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" Leer en
voz alta y
El instructor deberá pedir a los
alumnos que escuchen con aten- " Aquí se mencionan cinco nive-
les a los cuales, si le añadimos el
ción y luego procederá a dar lec-
explicar tura al párrafo que viene a conti- nivel elemental que es llevar a
nuación del símbolo (que estará una persona a los pies de Jesu-
indicado en letras normales), le- cristo,...
yendo clara y pausadamente, y
respetando los símbolos ortográ- El instructor deberá pedir a los
ficos. Al terminar, deberá dar una alumnos que escuchen atentamente
explicación con sus propias pala- con palabras mas o menos como
bras de lo leído. estas: “Escuchen por favor lo si-
guiente: “Aquí se mencionan cinco
niveles a los cuales, si le añadimos
el nivel elemental...”. Al terminar
debe explicar con sus propias pala-
bras o bien repetir la lectura enfati-
zando lo que considere relevante.
¿ Quisiera alguien contar cómo conocieron a su pareja y cómo eran las cosas cuando eran novios ?
!Los problemas en el matrimonio empiezan desde el noviazgo, solamente que la pasión y el
enamoramiento oscurecen todo y lo pasamos por alto.
" Pensamos: “Eso lo voy a cambiar cuando nos casemos”. Pero, ¿qué ocurre? no es así, porque en
realidad los defectos se agravan cuando se casan.
!Hay un factor poco enseñado acerca del fracaso en los matrimonios y es este: la fornicación.
Cuando los novios no respetan la santidad del matrimonio eso acarrea la mayoría de los pro-
blemas.
! Si comparamos los trasfondos, que son diferentes, vemos que la comprensión no es fácil.
¿ Quisiera alguien honestamente compartir qué esperaba de su pareja y que encontró y viceversa ?
" De poco serviría buscar ayuda en la sociedad. La sociedad lucha con la crisis, pero continua des-
alentadamente enmarañada en su propia red de ideas y valores conflictivos. La sociedad busca res-
puesta y solo proporciona más y más preguntas.
¿ Se trata de un mal incurable ?
!En absoluto. La sociedad no ha encontrado el camino hacia el matrimonio feliz, pero Dios sí.
" Dios ha dado una pauta definida para el matrimonio, y si el hombre y la mujer siguen esta pauta,
hallarán la felicidad y la armonía que buscan.
" Se cuenta la historia de dos ríos que discurren mansa y quietamente hasta que se juntan en un
punto determinado. Cuando esto sucede, los dos ríos chocan entre sí con gran violencia y ruido. Sin
embargo, cuando el nuevo río se forma, cauce abajo, se aquieta gradualmente y vuelve a discurrir
manso y suave. Pero ahora es mucho más ancho, más majestuoso y con mayor poderío. “Un buen
matrimonio es a menudo así. Cuando dos corrientes independientes de existencias se unen, es pro-
bable el choque de una vida con otra en el punto de confluencia. Las personalidades se entre chocan
en una disputa de preferencias. Las ideas luchas por ejercer su dominio y las costumbres rivalizan
para adoptar posiciones. Algunas veces, como las olas, levantan rociadas que nos dejan sin aliento y
que nos hacen preguntarnos a dónde ha ido a para la amabilidad. Pero esto no tiene importancia.
Como en el caso de los dos ríos, lo que resulta de esta lucha puede ser algo más profundo y podero-
so de lo que ambas partes eran por sí solas”.
!La comunicación con Cristo y entre sí, es la clave de la felicidad en el matrimonio.
" Dos personas que han entregado sus vidas a Jesucristo tienen las posibilidades de formar un matrimo-
nio feliz porque cuentan con una tercera persona: El Señor Jesucristo, que trabaja con ellos u los fortalece,
pero debe existir comunicación entre ellos y el Señor Jesucristo y entre ellos mismos.
!Debemos tenerle paciencia a nuestra pareja y tomar la firme decisión de juntos llevar al éxito a su
matrimonio para ser felices, criar hijos felices y ser de bendición para la sociedad.
!Consideremos a Jesucristo en nuestra relación, procurando conocerlo cada uno por medio de la
lectura de los Evangelios.
Pedir a todos que reciban a Jesucristo, haciendo una oración como esta: “Jesús, estoy separado de Dios por mi egoísmo
y mis pecados. Te recibo en mi vida para ser salvo de mis pecados y transformarme en un hijo de Dios. Gracias Jesús,
por entrar en mi vida y reconciliarme con Dios.”