Sei sulla pagina 1di 3

CARTA ABIERTA

Caracas, 23 de enero de 2021

Ciudadano
JUAN GERARDO GUAIDÓ MÁRQUEZ
Presidente de la Asamblea Nacional y Presidente Encargado de la República
Diputados que la Asamblea Nacional
Su Despacho.-

Nosotros, Román Duque Corredor y Cecilia Sosa Gómez, Coordinador Nacional y


Director Académico respectivamente del Bloque Constitucional de Venezuela, Grupo de
Opinión, constituido en ejercicio del derecho de participación ciudadana; nos dirigimos a Ustedes
en la oportunidad de manifestarles, como parte de la sociedad organizada, nuestro respaldo al
compromiso adquirido por la Asamblea Nacional de concretar el mandato de la Consulta Popular
realizada exitosamente entre los días 7 al 12 de diciembre de 2020, como forma de ejercer
directamente la soberanía y de participación y protagonismo del pueblo en su ejercicio, conforme
lo previsto en los artículos 5º , 62 y 70, de la Constitución.

La expresión de la voluntad dada por la población respecto de dicha Consulta, es


reconocida en el Acuerdo de la Asamblea Nacional dictado el 3 de enero de 2021, en el cual de
manera expresa señala en su Considerando Cuatro lo siguiente:

“Considerando: Que, esta Asamblea Nacional, en sesión ordinaria, de fecha 01 de 0ctubre


de 2020, aprobó un Acuerdo promoviendo una Consulta Popular para realizar elecciones
presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables y rechazar el fraude; consulta
convocada con fundamento en los artículos 1, 3, 5, 6, 70 y 333 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que permitiera obtener la manifestación inequívoca de la soberanía del
pueblo sobre las preguntas allí formuladas…” . (destacado nuestro)

Y, en el mismo Considerando se reconoce también que la Consulta Popular contó con la


participación verificable de SEIS MILLONES CUATROCIENTOS SETENTA Y SEIS MIL
venezolanos, tanto en el país como en el exterior, quienes en un 99% respondieron “SI” a la
pregunta número uno, “…exigiendo el fin de la apropiación injusta del cargo de Presidente de
la República por parte del ciudadano NICOLÁS MADURO MOROS; y, la convocatoria a
elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables.”

Ante esta expresa voluntad del pueblo, ejerciendo de manera directa su soberanía como lo
establece el artículo 5 de la Constitución en concordancia con el artículo 70, la Asamblea Nacional
acordó “…exigir el cumplimiento voluntario del mandato soberano, expresado en las
respuestas a las preguntas consultadas…” como una solución “constitucional, pacífica y
electoral” para reconstruir la institucionalidad del estado democrático y social de derecho y de
justicia inexistente en el país.

Igualmente, mediante el mismo Acuerdo exhortó a la Fuerza Armada Nacional a que


cumpla con lo ordenado en las respuestas dadas a la consulta y haga cumplir la Constitución,
devolviendo así la soberanía al pueblo venezolano y restableciendo el estado de derecho. En el
mismo se ordena informar a la comunidad internacional el contenido del Acuerdo indicando que
“a manera de desahucio constitucional ha sido notificado a su destinatario en Venezuela.”
Todo ello bajo las previsiones del marco constitucional de restablecimiento de la vigencia de la
Constitución a que se contrae su artículo 333, en concordancia con su artículo 328.

En virtud de lo anterior, es indiscutible la legitimidad de la Consulta Popular y de su


mandato del desahucio constitucional y del exhorto de la Asamblea Nacional.

Ahora bien, como quiera que el Acuerdo de la Asamblea Nacional, de fecha 3 de enero de
2021, se dictó para el cumplimiento del referido mandato de la soberanía popular, resulta
indispensable y debe tenerse presente que:

1.- En la respuesta dada a la pregunta número uno, el Pueblo ordenó el cese de la usurpación
de la presidencia de parte de Nicolás Maduro, por lo cual la Asamblea Nacional dispuso, “a manera
de desahucio constitucional”, notificar al destinatario de esta orden, que debe cesar en la
usurpación en que se mantiene en el cargo de la presidencia de la República. De igual manera,
mediante la respuesta afirmativa a la segunda parte de la pregunta consultada, el Pueblo respondió
que convocaba a elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables.

