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Resumen:
Se presenta en este artículo, un recorte de los resultados de una investigación acerca de las
conversaciones que las parejas mantienen en los momentos críticos de su relación
En este trabajo se focaliza –particularmente- en el papel que le cabe a la intimidad en la
construcción de la relación amorosa y sus vicisitudes en la postmodernidad. Asimismo se
consideran los desafíos que propone la simultanea búsqueda de autonomía y proximidad,
prototípicos de la época actual, los que colocan a la intimidad en el centro de las
conversaciones, ya que sus posibilidades de reconstrucción condicionan asimismo las
opciones que las parejas tendrán a la hora de reformular el diseño de su relación. Se esbozan
también las intersecciones de la intimidad, con los dos núcleos de sentido con que conforman
el sistema autoorganizado de los significados puestos en juego ante las situaciones crític as.
Palabras claves: conversaciones, relación de pareja, intimidad, reconstrucción.
Abstract:
This article presents some aspects of the results of a research on the conversations the couples
keep at the critical moments of its relationship. It focuses particularly on the role of intimacy in
the construction of the loving relation and its contingency in the postmodernity. Moreover, the
challenges which the concurrent search for autonomy and proximity implies will be considered.
Both are typical of the current time and place intimacy in the center of the conversations
because the possibilities of reconstruction condition the options that couples will have at the
moment of reformulating the design of their relationship. Also the textures of privacy are
sketched, with the two nucleus of sense that tune the auto-organized system of meanings put
in play in front of critical situations.
Keywords: conversations, relation of couple, intimacy, reconstruction.
Introducción:
1
Dr. en psicología, especialista en Psicología Clínica y Comunitaria. Profesor Titular de Ps.
Clínica. Facultad de Psicología. Univ. Nacional de Rosario. Director del CeAC. (Centro de
Asistencia a la Comunidad.) Universidad Nacional de Rosario. Argentina.
Presidente Fundación Moiru. e-mail: cocofuks@gmail.com
2
Ver Riskin, J. & Faunce E.:.1972. y en Gottman,J y Notarius,C. 2002
¿qué tienen de “especial” las conversaciones de algunas parejas que, en los
momentos críticos de su relación, en lugar de amplificar el proceso impulsando la
disolución de la relación, posibilitan –en cambio- su reconstrucción?.
En este trabajo intentaremos solo una apretada síntesis que dé –a los lectores-
metodológico 4.
3 Remitimos al lector interesado en este aspecto a consultar la obra de: J.L Le Moigne,. 1990
4
Tales como el atlas-ti y el Compendium.
El estudio de la pareja: un desafío para la psicología.
Desde los primeros estudios acerca de las relaciones de pareja –en los
sociales.
Jhonson y Wilson publicado en 1938; que proponía una pregunta aún vigente:
5
Ver la documentada obra dirigida por Catherine Meyer “El libro negro del psicoanálisis”
6
Y de dictaminar quiénes eran “normales”
Aquellos primeros trabajos, enmarcados en una concepción individualista
transformándola en:
satisfactorias?.
Esta falta de resultados, (en la década de los 50’) no disminuyo el interés por el
tema aunque produjo una fractura con la tradición que ponía los perfiles de
sobre la personalidad del otro, este giro metodológico produjo los primeros
contribuciones positivas.
7
Aunque –con frecuencia- se siga insistiendo en ese tipo de estudios, desconociendo las
evidencias, a fin de intentar mantener los sistemas de creencias de los profesionales..
Este cambio “paradigmático”, afecto la “modernista” concepción individualista
recolección y registro de datos como las formas de análisis de los mismos. Los
terapeutas.
8
en la American Psychiatric Association
como los trabajos de Bateson, Jackson, Haley y Weakland (1956) sobre el
las que los recursos de las parejas se activaban y se ponían en evidencia 11.
9
Kelly & Thibaud en The social pshychology of groups
10
Lo que no fue un cambio menor tanto en cuanto a las formas de estudio, las técnicas y
metodologías como en las competencias de los investigadores, cambio que llegó demasiado
tardíamente a la clínica psicológica, que continuó impregnada de la creencia que las
conclusiones obtenidas en el consultorio podían ser fácilmente transferibles a la vida toda.
