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TEMA 7: RELACIONES DE GÉNERO Y DIVERSIDAD

AFECTIVO-SEXUAL
1. Sexo, género y sexualidad

-Hay una división sexual del trabajo: diferencias de tareas


y responsabilidades entre distintos sexos, así como el
desigual valor que la sociedad concede a dicha tarea en
función del sexo que lo desempeña.
Las enfermeras, cuidadoras profesionales y el trabajo
reproductivo no es lo suficientemente valorado y en su
gran mayoría es llevado a cabo por mujeres. El trabajo
reproductivo es el que desempeñan las mujeres al albergar
el embarazo y después el parto y la crianza. Es decir, los
trabajos de cuidado y emocionales. Aquí hablamos de una
ESTRATIFICACIÓN DE TAREAS.
-ESTRATIFICACIÓN: desigual distribución de poder y
riqueza y privilegios entre los sexos. El sistema de
estratificación se resume en nuestras sociedades según el
patriarcado.
-Patriarcado: organización social por la que los hombres
dominan, oprimen y explotan a las mujeres. (aunque esa
es una definición muy contundente). Acceso desigual a
bienes y recursos simbólico-materiales.
En general, los valores femeninos suelen ser peor vistos
que los masculinos. Las mujeres tienden a sufrir más
problemas y enfermedades crónicas, así como más dolor
según estadísticas.
-Sexo: diferenciación biológica entre machos y hembras
(basada en cromosomas, órganos reproductores, genitales
internos y externos y el componente hormonal) ¿Es
universal e inmutable?
-Género: aspectos sociales y culturales adscritos a las
diferencias sexuales. Son los atributos sociales
aprendidos. Hay un sistema de valores que cada cultura
construye en torno al dimorfismo sexual, en torno a solo 2
formas de género. Esto supone una socialización
diferencial, modelos de masculinidad/feminidad,
condicionantes sociales, contenidos culturales (relativos e
históricos), una desigualdad marcada y jerarquía.
El género es relativo e histórico, por eso es una
construcción social.
-Sexualidad:
• Orientación sexual: atracción hacia uno, otro o
ambos sexos como objeto de libido sexual.
(Heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad,
asexualidad).
• La identidad de género no es lo mismo
necesariamente que la identidad sexual (el caso de los
transexuales)
• Formas de sexualidad: diversidad de
comportamientos sexuales y relación con la moralidad, lo
aceptado.
2. Sistema sexo-género
-Cuando hablamos de sexo, este tiene que ver con la
naturaleza, se conoce a través de la
biología, pero… ¿es inmutable, objetivo y binario? La
transexualidad es la experiencia de una identidad de
género distinta al sexo socialmente asignado
(biológicamente justificado). Hay estudios para saber si la
transexualidad tiene fundamentos en su morfología
cerebral, no como anomalía, sino como otra forma más de
estar sexualmente en el mundo.
-Sistema sexo-género: sistema que genera transformación
para responder a las necesidades que busca responder.
Consiste en crear 2 sexos y satisfacer las necesidades de
los humanos que tienen que ver con la sexualidad. Es
decir, siempre esperamos identificarnos con uno u otro
género porque solo hay 2 modelos de género. Es un
sistema fundamentalmente opresivo al no tener en cuenta
el gran abanico de posibilidades que pueden sentir las
personas en cuanto a género. Siempre es uno u otro.
-Un ejemplo es que a una atleta transexual le retiraron la
licencia tras pasar un control de sexo por “alteración
cromosómica”, y casos como este hay muchos, de
intolerancia ante la transexualidad en el deporte justificada
biológicamente por temas hormonales y físicos.
-Sistema sexo-género: conjunto de disposiciones por el
que una sociedad transforma la sexualidad biológica en
productos de la actividad humana, y en el cual se
satisfacen esas necesidades humanas transformadas.
No es que hayamos fabricado dos géneros (dos modelos
de conducta diferenciados) porque solo disponemos de
dos sexos, sino que creemos que solo hay dos sexos
porque hemos construido solo dos modelos de género.
Así, los movimientos Queer y de las llamadas
sexualidades periféricas (LGTBIQ+) cuestionan la
existencia de identidades inamovibles y convierten el
género, y el sexo, en algo dinámico.
Se rompe con los géneros/sexos binarios, y estos se
transforman en una línea continua y fluida donde
encontramos los estados intersexuales.
3. Socialización y estratificación en relación al género
-Lo que tiene que ver con lo masculino se asocia a la
independencia, la razón… y lo femenino a la dependencia,
cuidados, emociones…

