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AUTORES:
RESUMEN:
El artículo presenta los principales hallazgos de un estudio realizado en el año 2001,
por la Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de la República de Uruguay, con
el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones. Dicho estudio se
orientó a la población migrante procedente de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Se repasan los resultados obtenidos respecto al volumen de migrantes, las formas de
organización que estas comunidades han desarrollado, las relaciones que establecen
con los uruguayos, los motivos de migración y las formas de incersión laboral. El
documento se organiza en apartados, donde se expone la información obtenida para
cada comunidad de migrantes. En las conclusiones se presenta un panorama general
de la migración proveniente de la zona andina.
INTRODUCCIÓN
Este documento es un resúmen del estudio realizado durante el año 2001, sobre la población
(SEDHU), contando con el apoyo financiero de la Organización Internacional para las Migraciones.
constituye una de las líneas de trabajo de esta Organización no Gubernamental. Entre 1999 y
noviembre de 2001, SEDHU atendió 565 consultas de inmigrantes, de las cuales el 92%
correspondía a personas nacidas en alguno de los países incluidos en este estudio. Se manifestaba
comunidades, en función de una espectro diverso de variables. Esta decisión implicó asumir que la
información obtenida tuviera un carácter general, que en muchos casos merecía ser profundizada. La
intención fue la de aportar a futuras investigaciones una descripción básica de la situación de estas
comunidades en Montevideo.
2
El informe original se ordenó en cinco secciones, correspondientes a cada uno de los países
económicos básicos sobre el país de origen y se analizaron las migraciones recientes de esas
relaciones con sus connacionales, relaciones con los uruguayos y expectativas de radicación).
En 1996 fueron censados en Uruguay 376 bolivianos1. Si bien la cifra resulta menor a la
constatada en otros países americanos, en términos relativos –esto es, considerando el número total
de habitantes del Uruguay- es similar a la emigración hacia Brasil y Venezuela. De las cinco
comunidades de inmigrantes estudiadas, la boliviana fue la única que mostró una disminución en los
últimos años. Si bien se disponía de información cuantitativa parcial, el análisis de todas las fuentes
Identificación Civil, relativa al número de tramites realizados por bolivianos para obtener cédula de
1
Censo de Población, Hogares y Viviendas. Instituto Nacional de Estadística.
3
identidad uruguaya2, mostró la misma tendencia decreciente. En total realizaron dicho trámite, desde
1997 a la fecha, 230 ciudadanos bolivianos. El saldo de entradas y salidas de bolivianos al Uruguay
era de 343 personas entre 1998 y 2000. El Cónsul de Bolivia en Uruguay estimó que en aquel
momento estaban radicados en nuestro país unos 150 bolivianos, a los cuales debía sumarse un
En relación a los lugares de procedencia y formas de llegada a Uruguay, puede decirse que
los bolivianos llegaban mayoritariamente desde Buenos Aires, donde existía una comunidad muy
turistas o para trabajar zafralmente, regresando luego a Buenos Aires. En menor medida ello se
constataba con los bolivianos radicados en Brasil, dado que San Pablo y Río de Janeiro, son
por su cercanía con aquella ciudad, recibía bolivianos en forma transitoria. Casi la mitad de los
bolivianos registrados en el Consulado de aquél país, era nacido en Cochabamba. Coincidía con el
país por requerimientos de su actividad. En el resto de los casos se trataba de una típica migración
económica. Los bolivianos que llegaban desde Buenos Aires, lo hacían con la intención de obtener
El Cónsul de Bolivia definió al boliviano típico en Montevideo como hombre, joven (entre
19 y 25 años) y con instrucción media (estudios secundarios). Respecto a las ocupaciones de esta
2
Documento Nacional de Identificación.
3
Cfr. Alejandro Grimson. Revista Estudios Migratorios Latinoamericanos, Buenos Aires, 1996.
4
población, pude decirse que integrantes de la Inspección General del Trabajo 4 habían constatado la
presencia de bolivianos casi exclusivamente en el sector de la construcción. Desde esta oficina del
construcción era el principal sector de ocupación de sus connacionales en Uruguay. Respecto a las
mujeres señaló el servicio doméstico. Nuevamente estas dos actividades coincidían con las
transcurso del estudio fue la Asociación de Damas Bolivianas. Grupo conformado por esposas de
empresarios y comerciantes bolivianos radicados durante años en nuestro país, que no accedieron a
número de bolivianos residiendo en forma permanente en el Uruguay podría explicar este hecho.
escasa información obtenida respecto a esta comunidad, indicaba que los bolivianos que llegaban al
incremento de la radicación en Uruguay, debido a los problemas que enfrentaba el vecino país.
