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"FORO ECOLOGISTA DE PARANA C/ MUNICIPALIDAD DE PARANA S/

ACCION DE AMPARO (AMBIENTAL 17529)", Expte. Nº 1330


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PARANÁ, 22 de febrero de 2021.


VISTOS:
Estos autos caratulados "FORO ECOLOGISTA DE PARANA C/
MUNICIPALIDAD DE PARANA S/ ACCION DE AMPARO (AMBIENTAL 17529),
Expte. Nº 1330" venidos a despacho para dictar sentencia;

Y CONSIDERANDO:
1. Que se presentó el Señor Sergio Daniel Verzeñassi, en su
carácter de Presidente del Foro Ecologista de Paraná, con el patrocinio
letrado de Darío Sebastián Rufino, con el objeto de interponer Medidas Cautelares
y Acción de Amparo Ambiental contra la Municipalidad de Paraná, en su carácter
de autoridad administrativa responsable de autorizar la tala de los árboles
existentes en Boulevard Racedo de esta ciudad, con motivo de la obra pública de
su ensanche.
Solicitó se dispongan las siguientes Medidas Cautelares: En primer
lugar, se decrete Medida de No Innovar que suspenda la tala de los árboles, lo
que debería extenderse en el tiempo hasta tanto la Municipalidad 1) cuente con
el ordenamiento ambiental, el estudio de impacto ambiental, y el plan de
organización del sistema de control sobre el desarrollo de la actividad antrópica y
del sistema de diagnóstico e información ambiental; 2) cumpla con el
procedimiento previo de evaluación de impacto ambiental, dando participación
ciudadana; 3) proporcione información pública ambiental sobre el estado del
ambiente y los posibles efectos que sobre él pueda provocar la tala de los
ejemplares de árboles existentes en Boulevard Racedo; 4) se garantice a los
vecinos de Paraná su derecho a ser consultados y a opinar sobre la tala de los
ejemplares como consecuencia de la obra pública contratada por la
Municipalidad, mediante la realización de una Audiencia Pública; 5) se asegure la
participación ciudadana en la Evaluación de Impacto Ambiental.
Sintetizó sus pretensiones en exigir a la accionada que "antes de
talar los árboles de Boulevard Racedo debe cumplir y hacer cumplir los
presupuestos mínimos ambientales ordenados por la Ley, de cuyo cumplimiento
no está autorizada a excepcionarse".
Requirió también -como medida prelimiar- se proceda al secuestro
del expediente administrativo correspondiente a la contratación de la
Municipalidad de Paraná relativo al ensanche de Bv. Racedo.
Finalmente se solicitó, se haga lugar a la acción emprendida,
disponiendo la protección contra la tala y/u otras medidas que configuren daño a
los ejemplares de árboles existentes en Boulevard Racedo por constituir bienes
ambientales por haberse reconocido su condición de “componentes de la
infraestructura de salud pública de la ciudad”; todo ello con imposición de costas
a la accionada.
Prosiguió con el relato de los hechos relevantes del caso traído a la
justicia a partir de ubicar temporalmente en el día 8 de enero del 2021 momento
en el cual los vecinos de Bv. Racedo se enteraron del inicio de la realización de
una obra de ensanchamiento de esa arteria, que arrasaría con más de 160
árboles en perfecto estado de salud, fecha en la cual, la contratista inició la
instalación del obrador.
Afirmó que la tala de bellísimos y benignos ejemplares de árboles
que le dan identidad y sustentabilidad ambiental a calle Racedo y al resto de la
ciudad, han sido ordenados omitiendo cumplir disposiciones de orden público que
enumeró.
Consideró que la medida va a contramarcha del mundo civilizado
en lo que se hace sobre planes de forestación, ya que -de lo contrario- las
temperaturas aumentan por el cemento, lo que apareja consecuencias dañinas
para la salud y aumenten los grados de contaminación.
Aludió a la opinión brindada por el Colegio de Arquitectos de la
Provincia de Entre Ríos Regional ONO, a través del Instituto de Estudios
territoriales en la cual se explicaba la finalidad y función de los Boulevares en las
ciudades, que se diferenciaban de las avenidas justamente por la existencia de
importante forestación.
Justificó la promoción del amparo en la inminencia de la ejecución
de la acción que calificó como "ilícita" e "irreversible", entre otras adjetivaciones
que explicó.
Calificó al arbolado de calle Racedo, como integrado por
ejemplares "bellos, necesarios, imprescindibles, que producen como abnegado
servicio a la comunidad, un ambiente sin contaminación, más fresco, con menos
ruido y mejores niveles de calidad de vida".
Explicó que la demandada ha dado respuestas evasivas y que no
ha brindado las actuaciones administrativas en la que pueda constatarse la
información ambiental a la que tienen derecho, entre ellas, al Estudio de Impacto
Ambiental (en adelante “EIA”).
Comentó y enumeró la adhesión de vecinos frentistas y no
frentistas que en gran número se expresaron negativamente respecto al
comienzo de la obra y las consecuencias que acarrearían al arbolado del boulevar.
Luego de ello prosiguió con el desarrollo discursivo de su escrito
emprendiendo la fundamentación de fondo, concretamente, la procedencia del
Amparo Ambiental promovido.
Afirmó que la obra de ensanchamiento de Bv. Racedo -de la que
carece de información al respecto- tiene como inicio la tala de los árboles
existentes en la arteria, lo que lesionará derechos constitucionales-
convencionales de los vecinos, los que son producto de un accionar ilícito por no
haberse realizado audiencia pública y no exhibir públicamente el EIA, lo que
nulifica todo el procedimiento llevado a cabo, cuestión que justificó la promoción
del amparo por sobre otras vías alternativas; luego declaró bajo juramento que no
ha entablado otra acción o recurso sustentando la misma pretensión.
Se detuvo en fundamentar el grave riesgo para el ambiente
urbano que significa la obra sobre el Boulevard Racedo y la tala de los árboles
que ello apareja, lo que acarrearía la afectación de la salud y calidad de vida de la
comunidad de manera irreversible lo que constituye un ataque a derechos
humanos de la población.
Sostuvo que no se cumplió con las disposiciones de la Ordenanza
municipal N° 7717 y, especialmente, criticó la falta de realización de una
audiencia pública previa a la decisión administrativa que pretendía paralizar,
advirtiendo que una “consulta a vecinales” no puede reemplazar a aquella.
La carencia de la realización de la audiencia pública en forma
previa nulificaría -según sostuvo- todo lo actuado por la accionada en torno a la
obra pública de ensanche del boulevard.
Prosiguió su argumentación afirmando que la Municipalidad de
Paraná violó la Ordenanza local Nº 9906 por la cual se considera al árbol como
sujeto de derechos urbanos, y que no ha sido observada dado que tampoco se ha
convocado a la Mesa del Arbolado Urbano para que lleven a cabo la tarea que les
encomienda la normativa.
Sintetizó su relato expresando que "la decisión de alto impacto
ambiental consistente en talar 160 ejemplares de árboles existentes en Boulevard
Racedo la Municipalidad no participó a los vecinos de Paraná. No los consultó. No
les aportó información ni les exhibió el Estudio de Impacto Ambiental" (textual).
Planteó reserva del caso federal; pidió la eximición del pago de
costas sin dejar de recordar que la entidad que representa se encuentra
alcanzada por el Beneficio de Litigar sin Gastos; enumeró las medidas cautelares
y de fondo que impetró en su escrito pidiendo se haga a todas ellas, con expresa
imposición de costas a la contraria.
2. Se proveyó inicialmente en forma favorable la petición cautelar
-encuadrándola como "precautelar"- disponiendo la paralización de la obra hasta
tanto se resuelva el fondo del amparo, asimismo y por el contrario, no se proveyó
favorablemente el secuestro del expediente administrativo que contiene las
actuaciones realizadas en torno a la obra pública de ensanche del Boulevard
Racedo.
3. Se presentó la Municipalidad de Paraná accionada por medio
de su apoderado legal, el abogado Emiliano Izaguirre, con patrocinio letrado de
Juan A. Leineker y evacuó el informe requerido, contestó la demanda,
oportunidad en la cual efectuó las negativas rituales de estilo.
Pidió se rechace la acción en base a los argumentos que recaló en
el marco normativo aplicable al caso, en tanto -sostuvo- no existe ilegitimidad
manifiesta en el accionar municipal, todo lo cual surgiría de las actuaciones
administrativas Nos. 13080/2020 y 15195/2020, que acompañó, afirmando que
no existe ni se ha demostrado -de parte del Foro Ecologista de Paraná- daño
ambiental alguno, ni su inminencia o riesgo de acaecimiento, tampoco -en el
sentido más genérico- como "contaminación ambiental".
También negó que se haya privado a la ciudadanía de la
información ambiental que reclama la contraria.
Se referenció en las constancias de los expedientes
administrativos arrimados por ella, cuyo contenido verificaría que ha actuado
conforme a la ley y más allá del vehemente relato y las enérgicas acusaciones
que el actor manifiesta en su escrito de demanda, éste no aporta ni un solo
elemento de prueba que demuestre que, en este caso, la Municipalidad de
Paraná, en relación a la obra, ha actuado sin competencia, o sin facultad, o sin
observancia de las formas o límites constitucionales o legales.
Igual crítica le prodigó a lo que calificó como supuesto daño
ambiental denunciado por el actor, en tanto éste se limitó a acompañar -como
todo elemento de prueba de sus dichos- un pronunciamiento público del Instituto
de Estudios Territoriales del Colegio de Arquitectos de Entre Ríos Regional ONO,
que no aportaría ni un solo elemento de convicción a fin de poder demostrar cual
sería el daño que alegan y sus consecuencias a futuro, es decir, cuál es el
concreto menoscabo ambiental irreparable que invoca.
Luego se dirigió a cuestionar la vía procesal impetrada por la
actora considerando que la acción es inadmisible por incumplimiento del requisito
exigido por la Ley de Procedimientos Constitucionales N° 8369 (en adelante
"LPC") en su artículo 3°, en tanto existirían otros procedimientos que permiten
resguardar adecuadamente los derechos invocados, como el acudir al
procedimiento administrativo, en tanto la Ordenanza citada por el amparista N°
7717 (Código Ambiental), prevé la posibilidad de dictado de medidas de
seguridad por la autoridad de aplicación.
Que aun ante el rechazo en sede administrativa, el vecino puede
solicitar ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo la suspensión del acto
administrativo que autoriza (en sentido genérico) el desarrollo de una obra, entre
otras medidas judiciales de carácter cautelar que enunció.
Criticó al Foro Ecologista al accionar por amparo ambiental
asumiendo una posición en defensa de derechos que involucra a un grupo de
vecinos que, bajo el ropaje del derecho ambiental, defendería los supuestos
intereses de un grupo reducido de personas que habitan en el lugar de desarrollo
de la obra, en detrimento de los beneficios que la misma acarrearía a un abanico
mucho mayor de habitantes de toda la ciudad.
Luego produjo el informe requerido, atribuyéndole a la demanda
sustentarse en dos grandes ejes argumentativos. Por un lado, la producción de un
supuesto daño ambiental de imposible reparación ulterior, así como una
afectación negativa del medio ambiente y de la salud pública en general y, por
otro, denunció el amparista que el Estado Municipal no habría dado cumplimiento
a una variedad de requisitos legales.
