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la jornada aguascalientes / suplemento fashionista / octubre 2010

http://lajornadaaguascalientes.com.mx/guardagujas

foto: minverva delgadillo


para qué leer en medio de la guerra
sabina berman
tenemos miedo?
Texto leído por Sabina Berman en la inauguración de la Feria del Libro Es decir, ¿qué pueden palabras en medio del sinsentido rui-
de Aguascalientes en septiembre del año 2010. doso de la barbarie?
¿Qué puede el ABCDario contra las balas hoy en México

1.
¿Para qué leer en medio de la guerra?
donde ahora mismo las pistolas apuntan a cualquier rumbo y
disparan a cualquier rumbo y matan a cualquiera sin un plan y
sin un sueño de futuro?
¿Para qué leer a Aristóteles, a Miguel Cervantes de Saavedra, Q nadie se equivoque. En esta guerra nadie tiene una estra-
a Tolstoi, a José Vasconcelos, a Jaime Sabines, a Milan Kunde- tegia, nunca nadie la tuvo, ninguno de los 4 ejércitos en con-
ra? ¿En medio de la guerra, para qué? tienda iniciales, que ahora son 7, que serán 9, la tienen. Y esta
Que es lo mismo que preguntar: ¿para qué diablos hacer una guerra parará algún día porque sí, sin héroes ni villanos ni ga-
feria del libro en medio de la guerra? nancia, sólo destrozos, palacios municipales negros de hollín
¿O para qué atender esta charla que inaugura esta feria de li- de algún incendio, familias con el hueco de un asesinado, más
bros? ¿Para qué diablos escuchar las palabras de esta mamífera hoyos en las calles y más hoyos en las suelas.
bípeda hablante que esto habla?
¿Qué autoridad puede tener ella, es decir la de la voz, si no
tiene un mísero cuerno de chivo en ristre, ni 16 guaruras, o 16
sicarios –que hoy día es equivalente--?
2.
Para esto, en primera instancia, las palabras: para apalabrar
¿Y para qué diablos me reúno yo con un ciento de otros ma- lo que sucede sin ilusiones. Para saber que esto que vivimos se
míferos bípedos escuchantes en un salón? Un ciento de mamí- llama Anarquía. Anarquía, que deriva del griego: a, sin; arjée,
feros bípedos sin armas –o eso espero--. Pobres almas desar- gobierno: sin gobierno. Y en su segunda acepción significa:
madas. Pobres ciudadanos sin otras armas que sus orejas y sus desorden, confusión o caos por ausencia o flaqueza o inefica-
corazones y sus cerebros. cia de la autoridad.
Sincerémonos: ¿para qué escuchar a una escritora desarma- Para eso sirven en primera instancia las palabras. Para atrapar
da preguntar ante esta congregación de inocentes la pregunta lo grande en unas cuantas sílabas. Por ejemplo, para tener la
inevitable en esta cultura nuestra, la mexicana, asediada hoy, palabra Anarquía en la mano como una brújula en medio del
desde adentro, por las armas mortíferas?: turbulento caos.
¿Para qué las palabras entre las balas?
(O la música o la escultura o la pintura o el cine: es decir,
¿para qué la cultura, es decir el cultivo de la inteligencia y la
belleza, es decir para qué esta amistad civil que acá nos reúne,
3.
Y en segunda instancia, para enlazar ese sentido a la sabidu-
es decir esta curiosidad por el prójimo y por las palabras del ría acumulada durante siglos por la especie humana en el len-
prójimo que acá nos reúne?) guaje.
¿Para qué ahora, ahora mismo que el ejército acecha a un Quién sabe más palabras atrapa más mundo y tiene a su dis-
capo del narco resguardado en su casa de lujo en Morelos y posición más inteligencia acumulada por la especie en las pa-
otro capo da por celular la orden a un escuadrón de sicarios labras.
de atajar el paso de la caravana de sicarios de otro capo en una Parafraseando a Aristóteles sobre la Anarquía. (Parafraseán-
carretera de Sinaloa y acá en Aguascalientes una familia llora dolo 23 siglos después de que él lo apalabró y asintiendo a cada
porque ayer en el centro a plena luz secuestraron a su padre y frase.) La Democracia se desorganiza en la Anarquía cuando
un auto ahora mismo en las afueras de esta ciudad se aproxima los varios que mandan en nombre de los muchos no encuen-
a un retén de soldados temiendo que no sean soldados, sino tran como unir sus diversos poderes, puesto que no reconocen
secuestradores disfrazados de soldados, o que sean soldados la Ley. La Ley, que es lo único que pudiera unirlos.
enervados que luego de catear su vehículo y dejarlo pasar le O como parafraseó hace escasos 100 años a Aristóteles un
disparen desde atrás y el presidente esta noche, o mañana, nos hombre bajito, bajito únicamente de estatura física, Francisco
anunciará otra vez por los televisores que estamos triunfando, I. Madero: “Lo único que puede suplir al Dictador es la dicta-
foto: minverva delgadillo que no seamos cobardes, que por qué, él no logra entenderlo, dura de la Ley.”
Para eso también sirven las palabras, como dije antes. Para
atarnos en un parpadeo a la sabiduría acumulada de la espe-
cie.

4.
Otra vez parafraseando a Aristóteles:
“Cuando en un Estado cada uno de los partidos quiere el
poder para sí solo, reina la Discordia”, que conduce a la Anar-
quía.
“Cuando en un Estado cada facción quiere las ventajas sólo
para sí, y espía y pone trabas a su vecino, reina la Discordia”,
que conduce a la Anarquía.
“Cuando cada sector se esfuerza en hacer que los otros ob-
serven la Ley, pero nadie quiere practicarla, la Ley pierde su
imperio” y reina la Anarquía.

