Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Lo que se refiere a la obra de Goethe, trata acerca de la idea del desarrollo de la modernidad que
incluya todas las formas de experiencias humanas. Berman (1982, 31) nos dice que “el único
modo de que el hombre moderno se trasforme, como descubriría Fausto y también nosotros, es
trasformando radicalmente la totalidad del mundo físico, social y moral en que vive”. Esta
dinámica de la tragedia del desarrollo humano, se da en tres metamorfosisi; en la primera
metamorfosis, Fausto anhela una conexión con el mundo que sea más vital, erótica y activa. Él
necesita escapar de esa prisión en la que se encuentra cautivo, necesita conocer el mundo y
expresarse a través de su acción particular. Fausto necesita a su vez establecer vínculos con la
sociedad y la gente, no estando preso en sus pensamientos e ideas que lo agobian
constantemente. Tiene que liberarse, actuar conforme a sus capacidades para así poder trazarse
un camino hacia el autodesarrollo, no solo entendido como un fin, sino como un proceso, que lo
lleve a tener una experiencia intensa que le permita vivir plenamente, desarrollando sus
capacidades creativas, afectivas, etc.
La segunda metamorfosis, Fausto aprenderá, según Berman (1982, 42), a “hacer frente
activamente aeste mundo”. En esta etapa Fausto debe aprender a confiar en si mismo, no solo
para aventurarse al mundo sino para que pueda conocer el amor, lo haga crecer como persona y
lo haga afirmar sus cualidades humanas más nobles. En la tercera metamorfosis, según Berman,
(1982, 53) Fausto “conecta sus impulsos personales con las fuerzas económicas, sociales y
políticas que mueven el mundo”. Ahora sus intereses no estan solamente orientados a su vida
privada sino que van mas allá y también influye sobre la vida de los otros. Fausto trasforma el
mundo en el que vive y critíca los males carácterísticos de la modernidad que son el trato
indirecto e impersonal y el interes por los resultados finales mas no por el proceso. Y es por eso
el final trágico de Fausto ya que él es quien ha destruido todos los obstaculos del mundo
premoderno, él mismo debe ser destruido ya que se interpone en el camino de la modernidad.
Así pues Berman analiza todo este proceso de Fausto y recoge las experiencias previas a la
modernidad para entender que es la modernidad. Berman (1982, 71) concibe a la modernidad
como un proceso perpetuo de desarrollo, donde “todas las personas, cosas, instituciones y
entornos que en un momento histórico son innovadores y vanguardistas, en el momento
siguiente quedan atrasados y obsoletos”.
El cuarto capítulo, trata acerca del modernismo del subdesarrollo. Toma como ejemplo a la
construcción de San Petersburgo, esta es resultado de una construcción humana, se “modernizo”
la ciudad, se hicieron trasformaciones materiales, sociales y económicas y las personas
interiorizan y toman como suyos los significados y consecuencias de esta modernización. San
Petersburgo se convierte en una ciudad que plasma la realización del mundo moderno, toda
tradición de esta ciudad es eminentemente moderna pero que nace dentro del seno de una
sociedad atrasada. Berman (1982, 196) nos dice que, la política implantada por el Zar Nicolás,
hicieron a “San Petersburgo la fuente de inspiración de una forma singularmente extraña de
modernismo, que podríamos llamar el modernismo del subdesarrollo”. San Petersburgo
engendra una modernización desde abajo, donde las decisiones políticas tienen gran peso en la
sociedad y en las relaciones de la vida cotidiana de los individuos.
