ECONOMIA
CAPITULO PRIMERO
Representaciones Individuales
y Representaciones Colectivas
Si lavamalogia no es un método de demostra-
te dicho, es, no obstante, dnt pro=
rece de interés el investigar st una ley, eatablo-
sida por un orden de heshos, no se presenta en
teligibles. El error de los soviblogos bidlogos ne
‘, pues, haberla usado, sino haberla usado mal,
No han querido controlar las leyes de 1a sociolo-
gta por las de ln biclogis, sino inducir las pri-a ets. Pero si hubi
‘gee io por iat oon Ta sda are
sociolégiens, ciertas
eepotaucltn socal, Thubiera sido pervectamen-
te logtimo examinar en seguidn sells ne presen
taban similtudes pareisls con tes condones de
JL Ye organizecion snimal, tales como el biblogo I :
determina pot su parte, Taste ve puede prever
| gue toda onganizacién debe tener earacteres oo
munes que no es initil separar.
+ ejos de justifiear ln concepeiOn que Te-
‘acon, lejos de justificar la eoncepeién que re-
Guce la sociologta a no ser sino un corolario de ta
ppicologia individual pondni, por el contrario,
e
pocrouoularrruosorix
e
‘ane ¥ de estas dos ciencias,
1
‘La convepeién pricoldgica de Husley y Mauds-
ley, que reduce la conciencis a no ser mas que un
epifendmeno do Ia vide psiquica, no cuenta ye
con muchos defensores; hasta los representantes
mds autorizados de Ia escuela psieo-fisiol6gica Is
rechazan formalmente y se esfuerzan por mostrar
que ella no est implicada en su principio. Es que,
ea efecto, Ja nocién cardial de este sistema es
puramente verbal. Existen ferémenos euya efi-
ccacia es restringida, es decir, que no afectan sino
débilmente a Ios fenbmenos ambientes; pero la
idea de un fromeno adieional, que no sieve pars
nada, que no hace nada, que no es nada, est
vaela de todo eoutenido positivo, Hasta las me-
téforas que lve tebrieos de la eacuela emplean
mis freeuentemente para expresar si pensamien-
to, se vuelven contra ellos, Klos dicen que Is,
conciencia es un simple reflejo de los procesos ce-
rebrales subyncentes, un resplandor que los acom-
afia, pero no los eonstitaye. Pero un resplandor
rho es uns nada: es una realidad que atestigua su
presencia mediante efectos especiales. Los objetos
no son los mismos, y no tienen la misma aceibn
segiin que estén iluminados 0 no; hasta. sus carse-teres pueden ser alterados por 1a luz que reciben.
‘Asimismo, el hecho de conover, manque sea imper-
Fectamente, ol proceso ongénieo del cual se quiere
i tituye
Inneer In eSensia del hecho psiquico, consituye
una novedad que ae deja do tner cir impor
tancia y que se manifiesta, apreciables.
sta indeterminacion relat
nde no existe eonciensia, y
la conciencia. Es, pues, que In eoncien=
erece eon
i ibuye. Por lo
cia no tiene ln ineria que se fe atsbuye
dems, jebmo babria de ser de otro modo? Todo
Jo que es, o2 de una manera determinada, tiene
propiedades earacterizadas. Pero toda propiedad
se tradude por manifestaciones que no se produ
civfan si ella misma no existiera, pues por estas
manifestaciones os por Io que ella se define. Pues
bien, limese la conciencia con el nombre que
2s misma objecién puede sér presentads tam-
bién en In forma siguiente. Es un lugar comin
de Ia ciencia y de la filosoffa el que toda cosa
esté sometida al devenir. Pero cambiar es pro-
ueir efectos; pues:ni el mévil mis pasivo deja
de participar activamente en el movimiento que
recibe, aunque no sea sino ‘por la resistencia que
opone a él, Su velocidad y su direceién dependen
on parte de su peso, de su constitucién molecular,
‘te. Luego, si todo cambio supone en lo que cam.
bia cierta eficacis. causal, y si, sin embargo, una
vex producida la concieneia, es incapsz de pro- *
@ucir nara, hay,quo deeir que, x partir det mou
mento en que es, esté fuera del devenir. Seguiria
siendo, entonees, lo que es mientras es; la. serie
de transformeciones de que forma parte se deten-
Grin en ella, mas alld no habria nada mis, Serta,
en un sentido, ditimo el término de lo real, finis
tutimus nature. No es necesario hacer notar que
iaceptable; contradice los. prin-iieranteSin dude, tienen casas,
pero éstas son eanisas a su ver, La vide no e més
que una combinacién de partieulas minerales;
nadie piensa, no obstante, en hacer de olla un
epifentmeno de le materia bruta, Sclamente que,
ja ests. proposiciéa, es preciso
acoptar sus consecuencias lbgiess. Pues bien,
hay uma, y fundamental, que parcee haber os-
capado & numerosos psictlogos,.y que vamos &
tratar de aclarar.
hin precedido « esta representacion no. desapare-
ceria completamente: quedarfa cietta modifien-
cin del elemento nervioso que 10 predispon-
die a vibrar nuevamente como ha vibrado une
primere vez. Que una causa cualquiera venga,
ey
Socrouools v¥iLosoria
4
| >) pues, a excitarlo, y esa misma vibrasién se repro,
“ duciré:y, emo onscouencis, se veri rcoparsser
fen Jn oonciencia el estads pefquion cue ya se ha
producido ex las imismas condiciones cusndo Ta
primera experienein. Fs de ahi de donde provendria
¥en qué consistiria el reouerdo. Seria, puos, a
sonsecuencia de una yerdadera ilusi6n por lo
que este estado renovade nos pareee ser una re.
vivitieacion del primero. En realidad, si la tao
3 exacta, constituye wa fendnemo enteramente
nuevo. No ¢s 1, misma sensacion la que se dese
pierta después de haber permaneeide coma der-
mids durante algin tiempo; es una sonazcian
enteramente original, puesto que no queda nada
de la que 0 habia. producide prisnitivaments, Y
creerfamos realmente que jamais In hemos expa-
Fimentado si, por un mecanismo bien conotids,
no viniese ella a localizarse por si misma en el
cvela picotisoligea; es adzitida, explita-
mente por nuinerosos psiedlagos que reer en Is
realidad de Ja coneiencia y Megan basta ver en
Ja vida sonsciente la forma eminente de lz resli-
sino que hey solamente una de sus condiciones2
que queda permanente y quo sirve para explicat
de qué manera, on el eoneurso ce otras eondi-
cignes, ef mismo pensamiento puede renovarse>
‘Yeflor® (1). M. Rabier esoribe oasi on los mismos
rérminos: «Le. condicién de la reviviscencia es
tana exvitsei6n nueva que, ouregindose alas
condiciones que constitaian In costumbre, tiene
por efecto restwurar un estado de los eenteos ner-
‘viosos (impresin) semejante, aunque mis débil
ordinariamente, al que ha provoesdo el estado
Ge conchnciaprinitvo (2) uae OH ex
avin més formal: