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GUIA DE LOS FIELES

Para La Santa Misa Cantada


FORMA EXTRAORDINARIA DEL RITO ROMANO
SEGÚN LAS DISPOSICIONES DE S.S. BENEDICTO XVI
EN EL MOTU PROPIO SUMMORUM PONTIFICUM

Domingo de Sexagésima
KyriaL “Orbis factoR”
DOMINGO DE SEXAGÉSIMA
II clase, morado
Sin Gloria. Tracto, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad.

Desde el Introito, la santa Iglesia nos hace oír la ferviente plegaria


del Salmista implorando el auxilio del Altísimo en medio de las
tribulaciones que le rodeaban. En la Colecta expresa su confianza
en la intercesión del gran Apóstol San Pablo, celosísimo
propagador de la divina palabra, de la divina semilla que había de
renovar la faz de la tierra. Y si es bien, observemos la íntima
relación que guarda la Colecta con la estación que se verifica hoy
en la Iglesia de San Pablo. ¿A dónde podría dirigirse mejor la
asamblea cristiana para impetrar la intercesión del Apóstol de las
Gentes, que al lugar en que descansan sus preciosísimas reliquias?
La Epístola es uno de los más bellos pasajes de los escritos de San
Pablo en que enumera la multitud de trabajos soportados por la
difusión del Evangelio. Por ella podemos comprender de algún
modo las fatigas de cuantos propagaron la buena nueva en los
áridos páramos de la gentilidad. En el Gradual implora la Iglesia el
socorro del Señor contra los que se oponen a la misión que ya ha
recibido de suscitar por todas partes adoradores del verdadero
Dios. El Evangelista refiere la parábola del sembrador, cuyo
significado el mismo divino Maestro se dignó explicar. Nosotros,
por tanto, no tenemos que hacer más que escuchar y meditar
religiosamente sus enseñanzas. Esto inculca y repite la Iglesia en el
Ofertorio; que en ello nos afirme el vivificador Sacramento, pide en
la oración Secreta. La frecuente recepción de la Eucaristía será el
medio que fertilizará y hará fecundas nuestras almas. Por esto se
invita en la Comunión a acercarnos a la Sagrada Mesa, en la que
recobramos nuevo vigor y juventud, y pide en la Poscomunión que
así sea por la práctica de actos santos y buenas costumbres.

Iglesia del Salvador de Toledo –ESPAÑA- 2020


ORACIONES PREPARATORIAS
PARA LA SANTA MISA
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO DE LA MISA
Señor, concédenos poder participar con verdadero amor, atención y piedad en
la santa misa que te ofrecemos, primero, para adorarte y agradecerte todos
los beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte perdón de nuestros
pecados y los de todos los hombres; tercero, para suplicarte las gracias que
nos son necesarias para nuestra vida y para este día en concreto. Te ofrezco
en particular esta Misa de hoy para... (expresa aquí la intención que quieras).
Concédenos, Señor, asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor
y piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espíritu y fervor con que la
vivieron los santos. Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte
dignamente, lo mejor que podamos. Amén.

ORACIÓN DE SAN AMBROSIO


Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de temor por mis pecados,
pero también lleno de confianza porque estoy seguro de tu misericordia.
Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de que no he sabido
dominar mi corazón y mi lengua. Por eso, Señor de bondad y de poder,
con mis miserias y temores me acerco a Ti, fuente de misericordia y de
perdón; vengo a refugiarme en Ti, que has dado la vida por salvarme, antes
de que llegues como juez a pedirme cuentas.
Señor no me da vergüenza descubrirte a Ti mis llagas. Me dan miedo mis
pecados, cuyo número y magnitud sólo Tú conoces; pero confío en tu infinita
misericordia.
Señor mío Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con
amor, pues quisiste hacerte hombre para morir por nosotros. Escúchame,
pues espero en Ti. Ten compasión de mis pecados y miserias, Tú que eres
fuente inagotable de amor.
Te adoro, Señor, porque diste tu vida en la Cruz y te ofreciste en ella como
Redentor por todos los hombres y especialmente por mí. Adoro, Señor, la
sangre preciosa que brotó de tus heridas y ha purificado al mundo de sus
pecados.
Mira, Señor, a este pobre pecador, creado y redimido por Ti. Me arrepiento
de mis pecados y propongo corregir sus consecuencias. Purifícame de todos
mis maldades para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada
comunión. Que tu Cuerpo y tu Sangre me ayuden, Señor, a obtener de Ti el
perdón de mis pecados y la satisfacción de mis culpas; me libren de mis
malos pensamientos, renueven en mí los sentimientos santos, me impulsen
a cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de alma y cuerpo.
Amén.
A SPERGES ME

El rito del “Asperges” consiste en rociar agua bendita sobre el altar, los ministros y el
pueblo fiel mientras se entona dicha antífona. Tomado de la noche de Pascua, este rito nos
recuerda nuestro bautismo y la condición de estar en gracia de Dios y limpios de pecado
para asistir con verdadero fruto a la Santa Misa. Este rito se hace los domingos en la Misa
Mayor en recuerdo de que en la Pascua del Señor hemos sido purificados de todo pecado.
Al llegar al altar, el sacerdote entona la Antífona.
DE PIE