Finalmente, Berman (1982, 304) hace algunas observaciones sobre el modernismo en New York;
por ejemplo menciona que el Bronx donde él nació, “se ha convertido en la contraseña
internacional de las pesadillas urbanas de nuestra época: drogas, pandillas, incendios
premeditados, asesinatos, terror, miles de edificios abandonados, bloques trasformados en
solares cubiertos de basura y ladrillos”. A pesar de esta idea que se tiene del Bronx no se puede
negar que ha sufrido serios cambios en estos años, la acción del capitalismo es evidente en esta
zona, paulatinamente New York ha cambiado esa imagen, se ha convertido en una ciudad de
progreso, superación, expansión de las manifestaciones de la modernidad, este se nota en las
construcciones majestuosas de la ciudad, así como en la serie de autopistas y puentes que
conectan a las personas dentro de la ciudad. Berman analiza este impacto a partir del modelo
urbanístico de Moses, donde la ciudad de New York puede ser concebida, según Berman, como
una selva de símbolos baudelairiana. Posteriormente Jacobs hace una reformulación de la
propuesta de Moses dándole un aspecto mas vivo (vital) a las calles, puesto que estas son el
espacio donde las personas intercambian una serie de experiencias, comparten vivencias y
confluye todas las fuerzas modernas. Berman (1982, 367) finaliza el libro diciendo que “el
proceso de modernización
CRITICA
Tal como lo señala el título, el trasfondo del texto lo constituye su exploración de este fluir entre
lo sólido y lo evanescente como característica de la modernidad, y que Berman claramente
ejemplifica en una destrucción y reconstrucción del medio físico y espiritual del hombre
moderno: la relación dialéctica entre modernismo y modernización y las luces que de ella se
puede extraer. Pero mucho antes de llegar a esa conclusión, el rasgo más doloroso que el
hombre moderno deberá enfrentar es la constante inestabilidad que tal sistema proporciona. En
cada señal positiva que aparezca, inevitablemente se develará su contraparte caótica. Si se puede
decir que la modernidad une a toda la humanidad, esta unidad es paradójica, es una unidad de la
desunidad que nos lleva a la desintegración y la renovación perpetua, de lucha y contradicción,
de ambigüedad y angustia.
Las críticas que esta obra despierta están relacionadas con lo que se identifica como un hablar
disperso que al encarnar la voz de todos invisibilizaría las desigualdades existentes en estos
procesos por él analizados. Junto a esto estaría la crítica a su retrato de la modernidad
imprecisamente delimitada en sus tiempos. Así una autora, señalaba que siguiendo a Berman se
podía entender que la modernización son los cambios sociales que son constantemente llevados
a cabo, que la modernidad es la manera en que estos cambios son inmediatamente vividos o
experimentados de manera consciente o no, y que el modernismo es la reflexión posterior y la
representación intelectual, artística, literaria, material, política de estos cambios. Sin embargo a
mi parecer, más que ubicarse como una serie de acontecimientos escalonados, en realidad la
constante -clara en Berman- es que se alimentan entre ellos: el modernismo se alimenta de los
cambios de la modernización de manera directa e indirecta, mientras que detrás de la
modernización encontramos ideas que fueron nutridas por el modernismo.
No considero que Berman ignore las fallas del etnocentrismo y en consecuencia dudo que
intente alzar su voz como representante del modo en que la modernidad puede ser
experimentada. Aún así debo señalar que el profundo proceso de identificación que experimenté
con este libro me dice que en realidad si puede encontrar un eco en aquellos lugares donde tanto
la modernidad como la modernización ocurrió con matices muy distintos a los lugares que les
dio origen.
