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¡CAFÉ!

CAMARADAS ARRIBA FALANGE ESPAÑOLA


BOLETÍN DE NOTICIAS Y OPINIONES
AÑO 1 Nº 108 BUENOS AIRES DICIEMBRE DE 2008

HACIA UN MUNDO ÚNICO


LA GLOBALIZACIÓN VIS À VIS
LA RELACIÓN NORTE-SUR

LUIS EUGENIO DI MARCO


¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 2

Hacia un mundo
único
La Globalización
vis-à-vis la
Relación
Norte-Sur
Luis Eugenio Di Marco
Universidad de Córdoba y Fundación CIEC
3 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

Al recibir la invitación de Bertrand al concepto de globalización, con dos


Cassaigne, Redactor jefe de PROJET, subitems: región y mundo global, y
para escribir un ensayo sobre el tema capitalismo, mercado y sociedad; a
de la globalización desde el punto de la relación «centro-periferia» y globa-
vista del «Sur» o, tal vez, cómo se ve lización, con dos secciones que tra-
la globalización desde las relaciones tan, respectivamente, de dicha rela-
Norte-Sur, se nos ocurre que un po- ción 20 y 50 años después, y una ter-
sible «tour de force» es revisar nues- cera que analiza las intricancias entre
tros propios escritos sobre el tema, Norte-Sur, regiones y globalización; al
pasando revista a cómo funcionó en mecanismo de la globalización para
su momento la relación centro-peri- cerrar con las observaciones finales.
feria (un eufemismo por Norte-Sur en Una de las derivaciones de política del
el léxico prebischiano), y cómo fun- ensayo señala––desde la perspectiva
ciona hoy a la luz del proceso globa- del «Sur»: se trata de obedecer ciega-
lizador. Una vez hecha esta revisión, mente a la mundialización o, con las
se entra en la sugerencia del editor fuerzas que restan, con el coraje y la
de PROJET, esto es, ver cómo a mun- audacia del sentir patriótico, privile-
dialización (o globalización) provoca giar la identidad nacional.)
nuevas fragmentaciones, recomposi-
I. SOBRE GLOBALIZACIÓN
ciones y dominaciones. Desde otra
perspectiva, se observan los proce- Como una forma de introducirnos
sos donde nacen las nuevos bloques en el tema de un modo concreto, es
regionales, donde los países pobres conveniente señalar que «globaliza-
se encuentran en una posición aisla- ción», o «mundialización» como pre-
da, y donde algunos se hallan asimis- fieren los franceses, no es un tema
mo descalificados a la luz de la reali- asociado a la modernidad, a este
dad contemporánea y, por tanto, sin tiempo. Una búsqueda en la bibliote-
poder de negociación. En otros tér- ca virtual –la conocida red informáti-
minos, el mundo global tiene sus pro- ca– nos pone en contacto con un tex-
pios códigos y, a partir de allí, se or- to cuya autoría pertenece a Ismael
denan políticas y estrategias desde Llona M. y data de 1596. Allí se lee
la pensée unique o lo politically que «a fines de este siglo XVI, no más
correct con olvido de la región, con de cuatro compañías transoceáni-
desprecio hacia el Estado-nación. cas... manejaremos la industria de las
(En la consecución de su objetivo, comunicaciones... El mundo hablará
este ensayo se refiere sucesivamente en tres o cuatro idiomas, y América
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prácticamente en uno... El mercado cubrimientos tanto espaciales como
domina el mundo... La economía del tecnológicos en casi todas las épo-
planeta se ha abierto, internacionali- cas––, la idea prevaleciente era que
zado y globalizado... La economía se se trataba de una suerte de externali-
ha integrado. Las comunicaciones, zación de alguna ventaja, siendo ella
globalizado. El pensamiento, unifor- apropiable bajo ciertas condiciones,
mado. La religión, monoteizado...» no siempre onerosas. Concretamen-
Semejante texto –cfr., L. E. Di Marco, te, R. Bernal-Mezza (1996) expresa:
1998, cap. 1.2– nos muestra que es- «La globalización identifica un pro-
tamos ante una antigua cuestión: la ceso que da cuenta de la intensifica-
globalización comporta un proceso ción de los flujos portadores, en es-
económico estructurado en la trans- pacio y tiempo, de nuevas formas de
nacionalización que se cierra con su pensar, de producción, de vincula-
broche ideológico dentro del «para- ción y de relación». Para nosotros,
digma de las relaciones interdepen- la idea de mundialización se aproxi-
dientes»––cfr., Bernal Mezza, 1996. Si ma, en un contexto internacional, a
uno consulta los trabajos de François la relación de interdependencia. Es-
Perroux en relación a la existencia de tamos en presencia de una asocia-
países dominantes y dominados, tie- ción de desiguales de modo que, en
ne una cabal idea de por qué la cues- buen romance, la globalización invo-
tión ideológica condiciona la presen- lucra el dominio de los que más pue-
cia de la mundialización. Una simbio- den. Tal vez un interesante ejercicio
sis de las ideas de Wallerstein (1974), de investigación sea bucear en las
de Waltz (1988) y de Bunge (1981) nos formidables contribuciones de
permite decir que la globalización François Perroux (cfr., Di Marco, 1998,
implica la existencia de una econo- Tomo I, cap. 10.2, pp. 883-904), y de
mía–mundo, que se da en un subsis- su más importante discípulo, Gerard
tema y que, al afectar al resto de sub- de Bernis, de la Université de Greno-
sistemas y sus relaciones recíprocas, ble y del ISMEA, París (cfr., su Semi-
hace inevitable el componente ideo- nario sobre «El problema del Desem-
lógico y lo torna estructural. pleo en el Mundo», Facultad de Cien-
Yendo a lo más específico, cuando cias Económicas, Universidad de Cór-
el término comienza a utilizarse en doba, Córdoba, Argentina, 1997).
los tiempos modernos—en principio, Desde una perspectiva institucio-
fenómenos de globalización han nal, conviene señalar que el tema lin-
existido en torno a los grandes des- da con lo doctrinario jurídico. Se
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asiste, en verdad, a una subordina- ideológico. Hacia fines de los 1980,


