-Hay una división sexual del trabajo: diferencias de tareas
y responsabilidades entre distintos sexos, así como el desigual valor que la sociedad concede a dicha tarea en función del sexo que lo desempeña. Las enfermeras, cuidadoras profesionales y el trabajo reproductivo no es lo suficientemente valorado y en su gran mayoría es llevado a cabo por mujeres. El trabajo reproductivo es el que desempeñan las mujeres al albergar el embarazo y después el parto y la crianza. Es decir, los trabajos de cuidado y emocionales. Aquí hablamos de una ESTRATIFICACIÓN DE TAREAS. -ESTRATIFICACIÓN: desigual distribución de poder y riqueza y privilegios entre los sexos. El sistema de estratificación se resume en nuestras sociedades según el patriarcado. -Patriarcado: organización social por la que los hombres dominan, oprimen y explotan a las mujeres. (aunque esa es una definición muy contundente). Acceso desigual a bienes y recursos simbólico-materiales. En general, los valores femeninos suelen ser peor vistos que los masculinos. Las mujeres tienden a sufrir más problemas y enfermedades crónicas, así como más dolor según estadísticas. -Sexo: diferenciación biológica entre machos y hembras (basada en cromosomas, órganos reproductores, genitales internos y externos y el componente hormonal) ¿Es universal e inmutable? -Género: aspectos sociales y culturales adscritos a las diferencias sexuales. Son los atributos sociales aprendidos. Hay un sistema de valores que cada cultura construye en torno al dimorfismo sexual, en torno a solo 2 formas de género. Esto supone una socialización diferencial, modelos de masculinidad/feminidad, condicionantes sociales, contenidos culturales (relativos e históricos), una desigualdad marcada y jerarquía. El género es relativo e histórico, por eso es una construcción social. -Sexualidad: • Orientación sexual: atracción hacia uno, otro o ambos sexos como objeto de libido sexual. (Heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, asexualidad). • La identidad de género no es lo mismo necesariamente que la identidad sexual (el caso de los transexuales) • Formas de sexualidad: diversidad de comportamientos sexuales y relación con la moralidad, lo aceptado. 2. Sistema sexo-género -Cuando hablamos de sexo, este tiene que ver con la naturaleza, se conoce a través de la biología, pero… ¿es inmutable, objetivo y binario? La transexualidad es la experiencia de una identidad de género distinta al sexo socialmente asignado (biológicamente justificado). Hay estudios para saber si la transexualidad tiene fundamentos en su morfología cerebral, no como anomalía, sino como otra forma más de estar sexualmente en el mundo. -Sistema sexo-género: sistema que genera transformación para responder a las necesidades que busca responder. Consiste en crear 2 sexos y satisfacer las necesidades de los humanos que tienen que ver con la sexualidad. Es decir, siempre esperamos identificarnos con uno u otro género porque solo hay 2 modelos de género. Es un sistema fundamentalmente opresivo al no tener en cuenta el gran abanico de posibilidades que pueden sentir las personas en cuanto a género. Siempre es uno u otro. -Un ejemplo es que a una atleta transexual le retiraron la licencia tras pasar un control de sexo por “alteración cromosómica”, y casos como este hay muchos, de intolerancia ante la transexualidad en el deporte justificada biológicamente por temas hormonales y físicos. -Sistema sexo-género: conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas. No es que hayamos fabricado dos géneros (dos modelos de conducta diferenciados) porque solo disponemos de dos sexos, sino que creemos que solo hay dos sexos porque hemos construido solo dos modelos de género. Así, los movimientos Queer y de las llamadas sexualidades periféricas (LGTBIQ+) cuestionan la existencia de identidades inamovibles y convierten el género, y el sexo, en algo dinámico. Se rompe con los géneros/sexos binarios, y estos se transforman en una línea continua y fluida donde encontramos los estados intersexuales. 3. Socialización y estratificación en relación al género -Lo que tiene que ver con lo masculino se asocia a la independencia, la razón… y lo femenino a la dependencia, cuidados, emociones…
-Las mujeres ocupan peores posiciones en el mercado
