El país enfrenta un problema de inserción laboral, en la actualidad se observa un desfase entre la
gran demanda de trabajadores técnicos calificados en nuestro país y la baja oferta de profesionales calificados egresados de institutos, a pesar de que en el medio local existe gran cantidad de universidades e institutos, muy pocas alcanzan altos estándares de enseñanza para la adecuada formación de técnicos y profesionales. Desde el punto de vista de capital humano, se tiene varios estudios a nivel mundial, que indican que conforme la población se educa más, sobretodo más allá de la educación básica, logra que la capacidad de un país para transformarse de manera productiva y acoplarse a las tendencias del desarrollo mundial sean más altas, y, por consiguiente, la disminución de la pobreza. En el Perú se puede notar un incremento de universitarios y técnicos como consecuencia del incremento de las instituciones educativas superiores en los últimos años; pero ¿qué tipo de instituciones educativas tenemos?, ¿qué tipo de egresados están entrando al mercado laboral?, ¿los universitarios y técnicos que están entrando cumplen con los estándares necesarios, que el mercado laboral requiera? Si un egresado de la universidad o instituto no se encuentra trabajando para lo que estudió, bajo condiciones acorde a sus años de preparación, o sin ganar lo suficiente como para haber justificado la inversión en su educación, esto se convierte en subempleo. Las estadísticas demuestran que el 85 % de egresados de educación superior técnica tienen dificultades para insertarse en el mercado laboral bajo el ejercicio de su carrera, tratamos, entonces, con un sistema mal ensamblado. La otra cara que comprueba este mal ensamblaje es el hecho de que solo la mitad de las 688 000 personas que trabajan como técnicos en el Perú tuvieron formación superior técnica. El mercado laboral de los técnicos en el Perú es un producto de un sistema ineficiente. Entre los rasgos que lo caracterizan está la gran proporción de técnicos como trabajadores independientes o en pequeñas y microempresas, lo que generalmente significa sueldos más bajos que en el mercado formal dependiente o condiciones precarias de empleo. También caracteriza al mercado laboral de los técnicos la existencia de ciertos nichos en los que se puede encontrar egresados de universidad trabajando como técnicos. Muchas ocupaciones técnicas están asociadas a bajas remuneraciones, sea porque se trate de actividades que compiten con productores extranjeros que ofrecen sus productos a un menor precio, o porque existe un exceso de oferta de mano de obra y gran competencia entre ellos. Esta falta de correspondencia con la realidad del mercado se debe en parte al dinamismo con el que se mueve la economía, pero sobre todo a la incapacidad de los gobiernos para establecer estrategias y políticas que respondan a las exigencias que plantea el mercado global, los centros de formación técnica adolecen de esta ausencia de articulación con el mercado, entre otros problemas. Por tanto, no hay mejora económica alguna, con lo que se agrava la exclusión económica de un sector importante de personas que podrían aportar al desarrollo del país y revertir su situación de pobreza.