(!

)VERBO VERBO
A~ XXXVI. NII346 - 347, setiembre - octubre 1994
formación para la acción, en la acción. R.N.P.I. 135475 - I.S.S.N. 0325 6685

Director:
Secretario de Redacción:
Juan Pablo Beratducc!
Uc. Carlos A. Robledo
Sumario
Coordinador Ejecutivo: Alejandro Altamirano
Carta al Lector
Consejo de Redacción: Ing. Roberto Pincemín
Defender la familia ¿Pero cómo? 3
Arq. Patricio Randle
Dr. Bernardino Montejano Ch.) Notade Tapa
La discriminación de los antidiscriminadores 9
Dirección: Cosilla de Correo 643
(4CXXJ) Tucumán - Tel. (fax) 081- 351626 Crónica del Xll Congreso Nacional del J.P.S.A.
El Nuevo Orden Mundial:
Un desafio a la esperanza cristiana 13
"Es necesario decirlo de nuevo enérgicamente en estos tiempos
de anarquía social e intelecutal en los que cruta uno se erige en Filosoffa
doctor y legislador. _. no se levantará la ciudad sino como Dios El humanismo integral
la ha levantado. no se edUlcará la sociedad si la Iglesia no pone A. Messineo SJ 19
los cimientos y diriqe sus trabajos, No, la civilización noestápor ~ Familia
inventarse. ni I.a ciudad nueva por construirse en las nubes. Ha
existido. existe; es la civilización cristiana. es la CIUDAD CATÓ· I
Cultiva tu amor
LICA. No se trata más quede instaurarla y restaurarla sobre sus Juan y Teresa 35
naturales lJ dÜ'inos fundamentos contra los ataques. siempre Doctrina Política
renovados de la utopía nociva de la rebeldía y de la impiedad: La aatonemía municipal en la reforma contitucional
OMNlA INSTAURARE iN CHRISTO". Mario Meneghini 39
San Pío K,
"Notre charge apostoli.que" (N° 1.111 Política Poblacional
VERBO ----......1.., NUESTRA PORTADA:
1 - - :

Si algo caracteriza al mundo moderno es la pérdida del sentido de la

"La Santa Sede en El Cairo
Tradición Histórica
47

rorRlació. para lo «dón, ... la acción.
verdad. Laintima Vinculación quedebe existirentre la inteligencia que
Renacimiento y Descubrimiento
conoce y ei otjelü que es conocido, por exigencia de la mismá
naturaleza, se ~a reto oe".apareció como pauta de verdad
Ld inteligencia sesubjetiviza e Independiza de la realidad. Esta, ya no
'. I

Enrique DlazArauja 55
Impcne nada. Esel sujeto. enforma unidireccional, qUien determina lo Cultura
ove es el iJCJetivo
Perdido esto cae en más o en menos tiempo. todoel ed~icio. Lacrisis Algunos Aspectos criticos de la educación ambiental
protrnda es en el piano de ja inteligencia V dejasusevidencias en el Patricio H. Randle 79
order, moral, social, ~QIIIICO, cunurat. etc.
qeal;rrtlar el Sfn!ldo común aparece como una tarea funaamental
,olellglf. d,stll'Qu'r tranco oe negro amiqo de enemigo. verdadero de
Coplas a Santa Teresa 95
fals'J, buenode TT'dio. nos 'jaranIIza f1:;esna perviventla comohombre
I.A OISCRIMINACWN OE I.OS
J\~O(S('W¡MI~A1>()RES
I Filosofía I

EL HUMANISMO INTEGRAL

A. MEsSI~O. SJ .

Hantranscurrido másde treinta añosdesde la publicación en "Lo Civiltá

Cattolica ", el 25 de agosto de 1956, de este importante estudio del P, Amo-
nio Messineo S.J., conocido entonces fJI la Argentina por la publica-
ción efectuada por la revista "Estudios" II q 480, Olio 1956, del texto
traducido por el P. Angel R, Gonsále: S.J.. que es el que hoy presentamos
a nuestros lectores,
Desde entonces, mucha agua ha corrido bajo los puentes )' la de/etérea
influencia de las ideas combatidas por el P. Messineo se ha extendido por
todo el nuuuio llegando a confundir gravemente incluso al actual director
de "La Cil'iltil Cattolica", P. Gianpaolo Salvini. quien en 1111 reportaje
publicado en "El Mercurio" de Santiago de Chile el 21 de octubre de 1994
manifiesta que el nombre de la publicación "hoy día ya 110 es v álido'i.porque
el mismo fue puesto según supone "para afirmar la existencia de una
civilización católica. que la 1glesia puede proponer a todo el mundo. Pero
me parece que esto no puede afirmarse 110)', después del Concilio Vaücano
l/; es decir, 110 existe una cultura silla /liza fe católica, que debiera animar
a todaslas culturas, muy diversas entresí.Meparece. por eso, que el nombre
de la revista ya 'no tiene actualidad", Más allá de la legítima diversidad
cultural, cuyos valores positivos se encuadran en una concepción cristiano
de la existencia. San Pío X ya le había contestado: existe en el orden de los
principios una civllizacián J WIa ciudad: "es la civilizacián cristiana. es [a
ciudad católica. No se trata más que de. instauraria y restaurarla sobre sus
naturales J divinosfundamentos contra los ataques, siempre renovados, de
las utopías nocivas, de la rebeldía)' de la impiedad",

]9
 EL HUMANISMO IlrTEGRAL
El verdadero y genuino humanismo no puede ser sino uno, como ya
hemos demostrado en otra ocasién'", añadiendo que una concepción del
hombre y de la vida, a la que cuadre el nombre de humanismo. debe estar
apoyada sobre los datos proporcionados por la observaci6n experimental,
vivificados e interpretados por la reflexión racional, a cuyas conclusiones,
en el plano de la naturaleza, el pensamiento cristiano unirá después las
realidades trascendentes y los valores divinos, conocidos mediante la
revelación.Se tendráasí eihumanisma cristiano, visión integraldel hombre,
que de la naturaleza se extiende a la sohrenaturaleza.
