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Masculinidades

en movimiento

Módulo
II •1•

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


CRÉDITOS
CORAPE
Javier Jaramillo. Presidente

ONU Mujeres Ecuador


Bibiana Aido Almagro. Representante

Revisión:
Jorge Guachamín - CORAPE
Elizabeth Arauz - ONU Mujeres
Maria Alejandra León - ONU Mujeres

Coordinador del proyecto


Edison Porras Montenegro

Investigación y contenidos:
Joaquín Aguirre
Leonardo García

Diagramación:
VMC Comunicación

Impresión:
VMC Comunicación Primera edición octubre, 2020
Impreso en Ecuador

CORAPE
Valladolid N24-59 y Madrid. Quito – Ecuador. corape@corape.org.ec

ONU Mujeres
Vía Nayón s/n y Av. Simón Bolívar. Quito – Ecuador. onumujeres.ecuador@
unwomen.org

El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de CORAPE y no


representa necesariamente las opiniones de ONU Mujeres, ni de ninguna otra
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que se cite la fuente. Para obtener autorización para la reproducción, traducción
y almacenamiento mediante cualquier forma, medio, sistema o transmisión
sea éste electrónico, mecánico, de fotocopiado, de grabado o de otro tipo, la
solicitud deberá dirigirse a la oficina de ONU Mujeres en Ecuador.

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


ÍNDICE

Presentación 4

Sobre módulo 2
• Introducción 5
• Elementos pedagógicos 6
• ¿Cuál es el propósito de este módulo? 6
• ¿Por qué un módulo sobre masculinidades en movimiento? 7
• ¿Cómo está estructurado el módulo? 7
• ¿Cómo utilizar el módulo? 7

Unidad 1. ¿Qué es la masculinidad?


• ¿Qué es la masculinidad? 9
• ¿Qué no es la masculinidad? 12
• ¿Cómo se construye la masculinidad hegemónica? 13
• ¿Cuáles son los mandatos de la masculinidad para los 16
hombres?

Unidad 2. ¿Cómo se relaciona la masculinidad con la


violencia de género?
• ¿Los hombres son violentos por naturaleza? 20
• ¿Qué es el machismo? 23
• ¿Cuáles son los privilegios de la masculinidad machista? 25
• ¿Cómo se relaciona la masculinidad con la violencia hacia 28
las mujeres?

Unidad 3. ¿Por qué es importante transitar de la


masculinidad a las masculinidades?
• ¿Cuál es la diferencia entre masculinidad y masculinidades? 31
• ¿Cuáles son las resistencias de los hombres ante al 34
cambio?
• ¿Cuáles son los costos de la masculinidad para los 36
hombres?
• ¿Masculinidades en movimiento hacia la igualdad? o ¿por 40
qué construir masculinidades en plural?

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


PRESENTACIÓN
En el Ecuador y alrededor del mundo, persisten normas e imaginarios sociales
que perpetúan los desequilibrios de poder entre hombres y mujeres. Si bien
los hombres suelen tener mayor capacidad de acción que las mujeres en
sus vidas, las decisiones y comportamientos de los hombres también están
profundamente moldeados por rígidas expectativas relacionadas con un
modelo de masculinidad hegemónica.

La cultura de dominación masculina da cuenta de la prevalencia social de


lo masculino sobre lo femenino, que incluye la perpetración de actos de
violencia contra las mujeres y el reparto desigual de las tareas reproductivas y
de cuidado, estos aspectos dificultan la transformación hacia sociedades más
igualitarias. Para construir un futuro en igualdad es necesario que los hombres
se comprometan, en calidad de aliados, frente a la prevención y eliminación de
la violencia de género.

En este marco, ONU Mujeres, cumpliendo con el art. 25 de la Declaración


y Plataforma de Acción de Beijing “Alentar a los hombres a que participen
plenamente en todas las acciones encaminadas a garantizar la igualdad”, y
en un esfuerzo conjunto con su socio implementador CORAPE, desarrolla la
iniciativa “Masculinidades en movimiento”, un espacio de diálogo y formación
dirigido a hombres en condición de movilidad humana y de comunidades de
acogida en la frontera norte del Ecuador, que se desarrolla como parte del
proyecto Caminando.

“Masculinidades en Movimiento” busca la transformación de patrones socio


culturales que perpetúan la desigualdad de género, entendiendo al trabajo
formativo con hombres como una oportunidad para promover la transformación
de modelos únicos y hegemónicos de masculinidad, que permitan equilibrar las
oportunidades, recursos y responsabilidades entre los géneros y así posicionar
a los hombres como aliados estratégicos para la prevención de la violencia de
género y una vida en igualdad de oportunidades.

Te damos la bienvenida a un viaje para emprender procesos de cambio, de


aprendizaje y resignificación en miras a alcanzar un mundo de igualdad para
todas y todos.

¡Hombres y mujeres pueden contribuir a la superación de las brechas de género


y la desigualdad!

ONU MUJERES Ecuador

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Introducción
Masculinidades en Movimiento hacia la igualdad y la prevención de la violencia
de género. Propone pensar las masculinidades en proceso de movimiento, este
elemento resulta muy relevante cuando se trata de promover la transformación
de patrones culturales, debido a que sitúa a la masculinidad como un proceso,
como una construcción que está en permanente movimiento, por lo tanto, hace
parte de una configuración social, cultural e histórica vinculada directamente a
los territorios y la experiencia humana a nivel individual y colectivo. Por otra parte,
nos indica que no existe una única manera de experimentar la masculinidad, es
decir, que estamos promoviendo la ruptura con modelos únicos y hegemónicos
y estimulamos el tránsito hacia la diversidad de experiencias del ser y habitar las
masculinidades.

También recoge una intencionalidad muy clara. A nivel sonoro nos invita al flujo,
pero no un movimiento cualquiera, hay una propuesta pedagógica y política,
promover el movimiento de las masculinidades hacia dos elementos sustanciales
para nuestra realidad, por una parte, hacia el logro de la igualdad sustantiva,
esto es, que los hombres reconozcan que las desigualdades de género son un
problema colectivo en el cual tienen un papel fundamental para pasar de la
igualdad formal a la real, a que se comprometan en incorporar ideas y prácticas
que aporten a equiparar las oportunidades, recursos y responsabilidades entre
los géneros.

Por otra parte, promovemos el tránsito hacia masculinidades que reconozcan el


proceso histórico de discriminación y violencia hacia las mujeres y las personas
LGBTTIQ+ derivado de la estructura desigual de las relaciones entre los géneros,
que logren (auto)identificar que su masculinidad es portadora de un sistema
patriarcal y machista proyectado en los procesos de socialización a partir del
cual se manifiesta la dominación masculina y la violencia como organizadores
del tiempo, el espacio, los cuerpos, el trabajo y las identidades.

Este reconocimiento nos permite emprender procesos de cambio, de


aprendizaje y resignificación. Este darse cuenta implica dos elementos cruciales
del proceso, el primero reconocer la violencia de género contra las mujeres
y las personas LGBTTIQ+ como vulneración de derechos humanos de estas
personas y el segundo posicionar el reconocimiento político de los hombres
como aliados y actores estratégicos para prevenir la violencia de género.

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Elementos Pedagógicos
PPor tratarse de un proceso educativo a implementarse en un contexto de
frontera y movilidad humana, proponemos jugar con los elementos que se
asocian al movimiento y las masculinidades. En ese sentido, planteamos el
desarrollo de la metáfora de un viaje.

En este viaje, invitamos a cada persona, que se permita explorar los diferentes
elementos de conocimiento que hemos dispuesto para que puedan aproximarse
de manera sensible y consciente a los diversos temas y a su propósito educativo
y político. Buscamos que los saberes y recursos que elaboramos sirvan como
dispositivos para orientar la generación de aprendizajes significativos, para
interpelar sus experiencias previas, reconocer los elementos socioculturales
que han incorporado y que resultan en situaciones de privilegio, ventaja o abuso
de poder y desde allí, que puedan emprender acciones para su transformación.

La idea del viaje está dividida en tramos, que son los módulos, pero no los pensamos
como puntos finales de un viaje, les consideramos como parte de un camino
permanente de búsquedas y trabajo personal que permita a los hombres pasar de
habitar -o querer- acercarse al modelo hegemónico de la masculinidad, a que puedan
ensayar sus propias versiones y formas de ser y estar como sujetos masculinos, esto
es, promover el tránsito de la masculinidad (en singular, tradicional y machista) a las
masculinidades (en plural, constructoras de igualdad y corresponsables).

MÓDULO 2
Masculinidades en movimiento es la segunda parada pedagógica de la serie que
lleva su mismo nombre Masculinidades en movimiento hacia la igualdad y la
prevención de la violencia de género.

¿Cuál es el propósito de este módulo?


Con el módulo Género y Derechos Humanos iniciamos, de manera metafórica,
el viaje hacia la transformación de las masculinidades, la búsqueda de igualdad
real para las mujeres, hombres y personas LGBTTIQ+ y la prevención de la
violencia de género. En este tramo del trayecto, invitamos a cada persona
que utiliza este recurso pedagógico, a configurar su propio viaje, a explorar su
historia e identificar en su vida y relaciones ¿cuál es la presencia del modelo
de masculinidad hegemónica? ¿cuáles son los mandatos que impuso y los
privilegios que recibieron por ser hombre? Asimismo, invitamos a cada lector
o lectora a identificar los malestares que representa seguir un modelo tan
restrictivo, la violencia recibida y la que ejerció en el cumplimiento o no de las
normas de la masculinidad machista.
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


¿Por qué un módulo sobre masculinidades
en movimiento?
Incluimos un módulo específico sobre masculinidades porque consideramos
urgente que, a nivel social e individual, se abran espacios para la reflexión sobre los
significados y costos que tuvo, y tiene actualmente, la masculinidad hegemónica,
tanto para las mujeres, las personas LGBTTIQ+ como para los mismos hombres.

Por una parte, nos interesa visibilizar que el sistema patriarcal y el machismo en el
que se socializó a todas las personas en esta sociedad, son estructuras insostenibles
que producen desigualdades, violencias y vulneraciones de derechos humanos. En
consecuencia, proponemos un viaje de desaprendizaje de los patrones culturales
de género que esperamos se convierta en un camino permanente de búsquedas y
trabajo personal, que le permita a los hombres pasar de habitar -o querer- acercarse
al modelo hegemónico de la masculinidad, a que puedan, exentos de prejuicios,
ensayar libremente sus propias versiones y formas de ser, estar y relacionarse como
hombres, donde puedan desarrollar todo su potencial humano. Por otra parte, nos
interesa promover el movimiento de la masculinidad en singular, hegemónica y
machista a las masculinidades en plural, corresponsables, no violentas y constructoras
de igualdad, corresponsables y no violentas, que a su vez están comprometidas con
el cuidado de la vida y el respeto de los derechos humanos.

¿Cómo está estructurado el módulo?


El módulo cuenta con tres unidades, en las cuales profundizamos sobre ¿Qué es
la masculinidad? ¿Cómo se relaciona la masculinidad con la violencia de género?
¿Por qué es importante transitar de la masculinidad a las masculinidades?

¿Cómo utilizar el módulo?


Masculinidades en movimiento hacia la igualdad y la prevención de la violencia
de género es un paquete de herramientas conceptuales y didácticas, compuesto
por tres módulos temáticos y un kit didáctico, elaborados para orientar el trabajo en
masculinidades y prevención de la violencia de género en la frontera norte de Ecuador.

