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Universidad del Valle de México

Campus Nogales

Licenciatura en Psicología

Hipnoterapia, Terapia Racional Emotiva, Terapia Centrada


en la Persona, Terapia Cognitiva, Terapia Adleriana,
Terapia Multimodal

ENSAYO

Para presentar en la asignatura:

Terapias Breves

Presenta:

Sunner Gabriela Ramírez García

Asesor:

Lic. Mariano Posada

Nogales, Sonora, México Febrero 2011


HIPNOTERAPIA

Desde el psicoanálisis fue un método curativo consistente en la búsqueda de


traumas psíquicos de los pacientes bajo estado hipnótico inducido. Es a través de
órdenes que el terapeuta pide al paciente que abandone sus síntomas. Esta
técnica se ha abandonado pues sus resultados aunque son efectivos de forma
inmediata, los síntomas regresan pronto, pues el problema no es solucionado.

Dentro de la práctica de Hipnoterapia hay una gran variedad de aplicaciones y


técnicas para lo que deseamos conseguir. Hay quienes la practican de manera
sugestiva, otros más clínica, otros de manera mas holística.

La Hipnoterapia breve se practica en consultas privadas de una hora, una vez por
semana. Su duración varía según colabore el paciente para resolver los conflictos
archivados en el cerebro. Normalmente para la tercera sesión los resultados son
sorprendentes.

En la Hipnoterapia / Psicoterapia Breve hay algo de experiencia existencial


compartida, cada consultante es único y distinto, es una experiencia humana de
profundo significado en el camino de la vida. Se aprenden y se experimentan
nuevos puntos de vista y cambios en el modo de enfocar los problemas cotidianos.

Problemas a resolver con esta clase de terapia:

Ansiedad, angustia, temor a la soledad, obsesiones, compulsiones, depresión ,


inmadurez emocional, pérdida / duelo, duelo interrumpido, irritabilidad, co-
dependencia emocional, co-dependencia económica, fobias, complejos de
inferioridad, agresividad, violencia, autosabotaje, estrés, tecnoestrés, principios de
anorexia, principios de obesidad, bloqueos creativos, problemas familiares,
problemas en el trabajo.

Para poder trabajar con un paciente y poder realizar el trabajo de hipnosis, el


cerebro debe tener menos de 8 Hz, ello significa que la persona tiene que estar
relajada. Como explicación mencionaremos que el estado alpha o de relajación en
donde la persona se encuentra relajada pero atenta se encuentra entre 8 a 12 Hz
y que es cuando nos encontramos descansados, filosofando, meditando o mirando
una hermosa puesta del sol, completamente enamorados. (O’Hanlon, W.H., 1993),

El estado entre 5 a 8 Hz es el estado denominado Theta y menor a 5 Hz se


denominada Deltha en donde se realiza el sueño y también los fenómenos
paranormales o de poderes ocultos.

Entonces, el estado hipnótico, es realmente un estado de sueño y a la vez de


realización de fenómenos más allá de normal. Por ello para hipnotizar el primer
paso es relajar al paciente hacia el estado del sueño, pero sin que pierda el
contacto con la realidad en un pequeño espacio en donde sólo escuche la voz del
hipnotizador y sienta su energía.

Los métodos son innumerables y van desde la mirada, los pases magnéticos,
hasta una serie de instrucciones por medio de la voz para que el paciente ingrese
al mundo inconsciente y sea guiado en el consciente.

Los métodos se aplican de una persona a otra o a uno mismo, esto segundo
generalmente en la autosanación. La hipnosis clínica ha tenido importantes logros
desde una operación de cesárea a mediados del siglo pasado sin ningún tipo de
anestesia, en donde la paciente fue sometida a una cesárea exitosa sin anestesia
y permaneció cantando durante todo el proceso.

Entonces existen diversos métodos eminentemente prácticos, uno de los cuales


enseñaremos de inmediato y que se aplica a la sanación de enfermedades y la
autosanación:
1. Acuéstese o acueste cómodamente a la persona a ser inducida.

2. Todas las instrucciones que siguen son hacia uno mismo o hacia la
otra persona.

3. Mencione con voz clara y fluida, vocalizando pausadamente, que se


relajen, se suelten, los pies.

4. Luego de una pausa de unos 5 segundos se pide que se relajen los tobillos
y a intervalos de 5 segundos aproximadamente se sigue avanzando hacia
las pantorrillas, rodillas, ano, glúteos, vientre, estómago, espalda, pecho,
hombros, brazos, antebrazos, manos, cuello, rostro, craneo, nuca.

5. Se repite una vez mas el proceso siempre son voz firme, serena, sin
trabas.

6. Ahora se pide que autocoloque una imaginaria luz en alguna zona


enferma o afectada de la persona inducida o paciente, una luz
acompañada de calor, regeneración, armonía.

7. Luego de unos 15 segundos repetir la orden anterior.

8. Luego de unos 30 segundos ordenar que aumente la potencia de la


luz y el calor y que realmente "sienta", que no se lo imagine, sino que los
"sienta".

9. Luego de otros 30 segundos indicar que aumente la potencia al


máximo y realmente esta sanando, regenerando, iluminando como miles
de reflectores.
10. Luego de unos 2 minutos repetir la orden anterior para finalmente
con otros 3 minutos indicar que la curación continuará durante el resto del
día o de la noche.

11. Unos 2 o 3 minutos más y se le pedirá que haga 3 respiraciones


lentas y profundas y luego que cruce los brazos en el pecho tocando cada
mano el hombro opuesto para que vuelva a la normalidad.

12. Otras 3 respiraciones y poco a poco abra los ojos y baje los brazos.

Este método presenta tres niveles de intensidad, cada cual más intenso y
dependiendo de la naturaleza de la enfermedad. (O’Hanlon, W.H., 1993)

TERAPIA RACIONAL EMOTIVA

La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) parte de la premisa que "no son
los acontecimientos los que nos perturban, sino nuestra interpretación que
hacemos de los mismos" (Epícteto, Siglo I d.C)

El objetivo de la TREC es la de ayudar a las personas a encontrar nuevos


pensamientos alternativos y más constructivos que ayuden a la persona a sentirse
mejor, a estar mejor y a conseguir sus objetivos y metas personales.

Entre sus principales éxitos reconocidos se han destacado los tratamientos de


trastornos tales como: ansiedad, pánico, agorafobia, fobia social, inhibiciones,
depresión, disfunciones sexuales, depresión, estrés, ira (ataques de furia) y
conflictos de pareja.

Las características más notorias de este modelo son:

• Se trabaja en el presente, en el "aquí y ahora".