Puede resultar, entonces, que volver puede ser una manera de seguir adelante: que recordar los
modernismos del siglo XIX nos puede dar la visión y el coraje para crear los modernismos del
XXI. Este acto de recordar puede ayudarnos a traer el modernismo a sus raíces, para que pueda
nutrir y renovar la misma, para hacer frente a las aventuras y los peligros que se avecinan. Para
asignar las modernidades de ayer puede ser a la vez una crítica de las modernidades de hoy y un
acto de fe en las modernidades-y en los hombres y mujeres modernos-de mañana y pasado
mañana. (36)
Con este fin, procede a llevar a cabo un extenso análisis de parte de la obra de Goethe y Marx
como una clave para comprender el espíritu de la modernidad. Este es el contexto de su estudio
de Fausto y El Manifiesto Comunista. De allí se pasa a examinar las representaciones literarias
de transformación urbana que se encuentra en la parte de la obra de Baudelaire, Pushkin, Gogol,
Chernishevski, Biely, y Mandelstam, vis-á-vis de París y San Petersburgo. Por último, en lo que
he encontrado una de las sugerentes secciones-la mayoría de los libros, se echa un vistazo a la
carrera de ingeniería de Robert Moses y sus efectos destructivos sobre la ciudad de Nueva York,
terminando con una serie de comentarios sobre la plaga urbana contemporánea y culturales
renovación. Voy a volver sobre este asunto más adelante.
Por un lado, la delimitación inicial de las líneas generales y los orígenes de la segunda fase son
más o menos claro. Esta fase se inicia como una era de revoluciones sociales y las tensiones
causadas por la caída pero la persistencia obstinada de los Regímenes de la antigua y la
aparición frágil e incierto del poder capitalista política y la transformación socioeconómica. Sin
embargo, y por otro lado, cuando se Berman que esta fase termina? Es decir, cuando hace su
"siglo XX" / tercera fase de final de comenzar? ¿Y por qué? ¿La parte segunda fase con la
segunda ola de la industrialización, la expansión colonial, las crisis económicas, demográficas
dislocaciones masivas, y la explosión socio-culturales del último cuarto del siglo XIX? ¿O es
que al final la segunda fase con la llegada de la Primera Guerra Mundial? ¿O se termina con la
Gran Depresión y el aumento del bienestar / estados corporativos durante la década de
1930? Etc, etc
A fin de continuar este esfuerzo, Berman se han tenido que identificar a la coyuntura del siglo
XX o la articulación de coyunturas que distinguir claramente la segunda fase de la tercera. De
esa manera habría sido capaz de hacr un caso para la modernidad como una historia de nunca
acabar [siglo XX] que todavía preside el presente. Pero él no lo hace. Se podría haber discutido
con su elección de coyunturas en este último caso, si hubiera ido tan lejos como para
identificarlos claramente. Pero no se puede discutir con lo que no existe. Si uno fuera a emplear
el tono irónico que muchas veces Berman utiliza en este libro, se podía ir tan lejos como para
decir que lo que hay de un análisis sólido de discusión interesante Berman de la modernidad del
siglo XIX (Goethe y Marx) comienza a "derretir en el aire "cuando se inicia el examen de los
fenómenos socio-culturales del siglo XX.
Por lo tanto y contrario a la apariencia inicial de tener una idea clara de las demarcaciones que
permiten establecer las coordenadas de un proceso histórico, Berman, al parecer, y en el análisis
final, concibe la modernidad como un proceso lineal de constante cambio de la prórroga y
extensión que sigue reproduciéndose a sí mismo: "... la modernidad ... es una unidad paradójica,
una unidad de la desunión: se vierte a todos en una vorágine de perpetua desintegración y
renovación, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia ... "(15) Su punto de vista del
proceso de modernización es en gran medida parte de esta perspectiva lineal: "En el siglo XX, el
proceso social que lleva esta vorágine en el ser y lo mantenga en un estado de perpetuo devenir
han dado en llamar la" modernización "." (16) El problema con este punto de vista es que no