laboral, reciben peores pensiones y deben recurrir más a los trabajos a tiempo parcial por cuidar niños o mayores enfermos o incapacitados que los hombres. -La socialización en el género: aprendizaje de los roles de género mediante factores sociales como la familia, la escuela y los medios de comunicación. Es un aprendizaje inconsciente por enseñanza irreflexiva. Un ejemplo es un experimento que se hizo cambiando a los niños y niñas de ropa y haciéndoles pasar por el otro género. Luego se pidió a unos adultos que jugaran con ellos, y los adultos eligieron juguetes más blandos, rosas y muñecas para las niñas y para los niños los juguetes que enseñan percepción espacial o confianza física, como robots, coches o puzles. -Hay creencias legitimatorias: de la biología a los procesos y situaciones sociales y viceversa, es decir, el sistema sexo-género. Las diferencias entre hombres y mujeres son casi universales, factores culturales generales. -Práctica de género y reproducción social: una vez que se asigna un género a la sociedad espera que los individuos se comporten como hombres o mujeres. El género se crea y se recrea en la interacción cotidiana. Los mecanismos de reproducción social van en contra de la TRANSFORMACIÓN SOCIAL. Actualmente se cree que las diferencias entre mujeres y hombres ya no están tan inculcadas en nuestros pensamientos, pero no es así, realmente se le da un trato muy distinto a mujeres y a hombres en determinadas situaciones, según un artículo de Jan Morris. -Resumiendo, hay diferencias y estratificación en relación al género en las posiciones desiguales, la división sexual del trabajo, las estructuras de poder y autoridad y los usos del tiempo… El 88% del cuidado recae en el ámbito familiar y en su mayoría sigue realizándose por mujeres. Otro ejemplo es un vídeo de una chica que anuncia que una gran cantidad de películas no pasa lo que ella llama “el test”. Este test es aprobado si en la película hay 2 chicas mínimo, que tienen nombre y que hablan entre ellas, pero que hablen de algo que no sea hombres. Sorprendentemente muchas películas famosas y no famosas no pasan el test, y el tema más recurrido, por no decir único, en las conversaciones entre mujeres es los hombres. -SIMBOLISMOS DE GÉNERO: son la masculinidad/feminidad, estereotipos, (hetero)sexismo, androcentrismo… Androcentrismo: Lo propio y característico de la construcción social de los hombres varones como centro del universo, parámetro de estudios y análisis de la realidad y experiencia universal de la especie humana. Hay una confusión entre la humanidad con el hombre-varón. Una ocultación de las mujeres y de su papel a lo largo de la historia. Es una forma explícita de sexismo. -En cuanto a enfermería, la sociedad discrimina la enfermería como un trabajo subordinado a la medicina, y por ello se asocia a las mujeres. Se observa que a mediados del siglo XX los médicos eran hombres casi en su totalidad o en su totalidad, y a partir de 1970 aproximadamente, las mujeres empiezan a tomar presencia en esta profesión, de manera que en la actualidad hay el mismo número de médicos que de médicas, e incluso más mujeres que hombres. Sin embargo, lo mismo no ocurre en enfermería, que ha sido siempre una profesión mayoritariamente ocupada por mujeres, y a lo largo del pasado siglo y hasta ahora, la
diferencia entre el número de enfermeras y enfermeros no
ha hecho más que aumentar. Es decir, las mujeres hacen lo posible por integrarse en las profesiones antiguamente consideradas masculinas, pero lo mismo no ocurre a la inversa. Entonces nos podríamos plantear la pregunta de si se discrimina a los chicos en enfermería al haber menos enfermeros, pero si nos fijamos en la mesa estatal de la profesión enfermera, vemos que está compuesta por chicos. En los médicos hay también más hombres que mujeres. 4. Género, salud y cuidados
-La responsabilidad de los cuidados o la división sexual
