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Sobre El Proyecto Económico

de J.B. Alberdi*

* Marcela T. Fernández. Magíster en Ciencias del Estado (UCEMA). Profesora de Historia de la


Economía Política Argentina. Las opiniones expresadas en este trabajo de investigación son
personales y no representan necesariamente los puntos de vista institucionales. Junio de 2008.
mf091@ucema.edu.ar.
Indice

1. Objetivo ........................................................................................... 2

2. Introducción.................................................................................... 3

3. Principios que refuerzan la creación de un Estado liberal para el


desarrollo económico .................................................................... 4

3.1 Punto de oposición entre el Estado y las exigencias


económicas de la época: ¿hacia dónde va el mundo según la
percepción de J. B. Alberdi? .............................................. 4

3.2 La libertad económica ................................................. 6

3.3 Libertad de trabajo e inmigración ................................ 8

3.4 Sobre el comercio internacional ................................. 11

3.5 Acerca de las finanzas públicas ................................. 13

3.6 La distribución y los fines de la recaudación .............. 15

4. Factores más relevantes del proyecto económico de J. B. Alberdi


para la organización política de la República Argentina............ 18

4.1 Factores productivos: tierra, capital y trabajo: “La riqueza


es la hija del trabajo, del capital y de la tierra”.................. 18

4.2 Importancia de las instituciones políticas ................... 19

4.3 Incompatibilidad entre el orden jurídico y el orden


constitucional .................................................................... 21

5. Conclusiones finales .................................................................... 23

1
1. Objetivo

El objetivo de este trabajo, es analizar la visión económica de J.B. Alberdi en


su proyecto de organización política de la República Argentina, por intermedio
de un análisis descriptivo de sus ideas económicas, en relación al comercio
internacional, la libertad como principio esencial, los habitantes, la inmigración,
y la importancia de las instituciones políticas como base para el desarrollo.

2
2. Introducción

Para poder comprender el pensamiento de J.B. Alberdi sobre el sistema


económico de la Constitución Nacional de 1853, es necesario saber qué
sucedía desde el punto de vista político y económico en el mundo, y cuáles
fueron los hechos o situaciones que ejercieron influencia en el proyecto de una
nueva estructura política y económica para la Argentina.

El período comprendido entre mediados del siglo XIX y principios de la


década de 1870, representa la etapa en que el mundo ingresa al sistema
capitalista, Inglaterra es el país hegemónico y algunos países de Europa se
convierten en economías industriales. Se despliega el liberalismo económico,
motor del progreso industrial y el mayor aporte para la expansión económica.

Durante este período, el contexto internacional apoyaba el desarrollo de una


economía abierta y liberal. El capitalismo se convierte en la economía mundial,
se aceleran las bases científicas para el desarrollo y los países perciben que
esta fuerte integración de mercados hace innecesaria una política restrictiva o
de intervención.

La etapa histórica que comprende los años 1853 -1861, es clave en nuestro
país, porque es allí donde se forman las bases de la nueva estructura política y
económica de la Argentina.

En 1852, J. B. Alberdi escribe su obra Bases y Puntos de Partida para la


Organización Política de la República Argentina, principal fuente de la
Constitución Nacional de 1853. En esta obra trascendental, no es ajeno a lo
que pasa en el contexto mundial y critica la estructura socioeconómica del país,
principalmente la herencia colonial española que representaba un impedimento
para tomar el camino hacia donde iba el mundo: la economía liberal.

En el Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina, obra


que describe el núcleo del sistema económico que propone la Constitución
Nacional de 1853, J.B. Alberdi refleja el principio de libertad económica, y
reconoce al Estado liberal como el único camino para la prosperidad argentina.

3
En este sentido, en su libro Bases y Puntos de Partida para la Organización
Política de la República Argentina, destaca la importancia de las instituciones
políticas para el desarrollo económico, y la necesidad de un gobierno adecuado
para tal fin:

“El problema del gobierno posible en la América antes española no tiene


más que una solución sensata: (…) en mejorar el gobierno por la mejora de los
gobernados; en mejorar la sociedad para obtener la mejora del poder, que es
su expresión y resultado directo”. 1

3. Principios que refuerzan la creación de un Estado liberal para el


desarrollo económico

3.1. Punto de oposición entre el Estado y las exigencias económicas de la


época: ¿hacia dónde va el mundo según la percepción de J. B. Alberdi?

El sistema económico mundial construía sus bases en la ideología liberal y la


propuesta de Alberdi era que la Argentina ingresara preparada en este
contexto, es por esto que su principal argumento es construir un Estado liberal,
con un nuevo orden jurídico, administrativo y económico, pero por sobre todas
las cosas que su principio elemental sea la libertad económica y la no
intervención del Estado.

Alberdi hace una comparación entre lo que él llama la economía socialista y


la economía liberal, e indica que si bien la idea de Estado benefactor es más
favorable para un número mayor de habitantes (por la acción de la
redistribución), la economía liberal es símbolo de la libertad del individuo. Al
mismo tiempo, describe que la Constitución Argentina es la expresión de una

1
Alberdi, Juan Bautista: Bases y puntos de partida para la organización política de la República
Argentina. Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, Buenos Aires, 2002, p. 30.

