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-El objetivo de la ley modelo fue globalizar o uniformar las disposiciones relativas al
arbitraje comercial. De manera que se facilite el comercio internacional.
Por lo dicho resultará errado acudir sólo a esa posible fuente de interpretación en todo
caso en que se nos presenten lagunas o dudas.
CLASE 28 MAYO
Examen Martes 11: todo lo visto (tema de resumen 1, tema de resumen 2, trabajo
comparación de leyes, lo que se vio hoy 28 y lo que se verá el martes 4)
-Cuando se habla de Comercio Internacional/ exterior/ mundial, se refiere al
movimiento que tienen los bienes y servicios a través de los distintos países y sus
mercados. Se realiza utilizando divisas y está sujeto a regulaciones adicionales que
establecen los participantes en el intercambio y los gobiernos de sus países de origen.
Al realizar operaciones comerciales internacionales, los países involucrados se
benefician mutuamente al posicionar mejor sus productos, e ingresar a mercados
extranjeros.
-En el ámbito del comercio internacional, existen diversos tipos de contratos que
regulan las relaciones comerciales entre los países.
Por ello, en general, según la preeminencia contractual, está el contrato principal por
excelencia, que es el contrato de compraventa internacional, que también es
llamado contrato madre en el comercio mundial. Puede decirse que casi la totalidad
de las exportaciones directas se efectúa mediante un contrato de compraventa, por
ello, la doctrina lo considera como la piedra angular del comercio.
Todos estos contratos son susceptibles de incumplimiento por alguna de las partes.
-Entonces, el arbitraje comercial internacional pasa a ser el medio más rápido y sencillo
para solucionar los problemas surgidos entre particulares internacionales.
-El uso del arbitraje comercial internacional se regula por una serie de principios
que garantizan su uniformidad, los cuales contempla la Corte Internacional de
Arbitraje Comercial (parte de la Cámara de Comercio Internacional (CCI)), bajo el
nombre de principios “UNIDROIT”, y que están encaminados a uniformar el
derecho comercial mercantil.
La ley mercante o ley del comerciante, del latín lex mercatoria, se refiere al
conjunto de normas, principios, usos, prácticas y costumbres que forman la
regulación que los propios operadores económicos se han ido proporcionando a
lo largo de los años.
En razón de lo anterior, la “Lex Mercatoria” señala los principios que deben ser
tomados en cuenta por todas las Cámaras de Comercio Internacional al realizar
un Arbitraje Comercial, específicamente en aquellos casos donde los contratos
comerciales contemplen la cláusula arbitral directamente: (PREGUNTA EXAMEN)
1. Pacta sunt servanda - el contrato es ley para las partes y deben cumplirse como fue
pautado entre las partes.
3. Abus de Droit.
4. Culpa in contrahendo. – culpa al contratar, alude a la falta de diligencia al celebrar un
contrato. Esta negligencia determina una responsabilidad que puede conllevar la
obligación de resarcir a la parte perjudicada los daños causados en la etapa previa al
contrato.
5. Buena fe.
10. La "golden clause", en base a la cual los contratos se asumen como válidos y
ejecutables.
11. Una de las partes puede ser excusada del cumplimiento de sus obligaciones, si hay
un incumplimiento sustancial por parte de la otra.
12. Una parte no puede ser exonerada de sus obligaciones en razón a sus propios
actos si éstos hacían parte de sus obligaciones.
13. Los tribunales están obligados a aceptar y actuar, solo en base a los alcances
dados por las partes en el contrato.
14. Los daños causados por incumplimiento se limitan a las consecuencias previsibles
de ese incumplimiento.
16. Los daños por falta de entrega de mercancías se calcularán teniendo como
referencia el precio de los bienes en el mercado, y el precio al cual el comprador
adquiere bienes equivalentes para reemplazar los otros.
17. Una parte debe actuar prontamente para exigir sus derechos, no sea que se
entienda que ha renunciado a ellos.
Esto quiere decir que, básicamente los conflictos de un país no pueden ser
resueltos por los tribunales de otro país.
Regulación Constitucional:
Una parte importante de esos asuntos fue tramitada por la vía del arbitraje
comercial, y, aunque no todos ellos fueron decididos desfavorablemente para
Venezuela, la huella que dejaron esas experiencias fueron negativas. El mal
sabor se agravó con las experiencias sufridas en materia de laudos limítrofes y
la corrupción de los árbitros, como la vivida en el caso del laudo de París
de 3 de octubre de 1899 relacionado a los límites entre Venezuela y
Guyana.