• Se va directamente a la resolución del problema, a la forma de lograr los
resultados deseados.
• En la gran mayoría de los casos no es necesario investigar el pasado ni los
"orígenes" para lograr los resultados. Por eso, pueden omitirse tales
incursiones.
• Paciente y terapeuta hablan, se comunican y colaboran activamente y por
igual en el proceso.
• El proceso incluye tareas de auto-ayuda a realizar entre sesiones.
• Si el paciente realiza las actividades acordadas entre las sesiones, el
proceso es notoriamente más breve que lo habitual en otras corrientes. Se
trata, pues de terapias destacadas por su brevedad.
• Pese a lo breve y sencillo del método, resulta realmente profundo y logra
modificaciones importantes y perdurables.
• El enfoque es altamente didáctico, por lo cual el paciente queda entrenado
para resolver futuros problemas o trastornos por sus propios medios, sin
tener que recurrir nuevamente y cada vez al terapeuta.
• A su eficacia terapéutica se le suma su eficacia como forma de prevención
de futuros trastornos

Técnica terapéutica: actitud activa y directiva del terapeuta para establecer un


diálogo con el paciente acerca de las ideas y creencias en las que se basa su
comportamiento.

Comprensión de las emociones: entre los hechos y la emoción se da una


"autocharla": a persona se dice algo a sí misma, interpreta el suceso y dicha
interpretación provoca la emoción.

Tanto el "ABC" Emocional como las "Creencias Irracionales" forman parte de lo


básico de la T.R.E.C
Una de las principales aportaciones de esta terapia es conocer las emociones
negativas (que no se trata de negarlas) apropiadas y las inapropiadas. Quizá
también habría que distinguir entre las emociones positivas apropiadas e
inapropiadas, pero de éstas últimas, es posible que existan menos y procuren
menos problemas.

Los teóricos de la T.R.E.C. también han tratado de "aislar" los procesos


irracionales básicos, proponiendo alternativas racionales a los mismos.

Básicamente, la Terapia Racional Emotiva Conductual propone un Cambio de


tipo filosófico en la forma de pensar de las personas para comenzar a vivir una
vida más plena y feliz. Aunque suena sencillo, esto se consigue solamente con la
práctica, el empeño y el trabajo individual, no de forma mágica.

Dentro del la terapia racional emotiva se tratan el ABC de las emociones en


donde esta terapia nos explica su metodología por medio de siglas.

A - Acontecimiento Activador o Adversidad. Se trata de cualquier obstáculo,


frustración, situación que ha sucedido antes de que la persona se sienta
perturbada. Por ejemplo, he cometido un error importante.

B - Creencias Irracionales. Corresponde a aquellos pensamientos que he tenido y


que me han causado la alteración emocional. Normalmente son pensamientos
irracionales, es decir, exigentes, rígidos, catastrofistas y alarmantes. Por ejemplo,
ante el error he pensado que "soy un inútil, no sirvo para nada, soy un completo
desastre, que no debería en absoluto cometer tal error".

C- Consecuencia emocional y conductual. Son las emociones insanas y


comportamientos destructivos y autoderrotistas que he tenido. Por ejemplo, "ante
tal pensamiento de soy un inútil y que no valgo nada por cometer un error me he
sentido deprimido y enrabiado, y me he ido a la nevera a comer
compulsivamente".
Leonor I. Lega, Vicente E. Caballo, Albert Ellis (2002) concluyen que:

Una de las principales técnicas utilizadas en esta terapia, es la del humor, dentro
de la cual se tienen estas pautas para realizarse.

1. Ayudar a las personas a asumir la responsabilidad de su propio trastorno.


2. Ayudarle a aceptarse a si misma de forma incondicional, indicándole de
manera humorística y paradójica la terrible persona que es por cometer
errores o no cumplir con sus propósitos.
3. Bromear sobre el perfeccionismo de la persona.
4. Utilizar el humor para apoyarla con la aceptación de aspectos de la realidad
que no le agraden.
5. Atacar con humor las demandas absolutistas de las personas.

El énfasis de la TREC está en el cambio profundo en la filosofía de vida del


consultante, y no meramente en una remisión de los síntomas.

Su concepto humanista de "autoaceptación", basado en calificar a nuestras


conductas pero nunca a nosotros como personas. Aunque las conductas pueden
ser correctas o erróneas, las personas somos todos valiosas como seres
humanos.

Para la remisión de las demandas Ellis sugería inicialmente a nivel cognitivo el


abordaje científico consistente en la discusión empírica, pragmática y lógica, pero
de hecho se suman a éste otros abordajes emotivos y conductuales acordes con
las características de cada paciente.

Los terapeutas racionales emotivos, al intervenir con los más jóvenes, procuran tomar en
cuenta las tareas de desarrollo de sus clientes tanto para la evaluación como para la
intervención. Sus técnicas, en lugar de ser sólo modificaciones de diálogo socrático,
incluyen actividades y métodos emocionales, cognitivas y conductuales diseñadas dentro
de la clínica, de tal manera que se considera una vertiente terapéutica ajustada a estas
poblaciones. Ha habido reportes preliminares de éxito y su uso se está extendiendo entre
los clínicos, no obstante la necesidad de más estudios de resultado. Parte de la terapia se
relaciona con los padres, puesto que son modelos de rol y agentes de reforzamiento. Se
utiliza ensayo conductual y desempeño de roles, entrenamiento autoinstruccional,
fotocopias con dibujos llamativos o caricaturescos ilustrando conceptos racional-emotivos,
"pensar en voz alta", etc. (Leonor I. Lega, et al.2002)

TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA

La Psicoterapia centrada en el cliente es el nombre de una psicoterapia


enmarcada en la Psicología humanista. "Cliente" pretende enfatizar un matiz
semántico distinto a "paciente", ya que un cliente permanece con la
responsabilidad y libertad sobre el proceso terapéutico como un agente activo, en
contraposición de "paciente", como indica éste termino en su sentido literal ("ser
paciente con el problema").

Con frecuencia se habla de "enfoque centrado en el cliente". Enfoque es un


término más general con más matices filosóficos, que permiten enmarcar con éste
una consecuente psicoterapia y comprensión sobre los intercambios
interpersonales acaecidos durante el proceso psicoterapúetico.

Psicoterapia centrada en el cliente es también el nombre de un libro escrito por el


psicólogo norteamericano Carl Rogers, considerado fundamental dentro de la
escuela humanista de psicoterapia.

La psicoterapia centrada en el cliente es una teoría psicológica aplicada en el


trabajo terapéutico con personas en busca de ayuda psicológica. Ha sido creada
por el psicológo norteamericano y profesor de psicología Carl Rogers (1902 -
1987). Como se decía, implica un "enfoque" que enmarca el proceso
psicoterapéutico, más allá de ser una mera "técnica". Por ejemplo, según
aseguraba el propio autor en el citado libro, el proceso psicoterapéutico fallaría si
fuera aplicado como una técnica, ya toda acción terapéutica surge de unas
determinadas actitudes reales por parte del psicoterapeuta (de ahí denominarlo
"enfoque").

Como técnica psicoterapeútica es uno de los métodos más investigados a nivel


científico desde entonces y ha dado sus pruebas de eficacia. Las investigaciones
científicas y universitarias en muchas partes del mundo permitieron también el
desarrollo sistemático de esta orientación psicoterapeutica.

La psicoterapia centrada en el cliente suele ser la base de la formación profesional


de los counselors. También forma parte de la formación curricular básica de los
psicólogos, ya que es una forma de psicoterapia, permite establecer una relación
psicoterapéutica y enmarca conceptos fundamentales como el sí-mismo.