5.
Para eso pues sirven también las palabras, en tercera instan-
cia. Para describir las causas y los efectos del presente con las
palabras de la sabiduría acumulada del pasado. Y para, en cuar-
ta instancia, imaginar como modificar las causas
y los efectos que sostienen un estado de cosas y
convertirlo en otro estado de cosas en el futuro.
Para hacer una maqueta simbólica del presente
y reacomodar sus piezas en la imaginación de un
futuro, sirven las palabras.
Por ejemplo, leamos a Aristóteles ahora hacia
atrás. Reacomodemos y corrijamos sus palabras
para que ahora conduzcan de la Anarquía a una
Democracia ordenada por la Ley. Pongamos a
prueba el lenguaje y veamos si algo escrito en la
Grecia del siglo 3 antes de Cristo nos habla así
de fácil.
“Cuando en un Estado cada una de las faccio-
nes NO quiere el poder para sí sola, sino reco-
noce a las otras la legitimidad de su poder, reina
la Concordia, que conduce a la vida civil orde-
nada y armoniosa”.
Qué maravilla las palabras. Ya está solucio-
nada esta Guerra. Por lo menos en nuestras
palabras.
“Cuando en un Estado ninguna facción quie-
re las ventajas sólo para sí, y facilita a su vecino
su prosperidad, reina la Concordia, que con-
duce a una Democracia plena”. foto: minverva delgadillo
Qué alegría. Ya sacamos al buey de la Patria de la barranca del caos. Por lo
menos en nuestras palabras.
“Cuando cada sector se esfuerza en observar la Ley, puesto que todos ob-
8.
Qué semejante la postura del ciudadano en la vida civil regida por la Concor-
servan la Ley, la Ley gana su imperio y los ciudadanos se sienten complacidos dia, según lo narra Aristóteles, a la postura del individuo ante el arte.
porque sus intereses se cumplen sin mermar los intereses ajenos, y reina la con- Verídicamente un auditorio escuchando un concierto, está en Concordia,
cordia”. con el corazón pleno y atento hacia el origen de la música, donde todos los
Qué felicidad. Exactamente lo que recetaba don Francisco I. Madero a Méxi- corazones coinciden. O un público ante una pantalla o un escenario: está en
co hace 100 años: “Lo único que puede suplir al Dictador (o a la Anarquía, Concordia, se ríe de lo mismo, suspira al unísono, es un solo cuerpo y no podría
añado yo) es la dictadura de la Ley.” existir en mayor concordia.
Lo escribió don Francisco en un librito de 100 hojas que movilizó al país en- Y un solo individuo leyendo un libro nunca está solo. Está con tres.
tero para derrocar a un dictador e instalar la Democracia. Y si don Francisco al Consigo mismo, con el autor del libro y con el lenguaje, esa creación de mu-
cabo de 1 año de gobernar fue sacado de su automóvil por un generalote que le chos, de generaciones y generaciones.
llamó “joto” y de inmediato contra un muro fue fusilado, no fue que se equivo- Qué digo: un individuo solo, leyendo un libro, está en íntimo contacto con
có don Francisco. Se equivocó el generalote. Y el país entero. tres y con la decena de personajes del libro y con las generaciones que han acu-
ñado una por una las palabras que lee.

6.
Más Aristóteles sobre la Concordia:
En íntimo contacto: más íntimo que hacer el amor es leer. Donde los besos
no alcanzan a tocar, tocan las palabras de un libro al lector.
Por lo tanto: cuando uno ve de lejos a una señorita leyendo un libro,
“Así la Concordia es una suerte de amistad civil”. Es decir, una actitud en cada no se acerque: la señorita está con una orgía entre las sienes. Y cuando un
ciudadano, benévola hacia el otro. Y una disposición amable en cada ciudada- nonagenario lee en su silla de ruedas bajo el sol, está segregando los elixires
no y cada facción para proteger y aumentar el bien común. amorosos de multitudes.
No es casual que la palabra Concordia provenga de la palabra corazón. La
Concordia es un estado del corazón. Un estado en que el corazón late tranquilo
y se encuentra disponible a escuchar las razones y las necesidades ajenas. Un
estado de convencimiento del corazón de que escuchar a los otros llevara a so-
9.
Por fin, para algo más sirve leer en medio de la Discordia. Y ésta última razón
luciones más amplias que las individuales, soluciones generosas donde todos abarca a las antes dichas.
quepamos. Jorge Luis Borges, siendo director de una biblioteca de miles de tomos, aisla-
La Concordia, otra vez ésta es la voz de Aristóteles, “supone siempre corazo- do en esa torre de marfil forrada de libros, despreciado por el gobierno peronis-
nes sanos. Corazones que están por lo pronto de acuerdo consigo mismos, y ta, empezándose ya a quedar ciego, lo apalabró así:
lo están recíprocamente entre sí, porque se ocupan de las misma cosa: el bien “¿Por qué tendría yo que estar al nivel de mi circunstancia, (ésta Buenos Aires
común.” fascista, acoto yo, ésta ciudad de monigotes ridículos, ladrones y asesinos) si
puedo abrir un libro y leer a Shakespeare?”
Los jóvenes organizadores de ésta feria de libros me invitaron acá a Aguasca-

7. lientes para decirles a ustedes para qué leer hoy en México.


En resumen se los digo así: para estar por encima de la guerra sirve leer en
(Y acá es donde yo les debo proponer armar un partido político para llevar medio de la guerra.
al poder el ideal de la Concordia. Cosa que no haré, porque aunque hoy en el Cuando abrimos un libro, una bondad silenciosa e invisible, una luz honrada,
México de la Anarquía lo duden casi todos, no todo es dirimir quién manda se posa a nuestro lado y nos protege. Un ángel desciende para estar a nuestro
y quién obedece, no todo es política, y algunos estamos más pendientes de la lado, cuando abrimos un libro, en medio de la guerra.
salud de las palabras.)

editores edilberto aldán / joel grijalva


consejo adán brand /beto buzali / alberto chimal / luis cortés Elaborado por Servicios Editoriales
juan carlos gonzález / rodolfo jm / josé ricardo de Aguascalientes S. de R.L. de C.V.
pérez ávila / norma pezadilla /jorge terrones para La Jornada Aguascalientes.
doscientos años de evolución de la moda foto: pilar ramos

