Sei sulla pagina 1di 17

LA FILOSOFOFÍA DE NIETZSCHE

1. Contexto sociopolítico.

La fracasada revolución francesa había


provocado la reacción de la nobleza y de
las monarquías europeas y un resurgir del
antiguo régimen, pero la revolución
industrial dará lugar a nuevas acciones
revolucionarias.

La burguesía controlaba las finanzas y la industria, la cultura y la


política, era la dueña del mundo occidental. Pero la burguesía se rompe
en dos grupos:

- La alta burguesía, grandes comerciantes, industriales y


banqueros, partidarios de la monarquía y el derecho censitario
intentaba conservar el status alcanzado.
- la pequeña burguesía de artesanos y pequeños comerciantes,
partidarios de la república y el sufragio universal, pretendía
ampliar las reformas hacia una mayor igualdad social.

El número de trabajadores industriales había aumentado y con el reclamo


de las mejoras laborales. la burguesía se dispone a defenderse de la clase
obrera, sacrificando la libertad y la igualdad para salvaguardar la seguridad
y la propiedad.

La segunda mitad del siglo XIX comienza con el fracaso de las


revoluciones de 1848 en las que confluyeron los avances de liberalismo,
del nacionalismo y las luchas sociales. En el fracaso se desvanecen las
aspiraciones independentistas y democráticas pero los principios
nacionalistas, liberales y socialistas habían enraizado en la sociedad
europea y anuncian la caída del absolutismo del antiguo régimen. Al acabar
el XIX muchos estados europeos habían consolidado constituciones que
garantizaban los cambios políticos democráticos.

A partir de 1870 se inician importantes trasformaciones industriales que


dan lugar a la llamada segunda revolución industrial, ejemplo de ello son la
creación de las grandes compañías bursátiles. Surge la concentración de
grandes capitales y grandes empresas que controlan distintos segmentos de
la producción. Hay un creciente protagonismo de la banca.

1
Los avances de la industrialización fueron fruto de una estrecha relación
entre el desarrollo científico y el tecnológico. Luz eléctrica en casas y
calles gracias a Edison, teléfono, telégrafo y radio, automóviles, primeros
vuelos de aeroplanos, aparecen nuevos materiales como el acero y el
hormigón que permiten edificios de muchas plantas, se descubren nuevas
vacunas...

La mentalidad predominante en el pensamiento es el positivismo que se


apropia del lema de Augusto Comte: “orden y progreso”. La humanidad se
encuentra en su grado máximo de desarrollo gracias al pensamiento
positivo y a la ciencia.

El evolucionismo defendido por Darwin (1809- 1882) (El origen de las


especies) ofrece una explicación científica a la conciencia del cambio. Se
elimina el providencialismo, la evolución de los seres vivos se produce por
la lucha por la existencia: la selección natural.

Aparece otra mentalidad, en la segunda mitad del XIX que lucha con el
positivismo: un sentido individualista del destino humano. El individuo
tiene un valor absoluto al margen de la sociedad interesada en la riqueza o
el poder político. Surge por la decepción por la realidad social que no ha
permitido realizar los ideales de la ilustración, la sociedad se presenta como
una gran mentira en la que las ideas ceden ante el poder político y
económico. Los pensadores que afrontan el sentido de su existencia se
entregan a su soledad y a su dolor con el orgullo de quien se sabe el artífice
de su vida.

Sigmun Freud (1856-1936) critica esa sociedad que imponía prohibiciones


y censuras que impedían vivir de un modo equilibrado y empujaban a los
individuos a la neurosis.

En el arte la mentalidad positivista encuentra su reflejo en el realismo que


pretende representar con veracidad la vida humana: Victor Hugo, Dickens
y Dostoievski.

Pero también se manifiesta en el arte la crítica individualista a la sociedad


decadente, defensora de unos valores artificiales que ahogaban la capacidad
de vivir. Es la época de las vanguardias, de un modo de vida bohemio, en
contra de los valores establecidos. Detrás de este elitismo con el que los
artistas tratan de hacer de su vida una obra de arte se percibe un cierto
escapismo, la falta de ideales y de compromiso. Un ejemplo de esto es la
obra de Van Gogh (1853-1890) en la que su propia obra refleja el drama
interior.

2
El movimiento impresionista de finales del XIX pretende ser fiel a la
naturaleza, plasmar en la naturaleza la autentica realidad que se ve. La
inmediatez del instante, la luz y el movimiento. Renoir, Monet, Degas,
Toulose-Lautrec. En la música el ejemplo de está en Debussy.

