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Funcional del
Comportamiento
Ensayo
Uno de los rasgos distintivos del enfoque cognitivo-conductual es el Análisis Funcional del
evaluación inicial de los comportamientos y/o problemas que pueden tener las personas (Ortesco,
F. 2018), siendo esta muy importante, sino esencial, al momento de determinar los mecanismos de
aparición. De esta forma considero que, a pesar de los detractores cognoscitivistas puros quienes
desechan las estrategias de tipo conductual, es una herramienta efectiva desde la perspectiva de la
individualización de la atención.
El AF tiene como objetivo fundamental el describir las conductas del sujeto y su relación
con el ambiente que le rodea, los antecedentes o estímulos que favorecen la aparición de la conducta
y las consecuencias que tienen las mismas, con el fin de explicar el comportamiento y seleccionar
directamente en el éste, aquellas que hacen que el comportamiento se mantengan, identificar las
más relevantes, las variables que pueden ser sujetas a modificación y sobre las cuales puede
triada anteriormente expuesta. Esta triple relación de contingencia (de la cual se habla en algunos
métodos, como el ABA, usado en la intervención de sujetos con Trastorno del Espectro Autista -
TEA), establece que todo comportamiento debe ser descrita en función de… “ 1) la ocasión en la
que ocurrió la respuesta, 2) la propia respuesta y 3) las consecuencias reforzadoras. Las relaciones
entre ellas constituyen las ‘contingencias de refuerzo’» (Skinner, 1975, p. 182)…” (Caballo, E.
2003).
Es fácil confundir el AF con el resultado de una entrevista inicial con el individuo o con la
observación inicial de un grupo, ya que esto hace parte de él pero no lo es todo. La entrevista inicial
nos permite el recabar información necesaria, pero se hacen necesarias en ocasiones más sesiones
o la entrevista a personas de interés (en el caso de los niños, las entrevistas no solo van dirigidas a
ellos, sino que se requiere la perspectiva de los adultos significativos que hace parte de su entorno,
como son padres, cuidadores, maestros, entre otros), para poder establecer cuales aspectos son los
que van a constituir la triada de contingencia y establecer las metas de la intervención. Este proceso
debe ser sistemático y como todo proceso sistemático debe estar sistematizado (documentado), de
Las entrevistas hacen parte de las técnicas de evaluación, sin embargo también puede ser
usada la observación (tanto la que hace el terapeuta, como la del individuo mismo) la cual nos dará
un registro como insumo; así como la topografía del comportamiento, que nos podrá indicar la
frecuencia e intensidad con la que se presenta el comportamiento, además de las condiciones en las
cuales se presenta; cuestionarios y pruebas psicométricas estandarizadas; todo esto con el objetivo
de establecer las relaciones entre estos aspectos, que es realmente lo que es el análisis funcional.
El término AF puede llegar a ser mal entendido; particularmente, he tenido que defenderlo
frente a personas que lo demeritan por el solo hecho de que parece que se estuviera hablando de un
objeto que “funciona” de una manera u otra y no de seres humanos; sin embargo, lo que se trata de
explicar, es que el AF intenta es describir todos los aspectos del comportamiento, y no solo lo que
se observa en el momento, para servir de base en las intervenciones que se quieren hacer a cada
sujeto sobre ese comportamiento observado, el cómo adquiere placer y como evita lo que no es
placentero.
Aunque existen estrategias de abordaje terapéutico comunes en muchos casos, no podemos
caer en el error de tener un recetario con el que a partir de una etiqueta ya tengamos la formula
definida. Por ejemplo, a pesar de que los individuos con Trastornos por Déficit de Atención e
Hiperactividad comparten muchas características comunes, las cuales hacen posible su diagnóstico,
beneficiará en mayor medida y con mayor eficacia a cada uno. No es lo mismo tratar a un niño con
TDAH, que a un adulto con la misma condición, e incluso si son dos niños, sus historias de vida y
El Análisis Funcional del comportamiento es una herramienta muy útil cuando se quiere
intervenir sobre la conducta de un individuo, de una manera sistémica, sistemática y efectiva; sin
embargo, no se debe tomar a la ligera su aplicación, ya que con él no solo se establecen las hipótesis
tanto históricas como de mantenimiento; los objetivos terapéuticos generales y específicos, sino