ción del Estado-nación al imperio de el eje de la discusión se da entre lo
la globalización. No solamente las so- privado y lo público, entre el estado
ciedades-marco no saben hacia dón- mínimo y el estado de bienestar, den-
de van, y por ello no toman camino tro de un marco privatizador. Actual-
alguno, sino que la sociedad jurídi- mente, se observa que el regionalis-
camente organizada, el Estado, co- mo y la globalización no aparecen a
mienza a sentir el peso de una debi- la óptica del Estado latinoamericano
lidad permanente: ya no puede to- como polos de una alternativa, sino
mar decisiones de un modo autóno- tal vez como elementos complemen-
mo. El Estado-nación comienza a tarios dentro de una estrategia del
diluirse en beneficio de la «gran al- desarrollo integral. El desafío actual
dea»; la globalización –donde hay de la región ha de buscar comple-
dominantes y dominados– ha co- mentar la integración de una econo-
menzado a rendir sus frutos. mía diversificada: los espacios sub-
1.1 REGIÓN Y MUNDO GLOBAL regionales y regionales deben inser-
tarse en forma competitiva pero in-
En función de las consideraciones teligente a la economía-mundo, don-
que vienen más adelante, conviene de se privilegie también la justicia
reseñar cómo entra el concepto de distributiva (esto es, una globaliza-
regionalización vis-à-vis la globaliza- ción solidaria).
ción. Así como en los años cincuen- Tal vez como una nota histórica
ta se debió optar entre la sociedad acerca de la realidad contemporánea
moderna y la tradicional para luego de la globalización, convenga resca-
ingresar a la modernización, en los tar un antecedente relevante en la
sesenta se debió elegir entre los fac- conformación de la economía-mun-
tores exógenos o endógenos como do en los albores del siglo XVI. En el
instrumentos para encarar el proce- siglo XX, los cambios en el paradig-
so de desarrollo regional, optando ma industrial asentado tanto en la
finalmente por un modelo de desa- revolución tecnológica como en la
rrollo desde la periferia. La ausencia telecomunicación y en la informáti-
de debate acerca de la modernización ca, provocaron una suerte de desapa-
y el desarrollo caracterizaron los rición de las fronteras nacionales.
años 1970 y 1980: el autoritarismo y Todo ello se vio forzado con la ex-
la democracia fueron los polos mo- pansión mercantil, la desintegración
vilizadores de un debate político- de la Unión Soviética y el impacto de
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los flujos financieros con sus secue- la producción transnacional, la inter-
las sobre la capacidad de control de dependencia en el centro, junto a la
los estados, trayendo consecuencias apertura de las economías en la peri-
definitivas sobre los procesos de feria. Del lado financiero, los merca-
asignación y distribución de los re- dos se han acercado de un modo fe-
cursos. En medio de semejante vo- nomenal por la influencia de la revo-
rágine, pareciera que la globalización lución informática y el desarrollo de
comporta un camino sin retorno; sin las comunicaciones.
embargo, quienes todavía tienen ca- Pero más allá de las presunciones
pacidad de pensar un modo racional apresuradas acerca del «fin de las
y autónomo saben que la mundiali- ideologías», es indudable que la glo-
zación, en verdad, se emplea como balización comporta simultáneamen-
un recurso ideológico. Las bondades te un «hecho» ideológico. La globali-
de la economía de mercado que, en zación no es un mero corolario del
definitiva, no tiene límites y puede funcionamiento del capitalismo–
avasallar no sólo la libertad sino tam- unión de mercados, cultura sin fron-
bién la dignidad humana, sólo tienen teras, donde el desarrollo y el sub-
sentido dentro de una sociedad civi- desarrollo, o la autonomía y la depen-
lizada, capaz de autorregularse, esto dencia son conceptos irrelevantes–,
es, donde el estado tiene un papel aunque si puede decirse que se trata
necesario para defender, precisamen- de la evolución de un estadio muy
te, la libertad y la dignidad humanas. superior del sistema mundial capita-
1.2 CAPITALISMO, MERCADO Y lista, enmarcado por el alto dinamis-
SOCIEDAD mo que le imprime el cambio tecno-
lógico continuo. Por eso es que la
La globalización comporta algo
globalización opera como un fenóme-
más que un modo complejo que tras-
no de una sola vía: sus ventajas son
ciende la internacionalización de la
sólo para el centro, y las desventajas
política económica y la interdepen-
corren para la periferia.
dencia entre países. La revolución
Así, el cándido F. Fukuyama (tal vez
tecnológica resultante de la evolu-
no tan cándidamente, sino por encar-
ción del capitalismo central ha con-
go del «Council of Foreign Rela-
fluido en una economía–mundo, den-
tions» al que introducimos más ade-
tro de un formidable sistema de flu-
lante) hablaba del «fin de la histo-
jos reales y financieros. La resultan-
ria», mientras algunos descuidados
te de semejante proceso se refleja en
economistas anunciaban tanto el fin
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del «keynesianismo» como el del pa- chos, la muerte. En pocas palabras,
pel del Estado en la economía, otros el cuarto ciclo de Kondratieff está
–como la CEPAL (creada por Pre- destruyendo lo que habían construi-
bisch en 1949), de inolvidable y va- do los tres primeros, en medio de una
liosa prédica intelectual, y nuestro implosión, esto es, de un derrumbe
CIEC, Centro de Investigaciones Eco- del sistema, aplastado por el peso
nómicas de Córdoba, fundado en gigantesco del financierismo.
1975, que privilegia una economía an- Dentro de las muchas cosas que se
tropocéntrica–, señalan la existencia pueden extraer del libro de Prelooker,
de un modelo ultraliberal que hege- cabe rescatar su expectativa optimis-
moniza la presente globalización (que ta de la salida a la crisis. En la con-
endiosa al mercado, y posterga al clusión 84 de las noventa que presen-
hombre y a la sociedad). ta, señala que la situación crítica que
A modo de digresión, conviene re- padece casi toda la humanidad pue-
sumir el pensamiento de M. Preloo- de terminar cuando ésta decida de-
ker (1999) en torno a la globalización cir basta. Se debe entender que el fin
y sus efectos sobre economías como de la economía de mercado no es el
la argentina. Partiendo de la realidad– fin del mundo sino el inicio de otro
“estamos frente a un desastre social mejor, absolutamente viable. Las
y económico como no se recuerda transformaciones –en diversos sen-
otro en la Argentina”–, el autor anali- tidos– pondrán en marcha la diversi-
za en 20 capítulos de 126 páginas el dad, la complejidad y la multiplicidad
rumbo del país y del mundo, tenien- de soluciones, siendo ellas las mejo-
do a las investigaciones de Kondra- res garantías de un cambio real. (El
tieff (y, en menor medida, de Schum- autor, en el primer capítulo y tras una
peter) como el modelo explicativo. El inspiradora cita de J. M. Keynes, pro-
mundo, razona Prelooker, está su- pone un plan económico y social para
mergido desde 1945 en el cuarto ci- la Argentina que implica no sólo una
clo donde la revolución informática salida de la convertibilidad sino un
junto a la contrarrevolución financie- conjunto de medidas de fondo con
ra han invertido la situación: la enor- un plan de obras públicas dentro de
me contracción de los mercados ini- recetas claras que permitan superar
ciada en 1973 implica la exclusión del el modelo neoliberal inserto en el ca-
consumo y un viaje de ida sin retor- pitalismo y lo transforme en una eco-
no ni esperanza hacia el desempleo, nomía solidaria-redistribución del in-
la miseria, el desamparo y para mu- greso y del poder, satisfacción de las
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necesidades de los hasta ahora ex- la CEPAL. La idea que trabajan estos
cluidos en una sociedad ciberneti- autores tiene que ver con las pione-
zada en un universo donde todos ras investigaciones del propio Pre-
son incluidos). bisch quien, en el Estudio Económico
En suma, más adelante haremos de 1949, hiciera interesantes disqui-
referencia al ensayo de Adrián Sal- siciones sobre las relaciones Améri-
buchi, 1999, sobre la realidad del ca latina-países industrializados (en
mundo global, que complementan particular, las prevalecientes en las
estas enseñanzas de M. Prelooker décadas de los 1930 y 1940).
(1999). De su lectura se desprende Semejante contribución prebischia-
que el fin del capitalismo no impli- na fue acuñada como la relación «cen-
ca el fin de la historia sino el co- tro-periferia», y como categoría analí-
mienzo de una nueva etapa donde tica ha sido empleada tal cual o en tér-
el corazón del hombre prevalecerá minos similares en estudios posterio-
sobre las miserias contingentes, no res por autores tales como S. Amin, F.
importa que tenga el seductor nom- H. Cardozo, E. Faletto, O. Caputo, G.
bre de globalización. Meier, D. Seers, etc. La cuestión se
origina en el estudio del ciclo, y de
II. CENTRO-PERIFERIA Y
cómo el Sur (la «periferia») y el Norte
GLOBALIZACIÓN
(el «centro») reaccionan ante las fluc-
Hacia fines de los años 1960, cur- tuaciones de la actividad económica,
sando todavía la parte final del doc- el papel pasivo de la primera versus
torado en la University of California, el papel activo del segundo. También
Berkeley, concebimos la idea de ha- hay un distinto papel asignado por la
cer un libro-homenaje a Raúl Pre- división internacional del trabajo a los
bisch, el insigne estadista argentino. países que exportan bienes primarios
Y la respuesta fue formidable –entre o bienes industriales: esto provoca no
los coautores se incluyen 3 premios sólo una desigualdad en la distribu-
Nobel, y una pléyade de grandes eco- ción del progreso técnico sino tam-
nomistas. El proyecto quedó plasma- bién en el continuo deterioro de los
do en Di Marco (1972, y 1974), y uno términos del intercambio, en ambos
de los ensayos trata justamente el casos en detrimento de los países
tema que nos ocupa en esta sección. periféricos (cfr., Pinto y Kñákal, 1974,
Nos referimos al artículo que Aníbal pp. 194-108, para ver in extenso las
Pinto escribiera en cooperación con hipótesis relevantes para ese tiempo,
Jan Kñákal, ambos por entonces en hoy inactuales).
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2.1 CENTRO-PERIFERIA 20 exacción vía el deterioro de los precios


