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KARUNA
La práctica del zazen y del zazenkai, así como también del sesshin, es un
momento muy importante en nuestras vidas diarias. El universo entero se reúne
y se concentra en la práctica. Los pájaros, los árboles, los montes, el ruido de la
calle, todo se reúne en este momento, aquí y ahora, cada cosa se ajusta para
que la circunstancia sea la correcta.
Algunas veces nos preguntamos: Cuál es la actitud correcta que debería tener al
empezar la práctica? La respuesta es: Una actitud sencilla y simple directa,
dirigida a la práctica, sin expectativas, entregada de verdad, de corazón;
una actitud perseverante y paciente.
La práctica implica volverse hacia uno mismo, hacia nuestro centro y comprende,
en su complejidad, tres significados relativos: Tocar la mente, Recibir la
mente, y Comunicar la mente.
Tocar la mente significa hacer contacto con la mente pura, es intentar una y
otra vez ponerse al unísono con el infinito, con eso que no ha nacido y que no
muere. Es intentar una y otra vez tocar aquello que es primordial de una manera
permanente. Es estar dispuesto a entrar en ese ámbito infinitamente vacío, en el
vasto y desentráñable Dharma, el cual, con cada práctica, hacemos voto de
comprender y aprehender.
Voy a explicar el crecimiento del bambú japonés, ya que es una buena metáfora
para hablar de tres actitudes básicas de la práctica: Paciencia Propósito y
Perseverancia.
EL BAMBÚ JAPONÉS
Algo muy curioso sucede con el bambú japonés. Cuando pones la semilla, la
abonas y la riegas constantemente, no ves que en los primeros meses suceda
nada apreciable. Es más, durante el primer año no sucede nada. Tampoco
durante el segundo año o el tercero. Es más, durante los primeros 7 años no
pasa absolutamente nada con esa semilla. Sin embargo, durante el 7mo. año, en
un periodo de 6 semanas esta planta de bambú crece más de 30 metros. Ahora la
pregunta crucial es: ¿Tomó a esta planta sólo 6 semanas para crecer? ¿O le tomó
7 años y 6 semanas? ¿Qué crees? La verdad es que tomó 7 años para crecer y
que en esos primeros 7 años de aparente inactividad este bambú estaba
desarrollando un sistema complejo de raíces que pudiera sostener el crecimiento
masivo que iba a experimentar en tan solo 6 semanas.
Como siempre, cada uno de nosotros atiende su práctica pero es juntos que
podemos verdaderamente evolucionar y mejorar la misma práctica.
Nosotros nos sentamos como y con el Budha, con ese ámbito de lo divino dentro
de nosotros, bajo su mismo árbol, con todos los maestros que le sucedieron y con
todos aquellos que practican con sinceridad este camino. Éste es el zendo de
cada uno de nosotros y la palabra "dojo" (zendo en japonés) es una traducción
de Bodhimanda, es decir, el lugar de la iluminación. Cada uno de nuestros zafús
es el Bodhimanda. Cada uno de nuestros cuerpos es el cuerpo de la iluminación.
Cada uno de nosotros tenemos una habitación y en ella está nuestro zendo
interno, Durante la práctica, ni un sólo momento dejemos este lugar, este dojo,
este Bodhimanda, este lugar de la iluminación.
Este es el lugar del SER, este es el lugar del TAO, aquí está el Zendo de MU.