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REVISTA
CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE NICARAGUA
https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/revista-cjyp
ISSN 2410- 2768

Mejor Revista Indexada


Nicaragua 2017

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de
la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los
contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Politécnica
de Nicaragua (UPOLI).

La Revista se encuentra incluida en:

Revista Ciencias Jurídicas y Políticas se encuentra bajo una licencia Creative Commons
Atribución- No Comercial Internacional 4.0

Volumen 5. No 9. Enero – Junio 2019. ISSN 2410- 2768. Managua, Nicaragua

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CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE NICARAGUA

Norberto Herrera Zúñiga


Rector

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Vicerrector General

Astrid Bracamonte Hernández


Decana Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas

Oscar Castillo Guido


Decano Emérito de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas

Mario Isaías Tórrez


Director del Instituto Centroamericano de Estudios Jurídicos y Políticos

Rodolfo Sandino Argüello


Presidente de la Academia Nicaragüense de Ciencias Jurídicas y Políticas (†)

Carlos Tünnermann Bernheim


Presidente de la Academia Nicaragüense de Ciencias Jurídicas y Políticas

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CONSEJO CIENTÍFICO EDITORIAL

Sergio Ramírez Mercado


(Academia Nicaragüense de las Ciencias Jurídicas y Políticas)

Carlos Tünnerman Bernheim


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(Universidad de Sevilla, España)

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CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA
EQUIPO EDITORIAL

DIRECTOR

Oscar Castillo Guido


Universidad Politécnica de Nicaragua

EDITOR

Roberto N. Guerrero Vega


Universidad Politécnica de Nicaragua

COMITÉ DE REDACCIÓN

Mario Isaías Torrez

Alejandro Castillo Chavarría

Cristian Rivas Castillo

Alfredo Montano Acuña

TRADUCCIONES

Sofía Emelina Serrano Salgado


Upoli Language Center

GESTOR OJS Y DIAGRAMACIÓN

Gabriela Baltodano García

DISEÑO DE PORTADA
Marlon Calvo Jiménez

5
CONTENIDO

Editorial ................................................................................................................................. 7

ARTICULOS
El dilema de la mediación penal ¿solución de conflictos o delitos? ............................... 11
The dilemma of criminal mediation: solution of conflicts or crimes?
Yulisán Fernández Silva, Cuba, Universidad Autónoma de Nuevo León, México.

La banca especializada y universal ................................................................................... 29


Specialized and universal banking
Edmundo Castillo Salazar, Nicaragua, Universidad Americana.

Cuestiones generales del delito fiscal ................................................................................ 53


General tax crime issues
Diego Fernando, Palomino-Flórez, España, Universidad de Sevilla.

Elementos de planeación de las políticas sectoriales del turismo 2018-2019 de México


con base en recomendaciones internacionales ................................................................. 72
Elements of planning of tourism sector policies 2018-2019 of Mexico based on international
recommendations
María del Pilar, Arjona Granados, México, Universidad Autónoma de Nuevo León.

RESEÑA
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas de Estados Unidos. .............. 91
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. His main ideas of the United States.
José Antonio Abreu Colombri, España, Universidad de Alcalá

Política Editorial ………………………………………………………………………98


Editorial Policy

6
Editorial

Oscar. Castillo Guido1


Universidad Politécnica de Nicaragua

Tal a como lo acogió la Primera Conferencia Mundial sobre Educación Superior2, realizada
en París en el año 1998, en lo que hace a la pertinencia social de la Universidad, significa
que la Universidad está al servicio de todos los sectores de la sociedad, no solamente para un
grupo selectivo de personas, profesionales, empresas o trabajadores, sino que es inclusiva
para todos, en un sentido amplio. De igual manera, implica su compromiso de conocer las
necesidades del contexto en el cual está inmersa, para que su función se corresponda a las
necesidades de todos los sectores, pero especialmente de los sectores más desfavorecidos.

En tal sentido, las universidades deben de colocar de manera inteligente todas sus funciones
sustantivas en función de esa realidad social. Promover, generar y difundir conocimientos
por medio de la investigación3, por lo que esta debe ser pertinente, constante y un eje para el
desarrollo de las ciencias y de la sociedad misma. Por ello no bastará investigar, sino que se
requerirá difundir y divulgar sus resultados para que sea una herramienta útil de todos los
actores y sectores sociales e institucionales, en este último sin duda debe ser de impacto a
estudiantes, docentes, investigadores y profesionales.

Desde su creación, la Revista Científica Ciencia Jurídica y Política (CJP) de la Escuela de


Ciencias Jurídicas y Políticas de la UPOLI, fue concebida como un espacio de difusión y
divulgación constante del quehacer investigativo en el campo Jurídico, politológico y de la
gestión pública. Así fue desarrollado este quehacer, al perfilar sus Directrices Editoriales,
particularmente sus objetivos y líneas de investigación.

Con la presente edición número 9, volumen 5 de nuestra revista damos continuidad a esos
objetivos y líneas de investigación, presentando a la comunidad académica y profesional del
Derecho y las Ciencias políticas, cuatro selectos artículos científicos y una reseña

1
Director de la Revista Ciencias Jurídicas y Políticas, Decano emérito de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Política (UPOLI). Miembro
Fundador y Vocal de la Red Iberoamericana de la Criminología, Criminalística y Ciencias Forenses.
2
Conferencia mundial sobre la educación superior UNESCO, París 5-9 de octubre de 1998.
3
Artículo 1, inciso c, de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI. Visión y Acción
https://files.sld.cu/sccs/files/2010/07/6-conf-educ-sup-paris1-1998.pdf

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bibliográfica, escritos por destacados investigadores quienes, identificados y vinculados con
la temática desarrollada, los han puesto a la orden de la revista para su difusión.

La banca especializada y universal, artículo escrito por el doctor Edmundo Castillo Salazar,
destacado académico nicaragüense, en donde nos sugiere e invita a la reflexión necesaria, de
que los Estados en sus sistemas financieros, particularmente el de Nicaragua, se adentren y
replanteen un esquema normativo que dé cabida al funcionamiento de la banca especializada,
sobre todo tomando en cuenta que el viejo esquema de banca múltiple fue uno de los
detonantes de las crisis financieras del 2007-2008. A como bien el autor nos señala en sus
conclusiones “(…) estas reflexiones es no sólo brindar orientaciones conceptuales e
históricas a los formuladores de políticas públicas en nuestro país sobre esta temática (v.gr.:
creando conciencia de las implicancias de cada modelo), sino también invitar -al foro- a
discutir sobre los fundamentos científicos de nuestro Derecho bancario, para su mejoría
cualitativa (…)”

El dilema de la mediación penal ¿solución de conflictos o delitos?, desarrollado por el


doctorando Yulisan Fernándes Silva, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México,
nos adentra a la interrogante que persigue la suscripción del acuerdo reparatorio, en el
proceso penal, sobre todo cuando trate de buscarse el mismo, mediante el mecanismo de
soluciòn pacifica del conflicto, particulamente la mediación. Dirige su investigación “a
identificar los resortes criminógenos que activan la criminalidad, y evaluar, qué aspectos son
determinantes para la aplicación de la mediación en el proceso penal, tomando en cuenta el
ius puniendi y la participación de la víctima y el ofensor.” A si pues, en sus conclusiones
proponga “(…) la utilización en la mediación, de técnicas y herramientas comunicativas para
desentrañar la disputa, es muestra de que el interés va más allá de discriminar delitos, o sea,
es atacar el conflicto de raíz.”

Elementos de planeación de las políticas sectoriales del turismo 2018-2019 de México con
base en recomendaciones internacionales, artículo de política y gestión pública, escrito por
la candidata a doctora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México tiene como
analiza los elementos de planeación de las políticas sectoriales del turismo en consideración
con las recomendaciones de organismos internacionales, es así que examina las políticas

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públicas sectoriales que integran estrategias de regionalización y diversificación de
mercados, el modelo turístico actual que parte de un sentido social e incluyente, con el fin de
integrar los beneficios a las comunidades locales y revisa la implementación de las
recomendaciones emitidas por la OCDE y otros organismos en términos de incrementar la
competitividad del sector en el período 2018-2019, concluyendo “(…) es imperativo evaluar
los proyectos de desarrollo turístico no por los ingresos que genere o por su incremento en
llegadas de turistas internacionales, sino por su efecto en el desarrollo local sostenible(...)”

Cuestiones generales del delito fiscal, que desarrolla el maestro Diego Fernando Palomino-
Flórez, de la Universidad de Sevilla, España, presenta un estudio sobre el objeto de
protección del delito fiscal, así como la determinación de los autores y otros participantes en
el delito, y quién debe considerarse afectado, haciéndolo desde el complejo entramado
económico, administrativo y tributario del fraude fiscal. Concluye su artículo aportando
conceptos unificados sobre el objeto de protección del delito fiscal, así como de los sujetos
que intervienen.

Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas de Estados Unidos. Madrid: Capitán
Swing Libros. 2016, 188 páginas, reseña bibliográfica que nos presenta el doctor José
Antonio Abreu Colombri de la Universidad de Alcalá de España, recoge con ella una serie
de manifestaciones programáticas de Bernie Sanders, Senador y ex candidato presidencial de
los Estados Unidos de América ( en dos ocasiones) pero también condensa el esfuerzo
transversal de esos mensajes, ya que con ellos se pretendió llegar, tanto del campo como de
la ciudad, a jóvenes, ancianos, inmigrantes, veteranos, funcionarios, activistas sociales,
ambientalistas, sindicalistas, minorías, sectores desfavorecidos, etcétera.

Como podrá observarse, con la variedad de temas abordado, no solo cumplimos con
compartir con nuestros exquisitos lectores los mismos, sino que dejamos patente nuestro
interés sustantivo de continuar divulgando el quehacer investigativo y de gestión del
conocimiento que tanto la Escuela y la Universidad se han comprometido mantener en su
programática labor académica.

9
Artículos

10
El dilema de la mediación penal ¿solución de conflictos o delitos?1
The dilemma of criminal mediation: Conflicts or crimes Solution?

Yulisán Fernández Silva 2


https://orcid.org/0000-0002-9145-6075
Universidad Autónoma de Nuevo León, México

Como referenciar este artículo:


Fernandez Silva , Y. (2019). El dilema de la mediación penal ¿solución de conflictos o delitos?.
Revista Ciencia Jurídica y Política, 11-28. Recuperado de:
https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/5-revciencasjuridicasypoliticas/article/view/357

RESUMEN ABSTRACT

La instrumentación de la mediación en ámbito penal ha The implementation of mediation in the criminal field, has
generado un grupo de interrogantes, sobre el fin que se persigue generated a group of questions, about the aim pursued by the
con la suscripción del acuerdo reparatorio. Sobre este tópico, sub-sign of the reparatory agreement. About this subject, it
hay que destacar que la tramitación del proceso penal, a través should be noted that the processing of criminal proceedings,
de vías pacíficas como la mediación, puede entrañar un dilema through peaceful channels such as mediation, it can be a
entre la solución del conflicto o el delito, lo que motiva a develar dilemma between the resolution of conflict or crime, which
qué factores son preponderantes en la implementación de estos motivates them to reveal which factors are predominant in the
dispositivos no adversariales. En este sentido, a través de la implementation of these non-adversarial devices. In this sense,
aplicación del método de análisis documental, el artículo estuvo by mean of the application of the documentary analysis method,
dirigido a identificar los resortes criminógenos que activan la the article was focus on identify the criminological springs that
criminalidad, y evaluar, qué aspectos son determinantes para la active criminality, and assessing what aspects are decisive for
aplicación de la mediación en el proceso penal, tomando en the application of mediation in the criminal process, taking into
cuenta el ius puniendi y la participación de la víctima y el account the ius puniendi and the participation of the victim and
ofensor. Se concluyó que la percepción de conflicto como the offender. It was concluded that the perception of conflict as
detonante de la criminalidad, es un rubro íntimamente ligado a a trigger for criminality, it is an item tied to individuals with
individuos con necesidades e intereses insatisfechos. De ahí que, needs and interests, unsatisfied. This implies that, the
la instrumentalización de la mediación a través de técnicas y instrumentalization of the mediation by means of skills and
herramientas comunicativas para desentrañar la disputa se communicative hardware to unravel the dispute, is managed to
oriente a atacar el conflicto de raíz, más allá de discriminar attack the root conflict, beyond discriminating against crimes.
delitos.
Key words: Reparative agreement, conflict, criminality, crime,
Palabras clave: Acuerdo reparatorio, conflicto, criminalidad, criminal mediation.
delito, mediación penal.

1
Artículo derivado del proyecto de Investigación “La Mediación en el proceso penal cubano. Elementos que propician su inserción desde
la actuación del Ministerio Público”.
2
Doctora en Métodos Alternos y Solución de Conflictos y Becario Conacyt en la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. Máster
en Criminología por la Universidad de la Habana, Cuba. Profesor de Derecho Penal, y Cultura de Paz por la Universidad Autónoma de
Nuevo León. Correo fedezyulisan@gmail.com.
El dilema de la mediación penal…

1.- Introducción

Una cuestión que ha originado debate, es poder definir con claridad cuál será el alcance de
la mediación, en cuanto al acontecimiento producido que vulnera una norma penal; y, qué
aspectos deberán ser analizados en la gestión y solución del conflicto que se configura como
delito.

Por la particularidad del ámbito penal, en que se ven afectados no solo intereses particulares,
sino intereses de carácter general, que han sido reconocidos e identificados como bienes
jurídicos a proteger por lesión o puesta en peligro de estos; la mediación deberá contener un
procedimiento que no solo privilegie la actuación de sus protagonistas, sino que también
tome en cuenta el orden social vulnerado.

En ese sentido, considerando que el hecho que la ley señala como delito, conlleva un juicio
de desvalor que recae sobre la conducta y su desaprobación por el legislador (Muñoz &
García, 2004, p. 42); habrá que definir dentro de la mediación, qué aspectos deberán tomarse
como relevantes para lograr la suscripción del acuerdo: la controversia que provoca el hecho
delictuoso o resulta de este; o por el contrario, el ilícito penal que se tipifica en la legislación.
Es decir, qué componente deberá ser priorizado dentro del proceso de mediación, el delito o
el conflicto.

Los tópicos señalados tienen una importancia trascendental dentro de la esfera penal,
considerando que el resultado que pone fin a un proceso final, puede no hacer coincidir el
delito con el conflicto, y por ende, la extinción de la acción penal resultante de la suscripción
de un acuerdo reparatorio, no implique necesariamente la conclusión de la controversia
(España, 2018, p. 39).

Para encontrar una explicación más abarcadora, el artículo presenta como objetivos analizar
el conflicto como detonante del delito, desde una perspectiva criminológica, y su proyección
al proceso penal con la implementación de la mediación; y además, determinar la finalidad
que se persigue con la rúbrica del acuerdo reparatorio, logrado del consentimiento y
cooperación de los intervinientes en el conflicto.

12
Fernandez Silva , Y.

2.- Algunas consideraciones sobre el conflicto

La percepción del conflicto y sus detonantes han sido analizados desde varias corrientes
doctrinales, resaltando entre ellas las Teorías Sociológicas y las Teorías Psicosociales.

El enfoque sociológico, se aleja de los pronunciamientos sobre el estudio de la conducta


individual e intrapsíquica de los individuos, y centra su análisis en la interacción del ser
humano con el medio social. La investigación sobre el conflicto, desde esta representación,
distingue como factores generadores de la controversia, la tensión que genera la afiliación de
los individuos a distintas agrupaciones sociales, y que provoca la conformación de estructuras
de poder con ciertos privilegios, que intentan perpetuarse y someter a otros grupos menos
favorecidos, por el uso de la fuerza y no por el consenso (Mercado & González, 2008, p.
198).

Estos grupos con mayores recursos, considerando élites, llegan a ejercer el poder sin el
consenso social (Dahrendorf,1962), representando el conflicto un componente fragmentador
y destructivo de las relaciones entre conglomerados sociales, que eclosiona con la
discrepancia de intereses que pugnan por el poder, alcanzando su mayor escalada cuando son
conflictos antagónicos (Coser,1961, citado en Serrano, 2016, p. 278).

De modo que, el conflicto desde la dimensión sociológica, puede considerarse una


confrontación, que provoca la ruptura de la estructura grupal, y tiene su origen en las distintas
formas de asociación; además, este puede convertirse en un factor de desestabilización entre
asociaciones con intereses incompatibles (Tijerina, 1991 , p. 54).

Por otro lado, las Teorías Psicológicas y Psicosociales se enfocan en los rasgos conductuales
y su repercusión en los espacios interpersonal e intergrupal. Desde esta óptica, la agresividad
como detonante del conflicto, es una condición resultante de la presión autónoma que puede
proyectarse al exterior fomentándose la hostilidad, y la violencia; o bien hacia el interior
provocándola autoagresión o autocastigo. Ello significa, que la agresividad se representa
como una evolución instintiva que surge con la proyección de determinado estímulo (Revilla,
2002, p. 48) (Chapi, 2012, p. 83).

13
El dilema de la mediación penal…

En tal sentido, y desde un enfoque Psicoanalítico, Sigmund Freud (1940, citado en Revilla,
2002, p. 48)planteó que la discordancia entre el individuo y el mundo exterior, determina la
existencia de un conflicto intrapsíquico con secuelas negativas en los sujetos, que pueden
generar síntomas como culpa, malestar o displacer, manifestándose el daño al mundo
exterior.

Por otro lado, el enfoque Psicosocial, y el aporte de la Teoría del Aprendizaje Social
(Bandura, A y Ribes, E., 1975, citado en Chapi, 2012, p. 89) plantea que el conflicto y la
agresividad resultante de este, es consecuencia de la imitación de concurrentes estereotipos
conductuales que son adquiridos por los individuos siguiendo determinados patrones. Esto
puede conllevar no solo a la provocación de un daño, sino que puede utilizarse en defensa de
otra agresión.

De manera que, el conflicto ha sido abordado desde diferentes enfoques, materializándose


como una situación antagónica desde un perfil intrapersonal, o desde un escenario social
donde confrontan tanto los individuos como las colectividades, debido a diversos factores
que se repiten en estos fenómenos: los intereses, las necesidades, los objetivos, las metas,
las ideas, y también los deseos (Cabello Tijerina, y otros, 2017).

3.- El conflicto como detonante del delito. Un abordaje desde la criminología

El delito constituye un elemento integrante dentro de la norma penal. Es considerado una


conducta que el legislador sanciona con una pena, y que la acción ejecutada conlleva a un
juicio de desvalor sobre la conducta— antijuricidad―; y al mismo tiempo, implica un juicio
de desvalor sobre el autor—culpabilidad—considerando su desaprobación por el legislador
al hacerle responsable del hecho, correspondiéndole al infractor la aplicación de una pena
(Muñoz & García, 2004, pp. 41-42).

Al respecto, la Criminología ha estudiado la etiología del delito y el origen de la conducta


criminal desde una percepción distinta al Derecho Penal. Desde este enfoque, el origen de la
conducta criminal puede estar precedida de una circunstancia personal o una confrontación,
lo que respondería a un nuevo análisis del delito como conflicto. Esto es, que la perspectiva
criminológica, sitúa su epicentro en las conductas individuales antisociales y su impacto en

14
Fernandez Silva , Y.

el medio social, así como, de las personas afectadas por estos actos antisociales―las
víctimas―, que están por razones del hecho, íntimamente ligadas a los delincuentes (Sacoto
de Merlyn, 2016, p. 486).

Dentro de este marco, el delito es percibido en su carácter natural o social, distinguiéndole


de la interpretación jurídica que se hace de la conducta sancionada en la ley. Se parte, de que
la lesión es consecuencia de acciones específicas que se ejecutan por motivos individuales y
antisociales, circunstancias que modifican las condiciones existentes, y erosionan la moral
de una sociedad ( Ferri,1893, citado en Rodríguez, 1981, p. 5).Por ende, el aspecto moral es
un componente que debe estudiarse dentro de la criminalidad y su vinculación a factores
sociales que constituyen resortes de los eventos delictivos, alejándose de las concepciones
jurídicas del delito que despersonalizan la conducta.

Ahora bien, el estudio de la criminalidad fue teorizado por varias Escuelas de pensamiento,
que desarrollaron su propio método científico, y cuyos postulados trascienden hasta nuestros
días.

Sin embargo, antes de abordar las corrientes de pensamiento, resulta necesario mencionar a
unos de los precursores más importantes, del pensamiento jurídico penal, y también del
abordaje de otros aspectos criminológico: Cessare Beccaria, considerado un referente
universal dentro de la intelectualidad, y que destacó con la publicación de su obra colosal
¨Tratado de los delitos y las Penas¨.

El tratadista expuso en su obra y dentro del epígrafe que tituló ¨ Proporción entre los delitos
y las penas¨, que existen algunas circunstancias o situaciones conflictivas propensas a la
actividad delictiva. Planteó, que la multiplicación de la especie humana, en detrimento de los
recursos naturales existentes, reunió a los primeros grupos, y de estas colectividades se
formaron otras, que a su vez se disputaban los recursos existentes en un inicio. Es así como,
dicha disputa fue incorporando a otros intereses particulares, que provocaron la
confrontación de sus intereses con otros incompatibles, constituyendo un estímulo para la
creación de desórdenes sociales y motivando el impulso hacia los delitos (Beccaria, 2019, p.
30-40). En estas afirmaciones, se reconoce el origen de actividades incompatibles que

15
El dilema de la mediación penal…

generan confrontación y estimulan la criminalidad, lo que sin dudas constituye una actividad
reflexiva, sobre la posible asociación del conflicto con el delito.

Con respecto, a las corrientes de pensamiento, hay que señalar, que la Escuela Clásica no fue
propiamente un espacio de reunión entre sus integrantes, sino que fue resultado de la
coexistencia del algunas ideas y principios unificadores. Sus mayores aportes sobre el tópico
de estudio, fue la conceptualización del delito, considerado como un ¨ente jurídico¨, que se
entendía como una idea de relación entre el acto cometido por el hombre y la Ley. Se resaltan
además, los postulados en defensa del principio de legalidad y la concepción sobre el Derecho
Natural, aunque no existió un abordaje profundo sobre la motivación de la criminalidad
(Carrara, 1944, citado en Rodríguez, 1981, p. 236).

Los aspectos que relacionan al delito como una conducta antisocial, y la importancia de los
factores endógenos o exógenos que generan la actuación criminal del infractor, serían
abordados por otra corriente de pensamiento que dirige sus postulados a estudiar al
delincuente y los elementos que activan la criminalidad: La Escuela Criminal Positiva.

Esta corriente científica, desarrolla una nueva metodología investigativa — método positivo
de estudio del delito—, que incluye también al delincuente y el medio donde se ejerce la
delincuencia. Desde esta percepción, la criminalidad no representa únicamente la lesión a
bienes y la desobediencia de una ley; también es resultado de una conducta que altera las
condiciones que rigen en el medio social (Rodríguez, 1981). Al mismo tiempo, el delito es
entendido como un hecho humano que es consecuencia de una serie de circunstancias físicas
o sociales intrínsecas, que impulsan al individuo a delinquir, o sea, se identifican una serie
de factores internos y externos, que inciden en la conducta criminal, dentro del proceso de
interacción del individuo con el ámbito social donde se desenvuelve.

Por otro lado, la Escuela Cartográfica", "Estadística" o "Geográfica, con una orientación
sociológica, resaltó la importancia del uso de la estadística dentro del estudio de la
criminalidad, considerando que el delito como fenómeno social, es originado por varios
componentes presentes en la sociedad como el pauperismo, la situación geográfica, el clima
o el analfabetismo. Estos componentes, son detectables y determinables estadísticamente, y
predisponen al sujeto a delinquir (Quételet, 1835, citado en Rodríguez, 1981, p. 316).

