CAMINANTES Guía ENTREGA DE BIBLIA

Celebración: entrega de la biblia.

Después de haber realizado la primera guía se recomienda por grupos pequeños según la
disposición de cada lugar hacer la ceremonia de la entrega de la Biblia, solamente participan
confirmandos y padrinos.

RITOS INICIALES
Monición, Catequista: sabemos que la Palabra de Dios es mucho más que un libro. En ella,
Dios mismo se comunica con nosotros, para que podamos responderle, conocerle y amarle.
Por eso, la Iglesia les entrega la Biblia, con el deseo de que abran su corazón a Dios y
pidiéndole que siembre en ustedes la buena semilla de su palabra. Celebremos.

Monición a las lecturas: Señor, tú nos has regalado el inmenso tesoro de tu palabra. Haz que,
reunidos hoy en tu nombre, la acojamos con humilde corazón y nos alimentemos cada día de
ella. Escuchemos con atención.
Entrada solemne de la Palabra de Dios: Varios catequizándos, con velas encendidas, vienen
desde el fondo del templo acompañando al lector que lleva la Biblia en alto. Los
catequizándos tras hacer la inclinación de cabeza delante del altar, y pasan al puesto.
Mientras, entonamos el canto.
Canto: Tu Palabra me da vida
Tu Palabra me da vida, confío en ti Señor. Tú Palabra es eterna, en ella esperaré.
Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón.
Se lee la palabra de Dios… Breve homilía

ENTREGA DE LA BIBLIA:
Bendición de la biblia: Que el Señor bendiga estas Biblias y también a nosotros, para que
abramos nuestras manos para acogerla y el corazón para que se llene de ella. Que el Espíritu
Santo nos ilumine y la tradición de la Iglesia nos oriente, para estudiarla, meditarla,
compartirla y orarla. Que Ella sea una luz que ilumine nuestra vida, y a través nuestro, la de
todos los que nos rodean.

Los catequizándos, se colocan de frente a sus padrinos estos le presentan la Biblia a cada uno
haciendo el siguiente diálogo:
Entrega de la biblia:
padrino: N (nombre del catequizando), recibe la Palabra de Dios y hazla vida.
Catequizando: Tu palabra me da vida. Confío en ti, Señor.
Cada catequizando pone la mano sobre la Biblia diciendo las palabras anteriores para acoger
la Palabra de Dios. Terminada la entrega, el sacerdote se dirige a todos los catequizándos.
Sacerdote: Acaban de recibir la Palabra de Dios, con la que siempre se deben guiar. ¿Están
dispuestos a leerla, seguir la catequesis y asistir a la Eucaristía para escuchar y entender mejor
lo que Dios nos quiere decir; y cómo hemos de hacer vida su mensaje?
Catequizando: Sí, participaremos de la catequesis y asistiremos a la celebración de la
Eucaristía, donde escucharemos la Palabra de Dios.
Después se dirige a todos, les indica que se pongan de pie y les dice:
Sacerdote: En cuanto a ustedes, aquí presentes, deben estar muy atentos al crecimiento de
estos hermanos, en el conocimiento del Señor y ofrecerles el apoyo de su cariño, de su
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testimonio y de su oración. Por ello, ¿están dispuestos a escuchar con mayor atención a Dios,
a vivir con mayor fidelidad y a comunicar a estos hermanos lo que nos transmite la Palabra?
Todos: Sí, estamos dispuestos.

PETICIONES: Oremos hermanos al Padre Dios, a Cristo, al Espíritu Santo, a María para
pedir su compañía en la catequesis donde estudiaremos su Palabra; a cada petición
respondemos. Te damos gracias, Señor.
1. Te damos gracias, Padre, porque al igual que hablaste a Abrahán, a Moisés y a los profetas,
también nos has hablado a nosotros por medio de tu Hijo, que es tu Palabra, así te hemos
conocido a Ti y al que Tú nos has enviado, Jesucristo.
2. Te damos gracias, Jesús, porque elegiste a los Apóstoles, a quienes enviaste por todo el
mundo para que predicaran el Evangelio; les diste, además, tu Espíritu Santo para que lo
anunciaran con valentía y no se cansaran a pesar de las muchas dificultades que encontraron
para cumplir con la misión que les encargaste.
3. Te damos gracias, Jesús, por habernos traído la Buena Noticia, el Evangelio por el que
sabemos que somos hijos de Dios, hermanos los unos de los otros, y que estamos destinados
a estar contigo en el Reino de tu Padre celestial.
4. Te damos gracias, Jesús, porque nuestros padres nos han invitado a participar de la
catequesis, para que conozcamos mejor tu Evangelio; y, también, te damos gracias porque
nuestros catequistas nos enseñan a ponerlo en práctica y a vivirlo.
5. Te damos gracias por la biblia que hoy hemos recibido para que la leamos y escuchemos
atentamente, nos llegue a lo profundo del corazón y nos haga ser felices, como lo fueron la
Virgen María, San José y todos los santos que creyeron en Jesús y pusieron en práctica sus
enseñanzas.
Sacerdote: Dios y Padre nuestro, que tanto nos has amado que nos enviaste a tu Hijo,
Jesucristo, para que nos mostrara el camino que nos conduce hacia a Ti; danos tu Espíritu
Santo para que creamos en el que Tú nos has enviado, y alcancemos así las promesas que
hemos conocido por medio del Evangelio. A Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.