en méxico
sonia silva-rosas

L
a moda es una chicuela con estilo que crece y evoluciona
de la mano de una sociedad y, durante este crecimiento, se
empeña y esmera en reflejar los cambios que en ella se ge-
neran: cambios económicos, políticos y sociales. En cuestiones
de cultura, la moda es una de las manifestaciones más signifi-
cativas que, de igual manera, mide las convicciones personales
que se presentan dentro de una sociedad: gustos, tendencias y
estilos.
Doscientos años de historia en México no sólo se han visto
reflejados en los cambios sociales, económicos y políticos del
país sino, también, esos cambios sociales han mutado su gusto
y estilo al vestir, estilos que de manera incesante lanzan pro-
puestas y diseños que habrán de guardar, de igual manera, un
registro fiel del acontecer histórico, y dentro de este registro no
puede escapar a los ojos de cualquiera que la moda también ha
servido para hacer más clara y patente la distinción entre las cla-
ses sociales.
Como antecedente inmediato podemos comentar que fue-
ron los inmigrantes, que llegaron de Europa a México, quienes
impusieron la moda en el México de la Colonia. Los diseños
sofisticados y el lujo en los ropajes de las familias ricas de la
Nueva España se importaban, por lo general, desde Francia, las sombrillas, sombreros, pañuelos, cuellos de encaje, guantes,
desde donde se traían principalmente vestidos y trajes. Duran- bolsas, zapatillas y botines. Pero ¿qué es el miriñaque? Se pre-
te la época de la Colonia, fueron los criollos que pertenecían a guntará usted, bien, pues el miriñaque es como una armadura
los estratos sociales altos quienes dictaban el último grito de la rígida hecha con lienzo almidonado o encolado y la crinolina
moda, mientras que las clases bajas imitaban esos diseños con era el ahuecador formado de cuatro o cinco aros de mimbre o
sus propios medios –algo así como la ropa de marca hoy que de láminas delgadas de acero, de menor a mayor diámetro y li-
se imita a caudales en Canal del Norte o en Tepito, acá en el gados por cintas de lienzo. Asimismo, la mujer utilizaba corsé ya
Distrito Federal-. Fue durante la segunda mitad del siglo XIX que estaba de moda disputarse la cintura más estrecha que sólo
que la figura de la mujer toma especial relevancia y es cuando era conseguida con corsés apretadísimos. También rivalizaban
se vigila cuidadosamente ya que predominaba la idea de que la en profusión de encajes, aplicaciones, pliegues y bordados.
mujer, por medio de su prestancia, de sus adornos y de su indu- Pero recordemos que no todo era glamuour en ese México en
mentaria, otorgaba prestigio al hombre y era el vivo ejemplo de el que la Independencia se gestaba, no, los campesinos y pas-
su éxito económico. tores indígenas, requemados por el sol, vestían la inconfundible
La ropa adquirió entonces una gran importancia en el modo camisa y calzón blanco de manta y las mujeres del pueblo, dedi-
de mostrar el status social al que la persona pertenecía y fue en- cadas al trabajo –vendedoras de hortalizas, flores, frutas, aguas,
tonces cuando las mujeres comenzaron a recoger sus cabellos tortillas, comida, y en sus labores, la molendera, la planchadora,
adornándolos con joyas, cintas o con peinetas de carey o metal la lavandera, la tamalera, la buñolera y muchas más con vestían
para sostener los rulos o bucles. Estas peinetas fueron hacién- huipiles y enaguas de telas de lana o de algodón de colores. Sus
dose más grandes hasta configurarse el peinetón y sobre los adornos estaban formados por “gargantillas y relicarios, anillos
elevados peinados se colocaban cofias o mantillas. En cuanto de plata en las manos y aretes de calabacillas de corales” y sus
a la ropa, los nobles y burgueses usaban frac para las reuniones arracadas de oro, que lo mismo ostentaban la mujer que elabo-
sociales y, para las actividades cotidianas, la levita que consistía raba las enchiladas, como la vendedora de aguas frescas. Desde
en una chaqueta larga, ajustada al talle pegada al cuerpo; usaban luego, como prenda indispensable estaba el rebozo, hecho de
camisas de lienzo, más gruesas para utilizar diariamente y más seda o de algodón, cuyo valor dependía de su largo, de la forma
finas para vestir en ocasiones importantes. Sedas, encajes, algo- de las puntas y tras del cual las mujeres se ocultaban. Destaca la
dones y bordados. El Puerto de Veracruz recibía desde Europa presencia de la tradicional China vestida con “una enagua in-
cargamentos que venían destinados a españoles peninsulares y terior con encajes bordados de lana en las orillas, que llaman
criollos que pertenecían a los estratos sociales altos quienes re- puntas enchiladas; sobre esa enagua va otra de castor o seda re-
cibían sedas, encajes, algodones y bordados que, de inmediato camada de listones de colores encendidos o de lentejuelas; la
eran enviados a la Ciudad de México. camisa fina, bordada de seda o chaquira con el rebozo de seda
Sin duda alguna fue la época del México independiente, en- que se echa al hombro y su breve pie en un zapato de raso.
tre 1864 y 1868 y en especial durante los años del Imperio de Fue durante el Porfiriato que los poderosos y la clase media
Maximiliano, en la que los metros y metros de tela tuvieron a la vestían la levita, un saco negro que les llegaba casi siempre hasta
moda a las mujeres. Blusas, corpiños, camisas, corsés, canesús las rodillas realizado en paño y con solapas de seda y, fue hasta
de encaje, enaguas múltiples, miriñaques, crinolinas, camisolas, 1887 que iniciaron las preocupaciones por “civilizar” a los in-
camisolines, frú, frú de seda, puf y polisón, un sin fin de pren- dios en lo referente a su vestimenta y las autoridades decidieron
sas en ropa blanca, de algodón o lino, por medio de las cuales “pantalonizar” a los indios y mestizos que hasta ese momento se
se pretendía que las damas de sociedad realzaran su belleza. La habían ataviado con un simple calzón de manta y, ¡ay de aquel
imagen de la mujer es, por lo tanto, la de un ídolo inaccesible indio o mestizo que no utilizara el pantalón porque se imponía
que mantiene a distancia su entorno. Inalcanzable como figu- una pena y se cobraba una multa! Y pues en realidad quienes