4
revolución de libertad2, dónde esta libertad beneficia al más apto y genera
competencia, trabajo, atrae capitales y mejora la productividad.

La frase laissez faire, laissez passer, es utilizada en varios argumentos en


defensa de la economía liberal en la obra Sistema Económico y Rentístico de la
Confederación Argentina. Esta expresión - que significa dejar hacer, dejar
pasar - se refiere a la no intervención del Estado en cuestiones económicas, y
demuestra la influencia de los creadores del pensamiento liberal del siglo XVIII.
Asimismo, advierte la diferencia entre la libertad económica y la libertad política
y analiza: “(…) gobernar, aunque no sea más que por el sufragio, requiere
educación, cuando no ciencia, en el manejo de la cosa pública. Gobernar, es
manejar la suerte de todos; lo que es más complicado que manejar su destino
individual y privado. He aquí el dominio de la libertad económica, que la
Constitución argentina asimila a la libertad civil concedida por igual a todos los
habitantes del país…”.3

Según Alberdi, todas las personas tienen habilidades y capacidades para


ejercer la libertad económica, trabajar, producir riqueza, tener bienes, etc. Pero
no todos tienen la educación e instrucción necesarias para ejercer la libertad
política; desde el punto de vista de la dirigencia o en relación al derecho
político de sufragio.

2
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 4.
3
Ibid, p.7 y 8.

5
3.2. La libertad económica

En cuanto a las garantías y libertades - que la Constitución de 1853 ofrece a


la producción en general - desde el punto de vista económico y político, indica
que las garantías comunes son: la libertad, la igualdad, la propiedad, la
seguridad y la instrucción.

El artículo 14, original de la Constitución Nacional de 1853, garantiza la


libertad de producción de un modo amplio: “Todos los habitantes de la
Confederación gozan de los siguiente derechos conforme a las leyes que
reglamentan su ejercicio, a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de
navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer,
transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin
censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines
útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y de aprender”.4

Al hacer referencia al derecho de trabajar y de ejercer toda industria lícita,


es una manera de agrupar a todas las formas de producción, a excepción de
aquellas que atenten contra la libertad o derecho de un tercero. Cuando en el
artículo se menciona el derecho de petición, se trata básicamente de obtener
seguridad y protección para la producción, y al hablar de todos los habitantes
ofrece la posibilidad de participar de esta libertad económica a todos, los de
nacionalidad argentina y los extranjeros. Para Alberdi, el origen de la riqueza es
el trabajo libre.

Este artículo también refuerza el concepto de propiedad privada. Alberdi


entiende que es de especial importancia la mención de este derecho ante el
posible avance de las ideas socialistas que pueden restringirlo, dice este
pensador argentino, que es un riesgo para la economía liberal “nivelar el
trabajo del imbécil con el trabajo del genio”.5

4
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, pp. 15 y 16.
5
Ibid, p.17.

6
Un punto fuerte de este artículo impulsa a la economía liberal; es el de la
libertad de asociarse, porque indirectamente incluye la figura del capital
nacional, así como también la participación del capital extranjero y el libre
acceso al crédito.

El análisis que hace con respecto a la instrucción (que diferencia en


“Bases…”, del concepto de educación), es que debe estar orientada hacia la
producción y critica a la cultura tradicional que pondera las ciencias sociales a
las ciencias duras. Propone que el modelo económico y el sistema educativo
del Estado, estén alineados estratégicamente: “Estos países necesitan más de
ingenieros, de geólogos y naturistas, que de abogados y teólogos. Su mejora
se hará con caminos, con pozos artesianos, con inmigraciones y no con
periódicos agitadores ó serviles, ni con sermones o leyendas”.6

En cuanto a los principios y garantías constitucionales para la producción


agrícola, asegura que para la República Argentina la producción primaria es el
sector más fuerte dadas las condiciones naturales del territorio, es por esto,
que el Derecho Constitucional garantiza la no intervención y sienta las bases
del modelo agro-exportador que encauzarán con éxito los gobiernos de la
generación del ochenta.

La organización del sector agrícola-ganadero, con bases en el pensamiento


económico liberal, es garantía de crecimiento económico según Alberdi. Pero
para este fin, él propone como condición fundamental la no intervención del
Estado, barreras legales u obstáculos a la producción del sector; porque
muchos cultivos dejaron de trabajarse para dar lugar a la rentabilidad de la
producción agrícola de España, en perjuicio de la producción local. La
Constitución Nacional de 1853, pone fin a todas las leyes anteriores
relacionadas con el trabajo y la producción agrícola, la caza, la pesca y la
minería entre otras.

La libertad económica es para Alberdi el principio de la riqueza pública y


privada, por lo tanto, toda ley, acto o decreto que atente contra ella, representa

6
Alberdi, Juan Bautista: Bases y puntos de partida para la organización política de la República
Argentina. Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, Buenos Aires, 2002, p. 33.

7
un impacto negativo en la economía de cada habitante y trae consigo la
escasez, la miseria y la pobreza.

