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Señor:

JUEZ CONSTITUCIONAL DEL TUTELA (REPARTO)


XXXXXXXXXXXXXXX

Referencia: Acción de Tutela derecho a la SALUD, LA DIGNIDAD HUMANA, SEGURIDAD SOCIAL,


VIDA EN CONDICIONES DIGNAS.
Accionante: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, como agente oficioso del señor
XXXXXXXXXXXXXXXX.
Accionados: MEDIMAS EPS S.A.S

XXXXXXXXXXXXXXXXXXX, identificado con cédula de ciudadanía No. XXXXXXXXXXXXXX


expedida en XXXXXXx, Personero del Municipio de Lérida Tolima, actuando como agente oficioso
del señor XXXXXXXXXXXXXXXXXX identificado con cedula de ciudadanía Nº XXXXXXXXXXXXX
expedida en Armero Guayabal, quien por motivos personales de movilidad, limitantes físicas, acceso
a la tecnología con ocasión de la pandemia entre otros no puede ejercer de manera directa la
acción de tutela; me dirijo respetuosamente ante usted se señoría con base en lo consagrado en el
artículo 86 de la Constitución Política de Colombia, en los Decretos 2591 de 1991 y 206 de 1999,
con el fin de interponer ACCIÓN DE TUTELA contra MEDIMAS EPS S.A.S, para que dentro de un
plazo prudencial se proteja mi derecho fundamental a la SALUD, LA DIGNIDAD HUMANA,
SEGURIDAD SOCIAL, VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, con base en los siguientes hechos
fundamento la presente acción.

HECHOS

PRIMERO. El señor XXXXXXXXXXXXXXXXXX identificado con cedula de ciudadanía Nº


XXXXXXXXXX expedida en XXXXXXXXXX, más conocido como XXXXXXXXXXX en el municipio de
XXXXX, es un paciente de XX años de edad, que desde su infancia cuenta con un diagnóstico de
antecedentes de síndrome motor por inmovilidad paraplejia espástica con discapacidad severa,
atrofia muscular de miembros inferiores, a quien el día 13 de enero de 2021 se le realizo por el
médico tratante valoración escala de BARTHEL 10/100.

SEGUNDO. Que la valoración escala de BARTHEL realizada al señor XXXXXXXXXX, arrojo los
siguientes resultados: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

TERCERO. Que conforme a lo evaluado, el médico tratante le ordeno al señor


XXXXXXXXXXXXXXX una silla de ruedas con motor según lo arrojado en la escala de BARTHEL,
silla que se solicitó a la EPS MEDIMAS, entidad que la negó aduciendo no está en la obligación de
entregar ese tipo de dispositivos.

CUARTO. Que la silla de ruedas ordenada por el médico tratante es vital para la salud, dignidad
humana y vida en condiciones dignas del señor , dado que en la actualidad se moviliza en una silla o
carro artesanal que estudiantes le construyeron en tubo y partes de ciclas usadas ya haca más de
15 años, que en ese tiempo él se movilizada con el sistema manual o de pedal de mano que le
hicieron, pero con el paso de los años, la edad del señor XXXXXXXXXXXXXXX ya no puede
moverse por sí solo requiriendo el apoyo total para sus tareas y traslados.
QUINTO. Que el señor XXXXXXXXXXXXXXXX vive solo en una vivienda ubicada en la Mz 3 Casa 7
Barrio San Rafael de Lérida Tolima, no tiene familia conocida en el municipio y se apoya en vecinos
y amigos para todas sus labores, es damnificado de la tragedia de Armero y desde ese entonces
esta en este municipio, no tiene ingresos suficientes para la compra de la silla, pues en una persona
con unas condiciones sociales y económicas bastante precarias que como se expresó anteriormente
vive del apoyo de amigos, vecinos y conocidos.

