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TRIBUNAL: 2° Juzgado Civil de Viña del Mar

ROL: C-2533-2016
CARATULA: Barrera con Yañez
CUADERNO: Principal.

EN LO PRINCIPAL: Recurso de Apelación. PRIMER OTROSÍ: Acompaña documentos.


SEGUNDO OTROSÍ: Patrocinio y Poder.

S.J.L. EN LO CIVIL DE VIÑA DEL MAR (2°)

CELSO EDUARDO YAÑEZ VARGAS, calculista, cédula nacional de identidad


número 7.140.263-0, domiciliado en Calle Álvarez 2710, departamento 33, Chorrillos bajo,
Viña del mar, demandado en los autos sobre Terminación de contrato de arrendamiento por
no pago de rentas, ROL C-2533-2016, caratulados “BARRERA con YAÑEZ”, a S.S. con
mucho respeto expongo lo siguiente:

Que, dentro de plazo legal, y en virtud de los artículos 186, 187 y 189 del Código de
Procedimiento Civil y artículo 8° de la Ley N° 18.101 que fija normas especiales sobre
arrendamiento de predios urbanos, vengo en alzarme recurriendo de apelación fundada en
contra de sentencia definitiva dictada en estos autos y que me fuera notificada el día 19 de
Agosto de los corrientes, por causarme agravio, en base a los siguientes antecedentes, de
hecho y de derecho que, en seguida, paso en exponer:

1.- Consta en el proceso que, Don FERNANDO BARRERA MUÑOZ, interpuso


demanda de término de contrato de arrendamiento por no pago de rentas, en mi contra, el día
22 de Junio de los corrientes.

2.- Consta en el proceso que, el día 27 de Julio del presente año se celebró la audiencia a
que se refiere el artículo 8° de la Ley N° 18.101, con la presencia de la abogada de la parte
demandante y en mi rebeldía.

3.- Consta en el proceso que, en dicha audiencia, la parte demandante se limitó a ratificar
la demanda principal y subsidiaria en todas sus partes, solicitando se la acoja en su totalidad,
con costas.

Asimismo, el tribunal efectuó la segunda reconvención de pago, la cual no se produjo a


consecuencia de mi rebeldía, y fijó los hechos sustanciales y pertinentes en los que recae la
controversia, a saber: “1) Efectividad de existir contrato de arrendamiento entre las partes.
Hechos que lo acreditarían. 2) Efectividad que el demandado no ha pagado las rentas
señaladas en la demanda. Hechos que lo acreditarían.”

4.- Consta en el proceso que, la parte demandante, sólo produjo como medio probatorio la
prueba documental, consistente en el contrato de arrendamiento entre el demandante y el
suscrito, celebrado el día 30 de Diciembre del año 2014 ante la Notario Público doña Eliana
Gabriela Gervasio Zamudio.

5.- Consta en el proceso que, mediante presentación de fecha 4 de Agosto de los


corrientes ilustré al tribunal de S.S. sobre mi real situación, controvirtiendo todo lo dicho por
el demandante en su libelo, señalando el motivo de mi rebeldía, esto es: “Que estando en
Santiago por causa de trabajo la notificación de la demanda en mi contra fue recibida por el
conserje del Edificio donde resido actualmente, entregándome este la notificación con días
de retraso, por esta razón no tuve el tiempo suficiente para presentarme a SJL en día y fecha
de correspondiente y recopilar los antecedentes de pagos de arriendo que efectué al
demandante por el arriendo del Depto. 33 del Edificio Husares, ubicado en Álvarez 2710 de
Chorrillos en la ciudad de Viña del Mar, contrato celebrado con el demandante el 30 de
Diciembre de 2014.”

Acto seguido, en mismo libelo, acompañé los correspondientes recibos de dinero


acreditando el pago de las rentas de arrendamiento que el demandante alega que le adeudo.
Presentación que S.S. proveyó de la siguiente manera: “Viña del Mar, cinco de Agosto de
dos mil dieciséis. Para proveer, comparezca de conformidad a la ley. En Viña del Mar, a
cinco de Agosto de dos mil dieciséis, se notificó por el estado diario, la resolución
precedente. apa”. (Lo destacado es nuestro).

6.- Consta en el proceso que, luego de 5 días de notificada la resolución de fecha 5 de


Agosto de los corrientes, resolución mencionada en el apartado anterior, se citó a las partes a
oír sentencia, dictándose la misma el mismo día 10 de Agosto.