4
Oficina del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay, responsable del control del cumplimiento de la
legislación laboral.
5
Alejandro Grimson. Ob. Cit. pág. 397.
5
LA INMIGRACIÓN COLOMBIANA EN EL URUGUAY
país, al momento del estudio. No obstante, se sabía que existía otra porción de población que no se
contactaba con el Consulado pero residía en nuestro país. Los diplomáticos entrevistados estimaron
Colombianas indicaron que en 1997 los colombianos residentes en Uruguay no eran más de 100,
Entre 1997 y 2001 tramitaron Cédula de Identidad uruguaya 283 colombianos. Entre 1997 y
2000 la Dirección Nacional de Migración concedió 96 residencias a personas de aquél país. El saldo
de entradas y salidas del territorio nacional fue de 540 colombianos entre 1998 y 2000. Mas de la
La opción por Uruguay derivaba principalmente de una relación afectiva con nuestro país y
destacó además que: “(Uruguay) es un país donde se vive tranquilo, país donde hay mejor
distribución del ingreso, país latinoamericano con menor pobreza... por lo tanto se está optando por
venir acá”.
En general, los que no se vinculaban al Consulado viajaban por tierra. Venían recorriendo
otros países y así es llegaban a Uruguay. El resto de la colonia llegó por aire, directamente a
Uruguay y en muchos casos venía porque se habían casado con empresarios uruguayos. De no ser
así, venía el hombre solo para analizar las posibilidades de establecer un vínculo laboral y afincarse
con su familia. Sólo en caso de que las posibilidades fueran ciertas traía a su familia, de lo contrario
no se quedaba en Uruguay.
particular. La principal motivación señalada por los entrevistados refierió a la necesidad de muchos
6
colombianos de alejarse de la situación de violencia que se vivía en su país; muchos de ellos eran
Al igual que en otras comunidades, los entrevistados identificaron dos oleadas de migración:
un primer contingente de profesionales y empresarios, un segundo grupo, más reciente, con menores
calificaciones y situación económica más precaria. Como señalaba una integrante de la Asociación
de Damas Colombianas “...son personas que a veces tienen algunos cursos técnicos, pero no son
profesionales. Algunas veces no tienen ningún curso técnico. También hay mucha gente desplazada
por dinero”.
La información del Consulado mostró una leve prevalencia de las mujeres (56%) en el total
participación similar de hombres y mujeres. Como es común en los procesos migratorios recientes,
autoridades del Consulado, el colombiano es “de hacer negocios”. Los 500 más estables en Uruguay
se dedicaban a alguna actividad profesional o comercial concreta. Sin embargo la otra porción de
colombianos con los que el Consulado no tenía contacto, fueron definidos como más aventureros.
Como ejemplo de este perfil destacaron a aquellos que se dedicaban a tirar las cartas. Recurrían a
ese tipo de generación de ingresos por carecr de calificación para otro tipo de trabajo. Señaló una
entrevistada que: “en un momento vino un grupo de colombianas que se afincaron en la zona de
Maldonado 6, que se dedicaban a tirar las cartas, numerología... incluso tenían un 0900 (...) esto fue
el año pasado”.
coincidieron en establecer que estaban dispersos en la ciudad. Los lugares más frecuentes de
6
Departamento turístico del Uruguay, donde se ubica el principal balneario del pais (Punta del Este).
7
residencia estaban asociados a la zona costera de la capital del país, donde se ubica la población con
mayor nivel socio económico. Con la última oleada migratoria, la población se dispersó hacia otros
barrios. Otra entrevistada indicó que “cuando llegué acá la mayoría vivía en Carrasco, toda la zona
de la playa... mucha gente en Pocitos. Ahora con esta nueva migración ha sido un poco más
disperso... también hay gente en el Prado, en La Paz que antes no se daba (...) en la Ciudad de la
residiendo en pensiones. En los casos en que esto se daba, a juicio de los informantes, se debía a una
A través de las entrevistas realizadas pudo percibirse el importante rol que jugaba el
Consulado, no sólo en la difusión del país y su cultura sino también en la dimensión social,
permanente de los colombianos en Uruguay. Dentro de los eventos culturales de 2001, puede
esta investigación. También estaba prevista la realización de una oración por la paz en Colombia y
el mundo.
