Soldevila sobre cómo reno-
var la historia de Catalunya. El
agrio tono del debate le alertó nece-
sariamente sobre la sensibilidad a
flor de piel de una historiografía
que se consideraba heredera del re-
nacimiento cultural y político del
ye, por supuesto, a aquellos que
desde la Revista de Catalunya de-
fienden formas de avanzar no siem-
pre coincidentes. Rovira i Virgili es
uno de ellos, imperturbable parti-
dario de una historia ejemplar y
ejemplarizante; Soldevila la quiere
igualmente ejemplar, maestra de
vida nacional, pero construida con
volverse en el sórdido mundo de
una posguerra cuartelera y vengati-
va. En aquella coyuntura, ya no le
bastaban las decisiones tomadas
veinte años atrás. Se siente con
fuerzas para convertirse en el esla-
bón que enlazase la vieja y desgas-
tada tradición con el presente de la
historiografía catalana. A condi-
algo que el primero de ellos expli-
có, en párrafos memorables inclui-
dos en sus Notes per a Sílvia, como AÑO VICENS VIVES
la necesidad de dar vida a un con-
senso cultural como condición pre- Exposición
Jaume Vicens i
via a la política estricta. Vives i la nova
La magnitud de la empresa de història 1910-1960
Vicens, admirable e impresionante
desde cualquier ángulo de visión, MUSEU D’HISTÒRIA
DE CATALUNYA

Cultura|s La Vanguardia
BARCELONA

En la conferencia inaugural del año Vicens Vives, el hispanista británico Hasta el 21 de

marzo. Posterior-
John Elliott destacó la capacidad del historiador catalán para “cuestionar mente, exposición
itinerante por Giro-

siempre la verdad establecida”. Desde ese presupuesto se comprende na, Toledo, Baeza,
Sevilla, Zaragoza,
Madrid, Valencia y
mejor el empeño de Jaume Vicens Vives (Girona, 1910-Lyon, 1960), Pamplona. Con
motivo de la exposi-

ya desde los años treinta, por renovar la historiografía catalana ción se ha editado

cambio de siglo, arte y parte de un
designio nacional. La discusión en-
tre los más relevantes historiado-
res catalanes era, en cualquier ca-
so, una manifestación más de la in-
quietud que dominaba entre los
medios intelectuales catalanes en
los años que precedieron a la gran
catástrofe de 1939.
Disponemos de indicios más
que suficientes para pensar que,
tras los acontecimientos de octu-
bre de 1934, la inquietud que domi-
naba el mundo del republicanismo
catalanista traspasó las barreras
que separaban las distintas fuerzas
políticas, así como aquellas que se-
paraban a estas de los sectores inte-
lectuales que se consideraban al
servicio del país. Basta recordar el
enorme malestar despertado por
el libro del economista y demógra-
fo Josep Anton Vandellós, Catalu-
nya, poble decadent (1935), que pro-
vocó una respuesta agónicamente
racial, encabezada por Pompeu Fa-
bra pero en nombre del más selec-
to grupo de firmantes del mundo
del noucentisme republicano. O
las inacabables especulaciones so-
bre dónde deberían situarse los lí-
mites territoriales del propio pro-
yecto catalanista, motivadas en su
origen por el fallido occitanismo
catalanista del momento promovi-
do por J.V. Foix y Josep Carbonell.
La renovación historiográfica
que Vicens Vicens defenderá debe
situarse en el contexto de la crisis
de una cultura. ¿Qué sentido tenía
si no, que Soldevila aceptase el
comprometido encargo de Fran-
cesc Cambó de escribir una magna
historia de Catalunya, una síntesis
monumental que actualizase la ta-
rea de las generaciones preceden-
paciencia sobre el documento. En
los márgenes, generacionalmente
hablando, el joven historiador ge-
rundense la piensa de otra manera,
despegada de cualquier designio
que no resulte justificado por las
exigencias de la rigurosa filología
germánica, tal como su maestro
Antonio de la Torre le enseñó en
las aulas de la Universitat de Barce-
lona. Igualmente en los márgenes,
Agustí Calvet, Gaziel, confesará
más adelante haber sostenido con-
versaciones con el gran mecenas
Cambó acerca de la necesidad de
revisar a fondo los fundamentos
mismos del catalanismo historio-
gráfico, aquellos que el político en
el ostracismo quería justamente ac-
tualizar con el patronazgo a la la-
bor de Soldevila. Como es bien sa-
bido, la crisis se resolverá en un
plano distinto al de los estrictos
pleitos intelectuales: en las calles
de Barcelona en julio de 1936 y en
los campos de batalla de toda Espa-
ña después. Registrando el signifi-
cado de la derrota de 1939, uno de
los grandes medievalistas catala-
nes del momento, Ferran Valls i Ta-
berner, lo explicará con contun-
dencia en un artículo siniestro: to-
dos ellos se habían equivocado, era
preciso guarecerse bajo el para-
guas del régimen triunfante.
Por todos estos motivos, la ico-
noclastia de Vicens no podía des-
pertar más que sospechas de volun-
tad destructora. Y, ciertamente, lo
era. No fue la única ocasión en su
vida en la que el historiador se si-
tuó en aquel ingrato papel. Dos dé-
cadas más tarde, la ocasión de sa-
ber cómo cada uno entendía el lu-
gar de la historiografía en la vida
del país tras la catástrofe volverá a
ción, claro está, de modificar de
manera radical el marco concep-
tual de referencia, pues ni la co-
rriente neorromántica ni el filolo-
gismo germánico le parecen ya su-
ficientes. Como es sabido, la pro-
puesta de la escuela francesa de la
revista Annales, simbolizada en la
figura de Lucien Febvre, le permi-
tió un rápido reemplazo del utilla-
je teórico y metodológico envejeci-
do. Si la historia no podía concebir-
se ya como una narración de acon-
tecimientos meramente políticos,
la oportunidad de reescribir por
completo la historia del país se pre-
sentaba de manera formidable. To-
da una generación de historiado-
res catalanes –con el concurso y la
complicidad de algunos de otros lu-
gares, entre los que John H. Elliott
y Pierre Vilar deben ser destaca-
dos– evidenciarán la marca profun-
da de aquel designio. El impulso es
tan efectivo que, de alguna mane-
ra, se proyecta hasta el presente.
Límites y contradicciones
En una década de intensa dedica-
ción, la cosecha de Vicens aporta
resultados que sin hipérbole algu-
na pueden ser definidos como ex-
cepcionales. Tendrá tiempo para
modificar el trabajo anterior sobre
los remences catalanes en términos
sociales más complejos; de re-
flexionar en voz muy alta sobre la
complicada estructuración de la
monarquía de los Austrias españo-
les, separándose de manera radical
de la idea anacrónica de unidad es-
pañola que tanto juego dio (y con-
cede todavía) al nacionalismo his-
toriográfico español; y tuvo toda-
vía tiempo para lanzarse febrilmen-
te sobre la historia contemporánea
3
el libro catálogo
‘Àlbum Jaume
Vicens i Vives’
no puede esconder sus límites y
contradicciones. El más patente: la Actos universitarios
forma como la impaciencia por los y académicos
resultados y una visión muy instru- Durante todo el año
mental del oficio le condujeron de se celebrarán en
diversos centros
retorno a algunas viejas certidum- universitarios (Rovi-
bres de la tradición historiográfica ra i Virgili, Universi-
propia, aquella a la que él mismo tat de Lleida, Pom-
había desafiado con impaciencia peu Fabra, UB, UAB,
UOC, UIC, Universi-
en su juventud. Retornó a la idea tat de Girona, Esa-
de una continuidad lineal que se de...) actos sobre
prolonga desde la Catalunya de la las temáticas estu-
edad media hasta la generación de diadas por Vicens
Vives. También
principios del siglo XX, la de Enric están previstos
Prat de la Riba y el nacionalismo diversos actos en la
naciente, que Vicens sitúa sin com- Universitat Catalana
plejos en el centro de la historia de Prada
del país. La linealidad de aquella Actos
opción funciona, no es necesario conmemorativos
insistir, de modo retrospectivo y En el Centre
anacrónico. Es la generación de d'Études Catalanes
1901, tal como la bautizó el historia- de París (19 de
marzo), Cercle
dor, la que marca y señala aquella d'Economia (29 de
continuidad. Pero es una continui- abril) y Reial Acadè-
dad selectiva, a la que el pasado me- mia de Bones Lle-
dieval y moderno deberán sujetar- tres de Barcelona
(12 de junio)
se necesariamente, dejando tantos
desgarramientos internos, desvíos, Acto inaugural
sujeciones a designios ajenos y gru- Se celebró el 10 de
pos sociales enteros al margen de febrero con una
conferencia del
lo que debería entenderse como historiador sir John
esencial, como genuinamente con- Elliott
formador de la naturaleza profun-
da del país. Por estas razones, el le- Para saber más
gado de Vicens estaba compuesto Información comple-
ta de las actividades
por muchas piezas e impulsos, no del año Vicens Vives
todas de la misma calidad. Y, por la en http://pagines.
misma razón, las generaciones pos- uab.cat/anyvicensvi-
teriores se encontrarían enredadas ves/
de nuevo en las mismas cuestiones
con las que el gran historiador lu-
chó febrilmente toda su vida. Pero
parece claro que la idea de intangi-
bilidad no figuraba en el dicciona-
rio de aquella fuerza de la naturale-
za que fue Jaume Vicens Vives. |
 Fabricante de ideas
TEMA
La materia del historiador
Josep M. Muñoz es JOSEP M. MUÑOZ
historiador y editor. ¿De qué materia está hecho un his-
Se doctoró con una
biografía intelectual toriador? Cuando se publica una
biografía o se hace una exposición
Miércoles, 17 marzo 2010
de Jaume Vicens
Vives, publicada en sobre un escritor, se suscita una
1997 por Edicions cuestión recurrente: ¿hasta qué
62, y es el
comisario de la punto su vida nos explica su litera-
exposición ‘Jaume tura? ¿Es mejor conocer o ignorar
Vicens i Vives i la las vicisitudes personales de Au-
nova història’. siàs March cuando nos dispone-
Desde hace diez
años dirige la
mos a leer su poesía? ¿La vida de
revista cultural Mercè Rodoreda nos da las claves
‘L'Avenç’ de su obra? ¿O acaso hay que prohi-
bir, como hizo Salinger, cualquier
Cultura|s La Vanguardia
información sobre el autor en la so-
lapa del libro, para que así el lector
se enfrente sin prejuicio alguno a
la obra? No pretendo, claro está,
zanjar la sempiterna discusión,
aunque uno está del lado de quie-
nes creen que, cuanto mejor conoz-
cas a un autor, más disfrutarás de
su obra.
4
En todo caso, y regresando a la
pregunta inicial, hace tiempo que
aprendimos que un historiador es,
también, por decirlo a la manera
francesa, “un historiador dentro
de su tiempo”. Más allá de la afir-
mación de Croce en el sentido de
que “toda historia es historia con-
temporánea”, lo cierto es que son
los problemas de su propia época
los que permiten al historiador
plantear y construir sus proble-
máticas a partir de una interacción
entre pasado y presente. Un libro
de homenaje a Marc Bloch, en oca-
sión del cincuentenario de su
muerte (fue fusilado tras ser arres-
tado por la Gestapo), comprendía
los siguientes capítulos: Una nueva
historia, En los orígenes de un com-
promiso y Un historiador dentro de
su tiempo. ¿No sería esta misma
triple conceptualización perfec-
tamente aplicable a Jaume Vicens
Vives, ahora que se cumple el
cincuentenario de su muerte y,
también, el centenario de su naci-
miento?
Aunque quizás, para empezar a
hablar de Vicens, haya que hacer
una consideración previa, relativa
a su personalidad. “Avasalladora”:
así la define Jordi Nadal, uno de
los que sucumbieron a su irresisti-
ble poder de seducción. “Despren-
día autoridad”, no se cansa de repe-
tir Jordi Pujol. En lo que coincide
John Elliott, quien tanto tiempo
después sigue viéndole como un
“hombre bien plantado, carismáti-
co y de una gran capacidad expresi-
va”, que “tenía un sentido muy fir-
me, como historiador, de dónde
quería ir”. Una firme determina-
ción, una voluntad férrea, una cla-
ra autoconciencia, son otros tantos
sustantivos, con sus respectivos ca-
lificativos, aplicables a Vicens. A la
lista podría añadirse una leve arro-
gancia, un innegable entusiasmo
por la novedad e incluso un indisi-
mulado gusto por la provocación,
todo ello teñido, y compensado,
por una cierta ingenuidad y una
enorme generosidad.
Una personalidad que soñó con
ser ingeniero (“hay en mí una frus-
trada vocación de constructor de
puentes”, dirá en una entrevista de
1953), que siempre miró hacia
delante pero que, en muchos aspec-
tos, se forjó a la contra. A la contra,
en primer lugar, de las adversi-
dades que la vida le iba poniendo
por delante: la muerte prematura
del padre cuando él contaba doce
Son los problemas de
su propia época los que
permiten al historiador
plantear y construir
sus aproximaciones
años y el tener que dejar provisio-
nalmente los estudios para
ponerse a trabajar, a los dieciséis,
fueron los primeros obstáculos
que superar. Lo hizo con nota, estu-
diando con una beca que le propor-
cionó su maestro y mentor, An-
tonio de la Torre y del Cerro. En
1933, la vida le volvía a sonreír: se
integraba en la enseñanza secun-
daria y en la universitaria, y se
declaraba a Roser Rahola en la cu-
bierta semivacía del Ciudad de
Cádiz, en el crucero universitario
que había organizado la facultad
de Letras de la Universidad de
Madrid y al que se había sumado
Su obra está orientada
a crear una conciencia
que permita a los
catalanes “encarar-se
amb el futur”
un selecto grupo barcelonés, inte-
grado entre otros por Salvador Es-
priu, Bartomeu Rosselló-Pòrcel y
G. Díaz-Plaja.
Pero su ascensión social y pro-
fesional quedaría interrumpida, de
momento, por el desenlace de la
Guerra Civil: Vicens optó por que-
darse, pero al precio de ser depu-
rado de la enseñanza. Entonces se
ganó la vida con trabajos edito-
riales, aunque no renunció a la que
creía su razón de ser (“el ideal y
vocación de mi vida”): la cátedra
universitaria. Ya en 1940 advertía
por carta al ministro franquista del
ramo que, aunque le obligaban a
retirarse de unas oposiciones a las
que él quería concurrir, no por ello
iba a “quebrantar la trayectoria”
de sus esfuerzos”. A fe que no lo
hizo.
En 1943, terminada su sanción
(y siendo destinado al instituto de
Baeza), Vicens se ve en la urgencia
de ganar la cátedra: mientras De la
Torre le evita ir a Baeza, Cayetano
Alcázar le garantiza que podrá pre-
sentarse a las oposiciones, que se
demoran hasta 1947, cuando obtie-
ne la de Zaragoza. Al cabo de un
año, nuevamente por oposición, ga-
na la de Barcelona. Ha vuelto a ven-
cer, por vez segunda, a la adversi-
dad. Sin embargo, esta volverá a
presentarse al cabo de unos años, y
de forma irreparable, en forma de
un cáncer de pulmón que pondrá
fin en 1960 a su vida “frenética” (la
expresión es, nuevamente, de
Elliott) en una clínica de Lyon,
donde fue operado sin resultado.
Entre tanto, poco más de una déca-
da acelerada, en la que, llevado por
una asombrosa capacidad de traba-
jo, puso las bases para el desarro-
llo, en Catalunya y en España, de
una nueva historiografía.
Su apuesta por una nueva histo-
ria se había formado también, en
cierta manera, a la contra. Su espí-
ritu revisionista, utilizando un adje-
tivo que terminaría por asumir, le
llevó en 1935 a polemizar con Rovi-
ra i Virgili y a disentir de la visión
nacionalista de Ferran Soldevila,
defendiendo a capa y espada la ac-
tuación del rey católico en la Cata-
lunya del siglo XV (aunque mucho
más tarde, en una carta a Jordi Ru-
bió, reconocerá haberse “peleado
con el fantasma” de Sanpere i Mi-
quel) y apelando a la necesidad de
una historia libre de toda ideo-
logía. Aunque Vicens, que partía
de una aparente ingenuidad meto-
dológica (“el historiador nada sabe
ni nada cree” y “sólo debe sacar
conclusiones a partir de los textos,
y no de sus propias convicciones”,
decía en 1936 citando a Charles
Guignebert), terminará por des-
mentirse a sí mismo. Frente a la
historia positivista y el cultivo de
la monografía que todavía preco-
niza en 1948 a su regreso a la Uni-
versitat de Barcelona, cultivará
muy pronto el ensayo interpretati-
vo (Aproximación a la historia de
España, 1952) y, en cierto modo,
ahistórico (Notícia de Catalunya,
1954). Al mismo tiempo, se procla-
mará continuador de la “escuela
histórica catalana” y dirigirá su
combate contra la historiografía es-
pañola, a la que ve presa del “ensa-
yismo filosofante” y de la ideología
más retórica y vacía.
La raíz de ese cambio se encuen-
tra, claro está, en su creciente com-
promiso político. Una vez ganada
la cátedra, Vicens se siente seguro
para emprender, de la mano de Jo-
sep Benet, una creciente labor de
orientación política, dirigida a la
generación más joven (que no ha
vivido directamente el trauma de
la guerra) y destinada a elaborar
un colchón intelectual e ideológico
que evite los sobresaltos y, sobre to-
do, cualquier posible recaída en la
lucha fratricida el día en que el
país logre librarse del sofocante ré-
gimen franquista. Para ello tendrá,
como escribirá premonitoriamen-
te a su amigo Eduard Valentí i Fiol
en los días aciagos de la Guerra Ci-
vil (que le encaneció el pelo y le
agravó la expresión), que “decir
adiós al medievalismo” e interesar-
se por la historia moderna (por la
“recentísima”, precisará en la mis-
ma carta). Una necesidad que vuel-
ve a entrever en el congreso de
Ciencias Históricas de París, en
1950, donde se produce su feliz re-
encuentro y coincidencia con Lu-
cien Febvre y Fernand Braudel, y
que le llevará a escribir su libro
más original, Industrials i polítics
del segle XIX (1958), donde mostra-
rá haber asimilado las lecciones de
Annales.
Anverso y reverso
Decadencia y renaixença (o, mejor
dicho, redreç, para utilizar la expre-
sión que tomará prestada de la épo-
ca del rey Fernando) serán, en una
concepción casi biológica de la his-
toria, las dos caras de la misma mo-
neda, de las que extraer las leccio-
nes, negativas y positivas, a la hora
de construir el futuro. Porque, co-
mo observaba con agudeza el filó-
sofo Josep Ferrater Móra en una
carta de 1957, la obra de Vicens es-
tá toda ella orientada a crear una
conciencia (“una consciència histò-
rica que no justifica tot el que ha
passat pel sol fet que ha passat, pe-
rò que ho explica i permet als cata-
lans encarar-se amb el futur –que
és, segons em sembla veure, i ho ce-
lebro, la vostra preocupació princi-
pal en fer història”).
Finalmente, es la reflexión políti-
ca lo que ancla al historiador en su
tiempo presente, merced a su expe-
riencia no sólo de practicante de
una disciplina, sino de ciudadano
activo, comprometido con los pro-
blemas de su época. Al fin y al ca-
bo, y esta es una conclusión que
vuelve a imponérseme, Vicens sa-
bía que, en la vida, uno debía esco-
ger entre ser “fabricant d'olives
sense pinyol o fabricant d'idees
amb pinyol”. Y él siempre tuvo cla-
ra la segunda opción. |
Jordi Rubió, Pere Vicens Vives con Hablando por Con Santiago Sobre-

TEMA
Bohigas, Ferran Josep Pla en la teléfono en la sede qués i Vidal, en
Soldevila, Vicens redacción de la de la editorial 1934, durante un
Vives, Carles Riba y revista ‘Destino’ en Teide; junto a él, viaje por el Caribe
Ramon Aramon en los años cincuenta Enric Borràs a bordo del ‘Mar-
Montserrat (1951) EXPOSICIÓN JAUME VICENS EXPOSICIÓN JAUME VICENS qués de Comillas’
ARCHIVO VIVES I LA NOVA HISTÒRIA VIVES I LA NOVA HISTÒRIA ARCHIVO

Miércoles, 17 marzo 2010

Cultura|s La Vanguardia
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BIBLIOGRAFÍA BÁSICA DE VICENS VIVES

Ferran II i la ciutat de Barcelona, 1479-1516 (1936-37). En su tesis doctoral inspira-

da por De la Torre se encontraba, como diría Soldevila, “todo Vicens en esencia y en
potencia”: actitud revisionista, preocupación metodológica, aportación documental.

Aproximación a la historia de España (1952). Vicens deja de lado el aparato erudi-

to y, como apunta Martín de Riquer, “vació” en este breve ensayo “la síntesis de
muchos años de atenta reflexión” sobre la problemática hispánica. Capacidad de
síntesis y valiente planteamiento de “hipótesis de trabajo”.

Notícia de Catalunya (1954 y 1960). Un nuevo ejercicio de síntesis donde, a diferen-

cia del anterior, Vicens, influido por Josep Pla, realiza una ‘aproximación’ a la psicolo-
gía colectiva de los catalanes, con el tema del ejercicio del poder como gran preocu-
pación de fondo.

Els Trastàmares (segle XV) (1956). Vicens culmina su síntesis sobre el siglo XV,
incorporando la nueva metodología, valiéndose de sus propias investigaciones, de las
de sus alumnos y de las que empiezan a realizar los hispanistas (franceses, sobre
todo), para ofrecer una visión evolucionista y políticamente desdramatizada de la
crisis bajomedieval catalana.