Me rocia-
rás, Señor
con el hiso-
po y seré
purificado.
Me lavarás
y seré más
blanco que
la nieve.
Sal.50. Ten
piedad de
mí, Señor,
según tu
gran mise-
ricordia.
Gloria al
Padre y el
Hijo y al
Espíritu
Santo.
Como era
en el
principio,
ahora y
siempre, y
por los si-
glos de los
siglos.
Amén
En el domingo de Pasión se omite el Gloria Patri.
Repetida la antífona Asperges, el sacerdote canta:

V/.Ostende nobis, Domine, V/.Muéstranos, Señor, tu


misericordiam tuam. misericordia.
R/. Et salutare tuum da nobis. R/.Y danos tu salvación.
V/.Domine, exaudi orationem meam. V/. Señor, escucha mi oración.
R/. Et clamor meus at te veniat. R/. Y llegue a ti mi clamor.
V/.Dominus vobiscum. V/.El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spiritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
V/.OREMUS: Exaudi nos, Domine V/.OREMOS: Ecúchanos, Señor santo,
sancte Pater omnipotens, aeterne Padre omnipotente, Dios eterno; y
Deus: et míttere digneris sanctum dígnate enviar a tu santo ángel
Angelum tuum de caelis, qui para que guarde, favorezca,
custodiat, foveat, protegat, visitet proteja, visite y defienda a todos
atque defendat omnes habitantes los que habitan en esta morada.
in hoc habitáculo. Per Christum Por Cristo nuestro Señor.
Dominum nostrum. R. Amen. R. Amen.

“Derramaré sobre vosotros un agua pura


que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.”

Ez 36,25-26
Al toque de la campana, comienza la Santa Misa con la procesión de entrada. El sacerdote
revestido con los ornamentos sagrados se dirige hacia al altar donde se renovará el santo
sacrificio de la Misa. Al llegar a las gradas del altar, el sacerdote junto con los ministros
rezan las oraciones preparatorias. Al mismo tiempo el coro interpreta el introito.
DE PIE
INTROITO Salmo 43, 23-26. 2
El introito es la antífona de entrada, tomada normalmente de la Sagrada Escritura, que
recoge los sentimientos que la Iglesia tiene en este día al celebrar la Sagrada Liturgia.
Exsúrge, quare obdórmis, Dómine? ¡Despierta, Señor! ¿Por qué aparentas
exsúrge, et ne repéllas in finem: dormir? Despierta y no nos rechaces
quare fáciem tuam avértis, para siempre. ¿Por qué escondes tu
oblivísceris tribulatiónem nostram? rostro y olvidas nuestra tribulación?
Adhæsit in terra venter noster: Pegado está nuestro cuerpo a la
exsúrge Dómine, ádjuva nos, et líbera tierra; despierta, Señor, ayúdanos y
nos. V/. Deus, áuribus nostris líbranos. V/. Nuestros oídos, Señor,
audívimus; patres nostri lo oyeron; nuestros padres nos lo
annuntiavérunt nobis. V/. Glória contaron. V/. Gloria al Padre, y al
Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut Hijo y al Espíritu Santo. Como era en
erat in principio et nunc et semper, el principio, ahora y siempre, por los
et in saecula saeculorum. Amén siglos de los siglos. Amén.
KYRIE
Cuando el sacerdote sube al altar, el coro comienza el canto del Kyrie alternando con el
pueblo. Después de venerar el altar con un beso, lo inciensa. El canto del Kyrie, en lengua
griega, expresa la súplica de perdón por los pecados. Se recita tres veces en honor a la
Santísima Trinidad. El humo del incienso simboliza la oración de los santos, y la nuestra, que
sobre todo durante la Misa debe dirigirse hacia Dios igual que el incienso que se eleva al
cielo.

Señor,
ten piedad.
Cristo,
ten piedad.
Señor,
ten piedad.
ORACION COLECTA
Terminado el Kyrie, el sacerdote invita a los fieles a unirse a la oración de la Iglesia con el
saludo Dominus vobiscum. El contenido de la oración expresa las intenciones de este día así
como la disposición interior que hemos de tener.

V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.


R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Oremus: Oremos:

Deus, qui cónspicis, quia ex nulla Oh Dios, que ves cómo no confiamos
nostra actióne confídimus: concéde en ninguna de nuestras acciones,
propítius; ut contra advérsa ómnia concédenos propicio que seamos
Doctóris géntium protectióne fortalecidos por la protección del
muniámur. Per Dominum nostrum Doctor de las gentes contra toda
Jesum Christum, Filium Tuum, qui adversidad. Por nuestro Señor
Tecum vivit et regnat in unitate Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
Spiritus Sancti, Deus, per omnia reina en la unidad del Espíritu Santo
saecula saeculorum. Amen. y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

