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Uruguay, mi Pais al que deje muy pronto

1943-1955

Xabier Iñaki Ametzaga Iribarren

Editoral Xamezaga
01-03-2011
Aita decidio radicarse en Montevideo, en Septiembre de 1943,
comisionado para organizar la Gran Semana Vasca, punto de giro
en su vida y en la de todos nosotros, comenzando asi una de las
etapas mas felices de nuestra familia, aun cuando yo muy joven
para poder tener recuerdos, sin embargo me atrevo a narrar de
aquello que forme parte.

Varios acontecimientos felices e importantes ocurrieron en


esos años, la Publicación del primer libro de Aita, la traducción al
Euskera (Hamlet de W. Shakespeare), la Orgenizacion y posterior
satisfacción para Aita de Organizar la exitosa Gran semana Vasca,
la llegada por decisión propia de su hija mayor Mirentxu, y el
nacimiento de sus dos hijos varones, Joseba Bingen, y Xabier
Iñaki, orgullo de todo padre por tener hijos varones.

La ciudad de Montevideo fue fundada el 30 de enero de 1726


por Bruno Mauricio de Zabala, natural de Durango (Bizkaya).
Uruguay es uno de los países más pequeños de Sudamérica. Es
también una de las más jóvenes repúblicas del Nuevo Mundo,
Montevideo dominaba sobre Uruguay ya que la ciudad no era
solamente la capital sino el centro político, financiero,
comercial, industrial, social, cultural, educacional y religioso del
país. Su puerto hizo a la ciudad, por él pasaban más de los tres
cuartos de todas las exportaciones e importaciones de Uruguay,
por él también llegaron, italianos, vascos y españoles y otros que
formaron la mayoría de su población.

Uruguay se distinguía por su alto nivel literario, el segundo


más alto de toda América Latina. Era una nación literaria, y llena
de ávidos lectores de periódicos. Se publicaban diariamente 15.

Uruguay no tuvo una gran civilización pre-hispánica ni tuvo


una larga y colorida vida colonial como Méjico, Perú o Brasil;
solamente había poseído los pintorescos gauchos, cuya
educación estaba en la silla de montar y sus armas eran las
boleadoras

El 2 de septiembre de 1943, aita, ama y su bebé Arantzazu


recien nacida, después de una noche en el barco llegaron al
puerto de Montevideo, desde Buenos Aires, con unas pocas
maletas, la cuna y el cochecito de la niña. Cuando atracaron
en el puerto, un grupo de compatriotas al que ellos no conocían
estaban para recibirles y llevarles al Hotel Globo, cerca del
Puerto

La razon, Aita tenia la responsabilidad de Organizar la Gran


Semana Vasca

Había mucho que hacer, y apenas dos meses para preparar.


La fecha era el 30 de octubre, y había sido elegida por coincidir
con la de la Abolición de los Fueros.

En Montevideo existían dos centros vascos. El Euskaro-


Español, que se fundó en 1911, no admitía a los "franceses"
(vasco-continentales). Un año más tarde, el 30 de marzo de
1912, se fundó el "Euskal Erria", que admitía a los vascos de
los dos lados de los Pirineos. De este último escribiría José
Antonio Aguirre en 1941, "Euskal Erria es la sociedad más
prestigiosa de Montevideo y una de las más prestigiosas que
nuestros compatriotas tienen en América, sino la más. Cuenta
con más de 1.000 socios, local propio con frontón y una
magnífica propiedad en las afueras de la ciudad" (Malvin).

A solo un mes de la celebración de la Semana Vasca, Ama y


Aita se movieron del hotel a un pequeño apartamento ubicado
cerca del parque de los Aliados, en el cual se erigía el obelisco
conmemorando a los firmante de la Primera Constitución del país
en 1830 diseñado por Zorrilla de San Martín como aita nos
indicaba en sus paseos por el parque con nosotros.

Aita dio la primera charla sobre tema vasco que se. había
oído en esta ciudad en el Paraninfo de la Universidad de
Montevideo sobre 'El bardo vaco Kepa de Enbeita'. Nació en
1890. y aita terminó cantando los zortxikos del poeta, que
tanto había gustado en Buenos Aires y "que mereció una
sostenida ovación" (La Mañana, Montevideo 16/10/43).

Aita llevaba sobre sus espaldas la responsabilidad de un


trabajo gigantesco, pero su entusiasmo era tan contagioso que
tuvo muchísima ayuda y cooperación tanto de vascos como de
uruguayos. Uno de los puestos que muy acertadamente asignó
fue el nombramiento como Presidente del Comité Ejecutivo a
María Ana Bidegaray de Janssen. Marianita como se la llamaba
en casa, quien luego fuera mi Madrina, nació en Asparen
(Labourdi) en la casa ancestral de padre Jean-Baptlsta
Bidegaray casado con Ramona Salaverria de Goizueta (Navarra).

"La víspera de iniciarse la Semana Vasca llegó a Montevideo


un barco repleto de vascos de Buenos Aires con más de 300
dantzaris, músicos y cantantes además de otra mucha gente
dispuesta a gozar del gran festival de la Semana vasca. Los
vascos de Chile se unieron al acto y vino una delegación que
trajo de regalo al presidente Amezaga tres banderas colocadas
en astas de plata: las de Chile, Uruguay y Euskadi . Estaban
guardadas en una artística caja en cuya tapa estaba grabado el
escudo así como unos versos del Himno Nacional de Chile.