Industrials i polítics (Segle XIX) (1958). Aparecido como el anterior en la colección

‘Biografies catalanes’, este libro, original y militante, define la voluntad de Vicens de
‘cambiar de siglo’, de lanzarse él y sus alumnos al estudio de los tiempos contempo-
ráneos, imprescindibles para entender un presente que se quiere distinto. Metodoló-
gicamente deudor de ‘Annales’, aunque con incrustaciones como la teoría de las
generaciones, es un libro escrito “de cara al futuro”, como sabrá leer Ferrater Mora.
ESCRITURAS
Escrituras
Miércoles, 17 marzo 2010
Cultura|s La Vanguardia
Novela ‘El asedio’, la novela más ambiciosa de Arturo Pérez-Reverte hasta el
6
presente, reconstruye la vida en la ciudad andaluza durante la Guerra de la
Independencia, con una trama de intriga de por medio
Cádiz, laboratorio
del bien y del mal
Arturo CARLES BARBA
Pérez-Reverte Cuentan que Joyce se ufanaba de
El asedio
que, si Dublín desapareciese, se po-
ALFAGUARA dría reconstruir su dédalo urbano
725 PÁGINAS con sólo consultar el Ulises. A la vis-
22,50 EUROS ta de su última novela, Arturo Pé-
rez-Reverte (Cartagena, 1951) casi
estaría en el derecho de una simi-
lar jactancia: el Cádiz de 1811-1812
sale reflejado con una extrema mi-
nuciosidad naturalista; sus mura-
llas, calles, iglesias, barrios y fon-
deaderos vienen tipografiados con
endiablada precisión; sus vientos
baten muelles y playas, y su luz
blanca acaricia torres y campana-
rios; y lo que resulta aún más deter-
minante, sentimos palpitar la abi-
garrada masa humana que el alu-
vión de la guerra había encerrado
en aquel confín atlántico: emigra-
dos, oficialidad inglesa y española,
marinería, la docena de familias lo-
cales con intereses comerciales; la
PATROCINADO POR
Arturo bullente clase política que consen-
Pérez-Reverte suó una Constitución; los cenácu-
pasea por la playa los literarios; y el pueblo llano, que
de La Caleta de exhibe un donaire sin par pese a
Cádiz, uno de los
escenarios de su las circunstancias bélicas, y que no
última novela se ahorra siquiera el carnaval, des-
ROMÁN RÍOS / EFE crito aquí con alegres brochazos.
Está cantado que el libro fomenta-
rá a no tardar un peregrinaje litera-
rio a Cádiz, del mismo modo que
El hereje de Delibes lo hizo con Va-
lladolid, o La sombra del viento de
Zafón con Barcelona.
Sobre este telón intensamente
gaditano (un Cádiz culto y liberal,
cosmopolita y popular) la narra-
ción despliega y entrecruza varias
tramas: una de suspense, otra mari-
Dentro de las murallas
gaditanas se despliegan
tramas de suspense,
marineras, folletinescas
y costumbristas
nera, otra folletinesca y otra cos-
tumbrista, todas ellas encuadradas
dentro de un vigoroso marco histó-
rico. A saber: España está en su
cuarto año de guerra contra Napo-
león, Fernando VII ha quedado
cautivo en París, en Madrid hay un
gobierno josefino, y en Andalucía
las fuerzas imperiales llevan año y
medio hostigando la antigua Ga-
dir, sin lograr bloquear su puerto
ni alterar el pulso de su vida polí-
tica y social. La artillería gala se li-
mita a tirar de lejos, y sólo de vez
en cuando hay enfrentamientos di-
rectos con el ejército anglo-espa-
ñol, en enclaves interiores de la
bahía. En resumidas cuentas: su-
fren más desgaste sitiadores que si-
tiados, y aunque la clase comercial
ha quedado tocada, la gente en ge-
neral tiene más ganas de vivir que
antes, mientras que a los franceses
les mina una sensación de atasca-
miento.
Victor Hugo habló una vez de
París como “ese libro de piedra
que yo he querido leer”. Con El ase-
dio Pérez-Reverte se ha propuesto
también penetrar el mapa interior
de Cádiz y su bahía. Y de hecho al-
gunos de los personajes que pone
en danza alientan también una co-
mezón de conocimiento, una vo-
luntad de descifrar la realidad más
allá de sus datos visibles. Sin ir más
lejos, la novela arranca con un enig-
ma inquietante que hace devanar
los sesos del gobernador general,
de su intendente, y sobre todo de
su comisario: en el curso de las se-
manas, y al hilo de las bombas que
caen, van apareciendo chicas ma-
niatadas, amordazadas y desolla-
das, hasta sumar siete. El comisa-
rio Rogelio Tizón se patea hasta el
último rincón de la ciudad para
dar con el asesino en serie, pero tie-
ne un segundo modo de afrontar el
misterio: comentarlo con su amigo
de café y compañero de ajedrez, el
profesor Hipólito Barrull, de quien
recaba pautas, claves, recurrencias
que le ayuden a desenmascarar al
psicópata.
Igual vocación cientifista anima
a otros protagonistas de la obra: Lo-
lita Palma, titular de una importan-
te casa comercial, que gasta el mis-
mo celo en rentabilizar sus barcos
que en dar curso a su afición botá-
nica; o el capitán Pepe Lobo, un au-
téntico lobo de mar pero sobre to-
do un experto de la náutica; o Si-
mon Desfosseux, el oficial artillero
francés, al que se le va la vida calcu-
lando ángulos de incidencia y pará-
bolas de tiro. Por no hablar de Gre-
gorio Fumagal, un taxidermista mi-
sántropo que llena sus horas dise-
cando cuanto bicho se le ponga en
cara (incluido un macaco) y que
con la misma profesionalidad ejer-
ce de espía para Francia, mandan-
do a Desfosseux palomas mensaje-
ras con datos sobre puntos de im-
pacto y zonas vulnerables.
De manera que la novela recrea
un sitio histórico, resucita un Cá-
diz que era semillero de una Espa-
ña progresista, y retrata a unos pro-
tagonistas que sortean unos tiem-
pos revueltos. “Las pasiones pier-
den a los hombres pero también
los salvan”, se observa a propósito
de Desfosseux y el apego que tiene
a sus cañones. En todo caso, el Cá-
diz ocupado constituye aquí un
campo de fuerzas a máxima pre-
sión, y donde cada uno de estos mo-
nómanos (incluido el propio asesi-
no) puede practicar sus talentos
aprovechando impulsos, interpre-
tando señales, cediendo a gravita-
ciones. Este Cádiz instalado en
una especie de “paz en la guerra”
deviene así un banco de pruebas
con un potencial de combinatorias
extraordinario, una suerte de ma-
pa magnético por el que, igual que
sus recios levantes y sus terribles
sirocos, circulan energías inexpli-
cables, que concatenan destinos
Como en un tablero de
ajedrez, el desalmado
psicópata y el
comisario Tizón riñen
una despiadada partida
opuestos, y trenzan así las singladu-
ras de un corsario y una heredera
gaditana, de un artillero francés y
un taxidermista descreído, o de un
comisario encallecido y un asesino
que mata obedeciendo a una sinies-
tra lógica perfeccionista.
Con El asedio Arturo Pérez-Re-
verte suma su tercera incursión na-
rrativa en la guerra de la Indepen-
dencia. Pero a diferencia de Cabo
Trafalgar (2004) o Un día de cólera
Latidos
(2007), de predominante registro
épico, aquí las escenas de acción
(golpes de mano en tierra firme, es-
caramuzas en el mar, incluso un
duelo) se contrapuntean con deli-
ciosas viñetas mundanas, en las
que vemos a la burguesía local asis-
tiendo a un festejo en la embajada
inglesa, o disfrutando de un estre-
no teatral de Martínez de la Rosa,
o perdiéndose de noche en los an-
tros de La Caleta. Aliña el autor es-
tos cuadros con diálogos chispean-
tes, y se saca de la manga en tal con-
texto a un secundario muy logra-
do, el primo Toño, un calavera sim-
patiquísimo que alegra el cotarro
allí donde pisa, y en cuyo proceder
se refleja de hecho la divisa de la
propia Cádiz, vive y deja vivir.
Los abismos del ser humano
Sin embargo, en esta ciudad tole-
rante y abierta, “un embudo de cal-
ma hasta con los franceses enfren-
te”, como bien apunta el primo To-
ño, Pérez-Reverte ha imaginado
un tremendo elemento perturba-
dor, un asesino en serie suelto que
elimina muchachas ritualmente y
con la mayor crueldad, y que ade-
más sincroniza sus crímenes con
la caída de las bombas galas. El co-
misario que se compromete a dar
caza a este monstruo opera como
un Auguste Dupin, el protodetecti-
ve de la ficción policiaca clásica: en-
cara el enigma como un teorema, y
confía en resolverlo por un estric-
to seguimiento de eslabones. Una
vez más el ajedrez (recordemos La
tabla de Flandes) viene a servir de
cañamazo simbólico de la investi-
gación: sobre el tablero de Cádiz,
en efecto –batido por un cañoneo
de rutina–, la partida más despiada-
da la riñen el comisario Tizón y
uno de los cien mil gaditanos que
se ensaña con jovencitas. A Tizón
le hierve la sangre cada vez que
descubre a una chica sacrificada,
pero sabe que sólo con los nervios
templados y el cerebro a pleno ren-
dimiento deductivo podrá dar el ja-
que mate.
En cualquier caso, Pérez-Rever-
te no se limita a desarrollar una in-
triga detectivesca. A través de la
pesquisa de Tizón, explora los abis-
mos más oscuros del ser humano,
y hace entendible que en la lista de
sospechosos del comisario pueda
figurar cualquier ciudadano. Por-
que “no se trata de que el mundo
esté lleno de inocentes, sino de lo
contrario: está poblado por indivi-
duos capaces, todos ellos, de lo
peor”. El comisario tiene ocasión
de asomarse a su propia sima cuan-
do una vez, simulando atizar con
un látigo a una víctima hipotética,
descubre en sí mismo todo “un fo-
so de horror”. La novela alcanza
en sus últimos capítulos una ten-
sión indecible. Y ello es así tal vez
porque, en el asesino acosado que
corre a ocultarse en las entrañas
de la ciudad, comprendemos que
el mal esconde en última instancia
un desvalimiento insoportable. |
ESCRITURAS
La lista de Barnatán
SERGIO VILA-SANJUÁN
La presencia de la información cultural en nuestro
panorama mediático se ha hecho tan habitual que
nos sorprendemos cuando nos recuerdan que hace
cuarenta años los diarios no ofrecían sección de
cultura. Fue tras la muerte de Franco que nuevos
medios españoles nacieron llevándola incorporada y
los más veteranos les siguieron en el empeño, consi-
derándola un signo de identidad de los nuevos tiem-
pos. Después, y a lo largo del periodo democrático,
Miércoles, 17 marzo 2010
la intervención en cultura de las administraciones
públicas (lo que Fumaroli llamó “el estado cultural”)
y el incremento exponencial del consumo social en
actividades culturales ha provocado una paralela
ampliación del espacio informativo sobre el tema.
A pesar de ello y de algunas recientes medidas de
reconocimiento (como el premio nacional que otor-
ga el Ministerio de Cultura o las jornadas de Veri-
nes del pasado septiembre), la bibliografía de y so-
bre periodismo cultural sigue siendo poco abundan-
Cultura|s La Vanguardia
te en España. Por ello resulta muy reseñable la apari-
ción de Egos revueltos (Tusquets). Su autor, Juan
Cruz, es un histórico de la profesión: tras estar al
frente de la sección cultural de un diario tan signifi-
cativo como El País, cruzó la frontera para ejercer
un tiempo como editor de Alfaguara y ahora ha vuel-
to a la información como columnista y reportero.
Egos revueltos se plantea pues con claridad, desde
el centro peninsular y desde el centro de un impor-
7
tante grupo mediático, como una memoria personal
pero muy panorámica de la vida cultural en demo-
cracia, por la que desfilan los principales pesos pesa-
dos del periodo, de Cela a Vargas Llosa, de Onetti a
Sánchez Ferlosio, de Benet a Vázquez Montalbán.
Cruz dedica a estas figuras una aproximación a la
vez envolvente y dilatoria que ya había rodado en
anteriores libros memorialísticos (Ojalá octubre y
Muchas veces me pediste que te contara esos años).
El tono general es de cariño y respeto a los grandes
maestros, aunque no se nos ahorran malentendidos
y rasguños menores (y alguno mayor) y hay varias
anécdotas de primera (mis preferidas, la de Onetti,
Amado y las tetas del secretario del Partido Comu-
nista; y la de Adriano González León y el taxista
amenazante). Autocrítico a menudo, cuenta como
contrató, sin leerlo, un libro en el que no creía ni su
autor; dedica a Haro Tecglen uno de sus mejores
perfiles, porque está cargado de mixed feelings, y nos
deja en la duda de que pasó realmente con Umbral.
Es de resaltar que el libro de Cruz enlaza a la perfec-
ción con el de Marino Gómez Santos La memoria
cruel (Espasa, 2002), en que este biógrafo de Mara-
ñón y gran periodista cultural sin sección de los
años cincuenta y sesenta rememoraba el santoral
intelectual capitalino con similar ambición paisajísti-
ca y buen estilo. Cuando empezaba. Juan Cruz pidió
prestados a su amigo Marcos Ricardo Barnatán los
contactos de su agenda. Egos revueltos, escrito, nos
dice, de memoria, demuestra que les sacó partido.
Juan Cruz en el café Gijón EMILIA GUTIÉRREZ
 Novela Elias Khoury
ESCRITURAS
derrocha compromiso
con la realidad de su país
Las
vidas en
Líbano
Miércoles, 17 marzo 2010
Elias Khoury ROBERT SALADRIGAS
Ialo Me parece alentador (y curioso)
Traducción de Jaume
Ferrer Carmona
que de una novela tan rotundamen-
te atractiva como Ialo, del libanés
Cultura|s La Vanguardia
CLUB EDITOR Elias Khoury (Beirut, 1948), nos lle-
318 PÁGINAS gue en primicia exclusiva la ver-
20 EUROS sión catalana traducida directa-
mente del árabe. Sí hubo una tra-
ducción al catalán (Club Editor) y
también al castellano (Alfaguara)
de otra de sus obras, La cueva del
sol, sobre la odisea del pueblo pa-
lestino obligado a emigrar de sus
8
territorios. Khoury es sin duda,
hoy por hoy, uno de los más intere-
santes autores árabes de la actua-
lidad, y sus libros –Ialo es, para mi
gusto, excelente–, productos de
una literatura vigorosa que nos es
casi desconocida y depara sor-
presas –como esta– muy satisfac-
torias.
Cristiano maronita, licenciado
en Historia y Sociología, Khoury
fue militante de Al Fatah y la OLP
de Yasir Arafat, es poeta y narra-
dor, responsable del suplemento
cultural del diario beirutí An Na-
har y dicta cursos de literatura en
la Universidad de Nueva York. He
aquí la acreditación política e inte-
lectual de Elias Khoury. Pero eso
al margen, su novela Ialo (apodo fa-
miliar del joven Daniel Abel
Ahiad, también autoidentificado
como Daniel Georges Jalo) mues-
tra un vehemente derroche de ta-
lento literario comprometido con
la realidad de su país. Veamos la
ambigua historia del personaje.
El escritor libanés Elias Khoury
Ialo dice haber nacido en la capital
libanesa en 1961, de una familia de
origen sirio de habla siriaca (len-
guaje deudor del hebreo y el ára-
be); estudió en la escuela de San Se-
vero de Musaitabe, el barrio de los
siriacos; en 1979, cuando la guerra
civil, se alistó en las fuerzas libane-
sas; luego huyó a Francia con un
amigo que desapareció con su dine-
ro y tuvo que pedir limosna en el
metro de París, de donde lo resca-
tó un oscuro prohombre libanés,
Michel Salloum, quien le hizo re-
gresar a Beirut con el encargo de
guardar su finca Villa Gardenia.
Ahí empieza el proceso de envi-
lecimiento de Ialo. Se hace amante
de Madame Randa, la esposa de Sa-
lloum, oculta explosivos de una cé-
lula terrorista, asalta coches de pa-
rejas que buscan la soledad del
campo, viola a algunas mujeres, se
enamora apasionadamente de una
de ellas, la joven Xirin, que lo de-
nuncia. Ialo es sometido por la poli-
cía a escalofriantes tormentos. El
jefe de los torturadores le exige
que confiese por escrito la verdad
de su vida y sus fechorías. Nunca
se da por satisfecho con lo que lee.
De manera que Ialo, dispuesto a to-
do para sustraerse al dolor, va cam-
biando la versión de los hechos pa-
ra ajustarlos a lo que se le pide y,
una vez condenado, lo dejen en
paz con su culpa. Ahí, pienso, está
la clave del poderoso, subyugante
relato, y la maestría de Khoury.
No sabemos cuál es la auténtica
identidad de Ialo, porque su relato
biográfico, objeto de sucesivas y
contradictorias variantes, parece
encarnar muchas y desquiciadas vi-
das, casi tantas, metafóricamente,
como los hilos que tejen esa tela de
araña de etnias, ideologías y religio-
nes que es Beirut, el Líbano viejo y
moderno desplegado al fondo de la
novela que sin duda modela a Ialo
y al elenco de personajes no tan se-
cundarios que lo arropan, desde el
abuelo y la madre hasta el soldado
verdugo, el comerciante Rizq o la
monja seducida. Todo ello narrado
con un estilo suelto, cromático,
sensual, que primero conquista y
luego deslumbra. Porque lo que
vende, y muy bien por cierto Elias
Khoury, es poder creativo. |
XAVIER CERVERA
Novela Una efectiva
incursión en el expuesto
mundo del periodismo
‘Qui
paga
mana’
Xavier Bosch JULIÀ GUILLAMON
Se sabrà tot La acción se sitúa en el año 2006 y
PROA
tiene como protagonista a David
Cid, un periodista veterano, fo-
302 PÁGINAS
20 EUROS gueado en el Parlamento Europeo,
PREMIO SANT JORDI que es jefe del área de Sociedad del
2009 diario Crònica, el tercero en difu-
sión de la ciudad. En torno a este
personaje, Xavier Bosch crea una
trama un tanto vodevilesca que le
sirve para explicar algunas de sus
experiencias como director del dia-
rio Avui y trazar un retrato de fic-
ción de la Barcelona de la burbuja
inmobiliaria. A David Cid todos le
conocen como el Senza (le sacó el
apodo un periodista italiano, cansa-
do de oírle decir que escribía sus
crónicas “sense papers”, gracias a
Xavier Bosch condensa
el choque entre dos
ideas de la profesión:
una, pragmática,
la otra, heroica
su dominio de las directivas comu-
nitarias). Acaba de pasar una de-
presión: la señora lo ha echado de
casa y sólo puede ver a su hijo un
par de veces al mes, vive en un pisi-
to de Gràcia, antigua casa de sus pa-
dres, y no puede pagar ni la línea
telefónica. Por eso acepta un peli-
groso negocio: pasar información
a un par de chavales de veinte
años, Kais y Ali, sirios del Raval.
Tiene una fuente directa, porque
se ha liado con la intendente de los
Mossos d'Esquadra.
¿Qué es un periodista? Un inter-
mediario. El personaje del Senza
lleva esta idea hasta las últimas
consecuencias. Es una figura trá-
gica que encarna el choque entre
dos ideas de la profesión: una, prag-
mática (la información es un ne-
gocio); la otra, heroica, basada en
la imagen del reportero intrépido,
tipo Bob Woodward (Watergate)
o Wilfred Burchett (el periodista
de Daily Express que descubrió al
mundo Hiroshima). El Senza for-
ma parte de la trama islamista del
Raval de Barcelona y al mismo
tiempo aspira a colgarse la medalla
de un gran reportaje. Que, por cier-
to, manda directamente del orde-
Xavier Bosch MAITE CRUZ nador a la rotativa, sin que ningún
miembro del staff le eche un vis-
tazo, lo que me parece un poco
raro.
¿Cómo puede el Senza montar
un tinglado de tales dimensiones?
Aquí es donde entra la figura de
Dani Santana, el director novato. A
cargo desde hace unos meses de
Crònica aspira a devolverle prota-
gonismo a base de exclusivas, de re-
portajes que expliquen lo que suce-
de realmente. Empieza con una
portada sobre la prostitución en la
Rambla y apoya al Senza cuando
este se presenta con información
de procedencia desconocida sobre
las actividades islamistas en Bar-
celona. El conflicto con el editor,
Artur Biosca, y con los políticos (el
alcalde Antoni Negrier y el con-
seller de Interior, Santi Muñoz, de
dos partidos diferentes), tiene co-
mo telón de fondo un gran plan ur-
banístico para convertir la zona
sur del Raval en un barrio de lujo.
Santana cae en la trampa de pu-
blicar una noticia sin contrastar,
un informe que le facilitan desde
uno de los partidos: le han utiliza-
do para eliminar a uno de los candi-
datos a alcalde que se oponía al pro-
yecto de Ravalbaix. Un ambiente
de miedo, con informaciones dia-
rias sobre actividades de Al Qaeda,
ahuyentaría a los inversores ex-
tranjeros.
Crítica desencantada
En la misma época en que Xavier
Bosch estaba de director del diario
Avui, Baltasar Porcel publicó su úl-
tima novela, Cada castell i totes les
ombres, en la que el gran pelotazo
inmobiliario era la urbanización
de Collserola. Es curioso constatar
la diferencia de punto de vista: Por-
cel se burla de la clase dirigente, pe-
ro en el fondo se considera parte
de ella: se proyecta en el personaje
del exquisito Pere Puig Alosa, al
tiempo que reconoce lo que tiene
del oportunista Ginés Jordi Marti-
galà. La crítica de Bosch, circuns-
crita a una situación concreta, es
mucho más desencantada: presen-
ta a los poderes locales como perso-
najes de guiñol y rebaja a algunos
de sus protagonistas a través de
sus peripecias sexuales. Sólo la fi-
gura paternal del director retirado,
Narcís Riera, le resulta próxima.
Se sabrà tot es una novela de pe-
riodistas y también periodística: se
lee hasta el final y uno tiene ganas
de saber cómo acaba. Va alter-
nando capítulos y escenarios, co-
mo las series de televisión. Cuando
la intendente de los Mossos empie-
za a hurgar en los papeles del Sen-
za, introduce un flashback para
contar que un día, cuando era jo-
vencita, siguió a su padre y lo des-
cubrió con su amante. Cuando Da-
ni Santana decide dimitir, describe
el accidente de coche en el que se
vio implicado en 1988, con el que
le hacen chantaje. Todo muy bien
explicadito, sin elipsis. Pero efec-
tivo, al fin y al cabo, como en una
novela de Xavier Moret o Ferran
Torrent. |
Abraham Verghese fotografiado en la feria de Frankfurt el pasado año
Novela Abraham Verghese disecciona a través de
las pasiones y huidas de sus protagonistas décadas
de la historia reciente de Etiopía: una obra épica
Lección
de anatomía
Abraham ISABEL GÓMEZ MELENCHÓN
Verghese Esta novela épica y generosa no es
Hijos del ancho
mundo para melindrosos: ya desde las pri-
Traducción de José meras páginas se hace evidente
Manuel Álvarez Flórez que las maldiciones bíblicas se
cumplen con rigurosa cadencia
SALAMANDRA
640 PÁGINAS cuando afligen a los pobres, y así
20 EUROS los hijos se paren con dolor y san-
gre y las plagas y pestes se suceden
y enferman los cuerpos e infectan
las almas. Abraham Verghese ha
escrito la gran novela de Etiopía,
dice el marketing de estos Hijos
del ancho mundo, y es cierto, por-
que esta epopeya escrita por un
médico disecciona décadas de his-
toria al mismo tiempo que sutura
las llagas físicas y emocionales de
los protagonistas, hijos de un mun-
do tan ancho que les lleva de India
a Yemen, Estados Unidos o el cora-
zón de un África que se presenta
doliente e incurable.
El mundo es ancho inevitable-
mente cuando se nace en el centro
de la nada y hay que huir hacia al-
gún lado, pero quizás hubiéramos
preferido que se mantuviera el títu-
lo inglés, Cutting for stone, una fra-
se tomada del juramento hipocráti-
co, que viene a decir que no se in-
tervendrá a pacientes afectados de
cálculos, porque esa es la labor de
un especialista, el cirujano. Aun-
que les duela. Y esa filosofía ancla-
da en los tiempos en que era peor
el remedio que la enfermedad es la
que mueve estas páginas por otra
parte intensas y palpitantes como
un nervio en el estómago. Abra-
ham Verghese nació en Adís Abe-
ba en 1955, hijo de padres indios,
ambos profesores. De su infancia
etíope ha quedado el relato, magní-
fico, de las calles y las tiendas y los
olores y sabores de la ciudad africa-
na, de la vida que se abre paso y
triunfa allá donde sólo debería que-
dar muerte, y ambas, vida y muer-
te, caminan juntas de la mano, co-
mo sucede todavía en los lugares
De la infancia etíope
del autor ha quedado
su relato de los
olores y los sabores
de Adís Abeba
donde no han aprendido a ocultar-
la. O no pueden hacerlo.
La madre de Shiva y Marion, los
protagonistas titulares de esta no-
vela coral, da a luz a sus hijos geme-
los en circunstancias extremas en
un hospital de Adís Abeba en el
año de gracia de 1954. El equívoco
nombre del hospital resulta en sí
mismo una metáfora: debería ha-
berse llamado Mission, al ser sus
fundadores un grupo católico, pe-
ro alguien lo inscribió Missing por
error. Y así se quedó ya en los pape-
ESCRITURAS
Miércoles, 17 marzo 2010
Cultura|s La Vanguardia
GETTY
les de la burocracia, tan perdido co-
mo los misioneros en tierras tan le-
janas. En el hospital, en el quirófa-
no 3, en la misma sala donde nacie-
ron sus hijos, había trabajado du-
9
rante casi toda su vida la hermana
Mary Joseph Praise, monja de la
orden carmelita diocesana de Ma-
drás, llegada a Etiopía de rebote.
La hermana Praise, con la fuerza y
la credulidad de la juventud, se ha-
bía embarcado junto con otra mon-
ja en India con dirección a África,
para evangelizar donde otros ha-
bían fracasado o simplemente no
habían llegado. Durante la travesía
conoció al doctor Stone, que viaja-
ba a Adís Abeba para incorporarse
al hospital Missing, al mismo tiem-
po que la mitad de los tripulantes y
pasajeros, incluida su compañera,
sucumbían a una epidemia. Desem-
barcada en Yemen, la hermana
Praise vivió un año de agonía a ma-
nos de un hombre árabe –poco
más sabemos– para acabar por la
fuerza del azar también en el Mis-
sing y engendrar con el doctor Sto-
ne, en este caso por la fuerza no de
la naturaleza sino de la soledad, pa-
ra la que aquella viene a ser un re-
medio, a los gemelos. Dos bebés
unidos por la cabeza que consi-
guen sobrevivir a la operación pa-
ra separarlos, a la muerte de la ma-
dre y a la desaparición de su padre,
una ausencia presente a lo largo de
las páginas del libro.
Separados por el bisturí prime-
ro y después por la vida, Verghese
sigue sus caminos y los del país
donde vieron la luz. Como médico
que es –antes de esta primera nove-
la ha publicado con éxito dos
obras en las que relata su experien-
cia con enfermos de sida–, tiende a
analizar exhaustivamente cada si-
tuación, como si de su certero diag-
nóstico dependiera la curación, y
eso le lleva en ocasiones a exten-
derse en demasía. Un defecto que
no estropea el conjunto de una no-
vela de las que cuentan. |