hay ningún marco de referencia en términos de tiempo histórico y periodización. Esta manera de
ver las cosas crea dificultades obvias para mí como historiador, como feminista, y como una
mujer de color. Para hablar sobre un aspecto de esta cuestión, voy a utilizar parte de la crítica de
Perry Anderson de Berman.1
A partir de estos, va a señalar que el enfoque de Berman incluso dificulta una comprensión
precisa de los diferentes aspectos, cambios concretos, y las variaciones que tuvieron lugar en la
época moderna. Por un lado, la perspectiva de Berman confunde el análisis de la modernidad
del siglo XIX con sus análogos de principios del siglo XX:
Pero Berman también confunde y dificulta el análisis de los cambios socio-culturales que
tuvieron lugar durante los años 60 y 70:
Una última dificultad con la cuenta de Berman es que no está en condiciones, dentro de su
propio mandato, para proporcionar una explicación de la divergencia deplora, entre el arte y el
pensamiento, la práctica y la teoría de la modernidad en el 20 º siglo. Aquí el tiempo se divide
de hecho en su argumento, de una manera significativa: algo así como una disminución se ha
producido, intelectualmente, que su libro pretende revertir con una vuelta al espíritu clásico de
la modernidad en su conjunto, informando arte y el pensamiento por igual. Pero que el declive
sigue siendo ininteligible dentro de su esquema, una vez que la modernización es concebida
como un proceso lineal de la prórroga y ampliación, lo que necesariamente lleva consigo una
renovación constante de las fuentes del arte modernista.5
En medio del estancamiento socio-cultural e histórico del presente, principal Berman solución
político-analítica es el intento ya se ha mencionado a "volver al futuro": "En este contexto
sombrío, quiero traer el modernismo dinámico y dialéctico del siglo XIX a la vida. (...)" (35)
En este contexto, ¿qué tan válida es la demarcación Berman, en términos de los orígenes de su
segunda fase (que "... se inicia con la gran ola revolucionaria de los años 1790 ..."), si" ... la
Revolución expresamente excluidas las mujeres de su libertad, igualdad y fraternidad "?7 ¿Qué
parte de la creatividad y la novedad de Baudelaire "heroísmo de la vida moderna", que celebra
Berman (142-143) - fue en realidad allí durante la mayor parte de las mujeres de París durante el
siglo XIX? ¿Podría haber sido compañeras de Robert Moses?
Esto no quiere decir que algunas de las demarcaciones establecidas por Berman no son
válidos. Lo que estoy señalando aquí es que son insuficientes. Además, y suponiendo que
este cuantitativos objeción es correcta, de las demarcaciones Berman también tendría que ser re-
examinado y re-contextualizado a la luz de la dimensión de género que en su mayor parte no se
encuentra en este libro. En otras palabras, también se tendría que elevar cualitativa objeciones a
este aspecto del estudio de Berman, a pesar de su examen de paso de los caracteres Gretchen
en Fausto y de Tacobs trabajo de Janet sobre temas urbanos contemporáneos.
Esto nos lleva a la representación de Berman de la población urbana los problemas actuales y la
decadencia, ya se ha mencionado anteriormente. En las dos últimas secciones del capítulo V,
Berman direcciones de las contradicciones de la vida de la ciudad en los EE.UU. durante los
años 1960 y 1970, utilizando el ejemplo de Nueva York. Aquí se analiza la destrucción de las
viviendas barrio antiguo y el surgimiento de los distritos comerciales nuevos en la ciudad,
haciendo hincapié en la estética y las transformaciones socioeconómicas que se han producido
en este contexto. Y a pesar del hecho de que él menciona la situación de los "millones de negros
e hispanos", "muchos de ellos ... extremadamente pobres, desempleados crónicos, a los
marginados raciales y económicas una vez ... "(324-325), al parecerno de ninguna manera ver
las transformaciones que están teniendo lugar en el espacio urbano (estructuras físicas,
incluidos) son por lo menos en parte una respuesta a las resistencias sociales y las reacciones de
estos recién desposeídos (in) migrantes, cuando intentaron reconstruir sus comunidades en el
nuevo entorno urbano.