-Las mujeres ocupan peores posiciones en el mercado


laboral, reciben peores pensiones y deben recurrir más a
los trabajos a tiempo parcial por cuidar niños o mayores
enfermos o incapacitados que los hombres.
-La socialización en el género: aprendizaje de los roles de
género mediante factores sociales como la familia, la
escuela y los medios de comunicación. Es un aprendizaje
inconsciente por enseñanza irreflexiva.
Un ejemplo es un experimento que se hizo cambiando a
los niños y niñas de ropa y haciéndoles pasar por el otro
género. Luego se pidió a unos adultos que jugaran con
ellos, y los adultos eligieron juguetes más blandos, rosas
y muñecas para las niñas y para los niños los juguetes que
enseñan percepción espacial o confianza física, como
robots, coches o puzles.
-Hay creencias legitimatorias: de la biología a los procesos
y situaciones sociales y viceversa, es decir, el sistema
sexo-género. Las diferencias entre hombres y mujeres son
casi universales, factores culturales generales.
-Práctica de género y reproducción social: una vez que se
asigna un género a la sociedad espera que los individuos
se comporten como hombres o mujeres. El género se crea
y se recrea en la interacción cotidiana. Los mecanismos de
reproducción social van en contra de la
TRANSFORMACIÓN SOCIAL. Actualmente se cree que las
diferencias entre mujeres y hombres ya no están tan
inculcadas en nuestros pensamientos, pero no es así,
realmente se le da un trato muy distinto a mujeres y a
hombres en determinadas situaciones, según un artículo
de Jan Morris.
-Resumiendo, hay diferencias y estratificación en relación
al género en las posiciones desiguales, la división sexual
del trabajo, las estructuras de poder y autoridad y los usos
del
tiempo… El 88% del cuidado recae en el ámbito familiar y
en su mayoría sigue realizándose por
mujeres.
Otro ejemplo es un vídeo de una chica que anuncia que
una gran cantidad de películas no pasa lo que ella llama
“el test”. Este test es aprobado si en la película hay 2
chicas mínimo, que tienen nombre y que hablan entre
ellas, pero que hablen de algo que no sea hombres.
Sorprendentemente muchas películas famosas y no
famosas no pasan el test, y el tema más recurrido, por no
decir único, en las conversaciones entre mujeres es los
hombres.
-SIMBOLISMOS DE GÉNERO: son la
masculinidad/feminidad, estereotipos, (hetero)sexismo,
androcentrismo…
Androcentrismo: Lo propio y característico de la
construcción social de los hombres varones como centro
del universo, parámetro de estudios y análisis de la
realidad y experiencia universal de la especie humana. Hay
una confusión entre la humanidad con el hombre-varón.
Una ocultación de las mujeres y de su papel a lo largo de
la historia. Es una forma explícita de sexismo.
-En cuanto a enfermería, la sociedad discrimina la
enfermería como un trabajo subordinado a la medicina, y
por ello se asocia a las mujeres. Se observa que a
mediados del siglo XX los médicos eran hombres casi en
su totalidad o en su totalidad, y a partir de 1970
aproximadamente, las mujeres empiezan a tomar
presencia en esta profesión, de manera que en la
actualidad hay el mismo número de médicos que de
médicas, e incluso más mujeres que hombres. Sin
embargo, lo mismo no ocurre en enfermería, que ha sido
siempre una profesión mayoritariamente ocupada por
mujeres, y a lo largo del pasado siglo y hasta ahora, la

diferencia entre el número de enfermeras y enfermeros no


ha hecho más que aumentar. Es decir, las mujeres hacen
lo posible por integrarse en las profesiones antiguamente
consideradas masculinas, pero lo mismo no ocurre a la
inversa.
Entonces nos podríamos plantear la pregunta de si se
discrimina a los chicos en enfermería al haber menos
enfermeros, pero si nos fijamos en la mesa estatal de la
profesión enfermera, vemos que está compuesta por
chicos. En los médicos hay también más hombres que
mujeres.
4. Género, salud y cuidados