ESCRITURAS
Miércoles, 17 marzo 2010
Cultura|s La Vanguardia
El poeta, narrador y ensayista ibicenco Antoni Marí publica un nuevo poemario tras más de una década de silencio
10
Poesía Doce años después de dar por concluida su gran trilogía lírica, que luego
recopiló en ‘Tríptic des Jondal’, Antoni Marí regresa con nuevos y emotivos
versos nacidos de una convalecencia y sus largas horas de reflexión
Digamos metafísica
Antoni Marí XAVIER ANTICH
Han vingut uns Los últimos versos publicados por
amics Antoni Marí databan de 1998, cuan-
TUSQUETS do apareció El desert. Le habían
120 PÁGINAS precedido El preludi (1979) y Un
12 EUROS viatge d'hivern (1989), cumpliendo
el rito nunca anunciado de un poe-
mario por década. No porque su
autor sea lento, sino porque la pala-
bra poética necesita de una madu-
ración que no entiende de urgen-
cias. Gil de Biedma sólo escribía
un par de poemas al año. Conscien-
te de que la trilogía había acabado
por constituir un ciclo poético y vi-
tal, Marí los recopiló en Tríptic des
Jondal (2003). Aquella vía interior
de un itinerarium mentis ya estaba
cerrada: “Tènue, la llum s'apaga,
definitiva”. Y, sin embargo, la pre-
gunta por el retorno ya estaba ahí:
“Quin jorn serà aquell de la torna-
da, / l'instant resolt del reconeixe-
ment, / aquell pel qual es muda el
pensament / per la clara presència
de l'albada?”. Fuera lo que fuera lo
que viniera después, a través del
poema, sería otra cosa: más que
una continuación, la exploración
de nuevos territorios, el cincelado
de una nueva lengua. Doce años
después de El desert aparecen los
versos de Han vingut uns amics. Y
no es un libro más, sino un libro
otro. Intenso y deslumbrante, co-
mo los que lo precedieron.
Huelga decir que el poeta Marí
es inseparable del narrador, del fi-
lósofo y del ensayista. Autor de
una obra insólita en las letras cata-
lanas por el alcance de sus territo-
rios y su ambición y coherencia,
Marí hace décadas que teoriza una
personalísima poética. Ya en 1988,
en Camí de l'alba (La voluntat ex-
pressiva), escribió: “El poema sor-
geix en un enfonsament del jo. En
el naufragi d'aquell llenguatge que
constitueix l'afirmació del jo i de la
seva diferència”. Y: “Sóc, si sóc, el
meu cant, la paraula que dic, la pa-
La faceta poética
del autor ibicenco
es inseparable de la
del narrador, el filósofo
y el ensayista
raula que em diu, que fa renéixer
en mi el que de mi desconec”. La
palabra y la vida: el poema que sur-
ge de la propia experiencia y la vi-
da que se dice y se conoce a través
del verso: “L'acte d'expressar la in-
timitat és, doncs, una exploració
de la pròpia intimitat, de les prò-
pies emocions, sensacions i percep-
cions” (La vida dels sentits, 2004).
Pero no hay fórmulas y, cuando
se da con la forma, es la exigencia
XAVIER CERVERA
del decir la que halla su modo de
cristalización. El tríptico de Marí
era fragmentario, concentrado y
denso: cada poema, y cada poema-
rio, destilaba su propia atmósfera,
su reconstrucción particular de la
experiencia. Con su último libro, si-
gue indagando el lugar de la poe-
sía, hoy, cuando podría parecer
más prescindible que nunca: no se
ahorra ni la tentación de abando-
nar el espacio poético (“Hauria de
començar per estalviar-me la poe-
sia”), aunque pueda más la certeza
que siempre han tenido sus versos:
“Adequar la poesia a la nova mane-
ra de viure / i ajustar la vida a la
vida de la poesia”.
El libro posee un aire de transi-
ción indefinida: “El que és passat
no hi és / i encara no ha arribat el
dia que vindrà”. Pero cada mundo
tiene su lenguaje, como el olvido
sus símbolos, dice Marí, y es preci-
so dar con ellos. El poeta está en la
cama, enfermo, desde hace tiem-
po, alejado de todo, postrado por
un inevitable reposo tras la recons-
trucción de la columna vertebral.
Las prescripciones médicas son ta-
jantes: estarse quieto, no moverse,
no leer, no pensar. Todo eso duele,
pero la experiencia busca las pala-
bras para poder decirse, entender
las cosas, explicar su significado.
De ahí el largo poema que fluye,
sin interrumpirse, a pesar de la or-
ganización en diecisiete momen-
tos, al modo de scherzi, en los que
uno lleva a otro, como una conver-
sación, consigo mismo y con los
otros. Un poco como aquel “Hábla-
me como la lluvia y déjame escu-
char...”, de Tennessee Williams.
“Han venido unos amigos”, pri-
mer verso y último, además del tí-
tulo del libro. Las visitas, “que fan
que m'oblidi de mi” y que aquí son
mucho más que esa obra de miseri-
cordia de El vas de plata: sobre to-
do, la destilación de una soledad
compartida. Hace tiempo que Ma-
rí había descubierto que “en l'es-
criptura, com succeeix també amb
la parla, hi ha una clara sortida del
jo cap al nosaltres”. O: “Potser l'es-
criure és romandre en la soledat
en què un està a la recerca del que
hi ha del jo en el nosaltres”. Pero
aquí los otros que llegan y visitan
al poeta, enfermo, son mucho más
que un acto de cortesía: son lo esen-
cial de la experiencia. Hay que re-
currir a Lévinas: “Sólo un ser que
haya alcanzado la exasperación de
su soledad mediante el sufrimien-
to y la relación con la muerte pue-
de situarse en el terreno en el que
es posible la relación con el otro”.
Y ahí está el poeta, hablando, en el
poema, de sí y de los otros a los
otros: desde el yo roto, enfermo, en
el momento de cambiar de piel, co-
mo cambia, también, el poema, y
con él la poética. El último libro de
Marí está atravesado por una músi-
ca, “la solitud que mai no m'acom-
panya”: el yo vuelto hacia su pro-
pio dolor atento a las voces que le
vienen de fuera y que, más que
compañía, tienen el carácter de
una auténtica “venida”. Bien-veni-
da, hospitalidad, revelación.
Y el poema regresa al escenario
infantil, en el dormitorio de los pa-
dres, a primera hora de la mañana
(“torno a ser el nen agafat al coll
del seu pare, / en una nit de trons i
llamps”) o a la casa de Petrarca. Ha-
blando del yo para los otros, en los
otros. Experiencia de la vulnerabi-
lidad radical como fundamento de
la amistad. En su última visita a
Barcelona Steiner confesó: “Nos
hace falta con urgencia una antro-
pología política y social del cora-
Quieto en la cama por
prescripción médica, el
poeta está atento a las
voces de los amigos
que lo visitan
zón. Quizás la función de la exis-
tencia después de las atrocidades
de nuestro tiempo sea mostrar que
podemos vivir como huéspedes los
unos de los otros. Huéspedes de la
vida”. Ahí encontramos al último
Marí: “Sí que és cert que la poesia,
com la música, / pot oferir una di-
mensió nova, diguem-ne metafísi-
ca, del que és passar pel món”. Es
difícil pedirle más al poema, pues
eso, en cierto sentido, lo es todo. |
 Narrativa Antonio Tabucchi ha trenzado nueve fascinantes relatos con un
tema dominante: tanto el del tiempo que envejece deprisa como el de nosotros
que envejecemos con el tiempo. Una nueva joya literaria del escritor italiano
Escuchando recuerdos
olvidados
Antonio Tabucchi J.A. MASOLIVER RÓDENAS
El tiempo envejece En pocos escritores contemporá-
deprisa / El temps
envelleix de pressa
neos el rigor estético está tan iden-
Traducción al tificado con el rigor ético como en
castellano de Carlos Antonio Tabucchi (Vecchiano,
Gumpert y al catalán 1943), en una escritura hondamen-
de Teresa Muñoz
te humana, controlada por la inteli-
gencia y el humor y exacerbada
ANAGRAMA /
EDICIONS 62 por la fuerza poética y la ternura.
176 / 128 PÁGINAS Deslumbrante y oscura, importa
16 EUROS mucho menos la trama que la inda-
gación de nuestras conductas y del
peso que en ellas tienen las circuns-
tancias políticas y el paso del tiem-
po. Cada nuevo libro de Tabucchi
es una joya literaria nacida de la
exigencia y del rechazo a todo tipo
de convención, y nos fascina más
por lo que sugiere que por lo que
comunica. Sin romper las barreras
del género, lo lleva a su límite más
extremo. Los nueve relatos de El
tiempo envejece deprisa reúnen to-
das estas virtudes, a las que habría
que añadir ahora la variedad de re-
gistros y un tema dominante que
los une: tanto el del tiempo que en-
vejece deprisa como el de nosotros
que envejecemos en el tiempo.
Hay en estos cuentos un afán
abarcador que, paradójicamente,
encuentra su punto de partida en
El escritor Antonio Tabucchi habla de su nuevo libro en el programa televisivo ‘Che tempo che fa’
la singularidad. Los sentimientos
afectan a toda la humanidad, pero
llegan a nosotros y nos conmueven
a través de unas experiencias per-
sonales concretas, de modo que es-
ta universalidad no se convierte en
algo abstracto. Y, si bien es cierto
que en un principio, “si Homero
hubiera conocido a Ulises le ha-
bría parecido un hombre trivial” y
“las historias son siempre más
El libro se ambienta en
variedad de espacios:
Italia, el Magreb,
Rumanía, Alemania,
Praga o Varsovia
grandes que nosotros”, también lo
es que sin nosotros –sin la dispari-
dad de personajes que aparecen
aquí– las historias no existirían.
De este modo, Tabucchi es univer-
sal o cosmopolita precisamente
porque es un testigo del tiempo
que le ha tocado vivir.
La elección de los espacios en
los que transcurre la acción no es
gratuita: el Magreb de El círculo
nos lleva a unas voces antiquísi-
mas, al recuerdo de algo que está
en nosotros pero que no llegamos
a vivir, a la memoria de lo vivido
pero que no hemos conocido, para
revelarnos la realidad del destino
de los que “durante siglos habían
luchado contra el desierto” y que
al final han tenido que huir. Por el
contrario, en A contratiempo hay
un rechazo de la brutalidad del pre-
sente (de los jemeres rojos al Chile
de Pinochet) para, “obedeciendo a
una memoria antigua”, encontrar
la paz en un monasterio en ruinas
de Creta. En Bucarest no ha cam-
biado en absoluto, la relación entre
Rumanía y Tel Aviv nos sirve para
mostrar y denunciar que “los ju-
díos rumanos son los otros palesti-
nos de Israel”. Alemania, Praga o
Varsovia nos llevan a las dictadu-
ras y a la caída del comunismo. Ita-
lia, a la más rabiosa y esperpéntica
actualidad frente a la lacerante me-
lancolía de un país que nos fascinó
a todos a través de su prensa, sus
poetas, sus narradores, su cine, su
pintura y sus cantantes.
La melancolía es el sentimiento
dominante. El tiempo nos enveje-
ce. Nuestra percepción proviene
de la nada. Vivimos un pasado des-
GETTY IMAGES
aparecido o que nunca fue, recorre-
ESCRITURAS
mos sus laberintos, escuchamos re-
cuerdos ajenos, nos movemos en
las arenas de la memoria, confundi-
mos fantasía con recuerdo, las imá-
genes se borran y necesitamos tan-
to recuperar el pasado como olvi-
darnos de él. La relación entre pre-
sente y pasado es, pues, determi-
nante en cada uno de los cuentos.
Por un lado se nos imponen la reali-
dad de un mundo que ha perdido
toda lógica, las disparidades exis-
tenciales, el inexorable proceso
Miércoles, 17 marzo 2010
biológico que hace sufrir al púber
y al anciano; por el otro, hay un
afán de trascendencia, de buscar
una felicidad que tal vez existió y
que puede volver a existir aunque
sólo sea como un instante, o que
no es más que un instante precisa-
mente porque no llega a ser tiem-
po o se ha evadido de él. Hay en
algunos relatos una gran intensi-
Cultura|s La Vanguardia
dad emocional, corazones senti-
mentales que conocieron un gran
amor, generales que por encima de
La melancolía
es el sentimiento
dominante: vivimos un
pasado desaparecido
11
o que nunca fue
todos los avatares de la historia
han vivido en un burdel los días
más hermosos de su vida, o la voz
que nos llega de una niña calva y
en una silla de ruedas exclamando
maravillada: “Pero si eso es lo más
bonito del mundo”, y que le lleva a
preguntarse al protagonista de
Clof, clop, clofete, clopete: “¿Cómo
era posible que a su edad, con todo
lo que había visto y conocido, no
supiera aún qué era lo más bonito
del mundo?”.
Imágenes extrañas
Relatos en los que pesa la vida, con
protagonistas ancianos, enfermos,
moribundos, condenados al dolor,
víctimas de la represión que huyen
de un pasado que no deja nunca de
ser presente. Extrañas imágenes
les acompañan: un muro de caba-
llos, la leche y la sangre, la carco-
ma que nos roe, los vientos de la
vida. Una extrañeza que puede sur-
gir del mal, de un mundo de mo-
ralistas sin moral, pero también
del bien, de la elevación, la levita-
ción, la alucinación sonora, la
ebriedad del descubrimiento, la
conversación entre un anciano y
una niña, de una canción de Léo
Ferré o de Georges Brassens, de
una balada como Yo me enamoré
del aire, de un poema de Yeats o de
Szymborska, o de la misma escritu-
ra que permite decir cosas extra-
ñas, traer no sueños sino imáge-
nes, hilar historias en una casa va-
cía, en una hoja en blanco que per-
mite, a través de la imaginación, su-
mergirse en “un pasado jamás vivi-
do” y capturarlo en “un futuro aún
por vivir”. Una joya que resplande-
ce en los escombros. |
 Novela
ESCRITURAS
Un explorador del espíritu
Lluís Muntada ANNA M. GIL
L'elegància del En épocas de crisis, para rasgar el
número zero velo de irrealidad que convierte el
PROA mundo en un decorado teatral,
412 PÁGINAS vuelve el héroe romántico. Ahora,
22 EUROS reencarnado en el David que mode-
Miércoles, 17 marzo 2010
la el profesor y crítico literario
Lluís Muntada (Riudellots de la
Selva, 1964) en su primera novela,
una ácida crítica de la sociedad ac-
tual, con la estética barroca y las
teorías de sus dos libros de narra-
ciones anteriores (premiados con
el Just Maria Casero y el Mercè Ro-
doreda). David es un sabio –según
un maestro sufí–, capaz de romper
Cultura|s La Vanguardia
Ensayo
Buscando sentido
12
Francesc Torralba JORDI PIGEM
Inteligencia A partir de Howard Gardner y Da-
espiritual
niel Goleman se han popularizado
PLATAFORMA una multitud de facetas en la otro-
338 PÁGINAS ra monolítica inteligencia. Una de
19,95 EUROS ellas es la relacionada con el senti-
do de la vida y del mundo. El pro-
pio Gardner distingue una “inteli-
gencia existencial”, a la que tam-
bién podría haber llamado “espiri-
tual”, como hacen desde hace años
diversas obras en inglés, pero es
un tema que prácticamente no se
había abordado en nuestras lati-
tudes.
El prolífico Francesc Torralba
(Barcelona, 1967), que pese a su re-
lativa juventud ya ha publicado
más de medio centenar de obras,
lo hace aprovechando su amplia
erudición filosófica y su capacidad
Novela
El espíritu de lucha
Ramiro Pinilla ADOLFO SOTELO VÁZQUEZ
Las ciegas Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) es
hormigas
hoy una de las personalidades más
TUSQUETS sólidas de la narrativa española
328 PÁGINAS contemporánea: la excepcional tri-
19 EUROS logía Verdes valles, colinas rojas
(2004-2006) así lo atestigua. Sin
embargo, su ópera prima, ganado-
ra del premio Nadal de 1961, Las
ciegas hormigas, no consiguió for-
mar parte del canon más frecuenta-
do de la novela española de posgue-
rra. Para ese año se reverenciaban
novelas de Max Aub (La calle Val-
rígidas adherencias, los hábitos, in-
tereses, concepciones o valores
preconcebidos; avanza sobre la
cuerda floja, como una nube sin
rumbo, como el agua que fluye. Un
personaje que se sabe hecho de
tiempo. Y el tiempo, dijo Borges
–cuyas ideas sobre el infinito, la
identidad personal, el azar y la ne-
cesidad, y el orden del universo, se
extrapolan aquí–, es un río que
arrebata, aunque no somos río; es
un tigre que destroza, aunque no
somos tigre; es un fuego que consu-
me, aunque no somos fuego. Como
el mundo, que desgraciadamente
divulgativa. Para Torralba esta es
la faceta de la inteligencia que se
plantea cuestiones últimas (¿quién
soy yo?, ¿de dónde vengo?, ¿cuál es
el sentido de la vida?, ¿por qué to-
do?, ¿para qué todo?) y en la que se
basa la experiencia ética: “Una per-
sona espiritualmente inteligente
capta con profundidad los proble-
mas, goza intensamente de la belle-
za que se revela en el ancho mun-
do, padece intensamente por los
males, las injusticias, los sufrimien-
tos, todas las formas de crueldad
que se manifiestan en él”. Tam-
bién está vinculada a experiencias
y valores como el asombro ante el
mundo, el silencio, la simplicidad,
la austeridad, la llamada interior,
la búsqueda de la sabiduría y el sen-
tido de pertenencia al Todo.
verde), Gironella (Un millón de
muertos) o Juan Goytisolo (La is-
la), pero no es habitual detenerse
en la novela que ahora se reedita,
con un epílogo de Fernando Aram-
buru (San Sebastián, 1959), otro so-
bresaliente narrador del panora-
ma actual de las letras españolas.
El paso del tiempo no ha limado
ni un ápice la fuerza épica de los 67
monólogos que componen Las cie-
gas hormigas y que reconstruyen
la historia de una familia campesi-
na, que sale del caserío en busca
es real; mientras nosotros, desgra-
ciadamente, seguimos siendo noso-
tros. Y el universo en que ardemos
está fabricado con nuestro propio
ardor.
Muntada crea una burbuja que
mantiene atrapado, en su particu-
lar visión del mundo –a veces, de-
masiado oscura–, al protagonista.
Un explorador del espíritu, un hé-
roe que deambula por la intimidad
de la conciencia; un ideal de con-
ducta libre con una imagen especu-
lar, formada por dos huérfanos
–prototipo de los relatos de aventu-
ras–, que se arriesgan a emprender
Francesc Torralba KIM MANRESA
del carbón desprendido de un bar-
co inglés encallado en el litoral, en
los riscos de La Galea. En la atmós-
fera de la historia de la novela se
percibe la huella de Baroja, pero el
tono personal y el discurso del rela-
to tienen que ver con Faulkner, da-
do que no pueden pasar desaperci-
bidas las enseñanzas que la novela
de Pinilla recibe de As I lay dying
(Mientras agonizo, 1930): contar
una historia colectiva desde el pun-
to de vista –desigual en conciencia
narradora– de cada uno de los per-
sonajes y, al mismo tiempo, testi-
gos. Ahora bien, la estructura na-
rrativa, el discurso, de Las ciegas
hormigas es faulkneriana a medias:
las zonas oscuras y la falta de ila-
ción lógica de los monólogos de
Mientras agonizo desaparecen en
la novela de Pinilla.
un valeroso camino. David, el de la
acción, y su admirado primo Pol, el
del pensamiento. David concibe la
vida como un partido de fútbol –su
profesión, sobre la que tiene inge-
niosas e interesantes opiniones–,
defendiéndose como una fiera, aco-
tando su terreno, fintando, entran-
do en el área contraria, echando ba-
lones fuera. Pol se instala en la ruti-
na, la soledad y el silencio, para am-
pliar sus conocimientos y educar
los sentidos en que se basa la con-
ciencia, la inteligencia y el juicio.
Ambos, cultos y bien situados, se
sienten atraídos por la amiga de la
infancia, Agnès, que es locura y es-
pejismo, la conquista imposible de
la belleza ajena y el cuerpo desea-
do; el reflejo, para el amante, de la
verdad del ser; el sexo en carne vi-
va, la aceptación de la vida –para-
fraseando a Bataille– hasta en la
muerte. |
Con cierta vocación enciclopédi-
ca, Torralba explica ocho tipos de
inteligencia descritos por Gardner,
analiza múltiples facetas de la inte-
ligencia espiritual y describe posi-
bles consecuencias de su atrofia
(entre otras el fanatismo, el consu-
mismo, el autoengaño y el vacío
existencial). Recurre a menudo a
largas citas de filósofos como Kier-
kegaard, Scheler, Husserl y Hei-
degger, de psicólogos como Viktor
Frankl y del pintor Kandinsky (en
su faceta de ensayista en De lo espi-
ritual en el arte). Autores de mira-
da seria de la alta cultura europea.
Echo en falta al genial y simpático
psicólogo Abraham Maslow (del
que Kairós acaba de publicar una
biografía), quien hace ya medio si-
glo afirmaba que “tal como nace-
mos con la necesidad fisiológica de
zinc o magnesio en nuestra dieta…
cada ser humano tiene una necesi-
dad instintiva de los valores más
elevados de belleza, verdad, justi-
cia, etcétera”. Y lo hacía desde una
perspectiva plenamente compati-
ble con la ciencia. |
Sebas Jáuregui, personaje cen-
tral de la obra, tiene el áurea de un
carácter del drama clásico. Su tena-
cidad y su espíritu de lucha se enfo-
can desde la perspectiva de los
otros personajes de la historia. Las
contrariedades y los sinsabores,
las incomprensiones y los fracasos
no le desalientan. Encarnando el
mito de Sísifo (el ensayo de Albert
Camus es de 1942), Sebas convier-
te su derrota en victoria, su sole-
dad en esperanza. Por cierto, una
esperanza sin Dios, o por mejor de-
cir, una esperanza que resuena en
un desierto de desolado silencio.
Las ciegas hormigas es un texto
vivo: la épica de la libertad y de la
independencia, del valor moral y
del esfuerzo personal. Una novela
que, 50 años después, merece el
marbete de clásico del siglo XX. |
 Narrativa Los cuentos del argentino Antonio Tello indagan en cuestiones
controvertidas y no dejan indiferentes: la desorientación de los hombres,
la necesidad de la huida, la experiencia del destierro...
Las verdades oscuras
Antonio Tello SÒNIA HERNÁNDEZ
El mal de Q. Una recurrente bruma amarillenta
CANDAYA envuelve los cuentos de Antonio
208 PÁGINAS Tello (Villa Dolores, Argentina,
16 EUROS 1945), desde los primeros, escritos
entre 1968 y 1970, hasta los más re-
cientes, que apenas si tienen un
año. Bajo esa bruma, se despliega
un mundo oscuro, repleto de hom-
bres, y alguna mujer, desorienta-
dos, amenazados por lo que escon-
den las sombras y el desierto, in-
mersos en una búsqueda infatiga-
ble. A través de ellos, Tello está in-
dagando el poder del lenguaje, sus
símbolos, sus trampas y su bagaje
para desentrañar el sentido de la
historia y de la existencia. Víctor
Escudero, en su competente aun-
que algo abstruso prólogo, ahonda
en el significado de la búsqueda de
Antonio Tello y sus personajes,
unos individuos que aceptan “co-
mo destino su carácter irresoluto”.
“El narrador, por una parte, evoca
la conexión de toda existencia con
lo arquetípico, sea mítico o legen-
dario, y deshace las costuras con-
cretas de las tramas y de los perso-
najes”, explica.
No se trata, por tanto, de unos
cuentos fáciles ni cómodos para el
lector, que a menudo se encuentra
Antonio Tello, ante verdades relativas a la exis-
fotografiado
en Barcelona tencia que con frecuencia se pre-
JOSÉ MARÍA ALGUERSUARI fieren olvidar, ignorar o no cono-
Novela
Obsesivo y onírico Pinget
Robert Pinget ISABEL NÚÑEZ
El inquisitorio Robert Pinget (Ginebra, 1919-
Traducción de Elisenda
Julibert
Tours, 1997) estudió Derecho en
Suiza, pero se aburrió de la aboga-
MARBOT cía y en 1946 se trasladó a París pa-
431 PÁGINAS ra dedicarse a la pintura y luego a
27 EUROS la escritura. Publicó el libro de rela-
tos Fantoine et Agapa en 1951 y fue
asociado al nouveau roman. Su esti-
lo anticonvencional producía rece-
lo en los editores, pero gracias al
apoyo de Robbe-Grillet y Albert
Camus, entre otros, logró publicar
en Éditions de Minuit, editor al
que se mantuvo fiel. Amigo de Sa-
muel Beckett, este tradujo La mani-
velle de Pinget al inglés y Pinget, a
su vez, tradujo All that fall de Bec-
kett al francés. Autor prolífico –ca-
torce novelas y diez piezas teatra-
cer en su manifestación más cruel.
Sin tramas ni argumentos claros,
el individuo es puro conocimiento,
ya sea el heredado genéticamente
por pertenecer a una especie con
unas limitaciones y unas amenazas
muy concretas, o el adquirido a tra-
vés de los mitos y leyendas de la
cultura, la lectura (Bioy Casares,
D.H. Lawrence, Kundera, etcé-
tera) o la escritura. Y el conoci-
les–, su talento para el diálogo bri-
lla en esta obsesiva y onírica El in-
quisitorio (1962), su novela más am-
biciosa y conocida.
En una entrevista, Pinget decía
que empezó El inquisitorio sabien-
do sólo la frase “Responda sí o no”.
Siempre escribía a ciegas, de oído,
puesto que la musicalidad de una
frase le arrastraba. En esta extraña
novela, el criado de un castillo es
interrogado por un misterioso per-
sonaje, seguramente policial, con
motivo de la desaparición de un se-
cretario y, sin embargo, como en
las historias de Kafka, la sed de sa-
ber de quien interroga va mucho
más allá de establecer esa verdad o
de encontrar al personaje; quiere
saberlo todo. Así, la historia se ra-
miento no es sino una suerte de
energía que se subleva ante las im-
posiciones de la realidad, razón
por la que acaba cubriéndola con
la ya citada bruma amarillenta y
olorosa que, inexorablemente, aca-
ba remitiendo a la vertiente de poe-
ta de Antonio Tello. Y es así no só-
lo porque la búsqueda de la esen-
cia del lenguaje es una pesquisa ha-
bitual y propia de la poesía, sino
Pinget, en 1962 ROGER VIOLLET / GETTY IMAGES
también por la utilización de imá-
ESCRITURAS
genes que pretenden dotar a la na-
rración de contenido lírico. “La
nostalgia es como la bruma sobre
la tierra recién arada” o “lagartijas
coquetonas son suspiros de algu-
nas grietas” son algunos ejemplos.
Entre las abundantes sensacio-
nes, la amenaza y la necesidad de
la huida son especialmente rele-
vantes y acaban conduciendo al
exilio, otro eje temático fundamen-
tal en la obra de Tello, que tuvo
que abandonar su país, con su fa-
Miércoles, 17 marzo 2010
milia, en 1975 tras ser amenazado
de muerte.
Argentina y Barcelona
Aunque la huida está presente a lo
largo de todos los relatos, la ex-
periencia del destierro adquiere
una mayor presencia en el bloque
La memoria en el exilio (1980-
2009), donde las alusiones a la dic-
Cultura|s La Vanguardia
tadura argentina y al hogar aban-
donado conviven con la vislumbra-
da, aunque siempre presente, Bar-
celona. Hay frecuentes referencias
El lector se encuentra
ante verdades relativas
a la existencia que con
13
frecuencia se prefieren
olvidar o ignorar
a calles y espacios concretos de la
ciudad, pero estos nunca adquie-
ren la condición de escenario,
puesto que se difuminan o distor-
sionan desde la siempre angustia-
da y angustiante mirada de pro-
tagonistas y narradores, condena-
dos a una absoluta carencia de hu-
mor, que posiblemente hubiese ser-
vido para abrir algún claro en cie-
los tan oscuros. |
mifica en una descripción rica y mi-
nuciosa de secretos, cuadros, habi-
taciones, relaciones y excentricida-
des, y la búsqueda se convierte en
un tapiz narrativo, una interroga-
ción sobre el propio lenguaje, so-
bre la vida, sobre el reflejo de ese
universo del que “sus habitantes
sólo percibimos fragmentos opa-
cos”. Y el personaje, que declara
en un lenguaje agramatical, empie-
za a contradecirse y buscarse él
también en la curiosidad del otro y
su lógica oculta, con un sentido
que siempre se nos escapa.
Hay que felicitarse de la traduc-
ción y la audacia de Marbot por El
inquisitorio (premio de la crítica
francesa en 1961), en estos tiempos
de aburrida banalidad comercial,
un libro del que Beckett, conmovi-
do e impresionado, destacó “la es-
critura inaudita de sutileza y trans-
parencia” y “la especie de ilumina-
ción de poema que lo aureola to-
do”. Y es cierto. Hay algo hondo y
maravilloso en la teatralidad de
Pinget, homenajeado en París
mientras escribo estas líneas. |
 Reportaje De origen siciliano, la criminalidad mafiosa se extendió por todo el Sicilia, de Peter Robb (Alba, 2000).
ESCRITURAS