Cliente en oposición a paciente

Para muchos el uso del término cliente puede resultar chocante y contrario al
espíritu de la psicología humanista. El motivo de abandonar el término paciente
viene dado por la connotación del vocablo, relacionado con la patología, lo cual
implica una relación asimétrica en donde el enfermo busca la ayuda de un
superior, el terapeuta o sanador. La contrapropuesta es que no existe tal cosa
como la enfermedad mental, sino formas disfuncionales de vivir.

El solicitante de un servicio o proceso psicoterapéutico toma así el término cliente,


ya que es una persona activa en la solución de su problema y, como parte de esa
búsqueda activa, ha decidido iniciar este proceso psicoterapéutico. Dentro de la
relación terapéutica, cliente y psicoterapeuta tienen por tanto el mismo "estatus",
de modo que el cliente es totalmente libre para dirigir por medio de la psicoterapia
su propio camino de desarrollo personal.

El proceso terapéutico

Según Rogers, el cliente es el que lleva el peso de la terapia (auto-directividad) y


no el terapeuta. Sin embargo, el terapeuta tiene que ofrecer al cliente una relación
que se define por tres condiciones necesarias y suficientes para lograr el éxito de
la misma. Las tres primeras características o condiciones son Empatía,
Aceptación positiva incondicional y Autenticidad o Congruencia. Todo el proceso
de la psicoterapia puede traducirse como la actitud del psicoterapeuta en una
profunda creencia de respeto y aceptación del cliente y de sus propias
capacidades para el cambio: de este modo, todo lo que se hace en la psicoterapia
(si entendemos esta como una escuela o enfoque, de la que surgen técnicas o
estrategias) es la instrumentalización de esa actitud. Desde el uso del silencio a la
empatía, vienen a trasmitir este mensaje implícito.

Estas tres condiciones relacionales mencionadas son llamadas actitudes de base:

1. La aceptación y consideración incondicionalmente positiva de la persona en


búsqueda de ayuda. Se acepta sin condición alguna la manera en que ella
está dispuesta a revelarse y demostrarse en la relación frente al terapeuta.
2. La empatía centrada en la persona sufriente. Es la capacidad del terapeuta
de entrar en el mundo del cliente y de comprender con exactitud sus
vivencias como si el terapeuta fuese el otro. Esta comprensión empática
facilita la concientización, favorece el acompañamiento terapéutico y
promueve el desarrollo personal.
3. La autenticidad del terapeuta permite a menudo un diálogo sincero y
constructivo directo entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta sigue siendo
un experto, pero él se comunica también como ser humano al servicio del
cliente sufriente.

La relación centrada en el cliente se define además por un mínimo de contacto


establecido entre el cliente y el terapeuta (4), el cliente debe estar en un estado de
incongruencia (5) y por último, el cliente debe, de una manera u otra, darse cuenta
de la presencia del terapeuta y de la relación ofrecida (lo que, a veces, no ocurre,
por ejemplo en caso de una psicosis aguda).

Una relación definida por las actitudes de base genera una multitud de
interacciones terapéuticas cada vez más adaptadas a la relación con el cliente, a
su persona y situación particular, favoreciendo la capacidad natural e inherente en
cada persona de poder desarrollarse de manera constructiva (tendencia natural de
cada persona a su auto-actualización, es decir a desarrollarse y madurar).

El proceso que viven las personas que ingresan a terapia y describe siete etapas.

1. Fijeza: es el estado que comúnmente es descrito como neurótico.


2. Vivir la experiencia de ser plenamente aceptado: al inicio de la relación
terapéutica, el primer cambio que vive la persona es entrar en un ambiente
que no le condiciona, lo que convierte en innecesarios los patrones de
comportamiento que ha desarrollado para enfrentar al mundo hostil y
condicionante en que se desenvuelve cotidianamente.
3. Desarrollo y flujo de la expresión simbólica: la persona en proceso
comienza a desarrollar una expresión verbal más allá de los lugares
comunes y que le permita expresarse con más propiedad conforme a su
vivencia.
4. Flexibilización de los constructos y flujo de los sentimientos: se comienzan
a cuestionar los valores y creencias que han llevado a la persona a un
estado de permanente insatisfacción, y se permite ver las cosas de forma
distinta. Además, en esta etapa se advierte una mayor libertad para
expresar los sentimientos.
5. Flujo organísmico: la estructura personal del cliente manifiesta una mayor
relajación, los sentimientos son expresados con mayor libertad, las
creencias son libremente cuestionadas y hay una necesidad por explorar
nuevas formas de comportamiento.
6. Inicio de la experienciación plena: es la fase de la terapia en que las
personas llegan al "punto de no retorno", donde es posible que abandonen
el proceso terapéutico y no experimenten retrocesos dado que toman
conciencia de que son ellas las responsables de su viviencia y experiencia.
7. Fluidez: es la descripción de una persona que funciona plenamente.
Dentro de esta psicoterapia, existen condiciones que se deben adaptar para que
funcione como debe de ser, las condiciones son:

1. Dos personas se encuentran en contacto psicológico

2. La primera a la que llamaremos cliente, se encuentra en estado


incongruente y es vulnerable y ansiosa.

3. La segunda persona a la que llamaremos terapeuta, es congruente o


integrado en la relación.

4. El terapeuta experimenta aprecio positivo incondicional por el paciente.

5. El terapeuta experimenta una compresión empática dentro del marco de


referencia interno del cliente y se esfuerza por comunicarle esta
experiencia.

6. La comunicación del cliente de la comprensión empática y el aprecio


positivo incondicional del terapeuta se logra en un grado minimo.

En el proceso terapéutico, el cliente es el que lleva el peso de la terapia y no el


terapeuta. Sin embargo, el terapeuta tiene que ofrecer al cliente una
relación que se define por tres condiciones necesarias y suficientes para
lograr el éxito de la misma. Las tres primeras características o condiciones
son Empatía, Aceptación positiva incondicional y Autenticidad o
Congruencia. Todo el proceso de la psicoterapia puede traducirse como la
actitud del psicoterapeuta en una profunda creencia de respeto y
aceptación del cliente y de sus propias capacidades para el cambio: de este
modo, todo lo que se hace en la psicoterapia es la instrumentalización de
esa actitud. Desde el uso del silencio a la empatía, vienen a trasmitir este
mensaje implícito. (Rogers, Carl 2002)

Estas tres condiciones relacionales mencionadas son llamadas actitudes de base:


1. La aceptación y consideración incondicionalmente positiva de la persona en
búsqueda de ayuda. Se acepta sin condición alguna la manera en que ella
está dispuesta a revelarse y demostrarse en la relación frente al terapeuta.
2. La empatía centrada en la persona sufriente. Es la capacidad del terapeuta
de entrar en el mundo del cliente y de comprender con exactitud sus
vivencias como si el terapeuta fuese el otro. Esta comprensión empática
facilita la concientización, favorece el acompañamiento terapéutico y
promueve el desarrollo personal.
3. La autenticidad del terapeuta permite a menudo un diálogo sincero y
constructivo directo entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta sigue siendo
un experto, pero él se comunica también como ser humano al servicio del
cliente sufriente.