En los años 90, el Gobierno canadiense prohibió la exportación del PCB —policloruro
de bifenilo—, un elemento químico muy dañoso para el medio ambiente que se utiliza
en la industria electrónica para manufacturar productos. Canadá aprobó una ley que
prohibía su exportación para cumplir con la convención de Basilea (tratado
internacional relacionado con la contaminación), que había entrado en vigor unos años
antes y de la que Estados Unidos no era parte. S. D. Myers, una empresa
estadounidense que manejaba este compuesto químico y a la que le resultaba más
rentable exportarla y deshacerse de ella en EE. UU., demandó a Canadá a través del
TLCAN e inició un procedimiento de arbitraje que falló a favor de la empresa.
En ocasiones como esta, el arbitraje, al hacer prevalecer lo estipulado en el
tratado comercial, impidió que el Gobierno Canadiense llevara a cabo políticas
beneficiosas para el medio ambiente, o incluso ratificar acuerdos internacionales.
La primera conclusión a la que se quiso llegar con la lectura de los casos es que,
el origen de la Cláusula Calvo (presente sobre todo en las constituciones
latinoamericanas), tiene parte de su fundamento en reconocer que
efectivamente es común que el arbitraje beneficie sobre todo a empresas
trasnacionales, en virtud de los acuerdos comerciales en los que las
mismas se puedan encontrar inclusas.
Este caso demuestra que en ocasiones los arbitrajes pueden proveer una mala
resolución de la disputa para el Estado.
-Esta sentencia del 11 de febrero de 2009, a su vez, ratificó los criterios expuestos
en la sentencia de la misma Sala Constitucional en fecha 17 de octubre de 2008
(Sentencia N° 1541, Expediente N° 080763, caso Recurso de Interpretación del artículo
258 de la Constitución y del artículo 22 de la Ley de Promoción y Protección de
Inversiones). La cual, por su parte, ratificó y amplió los criterios de la sentencia de la
entonces Corte Suprema de Justicia en Sala Plena-Accidental de 17 de agosto de
1999.
-En dicha sentencia del 17 de agosto de 1999, el máximo tribunal venezolano admite
que Venezuela en el artículo 151 de la Constitución (equivalente al artículo 127 de la
Constitución de 1961) adopta el criterio de la “inmunidad relativa de la jurisdicción”.
A pesar de ello, los entes del Estado venezolano muy comúnmente invocan el
artículo 151 constitucional para rechazar la posibilidad de un arbitraje
internacional.
Por ello dijo: "No escapa tampoco al análisis de esta Sala, que el
desplazamiento de la jurisdicción de los tribunales estatales hacia los arbitrales,
en muchas ocasiones se produce debido a que la resolución de conflictos la
realizarán árbitros que, en considerables casos, se encuentran vinculados y
tienden a favorecer los intereses de empresas trasnacionales, convirtiéndose en
un instrumento adicional de dominación y control de las economías nacionales.”
Señaló que dicha determinación debe efectuarse: "bajo las circunstancias fácticas del
comercio internacional, en el cual convergen los intereses opuestos, tanto de los
Estados, en desarrollar proyectos o generar situaciones económicas favorables
que garanticen la realización de sus fines (ej: bien sea mediante la construcción de
obras de interés general o con la adopción de políticas que promuevan la inversión
productiva); como de los inversionistas, en la de participar en negocios o actividades
económicas que les generen la mayor cantidad de beneficios económicos".
-Para ello se impone "un enfoque práctico de las situaciones", que afirme " la necesidad
de permitir en nuestro ordenamiento jurídico constitucional, que en contratos de interés
general, el Estado tenga la posibilidad de someter los conflictos que se produzcan con
ocasión de los mismos a la jurisdicción arbitral y así viabilizar las relaciones
económicas internacionales necesarias para el desarrollo del país".
-Es en base a tales criterios que se debe entender la frase del artículo 151
constitucional "(. ..) si no fuera improcedente de acuerdo con la naturaleza de los
mismos (.. .)".