Unsistemade humanismo.enel campoespecílicamentccatólico, ha sido
construido por el filósofo francés Jacques Maritain, cuyas líneas las ha
expuestojustamenteen unvolumen quellevael expresivotítulodeHlIl7lilnismo
integral y después las ha mantenido en sucesivas publicaciones de menor
importancia.
Nonos parece fuera de lugar exponer y examinar tal sistema, no s610 por
la audacia de su enfoque y posición filosófica y de sus conclusiones. sino
tambiénporqueno pocos vuelven losojos a él como a un punto de referencia
al cual buscan después conformar su modo de concebir la vida social.
Comencemos. pues, la exposición partiendo de un concepto que juzgamos
fundamental. (i) . presupuestoprocederporsucesivasprofundizacioncsdelaconcienciasujetiva,
Es éste el concepto de la historia. en el cual se descubren evidentes los ",' ' 0"·
influjosde la teoría bcrgsoni:masobre laevolucióncreadora. El discípulo 1\0 "I,.... ,~_
ha olvidado al maestro. Según Maritain, efectivamente. la historia consiste ·;:CP; l '
escncialmente en un proccso evolutivo incesante, que se desarrolla sin ja- "
más sometersea retornos o a ciclos involutivos, por sucesivasetagas, en ca-
da una de las cuales la humanidad consigue nuevas conquistas, si bien por
la superficic puede pareccr que atraviesa un período de decadencia ideoló-
gica y moral. Sobre el plano real de la historia todo desvío incluye siempre
algún aspecto positivo: hasta el error lleva implícita una alinnación en su
misma nezaci ón'",
La hisloria. como proceso humano, está particularmente marcada por
una conciencia refleja, siempre más profunda, quecl hombre adquiere lenta
y progresivamente en las varias etapas, o, como se expresa Maruain, la
historia procede por sucesivas y siempre más claras tomas de conciencia, y
(~) m.
ei "ilta Cattolica, 1956, \'01. cuad, 2548 - 25 agosto 1956.
1 - Umanisma integrale, Roma, 1946, p. 114; Cfr. también: Du rigim. tempere! el de lo liber" , París, p.
98; Christianism« el d émocratie, París. 1943. p. 19-20.
20
A. MESSINEO. S.J.
encuentra la demostracióndeesta su proposiciónfundamentalparasusistema
humanístico, en el estudio com arativo de las vanas etapas por fas que han
pasado, tanto la especulación filoso Ica como la actltu e nsamlento
respecto a os pro emas e a re Igl n. e ombre y e la libertad.
Punto muerto dél cual partlrfa el proceso evolutivo hacia las sucesivas l d o¿
lomas de conciencia, sería la 'Edad Media,'¿poc',¡ 'e-ñ-",¡:íc·üaleChombre Se . . t .¡..:~
habría olvidado. completamente!e sí,~o r~f!.exionandoSó-¡;¡:esunatm:aieia
y sus exigencias, porque habría estado absorto en Dios y se habría dedicado
con todas sus fuerzas a la actualizacI6ñ'(fe-sü-reTño-sooiéT:i"iiérrán~La-Eaaa
Mediaes. en laapreciación de Maritain, todo lo opuesto<féuna época refleja:
representante de un pensamiento objetivo, que no se ha replegado sobre el
sujeto y a laque se le ha escapadoel significado importante de la subjetividad.
Para convencersecuán tendenciosamentepocoobjetiva seaesta valorización
del pensamiento medieval y de su actitud hacia los problemas humanos.
bastaráojear a vuelo de pájaro 1:1 Suma de Santo Tomás y las especulaciones
de su maestro, Alberto Magno, en quienes la anlropología alcanzó cumbres
bien luminosas. no solamente en lo que toca al orden sobrenatural, sino
también el)el plano de la investigaciónnatural. psicológica. moral yjurídica
del sujeto humano. Por amor del concepto evolutivo de la historia y de su
se hadeformadocon unavisiónunilateral la verdaderaalma medieval. lacual.
si fue vibrante por su fe. y por su fe creó monumentos inmortales,en ninguna
manera fué extraña a la vida y a las realidades terrenas.
Pen?]v'l:1!it:lJ.~no se t~rbil~º-~~~_t~ ~~s, ~~!!"'~lHicaciones al describir las e.. l~r .....
épocas históricas, y pasa adelante en su arcumcnto com~aralivo. La historia
E() duermen Ec detTcl:¡c :·to~~~s'sac.ü{lInil~t.O.9.§!,i.ia:.~fbgnlbi~1 de.-spert~ ~e
y a lomar conciencia de sí. El primer sacudimiento. que es a la vez una
primera conqUiSt3CñsuaulOrrcflexión, se lo dio la refonna protestante, la
cuar tu'vo el mediO,aun bajo el velo del pesimismo, de hacerle comprender
el valor de la iniciativa humana respecto a la vida terrena y de haberlo así
orientado con la doctrina de la predestinación en re[ación al uso de [a
libertad. hacia labúsquedade la prosperidadmalerial. Losaspectos negativos
de la reforma no deben falsear las perspectivas de la historia. esencialmente
dirigida hacia nuevas adquisiciones. ya que en ella, la rehabilitación del
hombre y la loma de conciencia estarían incluídos en su contrario, o sea en
2- Cimanismointegrale , cit.,p, 18 ysig.
