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DAÑO – Elementos
Son pues, dos los elementos que estructuran el daño: uno, físico, material, y otro
jurídico, formal. El elemento físico o material, consiste en la destrucción o el
deterioro que las fuerzas de la naturaleza, actuadas por el hombre, provocan en
un objeto apto para satisfacer una necesidad. Este daño materializado en el plano
fáctico resulta insuficiente per se, para la configuración del daño, en sentido
jurídico. El segundo elemento del daño es el formal, que se verifica en el plano
jurídico si, y solo si, se acreditan los siguientes supuestos adicionales al elemento
material: a) Que la lesión, recaiga sobre un interés jurídicamente tutelado; b) Que
no exista un título legal conforme al ordenamiento constitucional, que justifique o
legitime la lesión al interés jurídicamente tutelado (en abstracto), esto es, que la
víctima no esté jurídicamente obligada, en las condiciones particulares y concretas
en que sufrió la lesión, a soportar sus consecuencias. Solo una vez reunidos los
dos elementos, y acreditados los supuestos del elemento jurídico, puede decirse
que se encuentra probado el daño antijurídico.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
II. ANTECEDENTES:
2.1. La demanda.
Agotado el periodo probatorio, el Tribunal corrió traslado a las partes para alegar
de conclusión8.
III. CONSIDERACIONES:
11
Folios 152 a 162 del cuaderno 1.
12
Ibíd.
13
Auto de 3 de marzo de 2006, visible a folio 182 del cuaderno principal.
14
Auto de 31 de marzo de 2006, obrante a folio 184 del cuaderno principal.
15
Folios 192 a 215 del cuaderno principal.
16
Folios 185 a 190 del cuaderno principal.
17
El diecinueve (19) de marzo de dos mil seis (2006), se corrió traslado a las partes para alegar de
conclusión, por el término de diez (10) días previsto en el artículo 210 del CCA, como consta en el folio 184
(reverso) del cuaderno principal. El Congreso de la República, por su parte, presentó escrito de alegatos de
conclusión el veintiuno (21) de enero de dos mil trece (2013), obrante a folios 247 a 251 del cuaderno
principal.
Administrativo de Cundinamarca, en proceso con vocación de segunda instancia
por razón de la cuantía18.
22
Folios 152 a 162 del cuaderno 1.
23
Folios 185 a 190 del cuaderno principal.
24
Folios 172 a 180 del cuaderno principal.
25
Folios 185 a 190 del cuaderno principal.
26
Folios 172 a 180 del cuaderno principal.
27
Folios 172 a 180 del cuaderno principal.
28
Folios 192 a 215 del cuaderno principal.
3.2.1.1.- ¿Es válido, en el marco constitucional vigente, derivar responsabilidad
patrimonial al Estado por el hecho del legislador?
3.2.1.2.- ¿El pago de una tasa creada por el legislador mediante norma que
después es declarada inexequible, constituye un daño antijurídico?
Este hecho fue admitido como cierto por el Congreso de la República 29, así como
por el Ministerio de Defensa y la DIAN 30 en sus escritos de contestación. Se trata,
además, del enunciado de una norma jurídica, no de la consumación de su
supuesto fáctico, por lo que, conforme al artículo 177 del Código de Procedimiento
Civil (“CPC”), no requiere prueba31.
3.2.2.4.- Mientras dicha tasa estuvo vigente, la sociedad demandante pagó ciento
catorce millones novecientos dieciséis mil quinientos cuarenta pesos
($114’916.540)36, correspondientes al 1,2% del el valor FOB de los bienes objeto
de importación, cuando en realidad se trataba de un tributo ilegítimo.
32
Folios 49 a 61 del cuaderno 1.
33
Folios 92 a 102 del cuaderno 1.
34
Folio 1 del cuaderno de pruebas.
35
“La Sala insiste en que -a la fecha- las disposiciones que regulan la materia son las contenidas en los
artículos 252 y 254 del C.P.C., con la modificación introducida por el artículo 11 de la ley 1395 de 2010, razón
por la cual deviene inexorable que se analice el contenido y alcance de esos preceptos a la luz del artículo 83
de la Constitución Política y los principios contenidos en la ley 270 de 1996 -estatutaria de la administración
de justicia-. En el caso sub examine, las partes demandadas pudieron controvertir y tachar la prueba
documental que fue aportada por la entidad demandante y, especialmente, la copia simple del proceso penal
que se allegó por el actor, circunstancia que no acaeció, tanto así que ninguna de las partes objetó o se refirió
a la validez de esos documentos. Por lo tanto, la Sala en aras de respetar el principio constitucional de buena
fe, así como el deber de lealtad procesal reconocerá valor a la prueba documental que ha obrado a lo largo
del proceso y que, surtidas las etapas de contradicción, no fue cuestionada en su veracidad por las entidades
demandadas”. CONSEJO DE ESTADO, Sección Tercera. Sentencia del 28 de agosto de 2031, exp. 25022.
