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John H.

Parry
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Una de las épocas más interesantes y sugestivas de
la historia de la humanidad. y la más importante
en la historia del continente americano, es la que
constituyen los tres siglos en que se realizaron los
,. .
,
grandes descubrimientos geográficos y la expan-
I sión ultramarina de Europa. En ella tienen lugar
l'
,
el tránsito de la Edad Media al Renacimiento. la
I
formación de las nacionalidades modernas y el
desarrollo de los factores económicos que ha brian
de determinar las nuevas formas sociales y, ade·
más, se integra pOI; prinlCra vez como unidad
preñada de contradicciones históricas, aún no re-
sueltas. el mundo que conocemos hoy, al mismo
tiempo interdependiente y pugnaz.
,. ¿Qué motivos indujeron a las naciones euro-
,
peas a emprender desde el siglo XV esa expan·
sión? ¿Cuáles fueron las circunstancias y los re·
cursos sociales y técnicos que le depararon tan
sorprendente éxito? ¿Por qué Europa. en su con·
tacto tanto con razas primitivas como con
¡, . pueblos más ricos, poblados y poderosos que ella
, misma, pudo imponer su influencia social, reli-
I
giosa, mercantil y técnica en todo el mundo?
A estas preguntas responde con lucidez
sorprendente y con sobriedad ejemplar el autor
de este pequeño gran libro.

I1
l.
Traducción de
MARÍA TERESA FERNÁNDEZ Europa y la expansión
del mundo
(1415-1715)

por J. H. PARRY

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


MÉXICO
Primcrn edición cn illglés, 1949
Primera edición cn espatiol, 1952
Segunda edición eH espaüol, 1975
Terccra edición en espartal, 1998

INTRODUCCIÓN
Los límites de la cristiandad en 1415

Uno de los rasgos más notables de la historia de los


últimos doscientos años ha sido la influencia domi~
nante de los europeos fuera de Europa. La "expan-
sión de Europa" no fue, por supuesto, deliberadamen-
te planeada, ni tampoco voluntariamente aceptada
por los no eUrOpeos, pero en los siglos XVIII y XIX
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra
resultaba irresistible; a tal grado, que las naciones
-incluido el disclio tipográfico y de portada-, occidentales consagraron gran parte de su energía
sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico, a disputarse los despojos. Las bases del dominio
sin el consentimicnto POi" escrito dcl (~ditor.
europc'o fueron preparadas en el siglo xv y firme-
mente asentadas en los siglos XVI y XVII. Navegantes
europeos exploraron casi todo el mundo en esos si-
Título original: glos. Descubrieron y sometieron a muy diversas razas
ElIro/Jf. fU/(l Wirler Wm-ld /4/5-/7/5 primitivas. Hallaron también muchos pueblos para
© 1949, Hutchinson Univcrsity Libral")', Londres quienes ellos mismos eran bárbaros; pueblos más ricos,
más poblados y, según todas las apariencias, más po-
derosos que los invasores occidentales. Ninguno de
estos pueblos se libró de la influencia europea, bien
D. R. © 1952. FONDO llt~ CULTURA ECONÓMtCA
social, religiosa, mercantil o técnica. Muchos de ellos
D. R. © 1986, FONDO DE CULTURA ECONÚMICA, S. A. DE C. V.
D. R. © 1998, FONDO m: CULTURA ECONÚMICA cayeron bajo el dominio europeo; y al mismo tiem-
Carrctera Picacho'J\jusco, 227; 14200 México, D. F. po muchas de las regíones mundiales despobladas
fueron ocupadas por pueblos de procedencia euro-
ISBN 968-16-5494-3 (tercera edición)
pea. ¿Cuáles fueron los motivos que indujeron a las
ISBN 968-16-0716-3 (segunda edición)
naciones europeas, desde el siglo xv en adelante, a
Impreso en Méxic-o emprender una carrera de expansión ultramarina?
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\: , B INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 9

