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INSTITUTO TECNOLOGICO DE LOS MOCHIS

FUNDAMENTOS DE LA INVESTIGACION

Ensayo:

MECANISMO DEL PIANO

Ensayo presentado por: Daniel Humberto ZARAGOZA MANRIQUEZ

Los Mochis, Sinaloa, 2009


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ÍNDICE GENERAL

Índice de Ilustraciones 3

INTRODUCCION 4

I. EVOLUCION DEL PIANO 5

La Cítara 5

El Salterio 7

El Clavicordio 7

El clavecín 8

El piano de Bartolomeo Cristofori 8

El piano actual 9

II. LAS PARTES DEL PIANO 10

1. Elementos externos 11

Tapa armónica 11

Caja 11

Cuerdas 11

La tapa superior 11

Pedales en un piano de cola 11

Pedales en un piano vertical o de pared 12

2. Elementos internos 13

Cómo funciona el mecanismo interno 13

III. IMPORTANCIA DEL MECANISMO DE UN PIANO 14

Inspeccion visual 14

Bibliografía 20
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Introducción

¿Quién invento el piano?, ¿Cómo funciona un piano?, ¿Cómo esta formado un


piano en su interior? Son preguntas típicas que cualquiera puede hacerse.

El piano es uno de los instrumentos más completos por excelencia, ya que


contiene un registro muy amplio, por esta razón se identifica con los diferentes registros
de la voz humana, cuestión que facilita la labor docente (a la hora de preparar un coro,
dar clase de solfeo, acompañar a cantantes, instrumentistas, entre otros).
Dentro de este orden de ideas no podemos dejar de mencionar los recursos que posee el
piano, tanto melódico como armónico que facilita la comprensión y desarrollo del oído
musical del estudiante y por otra parte afina la memoria musical del mismo.
Por todas estas razones el piano no solo es considerado un instrumento para pianista
sino un instrumento para todo tipo de músico sea ejecutante o no, compositor, arreglista
directores de orquesta, directores de coros, porque apoya su formación y a lo largo de su
carrera seguirá fortaleciendo su aprendizaje y se hará una herramienta indispensable
para el.

Este trabajo no pretende determinar si el piano es importante en la enseñanza


musical, porque considero que es una afirmación incuestionable. Lo que pretendo hacer
es mostrar cómo funciona un piano para ello considere importante estudiar un poco
sobre su evolución con ejemplos gráficos hasta llegar a lo que hoy conocemos como un
piano, estudiar las partes que lo conforman y sus funciones muy generalmente.

Es muy interesante conocer estos aspectos, porque por lo regular nos sentamos
frente a un piano y podemos tocar alguna pieza pero no sabemos o ni siquiera nos
imaginamos lo que pasa en el interior del instrumento, más si es un piano vertical. Con
esto no trato de decir que conocer el mecanismo y su función nos hace grandes
pianistas, sabemos que requiere de mucho trabajo y practica, pero creo que es
importante conocer aunque sea a grandes rasgos qué pasa dentro del instrumento
cuando tocamos y cómo funciona.

Además, conocer el mecanismo de un piano, puede servirnos para evaluar el


estado de nuestro instrumento, o a la hora de adquirir uno ya que es una gran inversión
estos conocimientos pueden de alguna manera ayudarnos a tener una idea mas clara del
estado del piano de se comprará.

El mecanismo de un piano de cola varia un poco con el de un piano vertical. Este


trabajo se enfoca mas en el piano de cola aunque sin dejar completamente a un lado al
piano vertical o de pared.
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I. LA EVOLUCIÓN DEL PIANO

Para conocer el origen del piano, debemos retroceder en el tiempo para conocer algunos
instrumentos musicales más antiguos de los cuales terminaron en el piano moderno
El más antiguo instrumento musical que inicia la línea evolutiva que culmina en lo que
hoy conocemos como piano es la Cítara

La Cítara

La cítara es un instrumento de cuerdas perteneciente a la familia de los


Instrumentos de cuerda pulsada.

