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UNIVERSIDAD NACIONAL DE HUANCAVELICA

(Creada por ley N° 25265)

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACIÓN PRIMARIA E

INTERCULTURAL BILINGÜE

TRABAJO MONOGRAFICO

EL POSITIVISMO

CATEDRA : SEMINARIO DE CORRIENTES FILOSOFICAS

CATEDRATICO : LIC. GARCIA RIVERA, EDGAR

ESTUDIANTE : CANDIOTTI SOTO, NANCY LUZ

CICLO :X

HUANCAVELICA – PERÚ

2020

DEDICATORIA
A mis Padres que son el ejemplo vivo de

perseverancia, trabajo y amistad. Por su confianza

plena en cada una de mis decisiones y sobre todo

motor y motivo de mis sueños logros y

esperanzas... a ellos mi admiración, respeto y

amor.

ÍNDICE
DEDICATORIA.........................................................................................................................2

2
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................3
EL POSITIVISMO....................................................................................................................4
1.1. Historia del positivismo..............................................................................................4
1.1. Definición....................................................................................................................5
1.2. Metodología del positivismo.......................................................................................6
1.3. Principales representantes.........................................................................................7
1.3.1. Augusto Comte (1798-1857)................................................................................7
1.3.2. Henri de Saint Simon (1760 – 1825)....................................................................9
1.3.3. John Stuart Mill (1806-1873).............................................................................10
1.3.4. Francis Bacon, un precursor del positivismo.....................................................10
1.5. Características del positivismo.....................................................................................11
CONCLUSIONES..........................................................................................................................12
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................13

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INTRODUCCIÓN
Indudablemente el Positivismo aparece en un momento histórico (finales del Siglo XIX
y comienzos del XX), cuyo terreno había sido abonado por innumerables cambios
tecnológicos como los acontecidos por la Revolución Industrial, coincidiendo a la vez,
con el decaimiento del sentido metafísico y religioso del conocimiento.

El hombre, al no obtener las respuestas esperadas en la religión, en su búsqueda y


peregrinaje permanente, por saber el porqué de las cosas, fija su atención en la ciencia,
ya que la misma le brinda seguridad, confianza y confort. Ya no es el hombre, a merced
de la naturaleza, más bien es un ser, que encuentra respuestas lógicas al estudiar en
forma analítica, los mecanismos de los objetos que se encuentran en su alrededor.

Y en este marco, con los cimientos antes mencionados, germina la semilla del
Positivismo, doctrina que Comte resume bien, a través de su Ley de los Tres Estadios,
marcando así el comienzo de la Historicidad del Conocimiento Humano.

A partir de este momento, la realidad se va a encontrar limitada por coordenadas


de: tiempo, espacio y masa, puesto que solo considera la posibilidad de estudiar
científicamente los hechos, los fenómenos, el dato experimentable, lo observable, lo
verificable para lograr el progreso de la sociedad, y ello, solo se puede alcanzar a través
de la ciencia, considerada desde Hegel, como la expresión más pura de la Racionalidad
de la cultura. Esta, se propone a entender el mundo real, definir sus relaciones, leyes y
características de la manera más objetiva, independientemente de la subjetividad de los
investigadores, de los orígenes y condiciones psico-sociales del descubrimiento o de sus
aplicaciones prácticas, utilizando en todo momento, la verificación en la experiencia y
en la observación de los fenómenos. Concepción que se expande hacia todas las ramas
del saber, inclusive hacia los hechos sociales que también son tratados como cosas.

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EL POSITIVISMO

1.1. Historia del positivismo

El término positivismo fue utilizado como concepto por primera vez para


designar el cientifismo en cuanto método, por el francés Claude-Henri de
Rouvroy, conde de Saint-Simon (1760-1825).

Su secretario, Augusto Comte (1798-1857) en su obra fundamental Curso de


filosofía positiva establece el tratado metodológico positivista. Se considera
entonces a Comte como el creador del positivismo.

El filósofo liberal inglés John Stuart-Mill (1806-1873) dedicó su último


libro Lógica  a los principios y métodos necesarios para la construcción futura de
las ciencias sociales, basados en el positivismo de Comte. Aunque Comte y
Stuart-Mill convergieron en los aspectos filosóficos del positivismo, sus visiones
sociológicas y políticas fueron diametralmente opuestas.

Émile Littré (1801-1881) fue un importante e influyente exponente del


positivismo desde 1840. Littré y otros positivistas (llamados como littreístas)
rechazaron la idea de la religión de la humanidad al considerarla como una
parálisis al progreso filosófico y sociopolítico.

Poco tiempo después de la muerte de Comte, en 1857, se empezaron a levantar


iglesias positivistas donde se prometía la fusión de la ciencia y la religión. La
última iglesia positivista inglesa cerró sus puertas en los años 30 del siglo XX.