Contradijo tales reproches de la actora remitiéndose a las
constancias de las actuaciones administrativas afirmando que el Municipio ha
dado cumplimiento a la normativa aplicable en materia ambiental, en tanto
administrativamente se tramitó el Certificado de Aptitud Ambiental N° 029,
otorgado mediante Resolución N° 05/2020 DAPyEA, según lo reglado por el
Decreto Provincial N° 3489/2016 modificatorio del N° 4977/2009, obra de
ensanche que resultó categorizada en "1" por la autoridad administrativa
municipal competente, con lo que se considera de "bajo impacto ambiental" y,
por lo tanto, no requeriría la elaboración de un EIA.
También se remitió a las actuaciones antes citadas en las que
indicó que consta una descripción detallada del proyecto de la obra, en las cuales
consideró de especial interés a los fines del presente lo referido al apartado
denominado “forestación compensatoria” del plan de trabajo.
Explicó que en la Ordenanza N° 7717/1995 (Código Ambiental) no
se establece una categorización de actividades, riesgos, estandares y necesidad
de EIA.
Refirió al Pliego de Especificaciones Técnicas de la licitación
pública tramitada como forma de concretar la obra pública, en el cual se
estableció de manera detallada la “forestación compensatoria” que -en resumidas
palabras- impone a la contratista la obligación de compensar, y de esa manera
restaurar, en parte con nuevos ejemplares, la forestación afectada por la obra.
Todo ello tendiente a mitigar cualquier efecto ambientalmente negativo y -más
aun- a mejorar las condiciones ambientales de la zona de obra, aclarando que no
se realizará la tala de todos los árboles existentes en el tramo del boulevard que
se interviene por la obra de ensanche y repavimentación. Por el contrario, en
cumplimiento de la normativa ambiental, se procedería a la extracción solo de los
ejemplares que por su ubicación sean de imposible mantenimiento para la
ampliación de la vía. En la medida de las posibilidades se mantendría a los
ejemplares existentes, integrándolos a la nueva fisonomía.
Finalmente destacó que -en contraposición a lo afirmado por el
actor- existiría un gran número de vecinos que están en un todo de acuerdo con
la realización de la obra y así lo han manifestado a las autoridades de la
Municipalidad distintas Comisiones Vecinales de la zona.
Solicitó la realización de una audiencia de conciliación.
Ofreció prueba documental e instrumental que detalló; fundó en
derecho; planteó el caso federal y, entre otras cuestiones, pidió se rechace la
demanda y con ello se dejen sin efecto las medidas precautelares y cautelares
dispuestas en la causa, con imposición de costas a la promoviente.
4. Luego de tramitaciones varias, las actuaciones fueron puestas a
consideración del dicente al momento de iniciar el período procesal ordinario
luego de culminada la feria judicial de Enero/2021.
Consciente del especial rol asignado al Juez que intervenga en un
Amparo Ambiental interpretado por la doctrina en el sentido de que su rol
tradicionalmente pasivo (propio de quien aguarda y somete su decisión
exclusivamente a lo que las partes arriman al proceso) ha cambiado, rotando
hacia una posición más activa en el proceso en tanto ese papel es considerado
como "irrenunciable" por el magistrado actuante que hace a su participación más
involucrada con la búsqueda de la verdad real que la formal (BIBILONI, Héctor
Jorge. "El proceso ambiental". Editorial: Lexis Nexis S.A., 2005, Buenos Aires, pág.
319), se dispuso como medida probatoria de oficio la realización de una
constatación judicial -en presencia de las partes- llevada a cabo el 8 de febrero a
partir de las 10 hs. la que quedó videofilmada por Secretaría y que aportó
inmediatez respecto de los hechos denunciados y el contexto del lugar en donde
se realizarían los trabajos y en el cual se emplazan los árboles que se pretenden
proteger por la actora, vivenciar personalmente la movilización vecinal (tanto a
favor como en contra de la ejecución de la obra) y de diversos individuos que se
presentaron en forma espontánea a la diligencia -de manera respetuosa y activa-
que fueron escuchados dentro del margen acotado que correspondía por obvias
razones de tiempo, espacio y organización de la inspección in situ (obra a
disposición la videofilmación en Secretaría).
También fue el momento propicio para comenzar a desandar el
camino de una posible -como alentada- solución amistosa, consensuada y
esencialmente garantizadora del debido cumplimiento de lo pactado, en forma
previa y con suficiente tiempo de anticipación (dentro del acotadísimo marco del
proceso de amparo ambiental en curso) se convocó a la audiencia de conciliación
fijada para el día 10 de febrero 2021 a las 13 hs., en el edificio de Tribunales en su
salón de actos que fue acondicionada especialmente para tal situación dada la
participación de mayor cantidad de personas que las que admiten los salones de
audiencias de usual utilización por los distintos fueros.
Con el fin de obtener mayor caudal de elementos que permitieran
concretizar los reproches ambientales (de forma y de fondo) que animaron la
promoción de la causa y en ejercicio del rol activo que se pretende del juez
actuante, se requirieron informes a la accionada de manera tal de obtener mayor
caudal de datos que permitieran auscultar con mayor nitidez el obrar de la
demandada cuestionada, dada la escasez de elementos de juicio disponibles en la
causa que fueran suficientemente serios y concretos para tildar el accionar de la
Municipalidad capitalina como ilegítimo y contrario a las normas de orden público
que rigen el asunto.
Sin embargo la actora se agravió del activismo prodigado por el
suscrito entendiendo que se vulneraba la igualdad procesal -entre otras
cuestiones- considerando que tales pedidos de informes debían ser solicitados a
organismos imparciales de reconocido prestigio en la materia, dando como
ejemplo (y no ofreciendo como prueba como debiera haberlo hecho) contar con
un dictamen de la cátedra de Espacios Verdes de la Facultad de Ciencias
Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
El recurso fue declarado inadmisible dado que el veloz proceso del
amparo no lo permite, pero de todas formas, en aras de obtener provechosos
elementos de juicio para resolver la causa en base a datos concretos y científicos
sobre la obra cuestionada, se ordenó -como medida para mejor proveer- se libre
oficio para tal cometido, en momentos antes de la celebración de la audiencia de
conciliación, lo que se diligenció de inmediato de parte de la Secretaría de
Cámara.
La audiencia se llevó a cabo a la hora y en lugar establecidos
concurriendo a ella, además del dicente y el Secretario de la Cámara, por la parte
actora, el Presidente del Foro Ecologista de Paraná Señor Sergio Daniel
Verzeñassi, la Licenciada Lucía Ibarra Bouzada, el Biólogo Alfredo Grimaux y el
letrado Darío Sebastián Rufino, mientras que por la demandada se encontraba el
Presidente Municipal Cr. Adán Humberto Bahl, los abogados Pablo José Testa y
Emiliano Izaguirre, y los técnicos: Señora Lucía Kriger, Paula María, Jorge A.
Galván y el Arquitecto Guillermo Van Opstal. Además concurrió a la audiencia la
Sra. Fiscal de Cámara, Aranzazú Barrandeguy.
Lamentablemente la audiencia fracasó en relación al fin
conciliatorio que animaba el acto pero, como luego se analizará y desmenuzará
en el discurso, aportó -al igual que la inspección judicial- no sólo elementos de
juicio que evidenciaron las posturas de las partes y los deseos de superar el
conflicto aportando elementos necesarios para evaluar el conflicto, sino también
para plantear alternativas superadoras a él y llegar a un resultado consensuado o
no, pero superador del statu quo ante.
Con la celeridad de la marcha del proceso se presentó la Magister
Profesora Myriam Ana Martínez y aceptó producir el informe requerido aunque
solicitó se le brindara mayor cantidad de días que los concedidos para tal
cometido, petición que tuvo acogida extendiéndole el plazo de producción del
dictamen y poniendo a su disposición todo el material obrante a los fines de que
dictamine respecto de los mismos puntos que fueran pedidos a la Municipalidad y
que generara la fallida impugnación de la actora.
Sin embargo, al día siguiente de la aceptación de la catedrática,
lamentablemente ésta revocó su anterior disposición aduciendo razones
burocráticas de la Alta Casa de Estudios donde titularizaba su cátedra que, como
no podía ser de otra manera, fueron aceptadas.
En el mismo día en que se frustraba la prometedora sugerencia de
la actora y siendo el último día que el ordenamiento procesal permitía la
elongación del período de prueba, cuando expiraba la jornada, la actora procedió
a acompañar tres informes técnicos, a los que luego se aludirá al momento de
evaluar los hechos jurídicos del caso en base a la prueba disponible.
Aceptada que fuera la incorporación de dicha prueba, se cerró el
período probatorio y se dispuso el pase de las voluminosas actuaciones a la
Señora representante del Ministerio Público Fiscal a fin de que dictamine.
La Señora Fiscal del fuero abogada Aranzazú Barrandeguy, luego
de sintetizar las posturas de las partes y analizar detenidamente la prueba, opinó
-fundadamente- propiciando el rechazo del amparo, no sin antes sugerir que, en
ejercicio de potestades reconocidas al dicente en el artículo 76 de la LPC, se
incorpore a la sentencia la oferta de ampliación de la forestación y traslado de
ejemplares en cuanto sea posible, que formuló el Municipio en la audiencia
convocada para conciliar.
El análisis del caso e incluso la propuesta de la Señora Fiscal del
fuero son compartidos por el dicente, aunque el consejo no sea seguido en su
totalidad por cuestiones técnicas, como luego se demostrará y justificará.
5. Las cuestiones ambientales, generalmente, se presentan como
un "caso difícil" (DWORKING, Ronald, "El Imperio de la Justicia". Gedisa,
Barcelona, 2005, 2a. reimpr.) dentro de un proceso complejo, es decir, difícil por
duplicado, tratándose de una causa en la cual se controvierte el obrar estatal
público por una asociación protectora del medio ambiente, claramente se
vislumbra un panorama en el cual, ante una misma realidad, se presentan dos
visiones del bien común que disputan prevalecer no sólo en el mundo de los
valores sino más bien en el plano jurídico, es decir, que dos partes que buscan el
bien común o bienestar general (en el caso de los habitantes actuales y futuros
de la ciudad de Paraná) sostienen que el derecho vigente abona su postura.
La complejidad del abordaje del caso contrasta con una
descripción sintética de las posturas contrapuestas que -en sus principales ejes-
se ha desarrollado en los escritos de demanda y contestación de demanda y
también en las instancias presenciales de la inspección judicial y de la audiencia
de conciliación.
Dado que -parafraseando a Dworking (ob.cit.)- no se pretende que
la resolución de esta causa sea por un Juez Hércules (aquél que todo lo sabe y
todo lo tiene en cuenta) se pretenderá dictar una sentencia apegada a las normas
jurídicas vigentes (que en la materia ambiental no posee lagunas, al menos, en
los temas críticos que aquí constituyen el meollo del asunto) y a la luz de los
principios jurídicos que las animan interpretados -aquí si en parte y caso por caso-
por la jurisprudencia nacional y la doctrina ambientalista más autorizada.
La pretensión de la actora en la demanda se concretiza en exigir a
la Municipalidad que "antes de talar los árboles de Bv. Racedo debe cumplir y
hacer cumplir los presupuestos mínimos ambientales" y a la justicia que disponga
"la protección contra la tala y/u otras medidas antrópicas que configuren daño a
los ejemplares de árboles existentes en Bv. Racedo por constituir bienes
ambientales urbanos especialmente valorados y protegidos por las normas
vigentes y por haberse reconocido su condición de componentes de la
infraestructura de salud pública de la ciudad" (textual).