A través de estos materiales, te proponemos emprender un viaje, para que puedas


realizar un recorrido conceptual y sensible a tu experiencia de la masculinidad, la
igualdad, los derechos humanos, la violencia de género y su prevención. Esperamos
que este proceso educativo se convierta en una oportunidad personal para iniciar
procesos de aprendizaje y desaprendizaje sobre la cultura machista y que, al finalizar el
viaje, puedas pasar de las ideas y discursos a la acción, a la práctica cotidiana, o dicho
de otro modo, a colocar las masculinidades en movimiento hacia la igualdad y la
prevención de la violencia de género.
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Para acompañar tu viaje creamos 4 personajes que te servirán como herramientas
para interactuar en los diferentes momentos que vayas atravesando en el
abordaje de los módulos. A continuación, te presentamos los personajes, lo
que cada uno te indica y cómo interactuar con ellos.

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Unidad 1. ¿Qué es la Masculinidad?

Iniciamos este tramo del viaje explorando cuatro


preguntas que nos permitirán conocer los elementos
básicos sobre la masculinidad, su construcción social y
sus mandatos para los hombres.

El objetivo educativo de esta unidad es identificar y


reflexionar sobre cómo se construye socialmente la
masculinidad, machista o no, y cómo se relaciona esta
con mi vida. Otro propósito es ubicar cómo se relaciona
la masculinidad con las relaciones inter e intragenéricas,
es decir, con las mujeres y personas LGBTTIQ+ y entre
hombres.

¿Qué es la masculinidad?
Se podría afirmar que actualmente la masculinidad es un término de moda y,
que cada vez más, es objeto de atención y conversación en diferentes espacios
personales, sociales, académicos, gubernamentales y políticos, pero valdría
preguntarse ¿Qué es la masculinidad?, ¿Qué sé realmente sobre ella?. Te
invitamos a explorar, a construir tu propia versión y la utilices para avanzar en
el viaje.

Para hablar de masculinidad es necesario ubicar desde dónde lo hacemos.


Como ya vimos en el módulo inicial, el género como categoría de análisis
es una contribución que realizó el movimiento social de mujeres, el cual se
estructuró a partir de las teorías de género y feministas. El género tiene múltiples
usos, por ahora utilizaremos dos de los más frecuentes: la masculinidad como
construcción social y la masculinidad como identidad de género.

La masculinidad como construcción social está estrechamente vinculada al


género y hace referencia al proceso de cómo es una cultura, en un territorio
específico y a nivel histórico se va definiendo de manera diferenciada qué es
la feminidad y la masculinidad. Por otra parte, la masculinidad como identidad
de género se refiere a la identificación profunda que cada persona hace
para reconocerse como hombre, mujer o una persona transgénero. Para
comprender de qué se tratan estos conceptos, te invitamos a leer la siguiente
historia.

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


En un colegio de la provincia de Imbabura, durante una clase de computación,
Saúl, un adolescente de 15 años, preguntó - Profe ¿qué es la masculinidad? La
profesora pensó rápidamente cómo podría explicarle a partir de algo que fuera
familiar para el grupo, y esto fue lo que sucedió.

La profesora les consultó ¿ustedes saben qué es “La Nube”?


Verónica respondió, “La Nube” funciona como una gran biblioteca de datos
e información acerca de todas las cosas sobre las que la humanidad tiene
conocimiento.
La profesora comentó: ¡muy bien!, e hizo otra pregunta ¿cómo funciona
“La Nube”?
- Luisa, dijo, profe cualquier persona se puede conectar a la nube a través
de los celulares, tabletas o computadoras.
- Inti, agregó, se necesita internet, y cuando te conectas, tienes acceso
casi ilimitado a un sin fin de datos e información disponible para usarse. Es
decir, uno puede elegir de todo lo que aparece, qué utiliza o que no.
- Luisa, completó, esa información la puedes ver en internet o la puedes
descargar en tu computadora o celular.
¡Perfecto! dijo la profesora. Ahora que saben qué es y cómo funciona “La
Nube”, les invito a que piensen que el género es una gran nube en la que la
cultura y la sociedad colocan información específica sobre cómo deben
ser y comportarse las personas para ser reconocidas como femeninas o
masculinas. Al conjunto de esa información, roles y comportamientos
esperados y asignados a los hombres se le conoce como masculinidad.
¿Hasta ahí es claro?
- El grupo respondió: sí.
Ahora imaginen que cada persona, en este caso cada varón, posee un
disco duro (que es el espacio donde guarda la información nuestra
computadora), que lo van llenando de información a partir de la crianza
y a lo largo de sus vidas. Pero a medida que se va creciendo cada varón
elige qué de información de “La Nube” quiere descargar para identificarse
como hombre.
- Saúl, interrogó ¿cómo así profe?
- La profesora, les explicó que al inicio de la vida se les dice a los varones
cómo tienen que ser y cómo comportarse para ser aceptados como
hombres, pero a medida que crecen pueden definir con qué cosas se
identifican, con cuáles se sienten a gusto o no y ahí cada varón puede
elegir qué tipo de hombre quiere ser.
- Saúl replicó, profe, entonces ¿la masculinidad hace parte del género y
cada varón decide entre ser el hombre que le enseñaron a partir de “La
Nube” o el que el decide ser?
Excelente Saúl, dijo sonriente la profesora, así es, a pesar de que la sociedad
y la cultura enseña a seguir un modelo único de masculinidad, cada varón
puede decidir qué tipo de hombre quiere ser.
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Como lo narra la historia, la masculinidad es una construcción que hace parte
de un proceso mayor que es el género y este tiene un carácter relacional, es
decir, el género nos plantea que solo es posible hablar de masculinidad en
relación a la feminidad. De acuerdo a la metáfora utilizada por la profesora,
el género es esa gran nube que indica cómo deben ser educados los varones
para alcanzar los estándares de la masculinidad. Así, en la socialización de
género, se proyecta el tipo de masculinidad deseado, el cual se expresa en un
conjunto de características, roles, normas y mandatos que cada persona debe
seguir para ser reconocida como masculina.

En consecuencia, es importante
saber que la masculinidad es
un proceso donde todas las
personas e instituciones de
socialización como la familia,
escuela, comunidad, trabajo,
los grupos de pares, medios de
comunicación, el Estado, entre
otros, participan en la definición
Socialización de género de lo que se entiende como la
La socialización es el proceso de en- masculinidad.
señanza - aprendizaje que experimen-
tamos los seres humanos en el cual En este sentido, la masculinidad,
incorporamos los imaginarios, normas se va dotando de significados
y estándares sobre la masculinidad y que van cambiando
la feminidad establecidas en el grupo permanentemente de cultura
social en el que nos criamos. en cultura a través del tiempo.
Incluso, dentro de un mismo
país, la construcción de la
masculinidad puede cambiar
significativamente de acuerdo a características como la raza, pertenencia
étnica, clase social, orientación sexual, edad, lugar de nacimiento, entre otras,
lo mismo ocurre entre los países o las diversas regiones del mundo.

Según esto, entonces ¿qué es la identidad de género? La identidad de género


es el reconocimiento interno que cada persona hace de sí misma para
definirse como hombre o mujer. Esto quiere decir, que la masculinidad como
identidad es un sentimiento profundo de conexión con lo masculino. En la
metáfora, cada varón o persona transgénero, puede elegir si quiere incorporar
elementos de esa (Nube) masculinidad o no, pero esto lo abordaremos más
adelante.

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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


¿Qué no es la masculinidad?
Definir la masculinidad no es una tarea sencilla, porque al no ser una noción
fija su contenido cambia a la par de las transformaciones que experimentan las
sociedades, pero también porque las luchas por el reconocimiento de derechos
humanos amplían su definición tradicional.

La masculinidad no es una esencia permanente e invariable que determina la


existencia de una única forma de identificarse con lo masculino. Esto significa
que la masculinidad no es un atributo que existió en todo momento. Diversas
culturas no lo utilizaban como una forma de identificación personal. El género
es un concepto moderno.

La masculinidad no es una condición biológica, esto quiere decir, que la


masculinidad no es un atributo de las personas según su sexo. Dicho de otra
manera, no todas las personas que tienen pene son masculinas o se reconocen
como hombres. La Constitución de Ecuador de 2008, reconoce el derecho
de las personas a la identidad de género y establece que ninguna puede ser
discriminada por razones de sexo, identidad de género u orientación sexual.
Este reconocimiento, en la práctica, significa que independientemente de los
genitales, cualquier persona tiene
el derecho a identificarse como
masculina, como es el caso de
algunas personas transgénero
masculinas u hombres trans.

Se podría afirmar entonces


que la masculinidad no es una Escanea el código QR para acceder al
propiedad de los hombres, que la estudio “Orientación Sexual, Identidad
masculinidad es una construcción de Género y Expresión de Género:
social y que cada persona puede Algunos Términos y Estándares rele-
aportar a su mantenimiento o vantes.
transformación.

¿Cómo se construye la masculinidad hegemónica?


Ya vimos que a través de la socialización de género las personas aprendemos
la masculinidad o la feminidad. Sin embargo, valdría la pena preguntarse
¿qué tipo de masculinidad es la que aprendemos? ¿nos sentimos a gusto con
esa masculinidad? ¿esa masculinidad contribuye a la convivencia entre los
géneros?. No hay una única respuesta para abordar estas preguntas, pero si
existe una noción que nos proporciona herramientas para que cada persona
pueda reflexionar y construir sus respuestas: la masculinidad hegemónica.
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Antes de conocer su significado proponemos retomar dos nociones básicas, el
patriarcado y el sistema sexo-género-orientación sexual.

En el módulo sobre Género y Derechos Humanos, conocimos acerca


de la existencia del patriarcado, el cual es un modo de organización de la
vida que toma como centro de la misma, lo masculino. En el patriarcado
la masculinidad se convirtió en el ordenador de la experiencia de todas las
personas. Para asegurar su organización, el patriarcado se asienta en un
concepto denominado sistema sexo-género, éste a su vez se basa en un
formula binaria, que parte de la idea de que debe existir una concordancia
entre el sexo de una persona y su género. Esto quiere decir que, por ejemplo,
si una persona nace con pene, automáticamente se le debe asignar el género
masculino, en consecuencia, esta persona debería identificarse como hombre
y viceversa en el caso de las mujeres.

Adicionalmente, este sistema binario pretende que al mismo tiempo que haya
una correspondencia entre el sexo y el género de las personas, también exista
una correspondencia entre el sexo, el género y su orientación sexual (o deseo).
A este proceso se le llama heterosexualidad obligatoria se convirtió en un
modelo de sexualidad que consiste en que los hombres única y exclusivamente
pueden orientar su deseo hacia personas del género opuesto y viceversa en el
caso de las mujeres.

No obstante, desde el enfoque de derechos humanos, el cual se fundamenta en


los instrumentos nacionales e internacionales de derechos humanos suscritos
por Ecuador, no existe una única manera de construir la masculinidad, ni de
orientar el deseo de las personas. Ni ninguna persona puede ser discriminada
por esas razones.

Podríamos afirmar entonces que el patriarcado no solo jerarquiza los géneros,


masculino superior a lo femenino, sino que, además, a través del sistema sexo-
género-orientación sexual estableció la heterosexualidad como la forma natural
de mantener relaciones entre las personas. A lo largo de la historia este tipo de
ordenamientos de la vida generó múltiples formas de discriminación, violencia y
desigualdad, en primera instancia, contra las mujeres al considerarlas inferiores,
como objetos, por consiguiente,
subordinadas, por otra parte,
porque generó discriminación
y violencias contra las personas
LGBTTIQ+ al considerar que
sus identidades y ejercicio de su
sexualidad no eran legítimos.