Por otra parte, para obtener la libertad económica como medio para el
desarrollo y no como un fin en si mismo, es necesario que la Constitución sirva
de base para las leyes económicas. Alberdi se adelanta a su tiempo, porque
expresa la necesidad de que existan leyes, decretos y reglamentaciones para
ejecutar la libertad económica, de lo contrario solo sería libertad escrita y no
libertad de hecho. Esto explica porque la Argentina tiene un marco
constitucional para la creación de un Estado liberal, pero pocos ciclos
económicos fueron de apertura. Las leyes, muchas veces y en varios períodos
de la historia no apoyaron ese principio de libertad económica, para dar
prioridad a las políticas sociales propias de un Estado de benefactor.

3.3. Libertad de trabajo e inmigración

La concepción de la organización del trabajo es muy particular, en cuanto a


que Alberdi cree fuertemente en que las bases para esa organización no están
en el propio pueblo originario, sino que debe apelarse a bases extranjeras y en
lo posible anglosajonas. Él consideraba más capaz a la raza anglosajona para
crear y mantener el sistema de gobierno que proyectaba. Su propuesta no deja
de ser respetable y acorde a su tiempo, pero plantea un problema en la
integración de la sociedad para conformar la organización del trabajo, que aun
hoy es un planteo sin respuesta para el liberalismo económico.

“(O)rganizar el trabajo no es más que organizar la libertad (…). Esta


organización es negativa en su mayor parte; consiste en la abstención
reducida a sistema, en decretos paralelos del viejo sistema prohibitivo, que
lleven el precepto de dejar hacer a todos los puntos en los que otros hacían
por sí o impedían hacer.”7 Nuevamente Alberdi refuerza la idea de un Estado
sin intervención en la actividad económica, en este caso particular propone que

7
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 7. Las palabras en cursiva figuran de este modo en la edición original.

8
el Estado apoye las leyes que garantizan la libertad y la igualdad para trabajar,
pero por sobre todo que asegure a cada individuo los resultados y frutos de su
trabajo. Al no existir privilegios de ningún tipo, para ninguna actividad, dejan de
ser constitucionales los gremios, por considerarse privilegios ofensivos para la
libertad.

“El trabajo esclavo mengua el provecho y el honor del trabajo libre. El


hombre máquina, el hombre cosa, el hombre ajeno, es instrumento sacrílego,
con que el ocioso e inmoral dueño de su hermano obliga a malbaratar el
producto de un hombre libre, que no puede concurrir con el esclavo, pues
trabaja de balde porque trabaja para otro.”8 Alberdi asegura que la propia
dinámica del mercado hace que cada persona encuentre la forma de generar
riqueza y que el sistema de esclavitud no tiene razón de ser porque no produce
valor; esto significa que hay una persona que produce valor y otra que no
produce valor, pero que recibe y aprovecha una parte del valor producido por la
primera, por lo cual no solo resulta inmoral (el sistema de esclavitud), sino que
es también poco productivo. Puede verse en este razonamiento una dualidad
que oscila entre el utilitarismo y la moral.

Con respecto a la inmigración, en las Bases describe la experiencia de otros


países de la región en cuanto al contenido de sus constituciones, diciendo que
las condiciones expuestas en el marco constitucional de la mayoría de los
países latinoamericanos, hacen imposible la inmigración y que esto los llevará
a un estado de pobreza y atraso.

Luego, en las Bases, también describe la acción civilizante de la raza


anglosajona y destaca la importancia del idioma inglés como el idioma de la
libertad, el cual será más importante que el latín a tal punto que no deberá
entregarse título universitario a quien no lo hable y escriba.9

El art. 25 de la Constitución Nacional establece: “El gobierno federal


fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con

8
Ibid, pp.18 y 19.
9
Id. Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. Academia
Nacional de Ciencias Morales y Políticas, Buenos Aires, 2002, p. 34.

9
impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que
traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar
las ciencias y las artes.” Este artículo pone en manos del Estado el fomento de
la inmigración, pero al mismo tiempo restringe su posibilidad de gravar
impuestos. Alberdi afirma que tanto el pasaporte como la aduana, deben su
origen al despotismo de los emperadores, utilizado como medio para espantar
a la población, y convirtiendo en una cárcel el territorio de la nación.10

En cuanto a la libertad de culto (art. 14 de la Constitución Nacional), expresa


que es una garantía a la producción de riqueza, ya que permite el ingreso de
quienes no profesen el culto católico, específicamente hace referencia a los
anglosajones y germanos, quizá protestantes, afirmando que son los más aptos
para fomentar el desarrollo y la industria.

A pesar de la intención y del esfuerzo de Alberdi, en cuanto a la acción


civilizante anglosajona, las primeras corrientes migratorias trajeron consigo:
italianos, españoles, irlandeses y portugueses, ninguno de estos eran
disidentes al culto católico y tampoco tenían posesión de compañías, capitales
en giro o propiedades, su único capital era su trabajo.11

10
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 162.
11
Oliver, Juan Pablo: Génesis del liberalismo económico argentino. Biblioteca Dictio. Buenos Aires, 1977,
p. 249.