"La jornada inicial estuvo presidida por el Presidente Juan


José Amezaga, ante quienes desfilaron 300 dantzaris y músicos
procedentes de los tres países citados. Este desfile luego siguió
por la Avenida principal de la ciudad con banderas desplegadas
simbolizando los tres países que contribuían en la Semana Vasca,
más la bandera de Euskadi, nueva para los uruguayos.

Montevideo que era entonces una de las ciudades más


pobladas de América con su millón de habitantes. Allí al pie de
su estatua de bronce, Vicente de Amezaga pronunció un
discurso de apertura, lleno de emoción, recordando un poco de
la historia de los tres países que participaban en la Semana
Vasca.

Habló del fundador de la ciudad de Montevideo, que era


vasco así como también el fundador de Buenos Aires y vascos
los que en mayor proporción habían poblado la tierra de Chile.
Les recordó que fue un vasco Alonso de Ercilla y Zúñiga, quien
conmovido por el valor y arrojo de los araucanos en la defensa
de su libertad en Chile, escribió un largo y hermoso poema, 'La
Araucana', único canto de reconocimiento a los naturales de
América a lo largo de toda su difícil conquista.

El 2 de noviembre de 1943 las representaciones vascas eran


recibidas en audiencia especial por el Presidente Amezaga. "Entre
los actos de la Semana vasca se plantó un Árbol de Gernika. Y se
descubrió un bronce donde estaba representada la casa de
Juntas de Gernika y su Árbol de Libertad. Los vascos allí
reunidos, junto a los hombres y mujeres de Argentina, Chile y
Uruguay entonaron los himnos nacionales de sus países y al final,
después de la palabra de diversos oradores, se entonó con grave
emoción el GERNIKAKO ARBOLA de Iparraguirre.

Aita fue a hablar al Rector de la Facultad de Humanidades de


la Universidad de Montevideo, Dr. Aretxaga, Le explicó sus
deseos de abrir una cátedra de cultura vasca. le propuso
empezar dando clases a base de la obra de Nicolás de
Ormaetxea, (Orixe) "Euskaldunak", (Los Vascos). El poema
"Euskaldunak" que a lo largo de 12.000 versos distribuidos en
15 cantos, describe la vida del pueblo vasco en el acontecer de
un ciclo anual. Es la obra de un gran poeta y de una gran
patriota.

El rector aceptó y estuvo esta cátedra a cargo de aita por


muchos años.

El tradujo el poema íntegra y totalmente al idioma español


(700 páginas), "por encargo de la cual y con la inapreciable
ayuda, en algunas dificultades, del propio Orixe, cuyas notas
de puño y letra conservo como precioso recuerdo", pero por
circunstancias ajenas, nunca fue publicada su versión y no se
pudo llevar a su culminación tal tarea.

Creó clases de euskera en el Instituto de Estudios Superiores


de la Universidad todos los miércoles sin cobrar ni un céntimo.

En años posteriores su nieto Xabier Irujo, realiza un trabajo


de investigación y publica un libro sobre la Gran Semana Vasca,
asi como su Biografia en Euskera.

La vida familiar seguía bien, aunque la preocupación de las


dos niñas ausentes enturbiaba la felicidad de ellos.

El 18 de abril 1945, víspera de la conmemoración del


Desembarco de los Treinta y Tres, fiesta Patria, a las 9 de la
mañana el Dr. Aguirre fue a la sala de espera a comunicarle a
aita ¡"Ha nacido un hermoso pelotari de 4 kilos 600 gramos"!,
nacio mi hermano Joseba Bingen, mi compañero en el colegio, al
que ibamos juntos, y paseos en la plazita Varela, posteriormente
me uni mucho en los 2 años de vivencia en San Sebastián, por
estar practicamente solos a nuestro aire, saliamos de excursión a
todos los alrededores de San Sebastián, no sin algunos peligros,
de los que nadie se habria enterado, fue una epoca muy gris en
cuanto a afectos de familia, tal y como estabamos
acostumbrados en Uruguay, pero muy enriquecedora, como
relacion de hermanos, entre Bingen y yo

En octubre de 1945 reciben los aitas la triste noticia, desde


Algorta, del repentino fallecimiento de la madre de aita. En las
escaleras de la iglesia de los Trinitarios tropezó y cayó
rompiéndose la cadera. Le operaron inmediatamente pero le
sobrevino una pulmonía y a los pocos días murió.
Al mes Aita escribiriá éste poem a:

AMATXU
Me falta el llanto para bien
llorarte en este amargo
trance de perderte, terrible
golpe que da la suerte a
quien sabes te amo hasta
idolatrarte,
Después de tantos años de
esperarte luego de tanto
tiempo de no verte me
condena el decreto de la
Muerte a no verte ya mas y
no abrazarte.

Pero, amachu, nos queda la


del ciclo vida tierna y ella será
mi anhelo ahora más que
nunca. Sé en mi auxilio.
Para que alcance la
celeste palma Y al
jumamos así. tras este
auxilio madre le
llamaré de cuerpo y
alma.
Diciembre 1945.

Llegó la Navidad del 46, y brindaron por la llegada de los


dos hijos, uno que estaba esperando para mayo, y la mayor
que vendría para diciembre del 47. Pero no por ello estas
navidades fueron menos nostálgicas que las pasadas.
i
Ama estaba en vísperas de tenerme a mi su quinto y
ultimo hijo, y se sentía muy molesta, pero entre aita y la Tata le
ayudaban con los dos pequeños. La Tata, como se le llamaba en
casa siempre, llegó a ser como un miembro más de la familia.