La demandada, por su parte, afirma haber observado las normas
vigentes actuando dentro de sus competencias, específicamente, respecto de la
participación popular, haberla observado con la intervención y explícito apoyo a
la obra de las Comisiones Vecinales de la zona de la obra y en la calificación como
de "bajo impacto ambiental" de la intervención en el Bv. Racedo, lo que implicaría
que el EIA no sea una exigencia legal de obligatoria observancia de parte de la
Municipalidad capitalina.
5.1 Se efectuará -en lo siguiente- una descripción objetiva de los
hechos y actos jurídicos administrativos relevantes al caso hasta la intervención
judicial que dispuso la paralización de las obras.
No existe controversia entre las partes que el ensanche del tramo
del Bv. Racedo (500 metros de longitud) fue proyectado hace 55 años (año 1966)
que se extiende desde Avenida de Las Américas hasta Avenida Francisco Ramírez,
con una visión de futuro para continuar la trama desde -aproximadamente- calle
Belgrano a Avenida de Las Américas (de unos 600 metros de longitud) éste último
trayecto cuenta con un cantero central con palmeras y otras plantas y veredas
arboladas.
Tampoco existe discusión -y ello fue especialmente verificado en la
inspección ocular realizada el día 8 de Febrero en la cual se transitó las cinco
cuadras en donde se sitúa el conflicto- que a lo largo del trayecto que se pretende
ensanchar, obra una arboleda que constituye una segunda hilera de ejemplares
de gran tamaño (desde calle Maciá -continuación de Bv. Racedo hacia el este
luego de Avenida Francisco Ramírez, puede -incluso- avisorarse que algunos de
los árboles que no se verían afectados por la obra son, incluso, más frondosos
que los que habría que remover), es decir, que de trasladarse los árboles que
requiere la ampliación del boulevard, en general -dado que a lo largo de los 500
metros la segunda hilera no es continua-, la arteria seguiría contando en sus
veredas árboles adultos de gran tamaño -en la mayor parte de esa extensión- en
ambos márgenes de la calzada.
En ese contexto verificado personalmente por el suscrito,
considerado en su dictamen por la Señora Fiscal actuante, referido en los
informes previos a la demanda y ulteriormente agregados como prueba de la
accionada o pedidos por el dicente y no cuestionados específicamente por la
actora se parte para describir el contexto fáctico del asunto.
El Pliego licitatorio por medio del cual la accionada gestionó la
obra pública cuestionada que tituló como "Ensanche y Repavimentación de calle
Racedo" destaca como objetivo principal "la refuncionalización de esta arteria, en
Avenida de doble circulación, con el propósito de agilizar el ingreso y egreso de la
zona céntrica en forma ágil y segura, aliviando arterias actualmente
congestionadas" (textual) lo que se complementa con "la construcción de nuevos
cordones cunetas, badenes, cámaras de captación, conducto de desagües,
iluminación, semaforización, señalización horizontal y vertical, incorporación de
ciclovía, forestación compensatoria..." (textual).
Al referirse al "impacto social del proyecto" -además de aludir a
los fines ya señalados de circulación vehicular, de obras de desagües pluviales,
alumbrado público, etc.- específicamente expresa -en el ítem titulado
"forestación"- "el impacto de esta obra complementaria propicia una
mayor calidad de vida de los vecinos, embellecimiento del sector,
reducción de los efectos de la isla de calor, reducción de las escorrentías
y escurrimientos, permitiendo, en resumen, mitigar los impactos urbanos
ambientales".
El artículo 41 del Pliego Complementario de la licitación pública
aludida estableció que, la contratante estatal adjudicada, debería presentar un
"Plan de Manejo Ambiental. Contenidos Mínimos".
En el expediente administrativo N° 15195/2020 -disponible en la
causa- obra el Decreto N° 2116 del 11/12/2020 (fs. 1438/1443) por el que se
aprobó la Licitación Pública N° 85/20 por la cual se pretende ensanchar Bv.
Racedo junto a una serie de obras complementarias.
Finalmente se encuentra el Convenio Marco entre el Ministerio de
Obras Públicas de la Nación y la Municipalidad de Paraná del Plan "Argentina
Hace-II" suscrito entre las partes contratantes el 18/08/2020 (fs. 209/213).
Por su parte consta en el expediente N° 13080/2020 -también
disponible en la causa- la presentación de la nota de fecha 24/08/2020 suscrita
por la Subsecretaría de Obras por Contrataciones de la Municipalidad de Paraná
en la cual se tramitó la obtención del "Certificado de Aptitud Ambiental".
A fs. 22/23 del referido expediente administrativo, la Dirección de
Áreas Protegidas y Evaluaciones Ambientales de la Subsecretaría de Ambiente y
Acción Climática de la Municipalidad de Paraná, se expidió por medio de su
directora -la Bioquímica Paula Luz María- afirmando que la obra en cuestión
producirá un "impacto ambiental positivo" en el entorno y por ello concluyó
que, a los efectos legales, debe ser calificada como de "bajo impacto
ambiental".
Por expediente administrativo N° 825/2021 se presentó en la
Municipalidad demandada nota fechada el 15/01/2021 por la cual las vecinales
Saenz Peña, Elpidio Gonzalez y Olegario Andrade adosando 17 fojas (conteniendo
un número que se calcula entre 15 a 30 firmas cada una) brindan expreso apoyo
a la obra, manifestando así sus posturas favorables a la realización de ella, con
sendas notas suscritas por los Presidentes de aquellas instituciones de
representación barrial.
Ante la difusión pública del inicio de la obra y el comienzo de la
construcción del obrador de la contratista estatal, se presentaron sendas notas
que dieron inicio a expedientes administrativos en la accionada (Nos. 942 y 1057)
que vehiculizaban reclamos de vecinos del boulevard -junto a otros de la ciudad
de Paraná- fechadas el 19 y 21 de enero de 2021 que se oponían a la obra de
ensanche aduciendo razones relativas al impacto negativo en el ambiente y en la
falta de realización de un EIA sumado a una participación ciudadana no
efectivizada, quejándose de la actuación de las Comisiones Vecinales de la zona
("Saenz Peña", "Elpidio Gonzalez" y "O. Andrade") en tanto habían apoyado la
obra que ellos cuestionaban.
Presentada que fuera la demanda de Amparo Ambiental ante la
justicia por la actora se proveyeron favorablemente algunos de los pedidos
cautelares que daban cuenta de un inminente inicio de obra -declarado por el
Presidente Municipal en los medios de prensa- que fue tramitado favorablemente
por el magistrado actuante apelando a la aplicación del principio precautorio -
característico del derecho ambiental- mandando paralizar el inicio de obra hasta
tanto se expidiera sobre el fondo en la causa.
5.2 Ahora corresponde analizar la prueba disponible, su valor y
conducencia para dilucidar el caso, la actora acompañó a la causa no sólo las
notas de vecinos que se oponían al inicio de la obra sino también el informe del
Colegio de Arquitectos local, sobre lo que luego será objeto de tratamiento.
La inspección judicial constituyó un aporte esencial para dilucidar
la magnitud de la obra, los árboles que debían ser sustraídos, los que quedaban
indemnes y sus respectivos tamaños, entre otras cuestiones relativas al sustrato
físico del asunto, como asimismo, lograr la inmediatez de lo estrictamente social
o si se quiere barrial, con vecinos organizados en contra de la obra y otros que se
expresaban en apoyo de ella, todo ello en un tono de respeto y convivencia.
5.3 Por otra parte, resulta crucial, como ya se adelantara antes,
describir el marco jurídico de orden público que regula la obra cuestionada y su
correcta consideración para su aplicación a la controversia suscitada.
En primer lugar, debe señalarse que resulta indudable que la
Municipalidad de Paraná ostenta competencia tanto para diseñar su política
urbana como para ejecutarla por sí (arts. 240 y 242 de la Constitución provincial y
11 inciso e.1 y e.4 y 12 Ley Orgánica de Municipalidades 10027 y modif.) y
obviamente es quien debe ejercer sus poderes-deberes en torno al ambiente
urbano.
Pero, como bien señala la actora es la Ley General del Ambiente
(Ley 25675, en adelante "LGA") la que ella reclama en su aplicación y considera
que, en forma manifiesta, ha sido vulnerada por la demandada en torno a la
pretendida ampliación del Bv. Racedo.
Efectivamente, la LGA "rige en todo el territorio de la Nación, sus
disposiciones son de orden público, operativos y se utilizarán para la
interpretación y aplicación de la legislación específica sobre la materia, la cual
mantendrá su vigencia en cuanto no se oponga a los principios y disposiciones
contenidas en ésta" (artículo 3°), de allí que sea ella la que fije los presupuestos
mínimos ambientales.
Estos presupuestos mínimos establecen que las autoridades
públicas son las responsables de informar a los ciudadanos respecto de los
posibles efectos que sobre el ambiente pueden producir las actividades del
hombre ("antrópicas") (art. 18) y el consiguiente derecho de toda persona a ser
consultada y opinar al respecto.
Especial consideración merece el análisis del artículo 20° que
establece el deber de las autoridades de institucionalizar "procedimientos de
consultas o audiencias públicas" como instancias obligatorias para la autorización
de aquellas actividades que puedan "generar efectos negativos y significativos
sobre el ambiente".
La interpretación literal o si se quiere exegética de este artículo
nos brinda dos elementos importantes para precisar cuestiones nucleares de las
posturas divergentes de las partes, en tanto, nos permite verificar que la LGA
exige la participación ciudadana como instancia obligatoria cuando los efectos de
la obra o actividad sean no sólo con potencialidad de ser negativos sino que
deben ser "significativos", es decir, deben tener cierta entidad, si se quiere, cierta
gravedad en el ambiente para que sean sometidos a la consideración y
participación ciudadana.
La doctrina especializada en lo ambiental confirma tal aspecto al
expresar que debe "entenderse por daño ambiental no cualquier lesión a un
recurso natural, sino cuando la afectación tenga capacidad de impactar sobre la
vida en un sentido amplio, comprendiendo bienes naturales y culturales,
indispensables para la subsistencia (PEIRANO, G. "Daño ecológico. Protección del
Medio Ambiente e Intereses Difusos", JA 1983-III-1083; STIGLITZ, G. "Pautas para
un sistema de tutela civil del medio ambiente", RA y RN, vol. III, n° 2, jul-sep.
1985; "BUSTAMANTE ALSINA, "Responsabilidad civil por daño ambiental", LL,
1995-C-1056; CAFFERATTA, "Daño Ambiental: Legitimación, Acciones,
Presupuestos de Responsabilidad, Breves Reflexiones", LLBA, 2000-95). Es decir,
que debe diferenciarse el daño ambiental del daño ambiental “necesario”, que
ingresa dentro del límite de la normal tolerancia, o de las incomodidades
ordinarias a los que nos encontramos sometidos todos los ciudadanos por el sólo
hecho de vivir en sociedad. En la tarea, el juez deberá desentrañar el exceso del
riesgo permitido (GOLDENBERG-CAFFERATTA, "Daño Ambiental. Problemática de
su determinación causal", Abeledo-Perrot, 2001) conceptos desarrollados en la
causa "Brisa Serrana c/ Municipalidad de Balcarce y otros s/Amparo" del Juzgado
Civil y Comercial N° 14 de Mar del Plata, citado por Esain (ESAIN, José A. "Juicio
por daño ambiental", Hammurabi, 2014, Buenos Aires, págs. 54/55).
