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En física y químic a se observa que, para cualquier sustancia o elemento material, modificando sus

condiciones de temperatura o presión, pueden obtenerse distintos estados o fases, denominados estados
de agregación de la materia, en relación con las fuerzas de unión de las partículas (moléculas, átomos
o iones) que la constituyen.
La materia se nos presenta en diversos estados de agregación, todos con propiedades y características
diferentes, y aunque los más conocidos y observables cotidianamente son cuatro, las llamadas fases
sólida, líquida, gaseosa y plasmática, también existen otros estados observables bajo condiciones
extremas de presión y temperatura.

Sólido

Un cuerpo sólido,es uno de los cuatro estados de agregación de la materia, se caracteriza porque opone
resistencia a cambios de forma y de volumen. Existen varias disciplinas que estudian los sólidos:
La física del estado sólido estudia cómo emergen las propiedades físicas de los sólidos a partir de su
estructura de la materia condensada.
• La mecánica de sólidos deformables estudia propiedades macroscópicas desde la perspectiva de
la mecánica de medios continuos (tensión, deformación, magnitudes termodinámicas, &c.) e
ignora la estructura atómica interna porque para cierto tipo de problemas esta no es relevante.
• La ciencia de los materiales se ocupa principalmente de propiedades de los sólidos como
estructura y transformaciones de fase.
• La química del estado sólido se especializa en la síntesis de nuevos materiales.
Manteniendo constante la presión a baja temperatura los cuerpos se presentan en forma sólida y
encontrándose entrelazados formando generalmente estructuras cristalinas. Esto confiere al cuerpo la
capacidad de soportar fuerzas sin deformación aparente. Son, por tanto, agregados generalmente
rígidos, incompresibles (que no pueden ser comprimidos), duros y resistentes. Poseen volumen
constante y no se difunden, ya que no pueden desplazarse.
Los sólidos presentan propiedades específicas:
• Elasticidad: Un sólido recupera su forma original cuando es deformado. Un resorte es un objeto
en que podemos observar esta propiedad.
• Fragilidad: Un sólido puede romperse en muchos pedazos (quebradizo).
• Dureza: hay solidos que no pueden ser rayado por otro más blando. El diamante es un sólido
con dureza elevada.
• Forma definida: Tienen forma definida, son relativamente rígidos y no fluyen como lo hacen los
gases y los líquidos, excepto a bajas presiones extremas.
• Volumen definido: Debido a que tienen una forma definida, su volumen también es constante.
• Alta densidad: Los sólidos tienen densidades relativamente altas debido a la cercanía de sus
moléculas por eso se dice que son más “pesados”
• Flotación: Algunos sólidos cumplen con esta propiedad, solo si su densidad es menor a la del
liquido en el cual se coloca.
• Inercia: es la dificultad o resistencia que opone un sistema físico o un sistema social a posibles
cambios, en el caso de los sólidos pone resistencia a cambiar su estado de reposo.
• Tenacidad: En ciencia de los Materiales la tenacidad es la resistencia que opone un material a
que se propaguen fisuras o grietas.
• Maleabilidad: Es la propiedad de la materia, que presentan los cuerpos a ser labrados por
deformación. La maleabilidad permite la obtención de delgadas láminas de material sin que éste
se rompa, teniendo en común que no existe ningún método para cuantificarlas.
• Ductilidad: La ductilidad se refiere a la propiedad de los sólidos de poder obtener hilos de ellos.

El sólido más ligero conocido es un material artificial, el aerogel, que tiene una densidad de
1,9 mg/cm³, mientras que el más denso es un metal, el osmio (Os), que tiene una densidad de
22,6 g/cm³. Las moléculas de un sólido tienen una gran cohesión y adoptan formas bien definidas.
El líquido es uno de los cuatro estados de agregación de la materia. Un líquido es un fluido cuyo
volumen es constante en condiciones de temperatura y presión constantes y su forma es esférica si
sobre él no actúa ninguna fuerza externa. Por ejemplo, una gota de agua en caída libre toma la forma
esférica.[1] Debido a la fuerza de la gravedad su forma queda definida por su contenedor. Un líquido
ejerce presión en el contenedor con igual magnitud hacia todos los lados. Si un líquido se encuentra en
reposo, la presión que ejerce está dada por:

Donde ρ es la densidad del líquido, g es la gravedad (9.8) y z es la distancia del punto debajo de la
superficie.
Los líquidos presentan tensión superficial y capilaridad, generalmente se expanden cuando se
incrementa su temperatura y se comprimen cuando se enfrían. Los objetos inmersos en algún líquido
son sujetos a un fenómeno conocido como flotabilidad.
Las moléculas en el estado líquido ocupan posiciones al azar que varían con el tiempo. Las distancias
intermoleculares son constantes dentro de un estrecho margen.
Cuando un líquido sobrepasa su punto de ebullición cambia su estado a gaseoso, y cuando alcanza su
punto de congelación cambia a sólido.
Por medio de la destilación fraccionada, los líquidos pueden separarse de entre sí al evaporarse cada
uno al alcanzar sus respectivos puntos de ebullición. La cohesión entre las moléculas de un líquido no
es lo suficientemente fuerte por lo que las moléculas superficiales se pueden evaporar.
Líquidos, sustancias en un estado de la materia intermedio entre los estados sólido y gaseoso. Las
moléculas de los líquidos no están tan próximas como las de los sólidos, pero están menos separadas
que las de los gases. En algunos líquidos, las moléculas tienen una orientación preferente, lo que hace
que el líquido presente propiedades anisótropas (propiedades, como el índice de refracción, que varían
según la dirección dentro del material). En condiciones apropiadas de temperatura y presión, la mayoría
de las sustancias pueden existir en estado líquido. A presión atmosférica, sin embargo, algunos sólidos
se subliman al calentarse; es decir, pasan directamente del estado sólido al estado gaseoso (véase
evapòración). La densidad de los líquidos suele ser algo menor que la densidad de la misma sustancia
en estado sólido. Algunas sustancias, como el agua, son más densas en estado líquido.