SEXTO. Que como se puede observar, la silla de ruedas con motor ordenada por el médico tratante
es vital para la salud y vida en condiciones dignas del señor XXXXXXXXXX, y no se entiende porque
la EPS MEDIMAS se niega a su entrega más aun cuando se cumplen con los requisitos enunciados
en reiteradas ocasiones en jurisprudencia de la Honorable Corte Constitucional como por ejemplo
Sentencia T-485 de 2019 La Corte Constitucional, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales,
aplicó las disposiciones normativas y jurisprudenciales que regulan el procedimiento de acceso a
aquellas ayudas técnicas, que como en el caso de las sillas de ruedas, pese a estar incluidas en el
Plan de Beneficios en Salud, no son financiadas por la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
Reiteró que las EPS deben suministrar las sillas de ruedas cuando se evidencia: “(i) orden médica
prescrita por el galeno tratante; (ii) que no exista otro elemento dentro del Plan de Beneficios en
Salud que pueda permitir la movilización del paciente; (iii) cuando sea evidente que, ante los
problemas de salud, tal elemento y/o insumo signifique un elemento vital para atenuar los rigores
que causan cualquier penosa enfermedad y (iv) que el paciente carezca de los recursos económicos
para proporcionárselo él mismo.”

Como se puede evidenciar el señor XXXXXXXXXXX cumple con todos lo requisitos para que le sea
entregada la silla de ruedas solicitada a la EPS, por lo que no puede ser admisible que MEDIMAS
EPS se niegue a su entrega por simples políticas administrativas de ellos, en menoscabo de la salud
y vida en condiciones dignas de sus afiliados.

SEPTIMO. Que los médicos tratantes le expresaron que debe seguir en controles médicos por la
edad y sus condiciones de discapacidad y salud, por lo que muy seguramente deberá trasladarse a
la ciudad de Ibagué o donde le autoricen los servicios, situación bastante compleja pues requerirá
siempre de un acompañante y de trasporte especial para su traslado.

PETICION

Solicito ante usted señor juez respetuosamente que se protejan los derechos fundamentales a
SALUD, LA DIGNIDAD HUMANA, SEGURIDAD SOCIAL, VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, y en
consecuencia:

PRIMERO. Se tutele los derechos fundamentales a la SALUD, LA DIGNIDAD HUMANA,


SEGURIDAD SOCIAL, VIDA EN CONDICIONES DIGNAS del señor XXXXXXXXXX identificado con
cedula de ciudadanía Nº XXXXXXXXXXXXX expedida XXXXXXXXXX.

SEGUNDO: SE ORDENE a MEDIMAS EPS S.A.S a que en el término de 48 horas posteriores al


fallo de tutela, adelante los trámites administrativos, presupuestales y de entrega de la silla de
ruedas con motor a medida al señor XXXXXXXXXX identificado con cedula de ciudadanía Nº
XXXXXXXXXXX expedida en XXXXXXXXXXX, conforme lo ordeno el médico tratante.

TERCERO: ORDENE a MEDIMAS EPS S.A.S que como garantía fundamental a la continuidad e
integralidad en el tratamiento médico, autorice, ordene, remita y facilite todos y cada uno de los
procedimientos médicos, exámenes, intervenciones y valoraciones que sean necesarias para lograr
sobre llevar discapacidad física y condiciones de salud del señor XXXXXXX. Y que en adelante,
preste, atienda y suministre de MANERA INTEGRAL, continua, suficiente, oportuna todos y cada
uno de los procedimientos, medicamentos e insumos necesarios para la atención de su salud.

CUARTO: Ordenar MEDIMAS E.P.S. que cuando sea requerido por el señor XXXXXXXXXXX,
adelante todas y cada una de las gestiones administrativas y presupuestales necesarias a fin de
autorizar y garantizar los gastos de transporte, y alojamiento para él y un acompañante, si fuere del
caso la remisión del mismo a otra ciudad diferente a esta para su atención en salud.

CONCEPTO DE VIOLACIÓN
4.1 El derecho a la salud

Contenido general del derecho

La jurisprudencia constitucional ha estatuido como derecho fundamental independiente el derecho a


la salud, otorgándole una connotación bifronte, es decir que a la vez de ser un derecho de rango
fundamental –constitucionalmente considerado- goza de la calidad de ser servicio público.

El artículo 49 de la Constitución Nacional prevé el derecho a la salud y al saneamiento ambiental,


como servicios públicos a cargo del Estado, por los cuales el Estado propendería su especial
protección y vigilancia sobre la calidad de la prestación. Indicó el marco normativo constitucional que
los servicios médicos y sanitarios tienen como principal función la promoción, protección y la
recuperación de la salud, sujetándose a los principios de eficacia, universalidad y solidaridad.