21
 EL HUMANISMO /ftlfEGRAL
las mismas negaciones de la libertad y del valor intrínseco de los actos
humanos en orden a la salvación?',
El sallo desde la Edad Media a la Reforma es. a la verdad, demasiado
largo. Entre estas dos orillas lejanas se coloca ~ 1humanismo del renacimiento,
al cual, como se ha dicho en otra parte. la Inh:lpretaclón comente at!Jº~
el descubrimiento del hombre y la nueva orientación hacia las realidades
terrenas. No es fácil entender por qué esta etapa importante de la evolución
del pensamiento humano. con la que se abre la época contemporánea, haya
sido descuidada por nuestro escritor. Obsérvase después bien la paradoja
contenida en la afirmación, según la cual, en la negación de la libertad y del
valor de los actos humanos, estaría contenido el aspecto positivo de la
rehabilitación del hombre. La antítesis, pues, llevaría implícita la tesis, el
error la verdad. el determinismo de la predestinación la libertad. Y sin
embargo la filosofía de Maritain no se funda sobre la dialéctica hegelina, de
donde nace la dificultad de encuadrar estas profesiones de sabor dialéctico
en su sistema filosófico: ni creemos que su hístoricismo pueda ser reducido
a aquel proceso idealista y crociano de la síntesis de los contrarios.
Semejanzas externas, ciertamente, pero que dan qué pensar.
Con la teología antropocénlrica mitigada, continú:¡. de la que Malina
sería el portaestandarte y el tipo más representativo. la toma d~P2nci<:ncia
llegaría a un grado de mayor profundidad.. En eIla, expone Maritain,
esquematizando a su manera, sin .duda il~~~~,C!a.:~~Il)_o_vill!i.eJ1!() id~o_~2gLco
y doctrinal que refrendan caractcres muy div-E~.<?~~~a~llos. c_ntregados
al mismo gratuitamente, el hombre reclama en,~L0!SÍí.:!' del bien y de la
salvación una parte de iniciativa primaria en oposición a la época precedente.
principalmente la medicv al, que le atribuía solamente -una-TiÚciativa
secunaar"í:i:Díos y el honl'bre venMan a eslar coñílgUrados coñl"ü ooscáliSaS
a las cuales pertenecería una parte del acto. El hombre del humanismo
an tropocéntrico dispu taría así a Dios el terreno, reclamando para sí una parte
de iniciativa primaria en su posición?",
En cuanto al problema de la libertad, la misma teología habría considerado
la gracia como un simple adorno arquitectónico que corona a la naturaleza,
a la cual se le reconoce el poder de llegar a ser perfecta por propia virtud, de
modo que la gracia no tendría otra función y efecto que el de barnizar de
sobrenatural actos que la razón del hombre honesto podría realizar con
3 • Uma~;smo íntegraíe, cit., p. 23 Ysig.: De régime temporel, cit., p. 103 Ysigo
4· Umanismo integrale, cit., p. 25.
22
A. MESS/NEO, SI
perfecta rectitud. Sería alejarse demasiado del argumento, si quisiéramos
hacer notar cómo toda proposición con tenida en la descripción que acabamos
de referir no corresponde a la objetividad histórica y es una patente
deformación, un fruto de reconstrucción fantástica de un pensamiento que
ha sostenido [o opuesto de lo que le atribuye Maritain. Otro ha puesto en su
punto tal cuestión, sobre la cual no viene al caso detenerse. A nosotros
interesa ver cómo la historia. aun en este período. actúe sus conquistas.
El hombre, nos dicc Maritain, no obstante el falso enfoque y ubicación
de la teología antropocéntrica, ha progresado en la conciencia reneja de sí,
en cuanto se ha consolidado y afirmado como centro de actividad, ha
atribuído a la naturaleza un valor autónomo y ha asignado a su libertad un
campo de acción másextenso en la posición de actos naturalmente perfectos,
que la gracia cubrirá después con su barniz?',
Desde las posiciones conquistadas con la teología humanística mitigada
era fácil el paso a aquellas sostenidas por la teología humanística absoluta.
Esto lo realizó el pensamiento agnóstico contemporáneo en las variadas
formas en que se ha presentado. Fué sufic ¡ente ahat ir el adorno :uq uitcctónico
de la gracia para llegar al humanismo total, v conseguir una más extensa
afirmación de la liberlad. con una relativa toma de conciencia. aun más
profunda que aquella de las épocas precedentes , 6). Estas graduales
manifestaciones no han dado ninguna desmentida a la ley evolutiva de la
historia, formulada por Maritain, ya que éste nos asegura cómo, no obstante
que el humanismo absoluto no puede ser definido un verdadero humanismo,
bajo su influjo sin embargo se habría verificado un gradual descubrimiento
práctico de la dignidad de todo lo que está escondido en el misterio del ser
humano'", Desde la época medieval. que se distingue por su actitud ingenua
y aparece desprovista de conciencia refleja, por sucesivas adquisiciones,
hemos pasado a la pensadora época contemporánea en la que la conciencia
habría finalmente pesado todo el valor escondido en la naturaleza humana.
Más aún, si bien se observa. la historia es de tal manera progresiva, que el
error, lasdesviaciones conceptuales. eIrechazo de la revelación. el positivismo,
el racionalismo, el agnosticismo. el mismo materialismo, no sólo no habrían
detenido el avance rectilíneo hacia una mayor profundización de la
autoconciencia, sino que habrían sino propulsores y estimuladores del
progreso, causa de que la inteligencia se replegara sobre sí misma y del
5· Umanismo integrale, cit., p. 27.
6 - Umanismo integrale, cit .• p. 25·30.
7 • Umonismo integrale, cit., p. 30.
23
 EL HUMANISMO INl'EGRAL
consiguiente descubrimiento de Jos valores humanos. No obstante los
errores, afirma Maritain, se han verificado importantes conquistas hacia un
humanismo conscierue'".
No habrá. ues, asado desa rcibido al lectorcómo, se ún el desarrollo
t~zado r él, el humanismo total se habna consegUido solamente en os
(¡em os modernos, cuan o e nsamlemo, a len o em a o e ornato
arquiteclónico de la gracIa, se ha desligado totalmente e lo trascendente.