orientadas a actividades recreativas. Este tipo de acciones contrastaba con las actividades típicas de
Macondo. La primera estaba integrada en general por profesionales o ejecutivas, en algunos casos
casadas con uruguayos y radicadas en nuestro país. Cumplían una importante labor social no sólo
apoyando a la colonia colombiana sino contribuyendo con escuelas, como forma de propiciar la
8
integración entre uruguayos y colombianos. Su estructura organizativa incluía una Junta Directiva
que elaboraba el programa de trabajo para el período. En el 2001 se orientó a tres áreas: cultural,
El Grupo de Danzas Macondo se había constituído 6 años antes de este estudio. Sin embargo,
recién desde hacía 4 que funcionaba con regularidad. En aquel momento realizaban ensayos una vez
por semana y se organizaban para presentarse en diferentes eventos. Algunas de estas presentaciones
eran para entidades uruguayas mientras que otras se realizaban en encuentros de colombianos
compuesto por aproximadamente 16 personas siendo las mujeres colombianas, y los hombres todos
Una de las entrevistadas manifestó su dificultad inicial para insertarse en el mercado laboral.
respondió: “Creo que son dos cosas. No es ser colombiana, es ser extranjera. Y por otro lado el
hecho de ser mujer”. Más allá de los primeros impactos por la cultura diferente, los modismos, etc.
la entrevistada destacó con asombro la diferencia que existía entre Colombia y Uruguay, respecto a
la posición del extranjero. Según sus declaraciones, en Colombia el extranjero era muy bien visto en
el ámbito laboral mientras que en Uruguay era percibido como un competidor no deseado.
intenciones de radicación de sus connacionales llegados en ese último período al Uruguay. Mientras
las autoridades del Consulado estimaban que muchos migrantes recientes no tenían expectativas de
9
LA INMIGRACIÓN ECUATORIANA EN EL URUGUAY
grandes grupos. Por un lado profesionales y comerciantes, con mayor tiempo de establecidos aquí,
por otro los otavaleños, grupo indígena del norte de Ecuador. Según el Consulado de Ecuador los
primeros no superaban las 150 personas mientras que integrantes de la Asociación de Ecuatorianos
Uruguay. Se trataba además de una población en su mayoría itinerante, que residía en nuestro país
problema legal que éstos tuvieron en nuestro país, pero no constituía un registro exhaustivo debido
que a se trató de una inscripción voluntaria. En el año 2000 un grupo de profesionales realizó un
diagnóstico de la situación socio económica de los habitantes del barrio Cordón Norte. Detectaron
alrededor de 50 familias de otavaleños en la zona. Por su parte, la Inspección General del Trabajo
ecuatorianos entre 1998 y 2000. Este reducido saldo se explica por la presencia de ecuatorianos que
llegaron para radicarse en el país antes del período de referencia y porque, como se dijo, los
otavaleños entraban y salían del país durante el año. La Dirección Nacional de Migraciones solo
10
El Consulado expresó que los ecuatorianos comenzaron a llegar en mayor volumen a
Uruguay, desde hacía aproximadamente 8 años. Los primeros ecuatorianos (dos mujeres) que se
afincaron en nuestro país lo hicieron en 1949 y hasta el momento de este estudio, seguían siendo un
por razones de trabajo o de estudios y luego se afincaron formando una familia. En el caso de los
otavaleños, los entrevistados afirmaron que salían de Ecuador con el propósito de comercializar
vestimentas típicas de la región de Otavalo, lugar de donde procedían. Generalmente llegaban vía
Bolivia y Argentina, sin detenerse en ninguno de esos países de tránsito, demostrando clara
Según autoridades del Consulado, los otavaleños comenzaban a llegar a fines de marzo,
primavera, con algunos retornos en el verano para trabajar en los balnearios. Por su parte,
respondían más a una necesidad de traer mercadería y renovar al grupo de vendedores, que a
factores de temporada.