Hidrógeno 8.4
Aire 17.4
Xenón 21.2
Agua (20ºC) 1002
En la animación, el fluido de abajo es más viscoso que el de arriba.
La viscosidad es la oposición de un fluido a las deformaciones tangenciales. Un fluido que no tiene
viscosidad se llama fluido ideal. En realidad todos los fluidos conocidos presentan algo de viscosidad,
siendo el modelo de viscosidad nula una aproximación bastante buena para ciertas aplicaciones.

Gas
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Para otros usos de este término, véase Gas


Se denomina gas al estado de agregación de la materia que no tiene forma ni volumen propio. Su
principal composición son moléculas no unidas, expandidas y con poca fuerza de atracción, haciendo
que no tengan volumen y forma definida, provocando que este se expanda para ocupar todo el volumen
del recipiente que la contiene, con respecto a los gases, las fuerzas gravitatorias y de atracción entre
partículas, resultan insignificantes.
Existen diversas leyes que relacionan la presión, el volumen y la temperatura de un gas. ademas los
gases tienen una composicion de moleculas muy separadas y tiene diferentes procesos como
condensacion,liquido,solido y otra vez gaseoso

[editar] Ley de Avogadro

Es aquella en el que las constantes son presión y temperatura, siendo el Volumen directamente
proporcional al Número de moles (n).
Matemáticamente, la fórmula es:

Ley de Charles
A una presión dada, el volumen ocupado por un gas es directamente proporcional a su temperatura.
Matemáticamente la expresión:
o

Ley de Gay-Lussac
Artículo principal:
La presión del gas, que se mantiene a volumen constante, es directamente proporcional a la
temperatura:

Es por esto que para poder envasar gas, como gas licuado, primero se ha de enfriar el volumen de gas
deseado, hasta una temperatura característica de cada gas, a fin de poder someterlo a la presión
requerida para licuarlo sin que se sobrecaliente, y, eventualmente, explote.

[editar] Ley de los gases ideales


Ley de los gases ideales
Las tres leyes mencionadas pueden combinarse matemáticamente en la llamada ley general de los
gases. Su expresión matemática es:

siendo P la presión, V el volumen, n el número de moles, R la constante universal de los gases ideales y
T la temperatura en Kelvin.
El valor de R depende de las unidades que se estén utilizando:
• R = 0,082 atm·l·K−1·mol−1 si se trabaja con atmósferas y litros
• R = 8,31451 J·K−1·mol−1 si se trabaja en Sistema Internacional de Unidades
• R = 1,987 cal·K−1·mol−1
• R = 8,31451 10−10 erg ·K−1·mol−1
De esta ley se deduce que un mol de gas ideal ocupa siempre un volumen igual a 22,4 litros a 0 °C y 1
atmósfera. También se le llama la ecuación de estado de los gases; ya que solo depende del estado
actual en que se encuentre el gas.

Gases finales
Si se quiere afinar más o si se quiere medir el comportamiento de algún gas que escapa al
comportamiento ideal, habrá que recurrir a las ecuaciones de los gases reales que son variadas y más
complicadas cuanto más precisas.
Los gases reales no se expanden infinitamente, sino que llegaría un momento en el que no ocuparían
más volumen. Esto se debe a que entre sus átomos/moléculas se establecen unas fuerzas bastante
pequeñas, debido a los cambios aleatorios de sus cargas electrostáticas, a las que se llama fuerzas de
Van der Waals.
El comportamiento de un gas suele concordar más con el comportamiento ideal cuanto más sencilla sea
su fórmula química y cuanto menor sea su reactividad, tendencia a formar enlaces. Así, por ejemplo,
los gases nobles al ser monoatómicos y tener muy baja reactividad, sobre todo el helio, tendrán un
comportamiento bastante cercano al ideal. Les seguirán los gases diatómicos, en particular el más
liviano hidrógeno. Menos ideales serán los triatómicos, como el dióxido de carbono; el caso del vapor
de agua aún es peor, ya que la molécula al ser polar tiende a establecer puentes de hidrógeno, lo que
aún reduce más la idealidad. Dentro de los gases orgánicos, el que tendrá un comportamiento más ideal
será el metano perdiendo idealidad a medida que se engrosa la cadena de carbono. Así, el butano es de
esperar que tenga un comportamiento ya bastante alejado de la idealidad. Esto es porque cuanto más
grande es la partícula fundamental constituyente del gas, mayor es la probabilidad de colisión e
interacción entre ellas, factor que hace disminuir la idealidad. Algunos de estos gases se pueden
aproximar bastante bien mediante las ecuaciones ideales, mientras que en otros casos hará falta recurrir
a ecuaciones reales muchas veces deducidas empíricamente a partir del ajuste de parámetros.
También se pierde la idealidad en condiciones extremas, altas presiones o bajas temperaturas. Por otra
parte, la concordancia con la idealidad puede aumentar si trabajamos a bajas presiones o altas
temperaturas. También por su estabilidad química.