Lo que. quería decir, ~i no erramos en el deducir la C01!~~~.ue.llftª-ilTI.P![ci1á
conleOlda en las premisas, que hasta que el pensamiento!lo uniQjustamente
lo tempor~1 y lo tr~sce~denlc. la naturaleza y la sob!enatu~,!~e~.)a_ta~2n y
la revelacl6n:n Slllte~ls de valores tel!enos...Y~l!..~~~~""'~LeJ.ll.'!.ma!!isriio
tOlalno se habla conqUIstado. Su conqUIsta ha sidoQosible solamente cuando
la ~íntesis ha s~~~isgregada por el racion'alismo'agn6stico'y-'por-el
subJeuvismo anlropoceñii1Co.~- - .. .~ " " . - n"_~_
~o.~icr~_cOI1_C:~~~.lnsinuarque Marit<.tin apruebe las tendencias
ag~osllcas del rens.amiento contem..Q9~@Jleo;~co,!!rarioél criticaJas
actltu~esdel hurnanismoabsoluto, Pero no puede uno menos que quedarmuy
perpleio anrc su cuadro histórico, no sólo por las pinceladas de estilo Iuturista
que lo vuelven incomprensible al cultivador serio de la historia, sino. sobre
todo, porque excluye de u,na manera práctica el cristianismo y su mensaje de
las causas que hanconducidoal hombre a la profundización desu interioridad.
El. hom bre de la Edad Media. efectivamente. sería un hombre enajenado en
D~os, para usar un término empleado por Marx, yen cuanto enajenado en
DIOS. no se habría. replegado sobre sí mismo para conocer su propia
naturaleza y el propio valor. Las así llamadas tomas de conciencia. con las
que. ~c querría distinguir las épocas históricas, se habrían, por el contrario.
veriíicado con el progresivo deslizamiento de las concepciones sobre la vida
y sobre el mundo hacia un naturalismo cada vez más desligado del orden
trascendente, hasta el culmen logrado de lo que se ha dado en llamar
humanismo absoluto. agnóstico. subjetivista y descreído. El íectorjuzgue si
nuestras perplejidades son o no motivadas.
'" ... *
El recurso continuo al concepto evolutivo de la historia hace nacer
espontáneamente la pregunta de si la teoría de Maritain no tiene algún pun-
8· lfmanismo integra/e. cir., p. 30.
24
A. MESSJNEO. SI
to de contacto con el historiador contemporáneo. La respuesta a esta
embarazosa pregunta tendrá que surgir de la valorización objetiva del
pensamiento del filósofo francés. Conviene. pues, exponerlo tal como ha sido
planteado en sus escritos.
De todo lo que se ha dicho hasta aquí no aparece claramente si el proceso
evolutivo de la historia arrastra en su incesante desarrollo progresivo,
además de los aspectos contigentes de lo real. también los principios que
esuin puestos como fundamento de [a concepción del hombre y de sus
relaciones con el mundo exterior e interior, con la sociedad del mismo.
actuadas o fundadas divinamente y con sus instituciones. Hablando en rigor,
una evolución ideológica se debería contener implícita en los cambios que
se han verificado en las tres etapas. de la historia antes descritas, Si
efectivamente, una más explícita conclencia de sí es efecto de conquistas. las
cuales consisten en el descubrimiento de Jo que está escondido en el misterio
del hombre. parece lógico inferir de allí que el cambio se haya también
producido en el campo de las concepciones de la vida. de las que resultarían
después los varios aspectos con que se presenta el humanismo.
Tal conclusión de suyo no contiene nada que pueda prejuzgar una exacta
v ¡-ión del progreso de la historia, Todo est:í en ver, para dar de ello unjuicio
positivo. si el cambio se concibe como un desarrollo interno de la verdad.
mejor comprendida en sus postulados implícitos mediante la reflexión
racional, o si la verdad y los principios proporcionados por la misma. como
perennes instancias de la racionalidad, no permanecen sumergidos en el
sucederse histórico. volviéndose relativos como la historia misma. Nadie
puede negar el progreso de las ideas y una mayor profundización de muchas
exigencias humanas: pero el historicismo no consiste en el afirmar el
progreso producido. sino m:!s bien en el relativizar la verdad. dando valor al
hecho o a los hechos históricos como criterio de vida. Quien aceptase la
segunda perspectiva, vendría a sostener un humanismo historicista,
Para resolver el problema así delineado. Maritain no ha dejado espacio
a nuestras personales deducciones y por lo mismo nos ha librado del peligro <-"
de una interpretación subjetiva de su pensamiento. Sostiene. en efecto. y ~
afirma que a toda época histórica corresponde un dado concepto típico de las ",,(
relaciones entre gracia y libertad. yconsiguientemenre un tipo esencialmente
diverso de civilización cristianaJorjado scgú.!}Jas modalidades histéricas,
en conformidad de las cuales los valores evangélicos se hal1'lemporalizado'91~?
La última expresión, a la verdad, es algún~.¡ilJlo oscura yambí"güa.----
9 - Umanismo iraegraie, cit .• p. 66.
 EL HUMANISMO I/l.TEGRAL
Su significado se aclarará mejor con lo que sigue.
Lv ...., nd,<)CA - ~os tipos de civilización, prosigue. que paso a paso laevolución histórica
u..d ~ó actúa cual efecto de un concepto típico diverso, son esencialmente dife-
v)\!\~Áol--rellles el uno del otro; tan diferentes Que una cristiandad concebida sezun
lA" v.~ las condiciones históricas del tiempo presente, debe ser entendida de'" un
~~~mdi! mod? .esenci?'mente d¡stint~ ?e aquella m~dieval(.lO).J..-ª lección está c1'l.f3 y
¡-¡"-i~~ di 1nalllflesta, SI se presta aten~lOn :l.~;lu_t;II_a_gIJe~I)~l.a~~~~.nci'!1repetidamente
I¡:J- GU_ sustcl~tada. En electo. una dlferencl<l(:scncial}lºlt~aconsjKO solamente un
~ c~~~~.~,?~n Io~ elementos de supexCi.ci~9.cOIlJil1g~llt~s d~ l.1na~ fase t!clá
Clvllg;:l~.Iº~l-,-~1no ~lJl)ulle~º~rcLodo una QlfereJlcia §..usL~nci.(lId.econcepcjól1
y dc r~JIlClpIOS .. Esto es tanto más verdadero, cuanto que. tratándose de
actu~~lOnes SOCiales. en las cuales la civilización preponderanremenre se
malllflcsl~, las con7e~iones y los principios son J:¡ forma de aquella, el
elemento mterno, VIVII lendar y modelador. COIl cuyo impulso se plasma Jo
concreto y la é[X:'Ca histórica. Porconsiguienrc. si la cristiandad contemporánea
dehe.ser cnle.ndlda de ~n modoesertcialmcme diferente de aquella de la Edad
M~dJ~I ..conviene también admitir una evolución en lasconcepciones yen los
pnncipros, los cuales deberán ser a su vez esencialmente diferentes de
aquellos aceptados en las épocas precedentes.