EPISTOLA 2 Corintios 11, 19-33; 12, 1-9


Cada vez que se celebra la Santa Misa, la Iglesia como Madre y Maestra nos ofrece para
nuestra instrucción la Palabra de Dios.
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli Lectura de la carta del Apóstol san
ad Corínthios. Pablo a los Corintios.
Fratres: Libénter suffértis insipiéntes: Hermanos: ¡Qué a gusto soportáis a
cum sitis ipsi sapiéntes. Sustinétis los tontos, vosotros los listos! Porque
enim si quis vos in servitútem aguantáis que esa gente os tiranice,
rédigit, si quis dévorat, si quis os devore, os explote, os humille, os
áccipit, si quis extóllitur, si quis in abofetee. Me refiero a vuestra crítica
fáciem vos cædit. Secúndum de que hemos sido débiles. Pero si
ignobilitátem dico, quasi nos infírmi hay que darse importancia, voy a
fuérimus in hac parte. In quo quis disparatar y a dármela también yo.
audet (in insipiéntia dico) áudeo et ¿Qué son hebreos? También yo. ¿Qué
ego: Hebræi sunt, et ego: Israëlítæ son israelitas? También yo. ¿Qué son
sunt, et ego: Semen Abrahæ sunt, et descendientes de Abraham? También
ego: Minístri Christi sunt, (ut minus yo. ¿Qué son siervos de Cristo? Voy a
sápiens dico) plus ego: in labóribus decir un disparate: Mucho más yo. Yo
plúrimis, in carcéribus abundántius, les gano en trabajos, les gano en
in plagis supra modum, in mórtibus cárceles, no digamos en palizas, y en
frequénter. A Judæis quínquies muchos peligros de muerte. De los
quadragénas, una minus, accépi. Ter judíos he recibido cinco veces los
virgis cæsus sum, semel lapidátus treinta y nueve azotes de rigor; tres
sum, ter naufrágium feci, nocte et die veces me han azotado con varas, una
in profúndo maris fui, in itinéribus vez me han apedreado. He pade-cido
sæpe, perículis flúminum, perículis tres naufragios, pasando veinticuatro
latrónum, perículis ex génere, horas en medio del mar. Siempre de
perículis ex géntibus, perículis in viaje: En peligros de ríos, en peligros
civitáte, perículis in solitúdine, de bandoleros, en peligros de mis
perículis in mari, perículis in falsis paisanos, en peligros de los gentiles,
frátribus: in labóre, et ærúmna, in peligros de la ciudad, peligros en
vigíliis multis, in fame et siti, in despoblado, peligros del mar,
jejúniis multis, in frígore et nuditáte, peligros de falsos hermanos. Trabajo
præter illa, quæ extrínsecus sunt, y agotamiento, sin poder dormir
instántia mea quotidiána, sollicitúdo muchas veces; con hambre y con sed
ómnium Ecclesiárum. Quis en ayunos frecuentes, con frío y sin
infirmátur, et ego non infírmor? quis ropa. Además de estas cosas
scandalizátur, et ego non uror? Si externas, la carga de cada día: la
gloriári opórtet: quæ infirmitátis preocupación por todas las iglesias.
meæ sunt, gloriábor. Deus et Pater ¿Quién enferma, sin que yo enferme?
Dómini nostri Jesu Christi, qui est ¿Quién cae, sin que a mí me dé
benedíctus in sæcula, scit quod non fiebre? Si ahora toca presumir,
méntior. Damásci præpósitus gentis presumiré de mi debilidad. Bien sabe
Arétæ regis, custodiébat civitátem Dios, Padre del Señor Jesús (bendito
Damascenórum, ut me sea su nombre por siempre), que no
comprehénderet: et per fenéstram in miento: En Damasco, el gobernador
sporta dimíssus sum per murum, et del rey Aretas puso guardia en la
sic effúgi manus ejus. Si gloriári ciudad para prenderme: metido en
opórtet (non éxpedit quidem): un costal me descolgaron por una
véniam autem ad visiónes, et ventana de la muralla y así escapé de
revelatiónes Dómini. Scio hóminem sus manos. ¿Hay que presumir? —
in Christo ante annos quatuórdecim, aunque sé que no esté bien—, pues
sive in córpore néscio, sive extra paso a las visiones y revelaciones del
corpus néscio, Deus scit, raptum Señor. Yo sé de un cristiano que hace
hujúsmodi usque ad tértium cælum. catorce años —no sabría decir si en
Et scio hujúsmodi hóminem, sive in el cuerpo o fuera del cuerpo, Dios lo
córpore, sive extra corpus néscio, sabe— fue arrebatado hasta el tercer
Deus scit: quóniam raptus est in cie-lo. Y puedo decir que este tal —
paradísum: et audívit arcána verba, no sabría decir si en el cuerpo o sin
quæ non licet hómini loqui. Pro él, Dios lo sabe— fue arrebatado al
hujúsmodi gloriábor, pro me autem Paraíso y oyó palabras arcanas que
nihil gloriábor nisi in infirmitátibus un hombre no puede repetir. De éste
meis. Nam, et si volúero gloriári, non presumiré; en cuanto a mí, sólo
ero insípiens: veritátem enim dicam: presumiré de mis debilidades. Y si
parco autem, ne quis me exístimet me diera por presumir, no sería
supra id, quod videt in me, aut disparatar, porque diría la verdad:
áliquid audit ex me. Et ne magnitúdo pero lo dejo, para que nadie me
revelatiónum extóllat me, datus est tenga por más de lo que en mí ve y
mihi stímulus carnis meæ ángelus oye. Y por la grandeza de estas
Sátanæ, qui me colaphízet. Propter revelaciones, para que no tenga
quod ter Dóminum rogávi ut soberbia, me han metido una espina
discéderet a me: et dixit mihi: Súfficit en la carne: un emisario de Satanás
tibi grátia mea: nam virtus in que me apalea, para que no sea
infirmitáte perfícitur. Libénter ígitur soberbio. Tres veces le he pedido al
gloriábor in infirmitátibus meis, ut Señor verme libre de él y me ha
inhábitet in me virtus Christi. respondido: Te basta mi gracia: la
fuerza se realiza en la debilidad. Por
eso, muy a gusto presumo de mis
debilidades, porque así residirá en mí
la fuerza de Cristo.