Tal expresión "no debe entenderse como relativa a una distinción entre contratos de
derecho público o privado". En consecuencia, el arbitraje será admisible si ello "permite
la posibilidad efectiva de desarrollar una determinada actividad económica o negocio,
que versan o inciden en materias de interés público".
-Para tales fines recurriremos a la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Constitucional de 17 de octubre de 2008, antes citada.
-Debe entenderse que, la ratificación o adhesión por cualquier Estado del Tratado
CIADI no determina por si sólo consentimiento al arbitraje de determinada controversia.
Dicha ratificación o adhesión no se considera una oferta unilateral por parte de los
Estados de someterse al arbitraje CIADI. Se requiere su consentimiento por
separado.
Básicamente consiste en que los litigantes, llevan su litigio ante una jurisdicción
extranjera, que los favorezca mas.
El Tribunal de seguidas admite que los Estados puedan mediante ley nacional dar
consentimiento al arbitraje internacional, pero ello debe hacerse mediante "previsiones
legislativas inequívocas", aunque también señala que ese consentimiento puede darse
mediante "previsiones que debido a su falta de claridad deben interpretarse".
c) Ejecución de los laudos (en los casos que involucra a los entes del estado
venezolano)
- Habiendo ya reconocido la admisibilidad constitucional del arbitraje internacional con
entes del Estado venezolano y de haber examinado las formas de manifestación del
consentimiento de dichos entes al compromiso arbitral, pasamos a examinar el último
punto de nuestra encuesta, la cuestión de la ejecución de laudos contra entes del
Estado venezolano, es decir el tercer nivel de dificultad que enfrenta el arbitraje
internacional con entes del Estado venezolano.
- Continuó diciendo la Sala "A juicio de esta Sala, los Tribunales de Arbitraje
dependientes del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones producen laudos arbitrales, ejecutables dentro del territorio de los
Estados Contratantes, equiparándose los mismos a una sentencia dictada por un
tribunal del Estado suscritor.
Conforme al numeral 3 del artículo 54 del citado Convenio "El laudo se ejecutará de
acuerdo con las normas que, sobre ejecución de sentencias, estuvieren en vigor en los
territorios en que dicha ejecución se pretenda".”
- Dicha precisión se hace a sabiendas de que "ello podría dar lugar a una reclamación
internacional contra el Estado…”
- En resumen, para la Sala Constitucional "la única ventaja que tienen las decisiones
de estos órganos internacionales que resuelven litigios, donde está involucrado
un Estado, es que para la ejecución del fallo en el territorio de ese Estado no se
requiere un proceso de exequátur previo, convirtiéndose el juez ejecutor en el
controlante de la constitucionalidad".
Basta con citar los artículos 53 y 54 del Tratado CIADI, los cuales señalan, por un lado,
el carácter obligatorio del laudo y la obligación de hacerlo ejecutar, dentro del territorio
nacional de cada Estado parte, las obligaciones pecuniarias impuestas por el laudo
como si tratara de una sentencia firme dictada por un tribunal venezolano y según las
normas sobre ejecución de sentencias vigentes en Venezuela.
- De tal forma el tercer nivel de dificultad que enfrenta el arbitraje internacional con
entes del Estado venezolano no sería aún superado, y así no se cumpliría la premisa
que fijó la Sala Constitucional venezolana en su sentencia de 17 de octubre de 2008, al
decir que:
CONSIDERACIONES FINALES:
Para finalizar, como ejemplo de los beneficios del arbitraje, planteamos el caso de
China. La misma comienza a ser uno de los países con mayor influencia económica y
tecnológica, a pesar de su sistema político comunista, pues en el mismo se
implementó un sistema capitalista para lo exclusivo de la economía, e
implemento un sistema de protección para las inversiones extranjeras. De manera
que estableció ciertos incentivos para atraer la inversión extranjera, por ejemplo,
exonerar del pago de impuestos a cualquier industria que invirtiera en su territorio, o
inclusive que cualquier controversia que surgiera relativa a la relación comercial, se
regularía por medio de arbitraje, etc.
Venezuela tiene la posibilidad de hacer lo mismo para resurgir, teniendo en cuenta que,
de hacerlo, deberá reconocer y cumplir todas las sentencias arbitrales a las que está
sometido, de manera que adquiera nuevamente parte de la credibilidad internacional
que ha perdido.