Su nombre era Lucinda Martínez, al principio ama la empleó


por unas horas para que sacase los niños a paseo, pero poco a
poco aumentaron sus horas en casa hasta quedarse todo el día,
y vivió en casa, hasta que nos fuimos de Uruguay. Era muy queri-
da por todos, les ayudaba en las tareas de la escuela,
dominaba el arte de la caligrafía y hacía todos los rótulos
para los deberes de la escuela de los niños. Les contaba
leyendas que enriquecían sus conocimientos del país, y por
encima de todo adoraba a Bingen al que llamaba "su hijo". Ella
había sido de familia acomodada, su padre farmacéutico quedó
ciego de una explosión en el laboratorio y ella la menor de cuatro
hermanos,

El día 11 de mayo a las 9 de la mañana nació otro hermoso


pelotari de 5 kilos 100 gramos. Xabier Iñaki, El 10 de junio se
celebró el bautizo siendo mis padrinos Marianita Bidegaray de
Janssen y el Padre Goiloetxea quienes me pusieron el nombre de
Xabier Iñaki.

Mi participación en los hechos de la familia estaban limitados


por mi corta edad, pero una vez que ya fui niño, empeze ir al
colegio, junto con Bingen, ir a la placita Varela con mis
hermanos, participaba y asi lo recuerdo, en el dia a dia de una
famila, con sus rutinas, sus celebraciones, sus paseos a la chacra,
las comidas preparadas por Ama, que todos disfrutábamos.

Con la llegada inminente de Mirentxu los Aitas se mudaron


a un apartamento más grande. La ubicación de esta casa, y la
renta era muy apropiados, pero aún querían hacer planes para el
futuro, porque para ellos el futuro era el "regreso". Era parte del
vivir día a día sin la seguridad de un mañana en tierra ajena.

El tio Ino escribió desde Las Arenas anunciando que un


barco de la compañía Aznar, el Monte Amboto, llegaría a
Montevideo hacia mediados de diciembre con el Capitán
Gastiarena a cargo de Mirentxu, su llegada, fue el 15 de enero
de 1948. en casa todos estaban tan ansiosos como los aitas,
Aranlza con ya casi 5 años estaba feliz con la llegada de su
nuevo hermanito Xabier, y entendía mejor este acontecimiento
que la llegada de una hermana mayor que ella en un barco.

Los aitas con los ojos empañados en lágrimas por la


emoción indescriptible del momento miraban a su hija mayor y
no lo podían creer, aquella niña rolliza de dos años y medio que
habían dejado, se había convertido en una chica alta y espigada
de nueve años. Mientras tanto ella, no tan consciente —debido a
su corta edad— de lo que aquel momento representaba para ella,
preguntaba "¿quienes son mis aitas"?

Antes de bajar la escalerilla del desembarco el capitán le llevó


a Mirentxu a su cabina en donde la entregaría oficialmente a sus
padres. Aita muy efusivo no dejaba de darle besos mientras le
llamaba "nere maitea", ama con sus ojos empañados en
lágrimas y con su corazón de madre desbordado por la emoción
susurraba "qué feliz nos haces, hija".

Llegaron a casa y allí le esperaban a Mirentxu el bebé Xabier,


que desde su coche sonrió a su hermana mayor y esta le empezó
a querer allí mismo, así como a la Tata. Hubo mucho jaleo esa
noche en casa, muchos amigos habían venido a conocer a la
niña. Arantza y Bingen acompañaron a su hermana al cuarto.
Querían saber que tenía en la maleta para ellos, y mostrándoles
los pocos juguetes que había traído consigo comenzó su nueva
vida compartiéndolos con sus hermanos.

La dinámica de la casa había cambiado. No fue nada fácil el


ajuste, tanto para los aitas que tenían ahora una hija de 9 años
que no habían visto crecer, como para la niña que había sido
criada como hija única y había sido mimada por sus tíos y
abuelos,

Los aitas sufrían de las penas del exilio sentimental y


económicamente, y eso les absorbía, no pudiéndole prestar toda
la atención que ella hasta ahora había recibido, y que tanto o
más necesitaba en estos momentos, el afecto materno había de
repartirse teniendo en cuenta que había tres hermanos aún
muy pequeños que atender.

Tanto los aitas como Mirentxu pasaron momentos, semanas


y tal vez meses difíciles para acoplarse, pero al final triunfaron
el coraje de Mirentxu y el amor de los padres.

El apartamento alquilado y del cual tengo mis mas gratos


recuerdos estaba situado en la calle Francisco Araucho 1532, años
mas tarde ya de mayor, regrese a Montevideo a visitar el edificio la
calle y el barrio, se me hizo un nudo en la garganta, Montevideo no ha
cambiado como las grandes ciudades, permanece apacible, sedienta
de que la quieran tal cual es, con su misma linea de autobús el N 21,
con su mismo recorrido, el puerto, su mercado
Aita empezó con el gran proyecto de traducir al vasco el
"Hamlet" de Shakespeare.

Ama trabajaba en la Comisión de Beneficiencia de Euskal


Erría cuya presidenta en ese momento era M. Luisa Iribarne de
Batí le Berres, cuñada del presidente de la República, Luis Batlle
Berres (1946-1950). Ama al ser la tesorera iba con ella y así
juntas recaudaban dinero para organizar torneos de Rummy
Canasta (juegos de naipes) en Euskal Erría, recorriendo
muchos de los comercios de la ciudad pidiendo regalos, así
como donaciones en instituciones privadas.