Escanea el código QR para conocer el En este contexto surge lo que se


libro “Masculinidades” Reawyn Connell. conoce como la masculinidad
hegemónica, este concepto fue
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


creado por Reawyn Connell, en la década de los 90, desde entonces su propuesta
se convirtió en una de las más usadas para comprender la masculinidad. ¿De
qué trata este concepto? Para conocerlo de manera sencilla te invitamos a
leerla siguiente historia y a realizar tu aporte para darle un final.

María José, tiene 25 años, estudió administración de empresas en una


universidad muy prestigiosa de Quito. Para realizar su maestría en el
extranjero su familia adquirió un préstamo parcial en un banco. Su
papá considera que ella es el futuro de la familia y en algún momento
le ayudará con los negocios.

Después de pasar dos años fuera del país, María José regresó a la
ciudad y se fue a la playa con su grupo de amigas. Una mañana salió
a correr, como lo hacía todos los días, mientras hacia su recorrido vio
a un grupo de pescadores en la orilla de la playa, se acercó a observar
e hizo contacto con Jorge Luis, un hombre afroecuatoriano de 23
años. Desde ese momento, conversaron todos los días, en poco
tiempo surgió un afecto muy grande e intenso. Pero las vacaciones
terminaron y María José regresó a casa. El contacto con Jorge Luis
continuó de manera virtual, y con el tiempo la relación creció, tanto
así, que Jorge decidió ir hasta la capital para encontrarse con María
José. Se vieron en varias oportunidades y se sentían muy felices, pero
María José pensó que era tiempo de que su familia conociera a la
persona a quien quería.

Finalmente llegó el día de la presentación. La familia preparó la


casa, la mejor comida y eligieron sus mejores ropas para conocer al
enamorado de su hija, las expectativas eran muy altas. María José no
les dio ningún detalle de quién se trataba, a pesar de que su familia le
preguntó insistentemente.

A la hora pactada, María José salió a recoger a Jorge Luis, al abrir la


puerta de casa la familia estaba esperando y… ¿nos podrías ayudar a
definir qué sucedió?

Para darle el final a la historia, te proponemos pensar lo que sucedería en la


generalidad de los casos, esto es, desde lo que consideras que respondería el
común de la sociedad. Finalmente, sea cual sea el final que tenga la historia,
invitamos a pensar en ¿cuál es el tipo de hombre que espera esa familia que
presente su hija?. Si quieres complejizar el ejercicio, puedes imaginar que
se trata de un hombre, indígena, o mestizo con múltiples tatuajes, uno con
discapacidad o un migrante, desplazado o refugiado. Connell plantea que
la respuesta más común al tipo de masculinidad que se considera como la
deseada o más aceptada, se le puede denominar masculinidad hegemónica.
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


La masculinidad hegemónica es, entonces, el modelo ideal de hombre que una
cultura determina como el estándar de lo que los hombres deberían ser y cómo
deberían comportarse. En la definición de esa forma hegemónica aparecen
otras características como la clase social, la educación, la edad, la pertenencia
étnica, la orientación sexual, la nacionalidad, entre otras, que configuran el tipo
de hombre al que representa la masculinidad dominante.

Autores y autoras que investigaron el tema encontraron, por ejemplo, en


países como Estados Unidos el modelo hegemónico de masculinidad tiene
los siguientes rasgos, se trata de hombres, de mediana edad, heterosexuales,
blancos, de ojos claros, atléticos, exitosos, cristianos, sexualmente activos,
entre otros. Se podría pensar que este modelo aplicaría en cualquier lugar del
mundo, pero no, hay que tener en cuenta que cada cultura define un tipo de
masculinidad y es en esa definición donde se debe investigar para saber con
precisión cuál es el modelo vigente en de cada localidad o país.

¿Por qué es importante conocer sobre la masculinidad hegemónica? Por varias


razones, la primera de ella es porque el modelo de masculinidad se convierte
en un paquete de exigencias a las que todas las personas deben responder.
La pregunta que surge en este momento es ¿y si yo no encajo en el modelo,
entonces qué pasa? ¿dónde quedo?

La masculinidad hegemónica
crea jerarquías, esto significa que
valora de mayor a menor a quienes
se acerquen más al estándar
fijado. A partir de esa forma
de clasificar la masculinidad,
llegamos a la segunda de las
razones por la que debemos
Alerta conocer sobre este término,
Si una persona no representa las carac- de acuerdo al desempeño
terísticas de la masculinidad hegemó- realizado por los hombres para
nica, no significa que no se beneficie cumplir con la masculinidad, se
de ella por el hecho de ser hombre, distribuyen premios y sanciones,
o que no ejerza violencia contra las estos estímulos se transforman
mujeres o personas LGBTTIQ+. en privilegios y las sanciones,
generalmente, en discriminación
o violencia.

La tercera razón, está íntimamente ligada a las anteriores. Si hay una


masculinidad hegemónica significa que hay otras que no, a éstas últimas se
les llama masculinidades subordinadas y son todas aquellas que se salen de los
parámetros fijados en cada cultura. Uno de los ejemplos más claros para ilustrar
esta dimensión es lo que sucede que con los hombres gay, debido a que no
se ajustan al parámetro de heterosexualidad, son discriminados y violentados
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


desde hace mucho tiempo. Sin embargo, no son los únicos, hombres indígenas,
afroecuatorianos, con discapacidades, de clases populares, los hombres
transmasculinos y algunos hombres en situación de movilidad también hacen
parte de este grupo de masculinidades subordinadas.

Según estas razones


¿cuál crees ahora que fue la reacción de la familia de María José?

¿Cuáles son los mandatos


de la masculinidad para los hombres?

Como ya vimos, la masculinidad hegemónica tiene una serie de reglas


o exigencias para que una persona puede ser reconocida dentro de la
masculinidad. Si bien esas reglas
no están escritas en ninguna
parte, son de domino común,
y es justamente a través de
esa popularidad que se van
definiendo y actualizando los
requisitos de cómo ser y actuar
como hombre. A esta serie de
normas, pautas u ordenes se les
conoce como mandatos de la Mandato
masculinidad. es una palabra que proviene del latín
mandātum, y se refiere al precepto
Revisemos algunos de los o la orden que un superior da a sus
mandatos tradicionales de la súbditos. En otros términos, es una
masculinidad en la historia de disposición o pauta que otras personas
Roberto: deben seguir.

Roberto nació en una familia tradicional, de clase media en Guayaquil,


actualmente tiene 40 años. Antes de nacer, el papá le dijo a su
esposa que quería tener un hijo varón, a su primogénito, el que se
iba a convertir en su orgullo. Sin saber su sexo, le compró toda su
ropa de color azul, pintó su cuarto de azul, lo decoró con cohetes y
automóviles de carrera. Cuando le informaron en el hospital que era
varón, fue su día más importante. Llamó a su mejor amigo y le dijo
muy emocionado “lo logré, nació el heredero”.

Mientras Roberto fue creciendo le enseñaron que el azul era para los
niños y el rosa para las niñas. Cuando se caía le decían “Párate, los
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


niños no lloran”. Un día cuando tenía 5 años, estaba al lado de su
madre mientras se maquillaba, él empezó a jugar y se puso pintura en
su rostro, de repente llegó un tío a la casa y lo vio así y dijo, “#$%@
qué te pasa, los niños no se maquillan, eso es para las mujeres”.

A los 9 años, mientras jugaba con sus primos y primas, a quienes


fue a visitar, el papá los vio divertirse con camiones, herramientas,
peluches y muñecas, se acercó rápidamente y les dijo “Esto está mal,
los niños juegan con los camiones y herramientas; y las niñas con los
peluches y muñecas, no al contrario”.

En el colegio, a los 14 años, los compañeros le invitaron a ver


pornografía, pero no le gustó, se burlaron de él y lo excluyeron
del grupo de panas. Cuando iba a cumplir 18 años, el papá le dijo,
“prepárate porque el día de tu cumpleaños te voy a llevar a que te
conviertas en hombre”. Lo llevó a tener relaciones sexuales con una
mujer que él no conocía.

A Roberto le gustaba cocinar, pero no le permitían estar allí, porque


según su familia, “la cocina era el espacio de las mujeres”. Antes de
entrar a la universidad, el papá le dijo que tenía que ser abogado como
él, que tenía que seguir una carrera de verdad. Aunque Roberto quería
ser psicólogo, terminó graduándose de abogado. Mientras estaba en
la universidad conoció a Fernanda y se convirtió en su novia por varios
años, pero terminaron, Roberto se sintió muy mal y decidió contarle
a su mejor amigo, lo llamó y se puso a llorar, este le respondió, “¡No
seas niña!, no llores por una mujer, mujeres hay muchas. Un hombre
no muestra debilidad, el que se enamora pierde”.

A los 30 años empezaron a decirle frases como: “Mijo se le está


pasando el tren ¿cuándo vamos a tener al heredero?” “Ya tienes una
carrera exitosa, es hora de que asumas responsabilidad de hombre
y formes una familia” “Consígase una mujer de clase que esté a su
altura”. Finalmente, Roberto se casó a los 35 años y cada que iba
de visita a la casa familiar le preguntaban, ¿para cuándo el nene?
Aunque con su pareja, habían decidido no tener hijos o hijas pronto,
porque ella era profesional y querían desarrollarse más en ese nivel,
la presión los llevó a buscar quedar en embarazo. La familia se puso
súper feliz al saber que estaban esperando y como si se reiniciara el
círculo, el abuelo empezó a comprar la ropa azul para su nieto. El
día del parto, la familia se enteró que estaban esperando una niña.
Roberto, su esposa y la abuela estaban muy felices, su padre, se sentía
decepcionado, se fue y se emborrachó, más tarde lo llamó y le dijo
“Eras mi orgullo, pero no fuiste capaz de darme un nieto varón, hasta
ahí llegó mi apellido”.

• 17 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Utilizaremos la historia de Roberto para señalar algunos de los principales
mandatos de la masculinidad.

Ser hombre. Esto significa


que no basta solo con poseer
pene, se debe probar que se es
hombre. Este mandato, en la
cultura machista, también se ha
planteado como que hombre
no puede ser femenino como
una mujer, ser infantil y no ser
homosexual. Mochila de género
Te invitamos a reflexionar sobre qué
Ser exitoso. En este caso, los mandatos de la masculinidad te
hombres tienen dos escenarios gustaría sacar de tu equipaje.
para probar su virilidad, el primero
es la sexualidad, desde pequeños
se estimula a los hombres a considerar a las mujeres como objetos sexuales,
así el hombre debe tener lo más pronto posible su primera relación sexual,
explícitamente con una mujer, y buscar tener el mayor número de parejas, esto
tiene dos propósitos, despejar cualquier duda de homosexualidad, es decir,
cumplir con la heteronormatividad y probar su potencia. El segundo escenario
es lo competitivo y económico, los hombres deben ser los mejores en todo
lo que hagan, -o al menos algo que les haga resaltar-, desde pequeños se les
insta a ser ganadores, a ser los mejores, a llegar primeros. Con la juventud y
la adultez, se espera que vayan construyendo una carrera que genere los
recursos suficientes para tener una vida modelo, que triunfen en sus actividades
productivas.

Ser proveedor. Estrechamente asociado al anterior, acá se espera que los


varones sean capaces de hacerse cargo de todas expectativas sociales respecto
al sostenimiento de una familia. Popularmente se posicionó la idea de que
un indicador de la masculinidad, es que un “hombre de verdad” es capaz de
proveer él solo todo lo que requiere su familia.