Al final de la lectura, los fieles responden:


R/. Deo gratias R/. Demos gracias a Dios.

GRADUAL Y TRACTO
Terminada la Epístola, el coro interpreta el Gradual tomado del libro de los Salmos como
respuesta a la Palabra de Dios; y a continuación en Septuagésima y Cuaresma, el Tracto.
GRADUAL Salmo 82, 19 y 14
Sciant gentes, quóniam nomen tibi Reconozcan los gentiles que tú,
Deus: tu solus Altíssimus super Señor, eres el único excelso en toda
omnem terram. V/. Deus meus, pone la tierra. V/. Dios mío, hazlos
illos ut rotam: et sicut stípulam ante hojarasca, vilanos frente al vendaval.
fáciem venti.

TRACTO Salmo 59, 4.6


En Septuagésima, omitido el Aleluya, se dice:
Commovísti, Dómine, terram, et Señor, has sacudido la tierra, y la has
conturbásti eam. V/. Sana hendido: V/. Sana sus quebraduras,
contritiónes ejus, quia mota est. V/. porque se ha movido. V/. Para que
Ut fúgiant a fácie arcus: ut liberéntur huyan a la vista del arco: para que
elécti tui. sean librados tus elegidos.
DE PIE
EVANGELIO
De toda la Sagrada Escritura, la Iglesia venera de modo especial los Santos Evangelios que
nos transmiten las enseñanzas y obras de Nuestro Señor Jesucristo. La proclamación del
Evangelio va precedida de una procesión con el turiferario y los ceroferarios. El sacerdote
inclinado en el centro del altar pide al Señor que lo haga digno ministro de su evangelio.
Con el Dominus vobiscum invita a los fieles a escuchar con atención las divinas enseñanzas.
Después de invitar a los fieles a escuchar el santo evangelio, lo inciensa.
V. Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lectura del Santo Evangelio según
Lucam . san Lucas.
R. Gloria tibi, Domine. R. Gloria a ti, Señor.
EVANGELIO Lucas 8, 4-15
In illo témpore: Cum turba plúrima En aquel tiempo se reunía mucha
convenírent, et de civitátibus gente en torno a Jesús y al pasar por
properárent ad Jesum, dixit per los pueblos, otros se iban añadiendo.
similitúdinem: «Exiit, qui séminat, Entonces les dijo esta parábola: Salió
semináre semen suum: et dum el sembrador a sembrar su semilla.
séminat, áliud cécidit secus viam, et Al sembrarla, algo cayó al borde del
conculcátum est, et vólucres cæli camino, lo pisaron, y los pájaros del
comedérunt illud. Et áliud cécidit cielo se lo comieron. Otro poco cayó
supra petram: et natum áruit, quia en terreno pedregoso, y al crecer se
non habébat humórem. Et áliud secó por falta de humedad. Otro
cécidit inter spinas, et simul exórtæ poco cayó entre zarzas, y las zarzas,
spinæ suffocavérunt illud. Et áliud creciendo al mismo tiempo, lo
cécidit in terram bonam: et ortum ahogaron. El resto cayó en tierra
fecit fructum céntuplum.» Hæc buena, y al crecer dio fruto al ciento
dicens clamábat: «Qui habet aures por uno. Dicho esto, exclamó: El que
audiéndi, áudiat.» Interrogábant tenga oídos para oír, que oiga.
autem eum discípuli ejus; quæ esset Entonces le preguntaron sus
hæc parábola. Quibus ipse dixit: discípulos: ¿Qué significa esta
«Vobis datum est nosse mystérium parábola? Y Él les respondió: A
regni Dei, céteris autem in parábolis: vosotros se os ha concedido conocer
ut vidéntes non vídeant, et audiéntes los misterios del Reino de Dios; a los
non intélligant. Est autem hæc demás, en parábolas, para que
parábola: Semen est verbum Dei. Qui viendo no vean y oyendo no
autem secus viam, hi sunt qui entiendan. El sentido de la parábola
áudiunt: deínde venit diábolus, et es éste: La semilla es la Palabra de
tollit verbum de corde eórum, ne Dios. Los del borde del camino son
credéntes salvi fiant. Nam qui supra los que escuchan, pero luego viene el
petram: qui cum audíerint, cum diablo y se lleva la Palabra de sus
gáudio suscípiunt verbum: et hi corazones, para que no crean y se
radíces non habent: qui ad tempus salven. Los del terreno pedregoso
credunt, et in témpore tentatiónis son los que, al escucharla, reciben la
recédunt. Quod autem in spinas Palabra con alegría, pero no tienen
cécidit: hi sunt, qui audiérunt, et a raíz; son los que por el momento
sollicitudínibus, et divítiis, et creen, pero en el momento de la
voluptátibus vitæ eúntes, prueba fallan. Lo que cayó entre las
suffocántur, et non réferunt fructum. zarzas son los que escuchan, pero
Quod autem in bonam terram: hi con los afanes y riquezas y placeres
sunt, qui in corde bono, et óptimo de la vida, se van ahogando y no
audiéntes verbum rétinent, et maduran. Lo de la tierra buena son
fructum áfferunt in patiéntia.» los que con un corazón noble y
bueno escuchan la Palabra, la
guardan y perseveran hasta dar
fruto.
Terminada la lectura, los fieles responden:
R. Laus tibi, Christi. R. Alabanza a ti, Cristo.
El sacerdote vuelve a ser incensado y besa reverentemente el misa
SENTADOS
HOMILÍA
CREDO
Como respuesta a la Palabra de Dios proclamada en la Epístola y en el Evangelio y explicada
en la predicación, todos los fieles cantan el Credo: resumen de la fe que profesamos y que
nos une a los cristianos de todos los siglos. El sacerdote entona las primeras palabras del
Credo que es seguido por el coro y los fieles.
Creo en un
solo Dios,
Padre Todo-
poderoso,
Creador del
cielo y de la
tierra, de
todo lo
visible y lo
invisible.
Creo en un
solo Señor,
Jesucristo,
Hijo único de
Dios, nacido
del Padre
antes de
todos los
siglos: Dios
de Dios, Luz
de Luz, Dios
verdadero de
Dios
verdadero,
engendrado,
no creado, de
la misma
naturaleza
del Padre,
por quien
todo fue
hecho;
que por
nosotros, los
hombres, y
por nuestra
salvación
bajó del
cielo,
(DE RODILLAS)
y por obra
del Espíritu
Santo se
encarnó de
María, la
Virgen, y se
hizo hombre;
y por nuestra
causa fue
crucificado
en tiempos
de Poncio
Pilato;
padeció y fue
sepultado, y
resucitó al
tercer día,
según las
Escrituras, y
subió al
cielo, y está
sentado a la
derecha del
Padre; y de
nuevo vendrá
con gloria
para juzgar
a, vivos y
muertos, y
su reino no
tendrá fin.
Creo en el
Espíritu
Santo, Señor
y dador de
vida, que
procede del
Padre y del
Hijo, que con
el Padre y el
Hijo recibe
una misma
adoración y
gloria, y que
habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que
es una,
santa,
católica y
apostólica.
Confieso que
hay un solo
Bautismo
para el
perdón de
los pecados.
Espero la
resurrección
de los
muertos
(SE SIGNAN)
y la vida del
mundo
futuro.
Amén.