La unificación de Alemania no había sido posible ni 1830 ni en 1848 a


pesar de existir una lengua, una historia y una cultura comunes. Dos
grandes potencias: Prusia y Austria dividían los territorios alemanes
después de las guerras contra Napoleón. Había recelo en las potencias
europeas a la unificación, miedo a un gran estado alemán.

Bismarck (1815-1898) promueve la unificación. Se da cuenta de que es


preciso derrotar a Austria. El desarrollo industrial de Prusia y su política de
libre comercio entre los Estados alemanes impulsan una sólida economía y
la formación de un poderoso ejército. En 1867 se expulsa a Austria de la
confederación germánica y se crea la confederación Germánica del Norte,
que agrupa a 23 estados. Se aprueba una constitución que da una estructura
federal a esta unión presidida por Guillermo I de Prusia con Bismarck
como canciller.

La victoria sobre Francia en 1870, batalla de Sedán, destruye el ejército


francés de Luis Napoleón y facilita la creación del segundo Imperio que
incorpora a los estados del sur. Se reunifican los trece estados alemanes a
excepción de Austria y se promulga una constitución que establecía un
órgano de representación de los antiguos órganos soberanos: el Reichsrat o
parlamento, que no tenía poderes reales que estaban bajo el control de
Prusia.

El mapa político europeo se modifica, Alemania se convierte en la gran


potencia continental a costa de Francia y Austria, mientras Gran Bretaña se
dedicaba a su expansión colonial.

El organizado y rígido estado alemán, formó una eficiente clase de


funcionarios y ciudadanos honestos, trabajadores y respetuosos con las
leyes. Como contrapartida, el individuo y la libertad de espíritu parecían
haberse sacrificado al esplendor político y económico.

La filosofía alemana de la segunda mitad del XIX se lanzó a la urgente


tarea de salvar el individuo defendiendo la creatividad, la libertad y la
vida frente al idealismo hegeliano y el positivismo científico.

3
La crítica de la filosofía de Nietzsche se manifiesta contra la razón idealista
y positivista y la defensa de la vida.

2. Nietzsche, su vida y sus obras

Friedrich Wilhelm Nietzsche, nace el 15 de Octubre de 1844 en la Sajonia


prusiana. Su padre era pastor protestante como lo habían sido también sus
abuelos, fallece cuando Nietzsche tiene cinco años. Se trasladan a
Naumburgo donde crece en un ambiente femenino, familiar y religioso.
Fue un niño serio, obediente a las órdenes que le daban y con dificultades
para relacionarse con los otros niños.

Entre 1854 y 1858 estudio en Naumburgo. A los doce años le comenzaron


los dolores de cabeza que le acompañaran toda la vida. En 1858 entra en un
internado para realizar los estudios secundarios. Se desarrolla su afición por
el griego y se despiertan sus aptitudes musicales. Lee a Schopenhauer que
influirá decisivamente en su pensamiento.

En 1864 en Bonn estudia teología y filología clásica, decidiéndose


finalmente por la filología. 1868 conoce al compositor Richard Wagner y a
su joven esposa Cósima.

A los 24 años ocupa la cátedra de filología en Basilea. Sus clases son


seguidas con expectación aunque pronto despierta rechazo entre sus
colegas filólogos. Decide participar en la guerra franco-prusiana, aunque
había renunciado a su nacionalidad alemana para hacerse suizo. Alentado
por Wagner comienza a escribir “El nacimiento de la tragedia en el
espíritu de la música” en la que compara la decadencia de la cultura
griega con la de la alemana y propone como su salvación el espíritu
Wagneriano. Las críticas comenzaron a surgir y su carrera se vio
seriamente afectada.

Entre 1873-76 publica cuatro trabajos bajo el título “Consideraciones


intempestivas” en los que rechaza el progresismo de su época.

En 1976 rompe con Wagner, ya no ve en él la fuerza dionisiaca que


estimula la vida.

La enfermedad va en aumento hasta llegar a impedirle valerse por sí


mismo: los dolores de cabeza, de ojos, los vómitos, son constantes. En
1879 su mala salud le obliga a jubilarse voluntariamente. La universidad le

4
concede una pequeña pensión vitalicia que, junto con los réditos del
patrimonio familiar, le permitirá mantenerse.