También se denomina así a un antiguo instrumento de cuerdas metálicas


punteadas, afinadas de a pares (como el laúd) pero con la parte posterior plana como la
guitarra. (Justamente el nombre guitarra proviene de cítara). Un nombre más antiguo es
el italiano cítole (a pesar de que D. G. Rossetti en su poema "La doncella elegida"
infiere que son instrumentos diferentes).
Otra designación inglesa como gittern aparentemente no se refiere a la cítara sino
que es un antiguo nombre inglés de la guitarra (u otro instrumento muy parecido).

La cítara también es un instrumento de cuerda que se sostiene sobre las rodillas,


en una mesa y que se puntea. Algunas cuerdas pueden ser pisadas (como en la guitarra
actual) y otras tienen altura fija y son usadas para acompañamiento.
Es un instrumento folclórico de Europa Central. El tema fílmico de El tercer
hombre, compuesto e interpretado por Anton Karas, es una de las composiciones
escritas originalmente para cítara más famosas de todos los tiempos.

(No confundir con el sitâr, con un largo mástil y un número variable de cuerdas
que pertenece a un grupo diferente, el de los laudes).

Modernamente tiene forma trapezoidal y el número de sus cuerdas varía de 20 a


30. Se toca con una púa. Es de un tamaño superior al violín aunque existen diversos
tamaños.
Un instrumento posterior a la cítara, aunque con ligeras variaciones, fue el
monocordio. Sobre este instrumento fue que Pitágoras, el famoso filósofo griego realizó
sus estudios sobre la relaciones entre los intervalos musicales

El siguiente paso evolutivo lo constituyó el Salterio.

Una variación del salterio la encontramos en el Dulcinea que estaba pensado para
que sus cuerdas no sean tocadas con las manos o con algún elemento punzante sino para
que sean percutidas.
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El Salterio

El salterio es un instrumento de cuerda pulsada o a veces percutida que consiste en


una caja de resonancia sobre la que se extienden las cuerdas, que son pulsadas por los
dedos o percutidas con palos. El percutor puede ser una varilla metálica o de madera
que golpea una cuerda creando melodías (como en el caso de la celesta, cítara, santur
persa o bien un grupo de cuerdas creando un acompañamiento rítmico.

El piano tal cual lo conocemos hoy en día se basa, entonces, en los principios de
construcción de los instrumentos mencionados, cuyas cuerdas no son ya tocadas con las
manos sino percutidas por martillos. Entre éstos, encontramos al clavicordio

El Clavicordio

El clavicordio es un instrumento musical europeo de teclado, de cuerda percutida


y sonido muy quedo. Este instrumento no se debe confundir con el clave (harpsichord,
clavecín, clavicémbalo, clavicímbano), la espineta o el virginal. Las teclas del
clavicordio son simples palancas; cuando se hunde una de ellas se percute la cuerda con
una pequeña púa de metal ("tangente") insertada en el extremo contrario de la tecla.
Esta tangente determina la afinación (tono) de l a cuerda al dividirla en su longitud.
La longitud de la cuerda entre el puente y la
tangente determina la altura (afinación) del sonido.
Una de las dos partes de la cuerda dividida no suena porque está en contacto con una
faja de fieltro agudo. El intérprete puede hacer un pequeño vibrato (rápida y casi
imperceptible variación de la afinación) realizando un efecto con el dedo, llamado en
alemán Bebung ('temblor'): hace variar la fuerza con que mantiene apretada la tecla
mientras la tangente se encuentra en contacto con la cuerda. Cuando el martillo
abandona la cuerda, ésta deja de sonar y tiene una curva de extinción rápida.
El clavicordio —a diferencia del clave— posee "respuesta al tacto" (touch response):
según la fuerza del ataque se puede variar la intensidad, aunque ésta siempre será muy
débil. A partir del mecanismo del clavicordio —que permite tocar con diferentes
dinámicas entre el piano (suave) y el forte (fuerte)—, los italianos crearon el pianoforte
(el actual piano) que desplazó a sus dos antecesores: el clavicordio y el clave.