OFERTORIO
V.Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
V. Oremus V. Oremus
SENTADOS
El sacerdote prepara las ofrendas y ofrece el pan y el vino
que se convertirán el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Ofrécete tú también con tu vida, tus trabajos, tus sufrimientos…
Mientras tanto el coro canta la antífona propia, y seguidamente puede cantarse otro
motete o canto apropiado.

ANTÍFONA DEL OFERTORIO Salmo 16, 5. 6-7


Pérfice gressus meos in sémitis tuis, Dirige mis pasos por tus caminos,
ut non moveántur vestígia mea: para que no vacilen mis pies: inclina
inclína aurem tuam, et exáudi verba tu oído, y escucha mis palabras:
mea; mirífica misericórdias tuas, qui glorifica tus misericordias, tú que
salvos facis sperántes in te, Dómine. salvas a los que esperan en ti, Señor.

SECRETA
Oblátum tibi Dómine sacrifícium, Haz, Señor, que este Sacrificio, a ti
vivíficet nos semper, et múniat. Per ofrecido, nos vivifique siempre, y nos
Dominum nostrum Jesum Christum, defienda. Por nuestro Señor
Filium Tuum, qui Tecum vivit et Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
regnat in unitate Spiritus Sancti, reina en la unidad del Espíritu Santo
Deus, y es Dios
Terminados los ritos del ofertorio y la incensación,
el sacerdote dice en voz baja la oración secreta que concluye cantando
e hilándola con el canto del prefacio
DE PIE
V/. Por los siglos
de los siglos. R/.
Amén. V/. El Se-
ñor esté con vo-
sotros. R/. Y con
tu espíritu. V/.
Levantemos el
corazón. R/. Lo
tenemos levan-
tado hacia el
Señor. V/. Demos
gracias al Señor
nuestro Dios. R/.
Es justo y nece-
sario.
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
El prefacio es un canto de acción de gracias donde los fieles son invitados a unirse y una
verdadera profesión de fe en la Trinidad Santísima a quién se ofrece el sacrificio de la misa.
Vere dignum et justum est ae- Verdaderamente es digno y justo,
quum et salutare, nos tibi semper, equitativo y saludable, que te demos
et ubique gratias agere: Domine gracias en todo tiempo y lugar oh Señor
sancte, Pater omnipotens, aeterne Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios!
Deus. Qui cumm unigenito Filio Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu
tuo, et Spiritu Sancto, unus es Santo, eres un solo Dios, eres un solo
Deus, unus es Dominus: non in Señor: no en la unidad de una sola
unius singularitate personae, sed in persona, sino en la Trinidad de una sola
unius Trinitate substantiae. Quod sustancia. Porque cuanto creemos, por
enim de tua gloria, revelante te, habérnoslo Tu revelado, acerca de tu
credimus, hoc de Filio tuo, hoc de gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y
Spiritu Sancto, sine differentia del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni
discretionis sentimus. Ut in confe- separación. De modo que, al reconocer
ssione verae, sempiternaeque una sola verdadera y eterna Divinidad,
Deitatis, et in personis Proprietas, sea también adorada la propiedad en las
et in essentia unitas, et in personas, la unidad en la esencia y la
majestate adoretur aequalitas. igualdad en la majestad. A la cual alaban
Quam laudat Angeli atque los Ángeles y los Arcángeles, los
Arcangeli, Cherubim quoque ac Querubines y los Serafines, que no cesan
Seraphim: qui non cessant clamare de cantar diariamente, diciendo a una
quotidie, una voce dicentes: voz:
Mientras se canta el Sanctus, el sacerdote comienza el Canon: parte central de la Santa
Misa por la que se renueva el sacrificio de Cristo para el perdón de los pecados.
Santo,
Santo, Santo
es el Señor
Dios de los
ejércitos.
Llenos están
el cielo y la
tierra de tu
gloria.
Hosanna en
el cielo.
Bendito el
que viene en
nombre del
Señor.
Hosanna en
el cielo.