El mafioso Coppola arranca con

mundo y hoy, en la estela del éxito de Roberto Saviano, una larga serie de libros su definición para esta fugaz
la retratan. Repasamos las últimas novedades más otros títulos de referencia aproximación a un fenómeno so-
cial-criminal centenario que preci-
samente ahora está teniendo un es-

Mafia, el crimen tallido en las librerías europeas (ex-

cepto en las italianas donde cons-
tantemente se publica ensayo y fic-
ción de un nivel extraordinario)

que obliga a escribir gracias al éxito de Gomorra, de Ro-

berto Saviano (Debate 2007); na-
rración que ya va por su decimono-
vena edición, sólo en España. Y
Miércoles, 17 marzo 2010

eso que Saviano escribe de la Ca-

morra, o como ellos dicen, del “Sis-
Roberto Saviano EDUARDO MARTÍN DE POZUELO tó Rizzoli en Italia y en España se mos La Cosa Nuestra (Ediciones B, tema”, una modalidad de crimen
La belleza y Están entre nosotros. Nos cruza- puede encontrar en Ediciones Ba- 1990). Un libro en el que hablába- organizado a priori poco atractiva
el infierno / La mos con ellos, coincidimos en los rataria. mos de la invisible, tenaz y perma- –disculpen la licencia– que opera
bellesa i l'infern
Traducción al restaurantes, en el cine o en la igle- Fue precisamente Giovanni Fal- nente penetración mafiosa en Es- en Nápoles y que por esencia, por
castellano de Juan sia, sin sospechar su actividad, sus cone quien allá por 1985 nos regaló paña. Desafortunadamente, aquel su origen lumpen y por su vulgari-
Vivanco Gefaell y valores amorales y su modo de vi- a Jordi Bordas y a mí las primeras trabajo no tuvo continuidad en dad, contrasta engañosamente con
de Pau Vidal da. Son los mafiosos. Es el crimen pistas para comprender qué es eso otros autores o periodistas locales. la Cosa Nostra.
organizado de raíz italiana. a lo que llamábamos mafia. Senta- Pero en cambio, fuera de nues- Saviano, periodista amenazado,
Cultura|s La Vanguardia

DEBATE / EMPÚRIES
224 / 256 PÁGINAS Frank Coppola, un notable ma- dos en su despacho blindado del tras fronteras Italia no dejó de pro- saca ahora a la luz La belleza y el
19,90 EUROS fioso de apellido cinematográfico, Palacio de Justicia de Palermo, ducir grandes obras y el cine puso infierno que trata de cómo le ha
ofreció durante un interrogatorio con dos escoltas armados pistola a nuestro alcance películas de cali- cambiado la vida por haber habla-
Nicola Grattesi y
Antonio Nicaso una buena definición de la mafia y en mano y amartillada, atentos an- dad excepcional aunque algunas do claro de la Camorra, en definiti-
Hermanos de su carácter. te su puerta, también blindada, y de mensaje discutible. En nuestra va de su comunidad.
de sangre “¿Que es realmente la mafia?”, con unas tanquetas frente a la fa- memoria viven títulos como la sa- El problema es que la mafia sici-
Traducción de Teresa preguntó el juez. chada del edificio, un afable juez ga de El padrino, Uno de los nues- liana, rural, con esencias burgue-
Clavel Lledó y Francisco
J. Ramos Mena
Coppola reflexionó unos instan- que hablaba despacio nos dijo: tros, El honor de los Prizzi, Casino, sas bicentenarias, transmite cierto
14

DEBATE El glamour que puedan

410 PÁGINAS
19,90 EUROS transmitir estos
James O. malhechores encubre
Finckenauer
Mafia y crimen su crueldad y unos
organizado
Traducción de Roc
principios enfermizos
Filella Escolà
glamour que encubre, sólo para el
PENÍNSULA observador superficial, su extrema-
264 PÁGINAS da crueldad y unos enfermizos
22,50 EUROS
principios que les sirve para auto-
Alexis de denominarse hombres de honor.
Tocqueville, Hombres quizás, pero lo de honor
Gaetano Mosca y es un sarcasmo. Un insulto.
Leopoldo Franchetti
Los orígenes de la
Mafia Las sociedades secretas
Traducción de Javier Quizás antes de seguir con esta pin-
Hernández Iglesias, celada en torno a la concentración
Carlos García Simón y
Elena Martínez Nuño
de obras que se están generando al-
rededor de la mafia, una forma de
CAPITÁN SWING crimen que obliga a escribir, lo me-
464 PÁGINAS jor sea acercarse al concepto cen-
21 EUROS tral que nos ocupa: mafia y Cosa
Leonardo Sciascia Nostra, términos casi sinónimos,
Entre sus títulos pero sólo casi. Hay que pensar que
recuperados por además están la Camorra y la
Tusquets figuran 'Ndrangheta de la que trata Herma-
Una historia
sencilla, El día de la nos de sangre, de Nicola Grattesi y
lechuza o A cada Antonio Nicaso. Pero, además de
cual, lo suyo estas famosas organizacions crimi-
nales, se da el caso de que en Italia
Petra Reski
Mafia tes y contestó: “Señor juez, actual- “Mafia es un modo de ser, un mo- Camino a la perdición, Atrapado conviven unas primas menores, no
Traducción de José mente hay tres magistrados que de- do de sentir y al mismo tiempo una por su pasado, Muerte entre las flo- menos crueles que las anteriores,
Aníbal Campos sean convertirse en procuradores organización criminal. No olviden res, Érase una vez América, Los in- como son la Sacra Corona Unita o
de la República. Uno de ellos es nunca que son criminales y... –aña- tocables de Elliot Ness y un etcé- la peculiar Stidda. En fin, un pano-
SEIX BARRAL
333 PÁGINAS
muy inteligente, el segundo está dió tras una pausa que no osamos tera que no es de relleno. Sin em- rama de tribus humanas delirantes
18,50 EUROS muy apoyado por los partidos que interrumpir– un mafioso nunca va bargo, el floreciente mensaje cine- muy distintas que exigen no ser
forman gobierno y el tercero es un de vacaciones. Si alguno está en Es- matográfico acerca de la mafia no confundidas; un problema que pue-
Tim Newark cretino. ¿Quién cree que será elegi- paña o fuera de Sicilia, es que algo alcanzó a las librerías españolas de ayudar a resolver en parte la lec-
Aliados de la mafia do? El cretino... Esto es mafia...” está tramando.” Cinco años des- que sólo recibían de pascuas a ra- tura de Mafia y crimen organizado
Traducción de Patricia
Arroyo Este pasaje forma parte del libro pués de innumerables conversacio- mos algunos títulos que, pese a su de James O. Finckenauer.
Cose di Cosa Nostra que en 1991 la nes como la anterior, algunas de altísima calidad e interés, no deja- Por la misma razón es muy re-
ALIANZA periodista franco-corsa Marcelle ellas con personas del otro lado de ron de ser unas palmeritas de un comendable la lectura de tratados
488 PÁGINAS Padovani escribió junto al malogra- la raya que acabarían asesinadas pequeño oasis. Ejemplos los hay sobre la mafia, como –por citar
25 EUROS
do juez Giovanni Falcone, asesina- de un tiro producto del modo de muy significativos: No es la Piovra, ejemplos actuales– Cosa Nostra de
do en la autovía hacia Palermo el ser del que nos advirtió Falcone, de Luciano Violante (Anaya & John Dickie (Debate); Cómplices
23 de mayo de 1992. La obra la edi- Bordas y este periodista escribi- Muchnik, 1997) o Medianoche en de Lirio Abbate y Peter Gomez (Pe-
nínsula) o Italia (cosa nostra) de
Giarcarlo de Cataldo (Roca Edito-
rial). Pero, por favor, si quieren ha-
cer un pequeño homenaje a todos
los que hemos escrito de tan mala
gente, busque y encuentre Mafia,
de Giuseppe Fava, publicada por
Editori Reuniti. Fava fue escritor,
cineasta, dramaturgo, artista y
hombre de bien que murió asesina-
do en enero de 1984 por gentes de
esa terrible manera de ser de la
que nos habló Falcone.
Históricamente la palabra mafia
apareció por primera vez en Sicilia
en 1863 en una representación tea-
tral popular, I mafiusi di la Vicaria,
obra de Giuseppe Rizzotto y Gaeta-
no Mosca. La expresión tuvo tanto
éxito que hoy en día la usamos pa-
ra designar cualquier grupo de mal-
hechores. Pero, ¡atención!, la mafia
es exclusivamente de raíz siciliana
aunque se trate de un vocablo que
por extensión, costumbre, comodi-
dad o ignorancia todos utilicemos
para designar a cualquier grupo de
malhechores sin importar su pro-
cedencia. No obstante, entre los
mafiosos sicilianos se refieren a su
propia asociación como Cosa Nos-
tra, término que igualmente por ex-
tensión se utiliza para designar a
todos los clanes mafiosos pero en
este caso sólo de origen italiano, in-
cluidos los italo-americanos, o sea,
a los de Estados Unidos. Es decir,
con frecuencia se habla de mafias
del Este, olvidando el origen ex-
clusivamente siciliano de la mafia,
pero en cambio es obvio que nadie
se lleva a error con la expresión Co-
sa Nostra a la que sólo se relaciona
con criminalidad de origen ita-
liano.
¿Por qué se es mafioso? Creo
que se nace culturalmente mafioso
y esa es una circunstancia que im-
prime un carácter que, desde el
punto de vista del que escribe es-
tas líneas, no puede perderse de
vista ni un instante cuando se abor-
da la lectura de cualquier obra de
calado que trate sobre las distintas,
y subrayo, muy distintas, socieda-
des criminales secretas italianas.
Históricamente la
palabra mafia apareció
por primera vez en
Sicilia en 1863, y la
expresión triunfó
Una excelente aproximación al te-
ma se puede encontrar en Los orí-
genes de la mafia, de Alexis Tocque-
ville, Gaetano Mosca y Leopoldo
Franchetti, con introducción de
Eric Hobsbawm. Obra de peso que
es bueno complementarla con
otros tratados más recientes.
Un verdadero mafioso es tan di-
fícil de entender para nosotros co-
mo para un italiano del norte pero
simple para un siciliano. La impre-
sionante declaración que reprodu-
cimos a continuación pretende
acercarnos a su extraño mundo:
“No quería ser un gusano como mi
padre. Mi padre no fue nadie, no
era nada. Era menos que un gusa-
no que se arrastra por la tierra. Su
vida se limitó al paso del tiempo
sentado a la puerta de casa con una
colilla entre los labios. Por eso
cuando me encargaron matar, lo hi-
ce con orgullo. No tengo nada en
contra de la persona a la que he ma-
tado. Tampoco tengo ni idea de
qué habrá hecho ni por qué tenía
que morir. Eso no importa. Sólo im-
porta que el Don se haya fijado en
mí y que ahora yo sea alguien. Aho-
ra soy más que mi padre” (declara-
ción de un campesino siciliano acu-
sado de asesinato durante el pri-
mer proceso contra la mafia mo-
derna celebrado en Caltanisetta a
cuyas actas tuvo acceso La Van-
guardia.)
La concepción mafiosa es un mo-
do de pensar y de interpretar la vi-
da y la muerte que se percibe con
intensidad en la obra de Leonardo
Sciascia, un hombre natural de Re-
calmuto (Sicilia) y que estudió en
Caltanisetta. Con esos precedentes
es obvio que a Sciascia la mafia le
entra por los poros. Por eso logra
una literatura, una cultura de altos
vuelos de emoción meridional en
la que hasta se puede sentir el cam-
po siciliano y a veces el olor de la
lupara, la escopeta de cañones re-
cortados preparada por los pasto-
res para matar lobos pero que en
esencia sólo mata hombres.
Ahora mismo están a nuestro al-
cance tres obras del escritor sicilia-
no: A cada cual, lo suyo, El día de la
lechuza y Una historia sencilla (to-
dos ellos en Tusquests).
La mafia es universal por expan-
sión. Mafiosos de todo color los
hay en España, en la Unión Euro-
pea y en todo el mundo. Sin ir más
lejos, estos días arrasa en Alema-
nia Petra Reski, con su libro titula-
do Mafia, pero que en realidad ha-
bla de la 'Ndrangheta en Alemania,
logrando un magnífico relato basa-
do en hechos reales con un resulta-
do negro, negrísimo.
Pero que nadie se engañe. La ac-
titud mafiosa no es sólo la del pisto-
lero. Su vinculación con la política
es paradigmática. Esencial. Podría
decirse que no se puede explicar el
fenómeno sin hablar de sus relacio-
nes con el Poder. Un pasaje apasio-
nante en esta línea lo encontramos
en la obra de Tim Newark, Aliados
de la mafia, o la verdadera historia
de sus pactos secretos con los alia-
dos durante la Segunda Guerra
Mundial.
La negación de la evidencia
Pero a veces no hay que subir tan
alto para toparse con mafia y Po-
der. Una mañana de primeros de
febrero de 1986, el eurodiputado
por la Democracia Cristiana (DC)
y ex alcalde de Palermo, Salvo Li-
ma, esperaba a este periodista en
su despacho particular situado en
un edificio de oficinas frente al
puerto. En aquellas fechas, en una
enorme sala blindada ubicada en
el Ucciardone, la prisión de la capi-
tal siciliana, se iniciaba el juicio
contra 474 mafiosos a los que Gio-
vanni Falcone, con el apoyo de una
minoría de compañeros magistra-
dos y fiscales, había logrado sentar
en el banquillo.
El pelo blanco y los modales refi-
nados destacaban en Lima que se
apresuró a estrechar la mano.
“¿Quiere un café?”, preguntó y al
poco una secretaria apareció con
unas tacitas-termo con tapadera
que contenían unos deliciosos ex-
presos. El encuentro obedecía a
una entrevista off the record en la
que ambas partes estábamos muy
ESCRITURAS
interesadas. El diputado Lima que-
ría dar su versión sobre lo que suce-
día en Sicilia y el reportero quería
escucharla de un hombre inaccesi-
ble a los colegas italianos que le sa-
bían un miembro destacado de la
“onorata societa”.
“La mafia no existe, amigo mío.
Es un invento de los comunistas”,
dijo Don Salvo apurando el café.
¿Entonces, el juez Falcone, el jui-
cio...?
“Falcone es un comunista y todo
Miércoles, 17 marzo 2010
es un montaje para quitar de la cir-
culación a lo mejor de la sociedad
siciliana. Pero como he imaginado
que no me comprendería –dijo sin
solución de continuidad– me he to-
mado la libertad de citar a una per-
sona que creo que tendrá más cre-
dibilidad que yo...”
Don Salvo presionó un timbre
que había en su mesa. Una secreta-
Cultura|s La Vanguardia
ria apareció al instante. “Haga pa-
sar a Don Giuseppe, por favor.”
Una puerta lateral se abrió para
dar paso a un sacerdote de unos se-
senta años de edad, con sotana abo-
tonada hasta los pies y tocado con
una boina que no se quitó. Era un
párroco, en teoría historiador.
15
A la izquierda,
arresto del mafioso
Corrado De Luca el
pasado 11 de
febrero en San
Cipriano d'Aversa
(Campania); a la
derecha, unos
carteles de búsque-
da y captura del
capo Bernardo
Provenzano en las
afueras de Palermo
(abril del 2005)
AFP / GETTY IMAGES
“Qué es la mafia. Don Giuseppe.
Diga usted lo que es”, dijo Lima.
“¡La mafia! ¡No existe! ¡Es un in-
vento de los comunistas!”, excla-
mó airado el extraño sacerdote.
Seis años después, en marzo de
1992, unos pistoleros mataron a
Salvo Lima cuando salía de su ca-
sa. La actitud de Lima y del cura
católico –la mafia es creyente y el
Papa la condena– forma parte de
otra constante de Cosa Nostra: ne-
gar su existencia. Hasta Luciano
Leggio, su jefe supremo, juró sin
pestañear ante el tribunal: “Jamás
he oído hablar de Cosa Nostra”. |
 Documental: Milos Koptak
DOCUMENTAL