Ser padre de un hijo varón. Como en el caso de la historia de Roberto, la idea


de que la masculinidad se hereda y hay que mantenerla, se convirtió desde hace
muchos siglos en lo que se espera de un hombre para ratificar su masculinidad.

Ser fuerte. A los hombres se les entrena desde pequeños para que ignoren
sus emociones y se vuelvan rudos. Por una parte, se les pide que nieguen las
emociones y sentimientos que en el sistema binario se asocian con las mujeres,
por ejemplo, ser sensibles, sentir miedo, estar tristes, frustrados, inseguros,
entre otros, por otra parte, se les permite que se expresen a través de la ira, el
enojo, la agresión, la violencia, entre otros.

• 18 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Lo que me llevo en mi mochila de género
Llegamos al final de esta unidad.
Repasemos que nos llevamos.
La masculinidad es una construcción social que
cambia de cultura en cultura a través del tiempo.
El género es relacional y en la socialización
de género se enseña qué es lo femenino y lo
masculino.
La masculinidad no es una esencia, ni una condición biológica.
La identidad de género es el reconocimiento interno de cada persona
para definirse como hombre.
Las personas, independientemente de sus genitales, tienen
derecho a identificarse como masculina o no.
La masculinidad hegemónica, define el modelo deseable y mejor
valorado de ser hombre.
La masculinidad hegemónica impone mandatos para probar el
desempeño masculino y de acuerdo a esto, otorga privilegios y
sanciones.

• 19 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Unidad 2.
¿Cómo se relaciona la masculinidad con la violencia de género?

Continuamos con el viaje, conectando los


conocimientos que revisamos con las nuevas preguntas
que van surgiendo, en esta unidad exploraremos sobre
la relación entre los hombres y la violencia, el machismo
y los privilegios que genera y cómo se relaciona la
masculinidad con la violencia hacia las mujeres.

El objetivo educativo de esta unidad es reflexionar y


visibilizar sobre cómo los hombres incorporaron la
violencia machista, los privilegios la masculinidad y
cómo se relaciona con violencia hacia las mujeres.

¿Los hombres son violentos por naturaleza?

La relación entre la masculinidad y la violencia está tan arraigada que parece


ser una conducta natural ante la cual ningún hombre puede escapar o frente
a la cual no logran establecer otras manaras de ser y relacionarse. La violencia
ha llegado a ser un identificador tan fuerte de la hombría que muchas personas
la asocian directamente como sinónimo de la masculinidad. Pero ¿todos los
hombres son violentos? ¿no se puede ser hombre sin ser violento?.

Las evidencias confirman que la inmensa mayoría de casos de violencia de


género son ejercidos por hombres. Sería imposible rechazar esa realidad. De
hecho, esa situación es la que
motiva e inspira este tipo de
materiales. Como lo analizamos
en la Unidad 1, a los hombres
se les entrena para reprimir
las emociones asociadas,
arbitrariamente, a lo femenino,
sin embargo, de manera contraria
se les impulsa e impone que se
Mochila de género
expresen a través de emociones
Te invitamos a sacar de tu equipaje
y sentimientos como la ira, el
las ideas que te hicieron pensar que la
enojo, la irritabilidad, entre otros,
violencia y la masculinidad eran insepa-
los mismos que, sin duda alguna,
rables, porque en realidad no lo son y es
terminan convirtiéndose en
posible ser hombre de otra manera.
• 20 • violencia.

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Son tantos años de asociar la masculinidad a la violencia que muchas generaciones
crecieron pensando que estaba bien que así fuera, que era natural que el hombre
violentara a su pareja, que reprimiera a sus hijos e hijas, peleara con otros
hombres, discriminara a las personas LGBTTIQ+ y que defendiera hasta la muerte
su virilidad. De ahí que aún se escuchen frases como “Mate o pegue marido
es” o “Me cela porque me quiere” “En problemas de pareja nadie se
mete”. La sociedad y la cultura en
su conjunto, en un ejercicio de
complicidad, nos hicieron pensar
que la violencia estaba bien y en
diferentes espacios hasta se valoró
que un hombre se comportara
de manera violenta, de ahí que
la figura del “macho alfa” se
Escanea el código QR y podrás en- convirtió para muchos varones en
contrar el Manifiesto de Sevilla sobre el referente para ser un “hombre”,
la Violencia: Preparar el terreno para la para construir la masculinidad.
construcción de la paz, de UNESCO. ¿Será que todos los hombres
quieren ser machos alfa?

La siguiente evidencia científica, recogida en instrumentos internacionales, nos


brinda herramientas para contribuir a encontrar respuestas a la pregunta que
nos moviliza ¿Los hombres son violentos por naturaleza?. Según el Manifiesto
de Sevilla sobre la violencia,
adoptado por la Organización
de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura
- UNESCO en el año 1989, los
seres humanos genéticamente
no tenemos programado ningún
comportamiento violento.
La violencia no hace parte Alerta
de la naturaleza humana. El El hecho de que la violencia sea un
documento nos propone que aprendizaje social y cultural, no significa
aunque los genes no producen que los hombres no sean responsables
individuos necesariamente por la violencia que ejercen.
predispuestos a la violencia, la
personalidad está determinada
por la interacción entre la dotación genética y las condiciones de su educación
y afirma que, aunque los genes estén implicados en nuestro comportamiento,
ellos solos no pueden determinarlo totalmente. Finalmente manifiesta que
científicamente es incorrecto decir que los hombres tienen “un cerebro
violento” y complementa aquello indicando que “nuestros comportamientos
están modelados por nuestros tipos de condicionamiento y nuestros modos
de socialización. No hay nada en la fisiología neurológica que nos obligue a
reaccionar violentamente”.

• 21 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Después de esta lectura, la primera afirmación que debemos hacer es: la violencia es un
aprendizaje. No hay una predisposición o condicionamiento biológico para sostener la
idea de que los hombres son violentos por naturaleza. Lo que podría afirmarse, es que
los hombres se hacen violentos por la naturaleza de la educación que reciben.

¿Qué significa que los hombres se hacen violentos por la educación? La


primera implicación de esta idea es que la responsabilidad sobre la violencia de
género recae en los procesos sociales y culturales que a través de la educación
convirtieron la violencia en una expresión válida de las relaciones humanas.
Debemos observar que la violencia no se construye en el vacío, la sociedad y
la cultura encontraron en la masculinidad hegemónica y en el machismo, el
mejor ámbito para configurar la violencia. No es fortuito, entonces, que durante
mucho tiempo se haya hipervalorado la violencia como un rasgo distintivo para
ser hombre, de ahí que se les entrene para ser fuertes y rudos, de manera que
cuando se requiera, ya estén en capacidad de ejercer la violencia necesaria para
defender la virilidad, el poder que se le otorgó y los privilegios de los que gozan.

La segunda implicación se refiere a que, al ser la masculinidad una construcción que


cambia con el tiempo, en la actualidad y desde hace unos años, la violencia dejó de
ser percibida como adecuada y dejó de ser valorada como una cualidad deseable.
Cambio que colocó a la masculinidad bajo la lupa, pues al no ser aceptada la violencia,
le toca reinventarse o resistirse, en general se optó por la segunda alternativa.
Aunque hay muchas personas que se resisten a abandonar la violencia como
una forma de educación, gracias al trabajo del movimiento social de mujeres y
los feminismos que evidencian y denuncian las múltiples violencias de género
existentes, desde hace unas décadas, la violencia de género se reconoció como
una vulneración a los derechos humanos y como en el caso ecuatoriano, en
un delito. En Ecuador la Ley Contra la Violencia a la Mujer y la Familia de 1995
se convirtió en la primera en abordar la violencia contra las mujeres, en ese
momento, definió la violencia intrafamiliar como “toda acción u omisión que
consista en maltrato físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro
de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar”
(Artículo 2). Recientemente, en 2018, la Ley Orgánica Integral para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres, definió la violencia de género contra
las mujeres como “cualquier acción o conducta basada en su género que cause
o no muerte, daño y/o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o
patrimonial, gineco-obstétrico a las mujeres, tanto en el ámbito público como
privado” (artículo 4). En este mismo sentido, el Código Orgánico Integral Penal
– COIP de 2014 desarrolla los tipos penales de los delitos y las penas privativas
de la libertad que corresponde a cada uno, de acuerdo a su gravedad.
La tercera implicación, y una de las más importantes es que, si la violencia es
un aprendizaje, también se puede desaprender. ¿La violencia también se puede
desaprender? ¡Efectivamente!. Durante la socialización de género que recibimos
a lo largo de nuestras vidas, como lo vimos en la historia de Roberto, nos enseñan
lo que debemos aprender para hacer parte de la sociedad, nos indican qué es
• 22 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


pertinente o no. También vimos
que hay mandatos que se nos
imponen como normas que
tenemos que seguir, sin embargo,
como le explicó la profesora a Saúl,
es posible cambiar la socialización,
se pueden introducir cambios en
la cultura y la sociedad para que
Mochila de género modifique la forma de educar
Viste, los hombres no son violentos por a los niños y niñas, para que las
naturaleza, si es posible cambiar esa personas jóvenes, adultas y adultas
historia ¿Qué sacarías de tu mochila de mayores, puedan sacar de sus
hombre para dejar de ejercer violencia?. equipajes de género todo aquello
con lo que no están de acuerdo,
lo que les causa dolor y genera
desigualdades. Considerando esta
realidad, es factible que, si los hombres sacan de su disco duro a la violencia
como una forma de responder ante los conflictos o de relacionarse con las
mujeres, las personas LGBTTIQ+ y con los otros hombres, paulatinamente se irá
transformando la masculinidad.

¿Qué es el machismo?
Estábamos hablando de los hombres y la violencia, pero ¿qué tiene que ver eso
con el machismo?, tiene todo que ver. El patriarcado es el sistema de organización
de la vida que toma como principio la masculinidad. Así, en las sociedades
patriarcales, lo masculino se convierte en el referente para regularlo todo. Por
ejemplo, el patriarcado apoyado en el sistema sexo-género, repartió los espacios y
las actividades de acuerdo al género. Como lo vimos en el módulo 1, a los hombres
se les asignó el espacio público
y los roles de trabajo productivo,
a las mujeres el espacio privado y
el trabajo reproductivo. Ese tipo
de divisiones se realizaron sobre
ideas como que los hombres eran
más inteligentes, tenían mayores
capacidades de razonamiento y de
liderazgo, por ello se consideraban
¿Cuándo votó y pudo estudiar la
los más idóneos para ocupar cargos
primera mujer en Ecuador?
políticos, de administración, de
Matilde Hidalgo en 1924 se convirtió en
representación. Esta creencia, por
la primera mujer no sólo de Ecuador,
ejemplo, llevó a que la educación
sino de Latinoamérica en ejercer el
también se organizara en función
derecho a voto. En 1913 obtuvo el
de lo masculino, carreras como el
bachillerato y en 1921 fue la primera en
derecho, la economía, la ingeniería,
graduarse como doctora.
la medicina, entre otras, eran
• 23 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


eminentemente masculinas. En
contrapartida a las mujeres se les
consideraba menos inteligentes,
más dispuestas a las tareas del
cuidado del hogar, a la educación
de las hijas e hijos, esto se reflejó,
por ejemplo, en que las mujeres
no tuvieran los mismos derechos
civiles y no pudieran acceder a la Machismo
educación. Actitud o manera de pensar de
quien sostiene que el hombre es por
La división por roles y estereotipos naturaleza superior a la mujer.
de género, terminó por generar Fuente: Oxford Languages.
grandes desigualdades que subsisten
hasta hoy. A esta altura del viaje, nuevamente podría formularse la pregunta, pero
¿qué tiene que ver eso con el machismo? Tiene todo que ver. El patriarcado adquiere
diversas formas, una de ellas y la más popular en todo el país y en América Latina es el
machismo. El machismo es, entonces, el reflejo del patriarcado, pero antes de definirlo
veamos que dice nuestro buscador.