La salud de aita empezó a flaquear debido a no haber


tomado ni una hora de vacaciones durante varios años y eran
muchos años y un ritmo de vida febril tanto en lo físico, como en
lo mental y emocional; además con un exhaustivo horario desde
el año 43 en que había llegado a Uruguay. Siete años eran
muchos teniendo en cuenta lo responsable que aita es en lo que
respecto a la familia y a la causa vasca.

El problema de la hija ausente y la ansiedad perenne por


volver a su txoko no ayudaban mucho a sus nervios.
Comenzó con vértigos y zumbidos en los oídos. le hicieron
minuciosos y múltiples exámenes y radiografías. Pasaron meses
antes de que todas las pruebas mostraron que lo que tenía era
el sistema nervioso alterado y le afectaba al sistema digestivo,
y como consecuencia el oído. Le pusieron en un estricta dieta, tan
rigurosa que no tenía fuerza para nada y le daban
medicamentos para el vértigo, que era lo más peligroso, ya que
no podría salir solo de casa. Le recetaron vitaminas y reposo.

Dejó todas sus actividades menos las clases de vasco que las
seguía dando todas las semanas. Las entradas a la casa
disminuyeron, ya que nadie quería enturbiar su reposo. La
renta de los dos pisos de Algorla no daban mucho.

Las crisis comunes que vive una persona o familia en su


propia patria las acrecienta la vida en el exilio, no
necesariamente porque ellos tengan más infortunios sino por la
soledad e incertidumbre con que se vive en suelo extraño, sin el
respaldo de tantas cosas familiares que cualquier otro ciudadano
del país las toma por dadas.

La vida en el exilio dobla toda clase de preocupaciones, todo


se hace más sombrío, y cuando falta la salud al único proveedor
de una familia numerosa, la angustia de lo desconocido
agiganta el sentimiento de soledad y de vulnerabilidad.
Sentimientos que traen consigo una infinita tristeza y una
enorme frustración que llevan durante esa vida; lejos de su
patria, de su cultura, de sus amigos, de su familia, de su
carrera. Todos estos elementos que son tan indispensables
para que el ser humano pueda batallar mejor con los
problemas cotidianos que tiene la vida
En 1950 Uruguay ganó por cuarta vez la copa mundial de
fútbol en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. En casa todos
seguían el partido de cerca por la radio y cuando se decidió la
victoria con el gol final, 2 a 1, en aquel Uruguay contra Brasil,
la emoción fue intensa. Las sirenas de las fábricas, en un
regocijo sin igual se hicieron oír por toda la ciudad, y las
bocinas de los coches sonaban por todos los barrios para
demostrar su alegría.

Pero la vida en casa no era un completo remanso feliz y no


estaba exenta de las enfermedades comunes de la infancia
como la sarampión, viruelas locas, paperas, anginas de las
que fueron operadas Mirentxu y Arantza, o casos de fiebre que
hacían perder días de escuela, o accidentes como cuando
Bingen se quema los dedos y casi se electrocutó metiendo
unos alambres en el enchufe de la luz. Sin embargo la salud
de aita mejoró algo restableciéndose de sus vértigos, aunque le
persistían zumbidos en los oídos que le molestaban constan-
temente y algunos días eran de verdadero tormento haciéndole
exasperarse a menudo.

Se le agravaba en épocas de mayor tensión y le reco-


mendaban tranquilidad, cosa casi imposible de obtener debido
a su temperamento y a las circunstancias en que estaba
viviendo. Era muy difícil para él mantener una conversación en
un lugar donde varias personas hablaban al mismo tiempo, y lo
que antes había sido un gozo para él, la asistencia a reuniones
culturales o sociales, ahora era un tormento. Ahora sufría de
antemano cuando tenía que ir a reuniones, cosa que le dejaba un
poco bajo de ánimos.

Además de la sociedad vasca los aitas acudían a la


Academia de las Letras que el Ministerio de Instrucción Pública y
Asistencia Social había creado en el año 1943 y que presidía el
Dr. Montero Bustamen-te. Actos a los que acudía la crema de
la intelectualidad uruguaya.

Años más tarde se creó una Comisión, de Investigaciones


Literarias, bajo el control del mismo ministerio, para examinar
los manuscritos de los escritores uruguayos para ver cual debería
ser parte de los archivos nacionales. Allí se reunían autoridades
de diferentes partidos políticos, así como religiosos, el Reverendo
P. Ducatillón que presentó una brillante conferencia, o Monseñor
Barbieri que exponía de manera culta y ordenada y con excelente
oratoria sus profundos conocimientos adornados con su dominio
de la lengua.

Aita conoció muchos amigos en estas jornadas a las que


luego invitaría más tarde a los actos culturales de Euskal Erría,
dando así a Euskal Erna un nuevo giro, el cual fue beneficioso
para la sociedad vasca de Montevideo, en su labor por
mejorar el nombre y la imagen de Euskadi.

Los aitas llevaban a los hijos a institutos de cultura como al


británico o al americano, la biblioteca Artigas-Washington en la
que proyectaban documentales, o películas educativas, se
presentaban exposiciones, además de contar con unos
importantes fondos de libros y discos en su biblioteca.

Su refugio era la naturaleza, el campo y el mar y paseaba


por las vastas praderas uruguayas o a orillas del mar que
Montevideo le ofrecía en abundancia era su mejor medicina.

Aita tenía 50 años. Ahora no tenía ya ni fuerzas para


luchar, la guerra le había usurpado todo. Su consuelo era
ama, su leal compañera, siempre cerca de él para darle
ánimo. Para sus hijos supo ser un padre ejemplar, para su
patria un patriota excepcional, luchó, trabajó, y puso su salud en
peligro para dar la mejor educación a sus hijos en los mejores
colegios, y para ver su patria libre, sin escatimar esfuerzos ni
pérdidas personales, y dándonos con ello un ejemplo sin igual.