10
3.4. Sobre el comercio internacional

Adelantado a su tiempo, Alberdi refleja en sus obras la especialización de los


países en materia económica, por lo tanto, propone que la Argentina tome
como fortaleza sus abundantes recursos naturales, y se especialice en la
producción primaria para entrar en el sistema económico mundial
intercambiando estos productos, por aquellos importados de Europa con mayor
valor agregado. En su proyecto constitucional, indica que es fundamental dar
garantías locales a los empresarios extranjeros y aconseja tratados
internacionales que no sean susceptibles de derogación por la República:
“Firmad tratados con el extranjero en que deis garantía de sus derechos
naturales de propiedad, de libertad civil, de seguridad, de adquisición y de
tránsito, les serán respetados. Esos tratados serán la parte más bella de la
constitución; la parte exterior, que es la llave del progreso (…). Para que esa
rama del derecho público sea inviolable y duradera, firmad tratados por término
indefinido o prolongadísimo. No temáis encadenaros al orden y a la cultura.”12

Es muy importante destacar que introducir estas ideas económicas en su


proyecto constitucional, anticipándose a lo que podría ocurrir con el sistema
económico mundial, implica una gran destreza política y visión de futuro.

La Constitución Nacional establece las bases del sistema aduanero


argentino, y de éste resulta: (1) que las aduanas argentinas son nacionales y
exteriores, quedando abolidas las aduanas del interior13; el artículo 9 de la
Constitución Nacional de 1853, indica al respecto: “En todo el territorio de la
Confederación no habrá más aduanas que las nacionales, en las cuales regirán
las tarifas que sancione el Congreso" (2) que la aduana es un derecho o
contribución, pero que no debe funcionar como un mecanismo de protección o
prohibición.

12
Alberdi, Juan Bautista: Bases y puntos de partida para la organización política de la República
Argentina. Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, Buenos Aires, 2002, p. 43.
13
Id. Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro. Buenos Aires,
1993, p. 253.

11
La construcción de ferrocarriles y canales navegables son también
fundamentales en este proyecto de Alberdi, él afirma que son necesarios para
la expansión y para la libertad comercial, pero también para poder asociarse
con los capitales extranjeros. El artículo 10 de la Constitución lo afirma en estos
términos: "En el interior de la República es libre de derecho la circulación de los
efectos de producción o fabricación nacional, así como la de los géneros y
mercancías de todas clases despachadas de las aduanas exteriores." Esta
libertad se ve potenciada con lo que establece el artículo 11 en cuanto a la libre
circulación: "Los artículos de producción o fabricación nacional o extranjera, así
como los ganados de toda especie, que pasen por territorio de una provincia a
otra, serán libres de los derechos llamados de tránsito, siéndolo también los
carruajes, buques o bestias en que se trasporten; y ningún otro derecho podrá
imponérseles en adelante, cualquiera que sea su denominación, por el hecho
de transitar el territorio". Finalmente, el artículo 12 da más garantía de libre
tránsito: "Los buques destinados de una provincia a otra no serán obligados a
entrar, anclar y pagar derechos por causa de tránsito".

El proteccionismo es contrario al principio de igualdad económica, por lo


tanto las leyes que protejan ciertas industrias o rubros por medio de altos
impuestos, equivalen a una prohibición indirecta. Aquí se destaca la figura del
legislador según Alberdi, éste debe tratar de reducir, por su facultad, los
impuestos o derechos que vayan en contra del principio de libertad económica.
La aduana es una fuente de recursos públicos que se obtiene por intermedio de
los derechos de importación y exportación, pero no es un medio de prohibición
o exclusión y es allí donde se encuentra su límite.14

14
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 165.

12
3.5. Acerca de las finanzas públicas

Es razonable pensar que ante las claras ideas liberales de Alberdi, no cabría
un lugar de privilegio para la política fiscal dentro del proyecto constitucional.
Sin embargo, afirma que es de carácter vital que un país pueda costear su
gobierno, porque de lo contrario no sería libre, ni podría ejercer su soberanía.

En cuanto a los recursos públicos, indica que la política fiscal debe ceder
ante la libertad económica de los habitantes, y al mismo tiempo respetar ese
principio fundamental sin perder de vista su objetivo que es el bienestar
general.

Alberdi define a la renta pública de la siguiente manera: “(…) Una parte de la


renta privada de los habitantes del país, y mejor para la doctrina que vamos a
exponer, si es una parte del capital o haber cualquiera de los particulares. Es la
unión de las porciones de rentas que los particulares satisfacen al cuerpo social
en que viven, para asegurar el orden, que les protege el resto de su renta, el
capital, la vida, la persona y su bienestar.”15 En líneas generales, la política
fiscal (el sistema rentístico) debe tener como premisa principal no obstaculizar
los derechos y garantías relacionados con la libertad económica (sistema
económico).

La disminución en las contribuciones, significa un aumento en el tesoro


nacional; esta es una afirmación lógica alberdiana, según la cual, el dinero
continúa circulando y multiplicándose en el mercado, mientras que cuando las
contribuciones se exceden comienzan a transformarse en barreras a la libertad
de la industria y el comercio. La principal crítica es hacia la contribución de
aduanas, e indica que es esencial para asegurar la libertad económica,
disminuir el peso del impuesto aduanero. 16

Cuando el Estado se excede en su política fiscal, las contribuciones pueden


transformarse en un peligro para los derechos individuales. Si un impuesto es

15
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El
Foro. Buenos Aires, 1993, p. 207.
16
Ibid., p. 283.