Un desarrollo posterior aunque contemporáneo al clavicordio produjo un


instrumento llamado Clavicembalo.

El clavecín

También llamado clavicémbalo, cémbalo, gravicémbalo, clave o clavicémbalo. Su


estructura básica es uno o dos teclados o manuales, en los cuales, al presionar cada
tecla, una púa de pluma de ganso, de cuervo o cóndor (llamada plectro), que se
encuentra en una pequeña estructura de madera llamada martinete o saltador, eleva la
cuerda correspondiente, punzándola. Esto produce un sonido determinado (nota). El
volumen del instrumento no varía, al menos perceptiblemente, según sus teclas se
opriman suave o fuertemente, sólo se consigue un cambio de volumen agregando
registros o acoplándolos. El arte de ornamentar una línea melódica permite también
sugerir efectos dinámicos.
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El clave, muy conocido y utilizado durante el Barroco, fue cayendo en el olvido, y


la mayoría de las piezas escritas para él empezaron a ser interpretadas en el nuevo
pianoforte, antepasado de nuestro piano moderno. Como su nombre indica, éste permite
cambios de volumen con sólo variar la intensidad de pulsación de las teclas.

El piano de Bartolomeo Cristofori

Alrededor del año 1695 un italiano llamado Bartolomeo Cristofori comenzó a


construir un instrumento que era de una especie similar al Clavicordio y al
Clavicémbalo,. En el instrumento desarrollado por Cristofori, el elemento que ponía las
cuerdas a vibrar era una pieza de madera con la forma de un martillo cuya punta estaba
recubierta de cuero. Esto no producía un sonido metálico y estridente como en el
Clavicordio y el Clavicémbalo, sino un sonido mucho más dulce y sostenido. Además,
el mencionado martillo tenía un sistema de escape mediante el cual era posible variar
tanto el volumen, como así también el tono del sonido. Algunos historiadores le
atribuyen a Cristofori la invención del piano.

El piano actual

Cuando hablamos del piano moderno nos referimos fundamentalmente a los


pianos diseñados y construidos desde la última década del siglo pasado hasta el
presente. En la actualidad existen mecanismos muy diversos, para intensificar el sonido
se utilizaron cuerdas más gruesas y una tensión mayor, posee además 2 pedales, el
derecho para levantar los apagadores y el izquierdo para la ejecución en sordina.
Además algunos pianos cuentan con un tercer pedal ubicado en el centro de dos
habituales llamado "pedal sostenido", que opera para
sostener únicamente aquellos tonos cuyos
apagadores están ya elevados por el mecanismo de las teclas. Además, El teclado está
compuesto de 52 teclas blancas y 36 negras, con un total de 88 teclas.

Dentro de los pianos modernos encontramos dos grandes grupos:


• Pianos Verticales
• Pianos de Cola

Los pianos verticales se caracterizan por poseer el arpa, las cuerdas y los martillos
perpendiculares al piso y los pianos de cola se caracterizan por poseer el arpa, las
cuerdas y los martillos paralelos al piso. En su parte posterior tiene forma de cola.

También Podemos clasificar los tipos de pianos en cuanto al tamaño:


• Pianos Verticales
-Vertical grande o antiguo (mal llamado de concierto), de más de 140 cms. de altura
-Vertical de estudio, de 110 a 139 cms. de altura.
-Vertical Consola, de 98 a 109 cms. de altura.
-Vertical Espineta, menores de 98 cms. de altura.
• Pianos de Cola
-de cola Mignon, hasta 130 cms. de largo,
-de ¼ cola, de 131 hasta 189 cms. de largo,
-de ½ cola, de 190 hasta 225 cms. de largo,
-de ¾ cola, de 226 hasta 255 cms. de largo,
-de Gran cola, superiores a 256 cms. de largo.
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II. LAS PARTES DEL PIANO

1. Elementos externos
Tapa armónica

Es el verdadero elemento de resonancia del instrumento. Sin ella una cuerda no


produciría más que un sonido pobre. La calidad y homogeneidad de la madera de la que
está hecha son primordiales. La tapa armónica de un piano de cola moderno, construida
generalmente en madera de abeto, tiene un espesor de 8 mm, el doble de la de un
pianoforte.