ra romántica. Durante el día, especialmente para asistir a misa, se beneficiaron de las leyes que imponían pantalón en la nueva
las damas simplificaban su vestimenta y portaban mantillas a la forma de vestir, fueron “La Hormiga” y “Río Blanco”, fábricas
usanza española y velos de seda, las más jóvenes, o cubiertas con textiles que vieron un acelerado incremento en la demanda de
un pañolón de seda. Como complementos de moda, figuraron las telas que producían.
lainas –una especie de cubre zapatos de lona que se abotonaban
a los costados-. La camisa era blanca de algodón, de lino o seda,
Durante los años de la Revolución Mexicana la mujer mexica- con cuello alto que podía pasar la barbilla (se le conocía como
na –aclaro, la mujer mexicana que pertenecía a la clase acomo- encañonado) y en el cual se colocaba una corbata y luego el
dada- cambia su aspecto y es cuando desaparecen los grandes saco tipo frac. Este traje no ha sufrido grandes cambios desde la
volúmenes de tela. Hacia 1906 se termina el uso del corsé que época Barroca, ya que las prendas que lo integran se conservan:
había imperado en la moda femenina desde mediados del siglo pantalón, chaleco y saco.
XIX y se comenzó a vestir con moaré y shantung de seda en co-
lores pastel o tonalidades que iban del beige al marfil. Los dra- La moda en la celebración del primer centenario
peados y encajes de alençón y chantilly servían para el ornato, de la Independencia
al tiempo en que las estolas de tul y las capas o abrigos, con telas
pesadas adornadas con pieles y plumas, eran el obligado com-
plemento. Para 1909 se puso de moda la indumentaria con in- A l iniciarse las celebraciones del primer centenario de la In-
dependencia, se impedía el ingreso a la Ciudad de México
fluencia oriental, copiada de coreografías montadas por Serguei a quienes no vistieran pantalón y, pues ya emocionados para la
Diaghilev y, de esta manera, surgieron los vestidos que imitaban celebración se dijo que también podían llevar sombrero de ala
los pantalones de harén y tenían forma de “tubo”, obligando a la ancha, paliacate y sarape de colores, así como chaquetín o cha-
mujer a caminar con pequeños pasos y a mantener el equilibrio parreras de gamuza o carnaza, pero jamás calzones. Las mujeres
cuando los acompañaban con amplios sombreros. Para lucir en portaban faldas largas blancas o de colores, blusas recatadas y
la mañana, en el hogar, en el garden party, hipódromo o durante rebozos en tonalidades sobrias.
los días de campo, las mujeres lucían vestidos de lino combi- En cuanto al glamour en la celebración del primer centenario
nados con encajes y bordados. El traje sastre en azul marino, de la Independencia se puede decir que el empeño por repro-
gris acero, marrón o verde era ideal para ir de compras o para ducir en México a la sociedad europea permitió que en poco
los eventos sociales matutinos o vespertinos, como inaugura- tiempo las fiestas y recepciones de los poderosos compitieran
ciones, visitas campestres, compras y paseos al atardecer. Ya en en belleza y opulencia con los salones europeos. Las fiestas de
las noches, durante las visitas al teatro o la ópera, recepciones la celebración del primer centenario de la Independencia se de-
o saraos, las mujeres hacían brillar el chiffon, el shantung, las sarrollaron entre el 1º de septiembre y el 4 de octubre de 1910.
gasas, rasos y tafetas de seda, bordados con hilos de oro y pla- Los uniformes militares dominaron la escena con sus condeco-
ta e incluso con aplicaciones de cristal y perlas. El Trousseau raciones y entorchados, seguidos en elegancia por los fracs y los
para las grandes ocasiones podía ser también de tul, bordado jackets.
con diseños arabescos finamente realizados, y acompañado con Las damas destacaron los cortes y por la riqueza de sus borda-
tiaras y diademas que sostenían el peinado. La cola del vestido dos, al tiempo que las joyas denotaban la opulencia de quienes
era reducida, a diferencia de lo acostumbrado en los vestidos las portaban. Según la crónica oficial, durante el gran baile en el
de las postrimerías del siglo XIX. Los trajes de baile podían ir Palacio Nacional, celebrado el 23 de septiembre, “la enumera-
acompañados con velos de tul en colores claros, adornados con ción de las muy honorables señoras y señoritas que asistieron,
perlas, mientras que los corpiños contaban con un corselete así como la de sus elegantísimos toilettes, ocuparon grandes
alto y las mangas se llevaban a la mitad del brazo. Para dar realce columnas de la prensa diaria. Trajes debidos, muchos de ellos,
a los peinados, era común el uso de extensiones, trenzas y posti- a los más afamados modistos de París, joyas de gran valor, to-
zos. Sobre ellos se colocaban inmensos sombreros que incluían cados artísticos, seductoras bellezas y suprema distinción se
como ornamento los manojos de rosas, los aigrettes de plumas conjugaron para dar brillo a esta fiesta excepcional”. Uno de los
blancas y los galones de seda rodeando la copa. Los materiales asistentes a dicha recepción fue Nemesio García Naranjo quien,
con que se fabricaban eran el fieltro, la paja e incluso algunas atento a vestidos, trajes y elegancia, dejó su registro fiel en esta
pieles que hacían juego con el par de guantes manufacturados descripción: La procesión era majestuosa por el lujo y la mag-
con el mismo material. Dicha prenda era tenida por muy útil nificencia de los trajes femeninos, por los uniformes vistosos
y práctica en todos los actos de la vida; los guantes de soirée de los militares y por las casacas elegantes de los diplomáticos.
debían ser blancos, grises o negros si se iba a la ópera, era con- Recuerdo que doña Carmen Romero Rubio de Díaz lucía un
veniente usarlos de seda, que cubrieran media mano, subieran traje de seda recamado de oro y llevaba en el centro del corpi-
más arriba del codo y combinaran con un elegante abanico. ño un gran broche de riquísimos brillantes; más brillantes aún
fulguraban en su diadema, mientras en el cuello cintilaban va-
Influencia de París en la moda del Porfiriato rios hilos de gruesas perlas. Lady Cowdray se distinguía por sus
valiosísimas alhajas, pero la que más deslumbraba por sus joyas