Ahora que su mente estaba fija en buscar algo seguro, se


presentó para las oposiciones de un puesto para la UNESCO,
(Organización Educativa Científica y Cultural de las Naciones
Unidas),

La organización estaba involucrada en un programa mundial


para mejorar las normas educacionales en todos los estados
miembros y un programa para promover intercambios
culturales. El sueldo era muy bueno y era el trabajo fijo que
es lo que más necesitaba en estos momentos, seguridad
para sostener a la familia, un tipo de empleo muy adecuado
para él.

Se preparó muy bien para una serie de exámenes que


duraron una semana. Fueron días de mucha tensión ante la
proximidad de las pruebas. El dominaba bien el inglés, y estaba
confiado en el buen resultado. Esperó durante dos meses hasta
que al cabo de este tiempo llegó la negativa. Más larde supo
que la Embajada Española trabajó en la Comisión para que
no se diera ese puesto a "personas que no tenían
representación de ningún país". Una vez más se sintió un triste
desterrado, y así lo expresaba:

Sin poder conseguir el trabajo que él quería, siguió con sus


trabajos eventuales. Empezó a preparar un análisis del libro,
de Juan de Valdés, escritor español, y autor del notable diálogo
de las lenguas, un tratado de Retórica para el Boletín-Instituto
Americano de Estudios Vascos de Buenos Aires.
los amigos Biraben ofrecieron su hacienda para que los 3
tomaran 15 días de vacaciones con toda la familia. Esta
hacienda estaba en San Jacinto, en el Departamento de
Canelones a hora y media de Montevideo, en plena campiña,
un lugar tranquilo para reposar, fuera de la civilización. La
chacra, como se le llamaba, era una casita blanca y roja de tres
habitaciones, cocina, baño y un enorme comedor que hacía de
sala. Estaba rodeada de acres de tierra y de árboles frutales,
eucaliptus, palmeras, pinos y un viñedo inmenso. Fueron días
de paz interrumpida solamente por los cantos de los pájaros.

Tenían caballos, vacas y bueyes viejos que arrastraban la


carreta, hasta la carretera principal

Todos en casa participaban en la recogida de las frutas;


deliciosas mandarinas y abundancia de uvas moscatel,
vegetales; lechuga y tomate y pimientos para la comida, y a
las tardes, sentados debajo de un viejo ombú,

Aita ya estaba dando sus últimos toques al "Hamlet" de


William Shakespeare que tradujo del inglés al vasco y que sería
publicado en la Editorial Ekin el 25 de noviembre de 1952, un
poco antes de la coronación de la reina de Inglaterra. Mandó
un ejemplar especialmente encuadernado como regalo de
Coronación a la Reina Isabel de Inglaterra que fue el 2 de junio de
1953. "Con ocasión de la coronación de la Reina Isabel II, la
entidad 'Euskalizaleak' (los amantes del idioma vasco) de
nuestra capital ofreció a la soberana inglesa un ejemplar,
especialmente encuadernado de la traducción al vasco del
Hamlet, de Shakespeare hecha recientemente por el doctor
Vicente de Amezaga.

Aita recibió poco después una carta de agradecimiento en


nombre de la Reina Isabel II por el obsequio a su Coronación en
que se le informaba estaba depositado en la Biblioteca
Conmemorativa de Shakespeare (Memorial Library en Stratford-on
Avon), en calidad de préstamos de Su Majestad. Fue un pequeño
triunfo para aita que tanto trabajó para terminarlo a tiempo de la
Coronación.

A todos nosotros les llegó a enseñar él Txeru: Ume Eder Bat,


Alzo, Alzo, Oirá Or Goiko, Maritxu Nora Zoaz, Ume Eder Bat,
Ator, Ator Mutil Etxera, Aldapeko, Ama Begira Zazu, que a coro en
algunos actos los cuatro cantaron en Euskal-Erria Lo mejor eran
los ensayos en el comedor de diario después de la cena.

Cerca de casa estaba la Facultad de Arquitectura de la


universidad de Montevideo, y muchas veces llevaba a su hija
mayor, Mirentxu, a ver las obras de teatro cuando se
representaban obras de los grantes clásicos como la "Ufada" de
Hornero y allí en los jardines de la facultad.
Muchos domingos todos eramos invitados a pasar la tarde
en casa de Marianita en Carrasco donde tenía una casa
grande y preciosa, decorada exquisitamente con recuerdos de
los diversos países en que ella vivió; Bélgica, China, Euskadi,
Francia. Antes de llegar a su casa había que atravesar un bonito
bosque lleno de olorosos eucaliptos que tanto abundan en este
país

Los miércoles era el día que aita daba clase de vasco, y


ama lo acompañaba siempre. Mirentxu, que era la más joven
de la clase, iba con las hermanas Beldarráin, tres señoras
uruguayas de ascendencia vasca que tomaban muy en serio la
clase y más tarde viajarían a Euskadi por vez primera.

Aita fue nombrado delegado del Ministerio de Instrucción


Pública del Uruguay ante la VIII Conferencia General de la
UNESCO. Francisco Javier Landabiiru (nacido en Vitoria, y
destacado por su trabajo en e! exilio en el campo internacional)
vino por estos días a Montevideo y junto con aita fueron a ver a
Don Justino Zavala Muniz, autor de varios libros de crónicas
realistas, mitad historia, mitad literatura gauchesca, así como de
obras de teatro sobre el tema del gaucho.