13
excesivo puede afectar la libertad de industria y comercio con prohibiciones y/o
exclusiones, puede afectar a la propiedad llevando la contribución al límite de la
confiscación, puede perjudicar la seguridad en persecución de supuestos
fraudes creados por el rigor fiscal, puede damnificar la igualdad al disminuir la
satisfacción de las necesidades básicas de los pobres. El impuesto mal
colocado, puede dañar todo intento de emprender una actividad económica y
un impuesto mal recaudado puede formar enemigos para el Estado, el
gobierno, y la Constitución.17

Alberdi da una solución al problema de la colocación del impuesto para


proteger al objetivo principal del Estado que es el bienestar general, e indica
que la contribución de cada persona física o jurídica, debe salir de la utilidad de
sus fondos (las ganancias), porque si las contribuciones, los impuestos y
demás fuentes de recursos, se obtienen de los fondos de producción, es el
camino seguro a la pobreza.18

En cuanto a la equidad proporcional de la imposición, indica que ésta debe


recaer sobre todos de manera igual, y sobre cada uno según sus fuerzas
(igualdad proporcional). La base constitucional del impuesto es contenido
propio del artículo 16 de la Constitución Nacional: “(…) La igualdad es la base
del impuesto y de las cargas públicas”. Todas las industrias y sectores deben
contribuir a sostener lo que garantiza su existencia y libertades.19

El gasto público es aquel que se realiza por intermedio del Estado, en


satisfacción de las necesidades de la existencia colectiva, principalmente la
defensa y la seguridad nacional, dice Alberdi al respecto: “Todo dinero público
gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como
objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y
malversado.”20

Según la Constitución de 1853, el gasto público se compone de todo los


factores necesarios para constituir “(…) la unión nacional, afianzar la justicia,

17
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 282.
18
Vid nota 16
19
Alberdi, Juan Bautista. Op. Cit. p. 284.
20
Alberdi, Juan Bautista. Op. Cit. pp. 333 y 334.

14
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar
general, y asegurar los beneficios de la libertad…”21, es decir, el gasto público
se compone de todo lo necesario para conservar su Constitución.

Alberdi se declara en contra de toda actividad del Estado que no sea


puramente política o para el mantenimiento del orden policial, y condena la
figura de Estado regulador o productor en cuanto a la industria, la banca, el
seguro, el transporte y las obras públicas (Estado gendarme). Asimismo,
también critica el rol regulador del Estado en cuanto a la actividad privada y
aconseja vender las tierras públicas a favor del tesoro nacional.

3.6. La distribución y los fines de la recaudación fiscal

“Pero la riqueza no nace por nacer (…) se reparte o distribuye entre los que
han concurrido a producirla. Para esto es producida; y si el productor no
percibe la parte que corresponde a su colaboración, deja de colaborar en lo
sucesivo, o trabaja débilmente, la riqueza decae y con ella la prosperidad de la
Nación”.22 En su pensamiento económico, Alberdi propone establecer una clara
diferencia entre distribución del ingreso y redistribución del ingreso. Esta
diferencia, que es también enunciada en la actualidad por los más importantes
referentes del liberalismo económico, es desconocida por el ciudadano
promedio y por lo general la tendencia es asimilar ambos conceptos en una
misma acepción.

“Para proteger mejor el fin social de la riqueza, ha preferido la distribución


libre a la distribución reglamentaria y artificial. La distribución de las riquezas se
opera por sí sola, tanto más equitativamente cuanto menos se ingiere el Estado
en imponerle reglas”.23 Alberdi establece que la Constitución Nacional
Argentina, propone la riqueza como un medio y no como un fin. Cuando la
distribución de la riqueza opera por si sola en el mercado, es decir sin la

21
Extracto del Preámbulo de la Constitución Nacional Argentina.
22
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 8.
23
Ibid., p. 115.

15
intervención del Estado, dónde cada individuo obtiene su parte de la riqueza en
base a su esfuerzo y participación en el proceso productivo, a esto se
denomina distribución del ingreso, porque su existencia se debe a una
deducción de la ganancia del empresario para convertirla en salario.

Sin embargo, cuando el Estado interviene en la política distributiva, lo hace


con la finalidad de regular situaciones de inequidad en la población. En este
caso, el Estado por intermedio de su sistema tributario, toma una parte de la
renta de aquellos que más ingresos obtienen y la redistribuye entre aquellos a
quienes sus ingresos no alcanzan a cubrir necesidades primarias, o bien que
no participan en el proceso productivo.