AÑOS DESPUÉS del intercambio); los flujos de capital y
Una forma de medir la fuerza intelec- créditos que han tornado más depen-
tual del análisis Norte-Sur en su ver- diente a los países periféricos mediante
sión prebischiana, se puede asir des- la extranjerización de las actividades
de los temas que se incluyen en la productivas, el aumento del endeuda-
monografía de Pinto et al. Así, se ha- miento internacional y una mayor sub-
bla de la expansión polarizada de la ordinación tecnológica; en función de
relación centro-periferia (que incluye lo anterior se prevé: la continuidad de
la capacidad económica relativa –bre- la marginalización y un debilitamiento
cha entre países «ricos» y «pobres» – de los lazos propios de la «integración
; el intercambio comercial; la inversión dependiente», o que se reduzca la mar-
extranjera y reservas internacionales– ginalización con una inserción en el
; la diferenciación interna del Centro – centro vía las exportaciones manufac-
la producción y el comercio; la inver- tureras (por ejemplo, una integración
sión extranjera y las reservas interna- limitada a manufacturas livianas y con
cionales–; diferenciación del sistema empresas multinacionales, segura-
económico mundial: los países socia-
mente ahondaría el problema global);
listas; algunas conclusiones generales
finalmente, una cohesión progresiva
sobre la expansión, polarización y di-
de la Periferia (aunque sea parcialmen-
ferenciación del sistema; principales
te) y el pleno aprovechamiento del
cambios en el sistema centro–perife-
mayor radio creado por la diferencia-
ria––la marginalización e «integración
ción del Centro y la presencia del sis-
dependiente» de la Periferia; relacio-
nes centro–periferia desde perspecti- tema socialista, podrían llevar a nue-
vas más particulares: relaciones con vas realidades en los planos conside-
el centro capitalista y con el centro so- rados (en los que la CEPAL ha contri-
cialista; cambios en la estructura y en buido tan generosamente con sus aná-
las relaciones internas de la Periferia. lisis y propuestas desde 1949 hasta
El ensayo culmina con algunas preci- hoy en día). No debe olvidarse que esto
siones sobre el nuevo esquema (co- se escribe hacia el comienzo de la dé-
mienzos de los años 1970) de relacio- cada de los años 1970.
nes centro–periferia, a saber, la margi-
2.2 CENTRO-PERIFERIA 50
nalización relativa de la periferia (des-
AÑOS DESPUÉS
igual distribución del progreso tecno-
lógico, inserción dependiente en el En el año 1997 concebimos una
comercio internacional, mecanismo de nueva convocatoria intelectual. El
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caso es que diseñamos, como en Veamos.
1995, el III Encuentro Internacional de En el análisis de Prebisch según la
Economía (organizado por el Centro formulación seguida por J. Carrera et
de Investigaciones Económicas de al. (1999) hay dos canales que trans-
Córdoba, y realizado en la Universi- miten el ciclo: uno financiero, ligado
dad de Córdoba, bajo nuestra coor- a los movimientos de capitales que
dinación académica), y entre los te- circulan en el mundo buscando la
mas de política económica y social, mejor alternativa de inversión, y otro
figura un ensayo de Jorge Carrera, comercial, caracterizado por los flu-
Mariano Félix y Demián Panigo so- jos de bienes. El caso es que el pri-
bre «Prebisch y la relación Centro– mero determina la dirección del ciclo
Periferia 50 años después: su aplica- internacional, mientras el segundo
ción al caso argentino»––cfr., J. Ca- amplifica o amortigua las fluctuacio-
rrera et al., en L. E. Di Marco, editor, nes. Cuando hacia el inicio de la dé-
1999, Tomo II, cap. 4.3, pp. 299-312). cada de los años 1930 Estados Uni-
Semejante aporte es, en verdad, un dos reemplaza a Gran Bretaña como
trabajo independiente del anterior (el centro principal, se da un cambio
de A. Pinto et al., 1974), aunque sin cualitativo de relevancia debido a que
embargo reconoce un parecido ori- la norteamericana comporta una eco-
gen: el análisis de Raúl Prebisch vin- nomía cerrada, y ello implica que ante
culando el ciclo económico de la pe- una reactivación cíclica su capacidad
riferia a la dinámica del centro. Tal de inducir un crecimiento generaliza-
explicación se ajustaba a países do en el ámbito global es bastante
como la Argentina que se articulaban más reducida que en el caso del Rei-
a la economía-mundo con una base no Unido. En otras palabras, el cam-
primarioexportadora, importando bio estructural fue decisivo para las
manufacturas y capitales. Los ciclos economías periféricas que, al depen-
nacían en las economías industriali- der de los impulsos externos para
zadas, y luego se propagaban inter- expandirse, ya no contaban con tal
nacionalmente y, por tanto, a las eco- perspectiva (el crecimiento del cen-
nomías periféricas. Este esquema se tro principal, los Estados Unidos, no
ajusta a las reflexiones que motivan garantizaba la expansión simultánea
este ensayo, esto es, las relaciones de la periferia).
Norte-Sur, y sirven para continuar En tal dirección, el estudio de J.
hacia el marco de la globalización que Carrera et al. no sólo realiza una con-
nutre la realidad contemporánea. tribución empírica sino que formula
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algunos aportes analíticos: «meca- teamericana: así, los cambios en las