Es cierto lo que nos cuenta el


buscador, sin embargo, es necesario
ampliar su definición, porque el
machismo no es solo la idea de que
el hombre es por naturaleza superior
a la mujer, sino que, además, el
machismo son todas las prácticas
y comportamientos que están
Recomendación para la acción orientados a resaltar y mantener esa
Después de releer la historia de Rober- superioridad.
to, te invitamos a analizar la tuya y a
que identifiques cuáles ideas y com- Te proponemos que regreses a la
partimientos machistas tienes y qué historia de Roberto e identifiques
personas y en qué lugares suceden. cuáles ideas o comportamientos
podrían catalogarse como machistas.

El machismo se puede expresar de múltiples formas, a través de diversos medios,


en distintos lugares y puede ser ejercido por diferentes personas. Utilicemos
nuestro buscador para traducir algunas ideas y comportamientos machistas:

• 24 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


¿Cuáles son los privilegios de la masculinidad machista?

La promesa más importante de la masculinidad machista para los hombres es la de


acceder a los privilegios masculinos, para ello, deben encajar en el modelo hegemónico.
Pero ¿quienes no se ajustan al modelo no tienen privilegios? La respuesta es sí. Veamos.

El privilegio masculino hace referencia a las ventajas sociales, económicas y


políticas que la cultura otorga a los hombres por el solo hecho de serlo. Los
privilegios se presentan en forma de prestigio social, reconocimiento, acceso a
oportunidades, beneficios y cualquier otra preferencia de la que no gocen las
demás personas.

• 25 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


La cara oculta de los
privilegios para los
hombres, es que cada
una de esas ventajas y
beneficios de los que
gozan, implica y son
posibles gracias al trabajo
invisible de otras personas
o grupo de personas. En Privilegio
las sociedades machistas “Dan o no ventaja excepcional y
el principal grupo sobre el exclusiva que disfruta una persona”
que recaen los costos de Fuente: Oxford Languages.
los privilegios masculinos
son las mujeres, las personas LGBTTIQ+ y las personas subordinadas.
Conozcamos las historias de Belén, Unay, Gabriela y David, para
aproximarnos al funcionamiento de los privilegios.

Belén es una mujer nacida en Caracas, Venezuela, tiene 35 años


hace 8 viven en Quito, es profesional y trabaja en una empresa de
importaciones. Belén vive lejos de su trabajo, por eso debe tomar el
alimentador del Trole Bus y el Trole Bus para llegar a la oficina. Como
tiene que salir a las 5:30 de la mañana, desde la noche anterior debe
pensar con qué ropa se va a vestir, a ella le gusta la ropa ajustada
y blusas con escote, pero no puede colocárselas porque en varias
oportunidades, en el camino al bus, le persiguieron gritándole insultos
sobre todo lo que le harían, sobre lo bello de su cuerpo, e incluso, al
interior del Trole muchas veces se habían parado a su lado, a mirarle
los senos y, en una ocasión le tocaron sus glúteos. Generalmente le
toca usar ropa que no llame la atención o estar muy abrigada y cuando
tiene alguna reunión, quiere colocarse minifalda o las prendas que le
gustan, le toca tomar taxi para prevenir el acoso.

Unay tiene 50 años, vive en Lago Agrio, tiene un negocio de comida,


está casado hace 23 años y tiene 2 hijas y 1 hijo, pero solo la hija menor
vive con él, la abuela y su esposa, trabaja 4 o 5 horas al día porque su
negocio lo atiende su hijo mayor. Antes de salir de casa su esposa le
prepara el desayuno y le arregla la ropa. También cuida de su mamá.
Al regresar, como le gusta mucho la sazón de su esposa espera que el
almuerzo esté listo, un día no estuvo listo, se enojó con ella y le reclamó
“entonces qué haces todo el día, solo viendo novelas”. Le advirtió que
era la última vez que sucedía, que la mujer debe atender al marido.

• 26 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Gabriela es economista, vive en Esmeraldas, tiene 25 años y fue elegida
como una de las mejores estudiantes de su maestría en negocios. Aplicó
a un cargo de gerencia de proyectos en una reconocida empresa, a la
fase final del proceso de selección llegaron tres personas, dos hombres,
uno de 45 años, economista y otro de 30, administrador. La decisión la
tenía que tomar el gerente, aunque Gabriela estaba mejor preparada,
en las pruebas obtuvo los puntajes más altos y tenía el perfil requerido,
finalmente eligieron al economista, el gerente le contó al director de
recursos humanos que, aunque ella parecía buena, él prefería a los
hombres porque eran mejores administradores, más productivos y
además no le tenía que aguantar los cambios de temperamento y de
paso se evitaban el riesgo de que se quede embarazada.

David vive en Tulcán con su mamá, la abuela y una tía, tiene 18 años
y está terminando el colegio. Desde siempre las mujeres de la casa
se ocupan de las labores domésticas, lavan y dejan lista la ropa en
su armario, preparan sus alimentos, le hacen la cama, hasta deben
sacarle los interiores del baño. Como la abuela y la tía se fueron de
viaje, la mamá le pidió que se encargara de lavar los platos, David
pasó todo el día entretenido con video juegos, al regresar la mamá los
encontró tal como los dejó, no dijo nada y los lavó ella misma.

Los privilegios masculinos se


han presentado históricamente
como si fueran lo natural y los
hemos interiorizado de esa
manera, tanto así, que la mayoría
de varones no son conscientes de
ellos, y es probable que muchas
personas aún no identifiquen
Mochila de género cuáles son los privilegios que
¿Has pensado en cuáles son tus presentamos en las historias. Les
privilegios como hombres? Te invitamos a mirar con ojos nuevos
invitamos a identificarlos en tu y a realizar un breve ejercicio de
equipaje y desmontarlos. análisis de las situaciones. Belén, a
pesar de que tiene el derecho vivir
una vida libre de violencias, debe
restringir sus gustos, preocuparse por el peligro de sufrir una violencia sexual
e incluso le toca invertir sus recursos para evadir los riesgos. Para hacer más
visible este privilegio, pregúntate ¿los hombres deben preocuparse por cómo se
visten para salir a la calle o para tomar el transporte público? ¿los hombres salen
de sus casas temiendo ser violados o agredidos sexualmente?

Unay espera ser atendido plenamente por su esposa, sin tomar en cuenta el
trabajo y desgaste que implican las labores domésticas y el cuidado de personas
enfermas. Que él se despierte a desayunar requiere que su compañera se levante
• 27 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


una hora más temprano a prepararlo todo y se acueste más tarde dejando todo lo
necesario para el día siguiente. En la historia de Gabriela, el hecho de ser mujer la
descalificó para un puesto en el que era la mejor opción. Ser hombre, le permitió
al economista acceder a un puesto de alto nivel. David, se beneficia del trabajo
productivo de su madre y del cuidado de todas las mujeres en casa. Si aún no son
evidentes los privilegios, reflexionemos sobre lo siguiente. El tiempo que invierte
Belén, la esposa de Unay y la madre, abuela y tía de David en cuidarse de no ser
abusada, en cuidar a personas enfermas, realizar las tareas pesadas y poco deseadas
de casa como preparar alimentos, lavar baños, sacar el papel higiénico del servicio,
entre otras, lo podrían invertir en actividades para su desarrollo personal, para
prepararse mejor, cuidar su salud, lograr su autonomía. Gabriela podría acceder a
un cargo que le permitiera aportar y poner en práctica sus conocimientos.

Los privilegios son el resultado


de una relación irregular de
poder y se expresan claramente
en las desigualdades que existen
entre los géneros. Sobre la base
de la superioridad masculina las
mujeres tienen que experimentar
¿Existen los privilegios masculinos? múltiples formas de abuso sobre
Escanea el código QR para conocer su tiempo, subjetividad, cuerpo,
más sobre otros privilegios. recursos y sobre todo sobre su
propia vida, pues deben dedicar
una parte importante de sus energías en cuidar a otras personas o simplemente
no logran acceder a oportunidades por el hecho de ser mujeres. A las mujeres se
les enseñó que no debían incomodar a los hombres y amenazar sus privilegios,
por esa razón los privilegios eran invisibles, pero la historia está cambiando.

Los hombres como género gozan de privilegios, aunque el acceso a éstos no es


igual para todos, en general, se favorecen de la subordinación de las mujeres.
Sin importar su clase social, su raza, pertenencia étnica o edad, los hombres se
benefician de la ganancia patriarcal.

¿Cómo se relaciona la masculinidad


con la violencia contra las mujeres?
La violencia contra las mujeres es una de las vulneraciones más persistentes
y devastadoras del mundo. La Organización Mundial de la Salud1 la considera
un problema de salud pública, así como una violación flagrante de los
derechos humanos de las mujeres, pero en este problema ¿qué tiene que ver
la masculinidad?

1 Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la


violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud. 2013. OMS. https://www.who.int/
reproductivehealth/publications/violence/9789241564625/es/
• 28 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


La masculinidad hegemónica es
considerada un factor de riesgo no
solo para los mismos hombres, sino
especialmente para las mujeres.
Haciendo una interpretación de
los datos globales y locales, según
ONU Mujeres, en el mundo, se
Hechos y cifras: Acabar con la violencia estima que el 35% de los hombres,
contra mujeres y niñas en algún momento de sus vidas,
Escanea el código QR para conocer ejercieron violencia física y/o
más sobre estos datos de ONU Mujeres. sexual contra mujeres que son sus
parejas. En Ecuador, en la Segunda
Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las
Mujeres de 2019, el INEC identificó que 65 de cada 100 mujeres mayores de
15 años sufren violencia a lo largo de sus vidas, que el 56,9% recibió violencia
psicológica, el 35,4%, física, el 32,7% sexual y el 16,4% violencia patrimonial. Se
estima que desde el 1ero de febrero del 2014 hasta el 2 de marzo de 2020 en
Ecuador se cometieron 748 feminicidios2.

Existen diversos factores que influyen directamente en el ejercicio de la violencia por


parte de los hombres, por razones de espacio solo vamos a mencionar otros tres:

La mujer como objeto:


El considerar a las mujeres
como seres inferiores, desde la
antigüedad, se les convirtió en
objetos, en algunas sociedades los
padres las negociaban de acuerdo
a sus intereses, esa práctica
que pareciera de otro tiempo,
se adaptó a la modernidad y se Alerta
concreta de otras maneras. Por Puedes ejercer violencia de género
ejemplo, el cuerpo y sexualidad en cualquier momento, revisa que tus
de las mujeres se convirtieron en ideas y comportamientos no se basen
objetos sexuales, en mercancía en la supuesta superioridad de los
para el consumo masculino, hombres sobre las mujeres y las perso-
los casos más claros son, la nas LGBTTIQ+.
prostitución, la trata de mujeres
con fines sexuales, el uso del cuerpo de la mujer como estrategia
comercial. En esta misma línea, hay tres aspectos que merecen atención:

• El uso de la mujer como medio para probar la virilidad, así entre más mujeres
acumule un hombre más hombre será considerado.