16
Fernandez Silva , Y.

Los aspectos mencionados, serían retomados por la Escuela Antroposocial francesa, que
defiende la prevalencia de factores predisponentes y factores determinantes, sin los cuales el
crimen no podría presentarse. Estos elementos están presentes en el medio social, que es un
escenario propenso a la criminalidad, por consiguiente, cuando más agudas son las
desigualdades en las colectividades y Estados desorganizados, se intensifica la generación de
conflictos sociales( Lacassagne, 1878, citado en Rodríguez, 1981, p. 325). De ahí que, en la
medida que exista mayor fracción de clases sociales jerárquicamente organizadas, con metas,
valores y modelos normativos diferentes, y uno de estos grupos pretenda imponer sus puntos
vistas sobre otros, existirá mayor proclividad a la confrontación, acentúandose la
criminalidad (Vold, 1958, Turk, 1972, citados en Bergalli, Bustos, & Miralles, 1983).

Por otra parte, la cultura también se perfila como un detonante de la incidencia delictiva,
considerando que la criminalidad puede explicarse desde el análisis del conflicto cultural. En
defensa de esta línea de pensamiento se expone que, una estructura social se configura desde
varios tipos de culturas, y estas ejercen cierta influencia sobre el individuo, que le impulsa
elegir a cuál de estas se asociará(Sutherland, 1929, citado en Sacoto de Merlyn, 2016, p. 334).
De ese modo, las culturas existentes pugnarán por establecer los valores que regirán el orden
social, resultando una de ellas quien definirá el modelo conductual a seguir. Empero, esto no
significa necesariamente el acatamiento de los mismos principios y virtudes por otras culturas
arraigadas en colectividades minoritarias, puesto que, estas podrán conservan sus valores que
pudieran contraponerse a los valores instituidos por el grupo mayoritario.

De manera que, desde este enfoque investigativo, el desarrollo de la criminalidad está


precedido por la asociación a normas culturales consideradas desfavorables, y que, contrastan
con los referentes conductuales de la sociedad. Por tanto, para que se manifieste la actividad
delictiva, deberá existir un aislamiento de ciertas colectividades que les haga separarse de las
normas culturales aceptadas, resultando posible que dichos grupos minoritarios entren en
confrontación con el orden social que rige, al ignorar las reglas de conducta establecidas por
la élite en el poder (Sacoto de Merlyn, 2016, pág. 334).

Es válido señalar también, que el delito es un elemento integrante del conflicto, al que se
incorporan el derecho, reflejado en la norma, y la pena. En tal sentido, la criminalidad se

17
El dilema de la mediación penal…

patentiza, a través de la vulneración de los derechos de una persona, por otro sujeto que
ejecuta un acto reprochable reflejado en una norma penal como delito, y que provoca la
intervención de la facultad sancionadora del Estado, a través de la aplicación de una pena
(Sutherland, 1929, citado en Madrid, 2018, p. 152). Sin embargo, cuando la intervención del
Estado conlleva a la imposición de una sanción desproporcionada, el conflicto lejos de
terminarse se intensifica, tomando en cuenta que el castigo no produce el sometimiento del
infractor, sino un estado de rechazo al Sistema de Justicia penal.

Por ello, en la visión criminológica, el delito como fenómeno social, puede cobrar vida, a
partir de una perturbación en la esfera cognoscitiva respecto del ambiente social, que puede
tener carácter transitorio, accidental o estable en el individuo. Esta anomalía, será causa
probable de la predisposición a delinquir, pudiendo proyectarse como deficiencia moral,
intelectual y conductual, y puede conducir a los individuos a ejercer actos con perversidad,
por impulso, o con deficiencia para comprender el alcance de su conducta e impedir el
resultado (Ingenieros, 1913, pág. 93).

Visto lo anterior, se avizoran componentes criminógenos que activan la delincuencia, y que


impulsan a establecer los elementos de contención, que puedan contrarrestar la proclividad a
delinquir de los individuos. Para ello, un grupo de aspectos pueden ser decisivos en la
transformación del modelo conductual: la familia, el grupo social al que se asocia el
individuo; al igual que, los hábitos y costumbres que definen la entidad grupal
(Reckless,1961, citado en Serrano, 2013, p. 59).

En este sentido, puede entenderse que la perspectiva de estudios criminológicos mencionados


va dirigida al estudio de delito como hecho social, que contempla las implicaciones del sujeto
que delinque, y el medio social que reprocha su conducta. Es decir, la percepción de conflicto
impulsor o motivador de la criminalidad, no contempla el impacto que produce en la persona
que resulta víctima del hecho delictivo, ni tampoco aborda lo concerniente al conflicto
interpersonal entre la víctima y el infractor, aspecto que rige la naturaleza conflictual, y da
entrada a las modalidades no adversariales de solución de controversias.

Baste, como muestra, la preocupación de las ciencias criminológicas por el estudio del
delincuente y la etiología del delito, que aislaron a la víctima como objeto de investigación,

18
Fernandez Silva , Y.

quedando apartada por un largo período del interés de la comunidad científica, mencionando
solo en esporádicas investigaciones o publicaciones, sobre su participación como parte
indiscutible del conflicto penal. Su consagración y protagonismo, retornaría con el auge de
la Victimología como una disciplina integrante de la Criminología, aunque todavía están
pendientes estudios más abarcadores sobre el conflicto víctima -infractor, que constituye la
causa, o deviene en consecuencia del delito.

Por último, es válido destacar que el delito como conflicto interpersonal entre víctima e
imputado, se produce de manera esporádica, ya sea con anterioridad o posterioridad a su
comisión―en ambos casos la víctima se convierte en sujeto pasivo sin respuesta
discrepante—; sin embargo la propia criminalidad, genera un conflicto social, en el que se
ven reflejados, los antagonismos entre las diferentes estructuras grupales por el poder; y que
derivan en diferencias económicas y sociales, provocando un aumento de las conductas
antisociales y delictivas (Madrid, 2018, p. 153).

4.- Qué se persigue en la mediación con la suscripción de acuerdo reparatorio ¿la


solución del conflicto o del delito?

Expuestos los tópicos anteriores, toca evaluar dentro del proceso de mediación cuál es la
finalidad que se persigue con la construcción y posterior suscripción del acuerdo reparatorio,
¿resolver el conflicto, o el delito que se configura? Sobre este tema, ha habido
pronunciamientos en favor de ambas vertientes.

A favor del criterio de que la mediación responde en primer orden a la solución de delito,
algunos tratadistas plantean, que no puede obviarse que la ocurrencia de un conflicto lleva
aparejada una tipicidad delictiva, y aunque apenas se está iniciando la etapa investigativa, ya
existe una presunción, por lo que el facilitador deberá, dentro de la indagación que emana
del propio conflicto producido, avocarse a resolver el delito que se tipifica. Se agrega, que el
facilitador deberá tener un conocimiento, al menos básico, sobre los delitos, las penas y el
alcance legal que conlleva la comisión del hecho delictivo. Además, el facilitador tendrá que
respetar la presunción de inocencia del imputado, velando porque se mantenga el equilibrio
entre partes, propiciando el diálogo y cooperación entre ellos (España, 2018, p. 48).

19
El dilema de la mediación penal…

En la misma línea de pensamiento se expone, que la finalidad de la mediación, es la solución


del delito en primer orden; y si es posible resolver el conflicto, también actuar sobre este
(España, 2018, p. 315). El criterio se sustenta, en que el conflicto y el delito, son dos figuras
de diferente naturaleza. En tanto el conflicto es una confrontación de ideas; el delito es la
materialización de una conducta considerada antijurídica y tipificada en la norma penal. Por
tanto, lo que deberá resolverse con la suscripción del acuerdo reparatorio será el delito, que
constituye en definitiva la conducta que vulnera la norma, pudiendo quedar latente o no el
conflicto (España, 2018, p. 49).

Cierto es, que desde el punto de vista del Derecho Penal el delito es visualizado como una
conducta despersonalizada, reconocida en la norma y susceptible de la sanción penal; y que
el conflicto germina en una confrontación de sujetos―ya sea antes o después del delito―,
que pocas veces encuentra una culminación con la aplicación de la pena. Desde este
escenario, el Estado como titular del ius puniendi asume su derecho a castigar a través de las
instituciones de persecución y administración de justicia, con el propósito de reestablecer el
orden social vulnerado y la imposición de una sanción. Esto significa, que no se indaga sobre
la situación en que se encuentran los protagonistas del suceso, pasando desapercibido el
conflicto detonante de la conducta, o consecuencia del propio acto.

Lo anterior responde en primer orden, a que el modelo tradicional de justicia ha relegado a


la víctima dentro del proceso penal, a pesar de ser quien sufre daño o lesión hacia su persona,
derechos, o bienes. Las posibilidades que tiene el ofendido de intervenir en el proceso son
mínimas, y se reducen a la formulación de la denuncia, el ejercicio de la acción penal privada
y los procedimientos de querella. Es así como, no existe una confrontación real entre el
infractor y la víctima, considerando que el Estado es quién asume la titularidad del conflicto.
Por otro lado, existen otras conductas consideradas ¨ delitos sin víctimas, o con víctimas
difusas¨, en las que el bien jurídico protegido es de interés general y que se configura con la
puesta en peligro del bien jurídico tutelado (Hassemer & Muñoz, 1989, pp. 29-32).

Es decir, desde un enfoque jurídico y centrado en el esquema de justicia tradicional, sí puede


decirse que el objeto primordial de la mediación es resolver el delito, y restablecer en la
medida de lo posible el sentimiento de seguridad a nivel social, así como el respeto por las

20
Fernandez Silva , Y.

normas vigentes. Toca entonces analizar, si desde la perspectiva del funcionamiento del
nuevo modelo justicia alternativa, y sus herramientas de solución de controversias en material
penal, tomando como punto de partida la mediación; se mantendrá el propósito final de
resolver el delito, o si en realidad va más allá de la extinción de la acción penal.

Dicho lo anterior, hay que examinar entonces, qué motiva a un país a implementar nuevas
herramientas pacíficas de solución dentro del proceso penal, considerando que ya consta un
modelo de justicia tradicional, que dispone de recursos e instituciones dirigidas a asegurar la
persecución del delito y la administración de justicia, con un propósito ya revelado. Es decir,
¿por qué acudir a los Métodos de Solución de Conflictos1―MSC―, que postulan una
concepción diametralmente opuesta al esquema adversarial de impartición de justicia?

Un punto de partida sobre este tema, es que la mediación postula una forma no contenciosa
de solucionar las controversias, desde un discurso dialogado, que busca abandonar las
rivalidades. Ello se traduce al proceso penal, en que la mediación le concede un espacio a
ambas partes, para alejarse del clima de rivalidad que prevalece en los estrados judiciales, lo
que permitirá que puedan escucharse y construir una convenio consensuado del que se sientan
parte, sin que exista una autoridad que imponga su criterio, como sucede cuando se dicta una
sentencia (Wajsman, 2018, pp. 98-100).

Lo anterior, también tienen un impacto en la condición procesal del infractor, considerando


que a través de la mediación el imputado podrá acercarse a la víctima, conocer en palabras
del verdadero afectado, el impacto real de la conducta criminal, situación que busca
sensibilizar al imputado y concederle la oportunidad de disculparse, así como, permitirle
disminuir los efectos del delito a través de la reparación del daño en cualquiera de las
modalidades de compensación previstas en la ley. De este modo, la mediación no solo está
enfocada a la resolución del caso en concreto, sino que al involucrar a las partes hacia la
búsqueda de una solución colaborativa, se está apostando por la resocialización del infractor,
y el rescate de la víctima como protagonista del proceso penal.

1
En este sentido coincidimos con el Dr. Francisco Gorjón Gómez, en cuanto a que los MSC, no deben ser considerados mecanismos
alternativos, por el contrario, deben ser la regla dentro el Sistema de Justicia penal, y dejar lo ¨alternativo para el modelo tradicional
adversarial.

21
El dilema de la mediación penal…

Por ello, se considera que la mediación penal, parte de profundizar en las causas y
consecuencias reales del conflicto, buscando la vía más idónea para satisfacer las necesidades
personales de los involucrados. Ello podría evitar, la estigmatización que rodea a una persona
reclusa, al permitirle encontrar opciones distintas a la cárcel, tomando en cuenta que el
carácter represivo de la pena no constituye en modo alguno, un aspecto alentador hacia la
recuperación del sentimiento de seguridad y la convivencia pacífica en la sociedad (De la
Fuente, 2008) (Mazzeo, Margetic, & Erlich, 2016, p. 68).

La mencionada fórmula autocompositiva, resulta imprescindible para la superación del


episodio vivido por la víctima, y además para la toma de conciencia del ofensor, evitando
que, al no aceptar su responsabilidad, no permita comprometerse con sus consecuencias. Es
decir, es un espacio para pensar desde un lugar diferente sobre lo sucedido, y colaborar para
construir una salida (Caram, 2002).

De lo anterior puede colegirse, que la mediación además de la posibilitar la reparación del


daño y la asunción de consecuencias provocadas a través de la responsabilidad personal tiene
otros propósitos que no dejan de ser relevantes. La experiencia del diálogo permite humanizar
el proceso penal, y devolver el protagonismo a la sociedad civil, convocando a los ciudadanos
a utilizar nuevas formas de hacer justicia (Sáez, y otros, 2010), (Sáez, 2007).

Otro aspecto para tomar en cuenta de esta fórmula autocompositiva, es la significación del
acuerdo reparatorio, que resulta el elemento motivador de la tesis que defiende la mediación
como un dispositivo que prioriza el delito, antes que el conflicto. En ese sentido, este criterio
visualiza el conflicto desde un marco jurídico sin cubrir ,en su magnitud real, las necesidades
de las partes. Se intenta enmarcar la confrontación dentro del concepto penal, para intentar
restaurar los vínculos, pero ello no representa una condición para acudir a mediación, puesto
que esta figura no opera con el propósito de lograr el acuerdo reparador, sino con la mira
puesta en satisfacer las necesidades de los involucrados (Mazzeo, Margetic, & Erlich, 2016,
p. 47). Por ende, el acuerdo constituye la expresión plasmada de la autodeterminación de
las partes, que buscan cumplir sus expectativas―más allá de la solución al delito―, y
hacerse responsables del compromiso presente que asumen al arribar a un resultado por su
cuenta.

22
Fernandez Silva , Y.

En este sentido, el carácter volitivo de la mediación, y su ductilidad para que los


protagonistas, hallen una respuesta adecuada a sus necesidades individuales, es un aspecto
que permite que el convenio reparatorio no solo tenga un impacto positivo en las partes, sino
que también coadyuve a resarcir el tejido social, en el uso de la justicia de paz (Gorjón, 2015,
p. 82).

Además, los acuerdos reparatorios, pueden incluir distintas formas de compensación, toda
vez que la afectación a la víctima en la mayoría de las ocasiones rebaza los criterios
patrimoniales, considerando la angustia y vulnerabilidad que representa el sentimiento de
inseguridad. En efecto, pueden incluirse otros tipos de obligaciones —sin que ello represente
una notoria desproporción entre las asumidas por las partes—, y puede contemplarse desde
una disculpa, el compromiso de no repetición, además de las compensaciones económicas.

Es decir, el objetivo de la mediación no es el acuerdo exclusivamente, sino los activos


inmateriales, que se pueden ventilarse desde el análisis del conflicto en la búsqueda de un
resultado consensuado como pueden ser: la satisfacción, afectividad de los participantes, el
perdón, la felicidad, el reconocimiento, y la seguridad (Soler, 2018, p. 89). Igualmente, otros
aspectos de índole procesal quedan excluidos, como la victimización secundaria que sufre el
ofendido al enfrentarse a las vicisitudes del proceso penal, en aislamiento notorio desde la
posición de testigo; y también en el caso del imputado , este se evita el sufrimiento de las
penas privativas de libertad; un régimen penitenciario que aleja la posibilidad de que el
infractor se responsabilice frente a la conducta infractora, y tome conciencia sobre el respeto
a los bienes jurídicos tutelados en la norma penal(Rodríguez, 2014, p. 165).

De manera que, el proceso de mediación impulsa la libre disposición de las partes de acceder
a esta vía informal, fuera de cualquier insistencia u orden emitida por alguna autoridad. Por
lo cual, en caso de no haber acuerdo, o no ejercer su derecho de no participar en la mediación,
no tiene implicaciones procesales para el acusado, con base al principio de presunción de
inocencia.

Además, la introducción de este dispositivo invita a sostener un compromiso participativo,


que permite la disposición de la víctima ante imputado, propiciando la aceptación del
comportamiento delictivo, y la revalorización de la figura del perjudicado; más allá de la
23
El dilema de la mediación penal…

acción resarcitoria, que puede solucionarse desde el modelo tradicional, cuya extensión y
modalidad es definida por las autoridades judiciales (Sánchez, 2014, pp. 116-117).

Así mismo, la mediación constituye una nueva forma de abordar el conflicto, cuando su
manifestación se verifica a través de una conducta penalmente reprochable, y que puede
resultar alentadora para los fines prevención general y especial, así como de control social
que enarbola el Derecho Penal. En este orden de ideas, en el acuerdo de reparatorio, dotado
de una naturaleza contractual y utilidad social (Sánchez, 2014, pp. 116-117), se concretizan
los deseos de las partes, que llegaron a un punto de convergencia por medio de la
cooperación, lo que generó seguramente una transformación del conflicto más allá de
resolver la cuestión delictiva.

Por consiguiente, en la mediación se expone el conflicto a través de las pretensiones y


preocupaciones, lo que significa abordar el conflicto en su totalidad, por ello, este modalidad
autocompositiva sí persigue dar solución al conflicto derivado del delito, y la suscripción del
convenio, es la expresión genuina de la autodeterminación de sus protagonistas, sin obviar
por supuesto la materia susceptible de mediar en la legislación. En consecuencia, la
mediación puede considerarse un método que persigue la solución del conflicto, en primer
orden, y con especial atención al delito, en consonancia con el principio de legalidad, y
demás efectos que derivan del acuerdo reparatorio.

5.- Conclusiones

Como idea conclusiva, puede plantearse que delito percibido como un hecho social, es
entendido, como un conflicto interpersonal entre los protagonistas del suceso, y puede
manifestarse como un factor causante o resultante de la conducta penal. Al mismo tiempo, la
percepción de conflicto como impulsor o motivador de la criminalidad responde a individuos
con necesidades e intereses insatisfechos, activos que impulsan la delincuencia, y estimulan
la proclividad a delinquir de los individuos.

Estos aspectos, considerados resortes de la criminalidad, no han podido ser develados desde
el esquema jurídico del modelo de justicia penal tradicional, postulándose en la actualidad,
un cambio de paradigma en razón de una justicia mas participativa, a través de la

24
Fernandez Silva , Y.

implementación de dispositivos no adversariales de solución de conflictos, que le permitan a


los ciudadanos acceder a nuevas formas, menos invasivas, de gestionar sus controversias.

En este sentido, aunque el resultado que pone fin a un proceso, puede no hacer coincidir el
delito con el conflicto, la utilización en la mediación, de técnicas y herramientas
comunicativas para desentrañar la disputa, es muestra de que el interés va más allá de
discriminar delitos, o sea, es atacar el conflicto de raíz.

Por consiguiente, con la introducción de la mediación en la esfera penal, se postula una


nueva perspectiva de justicia, que contribuye a mitigar las incidencias negativas del proceso
criminal, además de robustecer las funciones rehabilitadoras y reparadora del Derecho Penal.
Es decir, la mediación permite clarificar intereses y necesidades, enmarcándose en las
inquietudes de los protagonistas, más allá de su significación en la tesitura legal de la norma,
lo que permite develar las emociones y sentimientos de los involucrados; aspectos que
constituyen atributos del conflicto y que se alejan del abordaje despersonalizado del delito.

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28
La banca especializada y universal
The specializing and Universal Banking

Edmundo Castillo Salazar,1


Universidad Americana UAM

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29-52. Recuperado de: https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/5-
revciencasjuridicasypoliticas/article/view/359.

RESUMEN ABSTRACT
El diseño legal que se haga del sistema bancario,
The legal design of the bank system, is like a
sea como banca especializada o como banca
specializing banking or as multiple banking (also
múltiple (también denominada banca comercial o
so-called commercial banking or banking of
banca de inversión), incide en el riesgo sistémico a
investment), it affects in the systemic risk to which
que podría quedar expuesto el sistema bancario en
the bank system might remain exposed in every
cada país. La experiencia del mercado
country. The experience of the American market
estadounidense sirve de ilustración, toda vez que,
was used such as illustration, every time, of a
de un previo sistema de banca múltiple, tras el
previous system to multiple banking, after the
colapso financiero de 1929, se evolucionó a un
financial collapse of 1929, grow up to a system of
sistema de banca especializada y, de ésta, hacia el
specializing banking and, of this one, towards the
sistema actual de banca múltiple, siendo ésta una
current system of multiple banking, being this one
de las causas de la crisis financiera de 2007-2008,
the causes of the financial crisis of 2007-2008,
que aún manifiesta sus efectos. Este ensayo no
which still has its effects. This essay does not try
pretende demonizar a la banca múltiple,
demonize to the multiple banking, indicating it like
señalándola como foco de inestabilidad financiera
focus of financial instability and systemic risk.
y riesgo sistémico. Por el contrario, lo que se
However, was it proposed is that whatever
propone es que, cualquiera sea el sistema
legislative system is adopted, the consequences that
legislativo que se adopte, se prevean las
could arise from each one should be envisaged and
consecuencias que podrían derivarse de cada uno y
the corresponding proceeds instituted.
se instituyan los recaudos correspondientes.

Palabras clave: Banca especializada y múltiple;


Key word: Specialized and multiple banking;
Integración y segregación de mercados
integration and segregation of financial markets;
financieros; Riesgo sistémico; Tendencias
systemic risk; international regulatory trends.
regulatorias internacionales.

1
Profesor Universidad Centroamericana UCA y Universidad Americana UAM (Managua, Nicaragua). LL.M. Georgetown University
(1992). El autor es nicaragüense, con más de veinte años de ejercicio profesional en temas bancarios, mercantiles, litigios internacionales
y arbitrales. Miembro de la firma internacional ECIJA, Castillo y Fiallos. Autor de los libros: “Derecho Bancario Nicaraguense” (Hispamer,
2016) y “Derecho de Garantías Mobiliarias” (Gutemberg, 2020). edmundocastillo@ibw.com.ni.
La banca especializada y universal.

1. Introducción

En esencia, en este ensayo se abordan una serie de interrogantes: i) ¿cuál es, o cuál debería
ser, el objeto de las instituciones bancarias?; ii) ¿si se debe acotar la extensión del objeto
social de la banca, de manera que ésta se limite a conducir las típicas operaciones de
intermediación crediticia o, por el contrario, si se le debe permitir conducir todo tipo de
actividad financiera (operaciones de intermediación crediticia, fondos de inversión,
operaciones bursátiles y hasta operaciones de seguros)?1; iii) ¿cuál de estos modelos de
organización de los mercados financieros está más expuestos a riesgos sistémicos?; iv)
¿cómo ha sido el comportamiento histórico de cada modelo? (para lo cual, se utilizará como
referente el modelo financiero estadounidense); y v) ¿cuáles son las tendencias regulatorias
internacionales en materia de integración o segregación de los componentes del mercado
financiero?

2. Desarrollo del tema

a) Nociones de Banca Especial y Múltiple:

Sin duda, en última instancia, la extensión de las operaciones bancarias permisibles, es un


asunto de políticas públicas que compete a cada Estado resolver en función de las
características propias de su mercado y de su historia financiera; esto es, decidir, mediante la
legislación pertinente, si corresponde a la banca únicamente conducir la típica función
intermediadora entre los depósitos y los préstamos; o si, por el contrario, se le debe permitir
a ésta incursionar en operaciones más sofisticadas y riesgosas, la mayoría de ellas,
relacionadas con inversiones en equity, fondos de inversión o transacciones bursátiles de
índole especulativa. Según la posición que se adopte al respecto, corresponderá calificar a la
banca como “banca especializada” o como “banca universal” (o “múltiple”).

Vemos, pues, que la distinción entre una banca y la otra responde tanto al criterio de
sofisticación de sus operaciones, como al criterio de la extensión permitida de éstas. De
hecho, la “banca especializada”, cuya denominación pareciera sugerir un mayor nivel de

1
Valpuesta Gastaminza, Eduardo. (2015). La Gestión de la Crisis Bancaria Española y sus Efectos. Editorial La Ley, Primera edición, pág.
52. Madrid, España.