Mirentxu nada más acabar el colegio iba con los señores de


Biraben a La charra todos los veranos durante una semana.
Arantza era invitada a ir a Carrasco, un balneario precioso
en las afueras de la ciudad por su amiga Martita Pizza
Nogüeira. Mientras ama anticipando la fiesta navideña
adornaba el pesebre en la sala, recreando la ciudad de Jerusa-
lén, y siempre preparaba la mejor cena del año, y allí todos
reunidos cenaban terminando siempre los aitas con un brindis
para que se lograra la ansiada vuelta, mientras en una silla vacía
posaba un cuadro grande en colores con la foto de Begoña,
testigo mudo cuya ausencia seguía hiriendo la sensibilidad
familiar.
Aita ya con 54 años seguía con honda y creciente
preocupación la carga que representaba la educación de sus
hijos. La economía familiar era el problema principal que aita
enfrentaba en estos momentos. Trabajaba mucho, y sin
descanso, pero la carga seguía creciendo sin p a ra r.

Por una parte, el estar en el exilio y no poder ejercer su


propia profesión, trabajaba más y no le rendía tanto
económicamente hablando; por otra parte el no tener ningún
trabajo establecido y seguro. El buen amigo Biraben propuso a
aita el trabajo de vender seguros. Su hermano era el dueño de
la casa Óptica Ferrando un comercio enorme en Montevideo, y
aita aceptó.

Era una mayor carga para él, pero por el momento eso le
ayudaba mucho. En esos días recibieron una carta de la sobrina
de ama Ma. Luisa de Caracas que estaban económicamente muy
bien, para ofrecer a aita el trabajo de gerente de su compañía
de petróleo. Necesitaban un hombre de confianza para que se
ocupara del negocio cuando ellos viajaban a Europa y pensaron
en aita.

El sueldo que le ofrecían era muy bueno comparado al de


Uruguay. A él le resultaba fatigoso el pensar solamente que a su
edad y con trabajos tan ajenos a su preparación podría sacar
adelante la familia, pero tampoco quería cerrar las puertas sin
probar primero. Pensó con resignación en probar durante tres
meses y ver si le resultaba el trabajo, y si no volver a Uruguay.

Era una decisión muy importante y había mucho en juego.


Fueron muchas las noches de desvelo pensando en los pros y
los contras, contaba ama. Al final y no sin mucho dolor
decidió partir. El nunca pensó que saldría del Uruguay si no
era para ir a Euskadi. Nunca creyó posible que le esperaba
otro peregrinaje, otra vez a lo desconocido, y sólo dejando a
ama a cargo de todo.

El 16 de julio de 1955 a las 4 de la tarde en un avión de


la Pan Am, ama y sus hijos le vieron marchar. Aita estaba muy
triste, pensando qué diferente sería el viaje si hubiera sido en
vez de para Caracas, para Euskadi. No acababa de ver el
momento cuanto otearía en el horizonte su retomo.

En casa se notaba su ausencia que resultaba dolorosa para


todos, pero sobre todo para ama que esperaba ansiosa sus
primeras impresiones, deseando de todo corazón que anunciara
en ellas su pronto regreso a Montevideo.

No se dio, Ama una vez mas tuvo, que levantar la casa, rematar
los muebles, enseres que tenian en el remate Sarandi, fue doloroso
como la gente venia y se llevaba las cosas que eran hasta hacepoco
parte de la casa del dia a dia.
Ama tuvo que empezar con e papeleo en el Consulado de
España, par sacarnos el pasaporte Español, para poder viajar a
Euskadi, con los consecuentes retrasos y demas maniobras
dilatorias de los funcionarios, que en forma adrede lo hacian,

Al fin al terminar los colegios, se decidio la fecha de partida en el


barco Provence, hacia Barcelona en un viaje de 15 dias, pasando
por Rio de janeiro, Bahia, (Brasil), Dakar y finalmente Barcelona.

La despedida desde el muelle, no pudo ser peor para cada uno


de todos nosotros, cada quien guardaba el silencio que sus
recuerdos y el saber que ya no jugaria mas en la placita Varela, ni
iriamos después del colegio a la chacra, para tods fue algo que nos
marco en nuestras vidas.

Por ello digo Uruguay, mi Pais al que deje muy joven.

Uruguay, la etapa de infancia de la familia no por lo que


siginifica en edad, sino por lo feliz y lleno de acontecimientos
felices, la Etapa posterior en Venezuela, represento la
madurez, donde todos sus hijos se casaron y formaron sus
familas, asi como la tragedia de la muerte inesperada y
temprana de Aita.

Aita lo expreso en adios al Uruguay, nosotros sus


hijos dependiendo de la edad en que nos toco vivir esa
desagradable experiencia, reaccionamos dentro de nuestra
alma y de la forma de ser de cada quien.

