Porno para todos! Un escenario manoseado?

Franco De Pian

Hace una semana un profesor me dijo “el ser humano recuerda lo primero que lee y lo
último que escucha”. Me sentí la excepción de la regla en muchos ámbitos de mi vida,
como en despedidas, entrevistas, etc. Pero ayer comprobé la gran certeza de la
frase mientras lo escuchaba al genial Alejandro Dolina en su
programa La Venganza Será Terrible. Durante el comienzo del
programa el célebre locutor comentó su idea de presentar un
proyecto de Ley, un poco atípica, la cual refería a crear el espacio
“Porno Para Todos”. Lo que intentaré aquí es recrear dicho espacio de manera
picaresca, por ende les pido pactar conmigo hasta las últimas consecuencias y no se
enojen, ríanse que hace bien.

De más esta decir que esto sería un nuevo bastión a tener en cuenta para el Estado
argentino. ¿Por qué el señor acaudalado y con decodificador puede disfrutar de los
atributos de una señorita/ito, mientras que la gente que vive en los lugares más alejados
del país debe perderse esto? ¿Desde cuándo tiene precio la exhibición? ¿Por qué el
chueco Suar no dice “AGUANTE LA FRICCIÓN”? Nuevamente vemos el interés
económico por sobre el goce televisivo. Todas estas preguntas apuntan a
concientizarnos acerca de la importancia que tiene ver erotismo politizado y masificado.

Pensemos en el factor de empleo que podría generar esto, favoreciendo la producción

nacional, un nuevo semillero (piensen en la metáfora buena) de actores y actrices,
guionistas y directores del porno made in Argentina. La unión generacional entre hijos
adolescentes curiosos y sus padres aburridos del sexo marital, todos con pochoclo
viendo una peli condicionada y brindando una educación sexual con vasto material
didáctico que oriente a la juventud.

Esto es útil para todos. A los gobernantes les sirve para aumentar su popularidad y dar a
conocer actos de gobierno o reformas prontas a realizar. Cabe destacar que debe
procederse de otra manera distinta que la del fútbol, ya que poner un aviso del ANSES
en una escena final puede entorpecer el cometido; para esto sería mejor hacer las
escenas en las obras a construir, en alguna oficina pública, etc. A la oposición puede
servirle para distenderse, limar asperezas, incluso intercambiar anécdotas, para luego
salir a las cámaras y decir que todo esto les parece una barbaridad… ¿pero quién les
quita lo bailado?

No quisiera terminar este llamado a la reflexión de la comunidad sin dirigirme a “esos”.

Esos que queman sesos, esos que suman pesos, que cotizan los besos, que se pudren
como malos quesos. Los que quieren retornar a la creación de precios hasta para la mas
mínima cosa, los que levantarían la bandera de algún narco de la imagen solo para decir
“aca estamos y no nos gusta”. A todos ellos… los perdonaría, e incluso les daría un
programa en este nuevo ciclo, un programa llamado “Que la sigan chupando”.