. C~n. esto no se quiere af~_n~a.!:9.1!~.Maritaillhayacaído en el relativismo
hrstonClsla. 0,1 ros pasaje,sde susobrasse opondrían ase11lcjai"!!.e)nterpretadóñ
de su pcnsamlellto. Y. sm embargo. tampoco se puede nezar la ambigüe'da'd
en la.que navega al poner los fundamentos de su humanis;Uo intecrrJf Ni tal
ambigüedad la convierte en claridad en sus siguientes admisio~es; por el
Contrano. tenemos que decir que la agrava. Documentemos esta afirmación.
Para b valori~ación d,e la ?<?clrina catética, Maritain acepta un criterio
al que ha recurrido el historicismo modernista. o sea que en aquella. y
partlcularmenl~ para clpcnsamienrocristínno medieval. conviene distinguir
c~~u~t? es csencíatmcnte cnsuano de todo aquello que es debido al mornento
hl~IO~IC,OIlIl. Tal criterio discriminatorio. que toma el valor universal de
pnncipio, una vez que se admita válido para cualquier época, se encaja
perfectamente en la teoría del proceso de la historia.
Si: en cfccto, ~odo período de civilización está informado por un concepto
~sellclal~n.ente diferente, estos varios conceptos. si se quiere mantener la
lllm.utabllldad de la verdad. se deben atribuir al momento histórico. de donde
se sigue después la necesidad de distinguir en la misma doctrina cristiana un
10 - Umanismo integra/e. cit .• p. 114; Du Higime temporei, cü., p. 123.
11· Umanismo integra/e, cir., p, 18.
26
A. MESS1NEO. s.r.
aspecto contingente y caduco y un aspecto fijo y permanente. Pero si el
principio se injerta a la perfección en el sistema, todos pueden descubrir su
peligrosidad cuando se lo aplicase en toda su extensión. como pretendió el
historicisrno modernista, el que por tal camino logró vaciar de su contenido
el dogma. poniéndolo debajo del sucederse de la historia.
.) Parece que Marilain ha advertido el peligro y para evitarel insidiosoardid
del relativismo ha tenido que recurrir al concepto de analogía. válido en
muchos campos de la especulación abstracta. pero de dudosa aplicación a los
principios de la conducta humana y a las leyes que gobiernan las relaciones
sociales. Una moral análoga es una moral incomprensible. particularmente
en el núcleo de las normas que se dicen pertenecer al derecho natural. Estas,
como reglas que emergen de la naturaleza ydel mismo serrucional.en cuanto
tal, podrían ser análogas. si tanto la naturaleza como la racionabilidad fueran
análogas en los varios períodos de la historia. Por cuanto pueda parecer
inválida sobre el plano racional. esta nos parece la posición de Maritaín.
Según su modo de ver, el proceso histórico se desarrollaría por sucesivas
actuaciones analógicamente diversas. en el sentido de que. mientras los
principios permanecerían inmutables. la realidad histórica haría nacer tipos
de civilización semejantes solamente en modo análogo. en parte idénticos y
en parte diversos'!", El expediente sin embargo no parece adaptado al fin. Si
con esto se logra poner en seguro la afirmada diferencia sustancial de los
varios tipos de civilización. ya que los términos análogos la suponen
necesariamente. no se ve Con todo cómo se logre salvar la estabilidad de los
principios. base de todo verdadero humanismo.
Efectivamente, los conceptos análogos son tales porque se refieren a
objetos o sujetos. los cuales en lo concreto difieren entre sí propiamente en los
principios constitutivos y esenciales. aunque tal diferencia no sea tan exten-
dida que dé lugar a la cquivocidad. Por ejemplo, el concepto de ente es aná-
logo, pero, en todos los grados en que se actúa, el descenso se produce
mediante una contracción que se presenta con los connotados de una
diferencia sustancial: cosa que tam bién sucede con los conceptos que expresan
el género, los cuales en la especie se vuelven concretos diferenciándose
cualitativamente. Ahora bien, si el fundamento de la analogía es una
diversidad esencial en los principios constitutivos, su aplicación no impide el
concluir lógicamente y con plena legitimidad la diferencia sustancial de sus
principios informadores,
12· Umanismo jnregrak, cit., p. 112; Du rigime temporel, cu., p. 121 y,ig.
27
 EL HUMANISMO Il\TEGRAL
La conclusión está confirmada por el mismo Maritain. Después de haber
¡d!cho que los principio~ no v~rían y que las supremas normas prácticas de la
vida humana no cambian, smo que se aplican de maneras esencialmente
diferentes, que responden a un mismo concepto solamente según una
semejanza de proporción. añade textualmente que "una nueva cristiandad en
las condiciones de la edad histórica en la cual entramos, aun encamando los
mismos principios (analógicos), debeser concebida seg únun tipoesencialmente
(específicamente) distinto de la Edad Medía"?", En este pasaje.
illh~llci~nalmenlecit.ad~~ la letra, es fácil descubrir cómo la analogía se haya
transfendo, a los pnnclpIOs; S?n, pues, I?s mismo~ principios los que se
~UCIVCll a.n;!I?go~ ~, por consIgUiente. e~netalmellte diferentes en los diversos
I
tIpoSd~ clv¡hzaCIOII, causados por el agitado camino de la historia cuyo influjo
cvotutivo se extendería de tal manera a todos los conceptos de la realidad
humana, tanto a las concepciones como a las actuaciones prácticas.