2.- La respuesta a la pregunta número dos se respondió en forma afirmativa, por más de 6
millones de venezolanos, y en la misma respuesta manifestaron su rechazo al evento fraudulento
de elecciones parlamentarias convocadas e igualmente su aprobación de la solicitud a la
comunidad internacional del desconocimiento del referido fraude electoral.

3.-También la respuesta a la pregunta número tres, resultó afirmativa en cuanto al


acompañamiento y asistencia internacional que permitan rescatar nuestra democracia, atender la
crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad.

Asimismo, la comunidad internacional, como la mayoría de gobiernos democráticos,


consideró pertinente la Consulta Popular y el llamado a elecciones presidenciales y parlamentarias
libres, justas y verificables; e igualmente, que no reconoce las elecciones ni la Asamblea resultante
de ella.

Conforme a lo expresado, la Asamblea Nacional ha de continuar con el cumplimiento de


la voluntad inequívoca del pueblo venezolano, de la cesación de quienes usurpan las funciones de
Presidente de la República y, ahora, del Parlamento, que en ambos casos tienen un origen
inconstitucional y fraudulento, ya reconocido internacionalmente, objetivo éste que sólo podrá
cumplirse materializando el mandato de convocar las elecciones presidenciales y parlamentarias
libres, justas y verificables con el acompañamiento y asistencia de la Comunidad Internacional.
En este orden de ideas,
La organización de este evento electoral convocado por el pueblo venezolano, requiere que,
de manera inmediata, se diseñe y ejecute un cronograma de actividades que conduzcan a la
realización del mismo, cuyos resultados permitan la instalación de autoridades legítimas que
puedan, en compañía del concierto internacional, devolverle a nuestro país la democracia y, con
ella, el sistema de libertades destruido y que ha conducido a la población venezolana hacia un
callejón en donde se violentan a diario todos los derechos humanos, y cuya única salida es
precisamente el cumplimiento de la voluntad del soberano.

Es por lo expuesto que la Asamblea Nacional ha de continuar con el empeño de lograr la


efectividad de las respuestas que fueron solicitadas al Pueblo, a través de la consulta popular, por
lo que debe informar, comunicar, atender y compartir con los sectores democráticos, que
respaldan su representación legítima y soberana, sus planteamientos e inquietudes sobre el
cumplimiento de la referida Consulta Popular.

Finalmente, deseamos que comprendan que nuestro compromiso de seguir colaborando en


las tareas que conduzcan al restablecimiento del orden democrático de nuestro país, recoge la
expresión de millones de venezolanos que desean y necesitan una solución a este drama que
vivimos y que debe atenderse con la urgencia y en atención al estado de necesidad en el cual nos
encontramos. En este mismo sentido se manifestó la Conferencia Episcopal Venezolana, en su
Mensaje del 9 de enero de este año , que además de desconocer las elecciones e instalación de la
Asamblea Nacional producto de este ilegitimo proceso, considero “ urgente la disposición a fin de
encontrar el camino legal y pacifico que facilite una transición democrática y nos lleve cuanto
antes a unas elecciones presidenciales y parlamentarias en condición de libertad e igualdad para
todos los participantes y con acompañamiento de organismos plurales”.

Los venezolanos clamamos a todos los sectores que miren hacia un solo destino, que no es
otro que el que requiere el esfuerzo compartido, solidario y desprendido de intereses personalistas,
tendiente a resolver todas las necesidades y carencias, fundamentalmente de una población que
cada día se hace más vulnerable y, en definitiva, para devolver de esta manera la paz a nuestra
sociedad. Por lo que el respeto a la voluntad popular es esencial para la institucionalidad
republicana democrática, porque, como lo afirmo el Libertador, Simón Bolívar, “no puede haber
República donde el pueblo no está seguro del ejercicio de sus propias facultades” (Discurso al
presidente del Congreso General de Colombia, Cúcuta, 1º de octubre de 1821).

Román Duque Corredor Cecilia Sosa Gómez

Potrebbero piacerti anche