Ya está cerca la consagración. Pide a Dios por la Iglesia, por el Papa, los obispos y
sacerdotes, por los religiosos, por todos los cristianos, por tus intenciones y necesidades.

“Jesucristo,
la víspera de su
pasión, tomó el pan en sus santas
y venerables manos, y levantado
los ojos al cielo hacia ti, oh Dios,
su Padre omnipotente, dándote gracias, lo bendijo, lo partió y los dio a
sus discípulos diciendo: Tomad y comed todos de él:
PORQUE ESTE ES MI CUERPO.
"Del mismo modo, tomando también
este precioso Cáliz en sus santas y
venerables manos, dándote de nuevo
gracias, lo bendijo y lo dio a sus
discípulos, diciendo Tomad y bebed de él;
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE,
LA CUAL SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
EN REMISIÓN DE LOS PECADOS"
Da gracias a Dios por el inefable don de la Eucaristía que Cristo ha dado a su Iglesia y por
todas las gracias recibidas. Pídele a Jesús presente en el Altar en el sacramento de su
Cuerpo y de su Sangre por el eterno descanso de los difuntos. También para que nosotros
tengamos la gracia de participar de la felicidad del cielo junto con los santos.

El sacerdote termina de forma solemne el canon, cantando:


V. Per omnia saecula saeculorum. V. Por todos los siglos de los siglos.
R. Amen. R. Amén.
DE PIE

PADRENUESTRO
El Sacerdote comienza el rito de la comunión cantando el Padrenuestro.
Al Padrenuestro se le llama también ‘la oración dominical’ por haber sido enseñada por
Nuestro Señor Jesucristo. En la liturgia extraordinaria –desde tiempos de San Gregorio que
lo introdujo en la liturgia romana- lo canta solamente el celebrante recordando que Cristo
fue quien se lo enseñó a los discípulos.
V. Oremus. Praeceptis salutaribus V. Oremos. Teniendo en cuenta la
moniti, et divina institutione orden del Señor y aleccionados por el
formati, audemus dicere: divino Maestro, nos atrevemos a
exclamar:
PATER NOSTER, qui es in coelis; PADRE NUESTRO, que estás en los
sanctificetur nomen tuum; adveniat cielos. Santificado sea tu nombre.
regnum tuum: fiat voluntas tua Venga a nosotros tu reino. Hágase tu
sicut in coelo et in terra. Panem voluntad así en la tierra como en el
nostrum quotidianum da nobis cielo. El pan nuestro de cada día
hodie; et dimitte nobis debita dánosle hoy; y perdónanos nuestras
nostra, sicut et nos dimittimus deudas, así como nosotros
debitoribus nostris. Et ne nos perdonamos a nuestros deudores. Y
inducas in tentationem. no nos dejes caer en la tentación.
R. Sed libera nos a malo. R. Mas líbranos del mal.
EMBOLISMO
La oración “libera nos” es un ampliación de la última petición del Padrenuestro, implorando
la protección de la Virgen y de los santos. El Sacerdote la recita en voz baja:
Libera nos, quaesumus Domine, ab Líbranos, Señor, de todos los males
omnibus malis praeteritis, pasados, presentes y futuros; y por la
praesentibus, et futuris: et intercesión de la gloriosa siempre
intercedente beata et gloriosa semper Virgen María, Madre de Dios, y de tus
Virgine Dei Genitrice Maria, cum bienaventurados Apóstoles San
beatis Apostolis tuis Petro at Paulo, Pedro, San Pablo y San Andrés, y
atque Andrea, et omnibus sanctis, da todos los demás Santos danos
propitius pacem in diebus nostris: ut bondadosamente la paz en nuestros
ope misericordiae tuae adjuti, et a días; a fin de que, asistidos con el
peccato simus semper liberi, et ab auxilio de tu misericordia, estemos
omni perturbatione securi. Per siempre libres de pecado y al abrigo
eumdem Dominum nostrum Jesum de cualquier perturbación. Por el
Christum Filium tuum. Qui tecum mismo Jesucristo tu Hijo, nuestro
vivit et regnat in unitate Spiritus Señor, que contigo vive y reina en
Sancti Deus. unidad del Espíritu Santo.
Y la concluye cantando:
Per omnia saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos.
R. Amen R. Así sea.
Y realiza la Fracción de la Hostia, que concluye con el rito de la paz:
V. Pax Domini sit semper V. La paz del Señor sea siempre con
vobiscum. vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
CORDERO DE DIOS
Mientras el sacerdote realiza la conmixtión (la mezcla de una pequeña partícula del pan
consagrado con el Sanguis del Cáliz), y se prepara para la comunión; los fieles y el coro
cantan el Agnus Dei.
Cordero de
Dios que
quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros. (2)
Cordero de
Dios que quitas
el pecado del
mundo, danos
la paz.
Aprovecha estos momentos para prepararte a recibir la Comunión.
Puedes utilizar esta oración que también el sacerdote recita.
Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del
Padre cooperando el Espíritu Santo, diste la vida al mundo por
tu muerte: líbrame, por tu sagrado Cuerpo y Sangre de todas mis
iniquidades y de todos los demás males, y haz que cumpla
siempre tus mandamientos y no permitas que jamás me aparte
de Ti, quien siendo Dios, vives y reinas con el mismo Dios Padre
y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

