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Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Cátedra: Problemáticas del Mundo Actual II
Una Fábrica o Empresa recuperada se define sobre todo por la autogestión obrera de una
empresa fallida. Las recuperadas nacen como respuesta al cierre o quiebra de una
empresa cuando sus trabajadores se organizan como forma de evitar el desempleo,
ocupando las instalaciones, poniéndolas en funcionamiento, para lo cual forman
cooperativas de trabajo, sin establecer distinción alguna entre sus integrantes.
Si bien la toma u ocupación de fabricas no es en si mismo un proceso nuevo, lo radical de
estos nuevos casos en Argentina son los principios de autonomía, horizontalidad y
democratización que se generaron en torno a la experiencia de la recuperación, a la vez
que la base del reclamo se sostiene desde el derecho al trabajo y a la dignidad de los
sujetos, lo que genera una ruptura respecto a las formas de concebir el trabajo y a las
relaciones sociales generadas en torno a <el.
1
Andrés Piqueras Infante (2002): Movimientos sociales y capitalismo. Historia de una mutua influencia;
Ed. Germania, Valencia,.
2
Para la reconstrucción de estas etapas se siguen los lineamientos definidos por Emmanuel Wallerstein
(1999): Movimientos antisistemicos; Akal, Madrid.
1) Una etapa inicial o formativa caracterizada por rebeliones dispersas, donde las
formas de resistencia estaban sostenidas por el deseo del retorno a formas
precapitalistas
2) A partir del siglo XIX con el advenimiento del capitalismo industrial (y sus
consecuencias sociales sobre el sector de los trabajadores) las formas de
resistencia al capitalismo comenzaron a organizarse formalmente en instituciones
estables, con objetivos políticos de largo plazo. El eje central de los conflictos es
la contradicción capital- trabajo. Pueden reconocerse en esta etapa las distintas
formas de socialismo (utópico, científico, etc.), con un fuerte protagonismo del
movimiento obrero, como así también movimientos nacionales en que la opresión
capitalista era reforzada por el dominio de un grupo étnico sobre otro. Ambos
tienen en común el tener como objetivo prioritario el control del Estado, para lo
cual era necesario llegar al poder o por la senda de la persuasión política o por la
vía de la insurrección. Una vez obtenido el poder, el Estado podría utilizarse para
la emancipación de la sociedad. Fue en Rusia, en 1917, donde se produjo la
primera revolución claramente anticapitalista. A partir de la década del 30’, varias
corrientes surgieron a partir del marxismo- leninismo: entre ellas, el troskismo, el
maoísmo, y el foquismo o guevarismo.
Desde los postulados clásicos de la teoría marxista, el trabajo realizado por los obreros
bajo las leyes internas del capitalismo implica explotación, ya que el valor de la fuerza de
trabajo para producir mercancías no es reconocida en el salario que este percibe. El
salario representa el precio de la venta de la fuerza de trabajo que el obrero esta obligado
a hacer para subsistir. Esa diferencia entre el valor de su trabajo y lo que percibe es
expropiada por el capitalista burgués (que posee los medios de producción)
3
Néstor Kohan (2001): El capital: historia y método, Buenos Aires, Universidad Popular Madres de Plaza
de Mayo, 2001.
Así desde el marxismo se argumenta que el capitalismo como sistema supone una lucha
de clases continua y fundamental entre la burguesía y el proletariado o clase obrera. Este
es el sujeto historico destinado a vencer al capitalismo y así emancipar la sociedad de las
condiciones de explotación y subordinación generadas por el sistema.
Analizado desde este plano, las fabricas recuperadas presentan un gran desafió de análisis
para el marxismo mas rígido, ya que el tener en sus manos los medios de producción es
un cambio radical en la conciencia del trabajador y trabajadora, porque para ello se viola
el principio capitalista de la propiedad privada.
Para poner en uso esos medios, los trabajadores conforman cooperativas de trabajo
debiendo tomar a su cargo la gestión, por lo que deben redefinir su rol dependiente y
subordinado en el contrato y la organización del trabajo frente a la lógica de
funcionamiento del mercado de capitales.
Quizás por esto, diciembre de 2001, representa una ruptura, pues fue allí donde estos
sujetos “del afuera” irrumpieron en la escena publica y desde su lugar de exclusión
instauraron nuevas practicas, tales como las asambleas, los comedores populares, que
significaron nuevos modos de subjetivacion desde la exclusión.
4
Así, el país que durante años había sido el modelo de conducta y de aplicación ortodoxa
de las recetas neoliberales impulsadas por los organismos internacionales,
se convirtió en un modelo de desobediencia civil y proveyó al marco de las luchas
globales de nuevos repertorios de acción directa (piquetes, escraches,
cacerolazos, tomas de fabricas, etc.), asomándose formas de autoorganización “desde
abajo5”.
Esta autora también señala que la crisis de 2001 también conllevo una demanda doble, así
como por un lado se instauraban nuevas formas de institucionalidad basadas en la
autoorganización de lo social, por otro lado se transmitía un llamado a la normalidad,
demandando “el regreso” del Estado para garantizar el orden y la seguridad7.
6
Svampa, Maristella & Pereyra, Sebastián. (2003) Entre la ruta y el Barrio. La experiencia de las
organizaciones piqueteras. Biblos. Buenos Aires.
7
www.maristellasvampa.net/archivos/ensayo22.pdf
En el caso de las trabajadoras de los talleres Brukman, estas se habían adelantado en 24
horas a la vigorosa revuelta popular que reclamaba “Que se vayan todos, que no quede ni
uno solo”. El mismo 18 de diciembre ante la incertidumbre de meses de salarios
adeudados, un grupo de mujeres costureras decidieron no regresar a sus hogares
ocupando las instalaciones del taller textil8, mientras en las calles comenzaba a tomar
fuerza la rebelión popular.