Pero no sólo que la potencialidad de daño deba ser de cierta
entidad ("significativa") sino que la participación ciudadana tampoco se limita con
exclusividad a la celebración de audiencias públicas ya que la redacción del texto
normativo permite que ella sea observada en la media que se institucionalice
procedimientos de "consulta", noción vaga que posibilita a la autoridad a no tener
que ceñirse exclusivamente a la realización de audiencias públicas para el caso
de asuntos que potencialmente puedan generar daños "significativos" en el
ambiente.
Resulta oportuno tener en cuenta en este momento del desarrollo
discursivo que en el control judicial del proceder conforme a derecho de las
autoridades públicas en casos como el que nos ocupa corresponde efectuar un
"juicio de ponderación razonable", por medio del cual, no debe buscarse oposición
entre los propósitos de desarrollo urbano y protección del ambiente urbano, ya
que "la tutela del ambiente no significa detener el progreso, sino por el contrario,
hacerlo más perdurable en el tiempo de manera que puedan disfrutarlo las
generaciones futuras" (2° considerando de la sentencia dictada por la CSJN en
"Salas, Dino y otros c/ Salta, Provincia de y Estado Nacional s/ amparo", Fallo
332:663 del 26/03/09 en el que se abordaba asuntos que podrían impactar en una
extensión cercana al 1.000.000 de ha de bosques).
En los casos que el daño potencialmente sea significativo la
autoridad puede entonces hacer "consultas" o audiencias públicas, ello se ve
reiterado en la segunda parte de dicho artículo 20 al expresar que "La opinión u
objeción de los participantes no será vinculante para las autoridades
convocantes, pero en caso de que éstas presenten opinión contraria a los
resultados alcanzados en la audiencia o consulta pública deberán
fundamentarla y hacerla pública". Participación ciudadana que el artículo 21
establece "principalmente en los procedimientos de evaluación de impacto
ambiental y en los planes y programas de ordenamiento ambiental del territorio,
en particular, en las etapas de planificación y evaluación de resultados".
La reglamentación provincial la contiene el Decreto N° 4977 GOB
del 11/12/2009 que enuncia la necesidad de reglamentar el EIA cuando la
potencialidad del riesgo o del daño sea "en forma significativa" y que se
constituye en un instrumento de "carácter preventivo tendiente a evitar conflictos
ambientales".
En su artículo 11 establece las categorías 1° "De bajo impacto
ambiental" cuando no presenten impactos negativos o, estos sean mínimos,
dentro de lo tolerado y previsto por la legislación vigente, o cuando el
funcionamiento del emprendimiento o actividad involucre riesgos o molestias
mínimas a la población y al ambiente"; 2° "De mediano impacto ambiental"
cuando puedan causar impactos negativos moderados, pudiendo eliminarse o
minimizarse sus efectos mediante medidas conocidas y fácilmente aplicables (...)
y 3° "De alto impacto ambiental". En el artículo 15, por su parte, permite a la
autoridad de aplicación (en el caso sería la Municipalidad) cambiar el estandar
asignado en el anexo (haciendo referencia a los anexos IV y VI).
El artículo 43 establece específicamente para las obras públicas
que "deberán comunicar a la autoridad de aplicación en la etapa de idea o
prefactibilidad los proyectos a desarrollar" y el artículo 44 dispone que la
autoridad de aplicación "determinará, en función del análisis de la
información aportada, las obras que requieran presentación del estudio
de impacto ambiental".
Por último en materia de participación ciudadana establece en el
artículo 57 que "La autoridad de aplicación ...llevará adelante algún
procedimiento de participación ciudadana, durante el proceso de evaluación
de los EIA, enunciando como posibles de ser encuadrados válidamente en tal
idea, tanto a las audiencias públicas, como a las "reuniones públicas", incluso,
admite -como modalidad válida- la "notificación a posibles afectados directos".
El marco normativo provincial también se integra con lo dispuesto
en el Decreto N° 3498 GOB del 11/11/2016 reglamentario del Decreto N° 4977/09
GOB establece en su Artículo 1° "La Provincia y las Municipalidades emitirán el
Certificado de Aptitud Ambiental en sus respectivas jurisdicciones, debiéndose
iniciar el trámite correspondiente (...)".
El Código Ambiental de la ciudad de Paraná Ordenanza N° 7717,
por su parte, establece que la autoridad de aplicación en materia ambiental es la
"Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Municipalidad de
Paraná" (artículo 7°); en su artículo 11 dispone que los emprendimientos deberán
contar con EIA cuando "alteren o puedan alterar significativamente el Medio
Ambiente o la calidad de vida"; en su Anexo VII contiene la terminología aplicable
al medio ambiente señalando que la "Manifestación del Impacto Ambiental" es "el
documento mediante el cual se da a conocer, con base de estudios, el impacto
ambiental significativo y potencial que generaría una obra o actividad, así como
la forma de evitarlo o atenuarlo en caso de que sea negativo".
De la descripción textual de las normas directamente aplicables al
conflicto puede deducirse sin esfuerzo que las normas ambientales resultan
aplicables sólo cuando el riesgo o daño potencial de la actividad humana tenga
cierta entidad, tal y como las normas utilizan el adjetivo "significativo" al referirse
al daño, excluyendo por completo de su ámbito de aplicación a aquellas
actividades antrópicas de impacto menor, a las que no se les exigirá ni
participación ciudadana ni EIA.
Pero además, también surge al unísono reglamentado, que la
participación ciudadana en la materia ambiental cuando se trata de evaluación
propuestas o proyecto que tengan "significancia" potencial o real de afectar al
entorno, no se limita a la realización de audiencias públicas sino que tanto a nivel
nacional, como provincial y local, el ordenamiento jurídico establece diversas
formas alternativas pero no exclusivamente a la audiencia pública como único
procedimiento legalmente válido.
También se ha mencionado como parte del ordenamiento jurídico
aplicable al caso e incumplida por la Municipalidad a la Ordenanza municipal N°
8218, en tanto consagra al "árbol como componente de la infraestructura de
salud pública de la ciudad" y "establece el régimen para la preservación,
recuperación, mejoramiento y demás aspectos relacionados a lo atinente al
arbolado público de la ciudad de Paraná" (artículo 1°) declarándolo "Patrimonio
Natural y Cultural".
En su artículo 3° declara como árboles protegidos al PALO
BORRACHO (Chorisia insignis) ubicado en calle Nogoyá esquina Avenida Francisco
Ramírez; LOS NARANJOS (Citrus Aurantiun L.) ubicados en calle General San
Martín entre las calles Colón – Carlos Gardel y Nogoyá – Garay; LAS MAGNOLIAS
(Magnolia Grandiflora L.) ubicadas en calle Ferré; LOS JACARANDAES (Jacarandá
Mimosifolia Don) ubicado en la calle Malvinas; LOS JACARANDAES (Jacarandá
Mimosifolia Don) ubicados en la calle Laurencena; LOS LAPACHOS (Tabebuía SPP)
ubicado en Avenida Rivadavia; LAS PALMERAS (Archonto Phoenix
Cunninguhaniana) ubicadas en Boulevard Mitre; LOS PALOS BORRACHOS (Chorisia
insignis) ubicado Avenida Don Bosco; LAS TIPAS (Tipuana Tipú) ubicados sobre
calle República del Líbano; LOS CEIBOS (Erithrina Crista – Galli L) ubicado en
Avenida Estrada y su intersección con Avenida Larramendi. En el artículo 4°
establece como encargada de la aplicación de la norma a la Dirección de Parques
y Paseos o el Organismo competente que la sustituya será la encargada de la
aplicación de la presente.
En su artículo 11° exige a todos los planes, programas y proyectos
de construcción, modificación, demolición, instalación o desarrollo de actividades
que deberán identificar con precisión los árboles existentes en el trazado del
mismo. Quedando expresamente prohibido el daño de las especies desde su raíz
hasta su copa.
La Ordenanza municipal N° 7435, por su parte, regula lo atinente
a la "Utilidad Pública e Interés Comunitario para la preservación, defensa,
mejoramiento, ordenamiento, ampliación y recuperación de espacios verdes" que
define su ámbito de aplicación a los "sectores verdes de las aceras y los
destinados a plantación de árboles" (artículo 3°), permite como una de las "únicas
causas de extracción de árboles "Cuando imposibiliten obras de apertura o
ensanches de calles".
Cabe advertir que no constituyen normas contradictorias en sus
disposiciones las antes citadas (Ordenanzas Nos. 8218 y 7435), ya que la 8218
establece el marco general de política pública en el municipio dirigida a la
protección de los árboles urbanos, mientras que la 7435, excepciona de ese
régimen protectorio sus disposiciones cuando sea necesario para apertura o
ensanches de calles, interpretación normativa que armoniza el sistema jurídico
municipal.
También ha sido invocada la Ordenanza N° 9906 de "Desarrollo y
Preservación del Arbolado de la ciudad" norma que declara al arbolado urbano
como "estrategia prioritaria de adaptación, mitigación y resiliencia de la Ciudad
de Paraná frente a las causas y efectos del cambio climático, y establece(se) que
las políticas en la materia deberá considerar al arbolado como un componente de
la infraestructura de salud pública de la ciudad, y al árbol como sujeto de
derechos urbanos" (artículo 1°). Luego crea la mesa del arbolado urbano sujeta a
reglamentación y a puesta en ejecución para establecer, entre otras cuestiones,
un marco general, paradigmas, "arbolado de alineación", "especies permitidas y
no permitidas en plan de arbolado", "procedimiento de extracción", etc. (Artículo
3°) y finalmente establece que "una vez recibidos los aportes y propuestas, el
órgano facilitador dejará constancia a través de un expediente de los aportes,
opiniones y propuestas recibidas, y realizará un informe, dando cuenta del
cumplimiento del procedimiento, analizando los mismos, se elevará al
Departamento Ejecutivo, a los fines de su remisión para tratamiento del
Honorable Concejo Deliberante" (Artículo 4°), lo que demuestra que, más allá de
la declaración inicial y la importancia de su finalidad, más que una norma jurídica
constituye una plataforma formal desde donde partir para realizar una regulación
de relevancia del arbolado urbano en esta ciudad capital con participación y con
claros objetivos pero que requiere de una ulterior ordenanza que plasme sus
ambiciosos fines protectorios que la animan.
La plataforma jurídica antes descripta permite concluir que la
Municipalidad de Paraná, en su accionar administrativo, observó las disposiciones
normativas vigentes que permiten realizar (para el caso) obras públicas que no
afecten de manera significativa al ambiente con alguna forma de participación
ciudadana (apoyo de vecinales de la zona y presentación de numerosas firmas de
vecinos, sin que sea imprescindible la realización de una audiencia pública) y la
obtención del certificado de aptitud ambiental sin que sea necesaria la
presentación de un estudio de impacto ambiental previo.
Por lo demás, la potestad municipal para extraer o remover
árboles por ensanchamiento de calles constituye una norma vigente que no se
opone a la importancia del arbolado público declarado por otras normas
municipales, dado que en materia de interpretación de normas jurídicas el
método más aconsejable es aquel que pregona que deben ser entendidas como
armónicamente diseñadas y no contrapuestas entre sí, dado que la
inconsecuencia del legislador no se presume (CSJN, Fallos 322:2189, 323:585,
entre muchos otros).