nismos de transmisión de los condiciones de liquidez internacio-
shocks» (donde se citan trabajos pro- nal––originados en la política mone-
pios y de otros autores sobre varia- taria de los Estados Unidos––indu-
ciones cíclicas dentro del cuadro de cen fuertes incrementos en el déficit
relaciones de interdependencia ma- de cuenta corriente del balance inter-
croeconómica); «canales financie- nacional de pagos de la Argentina, y
ros» (donde se muestra la diferencia esto incide negativamente sobre la
entre los países ricos y pobres en el economía real, esto es, sobre la ge-
manejo de las políticas crediticias y neración de bienes y servicios). El
de tasas de interés); «velocidad de estudio de la relación centro–perife-
transmisión de las fluctuaciones» (en ria para el caso argentino, dentro del
el canal financiero, manejado por los marco conceptual prebischiano, per-
países centrales, los ajustes son casi mite caracterizar las fluctuaciones
instantáneos; en el canal comercial, económicas originadas en el «cen-
donde se mueven básicamente los tro» (los Estados Unidos) y sus con-
países periféricos, el ajuste es lento; secuencias para la «periferia» (la Ar-
ello da una clara visión del manejo gentina)––así, se halla una asocia-
de la política entre el Norte y el Sur). ción negativa débil entre los ciclos
Yendo al estudio empírico, se hace económicos argentino y estadouni-
el análisis del enfoque centro–peri- dense para el período 1980-1998; tam-
feria para el caso argentino, tras una bién se ha detectado una fuerte aso-
presentación de la relación bilateral ciación negativa entre la evolución
Argentina-Estados Unidos (entre las cíclica de la tasa de interés interna-
muchas conclusiones de esta parte, cional y el ciclo económico argenti-
está la que expresa que debido a la no (como predice el modelo prebis-
magnitud del endeudamiento exter- chiano). Por otro lado, se ha obser-
no, el canal financiero se ha conver- vado una débil asociación negativa
tido en un transmisor de gran veloci- entre las variables comerciales (ex-
dad de las perturbaciones, propia de portaciones e importaciones) argen-
la volatilidad de los mercados de ca- tinas y norteamericanas, pero una
pitales en su relación Norte–Sur. Peor fuerte asociación positiva entre el ci-
todavía, el monto creciente de la deu- clo económico norteamericano y los
da externa expresa una cada vez términos del intercambio argentinos.
mayor dependencia de la Argentina Entre las conclusiones, el ensayo
de la política macroeconómica nor- de J. Carrera et al. muestra que hay
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una fuerte asimetría en la transmisión tiene efectos importantes, son menos
del ciclo entre países según estén en significativos e indirectos. Se seña-
el «centro» (Norte) o en la «periferia» la, como parte de la investigación fu-
(Sur). A la transmisión unidireccional tura, la necesidad de estudiar mode-
del ciclo (del Norte al Sur) hay que los alternativos de inserción a las
agregarle la diferente capacidad que economías dominantes, y en ello los
tienen los países para contrarrestar aportes de Raúl Prebisch con su vi-
la excesiva volatilidad: se refirma la sionaria distinción entre el Centro y
hipótesis de Prebisch de que el ca- la Periferia, o las relaciones Norte-Sur
nal financiero indica la dirección del son todavía un hito en el camino a
ciclo mientras que el canal comercial seguir. Añadimos nosotros que las
lo amortigua o amplifica. Cuando el enseñanzas de Prebisch comportan
centro principal se muda, en los años un «aviso» sobre cómo moverse en
1930, desde Inglaterra hacia Estados las arenas complejas de la globaliza-
Unidos, se generan cambios básicos ción. En otras palabras, de cómo las
por el diferente grado de apertura de economías desarrolladas (el Norte)
las economías: mientras la primera imponen el marco propicio para las
se preocupaba más por su sector políticas neoliberales en el mundo
externo –variación de reservas–, los pobre (el Sur), con las consecuencias
segundos, al generar liquidez inter- conocidas: inestabilidad económico-
nacional, están concentrados en sus financiera y exclusión social). Por eso
objetivos domésticos (estabilizar el conviene reflexionar sobre otros as-
producto bruto y el valor de la mone- pectos concretos de la globalización.
da), no en función del ciclo interna-
EL MECANISMO DE LA
cional. También destacan los autores
GLOBALIZACIÓN
una serie de resultados desde los
estudios econométricos: el canal fi- El propósito de esta parte es vol-
nanciero es el medio más significa- ver sobre el tema de la globalización,
tivo de transmisión de las perturba- en particular, hacer hincapié en algu-
ciones producidas en los Estados Uni- nas cuestiones prácticas, según sur-
dos (que nacen de los instrumentos de gen de las enseñanzas del excelente
la política monetaria norteamericana – esfuerzo de investigación de Adrián
v. gr., la tasa de interés fijada por la Salbuchi (1999), ya citado. La idea es
Reserva Federal– y repercuten sobre hacer una muy prieta síntesis de un li-
el precio del dinero y el tipo de cam- bro de 400 páginas que, en verdad, debe
bio real argentinos). El canal comercial leerse para conocer en su integralidad
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cómo opera el «cerebro del mundo». (CFR) opera como un think tank o
He aquí nuestra visión sobre la mag- usina de cerebros, y es responsable
nífica obra de este relevante pensa- máximo del diseño y aplicación de la
dor argentino. política exterior de los Estados Uni-
Del prefacio de Gerardo Palacios dos, y mediante sus organismos aso-
Hardy se rescata lo siguiente. Se se- ciados (o dependientes)––que van
ñala a 1989 como el punto de cambio desde entes académicos como la
en la historia contemporánea. Si bien Brookings u organismos «técnicos»
el mundo «global» ya existía es en como el Fondo Monetario Internacio-
dicho año cuando se señala el fin nal o la Central Intelligence Agency,
explícito de la bipolaridad: MacLuhan alguna empresa multinacional de ori-
advierte sobre un nuevo orden eco- gen italiano o un importante diario
nómico que acuña con el nombre de alemán. Todo esto ha sido documen-
«globalización». Del tema se viene tado por Salbuchi en su libro. Por eso
hablando entonces por más de una la citada revista actúa como un anti-
década. Por encima de la connota- cipo de lo «que vendrá» en la estruc-
ción sólo economicista que el proce- turación del gobierno mundial, obje-
so implica, hay que rescatar los apor- tivo máximo del CFR (los autores in-
tes del húngaro Thomas Molnar (re- cluyen nombres tales como Gardner,
portaje en La Nueva Provincia, 20 No- Cooper, Kissinger, Brzezinski). Seme-
viembre 1987, diario de Bahía Blan- jante contexto va tomando forma en
ca, Argentina) y del francés J. M. Ghé- un país como la Argentina: la socie-
henno (1995). Así, este último expli- dad se está quedando sin Estado, la
ca que «el año 1989 no clausura una nación jurídicamente organizada, y
época iniciada en 1945 o en 1917. eso le impide cumplir su papel en el
Clausura lo que se institucionalizó concierto internacional. Como indica
gracias a 1789. Pone fin a la era de Palacios Hardy, se asiste a una cre-
los Estados-naciones..... El desapa- ciente concentración del poder mun-
recer de la nación lleva en sí la muer- dial, al abandono del sistema de va-
te de la política». lores de Occidente, y a la idea cada
La cara visible, o vocero del Coun- vez más generalizada de que el Esta-
cil on Foreign Relations (que es la do-nación está pronto a fenecer.
estructura político-institucional de En suma, para las grandes mayo-
los que mandan hoy en el planeta), rías –pasivas destinatarias– el proce-
fundado en 1921 en París, es la re- so globalizador es inevitable. Hay
vista Foreign Affairs. Tal Council como una resignación a aceptarlo, a
¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 14
adaptarse a todo. El país que no lo 3.1 PODER FORMAL Y PODER
haga no tendrá inversiones (su «tasa REAL
de riesgo» será elevada, y se con-
Seguramente, hay ciertos aspectos
vertirá en una zona no confiable).
relativos a la globalización que con-
Por lo tanto se trata de flexibilizar los vienen definir explicítamente. Uno de
mercados (en particular, el laboral), ellos tiene que ver con el «pensa-
de abrir la economía, de conciliar las miento único», o lo politically correct
estructuras socioeconómicas, de ínsito en la globalización. Por cierto,
privatizar las empresas, incluida las ella no respeta las reglas de la demo-
que tienen que ver con la salud y la cracia: no está dispuesta a permitir
asistencia social; todo ello implica que se la sujete a su propio instru-
«achicar el Estado» no para «agran- mento de control. Como afirma Sal-
dar» a la Nación, sino para someter- buchi, la ideología del globalismo sig-
la al gobierno mundial. Y eso es lo nifica en última instancia la
que justifica los planes de ajuste del privatización del poder. Tampoco ad-
FMI para cerrar las cuentas: dismi- mite el diálogo intelectual: así, el
nuir el gasto (sobre todo, el gasto hipercapitalismo caníbal que nutre al
social) y aumentar la presión fiscal. globalismo rechaza todo “revisio-
Pero a todo esto que significa des- nismo histórico” y lo hace mediante
esperanza, A. Salbuchi propone la la saturación de datos, rumores y
propuestas absurdas con la ayuda de
«desglobalización», esto es, la aldea
los medios –radios, diarios, televi-
global no es un ni un hecho fortuito
sión, internet– logrando que toda idea
de la naturaleza ni tampoco compor-
noble que no cuente con apoyo eco-
ta una ley cósmica inevitable: el es-
nómico quede literalmente condena-
tratega es el CFR (tal vez unas 500
da al ostracismo. El objetivo final es
personas ciertamente poderosas, que todos pensemos de una manera
aunque hoy utilice al país más po- «políticamente correcta». En verdad,
deroso de la Tierra como instrumen- se borran todas las libertades: la del
to circunstancial para ejecutar sus espíritu y la intelectual, la de la políti-
políticas de alcance mundial) pero a ca y la económica.
ello, como quiere también Prelooker, Esto nos conduce a distinguir en-
hay que oponerle un proyecto de tre el poder formal y el poder real. El
vida (y a él adhieren 6 mil millones primero lo ejercen las estructuras
de seres, la mayoría de los cuales que comportan simples ejecutoras de
sólo tienen pobreza, pero mucha, estrategias emanadas del poder real
muchísima dignidad). (manifiesta efectos visibles que
15 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