E stados Unidos de América y Europa, particularmente Fran- era doña Amada Díaz de la Torre: diadema, broches, collares,
cia, fueron los países que tuvieron más influencia sobre la brazaletes, pulseras, todo tan adecuado a su hermosura y a su

foto: pilar ramos


sociedad mexicana. Desde el siglo XVIII y a través de España, distinción que se pensaba en una princesa de Orien-
llegaron al virreinato las ideas de la ilustración que no sólo tu- te”.
vieron una repercusión en las reformas llevadas a cabo por el
Monarca, sino también en las ideas libertarias de los primeros La Revolución, variedad de trajes
independentistas. A principios del siglo XIX la moda vivió un
cambio influido con la llegada de Napoleón a la corona de Fran-
cia y éste fue, sin duda, el momento idóneo para las propuestas D urante el movimiento de 1910, el traje del hom-
bre incluía un saco largo tipo abrigo y sombrero
neoclásicas. Los vestidos de telas ligeras eran casi rectos, de talle de copa. El militar era el mejor ejemplo del buen ves-
alto, con magas tipo globo; eran más estéticos porque su corte tir, en tanto que los revolucionarios marcaron otro
era lineal, figura que se rompía con el polisón, una especie de estilo al vestir un pantalón tipo migueleño, camisa
aglobado cuyo fin era enmarcar las caderas. El cuello era alto y de manta, un pañuelo, sombrero y guaraches, atuen-
las mangas largas con botones en los puños, también el atuendo do que no era práctico para la guerra. De esta forma
incluía guantes y sombreros muy amplios. Fue una moda que no surgió el traje tipo charro, muy usado por Emiliano
mostraba el cuerpo de la mujer y los expertos en moda afirman Zapato y que se caracterizó por un pantalón pegado
que en México existían confeccionistas, pero no diseñadores. con botones a los costados, acampanado para montar
El atuendo incluía un peinado que exigía llevar todo el cabello a caballo; saco corto llamado bolero o torera y som-
recogido y unos rizos sueltos para enmarcar el rostro. brero.
De igual manera, para los investigadores de la moda, Beau Asimismo, una de las características de las Adelitas
Brummel (Bello Brummell) fue el inventor del dandismo, pro- fue su falda grande que, incluso, en ocasiones fue co-
puesta en la moda en los hombres que recorrió toda Europa y mún que llegaran a usar dos (una entallada y la otra
llegó a México. El traje incluía la faja vasca que se enrolla varias encima), la blusa en cuello tipo barco y las trenzas
veces al cuerpo con la finalidad de acentuar la cintura, el panta- con listones. El accesorio básico era rebozo, que fun-
lón corte zanahoria que redondeaba las caderas y caía en línea cionaba como abrigo o cuna, incluso podía ser una
recta hacia los pies, calcetines, ligas o ligueros y botinas con po- venda.
une femme dans ses pantalons
paloma mora

fiestas exigía la sencillez, mover el cuerpo con el aire, las telas

G
abrielle despierta en su pequeño cuarto más simples son las más sensuales, dejan ver el tono de la piel.
calentado a penas por la plancha de car- Las joyas deben ser engarzadas sólo para asirse al cuerpo, nun-
bón que usó hasta las cinco de la maña- ca deben opacar la mirada enamorada de una mujer. Las mon-
na. Lo primero que hace es mirarse el rostro en el jas de su niñez son el modelo de elegancia, y no los cerdos que
espejo mientras hace una caricatura de sí misma derriten su maquillaje sobre las telas recargadas de hilos, flores
con el sonsonete de esa canción tan pedida en el y plumas.
burdel. Entonces comenzó a ser la señorita Bonheur, la reina
No le preocupa dormir tan solo tres horas, to- de los sombreros y de los suéteres a rayas de pescador; su ban-
mar un café viejo mientras se pone el traje gris y al- dera en blanco y negro anuncia la libertad de una mujer que
midonado de costurera. Cambia el modo de andar debe anticiparse a los tiempos de guerra. En esos años por ve-
y el rostro que anoche se anunciaba con una roja nir no habrá recamos ni telas en hilos de oro, habrá que correr
sonrisa, ahora se muestra pálido y duro. Es el rostro con zapatos bajos y vivir con el único principio de adaptarse al
de una huérfana, de una mujer que ha tenido que presente cada día.
olvidar la moral aprendida en el convento para po- Al dormir un sueño recurrente la persigue: primero
der comer al menos una vez al día. Su talle, piernas y una carroza que se aleja y que se convierte en un auto destroza-
brazos le quedan grandes a su cabeza llena de ideas. do. Siente que los dedos de arden de tanto zurcir, coser fue su
Pasa el día entero cosiendo botones de oro y esclavitud en la pobreza cuando quería ser una vedette famosa
encajes finos para los vestidos de horrendas mujeres para los soldados. Coser fue su salvación en el desamor. Luego
de la alta sociedad francesa. Esos botones, esas muje- la imagen de una mujer nueva surge de una concha y recoge di-
res, y el burdel serán las marcas del destino, los faros minutas perlas negras de sus ojos, lleva unos pantalones holga-
que décadas más tarde iluminarán su vida y la de otras dos y una camisola blanca que se mueve y se pega a su cuerpo
mujeres. con el viento. Desde su boca roja se oye una tonada ligera y los
Su mejor empleo en esos años fue como ojos miran hacia del otro lado del espejo donde todas nos re-
amante del general aristócrata que la acercó al mundo flejamos diariamente para hacer preguntas vanidosas o profun-
de vedettes y jóvenes bohemias de París. El lujo de las das. De su lado, Gabrielle ha conseguido todas las respuestas.

cuerpo a la moda
patricia guajardo

M
odas van y vienen, eso no es nada En Estados Unidos los orientales que se operan los ojos para obtener el plie-
nuevo, hacer un corte estrafalario gue que los separa de la fisonomía su raza y los acerca al look occidental son
al cabello o teñirlo de rosa es drás- legión. Si una veinteañera, en México o cualquier otro país de Latinoamérica,
tico, pero reversible. Los maquillajes son decide reemplazar sus mamas naturales por unas sintéticas y celebrarlo con una
fantásticos, disimulan o resaltan cualquier fiesta o modificar su apariencia para participar en un concurso de belleza está
rasgo facial, y nos deshacemos de ellos en bien, es símbolo de estatus, no cualquiera puede pagar grandes sumas de dinero
minutos. Lucir diferente no solamente es por algo falso. Además dar detalles de los preparativos, el tiempo de recupera-
un recurso para sentirse mejor, a todos nos ción y el enorme dolor y sacrificio que implica el procedimiento es una prueba
gusta arreglarnos para destacar, encubrir lo indiscutible de arrojo y fortaleza física. 
que percibimos como defecto y ser social- La oferta de implantes y procedimientos para transformar el cuerpo es inter-
mente aceptados. Pero el mundo de la ima- minable y absurda. ¿Le molesta tener el segundo dedo del pie más largo que los
gen ya no se reduce a lo accesorio, un cuerpo demás y siente que no se ve bien con unas lindas sandalias o con esos zapatos
natural, por joven que sea, es “perfectible”. que tienen una abertura justo en la punta? No hay nada de qué preocuparse; un
Hace algunos años había una especie de epidemia de rinoplastias, en ese en- cirujano puede cortar esos milímetros que sobran para que ese dedo no sea el
tonces cuando se preguntaba cuál era la razón de la intervención; la respuesta foco de atención de cada una de las personas con las que usted se cruza.
era siempre la misma “tengo el tabique desviado, no puedo respirar bien, sobre ¿Esa blusa de tirantes no luce bien?, ¡qué importa!, aunque es poco probable
todo en las noches, y dice el doctor que…” y entonces venía la rotunda justifica- que la grasa se acumule en los hombros, existe una operación para moldearlos
ción médica porque, por alguna razón, era incómodo y vergonzoso admitir que y lograr que esas tiritas de tela queden perfectas. Usted puede pagar para que un
en realidad el único motivo para someterse a un bisturí era reducir y respingar experto irrumpa en su cuerpo y lo esculpa, él puede lograr que su ombligo luzca
la nariz. perfecto con ese bikini, poner implantes para ajustar su figura a un estereotipo
Resulta lógico que en el transcurso de algunos años la necesidad de respal- o puede, en menos de un día, llevarle a una talla que no es la suya pero que,
dar un cambio en el cuerpo con una explicación médica haya desaparecido, finalmente, es la que anhela.
¿qué beneficio para la salud podría adquirirse colocando implantes en los pó- Un cuerpo ideal no es cuestión de salud sino de “estética” (cualquier cosa que
mulos, en los bíceps o en las pantorrillas? Lo que resulta chocante es que ese eso signifique) y requiere una inversión económica. A estas alturas no importa
sentimiento de que no era del todo aceptable ingresar a un quirófano para una que la mayoría no desee o no pueda cambiar su aspecto y acepte cada uno de
cirugía plástica haya desaparecido por completo. Alterar el cuerpo ahora pare- los rasgos particulares que ve ante el espejo. Es indiscutible que la apariencia,
ce ser motivo de orgullo y casi una imposición social, tal y como sucede en las aunque sea artificial, atente contra la salud y se oponga a las leyes del tiempo y
tribus “primitivas” que alargan los cuellos, transforman las orejas y los labios o la gravedad, es de lo más fashion.
reducen el rostro.
aunque no esté de moda
eduardo huchín sosa cuesta (únicamente Björk puede pagarla), lo que nos lleva a pensar que en este
triste mundo sólo el mal gusto es democrático.
Vuelvo a la pantalla de TV. En ella, Stacy London enuncia una línea más en