5.4 De todas formas corresponde abordar otro de los ejes que la
actora utiliza como argumento para atribuirle un actuar contrario a derecho de la
demandada, en tanto, considera que la obra de ensanche de ninguna manera
puede ser calificada como de "bajo impacto ambiental".
Asunto no menor dado que la apreciación de la incidencia sobre el
ambiente urbano de la obra de ensanche cuestionada resulta de crucial
importancia ya que, como ya se concluyó, si no hay daño o el que se produce no
tiene "significancia" o entidad, el procedimiento de consulta a los vecinos por
medio de las vecinales de la zona de influencia de la obra como la innecesariedad
de la realización del EIA sostendrían el actuar conforme a derecho de la
Municipalidad demandada, pero si -en cambio- el daño o el potencial daño es de
cierta magnitud, los presupuestos mínimos ambientales de aplicación obligatoria
por la demandada exigen la realización previa del EIA con participación
ciudadana, supuesto que -de comprobarse- repercutiría en severos efectos
jurídicos en tanto allí sí la actividad estatal cuestionada sería pasible de ser
declarada nula por no cumplir con las exigencias formales previstas en el marco
legal.
Las constancias administrativas que dan cuenta del cauce dado al
tema demuestran que la calificación de la obra como de "bajo impacto ambiental"
obedeció al análisis global que puso en la balanza la sustracción de 90 árboles en
una zona donde quedaban otros tantos de buen tamaño y salud, frente a la mejor
transitabilidad vehicular en una zona de la ciudad con grandes congestiones de
tránsito, lo que permitiría reducir el tiempo de espera -con su consiguiente mayor
polución-, la mejora de los desagües pluviales y en la forestación compensatoria
en el Bv. Racedo y en la zona aledaña, lo que implicaría mayor cantidad de
especies arbóreas en la zona de obra.
Cabe señalar que el concepto amplio de ambiente entendido como
el conjunto de valores naturales, sociales y culturales existentes en un espacio y
tiempo determinado, que influyen en la vida del ser humano y en las
generaciones por venir, conformándolo, no sólo, el espacio físico en el que se
desarrolla la vida de los individuos, sino también los elementos que lo componen
debiéndose considerar que el ambiente creado o fabricado por el hombre es
consecuencia de lo urbano, todo lo cual -uniendo conceptos complementarios-
conduce a sostener que el hombre tiene derecho a un urbanismo sostenible
ambientalmente ("desarrollo urbano sostenible") cuya finalidad es generar un
hábitat urbano que no atente contra el medio ambiente, y que proporcione
recursos urbanísticos suficientes, no sólo en cuanto a las formas y la eficiencia
energética de los elementos naturales que lo componen, sino también por su
funcionalidad, como un lugar mejor para vivir (TALLER, Adriana. "Urbanismo y
Medio Ambiente. Su correspondencia". Revista de Derecho Público. Derecho
Ambiental III-2010-1. Rubinzal y Culzoni, Santa Fe, 2010, págs. 93/114) en un
sentido urbano, es decir, el análisis debe comprender en cierta manera a toda la
ciudad.
En la sentencia dictada en autos "BEMA AGRI B.V. C/
MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE VICTORIA Y ESTADO PROVINCIAL S/
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO" Expte. 3261/S del 22/05/18 el Tribunal que
integro adoptó el concepto "ambiente" en su aspecto cualitativo el cual debe
considerarse con suficiente amplitud (art. 41 de la Constitución nacional)
compuesto no solo por el patrimonio natural sino también el cultural, de todas
formas queda claro que se compone de un verdadero sistema en el cual la
alteración de sus componentes habrá de repercutir indefectiblemente en el
conjunto (ROSATTI, Horacio. "La tutela del Medio Ambiente en la Constitución
Nacional Argentina". Revista de Derecho de Daños, Rubinzal y Culzoni, Santa Fe,
2009, 2008-3, pág. 7 y sigtes.).
La consagración constitucional del derecho de los habitantes a un
hábitat sano y equilibrado, impone interpretar y visualizar los contextos
normativos y fácticos con una necesaria como conveniente correspondencia entre
urbanismo y medio ambiente, resultando -como señala Morand Deviller- que el
Derecho Ambiental no se reduce a la protección de la naturaleza, sino que se
conjuga grandemente en términos urbanísticos, por ende el ambiente se urbaniza
y el Derecho Urbanístico se encuentra cada vez más influenciado por el ambiente,
por lo que el urbanismo se ambientaliza (MORAND DEVILLER, Jacqueline. "Los
grandes principios del derecho del ambiente y del derecho del urbanismo", en
Revista de Derecho Administrativo, Año 14, 2002, Lexis Nexis-Depalma, Buenos
Aires, pág. 490).
En el expediente administrativo N° 13080/2020 se catalogó a la
obra (que demandaría un tiempo estimado de 6 meses de duración su conclusión)
como de un "impacto ambiental positivo" (fs. 22/23) lo que aparejó la lógica
conclusión de que la obra era clasificable como de "bajo impacto ambiental", lo
que justificó que se dictara la Resolución N° 5/2020 DAPyEA de fecha 26/10/2020
que le otorgó a la obra el "Certificado de Aptitud Ambiental N° 29".
Asimismo en el Pliego licitatorio se estableció -como una de las
obligaciones de la empresa contratista- la de establecer un plan de manejo
ambiental (artículo 41 del Pliego complementario). Brevemente corresponde
describir los apartados que el pliego establece en relación específica al tema (fs.
39 a del expediente físico obrante como contestación a los requerimientos de
informes que contiene las constancias documentales del trámite licitatorio): a)
Plan de manejo ambiental; b) Permisos y certificados de aptitud ambiental; c)
Diseño del Plan de Manejo Ambiental para garantizar la eliminación, prevención o
control de los riesgos ambientales: c.1 Programa de Capacitación del PMA, c.2
Programa de control de contaminación, c.3 Programa de Protección de Patrimonio
Natural, c.4 Programa de Protección del Patrimonio Cultural, c.5 Programa de
Relaciones con la Comunidad, c.6 Programa de Contingencia, 7. Programa de
seguimiento del PMA. A fs. 49 obra descripción de obras a realizar en materia de
sistema cloacal y de saneamiento de agua potable y desagües cloacales, reclamo
que el dicente tuvo oportunidad de advertir como uno de los puntos que los
vecinos reclamaban ser abordados junto a la obra de ensanche (planos a fs. 50/54
del referido expediente administrativo disponible físicamente en la causa). Lo
atinente a la forestación compensatoria se desarrollan los criterios entre los que
se destacan "la finalidad de mejorar las condiciones paisajísticas mediante la
forestación de nuevos sectores...teniéndose además como objetivos principales la
compensación de la vegetación afectada por la construcción de las obras, mitigar
la modificación paisajística...mejorar las condiciones ambientales del área de
influencia directa de la Avenida, considerando especialmente la seguridad de los
usuarios de la vía y las necesidades de los vecinos lindantes. Los trabajos
consistirán en: -provisión e implantación de especies -mantenimiento de los
mismos hasta la recepción definitiva de la obra.- El contratista designará a un
Profesional idóneo, Ingeniero Agrónomo o similar, que será responsable de las
tareas de forestación.- Criterio del Proyecto de Forestación (donde se establece la
proporción tres ejemplares nuevos por cada uno que deba ser extraído). Plan de
Plantación. Provisión de Especies, Plantación y Mantenimiento: Características de
las especies arbóreas; Provisión; Plantación; Tutorado; Riegos; Cantidad de Agua.
Penalidades (por incumplimiento del ítem), Medición y Forma de Pago"
(fs.150/154).
Sigue siendo el interrogante a responder si la obra de ensanche
fue bien catalogada por la autoridad de aplicación municipal de las normas
ambientales como de "bajo impacto ambiental", lo que -se insiste dada la
importancia del efecto jurídico en la ponderación del caso- automáticamente
dejaría fuera de reproche la no realización de un EIA con participación ciudadana,
ejes centrales de los agravios del Foro Ecologista.
Esa declaración estatal que permitió el libramiento del certificado
de aptitud ambiental que, como bien ponderó el dictamen de la fiscal del fuero
preopinante, constituye un acto administrativo generador de efectos jurídicos
favorables en la esfera de derechos del sujeto destinatario (en el caso, la propia
Municipalidad) se encuentra investido de ciertos efectos jurídicos propios
reconocidos por la propia normativa municipal que le asigna expresamente
presunción de legitimidad y ejecutoriedad, con más la garantía de la estabilidad
de los derechos que declara a favor de su destinatario (artículo 52 Ordenanza N°
8256). La presunción de legitimidad constituye un carácter de todo acto
administrativo que exige, de quien sostenga lo contrario, la carga de probarlo
(entre muchos antecedentes de la CCA1 que integro "MOREL JOSE RUBEN C/
ESTADO PROVINCIAL Y CAJA DE JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA PROVINCIA DE
ENTRE RIOS S/ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO", Expte. Nº 259, del 28/05/2015)
e impide a los jueces declarar nulidades de oficio si no han sido solicitadas por
quienes se consideran agraviados por los efectos de aquél.
Pero no sólo quien controvierte la veracidad de la declaración de
voluntad contenida en un acto administrativo carga con el deber de probar que
ello no es cierto, sino que además, cuando el acto administrativo ha sido dictado
en un área en la cual el órgano emitente es un órgano específicamente técnico,
su control judicial, resulta mucho más estrecho, en respeto de la especialidad que
inviste y que lo coloca, en principio, como más idóneo técnicamente que, incluso,
el juez del poder judicial, al necesitar demostrar la arbitrariedad o la vulneración
de las garantías y derechos constitucionales (entre muchos precedentes de la
CCA1 "NOVELLI, HUGO SANTIAGO C/ ESTADO PROVINCIAL S/ CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO" Expte Nº 3545/S, del 15/02/19).
Aunque los conceptos antes vertidos -aplicables a todos los actos
administrativos- demuestran esa pátina de legalidad que el ordenamiento jurídico
inviste a los emitidos por la Administración pública (comparables con la
presunción de constitucionalidad de las leyes que dicta el Poder Legislativo) son
reforzados en materia ambiental al establecer en el artículo 33 LGA que "Los
dictámenes emitidos por organismos del Estado sobre daño ambiental, agregados
al proceso, tendrán fuerza de los informes periciales, sin perjuicio del derecho de
las partes a su impugnación", lo que demuestra la validez que -en principio-
tienen las opiniones de los sectores con competencia en lo ambiental en los
distintos niveles de gobierno (nacional, provincial y municipal).
Pero aún enmarcados los criterios que campean en el agravio aquí
tratado, dada la importancia de su abordaje para resolver el planteo del actor
situado en una materia de gran importancia como lo es los derechos ambientales
y ponderando, además, el interés social de la comunidad paranaense sobre el
resultado de esta causa, corresponde indagar cuáles son los argumentos que la
actora opone a esa declaración estatal y, fundamentalmente, qué prueba se
encuentra disponible en la causa para abonar tal tesitura argumental que se
opone drásticamente frente a la oficial.
La búsqueda de tales elementos y su adecuada ponderación
deben tener en cuenta que el acceso a la información relevante de parte de la
actora no ha podido ser obtenida en tiempo oportuno ni en la forma adecuada,
por los motivos antes expuestos y porque, además, según relató en su demanda
sus representados, se enteraron del inicio de la obra días previos a su comienzo
por declaraciones del Señor Presidente Municipal efectuadas en los medios de
prensa.