obedecen a causas no visibles). El y planificador del mundialismo en


poder real, dentro o fuera de un con- asociación con la Trilateral Commis-
texto jurídico, impulsa planes, medi- sion, y entidades como el británico
das y toma decisiones políticas y so- Royal Institute of International Affairs,
cioeconómicas que se efectivizan en o medios poderosos como la CNN.
un tiempo y espacio concretos. Como
3.2 EL CFR Y EL NUEVO
explica nuestro autor, Estados Uni- ORDEN MUNDIAL
dos configura la sede provisoria de
quienes detentan el poder real, y des- Ya hemos mencionado el papel ex-
de allí se impulsa el proceso que con- cluyente que tienen los Estados Uni-
duce hacia un nuevo orden mundial. dos en el mundo global. Aunque sea
Resumiendo, y dejando de lado muy brevemente conviene –recu-
muchos otros aspectos, puede decir- rriendo a A. Salbuchi, 1999, capítulo
se que la globalización refleja una 9– identificar al Council on Foreign
ideología alineada con una cosmovi- Relations (CFR), que realiza una se-
sión angloestadounidense del mun- rie de actividades políticas y docen-
do. El eje determinante del devenir tes dentro de estrategias y progra-
social queda situado en lo económi- mas. En lo organizacional, el CFR es
co–financiero, esto es, en el poder una sociedad anónima (corporation)
privado al cual busca subordinar toda con sede en Nueva York con todas
estructura y accionar político. La glo- las formalidades conocidas. El direc-
balización, explica Salbuchi prolija- torio se compone de 26 personas
mente, exige el control sobre todos conducidos por un presidente asimi-
los Estados del mundo; esto es, el lable a un gerente general. En reali-
poder privado controla y actúa sobre dad, quien últimamente ejerce la con-
el poder público. Se busca la extin- ducción es el «chairman» (actual-
ción lisa y llana de todos los Esta- mente, Peter G. Peterson), y él mane-
dos-Nación. En buen romance, la es- ja tanto las relaciones externas como
trategia de las estructuras económi- el diseño de las políticas del Council
cas privadas reemplazan a la política –por ejemplo, las fluidas relaciones
en el sentido conocido. No se pierda con la Trilateral Commission y las
de vista como lo ha señalado J. M. entidades asociadas (y ellas van des-
Guéhenno (1995, p. 65) y hecho ex- de fundaciones, organismos públi-
plícito A. Salbuchi (1999, p. 38) que cos y privados, hasta poderosos ban-
el Council on Foreign Relations des- cos e instituciones como el FMI y el
empeña el papel de cerebro previsor Banco Mundial).
¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 16
Como se señalara, la publicación 1999, cap. 10. Estamos en la «transi-
Foreign Affairs, que es una revista tri- ción» desde el Estado–nación, y todo
mestral de ciencias políticas con alto lo institucional que le atañe, hacia un
prestigio y una tirada de 220 mil ejem- naciente gobierno mundial que, aun-
plares (en inglés y japonés), es el ór- que todavía escondido, está en for-
gano de difusión de las estrategias y mación y, para muchos, está ya «en
políticas del CFR–en sus páginas han funciones». Para decirlo sin amba-
escrito, entre otros, H. Kissinger, Z. ges, el mundo del próximo siglo, el
Brzezinski, D. Rockefeller, R. McNa- XXI, ya no lo regirán los Estados.
mara, R. Holbroke, A. Schlesinger Jr., Como se ha visto, el poder real está
J. J. Kirkpatrick, S. Huntington, R. concentrado en estructuras económi-
Gardner, R. Cooper, D. Moisi, Y. Fu- cas multinacionales privadas––gran-
nabashi, D. Simes y A. Auslund, des y poderosas––que con el aporte
estos 2 últimos miembros de la insti- intelectual y estratégico del CFR di-
tución hermana, el Carnegie Endow- señan y diagraman las instituciones
ment for International Peace. Tam- del nuevo milenio. En suma, el poder
bién escriben en FA miembros de la gigantesco de esta tecnoestructura
burocracia internacional tales como supranacional existe, aunque falte el
B. B. Ghali, G. Picco y H. Owen. En lo andamiaje completo de las organiza-
relativo a las finanzas, los ingresos ciones que van a administrar el mun-
del CFR tienen su origen en las fuer- do globalizado. (El lector interesado
tes donaciones de las grandes fun- puede consultar en Fortune lo que
daciones (como la Ford, la Rockefe- representa esta tecnoestructura glo-
ller) exentas de impuestos, y de po- bal al pasar revista, entre otros
derosos empresarios (tales como D. rubros, a la facturación anual de las
Andreas, D. Rockefeller, M. Green- 500 empresas «top» de los Estados
berg, K. Graham, D. Dillon, etc). Vale Unidos –cerca de 6 billones de dóla-
la pena mencionar que el último pre- res en 1998. Estas «corporaciones»
supuesto anual, 1998, estuvo en el que, controlan los principales secto-
orden de los 20 millones de dólares, res de la economía mundial, emplean
siendo las inversiones de ese perío- las más elevadas tecnologías, tienen
do muy cercana a los 120 millones un liderazgo en materia de comercia-
de la moneda norteamericana. lización y posibilidades casi infinitas
En lo que hace a la visión del CFR en materia de financiamiento. Esto
sobre el «nuevo orden mundial» se pue- les da el poder de dominio sobre fun-
de glosar lo siguiente –cfr. Salbuchi, cionarios y gobiernos, sobre seu-
17 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