1.1. Definición

El positivismo es una doctrina filosófica, sociológica y política que enfatiza la


aplicación del método científico en los eventos del día a día. Se opone a las
abstracciones teóricas, imaginativas y metafísicas. El positivismo surgió en
Francia en el inicio del siglo XIX con la afirmación de que el conocimiento
científico es la única forma de conocimiento verdadero. La corriente positivista
promueve el culto a la ciencia, el mundo humano y el materialismo en
detrimento de la metafísica y el mundo espiritual.

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A partir de ese saber, se pueden explicar cosas prácticas, como las leyes de la
física, de las relaciones sociales y de la ética. Es también una clasificación
totalmente cientifista del conocimiento y de la ética humana, donde se desconfía
de la introspección como medio de alcanzar el conocimiento.

Según Enciclopedia Hispánica (Pág. 75-76, 1993) "Fundado


por Augusto Comte, alega que el hombre debe aplicarse al
conocimiento de los fenómenos y sus leyes, y la ciencia se ubica de
acuerdo a su complejidad y generalidad creciente, estableciendo
categorías para analizar hechos sociales, porque conocer el
mundo físico no es igual que conocer la realidad social.

Según el Club Caminante (Pág. 1, 1999) "Consiste en no admitir


como validos científicamente otros conocimientos, sino los que
proceden de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a
priori y todo  concepto universal y absoluto. El hecho es la única
realidad científica, y la experiencia y la inducción,
los métodos exclusivos de la ciencia".

Según Juan Ramírez (Pág. 10, 1999) "Es un sistema filosófico


basado en la experiencia y el conocimiento empírico de los
fenómenos naturales, en el cual la metafísica y la teología son
sistemas de conocimientos imperfectos e inadecuados".

1.2. Metodología del positivismo

La metodología básica positivista es la observación de los fenómenos. Se


privilegia la observación sobre la especulación sobre los hechos, dejando por
fuera todo conocimiento que no pueda ser comprobado científicamente. De este
modo, la experiencia sensorial sería la única generadora de datos concretos
(positivos) a partir del mundo físico o material. Por otro lado, no hay objetividad
en la información obtenida en los fenómenos no observables. Estos serían
inaccesibles a la ciencia, pues ella solamente se fundamenta en teorías
comprobadas por métodos científicos válidos. En el positivismo se notan dos
orientaciones:

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 Orientación científica, que busca hacer efectiva una división de las
ciencias;
 Orientación psicológica, una línea teórica de la sociología que
investiga toda la naturaleza humana verificable.

Según Augusto Comte, los pilares del positivismo son el amor, el orden y el
progreso. A estos corresponden los siguientes aspectos de la existencia humana:
los sentimientos, los pensamientos y las acciones. Las estructuras del orden
social positivo son la moralidad, la teoría y la práctica.

1.3. Principales representantes

1.3.1. Augusto Comte (1798-1857)

Nació en Montpellier en 1798 y murió en París en 1857. Este filósofo


francés está considerado como el padre del positivismo sociológico y
como Saint-Simón, criticaba a la revolución, por sus consecuencias,
apostando por la educación de todas las clases sociales para garantizar el
progreso. El progreso y el orden, son para Comte, inseparables. Estudió
en París y luego de diversos avatares académicos, logró el puesto
de profesor auxiliar de matemáticas en la Escuela Politécnica de París.
Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte
el valor de la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su
obra Sistema de Política Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una
religión de la humanidad que estimulara una benéfica conducta social. La
mayor relevancia de Comte, sin embargo, se deriva de su influencia en el
desarrollo del positivismo.

1.3.1.1. La Ley de los tres Estados

Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos


distintos, tanto en el individuo como en la especie humana. La
ley de los tres estados, fundamento de la filosofía positiva, es, a
la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia.
Estos tres estados se llaman:

a) Teológico.

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b) Metafísico.
c) Positivo.

a) Estado Teológico: donde el ser humano busca la explicación para la


realidad por medio de entes sobrenaturales.
Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las
causas y los principios de las cosas, lo más profundo, lejano e
inasequible. Hay en él tres fases distintas:

 Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye


un poder mágico o divino.
 Politeísmo: en que la animación es retirada de las
cosas materiales para trasladarla a una serie de divinidades,
cada una de las cuales presenta un grupo de poderes: las aguas,
los ríos, los bosques, etc.
 Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes
divinos quedan reunidos y concentrados en uno llamado Dios.

En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a


la infancia de la humanidad. Es también, la disposición primaria de la
mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta
evolución puede hacer que el espíritu humano de aparte de esta
concepción para pasar a otra. El papel histórico del estado teológico es
irremplazable.

b) Estado Metafísico: en el cual los dioses son sustituidos por entidades


abstractas, como el "éter", para explicar la realidad.