M
ientras veía ¡No te lo pongas!, el programa las tablas de Moisés: “Invertirás en tu imagen”. Apostada en su sillón como si se
sobre el buen vestir que transmite Disco- tratara del monte Sinaí, la conductora de ¡No te lo pongas! fulmina a las muje-
very Home and Health, pregunté a mi her- res acostumbradas a saquear liquidaciones. Su compañero Clinton Kelly apoya
mana que se encontraba al lado: el mandato mientras lo acota: “Y nunca compres un modelo que ya tienes”.
-¿En dónde diablos acaba toda esa mala ropa Sus argumentos son definitivos y me hacen pensar que mis cajones huelen
que la gente tira a fin de comprarse una nueva? a fracaso y no a aromatizante, como siempre pensé. Mis playeras hablan des-
-En tu guardarropa- respondió vengativa. de viejas campañas políticas, desde el desperfecto que justificó su rebaja en la
Algo me hizo pensar que no estaba del todo tienda departamental, lo cual me causa una profunda consternación. ¿Seré la
equivocada. Una rápida comparación entre imagen de otro tiempo en un mundo habituado a segregar atuendos a través de
el espejo y el televisor me hizo observar lo las ofertas? “No lo sé”, me respondo, “y mientras no tome por asalto una tienda
fácil que resulta vestirse bien cuando se de altos precios, seguiré sin comprobarlo”.
dispone de 5 mil dólares y uno puede Salgo a toda prisa, tomo el microbús y pienso un poco en Neruda: “se habla
viajar a Nueva York de shopping (tal y favorablemente de la ropa”, dice el chileno, “de pantalones es posible hablar, de
como ocurre en el programa). Lo au- trajes, (…) / como si por las calles fueran las prendas y los trajes vacíos por
ténticamente hazañoso sería en todo completo / y un obscuro y obsceno guardarropa ocupara el mundo”.
caso lograr el estilo con el salario mí- Llego a la plaza para refutar al poeta y lo que observo es un irregular escapa-
nimo y dentro del contexto mexica- rate en movimiento: hombres y mujeres promoviendo marcas de ropa como si
no. Por desgracia, concluí, no existe el mensaje fuera que el bienestar depende de las etiquetas. Entro a la tienda de
un serial enfocado a las vicisitudes carteles más sugestivos (me convence uno donde dos chicas están a punto de
de comprar ropa en las ciudades de besarse) y me abruma que tanta vestimenta no me diga nada. ¿Qué proyecta
provincia; una emisión que quizás mejor mi personalidad: el verde militar o el verde cáñamo, la ropa deportiva o
debiera llamarse ¡No te lo pongas! la formal? El mensaje es agobiante y empiezo a entender un poco las cosas: no
(aunque sea lo único para lo que te es que carezca de gusto al vestirme, sucede que en realidad padezco daltonismo
alcance). de estilo: no sé distinguir un buen diseño de uno malo.
En estos tiempos, el éxito parece Decido, en un arranque emocional, darle otra oportunidad a mi incipiente
haberse circunscrito a la posibilidad olfato para lo cool. Tomo del exhibidor el primer par de prendas que no me
de combinar el cinturón y los zapa- parece deprimente y lo llevo a los vestidores. El probador me revela que las
tos, porque la imagen ha potenciado matemáticas en manos de la moda tienden a ser una ciencia inexacta: ¿por qué
foto: pilar ramos la importancia de la “primera impre- el 32 de mis pantalones Cimarrón nunca coincide con los de las otras marcas?,
sión” por sobre cualquier otra. Ese otro discurso ¿con base en qué esta camisa donde sólo entraría Karen Carpenter se cataloga
que supone ser un producto (para el elector, para el responsable de Recursos de “Mediana”? Pienso en la lejana época en que la ropa se moldeaba al cuerpo
Humanos, para la chica más atractiva de la oficina) ha adquirido en el nuevo y en lo significativo que resulta que ahora sean los cuerpos los elaborados a la
siglo dimensiones de onceavo mandamiento. ¿Qué determinan esos calcetines medida de la ropa.
fuera de contexto?, ¿qué aquel suéter de Chiconcuac? Todo habla por tu silen- Salgo de los probadores con la misma desesperanza con la que se abandonan
cio. Todo lo que vistas puede ser usado en tu contra. las terapias demasiado caras. Antes de marcharme de la plaza comercial, reco-
“Percepción” es una palabra clave para darle la razón a los escépticos: nunca rro con la mirada el guardarropa de la realidad, acaso para descubrir la manera
sabremos nada de la realidad. Eres lo que los demás perciben de ti: ese débil en que se ha complicado el mundo desde la hoja de parra. Sólo es cuestión de
apretón de manos en la primera entrevista, ese tartamudeo, esa camisa de otra ver los aparadores para constatar que la propia conciencia de la desnudez ha
temporada. Los consultores de imagen venden trucos para engañar al cliente sido tan problemática como la quijada de burro en las manos de Caín. ¿Es la
-no cruces las piernas, no te apoyes demasiado en los antebrazos del sillón-, necesidad de vestirnos la verdadera expulsión del Paraíso, donde no había que
mientras los expertos de la buena ropa retornan a Delfos y a Freud: Conócete a preocuparse por lograr el estilo, calzar nuestro cuerpo, quedarnos sin dinero
ti mismo, Estilo es destino. ¿Qué hacer ante la tiranía de las apariencias?, ¿acaso por una estúpida camisa con un estúpido cocodrilo bordado sobre el corazón?
rebelarse con los atuendos diseñados para el caso, llámese punk, dark, under- En el mundo globalizado, hacer patente la individualidad ha desatado incluso el
ground o kitsch? temor de ir vestidos como alguien más en una fiesta. Pareciera que con la ropa, las
Ahora sabemos que es más sencillo cambiar el guardarropa que los malos há- personas hablasen de sí mismas, trazaran la línea autobiográfica que equivaliera a
bitos, y por eso la superación personal ha llegado a nuestras vidas en forma de decir “hey, aquí estoy” en un mundo donde todos somos partícipes de una masa
marca registrada. Las tiendas justifican con cada nuevo precio lo alto que sale cada vez más homogénea. Antes, la ropa era un código cifrado de expresiones que
hacerse de una personalidad. No hay currículo que compita con la estupenda sólo los expertos (y las mujeres que nos rechazaban) entendían. Ahora -en la era
sucesión de renombrados logotipos, y por otro lado incluso la extravagancia de las declaraciones abiertas- lo que no está a la vista, no existe.