Comportamiento de los gases


Para el comportamiento térmico de partículas de la materia existen cuatro cantidades medibles que son
de gran interés: presión, volumen, temperatura y masa de la muestra del material.
Cualquier gas se considera como un fluido, porque tiene las propiedades que le permiten comportarse
como tal.
Sus moléculas, en continuo movimiento, logran colisionar las paredes que los contiene y casi todo el
tiempo ejercen una presión permanente. Como el gas se expande, la energía intermolecular (entre
molécula y molécula) hace que un gas, al ir añadiéndole energía calorífica, tienda a aumentar su
volumen.
Un gas tiende a ser activo químicamente debido a que su superficie molecular es también grande, es
decir, entre cada partícula se realiza mayor contacto, haciendo más fácil una o varias reacciones entre
las sustancias.
Para entender mejor el comportamiento de un gas, siempre se realizan estudios con respecto al gas
ideal, aunque este en realidad nunca existe y las propiedades de este son:
• Un gas está constituido por moléculas de igual tamaño y masa, pero una mezcla de gases
diferentes, no.
• Se le supone con un número pequeño de moléculas; así su densidad es baja y su atracción
molecular es nula.
• El volumen que ocupa el gas es mínimo, en comparación con el volumen total del recipiente.
• Las moléculas de un gas contenidas en un recipiente, se encuentran en constante movimiento,
por lo que chocan, ya entre sí o contra las paredes del recipiente que las contiene.
Para explicar el comportamiento de los gases, las nuevas teorías utilizan tanto la estadística como la
teoría cuántica, además de experimentar con gases de diferentes propiedades o propiedades límite,
como el UF6, que es el gas más pesado conocido.
Un gas no tiene forma ni volumen fijo; se caracteriza por la casi nula cohesión y la gran energía
cinética de sus moléculas, las cuales se mueven

Diagrama de fase
Un típico diagrama de fase. La línea de puntos muestra el comportamiento anómalo del agua. La línea
verde marca el punto de congelación y la línea azul, el punto de ebullición. Se muestra cómo varían con
la presión.
En termodinámica y ciencia de materiales se denomina diagrama de fase a la representación gráfica de
las fronteras entre diferentes estados de la materia de un sistema, en función de variables elegidas para
facilitar el estudio del mismo. Cuando en una de estas representaciones todas las fases corresponden a
estados de agregación diferentes se suele denominar diagrama de cambio de estado.
En ciencia de materiales se utilizan ampliamente los diagramas de fase binarios, mientras que en
termodinámica se emplean sobre todo los diagramas de fase de una sustancia pura.

Diagrama de fase de una sustancia pura


Los diagramas de fase más sencillos son los de presión - temperatura de una sustancia pura, como
puede ser el del agua. En el eje de ordenadas se coloca la presión y en el de abscisas la temperatura.
Generalmente, para una presión y temperatura dadas, el cuerpo presenta una única fase excepto en las
siguientes zonas:
• Punto triple: En este punto del diagrama coexisten los estados sólido, líquido y gaseoso. Estos
puntos tienen cierto interés, ya que representan un invariante y por lo tanto se pueden utilizar
para calibrar termómetros.
• Los pares (presión, temperatura) que corresponden a una transición de fase entre:
• Dos fases sólidas: Cambio alotrópico;
• Entre una fase sólida y una fase líquida: fusión - solidificación;
• Entre una fase sólida y una fase vapor (gas): sublimación - deposición (o sublimación
inversa);
• Entre una fase líquida y una fase vapor: vaporización - condensación (o licuefacción).
Es importante señalar que la curva que separa las fases vapor-líquido se detiene en un punto llamado
punto crítico. Más allá de este punto, la materia se presenta como un fluido supercrítico que tiene
propiedades tanto de los líquidos como de los gases. Modificando la presíón y temperatura en valores
alrededor del punto crítico se producen reacciones que pueden tener interés industrial, como por
ejemplo las utilizadas para obtener café descafeinado.
Es preciso anotar que, en el diagrama PV del agua, la línea que separa los estados líquido y sólido tiene
pendiente negativa, lo cual es algo bastante inusual. Esto quiere decir que aumentando la presíon el
hielo se funde, y también que la fase sólida tiene menor densidad que la fase líquida.

Diagrama de fase binario


Cuando aparecen varias sustancias, la representación de los cambios de fase puede ser más compleja.
Un caso particular, el más sencillo, corresponde a los diagramas de fase binarios. Ahora las variables a
tener en cuenta son la temperatura y la concentración, normalmente en masa. En un diagrama binario
pueden aparecer las siguientes regiones:
• Sólido puro o disolución sólida
• Mezcla de disoluciones sólidas (eutéctica, eutectoide, peritéctica, peritectoide)
• Mezcla sólido - líquido
• Únicamente líquido, ya sea mezcla de líquidos inmiscibles (emulsión), ya sea un líquido
completamente homogéneo.
• Mezcla líquido - gas
• Gas (lo consideraremos siempre homogéneo, trabajando con pocas variaciones da altitud).
Hay punto y líneas en estos diagramas importantes para su caracterización:
• Línea de líquidus, por encima de la cual solo existen fases líquidas.
• Línea de sólidus, por debajo de la cual solo existen fases sólidas.
• Línea eutéctica y eutectoide. Son líneas horizontales (isotermas) en las que tienen lugar
transformaciones eutécticas y eutectoides, respectivamente.
• Línea de solvus, que indica las temperaturas para las cuales una disolución sólida (α) de A y B
deja de ser soluble para transformarse en (α)+ sustancia pura (A ó B).
• Concentraciones definidas, en las que tienen lugar transformaciones a temperatura constante:
• Eutéctica
• Eutectoide
• Peritéctica
• Perictectoide
• Monotéctica
• Monotectoide
• Sintéctica
• Catatéctica