O estado abstracto, es esencialmente crítico, y de transición, Es una


etapa intermedia entre el estado teológico y el positivo. En el se
siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta
explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para
ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas
que le confieren su nombre de ontología. Las ideas de principio,
causa, sustancia, esencia, designan algo distinto de las cosas, si bien

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inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente que se lanzaba tras lo
lejano, se va acercando paso a paso a las cosas, y así como en el
estado anterior que los poderes se resumían en el concepto de Dios,
aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero
esta unidad es más débil, tanto mental como socialmente, y
el carácter del estado metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de
preparación del paso al estado positivo; una especie de crisis
de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la adultez.

c) Estado Positivo de la humanidad: donde no se explica el "porqué"


de las cosas sino el "cómo", a partir del dominio de las leyes de causa
y efecto

Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a


la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo
busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias
o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo
positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La
mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante las cosas.
Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes de
los fenómenos

1.3.1.2. Positivismo como religión

Con la obra Sistema de política positiva (1854), Augusto Comte creó


la religión de la humanidad, o la religión positiva. Las directrices son
las siguientes: "El amor por principio y el orden por base; el
progreso por fin". De ese modo, busca "vivir para los otros", donde
el altruismo es la palabra de orden.

Por tanto, la unidad espiritual es establecida por la ciencia, la


religión de la humanidad, única capaz de regeneración social y
moral.

Esta religión también posee un "ser supremo". Este sería la


"humanidad personificada" y su fuerza emana del conjunto de

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inteligencias convergentes de todas las generaciones, pasadas,
presentes y futuras, las cuales perfeccionarán el género humano.

La religión positivista también utilizaba símbolos, señales,


estandartes y vestimentas litúrgicas. EL calendario positivista es de
base lunar con 13 meses de 28 días. También conmemoraban días de
santos (grandes personalidades humanas), sacramentos y
celebraciones cívicas.

Los aspectos religiosos del positivismo dejaron de ser atractivos y la


religión de la humanidad es únicamente de interés histórico en la
actualidad.

1.3.2. Henri de Saint Simon (1760 – 1825)


Es uno de los principales representantes del positivismo sociológico. Fue un
filósofo francés y uno de los pensadores más destacados del siglo XIX,
estuvo muy influenciado por la filosofía iluminista, pretendía, con sus teorías
acerca de la igualdad y los derechos naturales, reconstruir la sociedad. La
nueva sociedad que propone Saint-Simon, estaría dirigida por una élite
científica y espiritual y otra industrial o temporal.
“Decimos claramente ¿cuál será, en definitiva, el destino
político de los industriales? Los industriales se constituirán
en la primera clase de la sociedad; los más importantes de
entre los industriales se encargarán, gratuitamente, de
dirigir la administración de la riqueza pública: ellos serán
quienes hagan la ley y quienes marcarán el rango que las
otras clases ocuparán entre ellas; concederán a cada una de
ellas una importancia proporcional a los servicios que cada
una haga a la industria. Tal será inevitablemente, el
resultado final de la actual revolución; y cuando se haga
este resultado, la tranquilidad quedará completamente
asegurada, la prosperidad pública avanzará con toda la
rapidez posible, y la sociedad disfrutará de toda felicidad

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individual y colectiva a la que la naturaleza humana puede
aspirar”

1.3.3. John Stuart Mill (1806-1873)

Vida. Nació en Londres en 1806 y murió en 1873. Hijo de James Mill, un


destacado utilitarista inglés, quien le inculca a su hijo, estos principios
filosóficos. Se aparta del dogmatismo característico del positivismo inglés, y de
su método matemático de conocimiento, para apostar por el modelo
empirista propio de la modernidad. Así, el filósofo, trata de hacer de la ética y la
moral, una ciencia, gracias a la cual, podría llegar a cambiar la sociedad, y que
todos los seres humanos fueran felices.

1.3.4. Francis Bacon, un precursor del positivismo

Político, abogado, escritor, y padre del empirismo filosófico y científico, que


desarrolla en su obra más conocida, De la dignificación y progreso de la ciencia,
toda una teoría del conocimiento. Novum organum instaura las reglas del
método científico experimental lo que le convierte en uno de los fundadores del
pensamiento científico de la edad moderna.

1.5. Características del positivismo

A. A diferencia del idealismo, en el positivismo se reivindica el primado de la


ciencia: sólo conocemos aquello que nos permite conocer las ciencias, y el
único método de conocimiento es el propio de las ciencias naturales.
B. El método de las ciencias naturales (descubrimiento de las leyes causales y el
control que éstas ejercen sobre los hechos) no sólo se aplica al estudio de la
naturaleza sino también al estudio de la sociedad.
C. Por esto la sociología -entendida como la ciencia de aquellos «hechos
naturales» constituidos por las relaciones humanas y sociales- es un resultado
característico del programa filosófico positivista.
D. En el positivismo no sólo se da la afirmación de la unidad del método
científico y de la primacía de dicho método como instrumento cognoscitivo,
sino que se exalta la ciencia en cuanto único medio en condiciones de
solucionar en el transcurso del tiempo todos los problemas humanos y
sociales que hasta entonces habían atormentado a la humanidad.

