El conflicto armado colombiano está lleno de muchas enseñanzas para la resolución

negociada de conflictos e interes. En la medida en que ha sido una confrontación compleja y

prolongada, los grupos armados se han convertido en protagonistas. Tanto sus objetivos
como el uso de la violencia han generado controversias alrededor de cuáles deben ser las
acciones o respuestas que se implementan para hacer frente a dichas situaciones. Al igual
que en otros países, los actores involucrados han participado en numerosos acercamientos,
diálogos políticos o procesos de paz, aportando experiencias de negociaciones que involucran
a diferentes sectores de la sociedad civil, actores estatales, comunidad internacional y
organizaciones multilaterales. En este sentido, resulta pertinente no sólo retomar el
surgimiento, caracterización y posibles motivaciones de tres de los más grandes grupos al
margen de la ley —paramilitares, ELN, FARC— que han participado en el conflicto, sino
también explorar las formas de acercamiento a estos por parte del gobierno colombiano y sus
diferentes administraciones, para así comprender la complejidad y las múltiples dimensiones
desde las cuales se representan diversas visiones sobre la evolución del conflicto y los hechos
de corta, mediana y larga duración, en tanto esto permite dilucidar las continuidades y
discontinuidades que han dado paso a ver el fenómeno a través de causas culturales,
complejos políticos o perspectivas económicas

El conflicto armado de Colombia es calificado como uno de los enfrentamientos más largos
y mutantes del mundo. A diferencia de la mayor parte de los conflictos armados desatados
en el mundo y principalmente en Europa, el conflicto colombiano no posee un origen
ligado directa o indirectamente con la persecución o exterminio de una minoría o grupo que
se distinga de los otros a raíz de un hecho diferencial atribuible a factores raciales, étnicos,
religiosos, lingüísticos, disputa territorial o nacional. Se trata de un conflicto interno entre
nacionales o iguales formalmente. Aunque las principales víctimas ha sido la población
civil, los campesinos, los indígenas, los afrodecendientes y en general, como denominador
común: los pobres.

Este conflicto inicia por los diferentes intereses que conlleva a causar estos conflictos, ya
que el pueblo colombiano no cuenta con una cultura patriótica unitaria que permita llegar a
un acuerdo, todo lo contrario, se pueden ver líderes de grupos subversivos que son fieles
seguidores del Marxismo manipulado a un modo de conveniencia donde la búsqueda del
poder conlleva al uso desproporcionado de violencia y la conformación de grupos al
margen de la ley, por otra parte existen partidos políticos cuyos pasados se encuentran
sumergidos en la subversión, tal y como lo son el narcotráfico, el M19 y las FARC, entre
otros.

Algunas de las causas por las que surgió el Conflicto armado en Colombia son: La

debilidad del Estado, y la ausencia del Estado en amplias regiones del territorio nacional.
El problema de la posesión de las tierras, la existencia de marcadas diferencias económicas
y falta de aplicación de políticas rurales que dejaban al campesino expuesto a los diferentes
grupos armados al margen de la ley así como de las fuerzas del estado, ya que los
campesinos quedaban inmersos entre las dos fuerzas por diferentes razones y conveniencias
de las partes causando desplazamientos y muchas otra actividades que dejan a los más
vulnerables a la merced de sus intereses.

Actualmente, varios actores armados siguen operando en distintos puntos del territorio
colombiano. Entre ellos la guerrilla del ELN, la última activa de un país donde llegó a
haber hasta cinco operandos de manera independiente, que se encuentra en negociaciones
con el actual Gobierno.

De otro lado, una miríada de pequeños grupos criminales vinculados al narcotráfico han
ocupado el espacio dejado por la desmovilización de las FARC, haciendo muy compleja
cualquier solución al conflicto.