La modalidad era la de viajar uno o más adultos con sus hijos, trayendo además a otros niños
facilitación turística entre Ecuador y Uruguay, permitía su permanecia durante 90 días (renovables),
El principal motivo de migración entre los otavaleños era de naturaleza económica pero con
la particularidad de que no llegaban a buscar empleo sino que ya lo tenían antes de llegar. Por
11
decirlo de alguna forma llegaban contratados por otros otavaleños que importaban aquellos
productos al Uruguay.
instrucción: nivel primario completo y en algunos casos nivel secundario. Su permanente tránsito
por distintos países del mundo les permitía interactuar con diversas culturas y manejar fluidamente
varios idiomas.
Según manifestaron los entrevistados, es tradición de esta comunidad que todos los
integrantes de la familia trabajen en la confección y venta de prendas, inclusive los niños. Más aún,
algunos adultos ofrecen a los padres de otros niños, llevarlos a un país específico para que trabajen.
La elección de las zonas para vender sus prendas demostraba el manejo de estrategias de
comercialización. Elegían las zonas con mayor demanda de productos artesanales y ofrecían formas
sobre entradas y salidas de personas, especialmente de menores, por lo que nunca detectaron
barrios Cordón Norte y Aguada, ubicados en el centro de la capital. Dada su alta movilidad,
ambiental.
12
Originalmente existía la Asociación de Damas Ecuatorianas en Uruguay. Sin embargo
aproximadamente 4 años antes del estudio hicieron surgir una asociación más inclusiva, la
Se observó un vínculo muy fluido entre esta Asociación y el Consulado así como con casi
Se marcaban la meta de realizar varias actividades recreativas y culturales al año y cumplían una
En el caso de los otavaleños, se constató una fuerte relación entre las familias. Además de la
específicos de Montevideo. Por otra parte, se registraron vínculos concretos entre la Asociación y
los otavaleños. En efecto, en algunas de las actividades organizadas por aquella, se presentó un
grupo de músicos otavaleños, que luego recibió ofertas de presentación en otros ámbitos.
Los otavaleños aparecían como una comunidad cerrada no solo hacia los uruguayos sino
hacia los otros ecuatorianos. Esta actitud no se presentó por problemas de relacionamiento en
nuestro país sino debido a de patrones culturales propios. Las relaciones con los uruguayos en 2001,
General del Trabajo manifestaron que una vez hechas públicas aquellas denuncias, comenzaron a
recibir llamadas de vecinos de las zonas donde los otavaleños vendían sus mercaderías, denunciando
su presencia. Estos vendedores, que en la investigación judicial eran las víctimas de explotación,
El Presidente del Instituto Nacional del Menor, Julio Cesar Saettone, declaró en un medio de
prensa nacional: “Hay ecuatorianos que están trabajando acá que no tienen ningún trato inhumano.
13
Los trajeron, le están pagando un sueldo, están bien, en condiciones y aún son mayores de edad
Si bien todo indica que los otavaleños no se radican en los países donde comercializan sus
Ecuador se informó sobre una incipiente producción de vestimenta, directamente en nuestro país.
“Aunque es una población chica –comentaba una entrevistada, refiriéndose a nuestro país – gusta
mucho del arte y los trabajos manuales”. Los otavaleños encontraron un mercado interesante en el
Uruguay.
inmigrantes más importante en términos cuantitativos, de las cinco estudiadas en esta investigación.
La migración de peruanos al Uruguay aumentó notoriamente en los años posteriores al último censo.
Tanto las autoridades del Consulado de Perú como los entrevistados integrantes de la comunidad
peruana, coincidieron en que, en el momento del estudio, residían alrededor de 2500 personas de esa
presumiblemente motivada por las dificultades económicas y políticas que atravesó aquél país en la
década de los 90. En una entrevista concedida al periódico El Observador a comienzos de 2001,
fuentes del Consulado afirmaron que: “hasta hace un año arribaban unos 10 peruanos
Los datos secundarios obtenidos en oficinas del Estado y en el propio Consulado del Perú,
confirmaron ese crecimiento. La diferencia entre ingresos y egresos de peruanos desde mayo de
7
Radio El Espectador. 16 de mayo de 2001. http://www.espectador.com.