Presión atmosférica
La presión atmosférica es la presión ejercida por el aire atmosférico en cualquier punto de la
atmósfera. Normalmente se refiere a la presión atmosférica terrestre, pero el término es generalizable a
la atmósfera de cualquier planeta o satélite.
La presión atmosférica en un punto representa el peso de una columna de aire de área de sección recta
unitaria que se extiende desde ese punto hasta el límite superior de la atmósfera. Como la densidad del
aire disminuye cuando nos elevamos, no podemos calcular ese peso a menos que seamos capaces de
expresar la densidad del aire ρ en función de la altitud z o de la presión p. Por ello, no resulta fácil
hacer un cálculo exacto de la presión atmosférica sobre la superficie terrestre; por el contrario, es muy
fácil medirla.
La presión atmosférica en un lugar determinado experimenta variaciones asociadas con los cambios
meteorológicos. Por otra parte, en un lugar determinado, la presión atmosférica disminuye con la
altitud, a causa de que el peso total de la atmósfera por encima de un punto disminuye cuando nos
elevamos. La presión atmosférica decrece a razón de 1 mmHg o Torr por cada 10 m de elevación en los
niveles próximos al del mar. En la práctica se utilizan unos instrumentos, llamados altímetros, que son
simples barómetros aneroides calibrados en alturas; estos instrumentos no son muy precisos.
La presión atmósférica estándar, 1 atmósfera, fue definida como la presión atmosférica media al nivel
del mar que se adoptó como exactamente 101 325 Pa o 760 Torr. Sin embargo, a partir de 1982, la
IUPAC recomendó que para propósitos de especificar las propiedades físicas de las sustancias "el
estándar de presión" debía definirse como exactamente 100 kPa o (≈750,062 Torr). Aparte de ser un
número redondo, este cambio tiene una ventaja práctica porque 100 kPa equivalen a una altitud
aproximada de 112 metros, que está cercana al promedio de 194 m de la población mundial
Historia
El experimento Torricelli con un tubo y mercurio.
En la antigüedad estaban lejos de sospechar el peso del aire. Lo consideraban como un cuerpo que por
su naturaleza tendía a elevarse; explicándose la ascensión de los líquidos en las bombas por el fuga
vacui, "horror al vacío", que tiene la naturaleza.
Cuando los jardineros de Florencia quisieron elevar el agua con una bomba de hélice, apreciaron que
no podían superar la altura de 10,33 m (cerca de 34 pies). Consultado Galileo, determinó éste que el
horror de la naturaleza al vacío se limitaba con una fuerza equivalente al peso de 10,33 m de agua (lo
que viene a ser 1 atm de presión), y denominó a dicha altura altezza limitatíssima.
En 1643, Torricelli tomó un tubo de vidrio de un metro de longitud y lo llenó de "plata viva"
(mercurio). Manteniendo el tubo cerrado con un tapón (material de corcho), lo invirtió e introdujo en
una vasija con mercurio. Al retirar el dedo comprobó que el metal descendía hasta formar una columna
cuya altura era 13,6 veces menor que la que se obtenía al realizar el experimento con agua. Como sabía
que el mercurio era 13,6 veces más pesado que el agua, dedujo que ambas columnas de líquido estaban
soportadas por igual contrapeso, sospechando que sólo el aire era capaz de realizar dicha fuerza.
Luego de la temprana muerte de Torricelli, llegaron sus experimentos a oídos de Pascal, a través del
Padre Mersenne que los dio a conocer por medio de un tratado, actualmente depositado en París.
cita requerida]
[ Aunque aceptando inicialmente la teoría del horror al vacío, no tardó Pascal en cambiar de
idea al observar los resultados de los experimentos que realizó. Empleando un tubo encorvado y
usándolo de forma que la atmósfera no tuviera ninguna influencia sobre el líquido, observó que las
columnas llegaban al mismo nivel. Sin embargo, cuando permitía la acción de la atmósfera, el nivel
variaba.
Estos resultados le indujeron a abordar el experimento definitivo, consistente en transportar el
barómetro a distintas altitudes y comprobar si era realmente el peso del aire el que determinaba la
ascensión del líquido en el tubo. Al escribir a Perier, uno de sus parientes, el 15 de noviembre de 1647
acerca del experimento proyectado, decía:
Si sucede que la altura de la plata viva es menor en lo alto de la montaña, que abajo, se deducirá
necesariamente que la gravedad y presión del aire es la única causa de esta suspensión de la plata viva,
y no el horror al vacío, porque es verdad que hay mucho más aire que pese al pie de la montaña que en
su vértice.
El 19 de septiembre de 1648, Pelier cumplió el deseo de su cuñado, y realizó el experimento
ascendiendo a la cima del Puy-de-Dôme. Comparando la medida realizada en la cima, situada a una
altura de 500 toesas (cerca de 1000 m), con la de base, tomada por el padre Chastin, hallaron una
diferencia de tres líneas y media entre ambas. La idea del horror vacui quedó definitivamente
abandonaba: el aire pesaba.
Sin dudar del mérito de la realización del experimento, fue sin embargo Descartes quien, en carta
escrita en 1631, 12 años antes del experimento de Torricelli, afirmaba ya que
El aire es pesado, se le puede comparar a un vasto mantón de lana que envuelve la Tierra hasta más allá
de las nubes; el peso de esta lana comprime la superficie del mercurio en la cuba, impidiendo que
descienda la columna mercurial.
No obstante, el concepto de presión atmosférica no empezó a extenderse hasta la demostración, en
1654, del burgomaestre e inventor Otto von Guericke quien, con su hemisferio de Magdeburgo, cautivó
al público y a personajes ilustres de la época.
Ecuación altimétrica
La ecuación altimétrica establece una relación entre la altitud de un lugar (altura sobre el nivel del mar)
con la presión atmósférica en ese lugar.
Para deducir una expresión elemental de la ecuación altimétrica, será suficiente con suponer que el aire
se comporta como un gas ideal o perfecto y que su densidad viene dada en función de la presión y de
la temperatura por

donde es el peso molecular medio del aire (≈ 28,9 g/mol). Entonces, sustituyendo la
densidad en la expresión

se sigue

En una primera aproximación, podemos considerar constante la temperatura en el


intervalo de integración (atmósfera isoterma) y que se desprecia la variación de g en
dicho intervalo. En esta condiciones, podemos integrar entre el nivel z=0 (v.g., el nivel
del mar) y una altura z sobre dicho nivel, resultando

donde hemos tenido en cuenta que ρ0/p0 = M/RT.