De acuerdo con las posiciones más tradicionales y ortodoxas del liberalismo


económico, la intervención del Estado en la distribución, es una decisión
antieconómica porque crea una situación de ilegitimidad, que en última
instancia afecta aquello que debía proteger que es el bienestar social.
Entonces, según esta perspectiva, una situación de equidad puede hacer que
todos empeoren, porque la pregunta que debemos hacernos es: para quién
estamos siendo justos y si es cierto que una norma legal hará que todos
mejoren. En este sentido, las normas jurídicas no deben ser interpretadas para
desfavorecer a los supuestamente más ricos, y favorecer a los supuestamente
más pobres sino que el sistema tributario y la regulación económica deben
afectar a la totalidad de la población sobre la base de sus ingresos.24

El art. 4 de la Constitución Nacional establece: “El Gobierno federal provee a


los gastos de la Nación con los fondos del tesoro nacional formado del
producto de derechos de importación y exportación, del de la venta o locación
de tierras de propiedad nacional, de la renta de correos, de las demás
contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población imponga el
Congreso general, y de los empréstitos y operaciones de crédito que decrete el
mismo Congreso para urgencias de la Nación, o para empresas de utilidad
nacional”. Según este artículo, la contribución tiene su razón de ser para
conformar el Tesoro nacional; Alberdi indica que el Tesoro es el medio de
ejecución para gobernar, para hacer cumplir la constitución de acuerdo con lo

24
Sola, Juan Vicente: Constitución y Economía. Abeledo Perrot. Buenos Aires, 2004, p. 883.

16
establecido en el preámbulo, pero no para que esos fines como la libertad, el
bienestar, la justicia y la unión nacional sean atacados por la contribución, al
colocar impuestos que perjudiquen a la industria y el comercio o impongan
exclusiones y prohibiciones.

Por otra parte, Alberdi critica a Europa al afirmar que la desigualdad e


inequidad que existe en ese continente no es parte de la realidad argentina,
objeta de este modo el orden de la sociedad europea dónde hay ricos y pobres,
e indica que en América podría sonar hasta ridícula esa diferencia y también
sin sentido la aplicación de la doctrina socialista.25 Sin embargo, en sus obras
defiende al sistema liberal escribiendo razonamientos económicos con
estructura lógica, pero se aleja de la descripción del hecho económico.

El bienestar general es la finalidad de la distribución. Según Alberdi, esta


distribución sucederá naturalmente por las leyes económicas del mercado, pero
al hacer esta afirmación solo contempla una sola opción y es la existencia de
un orden socioeconómico con equidad y dónde cada integrante es conciente
que debe esforzarse y formar parte del sistema productivo para obtener su
porción de la renta. Pero sin duda, Alberdi no contempla un escenario donde la
desigualdad y la inequidad, excluya a un sector de la sociedad que obligue al
Estado por una cuestión de ética, a controlar el funcionamiento de las leyes
económicas con miras al fin de la actividad económica, que no es la riqueza
sino el bienestar de los seres humanos.26

Podemos afirmar entonces, que Alberdi propone una libertad “de”, para
impedir obstáculos o interferencias por parte del Estado, lo cual es muy
importante para impulsar el desarrollo económico; pero no incluye en su
pensamiento una libertad “para”, real y efectiva, que permite al ser humano
poder elegir, optar, acceder al disfrute de todos sus derechos, incluidos los
sociales.27

25
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 116.
26
Bidart Campos, Germán: El orden socioeconómico en la Constitución. EDIAR. Buenos Aires, 1999, p.
53.
27
Ibid., p. 92.

17
4. Factores más relevantes del proyecto económico de J. B.
Alberdi para la organización política de la República Argentina

4.1. Factores productivos: tierra, capital y trabajo: “La riqueza es la hija


del trabajo, del capital y de la tierra”28

La producción de la riqueza de un país se realiza por intermedio de tres


factores, denominados factores productivos: la tierra, el capital y el trabajo.
Alberdi afirma que la producción de la riqueza es el resultado de la acción
combinada de estos tres factores.

En cuanto a la tierra, hace referencia al suelo y a los recursos naturales, y


destaca las características del territorio argentino, el cual ha sido naturalmente
favorecido por recursos hídricos, minerales, fauna, flora y riqueza del suelo
propicio para las actividades agropecuarias. Dice Alberdi en El Sistema
Económico…: “En estas riquezas, que se llaman naturales, abunda
admirablemente la República Argentina, pues tiene ríos que representan
ingentes millones como vehículos de comunicación; producciones increadas
por el hombre, como son la grana, el algodón, la seda, el oro y plata, las
maderas de variedad infinita, la sal, el carbón de piedra y campos fecundados
por un clima superior a toda industria. Unas y otras riquezas entran en el
dominio de las disposiciones constitucionales”.29

El objetivo fundamental del sistema económico propuesto por Alberdi, es el


desarrollo económico para el bienestar general. Pero un pilar fundamental del
desarrollo económico son las inversiones directas extranjeras. Su razonamiento
al respecto es el siguiente: si la Constitución Nacional garantiza a los capitales
extranjeros libertad económica, generará un sistema de confianza donde la
inversión y la innovación serán motor del desarrollo.

28
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 7.
29
Ibid., p. 14.

18
Las ideas de Alberdi giraban en torno de una clase de inmigrantes
determinada y circunscrita. Para Alberdi, la población originaria argentina
significaba el atraso, por eso propone que la Constitución Nacional sea un
instrumento fiel al fomento de la inmigración, otorgándole derechos y garantías.