-La responsabilidad de los cuidados o la división sexual


del trabajo se han relacionado con una
biología o psicología diferencial que hace a las mujeres
con “mejores actitudes para cuidar”.
-Los trabajos de las mujeres (doméstico y de cuidados)
son invisibilizados y, por tanto, minusvalorados. Son
trabajos no remunerados y fuera de la consideración
social. No
reconocidos por el sistema se toman como algo inherente
a la esencia de “ser mujer” (trabajo
reproductivo). Esto tiene efectos NOCIVOS para la salud.
-Estos hechos son consecuencia de un proceso de
consolidación de la idea de la capacidad reproductiva de
las mujeres.
-Las mujeres cuidan más y se las cuida menos. Los
hombres cuidan menos y expresan menos su necesidad
de cuidados, su VULNERABILIDAD, ya que esta es una
característica ligada fuertemente a las mujeres.
MEDIDAS
-Hay que revalorizar el espacio de los cuidados, pues es el
espacio de la vida: CONFLICTO CAPITAL-VIDA.
-Hay que desnaturalizar la asignación de los cuidados a
las mujeres. LOS CUIDADOS SON TAREA DE TODOS LOS
MIEMBROS DE LA SOCIEDAD.
5. Sesgo de género

-Diferente esfuerzo diagnóstico y terapéutico en la


atención sanitaria de un sexo respecto al otro. Se enseña y
transmite en las universidades. El origen está en la
generación del conocimiento sesgada, en la investigación
científica y en lo que se enseña en las universidades.
-De dos tipos: 1) Se establece una diferencia entre
hombres y mujeres sin necesidad. Por ejemplo, en el
hiperdiagnóstico de problemas de salud mental en
mujeres frente a hombres, cuando luego se demuestra que
parte de ellos son problemas físicos. 2) Se iguala a
hombres y mujeres cuando debería atenderse a la
especificidad biológica de la mujer (más allá de la función
reproductora) y a las especificidades derivadas de
procesos de socialización y subjetividades diversas. Este
tipo de sesgo de género se traduce en una minimización
de sus síntomas y signos, así como la atribución de los
mismos al ámbito psicológico o psicosomático.
Por ejemplo, los síntomas de infarto de miocardio son
diferentes en mujeres y hombres, y para referirse al infarto
de miocardio en mujeres se utiliza la denominación
“infarto atípico”. ¿Por qué atípico? ¿En qué momento se
decidió que el de los hombres es el común, el típico, el
estándar? De hecho, hasta que se descubrió la diferencia,
y aún ya descubierta, se realizan infradiagnósticos a
mujeres que están sufriendo infartos y los derivan a
problemas psicológicos (ansiedad, depresión, estrés…).
Esto es porque desde hace mucho tiempo a las mujeres se
les ha asociado la tendencia a sufrir trastornos psíquicos,
malestares que tienen que ver con sus

formas de vida. En los años 60 se les atribuyó una


enfermedad sin nombre psicológica relacionada con el
hecho de ser amas de casa y verse obligadas a ser solo
eso, esposas y madres.
Hay un estigma sobre las enfermedades y trastornos
psicológicos de culpabilización y desconsideración. La
fibromialgia no se considera una enfermedad, o los
trastornos en mujeres de la conducta alimentaria. Se las
caracteriza como frágiles, que siguen tendencias sociales.
A día de hoy, las mujeres duplican la jornada porque
trabajan fuera y dentro de casa y tienen muchas
dificultades en su salud, lo que deriva en que se les
medique hormonalmente.
Otro tema es el de los anticonceptivos, asociados al
cuerpo femenino por ser de reproducción. Es objeto de
fuerte medicalización, cuando el cuerpo masculino es fértil
toda su vida, pero no se les da ninguna medicalización de
este tipo.
Hay mayor atención y esfuerzo en los diagnósticos
terapéuticos a hombres. Ellos reciben más hospitalización
y con mejores consecuencias que las mujeres. Sin
embargo, muchas veces son hospitalizados niños sin
necesidad, lo cual tiene también repercusiones negativas
para ellos.
-En conclusión, las prácticas cotidianas influyen en la
formación de los profesionales sanitarios, y esto a su vez
en la investigación científica, de manera que finalmente se
ve afectado el esfuerzo terapéutico (tiempo del
diagnóstico, medicalización, costes, utilización
hospitalaria y procedimientos, problemas específicos de
unos y otros…)
También concluimos con que hay un infradiagnóstico
(falta de diagnóstico o diagnósticos tardíos) de
enfermedades físicas y sobrediagnóstico de lo
psicosomático en mujeres, así como una medicalización
de sus malestares emocionales y desigualdades de género
con terapias hormonales agresivas en algunos casos,
como la anticoncepción, además de caras. Hay, además,
una feminización y BANALIZACIÓN de lo psicosomático
(ej. Fibromialgia).
6. Sexualidad y salud

-La educación afectivo-sexual se debería impartir en más


sitios de los que se da.

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