TERAPIA COGNITIVA

La terapia cognitiva es un procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo


limitado que se utiliza para tratar distintas alteraciones psiquiátricas Se basa en el
supuesto teórico subyacente de que los efectos y la conducta de un individuo
están determinados en gran medida por el modo que tiene dicho individuo de
estructurar el mundo Sus cogniciones se basan en actitudes o supuestos
desarrollados a partir de experiencias anteriores.

Es una terapia estructurada y la resolución de problemas, donde se integran la


intervención clínica directa del problema (terciaria) con la intervención secundaria
(prevención) y primaria (promoción) que utiliza procedimientos cognoscitivos
comporta mentales y exponenciales para modificar fallos en el procesamiento de
la información de distintos trastornos psicológicos.

El proceso psicoterapéutico que experimentará el sujeto puede tomar muy


distintas formas según las necesidades reconocidas por el psicoterapeuta y el
proceso metodológico. Estas psicoterapias no son "técnicas", sino ciencia
aplicada, por lo que suelen constar de un método más o menos definido para
lograr unos objetivos según su enfoque teórico de partida.

Existen distintas psicoterapias cognitivas: las más conocidas son (con sus
respectivas variantes para cada psicopatología) la terapia de Beck (Aaron T. Beck,
centrada en los "pensamientos automáticos y distorsiones cognitivas"), y la
Terapia Racional Emotivo Conductual de Ellis (Albert Ellis, centrada
principalmente en las "creencias irracionales". También existe un conjunto de
técnicas, estrategias terapéuticas y metodología propias de estas psicoterapias,
que procuran ajustarse al método científico de sujeto único (N=1). El principal
método terapéutico empleado por Beck es el "Empirismo Colaborativo", en
cambio, Ellis utiliza como principal herramienta terapéutica el "Dialogo o Debate
Socrático", el cual se encuentra apoyado en el Racionalismo. (Susan C. Cloninger
y María Elena Ortiz Salinas 2003).
Un gran conjunto de síntomas clínicos pueden ser explicados a través de la
cognición, por ejemplo el estrés psicosocial, la depresión, la ansiedad social, las
fobias específicas, los trastornos de adaptación, los trastornos de personalidad,
entre otros.

Principios de la terapia cognitiva:

1. Se fundamenta en una conceptualización cognitiva de los problemas del


paciente, la cual abarca 3 niveles;

a) Pensamientos automáticos y distorsiones negativas

b) Auto esquemas

c) Los esquemas de segundo orden

2. Colaboración estrecha con el paciente.

3. Planear y alcanzar el objetivo


4. Esta terapia es educativa, tiene como objetivo enseñar al paciente a ser
su propio terapeuta y pone énfasis en la prevención y las recaídas.

5. Destaca tanto el presente como el pasado

6. Las terapias son estructuradas pero flexionales.

7. Se sirve de una variedad de técnicas para cambiar el sistema de


procesamiento del paciente.

El terapeuta cognitivo ayuda al paciente a pensar y actuar de un modo más


realista y adaptativo en relación con sus problemas psicológicos, reduciendo o
eliminando así los síntomas. La terapia cognitiva se sirve de una gran variedad de
estrategias cognitivas y conductuales, para lograr el objetivo de delimitar las falsas
creencias y los supuestos desadaptativos, mediante técnicas de aprendizaje.

La concepción implica que el paciente depresivo distorsiona sistemáticamente su


experiencia en dirección negativa y tiene una concepción global negativa de si
mismo y de sus experiencias. Por lo tanto se intenta que mediante un objetivo
claro se pueda modificar el autocontexto.

Se buscan experiencias de aprendizaje altamente específicas dirigidas a enseñar


a los pacientes las siguientes operaciones:

1) controlar los pensamientos (cogniciones) automáticos negativos.


2) identificar las relaciones entre cognición, afecto y conducta
3) examinar la evidencia a favor y en contra de los pensamientos distorsionados.

Se considera que la modificación del contenido de las estructuras cognitivas de


una persona influyen en el estado afectivo y de sus pautas de conducta, por lo
tanto se persigue que mediante terapia un paciente pueda llegar a darse cuenta
de sus distorsiones cognitivas, y corregir los “constructos” erróneos para producir
una mejoría clínica. (Susan C. Cloninger y María Elena Ortiz Salinas 2003)
El terapeuta mediante pautas específicas, anima al paciente a identificar, observar
y evaluar sus pensamientos de una manera objetiva. Se intenta mitigar las
alteraciones emocionales, y generar una productiva relación entre el profesional
actuante y el paciente. De esta manera cada paso progresivo del tratamiento sirve
para desarrollar hacer más profundos los aspectos colaborativos de esta relación.
Generalmente la terapia consta de 15 o 20 sesiones una vez a la semana. (Susan
C. Cloninger y María Elena Ortiz Salinas 2003)

Esta es una idea somera de la básica concepción terapéutica cognitiva, es claro


que partiendo de estas premisas primordiales muchos desarrollos se han
experimentado y continúan haciéndolo.

LA INTERACCIÓN TERAPEÚTICA:

La psicoterapia cognitiva considera que hay 3 factores básicos que ayudan a


mantener la relación terapéutica iniciada :

A) La confianza básica: Se trata de la percepción del paciente que ve la relación


con el terapeuta como segura y no amenazante y que le permite expresar sus
dificultades con la esperanza de encontrar solución a sus dificultades. El terapeuta
sopesa su intervención y ajusta su rol a las respuestas del paciente. En general,
en la primera fase del tratamiento, suele emplear más la empatía, aceptación y
autenticidad, para así fomentar la confianza básica. En una segunda fase se
refuerza de modo progresivo la autonomía del paciente (p.e planificando con él las
agendas y tareas para casa, y usando las atribuciones internas a sus logros).

B) El rapport: Se refiere en general, a un acuerdo de metas, objetivos y


procedimientos terapéuticos entre el paciente y el terapeuta. Es útil que el
terapeuta clarifique las expectativas terapéuticas que el paciente trae a terapia;
que las contraste con el paciente si le pongo si le parece poco razonable o
inadecuadas También el terapeuta se pone en la misma "onda" del paciente a
través de la empatía, aceptación y autenticidad El explicar al paciente la duración
del tratamiento, la frecuencia de las sesiones, el proceso terapéutico y las
fluctuaciones; y recoger sus respuestas al respecto, puede facilitar el llegar a un
acuerdo mínimo sobre estos puntos, o no iniciar la terapia si el paciente trae un
marco de trabajo excesivamente restrictivo

C) La colaboración terapéutica: El terapeuta y el paciente forman un equipo de


trabajo que tiene como fin detectar los pensamientos negativos, los supuestos
personales y trabajar su modificación.