Así, la presión atmosférica disminuye con la altitud según una ley exponencial:

(1)
Tomando los valores normales:
= 1,292 kg/m3,
= 9,80665 m/s2 y
= 760 mmHg = 101 325 Pa,

la constante α toma el valor


≈ 8 000 m

Naturalmente, la expresión [1] nos permite despejar la altitud z en función de la presión; obtenemos
(en metros) (2)
que es la ecuación altimétrica.

Estabilidad e inestabilidad atmosférica


Cuando el aire está frío, desciende, haciendo aumentar la presión y provocando estabilidad. Se forma,
entonces, un anticiclón térmico. Cuando el aire está caliente, asciende, haciendo bajar la presión y
provocando inestabilidad. Se forma entonces un ciclón o borrasca térmica.
Además, el aire frío y el cálido rehúsan a mezclarse, debido a la diferencia de densidades; y cuando se
encuentran en superficie, el aire frío empuja hacia arriba al aire caliente provocando un descenso de la
presión e inestabilidad, por causas dinámicas. Se forma entonces un ciclón, o borrasca dinámica. Esta
zona de contacto es la que se conoce como frente. Cuando el aire frío y el cálido se encuentran en
altura, descienden en convergencia dinámica, haciendo aumentar la presión y provocando estabilidad, y
el consiguiente aumento de la temperatura. Se forma, entonces un anticiclón dinámico.

Temperatura

La temperatura de un gas ideal monoatómico es una medida relacionada con la energía cinética
promedio de sus moléculas al moverse. En esta animación, la relación del tamaño de los átomos de
helio respecto a su separación se conseguiría bajo una presión de 1950 atmósferas. Estos átomos a
temperatura ambiente tienen una cierta velocidad media (aquí reducida dos billones de veces).
La temperatura es una magnitud referida a las nociones comunes de caliente o frío. Por lo general, un
objeto más "caliente" tendrá una temperatura mayor, y si fuere frío tendrá una temperatura menor.
Físicamente es una magnitud escalar relacionada con la energía interna de un sistema termodinámico,
definida por el principio cero de la termodinámica. Más específicamente, está relacionada directamente
con la parte de la energía interna conocida como "energía sensible", que es la energía asociada a los
movimientos de las partículas del sistema, sea en un sentido traslacional, rotacional, o en forma de
vibraciones. A medida que es mayor la energía sensible de un sistema, se observa que está más
"caliente"; es decir, que su temperatura es mayor.
En el caso de un sólido, los movimientos en cuestión resultan ser las vibraciones de las partículas en
sus sitios dentro del sólido. En el caso de un gas ideal monoatómico se trata de los movimientos
traslacionales de sus partículas (para los gases multiatómicos los movimientos rotacional y vibracional
deben tomarse en cuenta también).
Dicho lo anterior, se puede definir la temperatura como la cuantificación de la actividad molecular de la
materia.

El desarrollo de técnicas para la medición de la temperatura ha pasado por un largo proceso histórico,
ya que es necesario darle un valor numérico a una idea intuitiva como es lo frío o lo caliente.
Multitud de propiedades fisicoquímicas de los materiales o las sustancias varían en función de la
temperatura a la que se encuentren, como por ejemplo su estado (sólido, líquido, gaseoso, plasma), su
volumen, la solubilidad, la presión de vapor, su color o la conductividad eléctrica. Así mismo es uno de
los factores que influyen en la velocidad a la que tienen lugar las reacciones químicas.
La temperatura se mide con termómetros, los cuales pueden ser calibrados de acuerdo a una multitud
de escalas que dan lugar a unidades de medición de la temperatura. En el Sistema Internacional de
Unidades, la unidad de temperatura es el kelvin (K), y la escala correspondiente es la escala Kelvin o
escala absoluta, que asocia el valor "cero kelvin" (0 K) al "cero absoluto", y se gradúa con un tamaño
de grado igual al del grado Celsius. Sin embargo, fuera del ámbito científico el uso de otras escalas de
temperatura es común. La escala más extendida es la escala Celsius (antes llamada centígrada); y, en
mucha menor medida, y prácticamente sólo en los Estados Unidos, la escala Fahrenheit. También se
usa a veces la escala Rankine (°R) que establece su punto de referencia en el mismo punto de la escala
Kelvin, el cero absoluto, pero con un tamaño de grado igual al de la Fahrenheit, y es usada únicamente
en Estados Unidos, y sólo en algunos campos de la ingeniería.
Ley cero de la termodinámica
Un termómetro debe alcanzar el equilibrio térmico antes de que su medición sea correcta.
Antes de dar una definición formal de temperatura, es necesario entender el concepto de equilibrio
térmico. Si dos partes de un sistema entran en contacto térmico es probable que ocurran cambios en las
propiedades de ambas. Estos cambios se deben a la transferencia de calor entre las partes. Para que un
sistema esté en equilibrio térmico debe llegar al punto en que ya no hay intercambio neto de calor entre
sus partes, además ninguna de las propiedades que dependen de la temperatura debe variar.
Una definición de temperatura se puede obtener de la Ley cero de la termodinámica, que establece que
si dos sistemas A y B están en equilibrio térmico, con un tercer sistema C, entonces los sistemas A y B
estarán en equilibrio térmico entre sí. Este es un hecho empírico más que un resultado teórico. Ya que
tanto los sistemas A, B, y C están todos en equilibrio térmico, es razonable decir que comparten un
valor común de alguna propiedad física. Llamamos a esta propiedad temperatura.
Sin embargo, para que esta definición sea útil es necesario desarrollar un instrumento capaz de dar un
significado cuantitativo a la noción cualitativa de ésa propiedad que presuponemos comparten los
sistemas A y B. A lo largo de la historia se han hecho numerosos intentos, sin embargo en la actualidad
predominan el sistema inventado por Anders Celsius en 1742 y el inventado por William Thomson
(mejor conocido como lord Kelvin) en 1848.