Por su lado, la Ley 100 de 1993, introdujo en el ordenamiento jurídico una serie de principios
rectores a los cuales tienen que sujetarse todas las entidades que participen o hagan parte del
Sistema General de Seguridad Social en Salud.

El artículo 153 de la norma en cita señala que el Sistema de Seguridad Social en Salud actuaria bajo
los principios de Universalidad, calidad, eficiencia, progresividad, corresponsabilidad, prevención y
continuidad, entre otros.

Del marco normativo descrito, se concluye que el concepto del derecho a la salud
constitucionalmente considerado, involucra desde su núcleo esencial, el derecho que tiene el
paciente de acceder a los servicios médicos requeridos para la promoción, prevención y tratamiento
de la patología que le aqueja hasta que se logre la recuperación o rehabilitación definitiva, en
condiciones de inmediatez, eficiencia, suficiencia y universalidad; es decir que, la atención debe
provocar un restablecimiento y una recuperación real y efectiva. Sobre ello señaló la Corte
Constitucional:
“La salud como derecho integral, implica que la atención deba brindarse en la cantidad, oportunidad,
calidad y eficiencia requeridas, lo cual conlleva ofrecer, de acuerdo con la ley y la jurisprudencia,
todo cuidado, medicamento, intervención quirúrgica, rehabilitación, diagnóstico, tratamiento y
procedimiento necesarios para restablecer la salud, con prevalencia al tratarse de menores de
edad.”

Por tanto, no puede limitarse la órbita de protección del derecho a la salud ante una patología clara
detectada por el profesional de la salud, cuando sean circunstancias eminentemente administrativas
las que impidan el acceso a los servicios, sin que dicho amparo desconozca los postulados
fundamentales sobre los que se edifica la procedencia de la protección constitucional.

En ese sentido, la garantía del derecho a la salud exige que el mismo se sujete a la existencia de i)
un dictamen médico a través del cual se diagnostique la presencia de una patología en la paciente,
ii) una orden para la realización de un procedimiento o un medicamento, para que el juez de tutela
evalué las condiciones de vulneración del mismo frente al incumplimiento de las entidades que
administran el Sistema General de Seguridad Social en Salud, de prestar y facilitar el acceso en
condiciones de suficiencia, universalidad, integralidad, a los servicios de salud.

Y respecto a este último, es decir, la integralidad, la Jurisprudencia Constitucional ha señalado en


reiteradas oportunidades que este principio-deber debe aplicarse en el entendido que se proteja la
realización de un tratamiento completo y necesario.

Es así que, tal como lo ha indicado la jurisprudencia Constitucional, la atención del tratamiento
médico en condiciones de integralidad y atendido por el médico tratante se agota en el momento en
que se logre la rehabilitación o la recuperación definitiva del estado de salud.

Tratamiento integral de salud

La jurisprudencia constitucional ha señalado que el derecho a recibir la rehabilitación a través de un


tratamiento integral de salud proporcionado por la EPS o la EPS-S a la cual esté vinculada la
persona, es componente indispensable del derecho a la salud, ya que a partir de la posibilidad de
rehabilitación se materializa el ejercicio pleno, consciente y suficiente del derecho en mención.

Sobre este tema, la jurisprudencia de la Corte Constitucional señaló que:

“La atención a la salud debe ser integral y comprender el cuidado, el suministro de medicamentos,
las intervenciones quirúrgicas, las prácticas de rehabilitación, la realización de exámenes de
diagnóstico y seguimiento, así como todo otro componente que el médico tratante valore como
necesario para el restablecimiento de la salud del paciente. El reconocimiento de la prestación
integral del servicio de salud debe ir acompañada de indicaciones precisas que hagan determinable
la orden del juez de tutela, la cual bajo ningún supuesto puede recaer sobre cosas futuras. En
concreto, este Tribunal ha entendido que el principio de integralidad no puede entenderse de manera
abstracta, es decir, una orden de tutela que reconozca la atención integral en salud se encontrará
sujeta a los conceptos que emita el personal médico, y no, por ejemplo, a lo que estime el paciente.”
De la citación jurisprudencia anterior, se desprende con absoluta claridad que el derecho a la salud
de una persona comporta o involucra la acción –ejecución de actos positivos- de la entidad
prestadora del servicio de salud, que se materializan en diferentes aspectos o facetas.