Caja

La caja, o mueble, prolonga la función de la tapa armónica. Está reforzada por un


barrado para sostener el peso de la placa de hierro, fundida en una sola pieza.

Cuerdas

Están tensadas sobre un puente según el principio de todo instrumento de cuerda.


En nuestro caso está enormemente agrandado, dado que las 224 cuerdas generan una
tensión del orden de las 15 a 20 toneladas, dependiendo proporcionalmente de las
dimensiones del instrumento. Cada cuerda debe ser afinada correctamente. Para ello se
enrosca en su tramo final sobre un eje insertado en el clavijero, y se obtiene un tono más
agudo o grave según el sentido de giro. Ni que decir tiene que esta labor debe realizarla
un profesional, que ajustará cada cuerda a su afinación exacta. Las cuerdas del extremo
grave, las de mayor longitud, también llamadas bordones, son de acero hilado en cobre,
y se disponen individualmente. En el registro grave se colocan dos por tecla, y en el
resto tres. Estas últimas sólo son de acero. La longitud y grosor son directamente
proporcionales a la gravedad de la cuerda, es decir, a tonos graves, mayor grosor y
longitud, y a tonos agudos, menor grosor y longitud. Por ello, si examinamos
visualmente un piano por dentro se aprecia a simple vista la gran longitud de las cuerdas
situadas hacia la izquierda, mientras que las de la derecha son casi diminutas, y también
se aprecia que en una determinada nota las cuerdas comienzan a tener un recubrimiento
de cobre para aumentar el grosor. La longitud de las cuerdas más graves incide
proporcionalmente en las dimensiones exteriores del instrumento, y así es posible
encontramos con pianos de más o menos "cola": por supuesto, a mayor dimensión mejor
calidad de sonido. Este principio incide también en el piano vertical en cuanto a su
altura.

La tapa superior

Tiene la función no sólo de cerrar el mueble, sino también proyectar el sonido al


público. Tiene diversas posiciones según la potencia solicitada: para un concierto solista
debe estar en su posición más alta, en cambio, acompañando a otros instrumentos se
debe situar en la más baja.
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Pedales en un piano de cola

El unicornio, también llamado una corda o celeste. Se encuentra a la izquierda y


desplaza los macillos hacia un lado, de modo que, según el ajuste que se le dé, los
macillos golpean sobre dos de las tres cuerdas y en la zona del fieltro donde
habitualmente no lo hacen. El resultado sonoro es, por un lado, una reducción en el
ataque y, al mismo tiempo, la cuerda que no es golpeada vibra por simpatía,
produciendo una diferencia en la fase de la vibración, lo que en términos generales se
traduce no en un reducción de la intensidad (como en el pedal izquierdo de los pianos
verticales), sino en una modificación del timbre. El sonido "cambia de color" y la
duración de la nota es más uniforme y dulce.

El pedal tonal o central, también llamado pedal de sostenuto, del italiano


sostenido, (que también se encuentra en algunos modelos verticales de Yamaha), sirve
para crear el efecto llamado nota pedal, que consiste en mantener durante un tiempo
determinado la misma nota o acorde; a diferencia del pedal de resonancia, la nota pedal
no se ve alterada por las que se toquen después. El efecto se consigue pulsando primero
las notas deseadas y después mantener pulsado el pedal mientras mantenemos las notas
pulsadas; una vez hecho esto estas notas permanecerán sonando sin verse alteradas por
las que se toquen después, a diferencia del pedal de resonancia que las va sumando.