2 Información obtenida de la Fundación ALDEA. http://www.fundacionaldea.org/noticias-al-


dea/8389p6yry5emnp88egex84kxwje5l6 • 29 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


• La violencia sexual, las mujeres son víctimas de acoso, abuso y violación en los
espacios públicos y privados sistemáticamente.

• La mujer como propiedad, los hombres consideran a las mujeres como un


objeto que les pertenece, por lo tanto, se consideran dueños, esta idea está
presente en los testimonios de hombres feminicidas que argumentan que si la
mujer no era de ellos no será de nadie.

La autonomía y empoderamiento de las mujeres: Los procesos de cambio que


incorporaron las mujeres en todos los niveles de la sociedad, son interpretados,
desde la masculinidad hegemónica, como un riesgo para los privilegios
masculinos. La independencia económica de las mujeres -no depender de un
hombre- y poder tomar decisiones sobre su cuerpo, tiempos y recursos conflictúa
a muchos hombres que no saben como enfrentar ese nuevo escenario.
El empoderamiento sin precedentes que alcanzan las mujeres, representa el
acceso y goce de sus derechos humanos, sin embargo, se entiende, como el
deseo de las mujeres de dominar a los hombres, incluso de “desquitarse” “darle
vuelta a la tortilla”, de ahí que se generen múltiples resistencias. Sumado a ello,
que las mujeres hayan roto con los mandatos que les habían asignado desde la
feminidad, generó un profundo malestar en los varones, debido a que implica que
el trabajo del cuidado que antes era lo natural para mujeres, hoy se considere una
responsabilidad compartida, de manera que las mujeres al no estar en función
de los hombres y sus necesidades, en consecuencia, rompen la cadena de
beneficios de los que gozaban. Por otra parte, que las mujeres no sean sumisas y
no se queden calladas, resulta profundamente molesto para el machismo, debido
a que ellas no se consideran inferiores sino iguales. En este contexto, ante la
imposibilidad de la masculinidad tradicional y de los hombres de transformarse, la
vía para sostener una relación de poder desigual es a través de la violencia.
La gestión de las emociones y sentimientos: El tratamiento de los miedos,
incertidumbres e inseguridades que experimentan los hombres ante fenómenos,
por ejemplo, como la precariedad de la vida, es decir, las malas condiciones de
trabajo para el sustento material, generan angustias y frustración por el riesgo de no
ser autosuficientes y no cumplir con el mandato de ser el proveedor de la familia.
Al haber sido entrenados para no mostrar fragilidad y al no contar con espacios
para expresar sus emociones, la gestión que hacen los hombres de la situación es
deficiente, por ende, terminan reprimiendo lo que sienten y esa prohibición para
exteriorizarlo, se convierte en ira, rabia y regularmente en expresiones de violencia
contra las mujeres, niñas, niños y las personas LGBTTIQ+, contra otros hombres y
en algunas ocasiones contra ellos mismos.

Como se puede ver el fenómeno de la violencia contra las mujeres tiene una relación
directa con la masculinidad. Sin embargo, a pesar de las evidencias, muchos hombres
no reconocen esta realidad como un problema. Actualmente es más es frecuente oír
• 30 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


expresiones como: “Ya no se puede
hacer nada porque todo es violencia”, “las
mujeres se quejan por todo”.

El lugar de privilegio que ocupan los


hombres, no les permite reconocer
las múltiples violencias que ejercen
directa o indirectamente o las que
otros efectúan. En este punto del viaje Alerta
es importante reflexionar sobre dos Un aspecto muy importante a tener
aspectos. No reconocer la violencia en cuenta es que, si bien una perso-
la perpetúa, adicionalmente, se na puede no representar el modelo
está desconociendo los derechos hegemónico de la masculinidad, si
de las mujeres y la responsabilidad puede tener ideas y comportamientos
del hombre. No obstante, no ser machistas.
consciente de la violencia no exime de
responsabilidad a quien la ejerce, al contrario, solo reafirma el lugar de poder que
ocupan y la falta de autocrítica. La complicidad frente a estas formas de violencia,
es uno de los elementos característicos de la masculinidad hegemónica. En la
práctica ser cómplice activo o silencioso de la violencia, contribuye a continuar
con el sometimiento de las mujeres y a mantener las desigualdades.

Lo que me llevo en mi mochila de género


Llegamos al final de esta unidad. Repasemos que lo
que nos llevamos.

La masculinidad está asociada a la violencia, pero no es


una dotación biológica.
Los hombres no son violentos por naturaleza. La
violencia es un aprendizaje sociocultural.
Al ser la violencia un aprendizaje, también se puede
desaprender.
El patriarcado realizó una división arbitraria de los espacios y roles de género y
produjo múltiples desigualdades
El patriarcado se expresa a través del machismo.
El machismo es la idea que el hombre es por naturaleza superior a la mujer,
todas las prácticas y comportamientos que están orientados a resaltar y mantener
esa superioridad
Los privilegios masculinos son las ventajas sociales, económicas y políticas
que la cultura otorga a los hombres por el solo hecho de serlo.

• 31 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Los privilegios se basan el trabajo de las mujeres y otras personas subordinadas,
son el resultado de una relación desigualdad de poder
La relación de la masculinidad con la violencia se basa principalmente en la
masculinidad hegemónica que es considerada un factor de riesgo para los
hombres, y principalmente para las mujeres y personas LGBTTIQ+.
Otros factores de riesgo son considerar a la mujer como objeto, la imposibilidad
de entender la autonomía y empoderamiento de las mujeres como el goce de
sus derechos, la inadecuada gestión de las emociones y sentimientos por parte
de los hombres, la resistencia a perder los privilegios.

Unidad 3. ¿Por qué es importante


transitar de la masculinidad a las masculinidades?

Llegamos a la última parada de este tramo del viaje, en


la tercera unidad esperamos vincular la información
e historias que recogimos, para explorar si es posible
superar la masculinidad hegemónica y cómo poner en
movimiento las masculinidades en plural.

El objetivo educativo de esta unidad es reconocer que


no existe un único modelo de masculinidad, es necesario
desplazarnos hacia la diversidad de las masculinidades,
observaremos algunas de las resistencias de los hombres
al cambio y los costos que implica mantener un
sistema desigual, violento e insatisfactorio. Finalmente
esperamos estimular el cambio hacia la igualdad.

¿Cuál es la diferencia entre masculinidad


y masculinidades?
La importancia de este segmento del viaje, radica en responder a una pregunta que
se viene formulando desde hace un tiempo ¿qué pueden hacer los hombres para
dejar de identificarse con la masculinidad hegemónica o machista? Exploremos
algunas alternativas y, de paso, realicemos algunas articulaciones sobre las tres
unidades. Iniciemos. La masculinidad en singular, hace referencia a tres aspectos.

La masculinidad como la humanidad: durante un largo tiempo, la idea de lo


masculino como el centro de la vida se popularizó a través de la expresión “El
Hombre” y se usó como representación de la humanidad. Por defecto, las personas
• 32 • deberían entender que al decir “El hombre” se incluía a los hombres y las mujeres. A

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


propósito de este tipo prácticas, una de las revoluciones más importantes ocurridas en
el mundo, en los últimos años, la protagonizaron las mujeres y las personas LGBTTIQ+,
esto debido a que el logro de derechos y su reclamo por el reconocimiento, produjo
cambios en las formas de relacionarnos y nombrar el mundo. En su momento, las
mujeres manifestaron que el término “El hombre”, no las incluía, porque la humanidad
no se agotaba en los varones y, fundamentalmente, porque ellas no eran hombres. Un
ejemplo de este tipo de avances, lo ofrece la Constitución de Ecuador en su redacción,
en la cual incluye la distinción entre a hombres y mujeres.

La masculinidad como modelo único. La masculinidad en singular, hace


referencia a pretensión de la
existencia de un modelo único
para definir la experiencia de ser
y hacerse hombre o identificarse
con lo masculino. Este modelo
como lo ya lo vimos, se denomina
masculinidad hegemónica y se
convirtió en el estándar obligatorio Mochila de género
a seguir. En este caso valdría la ¿Te quedas con la masculinidad única
pena preguntarse, si coexisten o incluyes la masculinidad en plural?
tantas formas se experimentar la
masculinidad ¿es lógico, deseable
o posible que haya un solo modelo
que se tenga que seguir? La respuesta, al día de hoy, sería un rotundo no.

La masculinidad como dispositivo de poder: A partir de las altas demandas que el


modelo único de lo masculino fijó para los hombres, se convirtió a la masculinidad
en un dispositivo de poder ¿cómo así que un dispositivo de poder? esta es una
palabra teórica, que podemos utilizar para decir que la masculinidad se transformó
en una manera de controlar, se volvió en el parámetro para evaluar, jerarquizar,
premiar o castigar a quienes cumplan o se salgan de sus límites. Hagamos un
ejercicio, cierra los ojos e imagina que existe un policía del género, que ejerce
como juez y parte, que está observando todo el tiempo mirando quién cumple y
quien no. A los varones que encajan, los reconoce y les brinda beneficios, si no, los
expulsa de la masculinidad, como es el caso de los hombres gay. Por otra parte, a
las mujeres y las personas LGBTTIQ+ busca mantenerlas subordinadas.

En contraste, quienes vienen trabajando en temas de igualdad con hombres,


en el mundo y especialmente en América Latina, están utilizando el término
masculinidades en plural, como una estrategia para superar al modelo hegemónico.
¿En qué consiste? Hablar de masculinidades en plural supone dos ideas básicas.

Las masculinidades son múltiples y diversas: Esta idea parte del hecho de
afirmar que no existe un modelo único que pueda reducir a una, todas las
formas de experimentar la masculinidad. Tanto los hombres biológicos como
las personas transmasculinas tienen el derecho de darle sentido su vida y de
establecer una identidad de género o no, por fuera de los estándares de lo
• 33 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


socialmente aceptado. Esta idea
busca que los hombres puedan
liberarse de los mandatos que les
han obligado a cumplir en nombre
de un modelo que es imposible de
alcanzar y que, fundamentalmente,
se convirtió en un proceso de
deshumanización en el cual los
varones aprendieron a ocultar Recomendaciones para la acción
sus emociones y potencialidades En relación a lo que plantean las
como seres humanos. masculinidades te invitamos a
completar las siguientes historias
Las masculinidades como
práctica política: La idea de convertir
las masculinidades en práctica política, propone que todas las personas que se
identifiquen con la pluralidad de las experiencias masculinas deben realizar un ejercicio
permanente de autocrítica, de cuestionamiento de las relaciones de poder desiguales
que tejieron y comprometerse con el desmonte de los privilegios que son producto de
la subordinación de las mujeres y las personas LGBTTIQ+. Cuando se habla de política,
no se hace referencia a las formas de la participación en la política tradicional, se hace
referencia a los actos cotidianos privados y públicos que contribuyen a construir
igualdad y equidad entre las personas.

Pablo, está de rumba con sus amigos del barrio, durante la noche
estaban compartiendo con un grupo de mujeres que llegó a la
discoteca. Al terminar la farra, se fueron a acabar la fiesta a la casa de
uno de ellos. Luisa, con quien estuvo bailando y conversando todo el
tiempo, se emborrachó. Todos sus amigos le decían aprovecha, es tu
oportunidad y lo encerraron en el cuarto con ella. Pablo….