30
Castillo Salazar, E.

sofisticación, en realidad, no es así, toda que la “especialización” quiere decir que tienen
proscrito, de su ámbito de actuación, todo tipo de operaciones que no sean de estricta
intermediación crediticia. En cambio, la noción de “banca múltiple”, en principio, pareciera
evocar un menor grado de sofisticación y complejidad cuando, en realidad, es todo lo
contrario; toda vez que este tipo de banca se dedica a practicar operaciones que presuponen
realizar, además de las actividades típicamente intermediadoras, actividades bursátiles y de
seguros.

Dice Valpuesta y Gastaminza:

“El principio de especialización implica que los bancos concentren su actividad en


determinados productos para ciertos clientes. De acuerdo con este principio,
tradicionalmente los bancos pueden ser “bancos comerciales” o “bancos de
inversión”. Aquéllos son los dedicados a la recepción de fondos, al préstamo a
particulares y a PYME’s; éstos serían los dedicados a la financiación de grandes
empresas, y además a las operaciones, más arriesgadas, de actuación con derivados
financieros y con instrumentos complejos.

De manera que, cuando el sistema legal permita que las entidades de crédito realicen
cualquier tipo de actividad financiera, se dice que se sigue el principio de “banca universal”:
esto es, un régimen legal en el que la banca puede ofrecer todo tipo de productos a todo tipo
de clientes, incluyendo crédito y fondos de inversión, y hasta operaciones bursátiles y de
seguros.

En cada sistema, las instituciones bancarias pueden, a su vez, limitarse aún más (v.gr. bancos
de régimen especial, limitados a intermediar créditos, que limiten sus actividades
intermediadoras a un determinado sector económico; o bancos de régimen múltiple, que
igualmente limiten sus actividades de inversión y aseguramiento a determinados sectores
económicos), destacando que lo anterior, no necesariamente pueda resultar de restricciones
legales como de políticas internas de la institución; esto es, de su plan de negocios
corporativo.

Citando nuevamente a Valpuesta Gastaminza para sustentar la opinión anterior, este dice:

31
La banca especializada y universal.

En un sistema de banca universal, por supuesto, pueden existir (y de hecho, es común


que así sea) bancos que, a su vez, se especialicen en sectores concretos (v.gr.: banca
minorista, banca industrial, etc.), pero el sistema legal sigue siendo de banca
universal”.2

En palabras de Boneo Villegas y Barreira Delfino:

Por “banca múltiple” se entiende aquellas instituciones autorizadas para actuar en el


mercado financiero, para lo cual, pueden realizar todas aquellas operaciones activas,
pasivas y de servicios que, en forma excepcional, no les sean prohibidas por la ley o
por disposición de la autoridad de regulación y control de la actividad financiera
institucionalidad.

Al concepto de “banca múltiple o integrada” se le opone el de “banca especializada”,


que consiste en determinar por ley, qué entidades pueden actuar en el mercado
financiero y qué operaciones concretas pueden realizar cada uno de los tipos de
entidad admitidos”.3

Finalmente, no debe dejar de observarse que, pese al adjetivo “especial”, esta banca en
realidad, no se limita a llevar a cabo operaciones activas y pasivas, pudiendo también
conducir operaciones neutras o de servicios; por supuesto, con exclusión de la prestación de
servicios de fondos de inversión. Lógicamente, estas operaciones neutras o de servicios no
generan ingresos a la banca tan lucrativos como los derivados de la intermediación crediticia;
por lo que, su prestación, obedece, en algunos casos, al propósito de “fidelizar” al cliente,
ofreciéndole una amplia gama de facilidades.

Con lo expuesto, pudiéramos elaborar el siguiente esquema:

2
Valpuesta Gastaminza, Eduardo: Ob. Cit. Supra, pág. 53.
3
Villegas, Eduardo y Barreira Delfino, Eduardo. (1994). Contratos Bancarios Modernos. Editorial Abeledo Perrot, Pp. 13-14. Buenos
Aires, Argentina.

32
Castillo Salazar, E.

Tabla 1: Banca Especializada


Actores únicos Operaciones Permitidas Operaciones No Permitidas
Bancos Comerciales Captación de depósitos y Actividades propias de los
colocación de créditos mercados bursátiles y de
(intermediación) seguros (es decir, no hay banca
de inversión)

Clientes: ahorristas

Tabla 2: Banca Universal


Actores Operaciones Permitidas Operaciones No Permitidas
Bancos de Inversión Captación de depósitos y n/a
colocación de créditos
(intermediación); y

Operaciones financieras
complejas Actividades propias
Clientes: ahorristas e
de los mercados bursátiles y de
inversionistas
seguros (es decir, no hay banca
de inversión).

En la Tabla 2, bajo el concepto de “banca universal”, se permite a estas entidades conducir


todo tipo de operaciones bancarias, bursátiles y de seguros; lo que es criticado –por algunos
sectores- por considerar que cada tipo de banca debería contar con un perfil diferente de
clientes. De esta forma, el ahorrista, que no quiere especular con su dinero; y el inversionista
que, con mayor apetito de riesgo, quiere especular para incrementar la rentabilidad de su
dinero.

En principio, pudiera afirmarse que, cada modelo de organización de la banca no es


ínsitamente malo o bueno. El problema se presenta, más bien, cuando –la legislación- permite
un hibridaje de los dos modelos. En tal supuesto, el banco, con los depósitos de sus ahorristas,
33
La banca especializada y universal.

incursiona en actividades financieras riesgosas y, al ahorrista, se le somete a los riesgos del


inversionista, sin estar informado o sin entender el mayor riesgo a que expone sus ahorros.

Queremos ser enfáticos en este sentido, pues no se trata de “demonizar” a la banca universal
o banca de inversión, que juega su papel positivo cuando se encauza adecuadamente en sus
propios marcos regulatorios. Lo que exponemos a continuación es el escenario inverso; esto
es, cuando se “liberan” las operaciones bancarias, sin separar a ahorristas e inversionistas, y,
paralelamente, se desregulan los mercados permitiendo la injerencia de actores no regulados
y el ofrecimiento de innovaciones financieras complejas y cuestionables.

b) Los Riesgos Sistémicos asociados a la organización y delimitación de los servicios


bancarios: 4

Con lo expuesto hasta ahora, vemos que la distinción banca universal-banca especializada no
se trata de un binomio creado, artificiosamente, a efectos de una mera exposición académica.
Por el contrario, se trata de un tema fundamental de políticas públicas y, en particular, de
ordenamiento de la actividad bancaria en un mercado determinado.

En efecto, de la manera en que –las autoridades- organicen y delimiten la prestación de estos


servicios financieros pudiera resultar efectos calamitosos para el mercado financiero de un
país y para la economía real de éste. Si bien la distinción no es patrimonio exclusivo del
mercado financiero estadounidense, por su impacto global y por su influencia cultural sobre
nuestro mercado, veamos cómo evolucionó aquél mercado en el manejo legislativo de este
tema. Para ello, sustentaremos nuestra exposición con un excelente ensayo publicado en la
“Atlantic Review of Economics” del año 2017:

Señalan los autores del ensayo5 que la evolución del sistema financiero de Estados Unidos
ha pasado por tres etapas:

4
Lin, Melissa. Ley Glass-Steagall: ¿Su Derogación causó la Crisis Financiera? Recuperada de:
https://www.toptal.com/finance/investment-bankingfreelance/ley-glass-steagall-su-derogación-causólacrisisfinanciera/es.
5
Blancas Neria, Andrés y Gómez Lira, Manuel. (2017). El Sistema de Bancos Sombra y la Inestabilidad Financiera Internacional. Atlantic
Review of Economics - Volumen 2 – 2017; Pp. 4-7.

34
Castillo Salazar, E.

1. La primera, es la etapa conocida como el “capital comercial y capital financiero”, que


puede ubicarse en el período anterior al New Deal. Durante esta etapa, la característica
principal fue que las empresas utilizaron a los bancos para obtener financiamiento
para invertir en plantas y equipos y así poder llevar a cabo su producción, con una
perspectiva de largo plazo. Este capital comercial se caracterizó por un gobierno
relativamente pequeño y una concentración creciente del poder económico en manos
de grandes corporaciones industriales e instituciones bancarias. Durante esta misma
etapa se comenzó a observar la declinación del capital comercial dando paso al capital
financiero, caracterizado principalmente por el crecimiento de la inversión realizada
por instituciones financieras en el mercado bursátil y en el mercado de bonos [es la
etapa descrita por Louis Brandeis en su clásica obra “Other’s People Money and How
the Banks Use it”, sic].
2. La segunda etapa es la del “capitalismo paternalista” surgida durante el New Deal y
al final de la Segunda Guerra Mundial. El Estado se caracterizó por crear una nueva
estructura económica intervencionista, lo que hizo al capitalismo más fuerte de lo que
nunca había sido; además de tener la característica de gozar de un banco central
menos restrictivo que en la etapa anterior. Así, se consolidó un Estado paternalista
con un gasto gubernamental que osciló cíclicamente para estabilizar el ingreso, el
empleo y las utilidades. Otra característica importante de esta etapa fue que se
comenzó a utilizar la deuda gubernamental como colateral para dinamizar aún más el
sector financiero [es la etapa conocida como la era de Keynes, que duraría hasta
inicios de la década de los setenta, sic].
3. Una tercera etapa, del denominado “capitalismo administrador del dinero o money
manager capitalism”, la cual, al decir de los autores, comenzó en la década de 1980,
cuando las innovaciones financieras tuvieron un impacto importante en el mercado
crediticio, donde también se observó un cambio de actitud tanto de empresas como
de familias con respecto a la prudencia en los niveles de endeudamiento… También
se promovió la desregulación financiera, la privatización y la consolidación del poder
del libre mercado, es decir, se reemplazaron las reformas financieras del New Deal
por la auto-regulación de los mercados financieros, delegando toda la responsabilidad
a la moral de las personas con una red de seguridad antes escenarios riesgosos.

35
La banca especializada y universal.

De esta última etapa interesa destacar que generó:

“….una estructura financiera de los administradores de dinero que se basó


principalmente en los Fondos Mutuos y los Fondos Fiduciarios, de ahí el calificativo
de money manager capitalism. Estos fondos surgieron cuando los beneficiarios
delegaron la administración de su riqueza a otro agente, es decir, a un administrador
de dinero (money manager). Estos Fondos Mutuos y Fiduciarios comenzaron a ver
incrementada su relación de poder, lo que cambió para siempre el comportamiento de
las economías capitalistas. Así, los ahorradores individuales y poseedores de riqueza
comenzaron a tener posiciones dentro de Fondos Mutuos, Fondos Fiduciarios y
también Fondos de Pensiones, administrados por profesionales enfocados en
maximizar los retornos incrementando flujos de efectivo a través de la apreciación de
activos, aumentando el retorno total de los portafolios de inversión, convirtiéndose en
el único criterio para evaluar el desempeño de dichos administradores. En el pasado,
el inversionista de bonos y acciones comúnmente invertía su propio dinero; ahora, a
una escala mayor, el inversionista es un administrador de fondos que realiza
actividades financieras con el dinero de otras personas”.6

Este cambio de paradigma, sin duda, contribuyó a aumentar la exposición de la banca al


riesgo de grandes pérdidas; escenario que podría agravarse cuando, como señalamos, se
permite a las instituciones bancarias conducir actividades de fondos de inversión con el
dinero de los ahorrantes o depositarios. De ahí que el tema de la organización y delimitación
de las operaciones permitidas a la banca, se trata de un asunto muy serio, en lo que hace a la
exposición de la banca a riesgos sistémicos; esto es, a riesgos que transciendan a una
institución bancaria afectando a terceras instituciones, a manera de un efecto dominó.

¿Cómo se llegó a ese escenario? ¿Qué medidas legislativas se produjeron para hacer la
transición de la banca especializada a la banca universal? Lo exponemos en la siguiente
sección.

6
Blancas Neria, Andrés y Gómez Lira, Manuel: Ob. Cit. Supra, pág. 5.

36
Castillo Salazar, E.

c) Evolución legislativa del mercado financiero estadounidense:

1. La Ley Glass-Steagall de 1933: Separación de la Banca Comercial y de la Banca de


Inversión.

En los Estados Unidos de América, desde sus inicios, las instituciones bancarias se
desarrollaron bajo el sistema de la banca múltiple o universal; lo que significaba que los
bancos podían realizar indistintamente desde simples operaciones crediticias (intermediación
clásica) hasta complejas y sofisticadas operaciones financieras, bursátiles, incluyendo
inversiones empresariales.

Dicho sistema cambió radicalmente cuando se introdujo la distinción entre la banca


especializada y la banca universal, prohibiendo a las primeras realizar operaciones propias
de las segundas y viceversa. Nació así la distinción entre los “bancos comerciales” y los
“bancos de inversión”, destacando que, a estos últimos, les estaba vedado captar depósitos
de ahorro del hombre común, toda vez que, por su giro de negocios, se dedican a invertir en
productos financieros de alto riesgo.

¿A qué se debió el cambio de paradigma? Al “crack” de 1929, que produjo el colapso


financiero de muchos bancos y con ello, el pánico del público al no poder retirar sus depósitos
de ahorro.

En ese entonces, se condujeron investigaciones oficiales para determinar la causa de la


crisis, evidenciándose que las instituciones bancarias (que, como señalamos, operaban bajo
el sistema de banca universal), habían realizado inversiones en valores de alto riesgo e
invertido en empresas de giro comercial, incurriendo en grandes pérdidas y conflictos de
intereses. ! Y todo lo anterior, lo habían realizado con los depósitos bancarios de sus
clientes ¡quienes buscaban ahora, desesperadamente, la devolución de sus ahorros para
paliar las consecuencias del desempleo!

En ese contexto, la Administración entrante -de Franklin D. Roosevelt-, se propuso


restablecer la confianza del público en los bancos y reactivar el ahorro para capitalizar
emprendimientos empresariales en otros sectores. La premisa gubernamental fue la de que,

37
La banca especializada y universal.

sin un adecuado nivel de depósitos bancarios, no podría haber créditos productivos


suficientes para salir de la crisis. Para ello, Roosevelt impulsó una serie de medidas
legislativas con el objeto de que aumentase el nivel de los depósitos y, consecuentemente,
el nivel del crédito. Entre otras medidas, impulsó las siguientes:

- La adopción de la Ley “Emergency Banking Act” (1933), por la que se ordenó el cierre
temporal de los bancos de todo el país, con el objetivo de evitar el retiro masivo de los
depósitos bancarios por parte de una población en pánico, derivado del colapso
sucedáneo de los bancos (efecto dominó). Posteriormente, la Administración, reabrió
aquellos bancos que se consideraban estar en posición de ofrecer garantías en respaldo
de los depósitos, y declaró que, en lo sucesivo, el Gobierno respaldaría -con fondos
federales-, dichos depósitos.
- La adopción de la Ley Glass-Stiegall (1933) que, como señaláramos, además de separar
la banca de inversión de la banca de comercial (prohibiendo a los primeros la captación
de depósitos y a los segundos la toma de riesgos no prudenciales), impuso montos
máximos a las tasas de interés que los bancos podían ofrecer por los depósitos
bancarios, con el objeto de evitar prácticas predatorias entre éstos o de contribuir a la
estabilidad de éstos. En efecto, dada la naturaleza riesgosa de las operaciones realizadas
por las instituciones bancarias, el artículo 21 de la ley de comentario, estipuló que los
bancos de inversión no podían recibir depósitos del público, y el artículo 16, prohibió
a los bancos comerciales invertir en acciones, suscribir y negociar en valores (con
algunas excepciones, como los denominados “valores elegibles para los bancos”).

Estas dos leyes no sólo permitieron a los Estados Unidos restablecer la funcionalidad de su
sistema financiero colapsado, sino que también establecieron las sendas por las transitarían,
en un futuro, los sistemas financieros de terceros países; esto es: i) el sistema de garantía de
depósitos, otorgado por el Estado; y ii) la distinción entre banca especializada y banca
múltiple.

La separación de las instituciones bancarias, en diferentes segmentos, si bien fue inicialmente


recibida con entusiasmo por la banca, progresivamente, con el tiempo, fue siendo puesta en

38
Castillo Salazar, E.

entredicho, calificándola como un verdadero obstáculo a la rentabilidad de las instituciones


bancarias:

“En un principio, los bancos comerciales se encontraban en una situación tan mala en
cuanto a depósitos obtenidos, que realmente necesitaban algún tipo de cambio
drástico que les devolviese la confianza de los inversores. Por ello, aunque hubo
polémica, cualquier medida era buena para ellos. La imposición de la ley y el hecho
de que Roosevelt calificase ciertos bancos como “seguros” (además de garantizar los
depósitos a la población en caso de impagos), provocaron que el dinero empezase a
fluir de nuevo hacia los bancos. Un movimiento que, en su momento, los bancos
agradecieron, aunque probablemente no pensaban que duraría 66 años. Poco a poco,
los bancos comerciales se fueron dando cuenta de que perdían márgenes respecto a
sus competidores europeos (entre otros), y respecto a los bancos de inversión, que
tenían libertad absoluta para invertir con riesgo…”,7 y por ende, con mayor
rentabilidad.

2. La Ley Gramm-Leach-Bliley de 1999. Banca de Servicios Múltiples:

En general, se adujo que, al separar la banca comercial de la banca de inversión, se había


afectado la creatividad de los bancos comerciales, separándolos de los equipos de banca de
inversión, tenidos como los que verdaderamente estimulan la innovación financiera. Las
instituciones bancarias -que fungían como fondos de inversión- aducían también

“…la necesidad de asociarse con bancos comerciales, cuyos balances solían ser más
grandes y saneados que los de los propios bancos de inversión... [Por lo que el
levantamiento de las restricciones, sic] les proporcionaría tanto el acceso a nuevos
fondos, como la posibilidad de expandir su rango de productos, añadiendo clientes
minoristas y llegando a un porcentaje muy alto de la población”.8

7
De Bergia Sada, Francisco. (2014). La Ley Glass-Steagall: Origen, Aplicación y Derogación. Facultad de Ciencias Económicas y
Empresariales. Universidad Pontificia Comillas. Madrid, España.
8
De Bergia Sada, Francisco: Ob. Cit. Supra, pág. 17.

39
La banca especializada y universal.

En consecuencia, la vieja Ley Glass-Steagall, que tan buen servicio habría brindado a la
sociedad estadounidense y a su mercado crediticio y financiero, fue dergada por la Ley
Gramm-Leach-Bliley en el año 1999. De hecho, para ese entonces, la ley derogada ya había
sido objeto de sucesivas enmiendas destinadas a incorporar excepciones a su texto original
para acercarse, progresivamente, a un sistema de banca múltiple.

3. Consecuencias de la derogación de la Ley Glass-Steagall en la crisis financiera del


año 2007-2008:

La derogación de la ley Glass-Steagall, además de ampliar el ámbito de las operaciones


bancarias, mediante la incorporación de actividades bursátiles ampliamente especulativas,
provocó también que las instituciones bancarias, para posicionarse mejor en este nuevo
escenario, iniciaran un período de mega-fusiones. A tal punto que, los seis mayores bancos,
aumentaron sus activos de aproximadamente el 20% del PIB en 1997, a más del 60% del
PIB en 2008.9

Seguidamente, las mega-instituciones bancarias emergentes, en un mercado inundado de


liquidez por las bajas tasas mantenidas por la Reserva Federal, comenzaron un proceso
frenético de otorgamiento de créditos de consumo y/o de inversión en activos financieros
“novedosos”, “poco conocidos” y de “alto riesgo”, consistentes en carteras titularizadas de
créditos hipotecarios indebidamente calificados en cuanto al riesgo que representaban. De
forma que, cuando estalló la burbuja inmobiliaria, el valor de los inmuebles se desplomó y
los miles de consumidores que tomaron préstamos (compelidos por las bajas tasas de interés
y el afán consumista) advirtieron que el costo financiero de sus hipotecas excedía el valor
de sus propiedades.

En efecto, según la Comisión de Investigación sobre Crisis Financiera (FCIC), el


porcentaje de prestatarios que incumplieron sus hipotecas meses -después de otorgado el
préstamo- casi se duplicó entre el año 2006 y finales del 2007.

9
Lin, Melissa: Ob. Cit. Supra.

40
Castillo Salazar, E.

Todo lo anterior, originó –en los Estados Unidos de América- el debate ulterior en torno a
si la derogación de la Ley Glass-Steagall llevó a la desastrosa crisis financiera de los años
2007-2008.

La cuestión se sigue discutiendo con argumentos en sentido contrario:

- Por un lado, se dice que Citigroup (que no era un banco de inversión), eventualmente
requirió el mayor rescate financiero de la historia, por un monto de $476.2 billones de
dólares por parte del gobierno (y los contribuyentes), minando así la credibilidad, según
la cual, la derogación de la Ley Glass-Steagall habría causado la crisis financiera.
- Por otro lado, sin embargo, se señala que la mayoría de las instituciones colapsadas
(“demasiado grandes para fallar”) eran, en realidad bancos de inversión o compañías
de seguros puras, y no bancos universales metidos a bancos de inversión (por ejemplo,
Lehman Brothers, Bear Stearns, Merrill Lynch, AIG).
- Finalmente, se señala también que, desde antes de la derogación de la Ley Glass-Stegall
los bancos comerciales hacían todas estas actividades de inversión en los años 60 o,
incluso, antes de que el Sistema de la Reserva Federal (Fed) y las decisiones de la corte
de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) comenzaran a aflojar las estructuras
de la Ley Glass-Steagall.

En general, si bien pareciera no existir consenso respecto del impacto de la derogación de


la Ley Glass-Steagall, sí hay consenso respecto de que, su derogación, fue uno de los tantos
factores que impulsó una cultura de excesiva toma de riesgos de parte de entidades que,
por las mega-dimensiones adquiridas, se sentían inmunes a colapsar (o actuaban en la
creencia que el Gobierno estaba obligado a rescatarlas para no producir un efecto sistémico
en la banca).

El tema de fondo pone en perspectiva la importancia que, para la rentabilidad de las


instituciones bancarias, la seguridad de los depósitos, y la estabilidad del sistema
financiera, presupone una correcta y adecuada organización y delimitación legal de los
sectores bancario y bursátil.

41
La banca especializada y universal.

d) Ventajas y desventajas del sistema de Banca Especializada:

Sin mayor discusión, podemos afirmar que el sistema de banca especializada ofrece las
siguientes ventajas:
- Menor exposición de las instituciones bancarias a pérdidas súbitas y de mayores
proporciones a las que podrían esperarse de la tradicional intermediación crediticia,
sujetas a una gran cantidad de regulaciones prudenciales (v.gr.: Límites de concentración
individual del crédito; estricta regulación de créditos a partes relacionadas; calificación
de cartera de crédito, constitución de provisiones contables en dependencia de la
calificación de la cartera, constitución de provisiones por bienes adjudicados, etc.).
- Respaldo de los depósitos bancarios por el Estado, o por un sistema de garantía
organizado por el Estado, pero capitalizado por las mismas instituciones bancarias.
- Menor exposición del sistema financiero a riesgos sistémicos (sin perjuicio que, en última
instancia, la exposición al riesgo dependa de la administración del propio banco).

Los autores uruguayos, Boneo Villegas y Barreira Delfino, por otra parte, señalan las
siguientes desventajas:

- La especialización no permite dotar a las instituciones autorizadas de la estructura y


operaciones que les permita lograr el mejor cumplimiento de su función de
intermediación financiera, en condiciones más sanas y sólidas, de modo de obtener por
esa vía la mejor contribución de la banca al financiamiento del desarrollo económico y
social del país [algo así como que, la banca especializada adolece de sofisticación y
rentabilidad, sic].
- La especialización impide a las instituciones contar con instrumentos diversificados de
captación y canalización de los recursos por su falta de flexibilidad para adaptarse a las
condiciones y exigencias de la plaza financiera, así como a las demandas de crédito de
todos los sectores de la economía y la comunidad.
- La especialización impone barreras normativas que restringen los accesos a las distintas
variantes operativas, afectando la competitividad, eficiencia y modernidad del sistema
financiero.