doempresarios, dirigentes y políticos unique», del pensamiento «politically


de los países pobres y permite prever correct» –cfr., A. Salbuchi, 1999a.
el por qué la política tradicional pronto Los economistas enseñan cuál es
va a dejar de existir... a menos que la el papel del dinero en el sistema pro-
Humanidad deprimida diga basta, y ductivo. Como se sabe desempeña
comience un proceso desglobalizador, una función relevante pero no privi-
igualmente fuerte. He ahí el gran desa- legiada: sirve para «aceitar» el siste-
fío de los líderes de verdad; cfr., Sal- ma económico, para hacer viable las
buchi, 1999, caps. 11, «El tercer mile- transacciones. Sin embargo, tal fun-
nio», y 12, «Epílogo para la Argentina»). ción ha sido tergiversada con el
transcurso del tiempo. Así como los
3.3 ENTRE LA CULTURA Y EL
pioneros estudios de A. Piètte (1962)
FINANCIERISMO
hablan de la necesidad de subordi-
Los profetas del mercado nos han nar la Economía a las disciplinas más
inculcado que el economicismo –don- substantes como la Teología, la Mo-
de el hombre se pone por debajo de ral, la Filosofìa, la Política –en la vi-
las cosas– comporta la regla social sión keynesiana nuestra disciplina
en una sociedad basada en el para- debe ocupar el cuarto o quinto lugar
digma de la democracia liberal. Por que le corresponde, en una clara ne-
eso los valores se han trastrocado: cesidad de privilegiar los valores
la noble sociedad donde el hombre trascendentes del hombre–, también
es el centro de toda actividad se ha J. K. Galbraith (1996) y J. Goldsmith
convertido en un mero mecanismo de han advertido sobre el avance del
apetencias insaciables. Y estamos dinero en el mundo global. El maes-
vivienda la «cultura global», y ello tro de Harvard, y profesor honoris
porque la globalización implica una causa de la Universidad de Córdoba
ideología que busca controlar todo: (dictó el discurso inaugural La Noble
desde el régimen educacional hasta Sociedad en el II Encuentro Interna-
los logros científicos y tecnológicos. cional de Economía en Junio de 1995
Bien puede afirmarse que la globali- organizado por el CIEC), enseña que
zación sociocultural procura destruir los estudios del dinero se hacen para
la organización social, y lo hace has- disfrazar o eludir la verdad, no para re-
ta llegar a su célula vital, el hombre velarla. Por su parte, Goldsmith, a pe-
mismo. Ello es coherente con la ne- sar de ser parte del globalismo, ha men-
cesidad de construir el nuevo orden cionado con precisión el hecho de que
mundial, la sociedad de la «pensée se pase por alto que el crecimiento
¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 18
económico se hace a expensas de la endeudamiento internacional, Salbu-
estabilidad social: Occidente ha des- chi señala que los niveles de endeu-
estabilizado al mundo en el conven- damiento planetario generan desem-
cimiento de que existe un solo mo- pleo para miles de millones de seres
delo económico y social válido (el humanos, la quiebra de cientos de
politically correct de la globalización miles de empresas pequeñas y me-
sin rostro), el modelo que exporta a dianas, la bancarrota de los sistemas
todas partes los flagelos de la civili- previsionales, sin hablar del hambre,
zación occidental, esto es, la droga, la desnutrición y la indigencia de
el alcoholismo, la bancarrota familiar, cientos de millones de personas.
el desorden civil de los tugurios ur- Mientras en los Estados Unidos sus
banos, el deterioro ambiental, y ello ciudadanos tienen una deuda nacio-
en la inteligencia de que comportan nal que representa 64 mil dólares por
un fenómeno natural inevitable, pro- familia, en la Argentina implica una
pio de una «saludable economía de deuda de 5 mil dólares por persona
desarrollo y progreso» (cfr., Gold- (y ella proviene de los 170 mil millo-
smith, 1993, pp. 33-34). nes de dólares que representa la deu-
Tal vez uno de los «frutos» de la da total de los Argentinos, y que vie-
globalización financiera se de en las ne creciendo desde los años 1970 li-
estadísticas de las Naciones Unidas mitando el desarrollo nacional). Se
que muestran que 3 mil millones de pregunta nuestro autor, con todas
personas, la mitad de los habitantes estas calamidades pasadas, presen-
de la Tierra, viven debajo del nivel de tes y futuras, ¿no convendrá pregun-
pobreza, mientras otras 40 millones tarse con quienes estamos tan en-
de personas mueren anualmente a deudados?
resultas de la malnutrición. Como
3.4 FINALE
explica Salbuchi (1999a, p. 25) el
mundo del dinero es irreal visto des- En definitiva, este repaso al meca-
de la óptica del trabajo; simétrica- nismo de la globalización muestra
mente, el mundo del trabajo resulta muchas facetas que son necesarias
irreal desde la óptica del dinero. Algo conocer para entender al mundo con-
parecido a aquello de «provincias via- temporáneo. Bien puede decirse que
bles e inviables» del ministro de Eco- todo reside en una búsqueda casi mor-
nomía de la Argentina en 1995, con bosa del poder que se entrelaza con
un absoluto desprecio al federalismo la tenencia de sumas considerables
histórico. Al precisar el problema del de dinero que, obviamente, llevan a
19 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