36
La cifra indicada en la demanda era de ciento once millones quinientos veinticinco mil quinientos treinta y
siete pesos ($111’525.537). Sin embargo, el 14 de julio de 2003, la firma demandante presentó escrito de
aclaración de la demanda en el que fijó este nuevo monto, el cual obra a folios 36 y 37 del cuaderno 1.
37
Apartado 2.1 de esta providencia.
Como prueba del daño antijurídico, se allegó al expediente:
38
Fls. 3 a 12 del cuaderno 1.
39
Fls. 2 a 34 del cuaderno de pruebas.
40
HENAO, Juan Carlos. El Daño, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1998, pp. 76 a 79, y 87.
41
“Lo que inicia y realmente constituye una sociedad política cualquiera, no es otra cosa que el
consentimiento de un número cualquiera de hombres libres capaces de formar mayoría para unirse e
integrarse dentro de semejante sociedad. Yeso, y solamente eso, es lo que dio o podría dar principio a un
gobierno legítimo". LOCKE, Jhon, Ensayo sobre el gobierno civil, capítulo IX , párrafo 123
42
“El acto de asociación no es sino una convención tácita o formal de reconocer todos como ley, la voluntad
de la mayoría de los asociados”. Ibíd.
daño a estos por causa de sus decisiones. La responsabilidad del legislador
estaba confinada, entonces, al ámbito político derivado de la alternancia de sus
miembros43.
3.2.4.2.- Al punto, conviene recordar que para los fines que interesan al Derecho,
el daño puede ser entendido como la aminoración o alteración negativa de un
interés humano objeto de tutela jurídica, debido al cual, el derecho facilita la
reacción de quien lo padece en orden a la reparación o compensación de su
sacrificio47.
Son pues, dos los elementos que estructuran el daño: uno, físico, material, y otro
jurídico, formal.
El segundo elemento del daño es el formal, que se verifica en el plano jurídico si, y
solo si, se acreditan los siguientes supuestos adicionales al elemento material:
45
CORTE CONSTITUCIONAL, sentencia C-038 de 2006.
46
CONSEJO DE ESTADO, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, sentencia del 13 de marzo de 2018,
exp28769.
47
DE CUPIS, Adriano. El daño: Teoría general de la responsabilidad civil. Bosch, Casa editorial S.A.,
Barcelona, 1975, pp. 107 a 127.
a) Que la lesión, recaiga sobre un interés jurídicamente tutelado;
b) Que no exista un título legal conforme al ordenamiento constitucional, que
justifique o legitime la lesión al interés jurídicamente tutelado (en abstracto),
esto es, que la víctima no esté jurídicamente obligada, en las condiciones
particulares y concretas en que sufrió la lesión, a soportar sus
consecuencias.
Solo una vez reunidos los dos elementos, y acreditados los supuestos del
elemento jurídico, puede decirse que se encuentra probado el daño antijurídico.
3.2.4.3.- Pues bien, el pago de la TESA por el demandante, probado como ha sido
encontrado (aunque en monto aún por establecer), configura una lesión material a
su patrimonio económico comoquiera que operó un traslado de un dinero que ya
formaba parte de él, al patrimonio de la Nación. Tal lesión recayó,
específicamente, sobre un derecho subjetivo. Resta, entonces, por establecer, si
la Nación obró en su recaudación, amparada por un título legal conforme al
ordenamiento constitucional, y si, por tanto, Coltejer S.A. estaba jurídicamente
obligada, en las condiciones particulares y concretas en que sufrió esa mengua
patrimonial, a soportar sus consecuencias.
51
CORTE CONSTITUCIONAL, sentencia C-221 de 1997.
y la ejecutabilidad de la ley funge como causa de un daño antijurídico para quien
así obró52.
“las mismas razones que llevan a que nuestro ordenamiento jurídico haya
establecido como regla el que las declaratorias de inconstitucionalidad
tengan efectos hacia el futuro y sólo excepcionalmente hacia el pasado,
sugieren que la definición de la antijuridicidad de un daño causado por una
ley declarada inexequible sea ligada a los efectos fijados para dicha
declaratoria y no a la constatación de su inconformidad con la Constitución.
Efectivamente, si la fijación de los efectos hacia futuro o diferidos busca
garantizar la seguridad jurídica, esto es, la estabilidad de las relaciones
jurídicas que se fundaron y regularon por el cuerpo normativo entonces
vigente -circunstancia que, se reitera, no vulnera el principio de supremacía
de la Constitución sino que, al contrario, lo garantiza, tal como lo ha
considerado la misma Corte Constitucional-, no hay razones para que la
protección de dicha seguridad jurídica se circunscriba a la cuestión de la
vigencia de la norma y deje de lado aquella relativa a las cargas por ella
impuestas”.
Ello no significa, en modo alguno, que esta Corporación entienda que compete a
la Corte Constitucional la resolución de los problemas de responsabilidad
patrimonial por causa de la ley declarada inexequible, pero sí, que reconoce que el
fallo de inexequibilidad está llamado a obrar como un elemento determinante
dentro del juicio de responsabilidad que se adelante por esa causa en sede
contencioso-administrativa. Lo anterior, sin perjuicio de que, como ha dicho la
52
CONSEJO DE ESTADO, Sección Tercera, Subsección B. Sentencia del 29 de julio de 2013, exp. 27228.