El pedal de resonancia al ser pisado libera los apagadores de las cuerdas, lo que
permite que la nota siga sonando aunque se haya dejado de pulsar la tecla, añadiendo
además una gran cantidad de armónicos de otras cuerdas que vibran por simpatía,
aumentando de este modo el volumen sonoro y, en su caso mezclando notas, acordes y
armonías diversas, pero usado con destreza también permite pequeños efectos sutiles de
expresión, cantabilidad, fraseo o acentuación. En cuanto a la interpretación, dependerá
del estilo y de la elección del pianista, que deberá dosificar y cambiar más o menos a
menudo según la armonía, la textura y las más o menos definidas indicaciones de la
partitura.

Pedales en un piano vertical o de pared

El pedal de aproximación, también llamado celeste pero no unicordio, se


encuentra a la izquierda pero en este caso difiere del piano de cola. Al pulsarlo el
mecanismo acerca los macillos a las cuerdas, con lo que, a menor distancia para
percutir, menor aceleración al pulsar la tecla, con lo que sencillamente se reduce el
volumen sonoro.

La sordina, que es el pedal central, exclusivo de los pianos verticales actuales (en
los que sustituye al pedal tonal, con una función totalmente diferente). Al pisarlo, se
interpone una tela, normalmente fieltro, entre los macillos y las cuerdas, lo que reduce
enormemente el sonido y permite tocar el piano sin molestar a otras personas. El
mecanismo no es del todo nuevo, pues una variante del mismo se encontraba también en
algunos modelos de pianos de cola construidos a finales de siglo XVIII y principios del
XIX, aunque en este caso con una función también tímbrica, de imitación a otros
registros o instrumentos.

El pedal derecho es el de resonancia, el único que es común a los dos tipos de


piano. En los verticales, su funcionamiento es exactamente el mismo.
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2. Elementos internos

Cómo funciona el mecanismo interno:

La fuerza con la que los dedos pulsan las teclas se transmite a los martillos, hasta que
finalmente la cuerda del piano es golpeada. Una pulsación gradual de la tecla hace que
el piloto empuje a la repetición. Esta fuerza a continuación empuja hacia arriba el
escape. Desde que la nota ha sido pulsada aproximadamente 5 milímetros, la cucharilla
del apagador se pone en contacto con la palanca del apagador, separándose éste de la
cuerda. Cuando la tecla desciende aproximadamente 7 u 8 milímetros, la cola de la
plancha se pone en contacto con el botón regulador, y el extremo de la plancha
comienza a moverse y deja libre la base del martillo.

Si este proceso se realiza muy rápidamente, dicho efecto es comunicado al martillo, que
a su vez transmite la fuerza que golpea la cuerda. En ese instante, la tecla ha bajado a
tope y el martillo rebota del impacto con la cuerda y es aguantado y parado con el
receptor. Cuando la tecla se levanta, el martillo vuelve otra vez hacia atrás a su posición
original, por la acción de la gravedad en el caso de un piano de cola o ayudado por una
muelle en el caso de un piano vertical. El apagador de nuevo toma contacto con la
cuerda, cortando las vibraciones de ésta y mientras la tecla sube del todo, el mecanismo
se vuelve a poner de nuevo en condiciones para el siguiente ciclo.

III. IMPORTANCIA DEL MECANISMO DEL PIANO

Al igual que los corredores de automóviles, un pianista no podrá llegar muy lejos
sin un buen piano de compañero.
Sólo saber que un piano tiene más de 200 cuerdas y aproximadamente 1000 partes
móviles nos da una idea de lo complejo y esencial que es mantener a punto este
complejo sistema que ha llevado generaciones en su desarrollo.
A pesar de su complejidad, existen pequeñas y simples formas para tener una idea
inicial del estado de un piano a la hora de comprar uno o simplemente para saber
cuando darle mantenimiento a uno.

Inspección visual:

Una de las cosas más importantes y valiosas de un piano es su caja armónica y el


arpa. Todo el resto tiene arreglo. Al igual que la caja acústica de una guitarra, la de un
piano también puede ser reparada, pero esto desvalora bastante el instrumento y puede
afectar mucho la capacidad sonora con la que fue diseñado. Hay que verificar que no
esté trizada ni reparada y que al tocar todas las notas y acordes posibles en el piano, ésta
no tenga vibraciones ni sonidos extraños.