CONFITEOR
Cuando el sacerdote termina de comulgar los fieles se preparan de forma inmediata a
recibir la sagrada comunión recitando el Confiteor.
Confíteor Deo Omnipoténti, beá- Yo, pecador, me confieso a Dios
tæ Maríæ semper Vírgini, beato todopoderoso, a la bienaventurada siem-
Michaéli Archángelo, beato pre Virgen María, al bienaventurado San
Joanni Baptístæ, sanctis Após- Miguel Arcángel, al bienaventurado San
tolis Petro et Paulo, ómnibus Juan Bautista, a los santos Apóstoles San
Sanctis, et tibi, Pater: quia Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a
peccávi nimis cogitatióne, verbo vos, Padre; que pequé gravemente con el
et opere: mea culpa, mea culpa, pensamiento, palabra, y obra, por mi
mea máxima culpa. Ídeo precor culpa, por mi culpa, por mi grandísima
beátam Maríam semper culpa. Por tanto, ruego a la biena-
Vírginem, beátum Michaélem venturada siempre Virgen María, al
Archángelum, beátum Joánnem bienaventurado San Miguel arcángel, al
Baptístam, sanctos Apostólos bienaventurado San Juan Bautista, a los
Petrum et Paulum, omnes Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo,
Sanctos, et te, Pater, orare pro a todos los Santos, y a vos, Padre, que
me ad Dóminum Deum nostrum. roguéis por mí a Dios nuestro Señor.

El Sacerdote vuelto hacia el pueblo dice:


V/. Misereátur vestri omnípotens V/. Dios tenga misericordia de
Deus, et dimíssis peccátis vestris, vosotros y perdone vuestros pecados
perdúcat vos ad vitam ætérnam. y os lleve a la vida eterna.
R/. Amen. R/. Amén.
V/. Indulgéntiam, absolutiónem et V/. El Señor todopoderoso y mise-
remissiónem peccatórum vestrórum ricordioso os conceda la absolución y
tríbuat vobis omnípotens, et el perdón de vuestros pecados.
miséricors Dóminus. R/. Así sea.
R/. Amen.

COMUNIÓN DE LOS FIELES


Después tomando una Sagrada Forma del copón, los muestra al pueblo diciendo:
V. Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit V. He aquí el Cordero de Dios, he aquí
peccata mundi al que quita los pecados del mundo
Y, junto con los fieles, dice por tres veces:
R. Domine, non sum dignus ut intres R. Señor, yo no soy digno de que
sub tectum meum; sed tantum dic entres en mi casa, pero di una sola
verbo et sanabitur anima mea. palabra y mi alma será salva.
A continuación, distribuye la Sagrada Comunión.
En la Forma Extraordinaria, la Sagrada comunión se
recibe de rodillas –las personas que no estén impedidas-
y en la boca.

Antífona de Comunión
Durante el momento de la comunión el coro interpreta la antífona de comunión propia de
la misa del día. Si la distribución de la comunión se alarga, se puede interpretar otros cantos
apropiados.
Salmo 42, 4
Introíbo ad altáre Dei, ad Deum qui Me llegaré al altar de Dios, que llena
lætíficat juventútem meam. de alegría mi juventud.
DE PIE
ORACIÓN POSTCOMUNION
Terminada la purificación de los vasos sagrados el sacerdote, invita a los fieles a la acción de
gracias por los dones recibidos.
V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Oremus: Oremos:

Súpplices te rogámus omnípotens Te rogamos humildemente, oh Dios


Deus: ut quos tuis réficis sacraméntis, omnipotente, hagas que, los que tú
tibi étiam plácitis móribus dignánter alimentas con tus Sacramentos, te
deservíre concédas. Per Dominum sirvan alegremente con sus buenas
nostrum Jesum Christum, Filium costumbres. Por nuestro Señor
Tuum, qui Tecum vivit et regnat in Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive
unitate Spiritus Sancti, Deus, per y reina en la unidad del Espíritu
omnia saecula saeculorum. Amen. Santo y es Dios por los siglos de los
siglos. Amén.

DESPEDIDA
Nuevamente desde el centro del Altar, el sacerdote saluda a los fieles:
V. Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spíritu tuo. R. Y con tu espíritu.