53
Ibíd.
Corte Constitucional, “excepcionalmente, bajo ciertas circunstancias, la expedición
de fallos con efectos retroactivos puede tener entre sus efectos el resarcimiento
de algunos de los perjuicios causados por las leyes contrarias a la Constitución”54.
54
CORTE CONSTITUCIONAL, sentencia C-038 de 2006.
55
“III- La falta de una causa o fundamento jurídico en el enriquecimiento sin causa, es sin duda el elemento
esencial que justifica el principio que prohíbe que las personas se enriquezcan a expensas de otra. || Las
variedades o casos principales de enriquecimiento sin fundamento jurídico, se explican: || a)-Por invalidez o
inexistencia de una obligación que se pretende extinguir, pues estos enriquecimientos no quedan amparados
con la causa solvendi en razón dé la invalidez o inexistencia idónea para crear una obligación. En esta
categoría de enriquecimientos se comprende: el pago de lo no debido (condictío indebití); los contratos que no
se perfeccionan por falta de forma o contratos inexistentes, en razón de lo dado por cuenta del contrato; el
cumplimiento de contratos nulos por ser contrarios al orden público o a las buenas costumbres. || b)-Por no
realizarse la causa credendi y en general lo que se llama causa final o resultados que debe cumplir una
obligación establecida. || Tal sucede con los, pagos hechos a un falso acreedor, las donaciones motivadas por
un matrimonio que no se celebre, etc., (condictio por Ia falta de resultado). || c- Enriquecimiento por mejoras o
servicios en patrimonios ajenos. En este tercer grupo de enriquecimientos sin causa, no existe entrega
voluntaria de una ventaja del enriquecido al empobrecido, como en los anteriores. Se supone aquí que
alguien introduce ventajas en otro patrimonio mediante mejoras, servicios, etc. Los más conocidos con las
mejoras que se hacen en cosa ajena (artículos 965, 938 Y 939 del C. C.) y la gestión de negocios ajenos
reglamentada por los artículos 2.304 y siguientes, d)-Finalmente enriquecimientos en que no interviene la
voluntad del empobrecido sino la, del enriquecido, la de un tercero, o simplemente la de un acontecimiento
involuntario. Dentro de este grupo se comprenden las ventajas que experimenta un patrimonio por tomar un
derecho de un patrimonio ajeno sin su autorización; o la ventaja que obtiene una persona que sin derecho
ejecuta un acto de disposición o, de administración en bienes ajenos que resulta eficaz frente al dueño. || En
todos estos casos se coloca la ley frente a dos patrimonios manejados por titulares diferentes”. CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Civil. Sentencia del 26 de marzo de 1958, Gaceta Judicial: Tomo
LXXXVII n.° 2194, pp. 490 a 503, M.P. Arturo Valencia Zea.
56
OSPINA FERNÁNDEZ, Guillermo. Régimen General de las Obligaciones, 7ª edición, Temis, Bogotá, 2001,
p. 42.
57
CONSEJO DE ESTADO, Sección Cuarta. Sentencia del 13 de diciembre de 2017, exp. 22658.
aquellos que no tienen un carácter antijurídico, en cuanto la víctima tiene la
obligación de soportarlos58.
3.4.- Por último, como se observa que el Congreso de la República designó como
su apoderado judicial al abogado Armando de Jesús Cañas Ocho, identificado con
cédula de ciudadanía número 73.376.516 y con tarjeta profesional número
142.599 del Consejo Superior de la Judicatura, y que la DIAN nombró como su
apoderada judicial a la abogada Yadira Vargas Roncancio, identificada con cédula
de ciudadanía número 20.739.182 y con tarjeta profesional número 122.360. En
consecuencia, les reconocerá personería para actuar en los términos en que fue
conferido el poder.
FALLA
58
“Formular un principio abstracto de garantía del patrimonio, capaz de funcionar objetivamente, parece algo
más que un arbitrio convencional, como lo son en rigor esos supuestos deberes generales de alterum non
laedere o de diligencia y prudencia social que son necesarios para sostener las teorías subjetivas. Desde ese
principio, la calificación de un perjuicio en justo o injusto depende de la existencia o no de causas de
justificación (civil) en la acción personal del sujeto a quien se imputa tal perjuicio. La causa de justificación ha
de ser expresa y concreta y consistirá siempre en un título que legitime el perjuicio contemplado: por ejemplo,
la exacción de un impuesto […]”. GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo (1956). Los Principios de la Nueva Ley de
Expropiación Forzosa, Civitas, Madrid, 1984, p. 176 a 177.
CUARTO: Sin condena en costas.
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
59
Los motivos de la disidencia están contenidos en el salvamento de voto a la sentencia del 13 de marzo de
2018, Rad. 28769.