¿Se debe entonces concluir que el humanismo integral eslá apoyado en
un hisloricismo illlegral'? No osamos responder a esta pregunla sino de una
manera dudosa. Parecería que sí. pero otras posiciones leóricas de Marirain
nos ponen en ~uardia para que no nos precipitemos en la interprelacT6'ñde
su pensamiento.
'" '" *
Se. habrá not~do ~ómo en nuestra exposición, además del concepto
evolutivo de la historia. aparece con frecuencia también el de civilización,
lo que manifiesta que éste es otro de los pilares sobre los que se basa el
humanismo integral. Conviene, por lo tanto, fijar en él algo la atención.
Civilización y cultura para Maritain son sinónimos y ellas indican "el
romperse y abrirse de la vida propiamente humana que mira no sólo al
desarrollo material. que es suficiente aquí abajo para llevar una vida recta,
sino tambiény sobre todo aldesarrollo moral, al desarrollo de las actividades
especulativas y de las actividades prácticas. (artísticas y éticas), que merece
ser llamado propiamente desarrollo humano· u 4'.
La cultura y la civilización son por tanto efecto de las puras fuerzas de
la naturalcza. porq ue responden a Su vocación: son sin em barzo actuadas por
el espíritu y la libertad que añaden su esfuerzo al de la nal:"aleza. Bajo el
13 . Umanismo ¡ ntegrale, cit., p. 114.
14· Ilmamsmo integra/e. cil"p. SI.
28
A. MESS/NEO. S.f.
aspecto filosófico, la distinción entre naturaleza por una parle, y espíritu y
libertad por otra, podría suscitar alguna duda; pero es más oportuno pasarla
por alto, para detenernos sobre lo sustancial, o sea sobre la relación entre
civ ilización y religión, punto importante de Isistema hum anístico maritainiano,
Afirmada la esencia puramente humanade la civilización, no se puede evitar
el inferir la separación de aquella de la religión Y..deJillcvelaci9.!.l,I!0T lo cual.
comienza a vacilar .el concepto tradician.al de c.ivilización cristi~ No
adelantemos los desarrollos del sistema. Primero veamos lo que nos enseña
su mismo autor.
La religión, afirma Maritain, no es un elemento constitutivo de la
civilización, de ninguna civilización. En el mundo antiguo. particularrnen-
te en el pagano, la religión rué confundida con los varios elementos de la
civilización, porque se presentaba unida con una cultura determinada,
enemiga de las otras culturas: pero el cristianismo no puede retener una tal
religión. Para el cristianismo. aliade "la verdadera religión es esencialmente
sobrenatural, y porque es sobrenatural, no es del hombre ni del mundo ni de
una raza ni de una nación nide una civilización ni de una cultura; es de la
vida íntima de Dios. Trasciende toda civilización. toda cultura; es estricta-
mente universal'v'",
Le vendrían a uno ganas de suscribirsin reserva esta sublime trascendencia,
atribuida. de una manera particular, a la religión cristiana, pero la mente
queda pensativa sobre las consecuencias que dc ella pueden derivarse. y la
mano se detiene. Ante todo. de la distinción neta, trazada entre civilización
y religión -rccuérdcsc lo que se ha afirmado sobre la exclusión de la segunda
de los elementos que componen cualquier civilización- se podría deducir que
la religión queda fuera del tiempo y de la historia. Efectivamente, si la
historia consiste en un proceso evolutivo hacia los tipos de civilización
esencialmente diferentes. y este movimiento progresivo se verifica en el
tiempo, admitida la separación de la religión de la civil ización, por causa de
su eminente trascendencia. se sigue lógicamente que la religión. como no es
elemento de ninguna civilización, no tiene ni siquiera una incidencia en la
historia, ni un influjo directo sobre la evolución del tiempo. La religión
estaría, pues, fuera de la historia y fuera del tiempo.
~rge corS~º,-l!.~~ac.uc~.i.2.!.!sl~~berenSlué modo xpor 9.l.:'~E~~ino
la religión ~.)'~~a!.!i.cl:!!~nT\e~\t~Ja.cristi~n::".cum p!a~.u .fl}llciólJ de Jevadura.
cívilizad.51r~~sobre elplanohistó!ic.(): A esta pregunta contesta Maritain, y
IS - llmanismo integra/e. cit .• p. 82; Du régime temporero cit., p. l l L
29
 EL HUMANISMO 1f',7EGRAL
esta su respuesta IX?nemásen claro un se[undo aspecto delhumanismo
integra!. E~ir~ual y~i>.r.¡1I, díc~~itfigjQÓllÜlfílf.i nS} Du~e,ii&ºº~hi~e~
~no((ºm()_llº~qm~I}e,s..geltl)(Jº!!j~tin.JQS,,ªYº~~ll!e.e..1!Jl~!lQ~~zca<
esenci!l~f!len_t~~~u~~r~i_~~~o,alJ!1.g~~rfecto. El inllujo. pues. del superior
S<iIi'reel mlerior. de. la religión sobre la cultura. -c daría con el descenso de
los valores rcligl"oso~sS~~_e,~pj~ii~ ~u~~~().Y !~~~rni;:P~rº~~4tesebien.
para que aqueTTOS lleguen a ser elementos de civilización. deberán
tcmporalizar~.YQ.'~ri¡~!,1laifzafse:pc:idíe·Il(fosiiTms~~·ii~CñCI.ry·uñ¡versalidad,"
Sobre el plano.9~..!a. his.!2rtanQ.ojlraría, pues.). el ~ cris.!iani~mJJ,el1fuanto
rcligi~n r~v~lada y trJs~~ndente. ni ~!Éva.E1~ljo ~f.I"~u J~ur:-~.~~naria de
~º-~ dlvll1a transmitida al hombre, ni elgrdcn~_ra gracia y de las
realidadcss_lfpe~i()~~sconten(das en él. sino un cristianismo YLJIl Evangelio ~
vaciados de su contenido sobrenatural. naturalizados. temporalizados.