A Esteban le gusta hacer deporte y todos los fines de semana se va al


polideportivo a hacer ejercicio. Un día mientras corría, escuchó una
fuerte discusión, una pareja estaba peleando violentamente, él tenía
a la joven sujetada por las manos y ella no quería que la cogiera, él
le gritaba “pará, me tenés que escuchar”, ella intentaba irse, hasta
que finalmente, el hombre, llenó de ira, la golpeó en rostro. Estaban
inmediatamente…

Genaro tiene 53 años, es padre de 2 hijas y 2 hijos que ya son mayores


de edad. Martín, el más pequeño, acabó de cumplir 20 años. Genaro
y Martha, su compañera, siempre han amado a su familia y ambos
trabajan para sacarla adelante. Un domingo de reunión familiar,
Martín les invitó a conversar, les quería contar que después de mucho
pensarlo sentía la necesidad de compartirles que era gay. Genaro le…

• 34 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


¿Cuáles son las resistencias de los hombres ante al cambio?

Aunque las masculinidades, en plural, se perfilan como una oportunidad para


que los hombres puedan liberarse de exigencias machistas, reconectarse con su
mundo emocional y relacionarse desde la autonomía, el respeto y la igualdad,
todavía son muchas las resistencias que impiden que se opere este movimiento.
Conozcamos algunas.

La masculinidad esencial:
La posición más radical frente al
cambio se presenta en sujetos
y grupos que defienden y
añoran la idea del hombre como
representante de la humanidad.
Experimentan una profunda
GPS: re-localizando nostalgia que les hace oponerse
Históricamente los hombres están a cualquier acción que altere su
en la cima de pirámide social ¿será ideal heterosexual de la familia
posible que se cambie el orden y estar y al avance en los derechos de
en el mismo plano con las demás las mujeres y de las personas
personas? LGBTTIQ+.

Aferrarse al poder: Los seres humanos nos adaptamos a las formas de


vida que conocemos desde temprana edad. Los hombres aprendieron y los
formaron como personas con poder, con iniciativa, liderazgo, aprendieron a ser
el capitán del barco, a ser importantes, a ser los jefes de la orquesta, a disfrutar
de las ventajas de pensar y tomar las decisiones por las mujeres, las niñas y los
niños. Renunciar al poder, es sin duda una de las dimensiones a las que más se
aferran muchos hombres. Durante un taller, un compañero dijo “profe, pero
finalmente ¿qué es un hombre sin poder?”.

El cambio sin cambio: La idea de pensar la masculinidad y la vida sin violencias


se convirtió en el deseo de lo políticamente correcto. Muchos hombres,
creyéndose muy inteligentes y astutos, pensaron que si se aprendían las nuevas
palabras como igualdad, equidad, género, masculinidades, el significado de las
siglas LGBTTIQ+, y si decían todas y todos a la hora de hablar, estarían listos
para seguir manteniendo sus privilegios, su lógica es realmente simple “como
ya no soy violento, no grito, no golpeo a las mujeres y hasta tengo un mejor
amigo gay (eso sí, le dejó claro que a mí solo me gustan las mujeres) estoy
´parqueadazo´ y de paso me llegan más nenitas”. En principio, es muy positivo
que los hombres no ejerzan violencia, pero el centro del cambio no es lo
estético o superficial, lo importante es el cambio profundo. Construir relaciones
igualitarias, no utilizar a las mujeres como objetos, no camuflar la LGBTTIQ fobia,
son procesos que exigen transformaciones reales con sustento en prácticas
• 35 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


cotidianas de cuestionamiento del poder, no un simple reciclaje. Apartarse de
la caricatura del hombre macho alfa, agresivo, violentador no constituye un
cambio en las relaciones de poder, es una estrategia de distracción para señalar
que los violentos son los otros.

No saber cómo: El miedo al


cambio es una respuesta común
a lo nuevo, lo incierto, a lo que
te saca de la zona de confort.
Hoy en día, muchos hombres
empiezan a identificar y escuchar
los malestares de las mujeres
y los propios, frente al modelo
machista y, cada vez son más Informe global de la brecha de género 2020
quienes quieren cambiar sus Escanea el código QR para conocer todo
comportamientos, pero expresan sobre el Informe.
no saber cómo hacerlo. Este caso
es peculiar, porque se identifica el deseo de cambio, pero cuando encuentran
las herramientas no las utilizan, o las abandonan o simplemente no hacen lo
suficiente, ni lo mínimo para empezar el camino, para desocupar el equipaje de
género y llenar la vida de otros referentes. De manera tal, que el deseo y la falta
de acción se neutralizan y todo sigue igual.

Los hombres también sufrimos violencia de género: Esta es una de las


expresiones de resistencia más frecuente en todos los ámbitos donde se trabaja
masculinidad y es uno de los imaginarios que más dificulta que una mayor
cantidad de hombres conozcan sobre masculinidades, género y feminismos. La
violencia de género se basa en una relación de poder desigual, donde un género
se consideró como superior al otro y en consecuencia lo dominó, sacando
provecho de su posición inferior. Si estamos de acuerdo con esta definición,
no se podría afirmar que los hombres son discriminados por ser hombres o
que son controlados históricamente, que están fundidos en la vida doméstica,
desde donde no lograron acceder a derechos, oportunidades y recursos. Esta
expresión es un pretexto para no
asumir la interpelación por las
violencias y desbalances en el
poder.

Ya somos iguales: la idea de


que actualmente los hombres,
las mujeres y las personas
LGBTTIQ+ somos iguales, toma Mochila de género
una resonancia muy importante Piensa en tus resistencias al cambio,
a nivel social. Los argumentos identifica porqué y muévete hacia la
que se escuchan son, las mujeres igualdad.
ya estudian, ya votan, son
• 36 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


profesionales, ganan su dinero, muchas veces más que los hombres, son
empresarias, tienen representación política, entre otras cosas. Lo cual en parte
es cierto, las mujeres recortan la brecha de desigualdad, pero esta sigue siendo
inmensa. Solo para citar un ejemplo, según el Informe global de la brecha de
género 2020 del Foro Económico Mundial, la humanidad se tardaría 99,5 años
en cerrar la brecha de género existente. Seremos iguales cuando haya igualdad
real, pleno goce de los derechos humanos (como a la educación, empleo,
salud sexual y reproductiva), cuando las mujeres y las personas LGBTTIQ+
pueden tener vidas libres de violencias y discriminación. Solo en ese escenario
se podría decir que somos iguales y avanzamos como sociedad.

¿Cuáles son los costos


de la masculinidad para los hombres?
Los hombres también pagan
un costo por el ejercicio de
la masculinidad hegemónica.
Para ilustrarlo de manera más
cercana y común usemos la
analogía del contrato. En un
contrato las promesas vienen en
letras grandes, pero los costos
Resignificar
equivalen a la letra pequeña,
Darle un nuevo significado o
la que casi nadie lee, pero que
valor a algo.
también trae sus consecuencias.
La historia de Juan nos regala un
acercamiento al tema.

Juan lleva 6 meses asistiendo a un grupo de masculinidades, allí


trabajan por resignificar su experiencia como hombres y renunciar a
la violencia machista. En una oportunidad, realizaron el ejercicio “Lo
que el machismo me robó”, éste consistía en hacer un listado de todo
lo que sentían que habían perdido en sus vidas por seguir el modelo.
Esto fue lo que Juan escribió.

Lo que el machismo me robó

De niño no pude jugar con mis hermanas a sus juegos porque yo


tenía que estar con los hombres. No me gustaban los juegos bruscos
así que recibí muchos golpes.

• 37 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Mi mamá era quien siempre estaba conmigo, así que me
gustaba acompañarla porque me contaba historias, pero siempre
me mandaban a trabajar con mi papá, para que aprendiera a ser
hombre decía mi papá.
Mi papá era un hombre recio y muy dedicado, no tenía mucho
tiempo, se la pasaba trabajando. Ahora que lo pienso parecía
estar siempre enojado, así que no era muy cariñoso, me hubiera
gustado que me abrazara, que jugara con nosotros y nuestras
hermanas, que fuera amoroso, como lo era mamá.
Cuando me gradué y salí abanderado del colegio, yo estaba
muy feliz, porque sabía lo importante que era que el primer hijo
de toda su familia terminara el bachillerato. Ese día me estiró la
mano y apretó la mía fuertemente. Me dijo “bien hecho mijo”. Me
quedé con ganas de más. Mis hermanas se me lanzaron encima,
era un gran logro familiar, no lo suficiente para un abrazo.
A los dos meses cumplí años, mis amigos del barrio me tenían
una sorpresa, me llevaron al burdel, me dieron licor, el cual
no había tomado nunca y no me gustaba, pero apenas estuve
borracho me hicieron ir a un cuarto y le pagaron a una mujer
para tener relaciones sexuales conmigo. A pensar de que estaba
borracho, no lo acepté y me quedé dormido.
Un año después, mi hermana se graduó del colegio y pensamos
en presentarnos a la universidad. Mi papá dijo que solo había
plata para uno y que ese era yo, que era el hombre. Sentí que le
robé el sueño a mi hermana y me tocó alejarme de ella.
En la universidad me gustaba jugar baloncesto, pero los
compañeros me decían que ese deporte era para nenitas, con
tanta presión me pasé al fútbol.
En una fiesta de la facultad, había dos personas que sabíamos
que eran gay, pero en el grupo no los soportaban y de repente, se
fueron encima de ellos, los insultaron y les dijeron que ese lugar
era para hombres, que se fueran, los empujaron y hostigaron
hasta que se marcharon. Eran súper buena onda y aunque no
estaba de acuerdo, no dije nada.
Después de graduarme, estaba en una salida de fin de año del
trabajo, uno de los compañeros nos llamó a los más cercanos y
• 38 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


nos mostró un video de una de las compañeras de la oficina
teniendo relaciones sexuales con él. Los demás se rieron
emocionados y pidieron que se los reenviaran al WhatsApp.
No me salí del grupo, así me sintiera mal por que hacían.
Tuve muchas relaciones de una noche con muchas mujeres, eso
hacían mis amigos, pero en realidad siempre quise estar en una
relación donde la mujer no fuera tratada como un objeto, yo quería
una compañera igual a mí, quería sentir cariño, cuidar y que me
cuidaran, pero siempre me lo negué, por no perder mi imagen.
Tengo muchos amigos, pero no los abrazo ni demuestro
afecto, me gustaría hacerlo. Mi papá ya está viejo, ya me
abrazó, pero solo lo hace cuando está borracho.

El machismo me robó muchas cosas, la primera de ellas fue tener un padre


amoroso presente, no en silencio. Me robó la posibilidad de aprender a expresar
mis emociones y ahora me cuesta mucho salir del molde. También perdí la
oportunidad de ser justo y no ser cómplice de las violencias que realizaban mis
amigos, contra las mujeres otros hombres e incluso contra mí. Siento que soy un
macho a la fuerza, porque siempre me gustaron otras cosas, solo que no aprendí
a dejarlas salir, me dejé llevar o, mejor dicho, me dejé contener. El machismo me
robó la ternura y la posibilidad de aprender a cuidar de mí y de otra las persona.
Ni si quiera sé cómo hacer un arroz. Pero no quiero ser así.

