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Capítulo 4.

¿Qué leí?
"EL TEMOR de Jehová es el principio de la sabiduría"*. Muchos de
nuestros jóvenes no sienten la necesidad de ejercitar vigorosamente hasta lo
sumo sus facultades en todo momento y bajo todas las circunstancias. No
tienen ante la vista el temor de Jehová, y sus pensamientos no son puros ni
elevados. El cielo entero conoce todo pensamiento, toda acción. Vuestras
acciones podrán ser invisibles para vuestras relaciones, pero están abiertas
a la inspección de los ángeles. Los ángeles tienen la comisión de servir a
aquellos que se esfuerzan por vencer todo hábito malo y mantenerse libres
de las artimañas de Satanás.
¿Qué aprendí?
Que nosotros como personas no ejercitamos nuestras facultades, es decir no
le damos seguimientos a los dones que tenemos, los jóvenes no están
ejercitando las facultades que tienen como persona, y eso es un problema,
Dios tiene la facultad de leer nuestros pensamientos, así que hay que tener
mucho cuidado con lo que pensamos, pues Dios sabe lo que pasa por
nuestra mente, a veces vemos algo que son agradables a nuestros ojos pero
a los ojos de Dios no lo son, y solo pensamos en eso porque a nuestro
pensar nadie adivina nuestros pensamientos, pero no es así.
¿Cómo lo aplico?
Enseñando a los jóvenes a tener pensamientos buenos, a rechazar los
pensamientos pecaminosos y que no edifican en su vida, pues lo que
pensamos influye de una manera u otra en la espiritualidad, no todo lo que
pensamos es bueno.
Capítulo 5.
¿Qué leí?
LA EXPERIENCIA de aquellos que trabajaron para Dios en generaciones
pasadas, tiene lecciones que debemos aprender los que vivimos en este
tiempo. Cuán poco conocernos los conflictos, las pruebas y las labores que
soportaron estos hombres mientras se equipaban para hacer frente a los
ejércitos de Satanás. Poniéndose toda la armadura de Dios, fueron capaces
de hacer frente a las astucias de Satanás.
¿Qué aprendí?
Que debemos tomar ejemplo de las personas que trabajaron y lucharon para
Dios, que a pesar de todo siempre tuvieron puesta la armadura de Dios,
fueron capaces de seguir adelante y luchando en la batalla de Dios, no
dejaron que las astucias de satanás los engañaran, fueron guerreros que a
pesar de todo siempre estuvieron del lado de Dios.
¿Cómo lo aplico?
Instando a los jóvenes a que no se dejen enredar en las garras de satanás,
pues esas son trampas que usa satanás para que los jóvenes no peleen la
batalla de Dios, diciéndole a los jóvenes que tomen ejemplo de muchos
personajes de la biblia, que a pesar de muchas trampas que utilizo satanás
para que no lucharan la batalla de Dios siempre estuvieron su frente en alto
y su fe puesta en Dios, y satanás no pudo con ellos, porque se mantuvieron
del lado de Dios.
Capítulo 6.
¿Qué leí?
QUERIDOS jóvenes, ¿cuál es la meta y el propósito de vuestra vida?
¿Ambicionáis una educación para tener nombre y posición en el mundo?
¿Tenéis el pensamiento que no os atrevéis a expresar, de estar algún día en
la cima de la grandeza intelectual; de sentaros en asambleas legislativas y
deliberantes, ¿y ayudar a dictar leyes para la nación? No hay nada malo en
estas aspiraciones.
¿que aprendí?
Que no importa donde vayamos, ni que hagamos, ni donde lo hagamos, que
nuestro carácter cristiano siempre debe de estar con nosotros, debemos
mantener nuestra creencia y religión notándose, y que las personas vean
que, a pesar de nuestra ocupación, nuestra labor en la sociedad, y un sin
número de cosas más, nuestro Dios esta primero, y que con el hemos
conseguido todo lo que hoy somos.
¿Cómo lo aplico?
Insistiéndole y diciéndoles a los jóvenes que no importa el momento, el
lugar, la hora, la situación, que no importa lo que esté pasando, que siempre
debemos tener presente nuestra religión y a nuestro Dios, que siempre
debemos relucir ante el mundo nuestra religión y creencias, no importa lo
que este pasando ni en qué situación la hemos vivido, siempre nuestra
religión tiene que sobresalir donde estemos.
Capítulo 7.
¿Qué leí?
PESAN sobre la juventud graves responsabilidades. Dios espera mucho de
los jóvenes que viven en esta generación de luz y conocimiento
abundantes. Espera de ellos que impartan esa luz y ese conocimiento.