11
Gottman y Notarius Fam. Proc. Vol 41 summer 2002
emociones, las neurociencias, las teorías de crisis, la etología, las ciencias
–en este campo- evidencias acerca de dónde podían residir las diferencias
entre las parejas felices y las infelices. Los trabajos de Gottman y asociados,
pareja.
12
Modificando la tradición de estudio de la disfuncionalidad o patología.
13
La presencia de “doble vínculo” o inconsistencia entre comunicación verbal/no-verbal; o los
“juegos psicóticos” que jugaban.
14 “”
En los tres tipos de matrimonios comprobamos una congruencia tal en su éxito, si se
mantenía la proporción cinco a uno (de interacciones positi vas y negativas) que nos inclinamos
a considerar a esta como una constante universal. …Los matrimonios parecen prosperar
cuando se dan en ellos, proporcionalmente un poco de negatividad y mucha positividad. Las
cantidades totales pueden variar sustancialmente de un estilo a otro, pero la proporción de
interacciones positivas y negativas debe ser la misma (Gottman et al. Sist. Fam. p.83).
15
La intensidad de los intercambios en las parejas explosivas o la falta de conflicto abierto en
las evitativas, según estos estudios, no hacían diferencia en cuanto a la durabilidad del vínculo,
siempre que dentro de cada relación las interacciones positivas superaran a las negativas.
16
La sociedad norteamericana de fin de siglo XX, que no es mecánicamente aplicable a
nuestra cultura, aunque, dado la carencia de estudios acerca de las especificidades de las
relaciones de pareja en Argentina, solo podemos apuntarlo a título de “pálpito”.
En nuestra investigación encontramos resultados que coincidían con estudios
los contenidos 17, los estilos de conversación18 y los contextos19 en los que
17
Los “núcleos de sentido” recurrentes y constantes
18
Las “formas” conversacionales, con sus diseños singulares atravesados por condicionantes
del género, cultura local (familiar y social) y las trayectorias personales.
19
Condiciones de posibilidad, marcos de sentido, y “morales” comunicacionales
20
En este caso utilizaremos solo algunos gráficos producidos con el Compendium un soft
construido para desplegar mapas mentales y conceptuales.
¿Cómo, y bajo qué condiciones, se reformula el “sentido de la relación” en
esa reconstrucción?
parejas en terapia.
que -en la sistémica- logró visibilidad (y legitimidad) a partir del llamado “giro
21
Es necesario precisar que focalizamos en aquellas que se valen de intermediaciones
profesionales (como los terapeutas de pareja)
22
Sea por haber “estabilizado” la relación en el punto crítico o por haber definido el fin de la
misma
Andersen, M.White & D.Epston, S. Roth, M. Elkaim23, consideramos a los
ningún sentido”) tanto como a la dirección de una acción (¿“en qué sentido
23
Y muchos otros a los que no citamos expresamente pero que son parte de la misma
concepción.
24
Que atraviesa toda conversación y es condicionado por el diseño que esta tome.
25
Preferimos la expresión “desarticulación”, en lugar de de-construcción, dada la naturalización
de la segunda que la ha vuelto una expresión –con frecuencia- vacía de contenido, mas una
contraseña semántica que un concepto.
26
Mediante una selección de filmes argentinos recientes que fueron escogidos por la
“comunidad” (psicólogos de pareja de diferentes orientaciones, red de mails, blogs de cultura,
encuestas, etc)
27
Parejas en estado oscilatorio (en proceso de mediación de divorcio, primeras consultas en
terapia de pareja, o de reciente separación)
tengo que caminar?”), intentando –por esa vía- dar cuenta de la dimensión
de pareja?
28
Si bien esta afirmación no tiene el mismo peso para un habitante de una gran Metrópolis que
para un pequeño pueblo, el 90% de la población argentina, vive en ciudades
29
Sea por el fin del “hasta que la muerte nos separe” que ha devenido en solo una de las
opciones disponibles, o porque ya no es una verdad “natural” que las personas se unen para
formar una familia, en las “nuevas formas familiares” se hace evidente la debilidad de esa
presión.
30
Nos referimos a algo menos evanescente que los sentimientos amorosos o apasionados.
31
Lo que equivale a afirmar que hablan acerca de su intimidad, de la relación de confianza y
desconfianza y de la afinidad (las cosas en común, los valores las creencias, las historias) o la
pérdida de ella.