Solamente bajo esta forma el uno y el otro pueden llegar a ser elementos de .:.u{ h.. n
civilización y entrar como componentes del humanismo integral. En otros c o1 (A ~
términos: religión y cultura están colocados sobre dos planos paralelos. los le 1", t;l
cuales no se encontrarán jamás. por mucho que se extiendan al infinito;
porque la primera csui fuera del tiempo. y la segunda está en el tiempo, yen
el tiempo se desarrolla con el progreso histórico. Para que se establezca una
relación entre los dos órdenes. solamente será posible mediante la caída de
algunos elementos del orden superior. los cuales sin embargo. descendiendo
sobre el inferior. pierden su carácter sagrado y se vuelven humanos,
Estos serían, como los llama Maritain, reflejos evangélicos sobre lo
temporal. No puede presentarse duda sobre el significado de esta frase,Con
ella se quiere decir que el Evangelio en su esencia de levadura divina y
sobrenatural no fermenta directamente la sociedad ni entra entre los
componentes de la civilización. Sobre el plano humano, en cambio. obra un
sustituto de él. que se obtiene mediante la pérdida de su carácter originario.
mediante la transformación de sus principios humanos, temporales y
limitados. de contenido profano.
La gravedad de la conclusión a la cual la distinción entre cultura y
religión ha conducido a Maritain, podría hacer dudar sobre la exactitud de
la interpretación que hemos dado a su sistema de humanismo integral. Pero
la duda queda disipada por el~oncepto de cristiandad profanal otro pilar de cf~h.llHi..,J
~~)~<:cQ<:jºl]b.1'I11ªl}í~tjca -,M¡lfit;:,Lin.distiIJ.gue además entre cristianismo y "I~\ t.;>"
~:.!.Il~!l"~ .. ~~t!l:!..s~g~n l;~definición que de e lla da expresamente. no sería
otra_~ps~}l~~u!Lrtgi!.'"'~.n común temporal, cuya estructura lleva el sellode
laConcepcióncristiana de la vida. y. como régimen temporal. queda también
30
. A. MEsm'iw. SI
.ella sc~yadil_.d_el_c!!~!i~.~lsmo.~lcual c.0nserva ~....§.~!.!do_.cle..religiQ!l
sobrenatural y oe COllJ untode verdades reveladas.La cristiandad no solamente
a\l'raza a aquellos que profesan"la verdadera r~li~on--:Síñ()-t-~cfuye
mrribién en su seno a hombres "asocTiíClciS a los m s I versos cu lOS, asla"a
fos ateos-,-¡rldiTcreilics'oag nosiicos~coll"j"arque 30m iÜlIl--argÜnas'verdades
humanas que ha descubierto la razón. a lo largo del proceso evolutivo de la
historia, bajo el impulso del Evangelio. y respeten los valores escondidos en
el misterio de la naturaleza humana'!". Pam pertenecer a la cristiandad no
imPQ.!lª-~1 m-ººQ cQITlO ~!h0111~r~sujet~y.;!n.:'.~~1.te.se sl~~;l~e~p~~t()ªJaEe}lg~on
ya sus ~~l.J<:iºns~.con Dios: sóloimporta que reconozca y respete los valores
inmanentes en la persona humana. y en tal suposición puede 'decirse
cns~lª-no.'p()r'lue la~\I<:r~_aªl:s~nJturalCs que
cr-¡Úlñíile son un rCfJejo'm
gillia.!ll~mQ_5º"Ielo tempqra]. Y por ~stQ.esta cristiandadde nuevo cuño
es dc.!lQ!I1in;!c1_a_teITlPQr~ll y p'r9fa~1ª.
Existe una cxtrafia coincidencia enlre la conce ción de Maritain ue ce.v«
hemos esenio lasta a U1. v a ue a ex uesia or , roce en un arucu oto<· '!
-
pu ica o cspucs en orma e opuscu o. que en su tiempo LZO tanto fUI o. .
~ ree
Se titulaba: Por qué no podemos no decimos "cristianos",
También Crocc parte de un concepto evolutivo de la historia en virtuddel
cual el pensamiento cristiano debía. en épocas sucesivas. ser revisado y
llevado más allá y mñs alto. Los genios que han fundado el cristianismo,
escribe Croco. Jesús. Pablo v el autor del cuarto Evanuclio, con su mismo
ejemplo parecían pedir "qué la enseñanza dada por ell~s fuera no sólo una
fuente de agua que salta y se desborda. y de la que se debe sacar eternamen-
te. o semejante a la vid cuyos vástagos llevan los frutos. sino obra incesan-
te. viva y plástica, que domine el curso de la historia y satisfaga las deman-
das que ellos se pusieron y que habrían de engendrarse después desde el seno
de la realidad?"?',
y porque esta prosecución, que es a la vez transformación y crecimiento,
no se puede realizar sin determinar mejor. corregir y modificar los primeros
conceptos. añadiéndoles otros nuevos. deben tenerse por continuadores
efectivos de la obra religiosa del cristianismo aquellos que produjeron
adelantos sustanciales en el pensamiento y en la vida. Merecen, pues. el
nombre de cristianos. de operarios de la viña del Señor "no obstante algunas
pravedades anticristianas, los hombres del humanismo y del Renacimiento.
que entendieron la virtud de la poesía y del arte y de la política y de la vida
mundana, reivindicándoles la plena humanidad contra el sobrenaruralismo y
16-U",anisma integra/e. cit.•p. 134-138: Les droits de l' homme, cit. p.26; Christianisme et démocratie ,cil..p.35.
