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EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO

 LOS TIPOS DE PENSAMIENTOS.

 Pensamiento arcaico.

El hombre, desde siempre, ha necesitado saber cómo orientarse en el mundo, encontrar explicaciones sobre
lo que pasa en él y tener una idea sobre sí mismo.

El pensamiento arcaico constituye una serie de interpretaciones en las que el hombre confiaba hace unos
2500 años: la fe, la imaginación, la importancia de la tradición; es decir, creían en cosas que no habían visto
pero en las que sus antepasados también se apoyaban y que, además no se podían demostrar. Afirma que
todos los hechos son producidos por los dioses y, por tanto, no los analiza para llegar a una explicación
razonable.

Tiene las siguientes carácterísticas: es un pensamiento infundado, es decir, no demuestra lo que afirma; es
también acrítico, no le importa que el camino que sigue para llegar a una conclusión sea adecuado o no; es
de carácter antropomórfico, por tanto cree que el mundo y todo lo que ocurre en él es por la acción de los
dioses; y, por último, es un pensamiento emocionalmente comprometido ya que los hombres no pueden
explicar los hechos sin recurrir a los dioses puesto que se ven en un compromiso.

 Pensamiento racional.

Aparece en el siglo VI a. C. cuando los primeros filósofos y científicos griegos comienzan a valorar y utilizar la
razón para interpretar la realidad y dar respuesta a los enigmas que plantea. Entonces, la única diferencia que
había entre ciencia y filosofía era el objeto de su estudio; sin embargo, el modo de hacerlo era el mismo: el
razonamiento que no tenía en cuenta la observación, es decir, que lo que percibían los sentidos no era fiable.

1.2.1. El saber científico.

Se ocupaba de “parcelas” de la realidad y sus rasgos más característicos son: que es un saber regional,
sectoria, que se ocupa de partes de la realidad; es crítico ya que analiza ese sector de la realidad para llegar
a una síntesis, pero limitadamente porque se basa en hipótesis; es riguroso puesto que confirma sus
afirmaciones mediante experimentos; es intersubjetivo y transmisible, es decir, cualquiera puede experimentar
para confirmar teorías y darlo a conocer; y, por último, es aprovechable ya que gracias a él el hombre puede
intervenir en la naturaleza y manipularla.

1.2.2. El saber filosófico.

La filosofía se ocupaba de la “realidad como un todo” y sus características principales son: que es un amor al
saber, al conocimiento; también es universal ya que se ocupa de todo cuanto hay; es crítica, pero con un nivel
más profundo que la ciencia puesto que no se basa en supuestos y critica los que la ciencia ha aceptado sin
explorar; es radical, es decir, se preocupa del sentido que puedan tener las cosas para dar respuestas a los
enigmas planteados por el hombre; es de segundo grado porque su esfuerzo supone el trabajo previo de las
ciencias, y totalizadora ya que se preocupa por superar la razón especializada de cada una de ellas.

2. REFLEXIONES SOBRE LA RACIONALIDAD.

2.1. La racionalidad científica.

Se caracteriza por su exactitud y rigor ya que se ocupa de problemas prácticos.

La ciencia no recoge de manera exacta lo que es la realidad sino que proporciona un conocimiento simbólico
de la misma, sólo entra en contacto con la realidad a través de los experimentos. Además, algunos
descubrimientos asombrosos de la ciencia, no pueden llevarse a cabo porque serían considerados inmorales
y sin sentido.
2.2. La racionalidad filosófica.

Aunque se pueda pensar que la filosofía no es útil, no es así, ya que las necesidades del hombre no son sólo
materiales: es imprescindible para nosotros puesto que no estamos programados y tenemos que decidir
continuamente; y para criticar los supuestos de las ciencias que pueden llegar a ser descabellados si se
aplican a la realidad. Además, nos ayuda a orientarnos racionalmente en el mundo.

3. CORRIENTES HISTÓRICAS DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO.

Las diferentes corrientes filosóficas son consecuencia de la amplitud y profundidad de su racionalidad y


mantienen posiciones diferentes debido al momento histórico donde se situan, ya que les proporciona una
visión determinada de la realidad.