42
Castillo Salazar, E.

- La especialización conspira contra la correcta distribución y asignación de recursos entre


todos los estamentos de la economía, sin distinción de niveles, objetivo que es esencial
en todo sistema financiero que se aprecie de estar al servicio de la economía y el interés
nacional.10

e) Ventajas y desventajas del sistema de Banca Universal:

Del sistema de banca universal se afirma que permite:

- Realizar –por cuenta propia- transacciones financieras y bursátiles, así como invertir en
empresas comerciales (con o sin sujeción a límites de participación accionaria).
- Mejorar la fidelización de la clientela, al ofrecer un mayor conjunto de servicios debido
a que puede actuar –por cuenta propia-, en los tres mercados financieros (bancario,
bursátil y de seguros).
- Mejorar la flexibilidad en la estrategia de negocios, lo que le permite redireccionarse a
otros productos o tipos de clientes.11
- Gozar de mayor rentabilidad, como consecuencia de las afirmaciones anteriores.

El lado oscuro de toda esta luminosa caracterización es que la banca universal está expuesta
a mayores niveles de riesgo, debido a que realiza transacciones financieras más riesgosas y
especulativas. Lo que, como apuntamos en la sección precedente, puso a la banca de
inversión en la picota, siendo objeto de críticas tanto en la academia como ante el gran
público. Así, se dijo:

“…La crisis financiera y luego económica gestada en 2007/2008 pondría en tela de


juicio la conveniencia de seguir manteniendo esta diversidad adoptada por las
entidades bancarias, llegándose a hablar incluso de la desaparición lisa y llana de la
banca de inversión en el futuro”.12

10
Villegas, Eduardo y Barreira Delfino, Eduardo. (1994). Contratos Bancarios Modernos. Editorial Abeledo Perrot, Pp. 13-16. Buenos
Aires, Argentina.
11
Valpuesta Gastaminza, Eduardo: Ob. Cit. Supra, Pp. 53-54.
12
Kabas de Martorell, María Luisa. (2011). Tratado de Derecho Bancario. Rubinzal-Culzoni Editores, Primera Edición, 2011, pág. 45.
Santa Fe, Argentina.

43
La banca especializada y universal.

f) Filiación del Sistema Bancario Nicaragüense:

A manera de recapitulación: En relación a la banca especializada y a la banca múltiple,


Valpuesta Gasteminza afirma:

“…la banca comercial recibe dinero de los depósitos, y por ello no puede negociar
con el mismo por cuenta propia en actividades arriesgadas; además, al estar
garantizados los depósitos por el sistema de garantía que esté establecido en cada país,
no sería justo mantener con tal sistema las pérdidas ocasionadas por una inversión de
riesgo del banco. En cambio, la banca de inversión no se financia básicamente con el
dinero de los depositantes, sino con bonos y otras formas de captación de fondos
destinadas a otro tipo de clientes, de forma que la devolución de tales fondos no está
cubierta por el fondo de garantía, y la inversión puede ser más arriesgada”.13

Es procedente preguntarse ahora: ¿sigue nuestra legislación el modelo de banca especializada


o de banca múltiple? O dicho en otros términos: ¿pueden nuestras instituciones bancarias
realizar inversiones con fondos ajenos, como parte de su giro de negocios?

En nuestro “Derecho Bancario Nicaragüense” expresamos, sin reservas, la opinión según la


cual, nuestra legislación bancaria, seguía el modelo de banca universal o múltiple.14

En tal ocasión, fundamentábamos nuestra opinión, en el artículo 2 de la Ley N° 561 (en lo


sucesivo, Ley de Bancos), el cual establece que las instituciones bancarias de nuestro país,
pueden realizar tanto “operaciones de intermediación” (operaciones activas y pasivas) como
“prestar servicios financieros” (operaciones neutras o de confianza). En tal sentido,
señalábamos que: i) el artículo 43, establecía las operaciones pasivas (o de captación de
depósitos); ii) el artículo 53, listaba las operaciones activas (o de financiamiento); y iii) el
artículo 54, listaba las operaciones activas o neutras.

Adicionalmente, destacábamos que –bajo nuestro ordenamiento jurídico-, salvo algunas


pocas prohibiciones, expresas y taxativas que se desprenden de la Ley N° 561 (que prohíbe

13
Valpuesta Gasteminza, Eduardo: Ob. Cit. Supra, pág. 54.
14
Castillo Salazar, Edmundo. (2017). Derecho Bancario Nicaragüense. Editorial Hispamer, Primera edicíon, Pp. 37-38. Managua,
Nicaragua.

44
Castillo Salazar, E.

a los bancos adquirir acciones en otras sociedades salvo por dación en pago y/o adjudicación
judicial; brindar servicios propios de los almacenes generales de depósito; y realizar
operaciones propias de las sociedades de seguros (art. 57, incisos 1, 7 y 8), las instituciones
bancarias podían realizar, inclusive, operaciones que se aproximaban bastante a las propias
del mercado bursátil, tales como:

- Art. 53, inciso 10: Participar en el mercado secundario de hipotecas (de hecho,
prácticamente inexistente en nuestro medio). Expresión un tanto ambigua, que permitiría
concluir que nuestras instituciones bancarias tanto pueden titularizar carteras crediticias
como adquirirlas a través de los mercados bursátiles del país y ¿por qué no en terceros
países?
- Art. 53, inciso 10: Efectuar operaciones de titularización de activos (también,
prácticamente inexistente en nuestro medio).
- Art. 52, inciso 12: Negociar por cuenta propia o de terceros contratos de futuro,
operaciones y productos financieros similares; así como toda clase de valores mobiliarios,
tales como; bonos, cédulas, participaciones y otros.

En esta oportunidad, sin haber ocurrido ningún cambio en la legislación, manifestamos


nuestras reservas respecto de nuestra opinión anterior. Y hasta nos atrevemos a preguntarnos
si, por el contrario, en nuestro derecho, rige más bien una suerte de sistema mixto o, si se
prefiere un sistema de banca especializada “impuro” o un sistema de banca universal
“impuro”. Las razones serían las siguientes:

- Las instituciones bancarias son autorizadas para conducir operaciones pasivas (lo que es
propio de la banca especializada); depósitos que son respaldados por el Fondo de Garantía
de Depósitos (FOGADE).
- Las instituciones bancarias no pueden tener participación accionaria en sociedades que
no sean instituciones financieras reguladas y supervisadas (lo que también es propio de
la banca especializada).
- Las instituciones bancarias no pueden realizar actividades propias de las sociedades
aseguradoras (lo que también en propio de la banca especializada).

45
La banca especializada y universal.

- Pero, también es cierta que –esa misma legislación- faculta a las instituciones bancarias
(sin excepción) para realizar las transacciones financieras autorizadas bajo los artículos
52 y 53, lo cual, pareciera ser contrario al modelo de banca universal, aproximándose –
más bien- al sistema de la banca múltiple.

g) Comportamientos en otros mercados:

Concluyamos esta sección señalando que, todo lo antes expuesto, se hace con fundamento
en la historia reciente de los mercados bancarios y bursátiles estadounidenses; los cuales,
no son necesariamente duplicables en otros ámbitos geográficos, que responden a otras
tradiciones y realidades.

En Europa, por ejemplo, a nivel comunitario, existe la Directiva 2013/36/UE (y su


Reglamento 575/2013), ambos, del 26 de junio de 2013, relativos tanto al acceso a la
actividad de entidades de crédito como a la supervisión prudencial de las entidades de
crédito y las empresas de inversión. La tradición europea se adhiere al sistema de banca
universal.

Este sistema, como vimos, permite a las entidades de crédito (equivalente a la banca de
depósitos o comercial) “actuar en los mercados de valores como empresas de servicios de
inversión, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia”. Si bien, en lo que respecta a la
prestación de servicios de aseguramiento, debe señalarse que éstos no son permitidos a los
bancos, sin perjuicio de que se les permita tener participación accionaria en las sociedades
de seguros.15

h) Tendencias Regulatorias Mundiales:

Como señalamos anteriormente, el tema de la separación o integración de las actividades


bancarias y bursátiles está lejos de ser zanjado en el plano internacional. Más aún, el debate
se agudiza con el argumento de que la pretendida separación no existe en los países europeos,
donde no ha habido un colapso del sistema financiero debido a ello.

15
Valpuesta Gastaminza, Eduardo: Ob. Cit. Supra, pág. 59.

46
Castillo Salazar, E.

En efecto, en muchos países europeos no existe la separación entre la banca de inversión y


la banca comercial, por lo que los bancos pueden ofrecer todo tipo de servicios
conjuntamente. La circunstancia de que esta conjunción de servicios no se haya traducido
en un factor de inestabilidad en el sistema financiero europeo, la atribuye –De Bergia Sada-
al hecho de que: “…la cultura bancaria estadounidense era, y aún es, de las más agresivas
que podemos encontrar”. 16 El problema, por lo tanto, pareciera ser más de índole de cultura
corporativa, que un problema inherente a la actividad misma.

La discusión es de suma relevancia, toda vez que el tema de la universalidad de los servicios
bancarios versus la especialidad de los mismos, no pertenece al patrimonio del pasado.

Refiriéndose a las características de los modernos mercados financieros, Ethiopis Tafara, Ex


director de la Oficina de Asuntos Internacionales de la U.S.Securities and Exchange
Commission, en un ensayo escrito para el Virginia Journal of International Law, afirmó que,
además de la globalización y de la creciente competencia internacional, existía una tendencia
a la “…eliminación de las diferencias históricas que han separado a los actores, los productos
y los servicios financieros”;17 lo que –de consolidarse- exigiría un cambio en la regulación y
supervisión tradicional de ambos sectores. Adicionalmente, la globalización de los mercados,
exigiría también de una estandarización internacional de las mejores prácticas corporativas.

La opinión anterior es compartida por los tratadistas españoles de la Cuesta Rute y Valpuesta
Castaminza; o al menos, así se desprende de la edición del año 2007 de su obra conjunta
“Contratos Mercantiles”. En dicha oportunidad, los autores afirmaban que, paralelamente a
las operaciones bancarias, se vendrían desarrollando “actividades parabancarias”, “…en
virtud de las nuevas exigencias de los usuarios financieros y del ensanchamiento paulatino
del objeto social de las entidades financieras tradicionales, que persiguen aumentar el margen
de beneficio por la intermediación financiera y dado el nuevo concepto de prestación integral
de servicios versus precisamente aquélla; la simple intermediación”.

16
De Bergia Sada, Francisco: Ob. Cit. Supra, pág.18.
17
Tafara, Ethiopis. (2013). The Man Who Shot Liberty Valance: The Future of Financial Regulations. 54 Virginia Journal of International
Law , Pp. 1-2.

47
La banca especializada y universal.

Destacamos el año de la edición de la obra de comentario, por cuanto, con posterioridad, se


produjo la crisis financiera de 2008 (precisamente por esta ampliación de operaciones
permitidas a la banca); lo que nos deja la duda sobre la posición al respecto de los
renombrados autores españoles, en posteriores ediciones de su obra. En cualquier caso, no
estamos de acuerdo con la expresión “actividades parabancarias” –de la que se hacen eco los
autores de comentario-, entendidas, como “…algo que se parece a lo que está dentro de la
lista de actividades que son bancarias en un momento determinado, pero todavía no están
sujetas de otra manera al control de la Administración”. .

La categoría antes descrita (en términos un tanto de gestación), nos parece equívoca, toda
vez que se presta a que los bancos transgredan el coto de operaciones bancarias que,
legalmente, les son permitidas. No existe tal idea como la cristalización de operaciones
bancarias. Aquí no hay usos bancarios que valgan; toda vez que la única posibilidad de
ampliar el ámbito de las operaciones bancarias permitidas es por voluntad del legislador. Y
es que la reserva legal existente respecto de las operaciones bancarias opera en una doble vía:
excluyendo a intrusos del sistema (banca en la sombra) y delimitando el ámbito de actuación
de las instituciones bancarias. Lo que no impide que, por resolución administrativa del ente
supervisor, se pueda autorizar un tipo de operación bancaria no tipificada en la ley.18

Estas nuevas exigencias del mercado, impondrían una tendencia a la progresiva integración
de lo que, hasta entonces, han venido operando como sectores financieros más o menos
independientes entre sí: el mercado crediticio (banca), el mercado de inversiones (valores) y
el mercado aseguraticio (seguros):

“En efecto, esta percepción totalitaria del fenómeno, que parte del mercado en el que
se negocian los ahorros de los agentes económicos con excedentes de recursos…hacia
los agentes económicos con necesidad de recursos… directamente o a través de
intermediarios, se debe a que el referido lugar de intercambio está compuesto de
forma compleja, toda vez que –en grandes líneas- comprende, como se ha
relacionado, al sector bancario (mercado de crédito), al sector bursátil (mercado de

18
De la Cuesta Rute, José María y Valpuesta Castaminza, Eduardo. (2007). Contratos Mercantiles. Editorial Bosch, Primera edición, pág.
24. Barcelona, España.

48
Castillo Salazar, E.

valores) y al sector asegurados (mercado de seguros); sectores que se encuentran


íntimamente relacionados, siendo prácticamente interdependientes, dada la evolución
financiera sufrida en las últimas décadas, condición que hace técnicamente inútil su
separación conceptual, más o menos justificada, con base a motivos académicos o
dogmáticos que no se ajustan a la realidad”.19

Lo que equivale a afirmar, en términos menos elípticos, que la realidad de la progresiva


integración de los diferentes mercados financieros (bancarios, bursátiles y de seguros),
obligará a abandonar la dicotomía (banca especializada y banca universal), para reemplazarla
por un sistema de banca universal.

En lo que hace específicamente a los desafíos regulatorios resultantes de esta tendencia


integradora de los mercados financieros (bancario, bursátil y de seguros), es de destacar que,
cualquier revisión futura que se haga de las regulaciones, debe partir de la comprensión de
que, la filosofía regulatoria, es completamente distinta en estos sectores. En efecto:

- La regulación bancaria, se preocupa por el riesgo prudencial que tomen los bancos, en
aras de la seguridad de los depósitos bancarios; por lo cual, la normativa exige el
mantenimiento de adecuados niveles de capital y la constitución de provisiones ante los
riesgos contingentes (calce de liquidez, encaje bancario, riesgo de crédito, etc.). Todo lo
anterior, con miras a prevenir el máximo temor, en este sector, cual es, el “riesgo
sistémico”, o riesgo del contagio que un banco “en problemas” pueda producir en el resto
de las instituciones bancarias.
- La regulación bursátil, por el contrario, sabe que su cliente es otro (no un simple usuario
que quiere poner a salvo sus depósitos de ahorro), sino un inversionista que, en forma
consciente y deliberada, ha decidido realizar una especulación financiera y, por ende,
riesgosa. De ahí que la normativa de este sector se preocupe de la rigurosa y oportuna
revelación de toda la información financiera relevante, previa o ulterior, que las
sociedades emisoras de títulos deban brindar a los tomadores de títulos (contenida tanto

19
De la Cuesta Rute, José María y Valpuesta Castaminza, Eduardo: Ob. Cit. Supra, pág. 32.

49
La banca especializada y universal.

en el prospecto informativo concomitante a la emisión, o en hechos relevantes


posteriores).

Siguiendo con Tafara, éste nos dice:

"Tradicionalmente, los reguladores bancarios se han centrado en la regulación


prudencial, mientras que los reguladores de valores se han centrado en la divulgación,
la transparencia y la aplicación ... Mientras que la regulación bancaria está diseñada
para controlar y, hasta cierto punto, suprimir la toma de riesgos, las regulaciones de
valores, en marcado contraste, están diseñadas para facilitarlo. En el financiamiento
de actividades económicas que conlleva riesgos sustanciales, la declaración
tradicional de los reguladores de valores, es decir, la divulgación, la transparencia y
los rigurosos esfuerzos de aplicación para combatir el fraude y el abuso de la póliza,
tienen una ventaja comparativa sustancial sobre las declaraciones reglamentarias
bancarias. Como se mencionó anteriormente, el fracaso es una parte esencial del
proceso innovador. Pero eso es precisamente lo que los bancos deberían tratar de
evitar”.20

En el mismo sentido, Farhi y Tirole, para quienes:

“La banca tradicional se basa en cuatro pilares: el banco comercial o minorista, que
presta a pequeñas y medianas empresas; está supervisado de manera prudencial y, a
cambio, tiene acceso a la liquidez pública y al depósito de seguros. Está dirigido a los
"inversores especiales", que desean un vehículo líquido para sus ahorros, y para los
"prestatarios especiales", siendo éstas las pequeñas y medianas empresas que
necesitan una estrecha supervisión para garantizar el financiamiento. Otros inversores
y prestatarios tienen acceso y recurren a los mercados financieros. "Tradicionalmente,
otras instituciones financieras se han dejado sin regulación y no pudieron reclamar el
acceso al seguro de depósitos y la liquidez pública."21

20
Tafara, Ethiopis: Ob. Cit. Supra, pág. 5.
21
Farhi, Enmanuel y Tirole, Jean. Shadow banking and the Four Pillars of Traditional Financial Intermediation. Recuperado de:
scholar.harvard≥farhi≥publications.

50
Castillo Salazar, E.

Por lo anterior, si fuera a confirmarse esta supuesta tendencia, que pasaría por la integración
de los servicios de banca de depósitos y de banca de inversión, los reguladores enfrentarán
un agudo desafío en el que deberán acomodar instituciones, clientes y productos totalmente
disímiles. Y todo lo anterior, sin olvidar las duras lecciones resultantes del pasado. Sin
embargo, parafraseando a Galbraith, “…hay pocas áreas en la conducta humana en la cual,
la historia, cuente tan poco como en el mundo de las finanzas”.22

3. Conclusiones

Finalmente, concluyamos señalando que el propósito de estas reflexiones es no sólo brindar


orientaciones conceptuales e históricas a los formuladores de políticas públicas en nuestro
país sobre esta temática (v.gr.: creando conciencia de las implicancias de cada modelo),
sino también invitar -al foro- a discutir sobre los fundamentos científicos de nuestro
Derecho bancario, para su mejoría cualitativa; por supuesto, sin desconocer que este
Derecho responde, en última instancia, a imperativos políticos y condicionalidades
externas.

Bibliografia

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Inestabilidad Financiera Internacional. Atlantic Review of Economics - Volumen 2.
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De la Cuesta Rute, José María y Valpuesta Castaminza, Eduardo. (2007). Contratos
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22
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Efectos. Editorial La Ley, Primera edición. Madrid, España.

52
Cuestiones generales del delito fiscal 1
General issues of fiscal crime

Diego Fernando, Palomino-Flórez2


Universidad de Sevilla, España

Como referenciar este artículo:


Palomino-Flórez, D., F. (2019). Cuestiones generales del delito fiscal. Revista Ciencia Jurídica y
Política, 53-71. Recuperado de: https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/5-
revciencasjuridicasypoliticas/article/view/360.

RESUMEN ABSTRACT

El trabajo presenta un estudio sobre el objeto The work presents a study about object of
de protección del delito fiscal, así como la protection of the tax crime, as well as the
determinación de los autores y otros determination of the authors and other
participantes en el delito, y quién debe participants in the crime, and who must be
considerarse afectado. Esto, teniendo en considered to be affected. Taking into account
cuenta la complejidad del fraude fiscal debido complexity of the tax evasion due to
a implicaciones económicas, tributarias y economic, tributary and administrative
administrativas, entre otros. implications, between others.

Palabras clave: Objeto de protección jurídica, Keywords: Object of legal protection, tax
fraude fiscal, autores y partícipes, afectados, fraud, perpetrators and participants, affected,
víctima. victim.

1
El presente texto es un fragmento revisado y actualizado del Trabajo de Fin de Máster “Deber de contribuir y fraude fiscal” presentado
para el Máster Oficial en Derecho público (2017) de la Universidad de Sevilla, bajo la dirección de la Profa. Dra. Ana LUQUE CORTELLA.
2
Máster en Derecho público y estudiante de doctorado en Derecho en la Universidad de Sevilla, España. Correo electrónico:
abgdiegopalominoflorez@outlook.com.
Cuestiones generales del delito fiscal.

1.- Introducción

Para determinar que se está en presencia de un delito, es necesario que se verifique la


existencia de ciertos parámetros jurídico-normativos conforme a presupuestos legales y
dogmáticos. A través de tales criterios, es posible definir cuándo el comportamiento de una
persona constituye o no un delito. Estos elementos funcionan como una especie de “puzzle”,
en el que sus piezas deben ser colocadas en su totalidad y de una determinada manera para
comprobar la figura delictiva ante la que nos encontramos; se trata de los conceptos de
conducta, tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad y punibilidad, los cuales, deben concurrir
para la imposición de una pena1.

De esta forma, lo primero a verificar es la existencia de una conducta: si una acción u


omisión, o mejor, «si un suceso, por ser objetivamente imputable, constituye una acción
jurídico-penalmente relevante»2. Seguidamente se realiza una confrontación de dicho
comportamiento con una norma penal incriminadora (tipo), y se verifica si representa, a su
vez, una contrariedad formal y material del precepto legal que permitirá realizar un reproche
normativo y personal a un sujeto destinatario; finalmente se debe determinar la
«susceptibilidad, necesidad y merecimiento de pena»; una vez concluida esta escalada de
facetas se puede afirmar con plenitud la existencia de un delito3.

El delito de fraude fiscal, debe, como todos los tipos penales, analizarse a la luz de estos
presupuestos básicos del Derecho penal. En este trabajo haremos, no obstante, especial
referencia al tratamiento del bien jurídico protegido de esta infracción; tanto desde su mirada
tradicional, como normativa; así como a los sujetos que se relacionan en este delito: sujeto
activo y sujeto pasivo (¿víctima?); pues una vez verificamos qué se protege y a quién se
responsabiliza por un delito fiscal, será más fácil establecer quién ha de considerarse como
perjudicado de la realización delictiva. Valga aclarar, que a pesar de que este tipo penal ha
sufrido -al menos- seis reformas en los últimos cuarenta años, la efectuada mediante la Ley
Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre, es la más extensa, y la efectuada mediante Ley

1
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, parte general, tomo II, 3ª edición, editorial Tecnos, Madrid (2019), pág. 18.
2
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en Derecho Penal, traducción de SUÁREZ GONZÁLEZ y CANCIO MELIÁ, editorial Civitas,
Pamplona (1996), pág. 100.
3
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, parte general, op. cit., págs. 19 y ss.

54
Palomino-Flórez, D., F.

Orgánica 1/2019, de 20 de febrero, la más reciente; siendo estas legislaciones a las que hemos
de remitirnos. No obstante, se realizaran algunas alusiones interpretativas que se han
realizado cuando han estado vigentes regulaciones anteriores, pero para efectos una visión
panorámica del delito resulta de particular interés.

2.- Objeto de protección jurídica

Tradicionalmente se ha considerado al “bien jurídico” como relevante al momento de hablar


de infracciones jurídico-penales, en la medida que, se dice, jugar un papel trascendental de
justificación y limitación de la intervención del poder coercitivo del Estado4. Así, al momento
de la configuración de los tipos penales por parte del legislador se debe tener presente que el
Derecho penal se estatuye como un sistema de protección de la sociedad, a través de la
salvaguarda de intereses que a juicio de la sociedad merecen protección penal; en
consecuencia, «el Derecho penal solo puede proteger «bienes jurídicos», sirviendo desde esta
perspectiva como justificador y demarcador del linde mínimo de lo que puede ser objeto de
protección jurídico-penal5. Esto significa que todo tipo de delito debe salvaguardar unos
presupuestos que la sociedad a través del legislador considera trascendentales para el
desarrollo de las personas o de la comunidad misma; y que suelen ser asimilados como bienes
jurídicamente relevantes, que prima facie fundamentan la consagración de determinados
hechos como delictivos cuando atenten contra tales prerrogativas.