Por lo tanto, los pilares del proyecto constitucional de Alberdi son cuatro: (1)
la libertad económica y garantías al capital extranjero para la inversión (2)
población e inmigración (3) la explotación de la riqueza natural del suelo
argentino (4) instituciones políticas y gobierno representativo.

4.2. Importancia de las instituciones políticas

En cuanto a las instituciones políticas, hay principalmente tres aspectos de


su pensamiento a destacar: (1) la influencia de Locke, Montesquieu y
Rousseau (2) régimen presidencial fuerte, republicano en la forma y
monárquico de hecho (3) la adaptación de las instituciones extranjeras a los
estados latinoamericanos y la Constitución Nacional de California U.S.A30.

Como un auténtico liberal, Alberdi acepta la doctrina de la división de


poderes proveniente de Locke y Montesquieu; para que la libertad quede
garantizada contra los abusos de poder; éste se dividirá, según Montesquieu,
en tres poderes que se controlarán recíprocamente: el poder ejecutivo, el poder
legislativo y el poder judicial.

Pero a pesar de lo anteriormente mencionado, Alberdi pondera la historia de


los países hispanoamericanos a la forma de gobierno. Dice Alberdi en las
Bases… que a los países americanos les falta aptitud para ser republicanos, es
por esto que establece que “Los nuevos Estados de la América antes española,
necesitan reyes con el nombre de presidentes” (cita a Bolívar) y ofrece el
ejemplo de Chile: “(…) ha resuelto el problema sin dinastías y sin dictadura
militar, por medio de una Constitución monárquica en el fondo y republicana en
la forma (…) La República no puede tener otra forma cuando sucede

30
Del inglés “United States of America”, Estados Unidos.

19
inmediatamente a la monarquía”31 , a esta forma de poder se la llama
presidencialismo.

En cuanto a la adaptación de instituciones extranjeras, dice Alberdi en el


Sistema Económico… que la constitución de los poderes depende de la
condición especial de cada país, por lo cual no pueden existir dos gobiernos
iguales, porque cada país tendrá sus características que lo distinguirán del
resto: “Si la República Argentina hubiese adoptado literalmente el gobierno
federal de los Estados Unidos, sus destinos hubieran sido más o menos tarde
los de Méjico y Centro-América. (…) La semejanza del nombre y del
preámbulo, en las constituciones argentina y americana, ha hecho pensar a los
observadores superficiales que el sistema de gobierno era el mismo. Pero la
Federación tiene gradaciones infinitas, como la Unidad; y aunque es verdad
que la unión perfecta, la paz, la justicia, la libertad, son el fin esencial de toda
clase de gobierno, los medios, es decir, la constitución de los poderes,
depende de la condición especial de cada país, y en este sentido no hay, no
puede haber dos gobiernos idénticos”32.

El éxito del sistema republicano en un país como la Argentina, radica en el


sistema electoral, según este jurista argentino, como todos los habitantes son
libres y tienen acceso a la educación y a la industria, la universalidad del voto
no tiene razón de ser, por lo cual aconseja el voto calificado según los ingresos
o los logros intelectuales del elector, para evitar caer en manos de un tirano.33
Asimismo, la Constitución Nacional de 1853 no contiene una disposición
explícita sobre los derechos del ciudadano con relación al sufragio.

31
Alberdi, Juan Bautista: Bases y puntos de partida para la organización política de la República
Argentina. Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, Buenos Aires, 2002, p. 30.
32
Id. Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro. Buenos Aires,
1993, p. 383.
33
Id. Op. Cit. 91.

20
4.3. Incompatibilidad entre el orden jurídico y el orden constitucional

En 1853 Argentina adoptó una Constitución muy similar a la de Estados


Unidos, que organizaba un gobierno limitado separado en tres poderes
controlados entre sí. Pero si bien en Estados Unidos funcionó, en la Argentina,
aun hoy, no termina de asimilarse.

El derecho norteamericano fue tomado de Inglaterra, es decir del derecho


anglosajón, derecho común o common law, siguiendo los precedentes del reino
del cual habían sido colonia; y la Constitución fue en buena medida una
adaptación de los principios del common law para organizar políticamente al
país.

En la Argentina, los constituyentes trataron de importar el sistema político


norteamericano, pero no advirtieron la estrecha relación entre el orden político
y el orden jurídico. De este modo, cuando Estados Unidos rompe su
dependencia con la corona, no significa un cambio radical en sus costumbres
jurídicas y económicas, porque esas costumbres se basaban en el derecho de
propiedad, el individualismo, la libertad de contratación, entre otras. En cambio
en la Argentina, esas costumbres sociales, comerciales y jurídicas, que
también se conservaron del régimen anterior, estaban vinculadas con el
intervencionismo, la reglamentación y la burocracia.34

Además, las motivaciones que llevaron a los colonos ingleses a radicarse en


América fueron diferentes a las motivaciones de los españoles. Los ingleses
migraban en busca de paz, hacia un lugar donde establecerse lejos de las
persecuciones religiosas y políticas, mientras que los conquistadores

34
Rojas, Ricardo Manuel: Análisis económico e institucional del orden jurídico. Ábaco. Buenos Aires,
2004, p. 104.

21
españoles, llegaron a América en busca de oro, especias u otros bienes
valiosos y en general no pensaban radicarse en estas tierras.35