Segunda ley de la termodinámica


También es posible definir la temperatura en términos de la segunda ley de la termodinámica, la cual
dice que la entropía de todos los sistemas, o bien permanece igual o bien aumenta con el tiempo, esto
se aplica al Universo entero como sistema termodinámico. La entropía es una medida del desorden que
hay en un sistema. Este concepto puede ser entendido en términos estadísticos, considere una serie de
tiros de monedas. Un sistema perfectamente ordenado para la serie, sería aquel en que solo cae cara o
solo cae cruz. Sin embargo, existen múltiples combinaciones por las cuales el resultado es un desorden
en el sistema, es decir que haya una fracción de caras y otra de cruces. Un sistema desordenado podría
ser aquel en el que hay 90% de caras y 10% de cruces, o 60% de caras y 40% de cruces. Sin embargo
es claro que a medida que se hacen más tiros, el número de combinaciones posibles por las cuales el
sistema se desordena es mayor; en otras palabras el sistema evoluciona naturalmente hacia un estado de
desorden máximo es decir 50% caras 50% cruces de tal manera que cualquier variación fuera de ese
estado es altamente improbable.
Para dar la definición de temperatura con base en la segunda ley, habrá que introducir el concepto de
máquina térmica la cual es cualquier dispositivo capaz de transformar calor en trabajo mecánico. En
particular interesa conocer el planteamiento teórico de la máquina de Carnot, que es una máquina
térmica de construcción teórica, que establece los límites teóricos para la eficiencia de cualquier
máquina térmica real.

Aquí se muestra la máquina térmica descrita por Carnot, el calor entra al sistema a través de una
temperatura inicial (aquí se muestra comoTH) y fluye a través del mismo obligando al sistema a ejercer
un trabajo sobre sus alrededores, y luego pasa al medio frío, el cual tiene una temperatura final (TC).
En una máquina térmica cualquiera, el trabajo que esta realiza corresponde a la diferencia entre el calor
que se le suministra y el calor que sale de ella. Por lo tanto, la eficiencia es el trabajo que realiza la
máquina dividido entre el calor que se le suministra:
(1)
Donde Wci es el trabajo hecho por la máquina en cada ciclo. Se ve que la eficiencia depende sólo de Qi
y de Qf. Ya que Qi y Qf corresponden al calor transferido a las temperaturas Ti y Tf, es razonable asumir
que ambas son funciones de la temperatura:
(2)

Sin embargo, es posible utilizar a conveniencia, una escala de temperatura tal que
(3)

Sustituyendo la ecuación (3) en la (1) relaciona la eficiencia de la máquina con la temperatura:


(4)

Hay que notar que para Tf = 0 K la eficiencia se hace del 100%, temperaturas inferiores producen una
eficiencia aún mayor que 100%. Ya que la primera ley de la termodinámica prohíbe que la eficiencia
sea mayor que el 100%, esto implica que la mínima temperatura que se puede obtener en un sistema
microscópico es de 0 K. Reordenando la ecuación (4) se obtiene:
(5)

Aquí el signo negativo indica la salida de calor del sistema. Esta relación sugiere la existencia de una
función de estado S definida por:
(6)

Donde el subíndice indica un proceso reversible. El cambio de esta función de estado en cualquier ciclo
es cero, tal como es necesario para cualquier función de estado. Esta función corresponde a la entropía
del sistema, que fue descrita anteriormente. Reordenando la ecuación siguiente para obtener una
definición de temperatura en términos de la entropía y el calor:
(7)

Para un sistema en que la entropía sea una función de su energía interna E, su temperatura esta dada
por:
(8)

Esto es, el recíproco de la temperatura del sistema es la razón de cambio de su entropía con respecto a
su energía.

Unidades de temperatura
Se comparan las escalas Celsius y Kelvin mostrando los puntos de referencia anteriores a 1954 y los
posteriores para mostrar cómo ambas convenciones coinciden. De color negro aparecen el punto triple
del agua (0,01 °C, 273,16 K) y el cero absoluto (-273,15 °C, 0 K). De color gris los puntos de
congelamiento (0,00 °C, 273,15 K) y ebullición del agua (100 °C, 373,15 K).
Las escalas de medición de la temperatura se dividen fundamentalmente en dos tipos, las relativas y las
absolutas. Los valores que puede adoptar la temperatura en cualquier escala de medición, no tienen un
nivel máximo, sino un nivel mínimo: el cero absoluto.[1] Mientras que las escalas absolutas se basan en
el cero absoluto, las relativas tienen otras formas de definirse.
Relativas

• Grado Celsius (°C). Para establecer una base de medida de la temperatura Anders Celsius
utilizó (en 1742) los puntos de fusión y ebullición del agua. Se considera que una mezcla de
hielo y agua que se encuentra en equilibrio con aire saturado a 1 atm está en el punto de fusión.
Una mezcla de agua y vapor de agua (sin aire) en equilibrio a 1 atm de presión se considera que
está en el punto de ebullición. Celsius dividió el intervalo de temperatura que existe entre éstos
dos puntos en 100 partes iguales a las que llamó grados centígrados °C. Sin embargo, en 1948
fueron renombrados grados Celsius en su honor; así mismo se comenzó a utilizar la letra
mayúscula para denominarlos.
En 1954 la escala Celsius fue redefinida en la Décima Conferencia de Pesos y Medidas en
términos de un sólo punto fijo y de la temperatura absoluta del cero absoluto. El punto escogido
fue el punto triple del agua que es el estado en el que las tres fases del agua coexisten en
equilibrio, al cual se le asignó un valor de 0,01 °C. La magnitud del nuevo grado Celsius se
define a partir del cero absoluto como la fracción 1/273,16 del intervalo de temperatura entre el
punto triple del agua y el cero absoluto. Como en la nueva escala los puntos de fusión y
ebullición del agua son 0,00 °C y 100,00 °C respectivamente, resulta idéntica a la escala de la
definición anterior, con la ventaja de tener una definición termodinámica.