Milos Koptak, Zilina

(Eslovaquia), 1969.
Pintor e ilustrador, vive y
trabaja entre Viena y
Miércoles, 17 marzo 2010

Bratislava.
Es fundador y presidente
de la Asociación de Jóvenes
Ilustradores Eslovacos.
Reconocido por sus trabajos
publicados en numerosos
libros, ha sido premiado en
la última Feria del Libro
Ilustrado de Bolonia por
sus ilustraciones para el
libro ‘Cuentos de África’ de
la editorial Grund de París.
Cultura|s La Vanguardia

Asimismo, ha sido
nominado en el Salon du
Livre de París y en la
Biennale of Drawing de
Taipéi.
Como pintor ha expuesto
en numerosas galerías de
Europa como Rose Bud y
Brío de Berlín, Perfekt de
París y Matica de Bratislava.
Actualmente tiene su
primera exposición
16

individual en España, en la
galería Eat Meat,de
Barcelona (hasta el 27 de
marzo)
www. eatmeat.cat

PATROCINADO POR
 DOCUMENTAL
¿Cuántas
caras tiene

Miércoles, 17 marzo 2010

la belleza?
Cuando pinto retratos intento
pulverizar todo lo que mandan
los cánones clásicos de la repre-
sentación de la cabeza humana,
trato de reconstruirla con el

Cultura|s La Vanguardia
máximo desapego y de dejar en
la retina del espectador unas
cuantas preguntas esbozadas:
¿Cuántas caras tiene la belleza?

17
¿Qué significa el término bello?
¿Existe un ideal de belleza indi-
vidual? ¿Existe un ideal de belle-
za mediatizado? Intento que
mis imágenes se dibujen como
hermosos y terribles interrogan-
tes sobre todas estas cuestiones.
Trabajo a partir de imposiciones
conocidas, de esa iconografía
masiva que ya forma parte de
nuestro paisaje; paseo sobre ella
libremente para intuir nuevos
senderos imprevistos, oscuros,
en ocasiones angostos. Intento
dotar a lo ignoto de luz propia,
normalizar lo insólito, ultracon-
gelar todo aquello que se me
antoje azaroso. Y, finalmente,
intento que, lejos de los ecos de
domesticación, mi obra brame
como un niño loco fascinante,
quirúrgico, inquietantemente
lúcido, alzándose a modo de bon
sauvage contemporáneo

© CAREY YOUNG. CORTESÍA DEL ARTISTA Y DE PAULA COOPER GALLERY
Expuesto
EXPUESTO
Miércoles, 17 marzo 2010
Cultura|s La Vanguardia
18
Carey Young: ‘Body techniques (after parallel stress, Dennis Oppenheim, 1970 )’, 2007, y Nuno Cera: ‘A room with a view #6, (Arts, Barcelona)’, 2007
Atopia Una gran exposición en el CCCB se interroga sobre la relación del
individuo con la ciudad en el siglo XXI: el resultado es un mensaje pesimista
sobre la infelicidad, el malestar urbano, el desasosiego; da que pensar
Después de la utopía,
sol y sombra
MERY CUESTA
El individuo lleva en sus genes el
concepto de civilización, y por ex-
tensión, el de su expresión neta y
milenaria de configuración: la ciu-
dad. La representación humana es-
tá ligada intrínsecamente a la ciu-
dad, porque esta, en términos una-
munianos, es un antropismo. La ex-
posición Atopia define, a través de
la obra de 41 artistas, el estado se-
micomatoso al que la tensa rela-
ción con la ciudad ha sumido al in-
dividuo del siglo XXI. Atopía es,
pues, un buen término para definir
el malestar con nuestras ciudades:
la utopía ha muerto, la ciudad se
crece, somete y se homogeneiza, el
individuo se aborrega. Así mirado,
sigue siendo un guión perfecto de
ciencia ficción, género estrecha-
mente ligado a la utopía.
Atopia, mastodóntica exposi-
ción en episodios sobre la relación
del individuo con la ciudad, es una
CORTESÍA GALERÍA PEDRO CERA, LISBOA
selección de nombres tan compac-
ta como volátil: toda obra del urba-
nita refiere a la ciudad, bien sea
por presencia de rastro urbano o
por ausencia de él, puesto que es
su escenario por excelencia. Den-
tro de un punto de partida tan abar-
cador como el que guía Atopia en-
cajaría casi cualquier expresión ar-
tística actual. Por eso, quizás no
sea tan relevante el discurso (un
mosaico de impresiones, en reali-
dad) que la exposición desarrolla
sobre el estado atópico y desencan-
tado del individuo, como la visión
sintomática que espontáneamente
arroja sobre las formas del arte
contemporáneo y su papel en la so-
©ANOTHERMOUNTAINMAN (STANLEY WONG)
Atopia. Art i ciutat ciedad actual.
al segle XXI A este respecto, el comisario De
CCCB la Nuez apunta muy conveniente-
BARCELONA
mente a la profusión de la figura
Comisarios: Josep del niño en el arte hoy. Los niños
Ramoneda e Iván de la viejos de Enrique Marty o los ado-
Nuez lescentes clónicos de Oleg Dou son
Montalegre, 5
Tel. 93-306-41-00 metáfora de un individuo prematu-
www.cccb.org ramente cansado, saturado de in-
Hasta el 24 de mayo formación pero ingenuo. No sólo
los niños, sino las maquetas son
una morfología común hoy en arte
contemporáneo (Tifanny Chung,
James Casebere, Baltazar Torres o
Carlos Garaicoa), como territorio
hipotético de intervención, en co-
nexión regresiva con la ilusión in-
fantil. Les animo a que se fijen en
cómo dentro del diseño de interio-
res y la publicidad, la maqueta y la
Anothermountain- miniatura también triunfan.
man: ‘Lanwei 5 Esta hibridez de circuitos en los
/Big Business, que pueden moverse las propues-
Guangzhou, China’, tas artísticas responde a la total
2006 cristalización actual de las estéti-

cas; los cuadros de Gino Rubert,
las imágenes de Vanessa Beecroft
o las deliciosas fotos de Erwin Olaf
forman parte de ese cauce de im-
pactos que vomitan los medios de
comunicación para que nosotros,
bulímicos de la imagen, nos los co-
mamos. Para destacar estas imáge-
nes del cauce y salvaguardarlas ba-
jo el manto protector del museo, se
aplica a menudo un recurso que tie-
ne que ver con la técnica, la factura
y la escala. Para que una foto fun-
cione en el contexto artístico, tiene
que celebrar lo analógico, o ser
bien grande y/o bien cara. Es triste
que las piedras del camino que la
¿Es el arte ahora el
mejor indicador,
siquiera un buen
indicador, del pulso
emotivo de la sociedad?
fotografía tiene que recorrer para
reivindicarse sean estos manieris-
mos. En contados casos, como el
de Andreas Gursky, la factura no
es una impostación.
Interpretando como conjunto el
trabajo de esta nómina de sonoros
nombres del mercado del arte, el
mensaje es bien pesimista: el indi-
viduo es infeliz. Ninguno de los ám-
bitos en los que está dividida la ex-
posición permite una rendija por
la que el sol del bienestar y la con-
fianza en el futuro se cuele: la ciu-
dad frente al habitante, la ciudad
sin habitante, el habitante sin la
ciudad... Comentarios sombríos pa-
ra el animal frágil y autodestructi-
vo que es el ser humano. Al final de
la exposición, el ámbito Apoteosis
urbanas apunta un skyline de futu-
ro superpoblado y tecnófilo, don-
de lo sagrado se reconfigura como
un único patrón ideológico (David
La Chapelle, AES Group). El pre-
sente del artista es una reflexión
de soledad y orfandad. Quizás los
comisarios de Atopía hayan queri-
do transmitir esa misma sensación
al visitante, que se siente igual de
huérfano ante la ausencia de apo-
yo textual e informativo que permi-
ta una lectura de la muestra más
nutritiva.
Es descorazonador que el arte
contemporáneo transmita un men-
saje tan poco halagüeño. Aunque
¿es el arte actualmente el mejor in-
dicador –siquiera un buen indica-
dor– para transmitir el pulso emo-
tivo de la sociedad? No. Las obras
que lo representan son claros pro-
ductos insertos en una férrea lógi-
ca de mercado del arte, y quizás
pueda ser eso lo que las cubre de
ese pesimismo plomizo, de ese om-
bliguismo victimista. También yo
me inclino a pensar en negro sobre
la civilización humana, pero preci-
samente porque, inmersa en un es-
tado tan avanzado de capitalismo,
sólo puede tender al colapso. Lo
que habrá después –me gusta pre-
ver un cierto retorno a los valores
espirituales– no lo veremos ni uste-
des ni yo. Este podría ser un buen
cometido para el arte hoy: una vez
desechadas las utopías, adentrarse
en terrenos especulativos donde
quizás brille el sol. |
Arte y Literatura Ocho artistas ofrecen su personal
visión de relevantes escritos de autores universales
Fuentes
de inspiración
Metamorfosis NOÈLIA HERNÁNDEZ
Artey literatura La literatura y el arte son dos al-
GALERÍA
MARLBOROUGH
mas gemelas que se han inspirado
BARCELONA mutuamente a lo largo de la histo-
ria. Son muchos los relatos en que
València, 284 artistas plásticos y obras de arte
Tel. 93-467-44-54
aparecen como protagonista o co-
www.galeriamarlbo-
rough.com mo tema principal. Otras veces, en
cambio, lo que partió expresándo-
Hasta el 25 de
marzo se sobre papel ha servido de fuente
de inspiración a la hora de realizar
una pintura o una escultura. Esto
último es lo que sucede con las
obras que forman esta exposición.
Con el título Metamorfosis, arte y
literatura, la galería Marlborough
presenta una muestra colectiva en
la que ocho artistas de reputada
trayectoria ofrecen su personal vi-
sión sobre escritos de relevantes
autores de la historia de la literatu-
ra universal, manteniendo un suge-
rente diálogo entre ambas formas
artísticas. Se trata de trabajos muy
recientes, la mayoría de las piezas
expuestas datan del pasado año, y
junto a ellas puede leerse un frag-
mento de la obra que ha servido de
inspiración al autor.
Alfonso Albacete presenta Hé-
roes 12 a partir de una obra de Rai-
ner Maria Rilke. En su obra, el pin-
Francisco Leiro:
‘Don Quijote en tor ha transformado la compara-
Sierra Morena ción entre una austera higuera y
II’, un héroe en una imagen de lo más
2005 cotidiano: un vaso de vidrio. La pin-
Inspirada en ‘El
ingenioso hidal-
tura íntima y reflexiva de Alejan-
go don Quijote dro Corujeira encuentra su eco
de la Mancha’ perfecto en el lirismo evocador de
EXPUESTO
Miércoles, 17 marzo 2010
las palabras del poeta y ensayista
libanés Salah Stétié, a la par con el
de los elementos caligráficos que
conforman su indescifrable Flor
del desierto. Por otra parte, Pelayo
Ortega y Daniel Quintero profundi-
zan en un aspecto más espiritual.
El primero interpreta al místico
San Juan de la Cruz en La escala
Cultura|s La Vanguardia
espiritual, una pieza que combina
un estilo depurado y con una gran
simplificación de líneas con su per-
sonal carga de ritmo y color, mien-
tras que Daniel Quintero retrata
de un modo más concreto a quien
fue la mayor autoridad rabínica
medieval y el primer cabalista de
Girona, Bonastruc Saporta.
19
Surrealismo y comicidad
Del dibujo lineal y la ilusión del es-
pacio pasamos a la rotundidad de
la materia de la mano del pintor in-
formalista Lucio Muñoz. La pieza
escogida para esta exposición, Se-
gún Roithamer, muestra la estre-
cha relación que el artista tenía
con la literatura, y en concreto con
Thomas Bernhard. El pintor tomó
como referencia la mirada del pro-
tagonista de Corrección, del que
capta con agudeza el denso am-
biente de la novela. Más adelante
encontramos la única pieza escul-
tórica presente en esta muestra y
que pertenece a Francisco Leiro,
quien parte de un insólito episodio
en el que Don Quijote está en Sie-
rra Morena para crear una de sus
habituales escenas teñidas de su-
rrealismo y comicidad. Junto a es-
te bronce, encontramos una pieza
de Carlos Franco en la que el color
adquiere todo el protagonismo: La
dama del lago 2, en la que el pintor
retrata la atmósfera misteriosa de
la novela homónima de Raymond
Thornton Chandler. Finalmente,
Sergio Sanz, movido por las pala-
bras del autor húngaro Adam Bo-
dor, nos introduce en la sordidez
de la miseria humana con su pieza
La miasma.
Aunque los artistas menciona-
dos poseen una amplia trayectoria
artística, Metamorfosis presenta
trabajos muy recientes, lo cual nos
muestra cuáles son los diferentes
caminos por los que se desarrolla
la pintura en nuestro país, a la vez
que permite a Marlborough ofre-
cer al público, de un modo origi-
nal, una representación de los esti-
los que apoya y representa, abra-
zando tendencias que van de lo
abstracto a lo concreto. |
 Reconocimiento Dos muestras en Barcelona y
EXPUESTO
Madrid celebran dos carreras ejemplares
A partes iguales
D'un blau intens NAILA VÁZQUEZ
Maria Girona & La historia del arte ha tenido sin
Albert Ràfols-
Casamada duda parejas ilustres, ya fueran, o
no, matrimonio. A menudo ellas
Miércoles, 17 marzo 2010
TATIANA KOUROCH-
KINA GALERÍA D'ART han sido las musas –aun dedicán-
BARCELONA dose también al arte– y ellos los
Comisaria: Victòria
grandes genios. En el caso de Al-
Combalia bert Ràfols-Casamada y Maria Gi-
Psje. Domingo, 11 rona, ambos supieron combinar
Tel. 93-272-51-30 más de cincuenta años de trayecto-
www.tkgaleriadart.com
Hasta el 31 de marzo
ria común con proyectos conjun-
tos e individuales, cada uno con su
Maria Girona /Rà- propia y particular visión del arte.
fols-Casamada En octubre de 2009 se rindió ho-
Cultura|s La Vanguardia
GALERÍA JUAN GRIS menaje al artista en el Museu Na-
MADRID
cional d'Art de Catalunya. Fue una
Villanueva, 22 de sus últimas apariciones públi-
Tel. 91-575-04-27 cas. Por entonces, la recién inaugu-
www.galeriajuangris,
com
Hasta el 31 de marzo Ràfols-Casamada y
Maria Girona supieron
compaginar trayectoria
20
común y proyectos
individuales
rada galería Tatiana Kourochkina
ya planeaba una exposición y el
propio pintor recolectaba textos e
imágenes personales. Ràfols-Casa-
Fiesta del 20 ani- mada, fallecido el pasado mes de
versario de boda: diciembre, no pudo asistir a su últi-
Ràfols-Casamada y mo proyecto artístico a dúo con su
Maria Girona subi- esposa, D'un blau intens, la mues-
dos en el podio, tra comisariada por la crítica de ar-
escuela EINA, Barce- te y amiga personal del matrimo-
lona, 1972 nio Victòria Combalia.
La exposición recoge una singu-
lar y representativa colección de
obras. Las más recientes, en las
que el maestro del color hace gala
de un estilo depurado, fijado en la
viveza del poder cromático y la
luz, cuelgan al lado de produccio-
nes de los años setenta en las que
aún se distinguen los contornos fi-
gurativos –veleros o rocas del pai-
saje marino, probablemente su
amado Cadaqués– que darían la al-
ternativa a la abstracción. Desta-
can también las xilografías de Es-
tampa Popular, una iniciativa inspi-
rada en la obra gráfica popular
mexicana en la que ambos partici-
paron en los años sesenta. Las tres
obras presentadas, dos de Ràfols y
una de Girona, pertenecen a una
serie agotada y son la viva imagen
del sentir de la época. Véase el
guernikiano Monumento al Diálo-
go. La citada corriente abogaba,
aunque de forma comedida, por la
libertad de expresión y sus mues- Maria Girona: ‘Sala d'estar, Calaceit’, 1968
tras llegaron a ser perseguidas e in-
cluso clausuradas durante la dicta-
dura. Es en estas tres obras donde
el espacio de ambos confluye. El
resto de las salas quedan divididas.
La parte que corresponde a Ma-
ria Girona recoge también obras
de varias épocas en las que el espa-
cio íntimo como la Sala d'estar, Ca-
laceit (1968) convive con alegres y
coloridos bodegones, Fruitera amb
senefa (2003) o vivaces flores, Tuli-
pa roja (2004), siempre fieles a un
estilo figurativo con ecos noucentis-
tes en los que predomina el óleo de
medio formato. La exhibición tie-
nen también en su haber dos carac-
terísticos collages del año 86 en los
que Girona aúna el trazo colorido
y naïf con recortes de etiquetas y
fotografías. Una versión estilizada
e individual de los collages y accio-
nes que ambos propusieron en la
escuela EINA. Y es que la aporta-
ción al arte dentro de nuestras
fronteras de Ràfols-Girona/Giro-
na-Ràfols no se circunscribe sólo a
su propia producción, sino a la
fuerte impronta dejada en genera-
ciones venideras y a la extensa red
de relaciones con otros artistas,
poetas o diseñadores. Pareja modé-
lica de la gauche divine setentera,
ambos se embarcaron en la aventu-
ra de crear EINA, la escuela de
Vallvidrera deudora de los princi- Ràfols-Casamada: ‘Interior, 2’, 1979
pios Bauhaus que vio crecer a Car-
los Pazos, Jordi Colomer o Antoni menaje a dos artistas reconocidos, además de dos poemas de Ràfols
Llena, entre otros. Testimonio de unidos en lo personal y lo profesio- dedicados a Maria, uno de ellos
esa época son los ejemplares de la nal, es de justicia. Como lo es que inédito. No habrá probablemente
revista Ampit. Pueden verse en sus la galería Juan Gris de Madrid, dé expresión más certera de lo que
portadas los anuncios que el pro- su visión de tan pictórico matrimo- Ràfols y Girona han significado
pio Ràfols ilustraba de la galería nio. Maria Girona / Ràfols-Casa- que la formulada por Combalia:
Joan Prats o la Galería Ciento. mada, –hasta el 31 de marzo– fueron “cultura y ternura a partes
Que D'un blau intens rinda ho- muestra otro compendio de obras iguales”. |
 Recorrido Dibujos,
poemas y libros del
desaparecido artista
El ojo
de Ullán
José-Miguel Ullán, MANUEL GUERRERO
visto y no visto Hace ya unos cuantos años quedé
CENTRO CULTURAL
FUNDACIÓN CÍRCU-
fascinado por la prosa, hipnótica y
LO DE LECTORES barroca, de un extraño libro: Solda-
BARCELONA desca de José-Miguel Ullán. “Escu-
pid en corro. La consecuencia es
Consell de Cent, 323
Tel. 93-366-03-02
justa”, afirma el poeta en el prólo-
www.circulo.es go titulado “Aviso de lo que debe el
lector hacer para consigo mismo”,
www.cercle.cat
Hasta el 20 de marzo del pequeño volumen que era uno
de los primeros editados por la jo-
ven editorial Pre-Textos, en 1979.
Una escritura en la experiencia de
los límites, como el título del libro
de Philippe Sollers, que, justamen-
te, había aparecido traducido en la
misma colección. El texto, sin pun-
tos ni comas, me recordaba, en el
contexto catalán, el Miquel Bauçà
Libro de artista de Carrer Marsala o el Carles Hac
‘Anular’, de Ullán y
Tàpies, que forma Mor de Agoc. Soldadesca, que na-
parte de la exposi- rra en castellano jocoso, ingenioso
ción y prodigioso la experiencia del
servicio militar sigue siendo hoy
un libro seminal. El libro iba ilus-
trado con dibujos de algunos de los
artistas más prestigiosos del mo-
mento: Brinkmann, Chillida, Frai-
le, Gordillo, Palazuelo, Peinado,
Quetglas, Rojo, Saura, Sempere,
Tàpies y Zóbel. Toda una declara-
ción de intenciones del diálogo en-
tre dibujo y escritura, entre arte y
literatura, que será una constante
en la práctica creativa de Ullán a lo
largo de más de cuarenta años.
Reconocimiento merecido
Sin duda, José-Miguel Ullán
(1944-2009) no ha recibido toda-
vía el reconocimiento que merece.
La exposición José-Miguel Ullán,
visto y no visto que se presenta en
la Fundación Círculo de Lectores
sorprenderá a quien no conozca
aún a una de las personalidades
más singulares de la poesía, el ensa-
yo, la crítica de arte, el periodismo
y la vida intelectual peninsular de
las últimas décadas. Justo antes de
su muerte, Galaxia Gutenberg/Cír-
culo de Lectores publicó Ondula-
ciones, un tomo espléndido, con
prólogo de Miguel Casado, que
contiene su poesía reunida
(1968-2007). Y, recientemente, la
misma editorial ha estampado la
impecable antología de textos de
María Zambrano Esencia y hermo-
sura, que se abre con un extenso
relato prologal de Ullán, tal vez su
último texto largo, de amplia reso-
nancia autobiográfica: “Recordar
es subir una cuesta”.
Junto a una amplia selección de
los dibujos, agrafismos, del propio
Ullán, y algunos de sus poemas ex-
perimentales, la muestra contiene
muchos de los bellos libros que el
EXPUESTO
Miércoles, 17 marzo 2010
poeta realizó con diversos artistas.
Conmueve la sutileza de Almario
(1985), con grabados de Miró. Im-
pactan los más de diez metros que
ocupa abierto en su totalidad el li-
bro Anular (1981), de Ullán y Tà-
pies: “Lucha la lengua contra usu-
ra huera”. También, entre otras jo-
yas, se puede ver una entrevista de
Cultura|s La Vanguardia
Ullán con Roland Barthes para la
televisión. Mucho queda por cono-
cer aún de la trayectoria intelec-
tual y creativa de Ullán. Recuperar
su trabajo en el exilio, dirigiendo
las emisiones en castellano de
France Culture en París, sus cola-
boraciones a su regreso a Madrid,
en Ediciones Rayuela, en la pren-
21
sa, en la radio y la televisión públi-
cas, o el legado del mítico suple-
mento Culturas que fundó en Dia-
rio 16, es necesario. El ojo de Ullán
sigue mirando al futuro. |
 Reflexión La mítica emperatriz se negaba a dejarse
EXPUESTO

