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El coaching es un proceso dinámico e interactivo, el cual consiste en asistir a
otros en el logro de sus metas, y colabora con el desarrollo de su propio potencial.
Más que un entrenamiento, se puede decir que el coaching es una disciplina, un
arte, un procedimiento, una técnica, o también un estilo de liderazgo, gerenciamiento y
conducción. Se lo puede considerar como un proceso de aprendizaje.
El Coaching es esencialmente una conversación, un proceso en el que el cliente
descubre los tópicos que quiere abordar, meta u objetivo, mediante la asistencia de
profesional que realiza preguntas con tal fin, trazándose un plan, una estrategia, con los
recursos necesarios y pase a la acción.
El coaching está orientado al logro de resultados concretos y permite una
aplicación práctica e inmediata en la vida de cada persona. Propone un paradigma
sistémico que permite crear un espacio de interpretación mediante el cual es posible
replantear el significado de lo humano y abrir así posibilidades para crear algo que esté
más allá de lo que hasta ahora hemos logrado o incluso imaginado.
Orígenes y evolución de coaching
El coaching encuentra sus orígenes en las disciplinas deportivas, gradualmente
se alejó de de los aspectos técnicos específicos de cada una de ellas, para focalizarse en
el comportamiento integral, ahora sus esfuerzos estaban aunados para el cumplimiento
de objetivos, no en el campo deportivo, sino en todos los aspectos de la vida.
En la actualidad el coaching expandió sus fronteras a todas las personas de
desean mejorar o alcanzar determinados objetivos ya sea en el marco empresarial, como
en cualquier campo de su vida.
Participantes del proceso de coaching
Los involucrados en este proceso son el coach y el/los coachees, ya que las
sesiones pueden ser bipersonales o grupales. En funcion de las personas con las que se
trabaja se puede clasificar en coaching individual o en coaching de equipo u
organizaciones; y en funcion del tipo de interaccion se puede clasificar en coaching
presencial o en coaching telefonico, etc.
Tambien se debe establecer la diferencia existente entre coaching corporativo y
el coaching personal.
Coaching corporativo: es el que atiende las necesidades de un individuo dentro
de una organización, y q abarca areas relacionadas con la mejora de rendimiento,
desarrollo de liderazgo, etc.
Coaching indiviual: este se centra en las necesidades del individuo fuera de un
contexto organizacional, en el que se trabajan aspectos personales y profesionales.
Proceso de coachig:
En el proceso de coaching podemos distinguir cuatro etapas que se corresponden
con los siete pasos del proceso:
Etapa I: Introducción / apertura: paso 1.
Etapa II: Exploración, comprensión e interpretación: pasos 2,3 y 4
Etapa III: Expansión: pasos 5 y 6.
Etapa IV: Cierre: paso 7
Los siete pasos
1. Generación de contexto. Contrato
2. Acordar objetivos de proceso; fijar metas
3. Explorar la situación actual
4. Reinterpretar brechas interpretativas
5. Diseñar acciones efectivas
6. Role playing
7. Reflexiones finales y cierre.
Etapa I: Introducción o apertura
Paso 1: Generación de contexto. Contrato
1.1. Condiciones de inicio
En el coaching se intenta acortar brechas entre una situación actual y una
deseada. Existen situaciones, como por ejemplo un quiebre personal, alcanzar un
objetivo profesional, etc., que al producirse producen un quiebre, no
necesariamente negativo, y pueden ser definidas como problemáticas por la
persona que será coacheada. Esa persona considera que no puede resolver el
quiebre y requiere de las habilidades competencias y distinciones de un coach,
que ofrece una perspectiva diferente frente a los obstáculos que se presentan.
El coaching, en algunas oportunidades, es solicitado por la organización
o por una tercera persona (director, jefe o autoridad). Son ellos los que
determinan que se produjo un quiebre y lo solicitan colaboración para el
designado.
Los motivos también pueden ser variados: dificultades para el liderazgo,
problemas de relación interpersonal, bajo rendimiento, promociones, cambio de
responsabilidad, etc.
Otra posibilidad de iniciar un coaching es por consecuencia de la
solicitud u oferta del coach. Esto ocurre, generalmente, en ámbitos donde la
figura de jefe / gerente está cambiando por la de líder / coach / facilitador. Si
esto ocurre debe entenderse como la expresión de un nuevo estilo de gerenciar y
no responde a una tarea adicional como jefe.
1.2. Generación del contexto
En general es tarea del coach generar contexto y para ello es preciso
invertir tiempo inicial.
Esto consiste en las bases fundamentales de la relación coachcoachedo,
es en este paso donde se la construye.