14
1998 a diciembre de 2000 arroja un saldo positivo de 1665 personas. Entre 1997 y 2001 tramitaron
cédula de identidad uruguaya 962 peruanos; 299 correspondieron a 2001. Por su parte el Consulado
de Perú registró, desde 1997 a octubre de 2001, 1894 peruanos llegados a Uruguay. De acuerdo a
esta información puede sostenerse que la cifra de 2500 peruanos ingresados en el último período,
constituye un piso más bien conservador. Probablemente el número real fuera algo superior si
identidad uruguaya.
solo un 10% provenía del centro o sur del Perú. La mayoría llegó al Uruguay procedente
directamente del Perú pero existía un número importante de peruanos que se habían trasladado
El hecho de que la casi totalidad de los migrantes peruanos más recientes proviniera de una
misma zona, se explica por la particular modalidad que asumió la migración en esta comunidad. No
puede hablarse de un fenómeno puramente colectivo (como en el caso de los otavaleños) pero
ciertamente operaron mecanismos más complejos que la simple iniciativa individual. Concretamente
Esa modalidad fue puesta en evidencia en el estudio del Lic. Jorge Letcher ya citado.
Interrogadas las empleadas domésticas peruanas, sobre la información que tenían del Uruguay antes
de llegar manifestaban: “Tenía información, conocimiento de amigas que estuvieron y nos dijeron
muchas cosas. Nos entusiasmaron, porque es un trabajo que se gana más dinero que en el Perú”.
8
El Observador. Suplemento Cosas de la Vida. 14 de Mayo de 2001.
15
“Vinimos a trabajar a Montevideo, vinimos directamente de nuestra tierra para acá. Sabíamos por
En algunos casos las domésticas con empleo en Uruguay recibieron una oferta de otros
patrones (conocidos de los suyos). Así se contactaban directamente con algún familiar para que
viniese a ocupar el nuevo puesto. Por otra parte, el hecho de provenir de Lambayeque se relaciona
con el tipo de actividad que desarrollan. La Cónsul del Perú en Uruguay señaló en ese sentido, que
aún en su país se prefieren a las oriundas de esta Provincia para las actividades domésticas, “pues
son famosas por desempeñar esa tarea”. En el caso de los hombres, mayoritariamente vinculados a
la pesca, se constató una situación similar aunque no tan marcada como en el caso de las mujeres.
Los marineros peruanos entrevistados indicaron que llegaron por referencias de familiares o amigos
A comienzos de los 90 los pocos peruanos que llegaban a la pesca, lo hacían a través de
Agencias que los contrataban en otros países, para embarcarse aquí. Posteriromente esa modalidad
el caso de las domésticas peruanas un primer contingente llegó por este medio. Una mujer peruana
conseguía puestos de trabajo en esa actividad y traía a mujeres, cobrándoles por el transporte y la
obtención del empleo, la suma de U$S 500. En algunos casos este empleo no se concretaba por lo
que las mujeres se encontraban frente a la difícil situación de sobrevivir en un país desconocido,
generalmente con muy poco dinero. Esta situación fue presentada en la prensa nacional como la
9
En el transcurso de la investigación recogimos varios testimonios de pescadores peruanos, que llegaron al Puerto de
Montevideo en barcos remolcados por roturas. Por ejemplo, en el caso de barcos pesqueros que operan en aguas
territoriales de las Islas Malvinas, ante un problema del barco se trasladan al Puerto de Montevideo.