lW¡:: !-, ,i'¿CU~'~~'!;fue'ron los recursos ,sociales y técnicos que restos del Imperio bizan tino y de dominar todo el
!k~tf.~:-:!:_; _¡ !;,i";, .,~ie~oÍl- festa e.xpansión' tan sorprendente éxito? Mediterráneo oriental. Tomaron Constantinopla en
¡¡iW'ié<i: \:: 'En muchos sentidos, el siglo xv no fue para la 1453; a priljcipios del siglo siguiente conquistarían
;:JWf']:;'::!,~{:!'I::~i:! ~urop~' occiderital un 'periodo de expansión, sino de el Egipto y Siria, y, después de invadir los Balcanes,
:j~t,:·'F ¡~[~~ ': contracCión .. ,El ,Imperio chino era entonces, con presionaron a lo largo del Danubio hacia el corazón
1':::' '1 "gran ventaja, el Estado más poderoso y civilizado de Europa ~entral. El Islam, y no la cristiandad eu-
',' del mundo. Había sido gobernado, en los tiempos ropea, fue la colectividad más evidentemente ex-
de la Edad Media europea, por una dinastía tártara pansiva del siglo xv.
cuyos dominios habían incluido no sólo la China Las rivalidades militares y religiosas entre la cris-
l'
propiamente dicha, sino Mongolia, Turquestán y tiandad y el Islam habían sido un rasgo constante de
parte de Rusia. En cierto momento, esta dinastía política europea durante la Edad Media. Desde el
tártara había mostrado tolerancia y aun amistad siglo VIII, los árabes y bereberes dominaron no sólo
hacia el orbe cristiano. Algunos europeos habían vi- todo el norte de África, sino también mucho territo~
sitado su corte y misioneros franciscanos habían rio europeo, en España, Portugal y Sicilia. Este pro-
predicado dentro de sus dominios; sin embargo. el longado contacto con el mundo árabe formó parte
momento de la coyuntura cristiana había pasado en de la educación de una Europa inculta y primitiva.
la mitad del siglo XIV, cuando el régimen de los El arte y la industria europeos deben mucho a los
Khanes tártaros había sido derribado por una dinas- árabes. La ciencia y la erudición griegas -en lo que
tía nativa, la de los Ming. Otras dos grandes reli- de ellas se conocía- encontraron camino hacia la
giones, el budismo y el islamismo, se repartieron al Europa medieval, principalmente a través de tra-
Asia Menor con exclusión del cristianismo, y la co- ducciones á~abes. Aun los elaborados códigos caba-
municación entre el Lejano Oriente y el Lejano Occi- llerescos de los últimos tiempos medievales fueron
dente cesó. El sur de China, los reinos de Indochina en alguna medida tomados de las costumbres y li-
y las islas de la India oriental, de origen hindú, teratura árabes. Sin embargo, a pesar de esto, no
cayeron rápidamente, en el siglo xv, b~jo la influen- hubo fusión alguna de las dos civilizaciones. En los
cia del Islam. En la India, poderosos y civilizados lugares en que vivieron juntos cristianos y musul-
estados hindúes fueron crecientemente amenazados manes, una tolerancia desdeñosa podía ser ofrecida
por la presión musulmana. Más próximas a Europa, por una raza a cambio del pago de tributo por la
las comunidades musulmanas del Cercano Oriente otra; pero en general, el límite entre cristianos y
habían caído progresivamente bajo la dirección mi- musulmanes esL:1.ba cIaramen te trazado, y su rela-
litar de los turcos otomanos, fanáticos guerreros se- ción normal era la guerra. Esta 1 elación bélica llegó
minómadas que estaban a punto de engullir los a ser tan normal y habitual que en ocasiones pa-
JO INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 11

recía perder algo del odio guerrero y adquirir las cruzada- se desintegraron por sí mismos, sin que
convenciones del torneo; pero siempre se presenta- fuera necesario el empuje del contraataque mu-
ba algún hecho, algún cambio en la balanza de las sulmán.
fuerzas, para renovar el encono. Por un lado, el Además, la antipatía entre los cristianos latinos y
i
ardor religioso musulmán se veía avivado de vez en griegos debilitó el movimiento de las cruzadas y lo . !