Así mismo, tradicionalmente se ha considerado que el bien jurídico sirve como baremo de la
sanción que ha de imponerse a un determinado hecho delictivo en consideración a la lesión
o puesta en peligro efectiva de un bien jurídico, es decir, funciona como un criterio para la
medición de la pena en concreto6. En ese sentido, el bien jurídico se “aterriza” en el análisis
de la antijuridicidad bajo el principio de ofensividad, en el que se exige la lesión no solo
formal, sino también material a un bien jurídico para la configuración del delito, tal
requerimiento es conocido como nullum crimen sine iniuria; así, se llega a la idea de que el
bien jurídico constituye la tutela a la que se vincula el contenido material del injusto típico,

4
REGIS PRADO, Luiz, Bien jurídico-penal y Constitución, ARA editores, Lima (2010), págs. 26 y ss.
5
Cfr. MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal. Parte General, 10ª edición, editorial Reppertor, Barcelona (2015), págs. 130-131, y 173.
6
MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal. Parte General, op. cit., págs. 172-175. REGIS PRADO, Luiz, Bien jurídico-penal y Constitución, op.
cit., págs. 56-57.

55
Cuestiones generales del delito fiscal.

en la que el objeto del bien jurídico sería una «pretensión jurídica inherente al objeto
protección típica»7.

Hablar de objeto de protección de la norma en vez del criterio tradicional de “bien jurídico”,
nos obliga a referirnos a una interpretación normativo-funcional que acentúa la «vigencia de
la norma» confrontada con esta tradicional acepción dependiente de contenidos pre-jurídicos
y extra-penales; de acuerdo con criterios normativos, la protección de bienes jurídicos se
considera inoperante para definir el contenido del injusto penal, sencillamente porque a pesar
de afirmarse proteger bienes jurídicos la activación del ordenamiento se efectúa una vez se
ha lesionado o puesto en peligro el bien8.

No obstante, el bien jurídico puede entenderse como una categoría normativa, que tiene a su
vez un contenido que sirve para fundamentar el injusto material; en el que «la norma es la
forma y el bien jurídico, el contenido», de manera que, la protección de bienes jurídicos
«legitima el sistema punitivo», y la vigencia de la norma «configura la estructura del sistema
jurídico»9. Esta posición conciliadora, entiende que un acto que simplemente contravenga
una norma no puede catalogarse de antijurídico, pues, para colmar dicha categoría es
necesaria «la ofensa al bien jurídico protegido por la norma que se infringe con la realización
de la acción»10.

En todo caso, en el delito de fraude fiscal también se debe respaldar algún valor superior o
interés esencial para la sociedad, que amerite que se castigue con prisión, multa y pérdida de
posibilidad de adquirir beneficios a una persona que defraude a la Hacienda Pública. Sin
embargo, esta no parece una tarea fácil, no sólo por la acepción misma que se pueda tener
sobre el bien jurídico penal (naturalística o normativa), sino por las particularidades que la
propia figura delictiva entraña en cuanto a su objeto de protección11. En efecto, las primeras
contrariedades en torno a este tema se generan por las constantes variaciones legislativas

7
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, parte general, op. cit., págs. 155-156.
8
LESCH, Heiko H., «Intervención delictiva e imputación objetiva», Anuario de Derecho penal y ciencias penales, Tomo 48, Fascículo 3,
(1995), págs. 911 y ss.
9
Cfr. POLAINO NAVARRETE, Miguel, «Protección de bienes jurídicos y confirmación de la vigencia de la norma: ¿dos funciones
excluyentes?», en JAKOBS, Günther [et al.], Bien jurídico, vigencia de la norma y daño social, ARA editores, Lima (2010), págs. 42 a 55.
10
MUÑOZ CONDE, Francisco & GARCÍA ARAN, Mercedes, Derecho Penal. Parte General, 9ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia (2015),
pág. 325.
11
MONTE FERREIRA, Mario, «Estafa y fraude tributario: ¿convergencia o divergencia en los fundamentos para su tipificación? Análisis
desde el Derecho español y portugués», Anuario de Derecho penal y ciencias penales, Tomo 58, Fascículo 2, (2005), pp. 496 y ss.

56
Palomino-Flórez, D., F.

históricas y contemporáneas, que no dejan claridad acerca de los valores que salvaguarda
este tipo penal. Solo en el aspecto técnico-legislativo sobresalen diferencias, encontrando que
en las consagraciones más antiguas se entendía como dicho interés la protección de «la Real
Hacienda»12, luego la distorsión con el delito de «ocultación fraudulenta de bienes o
industria» en el capítulo de falsedades13, la simple denominación «Del delito fiscal»14, hasta
finalmente llegar al epígrafe de «delitos contra la Hacienda Pública»15.

Desde el punto de vista doctrinal, tampoco pareciera existir un consenso pacifico para
describir el bien jurídico que se ampara con el delito fiscal16. En los primeros años de
regulación, las criticas iban centradas a la ubicación sistemática del delito dentro del Código
Penal, lo cual dependía en gran medida de la definición de su objeto de protección, pero fuera
de estos planteamientos, las posturas eran ciertamente discordantes, llegando a proponerlo
como una infracción que atenta contra la propiedad constituida en el haber de la Hacienda
Pública, o asimilaciones más generales como la protección del orden económico, y así, se iba
escalando hasta afirmar la supuesta tutela del interés financiero del Estado, o la
Administración pública, o, incluso, la consideración de este tipo penal como pluriofensivo,
destacable entre las falsedades y los delitos contra la propiedad, o como una forma especial
de estafa17.

En años más recientes, se han concentrado grosso modo los planteamientos teóricos más
relevantes a la existencia de dos corrientes principales que desarrollan el bien jurídico-penal
en la defraudación tributaria, compartiendo ciertos criterios básicos comunes, pero con
divergencias en otros aspectos18. Estas corrientes se agrupan por un lado en las denominadas
tesis funcionales, que buscan rechazar la acepción patrimonial del bien jurídico en el delito
fiscal, y fundamentar, por el contrario, una idea de bien jurídico relacionada con las funciones
que cumplen los tributos; por otro lado, estarían las tesis patrimonialistas, donde se indica

12
España. Ley Penal sobre los delitos de fraude contra la Real Hacienda. [Internet] Gaceta de Madrid. 22 de mayo de 1830, núm. 62 y ss.
[Consultado 26 de junio de 2017] Disponible en: http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1830/061/R00249-00345.pdf
13
Nota realizada en: Código Penal Reformado, imprenta de la Biblioteca de instrucción y recreo, Madrid (1870), pág. 138.
14
España. Ley 50/1977, de 14 de noviembre, sobre medidas urgentes de reforma fiscal.
15
España. Ley Orgánica 2/1985, de 29 de abril, de reforma del Código Penal en materia de delitos contra la Hacienda Pública.
16
MORALES PRATS, Fermín, “TITULO XIV. De los delitos contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social”, en QUINTERO
OLIVARES, Gonzalo (Director), Comentarios a la parte especial del Derecho Penal, 10ª edición, editorial Aranzadi, Pamplona (2016), pág.
1041.
17
Cfr. DE LA PEÑA, Gaspar, Algunas consideraciones sobre el delito fiscal, Conserjería de Economía, Hacienda y Empleo, Murcia (1984),
págs. 41 a 44.
18
Vid. VIVES ANTÓN, Tomás, [et al.], Derecho Penal. Parte especial, 4ª edición, Tiran lo Blanch, Valencia (2015), págs. 516-517.

57
Cuestiones generales del delito fiscal.

que el bien jurídico amparado es el «interés patrimonial de la Hacienda pública» 19. La


corriente funcional tutela esencialmente la función tributaria, lo que comprende el proceso
de recaudación y distribución de ingresos, así como sus implicaciones en las finalidades
estatales, generando una conexión entre el bien jurídico y la axiología constitucional; por el
contrario, la segunda corriente considera innegable la connotación patrimonial del delito,
verificable en la exigencia del tipo que de un verdadero perjuicio económico para la
Hacienda Pública, con lo que su contenido patrimonial resulta indiscutible20.

En las alusiones sobre el delito fiscal en la Parte Especial de algún manual de Derecho penal
se suele considerar que el bien jurídicamente protegido «son los intereses patrimoniales del
Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades locales»21. En cambio, algún otro,
recalca «los fines de política económica y redistribución de la riqueza que les asigna la
Constitución»; siendo esta la principal distinción existente entre los delitos contra la
Hacienda Pública con los delitos meramente patrimoniales, pues no se protege simplemente
el patrimonio público, sino –integralmente- las funciones que como institución tiene asignada
constitucionalmente la Hacienda Pública22. Otra postura de este talante, que podría
identificarse con la corriente funcional-institucional del bien jurídico a la que hicimos
mención; es la de MUÑOZ CONDE, quien afirma que en este delito se protege la funcionalidad
de la Hacienda Pública, que comprende la esfera del ingreso y la esfera del gasto público; la
primera esfera se ve afectada cuando se comete un delito fiscal, en el que se irroga una lesión
a la recaudación tributaria de cada uno de los tributos; en la segunda esfera, se atenta contra
la distribución equitativa de recursos23.

Así mismo, hay quienes afirman que lo tutelado es, en efecto, el patrimonio de la Hacienda
pública en la medida que es el órgano que representa «la función financiera del Estado»;
pero, en esa misma medida, se tiene que estimar que el delito tiene por objeto proteger la
función tributaria radicada en los fines de la gestión de los fondos públicos, tutelando la

19
Cfr. COLINA RAMÍREZ, Iván, La defraudación tributaria en el Código Penal Español. Análisis jurídico dogmático del art. 305 CP,
editorial Bosch, Barcelona (2010), págs. 113 a 120.
20
COLINA RAMÍREZ, Iván, La defraudación tributaria en el Código Penal Español: Análisis jurídico dogmático del art. 305 CP, op. cit.,
págs. 117 y 120.
21
RODRÍGUEZ DEVESA, José M., Derecho penal español, Parte especial, 13ª edición, editorial Dykinson, Madrid (1990), pág. 578.
22
GÓMEZ RIVERO, Ma. del Carmen (Directora), Nociones fundamentales de Derecho penal. Parte especial, 2ª edición, editorial Tecnos,
Madrid (2015), pág. 315.
23
MUÑOZ CONDE, Francisco, Derecho Penal. Parte especial, 20ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia (2015), pág. 902.

58
Palomino-Flórez, D., F.

equitativa asignación de recursos, sin dejar su injerencia en la recaudación, que es, a su vez,
«presupuesto básico para cubrir patrimonialmente necesidades públicas»24. Estos
planteamientos, como se ve, suelen dar cierta relevancia al aspecto patrimonial ante el
perjuicio económico que produce la defraudación tributaria en la fase de recaudación, pero
sin perder de vista que existen implicaciones que irradian los recursos públicos en la
consecución de objetivos estatales definidos constitucionalmente, y es en definitiva la postura
que en la actualidad suele asumirse en mayor medida25.

En general, observamos una intención de articular sistemáticamente lo que podría entenderse


por bien jurídico, donde se expresa que el objeto de protección jurídica tiene necesariamente
un tinte patrimonial, pero que debe ser definido desde la perspectiva de los intereses públicos
que subyacen a dicho patrimonio. En suma, se estaría con ello ante la tutela de «intereses
supra individuales, de carácter colectivo» entramados en el concepto de “patrimonio de la
Hacienda Pública”; de esta forma, se radica privilegiadamente una tutela directa en la fase de
«recaudación tributaria», pero sin perjuicio de la tutela indirecta o consecuencial de otros
intereses más o menos imprecisos, como las funciones del tributo y sus implicaciones en las
finalidades Estatales26. Tales apreciaciones se acoplan, a su vez, con algún pronunciamiento
jurisprudencial en los que se ratifica que el bien jurídico es el «patrimonio de la Hacienda
Pública en su manifestación de recaudación tributaria»27.

Por lo visto, notamos que las diferentes acepciones tienden a relacionarse en ciertos puntos,
pero al entrar en detalles parecen igualmente entrar en colisión por arandelas en las que si
existen diferencias. Por ejemplo, cuando se ha alegado que con este delito se busca la
protección general del «sistema tributario», que es el pilar básico para la justicia y la igualdad,
a disposición el interés general, ya que mediante él se perciben los recursos necesarios para

24
Cfr. CHICO DE LA CÁMARA, Pablo, El delito de Defraudación Tributaria tras la reforma del Código Penal por la LO 5/2010. Reflexiones
críticas y propuestas de lege ferenda, editorial Aranzadi, Pamplona (2012), págs. 27-30.
25
LINARES, María Belén, El delito de defraudación tributaria, análisis dogmático de los artículos 305 y 305 bis del Código Penal español,
J.M. Bosch, Barcelona (2020), págs. 83 y ss., 113.
26
MORALES PRATS, Fermín, «TITULO XIV. De los delitos contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social», op. cit., págs. 1041-
1042.
27
España, STS 7606/2005, de 25 de noviembre, M.P.D. Miguel Colmenero Menéndez. F. 2.

59
Cuestiones generales del delito fiscal.

que las instituciones estatales presten sus servicios y cumplan las finalidades que les
corresponden28.

Esta apreciación se relaciona directamente con una sentencia en la que se afirmaba proteger,
mediante la consagración penal del fraude fiscal, «el orden económico, dentro del más amplio
orden social»; aludiendo para ello a la función de los tributos, la justicia, la igualdad y la
progresividad29. Pero, en el Tribunal Supremo han existido pronunciamientos que se
decantan por la tesis patrimonialista del bien jurídico, descartando que la idea de bien jurídico
estuviese centrada en la recaudación fiscal, lo cual, -se afirma- iría en contra de la propia
estructura del tipo penal del fraude fiscal, que como ley penal en blanco permite asumir que
la infracción se centra en deberes especiales derivados de las normas que regulan cada
impuesto; es decir, lo que se generan son infracciones particulares y no genéricas, porque se
quebrantan deberes específicos propios de cada tributo30.

No obstante, al hablar de deberes puntuales también se intenta fundamentar que el bien


jurídico es la función tributaria, pues resulta necesario para la realización del delito, «la
vulneración de algunos deberes –generalmente deberes formales- que en el marco del
ejercicio de dicha función vienen impuestos a los particulares»; supuesto que puede
observarse incluso en delitos con elemento central en el ámbito patrimonial; por lo tanto, más
allá del perjuicio económico o del impago, se requiere que el resultado lesivo se produzca
por el quebranto de deberes derivados de la relación, en este caso, jurídico-tributaria31.

Tampoco podemos perder de vista la forma como en mayor o menor medida ha ejercido
influencia la Constitución, y por esa vía, la incidencia del Tribunal Constitucional en la
construcción conceptual comentada. Tal incidencia se debe a la consideración de que los
valores que protege el derecho penal deben derivarse cuando menos implícitamente de la
norma superior, para justificar así el ejercicio del poder coercitivo; y dadas las reiteras
menciones de la Constitución al tema financiero y tributario, se habilita a que la
jurisprudencia constitucional haga mella en el bien jurídico del delito fiscal. Cuando, por

28
MELLADO BENAVENTE, Francisco, «El bien jurídico protegido», en MELLADO BENAVENTE (Coordinador), El delito Fiscal, editorial
Edición Fiscal CISS, Valencia (2009), pág. 57.
29
España, STS 16917/1990, de 27 de diciembre, M.P.D. Enrique Ruíz Vadillo. F. 3.II.3.
30
España, STS 7775/2001, del 10 de octubre, M.P. D. Enrique Bacigalupo Zapater. F. 2.3.a).
31
PÉREZ ROYO, Fernando, Los delitos y las infracciones en materia tributaria, Instituto de estudios fiscales, Madrid (1986), pág. 66.

60
Palomino-Flórez, D., F.

ejemplo, se ha afirmado que desde los preceptos constitucionales no se impone simplemente


una recaudación eficaz de tributos, sino las funciones de distribución de la riqueza, la
igualdad y la justicia, el cumplimiento de los deberes ciudadanos y los principios rectores del
orden social y económico32. Este tipo de conceptualizaciones son las que de alguna manera
se han ido asimilando o desarrollando en aquellas concepciones que impiden desprender del
bien jurídico del delito fiscal la relevancia de las previsiones constitucionales, por su
injerencia en la comprensión del ilícito, así como por servir de fundamento a la persecución
penal de tales conductas.

En síntesis, como bien recuenta COLINA RAMÍREZ «independientemente de la postura que se


tenga respecto al bien jurídico, podemos estar de acuerdo en que su protección penal es
necesaria»33. Para ello, nada mejor que partir de la consagración Constitucional del deber de
contribuir y las estipulaciones relacionadas con la Hacienda Pública y el sistema financiero;
de esta manera, se sintetiza una doble faceta del bien jurídico, donde se tiene primero la
protección (inmediata) que recae en el patrimonio de la Hacienda Pública, y una segunda
faceta (mediata), de la protección inmaterial de las finalidades de la contribución, con la
salvedad que esta segunda faceta no tiene relevancia directa sobre el tipo penal34.

3.- Sujetos del delito fiscal

a) Sujeto Activo (autores y partícipes)

Tradicionalmente se ha entendido como sujeto activo de un delito a quien «conjuga el verbo


típico, por realizar el núcleo del verbo de la acción descrita en el tipo»; aunque se debe tener
en cuenta que sujeto activo es una acepción amplia que la de mero autor; así pues, sujeto
activo será a quien se le atribuya la «realización por cualquier título jurídico de un acto
descrito en un tipo legal como delito y con independencia del grado de ejecución y de la
forma de su intervención en la ejecución del comportamiento delictivo»35. El delito de fraude

32
Cfr. BAL, Edmundo / GONZÁLEZ GUTIÉRREZ, Pedro, «Bien jurídico protegido en el delito contra la Hacienda Pública», en DE FUENTES
BARDAJÍ / CANCER MINCHOT / FRÍAS RIVERA/ ZABALA GUADALUPE (Directores), Manual de Delitos Contra la Hacienda Pública, editorial
Aranzadi, Pamplona (2008), págs. 65, 70 y 71. Ref. a las STC 76/1990, de 26 de abril, y STC 87/2001, de 2 de abril.
33
COLINA RAMÍREZ, Iván, La defraudación tributaria en el Código Penal Español: Análisis jurídico dogmático del art. 305 CP, op. cit.,
págs. 121-123.
34
LINARES, María Belén, El delito de defraudación tributaria, análisis dogmático de los artículos 305 y 305 bis del Código Penal español,
op. cit., pág. 115.
35
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, parte general, op. cit., págs. 33-34.

61
Cuestiones generales del delito fiscal.

fiscal ha sido caracterizado usualmente como un delito especial, lo cual tiene incidencia en
la consideración de sujeto activo, pues en los delitos especiales se hace mención a «una
especial condición, relaciones o cualificación» que caracterizan al autor36.

En ese sentido, sólo los obligados al pago de la deuda tributaria, retenedores, o titulares de
devoluciones o beneficios han de considerarse autores en virtud de esta restricción sobre los
sujetos activos. Igualmente, hay quien afirma que si esas características recaen sobre una
persona jurídica, una persona física inimputable o quien actúa tiene calidad de representante,
se debe dar aplicación a las regulaciones de la denominada «actuación en lugar de otro» (art.
31 Código Penal); en ese sentido, por las particulares exigencias que se hacen para ser autor,
la intervención de personas que no reúnan esas características especiales, dará lugar a la
participación como complicidad o cooperación necesaria conforme a lo dispuesto en el art.
65.3 del Código penal37.

Sobre lo expuesto cabe hacer precisión, si afirmamos que el concepto de sujeto activo es
mucho más amplio que el de autor, no podría decirse que sólo será sujeto activo quien ostente
las características particulares exigidas por el tipo, tales precisiones cabrán sobre el autor,
pero no sobre otro tipo de intervinientes; es decir, aquel que carezca de la cualificación le
está vedado acceder al tipo en calidad de autor; no obstante, ello «no impide, en absoluto,
que pueda ser partícipe en el mismo»38. Si complementamos lo expuesto teniendo en cuenta
la idea de que la relación jurídico-tributaria es, igualmente, más amplia que la referida
sencillamente al sujeto pasivo del impuesto; entenderemos que autor del delito es a quien
legalmente se le imponen obligaciones tributarias; por tanto, quien actúe en ese
comportamiento sin tener ese vínculo, tendrá la condición de extraneus39. Es decir, estaría
justificada la punición de los partícipes no cualificados, en la medida que pueden ser sujetos
activos, pero, con la salvedad de que su imputación se debe realiza única y exclusivamente a
título de partícipe.

36
Cfr. LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Lecciones de Derecho penal. Parte general, 2ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia (2012), pág. 163.
LUZÓN CUESTA, José María, Compendio de Derecho penal. Parte general, 23ª edición, editorial Dykinson, Madrid, (2016), pág. 46.
37
GÓMEZ RIVERO, Ma. del Carmen (Directora), Nociones fundamentales de Derecho penal. Parte especial, op. cit., págs. 315-316.
38
SÁNCHEZ-VERA, Javier, Delito de infracción de deber y participación delictiva, editorial Marcial Pons, Barcelona (2002), págs. 218-219.
39
QUERALT JIMÉNEZ, Joan, Derecho penal español. Parte especial, 7ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia (2015), pág. 846.

62
Palomino-Flórez, D., F.

Ahora bien, vale la pena indicar que la asimilación de estas aseveraciones no puede extraerse
tan fácilmente, y ello se debe a que el tipo penal como tal no establece esas particulares
exigencias frente al “sujeto activo”, que de contera sustenten que este es un delito especial y
no un delito común. Tal falencia se contrasta con la redacción de otros tipos penales, en los
que si se realiza esa determinación de las condiciones personales o subjetivas del sujeto de
la acción; ante dicha carencia, la conclusión manifestada se logra a través de la
«interpretación teleológica» del precepto: en efecto, se destaca que el artículo 305 del CP es
una norma penal en blanco, y que por lo tanto, se remite a disposiciones extrapenales para
definir los elementos del tipo; a su vez, el incumplimiento penal reprochado se presenta en
la «relación jurídica preexistente», que no es otra que la generada en el ámbito tributario; así
pues, serán sujetos activos bajo la modalidad de autores, quienes tengan el lado pasivo de la
relación jurídico-tributaria40.

Algún antiguo planteamiento teórico afirmaba con vehemencia que sujeto activo podía ser,
tanto el sujeto pasivo de la relación tributaria, como «terceras personas ajenas al círculo de
obligados»; y para ello, tenía como base que la norma penal de la época no aludía el título
personal de lo defraudado, es decir, que lo exigido por el tipo penal era la defraudación de
impuestos, sin importar que se tratase de impuestos propios o ajenos, por eso: «será sujeto
activo quien se encuentre en condición de realizar el tipo»41. PÉREZ ROYO se muestra cercano
a esta apreciación, pero a juicio personal, parece matizarla; pues afirma que generalmente
quienes realizan las conductas que integran el tipo penal serán esencialmente los sujetos
pasivos en la relación tributaria, sólo en el caso en que la complejidad de las vinculaciones
entre los ciudadanos y la Administración hiciese recaer en un tercero los deberes respectivos,
se podrá entonces considerar en caso de incumplimiento que ese tercero puede ser sujeto
activo42. Esta matización que lleva consigo una pequeña contrariedad, porque se aduce que
es un tercero sobre quien recaen determinados deberes, caso en el cual, no será un tercero,
sino la parte pasiva de obligaciones o mandatos, lo cual genera una vinculación especial que
le permite ser en ese caso autor del delito.

40
Cfr. CHICO DE LA CÁMARA, Pablo, El delito de Defraudación Tributaria tras la reforma del Código Penal por la LO 5/2010. Reflexiones
críticas y propuestas de lege ferenda, op. cit., págs. 67-69.
41
Cfr. DE LA PEÑA, Gaspar, Algunas consideraciones sobre el delito fiscal, op. cit., págs. 58-60.
42
PÉREZ ROYO, Fernando, Los delitos y las infracciones en materia tributaria, op. cit., pág. 82.

63
Cuestiones generales del delito fiscal.

Ahora bien, si rescatamos que, en tanto el término de sujeto activo no se circunscribe


únicamente al concepto de autor, conforme a las sujeciones que aquí se han realizado, es
completamente comprensible el argumento de que un tercero puede ser sujeto activo de este
delito, con la salvedad de que ese tercero no podrá ser nunca autor y su título de imputación
será como cómplice, cooperador necesario o inductor, pues, el concepto genérico de sujeto
activo se circunscribe a la conjugación del verbo típico «con independencia de grado de
ejecución y de la forma de intervención en la ejecución del comportamiento delictivo»43.