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determinar la configuración de delitos, quedó claro que aquella actividad no presentaba las
Tanto en el caso de las domésticas como de los pescadores puede hablarse una migración
La población peruana más recientemente afincada en Uruguay era de edades medias: de los
casi 1900 peruanos registrados en el Consulado de su país en los últimos años, el 73% tenía entre 25
y 40 años. Esta prevalencia de los adultos jóvenes se confirmó al considerar las edades de los
peruanos que tramitaron cédula de identidad uruguaya en esos últimos años: 36% tenía entre 16 y 29
años y otro 42% tenía entre 30 y 45 años. Respecto a la distribución por sexo, se constató un número
Las características sociales y culturales de la población migrante fue descrita por los
informantes en estos términos: “Del Perú aquí vas a encontrar muchas norteñas que son más
preparadas; no vas a encontrar muchos que sean de la sierra. Esos son los que vas a ver en el
ómnibus o en la Peatonal Sarandí haciendo música. Pero en general los que vienen aquí son del
norte (de la costa), gente preparada”. En el mismo sentido, autoridades del Consulado del Perú
manifestó que la gente del norte era más “alegre y trabajadora” mientras que el resto es más parco
Como se ha adelantó, la mayor parte de los migrantes peruanos trabajaba (o buscaba trabajo)
tanto por el volumen de personas vinculadas a esta ocupación (33.5 % del total de peruanos
registrados en el Consulado) como por lo reciente de su llegada al país. Las distintas fuentes
consultadas estimaron que en aquel momento existían 1400 mujeres peruanas trabajando o buscando
trabajo como empleadas domésticas. En casi todos los casos desarrollaban esa actividad bajo la
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modalidad de servicio doméstico con cama. La gran mayoría trabajaba en la zona de Carrasco,
“Las domésticas –comentaba una entrevistada– se pusieron de moda con las señoras de
Carrasco, eso de decir ‘yo tengo una doméstica peruana’. Y por qué? Porque se levanta a las 7 de la
mañana y se acuesta a las 12 de la noche. La doméstica peruana te hace de todo. No es que ‘yo solo
U$S500. Con el aumento de la oferta estos salarios se redujeron sensiblemente, llegando en muchos
casos a U$S300 mensuales10. Por regla general las mujeres peruanas llegaban con la intención de
enviar todo ese dinero a su familia en Perú. La situación típica era la de mujeres con maridos
desocupados e hijos en edad escolar. El dinero que obtenían en Uruguay lo enviaban para costear los
Las condiciones de trabajo de estas mujeres solían ser sumamente precarias: jornadas de 16 o
más horas, polivalencia, tareas que exigían alto esfuerzo físico y psicológico. Testimonios muy
positivos sobre el trato y la consideración hacia sus personas, contrastaban con otros en los cuales se
relataban verdaderas situaciones de violencia psicológica. Para las autoridades era difícil la
fiscalización de las condiciones de trabajo de estas mujeres pues implicaba inspeccionar viviendas
particulares.
Los trabajadores de la pesca presentaban un mayor nivel de desempleo que las domésticas.
En los últimos años se había resentido notoriamente el sector lo que aumentó el número de peruanos
que ofrecían su trabajo como marinos de pesca. En 2001 lograron embarcarse solo 170 peruanos en
el Puerto de Montevideo. Este desfasaje entre oferta y demanda afectó las remuneraciones. Según
10
En el momento del estudio, un dólar se cotizaba en el entorno de los diez pesos uruguayos. Se trataba de un dólar
barato, y esta cotización respondía a la política cambiaria del país en aquel entonces. Tras la crisis financiera del año
2002 el dólar llegó a cotizarse en el entorno de los treinta pesos uruguayos.
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los propios pescadores entrevistados, a principios de los 90 se podían ganar U$S 1000 en esa
actividad, ya en 2001 algunos peruanos llegaban a embarcarse por U$S 300. Como se expondrá más
adelante esta situación generó conflictos con los pescadores uruguayos e incluso con los peruanos
más antiguos.
trabajaban como cuida coches. La búsqueda de una oportunidad para embarcarse llevó a muchos
peruanos a pasar días enteros en la escollera ofreciendo su trabajo a los barcos que estuvieran por
partir. La Prefectura Nacional Naval informó del frecuente arresto de peruanos en esa situación11,
inclusive se llegó al caso de arrestos de peruanos que dormían en buques abandonados en el Puerto.
Las condiciones de trabajo resultaban también en este caso muy precarias. A la alta carga
física propia de la actividad en un buque de pesca se sumaba el hecho que los peruanos pasaron a ser
considerados marineros de segunda categoría. Se les pagaba menos y se les encomendaban las
tareas más duras. En ese sentido los abogados del Área de Negociación Colectiva de la Pesca
(Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) informaron que recibían periódicamente a peruanos con
Se constató que las domésticas peruanas residían en las viviendas de sus patrones y en sus
días libres, muchas de ellas alquilaban piezas en pensiones de la Ciudad Vieja. Por su parte los
hombres, cuando estaban en tierra, vivían en pensiones y viviendas ocupadas de la Ciudad Vieja. De
modo que la Ciudad Vieja (casco histórico de Montevideo) se convirtió en la zona de la comunidad
peruana. A lo largo del estudio se detectaron al menos nueve pensiones, casas u hoteles alojando
11
Desde hace algunos años no está permitido circular libremente dentro del Puerto de Montevideo, por razones de
seguridad (movimiento de buques, grúas y containers).
