El feminismo moderno o radical.

Para entrar con este tema tenemos que entender que es el feminismo, ahora bien.

¿Qué es el feminismo?
El feminismo no es odiar a los hombres, ni querer la supremacía de las mujeres. No es una
moda, aunque efectivamente, está de moda, es mucho más que eso. La Real Academia
Española (RAE) define el feminismo como “el
principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre así como el movimiento que
lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo”.
Ahora que sabemos que es el feminismo, y que el, lo que busca es la igualdad derechos,
¿que es la igualdad?

¿Qué es la igualdad?
La igualdad es el trato idéntico que un organismo, estado, empresa, asociación, grupo
o individuo le brinda a las personas sin que medie ningún tipo de reparo por la raza,
sexo, clase social u otra circunstancia plausible de diferencia o para hacerlo más
práctico, es la ausencia de cualquier tipo de discriminación.

Con todo esto podemos ver que el feminismo “moderno o radical” está desviado por
completo de lo que realmente es el feminismo y lo que realmente busca.
En la actualidad hay muchos grupos de personas, no solo mujeres, que se hacen llamar
feministas, pero que realmente desprestigian lo que es ser feminista, no buscan igualdad,
buscan ser más que el hombre, buscan ser oídas, pero no están dispuestas a escuchar. Hoy,
en vez de encontrar la igualdad han ganado el desprestigio del nombre o termino
“Feminista”
Una persona me preguntaba “Cómo pretende una mujer feminista que disminuya el
machismo si literalmente está haciendo lo mismo, creando una sociedad en la que los
derechos de las mujeres sobre pasen los derechos del hombre
Simplemente no se puede creer en igualdad cuando una persona cree que vale más por ser
mujer u hombre.
Vamos a la parte bíblica en Gn 1, 27 “Creó Dios al hombre y a la mujer a imagen suya,
varón y hembra los creó”
Acá vemos directamente algo importante, todos fuimos creados a imagen de Dios, por ello
somos iguales, nos creó de diferente sexo, pero iguales a sus ojos.
Es entendible que para la mujer no solamente es importante el ser igual a los ojos de Dios
sino también para los ojos de la sociedad, el problema tampoco está en ser feminista, el
problema esta cuando se convierte en vandalismo, Todos tenemos un rol en la sociedad, yo
no digo que las mujeres deben quedarse en casa y los hombres trabajar solo debemos
aceptar que hay cosas que no todos podemos hacer, por ejemplo, yo puedo cantar tu tal vez
no, pero ella doctora y hace cosas espectaculares y yo no, debemos aceptar que en ciertas
cosas no todos podemos ser iguales
Vamos ahora a Gal 3, 28 "Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y
hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo
en Cristo Jesús."
Seguimos viendo que somos iguales a los ojos de Dios, no importa nuestra raza, creencia o
sexo, todos somos iguales. Una persona Cristiana Católica tiene que tener coherencia, no
puede hablar de igualdad cuando busca ser más que otro, últimamente hemos visto como
algunos templos en chile fueron quemados, vandalizados por feministas radicales con la
excusa de que la iglesia es “machista” es un poco absurdo eso viendo que tenemos como
uno de los ejemplos principales a la Santísima Virgen María, una mujer, además de tantos
personajes importantes en la biblia que son mujeres, como Rut, Ester, Ana, Sara, María
Magdalena y muchas más, además de tantas santas que para nosotros son ejemplo, como
santa Clara de Asís, Santa Teresa de Ávila, Santa Teresita del niño Jesús, la Madre teresa
de Calcuta y muchas más. Debemos tomar ejemplo de ellas que hicieron grandes cosas sin
hacer tanto ruido.
La igualdad no se consigue siendo agresivos o queriendo ser más que otros, la igualdad se
construye de la mano de ambos bandos, con ayuda de Dios, no podemos ser intolerantes,
debemos aprender a respetar tanto a la mujer como al hombre, los dos son hijos de Dios,
hechos a su imagen, debemos aprender a tratarnos como hermanos y tomando como regla o
mandamiento principal esas palabras de Jesús que nos dicen “Ama a tu prójimo como a ti
mismo”, con eso deberíamos partir y buscar el significado de igualdad, querer al hermano
como yo me quiero, tratándolo como yo me trataría.
Al final de los tiempos todos estaremos llamados al juicio y ahí Dios no verá si eres hombre
o mujer, verá si fuiste malo o bueno, verá tus actos y los mios, todos seremos juzgados por
igual, al final no importará quienes fuimos, sino lo que hicimos y es algo que tomar muy en
cuenta