El sistema norteamericano, no dio lugar a que el gobierno federal


reglamentase las relaciones particulares. Pero la Constitución Argentina en el
originario art. 64 inc. 11, otorga al Congreso la incumbencia de dictar los
códigos civil, comercial y de minería, de este manera le impone el deber de
reformar la legislación, para ponerla en armonía con la Constitución. Pero si
bien la intención fue preservar el orden constitucional, sus principios y
garantías; los resultados fueron diferentes ya que una legislación escrita y
codificada, daba al Congreso la facultad de inmiscuirse en las relaciones
particulares, por lo tanto, el principio de libertad se desvanece en esa
cláusula.36

Alberdi alertó sobre esa legislación reglamentarista, al decir que: “El


enemigo más fuerte de la Constitución no es el derecho venidero, sino el
derecho anterior; porque como todo nuestro derecho, especialmente el civil,
penal y comercial, y lo más del derecho administrativo, son hispano-colonial de
origen y anterior a la sanción de la Constitución (…). La Constitución en cierto
modo es una gran ley derogatoria, en favor de la libertad, de las infinitas leyes
que constituían nuestra originaria servidumbre”.37 Además, vincula la reforma
legislativa con lo dispuesto por el art. 24: “El Congreso promoverá la reforma de
la actual legislación en todos sus ramos, y el establecimiento del juicio por
jurados”, al respecto dice Alberdi que este será el único medio con el que se
cuente para poner en ejercicio las libertades, derechos y garantías,
consagradas por la Constitución. Si bien ninguna Constitución se basta a si
misma, dice Alberdi que ésta tiene los principios que serán bases de otras
leyes, pero lo cierto es que si no existe compatibilidad entre el orden jurídico y
el orden constitucional, la estructura gubernamental se debilita y la sociedad
jamás alcanza un grado de desarrollo óptimo.

35
Rojas, Ricardo Manuel: Análisis económico e institucional del orden jurídico. Ábaco. Buenos Aires,
2004, p. 105.
36
Ibid.
37
Alberdi, Juan Bautista: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Librería El Foro.
Buenos Aires, 1993, p. 67.

22
5. Conclusiones finales

Juan Bautista Alberdi, en gran parte de sus obras, tiende a ser algo negativo
respecto del futuro de la Argentina y por momentos parece que la idea de
desarrollo es utópica e inaplicable a la realidad latinoamericana.

Sin embargo, es necesario ubicarnos en su tiempo, comprender la manera


en que debía comunicar sus ideas. Sus expresiones, que para algunos
presentan un tono imperativo, eran necesarias para transmitir un cambio
paradigmático: la forma de organización política más apta para la integración al
sistema económico mundial.

Sus propuestas para el sistema económico y rentístico, así como también


para la organización política, fueron esenciales para el desarrollo y
fundamentalmente para dar solución a los problemas que había dejado el
régimen colonial.

En muchos casos sus afirmaciones fueron visionarias. Cuando en el Sistema


Económico… afirma que el pasaporte y la aduana hacen de los países una
cárcel, es una anticipación a lo que vive en la actualidad el proceso de
globalización. Además, refuerza esta idea al mencionar que el idioma inglés
será la lengua universal, de esta manera, también anticipa la situación actual,
donde desconocer este idioma hace que las personas queden excluidas de un
importante caudal de información.

“La libertad es el principio esencial de toda riqueza”, él fue el defensor de la


libertad individual contra el Estado omnipotente, para él la libertad individual era
la razón de ser de todos los progresos y las mejoras de la civilización, y a esta
causa dedicó toda su doctrina.

¿Qué tipo de relación se establece entre las instituciones políticas y el


desarrollo económico?, ¿una relación lineal o cíclica?, según Alberdi, la
relación es lineal, porque la organización de las instituciones políticas será la
base para el progreso. La Constitución es el marco protector de la libertad

23
económica, por lo tanto, el orden jurídico debe estar alineado con el orden
constitucional.

Por otra parte, propone un sistema presidencialista al considerar que los


países de la región no son aptos para un sistema republicano genuino, y
establece una diferencia entre la distribución del ingreso y la redistribución o
distribución forzada. Si bien en Europa cobraba fuerza la doctrina socialista, en
la Argentina tardaría un tiempo más en instalarse el concepto de equidad,
propio del Estado de bienestar. Las ideas económicas de Alberdi se proyectan
hacia el pensamiento liberal que propone la supervivencia del más apto, por lo
tanto, no existen en el modelo clásico las oportunidades que brinda el sistema
de equidad. Alberdi solo percibe la desigualdad en el ingreso, pero no percibe
el concepto de equidad.

Finalmente, es importante destacar el gran aporte que hizo Alberdi respecto


de la libertad económica. La dificultad para comprender al pensamiento
económico liberal radica en que la premisa es el esfuerzo para lograr obtener lo
que se desea, es dar a cada quien lo que corresponde de acuerdo al trabajo
realizado, adquirir la competencia para manejar la propia vida. En este sentido,
Alberdi nos deja como legado una respuesta liberal a la pobreza: “La riqueza es
la hija del trabajo, del capital y de la tierra”.

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