Se explican al paciente las tareas a desarrollar se aplican como tareas para casa,
se revisan esas tareas en consulta, y progresivamente el paciente va teniendo un
papel más autónomo en este proceso. En la fase de socialización terapéutica se
inicia esta actividad

La estructura de las sesiones están basadas en: Modificación de distorsiones y


creencias

Análisis de tareas

Fases Generales del Proceso Terapéutico

Como desarrollar la psicoterapia cognitiva para la consecución de sus objetivos.


Como modelo general escogeremos la C.T de Beck (1976) por contar esta
modalidad de terapia cognitiva con un respaldo científico y metodológico lo
bastante suficiente y relevante para servir de modelo general. Para ello vamos a
seguir la forma de proceder descrita por Beck (1976), Meichenbaum (1988) y A.
Maldonado (1990).

El proceso de la psicoterapia cognitiva (Meichenbaum, 1988) supone recorrer tres


etapas diferenciadas:

1. Primera etapa: conceptualización del proceso y la observación.


o Finalidad: Entrenar al paciente para ser un mejor observador de su
conducta.
o Medios:
 a) Redefinir el problema presente: En términos de relación
pensamiento- afecto-conducta (P-A-C).
 b) Reconceptualizar el proceso de intervención:
 Modificar los círculos viciosos P-A-C que mantienen el
problema.
 Hacer el sujeto menos vulnerable a ciertas situaciones
y disminuir las recaídas.
 c) Recogida de datos y auto-observación:
 Conceptualizar los problemas cognitivamente.
 Definir etapas y objetivos graduales de intervención.
 Elegir un problema para la auto-observación: explicar al
sujeto los auto-registros.
2. Segunda etapa: generar alternativas.
o Finalidad: Ayudar al paciente a desarrollar pensamientos y
conductas alternativas adaptativas incompatibles con los círculos
viciosos P-A-C anteriores y problemáticos.
o Medios:

 a) Cambio de conductas manifiestas: técnicas conductuales y


cognitivas.
 b) Cambio de la actividad auto-reguladora (pensamientos y
emociones): técnicas conductuales y cognitivas.
 c) Cambio de estructuras cognitivas o creencias tácitas sobre
el sí mismo y el mundo: técnicas conductuales y cognitivas.
2. Tercera etapa: mantenimiento, generalización y prevención de recaídas.

o Finalidad: Consolidar, mantener y generalizar los cambios logrados y


disminuir la probabilidad de recaídas.
o Medios:
 a) Atribuir los logros terapéuticos al trabajo del paciente, sobre
la base de sus tareas para casa. (Atribución interna de los
cambios).
 b) Identificar con antelación situaciones de alto riesgo futuro y
desarrollar habilidades preventivas de tipo cognitivo-
conductual.

PSICOTERAPIA ADLERIANA

El objetivo principal de la psicoterapia adleriana es la evaluación del estilo de vida


disfuncional del paciente, sus recursos y la modificación del estilo de vida
disfuncional hacia un mayor interés social.

Formando parte del anterior objetivo principal están los sus objetivos de confrontar
y cambiar la manera de abordar las tareas de vida disfuncionales: relaciones
socio-familiares, trabajo, relaciones de pareja, auto aceptación y significado de la
vida.
Por lo tanto los objetivos de la psicoterapia implican tanto una modificación
cognitiva o constructivista del estilo de vida, y sus consecuencias disfuncionales
en las tareas vitales, en sus aspectos conductuales y emocionales.
En estos aspectos observamos la clara orientación cognitiva-conductual de la
psicoterapia adleriana; aunque la terapia adleriana integra aspectos poco
considerados en las terapias cognitivas tradicionales, como la influencia socio-
familiar, o la interpretación de los reportes cognitivos imaginativos (sueños,
fantasías...).
La psicoterapia suele durar unas 20-25 sesiones, de unos 45 minutos a una hora
de duración, de frecuencia semanal, en su formato mas estándar. Al cabo de las
4-5 sesiones se acuerda con el paciente si está satisfecho con el rumbo de la
terapia, desea otro tipo de tratamiento alternativo o incluso el alta. Las sesiones
suelen ser cara a cara, y algunos adlerianos eliminan la mesa del despacho en
estos encuentros,con sillas una frente a otra, para eliminar cualquier indicación de
excesiva diferencia.

Se dirige al cambio de pensamiento, emoción y comportamiento atraves de etapas


progresivas. Debido a que la psicología individual cree que todos los fracasos de
la personalidad son resultados de la carencia de interés social, la terapia adleriana
intenta promover el interés social individual es decir, tomar la función de la función
maternal.

La terapia breve, terapia de pareja y terapia familiar siguen caminos paralelos.


Los clientes son alentados a superar sus sentimientos de inseguridad, desarrollar
sentimientos más profundos de conexión, y para reorientar sus esfuerzos para la
significación social en más direcciones beneficiosas. A través de un respetuoso
diálogo socrático , que se enfrentan al reto de corregir supuestos erróneos,
actitudes, comportamientos y sentimientos acerca de sí mismos y del mundo.
estímulo constante estimula clientes para tratar de lo que se consideró
anteriormente como imposible. El crecimiento de la confianza, el orgullo y la
satisfacción conduce a un mayor deseo y la capacidad de cooperar. El objetivo de
la psicoterapia adleriana clásica es reemplazar exagerada auto-protección, auto-
mejora y auto-indulgencia con la contribución social valiente.

Psicología adleriana muestra paralelismos con la psicología humanista de


Abraham Maslow , quien reconoció la influencia de Adler en sus propias teorías.
Tanto la psicología individual y mantener la psicología humanista que el ser
humano individual es el mejor factor determinante de sus propias necesidades,
deseos, intereses, y el crecimiento.

La teoría de la compensación, la derrota y de indemnización

Según Adler, un individuo se deriva sus rasgos de personalidad de estos factores


fundamentalmente externos. El carácter del individuo está formado por sus
respuestas a su influencia en las siguientes maneras:
Compensación

Siempre que una persona sufre de los inconvenientes, su principal objetivo se


vuelve a llevar a los inconvenientes de un fin que lo hacen inferior a los demás.
Aquellos que son capaces de hacer esto tener éxito en sus vidas en tanto social,
así como las bases individuales.

Dimisión

Hay quienes dan a sus desventajas y reconciliarse con ellos. Estas personas se
encuentran en la mayoría. La actitud del mundo hacia ellos es de una simpatía
fresco, más bien indiferente.

El exceso de compensación

Hay algunas personas que se vuelven tan encaprichado con la idea de


compensar las desventajas que acaban en-caer en la persecución. Estos son los
neuróticos.

Por lo tanto, los factores externos son vitales en la formación del carácter.

Puntos de vista de Adler no sólo son refrescantes, pero ahora son una parte
indispensable de todos los tratamientos y las terapias psiquiátricas

Fases y Etapas de la psicoterapia Adleriana:

(1) Fase de Ayuda:

-Etapa 1:Empatía- A través de la empatía, la aceptación y el éstimulo se trata de


crear una relación de colaboración

-Etapa 2: Información-Se trata de comenzar a obtener datos del estilo de vida de


las tareas de la vida y los primeros recuerdos.