7.- Consta en el proceso que, la resolución de fecha 5 de agosto a la que se hace


referencia en los dos apartados anteriores, no me concede plazo alguno para subsanar el
defecto al cual se hace mención, esto es, comparecer de conformidad a la ley, a saber,
patrocinado mediante el patrocinio de un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión.
No obstante lo anterior, se dictó sentencia en la presente causa.

Lo anteriormente expuesto, la sentenciadora omite dichos hechos en la parte expositiva de


su fallo.

A mayor abundamiento, le da plena fe a lo expuesto por la demandante sin siquiera haber


ésta acreditado su pretensión. Así, en lo que concierne a sus reflexiones CUARTA y
QUINTA, éstas carecen de la debida armonía que debe estar revestido todo fallo judicial. En
este sentido, la reflexión CUARTA, establece como segundo hecho sustancial, pertinente y
controvertido la “Efectividad que el demandado no ha pagado las rentas señaladas en la
demanda. Hechos que lo acreditarían.”, para luego citar en la reflexión QUINTA el artículo
1698 del Código Civil señalando que “…y por tanto, corresponde al demandado acreditar
que se encuentra al día en el pago de las rentas, de conformidad al artículo 1698 del Código
Civil. Sobre este hecho, no allegó prueba alguna, razones que llevará a esta sentenciador a
dar lugar a la demanda interpuesta, ya que se tiene en consideración que probada la
obligación de pago y, sin embargo, debidamente reconvenido de pago en las dos
oportunidades legales, no acreditó haberla pagado.”.

Al respecto, el suscrito mediante presentación de fecha 4 de agosto de los corrientes


acompañó los correspondientes recibos de pago que dan cuenta que nada se le adeuda al
demandante por concepto de rentas de arrendamiento, escrito que AÚN se encuentra
pendiente de providencia toda vez que la resolución de fecha 5 de Agosto de los corrientes no
se pronunció sobre el fondo del mismo, sino que sólo respecto de su formalidad, esto es, no
fue presentado patrocinado por abogado habilitado para el ejercicio de la profesión y,
DICTANDO SENTENCIA 5 DÍAS DESPUÉS, privándome, de ésta manera, de la
interposición de los respectivos recursos de nulidad que consagra nuestro ordenamiento
jurídico procesal.

A mayor abundamiento, desde que me enteré de la tramitación del presente juicio, esto es
el mismo día 4 de Agosto del presente año, transcurrieron tan solo 5 días para que S.S. dictara
sentencia condenándome al pago de las rentas insolutas desde el mes de Febrero de 2016,
aquellas que se devengaron durante la tramitación del juicio y hasta la restitución del
inmueble, con los reajustes e intereses establecidos en la Ley N° 18.101, es decir, sin haber
permitido que ejerza mi derecho a Defensa, Derecho consagrado Constitucionalmente, debido
a la premura con que se dictó sentencia, pasó por alto los documentos acompañados junto a
mi presentación de fecha 4 de Agosto, cuyo plazo para subsanar el vicio de la comparecencia
aún se encuentra vigente, en la cual acredito fehacientemente el pago de las rentas de
arrendamiento que el demandante alega que le adeudo, mediante los correspondientes recibo
de pago.

Por su parte, el artículo 8 de la Ley N° 18.101 en su numeral 7° señala que “La prueba
será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica”. Así, el Profesor Eduardo Couture
señala que “La sana crítica no puede desentenderse de los principios lógicos, ni de las reglas
de la experiencia. Los primeros son verdades inmutables, anteriores a toda experiencia, las
segundas son contingentes, variables con relación al tiempo y al espacio. La sana crítica, será
pues, permanente e inmutable en un aspecto y variable y contingente en otro”1.

En consecuencia de acuerdo a la definición de Couture hay dos elementos presentes en la


sana crítica: la lógica y las máximas de la experiencia. Según el Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española se define lógica como la “Ciencia que expone las leyes,
modos y formas del conocimiento científico” y lógico: “Dicho de una consecuencia: Natural
y legítima. Dicho de un suceso: Cuyos antecedentes justifican lo sucedido” y Lógicamente:
“Como era de esperar”.

De esta forma el juez debe efectuar un raciocinio que conduzca a un resultado o


consecuencia natural y legítima, tal como era de esperar, de manera tal que el observador,
siguiendo el raciocinio del juez, llegue a la misma conclusión sin que sea necesario recurrir al
convencimiento interno del juez.

González2 señala que de lo afirmado por la jurisprudencia y doctrina es posible distinguir


caracteres distintivos de la sana crítica.

El primero, es que este sistema se refiere a la valoración de la prueba, manteniendo


vigentes las demás normas sustantivas probatorias, denominadas leyes reguladoras de la
prueba, como las que señalan cuáles son los medios de prueba, las que establecen su
admisibilidad, la forma de rendir la prueba o las que distribuyen el peso de ella.