El contexto involucra: confianza, autoridad, confidencialidad, espacio
físico, emocional, permiso del coacheado, acuerdo de respeto mutuo, etc. Están
son condiciones esenciales, que de estar ausentes, el proceso fracasaría.
La entrevista inicial es bidireccional: los coaches buscan indagar acerca
del coacheado y, al mismo tiempo, estos evalúan al coache, a quien otorgarán
autoridad si este genera confianza.
Es esencial que, por parte del coach, exista el compromiso de
confidencialidad, no así por parte del coacheado. En un acuerdo inicial se deja
planteado que el coacheado tiene la libertad de exponer, o no, su intimidad, pero
para el coach todo lo dicho en las sesiones es secreto. Estos mismos principios se
aplican al coaching grupal.
El contexto ambiental deberá preservar la intimidad del diálogo y la
acción, para ello se recomienda un espacio donde coach y coacheado no deban
concentrarse en controlar molestias de factores externos que coartarían la
espontaneidad requerida en el proceso. Es responsabilidad del coach, guiado por
su criterio, señalar que las condiciones ambientales no están dadas para llevar a
cabo el coaching, pero también es importante su condición de disposición y
plasticidad en este aspecto.
Con respecto al tiempo de duración de la sesión de coaching, vale
distinguirlo como acto y como proceso. Como acto, la sesión no tiene un tiempo
fijo, pero si una estimado: 75 minutos, aproximadamente, es una duración que
no provoca un efecto agotador y da la oportunidad de profundizar. Como
proceso, dependerá del contrato inicial con el solicitante, este dependerá de las
necesidades, expectativas y posibilidades del coacheado y / o del criterio y
consideraciones del coach.
Etapa II: Exploración, compresión e interpretación
Paso 2. Acordar objetivos de proceso. Fijar Metas
2.1. No hay coaching sin coach, sin coacheado y sin «brecha»
En el coaching se intenta acortar brechas entre una situación actual y una
deseada. Esta etapa comienza con la declaración y explicitación de un quiebre.
Ninguna situación por sí misma se constituye en quiebre. Un quiebre
requiere de dos elementos 1) Una determinada situación o experiencia y 2) Una
particular forma de interpretarla.
El coach debe cerciorarse de identificar claramente el quiebre y
chequear rigurosamente su comprensión. Esto asegurará una orientación para la
apertura y evitará indefiniciones, que lleven por caminos errados al proceso,
producto de intuiciones o supuestos equívocos.
2.2. Revisión de expectativas por parte del coacheado
El objetivo de este paso es definir y explicitar brechas y fijar metas entre
coach y coacheado con respecto a los alcances del coaching. La meta debe ser
concreta y accionable, desde la persona y las acciones del coachee. El coach
debe focalizar en que, para que ocurra algo que le traiga felicidad al coachee,
debe cambiar acciones personales, no a los otros.
2.3. Contrato entre coach y coachee
Definir lo que legítimamente se puede esperar del proceso y fijar límites,
esto orientará mejor los siguientes momentos del proceso.
Paso 3. Explorar la situación actual
3.1. Explorar la situación concreta
El objetivo de esta instancia es profundizar más sobre la brecha entre
situación actual y situación deseada; en que es lo que sucede y que le gustaría al
coachee que pasara para estar en paz.
Para conducir el proceso y rearticular creencias, en este punto es
relevante el saber preguntar.
3.2. Diferenciar hechos y opiniones
Se explora la situación actual para comprender mejor por qué lo que
sucede es un quiebre para el coacheado, y por qué no puede resolverlo por sí
mismo. La indagación se focalizará en los supuestos que acarrean los juicios e
interpretaciones del coacheado.
Es responsabilidad del coach diferenciar, en el relato del coacheado, los
hechos de las opiniones, para poder hacer que el mismo, también logre
diferenciarlos y evaluar los parámetros que lo llevaron a tal conclusión
3.3. Incluir las emociones
El quiebre del coacheado y la brecha a acortar están atravesados por
emociones. Algunas muy manifiestas y otras que esperan su oportunidad para
manifestarse. Muchas veces a la emoción se la puede distinguir claramente y en
otras ocasiones se manifiesta como una sensación, apareciendo negada como
emoción en sí.
3.4. Investigar la columna izquierda.
Los pensamientos no expresados son una fuente muy rica y de un gran
potencial si se aprende a reconocerlos, procesarlos y expresarlos.
El coach deberá guiar al coacheado en la exploración de esos contenidos,
mediante la indagación de cuáles son los pensamientos y sentimientos no
expresados, cuáles serían las consecuencias de su manifestación, o no, qué se
está evitando.
Con toda seguridad, es alli que se encuentra la verdad más esencial para
el coacheado.