Lo que si es cierto que de sus hijos, Aita y ama,


recibieron con una dedicación y reconocimiento con hechos,
que demuestran lo que significaron ellos en nuestra vidas,

Mirentxu, a la postre escribio un libro titulado Nere


Aita, Editorial Txertoa, Arantzazu, escribe un relato historico
novelado acerca de la vida de Aita y ama en su viaje en el
Alsina, primera publicación, Idatz Ekintza, 1982 y re-editado
en 2010 por la Editorial Xamezaga

Gracias a la recopilación de todo el material escrito de


Aita, que Ama, en su reciente viudez, y en la misma
biblioteca de Aita, cargada de libros y de recuerdos para ella,
no titubeo en su decisión de reordenar y recopilar toda la
obra dispersa de Aita, con paciencia, amor, y dedicación
recopilo y ordeno todo el material publicado y por publicar,
que tras la muerte subita de Aita dejo inconclusa,

Por esta y otras acciones de Ama, su coraje valentia y


como mi modo de reconocimiento y amor, decidi crearle un
Sitio en Internet, con su Nombre, con motivo de su
cumpleaños, 10-09-2010, como mi homenaje.
Arantzazu, acometio la tarea de recopilar y catalogar
profesionalmente la enorme y meritoria labor previa de Ama,
publicando la obra Nostalgia, escrita previamente por Aita,
la cual fue editado por la Editorial, J. A. Ascunce 1993-
y posteriormente ha sido publicada en su totalidad por la
Editorial Xamezaga 01-2011

Yo su hijo menor, en 01-2009 en homenaje a mi Aita,


cree un Sitio en Internet, con su nombre, Vicente de
Ametzaga Aresti y en la cual se presenta la vida de Vicente
de Ametzaga Aresti, y toda su obra publicada, convirtiéndose
en el unico sitio de Referencia Completa, cuyo contenido, se
encuentra a disposición Internacional, con una ilimitada
difusión potencial, toda la Obra publicada, y su Biografia

Tras un unico trabajo de Recopilación, Edición y


Publicación electrónica de toda la Obra publicada, y su
Biografia, se da vida a la pagina web, siendo perse, el sitio
de referencia completa de la Obra y Vida de Vicente de
Ametzaga Aresti

En Mayo 2010, y tras 3 meses se convirtió toda la


obra Publicada de Aita, en formato electrónico, para poder
ser leida en dispositivos e-Books

En 01-2011, se funda la Editorial Xamezaga, en cuyo


seno, se presenta a traves de el catalogo de Obras, toda la
Obra publicada, de Aita y su Biografia, dicha Editorial es de
caracter electrónica, en Internet.

Ambos hechos, como homenajes unicos, la Pag Web,


con su nombre, y la Editorial electrónica, Xamezaga
constituyen un unico homenaje por parte de su hijo menor,
Xabier Iñaki Ametzaga, en nombre de la familia, para la
mayor difusión de la vida y obra de nuestro Aita, cerrando
asi un ciclo que empezo en 1901

Pagina Web que lleva su Nombre

http://vicenteAmetzagaaresti.blogspot.com/

Editorial Xamezaga

http://editorialxamezaga.blogspot.com/

Bio del autor

http://xabieramezaga.blogspot.com/
Apéndice de hechos que marcaron la vida de
nuestra familia en los años que nos toco vivir en
Uruguay

Semana Vasca:

Indice de lo escrito y publicado por Aita durante los


meses de octubre, noviembre y diciembre de 1943 en
la prensa uruguaya.

1. La Semana Vasca
2. Los meses vascos
3. Territorio vasco
4. Antropología
5. Música
6. Danzas
7. Juegos y deportes
8. Mitología
9. Religión: herejes y brujas
10. Idioma vasco
11. Literatura euskérica
12. Las Pastorales suletinas
13 Los bertsolaris
14. Escritores vascos en castellano
15. Organización política vasca
16. Tratados con Inglaterra
17. Tratados de amistad v buena correspondencia
18. El árbol de Gernika
19. Democracia y sentido de ¡a dignidad humana
20. Nobleza universal aspectos sociales del Fuero
21. El árbol Maíato
22. La mujer vasca
23. El caserío
24. La industria del hierro
25. Argiñas y arotzas
26. Marinos y descubridores
27. Colonizadores y fundadores
28. Garibai, Urkiza, Alberdi, Larrañaga...
29. "Corto en palabras... "
30. "Palabra de vasco "
31. " Vasco hermano "
Adiós al Uruguay

"Después de unos meses de ausencia que pensábamos


breve, he aquí que la vida nos fija -¡qué sabe uno para
cuanto!- lejos de tierra oriental.

"Esto es como un desgarrón en el alma; una tristeza muy


honda en la que pareciera fuéramos a hundirnos sin
encontrar el fin jamás. Si el buey brama cuando se le separa
de aquel con quien araba como no gemirá nuestro espíritu al
despedirse de compañía tan deleitosa como esa tierra a la
que el tiempo, sellando la consustanciación de efectos,
convirtió en nuestra segunda patria,

"Entramos en ella predispuestos a quererla y la fuimos


queriendo cada vez con más arraigada pasión. Para nosotros
que llegábamos huérfanos de patria, ella se ofrecía tierra
generosa; para nosotros hambrientos y sedientos de Justicia,
ella se nos aparecía maravillosamente grande en su culto a
esa recia Justicia que hoy, por todas partes, los poderosos
del mundo se empeñan en ignorar; para nosotros soldados
en derrota del ejército de la Libertad, ella resplandecía como
un milagroso oasis donde el hombre, sino es libre, deja de
ser estimado como hombre; donde los tiranos temblarán
siempre, aún viéndola pequeña, como se encoge siempre,
ante la integridad de la virtud, la más osada de las villanías.

"En ella fermentó cien veces nuestro espíritu con la visión de


la protesta espontánea de todo un pueblo, ante toda la
injusticia y toda sinrazón cometida no importa donde ni
contra quien. En ella nos nacieron dos hijos de nuestra
sangre que, en cualquier parte que vivan, pregonarán
siempre orgullosos su condición de orientales, como
proclamarán siempre su ciudadanía uruguaya sus padres en
cualquier rincón del mundo a que los azares de la vida los
arrastren.