“El mundo de a dos”
los que organizan la vivencia de: “estos somos nosotros y este es nuestro
32
Una forma de construir la “distancia” relacional.
33
Una concepción propia de la relación, con indicadores que con frecuencia, solo son
decodificados por los participantes.
34
Una concepción propia de las necesidades, los deseos compartidos y los cuidados mutuos.
35
Como sentido legitimo y valido.
36
Queremos reafirmar que el modelo que estamos exponiendo intenta dar cuenta de la
dimensión relacional; a diferencia de propuestas similares. Como ejemplo, en el modelo
triangular propuesto por Stemberg aún se basa en la lógica del 1 + 1, y la intimidad, aparece
como un “constructo cognitivo” que está “dentro” de la mente de cada uno.
37
Ciertamente es una construcción de sentido que contextualizada en función de
condicionantes de cultura, género, clase social o época sociohistórica.
38
Aunque este pueda aparecer también en otras formas relacionales
En el primer plano aparecen -iconizados- algunos “nodos” de esa
ellos. En la “base” del esquema están presentes los otros dos núcleos de
“la (re)construcción del sentido”. Estos, funcionan -entre sí- como contextos
pesar de que cada uno de esos nodos podría estar presente en otra
Charlas íntimas.
39
Sueños compartidos, complicidad y compañerismo, una dimensión lúdica, el erotismo, la
innovación, y los relatos/narrativas co-construídos a lo largo dela relación
40
Que es isomorfica a la de los otros dos núcleos, la confianza y la afinidad.
Las conversaciones con sus “escenarios, músicas y letras” organizan el
modo en que diseñamos (para otros y para nosotros) la vida que vivimos, la
como lo hizo notar Eloísa Vidal Rosas 43, existe en los relatos de la intimidad
demasiado “afín” o con quien las semejanzas no sean demasiado evidentes 45;
41
En tanto núcleo de sentido
42
Utilizamos la expresión “palabra clave” jugando con el doble sentido de una palabra que tiene
una densidad de significación diferente de las otras y también en el de referencia al password o
contraseña; la “llave” que abre a otros espacios.
43
Rosas Vidal, E. A trama tecida a dois. A metáfora narrativa e a construçao do relacionamento
intimo. Disertaçao de Maestrado. Rio de Janeiro. 1997. (inédita)
44
El éxito de los programas talk shows y big brothers en la TV, confirma la fascinación de poder
entrar en el mundo íntimo de los otros, lo que, aunque en exceso, no es otra cosa que lo que
siempre nos ha ofrecido el arte: la posibilidad de curiosear intimidades.
45
De hecho, muchas relaciones complementarias se basan en esto.
por la falta de coincidencias, puede ser parte de un “dialogo a partir de las
diferencias”46.
siempre” sino que, es vivido implícitamente como una tarea cotidiana plena de
compromiso renovable.
desafío más, una oportunidad para desarrollar una intimidad “distinta” que será
46
Diferente en su forma del “diálogo desde las semejanzas”.
47
Para una mejor discusión de este punto ver El amor líquido de Zigmunt Bauman.
48
Es la idea de “que la relación hay que pelearla todos los días”, expuesta por nuestros
entrevistados.
producto del esfuerzo conjunto 49; esta singular posición frente a la crisis se
compartida- de “entender qué nos pasa y decidir qué vamos a hacer con eso”.
congruencia entre los sistemas de valores que reivindica, los modos de actuar
responsabilidades que también son relativos; dado que no todos los cambios
En nuestra cultura (occidental) los últimos 100 años impulsaron una radical
49
Un aspecto interesante es que estas parejas ven a la consulta profesional (no así a la
consulta de red) como un signo de fracaso, de no haber podido por sus propios medios, dato
no menor para repensar la forma en que los clínicos construyen su primera entrevista.
50
No estamos incluyendo en esta afirmación a los fundamentalismos de cualquier tipo, y no lo
hacemos no porque los minimicemos sino porque las relaciones basadas en “creencias
incuestionables” que pretenden ser impermeables a los cambios, presentan otras dinámicas
diferentes de las que estamos analizando.
51
Ya hemos desarrollado la diferencia entre la organización social familia y pareja en otro
trabajo.
maternidad o la noción de “cuerpo propio”, transformando (en el sexo virtual) el
relacionamiento amoroso.