Un aspecto clave del caso de los talleres Brukman es que este movimiento fue liderado
por mujeres. El capitalismo siempre ha propiciado el sometimiento femenino, la idea de
su atraso técnico y político. La precarización del empleo, la reducción de la protección
social, la marginalización de las poblaciones más vulnerables, son también consecuencias
de esta globalización económica cuyo peso soportan especialmente las mujeres.
Lorraine Guay destacó que la globalización “capitalista, neoliberal y sexista” afecta
especialmente a las mujeres, en forma de pobreza y violencia de todo tipo, y se apoya
tanto “en un sistema inhumano regido por la competencia más absoluta y centrado en la
privatización, la desregulación, el sometimiento de los derechos humanos
fundamentales a la dictadura de los mercados” como en “una ideología patriarcal que
continua manteniendo a las mujeres en una inferioridad cultural, en una desvalorización
social, en una marginación económica, en una invisibilidad de sus existencias y de su
trabajo, una mercantilización de su cuerpo, situaciones todas que configuran un
verdadero apartheid9”.
Así, por ejemplo, en períodos recesivos del nivel de empleo, son millones las mujeres
despedidas .Es por ello que esta experiencia constituye una afirmación de la capacidad de
8
Le Monde Diplomatique, Ediciones Cono Sur, N 38, Agosto de 2002. ‘Apropiarse de la fuente de trabajo”
Pablo Stancanelli.
9
citado en Ezequiel Adamovsky: Mas allá de la vieja izquierda, Prometeo, Bs. As, 2003, pp. 77
iniciativa, organización y vocación de enfrentamiento con el sistema de las mujeres
trabajadoras10
10
11
Le Monde Diplomatique, Ediciones Cono Sur, Septiembre de 2005. ‘En Argentina : ocupar, producir y
resistir ‘.Cecile Raimbeau
12
Maria Isabel Ackerley (2002): “Fabricas recuperadas y comunicación horizontal. Un modelo que redefine
el poder” en Poder e novas tecnologías. Tesis Maestría, Universidad Federal de Río de Janeiro. UFRJ,
Brasil
internacional de solidaridad que reúne las trescientas empresas recuperadas en Argentina,
Venezuela, Brasil y Uruguay"13.
Algunas críticas
Los mismos trabajadores se definen como pequeñas islas en u mundo capitalista, ya que
navegan contra la corriente en un mercado capitalista que les obliga a comprar y vender,
debiendo atender a las llamadas leyes del mercado y a la oposición de los grandes grupos
económicos nacionales o las corporaciones multinacionales. Además son muchas las
dificultades a las que se enfrentan, por ejemplo la escasez de capitales para mejoras en los
bienes de las fábricas (ej maquinaria) y la nebulosa del marco legal respecto a las
expropiaciones de los bienes, lo cual genera una situación de incertidumbre e
impedimentos para la comercialización de su producción.
13
Le Monde Diplomatique Ediciones Cono Sur, N 86, agosto de 2006. “Ultimas noticias de utopía”, Serge
Halimi
En lo que se refiere a la praxis política, quienes vieron en el movimiento de fábricas una
experiencia que cristalizaba la utopía de una economía social y participativa, reclaman la
necesidad de profundizar el proceso.
Michael Albert (intelectual muy cercano a Chomsky y miembro de la red Znet14), quien
viajó a la Argentina con la intención de investigar el “fenómeno” de las fabricas
recuperadas como movimiento antisistemico, manifiesto su decepción al respecto: a su
entender, los empleados de las empresas recuperadas no trataban de extender su
conquista a otras fábricas y talleres, la recuperación de la fabrica solo habría sido una
respuesta espontánea a la crisis de supervivencia, y los trabajadores no toman real
conciencia de las posibilidades de multiplicar la experiencia, desde un posicionamiento
político15. Es entonces, cuando ante la falta de una “conciencia revolucionaria” los
partidos políticos de izquierda tradicionales tratan de colonizar los movimientos sociales
para imponerles sus valores jerárquicos y autoritarios
Breves conclusiones
Las experiencias antisistémicas no necesariamente abarcan toda la gama de
características antisistémicas, sino a un conjunto de características o condiciones de vida
que no son expresión del capitalismo y de los valores que este promueve.
14
www.znet.org
15
Le Monde Diplomatique Ediciones Cono Sur, N 86, agosto de 2006. “Ultimas noticias de utopía”, Serge
Halimi
decisiones que deben tomarse para sostener y funcionar como emprendimiento, evitando
generar cualquier tipo de diferencia o privilegios.
También la distribución equitativa de los ingresos y de los excedentes es otro elemento
que contradice y revierte la lógica acumulativa del capitalismo.
Bibliografía
Néstor Kohan (2001): El capital: historia y método, Buenos Aires, Universidad Popular
Madres de Plaza de Mayo, 2001.
Lewkowicz, Ignacio. (2004) Pensar sin Estado. La subjetividad en la era de la fluidez.
Paidós. Buenos Aires.
Cecena, Ana Esther (¿?)”La resistencia como espacio d construcción del nuevo mundo”,
en Revista Chiapas, N~7
Esteban Magnani: (2003) El cambio silencioso. Empresas y fábricas recuperadas por los
trabajadores en la Argentina, Prometeo, Bs. As
Sitios:
www.lavaca.org
www.nodo50.org
www.eldiplo.org
www.fabricasrecuperadas.org.ar
Documental
“The Take” (2002) Avi Lewis y Naomi Klein