La ola de insurrecciones gueto entre 1964 y 1969 poderosamente concentrado la atención de los
urbanistas y arquitectos de la empresa en el problema de la acordonando el distrito financiero
del centro, y otras zonas de alto valor de la propiedad, de los barrios residenciales de la ciudad
interior.9
En su discusión de la modernidad arquitectónica propensión a una élite, urbanos pastorilism,
Marshall Berman cita a Le Corbusier 1929 lema, "tenemos que matar a la calle!" Según
Berman, la lógica interna del nuevo entorno urbano, desde la Peachtree de Atlanta Plaza de
Detroit Renaissance Center, ha sido la segmentación funcional y la segregación de clase de la
'calle moderna de edad, con su mezcla volátil de las personas y el tráfico, las empresas y
hogares, ricos y pobres ". (todo lo sólido se desvanece en el aire, Verso, Londres, 1983, 168).
Desafortunadamente, espléndida evocación de lo contrario Berman de moderno de Nueva York
no presta atención más que el retrato de Jameson de posmodernista Los Angeles para el papel
decisivo de la lucha contra la insurgencia urbana en la definición de los términos esenciales del
entorno construido contemporáneo. Desde las rebeliones de los guetos finales de 1960 es un
racista, así como la clase, imperativo de la separación espacial ha sido fundamental en el
desarrollo urbano. No es de extrañar, entonces, que el actual centro de la ciudad estadounidense
se parece a nada tanto como la ciudad colonial clásica, con las torres de los gobernantes blancos
militares y colonos salieron de la casbah, o ciudad indígena.10
Es cierto que Berman hace nota de algunos casos de resistencia social urbana a aspectos
concretos de estas políticas. Tomemos, por ejemplo, su descripción breve de la oposición con
éxito en el Bajo Manhattan East Side a un proyecto específico Moisés (0.337). Él no se da
cuenta hasta qué punto estas políticas, en su conjunto y en el contexto del Segundo período de la
posguerra, son ellos mismos, por sí mismo, parte de un esfuerzo de lucha contra la resistencia
política de los gobiernos municipales y las empresas grandes intereses. Curiosamente, y como
algunos de lo social-histórico nueva investigación ha demostrado, este tipo de política o
dimensión está presente incluso en algunos de los esfuerzos de remodelación urbana que se
llevaron a cabo en Europa durante el siglo XIX.11 Una vez más, de tratamiento de Berman de
París de Baudelaire o de San Petersburgo, Pushkin pasa por alto esta posibilidad. A pesar de sus
reclamaciones a la dialéctica y el dinamismo, ya pesar de todas sus declaraciones a favor de la
libertad, la justicia, y las luchas en las calles, Berman no ver la rica complejidad y múltiples
relaciones nivelado que sujetan entre sí, en los conflictos, la burocrática y propietarios fuerzas
que promueven estas políticas y las transformaciones socioeconómicas y los diversos grupos
sociales de la resistencia a ellos. En este sentido, se simplifica, reduce, y subestima la
profundidad y extensión de estas resistencias.
Esto nos lleva a la ironía de asalto Berman sobre Foucault. Como parte de su ataque al costado
de los teóricos posmodernos y los teóricos de la posmodernidad, Berman hace las siguientes
observaciones sobre la obra de Michel Foucault:
Casi el único escritor de la última década que ha tenido nada importante que decir acerca de la
modernidad es Michel Foucault. Y lo que tiene que decir es una serie interminable e
insoportable de las variaciones en los temas de Weber de la jaula de hierro y las nulidades
humanos cuyas almas están en forma para adaptarse a las barras. Foucault está obsesionado con
las prisiones, hospitales, asilos, con lo que Erving Goffman ha llamado "instituciones totales". A
diferencia de Goffman, sin embargo, Foucault niega la posibilidad de cualquier tipo de libertad,
ya sea fuera de estas instituciones o en sus intersticios. totalidades de Foucault tragarse todas las
facetas de la vida moderna. Él desarrolla estos temas, con implacable y obsesiva, en verdad,
florece con sádica, apriete hacia abajo en sus ideas a sus lectores como barras de hierro, girando
cada dialéctica en nuestra carne como una nueva vuelta de tuerca. (...)