Por un lado, en la coordinación y asignación de citas con los médicos que sean idóneos para la
prestación del servicio de salud requerido por persona, así también como en el suministro de los
medicamentos ordenados o prescritos por el médico tratante. Por otro lado, el derecho a la salud
también comporta la posibilidad de recibir los procedimientos quirúrgicos y la realización de
exámenes que permitan trazar la ruta científica que debe seguir el médico tratante.

De ahí que para lograr la rehabilitación de la o las patologías que puedan aquejar la salud de una
persona, resulta indispensable que el médico cuente con los instrumentos suficientes que le
permitan (i) elaborar un diagnóstico claro sobre la afección, (ii) ofrecer información al paciente sobre
el posible tratamiento, (iii) descartar tratamientos que no resulten útiles para la patología presente,
(iv) aplicar el tratamiento idóneo y (v) lograr la rehabilitación del paciente.

Así pues, es imperativo que en asuntos en los cuales se debata la prestación del servicio de salud,
las entidades promotoras de salud –EPS- entiendan que la posibilidad de rehabilitación o no del
paciente, pende de la aplicación del procedimiento médico y del suministro de los insumos
necesarios que ordene el médico tratante.

De manera que, conforme a las posturas jurisprudenciales transcritas se desprende que el derecho a
la salud se integra de diversos factores que confluyen en la recuperación, rehabilitación y
restablecimiento de la condición saludable que se ha visto diezmada y deteriorada por el curso de
una patología. Pero, para que el conocimiento del profesional de la salud resulte benéfico a los
intereses del usuario, es indispensable que la entidad prestadora del servicio de salud se encargue
de cubrir coberturas como los pañales, los cuales se constituyen como insumos necesarios para la
atención de la patología presente en el paciente.

Entrega de sillas de ruedas de las EPS a sus afiliados.

Sentencia T-485 de 2019 La Corte Constitucional, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales,