• Grado Fahrenheit (°F). Toma divisiones entre el punto de congelación de una disolución de
cloruro amónico (a la que le asigna valor cero) y la temperatura normal corporal humana (a la
que le asigna valor 100). Es una unidad típicamente usada en los Estados Unidos; erróneamente,
se asocia también a otros países anglosajones como el Reino Unido o Irlanda, que usan la escala
centígrada.
• Grado Réaumur (°Ré, °Re, °R). Usado para procesos industriales específicos, como el del
almíbar.
• Grado Rømer o Roemer. En desuso.
• Grado Newton (°N). En desuso.
• Grado Leiden. Usado para calibrar indirectamente bajas temperaturas. En desuso.
• Grado Delisle (°D) En desuso.

Absolutas
Las escalas que asignan los valores de la temperatura en dos puntos diferentes se conocen como
escalas a dos puntos. Sin embargo en el estudio de la termodinámica es necesario tener una escala de
medición que no dependa de las propiedades de las sustancias. Las escalas de éste tipo se conocen
como escalas absolutas o escalas de temperatura termodinámicas.
Sistema Internacional de Unidades (SI)
• Kelvin (K) El Kelvin es la unidad de medida del SI. La escala Kelvin absoluta es parte del cero
absoluto y define la magnitud de sus unidades, de tal forma que el punto triple del agua es
exactamente a 273,16 K.[1]
Aclaración: No se le antepone la palabra grado ni el símbolo º.
Sistema Anglosajón de Unidades:
• Grado Rankine (°R o °Ra). Escala con intervalos de grado equivalentes a la escala Fahrenheit.
Con el origen en -459,67 °F (aproximadamente)(desuso)

Conversión de temperaturas
Las siguientes fórmulas asocian con precisión las diferentes escalas de temperatura:
Grado Grado Grado Grado Grado Grado Grado
Kelvin
Celsius Fahrenheit Rankine Réaumur Rømer Newton Delisle
K = (Ro -
K=C+ K = (F + K = Re + K=N + K = 373,15
Kelvin K=K
273,15 459,67)
K = Ra
273,15
7,5) +
273,15 - De
273,15
Grado C=K− C = (Ra - C = (Ro - C = 100 -
C=C C = (F - 32) C = Re C=N
Celsius 273,15 491,67) 7,5) De
F = (Ro -
Grado F=K - F=C + F = Ra − F = Re + F=N + F = 121 -
F=F 7,5) +
Fahrenheit 459,67 32 459,67 32
32
32 De

Ra = (Ro -
Grado Ra = (C + Ra = F + Ra = Re + Ra = N Ra =
Ra = K Ra = Ra 7,5) +
Rankine 273,15) 459,67 491,67 + 491,67 171,67 - De
491,67
Grado Re = (K − Re = (Ra - Re = (Ro - Re = 80 -
Re = C Re = (F - 32) Re = Re Re = N
Réaumur 273,15) 491,67) 7,5) De
Ro =(K - Ro = Ra -
Grado Ro = C Ro = (F - 32) Ro = Re Ro = N Ro = 60 -
273,15) 491,67 Ro = Ro
Rømer +7,5 +7,5 +7,5 +7,5 De
+7,5 +7,5
Grado N = (K - N = (Ra - N = (Ro -
N = 33 - De
N=C N = (F - 32) N = Re N=N
Newton 273,15) 491,67) 7,5)
Grado De = De = (100 De = (671,67 De = (80 - De = (60 - De = (33 -
(373,15 - K) - C)
De = (121 - F)
- Ra) Re) Ro) N) De = De
Delisle

Temperatura en distintos medios


La temperatura en los gases
Para un gas ideal, la teoría cinética de gases utiliza mecánica estadística para relacionar la temperatura
con el promedio de la energía total de los átomos en el sistema. Este promedio de la energía es
independiente de la masa de las partículas, lo cual podría parecer contraintuitivo para muchos. El
promedio de la energía está relacionado exclusivamente con la temperatura del sistema, sin embargo,
cada partícula tiene su propia energía la cual puede o no corresponder con el promedio; la distribución
de la energía, (y por lo tanto de las velocidades de las partículas) está dada por la distribución de
Maxwell-Boltzmann. La energía de los gases ideales monoatómicos se relaciona con su temperatura
por medio de la siguiente expresión:
, donde (n= número de moles, R= constante de los gases ideales).

En un gas diatómico, la relación es:

El cálculo de la energía cinética de objetos más complicados como las moléculas, es más difícIl. Se
involucran grados de libertad adicionales los cuales deben ser considerados. La segunda ley de la
termodinámica establece sin embargo, que dos sistemas al interactuar el uno con el otro adquirirán la
misma energía promedio por partícula, y por lo tanto la misma temperatura.
En una mezcla de partículas de varias masas distintas, las partículas más masivas se moverán más
lentamente que las otras, pero aun así tendrán la misma energía promedio. Un átomo de Neón se mueve
relativamente más lento que una molécula de hidrógeno que tenga la misma energía cinética. Una
manera análoga de entender esto es notar que por ejemplo, las partículas de polvo suspendidas en un
flujo de agua se mueven más lentamente que las partículas de agua. Para ver una ilustración visual de
éste hecho vea este enlace. La ley que regula la diferencia en las distribuciones de velocidad de las
partículas con respecto a su masa es la ley de los gases ideales.
En el caso particular de la atmósfera, los meteorólogos han definido la temperatura atmosférica (tanto
la temperatura virtual como la potencial) para facilitar algunos cálculos.