De todas formas y apelando a un estudio pormenorizado de sus
presentaciones escritas, sus intervenciones orales y la prueba aportada, desde ya
puede adelantarse que sus reproches han girado en torno a conceptos genéricos
y no precisos que controviertan concretamente los declarados por la demandada.
Es así que realidades incontrastables y aceptadas por todos como
lo son las graves consecuencias que apareja en todo el mundo el cambio
climático, los beneficios ambientales que aparejan los árboles en dicho contexto
y, específicamente, en ambientes urbanos, son cuestiones aceptadas por todos
dado que la Municipalidad demandada también sostiene tales argumentos en
tanto considera que su obra mejorará el ambiente urbano paranaense y que la
forestación compensatoria impedirá que se lo afecte significativamente, es más,
considera que lo mejorará con el correr del tiempo.
Se coincide también con el dictamen fiscal en tanto ponderó a la
prueba aportada por la actora como poco conducente para demostrar no sólo la
gravedad del daño sino la importancia del mismo, aun en forma potencial o de
riesgo, frente a los planes y argumentos de la demandada y más allá de la
propuesta efectuada en la audiencia de conciliación (sobre lo que luego se tendrá
en cuenta al momento de fallar).
Merece cierta consideración la "Nota del Instituto de Estudios
Territoriales del Colegio de Arquitectos de Entre Ríos Regional ONO" acompañada
a la demanda en la que se efectúa una opinión concreta sobre la obra pero
siempre brindando nociones generales relativas a lo urbano en nuestra ciudad,
particularmente la importancia de los boulevares, su diferencia con las avenidas y
en particular una descripción del estado actual del Bv. Racedo en toda su
extensión y la necesidad de preservarlo tal cual está, entre otras cuestiones, pero
no deja de ser una opinión, fundada por cierto en diversos aspectos pero que no
logra conmover lo estrictamente relativo a la decisión de implementar un
determinado plan de obras públicas enmarcado en decisiones de las autoridades
públicas llamadas a decidir en el marco de la democracia.
Se reitera, tales opiniones son contrarias a la realización de la
obra, incluso son razonables sus objeciones, pero no logran desvirtuar la
calificación aquí puesta en crisis como de bajo impacto, más bien lo presupone
dada la enumeración de las razones (tanto legales, ya descartadas antes en su
validez, como las relativas específicamente a lo ambiental y urbano), sus
propuestas son importantes pero no aportan elementos necesarios para
desvirtuar las calificaciones ambientales de la autoridad competente municipal
que determinaron el devenir del procedimiento administrativo emprendido por la
demandada.
Su postura se concretiza, finalmente, en un mero aporte reflexivo
"Para ello pensamos desde el espacio público como lugar de reflexión hacia la
construcción de una ciudad más justa, inclusiva, más sustentable y solidaria",
objetivos que no son los que aquí se ponen en tela de juicio ni requieren ser
resueltos en la sentencia, ya que -como se tuvo en cuenta desde el inicio del
discurso- tanto la actora como la demandada -a su manera- buscan exactamente
lo mismo aunque con posturas antagónicas. Se pregunta el instituto del Colegio
de Arquitectos -para luego responder- cómo se debería planificar y proyectar la
ciudad, resaltando la importancia del proceso con participación ciudadana, por
ejemplo, y entre otros valiosos aportes conceptuales para la política urbana pero
inconducentes para resolver el pleito.
Luego de la fallida obtención del dictamen de la cátedra
universitaria (Magister Myriam Ana Martínez titular de la cátedra "Espacios
Verdes" de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad Nacional de
Entre Ríos) valorada como imparcial y técnicamente idónea por el Foro Ecologista
y al filo del cierre de la etapa probatoria, el actor acompañó tres documentos que
seguidamente se analizarán para verificar su pertinencia para fundar su postura.
El primero de ellos titulado "Informe técnico sobre la importancia
del cuidado y preservación del arbolado urbano para la salud pública, en
contextos de calentamiento global y el impacto de la protección de las cintas
asfálticas de la radiación solar directa" del Instituto de Salud Socioambiental del
Rosario (Universidad Nacional de Rosario) suscrito por el Dr. Alejandro J. Vallini, el
cual aporta valiosos conceptos generales y guías de políticas públicas, pero que -
al igual que el del Colegio de Arquitectos antes analizado- carece de la precisión
requerida para trasladar tales apreciaciones y así lograr desvirtuar la calificación
de la obra como de bajo impacto. Entre los conceptos aludidos se destaca aquél
que clasifica en cinco las principales áreas de abordaje de los programas
"Ciudades Saludables": contaminación del aire, ruido, temperatura, espacios
naturales y actividad física, incluyen entre ellas acciones de cuidado,
preservación y ampliación de las áreas urbanas arboladas.
El segundo de ellos titulado "Informe sobre Valoración del
encuadre: categoría 1 de bajo impacto ambiental" elaborado por la Dra. Paola
Peltzer que viene a ser la crítica más directa y técnica del epicentro pasible de
cuestionar con visos de demostrar que la calificación dada por la autoridad
competente como de "bajo impacto" es arbitraria por no corresponder al estándar
debido, enuncia entre sus reparos que "la valoración y justificación presentada no
incluye evaluaciones de riesgos ambientales actuales (ERA, Calow 1998), sino que
se basan en evaluaciones de impacto ambiental obsoletas respecto de la
categorización y riesgos y bibliografía afín disponible para la realización de obras
públicas con espacios verdes, que contemplen íntegramente la salud ambiental y
del hombre como de sus organismos vivos (flora y fauna), bienes y servicios
ambientales. La misma valoración del proyecto de ensanche tampoco cuenta con
competencias científico-técnicas multidisciplinaria (ecólogo, biólogos y expertos
ambientales, arquitectos, paisajistas, sociólogos, edafólogos, abogados, médicos
de distintas especialidades: gerontología, inmunólogos, psicología, psiquiatría,
cardiólogos, etc.), prosigue su crítica argumentando los beneficios del arbolado
urbano y considera que el riesgo ambiental podría ser demasiado alto si se
efectúa "el ensanche vial en zonas boscosas".
Como puede comprobarse nuevamente el aporte resulta no sólo
genérico sino que parte de un preconcepto erróneo de la competencia de los
sectores especializados de la Administración pública municipal, dado que, si los
análisis de impacto de obras públicas sobre el medio ambiente son realizados por
técnicos especializados que no requieren necesariamente de la opinión de las
disciplinas enunciadas, también se demuestra cierto desconocimiento del
sustrato real de la obra que consiste en la ampliación de 500 metros de longitud
de un boulevard cuya continuación hacia el oeste ya tiene doble calzada con
cantero central (con palmeras), no tratándose de un ensanche vial en una zona
"boscosa" (como lo expresa) sino que la ejecución de la obra implicaría extraer
una hilera de árboles plantados por el hombre y prevista su remoción por planes
urbanísticos diseñados hace más de cincuenta años atrás.
Aun así, la licenciada, hizo especial referencia a los "fresnos"
(junto a los "ligustros") que serían los árboles que se removerían con motivo de la
obra de ensanche, explicando que es una especie incorporada como arbolado
público años anteriores por considerarse sus bondades, aunque aclaró que "si
bien estas especies exóticas representan problemas de índole ecológico (invasión
y rápida proliferación en otras áreas, competencia por la luz) se requieren de
planificaciones, estrategias y metodologías de restauración ecológica y ambiental
como de rehabilitación a distintas escalas y contextos (paisaje, regional y local)
controladas por expertos en el tema para poder decidir cuándo y cómo deben
extraerse y si estos procedimientos son necesario(s) respecto a los costos-
beneficios bioecológicos, sociales y económicos". Aquí la reflexión que merece
ese comentario científico cae por su propio peso, ya que la Municipalidad cuenta
con las áreas especializadas a cargo de profesionales expertos que han
planificado la extracción de esas especies exóticas e invasoras (ya se aludirá al
dato que indica que los fresnos se encuentran en una proporción mayor a la
aconsejada en la ciudad de Paraná) para sustituirlas por especies autóctonas
como el lapacho que es la especie a plantar en la reforestación compensatoria
anunciada por la demandada.
Por último, la actora acompañó el "Informe ambiental sobre la
importancia de los árboles urbanos" elaborado por la Licenciada Ibarra Bouzada,
que abordó las temáticas: contaminación aérea, impacto de la contaminación
aérea en la salud, árboles como captadores de PM (material particulado), cambio
climático, árboles como mitigadores del cambio climático, calor y su impacto en
la salud, árboles como reductores de temperatura, árboles como reguladores de
agua de escorrentía. En particular explicó que los árboles "viejos" poseen copas
de mayor tamaño y a mayor altura, su tronco tiene mayor diámetro, sus raíces
más profundas y grandes, todo esto hace que el árbol viejo brinde los servicios
mencionados con mayor eficacia y mayor potencial, no siendo comparable con
uno recién plantado y concluyó "un árbol recién plantado se encuentra expuesto
a diversas amenazas que en muchos casos terminan con la muerte del mismo,
por lo tanto un árbol viejo no es reemplazable por uno nuevo, ya que el nuevo
tardaría muchos años en poder cumplir la misma función que el viejo".
Los reparos, críticas e incluso las propuestas del Foro fueron -en
definitiva- objeto de respuesta de parte de la demandada y como consecuencia
del dictado de una "medida para mejor proveer" que pretendió -con éxito- arrimar
explicaciones técnicas que justificaran suficientemente o no las decisiones de
política urbana adoptadas que llevaron a la realización de la obra de ensanche
paralizada actualmente, como así también la controvertida calificación como de
"bajo impacto ambiental" cuestionada con vehemencia por la actora.
En la explicación que se brinda de parte de las autoridades
competentes municipales a la calificación de la obra de ensanche del Boulevard
Racedo como de "bajo impacto ambiental", específicamente en lo atinente al
arbolado, señala que "el impacto ambiental se encuadra en los alcances
descriptos por la categoría 1 (bajo impacto). Ello así en virtud de que la misma
literalmente se aplica "cuando no presentan impactos negativos o, éstos son
mínimos, dentro de lo tolerado y previsto por la legislación vigente". Más
precisamente, se encuentra permitido expresamente la extracción de árboles u
otras especies vegetales en los espacios verdes públicos cuando imposibiliten
obras de aperturas o ensanches de calles -artículo 27 de la Ordenanza N° 7435
(...) 6. Anticipando la ejecución del proyecto en cuestión, con cierta antelación ya
se ha realizado una plantación de arbolado compensatorio por lo que dicha zona
ya cuenta con una doble fila de arbolado -una cercana al cordón y otra a la línea
municipal, encontrándose esta última incompleta- por lo que a los fines del
impacto por pérdida de arbolado, la misma también carece de fundamentación en
este contexto de reestructuración del diseño público municipal".
Especial consideración merece lo referido a que los árboles a
extraer son –en su gran mayoría- "fresnos" que son una especie exótica que
según estudios previos que surgieron de un Convenio suscrito en el año 1995
entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Entre Ríos
superan en la ciudad de Paraná el máximo deseado, mientras que los que se
colocarían como forestación compensatoria son árboles autóctonos.
La Secretaría de Ambiente de la Provincia de Entre Ríos (autoridad
de aplicación de la LGA en el ámbito provincial) también informó en la causa
ratificando que la obra en cuestión califica como de "bajo impacto ambiental".