cuando por olas de refuerzo del Asia central. Estas apartó de su objeto principal: la conquista de los
olas -de las cuales los turcos otomanos fonnaron San tos Lugares. La cuarta cruzada, sin perjudicar
la última y más peligrosa- mantuvieron las fron- seriamente a los infieles, asestó un tremendo golpe
teras de la cristiandad en temor intermitente .. Por al muy deteriorado Imperio bizantino. Sus princi-
otro lado, las aristocracias de la Europa occidental, pales beneficiarios fueron los venecianos, estableci-
apremiadas por la Iglesia, trataron repetidamente dos firmemente como acarreadores de las mercan-
mediante las cruzadas de defender sus territorios y cías orientales desde los puertos de Levante a los
de reconquistar el terreno perdido. insaciables mercados de Europa occidental. Debili-
La Guerra Santa conlra el Islam tuvo buen éxito tado así su principal bastión, el movimiento de las
al reconquistar, al cabo del algún tiempo. todos los cruzadas tuvo que ponerse a la 'defensiva -una in_o
territorios del sur de Europa que antiguamente fructuosa defensiva- frente al avance de los turcos
habían sido cristianos y de habla latina. Fuera de otomanos en el siglo XIV. No fueron los esfuerzos de
Europa, las cruzadas hicieron poca mella en el cuer-. los cruzados, sino los triunfos militares, más al Este,
po del Islam. La mezcla de motivos en los cruzados de un conquista.dor rival -Timur-, los que detu-
-ardor religioso, deseo de aventuras, esperanzas vieron las conquistas del sultán turco Bayezid y
de comercio o de botín, afán de obtener repu- dieron a Europa un corto respiro a fines del siglo
tación- contribuyeron a la desunión. Las naciones xrv y principios del xv. La caída de Constantinopla y
europeas nunca entraron en las cruzadas como esta- la conquista de los Balcanes por algún conquistador
dos organizados. Aun los ejércitos mandados pQr asiático sólo era, evidentemente, una cuestión de
reyes o por el emperador en persona estaban liga- tiempo. Las naciones de la Europa occidental q~e
dos sólo por lazos feudales y personales. Ningún participaron en las cruzadas no tenían ni fuerza, ni
reino de la Europa occidental tenía entonces una voluntad, ni unidad para evitarlo.
organización capaz de administrar posesiones léja- A pesar de losfracasos y las derrotas y del último
nas; sólo las órdenes militares tenían la organiza- colapso del movimiento de las cruzadas en el Cer-
ción, mas sus recursos eran inadecuados. Las con- cano Oriente, la idea de la cruzada persistió en
quistas de los cruzados --como, por ejemplo, los todos los países de Europa que estaban en contacto
estados latinos establecidos después de la primera con pueblos musulmanes. En aquellos países la
12 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 13

cruzada latía en la sangre. de la mayor parte de los poderosa a muy corta distancia. Las operaciones se
hombres de noble cuna y de impulsos aventureros. iniciaron con un ataque por mar a la ciudad y forta-
En ninguna parte fue esto más cierto que en Portu- leza de Ceuta en 1415.
gal, país pequeño y pobre que debió su existencia La expedición a Ceuta fue una verdadera cruza-
nacional a una larga cruzada, y en España, donde la da, aunque con un objeto limitado y temporal. Fue
cruzada aún continuaba. El fracaso de la cruzada organizada por el rey Juan I, en parte para asestar
mayor en el Cercano Oriente dio lugar a intentos un golpe a los moros saqueando uno de sus princi-
enderezados a encontrar medios con que atacar al pales puertos -la llave del Mediterráneo, como
poder musulmán en otras partes. Si no por tierra, dijo Azurara-, en parte para dar a sus hijos, can-
por mar; si los infieles eran invulnerables al ataque didatos a la caballería, la oportunidad de ganar sus
frontal, podían ser flanqueados o atacados por re- espuelas en una batalla verdadera mejor que en la
taguardia. y si la fuerza de los cruzados europeos pelea artificial de los torneos. La operación consti-
era insuficiente, cabía buscar alianzas con otros prín- tuyó un brillante triunfo y la caída de Ceuta tuvo
cipes cristianos. Eran corrientes las historias de po- gran resonancia en Europa. Su importancia radica
derosos aunque olvidados reinos cristianos, quizá no sólo en el hecho de la conquista, sino también
en el este de África, quizá en alguna parte de Asia. en la osada decisión de retener la plaza con una
Si, además, era posible establecer comunicaciones guarnición portuguesa en lugar de arrasarla com-
con el este, por alguna ruta fuera del control turco, pletamente. Un Estado europeo emprendía, como
entonces el comercio oriental, que daba a los turcos Estado, la defensa y la administración de una po-
mucha de su riqueza, podría ser derivado hacia sesión ultramarina en territorio árabe. Ceuta ofrecía
canales cristianos. muchas posibilidades: una base para el avance en
La guen'a y el comercio marcharon juntos en las Marruecos, o para el ataque a Gibraltar, el otro gran
últimas cruzadas. Portugal tenía una gran costa, una baluarte moro en el Mediterráneo occidental; el
población considerable de pescadores y marinos, y incentivo -y probablemente en alguna medida la
una clase comercial poderosa muy emancipada de información- necesario para iniciar la sistemática
la injerencia feudal. Los portugueses podían y exploración y el comercio africanos. Con la toma de
deseaban pasar de un comercio atlántico de vinos, Ceuta, el movimiento cruzado pasaba de la fase me-
pescados y sal a operaciones de mayor riesgo, más dieval a la moderna; de una guerra contra el Islam
amplias y lucrativas, con esclavos, oro y especias. El en la cuenca del Mediterráneo a una lucha general
primero y claro objeto de la expansión mi!itar y para llevar la fe cristiana y el comercio y las armas
comercial portuguesa fue el noroeste de Africa, europeas alrededor del mundo.
donde vivía una colectividad musulmana grande y La figura más sobresalien te en las primeras eta-

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