19
hacinamiento). Respecto a las casas, se trataba de viviendas abandonadas, ocupadas por uruguayos
dificultades para integrar a sus compatriotas en organizaciones sociales. Destacó como principales
causas de esa dificultad las características sociales de sus connacionales (personas de muy bajos
recursos y poca experiencia asociativa) así como el hecho de que “...los peruanos son de paso, de
tránsito... ellos no ven esto (una Asociación) como una necesidad; porque si ellos vivieran
Esta situación, que se verificó en el caso de los peruanos vinculados a la pesca, no se observó
entre las mujeres; por el contrario las domésticas peruanas mantenían vínculos muy fuertes entre sí.
Se reunían en locales de la Iglesia Católica, destinando prácticamente todo su tiempo libre a estas
instancias de encuentro con sus connacionales. En esos lugares acostumbraban cocinar comida
típica, realizar tejidos y organizar actividades recreativas. Asimismo se preocupaban por recibir a
desarrollo de esos grupos, jugaron un papel clave los sacerdotes a cargo de dichos locales religiosos.
Además de estos lugares de reunión, se relevaron comercios (bares, locales nocturnos) que
trabajaban casi exclusivamente con peruanos. En esos sitios muchos peruanos se reunían en forma
periódica, por lo que en general mantenían un fluido relacionamiento con sus connacionales. Esas
relaciones no llegaban a constituir formas asociativas demasiado estructuradas, pero servían para
relacionada por el tipo de actividad laboral. Las domésticas mantenían una relación permanente con
las familias para las cuales trabajaban. Demasiado tiempo con muy pocos uruguayos y en una
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librada, como se señaló anteriormente, al tipo de empleador para el cual trabajaban. Una informante,
insistió en señalar que: “hay patrones muy buenos, pero otras (domésticas) sufren mucho”.
Aunque su vida social era mayor, se constató su preferencia por relacionarse con sus connacionales.
No se observó, como entre los colombianos, un interés por integrarse a los ritmos y hábitos sociales
de los uruguayos. Los peruanos asumían ser diferentes a los uruguayos y reafirmaban esa diferencia
en sus prácticas sociales. “...los peruanos –comentó un entrevistado- y la cultura uruguaya son
diferentes. Al peruano le gusta la música fuerte, es más bullanguero, más desprolijo. Por ejemplo
cuando está mareado camina por la calle mareado... la mujer mareada, dá un espectáculo que
lógicamente... conlleva que no sea bien visto el peruano”. Este tipo de declaraciones no debe
entenderse como una crítica a las costumbres de los peruanos, sino mas bien como una reafirmación
La actividad laboral de estos inmigrantes los enfrentó a conflictos con los uruguayos que
desempeñaban esas mismas tareas. El caso más notorio fue el del Sindicato de la Pesca (SUNTMA),
demandas salariales. Uno de los entrevistados indicaba en este sentido: “El uruguayo tiene sus
resistencias frente a los inmigrantes peruanos, los mira con cierto rechazo. Pero hay razones que
justifican esto... en un país donde el trabajo es bien escaso, los mismos se ven avasallados por otra
mano de obra (el caso de las domésticas sin salida), a veces trabajando en negro y lógicamente eso
les causa rechazo. Y en el caso de la pesca igual. Yo tuve una reunión con dirigentes sindicales de la
pesca y me hacían esta observación: no es que haya un rechazo contra los peruanos, si por la actitud
que están tomando frente al trabajo en la pesca. Que están desvirtuando lo que es un trabajo y se
someten a lo que son las agencias (que son traficantes de trabajo) porque a los peruanos les pagan
menos.”
21
Conflictos de menor entidad se detectaron con las empleadas domésticas uruguayas (en este
caso en forma no organizada) e incluso con los cuidacoches de la Ciudad Vieja que, según recoró
una entrevistada, llegaron a realizar pintadas en aquella zona, reclamando el no desempeño de esa
Como se ha dicho la gran mayoría de los migrantes peruanos recientes no tenían expectativas
de radicación. Las domésticas, especialmente las que dejaron su familia en el Perú, esperaban
trabajar dos o tres años en Uruguay, para luego volver a su país. En la pesca la situación era similar
respecto a las intenciones pero de hecho muchos peruanos que encontraban dificultades para
embarcarse, permanecían en Uruguay e intentaban obtener otro tipo de empleo. Dado lo reciente de
CONCLUSIONES
Los peruanos aparecieron cuantitativamente como el caso más importante, sin dejar de destacar la
personas, constituyen una novedad para lo que ha sido tradicionalmente la inmigración hacia el
Uruguay.