Siempre se ha hablado del “clavijero de bronce” de los buenos pianos. La verdad


es que un clavijero de bronce puro no resistiría tanta tensión y es por eso es que la
mayoría de ellos son de una aleación de acero principalmente y quizás… algo de
bronce. La real diferencia está en los antiguos pianos que tenían clavijero de madera y
en los “de bronce”. Aunque un piano con clavijero de madera bien cuidado no es un mal
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piano, se ha hecho tradicional que estén, por su antigüedad, en muy malas condiciones
lo que ha arruinado su reputación. En rigor, las clavijas de todos los pianos van
atornilladas en madera, el clavijero solo se encarga de “enmarcar” la clavija para que no
se incline hacia abajo por la presión de las cuerdas pudiendo así agrandar el agujero
donde se encuentra empotrada. Lo importante entonces (asumiendo que es muy difícil
encontrar un clavijero de madera del siglo IX en buen estado) es verificar que la
estructura del arpa no se encuentre trizada. Las ralladuras se pueden pintar, una
trizadura puede ser hasta peligrosa tomando en cuenta la tensión permanente que el arpa
debe soportar (¡Entre 70 y 100 Kg. Por cuerda!) Lo otro es revisar que se encuentren
todas las clavijas derechas (las clavijas caídas indican un agujero deforme lo que
impedirá tensar bien la cuerda), que sobresalgan uniformemente hacia afuera (una
clavija muy profunda indica un agujero muy desgastado lo que impedirá girar para
tensar bien la cuerda) y finalmente chequear que las clavijas estén sin o muy poco
martilladas. Una mala costumbre de algunos técnicos es la de martillar las clavijas en
vez de sacarlas e introducirles unos papeles de fibra a modo de “tarugos” cuando estas
están flojas. Martillar es más fácil para ellos, pero con eso se desgasta
irremediablemente el delicado hilo de madera presente detrás del arpa, hasta llegar a
hacer un orificio lo suficientemente profundo para arruinar el soporte de madera del
piano y dejar la clavija suelta para siempre.

Las cuerdas de un piano son de dos tipos: Simples (un hilo de alambre acerado) y
Entorchados (Hilo de alambre acerado con un embobinado de alambre de bronce a su
alrededor.) El grueso del embobinado aumentará al utilizar notas más graves. Los
problemas más comunes se dan con los entorchados. Cuando hay notas que utilizan
cuerdas entorchadas y son “imposibles de afinar” sucede que uno de los entorchados
(hay notas que utilizan hasta 3 cuerdas entorchadas) difiere en grosor al de sus
compañeros. Por eso es recomendable que al cortarse una cuerda entorchada, sean
reemplazadas todas a la vez y así mantener la uniformidad en el sonido.
Otro problema común en las cuerdas entorchadas es cuando se suelta el
embarrilado de bronce. Esto hace que al pulsar la tecla se sienta un sonido vibratorio,
como el de un mosquito o una madera suelta. Muchas veces confundido con la temida
trizadura de la caja armónica, este problema se resuelve embarrilando el entorchado
suelto, cortando el excedente de éste o simplemente cambiando las cuerdas de esa nota.
Hay quienes han logrado pegar el entorchado para que no se suelte, pero no siempre se
obtienen buenos resultados. Cabe destacar que el entorchado se aferra al cable de acero
debido a que éste no es totalmente redondo, sino desgastado en sus 4 lados formando
pequeños perfiles afilados que sirven para que el entorchado de bronce no se suelte. Los
técnicos especializados muchas veces desgastan la cuerda de acero central en sus bordes
y vuelven a embarrilarla firmemente.