(2) Fase de Estímulo:


-Etapa 3: Clarificación-El terapeuta sondea las cogniciones disfuncionales y sus
efectos sobre las conductas y relaciones y usa el dialogo socrático para corregirlas

-Etapa 4: Estímulo-Se estimulan y siguieren nuevas perspectivas y alternativas al


estilo de vida

(3) Fase de Profundización:

-Etapa 5: Interpretación y reconocimiento-Se trabaja con el orden de nacimiento,


sueños y fantasías se interpretan las compensaciones de superioridad o metas
disfuncionales.
-Etapa 6: Insight-El paciente comienza a tener un conocimiento mas intelectual del
estilo de vida, aunque puede sentirse aún bloqueado emocionalmente.

(4) Fase de Cambio:

-Etapa 7: Trabajar con la activación de emociones-Se activan recuerdos de


experiencias con carencias mediante la dramatización,la representación de
papeles, el uso de imágenes dirigidas o las narraciones.
-Etapa 8: Actuando de manera alternativa-Se proponen tareas entre sesiones de
resolución de problemas y cambio de viejos habitos de actuación o relación
interpersonal.
-Etapa 9: Refuerzo-Refuerzo mediante el aliento del terapeuta y la autoafirmación
del paciente de los logros.

(5) Fase de Desafio:

-Etapa 10: Cambiar la dirección de la meta disfuncional-Se plantea con el paciente


la apertura a nuevos valores y perspectivas lejos de la meta disfuncional
-Etapa 11: Proyección personal y social-Se plantea nuevas metas para el
desarrollo personal y la cooperación con otros.
La Relación Terapéutica:

El paciente pone en juego su Estilo de Vida en la relación terapéutica, a través de


resistencias al cambio usando una maniobra fundamental: la tendencia
despreciativa. Es decir trata de salvaguardar su autoestima, y hasta elevarla
rebajando a otras personas; incluyendo al propio terapeuta por supuesto. Para ello
se vale de varias maniobras y actitudes, o sea conductas que despliega en la
consulta. Algunas de estas maniobras son las siguientes; (1) Delegando la
responsabilidad del cambio y trabajo terapéutico solo al terapeuta, (2) Idealizando
al terapeuta y la terapia, (3) Acusando a otros o a las circunstancias , (4)
Culpándose a si mismo, autoacusándose o expresando directamente o
indirectamente el deseo de suicidio, (5) Angustiando a terceros , (6) Agrediendo a
otros directa o indirectamente

.El terapeuta cuenta con varias posibilidades de captar estas resistencias,


incluyendo sus propias reacciones emocionales ante las mismas. La llamada
contratransferencia psicoanalítica está incluida en esto, así como los esquemas
interpersonales en la línea de Sullivan y la psicoterapia cognitiva interpersonal;
pero aquí mas solo que reproducir relaciones vinculares anteriores derivadas de la
relación primaria con los progenitores, lo que se repite es el esquema a perceptivo
del paciente derivado de su Estilo de Vida, es decir su propio Estilo de Vida. El
planteamiento de averiguar las metas inconscientes del adleriano Dreikurs en los
trastornos de conducta infantiles por su efecto interpersonal es netamente
aplicable a la relación terapéutica. De esta forma, tenemos algunos casos:

(1) Si el terapeuta se siente tentado a defender con frecuencia sus argumentos,


se siente desafiado y entra con frecuencia discutir y debatir con el paciente y trata
de imponérsele, probablemente el paciente (o el terapeuta) busquen la
superioridad o llevar el control de la terapia.

(2) Si el terapeuta se siente herido por las acciones del paciente y le expresa
esto con frecuencia, es probable que el paciente busque la venganza.
(3) Si el terapeuta se siente irritado por las continuas llamadas de atención deL
paciente con trivialidades es posible que el paciente busque la atención o afecto
del terapeuta.

(4) Si el terapeuta se siente impotente ante las demandas o situación del


paciente, puede que el mismo o el paciente tratren de evadir una tarea por exceso
de expectativas elevadas u otros argumentos, o de demostrar incapacidad y
rebaje del terapeuta.

Evidentemente el terapeuta puede ser la fuente de la propia resistencia, y no solo


el paciente; para ello es conveniente que conozca su propio Estilo de Vida (para
los adlerianos clásicos se exige un análisis personal). Cuando la resistencia es del
paciente el terapeuta la confronta y señala debidamente cuando la observa en el
aquí y ahora; pero debe hacerlo de manera hipotética y no como una aseveración;
además paralelamente estimulando la colaboración y apoyando la autoestima del
paciente en las áreas donde este afronta haya afrontado dificultades: Es decir la
confrontación temprana de la resistencia si haber trabajado y logrado una relación
previa mínima adecuada puede ser ineficaz. También hay que resaltar los
aspectos positivos del paciente, su sentimiento de comunidad conservado actual o
pasado. Esto es común a mucha psicoterapias dinámicas interpersonales y
breves; pero aquí todo gira en torno al Estilo de Vida.

TERAPIA MULTIMODAL

La terapia multimodal de A. Lazarus es una terapia de tipo cognitivo-conductual


con una serie de características diferenciales que aquí apuntaremos.

Hay una cierta polémica en el acuña miento del término "terapia de conducta" que
para uno es denominada así por Eysenck (Inglaterra), para otros por Skinner
(EEUU) y para otros autores por Wolpe y Lazarus (Sudáfrica). El hecho es que A .
Lazarus es uno de los primeros terapeutas que parecen adscritos al enfoque de la
terapia de conducta .De hecho participa como coautor del primer manual de
terapia de conducta "Behavior therapy techniques " (Wolpe y Lazarus, 1966) . Sus
aportaciones a este campo pasan por las primeras investigaciones de la
efectividad de la desensibilización sistemática a las fobias, la terapia de conducta
de la depresión, la aplicación de métodos operantes y respondientes a los
trastornos infantiles y la invención de nuevas técnicas como la imaginación
emotiva , la relajación diferencial y otras técnicas cognitivas-imaginativas .

La aportación básica de esta obra , que después desarrollará en el modelo


multimodal , es la propuesta de una terapia ecléctica técnicamente (teóricamente
cognitiva-conductual) de "amplio espectro" que tiene como finalidad la evaluación
amplia del problema y la selección de técnicas eficaces. Es importante señalar que
en esta obra se recoge la evaluación de aspectos cognitivos, cuando en la época
se insistía en la evaluación-intervención de la conducta motora y observable como
lo prioritario, o a lo sumo el relato de aspectos emocionales/fisiológicos.

En la época actual se está reconsiderando las limitaciones de la terapia de


conducta (o cognitiva-conductual) no solo como un aspecto de crisis negativa,
cualidad de toda crisis, sino también como momento propicio de maduración de
este enfoque. Golfried (1996) hace un listado de puntos fuertes y débiles de la
terapia de conducta, y nuevas orientaciones al respecto, que presentamos
esquemáticamente:

PUNTO 1:

Merito: Análisis fino de las reacciones y consecuencias específicas de como actúa


un individuo en una situación dada.