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E. Por consiguiente, la época del positivismo se caracteriza por un optimismo
general, que surge de la certidumbre en un progreso imparable (concebido en
ocasiones como resultado del ingenio y del trabajo humano, y en otros casos
como algo necesario y automático) que avanza hacia condiciones de bienestar
generalizado, en una sociedad pacífica y penetrada de solidaridad entre los
hombres.
F. El hecho de que la ciencia sea propuesta por los positivistas como único
fundamento sólido de la vida de los individuos y de la vida en común; el que
se la considere como garantía absoluta del destino de progreso de la
humanidad; el que el positivismo se pronuncie a favor de la divinidad del
hecho: todo esto indujo a algunos especialistas a interpretar el positivismo
como parte integrante de la mentalidad romántica. En el caso del positivismo,
sin embargo, sería la ciencia la que resultaría elevada a la categoría de
infinito. El positivismo de Comte, por ejemplo -afirma Koiakowski-, «implica
una construcción de filosofía de la historia omnicomprensiva, que culmina en
una visión mesiánica».
G. Tal interpretación no ha impedido sin embargo que otros exegetas (por
ejemplo, Geymonat) descubran en el positivismo determinados temas
fundamentales que proceden de la tradición ilustrada, como es el caso de la
tendencia a considerar que los hechos empíricos son la única base del
verdadero conocimiento, la fe en la racionalidad científica como
solucionadora de los problemas de la humanidad, o incluso la concepción
laica de la cultura, entendida como construcción puramente humana, sin
ninguna dependencia de teorías y supuestos teológicos.
H. Siempre en líneas generales el positivismo (John Stuart Mill constituye una
excepción en este aspecto) se caracteriza por una confianza acrítica y a
menudo expeditiva y superficial en la estabilidad y en el crecimiento sin
obstáculos de la ciencia. Dicha confianza acrítica se transformó en un
fenómeno consuetudinario.
I. La positividad de la ciencia lleva a que la mentalidad positivista combata las
concepciones idealistas y espiritualistas de la realidad, concepciones que los
positivistas acusaban de metafísicas, aunque ellos cayesen también en
posturas metafísicas tan dogmáticas como aquellas que criticaban.

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J. La confianza en la ciencia y en la racionalidad humana, en definitiva, los
rasgos ilustrados del positivismo, indujeron a algunos marxistas a considerar
que la acostumbrada interpretación marxista -según la cual el positivismo no
es más que la ideología de la burguesía en la segunda mitad del siglo XIX- es
insuficiente y, en cualquier caso, posee un carácter reductivo.

CONCLUSIONES

El Positivismo, es una doctrina filosófica en donde se acepta como conocimiento válido,


el saber científico obtenido a través de la experimentación, es decir, con la utilización
del método científico, se estudian los hechos y a partir de estos, se deducen las leyes que
los hacen valederos.

Sin embargo, esta doctrina, incurre en dos importantes contradicciones: Aunque


legitimiza el conocimiento científico, no específica de manera clara, inequívoca y por
tanto positiva en qué consiste exactamente este conocimiento científico; y que las más
importantes afirmaciones de la doctrina positivista como la Ley de los Tres Estadios
(teológico, metafísico y positivo), no proceden de la actividad científica ni de la
observación, sino de la especulación filosófica y son por tanto metafísica.

Pero esto, no ha disminuido la proliferación de trascendentales descubrimientos y


avances del mundo moderno; los cuales, se deben sin lugar a duda, a la influencia del
Positivismo, siendo uno de sus más importantes hallazgos, el descubrimiento de la
Historicidad del Conocimiento Humano a través de la Sociología, que permite la
jerarquización (orden y progreso) de la Sociedad de acuerdo a su nivel intelectual, a fin
de que estos, reciban una remuneración acorde a su labor desempeñada. A partir de la
Sociología se debe ubicar cualquier investigación para que exista un orden, ya que la
experiencia que posee el individuo la sustrae de su entorno, y esta transcurre en un
momento histórico, que lo orientará a través del proceso de experimentación científica.

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BIBLIOGRAFÍA

Alsina J. El Positivismo, ideología de la sociedad industrial. 2000

Club Caminante.Com. El Positivismo. Club Caminante.Com.1999

Díaz P. Curso de Historia de la Filosofía. Caracas. 1965.

G. Reale, D. Antíseri. Historia de la Filosofía 5. UPD. 2007

Ramírez, J. Principales corrientes de la Filosofía. Com. 2000

Urbina E. El Positivismo. Com. 2000

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