fotografiar; una muestra en Barcelona permite ver

los retoques de una imagen que no ha envejecido

Los retratos
de Sissi
Miércoles, 17 marzo 2010

Elisabeth, Empera- M.ª DE LOS SANTOS G. FELGUERA Ese fue el caso de Sissi, la empe-
triz de Austria, etc, Hacerse un retrato fue más fácil ratriz Elisabeth de Austria (Mu-
etc, etc... Imagen y que nunca a partir de los años cin- nich, 1837-Ginebra, 1898) que, a los
mito: El retrato
ideal o el arte del cuenta del siglo XIX. La fotografía treinta años, decidió no dejarse fo-
retoque puso al alcance de muchas perso- tografiar más, para impedir así que
UNIVERSITAT nas la posibilidad de llevarse a casa el mundo contemplara su decaden-
POMPEU FABRA varios retratos después de posar só- cia física. Esta aversión es tan cono-
BARCELONA
lo unos segundos y esperar unas cida que sirvió hace pocos años de
Cultura|s La Vanguardia

Antesala del ágora horas para el revelado y las copias.
Rubió i Balaguer Retratos fieles y exactos, capaces
Campus de la Ciutade- de reproducir con todo lujo de de-
lla
Ramon Trias Fargas,
talles los brillos de las sedas, las fili-
25-27 granas de los encajes o los peina-
Hasta el 24 de marzo dos y las joyas, sólo les faltaba el
color; pero eso no era un proble-
ma, porque pagando un poco más,
pintores expertos lo añadían a ma-
22
hilo argumental a un libro juvenil
(Paco Climent, Sissi no quiere fotos,
Anaya). Tras la decisión de Sissi no
sólo había razones de coquetería, si-
no también un deseo de salvaguar-
dar su intimidad, algo imposible
dentro del antiguo régimen propio
del imperio austro-húngaro. Ese
deseo de anonimato era el mismo

no, antes de entregarlas al cliente. que la llevaba a escapar una y otra

Sin embargo, no todo eran venta-
jas. La fotografía era pródiga en de-
talles pero también era implacable
con los modelos: arrugas o cual-
quier imperfección quedaban refle-
jadas sobre el papel con la misma
nitidez que las puntillas o los bor-
dados. También para resolver es-
tos problemas los estudios fotográ-
ficos tenían retocadores extrema-
damente hábiles que hacían labo-
res de Photoshop decimonónico.
Pero, incluso así, con todos esos re-
cursos a su disposición, algunas
personas no se sentían a gusto de-
lante de la cámara.
vez de Viena y de la corte para refu-
giarse en el campo o en el Medite-
rráneo, esquivando recepciones y
ceremonias en los países que visita-
ba y en los que trataba de ocultarse
usando nombres falsos.
La decisión de la emperatriz de
no posar para los fotógrafos –ni pa-
ra los pintores– chocaba con las ne-
cesidades del Estado, que debía su-
ministrar periódicamente a la pren-
sa y a sus súbditos imágenes de la
familia imperial, al compás de los
acontecimientos políticos o a medi-
da que dicha familia iba creciendo.
Y esto dio más trabajo a fotógrafos
01
y retocadores que si Elisabeth hu-
biera posado a diario.
Sissi, la simpática jovencita que
recordamos con los rasgos de Ro-
my Schneider correteando por los
bosques de Possenhofen (hoy con-
vertido en hotel), se comprometió
con el archiduque Francisco José
de Austria con quince años. Y a esa
edad la vemos en una fotografía
(Loecherer, 1852/3) con cara de ni-
ña y ya un tanto esquiva. Con poco
más de veinte años –después de
dar a luz tres hijos y sufrir la pérdi-
da de una hija– posó para Angerer,
casi siempre sola, alguna vez con
su hermano preferido, Carl Theo-
dor (1862), y sólo en una ocasión
con la familia imperial (1859). El
vienés Angerer fue el fotógrafo
que más la retrató, en los mejores
momentos de su vida, entre los

02

01 La emperatriz 02 Elisabeth en 04 El fotógrafo Carl

cambiada. Fotogra- traje popular hún- Pletzner transfor-
fía de una serie de garo. Fotomontaje, mó la chilaba en
Ludwig Angerer, 1880 1898 en un elegan-
1963/64 te vestido; el ros-
03 Elisabeth con tro en cambio
una chilaba. Foto- quedó casi sin
grafía de Angerer, retoques
1864/65 03 04