Limitaciones: Obscurece los patrones más generales de funcionamiento en el


contexto social, las características de "personalidad", y las interacciones
personales.
Nuevas direcciones: Enfoques que consideran la dinámica interpersonal y la
integración de aspectos conductuales y estratégicos.

Nota: Este punto está recogido en un enfoque multinivel-sistémico en Lazarus


(1983) y Kwee (1991)

PUNTO 2:

Mérito: Dedicación y refinamiento de técnicas específicas

Limitaciones: Se presta poca atención a las diferencias personales y a los


principios de cambio.

Nuevas direcciones: Orientación hacia el estudio de los procesos de cambio.


Adopción de aportaciones de otros enfoques terapéuticos.

Nota: La terapia multimodal presta una especial atención a los perfiles de


funcionamiento personales e interpersonales, así como a la interacción de
múltiples procesos de cambio.

PUNTO 3:

Mérito: Adopta un modelo educativo y de entrenamiento transmisible y enseñable


con énfasis en la utilidad.

Limitaciones: Facilita las resistencias de pacientes con problemas con la autoridad


o los enfoques más directivos.

Nuevas direcciones: Mayor importancia de la relación terapéutica y el estilo


terapéutico. Psicoterapia analítica funcional y Terapia conductual dialéctica.

Nota: La terapia multimodal evalúa la necesidad o no de un enfoque directivo o no


directivo (p.e la "fantasía de la isla deshabitada" como evaluación del rol del
terapeuta en función del rol del paciente en las interacciones sociales).
PUNTO 4:

Mérito: Focalización en la vida actual real .

Limitaciones: Presta poca atención a la conducta presentada en la misma sesión


como muestra relevante de los problemas del paciente en la vida real.

Nuevas direcciones: Exploración de la conducta relacional en la misma sesión.


Psicoterapia analítica funcional.

Nota: Por lo general, este aspecto parece también descuidado en el enfoque


multimodal de Lazarus, salvo en la fase de evaluación previa de la dirección o no a
seguir.

PUNTO 5:

Mérito : Importancia de la investigación de la eficacia y resultados de la terapia.

Limitaciones: Descuido del proceso terapéutico.

Nuevas direcciones: Adopción de métodos de investigación del proceso


terapéutico en la línea de los enfoques psicodinámicos y experienenciales.

Nota: La terapia multimodal presta más atención al "perfil del paciente en cuestión"
y la efectividad que al proceso de cambio. Considera que el estudio del proceso es
relativamente irrelevante, ya que cae en la disquisición teórica que es vacía si no
se acompaña de resultados más eficaces.

PUNTO 6:

Mérito: Desarrollo de técnicas específicas para el manejo de síntomas específicos.

Limitaciones: Se ha prestado poca atención a los problemas interpersonales


complejos.
Nuevas direcciones: Reconsideración de los problemas de personalidad y la
resistencia.

Nota: La terapia multimodal presta especial atención al modal social o


interpersonal y al "perfil de funcionamiento personal del sujeto " o sea la
personalidad en su contexto (p.e el uso de los llamados perfiles "estructurales" de
tipo multimodal), pero mas cercana a niveles de funcionamiento que a inferencias
de estructuras y rasgos.

Actualmente hay un creciente descontento con la creciente proliferación de


terapias, el principal motivo sin duda que ha desarrollado el llamado movimiento
integrador en psicoterapia. Karasu (1986) llega a listar unas 400 "escuelas" de
psicoterapia, que con mucho excede a las cinco orientaciones clásicas
presentadas en este manual. La época freudiana y postfreudiana se caracterizó
por la defensa a ultranza de las propias escuelas (psicoanalítica, conductista,
humanista, etc.) cuyas posiciones eran defendidas con verdadera pasión. Surgían
los nuevos mesías y el entorno de discípulos. Los disidentes eran pronto
expulsados, "excomulgados" e ignorados; y no digamos de los ajenos a la propia
teoría.

Con la llegada a mediados de los 80 del espíritu integrador se pretendía poner


remedio al anterior panorama. El resultado es la emergencia de "mas de lo
mismo". Surgen por doquier nuevas terapias integradoras (cognitivas-dinámicas,
psicodinámica-conductual, etc.) cada una con sus respectivos defensores, y
ajenas a las otras posiciones. Los resultados de la integración en psicoterapia,
según A. Lazarus, han fracasado en su tarea de producir un mayor consenso y
acuerdo, así como en proveer datos empíricos sobre que tratamientos o sus
combinaciones son más efectivos en determinados casos. Esto parece así por un
exceso de teoría preconcebida en vez de abrazar el punto de vista pragmático de
utilizar lo que mejor funciona con vistas de ayudar a un mayor número de
pacientes. En resumen mucha palabrería y pocos hechos.
Partamos de un ejemplo de un supuesto caso clínico: "Me siento deprimido, tengo
42 años y no he conseguido nada importante en mi vida. Mi esposa me critica de
estar muy apegado a mi madre. Odio a mi jefe y no me gusta nada mi trabajo. No
me entiendo con mis hijos. He dejado de salir y me he recluido en casa .He
pensado en suicidarme. Mi médico de cabecera dice que soy un hipocondriaco,
pero no deja de dolerme continuamente la cabeza y comienzo a pensar que tengo
algo grave”. Multitud de clínicos están habituados a escuchar quejas similares a
estas, y muchas más variantes, en todo el mundo. Los aficionados al DSM-IV
trataran de codificar las quejas y síntomas en las categorías preestablecidas, y de
hacer un diagnóstico diferencial con cuestiones orgánico-neurológicas. El
terapeuta familiar quizás trate de analizar la función del síntoma del "paciente
identificado" en el sistema familiar. El terapeuta formado psicoanalíticamente
tratará de "escuchar" el despliegue del discurso del paciente a fin de que este
mismo de cabida a nuevos significantes no tenidos en cuenta inicialmente. El
terapeuta conductual tratará de identificar las conductas disfuncionales implicadas
en las secuencias de malestar y los factores que parecen mantenerlas. El
terapeuta cognitivo tratará de identificar las distorsiones cognitivas e ideas
erróneas que subyacen a esa depresión. Cada terapeuta interpretará, elaborará y
codificará los datos clínicos en función de su orientación particular; orientación que
puede no ser apropiada para ese paciente en particular.

La terapia multimodal parte de las antípodas al anterior enfoque que considera de


preconcepción teórica. El enfoque multimodal está sin embargo vinculado a la
teoría cognitiva-conductual. Cada vez es más notorio que la terapia cognitiva-
conductual es reconocida como el enfoque más efectivo para la inmensa mayoría
de los trastornos psiquiátricos junto con los psicofármacos. Basta con ojear los
principales manuales actuales de psiquiatría y psicología clínica de prestigio
internacional e incluso nacional para comprobar la veracidad de la anterior
afirmación. La misma tendencia aparece en los manuales monográficos dirigido a
psiquiatras por las casas de los productos psico-farmacéuticos, donde al referirse
a los tratamientos psicológicos estos son la mayoría de las veces de tipo cognitivo-
conductual. El reconocimiento no es tan solo autogenerado desde las propias
posiciones cognitivas-conductuales, es evidente que la tendencia mayoritaria de la
psiquiatría lo reconoce así, al menos desde el DSM-III. A mayor tendencia a
considerar criterios científicos de investigación y tratamiento, mayor tendencia a
acercarse a los planteamientos cognitivos-conductuales de la psicoterapia. No ver
esto es estar ciego a la evidencia o un asunto de "resistencia”.