Reiterando lo anterior, de lo que se trata es de diferenciar claramente el concepto de autor y


de sujeto activo; pues, el hecho de que afirmemos que el extraneus es sujeto activo, no por
ello el delito fiscal pierde su categorización de delito especial. El tipo penal aquí estudiado
es en efecto un delito especial porque «su esfera de autores se circunscribe a los sujetos
pasivos tributarios» y quien no goce de esas condiciones particulares no podrá ser autor ni
coautor; igualmente, ello no limita la participación del extraneus, pues las reglas de la
participación no reclaman que los partícipes ostenten las mismas características del autor,
aunque no infrinja los deberes particulares que tiene el intraneus; cuando un extraneus
infringe la prohibición, se procede a amplificar del tipo conforme a las reglas de
participación44. Tal es el nivel de esta afirmación, que en una sentencia del Tribunal Supremo
se argumentó que la responsabilidad del extraneus puede en cierta medida ser independiente
que la del autor cualificado, pues se llegó a imponer la sanción penal al extraneus
desvirtuando en primera medida los criterios de la accesoriedad limitada, en un caso en el
que el intraneus no fue penado por circunstancias eximentes, y a pesar de ello no se excluyó
el reproche efectuado al extraneus45.

Los problemas de imputación de responsabilidad se tornarían más sencillos de resolver si se


asume que en el delito fiscal nos encontramos ante un delito de infracción de deber, el cual,
implica que la persona susceptible de ser imputada está en cabeza de una obligación especial
institucionalizada; por ende, no importa si tiene dominio del hecho, si actúa junto con un
extraneus, o si se presenta una autoría mediata, pues lo relevante es la infracción del deber46.

43
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, parte general, loc. cit.
44
MORALES PRATS, Fermín, «TITULO XIV. De los delitos contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social», op. cit. Pág. 1044.
45
España, STS 3873/2010, de 26 de junio, M.P. D. Luciano Varela Castro. F. 8. 1.1
46
Sobre delitos de infracción de deber: vid. SÁNCHEZ-VERA, Javier, Delito de infracción de deber y participación delictiva, op. cit.
BACIGALUPO, Silvina, Autoría y participación en delitos de infracción de deber, editorial Marcial Pons, Madrid (2007). FIGUEROA, Yvan,

64
Palomino-Flórez, D., F.

Razonamientos compatibles con la configuración del delito fiscal, en el que el autor no sólo
debe reunir unas características especiales, que sitúan al contribuyente, retenedor o
beneficiario en un status especial47. De esta manera, el obligado tributario es un sujeto frente
al que se espera determinado comportamiento institucionalizado, es decir, con obligaciones
positivas frente al bien jurídico, lo cual hace que, en caso de un delito, sea indiferente si
desempeña algún papel principal o secundario en la realización de la conducta, pues, como
su vinculación es directa habrá de considerarse autor; pues lo importante siempre será la
relación entre el obligado especial – v. gr. obligado tributario en sentido amplio- y el objeto
de protección de la norma, es decir, la vinculación con el bien jurídico48, que en este caso
podría ser la relación jurídico tributaria.

b) Sujeto pasivo (¿Víctima en el delito fiscal?)

El sujeto pasivo tiene igual relevancia que el sujeto activo, pero al igual que ese concepto,
tiene un alcance más amplio que el que suele asignarse en él entender sociocultural, donde
se tiende a relacionarlo unidireccionalmente con la víctima; en términos generales, puede
definirse como sujeto pasivo a quien sea «titular del bien jurídico protegido en cada tipo
penal»; por ello, no puede confundirse ni llegarse a erróneas conclusiones en las que se
asimila que el sujeto pasivo es quien recibe o soporta la conducta lesiva; pues, existen delitos
en los que no podría precisarse el recibir de forma tan concreta la lesión de la conducta49; tal
es el caso de los delitos contra la Hacienda Pública.

Se tiene entendido, que en el delito se generaba ese traslado de extremos entre sujeto pasivo
y sujeto activo en cada ámbito de regulación –tributario y penal-; en ese sentido, quien
fungiese como sujeto pasivo del tributo o de las obligaciones tributarias, sería, en caso de
defraudación quien se constituya en sujeto activo del delito; en el anverso de esa
interpretación, el sujeto activo en la relación jurídico-tributaria, sería en consecuencia el
sujeto pasivo del delito50. En efecto, se argumentaba que, si tenemos por sujeto pasivo a quien

Delitos de infracción de deber, editorial Dykinson, Madrid (2008). RESTON, María, Los delitos de infracción de deber ¿es admisible un
doble criterio de determinación de autoría?, editorial B de F., Buenos Aires (2014).
47
COLINA RAMÍREZ, Iván, La defraudación tributaria en el Código Penal Español: Análisis jurídico dogmático del art. 305 CP, op. cit.
págs. 145-147.
48
LESCH, Heiko H., «Intervención delictiva e imputación objetiva», Anuario de Derecho penal y ciencias penales, op. cit., págs. 943 y ss.
49
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, parte general, op. cit., pág. 63.
50
MONTE FERREIRA, Mario, «Estafa y fraude tributario: ¿convergencia o divergencia en los fundamentos para su tipificación? Análisis
desde el Derecho español y portugués», op. cit., pág. 507.

65
Cuestiones generales del delito fiscal.

sea titular de un bien jurídico y que el sujeto activo en el tributo es, por ejemplo, el titular del
«derecho de crédito»(sic), el detrimento con la conducta le compete a quien en efecto es
titular del mismo, por ello, para determinar en definitiva quien es el sujeto pasivo se necesita
la localización del «sujeto cuyo interés resulta lesionado por la conducta» defraudatoria, en
consecuencia, sujeto pasivo es «el perjudicado inmediato por el incumplimiento» de la
obligación tributaria51.

A este respecto, la respuesta pareciera percibirse clara de la propia estipulación del artículo
305 del Código Penal, que destaca a la Hacienda Pública estatal, autonómica, foral, local y
la de la Unión Europea como entes a los cuales afecta la defraudación tipificada; en esas
condiciones, estos entes se perciben como los titulares del bien jurídico que se vería lesionado
o puesto en peligro con la realización del delito fiscal52. Si tenemos en cuenta que el Estado
es titular del poder originario para el establecimiento de tributos conforme a la Constitución
(artículo 133.1.), se podría afirmar que es en el Estado en quien recae esencialmente el objeto
de protección de la norma; pero tal apreciación no necesariamente excluye a las Comunidades
Autónomas, foral, local y Europea, que también tienen constitucional y legalmente
reconocido un poder tributario, que en su mayor medida deben garantizar la compatibilidad
del sistema en los distintos niveles donde se ejercita el poder tributario53.

La confusión podría derivarse las figuras de cesión o de delegación de tributos son las que
generan confusión, pues, en esos escenarios puede asimilarse la concurrencia de Haciendas
por un lado, o la tergiversación de la titularidad en las funciones de gestión y recaudación
por otro; en respuesta a estas diatribas, se afirma, que sujeto pasivo del delito solo podrá ser
quien recauda y gestiona en nombre propio los tributos; de manera que, quien lo hace a cuenta
de otro no podrá considerarse sujeto pasivo del delito54. Se afirma en todo caso, que en
aquellos eventos en los que interactúen las Haciendas bajo reparto o participación de la
recaudación, el sujeto pasivo que debe tenerse en cuenta será al titular que originalmente

51
Vid. DE LA PEÑA, Gaspar, Algunas consideraciones sobre el delito fiscal, op. cit., págs. 71-72.
52
LINARES, María Belén, El delito de defraudación tributaria, análisis dogmático de los artículos 305 y 305 bis del Código Penal español,
op. cit., págs. 160-163.
53
España, STC 22/2019, de 14 de febrero, Fundamento jurídico 3.
54
VELASCO CANO, Francisco, «El tipo delictivo del delito del art. 305 del Código Penal», en MELLADO BENAVENTE (Coordinador), El
delito Fiscal, editorial Edición Fiscal CISS, Valencia (2009), pág. 101.

66
Palomino-Flórez, D., F.

recibe la competencia, independientemente de que el producto de la recaudación o el


desarrollo de competencias sean repartidos con otras Haciendas55.

Desde luego, aun admitiendo las bases constitucionales y legales de tal entendimiento, no
deja de resultar problemática la modalidad interpretativa que se use para certificar quien
ostenta la calidad de sujeto pasivo, porque al mantenerse los criterios principales expuestos,
sujeto pasivo puede ser el titular del objeto de protección, o bien el sujeto que soporta el
perjuicio sufrido independiente de quien realiza la gestión, muestra de ello es que en el caso
de retenciones se ha pretendido considerar como sujeto pasivo a quien se le ha realizado la
retención56.

Por otro lado, aún se mantiene la duda de si es admisible la idea de que subsiste una especie
de víctima colectiva, en razón a que en último término es la sociedad la que directa o
indirectamente sufre el perjuicio dadas las finalidades que se atribuyen al tributo, y que tiene
que ver precisamente con la asimilación del bien jurídico en este delito, pero esa posibilidad
igualmente se descarta, si atendemos a un concepto normativo de persona, que independiza
la titularidad de derechos y de deberes en cabeza de determinado sujeto, lo que permite
afirmar que quien sufre el perjuicio sería, dependiendo del tributo defraudado, el Estado o
los demás entes consagrados en la norma penal como titulares en distintos niveles de la
Hacienda Pública57.

La solución más adecuada se circunscribe a tener como sujeto pasivo a quien sea titular del
bien jurídico, y en este delito no son otros que las Haciendas que aparecen especificadas en
la descripción legal, pues como bien jurídico se acoge el interés patrimonial –como primera
esfera de protección- referido a las Haciendas que existen en este ordenamiento jurídico, por
tener conferidas las potestades y facultades de recaudación, de gestión y normativización58.
La idea de que pueda ser la sociedad, el Estado o la Administración, los sujetos pasivos de
este delito, se recrearía en el evento de que el bien jurídico protegido se circunscribiera

55
PÉREZ ROYO, Fernando, Los delitos y las infracciones en materia tributaria, op. cit., pág. 84.
56
LINARES, María Belén, El delito de defraudación tributaria, análisis dogmático de los artículos 305 y 305 bis del Código Penal español,
op. cit., pág. 162.
57
COLINA RAMÍREZ, Iván, La defraudación tributaria en el Código Penal Español: Análisis jurídico dogmático del art. 305 CP, op. cit.
págs. 156-159.
58
LINARES, María Belén, El delito de defraudación tributaria, análisis dogmático de los artículos 305 y 305 bis del Código Penal español,
op. cit., pág. 163.

67
Cuestiones generales del delito fiscal.

directamente a la función social de los tributos59, pero como observamos en el apartado sobre
bien jurídico, tal faceta es secundaría en el delito, y si se ampara, se da es de forma indirecta
o mediata.

4.- Conclusiones

1. La configuración del delito fiscal nos adentró en el análisis del objeto de protección,
concepto que con el pasar de los años ha ido unificando. Los planteamientos sobre el bien
jurídico destacan la faceta netamente patrimonial hasta las consideraciones funcionales de la
persecución penal del fraude tributario. La postura intermedia considera relevantes tanto la
función recaudatoria como las finalidades funcionales de los tributos. Así las cosas, tenemos
una dimensión de protección de dos grados, en primer lugar, la faceta inmediata, centrada en
el ámbito patrimonial; en segundo lugar, la faceta mediata, referida a las finalidades del
sistema tributario. A efectos de reproche penal solo se puede tener en cuenta la faceta
inmediata.

2. Los sujetos del delito parecieran ser categorías de fácil entendimiento en un delito
como la defraudación tributaria; no obstante, tanto sujeto activo, como sujeto pasivo
requieren de ciertas precisiones para lograr identificar a quienes y de qué forma interactúan
en este tipo penal. Por el sujeto activo se comprenderá esencialmente a autores cualificados
(intranei) y participes a quienes se reprochará como extraneui. Los sujetos pasivos se
entienden los mencionados en la misma preceptiva penal, con las salvedades de las formas
en que se desenvuelve en los distintos niveles públicos, las facultades de recaudación y
gestión tributaria.

Referencias

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Marcial Pons, Madrid (2007).

59
MARTÍNEZ-BUJAN, Carlos, Derecho Penal económico y de la Empresa. Parte especial, 5ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia (2015),
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Sentencias del Tribunal Supremo español

• España, STS 16917/1990, de 27 de diciembre


• España, STS 7775/2001, del 10 de octubre
• España, STS 7606/2005, de 25 de noviembre
• España, STS 3873/2010, de 26 de junio
Sentencia del Tribunal Constitucional español

• España, STC 22/2019, de 14 de febrero

Consulta Web

• España. Ley Penal sobre los delitos de fraude contra la Real Hacienda. [Internet]
Gaceta de Madrid. 22 de mayo de 1830, núm. 62 y ss. [Consultado 26 de junio de 2017]
Disponible en: http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1830/061/R00249-00345.pdf

71
Elementos de planeación de las políticas sectoriales del turismo 2018-2019 de México
con base en recomendaciones internacionales
Planning elements of Mexico's 2018-2019 tourism sector policies based on international
recommendations

María del Pilar, Arjona Granados1


https://orcid.org/0000-0003-1745-6023
Universidad Autónoma de Nuevo León, México

Como referenciar este artículo:


Arjona Granados, M., P. (2019). Elementos de planeación de las políticas sectoriales del turismo 2018-2019 de México con
base en recomendaciones internacionales. Revista Ciencia Jurídica y Política, 72-89. Recuperado de:
https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/5-revciencasjuridicasypoliticas/article/view/361.

RESUMEN ABSTRACT

La política pública define sus prioridades basadas en Public policy defines its priorities based on social
requerimientos y demandas sociales. La planeación de requirements and demands. The planning of public policies
políticas públicas en el sector del turismo de la presente in the tourism sector of the current administration considers
administración considera como elementos: integración as elements: Regional integration by mean of social
regional mediante la inclusión y desarrollo social, inclusion and development, economic distribution and
distribución económica y sustentabilidad. Por su parte, la sustainability. Meanwhile, The Organization of Cooperation
Organización de Cooperación y Desarrollo Económico and Economic Development recommends focus on
propone recomendaciones que se enfocan en mejorar el improving tourism performance, competitiveness and
rendimiento turístico, su competitividad e innovación, innovation, through the evaluation of sector policies in
mediante la evaluación de las políticas del sector en México. Mexico. The main objective of this study is to analyze the
El presente estudio tiene como objetivo general analizar los planning elements of sectorial tourism policies considering
elementos de planeación de las políticas sectoriales del the recommendations of international agencies such as the
turismo en consideración con las recomendaciones de OECD, among others. The first part consists of analysis of
organismos internacionales como la OCDE entre otros. La sectorial public policies that integrated strategies of
primera parte consiste en análisis de las políticas públicas regionalization and market diversification. The second one
sectoriales que integran estrategias de regionalización y analyzes the current tourism model based on a social and
diversificación de mercados. La segunda analiza el modelo inclusive sense, in order to integrate benefits to local
turístico actual que parte de un sentido social e incluyente, communities. The third part reviews the implementation of
con el fin de integrar los beneficios a las comunidades the recommendations issued by OECD and other
locales. La tercera parte revisa la implementación de las organizations to increase the competitiveness of the sector
recomendaciones emitidas por la OCDE y otros organismos in the period 2018-2019. Tourism competitiveness currently
en términos de incrementar la competitividad del sector en reflected in economic indicators, and the tourist influx,
el período 2018-2019. La competitividad turística omitting impact elements such as ecological, cultural and
actualmente se refleja en indicadores económicos y de social, outside of policies and sectorial programs, as well as
afluencia de turistas, omitiendo elementos de impacto como international recommendations.
el ecológico, cultural y social, al margen de las políticas y
programas sectoriales, así como de las recomendaciones
internacionales. Key words: international organizations, public politics,
sustainability, tourism.
Palabras clave: Organismos internacionales, políticas
públicas, sustentabilidad, turismo.

1
Estudiante de doctorado en la Universidad Autónoma de Nuevo León, UANL. Doctorado en Filosofía con Orientación en Relaciones
Internacionales. Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Maestría en
Calidad por la Universidad Iberoamericana, UIA. Email: maria.arjonagrn@uanl.edu.mx.
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

1.- Introducción

Si bien el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND, 2019-2024) ha considerado en su


planeación de políticas públicas los programas nacionales de turismo de acuerdo con las
prioridades actuales, el sector turístico en México ha presentado áreas de oportunidad en
términos de competitividad, según señalamientos del Estudio de Política Turística de 2017
realizado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2017). En
el marco del actual gobierno federal, resulta pertinente la identificación de los planes de
acción que deriven en el desarrollo del sector. El presente estudio tiene como objetivo general
analizar los elementos de planeación de las políticas sectoriales del turismo en consideración
con las recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE entre otros.

La primera parte consiste en análisis de las políticas públicas sectoriales que integran
estrategias de regionalización y diversificación de mercados. La segunda analiza el modelo
turístico actual que parte de un sentido social e incluyente, con el fin de integrar los beneficios
a las comunidades locales. La tercera parte revisa la implementación de las recomendaciones
emitidas por la OCDE en términos de incrementar la competitividad del sector en el período
2018-2019 así como los limitados alcances en las estrategias de la administración anterior.

La administración pública interviene en el sector turístico mediante la denominada política


turística, que adapta los factores condicionantes a las necesidades del sector, así como a la
evolución y modificaciones en la organización de la administración y política turística
(Palomeque, 2004). En dicho sentido, el poder ejecutivo tiene la función de definir la política
en el ámbito territorial, así como el ejercicio de dirección, coordinación y supervisión de las
administraciones públicas que dependen de él, además de gestionar las crisis, ejercer un
liderazgo social y representación simbólica (Pérez, 2014). Por consiguiente, el gobierno tiene
un papel fundamental para el desarrollo del turismo en México, mediante la creación de
políticas públicas en adición al marco legal y financiero requerido para el desarrollo del
sector. Más aún, el Estado tiene la capacidad de aportar la infraestructura al turismo, así como
controlar las actividades de la industria, con la atención de desempeñarse dentro de los
estándares de seguridad requeridos por el interés público (Elliot, 1997).

73
Arjona Granados, M., P.

La definición de política turística ha incorporado los destinos visitados y las actividades


relativas a ésta práctica (Fernández, 1985). Por su parte, Castro (2007) la define como
estrategias que un país gestiona basadas en las ya aplicadas en países del primer mundo,
ubicando al Estado como encargado de guiar al turismo, con limitaciones en la innovación
de sus operaciones. Por tanto, el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 de México establece
la necesidad de posicionar al país como un destino turístico competitivo y de vanguardia,
mediante el desarrollo equilibrado de las regiones y comunidades a través de un
aprovechamiento sostenible tanto del patrimonio turístico nacional como de los recursos
nacionales.

La OCDE emitió recomendaciones en materia de política turística para México. Estas se


centraron en la búsqueda de un posicionamiento más competitivo y sustentable del sector, al
considerarse las tendencias que impactan en el comportamiento del consumidor. Es decir, si
la demanda presenta cambios en su tendencia, la oferta deberá responder de forma adecuada,
mediante el desarrollo de infraestructura de acceso a nuevos lugares turísticos, así como
diferentes productos y servicios. Las políticas activas innovadoras e integrales son las
requeridas para asegurar un desarrollo sostenible del sector (OCDE, 2017).

Cesar y Arnaiz (2004) indican que el turismo actualmente se enfrenta al reto de generar dos
paradigmas contradictorios como son la globalización y la sustentabilidad. Es decir, la
sustentabilidad y el desarrollo se encuentran inmersos paradójicamente en una realidad que
presenta riqueza y pobreza, modernidad y sociedades tradicionales, como parte de un modelo
asimétrico que conforma un crecimiento diferente entre las economías más avanzadas con
las emergentes y las atrasadas. Es decir, la disminución de la pobreza como parte de la
función del turismo depende de la inclusión social dentro de un proyecto sustentable de país
para que el efecto económico proporcione resultados directos e indirectos integrales con una
dirección clara, para su justa distribución (Magaña, 2009).

2.- Método

La metodología empleada para el desarrollo del presente estudio implica un enfoque


descriptivo, que integra la revisión de las políticas públicas sectoriales y la identificación del
modelo turístico actual del gobierno de México. Asimismo, pretende analizar la inserción en

74
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

las políticas públicas de las propuestas de organismos que estudian el escenario global y sus
actuales retos en términos de turismo internacional. La pregunta que se genera con el dilema
es ¿Considera la planeación de política sectorial las recomendaciones de organismos
internacionales en el sector del turismo? ¿Integran las estrategias sectoriales en su planeación
las medidas de solución a problemas globales?

Las herramientas de análisis del discurso que se asocian a los instrumentos de política pública
serán bajo un enfoque socio cognitivo (Van Dijk, 2012) con la intención de encontrar
referencias implícitas o explícitas, significados y metas que soportan la orientación en la
política del turismo. Adicionalmente, a través de la revisión de documentos oficiales que se
desprenden de los planes y programas de turismo, se establece una comparativa con las
recomendaciones expuestas en el Estudio de Política Turística 2017 realizado por la
Organización de Cooperación y Desarrollo (OCDE) en vías de incrementar el desarrollo y
competitividad del sector.

Función de la gestión pública

El poder ejecutivo tiene la función de definir la política en el ámbito territorial, así como el
ejercicio de dirección, coordinación y supervisión de las administraciones públicas que
dependen de él, además de gestionar las crisis, ejercer un liderazgo social y representación
simbólica (Royo, Pérez y Del Espino, 2014). En el ámbito del turismo, el gobierno asume
la iniciativa política en su territorio definiendo el modelo turístico que puede inclinarse a la
sustentabilidad, mediante el diseño de un plan de implementación. Para su operación, dirige,
coordina y supervisa las estructuras administrativas y órganos autónomos enfocados en el
turismo. Otra función es la toma de decisiones en crisis, para tal efecto los gobiernos
delimitan su riesgo en las zonas turísticas. En cuanto al liderazgo, integra valores propios de
la gestión y la representación simbólica. Los gobiernos ejercen la presencia y compromiso
de sus territorios en reuniones y firmas de convenios internacionales. Las competencias del
gobierno se concentran jurídicamente con las funciones anteriormente expuestas (Arcarons,
1999).

Al considerar las demandas de los actores o grupos de actores en relación al turismo, los
intereses compiten en sus pretensiones particulares y esperan que el gobierno actúe de
75
Arjona Granados, M., P.

determinada manera (Ranciere, 1996). Las demandas de la industria, del pequeño empresario
y de la ciudadanía, no siempre coinciden y, más aún, entre los mismos empresarios hay
diferencias sobre las prioridades del sector según sus intereses, entre los ciudadanos
igualmente existen visiones distintas sobre los beneficios o inconvenientes del turismo.

El gobierno tiene la facultad de decidir las prioridades mediante un procedimiento


democrático con las contrariedades que genera el desacuerdo político y la respuesta social de
quienes ven sus demandas ignoradas, como parte de la dinámica de la toma de decisiones
colectivas (Franzé et al., 2014). Asimismo, toma la decisión de cómo utilizar los recursos,
que siempre son limitados, con base en las prioridades que giran en función a los objetivos a
lograr mediante ejercer las acciones y programas establecidos. En relación a la definición de
objetivos, Peters (2015) señala que es posible que gobiernos capaces de determinar
prioridades para guiar sus acciones, enfrentan la contrariedad de ver resultados diferentes
ante el conjunto de acciones que se desprenden de las organizaciones públicas.

Por lo que se refiere a la capacidad política de imponer límites, existen grupos con intereses
concretos que cuentan con el poder para imponer modelos turísticos desequilibrados o
modelos con alto costo para un grupo concreto de la población. Mediante el sistema político
democrático, la posición social del gobierno puede imponer límites generando un equilibrio
al margen de los intereses particulares. Las investigaciones revelan que existen pocos actores
que concentran una cuota alta de poder, principalmente en lo relacionado con la economía
(Lindblom, 2001).