pin up: chicas con todo copiado con una supuesta mejora. Un buen ejemplo de esto son las nuevas chicas pin up,
celebridades como Katy Perry y Dita Von Teese son las que han logrado que se magnifique
otra vez la creencia de que caminar como los cangrejos deja beneficios.
tendencia De aquellas criaturas terrenales que se dicen pin up, encontraremos a quien sepa perfecta-
mente a lo que se refiere, a algunas que no saben ni lo que significa; a algunas que parecen;
dayanara galván gonzález otras que piensan que parecen sólo porque usan una flor atrás de la oreja y otras que ni les va
ni les viene, pero que igual no les molesta leer sobre esto.
El término pin up se utilizaba para referirse a colgar algo en la pared, cualquier cosa que fue-

“L
o retro está de moda”, dicen muchas revistas, mu- se; sin embargo, con la entrada del siglo XX, en la que los calendarios eran la forma más común
chos conocedores; tal vez siempre lo está, considero para anunciar algo, el término sufre cierto cambio de sentido. Las imágenes que contenían
que nunca se ha ido, sólo es una tonta justificación eran de mujeres bonitas que expedían sensualidad de manera muy discreta; por lo tanto, se
para no declarar que está faltando originalidad en nuestro convierten en las chicas pin up, las chicas que aparecían en calendarios. Desde ese momento,
siglo XXI. Un siglo en el que se visualizaban carros por los el primer elemento y característica de estas chicas es la belleza física, una mujer que se consi-
aires, ropas de acero, y lo único que se ve es un constante ir derara bella en medida de parámetros generales. En los años veintes, el término se adhiere a
y venir y regresar hacia las tendencias del pasado. Ese es su la expresión artística en el que se dibujaban de manera detallada las expresiones del rostro y
llamado “retro”, copiar algunos detalles de décadas anterio- el cuidado de las formas del contorno de un cuerpo femenino de notable hermosura; Charles
res, como vestimenta, colección de objetos antiguos, hasta la Dana Gibson (1867–1944), dibujante español, fue un buen exponente del arte en cuestión.
formación de ciertos grupos sociales, históricos y/o artísticos, En los años cuarentas, estos dibujos seguían al pie y más popularizados que nunca, sólo que
ahora mostraban a las damas con un aspecto de inocencia pretensioso en su promover a una mujer más sustentable, independiente y activa. Resulta obvia
rostro; despistadas hasta el punto por el cual su sensualidad era descubierta al la marca de liberación femenina que se da en cada creación “pin-upera”.
azar, como si se les hubiese encontrado en el momento preciso en que la manga Todo el contexto del que se ha hablado se convirtió en una tendencia de
deslumbraba un hombro radiante, o una falda levantada por el aire que dejaba moda a la que muchas de las mujeres vamos continuamente. Las característi-
visibles sus torneadas piernas. Las chicas de los dibujos se habían vuelto más cas que se deben tener en cuenta para seguirla son las que se originaron en los
coquetas, más sugerentes, pero de ningún modo grotescas. Algunos íconos años cuarentas y cincuentas, ya que al ser el tiempo de auge, ponen en mani-
de este tipo de dibujo, que siguieron colaborando con este arte en las décadas fiesto las bases para representar a las chicas pin up.
posteriores, fueron: John Willie, Guillermo Divito, Joyce Ballantyne, Earle K. El primer aspecto que reluce es el cabello ondulado o con caireles, jamás la-
Bergey, Gil Elvgren, Art Frahm, George Petty, Alberto Vargas. cio; también se hacen victory rolls, inspirados en la moda victoriana, que son
Las chicas pin up pronto empezaron a adquirir presencia en el mundo social enrollados de mechones de cabello sobre su propio eje, era muy común el uso
y artístico, primero inventadas y luego de carne y hueso, ya que muchas de las bandanas amarradas con un nudo agradable en la parte de la
posaban para ser dibujadas; es hasta los últimos años de la coronilla, las flores atrás de la oreja y redes que cubrían una parte
década de los cincuenta, cuando la fotografía llega y empie- del rostro. El maquillaje era muy sobrio de los ojos, sólo delineador
za a dirigir su mirada hacia estas mujeres. líquido que forme una jalón en la orilla y una buena carga de rimel
Como ejemplos de fotógrafos, tenemos a Earl Moran, quien en las pestañas; la boca se enfatizaba de color rojo. La vestimenta
fotografiaba a una Marilyn Monroe aún desconocida, una chi- consistía en vestidos ceñidos en la cintura con vuelo en la falda,
ca que después se convertiría en el modelo pop del mercado, vestidos de tubo bien pegaditos al cuerpo y hasta la media pierna,
una pin up o cheesecake por excelencia. Detenerme en hablar trajes de baño con fajilla hasta la cintura.
de ella, sería igual que contar lo más obvio de la historia, por lo
que la dejaré de lado. El aspecto físico no era exclusivo de las chicas pin up, sino que era el
Entre otras de las chicas más representativas aparecen Betty usaban todas las mujeres de ese tiempo; sin embargo, para estandarizar
Page y Tempest Storm, que ya aparecen más desinhibidas, de la tendencia se tiene que especificar un estilo de ropa.
hechos muchos se escandalizaron porque sus fotos excluían el Muchas de las chicas que les gusta la onda pin up cumplen con los requisitos
parecer fotografiadas por sorpresa, sus fotos demostraban que les gustaba sa- del arreglo físico; sin embargo, no hacen correspondencia con su actitud; ésta