aplicó las disposiciones normativas y jurisprudenciales que regulan el procedimiento de acceso a
aquellas ayudas técnicas, que como en el caso de las sillas de ruedas, pese a estar incluidas en el
Plan de Beneficios en Salud, no son financiadas por la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
Reiteró que las EPS deben suministrar las sillas de ruedas cuando se evidencia: “(i) orden médica
prescrita por el galeno tratante; (ii) que no exista otro elemento dentro del Plan de Beneficios en
Salud que pueda permitir la movilización del paciente; (iii) cuando sea evidente que, ante los
problemas de salud, tal elemento y/o insumo signifique un elemento vital para atenuar los rigores
que causan cualquier penosa enfermedad y (iv) que el paciente carezca de los recursos económicos
para proporcionárselo él mismo.” En el caso concreto, estudiado por la Sala Novena de Revisión, la
Corte concluyó que Compensar EPS vulneró los derechos a la salud y a la dignidad humana de una
paciente de 59 años que padece paraparesia espástica tropical, incontinencia urinaria, metaplasia
intestinal severa y artritis rematoidea, al negar el suministro de la silla de ruedas a pesar de cumplir
con los requisitos que establece la jurisprudencia constitucional para acceder a dicha ayuda técnica.
El 11 de octubre de 2018 el médico tratante de la agenciada ordenó el suministro de silla de ruedas
con características especiales. Ese mismo día, mediante Junta de Medicina Física y Rehabilitación
adelantada por 3 médicos adscritos a la EPS Compensar, se avaló la prescripción de la silla de
ruedas. El 8 de noviembre de 2018 la agenciada solicitó a la EPS el suministro de la silla de ruedas.
Sin embargo, la EPS negó la solicitud bajo el argumento de que, al no tratarse de un insumo
pertinente para la recuperación del paciente, no hace parte del Plan de Beneficios en Salud (PBS), y
en efecto no puede financiarse con recursos de la Unidad de Pago por Capitación UPC. Además,
agregó que el aplicativo en línea creado por el Ministerio de Salud y Protección Social MIPRES (mi
prescripción) no se encuentra habilitado el acceso para formulación de sillas de ruedas y por lo tanto
esta no puede ser autorizada. A través de agente oficioso, la afiliada solicitó el amparo de sus
derechos fundamentales a la salud y a la dignidad humana con el fin de la EPS autorizara el
suministro de la silla de ruedas. En primera y en segunda instancia se declaró la improcedencia de la
acción de tutela, los jueces consideraron innecesaria la intervención del juez constitucional ante la
ausencia de la posible consumación de un perjuicio irremediable. Sobre la negativa expuesta por la
EPS, la Corte señaló que la silla de ruedas no se encuentra excluida expresamente del PBS, la
única particularidad que sobre ella se anota en la Resolución 5269 de 2017 es que su financiamiento
no proviene de la UPC, por lo cual, la EPS, en este caso Compensar, se encuentra facultada para
adelantar el procedimiento previsto en la Resolución 1885 de 2018 con el fin de que la
Administradora del Sistema de Salud -Adres- reconozca los gastos en que pueda incurrir. En este
sentido precisó que, según lo dispone la Resolución 1885 de 2018 (i) en ningún caso la prescripción
de tecnologías en salud no financiadas con recursos de la UPC o de servicios complementarios
puede significar una barrera de acceso a los usuarios (artículo 30 parágrafo 1). Bajo este supuesto,
se entiende que las fallas que presenta la prescripción de estas tecnologías a través del aplicativo
MIPRES no pueden constituir una excusa para el acceso efectivo e integral de los servicios
ordenados a un paciente por su médico tratante); (ii) las EPS están en la obligación de suministrar
tales servicios sin trámites adicionales (artículo 31 inciso 1º); (iii) no podrán negar sin justa causa el
suministro efectivo de los mismos (artículo 31 inciso 3°), menos, cuando la junta de profesionales ha
dado aprobación a dicha prescripción (Artículo 31 inciso 3°). Reiteró que, si bien la silla de ruedas no
contribuye a la cura de la enfermedad, garantiza una mejor calidad de vida de la persona que
además de no poder movilizarse por sí misma, padece otras enfermedades que se harían más
gravosas si no contara con tal ayuda técnica. Adicionalmente la Sala Novena de Revisión de la Corte
encontró acreditados los requisitos jurisprudenciales para acceder al suministro de una silla de
ruedas, toda vez que: (i) existe orden médica prescrita en este caso por galeno tratante adscrito a la
EPS; (ii) no se advierte la existencia de otro elemento dentro del Plan de Beneficios en Salud que
pueda permitir la movilización de la agenciada; (iii) la silla de ruedas constituye un elemento vital
para atenuar los rigores causados por la paraparesia espástica tropical y la incontinencia urinaria
que padece, pues además de poder movilizarse con mayor facilidad, puede procurarse una higiene
adecuada ante la imposibilidad de controlar sus esfínteres; (iv) resultaría desproporcionado concluir
que la agenciada y su núcleo familiar pueden costear la silla de ruedas, se trata de un insumo o
ayuda técnica de alto costo para un grupo familiar que en su mayoría percibe la suma de un salario
mínimo mensual. Bajo el panorama expuesto, la Corte revocó las decisiones proferidas por los
jueces de instancia, amparó los derechos fundamentales a la salud y a la dignidad humana de la
agenciada y ordenó a Compensar EPS, que, en un plazo máximo de tres días, contados a partir de
la notificación, autorice y entregue la silla de ruedas prescrita por su médico tratante. Además,
advirtió a Compensar EPS que, en adelante, aplique los parámetros jurisprudenciales reiterados en
la sentencia relacionados con el acceso a los medicamentos, procedimientos e insumos, incluidos,
no incluidos y expresamente excluidos del Plan de Beneficios en Salud, requeridos por sus afiliados.
PRUEBAS

Se aportan como pruebas documentales a la presente solicitud:

1. Copia de la cédula de ciudadanía del señor XXXXXXXXXXXXXXXX

2. Orden Medica de 13/01/2021.

3. Valoración de BARTHEL.

4. Resumen de Historia Clínica.

5. Registro fotográfico señor XXXXXXXXXXXXXXX

COMPETENCIA

En el presente asunto es competente el señor Juez, teniendo en cuenta que la vulneración de


derechos se da en el lugar de territorio de competencia del Juez, además de ser la misma localidad
de habitación del demandante.

DECLARACION

Manifiesto señor juez de conocimiento bajo gravedad de juramento que no he interpuesto otra acción
de tutela por los mismos hechos ante la autoridad competente

ANEXOS

Copia de la presente acción de tutela, para el archivo y juzgado junto con las pruebas,

NOTIFICACIONES

Recibo notificaciones en la Avenida las

El accionado las recibe en la.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
C.C.

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