Desea usarlos para disipar el error y la superstición que nublan la mente de
muchos. Han de disciplinarse reuniendo toda jota y tilde del saber y la
experiencia. Dios los hace responsables de las oportunidades y los
privilegios que se les dan. La obra que tienen delante espera sus esfuerzos
diligentes para ser llevada adelante progresivamente, como la época lo
requiera.
¿Qué aprendí?
Que nosotros como jóvenes, ante Dios tenemos grande responsabilidades
ya que Dios espera mucho de nosotros, Dios nos hace responsable de las
oportunidades que nos dan, las cuales si nos convienen, y son agradables a
los ojos de Dios para nosotros también es buena, ya que Dios quiere lo
mejor para nosotros, lo privilegios que nos dan si son buenos y agradables
a Dios vienen de él, pues el quiero lo mejor para sus hijos.
¿Cómo lo aplico?
Recordándole a los jóvenes de mi comunidad, y del lugar donde trabaje,
que nosotros tenemos una responsabilidad ante los ojos de Dios, puesto que
Dios confía en nosotros, por eso todo lo que hacemos, debe recaer en una
acción agradable para Dios, recordándoles también los privilegios que
tienen los jóvenes que están al servicio de nuestro rey y señor, el joven que
este sirviendo a cristo debe hacerlo de manera completa, pues el no quiere
jóvenes a medias, es decir tienen que estar siempre dispuestos al servicio de
Dios.
Capítulo 8.
¿Qué leí?
Al perfeccionar un carácter cristiano, es esencial perseverar en el bien
hacer. Quisiera impresionar a nuestros jóvenes con la importancia de la
perseverancia y la energía en la obra de la formación del carácter. Desde
los más tempranos años es necesario entretejer en el carácter principios de
severa integridad, para que los jóvenes de ambos sexos puedan alcanzar, al
llegar a adultos, la más alta norma personal. Deberían tener siempre
presente el hecho de que han sido comprados por precio, y deberían
glorificar a Dios en sus cuerpos y espíritus, los cuales son de él.
¿Qué aprendí?
Que para perfeccionar un carácter cristiano debemos perseverar en hacer el
bien, que es bueno tener perseverancia cuando vayamos a formar el
carácter, que debemos tener integridad para que alcancemos la norma
personal, que hemos sido comprados por un precio, y que debemos
glorificar a Dios en cuerpo y espíritu, pues por ese precio nosotros
pertenecemos a Dios, y todo lo que hagamos debe ser para glorificarlo a él,
pues nuestro carácter influye mucho en la forma que damos a relucir el
carácter cristiano.
¿Cómo lo aplico?
Influyendo en el carácter de los jóvenes de manera positiva, pues mi
carácter debe modelar a los demás de manera cristiana, pues este es el que
influirá en la formación de los jóvenes, mi carácter debe influenciar de
manera cristiana a los jóvenes para que estos se guíen de mi forma, y así
puedan alcanzar un mejor carácter para agradar, haciéndoles entender que
nosotros fuimos comprados por un precio el cual pago nuestro señor
Jesucristo, y que nuestra forma de ser y actuar, deben ser conforme a la
voluntad de Dios, pues como somos comprados por él, nuestro carácter
debe ser conforme le agrade a Dios.
Capitulo 9.
¿Qué leí?
Tenéis a vuestro alcance algo más que posibilidades finitas. Un hombre,
según Dios aplica el término, es un hijo de Dios. "Ahora somos hijos de
Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí
mismo, así como él es puro". * Es un privilegio vuestro apartaros de lo
vulgar e inferior y elevaros a una alta norma, a ser respetados por los
hombres y amados por Dios.
¿que aprendí?
Que a pesar del pecado que habita en nosotros somos hijos de Dios, que
cuando el venga a buscar a su pueblo lo veremos tal y como es, también
que somos semejantes a Dios es decir que cuando el venga en su santa
gloria veremos a Dios y adoptaremos su forma pues somos semejantes a
nuestro creador, Dios nos da obras en las cuales debemos trabajar, pero
estas obras son en consideración a nosotros, Dios nos da la libertad de
gobernarnos, pero debemos saber que nosotros debemos trabajar con y para
Dios en la obra, que es llevar a las personas a la elevación celestial.
¿Cómo lo aplico?
En mi área de trabajo deberé dejarles entender a los jóvenes que somos
semejantes a Dios, que somos sus hijos y que a pesar de todo el pecado que
hay a nuestro alrededor Dios nos ama porque somos sus hijos, dándole a
los jóvenes y niño un claro ejemplo del modelaje cristiano, y exhortándoles
a trabajar en la obra de Dios, y recordándoles que cuando Dios venga en su
santa gloria lo veremos tal y como es.
Capitulo 10.

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