En el sector del turismo, destacan los privilegios por parte de los empresarios turísticos en
los distintos destinos del país. La representación de intereses difusos y no organizados de los
actores enfrenta la necesidad de generar estructuras de interlocución, ya que en términos de
recursos, se incentiva a aquellos que cuentan con mayores recursos iniciales. Las
asociaciones se vinculan con la industria geográficamente relacionada al territorio del sector
hotelero, así como al sector de intermediación. Sin embargo, el resto de los actores cuentan
con intereses difusos y con limitada capacidad para organizarse (Jamal & Getz, 1999).

76
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

Objetivos de la Política turística

Los programas y proyectos derivados del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que se integran
en la Políticas sectoriales están alineadas en su origen a una Planeación Estratégica Integral
que comprende varias gestiones de gobierno, por lo que es determinante darle un puntual
seguimiento para beneficio de los distintos rubros y sectores del país, en materia económica,
política y social.

Las políticas públicas representan una base de sustento para la planeación turística, cuya
definición integra el conjunto de normas, programas o líneas de acción que desarrollan
instituciones del gobierno con el objetivo de planear acciones determinadas del sector
turístico para los distintos grupos sociales que convergen en un determinado territorio, con
la participación de diversos actores y bajo un marco de procedimientos gubernamentales
(Velásquez-Gavilanes, 2009; Bazúa y Valenti, 1995; Oviedo, Rivas y Trujillo, 2009).

Los pasos en el proceso de diseño, elaboración e implementación de la política pública


turística requieren de un análisis para determinar los límites y alcances conceptuales, ya que
en ocasiones carecen de claridad y orden (Araral, et al., 2012). La política turística integra
actividades, decisiones y procesos realizados por el gobierno para alcanzar objetivos en torno
al turismo (Velasco, 2011), por tal motivo, la política turística se puede considerar derivada
de la política económica (Monfort, 2000). Adicionalmente, es importante señalar la omisión
de dimensiones de la acción pública al entorno social (Velasco, 2011).

En términos de análisis de las acciones encaminadas al logro de los objetivos, es necesario


considerar dos dimensiones: los objetivos propuestos y los instrumentos que se han de utilizar
para su consecución. Los objetivos que integran las políticas turísticas son varios, como el
crecimiento de la actividad, con especial atención a su competitividad y, más aún, en destinos
maduros, los destinos en fase de desarrollo se debe su crecimiento y evolución a un destino
turístico consolidado (Velasco, 2011). Si bien se trata de incrementar el ingreso de divisas,
la actividad económica y el empleo, el turismo es primordialmente un instrumento para la
paz. En este sentido, el argumento de promoción se finca en ser una actividad económica
incipiente que puede incluso convertir a los gobiernos en empresarios turísticos mediante
administraciones especializadas que presten servicios al turismo (Pellejero, 2000).
77
Arjona Granados, M., P.

Los turistas generan operaciones particulares con una consecuencia directa en los destinos
visitados y las actividades relativas a esta práctica originan la noción de política turística
(Fernández, 1985). Por su parte, Castro (2007) relaciona el término con las estrategias que
un país gestiona basadas en las ya aplicadas en países del primer mundo, además de ubicar
al Estado como encargado de guiar al turismo, con limitaciones en la innovación de sus
operaciones. La política turística, entonces, persigue impulsar al turismo mediante la
generación de un mayor beneficio en las partes involucradas, como son los habitantes, el
sector público y el sector privado, en relación a los intereses de un pueblo, región o nación,
con la precaución de reducir los impactos negativos posibles (Lardiés, 2004; Chaisawat,
2006).

El gobierno y la política turística en México

Para el desarrollo del turismo en México, el gobierno tiene un papel fundamental mediante
la creación de políticas públicas en adición al marco legal y financiero requerido para el
desarrollo del sector. El Estado tiene la capacidad de aportar la infraestructura al turismo, así
como controlar las actividades de la industria, con interés de que se mantengan dentro de los
estándares de seguridad requeridos por el interés público (Elliot, 1997). Aunado a lo anterior,
el gobierno genera la estructura administrativa para diseñar productos turísticos en referencia
a los recursos naturales o hechos por el hombre, tradiciones, costumbres, gastronomía,
folklor, entre otros, así como impulso a la promoción, desarrollo, financiamiento y estudio
del turismo.

La administración del turismo dependerá de la cultura política del país y de la ideología de


su gobierno, es decir de su ideología política (Elliot, 1997). Las políticas públicas son una
respuesta al entramado proceso que responde a la adecuada articulación tanto de los intereses
y demandas del gobierno como del conjunto de actores sociales, políticos y económicos que
integrar la comunidad (Merinero, 2008). El gobierno se integra de las instituciones y procesos
requeridos para la imposición y cumplimiento de decisiones; es decir, mediante la
administración pública se logra la dirección de las organizaciones hacia el logro de los
objetivos del gobierno, así como la formulación e implementación de la política pública
(Elliot, 1997). El sistema político conforma un patrón de relaciones humanas que implica

78
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

básicamente poder, dominio y autoridad. Con el poder se logra vencer la resistencia y


cambiar comportamientos. Es así como el entendimiento de la política pública representa la
base para aplicar acciones en un determinado sector, que permite resolver problemas o
asuntos de interés general, lo que resalta la relación con la administración pública y
relevancia del gobierno.

Planeación Turística de México 2018

La OCDE, en el documento Recomendaciones en materia de Política Turística de México


2017, establece que México debe considerar las tendencias que están teniendo implicaciones
en el comportamiento del consumidor para desarrollar el sector del turismo de forma más
competitiva y sustentable. Es decir, si la demanda presenta cambios en su tendencia, la oferta
deberá responder de forma adecuada, mediante el desarrollo de infraestructura de acceso a
nuevos lugares turísticos, así como diferentes productos y servicios turístico. Solo mediante
políticas activas innovadoras e integrales es posible asegurar un servicio competitivo y
sustentable (OCDE, 2017).

El turismo se está modificando a escala global debido al sólido crecimiento de las economías
emergentes, el tamaño relativo de economías de turismo y el balance del mercado, en
consecuencia, se modifica el ambiente competitivo del sector. La OCDE publicó un estudio
de temas y políticas en materia de turismo en México como parte del programa de trabajo de
su Comité de Turismo realizado para la Iniciativa empresarial, PYMES y Desarrollo
Turístico local. El documento consta de revisiones sobre temáticas y políticas de turismo en
los países interesados en cooperar en una evaluación externa de sus retos políticos. El
objetivo de la evaluación de las políticas de turismo es mejorar el rendimiento turístico,
competitividad e innovación, reflejado en el conocimiento respecto al diseño y evaluación de
la política de turismo, además de la difusión de las buenas prácticas y hallazgos con el fin de
incrementar la coherencia y vínculos entre políticas (OCDE Estudio de la Política Turística
de México, 2017).

El modelo de desarrollo turístico adoptado por México, bajo el concepto de resorts costeros
integrales, ha generado patrones de demanda turística distribuidos específicamente en el
territorio, lo que ocasiona impactos económicos, ambientales y sociales. Es de considerarse
79
Arjona Granados, M., P.

que una estrategia en el contexto regional en términos de desarrollo turístico tendrá en


consideración las particularidades de cada caso (Zizumbo, 2008). El Programa Sectorial de
Turismo 2013-2018 señala que, como resultado de las políticas públicas de inversión, se
crearon lugares de acomodo y restaurantes. La acción anterior ha limitado el rango de
servicios y obstaculiza fomentar el gasto encaminado a distribuir los retornos económicos
mediante una cadena de valor diferente a los destinos de sol y playa. Es recomendable
invertir en nueva infraestructura, equipo e instalaciones de soporte para nuevos productos y
servicios al turismo para el aprovechamiento de los activos turísticos culturales y naturales
(OCDE, 2017). Es decir, integrar el turismo al resto de las actividades económicas en
términos de ampliar la diversificación productiva (Aparicio, 2004).

La agenda de política pública contempla como prioridades, la inclusión y la distribución


económica regional, que podrá ser alcanzada mediante la diversificación. Para tal efecto,
requiere de una cartera de productos más variados de turismo, para un crecimiento continuo
del sector, incrementar la inclusión, distribución geográfica con el correspondiente desarrollo
de infraestructura del destino y las estrategias de desarrollo local.

El proyecto referente a fortalecer destinos, se relaciona con la política de regionalización,


que indica diversificar y aumentar la oferta turística que precisa desarrollar regiones en todo
el país hacia nuevos mercados, evitando el desgaste y la necesidad de modificar los servicios
(OCDE, 2017). El proyecto, establece ocho macro regiones: Centro, Centro-Norte y
Occidente, Noroeste, Mar de Cortés, Golfo, Norte-Centro, Península de Yucatán y Pacífico-
Sur. Dicho plan se sustenta en programas institucionales como Pueblos Mágicos, Ciudades
Patrimonio Mundial de la Humanidad y atractivos potenciales que se registran en los 134
lugares de vocación turística. Fortalecer el mercado interno, mediante el programa de
Disfruta México para disminuir la estacionalidad en temporadas bajas y el programa Sonrisas
por México, que fomenta el Turismo Social, que promueve viajes gratuitos para mexicanos
de escasos recursos y grupos vulnerables (PND, 2019).

En el gobierno actual, el presidente Andrés Manuel López Obrador destaca la importancia


del turismo como un sector estratégico dentro del Plan Nacional de Desarrollo, ya que genera
10 millones de empleos directos e indirectos y alcanza el 10% del PIB nacional (Valenzuela,

80
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

2019). La importancia del sector radica en que México ocupó el octavo lugar mundial en
cuanto a recepción de turistas en 2017, ingresando al país más de 35 millones de turistas
internacionales, lo que representó un aumento del 10.6% con respecto al año anterior. Es de
considerar que las divisas provenientes del turismo internacional, posicionan a México en el
lugar número 16, en el período del año 2017 (SECTUR, 2017). Para el desarrollo económico
nacional, el turismo se integra de manera fundamental en la planeación política económica
del país desde la mitad del siglo XX (Rodríguez y Pulido, 2010).

Si bien el país ocupa una posición de liderazgo en términos de recepción de visitantes,


adolece en tema de implementación de estrategias y acciones que incrementen los índices de
competitividad (Ibáñez, 2011; Rodríguez y Pulido, 2010). El término competitividad ha
generado una serie de estudios reflexivos en cuanto a su concepto y medición (Enright y
Newton, 2005; González y Mendieta, 2009; Ibáñez, 2011), sin embargo, para fines de
presente estudio, el enfoque determinante es el señalado por los autores como la actividad de
prosperidad social mediante un incremento en su fortaleza (Crouch y Ritchie, 1999),
proporcionando beneficios que, además de competitividad, integren rentabilidad y
desarrollo sostenible (Shaadi et al., 2016).Tal como se conforma el Índice de Competitividad
de Turismo y Viajes del Foro Económico Mundial (2007) que contempla factores de
competitividad de precios, factor humano, tecnología, infraestructura, medioambiente y
desarrollo social.

En el documento Proyecto de Nación 2018-2024, se contempla un desarrollo turístico


regional equilibrado mediante consolidación de destinos turísticos actuales y el incremento
del potencial turístico nacional ampliando los beneficios (PN, 2018-2024). Adicionalmente,
el mandatario le atribuye al sector la capacidad de multiplicar el progreso y los beneficios
para la población, así como concentrarse en sectores poco favorecidos. La autoridad percibe
un país inequitativo, como expresa el ejecutivo en “…parte del problema de la actividad
turística es que se encuentra desvinculada con la política social, de educación, salud, vivienda
y servicios, por lo que los paraísos turísticos conviven con infiernos de marginación”
(Corona, 2018).

81
Arjona Granados, M., P.

En lo referente a la disminución de la pobreza, el turismo se considera como una práctica


social, llevada a cabo por los turistas en donde se omiten a los actores sociales como son
algunos agentes económicos y las comunidades locales (Bertoncello, 2002). Adicionalmente,
cabe hacer mención que el turismo tiene su fundamento en el desarrollo desigual de la
población, propio del capitalismo, que combina concentraciones de bienestar y capital con
pobreza y opresión (Blázquez, 2012).

Lo anterior se puede constatar en el objetivo de la Estrategia Nacional de Turismo 2019-


2024:

Posicionar a México como una potencia turística competitiva y de vanguardia que


haga del turismo un pilar para el desarrollo justo y equilibrado entre comunidades y
regiones, así como una herramienta de reconciliación social, mediante el
aprovechamiento sustentable del patrimonio turístico nacional (Secretaría de Turismo
SECTUR, 2019).

El mismo documento presenta cinco estrategias principales como son: consolidar mediante
proyectos que aporten la infraestructura adecuada, la integración y desarrollo regional del
sureste mexicano. Lograr un mayor equilibrio mediante las macro regiones que integran
destinos con vocación turística, enfoque del presupuesto en mejorar, integrar el bienestar de
los mexicanos que viven en los destinos y ampliar la diversificación de los mercados para los
destinos y productos turísticos (SECTUR, 2019).

El programa de diversificación de mercados, impulso a negocios efectivos y desarrollo de


esquemas de comercialización integra dos programas específicos; Operación Toca Puertas,
enfocado a diversificar mercados en especial nichos de alto poder adquisitivo y que se integra
al Consejo de la Diplomacia Turística con la Secretaría de Relaciones Exteriores para
efectuar labor de promoción a través de embajadas, consulados y representaciones
diplomáticas. Reencuentro con mis raíces, incrementando el turismo de la población
México-americana. El programa de vinculación multisectorial e interinstitucional integra
dependencias, entidades, gobiernos estatales y municipales complementando acciones y
recursos (SECTUR, 2019).

82
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 establece el desarrollo de un modelo turístico que


parta de un sentido social e incluyente, con el propósito de integrar los beneficios a las
comunidades locales, mediante la diversificación de la oferta. El objetivo del turismo se
conforma de las estrategias que parten de desarrollar un modelo encaminado a reducir las
brechas de desigualdad entre las comunidades y regiones, con enfoque en derecho,
accesibilidad, sostenibilidad e inclusión. La meta en consideración a lo anterior omite el
crecimiento del sector como tal, se enfoca más bien en el beneficio colectivo de los
involucrados para lograr el desarrollo, progreso y calidad de vida en los habitantes de las
regiones. El objetivo es incentivar nodos de desarrollo turístico regional en zonas potenciales,
así como la consolidación de destinos posicionados nacional e internacionalmente. La
intención principal es la generación de empleo e ingreso que apoye a un mayor número de
personas mediante los beneficios del turismo. Las propuestas están enfocadas hacia el
objetivo de generar un crecimiento económico, incremento de igualdad social a favor del
bienestar familiar (PN 2018).

Específicamente, la conectividad entre la población aledaña a los sitios arqueológicos Mayas


representa un problema de fondo. El documento señala: “La actividad turística actual no
permite el desarrollo a los nativos mayas y degrada fuertemente sus entornos naturales y
culturales” (PN 2018).

El proyecto del Tren Maya, de alto impacto y definido como el de mayor relevancia turística
en el país (SECTUR, 2019), es un medio de integración y desarrollo regional que a la vez
responde a las recomendaciones señalados por la OCDE (2017) en términos de adecuar la
infraestructura de caminos y transporte para el fácil acceso de los viajeros a nuevos productos
turísticos, adicionalmente de los lugares no considerados como destinos turísticos. Para tal
efecto, establece: “Los sitios arqueológicos de la cultura maya y las comunidades que las
rodean deben ser integradas al desarrollo nacional para conservarse mejor y aumentar la
competitividad de nuestra oferta turística.” (PN, 2018). Es vital considerar que el costo de la
interconexión ferroviaria que pretende incrementar la competitividad se verá reflejado en la
afectación del patrimonio natural y cultural.

83
Arjona Granados, M., P.

El incremento desproporcionado del turismo genera consumo acelerado de los recursos


naturales, además de transformaciones culturales que responden al cambio de actividades
económicas tradicionales a la prestación de servicios. En adición a lo anterior, la protección
al medio ambiente carece de mecanismos claros, a pesar de señalar como prioritarios los
conceptos de sostenibilidad y sustentabilidad en la plataforma de los gobiernos federal,
estatal, municipal y comunitario, teniendo en cuenta que, se incorpora como eje transversal,
el tema ambiental en todas las políticas públicas (PN, 2018). La carencia de definición de
medidas instrumentales, ubica a las políticas en un plano enunciativo, y carentes de
disposiciones que las vinculen a su efectividad (Valenzuela, 2019).

Por otro lado, cabe mencionar el énfasis de la presente administración en el desarrollo social,
que se percibe como una herramienta para recuperar el tejido mediante la convivencia e
intercambio cultural (PN, 2018). Sin embargo, los elementos económicos, laborales y la
recuperación de los vínculos sociales entre la población, a pesar del crecimiento del sector,
dejan al margen de su beneficio a gran parte de los actores. Al mismo tiempo que la intención
redistributiva del turismo se encuentra en las mismas políticas, con la visión de que se logre
el beneficio personal y colectivo de todos los involucrados, además del pleno desarrollo,
progreso y calidad de vida de las regiones (PN, 2018).

Por su parte, el plan de política turística propuesto en noviembre de 2018 por la Secretaría de
Turismo (SECTUR, 2018) integra, como uno de sus retos, la sustentabilidad en los destinos
turísticos. En relación a los recursos naturales cuantificables del país, el mismo documento
titulado Turismo 2040, especifica en el Reporte de Competitividad de Viajes y Turismo 2017,
del Foro Económico Mundial, que México ocupa la segunda posición de dichos recursos. En
contraposición, el país se ubica en el lugar 116 de 136 en la categoría de sostenibilidad del
medio ambiente.

Es importante señalar que el equilibrio ambiental y la preservación de las riquezas, de


diversas comunidades, se ponen en riesgo por la sobre explotación de los recursos.
Adicionalmente, México se cataloga como un país con alta vulnerabilidad ante el cambio
climático, con importante riesgo en su territorio y población, mismo que impacta en las zonas
turísticas vecinas a los litorales (SECTUR 2018).

84
Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

Por lo anteriormente expuesto, la gestión del turismo debe ser sustentable, para evitar el
crecimiento desmedido de los destinos por falta de planeación. Dado que ocasiona que se
carezca de infraestructura y recursos necesarios para solventar la llegada masiva de turistas,
por un lado, y por otro de personas que buscan oportunidades laborales. Tales acciones
generan un impacto negativo sobre el medio ambiente, las culturas y economías locales. Es
decir, es necesario evitar que los destinos turísticos se conviertan en víctimas de su propio
éxito. La planeación urbana adecuada y la inversión turística en tecnologías verdes son
elementos potenciales para el éxito en los destinos a largo plazo (SECTUR, Turismo 2040,
2018).

Cesar y Arnaiz (2004) indican que el turismo actualmente tiene el reto que generan los dos
paradigmas contradictorios como son la globalización y la sustentabilidad. Es decir, la
sustentabilidad y el desarrollo se encuentran inmersos en la realidad que hoy presenta riqueza
y pobreza, modernidad y sociedades tradicionales, como parte de un modelo asimétrico que
articula el desarrollo diferente entre las economías desarrolladas con las emergentes y las
atrasadas.

En lo referente a la disminución de la pobreza, se ha definido al turismo como una práctica


social, llevada a cabo por los turistas en donde se omiten a los actores sociales como son
algunos agentes económicos y las comunidades locales (Bertoncello, 2002). Adicionalmente,
se fundamenta el turismo en el desarrollo desigual de la población, propio del capitalismo,
que combina concentraciones de bienestar y capital con pobreza y opresión (Blázquez, 2012).

Es relevante en el contexto global, considerar al margen de las metas e indicadores de


competitividad turística que conforman un beneficio económico, indicadores que de igual
peso integren el aspecto social, político y cultural. En otras palabras, el turismo permitirá
disminuir la pobreza en la medida en que los principios y acciones ubiquen e integren a los
excluidos como agentes o actores de las actividades involucradas (Neri 2008 citado en Cicci
e Hidalgo, 2013).

85
Arjona Granados, M., P.

3.- Conclusiones

Los intereses económicos y políticos que se han revelado en los últimos años en los destinos
turísticos del país, que privilegian las inversiones sobre la sustentabilidad, ha puesto en
manifiesto que la industria del turismo no puede encaminarse a un franco camino a la
sostenibilidad con las convencionales estructuras económicas y políticas. Es decir, se
requiere realizar cambios estructurales de gran alcance en el sistema mundial para que los
programas sociales, ambientales y de turismo sostenible tengan éxito, además de generar
medidas de solución a los problemas globales.

Las repercusiones derivadas de distinciones entre los distintos actores del sector, marginan
comunidades y destinan los beneficios discriminadamente, aumentando los polos
económicos en contextos de incipiente crecimiento. Las recomendaciones de organismos
internacionales sugieren medidas que disminuyan dichas prácticas y propicien un
crecimiento equilibrado en los diversos destinos turísticos del país. Para dar cumplimiento a
dichas recomendaciones se requiere, por lo tanto, medir los beneficios en términos de calidad
de vida, disminución de pobreza, generación de empleo, infraestructura, servicios de salud y
educación, entre otros. Las regiones turísticas pueden crecer, sin embargo, el reto es lograr
un desarrollo que impacte positivamente a las distintas partes interesadas.

En resumen, es imperativo evaluar los proyectos de desarrollo turístico no por los ingresos
que genere o por su incremento en llegadas de turistas internacionales, sino por su efecto en
el desarrollo local sostenible. Como consecuencia, es irrelevante considerar indicadores de
competitividad en los parámetros internacionales si el turismo está lejos de cumplir los
objetivos establecidos como prioritarios en las políticas nacionales y sectoriales y más aún,
incrementa el deterioro ecológico, social y cultural del país.

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Elementos de planeación de las políticas sectoriales…

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89
Reseña
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas de Estados Unidos.
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. His main ideas of the United States.

Autor de la Reseña: José Antonio Abreu Colombri 1


https://orcid.org/0000-0002-8698-6493
Autor del Libro: Dr. Óscar Lorenzo, Guido Castillo
Edición: D.R Madrid, Capitán Swing Libros.
Número de Páginas: 188
Año: 2016

Como referenciar esta reseña:


Abreu Colombri, J. A. (2019). Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas de Estados Unidos.
Revista Ciencia Jurídica y Política, 91-97. Recuperado de:
https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/5-revciencasjuridicasypoliticas/article/view/362
_________________________________________________________________________

El libro fue publicado originalmente en inglés, en el verano de 2015, por la editorial Chelsea
Green Publishing -White River Junction, Vermont-: “The Essential Bernie Sanders and His
Vision for America”. Ricardo García Pérez tradujo el libro un año después, para Capitán
Swing Libros -Madrid, España-. El cuerpo del texto se compone de ciento ochenta y ocho
páginas y veinte capítulos; en la parte final se recoge una breve biografía de Bernard -
“Bernie”- Sanders y los agradecimientos. En la introducción y el prefacio el autor plantea
algunas reflexiones sobre los contextos políticos en el que irrumpe el mensaje del senador
Sanders y adelanta cuales serán los principales temas de la presente edición. En estas
primeras páginas, se puede vislumbrar que Sanders siempre tuvo una actividad a contra
corriente, que ha roto los estándares del ejercicio de la representación política y que su
retórica siempre ha prorrumpido en los espacios institucionales de forma original y alejada
de las convenciones establecidas en cada fase político-electoral.

Jonathan Tasini despliega una magnífica labor de síntesis y recopilación de fuentes en todo
el conjunto de la publicación. La estructura se fundamenta sobre capítulos de extensión

1
Licenciado en los programas de Historia -2008, Universidad Complutense de Madrid- y Periodismo -2010, Universidad Rey Juan Carlos-
. Obtuvo el título de doctor en el programa de Estudios Norteamericanos. Ciencias Sociales y Jurídicas -2016, Universidad de Alcalá- y el
Premio Extraordinario de Doctorado: Área de Humanidades. Tiene varias publicaciones –individuales y colectivas- en temas relacionados
con la metodología de investigación histórica, la evolución de las mentalidades, la comunicación social y los estudios culturales. Ha
realizado varias estancias de investigación en centros de México y Portugal. Email: abreucolombri@gmail.com.
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas…

reducida, en los que se ensamblan fuentes primarias y desarrollos analíticos. Asimismo, el


libro alberga algunos de los discursos más resonantes, declaraciones públicas y llamativas
entrevistas. Nació en 1956 -Houston, Texas-, es analista político y consultor de estrategias
de organización. Ha coordinado varias obras colectivas y ha publicado varios informes y
ensayos. Ha trabajado en muchos proyectos de investigación periodística: The Washington
Post, The New York Times, The Wall Street Journal, Los Angeles Times, CNBC, Business
Week y Playboy. Desde hace años es director de un medio digital -Working Life- y está
vinculado al Sindicato Nacional de Escritores.