lir sin algunas partes de ropa, sin el sostén por ejemplo. La actitud de las chicas
debe ser de seguridad, confianza y gusto por sí mismas. La elegancia es uno
pronto cambió la visualización de las imágenes que antes fingían ingenuidad, de los aspectos más importantes, como ejemplo Betty Page, quien era también
ahora eran una muestra de seguridad femenina, de gustar de su cuerpo, de una actriz “eróticas y no por eso caía en los desdenes de la vulgaridad, siempre
decirle adiós a la represión. “Su popularidad fue tal que hasta el gobierno ame- conservaba un aire de glamour que le deba un estatus de respeto; era desenfre-
ricano llegó a regalar pin-ups a los soldados para que las colgaran en sus taqui- nada, pero mantenía actitudes cautas de acuerdo en el lugar que estuviese.
llas y les subieran la moral durante la 2ª Guerra Mundial” [http://historico.
portalmix.com/pinups/historia/] La importancia de ser sensual y sexi no radicaba en sus cuerpos espectacula-
res, ni en sus labios carmesí ni en la bienhechura de sus ropas, todo era, más
Ser chica pin up pronto se volvió en una forma de ser. No sólo era la belleza que nada, cuestión de explotar su femineidad de manera adecuada, de sonreír
estética, sino también la marcada forma de ser dueña de sí mismas, de no ser y decir lo que se pretendía con esa mirada “sugerente”; no rogaban porque
restringidas, eso sí, nunca perdiendo las posturas más delicadas. sabían sus dimensiones y alteraciones que causaban en los entes del sexo mas-
Aparte, estas chicas se oponían directamente a las fotos que representaban a culino.
la dama como una mujer de casa, que a pesar de sus múltiples tareas en el ho- Cerramos este pequeño encuentro de lo que es una chica pin up, podría pa-
gar, tenía tiempo para ponerse guapa para su marido; es notable como se con- recer un objeto encerrado en una postal, en un calendario o en una fotogra-
trapone el arte pin up en este punto, ya que aunque muchas imágenes son de fía, sin embargo, es importante que se vea el alcance que tuvo ese modelo de
mujeres bien arregladas y haciendo el quehacer, es más exaltable en ellas esa mujer para marcar una tendencia “retro” en nuestros días. La elegancia de su
parte de sus cuerpos que se descubren por su manifestada despreocupación al vestuario, la manera en la que atendía sus ocupaciones de hogar, la forma de
realizar sus actividades, paralelamente también cumplían con actos que sólo seducir, las vertientes represoras por las que salta, ser un ícono pop. Al final,
el hombre realizaba en esos tiempos, como el reparar sus autos o levantar cosas todas podríamos tener esos elementos de carácter, sólo nos faltaría tener esa
pesadas. Es cierto que, si bien, eso sólo existía en las chicas pegadas al papel; cara y ese cuerpo magníficos, ¡ah! y también esa manera de vestir…
sin embargo hay que resaltar la osadía de los creadores de las imágenes para

un sueño carmen boullosa


Hace décadas tuve un sueño que todavía hoy recuerdo con ¿Quién había perpetrado un crimen así, y por qué perversa
vivos y precisos dolor y colores. En el sueño, estaba yo en voluntad me había obligado a ser testigo? ¿Por qué exceso
el baño. Levantaba yo la tapa de la caja de agua del inodoro de perversión había decidido que yo lo descubriera ahí, pre-
(como le llamaba al excusado mi abuela), y encontraba ahí cisamente ahí, en la intimidad, en la indefensión total?
las cabezas de mis hermanos, niños aún. Morfeo, una vez más, fue en esa ocasión mi más empeci-
No había sangre. No había agua. Las cabezas eran mi líqui- nado enemigo, mordaz, implacable, cruel. Y era yo, yo y mis
do vital, convertido no ya en fluido para deshacerme de mis seres más amados, quien le servíamos de materia prima para
desechos, de la mierda y los orines, sino en una horripilante ejecutar sobre mí su venganza.
verdad. Hace un par de días, tuve otro sueño equivalente en el
El agua, elemento que limpia y restaura, había sido suplida dolor, la impotencia, la crudeza de sus imágenes, la precisa
por el sacrificio bestial de mis seres más queridos. conformación de la escena. Pero aún no puedo verbalizarlo.
La verdad era eso dinamitado, descabezado, inarticulado, Tal vez pueda en dos, en tres décadas.
muerto.

tripulación sabina berman. dramaturga, narradora, crítica y guionista, directora de teatro y cine, crítica / sonia silva-rosas. poeta, narradora,
periodista y promotora cultural, sus blogs: Tanta memoria (www.soniasilva-rosas.blogspot.com) y La otra memoria (laotramemoria.
blogspot.com)// paloma mora. licenciada en Letras Hispánicas, poeta y maquillista, ha publicado en antologías y en la revista Parteaguas / patricia guajardo. licenciada en
Comunicación y maestra en Estudios Humanísticos, se especializa en producción televisiva y editorial / eduardo huchín sosa. (Campeche, 1979) ha compilado sus ensayos
en ¿Escribes o trabajas? (Tierra Adentro, 2004), su blog personal: tediosfera.wordpress.com, su blog sobre porno: atranquearelzorro.blogspot.com / dayanara galván
gonzález. licenciada en Letras Hispáincas, profesora en preparatoria y universidad, ocupa sus ratos libres en el diseño de prendas de vestir/ carmen boullosa. novelista,
poeta, dramaturga y, ocasionalmente, ensayista// portada y fotografías: minverva delgadillo. / fotografías: pilar ramos.

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