"Llegamos como lo que somos, sin tapujos ni disfraces:


hombres de Cristo, vascos y demócratas. Y para nosotros se
abrieron siempre todos los brazos y hubo efusión en todos
los labios y reflejos de simpatía en los ojos que no saben
mentir. Y lo mismo en los de nuestra estirpe que en los que
en ella no están enraizados e igual que en los que en ella no
están enraizados e igual que en los creyentes, en los que
comulgan con nuestra Fe, se nos abrieron los corazones, en
un generoso impulso de solidaridad humana, en un natural
movimiento que impone ese culto a la dignidad del hombre
que tan profundamente siente el uruguayo y que es la base
de roca de su ejemplar democracia y de su triunfante
libertad: ¡Libertad! el mayor invento de Dios como
hermosamente dijo Peguy.
"Se nos abrieron todas las puertas y nos movimos y
trabajamqs en la Universidad, en el Instituto de Estudios
Superiores y en el Ministerio de Instrucción. Y pulsamos la
vida oriental en el Parlamento, en la Academia de Letras, en
el Ateneo, en la calle, en las tribunas populares, en las
redacciones de los diarios; en todas a las que acudimos. Que
si en éste en que escribimos anclaron más que en otro
algunos nuestros afectos y afanes, en otros fue parecido, y
ninguno nos rehusó su atención. Sin olvidar nunca, como
bien nacidos, nuestra condición de vascos, fuimos en todas
partes, simplemente, un uruguayo más.

"La suerte nos deparó vinculaciones que revalorizaron


nuestra vida, dieron nuevos impulsos a nuestros afanes y
alumbraron vías nuevas a nuestras ideas y sentimientos.
Hombres de gobierno, y de la oposición, sabios profesores,
inspirados poetas señores del verbo y jerarcas de la pluma,
hombres del campo y de la ciudad. No recordamos de
enemigos; si alguno se siente tal, sepa que, por nuestra
parte, su deuda estaba ya perdonada desde antes y desde el
fondo del corazón.

"El alejamiento de tantas preciosas amistades cava en


nuestra vida un vacío que nos será difícil, muy difícil de
colmar. Asoman a los puntos de la pluma nombres muy
queridos de preclaros orientales que con su amistad
ennoblecieron nuestro vivir, y tras ellos, en luminosa teoría
comienzan a desfilar por nuestra memoria tantos y tantos
otros. Pero cuando queremos aprehenderlas, he aquí que las
brillantes figuras se difuminan. Ya no son éste y el otro sino
una sola cosa, la única que yo puedo ver en estos instantes;
el Uruguay.

"Pero el corazón se anuda, la voz se quiebra, se nublan los


ojos y las lágrimas caen... no nos avergonzamos de ellas.
¡Adiós Uruguay! Todas las bendiciones que el corazón de un
hombre pueda desear para aquello que más ama las invoca
hoy para tí éste que aprendió a amarle mucho y que ya, sea
lo que sea que la vida le depare, no podrá dejar de amarte
jamás".

En Euskal Erria le dieron una emocionada despedida a ama, y


a sus hijos. Fue muy emocionante cuando un grupo de
viejecitas a las que ama había ayudado tanto, le leyeron un
poema muy sentido escrito por ellas, unos niños vestidos de
dantzaris y poxpoliñas le hicieron una ofrenda floral, las
amigas le entregaron una medalla de oro con la fecha de ese
día inscrita detrás y un rosario de marfil, el presidente de
Euskal Erria así como el Dr. Mendiola y el Dr. Mendilharsu
hablaron y ensalzaron al gran patriota y ejemplar padre que
era aita. Una pena que aita no estuviera presente, par
apreciar junto a ellos este homenaje sentido que ellos a
pulso supieron granjearse.
Reseñas en la prensa de Uruguay, en referencia a la
partida de Vicente de Ametzaga y familia

A la mañana siguiente apareció en el diario El Plata:

Se nos fue un gran amigo

"En otro lugar del presente número insertamos una emotiva


carta de nuestro ilustrado colaborador doctor Vicente de
Amézaga, que ha resuelto radicarse en Venezuela donde se
abre campo a su inteligencia actividad.

"El doctor de Amézaga no es un extranjero en éste país. Vino


a él siguiendo la suerte de tantos españoles irreconciliables
con la tiranía, y, bien pronto, su espíritu armonizó con
nuestra democracia.

"En ella, vivió colaborando en EL PLATA y en otros diarios, a


la vez que difundiendo sanas e interesantes enseñanzas en la
Facultad de Humanidades.

"También actuó en la obra de Unesco cuando ésta, desarrolló


su acción en Montevideo, revelando además de su
competencia científica, sus aptitudes de organizador.

"Tanto él como su esposa y sus hijos dejan aquí simpatías y


afectos imperecederos desarrollados al calor de su carácter
vasco sincero y leal, incapaz del fingimiento ni doblez.

"En EL PLATA no era un visitante sino un verdadero miembro


del mismo, cuyo ambiente animaba, muy a menudo, con su
palabra fácil y amena, en la que apuntaba con frecuencia un
humorismo de buena ley.

"Corazón piadoso aunque libre de fanatismo, era, también,


un demócrata convencido y ardiente, comprobación viviente
de la compatibilidad de ambas tendencias anímicas.

"Nuestro deseo es que el Dr. de Amezaga pueda volver


pronto a una España libre del despotismo, pero esperamos
que antes de lograrlo, pueda realizar una escala en esta
Montevideo donde tanto quieren y aprecian a él y a los
suyos". (El Plata, 3 de abril 1956).

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