Sensación térmica
Es importante destacar que la sensación térmica es algo distinto de la temperatura tal como se define en
termodinámica. La sensación térmica es el resultado de la forma en que la piel percibe la temperatura
de los objetos y/o de su entorno, la cual no refleja fielmente la temperatura real de dichos objetos y/o
entorno. La sensación térmica es un poco compleja de medir por distintos motivos:
• El cuerpo humano mide la temperatura a pesar de que su propia temperatura se mantiene
aproximadamente constante (alrededor de 37 °C). Por lo tanto, no alcanza el equilibrio térmico
con el ambiente o con los objetos que toca.
• Las variaciones de calor que se producen en el cuerpo humano generan una diferencia en la
sensación térmica, desviándola del valor real de la temperatura. Como resultado, se producen
sensaciones de temperatura exageradamente altas o bajas.
Entonces el valor cuantitativo de la sensación térmica está dado principalmente por la gradiente de
temperatura que se da entre el objeto y la parte del cuerpo que está en contacto directo y/o indirecto con
dicho objeto (que está en función de la temperatura inicial, área de contacto, densidad de los cuerpos,
coeficientes termodinámicos de transferencia por conducción, radiación y conveccción, etc). Sin
embargo, existen otras técnicas mucho más sencillas que intentan simular la medida de sensación
térmica en diferentes condiciones mediante un termómetro:

Temperatura seca
Se le llama temperatura seca del aire de un entorno (o más sencillamente: temperatura seca) a la
temperatura del aire, prescindiendo de la radiación calorífica de los objetos que rodean ese ambiente
concreto, y de los efectos de la humedad relativa y de los movimientos de aire. Se puede obtener con el
termómetro de mercurio, respecto a cuyo bulbo, reflectante y de color blanco brillante, se puede
suponer razonablemente que no absorbe radiación.

Temperatura radiante
La temperatura radiante tiene en cuenta el calor emitido por radiación de los elementos del entorno.
Se toma con un termómetro de bulbo, que tiene el depósito de mercurio encerrado en una esfera o
bulbo metálico de color negro, para asemejarlo lo más posible a un cuerpo negro y así absorber la
máxima radiación. Para anular en lo posible el efecto de la temperatura del aire, el bulbo negro se aísla
en otro bulbo que se fue hecho al vacío.
Las medidas se pueden tomar bajo el sol o bajo sombra. En el primer caso se tendrá en cuenta la
radiación solar, y se dará una temperatura bastante más elevada.
También sirve para dar una idea de la sensación térmica.
La temperatura de bulbo negro hace una función parecida, dando la combinación de la temperatura
radiante y la ambiental.

Temperatura húmeda
Temperatura de bulbo húmedo o temperatura húmeda, es la temperatura que da un termómetro bajo
sombra, con el bulbo envuelto en una mecha de algodón húmedo bajo una corriente de aire. La
corriente de aire se produce mediante un pequeño ventilador o poniendo el termómetro en un molinete
y haciéndolo girar. Al evaporarse el agua, absorbe calor rebajando la temperatura, efecto que reflejará
el termómetro. Cuanto menor sea la humedad relativa del ambiente, más rápidamente se evaporará el
agua que empapa el paño. Este tipo de medición se utiliza para dar una idea de la sensación térmica, o
en los psicrómetros para calcular la humedad relativa y la temperatura del punto de rocío.

Coeficiente de dilatación térmica

Durante una transferencia de calor, la energía que está almacenada en los enlaces intermoleculares
entre 2 átomos cambia. Cuando la energía almacenada aumenta, también lo hace la longitud de estos
enlaces. Así, los sólidos normalmente* se expanden al calentarse y se contraen al enfriarse; este
comportamiento de respuesta ante la temperatura se expresa mediante el coeficiente de dilatación
térmica (unidades: °C-1):

• esto no ocurre para todos los sólidos: el ejemplo más típico que no lo cumple es
el hielo.
Para sólidos, el tipo de coeficiente de dilatación más comúnmente usado es el coeficiente de dilatación
lineal αL. Para una dimensión lineal cualquiera, se puede medir experimentalmente comparando el
valor de dicha magnitud antes y después de cierto cambio de temperatura, como:

Puede ser usada para abreviar este coeficiente, tanto la letra griega alfa como la letra
lambda .
En gases y líquidos es más común usar el coeficiente de dilatación volumétrico αV, que viene dado por
la expresión:

Para sólidos, también puede medirse la dilatación térmica, aunque resulta menos
importante en la mayoría de aplicaciones técnicas. Para la mayoría de sólidos en las
situaciones prácticas de interés, el coeficiente de dilatación volumétrico resulta ser más
o menos el triple del coeficiente de dilatación lineal:

Esta relación es exacta en el caso de sólidos isotrópos.


Curiosidades
• La temperatura más alta registrada en nuestro planeta fue medida en el desierto de "El Azizia",
en Libia. Allí, el 13 de septiembre de 1922, el termómetro marcó una temperatura de 57,8 ºC.
• La temperatura más baja jamás registrada fue en la Antártida, con -89,2 °C, cerca de la estación
de Vostok, el 21 de julio de 1983, a 3420 m de altitud.
• El termómetro fue inventado en 1607 por Galileo.
• La temperatura media más alta fue registrada en Etiopía con 34,6 °C, entre los años 1960 y
1966.
• La temperatura media más baja fue registrada en la estación de Vostok, con -55,1 °C, entre los
años 1961 y 1990.
• La temperatura más baja registrada en una zona habitada fue en Oymyakon, en Siberia, donde el
26 de enero de 1926, se registró una temperatura de -71,2 °C.
• La temperatura más alta alcanzada en el Polo Sur fue de -13,6 °C en 1978.

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