... No hay libertad en el mundo de Foucault. porque su lenguaje forma un tejido sin costuras,
una jaula hermética mucho más que cualquier otra cosa Weber soñado, en la que no puede
romper la vida. El misterio es por qué tantos de los intelectuales de hoy en día parecen querer
ahogar allí con él. La respuesta, sospecho, es que Foucault ofrece una generación de refugiados
de la década de 1960 una coartada histórica mundial por el sentido de la pasividad y la
impotencia que se apoderó de muchos de nosotros en la década de 1970. No tiene sentido tratar
de resistir a la opresión y las injusticias de la vida moderna, ya que incluso nuestros sueños de
libertad sólo añadir más enlaces a nuestras cadenas, sin embargo, una vez que comprendemos la
inutilidad total de todo, por lo menos podemos relajarnos. (.34-35)
Si Foucault, en efecto, niega "la posibilidad de cualquier tipo de libertad, ya sea fuera de estas
instituciones o en sus intersticios," entonces, ¿cómo cuenta Berman para los análisis de Foucault
de las ilegalidades populares que constantemente subvertir este panopticismo en el caso de la
prisión?12 Si tiene razón, entonces ¿cómo explicar Foucault resistencia es la inevitabilidad de la
resistencia dentro de cualquier forma de poder? relación Berman13 En mi opinión, la diferencia
principal es entre: (a) de defensa de Berman de la ahistórico sujeto social y el resumen de
[ ideología burguesa jurídica], a saber, la visión esencialista del individuo libre, nacido como tal
con derechos inalienables, en relación al poder como un objeto externo, en cuya distribución
cada individuo tiene o debería tener el derecho de participación, etc, y (b) el énfasis de Foucault
sobre la historicidad discontinua de este proceso de subjetivación y de la y socioeconómicos
prácticas discursivas implicadas en la construcción de esos objetos, sus derechos, las relaciones
de poder en el que / todos estamos atrapados, las instituciones que reproducen y regulan estas
alimentación las relaciones, y el corolario y múltiples resistencias que se producen en todas y
cada una de estas instituciones y los momentos de la dominación.
Capitulo V
La vida cotidiana en las calles, pensada por Jane Jacobs, se opone totalmente al
mundo de la autopista, ya que está llena de vitalidad, diversidad y plenitud, con la que
no cuenta la visión de vida moderna engendrada por Moses, cuya única finalidad era
acabar con la calle, y que logro que durante muchos años fueran abandonadas y
empezaran a simbolizar algo sucio, desordenado y obsoleto. Jacobs se esfuerza por
mantener vivo el ambiente de la calle, diciendo que esta nos nutre de experiencias y
valores y que es allí donde se pueden encontrar todas las fuerzas modernas.
"La ciudad es un paisaje que vale la pena disfrutar, la suciedad tiene hondura y
belleza. Me gusta el olor del hollín y el tizne. La mugre de la cuidad, la perversidad de
la publicidad, la enfermedad t del éxito, la cultura popular". Este modernismo dio una
riqueza y una vibración especial a la vida pública, que en el transcurso de la década
de los 60, se hacía cada vez más abrasiva y peligrosa.
En esta última fase, se cuestiona toda la filosofía de la modernidad de los años 30, ya
que solo :¡ manteniendo vivos los lazos que nos atan al pasado, nosotros los nuevos
hombres y mujeres de la modernidad podemos ser libres. Entonces si nos centramos
en la idea primaria de Marshall Berman, podemos cuestionarnos si es necesario que
todo lo sólido, todo lo que tenemos como bases de nuestro pasado y presente debe
ser destruido y debe desvanecerse en el aire, ya que una vez nos desprendamos de
los lazos que nos atan ai pasado, nuestra vida perdería sentido y profundidad y
seriamos consumidos inevitablemente por la vorágine de la vida moderna