veinte y los treinta años, cuando
era la belleza que se haría legenda-
ria, cuando nació su hija favorita,
Marie Valerie, y probablemente
cuando se sintió más segura de sí
misma. En esa década también tu-
vo lugar su coronación como reina
de Hungría (1866) y como tal posó
en el estudio de Rabending, aun-
que la más alegre –tal vez la única–
es la que le hizo Angerer con sus
damas en un jardín de Madeira
(1861). Pero a partir de 1869 las fo-
tografías de la emperatriz que nos
quedan son robadas: a lo lejos, ba-
jando unas escaleras del brazo de
Francisco José en Bad Gastein
(1886, Max Balde) con motivo de
una visita al emperador alemán
Guillermo I y al canciller Bismark,
o en Cap Martin (hacia 1895), de
espaldas y vestida de negro, como
fue toda la última parte de su vida,
desde la muerte de su hijo Ru-
dolph en Mayerling (1889). Un ve-
lo cubriéndole la cara, un abanico
y una sombrilla colocada como es-
cudo, le servían para defenderse
de las miradas de la gente y de los
objetivos de los fotógrafos.
En consecuencia, después de
1869 lo que tenemos son montajes
fotográficos, hechos a partir de las
fotografías de Angerer y Rabendig
y adaptados a las necesidades del
momento: la misma cabeza sobre
un traje de corte para una ceremo-
nia oficial, un vestido oscuro de
amazona para un retrato ecuestre,
uno sencillo para un grupo de fami-
lia... Para disimular el montaje de
la cabeza de la emperatriz sobre el
cuerpo de otra mujer servía un co-
llar o un cuello de piel, y para ha-
cer los retratos más verosímiles, su
perro Hauseguard –tomado tam-
bién de una fotografía de 1865/66–
se colocaba muchas veces junto a
ella. El resultado son fotografías (y
litografías) en las que Sissi no enve-
jece, siempre tiene los treinta años
de la década de los sesenta, y la ve-
mos más joven que su nuera Stefa-
nie. Tampoco envejece su perro.
La emperatriz, que se agotaba
montando a caballo y haciendo
gimnasia –y agotaba a su séquito
con caminatas interminables a pa-
so ligero–, que hacía régimen para
mantener una figura esbelta y una
cintura diminuta, se salió con la su-
ya. Negándose a posar, consiguió
no envejecer o, al menos, hacerlo
sin que el mundo se diera el gusto
de contemplarlo.
La exposición organizada por el
Instituto Histórico Austriaco y el
Foro Cultural de Austria, que aco-
ge el departamento de Humanida-
des de la Universitat Pompeu Fa-
bra, está compuesta por paneles en
los que se reproducen fotografías y
litografías de la emperatriz, y per-
mite ver el trabajo de retoque y
montaje que realizaron los fotógra-
fos a partir de unos pocos retratos
originales para construir una ima-
gen de la emperatriz, demostrando
de paso que la fotografía –el espejo
de la verdad– era capaz de mentir
tanto y tan bien como la pintura. |
Bellver Multidisciplinar
Borges come con Bioy (y 7)
EXPUESTO
y prolífico, una muestra
recorre su obra
Ironía,
libertad
Miércoles, 17 marzo 2010
Bellver N.V.
Andanzas, danzas y Prolífico, multidisciplinar e hijo de
mudanzas
1976-2010 una larga tradición artística, si por
CÍRCULO DEL ARTE algo se ha caracterizado Fernando
BARCELONA Bellver es por su inquietud y su
constante capacidad de reinven-
Princesa, 52
Tel. 93-268-88-20
ción: pintura, escultura, dibujo, gra- Última foto conjunta de Borges y Bioy Casares, en la librería de
bado, fotografía… Hasta una auto-
Cultura|s La Vanguardia
www.circulodelarte. Alberto Casares, el 17 de noviembre de 1985. Foto: Julio Giustozza
com biografía, Tengo algo en la cabeza
Hasta el 10 de abril (Ellago, 2003). Libertad, humor,
ironía y un potencial gráfico increí-
ble que bebe del pop, del cómic, de
la ilustración o del cubismo.
Fervor de Buenos
Andanzas, danzas y mudanzas
es un poliédrico recorrido por la
obra del artista madrileño, premio
Aires
Nacional de Arte Gráfico 2008,
23
que tan pronto muestra la Guerra ALFRED MONDRIA
Civil en blanco y negro, colorea el
ambiente pop de la movida o tran- Uno de los aspectos que más apreciaba Borges de
sita por diferentes escenarios del las autobiografías de Kipling –sabía fragmentos de
mundo ilustrando los bailes que memoria– y de Gibbon era, además de su prosa, que
nunca bailó. Abundan sobre todo eludían el territorio de la intimidad. Los símbolos
en la actual exposición en Círculo que se diseminan en la obra de Borges –espejo, espa-
del Arte los aguafuertes de gran da, puñal, tigre– apuestan por una literatura alusiva,
formato, véase la serie Crónica de con el laberinto como imagen de perplejidad. Op-
una carrera de caballos (1989) en la ción que no sorprende en una persona decimonóni-
que cada jockey se ve envuelto en ca en el amor, según María Esther Vázquez, o de
el imaginario de varios artistas noviazgos blancos de los que habla Bioy. Además,
–Braque y Picasso, Rembrandt, De Borges sufrió toda la vida la protección –el arresto–
Chirico y hasta el Partenón– o los de Madre: Leonor Acevedo advierte al camarero
numerosos desayunos hoteleros que se acerca, “el niño no bebe vino”. Borges tenía
de Recife a Nueva York (años 90) casi sesenta años.
o los más recientes inspirados en En el diario Borges, en los breves paréntesis que
un Japan meets USA en el que las permite la literatura –su refugio de felicidad– se
geishas se mezclan con iconogra- entrevé la desdicha de alguien que admitió: “He
fía pop. En una de ellas, la joven ja- cometido el peor de los pecados / que un hombre
ponesa tiene de fondo viñetas de puede cometer. No he sido / feliz”, y a quien Bioy
Tintín y debajo la popular frase de aconseja, como a un adolescente, en cuestiones amo-
la factoría Warner: “That's all fo- rosas. Hay momentos en que el autor de La inven-
lks!”. Hasta el 2010 por lo menos ción de Morel se inquieta por si lo consideran sólo
esto es todo, amigos. | una provincia de Borges, pero la escritura, el tenis y
su rapacidad seductora amortiguaban posibles heri-
das de vanidad. En cambio Borges, incómodo si ha-
bía de comentar episodios privados, concluía tajan-
te: “Loada sea la pesadilla, que nos revela que pode-
mos crear el infierno”.
Cuando les preguntaban de dónde eran, respon-
dían: “Hemos tenido la prevención de nacer en Bue-
nos Aires”, para Borges, la menos sudamericana de
las ciudades y, a parte de la amistad y la literatura,
la gran protagonista del libro. A Gardel podía dedi-
carle calificativos como “invertebrado, bicho babo-
so”, pero si oía alguno de sus tangos en un viaje no
podía contener las lágrimas. Tan sólo un sentimen-
tal pudo alternar sarcasmos despiadados al autor de
Bomarzo con los versos “Manuel Mújica Laínez,
alguna vez / tuvimos una patria –¿recuerdas?– / y
los dos la perdimos”. Borges, habitante de la bibliote-
ca, siempre admiró la vitalidad de Walt Whitman,
las sentencias de Macedonio Fernández y las histo-
rias de compadres y orilleros, y reconoció que la
literatura se comprime en la reinvención que hizo
Kafka del certamen deportivo de Aquiles y la tortu-
‘Bailando con el fuego’, serie ‘El baile’, 2009 ga de Zenón de Elea.
 South by Southwest Lo que Frankfurt o Guadalajara son para la cultura del libro, el festival de Austin
EN DIRECTO
En directo (Texas) lo representa para la música: una cita ineludible tanto para profesionales como para el público
Turismo sonoro a la japonesa
ESTEBAN HERNÁNDEZ
El mundo cultural contemporáneo
vive en la sobreproducción, sí, pe-
Miércoles, 17 marzo 2010
ro eso no es malo. O, al menos, no
lo es para festivales como el South
by Southwest (SXSW), que ha he-
cho de esa característica el centro
de su identidad. Así, el certamen
de Austin ha logrado convertirse
en el más importante de los que
hoy se celebran gracias a su combi-
nación de aliento posmoderno y
fórmulas extraídas del entorno em-
Cultura|s La Vanguardia
presarial. Entre ellas:
La fuerza de la marca. Los festivales
que hoy triunfan son aquellos que
han hecho perder importancia a
24
sus carteles, es decir, los que han
conseguido hacer de sí mismos
una marca atractiva. Así, los hay
que, como el FIB, han apostado
por atraer al público anglosajón a
base de sol, cerveza y (quizá) sexo;
otros, como el Primavera Sound,
se han consolidado como grandes
contenedores de tendencias; y un
tercer grupo, los de menores di-
mensiones, se han especializado
en sonidos muy definidos que les
permiten ocupar un nicho en el
mercado. En ese contexto, los bue-
nos carteles ayudan, pero no son lo
esencial; constituyen un refuerzo,
no la cuestión central. En este or-
den, el evento que mejor refleja el
peso de la marca es el SXSW. A me-
dio camino entre el festival y la
convención, este encuentro de gen-
te de la industria al que el público
tiene acceso se ha convertido en la
vía de acceso privilegiada al merca-
do estadounidense, además de
constituir un gran escaparate en
el que puede visualizarse bue-
na parte de lo que se hace en la
música mundial. Desde esta pers-
pectiva, el SXSW impone la asis-
tencia, del mismo modo que el
mundo del libro está obligado a vi-
sitar las ferias de Frankfurt o Gua-
dalajara o que el del cine acude sis-
temáticamente a Cannes o Vene-
cia. Habrá mejores o peores edicio-
nes, pero hay que pasar por allí.
Innovación. En esencia, el SXSW
no es mucho más que una feria, de
esas que suelen celebrarse en pabe-
llones inhóspitos y por las que
deambulan ejecutivos sonrientes.
Lo que ocurre es que alguien tuvo
la brillante idea de sacar el produc-
to de los expositores para llevarlo
a los bares, haciendo de Austin un
gran recinto ferial. Así tenemos
una experiencia más cálida, ya que
los asistentes pueden transitar por
ambientes más acogedores que los
metalizados pabellones de conven-
ción, pero también, cual flâneurs
posmodernos, pueden adentrarse
en recónditos pasajes urbanos a la
búsqueda de lo inesperado.
Producto de alta rotación. El punto
de partida del SXSW, como tam-
bién le ocurre al All Tomorrow's
Parties, invierte el planteamiento
habitual. En lugar de reunir un pu-
ñado de bandas conocidas para
que los fans pasen por taquilla, con-
gregan a numerosos grupos con es-
casa repercusión para que el públi-
co pueda descubrirlos. Una tarea
antes reservada a los profesionales
del sector (de hecho, para eso se ce-
lebraban las convenciones) y que
se ha convertido ahora en el atracti-
vo principal de un consumidor
atraído por el vagabundeo so-
noro. Cuando acudes a un fes-
tival en el que tocan 1.800
bandas, como es el caso, no te
preocupas demasiado por saber có-
mo se llaman o qué hacen: ya se lo
preguntarás a quienes te hayan lla-
mado la atención. En gran medida,
esta oferta no es más que la aplica-
ción a la música en directo de una
tendencia predominante en el ám-
bito cultural: el consumo casual.
Igual que muchos compradores
acuden a una librería (o trastean
en la red) sin una idea fija y prefie-
ren recorrer estanterías a la bús-
queda de algo que les sorprenda, el
visitante del SXSW recorre los rin-
cones de Austin esperando encon-
trar sonidos excitantes y novedo-
sos. Y si la gran distribución, para
mantener la compra casual, aboga
por una alta rotación de productos
en sus lineales, el SXSW lleva esa
tendencia al extremo.
Importancia de las redes. El certa-
men es un lugar de encuentro para
la industria, lo que implica agen-
das apretadas y reuniones fijadas
con antelación. Pero ya que habla-
mos del festival de lo no planifica-
do, es también un espacio idóneo
para que las cosas aparezcan por sí
mismas. En él pueden surgir múlti-
ples enlaces, contactos y oportuni-
dades (y amistades) fruto de la sim-
ple casualidad: alguien del público,
desde el simple fan hasta un ejecu-
tivo publicitario, puede interesar-
se por tu banda y abrirte la puerta
que necesitabas. Es, por tanto, un
espacio pensado para crear y am-
pliar redes, una tarea imprescindi-
ble, dado su carácter de trabajador
inmaterial, para un músico cada
vez más autofinanciado.
Son cuatro puntos que explican
sobradamente la aceptación del
certamen, pues dan forma a una ex-
periencia diferente que logra au-
nar diversión, negocio y sorpresa.
Sin embargo, lo más llamativo del
SXSW no es la estrategia que ha se-
guido para llegar al éxito, sino has-
ta qué punto esta nos revela cómo
ha cambiado la forma en que nos
relacionamos con las creaciones
culturales y cómo estamos produ-
ciendo y consumiendo música de
nuevas maneras. Pongámonos por
un instante en la piel de un músico
SXSW: el caos perfecto
JUAN SANTANER
¿Harto de ir a festivales en los que
40.000 hooligans no te dejan ver
ni escuchar una sola canción de tu
grupo favorito? ¿Cansado de ver a
los mismos grupos tocando los
mismos repertorios de siempre?
¿Aburrido de tener que buscarte
la vida para conseguir aparca-
miento a menos de dos kilóme-
tros del escenario principal? No te
preocupes. Hay una alternativa: el
South by Southwest (SXSW). Es-
pecial, diferente e inimitable, es el
creador de una fórmula muy difí-
cil de copiar, compleja y agotado-
ra, pero insuperable. Sencillamen-
te, el mejor festival del mundo.
El SXSW se celebra hace veinte
años en Austin (Texas), una ciu-
dad con medidas modestas para
lo habitual en Estados Unidos. En
el sur del estado de la estrella soli-
taria, no demasiado lejos de la
frontera con México y con sólo
700.000 habitantes, Austin es fa-
mosa por ser un oasis liberal, mu-
cho más permisivo y abierto que
el resto de Texas. Pero en cuanto
aterrizas te previenen: si sales de
la ciudad, en apenas quince kiló-
metros te puedes encontrar a gen-
te muy diferente a la que vas a ver
aquí. Estás avisado.
Siempre se empieza en el Con-
vention Center, eje alrededor del
cual se mueve todo. Las colas para
acreditarse son enormes. Doce
mil personas (músicos, mánagers,
periodistas…) y más de mil grupos
participan en el festival. Lo que
significa que al menos cincuenta
están tocando a la vez, en cual-
quier momento, durante una se-
mana. Todos los bares del centro
de la ciudad (decenas) y algunos
de las afueras ofrecen música en
directo sin interrupción. Las ca-
que tiene una hora para montar
equipo, tocar y desmontar ante un
público que mayoritariamente le
desconoce. ¿Qué hacer en esas cir-
cunstancias? ¿Cómo llamar la aten-
ción de un espectador poco entre-
gado en un contexto de competen-
cia brutal? Pues ese dilema es tam-
bién al que debe enfrentarse a dia-
rio, el de encontrar un camino pa-
lles, cerradas al tráfico, están re-
pletas de gente y la música sale de
todas las ventanas. Todo está con-
centrado y acelerado. Si te despis-
tas te estás perdiendo algo, segu-
ro. Así que mejor adaptarse, y
cuanto antes, porque el festival no
va a cambiar por nadie. Es una ma-
quinaria perfectamente engrasa-
da. Y en paralelo se celebra un fes-
tival de cine. Por si te aburres…
La primera lección del SXSW
se aprende nada más llegar: no ha-
gas planes. No sirven para nada.
Por mucho que cada mañana su-
brayes tus objetivos en el progra-
ma de mano (lo único esencial, tu
guía de supervivencia), al final del
día seguramente habrás visto a
diez grupos distintos de los que
habías pensado. Caminas por una
calle y de repente escuchas músi-
ca saliendo de una puerta y entras
y te quedas. ¿Quiénes son esos?
Te dejas llevar, ves aquel concier-
to y, lástima, la planificación ya se
ha desintegrado…
Segunda lección, aplicable so-
bre todo a los músicos: si en el pro-
grama pone que tienes 60 minu-
tos para tocar, eso incluye el tiem-
po de cambio y montaje, así que
más vale que seas rápido. No hay
concesiones. Por supuesto, funcio-
na. Después de esto te planteas si
nunca más vas a hacer una prueba
de sonido. ¿Para qué? Por cierto,
en cuanto acabas tu concierto, re-
coges a toda prisa y vuelves un mo-
mento al hotel para dejar el equi-
po. A la vuelta al centro segura-
mente aprendas la tercera lección
del SXSW: hay tanta oferta y op-
ciones que es mejor que no te
muevas en grupos grandes. Segu-
ro que alguien se pierde en un bar
o que alguien quiere entrar en
otro local o que te encuentras
ra hacerse visible en un entorno sa- South by
EN DIRECTO
turado. Máxime cuando, como ocu- Southwest
rre en el SXSW, enfrente tiene a AUSTIN
un público de atención flotante, TEXAS (EE.UU.)
que continuará recorrido si no se
le captura rápido, que buscará la si- Del 17 al 21 de
guiente novedad si no se le seduce marzo. Dentro del
programa Sounds of
enseguida. En ese sentido, el festi- Spain participan
val escenifica la forma de escuchar este año los grupos
música en la era del p2p. Dada la españoles The
enorme oferta, cada oyente dedica Unfinished Sympa-
thy, Amaral, Huec-
muy poca atención a cada banda: si co, Los Planetas,
no se le atrapa en los dos primeros Nudozurdo y Tom
minutos, el CD desaparecerá inme- Car (17 y 18 de
Miércoles, 17 marzo 2010
diatamente del disco duro. marzo). Más infor-
mación: www.sxsw.
Así, no sólo podemos entender com y www.myspa-
el festival como un gozoso y festi- ce.com/spainatsxsw
vo tour por el caos sonoro contem-
poráneo; también podemos con-
templarlo como símbolo de la cul-
tura presente, esa que se ha conver-
tido en un recorrido turístico a la
japonesa, en el que sólo hay el tiem-
po justo para bajar del autobús, ha-
Cultura|s La Vanguardia
cer las fotos y continuar viaje. |
con… No importa. Improvisa. Ya
Juan Santaner es
os encontraréis. A propósito, cuar- músico, fue
miembro de las
ta lección: no puedes ver los con- bandas
ciertos de los grupos más conoci- Vancouvers y Jet
dos si no te tragas una hora de co- Lag; es socio de
la. Lo cual significa perderse por la discográfica
25
lo menos otros dos conciertos. Tie- Bittersweet
Recordings y de
nes que decidirte. la promotora
Quinta lección: a las dos de la Love to Art y
mañana, todos los locales cierran, mánager de
y no admiten excusas. Encienden artistas como
Nacho Vegas,
las luces y te echan sin contempla- Christina
ciones. Como no encuentres una Rosenvinge,
fiesta en una habitación de hotel o Alondra Bentley y
algo parecido ya no hay nada que Francisco Nixon.
Ha participado
hacer. Excepto cenar en cualquier en SXSW como
lugar de la carretera. En las afue- músico, con Jet
ras, la mayoría de los sitios están Lag (2008) y
abiertos las veinticuatro horas. To- como mánager y
representante
do muy americano. discográfico
Si en algún momento vuelves a (2008 y 2009)
pasar por el Convention Center te
encontrarás con otro festival
(¡otro más, sí!) de carteles de con-
ciertos y grupos. Increíble. Dece-
nas de puestos con serigrafías y
pósters y camisetas de todo tipo.
A estas alturas ya no hay forma de
controlarse y quizás el presupues-
to se te agote… Porque el euro si-
gue dándole collejas al dólar, que
si no… En el mismo Convention
Center se celebra además el Tra-
de Show, la única zona en Austin
que se parece a una feria conven-
cional, como de azulejos o turis-
mo o excavadoras. Stands, azafa-
tas y regalos. Y, claro, miles de gui-
tarras. Miles.
Cuando el festival acaba el do-
mingo aún hay algunos concier-
tos. Especialmente en South Con-
A la izquierda, la
gress Avenue, la zona que aquí lla- banda Cold War
man bohemia. Allí está el Güero's, Kids en su con-
el bar donde Tarantino grabó bue- cierto del pasa-
na parte de Death Proof, y en las do año con
Austin de fondo.
calles cercanas hay mercadillos Arriba, público
de ropa y bisutería. Compras re- en el concierto
cuerdos y te toca despedirte. Has- de Metallica el
ta la siguiente, porque la sexta lec- pasado año
FOTOS EBET ROBERTS -
ción del SXSW es que, cuando vie- REDFERNS / JEFF
nes una vez, ya quieres volver KRAVITZ - FILMMAGIC /
siempre. GETTY IMAGES
PANTALLAS
Pantallas
Miércoles, 17 marzo 2010
Cultura|s La Vanguardia
Res pública José María Nunes, veterano director luso afincado en Barcelona desde los años cincuenta,
vuelve a la carga con otra de sus personalísimas reflexiones filmadas sobre los males de nuestro tiempo
26
Cineasta suicida
JORDI BATLLE CAMINAL
El filme Mañana (1957), el primer
largometraje de José María Nu-
nes, se abría con unos planos de las
calles de Barcelona durante la ma-
drugada. Calles vacías, serenas, hú-
medas, un punto inquietantes, por
las que se movía José María Rode-
ro entre la alegría y la tristeza. Ale-
gre porque confesaba, mirando a
la cámara, al espectador, amar esas
calles, su belleza, sentirse dueño y
señor de ellas: “La calle es mi casa
y la noche es mi amiga”. Su tristeza
obedecía a que nunca tuvo padres
y los anhelaba, tanto como anhela-
ba formar él una familia.
El título traducía su esperanza
(mañana, ese espectro temporal
donde todo es posible), la misma
esperanza compartida por los cua-
tro protagonistas de las historias
que el propio Rodero nos relataría
a continuación. El primero de
ellos, y aquí nos detendremos por
razones de espacio, era un hombre
maduro que se ganaba malamente
la vida vendiendo peines por las ca-
lles, ansiaba ver publicado un tex-
to que nunca entregó al editor,
transgredía la sabiduría popular
(“No dejes para hoy lo que puedas
hacer mañana”) y vivía en un mise-
rable cuchitril en compañía de...
una gallina. Imposible concebir
con mayor elocuencia visual la ima-
gen de la soledad.
Res pública, la por ahora última
película de Nunes, empieza con un
Un hombre
de Barcelona(s)
J.B.C.
La Barcelona blanquinegra
(es decir, gris) del desarrollis-
mo en pañales: Mañana
(1957). La Barcelona bohe-
mia profunda, la de las tas-
cas: Noche de vino tinto
(1966), que no sólo es el pun-
to álgido de Nunes, sino el
epicentro de ese entrañable
ágape cinéfilo antimesetario
que se dio en llamar Escuela
de Barcelona. La Barcelona
de Gaudí: Biotaxia (1968). El
retrato al minuto de lo que
podríamos denominar movi-
da barcelonesa, la de Loqui-
llo y compañía: Gritos... a rit-
mo fuerte (1983). José María
Nunes ha tomado oxígeno
en sus últimos trabajos, visi-
tando las comarcas catala-
nas. Pero la capital ha sido
durante largos años el tuéta-
no geográfico de sus pelícu-
las. Viendo las citadas en es-
te apartado sería suficiente
para dar testimonio de va-
rios tiempos históricos. Su ci-
ne va directo a la mente, pe-
ro no deja de constituir un ri-
co, revelador documento so-
bre la ciudad
Res pública
Escrita y dirigida por
José María Nunes.
Producida y
fotografiada por
Raül Busquets.
Música de Jorge
Nunes, Daniel
Nunes, Pedro Ortea
y Los Briones.
Protagonizada por
José María Blanco,
con las voces de
Belén Fabra y Alba
Ferrara
José María Nunes
en un momento
del rodaje de ‘Res
pública’, junto a
José María Blanco,
actor que también
aparece en el
fotograma inferior
plano de seis minutos de José Ma- ción que va a cometer y se despide
ría Blanco, su actor fetiche, tumba- de los suyos. En una escena larga y
do en una cama, al que sigue otro repleta de movimientos circulares,
idéntico de otros tantos minutos. Blanco visita a su padre para darle
Aproximadamente hacia el minu- la noticia, y entre ellos se establece
to diez, Blanco abre los ojos. En el un vibrante diálogo que resume no
ínterin, hemos oído algunas voces, una sino dos vidas al mismo tiem-
entre ellas la suya, y una palabra po. Al final, en otra escena desa-
persistente: suicidio. Blanco será fiante, da el último adiós a los ami-
el único protagonista de la obra. O, gos que se supone están sentados
mejor dicho, el único actor, pues en una engalanada mesa. A lo largo
los demás personajes son voces, de Res pública, Nunes pone a prue-
fantasmas que pululan a su alrede- ba, una vez más, la paciencia del es-
dor y van componiendo con él un pectador, procediendo de menos a
puzle sobre su vida, de la que ya más y ganando la partida por tena-
quiere prescindir. Se aferra al suici- cidad. O por terquedad, por perse-
dio como algo legítimo. “Ja ho he verancia: durante todo el recorri-
plorat tot, ja he esgotat la por”, di- do vas diciendo que no, que no tra-
ce, “he arribat al final de la fugida”. gas con la culebra, pero el sagaz
Blanco justifica el acto de libera- vendedor ambulante de elixires
Nunes acaba convenciéndote y
compras media docena de frascos.
Entre Mañana y Res pública, en
fin, hay una línea de continuidad
(temática, informal y de concepto)
inquebrantable. Un grito de deses-
peración de más de medio siglo,
bravo y vehemente, no siempre de
buen recibo (este crítico, sin ir más
lejos, llegó a calificar Amigogima
de “filme altamente peligroso para
pirómanos vocacionales que ha-
yan pagado la entrada”, pues “ver-
la y quemar una sala de cine puede
ser el acto de coherencia que enla-
ce un efecto y una causa”), pero sin
duda personalísimo siempre, idio-
sincrático, intransferible.
En todas sus películas, Nunes ex-
presa en voz alta su pensamiento
sin detenerse a pulirlo, abrillantar-
lo o adecuarlo a una audiencia qui-
zás refractaria a su timbre. Sus
grandes temas son la libertad in-
coercible del individuo y su verdad
interior (o “intento de análisis para
clasificar a un ser viviente”, como
reza un título introductorio de Bio-
taxia, de 1968), y sus armas para de-
fenderlos la palabra del amigo que
sabemos fiel. Por eso no importa
que, en Res pública, las dicciones
sean a veces altisonantes, Blanco
pronuncie mal una palabra, el cá-
mara se vea reflejado en el vidrio
de una puerta o algún nombre, en
la larga lista final de suicidas céle-
bres, esté mal escrito. No hay que
corregir errores, porque el cine de
Nunes se fundamenta en la verdad
expresada a bocajarro. Y es su sin-
ceridad, próxima a la del niño que
todavía no ha aprendido a ocultar-
la en su propio beneficio, la que
desarma al espectador.
Ningún cineasta de nuestro rue-
do, ni de su quinta ni de antes o des-
pués, puede comparársele. Para ha-
llar un pariente cercano de su ta-
lante (francotirador que dispara
anarquía, de espaldas a la conven-
ción, a la industria, a la taquilla) de-
Nunes, con su cine,
mantiene un grito de
desesperación, bravo y
vehemente, que dura
ya más de medio siglo
beríamos recurrir a la sangre portu-
guesa que corre por sus venas (na-
ció en Faro, Portugal, en 1930). Y
daríamos, primero, con João César
Monteiro, dotado de su misma ra-
dicalidad discursiva, y después
con Manoel de Oliveira, con quien
comparte un cierto gusto por la fra-
se pomposa arrojada con una piz-
ca de guasa.
También la longevidad empieza
a unirles: hace ya más de veinte
años que del hoy centenario Olivei-
ra se destaca en cada reseña su
edad. Octogenario desde hace
unas semanas, Nunes avanza hacia
esa misma atalaya y, como sea que
suicida sólo lo es en el terreno artís-
tico-comercial, cabe suponer que
todavía dará mucha guerra. |
Akira Kurosawa La celebración del centenario del nacimiento del director
japonés es una excusa tan buena como cualquier otra para volver a su obra
Generoso anti-Tarantino
Ciclo JUAN BUFILL
Akira Kurosawa A Kurosawa le importaba la ver-
Filmoteca
dad. Le importaban la justicia, la li-
bertad y la suerte de la gente, y la
de Catalunya
HASTA grandeza de su cine viene de ahí.
EL 5 DE ABRIL Era un generoso anti-Tarantino an-
tes de que existiese ese caso para-
digmático de técnica sin sabiduría,
de brillante talento cinematográfi-
co sin nada que expresar. Kurosa-
wa decía: “Si únicamente se está
preocupado por las cuestiones de
forma sin nada que decir, entonces
ni esa forma llegará a nada”.
Akira Kurosawa nació el 23 de
marzo de 1910, hace cien años, y
por ello en Barcelona la Filmoteca
le dedica un ciclo (del 22 de marzo
al 5 de abril). Sus dramas humanis-
tas y tragedias –suyas son las dos
mejores películas basadas en Sha-
kespeare: Ran y El trono de san-
gre– llegan después de las admira-
bles comedias humanistas de Tati.
En España muchas de sus pelícu-
las sólo se han podido ver en vídeo,
televisión y ciclos de filmotecas.
Los siete samuráis (por cierto:
Akira era el menor de siete herma-
nos) me parece una de las siete ma-
ravillas del cine narrativo. No se
me ocurre otra película que repre-
El filme de Kuro-
sawa ‘Rasho-
mon’ (1950, en
la imagen) fue el
primer éxito
internacional del
cine japonés
sente mejor la narración cinemato-
gráfica en estado de gracia. Algu-
nas de sus escenas son un prodigio
en cuanto a composición de tiem-
pos y espacios cinematográficos
mediante relaciones entre imáge-
nes filmadas desde distintos pun-
tos de vista. Una novela no podría
lograr esa inmediatez. Pero, más
allá de las formas, su logro es la sín-
tesis de movimiento y emoción, de
acción épica y evolución psicológi-
ca y moral. Kurosawa se parece a
PANTALLAS
algunos de sus héroes en que se
atreve a ir a fondo al enfrentarse a
la realidad. Y profundiza en el len-
guaje del cine precisamente para
Miércoles, 17 marzo 2010
poder expresar con plenitud la rea-
lidad que le interesa. No hay estéti-
ca sin ética, pero, además, en la ex-
presión artística lo ético es ir a fon-
do en lo estético.
Rashomon (1950) fue el primer
éxito internacional del cine japo-
nés. Su tema principal es la difícil
indagación de la verdad. Cuatro
personajes relatan un mismo he-
Cultura|s La Vanguardia
cho violento y todos parecen men-
tir, algunos más que otros, para sal-
varse ellos. Con ello culpan a otros.
Pero en Kurosawa siempre hay te-
mas y subtemas escondidos. En
Rashomon, por ejemplo, las relacio-
nes entre sexos, incluso el machis-
mo inducido por la mujer.
Cada una de sus obras maestras
27
es un ensayo narrativo sobre el que
se podría escribir otro ensayo. Qui-
zá su tema fundamental es el elo-
gio del individuo libre y altruista
enfrentado al egoísmo dañino y al
sometimiento feudal o capitalista.
Los siete samuráis (1954) nos re-
cuerda que contra el mal no se pue-
de ser pasivo, que a él hay que en-
frentarse activamente. El héroe ha-
ce lo que debe hacer, sin esperar
un premio y aunque las probabili-
dades de éxito y de no morir en la
lucha sean muy pocas. También el
dilema moral de El infierno del
odio (1963) es sólo uno de los te-
mas de esta narración policiaca
que profundiza de un modo fasci-
nante en la vida exterior e interior,
en la desigualdad, el resentimien-
to, la envidia y otras raíces del mal.
En Barbarroja (1965) el héroe
no es ya un samurái, sino un médi-
co. El tema principal es el paso del
egoísmo al altruismo, pero hay
más: muestra cómo, en un mundo
donde predomina la explotación y
la injusticia, el mal se contagia co-
mo una enfermedad contra la que
hay que luchar. En eso recuerda a
La peste, de Camus. Señala la im-
portancia de la responsabilidad in-
dividual cuando “el gobierno es
irresponsable”, cómo el bien acti-
vo engendra el bien, y también lo
que significa recibir perdón y lo
que significa poder sonreír des-
pués de salir de un infierno.
A diferencia de Mizoguchi, a Ku-
rosawa no le complacía encerrarse
en la tragedia, pero en 1985 lo hizo
a fondo: en Ran (Caos), los colores
son los del fuego destructor, el ro-
jo, amarillo y negro del poder que,
por aniquilar al otro y no querer
ver la realidad sino de un modo im-
perial y parcial, destruye todo y así
se autodestruye. |
PANTALLAS
Miércoles, 17 marzo 2010

LA INSPIRACIÓN HEROICA. Hugo Chávez empieza su programa
ante la estatua del Che Guevara en Santa Clara, Cuba, el lugar
donde se fraguó la victoria de las tropas insurgentes. El plano en
contrapicado busca, como es evidente, una exaltación de la épica
revolucionaria que incluya a los dos líderes. Chávez como el Che
Cultura|s La Vanguardia
28
DIDÁCTICA DE LA REVOLUCION. En las primeras horas del programa
Chávez irá encontrando a diversas figuras de la revolución cubana.
Uno de los primeros es Ramiro Valdez, con gorra y uniforme, Chá-
vez se preocupa de que el sonido funcione, aunque Ramiro hablará
poco, sometido al ritmo de Chávez, que cuenta la historia por él
PRESIDENTE Y DIRECTOR DE CINE. El equipo de rodaje de ‘Aló,
presidente’ sigue al líder venezolano, y este va dando instruccio-
nes sobre la marcha. Se inicia así un largo recorrido en continui-
dad, un gran plano secuencia en el cual Chávez recorre el terreno
y visita los diversos altares revolucionarios. Es actor y director

EN CASA DE LOS FAMOSOS. El programa emite un vídeo pregra-
bado del día anterior en el cual seguimos a Chávez en su visita a
un Fidel Castro convaleciente. El mandatario venezolano lleva la
voz cantante, literalmente, porque lo primero que hace es ento-
nar canciones revolucionarias. Por una vez, Castro escucha
PLATÓ CON CHE AL FONDO. Tras el largo recorrido, Chávez se insta-
la en un plató provisional desde donde seguirá su intervención. El
primer invitado es otra vez Fidel Castro, ahora por teléfono y en
directo. Con la lección aprendida, Fidel no soltará fácilmente la
palabra, y Chávez empezará a mostrar gestos de impaciencia
CON CONTROL DE TIEMPO. Tras más de dos horas de monólogos
telefónicos sobre la historia de Cuba y Venezuela cruzadas con las
biografías de los dos personajes, Chávez se da cuenta de que ya
es quizás hora de acabar la conexión con Fidel. Aunque parezca
increíble, en ‘Aló, presidente’ el tiempo televisivo también cuenta