Y los despide cantando o diciendo:

V. Id, la misa ha terminado.


R. Demos gracias a Dios.

BENDICION
DE RODILLAS
El Sacerdote reza inclinado y en voz baja la oración Placeat tras la cual imparte la bendición
final de la santa Misa.
V/. Benedicat vos Omnipotens Deus V/. Os bendiga Dios Omnipotente,
Pater, Filius et Spiritus Sanctus. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R/. Amen. R/. Amén.
A continuación, lee el Último Evangelio en secreto,
mientras el coro y el pueblo entonan un canto de acción de gracias.
ORACIONAL
Oración del Kempis para unirnos al sacrificio de Cristo
en el momento del ofertorio (Imitación de Cristo, L. III, cap. 9)
Señor, en la sencillez de mi corazón, me ofrezco a Ti. Recíbeme con la santa
oblación de tu Precioso Cuerpo, que hoy te ofrezco en la invisible presencia
de los ángeles para que aproveche para mi salvación y la de todo tu pueblo.
Señor, te presento también sobre el altar de tu misericordia todos mis
pecados y delitos que he cometido en tu presencia para que borres todas las
manchas de mis pecados y me restituyas tu gracia que perdí pecando. Te
ofrezco también todo lo bueno que he hecho aunque sea poco e incompleto,
para que Tú lo restaures y santifiques, lo recibas con agrado, lo hagas digno
de Ti y siempre lo conviertas en mejor. Te ofrezco igualmente todos los
piadosos deseos de las personas religiosas, las necesidades de parientes,
amigos, hermanos y hermanas que más aprecio. Te ofrezco además
oraciones y sacrificios especialmente por quienes de alguna forma me
perjudicaron, entristecieron o insultaron me ocasionaron algún daño u
ofensa. Haz que nosotros vivamos de manera que seamos dignos de gozar
enteramente de tu gracia y de alcanzar la Vida eterna. Así sea.
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame Anima Christi, sanctifica me.
Cuerpo de Cristo, sálvame Corpus Christi, salve me.
Sangre de Cristo, embriágame Sanguis Christi, inebria me.
Agua del costado de Cristo, lávame Aqua lateris Christi, lava me.
Pasión de Cristo, confórtame Passio Christi, conforta me.
Oh mi Buen Jesús, óyeme O bone Iesu, exaudi me.
Dentro de tus llagas, escóndeme. Intra tua vulnera absconde me.
No permitas que me aparte de Ti Ne permittas me separari a te.
Del maligno enemigo, defiéndeme Ab hoste maligno defende me.
En la hora de mi muerte llámame In hora mortis meae voca me.
y mándame ir a Ti, Et iube me venire ad te,
para que con tus Santos te alabe ut cum Sanctis tuis laudem te
Por los siglos de los siglos. in saecula saeculorum.
Amén. Amen.
OFRECIMIENTO
Recibe Señor toda mi libertad. Recibe Súscipe, Dómine, univérsam meam
mi memoria, mi entendimiento y libertátem. Accipe memóriam, inte-
toda mi voluntad, todo cuanto tengo llectum atque voluntátem omnem.
o poseo, Tú me lo has dado: todo te Quidquid hábeo vel possídeo, mihi
lo devuelvo a tu divina voluntad, largítus es: id tibi totum restítuo, ac
para que ella me gobierne, sólo te tuae prorsus voluntáti trado guber-
ruego que me concedas tu amor, nandum. Amores tui solum cum
junto con tu gracia, y seré bastante grátia tua mihi dones, et dives sum
rico, no pido otra cosa. satis, nec áliud quidquam ultra
posco.

ORACIÓN A LA VIRGEN
Oh María, Virgen y Madre Santísima, O María, Virgo et Mater sanctíssima
he recibido a tu Hijo amadísimo, que ecce, suscépi dilectíssimum Filium
concebiste en tus inmaculadas entra- tuum, quem immaculáto útero tuo
ñas, criándolo y alimentándolo con concepísti, genuísti, lactásti, atque
tu pecho, y lo abrazaste suavíssimis ampléxibus strinxísti.
amorosamente. Al mismo que te Ecce, cuis aspéctu laetabáris et
alegraba contemplar y te llenaba de ómnibus delíciis replebáris, illum
gozo, te lo presento y te lo ofrezco ipsum tibi humíliter et amánter
con amor y humildad para que lo repraesénto et óffero tuis brácchiis
abraces, lo quieras con tu corazón y constringéndum, tuo córde
lo ofrezcas como supremo culto de amándum, sanctíssimaeque Trínitate
latría a la Santísima Trinidad, por tu in suprémum latríae cultum, pro tui
honor y por tu gloria y por mis ipsíus honóre et gloria et pro meis
necesidades y las de todo el mundo. totiúsque mundi necesitátibus
Te ruego, piadosísima Madre, que me offeréndum. Rogo ergo te, píísima
alcances el perdón de todos mis Mater, ímpetra mihi véniam ómnium
pecados y gracia abundante para peccátorum meórum, uberémque
servirte desde ahora con mayor grátiam ipsi deínceps fidélius
fidelidad, y por último, la gracia de la serviéndi, ac dénique grátiam
perseverancia final, para que pueda finálem, ut eum tecum laudáre
alabarte contigo por los siglos de los possim per ómnia saecula
siglos. Amén. saeculorum. Amen
Ad Iesum per Mariam!

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