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MOLLENDO
CURSO:
DESARROLLO Y COMPORTAMIENTO
ORGANIZACIONAL
DOCENTE:
ESTUDIANTE:
LA EMOCIÓN
Se entiende por emoción el conjunto de reacciones orgánicas que experimenta
un individuo cuando responden a ciertos estímulos externos que le permiten
adaptarse a una situación con respecto a una persona, objeto, lugar, entre
otros.
La palabra emoción deriva del latín emitió, que significa “movimiento”,
“impulso”.
La emoción se caracteriza por ser una alteración del ánimo de corta duración
pero, de mayor intensidad que un sentimiento. Por su parte, los sentimientos
son las consecuencias de las emociones, por ello son más duraderas y se
pueden verbalizar.
Las emociones son las causantes de diversas reacciones orgánicas que
pueden ser de tipo fisiológico, psicológico o conductual, es decir, son
reacciones que pueden ser tanto innatas como estar influenciadas por las
experiencias o conocimientos previos.
Dichas reacciones orgánicas que generan las emociones se encuentran
controladas por el Sistema límbico, compuesto por varias estructuras
cerebrales que controlan las respuestas fisiológicas. Sin embargo, una emoción
también puede producir un comportamiento que puede ser aprendido con
anterioridad como, una expresión facial.
Asimismo, Charles Darwin presumió que expresiones faciales expresan
diversas emociones que, en general, son muy similares en todos los seres
humanos. Incluso, determinó que las conductas de las emociones evolucionan
según sus posturas o movimientos.
TIPOS DE EMOCIÓN
Emociones primarias o básicas: son aquellas que son innatas y que
responde a un estímulo. Son: ira, tristeza, alegría, miedo, sorpresa, aversión.
Emociones secundarias: son aquellas que se generan luego de una emoción
primaria, vergüenza, culpa, orgullo, ansiedad, celos, esperanza.
Emociones positivas y negativas: son las que afectan las conductas de las
personas, por lo que algunas emociones pueden generar acciones o
reacciones positivas como alegría o satisfacción pero, hay otras emociones que
provocan sentimientos perjudiciales para el individuo.
DESARROLLO EMOCIONAL
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando
estamos en un estado psicológico poco equilibrado. Tanto si nos encontramos
demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y melancólicos, las
decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad. Así pues,
lo mejor será esperar unas horas, o días, hasta que volvamos a tener un
estado mental relajado y sereno, con el que será más sencillo poder valorar la
situación y tomar decisiones mucho más racionales.
Por poner un ejemplo, no es raro que nos enfademos con nuestra pareja, pero
si fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente
actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos. En
cierto sentido, buena parte de la regulación de las emociones consiste en saber
gestionar nuestro foco de atención, de manera que no se vuelva contra
nosotros y nos sabotee.
Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra
felicidad personal e incluso, en muchos casos, para un buen desempeño
laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que
nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos
sugieran muy buenas vibraciones; una de las claves de la Inteligencia
Emocional.
CONCLUSIÓN