Las ideas relacionadas con la gestión económica suelen ser bastante progresistas e
innovadoras, que rompen el marco tradicional de la visión de la socialdemocracia: luchar
contra los paraísos fiscales, revitalizar la red de infraestructuras, progresividad fiscal,
subsidiar a las fuentes de energía limpia, fomentar el tejido de producción interno,
reconsiderar las políticas comerciales y optimizar el gasto militar. “A todo el mundo le
preocupa en qué se gasta el dinero el gobierno, sobre todo a quienes suscriben la idea de que
un gobierno inteligente y progresista es una fuerza del bien. […]” (véase página 27):
“Economía” -primer capítulo-.

“Atención sanitaria” -capítulo segundo-. Sanders, primero desde la Cámara de


Representantes y luego desde el Senado, presionó a los presidentes Clinton y Obama para
hacer reformas estructurales en el servicio de atención sanitaria. También colaboró con
movimientos de presión para la creación de un sistema sanitario público de garantía amplia.
El Medicare siempre tienen que aspirar a ser como un mecanismo de asistencia para toda la
ciudadanía.

“Educación” -tercer capítulo-. El sistema educativo es una pieza fundamental para el


desarrollo general de un país y para la prosperidad y el bienestar de una sociedad desarrollada.
La mercantilización y la falta de oportunidades pueden tener consecuencias muy graves en
el funcionamiento general del país en menos de una generación. Es necesario grabar las
especulaciones de los mercados financieros para garantizar el acceso a la educación y
financiar proyectos de investigación básicos.

92
Abreu Colombri, J. A.

“Medio ambiente” -cuarto capítulo-. Desde la década de 1990, las intervenciones de Sanders
están plagadas de alusiones a la preservación medioambiental y a la necesidad de legislar a
favor de los espacios naturales del país. La transformación de los usos energéticos debería
ser la base de la lucha contra el cambio climático. Del mismo modo, los Estados Unidos
deberían liderar un movimiento internacional para reducir las emisiones de gases
contaminantes.

La persecución de los privilegios fiscales ha sido uno los objetivos más destacados de la
carrera política de Sanders, especialmente durante su etapa de senador por Vermont. La
asimetría impositiva es uno de los temas que más confrontaciones y descalificaciones les han
granjeado a los portavoces del Partido Demócrata. “[…] a los malos pactos fiscales –
alcanzados mediante la acción de unos partidos políticos financiados por grupos de presión
empresariales…- que conceden más exenciones fiscales a las grandes empresas y al 1 por
ciento más rico mientras deposita mayor carga fiscal sobre todos los demás. […]” (véase
página 61): “Impuestos” -quinto capítulo-.

Como se puede intuir, la cuestión financiera es el otro gran punto de fricción de la agenda
política diseñada por el senador Sanders. Las ayudas de dinero público, llevadas a cabo
durante la administración Obama, con una ausencia total de medidas para contener las
tendencias especulativas, sirvieron de estímulo para los discursos de Sanders. Dichos
discursos ponían el foco sobre los problemas de la “financiarización” de la economía y las
duras condiciones de vida de muchos ciudadanos. “[…] Como todos sabemos, la codicia, la
imprudencia y la conducta ilícita en Wall Street llevaron a este país a la peor recesión desde
la Gran Depresión. Millones de estadounidenses perdieron sus puestos de trabajo […]” (véase
página 72): “Wall Street” -sexto capítulo-.

El sector de los trabajadores y sus agrupaciones han abarcado mucho tiempo en las
intervenciones institucionales del icónico representante de Vermont. “[…] Bernie ha
apoyado a los sindicatos en todas las discusiones del Congreso, desde la tentativa de 1995 de
prohibir la sustitución de trabajadores en huelga cuando estuvo en la Cámara de
Representantes hasta su oposición al NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del

93
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas…

Norte) y a otros acuerdos comerciales similares contrarios a los trabajadores […]” (véase
página 83): “Los trabajadores” -séptimo capítulo-.

El apoyo a la familia estadounidense está indefectiblemente unido al apoyo de derechos


laborales y a la implementación de garantías sociales, a través de la construcción de un marco
legislativo establecido por todos los estratos de la administración. “[…] [Sanders] Hace poco
planteó la cuestión de los permisos laborales y las vacaciones en forma de emotivo
llamamiento a la nación para que suscribiera un conjunto de auténticos ‘valores familiares’
[…] ha apoyado la Ley de Igualdad de Pago y ha sido en la Cámara de Representantes un
defensor rotundo de los derechos de las mujeres […]” (véanse páginas 85 y 93): “Valores
familiares” -octavo capítulo-.

“Sociedad” (noveno capítulo). Todas las políticas de carácter social deben ser levantadas
sobre una clave de bóveda: la Seguridad Social. De todas las formas posibles, Sanders ha
combatido los intentos de reforma legislativa, impelidas tanto por demócratas como por
republicanos, que horadasen las competencias de la Seguridad Social en detrimento de los
receptores de ayudas públicas. Los recortes presupuestarios y los ceses de prestación también
han sido muy combatidos dialécticamente.

“Política” -décimo capítulo-. Como se puede intuir, Sanders ha realizado una apuesta por la
independencia institucional y la separación de poderes, con una denuncia permanente de las
injerencias de las grandes corporaciones empresariales sobre Capitol Hill y sobre diferentes
entes de gestión estatal. En muy diferentes contextos y periodos, Sanders ha sostenido que
los millonarios no pueden comprar la democracia y ha elogiado la labor de denuncia de
muchos colectivos progresistas ante esta situación disfuncional.

Las infraestructuras son un factor determinante para garantizar la productividad económica.


Del mismo modo que las infraestructuras fueron fundamentales para el desarrollo económico
en el pasado, el gobierno federal debe garantizar el mantenimiento de las mismas en el
momento presente y la implementación de proyectos de construcción para el futuro. “[…]
En enero de 2015, Bernie promovió el adelanto del gasto en infraestructuras y lo vinculó al
freno del cambio climático […]” (véase página 114): “Infraestructuras” -undécimo capítulo-

94
Abreu Colombri, J. A.

Desde los primeros años en la Cámara de Representantes, Sanders ha prestado especial


atención a la situación socio-económica de los veteranos de guerra, desde posiciones
contrarias al intervencionismo militar, con intención de cubrir las necesidades de un colectivo
muy comprometido con la causa nacional. “[…] En marzo de 2013, Bernie propuso una
enmienda que impidió aplicar recortes en las prestaciones de los veteranos discapacitados.
[…]” (véase página 120): “Los veteranos” -duodécimo capítulo-.

“La agricultura” -capítulo decimotercero-. Una de las cualidades del senador Sanders reside
en su capacidad para interconectar temas de naturaleza política. En este sentido, la cuestión
de la agricultura incardina diferentes cuestiones relevantes en la actualidad: salud pública,
medio ambiente, cambio climático, reconversión tecnológica, acuerdos comerciales, gestión
económica, producción local, poder adquisitivo, responsabilidad política y legislación
federal.

La inmigración ha sido uno de los pilares del desarrollo histórico de los Estados Unidos,
Sanders señala que la inmigración dinamiza muchos sectores económicos y que las
instituciones gubernamentales no pueden obviar las cuestiones en materia de derechos
humanos que envuelven a los procesos migratorios. “Al igual que muchos millones de
estadounidenses, Bernie es hijo de una familia inmigrante […] ha dejado claro que la reforma
de la política de inmigración no puede amparar que las empresas exploten a los trabajadores
[…]” (véase página 129): “Inmigración” -capítulo decimocuarto-.

“Derechos civiles” -capítulo decimoquinto-. El movimiento de los derechos civiles es uno de


los símbolos del progresismo político y social, se pone de manifiesto que existen
lamentablemente muchos sucesos de discriminación racial -relacionada con las minorías- y
demasiados contextos de injusticia social. Curiosamente, la identificación de Sanders con
este movimiento se remonta hasta la década de 1960 y le convierte en una de las
personalidades más respectadas en esta red de grupos activistas.

Pocos representantes políticos vinculados al Partido Demócrata pueden argumentar, con


registros hemerográficos, que siempre han defendido la idea de solventar diplomáticamente
las crisis que han desembocado en un enfrentamiento militar en las últimas décadas,
independientemente de cuál fuese el ocupante del Despacho Oval. Sanders se ha mostrado
95
Tasini, Jonathan. Bernie Sanders. Sus principales ideas…

muy crítico con el unilateralismo diplomático y mucho más con el intervencionismo militar
estadounidense. “[…] En 1991, cuando era miembro de la Cámara de Representantes, Bernie
votó en contra de la resolución que autorizaba a Estados Unidos a emprender acciones en la
guerra del Golfo. […] En octubre de 2002, Bernie votó en contra de autorizar la guerra de
Iraq calificándola de ‘uno de los peores fiascos de política exterior de la historia
estadounidense moderna’ […]” (véase página 151): “Política exterior” -capítulo
decimosexto-.

La producción interna debería estar acompañada de una estructura legal que favoreciese a
todas las empresas estadounidenses en cualquier escenario comercial. Esta posición se
establece de forma paralela a la situación de los trabajadores estadounidenses. “[…] Sanders
ha sido uno de los principales opositores de los denominados acuerdos de libre comercio, que
ha costado al país millones de puestos de trabajo para la clase media y han desembocado en
un descenso de los salarios. […]” (véase página 153): “Comercio exterior” -capítulo
decimoséptimo-.

“Medios de comunicación” -capítulo decimoctavo-. Desde las medidas de liberalización de


los medios de comunicación de la década de 1980, en los Estados Unidos se han conformado
varios mega-conglomerados de medios de comunicación, a través de procesos de compra y
fusión empresarial, que diluyen la labor de los profesionales de la información, menguan la
diversidad informativa y condicionan la supervisión de la Comisión Federal de
Comunicaciones. En el nuevo contexto digital, el senador Sanders sigue defendiendo un
modelo general que facilite la independencia de los medios y que impida el surgimiento de
monopolios “empresariales” en todas las regiones del país.

Con mucha frecuencia, a lo largo de toda su trayectoria política, Sanders ha identificado


algunas limitaciones del poder ejecutivo con el papel de la Reserva Federal en el escenario
socio-político. Resulta sorprendente ver como el representante político de un pequeño estado,
como es el caso de Vermont, se ha posicionado en contra de la gestión de los presidentes de
la Reserva Federal, para denunciar la situación de la clase media y las familias trabajadoras.
Esas interpelaciones se han incrementado después del colapso financiero de 2008, en relación
al trato preferente de las entidades financieras y los agentes especuladores. “[…] En el año

96
Abreu Colombri, J. A.

2009, Bernie se opuso a que Ben Bernanke fuera nombrado por segunda vez presidente de la
Reserva Federal, en una tentativa de subrayar el papel desempeñado por la Reserva Federal
en el rescate de empresas y bancos de Wall Street a costa de los trabajadores de a pie. […]”
(véase página 177): “Control del gobierno” -capítulo decimonoveno-.

“Libertad individual” -capítulo vigésimo. Para los sectores progresistas, desde hace varias
décadas, la libertad individual tiene que ser preservada por las acciones legislativas de la
administración federal ante supuestos de seguridad y vigilancia social. En ese sentido,
Sanders se ha posicionado claramente a favor de los derechos y las libertades del individuo
frente a los mecanismos de control del Estado. El tema de las armas está también bastante
claro para Sanders, las armas de uso militar no deberían tener cabida en los espacios públicos
y en los usos civiles. Entre 2001 y 2009, fue una de las voces más elevadas contra la Ley
Patriota y las medidas de vigilancia antiterrorista implementadas por la administración Bush-
Cheney.

Esta investigación contiene una gran cantidad de manifestaciones programáticas de Sanders,


pero también condensa el esfuerzo transversal de esos mensajes, ya que con ellos se pretendió
llegar -tanto del campo como de la ciudad- a jóvenes, ancianos, inmigrantes, veteranos,
funcionarios, activistas sociales, ambientalistas, sindicalistas, minorías, sectores
desfavorecidos, et cetera. En la parte final de la publicación, existe una breve biografía, de
apenas tres páginas, donde se pueden rastrear la acción legislativa de Sanders en las
comisiones de las cámaras legislativas y los origines políticos en la alcaldía de Vermont. En
el apartado de los agradecimientos, el autor no esconde su relación personal con el senador
Sanders y sus vínculos con sus equipos de campaña.

97
Directrices Editoriales
Guidelines of the journal

REVISTA CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA (CJP)


ISSN 2410- 2768

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS (ECJP)


UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE NICARAGUA (UPOLI)
Reformadas el 16 de noviembre 2019

Autores: Equipo editorial


Misión:

Nuestra Revista Ciencia Jurídica y Política (CJP) es un espacio abierto en el cual diferentes
autores de la sociedad pueden publicar sus trabajos con una perspectiva crítica y de calidad
enfocados en nuestros lineamientos que se ciñen a las ciencias jurídicas y políticas. Buscamos
a treves de nuestras publicaciones la defunción del conocimiento crítico como una
contribución a la comunidad académica-científica nacional e internacional.

Visión:

Ser una revista de calidad, pertinente, generadora del saber científico jurídico y político,
indexada a nivel internacional en las principales bases de datos, logrando difundir a nivel
nacional e internacional a traves de sus artículos, el conocimiento actual, basados en sus
líneas y políticas de investigación.

Características y objetivos

La Revista CJP es una publicación científica, destinada al estudio de todas las disciplinas
relacionadas con las esferas de las ciencias jurídicas y políticas, partiendo de una perspectiva
teórica y práctica. Contiene trabajos inéditos, elaborados por especialistas nacionales y
extranjeros, cabe destacar que estas investigaciones antes de ser publicadas son sometidas a
un proceso de revisión por parte de pares arbitrales que cuenta con un alto grado de
rigurosidad científica, fundamentada en las suscritas directrices editoriales.

La publicación Revista CJP se edita semestralmente en los periodos de enero a junio y de


julio a diciembre de cada año, bajo el patrocinio de la Universidad Politécnica de Nicaragua,
en su formato electrónico en Open Access y su presentación física. De igual forma la CJP
divulga sus trabajos en los idiomas español e inglés y está dirigida a la comunidad científica
jurídica y política; en especial, a investigadores y docentes.

99
Líneas de investigación

Las líneas de investigación del ECJP-UPOLI, son las guías orientadoras del quehacer de esta
unidad académica. A continuación se insertan las líneas temáticas del ECJP que deberán ser
tomadas en cuenta por las autoras y autores interesados en enviar sus aportes a la revista CJP.

Ciencias Jurídicas Ciencias Políticas


Derechos Humanos Participación Política y Ciudadana
Métodos Alternos de Resolución Alterna de Políticas y Gestión Publica
Conflictos
Derecho Público y Social Democracia
Derecho Privado Medio Ambiente

Convocatoria y aceptación de artículos

Se invitará a los estudiosos del Derecho y la Ciencia Política, nacionales y extranjeros, a


presentar trabajos para su publicación en CJP, estas postulaciones deberán de identificarse
con las siguientes categorías:

a) Editorial: Se trata de una reflexión breve basada en una temática relacionada a las
líneas temáticas de la revista con una extensión mínima de 600 palabras y máxima de
800.
b) Artículos de Investigación Científica: Son los resultados de investigaciones
concluidas que deberán de contener la siguiente estructura: resumen, abstract,
introducción, método, resultados, discusión, conclusiones y referencias. La citación
de estos trabajos deberá de provenir de fuentes bibliográficas de alto rigor científico.
El artículo científico se trata de una investigación comprobada por medio de la
metodología y cualquiera de sus herramientas.
c) Avances y resultados de investigación: Trabajos que anuncian resultados
preliminares o finales de una investigación científica. Extensión: 15-25 páginas.
d) Articulo revisión: Este consiste en un estudio descriptivo, selectivo y crítico, que
debe de recopilar información relevante de un tema en específico. Esta recopilación
deberá de estar basada en un análisis de la literatura desde un enfoque crítico. Su

100
extensión no deberá de exceder las 20 páginas y además deberá contener la siguiente
estructura: Titulo, resumen, palabras clave, introducción, desarrollo, conclusiones y
referencias.
e) d) Reseñas de libro: Se trata de la evaluación de una obra determinada, esta podrá
ser crítica y constructiva, en cuanto a su estructura el autor tendrá la libertad de
presentarla de acuerdo a su criterio.

Se aceptarán trabajos originales e inéditos escritos sobre todas las disciplinas objeto de la
revista. El idioma oficial de CJP es el español. Se considerarán inéditos aquellos trabajos que
ya hayan sido publicados en otros idiomas y se traduzcan por primera vez al español. Los
autores deberán informar si de manera previa o simultánea han sometido sus colaboraciones
a otra revista, así como informar si tal colaboración fue aceptada primero en otra publicación.

Concejos y miembros de la revista

Concejo científico editorial: Este consejo está compuesto por miembros honoríficos en el
ámbito de las ciencias jurídicas y políticas, entre ellos se encuentran docentes e
investigadores de índole nacional e internacional que poseen una larga y reconocida
trayectoria en el área académica y científica. Este es el máximo órgano a nivel jerárquico de
la revista, su principal función es asesorar permanentemente todo lo relacionado al
funcionamiento de la misma.

Director: Es la persona preside el consejo científico editorial, además es el encargado de


seleccionar las secciones de los números en coordinación con el editor. Dentro de sus
principales funciones esta coordinar la visibilidad de la revista en el ámbito internacional y
establecer las relaciones con instituciones universitarias, miembros de la academia y otros
investigadores que se relacionen a la defunción del conocimiento científico. Otra de las
funciones del director es gestionar artículos e invitar a nuevos miembros a integrar el consejo
científico editorial de la revista.

Editor: Es el encargado de coordinar y aplicar todas las gestiones operativas que constituyen
el proceso de publicación de la revista en conjunto con los actores técnicos, estas funciones
están encaminadas en:

101
- Diseñar la política editorial
- Apoyar en la asignación de árbitros
- Realizar convocatorias para la postulación de artículos
- Promocionar la revista en eventos, conferencias y espacios de difusión
- Sugerir bases de datos para la indexación de la revista
- Coordina el trabajo técnico de preparación de cada número de la revista.
- Sostener comunicaciones con autores y autoras con la finalidad de dirigir el proceso
editorial hasta la aprobación y publicación de cada trabajo.
- Funge secretario del Consejo Editorial y dirige comunicaciones a sus miembros o a
cualquier otra persona en esta calidad por indicaciones del director.
- Es el encargado de ejecutar todo el proceso editorial y sus faces con previa
autorización del director y el consejo científico editorial.

El editor estará facultado en solicitar la colaboración de los miembros del comité de


redacción para el cumplimiento de las funciones referidas.

Pares revisores: Son expertos en la materia encargados de realizar la evaluación de los


artículos que les sean referidos por el editor, de conformidad a los instrumentos y criterios
de medición.

Comité de redacción: Son las personas encargadas de colaborar en cualquier tarea


encaminada a la adecuación del número en cuestiones de forma, citación y ortografía, apoyan
directamente al editor en la gestión de ratificar el número antes de su publicación.

Traductores: Apoyan con la traducción de todo material de trabajo de la revista en idioma


inglés.

Diseñador: Se encarga de la elaboración de la portada, logos, convocatoria y toda la parte


estética de la revista.

Diagramadora: Es la persona que se encarga de unificar la información remitida por el


editor e implementa el formato de la revista en cuanto a forma, también entre sus funciones
esta la actualización del portal Open Journal Sistems (OJS).

102
Proceso de gestión editorial

Da inicio cuando el autor o autora envían el artículo y su hoja de vida a la revista CJP a traves
de la plataforma Open Journal Sistems (OJS) o al contacto del director o editor, de lo cual el
autor recibirá un acuse del recibido por parte de la plataforma o los funcionarios ya
mencionados. Posteriormente que ya se encuentre notificado el recibido sobre la postulación
del artículo, se dará inicio a las fases de revisión que consisten en:

Revisión editorial previa: Esta revisión podrá ser realizada por el editor o los coeditores
bajo el visto bueno del director de la revista. Los criterios a evaluar estarán enfocados en:

a. Calidad del contenido y aporte al conocimiento científico.


b. El contenido del artículo deberá coincidir con alguna de las líneas de investigación
planteadas por la revista.
c. La estructura y contenido del artículo deberán de estar adecuadas a lo que establece
el sistema de citación American Psychological Association (APA)

En el caso de que el artículo postulado no cumpla con ninguno de los criterios de evaluación
referidos, el editor notificara al autor sobre la no aceptación del mismo, en caso contrario el
artículo pasara automáticamente a la siguiente etapa. Todo este proceso deberá ser realizado
por los autores del comité editorial en el plazo de 72 horas, mismo que podrá ser extendido
por disposición del director en casos excepcionales.

Revisión por pares: En esta fase se procede a la evaluación del artículo bajo la siguiente
metodología: Primero el editor remitirá el artículo bajo el anonimato, esto significa que dos
árbitros o más evaluaran el trabajo bajo la técnica del doble ciego. Esta evaluación no deberá
de exceder el plazo de 15 días y deberá de estar fundamentada de acuerdo al instrumento de
evaluación que el editor proporcione y por consiguiente en las directrices editoriales. En el
caso de que la evaluación sea positiva, negativa o incluya modificaciones para la aceptación,
los árbitros remitirán los resultados al editor quien tendrá la tarea de comunicar los hallazgos
detectados a los autores.

103
Revisión editorial posterior: En esta etapa el editor revisara si el autor cumplió con las
observaciones sugeridas por los pares arbitrales, dado el cumplimiento de lo anterior se
procederá a notificar la aceptación del artículo y se adjuntara la constancia del mismo, de
igual forma se le notificara al autor la tentativa fecha y el numero en que se publicara su obra.

Traducción: El comité editorial remite los títulos, resúmenes y palabras claves al Centro de
idiomas de la UPOLI, con la finalidad de corroborar o modificar la información enviada por
los autores en cuanto a la traducción al inglés de los acápites mencionados.

Diagramación: Se trata del proceso estético del número que será publicado en cuanto a su
entrega física y su publicación en la plataforma Open Journal Sistems (OJS).

Revisión final (Editorial): En esta etapa se ratifica por parte del Director y el editor la
revisión final del número y dictaminan que está apto para ser publicado.

Publicación: Es la etapa final del proceso de gestión editorial.

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4. El texto tiene un interlineado sencillo, un tamaño fuente de 12 puntos, se utiliza
cursiva en lugar de subrayado (excepto en las direcciones URL), y todas las
ilustraciones, figuras y tablas se encuentran colocadas en los lugares del texto
apropiados, en vez de al final.
5. El número de páginas será de entre 15 y 20 incluyendo figuras y tablas, referencias,
etc.
6. Las referencias se numerarán correlativamente en orden alfabético y tamaño 12. El
estilo de la Asociación Americana de Psicología (APA-6ª Edición) se empleará para
la organización y redacción de las referencias bibliográficas.
Consultarhttp://online.upaep.mx/
7. LPC/online/apa/APAimp.pdf.
8. El texto reúne las condiciones estilísticas y bibliográficas incluidas en Pautas para el
autor/a, en Acerca de la revista.
9. En el caso de enviar el texto a la sección de evaluación por pares, se siguen las
instrucciones establecidas por la CJP, la que determinará la publicación o no de la
colaboración.

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Revista Ciencia Jurídica y Política, es una publicación semestral editada por la Universidad
Politécnica de Nicaragua (UPOLI), a través de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas
dentro del Programa de Investigación Jurídica-Política. Sur Villa Rubén Darío, Aptdo. 3595,
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