Apagadores: Como su nombre lo indica su función es la de cortar el sonido


cuando se suelta la tecla. Al presionar el pedal derecho de un piano se levantan todos los
apagadores a la vez y se produce esa resonancia o reverberación tan característica de
este instrumento. Al realizar toques muy cortos, casi como pellizcos sobre las teclas, se
debe apreciar que cada una de ellas corte el sonido de igual manera. Si una de ellas no
devuelve y la nota queda sostenida, puede deberse a un desperfecto técnico (maderas
hinchadas, 2 martinetes que están enganchados, etc.). Si la tecla devuelve como
corresponde pero no se corta el sonido, lo más probable es que el apagador de esas
teclas no esté funcionando bien, lo que impedirá ejecutar bien los staccatos, fraseos y
otros recursos.
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Lo contrario de apagadores que no bajan para cortar el sonido, son los que no liberan a
la cuerda para producirlo. Esto hace que al presionar una tecla se sienta un sonido
apañado, muy bajo y breve. Este tipo de fallas generalmente afecta también al uso del
pedal de resonancia y lo más probable es que al presionarlo, la tecla con el apagador
retenido no quede sostenida y le reste resonancia al instrumento. Por lo anterior, otro
simple ejercicio es el de presionar el pedal derecho y tocar cada una de las teclas para
confirmar que los apagadores se elevan correctamente y que cada nota suene libremente
una sobre la otra sin ser cortada. De la misma manera, al soltar súbitamente el pedal,
deberían apagarse todos los sonidos a la vez. De quedar notas sonando, nuevamente
estaremos e presencia de problemas con los apagadores.

Martinetes: Los martillos del piano son los elementos que golpean la cuerda para
hacerla vibrar. Estos están hechos de lana prensada. A mayor tamaño del piano, más
libras de presión tendrá la lana que reviste sus martillos. Unos martillos gastados darán
un sonido más metálico, sobre todo si su desgaste llega hasta el centro del martinete
donde sólo una porción de “paño” (material de color rojo o verde que se utiliza para
proteger diversas partes del piano) separa la lana de la madera que afirma el martillo.
Muchas veces hay martinetes que dan un sonido metálico no por desgaste, sino porque
la lana que entra en contacto con la cuerda de ha prensado y endurecido. La solución
para eso (es recomendable que lo realice sólo una persona con experiencia) es insertar
una suerte de pequeños alfileres para liberar la presión excesiva en la lana y “entonar” el
sonido. Al realizar este trabajo sin tener experiencia, se corre el riesgo de forzar la pieza
y soltar un eje o de liberar en exceso la tensión de la lana y arruinar el martinete, ya que
ese proceso es irreversible.
Otro proceso para “entonar” un piano es el de devolverle la forma circular a cada
martillo, pues con el uso, éstos tienden a achatarse y esto cambia su sonido. Incluso es
corriente pianistas y experimentados afinadores, no conformes con la afinación de una
nota, finalmente la hayan encontrado corrigiendo esta deformación del martinete más
que en la tensión para afinar las cuerdas.

Ejes: Los ejes son la suerte de bisagras de los martinetes. Existen varios otros ejes
en el mecanismo de acción de un piano, pero el más común y visible es el que sostiene
el cuerpo del martillo. Cuando los ejes están sueltos se escucha un golpe de madera
junto con la nota y muchas veces la nota no es idéntica al tocarla una y otra vez. Esto se
debe a que el eje está tan suelto que el martillo a veces golpea las 3 cuerdas y otras no.
En casos extremos el martillo golpea hasta las cuerdas de la nota del lado.
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BIBLIOGRAFIA

Rattalino, Piero. Historia del piano. El instrumento, la música y los intérpretes, Idea
Books. Colección Idea Música 1995. 328 págs.

Levaillant, Denis. El piano. Barcelona 1998

Casella, Alfredo. - El Piano. Buenos Ajres, Ricordi, 1942. Trad.: Carlos Floriani. 246
págs. Original: Il Píanoforte. Roma-Milán, Tummielli, 1937.

http://es.wikipedia.org/wiki/Piano

http://tecnico-afinador-pianos.blogspot.com/2007/11/el-piano-por-dentro.html

http://www.pianos.com.mx/comofunciona.asp

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