3.1. La filosofía naturalista o realista.

Es la mayoritaria desde el nacimiento de la filosofía (siglo VI a. C.) y se basa en la idea de que lo que existe
son las cosas que componen la naturaleza. Además afirma que lo primero que vemos de algo, lo inmediato,
es la apariencia y que, por lo tanto, la auténtica realidad no está explícita. Esta filosofía es intelectualista, es
decir, piensa que la realidad tiene una estructura que los humanos podemos comprender, conocer y llegar a
descubrir.

Platón es el filósofo que mejor representa esta forma de pensar como bien demuestra en su alegoría de la
caverna, per es con Aristóteles con quien alcanza su formulación más perfecta. Éste se convertirá más tarde
en el mejor filósofo y científico de la edad media.

3.2. La filosofía idealista o racionalista.

Se inicia en el siglo XVII con Renato Descartes pero alcanza su apogeo con Hegel en el XIX y consiste en
reducir toda la realidad al pensamiento.

El hombre de esta época es precavido y tiene miedo al error ya que ha vivido el fracaso de una ciencia que
había estado presenta durante más de veite siglos. Por eso establece el método a seguir antes de ponerse a
pensar.

Descartes proporne utilizar las matemáticas para conseguir una filosofía sin errores siguiendo un método
basado en: partir de evidencias, es decir, algo cuyo contenido se tiene que aceptar necesariamente; analizar o
descomponer en el mayor número de partes la dificultad en cuestión; sintetizarla también yendo de lo simple a
lo complicado; y, para terminar, numerar estos dos últimos pasos para no omitir nada.

Para este filósofo la única verdad que existe con toda seguridad y que está libre de errores es el pensamiento.
Sin embargo, Hegel afirmaque la única realidad existente es la idea y que lo material es un simple momento
de su desarrollo.

3.3. La filosofía empirista.

Su fundador es John Locke en el siglo XVII pero su mejor momento llega con David Hume en el XVIII y se
preocupa fundamentalmente por señalar los límites destro de los que ha de estar la razón humana para no
errar.

Los hombres de esta época son modernos, precavidos y cautos, y para ellos la filosofía consiste en establecer
cómo hay que pensar para no equivocarse.

Locke propone analizar el origen de un contenido mental para probar su validez y, si éste viene de la
experiencia sensible, será válido; sino, no valdrá. Por otra parte, Hume hace que el empirismo alcance un
escepticismo psicológico total, es decir, una afirmación de que el hombre no puede alcanzar la verdad y que,
por tanto, todo lo que piensa son sólo opiniones. Para él lo único que existe realmente son las “cualidades”.
El pensamiento filosófico, es un pensamiento crítico, activo, inquieto, inconformista, libre,
racional, no empírico, y especialmente especulativo (poco práctico) que indaga buscando
respuestas sobre aquellos hechos esenciales que la ciencia aún no ha podido responder, y
que eleva al hombre como ser racional en su plenitud. No se apoya en supuestos para
sustentar sus afirmaciones, sino en verdades comprobadas, para buscar los principios y las
causas., basándose en la confianza puesta en la capacidad de la razón para encontrarlos.

En sus comienzos, con Pitágoras, en la Antigua Grecia, la reflexión filosófica abarcaba


todos los campos del saber humano: (Matemática, Astronomía, Ciencias Naturales y
Ciencias Sociales). Actualmente del tronco común de la Filosofía se han desprendido
distintas ramas, para el pensamiento particular de cada tema, como la Metafísica, la
Gnoseología, la Axiología o la Teodicea.

En Grecia floreció el pensamiento filosófico pues había una categoría de ciudadanos que
disponía de tiempo libre para dedicarse a lo que llamaban ocio creador, que les servía para
la búsqueda de esas respuestas a través de su intelecto. El actual mundo agitado que nos
toca vivir, con poco tiempo libre para la meditación, y de alto contenido utilitario y
materialista, no es propicio para el desarrollo de este pensamiento, tan necesario para que el
hombre se contacte con los aspectos esenciales de su existencia.

El pensamiento filosófico se basa en intentar responder a dos preguntas básicas, de dónde


venimos, y hacia donde vamos, siendo las primeras preguntas que se formuló el hombre
sobre la materia primera para luego extenderse a todo tipo de cuestiones, transformándose
en un pensamiento universal que abarca todos los aspectos de la realidad, susceptibles de
cuestionamiento.

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