buscar más y más poder. Mucho de el final de los noventa, nos halla en-
esto funciona en torno al CFR como marcados en la globalización. Simul-
una corporación razonablemente or- táneamente nos encontramos en el
ganizada y adonde tributan, de un fortalecimiento de algunas áreas –la
modo directo o indirecto, las grandes Europa de las regiones (o UE), el Tra-
empresas multinacionales–-buena tado de Libre Comercio de América
parte de ellas son las Fortune 1000 del Norte (o Nafta), la regionalización
de los Estados Unidos que generan implícita que significa la zona asiáti-
el 60 por ciento del producto bruto ca liderada por Japón, la China Con-
norteamericano (el otro 40 % es ge- tinental con Hong Kong anexado (y,
nerado por 11 millones de pequeñas quizás, pronto, Formosa, la China
y medianas empresas que dependen «nacionalista»), las subregiones de
del poder económico y financiero de América Latina (donde el Mercosur
las mil primeras). Una idea de la per- nos interesa en particular), y así otras
versa distribución del ingreso se co- regiones como las del Pacífico Sur
lige de una estadística que muestra (Oceanía, y todo lo que ello implica).
que 358 multimillonarios tienen un Y precisamente, en estos últimos
patrimonio de 760 mil millones de años, ha aparecido este influjo pode-
dólares, y ello equivale a los activos roso de la globalización: ya es difícil
de las 2,5 mil millones de personas saber cuál es el polo dominante. No
más pobres del planeta (R. J. Barnet, solamente el mundo bipolar ha cedi-
The Nation, setiembre 1999). do su lugar a otro tripolar –cfr., M.
Prelooker, 1999– sino que también el
IV. NORTE-SUR, REGIONES Y
impulso vital que tienen las multina-
GLOBALIZACIÓN
cionales fuerza hechos que antes
Cuando en las décadas de los años eran impensables. A una presencia
cincuenta, sesenta y setenta, R. Pre- casi dogmática del mercado –para al-
bisch y quienes escribieron sobre la gunos, una «religión» con demasia-
realidad internacional utilizaron el dos adeptos, y algunos muy podero-
esquema Norte-Sur, imaginaban un sos–, se da la cuasi licuación del esta-
núcleo hegemónico (en este siglo, do-nación, tal que el poder político ha
primero Londres, luego Nueva York) cedido definitivamente su lugar al «en-
versus un mundo subordinado (los samble económico-financiero» –cfr., P.
países poco desarrollados) –cfr., A. E. Baquero Lazcano, 1995 y 1999;
Piètte (1962)–, que poco tiene que ver este último en L. E. Di Marco, editor,
con la evolución posterior que, ya en 1999, cap. 1.2, pp. 85–89).
¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 20
Hay todavía más. La articulación A. Salbuchi, 1999, capítulos 2 y 9,
Norte-Sur o Centro-Periferia con su desde los años 1920 el «Council on
polo dominante y un ejército de su- Foreign Relations, Inc.» ligado, des-
bordinados de ayer, ha cedido el paso de 1973, a la «Trilateral Commis-
a la todopoderosa globalización. Pero sion», gobierna el mundo. En todo
muchos ignoran qué se mueve detrás caso, un país como los Estados Uni-
de ella. No saben quiénes mandan. dos comporta el pórtico de la man-
Ya la identificación del «imperialis- sión que significa el poder del
mo» personificada por los Estados «Council»; un país subdesarrollado
Unidos y algunos otros países ricos y dependiente –por el contrario– es
de la Tierra, ha perdido toda conno- algo así como el patio trasero de se-
tación seria. Mejor todavía. Hasta pue- mejante palacio. Sin embargo, esta
de decirse que los propios Estados nueva realidad –que denota una for-
Unidos que hoy representan –tras la taleza y, a la misma vez, una enorme
caída del Muro de Berlín y la disolu- incertidumbre– no implica un siste-
ción de la Unión Soviética –el mayor ma exento de dificultades, en parti-
emporio político y militar del mundo cular, para los países pobres del
también están sometidos al gobier- mundo. Por ejemplo, y como lo he-
no mundial que se esconde tras la mos demostrado en otro ensayo (Di
mágica globalización. A modo de di- Marco, 1996, reproducido en libro del
gresión, no puede dejarse de men- autor, 1998, cap. l.2, pp. 25-42), la glo-
cionar que el reacomodo de los paí- balización importa un mayor domi-
ses pertenecientes al antiguo «impe- nio de los más poderosos, y estos
rio» soviético –las conocidas 15 re- exigen reglas de juego cada vez más
públicas socialistas– ha significado estrictas en materia de mantener los
una serie de fragmentaciones o nue- conflictivos equilibrios interno—el
vas alianzas entre países o etnias– y relativo al presupuesto del Estado—
lo mismo ha ocurrido con la ex repú- y externo—el ligado al balance inter-
blica yugoslava, en ambos casos con nacional de pagos. Semejante obli-
mucho dolor y muerte, producto de gación trae de suyo la postergación
guerras absurdas (Chechenia, Koso- de las verdaderas urgencias del
vo). Lo mismo puede decirse de otras mundo pobre—el Estado se convier-
regiones en Asia o en Africa, con el te en un mero emisario de los orga-
resultado de nuevas alineaciones. nismos multilaterales de crédito,
En medio de semejante panorama in- entre ellos el Fondo Monetario Inter-
ternacional, y como bien lo ha explicado nacional que es un engranaje pequeño
21 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