del trabajo se han relacionado con una biología o psicología diferencial que hace a las mujeres con “mejores actitudes para cuidar”. -Los trabajos de las mujeres (doméstico y de cuidados) son invisibilizados y, por tanto, minusvalorados. Son trabajos no remunerados y fuera de la consideración social. No reconocidos por el sistema se toman como algo inherente a la esencia de “ser mujer” (trabajo reproductivo). Esto tiene efectos NOCIVOS para la salud. -Estos hechos son consecuencia de un proceso de consolidación de la idea de la capacidad reproductiva de las mujeres. -Las mujeres cuidan más y se las cuida menos. Los hombres cuidan menos y expresan menos su necesidad de cuidados, su VULNERABILIDAD, ya que esta es una característica ligada fuertemente a las mujeres. MEDIDAS -Hay que revalorizar el espacio de los cuidados, pues es el espacio de la vida: CONFLICTO CAPITAL-VIDA. -Hay que desnaturalizar la asignación de los cuidados a las mujeres. LOS CUIDADOS SON TAREA DE TODOS LOS MIEMBROS DE LA SOCIEDAD. 5. Sesgo de género
-Diferente esfuerzo diagnóstico y terapéutico en la
atención sanitaria de un sexo respecto al otro. Se enseña y transmite en las universidades. El origen está en la generación del conocimiento sesgada, en la investigación científica y en lo que se enseña en las universidades. -De dos tipos: 1) Se establece una diferencia entre hombres y mujeres sin necesidad. Por ejemplo, en el hiperdiagnóstico de problemas de salud mental en mujeres frente a hombres, cuando luego se demuestra que parte de ellos son problemas físicos. 2) Se iguala a hombres y mujeres cuando debería atenderse a la especificidad biológica de la mujer (más allá de la función reproductora) y a las especificidades derivadas de procesos de socialización y subjetividades diversas. Este tipo de sesgo de género se traduce en una minimización de sus síntomas y signos, así como la atribución de los mismos al ámbito psicológico o psicosomático. Por ejemplo, los síntomas de infarto de miocardio son diferentes en mujeres y hombres, y para referirse al infarto de miocardio en mujeres se utiliza la denominación “infarto atípico”. ¿Por qué atípico? ¿En qué momento se decidió que el de los hombres es el común, el típico, el estándar? De hecho, hasta que se descubrió la diferencia, y aún ya descubierta, se realizan infradiagnósticos a mujeres que están sufriendo infartos y los derivan a problemas psicológicos (ansiedad, depresión, estrés…). Esto es porque desde hace mucho tiempo a las mujeres se les ha asociado la tendencia a sufrir trastornos psíquicos, malestares que tienen que ver con sus
formas de vida. En los años 60 se les atribuyó una
enfermedad sin nombre psicológica relacionada con el hecho de ser amas de casa y verse obligadas a ser solo eso, esposas y madres. Hay un estigma sobre las enfermedades y trastornos psicológicos de culpabilización y desconsideración. La fibromialgia no se considera una enfermedad, o los trastornos en mujeres de la conducta alimentaria. Se las caracteriza como frágiles, que siguen tendencias sociales. A día de hoy, las mujeres duplican la jornada porque trabajan fuera y dentro de casa y tienen muchas dificultades en su salud, lo que deriva en que se les medique hormonalmente. Otro tema es el de los anticonceptivos, asociados al cuerpo femenino por ser de reproducción. Es objeto de fuerte medicalización, cuando el cuerpo masculino es fértil toda su vida, pero no se les da ninguna medicalización de este tipo. Hay mayor atención y esfuerzo en los diagnósticos terapéuticos a hombres. Ellos reciben más hospitalización y con mejores consecuencias que las mujeres. Sin embargo, muchas veces son hospitalizados niños sin necesidad, lo cual tiene también repercusiones negativas para ellos. -En conclusión, las prácticas cotidianas influyen en la formación de los profesionales sanitarios, y esto a su vez en la investigación científica, de manera que finalmente se ve afectado el esfuerzo terapéutico (tiempo del diagnóstico, medicalización, costes, utilización hospitalaria y procedimientos, problemas específicos de unos y otros…) También concluimos con que hay un infradiagnóstico (falta de diagnóstico o diagnósticos tardíos) de enfermedades físicas y sobrediagnóstico de lo psicosomático en mujeres, así como una medicalización de sus malestares emocionales y desigualdades de género con terapias hormonales agresivas en algunos casos, como la anticoncepción, además de caras. Hay, además, una feminización y BANALIZACIÓN de lo psicosomático (ej. Fibromialgia). 6. Sexualidad y salud
-La educación afectivo-sexual se debería impartir en más