papel de los Consulados respecto a las relaciones internas de los miembros de las colectividades
variaba en aquel momento, desde un papel muy activo como el caso de Colombia a una postura
22
En las asociaciones se destacó un accionar orientado por valores tales como la solidaridad, la
valores. En efecto, en el caso de las Asociaciones de Damas se percibió una orientación hacia
actividades sociales entre las integrantes del propio grupo y/o actividades filantrópicas hacia los
la asistencia a la infancia. Por su parte, otras organizaciones tales como grupos de danzas y
Respecto a la relación con los uruguayos, la situación los colombianos contrasta con la del
resto de las comunidades estudiadas. Mientras que los primeros no encontraron mayores problemas
discriminación.
Una mención especial merece en este sentido el papel de la prensa nacional. El repaso de los
constatar la referencia recurrente a mafias y organizaciones delictivas que operaban en nuestro país
12
relacionadas con estas comunidades. Una mafia que trae peruanos al Uruguay , una organización
de tráfico de menores ecuatorianos13, una red de prostitución colombiana. Más allá de la veracidad y
las dimensiones de estas supuestas organizaciones delictivas14 importa señalar que constituyen
prácticamente las únicas menciones que se hacen a estas colectividades desde la prensa nacional.
12
El País. 10 de Junio de 2001
La Republica 10 de Setiembre de 1999. La Republica. 12 de Junio de 2001. El Observador. 14 de Mayo de 2001. La
Republica. 21 de Febrero de 2001
13
La Republica. 11 de Mayo de 2001.
14
En el informe original de esta investigación, se presentaron datos estadísticos de procesamientos entre 1997 y 2001,
las cuales constataron que el numero de inmigrantes involucrados en actividades delictivas era ínfimo en relación con
los volúmenes de inmigrantes de esas nacionalidades residiendo en nuestro país.
23
Se detectaron conflictos vinculados al trabajo (especialmente con los peruanos) así como a
los lugares de residencia (Ciudad Vieja, nuevamente con peruanos). Los colombianos, insertos en
actividades de tipo profesional, coincidieron en las dificultades para lograr una inserción laboral, no
Los motivos de migración resultaron diversos. Aún entre las que podríamos denominar
caso de los peruanos al caso de los otavaleños, donde el sentido económico de su llegada se
relaciona con el desarrollo de una actividad que les es propia. La migración familiar sigue
muy amplio (colombianos y algunos peruanos llegados durante el gobierno de Fujimori). Aunque
los motivos de migración no se limitan a lo económico, esta dimensión operaba siempre como
Lo antedicho nos remite al tipo de ocupaciones que prevalecen en las distintas comunidades.
El caso de los otavaleños mostró claramente cómo, aún en tiempos de crisis, existen oportunidades,
específicos, parecería tener buena demanda y los otavaleños explotaron en buena forma esa
oportunidad comercial. En cuanto a los peruanos, se insertaron desde principio de los 90 en el sector
de la pesca que estaba en expansión. Por su parte las mujeres peruanas trabajaban, como empleadas
domésticas con cama, actividad con demanda insatisfecha. Consultados algunos uruguayos que
contrataban a estas mujeres, coincidieron en señalar que no les había resultado fácil conseguir a una
muchacha uruguaya con la disponibilidad necesaria para cumplir esa función (esto es, sin
compromisos familiares, sin exigencias respecto al tipo de tarea, etc.), lo cual, sumado a su
laborales.
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Algunos colombianos han sabido aprovechar también nichos de mercado existentes en
Uruguay. Un grupo relativamente importante de los primeros se dedicó a tirar las cartas, actividad
Un repaso de las principales actividades que los bolivianos realizaban en Argentina, permite
construcción –incluyendo los hornos ladrilleros- y la producción agrícola (horticultura). Las mujeres
granja e industria textil eran actividades con gran retracción en Uruguay y el servicio doméstico, fue
tomado ya por las peruanas. En estas condiciones resulta comprensible que el flujo de migrantes
Por último, a partir de estos resultados la investigación permitió realizar algunos pronósticos
que, al momento actual no se pueden contrastar por falta de estudios de seguimiento. Sin embargo,
realidad, con una importancia cuantitativa creciente y que, como tal, merece ser estudiada y atendida
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