En segundo lugar, la mayoría de la doctrina y jurisprudencia está conteste en que los


elementos que la componen son: i) La lógica, que incluye principios como los de identidad
(una cosa solamente puede ser igual a sí misma), de contradicción (una cosa no puede ser
explicada por dos proposiciones contrarias), del tercero excluido (si una cosa únicamente
puede ser explicada dentro de una de dos proposiciones alternativas, su causa no puede
residir en una tercera proposición, ajena a las dos precedentes); ii) Las máximas de la
experiencia, también llamadas reglas de la vida; iii) Los conocimientos científicamente
afianzados; y iv) La obligación de fundamentar las sentencia, rasgo que distingue a este
sistema de la libre convicción.

De esta manera, sostiene el autor, “el juez llamado a valorar la prueba en conciencia no
tiene libertad para valorar, sino que debe atenerse en su labor de sentenciador
necesariamente, por lo menos a los dos primeros referentes. Si no los respeta se abre paso a la
arbitrariedad judicial y a la incertidumbre de las partes que son las principales objeciones a
este sistema de la sana crítica”3

1
Couture, Eduardo, “Estudios de Derecho Procesal Civil”, editorial Lexis NExis, 2003, tomo II, tercera edición,
p. 131.
2
González Castillo, Joel, “La fundamentación de las sentencias y la sana crítica”, en Revista Chilena de
Derecho, vol. 33 N° 1, 2006, p. 99-100.-
A modo de conclusión, el razonamiento conforme a la sana crítica también obliga al
Juez a no contradecir, además de los principios de la lógica, las máximas de la experiencia,
normas de valor general, independientes del caso específico, pero como se extraen de la
observación de lo que generalmente ocurre en numerosos casos, son susceptibles de
aplicación en todos los otros casos de la misma especie (Couture, Fundamentos).

También Friedich Stein, a quien se debe la introducción en el Derecho Procesal del


concepto “máximas de experiencia”, las define como “definiciones o juicios hipotéticos de
contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso,
procedentes de la experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya
observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez para
otros nuevos.”

De lo expuesto en los párrafos anteriores se concluye que, de haber existido una


mayor prolijidad en la tramitación de la presente causa y en especial, en lo que respecta a la
ponderación de la prueba, tendría que concluirse que el suscrito nada adeuda al demandante
de autos por concepto de rentas de arrendamiento.

Por su parte, la Constitución Política de la República, en su artículo 19, numeral 3°


consagra a todas las personas la igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.
Luego en su inciso segundo, consagra que toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la
forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar
la debida intervención del letrado si hubiere sido requerida. Situación que aconteció en el
hecho, al no respetar el mandato que S.S. prescribió mediante resolución de fecha 5 de agosto
de los corrientes, en virtud del cual le solicitó al suscrito que la presentación efectuada el día
4 de agosto fuese patrocinada por un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión,
dictando sentencia a los cinco días de notificada la misma.

POR TANTO,

PIDO A S.S. tener por deducido recurso de apelación en contra de la sentencia


definitiva pronunciada en autos, declararlo admisible y concederlo para ante la Iltma. Corte, a
fin de que conozca el recurso, lo acoja y enmiende conforme a Derecho la sentencia dictada
en autos y se pronuncie sobre las siguientes peticiones concretas:

1.- que se acoja el recurso de apelación..

2.- que se declare que el suscrito, demandado en autos, nada le debe al demandante por
concepto de rentas de arrendamiento.
3
González Castillo, Joel, “La fundamentación de las sentencias y la sana crítica”, en Revista Chilena de
Derecho, vol. 33 N° 1, 2006, p. 100.-
3.- que se condene en costas al demandante por su actuación dolosa en la tramitación
del presente proceso judicial.

PRIMER OTROSÍ: Ruego a S.S. tener por acompañada, con citación, presentación
efectuada por esta parte el día 4 de agosto del año 2016.

POR TANTO,

RUEGO A S.S., tener por acompañado el documento, con citación.

SEGUNDO OTROSÍ: Que, en este acto vengo en conferir patrocinio y poder para que me
represente a la abogada habilitada para el ejercicio de la profesión, doña VANESSA ANGELA
SAAVEDRA TORO, cédula nacional de identidad número 13.662.335-4, con domicilio en Álvarez
2710 departamento 11, Viña del Mar, correo electrónico vst.abogada@gmail.com, con las facultades
de ambos incisos del artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, las que se dan por expresamente
reproducidas.

POR TANTO,

RUEGO A S.S., tenerlo presente.

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