Especial referencia debe efectuarse de la explicación brindada por
el Ingeniero Químico Ruben Molinelli quien es Especialista en Ingeniería
Ambiental, es decir, la incumbencia profesional pertinente para opinar sobre la
cuestión, quien se desempeña como asesor de la demandada y cuyo dictamen
bien puede ser considerado en los términos del artículo 32 de la LGA.
Dicho profesional se presentó indicando algunos de sus
antecedentes curriculares entre los que se destaca que se encuentra inscripto en
el Registro de Consultores de Estudios de Impacto Ambiental provincial, con más
de 33 años de carrera en la Municipalidad de Paraná, cumplió en reiteradas
oportunidades funciones jerárquicas relativas a su especialidad en ella y fue
miembro de la Comisión Redactora del Código Ambiental de esta ciudad.
En primer lugar, justificó la categorización de la obra como una
obra "menor" comparándola con otras actuales de esta ciudad que también
exigieron el "retiro de cuantiosas especies arbóreas y obligó a implementar
medidas de mitigación global, mediante la aplicación de un Plan de Arbolado, con
una proporción de 3 a 1, idéntica a la aplicada en la Obra de Referencia y que se
considera una medida de compensación aceptable para este tipo de obras, como
lo reflejan las "Especificaciones Técnicas Ambientales" contenidas en los Pliegos
de Licitación de Obras Viales Provinciales y Nacionales, financiadas por Bancos
Internacionales (BID, Banco Mundial, CAF)" (textual).
En segundo lugar, se refirió a la especie de árbol que se retiraría
(en referencia al "fresno") asunto que calificó como "de enorme importancia",
indicando que no es una especie considerada vital o crítica según la
Administración de Parques Nacionales, tampoco es autóctona, ni protegida, que
requiere -incluso- ser objeto de recambio, dado que su presencia en la ciudad
supera el 25% motivo por el cual se debería replantar en su lugar especies
autóctonas "con un mayor valor socio cultural dentro del marco de la ciudad".
El tercer punto que consideró -también- de gran importancia es el
relativo al proceso de análisis de los potenciales impactos ambientales positivos y
negativos de una obra explicando cómo se forma la categorización "estos se
evalúan no solo desde la mirada del micro entorno de la obra, sino desde una
mirada del entorno cercano, y del entorno intermedio, lo que se denomina Área
de Influencia Directa de la Obra, y que sin lugar a dudas es la Ciudad de
Paraná en su TOTALIDAD y no solo los quinientos metros (500m), de ensanche
propuesto. Por ello, los reclamos de los vecinos, que si bien no pueden
desconocerse, pierden fortaleza y peso en el análisis de los impactos, cuando
miramos la obra propuesta con una mirada holística, integradora, que son sus
altos impactos positivos, no deja lugar a duda de su viabilidad ambiental" (textual
incluso en sus palabras resaltadas) luego se pregunta cuál sería el daño
ambiental en la ciudad de Paraná si se retiran "menos de 90 fresnos de la ciudad
y replantamos más de 270 nuevos árboles?".
Luego, con el objeto de ofrecer sustento teórico a los conceptos
vertidos -citando doctrina especializada que aborda la "Guía Metodológica para la
Evaluación de Impacto Ambiental"- desarrolló una fórmula compuesta por
diversos factores que traducidos numéricamente conducen a confirmar que la
etapa de obra del ensanche en cuestión es "baja" y totalmente mitigable en un
tiempo de mediano plazo. Impacto que durante la ejecución de la obra (6 meses)
pasa a ser "bajo a moderado" y una vez concluida "bajo".
Refirió luego a la "plantación compensatoria" la que consideró
debería realizarse en el entorno cercano de la obra "pero de ser esto imposible
por espacio, se deberán plantar dentro del éjido de Paraná, puesto que cuando
hablamos de impactos y medidas de compensación, no debemos olvidar que
hablamos del "entorno", no solo del lugar de obra", para luego señalar que desde
su "amplia experiencia profesional en ámbitos privados y públicos, el impacto
negativo asociado a la extracción de menos de 90 árboles de la especie Fresno
Americano, no tiene(n) peso para contrarrestar todos los altos impactos positivos
de esta Obra Pública, considerando que la Licitación en sus Especificaciones
Técnicas Ambientales, exige y detalla las acciones que debe contener el Plan de
Arbolado Compensatorio", a lo que agregó que "en base a la información
recabada en mis más de 33 años de agente municipal, siempre en el área
ambiental de la Municipalidad de Paraná, debo resaltar que en las calles de
concesión (susceptibles de ampliación), se inició hace muchos años atrás, la
plantación de una segunda hilera de árboles, que acompañan a aquellas
especie(a)s cercanas a la cinta asfáltica. Estas acciones de plantación de segunda
hilera, atendieron a la necesidad de minimizar el impacto que generaría la
extracción de los árboles de la primera línea, al momento de realizar los
ensanches de estas arterias de concesión. No debemos olvidar que desde el
Municipio siempre se tuvo presente el impacto esperado por (de) la extracción
ante el hecho cierto y esperado, de la ampliación de calzada" (textual).
Luego prosiguió su informe indicando que el certificado expedido
por la Municipalidad de aptitud ambiental es correcto y que también lo es la
calificación de la obra como de bajo impacto ambiental, entre otras cuestiones.
Del detallado relato de las pruebas disponibles en la causa para
verificar si efectivamente la calificación de la obra prodigada por la demandada
como de "bajo impacto ambiental" fue incorrecta por defecto, lo que hubiese
implicado la aplicación de las disposiciones normativas que exigen -entre otros
instrumentos o herramientas de gestión ambiental- la realización de un EIA con
participación de la comunidad, puede concluirse que a las genéricas críticas que
le formula la actora con la prueba arrimada a la causa se contrarrestan con las
precisas explicaciones brindadas por la demandada que fueron, en general,
extractadas a fin de respetar el lenguaje técnico empleado por los especialistas.
Con ello concluyo que, en base a la prueba disponible, la
calificación de la obra de ensanche del Boulevard Racedo junto a todas las obras
complementarias que ello apareja con las medidas de mitigación del impacto
ambiental y de reforestación proyectadas, luce razonable y no arbitraria, lo que
conduce a confirmar el apego a la normativa que respaldó el accionar de la
demandada cuestionado por la actora.
6. Ahora bien, el frenético e intenso trámite de la causa
promovida por el Foro Ecologista de Paraná no fue inmotivado y no será en vano.
Por lo pronto, si bien como ya se concluyó antes y no se ha de
reiterar, el proceder de la demandada se ajustó a derecho o, al menos, en la
causa no se logró demostrar lo contrario, la promoción del amparo ambiental
junto a cautelares que fueron despachadas -con buen criterio- favorablemente
invocando la aplicación de principios jurídicos ambientales (precautorio) y de neto
corte instrumental (verosimilitud en el derecho invocado y fundamentalmente
peligro en la demora) fueron una clara manifestación de un déficit de
conocimiento de los pormenores de la obra brindando la posibilidad de una
nutritiva participación previa de aquellos que, con gran enjundia y determinación,
se unieron para oponerse a la realización de la obra que inminentemente iba a
comenzar.
Tampoco fueron en vano los intentos conciliatorios efectuados por
el dicente que se iniciaron en la inspección judicial y que se concretaron en la
audiencia de conciliación que fracasó en su intento, pero que permitió acercar las
posiciones contrapuestas, por parte del Foro Ecologista actor, reconocer la
importancia y necesidad para la zona de la realización de las obras
complementarias (desagües pluviales y cloacales, entre otros) e, incluso, aceptar
la ampliación del boulevard (aunque sin que se remuevan de su lugar ninguna
especie arbórea) y por la Municipalidad demandada proponer una serie de
acciones que no sólo reducirían el impacto negativo de la obra (destinando
dineros públicos originalmente no asignados a ello) sino también a aceptar el
monitoreo de la actora a fin de que se verifique la conformidad de quien se
mostró tan preocupada por los impactos ambientales negativos de la obra y así
asegurar la seriedad de la propuesta.
Por otra parte, se sigue la postura de la doctrina más prestigiosa
que considera que en lo que atañe al afinamiento de la libertad del Juez para
formarse el juicio valorativo y arribar razonadamente a conclusiones ciertas al
momento de fallar en un proceso ambiental "se requiere que el juzgador no
prescinda de la realidad social y la experiencia jurídica; aunque la prueba
científica, como en estos casos, vaya "acorralando" el plafón jurídico (MORELLO,
Augusto M. "Apreciación de la prueba. Modernidad del tema", JA 2000-11-876),
hasta ceder frente a lo arrollador de las ciencias "duras", agigantando la figura del
perito técnico y la importancia de la experiencia" (CAFFERATTA, Nestor (Dtor.).
"Summa Ambiental" Revista de Derecho Ambiental. La Prueba en el daño
ambiental. JA II - Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2011, pág.161).
Desde ese ángulo y tal como la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en "Mendoza, Beatriz Silvia y otros c/ Estado Nacional y otros s/ daños y
perjuicios (daños derivados de la contaminación ambiental del Río Matanza -
Riachuelo)" (M. 1569. XL.) en fecha 08/07/2008 ordenó a la autoridad
administrativa competente a realizar las acciones de mejora del ambiente aunque
dejó, sin embargo, reservada a dicha autoridad la facultad de disponer los
procedimientos que entienda procedentes y eficaces para ello, dado que los
jueces no tienen ni capacidad técnica ni operativa para disponer y coordinar los
procedimientos de implementación, de lo contrario se corre el riesgo que cada
cuestión técnica deba ser fijada y decidida por el Juez, desnaturalizando su rol
institucional (PERETTI, Enrique O. "La Sentencia Ambiental. Su Eficacia", en
Revista de Derecho Público, Derecho Ambiental - II, pág. 346, Santa Fe, Rubinzal-
Culzoni, 2009) debe señalarse que, si bien el mandato judicial resultará lo más
detallado posible al remitir a cuestiones ya plasmadas con precisión en la
documentación a la que se remite, el margen indeterminable de las cuestiones
que se suscite quedará, en principio, a cargo de la demandada precisarlo.
Por ello, en aras de observar el principio de prevención (artículo 4°
LGA) ejerciendo potestades previstas en la Ley 8369 y modificatorias en su
artículo 76 "in fine" al permitir "extender su fallo a otras cuestiones ambientales
relacionadas con el objeto del caso y ordenar las acciones de ejecución o
prohibición necesarias para salvaguardar el bien jurídico protegido, aun cuando
no se hubiese solicitado expresamente" (alentadas fuertemente en su aplicación
por Lorenzetti en "Particularidades de la sentencia ambiental posibilidad de fallar
extra y ultra petita y cosa juzgada erga omnes", Tratado Jurisprudencial y
Doctrinario - Derecho Ambiental. La Ley, t. III, pág. 759/788), se hará lugar
parcialmente a la acción emprendida, en tanto, técnicamente, las medidas que se
ordenan llevar a cabo por la Municipalidad demandada -y que son las que ella
misma ha propuesto para arribar a una solución conciliatoria-, se encuentran
dirigidas a mejorar las condiciones ambientales de la ciudad reduciendo, en
definitiva, los efectos negativos de la obra en cuestión y, básicamente,
impidiendo la tala indiscriminada de los árboles que deben ser removidos para la
obra de ensanche que ha ido el principal obstáculo para que se concrete el
acuerdo de partes (ver: "Aportes Proyecto Ensanche calle Racedo - Año 2021
suscripto por Lic. Alfredo Grimaux e Informe Ambiental de la Lic. Lucía Ibarra
Bouzada" agregado a la causa, en el cual, el licenciado Grimaux propone acciones
de mejoras alternativas e integrales para la zona de calle Racedo sin sacar los
árboles existentes" que se encuentran comprendidos en la obra pública según lo
dispuesto en los pliegos ya referidos antes).