Los costos para los hombres son de diverso tipo, veamos algunos.
Analfabetismo emocional: la represión de las emociones se convirtió en uno
de los primeros escenarios de aprendizaje de la masculinidad, podría decirse
que es un aprendizaje a la inversa, porque no buscaba capacitar a los hombres
sino incapacitarlos. Los seres humanos poseemos emociones a través de las
cuales experimentamos y nos
relacionamos con el mundo, sin
embargo, a los varones en lugar
de enseñarles a reconocerlas,
vivirlas y manejarlas, les
enseñaron a discriminarlas, las
que se creían de mujeres había
que negarlas y las masculinas
había que potenciarlas. Juan y su
Analfabetismo emocional
padre hacen parte de una cadena
Consiste en la falta de las capacidades
de analfabetos emocionales, no
para experimentar, habitar y gestionar
de personas sin emociones, pues
las emociones.
siempre se experimentan, pero
• 39 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


en silencio, con dolor, en soledad
o bajo el efecto del alcohol. La
desvinculación de los hombres
con la totalidad de las emociones
impacta fuertemente la posibilidad
de que éstos se vinculen a las tareas
del cuidado, porque finalmente, el
Escanea el código QR y conoce el propósito de la socialización de
Registro Estadístico de Defunciones género machista es alejarlos de lo
Generales de 2019 del INEC. considerado femenino.

La salud: el cuerpo de los hombres paga altos costos por el


entrenamiento machista basta mirarlos para reconocer sus huellas.
Analicemos tres escenarios:

I) las emociones: retomando la reflexión sobre el mundo emocional, el


bloqueo emocional representa solo el inicio de otros problemas. No
verbalizar lo que les sucede, los miedos e incertidumbres no reduce la
ansiedadylasprovocaciones,
pero si las traslada al cuerpo,
somatizándolas.
Las tristezas no contadas, se
convierten en angustia, esta
en gastritis, la gastritis en
úlcera y ésta en cáncer. Es
importante saber que este
riesgo, sumado a los malos
Recomendaciones para la acción
hábitos de alimentación,
La mejor manera de cuidar a otras
convierten al cáncer gástrico
personas es el autocuidado. El (auto)
en el segundo con mayor
cuidado es la desconexión con la
incidencia en Ecuador.
violencia. Piensa en estrategias para
cuidarte y prevenir los riesgos que
II) La esperanza de vida y
hemos identificado.
la violencia: en el país, la
esperanza de vida al nacer
para los hombres es de 74 años, para las mujeres es de 80 años. En 2019,
las defunciones generales de hombres fueron 40.599, a continuación,
presentamos un ejemplo de aquellas que se relacionan directamente
con la construcción de la masculinidad, a través de conductas de riesgo
asociadas a la invulnerabilidad, por ejemplo, la segunda causa de muerte
fueron los accidentes de transporte terrestre, la séptima fue la cirrosis y
la novena causa fueron las agresiones -homicidios.

• 40 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


III) La salud y homofobia: Según lo reportó el diario El Comercio3
3
el cáncer de mayor incidencia en los hombres es el de próstata
con 24% de los casos. En todo el mundo los hombres prefieren
exponerse a esta enfermedad que realizarse los exámenes
preventivos correspondientes por temor a ser cuestionados en
su sexualidad, en este sentido, la homofobia además de ser una
forma de discriminación, se convierte en un factor de riesgo para
los varones heterosexuales, derivado de su rechazo a cualquier
contacto corporal como lo requiere el tamizaje de próstata.

Es necesario tener claro que


los costos en la salud de los
hombres están asociados a la
construcción de la masculinidad
machista, a través de prácticas
de riesgo (como la imprudencia
en la conducción, las agresiones,
el consumos de sustancias
Mochila de género adictivas, entre otros), la falta de
Saca del equipaje todas las prácticas de acciones de autocuidado (negar
riesgo. Para ser hombre no necesitas las enfermedades y aguantar
probarle nada a ninguna persona. el dolor, la no realización de
exámenes preventivos, no
acudir a consultas médicas, no
buscar espacios para expresar sus molestares, no cuidar su salud mental)
y el desarrollo de un estilo de vida poco saludable (consumo de alimentos
de manera desbalanceada, abuso de grasas, carbohidratos, exposición a
infecciones de transmisión sexual, entre otras).

En un balance general de los costos para los hombres, es necesario decir que los
privilegios son una trampa para los hombres. Ocupar el espacio público, la razón,
el éxito, ser autosuficientes, no solo genera desigualdades y violencias hacia otras
personas, sino que les priva de desarrollar vínculos profundos con sus personas
cercanas, los aleja de experimentar sus ciclos vitales con una mayor calidad de
vida, con salud mental y fundamentalmente, les priva de conocer lo que podrían
ser un como un hombre libre de condicionamientos de género.

3 Consultado en: https://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador-casos-cancer-investigacion-sa-


lud.html
• 41 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


¿Masculinidades en movimiento hacia la igualdad? o
¿por qué construir masculinidades en plural?
En esta parte del viaje proponemos hacer una pausa, desacelerar el ritmo
masculino y tomarse un espacio, reflexionar y permitirse la pregunta cercana,
directa, transparente e identificar, sin necesidad de quedar bien con nadie,
dónde estamos en relación a los interrogantes que compartimos ¿realmente
me identifico con un modelo único de ser hombre?, ¿quiero ser ese modelo?,
¿verdaderamente creo en el
machismo?, ¿soy machista?, ¿me
siento bien siendo un hombre
machista?, ¿abuso de mi poder?,
¿soy un policía del género?, ¿me
es indiferente el dolor y la violencia
que reciben las mujeres, niñas,
niños y personas LGBTTIQ+?,
Movimiento ¿me pregunté sobre cuál es mi
1. Acción de mover o moverse. papel frente a esta situación?, ¿me
2. Cambio de lugar o de posición de un beneficio o realizo alguna acción
cuerpo en el espacio. para cambiar estas injusticias?
Fuente: Oxford Languages. ,¿alguna vez me cuestioné qué
significa ser hombre?

Las respuestas a estas preguntas son tan diversas como hombres y personas
masculinas existen. Pidamos un poco de inspiración para enriquecer nuestras
respuestas. Consultémosle a nuestro buscador ¿qué significa la palabra
movimiento?

Resultó muy pertinente la consulta e inspiradora la respuesta, según el diccionario,


movimiento invita a la acción, implica el cambio, estimula el fluir, provoca el tránsito
y el desplazamiento. Entonces ¿qué hacemos?. Qué tal si aceptamos la invitación
y ¿nos movemos de la masculinidad machista? o ¿si nos desplazamos hacia otras
formas de ser hombres? o ¿si empezamos a hacer visibles nuestros ejercicios de
poder, las ideas y los comportamientos machistas que realizamos? o ¿y si nos
sacudimos y colocamos nuestras masculinidades en movimiento hacia la igualdad?

Históricamente los hombres ocupan el lugar de lo público, siendo caudillos,


políticos, dirigentes, obreros, empresarios, artistas, académicos, deportistas,
panaderos, conductores, emprendedores, campesinos, navegantes, y entre otras
posiciones, están en la televisión, la prensa y la radio, su palabra está en todas
partes, pero ¿cuál palabra se utiliza en esos espacios?, ¿sobre qué temas se tiene
autorizado hablar?, ¿de qué hablan con los amigos cuando están solos?, ¿a quién
se permiten compartirle sus miedos, angustias y problemas?, ¿alguna vez se habla
sobre la violencia que ejercen o la que recibieron?, ¿reflexionan sobre los problemas
y violencias que sufren las mujeres? ,¿sacaron un tiempo para conocer qué significan
las siglas LGBTTIQ+?, ¿en reconocer la humanidad de las personas que están detrás
• 42 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


de esos nombres?, ¿cuáles son sus realidades, cómo resuelven sus problemas, cómo
gestionan la discriminación diaria y las violencias por ser diferentes?

A lo largo de los dos módulos que hemos recorrido nos acercamos a la relación
que existe entre la masculinidad, la violencia y los derechos humanos. Ahora que
tenemos información, que podemos reconocer que el machismo, las violencias y
las desigualdades son aprendizajes, prácticas y estructuras que están vigentes hace
tanto tiempo, por qué no pensar en cambiar esa historia.

Las mujeres y las personas LGBTTIQ+ ya emprendieron un camino para transformar


su lugar en el mundo, para cambiar al mundo y siguen avanzando. Sin embargo, en
ese inmenso movimiento, la masculinidad parece haberse quedado quieta, sin saber
cómo reaccionar frente a las interpelaciones que se formulan sobre la necesidad de
cambiar el viejo mundo que conocieron. Llegó el momento de preguntarnos individual
y colectivamente ¿cuál es el papel de los hombres para transformar esa situación? ¿cuál
será el camino o caminos a seguir? ¿cuándo se va a emprender el cambio?

Que las masculinidades se activen, movilicen y comprometan con la igualdad


no es solo una invitación, es una necesidad, es un llamado a la transformación
del modelo. No se trata de ir hacia otro modelo impuesto, la convocatoria es a
construir colectivamente otras narrativas sobre el mundo, las relaciones entre
los géneros y particularmente sobre el lugar de los hombres en este nuevo
tiempo. El ejercicio empieza en el singular, con el yo, pero sin duda alguna es
un ejercicio en plural.

Esta es la revolución pendiente, la masculinidad, en plural. Una revolución ya no de


la palabra, sino una centrada en los actos, en los hechos, en la relación cotidiana. No
hay fórmulas mágicas, ni recetas que garanticen el éxito, por ahora, como horizonte
de esa transformación ubicamos los derechos humanos, la igualdad, la equidad y la
justicia de género como guías para que cada hombre emprenda su propio camino,
para re-descubrir y habitar su humanidad sin restricciones, para que se reconecten
con sus cuerpos, emociones y sentimientos, para revolucionarse a sí mismos y
colocar, quizá por primera vez para muchos, el cuerpo y subjetividades, no para la
violencia, sino para el (auto)cuidado de la vida.

Lo que me llevo en mi mochila de género


Llegamos al final de la unidad y del módulo, mientras nos preparamos para
la tercera parte del viaje, repasemos que lo que nos llevamos.

La masculinidad en singular hace referencia a: 1 la idea


de “El Hombre” como representación de la humanidad,
2 la existencia de un modelo único para ser y hacerse
hombre o identificarse con lo masculino, 3 un dispositivo
de poder para controlar, evaluar, jerarquizar, premiar o
castigar a quienes la cumplan o no. • 43 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


Las masculinidades en plural, son una estrategia para superar al modelo
hegemónico. Se basa en el reconocimiento de 11 la existencia de masculinidades
múltiples y diversas, 2 las masculinidades como práctica política que contribuye,
a partir de actos los cotidianos, a construir igualdad y equidad.
Existen resistencias al movimiento hacia la igualdad y algunas de sus
expresiones más claras son: a.
a la masculinidad esencial, la idea más radical que
añora la idea al hombre como representante de la humanidad, b. b aferrarse al
poder, no querer renunciar a los privilegios, cc. el cambio sin cambio, refiere al
cambio superficial sin modificar las relaciones de poder, d.
d no saber cómo, es
la ecuación donde se quiere el cambio, pero no se está dispuesto a realizar el
trabajo para lograrlo, ee. los hombres también sufrimos violencia de género, esta
expresión es un pretexto para no asumir la interpelación por las violencias y
desbalances en el poder, f.
f ya somos iguales, invisibilizar el machismo porque
las mujeres ya han mejorado su situación.
Los costos de la masculinidad para los hombres múltiples y entre ellos están
el analfabetismo emocional, la salud y su deshumanización.
Hay una revolución pendiente, la masculina en plural, la que construya
igualdad, equidad y justicia de género y disponga los cuerpos y subjetividades
masculinas para el cuidado y sostenimiento de la vida.

• 44 •

Masculinidades en movimiento MÓDULO II


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Ecuador cada año y la investigación aún es incipiente. El Comercio. https://
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Masculinidades en movimiento MÓDULO II


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