Paso 4. Reinterpretar brechas interpretativas
4.1 Rearticulación y reinterpretación de creencias
Aquí se busca profundizar en la comprensión e interpretación. En este
paso se irá cerrando la etapa, al mismo tiempo que dialécticamente se abrirá a
nuevas interpretaciones y generará nuevos sentidos. El coach invita al
coacheado a asumir responsabilidades y habilidades, ayudándolo a transformar
sus juicios primarios y automáticos en explicaciones más elaboradas y
«responsables», que pueda cambiar el observador que es, involucrándose como
colaborador de la situación o del dolor que lo aqueja, para abrir las posibilidades
de acción.
4.2. Indagación en la matriz de rematrización
Si bien es importante, este paso no siempre se lleva a cabo; consiste en
profundizar en la historia personal y en el ser del coachedo. Esto requiere de
mucha pericia y profesionalidad del coach. Es preciso que el coachee esté al
tanto de lo que se intenta explorar, el por qué y para qué y la modalidad de
intervención; también es preciso contar con su permiso.
Etapa III: Expansión
Paso 5. Diseñar acciones efectivas
5.1. Explorar alternativas y posibilidades de acción. Elección de la
acción
El objetivo aquí es que el coacheado expanda su capacidad de acción,
desplazándose hacia una forma de ser diferente.
La acción estará orientada al futuro, buscando alternativas de acción que
le faciliten contribuir a cambiar la situación que lo aqueja y / o lograr el
resultado deseado.
El coaching se volcará a explorar alternativas de conversaciones
posibles. Este paso finaliza con la elección de aquella alternativa que el
coacheado considera que, según sus competencias y su emocionalidad, más le
conviene.
Paso 6. Role playing
6.1. Simulación y práctica
Es de mucha utilidad que el coacheado se sienta contenido, una
herramienta para ello es el role playing, esto consiste en simular la situación
futura y practicar la aplicación de las herramientas antes aprendidas en el ámbito
y dentro del contexto del coaching.
Dado el contexto, éste es un ámbito que brinda seguridad psicológica y
emocional, y donde los errores son oportunidades para aprender.
Durante el role playing se cuenta con técnicas dramáticas: soliloquio, inversión
de roles, concretización, espejo, doble, etc., que pueden ser implementadas.
Etapa IV: Cierre
Paso 7. Reflexiones finales y cierre
7.1. Integración de aprendizajes y compromisos para la acción
El coaching debe ser debidamente cerrado para no quedar como algo
solamente «catártico». Esta última etapa se constituye en un momento de
procesamiento e integración del aprendizaje. También de compromiso para la
acción. El coach ayudará en la indagación y en la reflexión acerca de cuales
fueron los aprendizajes, cuáles son los pensamientos y sentimientos del
coacheado.
Ontología del lenguaje y Escalera de inferencias
La «ontología del lenguaje» implica el reconocimiento de un conjunto de
competencias genéricas que forman parte del arte de la conversación. Toda
conversación está basada en un determinado conjunto de competencias. Las
competencias o incompetencias conversacionales constituyen el tipo de ser humano y
ello condiciona su tipo de vida.
Los seres humanos operamos a partir de determinadas competencias genéricas
que se expresan en la forma como conversamos.
La «escalera de inferencias» se puede definir como un camino mental de
creciente abstracción que conduce a creencias erróneas.
Este modelo describe una forma de actuar basada en subjetividades que, muchas
veces, están solo muy sutilmente relacionadas con lo que se observa.
El proceso de razonamiento en la construcción de un juicio sería así:
1. Se tienen los hechos, personajes, situaciones, sobre las que «objetivamente» se
hacen o dicen cosas.
2. Filtrados por el modelo mental del observador y que resultan relevantes para su
persona o creencia, se selecciona datos, observaciones.
3. Sumando inferencias, supuestos y creencias personales y culturales, se articulan
esos datos, agregándoles sentido y haciendo una interpretación.
4. Se sacan conclusiones, que toman el lugar de «la» verdad
5. Basados en esos antecedentes se formulan propuestas de acción.
6. Acción propiamente dicha.
A veces las interpretaciones coinciden con los hechos, pero muchas otras no,
motivando enormes dificultades conversacionales y de interacción. Pasan a ser la
resultante de la interacción la inoperancia, la falta de efectividad, la desconfianza, los
enfrentamientos y el malestar en los vínculos.
Hay estancamientos en discusiones estériles, por posiciones y no por intereses.
La interacción se detiene en el peldaño de las propuestas y, si no se llega a un acuerdo
en la acción a seguir, se pospone la decisión profiriendo así pérdida de tiempo, recursos
y paciencia.