Aun así y a los efectos de fundamentar la forma o modalidad en
que se decide (art. 65 Constitución provincial) y las exigencias que se le imponen
a la demandada, como por ejemplo, la prohibición de tala (en su acepción del
término más estricta según la Real Academia Española en su verbo infinitivo
significa "cortar por el pie un árbol o una masa de árboles") de los árboles que
requieren ser trasladados en razón de la obra, pero sí su remoción (por medios
adecuados) y ulterior trasplante (salvo de aquellos que no sea posible, por
ejemplo, por encontrarse enfermos y sin posibilidad de restauración) a los sitios
que se encuentran desforestados de la traza de la obra o, en caso de no ser
posible o técnicamente inconveniente, a la zona proyectada a reforestar por el
plan de compensación arbórea presentado por la Municipalidad.
En definitiva, se reitera, la acción de amparo promovida para
proteger el medio ambiente urbano logra de todas formas y -a pesar de no
conseguir que la obra de ensanche del Bv. Racedo se detenga- que las especies
arbóreas no sean sacrificadas sino que se las traslade a sectores en donde
puedan seguir prestando sus "servicios", con el agregado de otras medidas que
fueron propuestas por la demandada y que pasan a ser de obligatoria realización
por ella que redundarán en mejoras al medio ambiente de la zona de obra y de la
ciudad.
Se hace referencia no sólo ya a las mejoras propias de la obra
pública (p.ej. desagües pluviales, alumbrado público, etc.) sino a la reforestación
proyectada (“3x1” por cada árbol trasladado tres nuevos ejemplares se deberán
plantar en las zonas proyectadas) que multiplica en la zona la presencia actual y
futura de árboles con todos los beneficios que ello apareja a la comunidad actual
y fundamentalmente a las generaciones futuras (en cinco años,
aproximadamente, las especies implantadas comienzan a brindar sus servicios
ambientales, según informe de la Lic. M. Vanesa Zehnder a cargo de la
Subsecretaría de Ambiente y Acción Climática de la Municipalidad de Paraná, fs.
18 vta. del legajo físico disponible en la causa, respuesta oficio
*102110.0A15UZ").
La decisión adoptada se enmarca en las directrices brindadas por
nuestro Superior Tribunal de Justicia en autos "Majul, Julio Jesús c/ Municipalidad
de Pueblo General Belgrano y otros s/acción de amparo ambiental" del 11/7/2019
cuando expresó que "Los jueces deben considerar el principio in dubio pro natura
que establece que en caso de duda, todos los procesos ante tribunales, órganos
administrativos y otros tomadores de decisión deberán ser resueltos de manera
tal que favorezcan la protección y conservación del medio ambiente, dando
preferencia a las alternativas menos perjudiciales y no se emprenderán acciones
cuando sus potenciales efectos adversos sean desproporcionados o excesivos en
relación con los beneficios derivados de los mismos".
Concluyendo, se dispone hacer lugar parcialmente a la acción de
amparo ambiental promovida prohibiendo la tala indiscriminada de los árboles
que se interponen en la obra de ampliación del Bv. Racedo a cargo de la
demandada, aunque permitiendo su traslado y trasplante en los lugares que
carecen de forestación actual de dicha arteria en su trayecto comprendido entre
Avenida Francisco Ramírez y Avenida de Las Américas, previo relevamiento a
cargo de la Municipalidad con supervisión voluntaria del Foro Ecologista de
Paraná, incorporándose en la condena las obligaciones y acciones contenidas en
el item 21 del Pliego de la Licitación N° 85/20 de la Municipalidad de Paraná que
establece -además de lo anteriormente ordenado- la forestación compensatoria
debiendo plantar 47 ejemplares de palmeras y 93 de lapachos rosados junto al
Plan de Manejo Ambiental presentado por la empresa "Betti Dall´Ava" en el
apartado "Programa de protección patrimonio natural".
7. Dado el resultado arribado, las costas del juicio se imponen por
el orden de las partes.
En cuanto a la regulación de honorarios y dado que en este
particular caso hubo profusa actividad profesional, etapa probatoria, audiencias y
diligencias judiciales, no resulta aplicable el Acuerdo Plenario Nº 1 S.T.J. - Art. 35
L.O.P.J. - Ley 10.704 del 28/10/2019.
Conforme los parámetros del artículo 91 segundo párrafo de la Ley de
Honorarios Profesionales vigente en la Provincia de Entre Ríos, las etapas
cumplidas y las pautas valorativas del artículo 3 del citado cuerpo legal, se
estiman en cien (100) juristas para el letrado de la parte actora, no
correspondiendo regular a los abogados de la demandada conforme lo dispuesto
por el art. 15 Dec. Ley 7046/82.
Por todo lo antes expresado y habiendo sido escuchado el
Ministerio Público Fiscal:

RESUELVO:
I. HACER LUGAR PARCIALMENTE al amparo ambiental
promovido por el Foro Ecologista de Paraná contra la Municipalidad de la
ciudad de Paraná, en los siguientes términos:
I.1 PROHIBIR la tala indiscriminada de los árboles que se
encuentran comprendidos en la zona de ejecución de la obra de ensanche de
Boulevard Racedo entre Avenidas de las Américas y Avenida Francisco Ramírez;
I.2 PREVIO relevamiento de los árboles a trasplantar que deberá
ser efectuado por personal de la Municipalidad de Paraná y en presencia
(voluntaria) de un veedor que sea designado a propuesta del Foro Ecologista de
Paraná, PERMITIR el trasplante de aquellos árboles que se encuentran
comprendidos en la zona de ejecución de la obra antes aludida debiendo ser
ubicados en los sectores donde la fila de árboles sufra defoliación significativa; en
caso que ello no sea posible por razones atendibles, serán ubicados en la zona de
forestación compensatoria según plano acompañado por la Municipalidad a la
contestación de los informes requeridos y que se adjunta como Anexo a la
presente;
I.3 INCLUIR en la presente como exigibles a la Municipalidad
demandada en el marco de esta resolución judicial las obligaciones asumidas en
el item 21 del Pliego de la Licitación N° 85/20 que establece la forestación
compensatoria debiendo plantar 47 ejemplares de palmeras y 93 de lapachos
rosados; incorporando el Plan de Manejo Ambiental presentado por la empresa
"Betti Dall´Ava" en el apartado "Programa de protección patrimonio natural"
debiendo: a) realizar lo dispuesto en el pto.I.2 precedente; b) plantar árboles
ejemplares (de más de diez años) en las áreas donde la fila de árboles sufra una
defoliación significativa y no hayan sido cubiertos con ejemplares del apartado
anterior; c) llevar adelante la forestación compensatoria de tres (3) árboles por
cada uno (1) que se traslade y de acuerdo al programa presentado por la
Municipalidad de Paraná elaborado por la Dirección de Parques y Paseos en el
cual se procede a reforestar arterias aledañas y circundantes a la obra en un total
de 136 árboles.
II. DEJAR SIN EFECTO las medidas precautorias dispuestas en la
causa permitiendo la continuidad de la obra en las condiciones antes descriptas.
III. IMPONER LAS COSTAS del juicio por el orden de las partes,
dado el resultado arribado y tal como lo permite el artículo 20 LPC.
IV. DEVOLVER OPORTUNAMENTE los expedientes
administrativos incorporados a este proceso.
V. REGULAR los honorarios profesionales del letrado de la parte
actora DARIO SEBASTIAN RUFFINO, por su actuación en la primera instancia
de este proceso, en la suma de PESOS NOVENTA MIL ($90.000,00). Arts.
1255 del Cód. Civil y Comercial en consonancia con arts. 2, 3, 4, 5, 59, 61, 91
segundo párrafo del Dec. Ley Nº 7046, rat. Ley 7503 y Ley 10377.
VI. NO REGULAR honorarios a los representantes de la
Municipalidad de Paraná, EMILIANO IZAGUIRRE, JUAN ANDRES LEINEKER
y PABLO TESTA en virtud de lo dispuesto en el art. 15 del Decreto Ley 7046,
ratificado por Ley 7503 y Ley 10377-.
Regístrese y notifíquese con habilitación de días y horas
conforme arts. 1 y 5 del Acuerdo General Nº 15/18 del Superior Tribunal
de Justicia - Sistema de Notificaciones Electrónicas (SNE) y
oportunamente archívese.

La presente se suscribe mediante firma electrónica -Resolución STJER N°28/20, del 12/04/2020,
Anexo IV-, prorrogada por acuerdo especial del 20/04/2020, 27/04/20 y 11/05/2020 prescindiéndose
de su impresión en formato papel. HUGO RUBEN GONZALEZ ELIAS - Vocal de CCA N° 1.

ANTE MI, EN LAS CONDICIONES DEL ACUERDO DEL 08/04/2020 -ANEXO I "PLAN OPERATIVO" DEL
STJER, PTO. 15-.
Pablo Cattaneo. Secretario.

En igual fecha se remitió mail de refuerzo al correo electrónico de las partes y se


registró. CONSTE.

La presente se suscribe mediante firma electrónica -Resolución STJER N°28/20, del 12/04/2020,

Anexo IV-, prorrogada por Acuerdo Especial del 20/04/20, 27/4/20 y 11/5/20 prescindiéndose de su

impresión en formato papel. Pablo Cattaneo. Secretario


Existiendo regulación de honorarios a abogados y/o procuradores, cumpliendo con lo
dispuesto por la Ley 7046, se transcriben los siguientes artículos:
Ley 7046-
Art. 28º: NOTIFICACIÓN DE TODA REGULACIÓN. Toda regulación de honorarios deberá notificarse
personalmente o por cédula. Para el ejercicio del derecho al cobro del honorario al mandante o
patrocinado, la notificación deberá hacerse en su domicilio real. En todos los casos la cédula deberá
ser suscripta por el Secretario del Juzgado o Tribunal con transcripción de este Artículo y del art.
114 bajo pena de nulidad.- No será necesaria la notificación personal o por cédula de los autos que
resuelvan reajustes posteriores que se practiquen por aplicación del art. 114.-
Art. 114º. PAGO DE HONORARIOS. Los honorarios regulados judicialmente deberán abonarse dentro
de los diez días de quedar firme el auto regulatorio. Los honorarios por trabajos extrajudiciales y los
convenidos por escrito cuando sean exigibles, se abonarán dentro de los diez días de requerido su
pago en forma fehaciente. Operada la mora, el profesional podrá reclamar el honorario actualizado
con aplicación del índice, previsto en el art. 29 desde la regulación y hasta el pago, con más su
interés del 8% anual. En caso de tratarse de honorarios que han sido materia de apelación, sobre el
monto que queda fijado definitivamente en instancia superior, se aplicará la corrección monetaria a
partir de la regulación de la instancia inferior. No será menester justificar en juicios los índices que
se aplicarán de oficio por los Sres. Jueces y Tribunales.-

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