11. Per-chi M" possiamo non dirci "cristiani?, en La Critica, 00".1942, p, 294.
31
 EL HUMANISMO INTEGRAL
el ascetismo medieval, y. por ciertos aspectos. en cuanto ampliaron con
sizniíicado universal la doctrina de Pablo, desligándola de las referencias
p;rticulares,delasesperanzas yde lasexpectativasdesutiempo; loshombres
de la reforma: los severos fundadores de la ciencia físico-matemática de la
naturaleza, con los descubrimientos que hicieron aparecer nuevos medios
paralacivilizaciónhumana:losdefensoresdc la religión natural y deldcrcctlO
natural y de la tolerancia. preámbulode las ulteriores concesiones liberales;
losilurninisrasde la razón triunfante,que reformaronla vidasocial y política,
quitando los escombrosde cuanto quedaba del feudalismo medie.v~l y de los
privilegios medievales del clero, y ahuyentando espesas tinieblas de
supersticiones y de prejuicios. y encendiendo un nuevo ardor y un nuevo
entusiasmo por el bien y por lo verdadero y un renovado espíritu cristiano
humanitario;v detrás de ellos los revolucionariosprácticosquedesde Francia
extendieron su eficacia por toda la Europa, y después los filósofos que
procuraron dar forma crítica y especulativa a la idea del Espíritu. que el
cristianismo había sustituído al antiguo objctivismo"!",
El lector nos perdonad esta larga citación, pero ella era necesaria para
demostrar cómo las disposiciones de un filósofo como Croce, inrnanentista,
negador de toda trascendencia, religiosamente escéptico; más aún.
notoriumenre hostil a la Iglesia. coinciden con aquellas de otro filósofo que
se profesa católico y creyente. Para ambos son y puedc.n decirse crislian,os
.\. todos los que admitan alzunos
~.v "\< ~
valores humanos o contribuyan de cualquier
la<':~-
; 'l"""lllllj, manera a su desarrollo ~Istónco: para amli.o.~~.E..0~ necesariaa le en un
h' l .., . depÓSito doctnnalmmutablc para poderdCcirse cristianos. corno tampoco
la adhcslOll lotal a uncon unlo de verdaacs'icvetadas:iííe's'-meilcsfcr~Jbili\~
e a grucl;l regenera ora, SinO que asla eTfi'áber friio:ij:iao por fo q'ue s;.ha
dado en llamar erogres~ la clvll:zaclón hum:I.~il. en~Elc. e-,Üapo!Uica
ven las lllsllluClOnes 50c131es.
. Hav más. como enseña Maritain.siguiendo tal vez la falsa trayectoria de
Crece. 10 uc importa a la vida política en el mundo y a la crisis de la
civilización no es e "CrIst13lHsmo corno tesoro de verdad divina que la
Iglesia ha conservado y propagado. sino el cristianismo como encr~ía
histórica trabajando en el mundo", El cristianismo, añade, aclarando mejor
el sentido de las proposiciones precedentes. "aclúa en esta forma no en la~
alturas de la teoloda. sino en las profundidades de la conciencia prof~l.la i:
de laexistencia t3m bién profana. tomando no raramente I~s formas herelicas
v hasta de revuelta, en las cuales parece negarse. corno SI los pedazos de la
llave del parafso. cayendo sobre esta nuestra miserable vida y uniéndose a
los metales de la tierra, hubieran logrado activar mejor la historia de este
18 ~ Perché /'lO/! possiamo non dirá "criniani" ~ cit., p. 295.
32
·undo. No les ha sido concedido a los creyentes integralmenle fieles al
macatólico, sino a los racionalistas el roclamar en Francia losderechos
om re e cm ano, a os Dun\anos e (Jaf en Amlilca el golee de
ia a laesclavitud, a loscomunislas ateos elabolir en Rusia elabsolutismo
011 I rovecho rivado"o$,.
· olgana todo comentario. La prosa es clara y el significado diáfano.
"'levemente éste se resume en la afirm.ación de que ~a r~ligión no obra. ni
;iJuede obrar directamente en la formación d~ la cI~lhzaclón; ésta es ~rec~o
de la conciencia profana y se actúa en la existencia profana. En la historia
f)bran solamente fuerzas humanas.a las que la religi~n viene a ayudarles.,no
~o credo reli!Í080 y senda hacia la VIda eterna, sino como pedazo caldo
del paraíso y que se ha mezclado con la tierra para tener eficacia en el
progreso humano.
Se puede ahora entender qué cosa es necesario descubrir en la expresión
de humanismo integral. Aceptadas las premisas sobre las cuales nos hemos
detenido, aquel no se puede entender de otra manera que c~mo afirmación
Integral de los valores humanos. en cuanto tal~s, en una SOCiedad profana y
en la existencia profana. especialmente de la libertad. en la cual.el. ~om~re
ha 10m ado conciencia desí. Y proqueestos valoresson valoresde CI VI lización
esencialmente diversa en las diversas épocas, según la variedad esencial de
losprincipiosinformadores,nopuedeatribuirsea éstosla eterna inmutabilidad
de Jos valores cristianos. trascendentes y universales. Aquellos son. pues,
valores puramente humanos. naturales y no sobrenatumles;y 71 hecho de,que
lIayan sido mejor comprendidos, según la teoría de nuestro filósofo, bajo el
aguijonamiento del Evanaelio sobre la mente humana, no los levanta ni un
. solo centímetro del plam;'natural. Por 10demás, también aquellos reflejos
evangélicos en tos que se podría aún descubrir alg~na liga~ura con ~l ~rden
superior de la gracia. descendiendo de ~o alto. segúnel mismo Maritain, ~
vuelven profanosy temporales; locual Significaque pierden la trascendencia
y se trasforman en elementos purametlte Jl3tUrales de civilización.
· Síguese enlances que el humanismo integral no es un humanismo intrín. cO'Ilck
secamente cristiano: no es el humanismo del hombre regenerado porla gra- ~
ciade la socie<fud fennentada y santiñcada a través del hombre. de las rela- ~W~.
--.z
IOnes cuya ley denva de una nJturaleza elevaaa uertenece e 1orden ""'"o··
..1
en ente e a reve aCI n. s un umalllsmo o extrtnsecamenteo :.
Ciístiano; pueden efectivamente adheriral mismo Hasta el agnóstico yeI ateo, .w~~
el racionaHsla el incrédulo. . . . ~t
. su sustancia el humanismo Integral es, por consígutente, un natllfa.J
lismointegral.
¡!l. Clvisri4llistnt d cUmocratie. cit., p. 35-36.
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