pero relevante del citado Council on en América Latina y otras regiones


Foreign Relations. pobres del mundo.
Lo anterior hace que se dé una tri-
OBSERVACIONES FINALES
logía entre globalización, pobreza y
soberanía; esta vez se ve afectada por En definitiva, mientras que en los
la falta de poder decisorio que tiene tiempos de la relación centro-perife-
un país pobre al verse obligado a to- ria o Norte-Sur se podía de alguna for-
mar medidas que no se compadecen ma saber dónde estábamos parados,
con su propia visión de cómo orga- quién mandaba, qué había que hacer,
nizar su economía. Los desequili- cuáles eran los tributos que oblar y a
brios mandan. Los conocidos planes quién rendírselos, ahora el escena-
de ajuste del FMI sólo tienen en cuen- rio ha cambiado. Si antes era difícil
ta los aspectos económicos citados, tener una política más o menos au-
dejando de lado los otros desequili- tónoma para los países pobres del
brios –v. gr., la brecha social (produc- mundo, ahora simplemente es com-
to de la desigual distribución del in- plejo. La maquinaria de la globaliza-
greso), la brecha tecnológica (la ción, el «cerebro del mundo» en la
distancia que separa nítidamente a expresión de Salbuchi, toma decisio-
los países ricos de los pobres), y nes que nadie conoce de un modo
la brecha demográfica (que se sino indirecto. Las perspectivas de
muestra mediante la abismal dife- negociación se tornan complejas, por
rencia entre las tasas de crecimien- no decir imposibles de lograr. Si uno
to poblacional de los unos y de los se pregunta qué era mejor –el esque-
otros, de los países ricos y de los ma Norte-Sur o esta mundialización–
pobres)– cfr., L. E. Di Marco, 2000; la respuesta es, por lo menos, muy
este trabajo comporta un ejercicio problemática. Si bien antes los acto-
en economía matemática para in- res parecían estar ahí, ahora se ha-
cluir tales restricciones dentro del llan agazapados. Y, tal vez, lo peor es
modelo de ajuste practicado des- que no se sabe cuál es el verdadero
de Washington DC. Y en él se de- poder de los supuestos líderes polí-
muestra conceptualmente por qué ticos de los países dependientes, los
la combinación de tales planes de dominados por la globalización. Una
ajuste dentro del contexto de refor- sutil red de «empleados» y «funciona-
mas neoliberales conllevan un rios» del Council on Foreign Relations
enorme costo social, según se se mueve por todas partes, y su prédi-
mide por los millones de excluidos ca a veces agudamente nacionalista y
¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 22
también populista, confunde a más puede ser, como en los buenos
de un ciudadano. Claro, la diferencia tiempos, un proyecto propio dentro
se da cuando el político se convierte del mundo global (o, tal vez, desg-
en el ejecutivo, el que administra una lobalizado, cuando el capitalismo
nación, una provincia, una ciudad. Y llegue a su fin, y una nueva era, la
allí comienzan las diferencias entre de la economía solidaria ponga sus
lo que se dice y lo que se hace. «He- raíces en el planeta).
mos tratado de cumplir el mandato Febrero de 2000
popular, pero resulta que la realidad
nos dice que lo que estamos hacien- REFERENCIAS
do es lo mejor para la gente», y se
recurre a tomar medidas que van de Baquero Lazcano, P. E., «Desplaza-
contramano con la historia no sólo miento del poder económico a la
del partido político involucrado sino, especulación financiera», en L. E.
y eso es lo gravísimo, que está en las Di Marco, editor, Humanismo Econó-
antípodas del ser nacional. Por eso mico y Tecnología Científica (Bases
es difícil evaluar qué es mejor: si el para la refundación del análisis eco-
mundo globalizado de hoy o el apa- nómico), Córdoba: Libro CIEC, En-
rentemente explícito esquema cen- sayos del III Encuentro Internacio-
tro-periferia. Al menos eso es lo que nal de Economía organizado por la
se nota en la realidad política de paí- Fundación CIEC, 1999.
ses como los de América Latina don- Baquero Lazcano, P. E., «El desplaza-
de, como se ha expresado, uno no miento del poder político al poder
puede distinguir la verdadera identi- económico en el orden internacio-
dad de un funcionario electo, esto es, nal», en En la búsqueda del hom-
si es presidente, gobernador, alcal- bre (In Search of the Human Being),
de o intendente o, apenas juegue el Córdoba: Libro CIEC, Ensayos del
papel de un gerente general de un II Encuentro Internacional de Eco-
proyecto que le es ajeno. La disyun- nomía organizado por la Fundación
tiva es, pues, muy grave. Se trata de CIEC, Carlos Paz (Argentina), 1995.
obedecer ciegamente a la mundiali- Bernal–Mezza, R., «La globalización:
zación o, con las fuerzas que restan, ¿un proceso o una ideología?»,
con el coraje y la audacia del sentir Realidad Económica, N* 139, Buenos
patriótico, privilegiar la identidad na- Aires, 1996.
cional. Por cierto, un país no es un Bunge, M., Materialismo y Ciencia, Bar-
compartimento estanco sino que celona: Ariel, 1981.
23 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

Carrera, J. y M. Félix y D. Panigo, «Pre- centro-periferia veinte años des-


bisch y la relación Centro-Periferia pués», en L. E. Di Marco, editor, In-
50 años después: su aplicación al ternational Economics and Develop-
caso argentino», en L. E. Di Marco, ment (Essays in Honor of Raul Pre-
editor, 1999. bisch), New York: Academic Press,
de Bernis, G., «El problema del des- 1972; o también consultar el mis-
empleo en el mundo», Córdoba: Es- mo libro versión castellana del edi-
cuela de Economía de la Universi- tor, Economía Internacional y Desa-
dad de Córdoba, mimeo, 1997. rrollo (Estudios en honor a Raúl Pre-
Di Marco, L. E., «Globalización, Sobe- bisch), Buenos Aires: Ediciones
ranía y Pobreza», en libro del au- Depalma, 1974.
tor, Contribuciones al Estudio de la Prelooker, M., La Economía del desas-
Economía, Córdoba: Dirección de tre (Cómo salir de la crisis y cons-
Publicaciones de la Universidad de truir un país mejor), Buenos Aires:
Córdoba, 1998. Grupo Editor del Encuentro, 1999.
Di Marco, L. E., «El ajuste estructural Salbuchi, A. M., El Cerebro del Mundo (La
como óptimo condicionado: un Cara oculta de la Globalización), Cór-
enfoque humanista para la estabi- doba: Ediciones del Copista, 1999.
lización monetaria (ejercicios en Salbuchi, A., «Argentina: ¿Colonia Fi-
Economía matemática), Córdoba: nanciera?», Ediciones del Copista,
Escuela de Economía de la Univer- Córdoba, 2000.
sidad de Córdoba, investigación en Wallerstein, I., «The rise and future
marcha, 2000. demise of the world capitalist
Di Marco, L. E., «Personalidad, obra y system: concepts for competitive
pensamiento de François Perroux», analysis», en Comparative Studies in
en L. E. Di Marco, 1998. Society and History, New York: A.
Galbraith, J. K., El Dinero, Barcelona: Press, Inc, vol. 16, 1974.
Editorial Ariel, 1996. Waltz, K. E., Teoría de la política inter-
Ghéhenno, J. M., The End of the Nation- nacional, Buenos Aires: Grupo Edi-
State, Minneapolis: University of tor Latinoamericano, 1988.
Minnesota Press, 1995.
SOBRE EL AUTOR
Goldsmith, J., La Trampa, Buenos Ai-
res: Editorial Atlántida, 1993. Luis Eugenio Di Marco es catedrático
Piètte, A., Las tres edades de la Econo- titular de la Universidad de Córdoba,
mía, Barcelona: Ed. Bosch, 1962. Córdoba, Argentina, Director-fundador
Pinto A. y J. Kñákal, «La relación del CIEC, Centro de Investigaciones
¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008 24
Económicas de Córdoba, autor y edi- 1980), profesor visitante de universida-
tor de 33 libros publicados en la Ar- des argentinas y extranjeras, miembro
gentina y en los Estados Unidos, Di- de la Comisión Asesora del Consejo
rector de Informe Económico CIEC Nacional de Investigaciones Científi-
(revista trimestral publicada desde cas y Técnicas de la Argentina.
25 ¡CAFÉ! - AÑO 1 Nº 108 - Buenos Aires - DICIEMBRE DE 2008

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