Iconofilias Radiografía de ‘Aló, presidente’ programa semanal de Hugo Chávez

En busca de la épica
JORDI BALLÓ
La Casa de América de Barcelona
me invita a dar una charla sobre el
programa televisivo Aló, presiden-
te que Hugo Chávez dirige y pre-
HABLA, PUEBLO, HABLA. Chávez tiene ante sí un público forma- senta semanalmente en la televi-
do por cargos políticos de los gobiernos cubano y venezolano, sión venezolana. Comparto mesa
así como otros fieles seguidores que asisten al programa ente- con el escritor Alberto Barrera, au-
ro. Les llama por su nombre y les invita a decir algo. También
establece conexiones ‘satélites’ con ciudadanos que le alaban. tor de un estudio biográfico sobre
Chávez. De su disertación extraigo
una idea fundamental: Chávez no
dispone de una autobiografía épi-
ca, y debe suplir esa ausencia con
el despliegue de una vasta retórica
trufada de gestas históricas. Mi
contribución al acto es verme el
mismo día un programa completo
de Aló, presidente, casi siete horas
de monólogo ante las cámaras. Lle-
go en estado de flotación tras tal
performance: compruebo que ante
lo apabullante de la experiencia no
te quedan ganas de reír, que es lo
que haces cuando ves este progra-
ma en pequeñas píldoras de You-
Tube. Sólo la visión del programa
PROBLEMAS DE AGENDA. Ante la petición directa de que asista completo te hace comprender la
a un congreso, Chávez abre su agenda y ve que el mismo día
recibe a una delegación rusa, pero que ya encontrará la
real naturaleza del empeño.
manera de hacerlo todo. Tras más de seis horas, el programa El programa concreto que acabo
se acerca a su fin provisional. El próximo domingo sigue. de ver es el número 298, es decir,
de hace más de un año, ya que aho-
ra mismo debemos estar por el nú-
mero 354. Pero el número 298 tie-
ne su gracia, porque se rueda en
Cuba, en Santa Clara, y en él se pro-
duce el esperado encuentro –en
dos partes– entre Chávez y Fidel
Castro. En la primera, Chávez visi-
ta a Fidel en su casa; en la segunda
parte, Fidel llama por teléfono al
plató desde donde Chávez habla a
cámara ante un público entregado.
En su extensión de casi más de dos
horas, este diálogo supone un mo-
mento televisivo realmente intere-
Chávez se pone
nervioso al oír a Fidel
y no poder cortarle
sante, porque se trata de dos hom-
bres acostumbrados a utilizar la pa-
labra desmesuradamente y con
muy escasa práctica de saber escu-
char. Chávez y Fidel articulan sus
soliloquios en un ambiente de mu-
tua admiración, pero a veces las
imágenes traicionan estas buenas
intenciones, y muy pronto detecta-
mos el nerviosismo de Chávez an-
te las largas peroratas telefónicas
de Fidel, al que no puede interrum-
pir fácilmente, de la misma mane-
ra como antes hemos notado el dis-
gusto de Fidel ante la voracidad
verbal de Chávez cuando ha visita-
do la casa del dignatario cubano
ahora enfermo. En cualquier caso,
una auténtica perla sobre el ejerci-
cio del poder y la palabra.
Tras siete horas de programa,
¿hemos visto sólo propaganda? En
parte sí. Una propaganda urdida
por un líder que aspira a la vez a
ser director de cine, que controla
al equipo técnico de cámaras y so-
nido, y si conviene les riñe en direc-
to. Que se dirige al público del pla-
tó que le va a seguir durante su lar-
go soliloquio para pedirle que ha-
ble, para controlar que esté siem-
pre atento y para asegurarse de
que queda claro ante todos el tipo
de poder que ejerce sobre ellos.
Pero hay otro empeño. el de
crear la impresión de hacer públi-
ca la agenda política, de transmitir
que las decisiones se toman ante
las cámaras, que política y comuni-
cación es un todo indivisible, que
un formato televisivo es expresión
de una práctica de Estado. |
 REGISTROS
Registros CD
car un cuidado y atrac-
tivo programa con pie-
DVD
zas de Albéniz que van
desde sus Cantos de
España, Yvonne en
visite o las Navarra y
Azulejos que dejó sin
terminar, es decir, su
piano anterior y poste-
Pantha du Prince rior a la suite Iberia.
Black noise Estupendo trabajo con

Miércoles, 17 marzo 2010

ROUGH TRADE
ideas y buena música.
Tecno Pantha du Prince Y en el terreno de recu-
es uno de los alias del peraciones se presentó
productor y dj alemán a los Grammy recien-
Hendrik Weber que ya tes el trabajo coral-ins- The Mindscape of Alan Moore
destacó con su segun- trumental con obras de Dez Vilenz, 2003 (Edición especial)
do CD This bliss. Aho- Granados, Morera,
ra se supera en un tra- Casals..., en el que des- ANDRÉS HISPANO
Directo al corazón bajo que aúna condi- taca, con Douglas Riva Tiempos extraños estos, en los
que atendemos a magos (Alesteir
ción ambiental y pulso al piano y el Coro de

Cultura|s La Vanguardia
Philippe Rombi Este filme protagonizado por house en temas instru- David Keene, El cant Crowley), psicomagos (Alejandro
Un homme Jean-Paul Belmondo es una nue- mentales procesados de les estrelles, obra Jodorowsky) y aprendices de ma-
et son chien va versión del clásico de Vittorio en estudio tras laborio- que Granados estrenó go (Alan Moore) con una reveren-
HARMONIA MUNDI
DeSica Umberto D, lo que ya indi- sas grabaciones de en el Palau en 1911 y cia que no dedicamos a otros gu-
Bandda sonora ca la tristeza de la historia y el campo en los Alpes. luego desaparecida; rús del conocimiento que cultivan
sentimentalismo y la ternura De ahí la portada, pre- una aportación de cor- menos su aura y oratoria. Moore,
que desprenden sus personajes, como bien dice su sidida por un montaño- te modernista que bien guionista de The watchmen, From
director Francis Huster al indicar que la hermosa so paisaje, que se co- podría el maltratado Hell o V for Vendetta, ha mereci-
música que ha escrito Philippe Rombi se dirige di- rresponde con las ca- centro musical reeditar do un fascinante documental en

29
rectamente al corazón. Rombi empezó como músi- pas de sonido que, a en el centenario del el que además de recorrer su ca-
co del director François Ozon, pero después de su manera de estratos, estreno. JORGE DE PERSIA rrera relata su trayectoria perso-
ruptura ha escrito partituras sinfónicas del calibre ensambla hasta conse- nal, desde su infancia hasta su
de Feliz Navidad y Bienvenidos al Norte como prue- guir maravillas minima- actual retiro del mundanal ruido
ba irrefutable de su inmenso talento. En Un hom- les donde conviven pasando por el shock que el éxito
me et son chien, considerada por buena parte de la abstracción y ritmo. y la fama le supusieron. Moore es
crítica como una de las mejores partituras del pasa- También melodía en el hoy una especie de chamán, bar-
do año, Rombi escribe un precioso tema principal vistoso Stick to my side budo y con una larga cabellera
lírico y sentimental, tocado al piano por el propio con la psicodélica voz que apenas puede apartar del
Rombi y después por la orquesta en pleno; el Thè- de Noah Lennox, aka rostro debido a los abultados ani-
me de Charles, un vals lento, elegante y decadente; Panda Bear de Animal llos que anquilosan sus dedos.
un tema de amor para los personajes de Charles et Collective. Otro colabo- Acomodado en la excentrici-
Jeanne tocado con flauta y piano; y otra melodía de rador es Tyler Pope The Underbelly dad, Moore no deja ningún cabo
amor diferente para Charles et Leila con piano y (!!!, LCD Soundsystem) Seven feet under suelto. Más que un documental,
orquesta. Una auténtica maravilla. JOAN PADROL cuyo esponjoso bajo es RECORDS KICKS / NUEVOS MEDIOS este es un manifiesto perfecta-
determinante en The Funk bailableFormado mente calculado, cada frase, cada
splendour. La prolifera- en el 2007, este quinte- párrafo, cada chapter del índice...
ción de sonidos acústi- to de funk instrumen- todo ha sido pensado, escrito e
el primer single de cos (steel drums, ma- tal procedente de Corn- interpretado como una clase ma-
1982 está la mítica Bar- rimbas, campanillas) y wall que desde enton- gistral para la posteridad. Su dis-
celona blues, himno el eco de Durutti Co- ces ha potenciado su curso excede el ámbito del cómic
alternativo de la ciu- lumn en I'm bann ayu- directo en festivales para abarcar el mundo de la co-
dad, una oda-diatriba a dan a definir al autor como el de Glaston- municación, en el que comprende
ritmo de desvencijado como conceptualista bury, debuta con su su obra como herramienta para
power-pop que les romántico. RAMON SÚRIO primer elepé en un que los lectores se desenvuelvan
enamorará a la prime- sello milanés. Y lo ha- en él con más armas y más infor-
ra (si es que no la han ce con un buen puña- mación. En este sentido, aparece
Brighton 64 berreado ya mil veces). do de composiciones más cercano a Leary o Chomsky
Barcelona Blues EP que a sus colegas de profesión.
Y en el segundo, Deja propias que se remon-
Deja ya de tocar a mi chica La edición especial (con subtí-
BIP-BIP RECORDS
de tocar a mi chica tan al funk original de
(1983), aparte del atro- hace unas décadas: tulos en castellano) contiene va-
Pop He aquí un pedazo pellado pop de la can- cuenta con potentes rios extras sobre el rodaje, banda
de historia pop de va- ción que lo titula, se secciones, de los vien- sonora o la creación de efectos
lor incalculable, por fin esconde otro himno: tos a la rítmica, ade- visuales con los que se adereza o
a su alcance tras años No volverán, una subli- más de tratar las guita- ilustra la obra y palabras de Moo-
de intercambiarse –en mación escupida en Albéniz rras con el característi- re. Un segundo disco incluye seis
Abans i després d'Iberia entrevistas con colaboradores,
edición original– por dos minutos –y con COLUMNA
co wah-wah. Hay pues
sumas dañinas: los dos sonido lata– de la emo- Granados funk bailable: del más como Dave Gibbons o Kevin O'Neill.
primeros singles del ción, furia y melanco- Song of the Stars latino Packin' up (po- Para quienes quieran dar un
grupo barcelonés lía adolescente (¿Se NAXOS dría haberlo firmado paso más, adentrándose en la
Brighton 64, pioneros puede sentir nostalgia Herbie Mann), al más magia negra audiovisual, se ha
de la rennaissance mod salvaje por el propio ClásicaAlbéniz y Grana- clásico de cortes como editado The Psychick Bible de
española, pioneros de pasado a los 17? Oh, dos tienen aún mucho Sheppards pie o I can't Genesis Breyer P-Orridge con DVD
la nueva ola nacional, y sí). De lo más puro y que decir. Y nuestros live without you, en el adjunto con los conjuros televisi-
pioneros de casi todo hermoso de los 80. intérpretes están en que participa Roxie vos de Psichic TV (Feral House,
lo bueno que pasó Sólo en vinilo. KIKO ello. El pianista Jordi Ray. Deliciosamente 2009) y, por fin, se ha editado
aquí, en este erial. En AMAT Camell acaba de dedi- groovy. RAFA MARTÍNEZ Decoder (Muscha, 1984), filme de
culto gótico-futurista.

Reciclaje
RECICLAJE
Miércoles, 17 marzo 2010
Cultura|s La Vanguardia
Una imagen del polémico programa ‘Destino Oslo’, con John Cobra de pie, en el centro
Punk catódico Dos comparecencias televisivas separadas por más de treinta
años, en 1976 y en el 2010, convierten a John Cobra y Johnny Rotten, dos
personajes separados por un abismo, en representantes del mismo arquetipo
Mira quién escupe
30
BRUNO GALINDO
He knew they would be on the
show, ooh ooh ooh
But I guess that he wasn't to know,
ooh ooh ooh
La cita es de Where's Bill Grundy
now? En su éxito de 1978, la banda
Television Personalities –oportu-
no nombre– se preguntaba qué ha-
bía sido de aquel presentador que
tuvo el desatino (glorioso, si se ve
la cosa desde un punto de vista
warholiano) de llevar al plató a los
también británicos Sex Pistols.
Torear leones hubiera sido me-
jor idea. Él sabía que venían a su
programa –dice la canción– pero
no lo que iba a ocurrir. Y lo que
ocurrió –Johnny Rotten y compa-
ñía hundieron la carrera de un
Grundy que midió mal las distan-
cias– fue la inauguración de la era
del punk catódico.
Hay pocos indicios de celebri-
dad duradera en la persona de Ma-
rio Vaquero, de nombre artístico
John Cobra, el hombre que estuvo
a un tris de representar a España
en Eurovisión 2010 por obra y gra-
cia de los votantes de una web de
aficionados al motor. Su fama no
llega al cuarto de hora de gloria; se
queda en unos diez minutos, inclui-
da la actuación musical en la gala
Destino Oslo de TVE del pasado 22
de febrero por la que será recorda-
do. Recordemos que Cobra –de
ideología ultraderechista, pasado
filonazi y expediente carcelario–
ejecuta allí su rap Carol y que par-
te del respetable le dedica un inten-
so abucheo. Está claro que la actua-
ción no es muy brillante; el público
invitado suele ser entusiasta por
defecto (y por el bocadillo); es muy
raro verlo ensañado. Herido en su
orgullo, Cobra se exalta, contesta:
“Me suda la polla, maricones”, y
acude de visita a sus genitales quin-
ce veces más antes de enfrentarse
a unos miembros del jurado –Pilar
Tabares, José María Íñigo– que
tampoco van a ser indulgentes con
él. “Tienes suerte, no sabes lo que
le cuesta a un artista que se oiga su
trabajo”, valora la ex jurado del pri-
mer Operación Triunfo. “Estás des-
acreditado para siempre como mú-
sico”, condena el veterano perio-
dista. Ane Igartiburu –“John, cari-
ño, tranquilo, ¿vale?”– tira de ta-
blas y consigue no perder la sonri-
sa durante su 23-F particular. Y el
aspirante desaloja el estudio no sin
antes chillotear que él es como es,
“y a quien no le guste, ¡que le den
por el culo!”.
Aquel 1 de diciembre de 1976
Bill Grundy comete un error funda-
mental: trata de ser él el punk. La
estrella de la BBC presenta a los
muchachos con un desconcertan-
te: “No están tan borrachos como
yo”. Luego pregunta por las
40.000 libras que se habían embol-
sado al firmar con EMI. “Jodida-
mente gastadas”, contesta el guita-
rra Steve Jones. El cantante John-
ny Rotten (Juanito Podrido) susu-
rra algo, y esta vez el anfitrión sí lo
oye. “¿Qué has dicho?”. “Una pala-
brota”. “Repítela”. “Mierda”. Grun-
dy desvía la conversación hacia los
amiguetes punkies que han venido
como ángeles de la guarda: trata de
hacerse el colega de una de ellas, la
futura Siouxsie. Jones reacciona
llamando al anfitrión “viejo ca-
brón” y “sucio bastardo”. Entonces
acaba el programa y empieza la le-
yenda.
Aquella historia de 1976 y esta
del 2010 tienen algunos puntos en
común (el encuentro de dos espe-
cies lejanas, la pulverización del
protocolo, la vergüenza ajena) y
Una imagen de la entrevista de Bill Grundy a los Sex Pistols en el programa ‘Today’
más que nada grandes diferencias
(el impacto generacional, la capaci-
dad de los británicos de haber cam-
biado la historia de la música). Les
une una circunstancia interesante:
los Sex Pistols surgieron como ne-
cesidad de destruir un sistema de-
primido; John Cobra se inspira, co-
mo artista, en las mismas reglas
del sistema contra el que va a estre-
llarse (“tú también puedes ser fa-
moso”). La banda británica esperó
25 años antes de organizar su gira
mundial del Lucro Indecente (que,
por cierto, tuvo en Madrid su úni-
ca cancelación por falta de públi-
co). John Cobra –desastroso cruce
entre un Eminem aficionado e
Ynestrillas– ha dejado claro desde
el minuto uno que con lo que gana-
ra en televisión se compraría un Fe-
rrari. Nunca sabremos si fue abu-
cheado por formular semejantes
ambiciones o simplemente por ma-
carra. Pero podemos pensar que
Johnny Rotten le defendería: el his-
triónico cantante suele preferir a
los personajes esperpénticos a los
estudiosos que buscan vínculos en-
tre él y Debord, Tzara o el Mayo
del 68 (léase Greil Marcus y su fa-
moso Rastros de carmín).
En fin: si no lleváramos diez
años de concursos y realities musi-
cales en los que se premian homo-
geneidad, simpatía y lágrimas en
vez de originalidad, personalidad y
riesgo, resolveríamos este asunto
opinando que la interpretación de
John Cobra fue una reverenda
mierda. De acuerdo con los argu-
mentos con los que los jurados nos
han enseñado a pensar a lo largo
de esta década de triunfos, famas y
academias, podríamos ser mucho
más benévolos: Carol sería un te-
ma simple pero pegadizo y su intér-
prete sólo necesitaría un poco más
de confianza y mejorar algún paso
de baile. Perdón por el cinismo, pe-
ro así nace o se hace el voto freaky.
A todo esto, ¿qué fue de Bill
Grundy? Today fue suspendido y
él pasó a presentar un programa
de libros que no duró un año, lue-
go lo reintentó en un matinal que
logró poca audiencia, y luego pasó
a la televisión regional, donde fue
haciéndose invisible. Murió en
1993, de un ataque cardiaco, a los
69 años. ¿Y qué fue de los Pistols?
En el 2006 fueron invitados a in-
gresar en el muy institucional
Rock'n' Roll Hall of Fame.
En una correcta gestión de su le-
yenda, Johnny Rotten y compañía
mandaron una nota: “Pasamos de
ir. No somos vuestros monos. Sois
una mancha de pis”. |
 Los libros más vendidos

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Ficción castellano Ficción catalán

1 El asedio
Arturo Pérez-Reverte, Alfaguara. Un N/–
asesino en serie siembra el terror en el
Cádiz de la Guerra de la Independencia
2 Venganza en Sevilla
Matilde Asensi, Planeta. Sevilla,
1607. Catalina Solís llevará a cabo su
múltiple venganza, tal como prometió
1 Se sabrà tot 1/3
Xavier Bosch, Proa. Un periodista se ve
atrapado en una maraña de intereses
internos que complican su trabajo
1/4 2 Els convidats 2/3
Emili Teixidor, Columna. Las
repercusiones de la Guerra Civil en
la cotidianidad de un pueblo catalán

Miércoles, 17 marzo 2010

3 Sangre derramada
Asa Larsson, Seix Barral. La abogada
Rebecka M. tendrá que resolver un
crimen en el Círculo Polar
4 El tiempo entre costuras
María Dueñas, Temas de Hoy. Una joven
modista se abre camino en el Marruecos
español, lleno de espías y rufianes
5 Fin
David Monteagudo, Acantilado. Un grupo
de amigos con un turbio pasado en común
4/6 3 Maletes perdudes 6/2
Jordi Puntí, Empúries. Christof,
Christophe, Christopher y Cristòfol son
cuatro hermanos en busca de su padre
9/3 4 Bulevard dels Francesos 4/4
Ferrant Torrent, Columna. Una trama
política y de acción en Valencia que
arranca de la huelga de mineros de 1962
–/14 5 La humiliació 8/2
Philip Roth, La Magrana. La decadencia
del famoso actor Simon Axler. Su arte se

Cultura|s La Vanguardia
se reúne en un refugio de montaña ha esfumado, su público lo ha abandonado
6 El hipnotista N/– 6 Olor de colònia 7/51
Lars Kepler, Planeta. Un médico Sílvia Alcàntara, Edicions de 1984.
hipnotizador es el encargado de investigar La convivencia y las relaciones en una
una masacre familiar en Estocolmo colonia textil de los años cincuenta
7 Una heredera de Barcelona 6/2 7 L'Illa N/–
Sergio Vila-Sanjuán, Destino. La Giani Stuparich, Minúscula.
convulsa y excitante Barcelona de los años Un viaje al Adriático para afrontar el
20 a partir de hechos y personajes reales desenlace de una historia familiar
8 El Tercer Reich 7/4 8 El vigilant en el camp de sègol N/–
Roberto Bolaño, Anagrama. Recuperación J.D. Salinger, Empúries. Vuelve el clásico

de una obra inédita del escritor chileno
ambientada en la Costa Brava
9 Perdona pero quiero casarme contigo
Federico Moccia, Planeta. Segunda
parte de ‘Perdona si te llamo amor’:
Alex y Niki continúan su historia
10 Lo que esconde tu nombre
Clara Sánchez, Destino. Thriller
psicológico que denuncia los ex nazis
camuflados en España durante decenios
31
norteamericano, en el que H. Caulfield
madura en un Nueva York inhóspito
3/5 9 Sang vessada 5/6
Asa Larsson, Columna. La abogada
Rebecka M. tendrá que resolver un
crimen atroz en el Círculo Polar
5/4 10 Perdona però vull casar-me amb tu 3/5
Federico Moccia, Columna. Segunda
parte de ‘Perdona si et dic amor’:
Alex y Niki continúan su historia

No ficción castellano No ficción catalán

1 La hora de los sensatos
Leopoldo Abadía, Espasa Calpe.
Las mejores soluciones para salir de
la crisis en clave optimista y positiva
2 Superar la adversidad
Luis Rojas Marcos, Espasa Calpe.
La importancia de la resiliencia para
sobrevivir en época de dificultades
3 El secreto
Rhonda Byrne, Ediciones Urano.
Claves para alcanzar la salud,
la fortuna y la felicidad
Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
1/6 1 Els plats trencats 1/4
Francesc Sanuy, La Magrana. Directo,
el autor denuncia las malas prácticas y
señala los culpables de la actual crisis
3/4 2 Què pensa Josep M. Ballarín? 2/4
Mònica Fulquet, Dèria. Con prólogos
de Jordi Pujol, Pasqual Maragall i Joan
Laporta, biografía del carismático religioso
2/135 3 Esplendor i glòria de la Internacional... N/–
Quim Monzó, Quaderns Crema.
Compilación de artículos que escribió
antes y después de la guerra de Iraq

4 El Maquiavelo de León N/– 4 Córrer per ser feliç N/–

José García Abad, La Esfera de los Libros. Arcadi Alibés, Ara Llibres. El periodista
Portada: Detalle de una fotografía de un concierto de Metallica, de Jeff Kravitz/Filmmagic (En directo, página 25)

El autor pretende revelar lo que esconde explica la épica y la filosofía del corredor,
la enigmática sonrisa de Zapatero un manual práctico para salir a correr
5 El poder del ahora 4/19 5 Monzó. Com triomfar a la vida 7/10
Eckhart Tolle, Gaia Ediciones. Guía Julià Guillamon, Galaxia Gutenberg.
completa de meditación y realización para El escritor Quim Monzó se deja
alcanzar la iluminación espiritual radiografiar por amigos y conocidos
6 Inocencia radical 8/4 6 Factor humà 3/18
Elsa Punset, Aguilar. Forma práctica de John Carlin, La Campana. Mandela
transformar el miedo y las obligaciones consiguió, con el Mundial de rugby
en una celebración diaria de la vida de 1995, unir a blancos y negros
7 Catarsis. Sobre el poder curativo... N/– 7 Barça, el millor any de la nostra vida 4/8
Andrzej Szczeklik, Acantilado. El arte Jordi Finestres, Angle Editorial. El
de la medicina, la capacidad de reconocer, testimonio de la mejor temporada
pronosticar y tratar las enfermedades coronada por el FC Barcelona
8 Memorias de un preso –/17 8 No tindràs collons de fer-ho... 8/7
Mario Conde, Martínez Roca. Conde Jordi Pons, Editorial Base. Pep
habla de los casos que lo llevaron al centro Guardiola visto a través de las personas
de Alcalá-Meco y sus experiencias en él que han sido importantes en su vida
9 Egos revueltos. Una memoria personal... N/– 9 La ciutat del Born 9/5
Juan Cruz Ruiz, Tusquets. El autor indaga Albert Garcia Espuche, Ajuntament
en la cara más oculta de los creadores, en de Barcelona. Ensayo urbanístico e
sus inquietudes, ambiciones o angustias histórico sobre el mercado del Born
10 Factor humano –/4 10 El secret –/96
John Carlin, Seix Barral. Mandela Rhonda Byrne, Entramat.
consiguió, con el Mundial de Rugby de Claves para alcanzar la salud,
1995, unir a blancos y negros la fortuna y la felicidad