“sociedad local” con reglas, con “principios 53” y con fronteras que la distinguen
del mundo exterior 54; un mundo social en el cual, desde los inicios del
52
Fuks, S.: La pareja como organización social. Sistemas Familiares.
53
Vamos a utilizar “principios” como una expresión cotidiana que refiere tanto a los valores y a
las creencias como a la coherencia entre estas y los modos de actuar.
54
Que no trataremos acá por haber sido extensamente desarrollado por autores como Salvador
Minuchin y la escuela Estructural de la terapia familiar.
encuentro amoroso se va delineando una identidad cultural original que
nuestro estudio es que las parejas que han construido ciertos “principios”
propios y los han ido reformulando a lo largo de la vida común, cuentan con
A medida que van pasando los años de convivencia 55, las parejas van
negociaciones implícitas que alguna vez fueron válidas, necesitarán ser re-
por los “principios”- los “sueños” son los que aportan la energía que impulsa la
55
Entrevistamos como PE (parejas exitosas) aquellas que tenían un mínimo de 25 años de
convivencia, que en algún momento de la relación consideraron romperla, y que le renovaron
sin ayuda profesional, concordando que lo tienen ahora es mejor que lo que tenían antes.
relación haya acabado, sino que “aparece” un indicador crítico que necesita ser
tomado en cuenta. Las parejas (de las que hemos estudiado) que lo
construyen como una señal, como un indicador que permite -a partir del
con que podría negociarse un cambio de trabajo, una relación paralela, una
¿Negociar un sueño?
los sentimientos.
56
Como un comentario adicional, pero no trivial, está el tema de cuando las parejas registran
sus “signos” indicadores de que “el piloto automático” no está siendo útil para los desafíos
planteados, y se hace necesaria una mirada sobre la relación. Esta “pecera” (imagen que
usamos haciendo pie en la metáfora del pez que solo reconoce el agua cuando se lo saca de
ella), en nuestra cultura psicologizada, con frecuencia conduce a una consulta terapéutica. Si el
terapeuta tiene una ideología “clínica” que implique que el único que tiene los recursos para
resolver problemas es el profesional, entonces el efecto de colonización es “natural”: la pareja
duda de sus competencias para enfrentar la crisis y el terapeuta cree que todo el mundo
necesita terapia. Ahí se construye una relación que fácilmente conduce a un “círculo vicioso”,
más el terapeuta es “capaz” y tiene “soluciones”… más la pareja se vuelve incapaz de
gestionar su propia vida.
57
Ver la –discutible- obra de Bauman, y de su concepto de fluidez.
principios y el desafío de construcción de un contexto respetuoso que permita
diferencia del sueño de una “relación” con alguien signado por la “conciencia”
reconstruyen?.
Lo que nos han enseñado las parejas con quienes compartimos estos
sentado que “las cosas son así”, que pueden apoyarse en el “mundo propio”
condición que algunas parejas parecen desarrollar desde el inicio y otras no.
Reflexiones provisorias
posición del consultado ante este tipo de situación crítica y acerca de las
iatrogénica.
terapeuta imbuido del “furor curandis” que lo empujaba a intentar cambiar a las
Los terapeutas –hoy- estamos impregnados por los mismos interrogantes que
posible explorar juntos los riesgos y las posibilidades de los futuros abiertos.
circunstancial de la conexión.
autonomía e independencia.
Bibliografía
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Adler, L. Secretos de Alcoba. Historia de la pareja (1830-1930).
Barcelona: Espasa Calpe/Ariel. 1987.
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y la familia. Madrid .Taurus 1985
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Bajtin,M. The dialogic imagination. Austin. Univ. of Texas Press. 1981
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posmodernidad. Buenos Aires: Granica.1997
Bateson, G ; Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires: Lohlé.
1976.
Bauman, Z. Amor líquido Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos.
Buenos Aires. F.C.E. 2005
Bauman, Z. Amor líquido Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos.
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Beavers,W y Hampson,R. Familias exitosas. Barcelona: Paidos.1995.
Berger, M.M. (comp): Beyond the Double Bind. Brunner/Mazel. NY. 1978
Callois R. Los juegos y los hombres: la máscara y el vértigo. México.
Fondo de Cultura Económica. 1986