Sin embargo, el enfoque cognitivo-conductual presenta también importantes


problemas y serias limitaciones. Una de las áreas que más problemas presenta es
la evaluación de las dificultades en cada caso concreto a fin de ajustar un
tratamiento adecuado.

Podemos considerar al menos tres estrategias conductuales para seleccionar el


tratamiento adecuado (Nelson, 1984): el análisis funcional, la estrategia de la
conducta clave y la estrategia diagnóstica. El análisis funcional se centra
sobretodo en el estudio de las variables actuales de mantenimiento de la conducta
problemática. Parece adecuado sobretodo para conductas específicas referidas a
situaciones concretas. Para los clínicos conductuales en muchas ocasiones el
análisis funcional es irrelevante, cuando se trata de conductas más complejas (p.e
la relación verbal e interacción terapéutica), donde el análisis parece basarse más
en hipótesis que en datos de observación. El análisis funcional ha sido defendido
sobretodo por los conductistas radicales. Los problemas mono sintomáticos y
repetitivos parecen los que mejor se adecuan al análisis funcional. La estrategia
de la conducta clave es la preferida por los terapeutas cognitivo-conductuales y se
basa en la relación reciproca entre los componentes cognitivos-motores y
fisiológicos del sujeto. Mientras que el análisis funcional se basa en la relación
estimulo-respuesta-consecuencia, la estrategia de la conducta clave se centra en
la relación respuesta-respuesta, de como al cambiar una conducta de una
secuencia cambia sus otros componentes. Un ejemplo de esto seria la terapia
cognitiva de la depresión centrada en el cambio cognitivo y conductual para
cambiar el estado afectivo. La tercera estrategia se relaciona más con el enfoque
psiquiátrico de diagnóstico (en la línea del DSM-IV y el CIE-10) y considera la
clasificación de los problemas en categorías diagnósticas a fin de seleccionar
tratamientos adecuados. Este último enfoque es el que se va haciendo
preponderante también en el campo de la psicología clínica y la terapia cognitivo-
conductual. Suele ir asociado al enfoque de la conducta clave y pretende
protocolizar las intervenciones en los distintos trastornos psiquiátricos, siendo
estas antes analizadas bajo el modelo cognitivo-conductual. El problema de estos
tres enfoques es que ninguno considera las particularidades del caso concreto que
no se ajusta casi nunca a los "criterios del manual”. Si nos centramos en la
conducta problemática como suele hacerse desde el análisis funcional obviamos
el análisis de la demanda. Los problemas presentados inicialmente no siempre
son las dificultades relevantes en cada caso. El síntoma a veces encubre
dificultades más importantes o centrales. La estrategia de la conducta clave se
acerca más a las dificultades específicas del caso, pero suele centrarse casi
siempre en los síntomas de la demanda inicial. Por último la estrategia diagnóstica
es útil al proporcionar al terapeuta una guía protocolizada de actuación, pero obvia
las particularidades del caso concreto que muchas veces no se ajusta al trabajo
protocolario. La terapia multimodal pretender dar solución a estas cuestiones.

El enfoque de la terapia multimodal se centra en buscar un tratamiento adecuado


a cada caso en particular. Para ello analiza las características de cada caso en
distintas modalidades o dimensiones distintas pero relacionadas. Se trata de
obtener una información global y minuciosa de cada persona y su ambiente social.

Distingue siete modalidades de funcionamiento personal que denomina


"B.A.S.I.C.CO.S" que representan por orden las siglas de: biológico (B), afectivo
(A), sensorial (S), imaginación (I), cognición (C), conducta (CO) y relaciones
sociales (S) .

La terapia multimodal evalúa en cada caso cada una de estas siete funciones y su
interacción. Dependiendo del tipo de relación que se establece entre ellas y de su
secuencia se busca una estrategia de tratamiento a la medida.

La evaluación se inicia realizando el llamado "puenteo" que consiste en


comunicarse con el/los demandantes en el nivel multimodal que se expresa en el
motivo de consulta inicial. Después se complementa con la evaluación de las
siguientes modalidades. En esto consiste el llamado "análisis multimodal de primer
orden". De manera esquemática en cada modalidad se recogería la siguiente
información:

• Biológico: Lista de medicamentos y drogas consumidas. Actividad física y


ejercicio. Dieta y alimentación. Enfermedades padecidas pasadas y
actuales relevantes.
• Afectos: Emociones sentidas con más frecuencia. Emociones indeseadas.
Que conductas presenta el sujeto cuando experimenta esas emociones
(anotar en el modal conducta).
• Sensaciones: Listado de sensaciones negativas experimentadas. Efectos
sobre los afectos de esas sensaciones (anotar en modal afectivo) y la
conducta (anotar en modalidad conducta). Sensaciones más placenteras.
Sensaciones y estimulación sexual placentera/no placentera.
• Imaginería: Sueños, recuerdos o imágenes recurrentes de carácter molesto.
Autoimagen física-corporal. Imágenes y fantasías preferidas. Efectos sobre
las otras modalidades.
• Conducta: Actividades y conductas manifiestas. Hábitos o actividades que
se desearía incrementar. Hábitos o actividades que se desearía disminuir.
Habilidades o carencias conductuales.
• Cognitivo: Listado de auto diálogos negativos que generan emociones y
conductas disfuncionales. Pensamientos automáticos y creencias
irracionales. Expectativas sobre la terapia y atribuciones de cambio. Efectos
de las cogniciones sobre las otras modalidades.
• Social: Problemas con otras personas. Como afectan o reaccionan estas
personas ante las conductas del paciente. Como afecta las conductas del
paciente a estas personas. Gama, tipo, calidad y cantidad de relaciones
sociales. Asertividad y habilidades sociales. Papel del síntoma en el
sistema familiar o de pareja.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

O’ Hanlon, W.H., (1993), Raíces Profundas. Principios Básicos de la terapia y de


la hipnosis de Milton Erickson, España.

Leonor I.L., Vicente E. C. & Albert E. (2002) Teoría y practica de la terapia racional
emotivo- conductual (2da ed.), España.

Carl, R (2000). El proceso de convertirse en persona: mi técnica terapéutica,


España.

Susan C. C.& María O.S., (2003) Teorías de la personalidad (3era ed.)España

RECURSOS ELECTRONICOS

PSICOLOGÍA ON LINE

http://www.psicologiaonline.com/ESMUbeda/Articulos/teramult.htm

REVISTAINTERFORUM

http://www.revistainterforum.com/espanol/articulos/071602Naturalmente.html

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