Los 10 años siguientes los pasa viajando por distintos lugares de Suiza,
Italia, Alemania, buscando encontrar en el sol, en el mar, en la montaña
una salud que se le escapa sin remedio. Vive de modo precario y aún así
escribe sus obras más importantes. En “Aurora” 1881, destaca su crítica a
la moral de la resignación. En “La gaya Ciencia” 1882 aparece ya la idea
del eterno retorno. “Así habló Zaratustra” (1883)recoge la idea del
superhombre y la transmutación de los valores, esta es su obra más
importante junto a “Más allá del bien y del mal” 1886, y “Genealogía de
la moral” 1887. otros son: “El caso Wagner” 1888, “El Anticristo” 1888,
“Ecce Homo” 1888, “El crepúsculo de los ídolos” 1889, “La voluntad de
poder” 1901(póstuma).

En 1889 es trasladado a una clínica en Basilea con signos evidentes de


locura, de la que no llegaría a curarse. Muere el 25 de agosto de 1900.

3. Etapas en el pensamiento nietzschano.

La filosofía de Nietzsche se esconde detrás de un lenguaje lleno de


imágenes, de aforismos, sin una conexión sistemática ni una secuencia
progresiva de las ideas. Pero hay a lo largo de sus periodos un núcleo
común: la recuperación de la vida como valor esencial y la inversión de
los falsos valores que la ahogan. El propio Nietzsche se refiere a las
etapas de su filosofía como pieles de serpiente que hay que abandonar o
máscaras bajo las cuales se desarrolla su pensamiento.

Cuatro periodos:

1. Periodo romántico. Filosofía de la noche.

Coincide con su estancia en Basilea. Centrado en el pensamiento griego


e influido por Schopenhauer y Wagner en cuyas operas ve la
continuación de las tragedias griegas. Obra fundamental “El origen de la
tragedia en el espíritu de la música”, que está dedicado a Wagner. Las
ideas principales son:
• En el fenómeno de lo trágico se descubre la
verdadera naturaleza de la realidad.
• Corresponde al arte y a la tragedia conocer la esencia
trágica del mundo.
• La vida es una antítesis y un vaivén entre lo infinito y
lo finito, cuya aniquilación provoca su hundimiento

5
en el fondo infinito de donde volverá a surgir. Esta
antítesis se expresa como la oposición entre lo
apolíneo y lo dionisiaco.
• Sócrates encarna la oposición a la visión trágica del
mundo, representando el dominio de lo lógico, de la
razón, frente a lo trágico de la vida.

2. Periodo positivista o ilustrado. Filosofía de la mañana.

Predomina la influencia de Voltaire y los ilustrados franceses. Acepta


el rechazo positivista de la religión y la metafísica, sustituidos por la
ciencia. Obra fundamental: “Humano, demasiado humano”, 1878-9
dedicada a Voltaire. “Aurora y la Gaya ciencia” son las otras dos de
este periodo:
• Utilización del método histórico como medio para
criticar los supuestos metafísicos en el desarrollo del
conocimiento.
• Crítica de la cultura occidental. La moral y la religión
son formas que el hombre ha colocado sobre sí
mismo y que le esclavizan haciendo que se olvide de
lo humano.

3. Periodo del mensaje de Zaratustra. Filosofía del mediodía.

Aquí se formulan las ideas principales de Nietzsche. La trasvaloración


misma de los valores. Obra fundamental es “Así habló Zaratustra”,
que consta de un prólogo y tres partes:

• En el prólogo se describe al superhombre y al último


hombre.
• La primera parte plantea la muerte de Dios.
• La segunda la idea de la voluntad de poder.
• Y la tercera la idea del eterno retorno.

4. Periodo crítico. Filosofía del atardecer.

Critica la cultura occidental, la filosofía, la religión, y la moral


tradicionales. Las obras más importantes son. “Más allá del bien y del
mal y Genealogía de la moral”:

6
• Es preciso destruir al hombre, al último hombre, para
que pueda surgir el superhombre.
• Es necesario la destrucción de la filosofía, de la
Religión y de la moral de la tradición occidental y la
transmutación de los valores
• Detrás de todos los valores está la vida como su
fundamento último, como fondo originario de todo lo
que existe.

4. Los comienzos. Desde la filología a la filosofía.

En su primera obra: “El origen de la tragedia en el espíritu de la música”,


presenta Nietzsche lo que será el núcleo de su filosofía: detrás de la
definición de la esencia de lo trágico, se descubre la vida como
naturaleza última de toda realidad.

La vida es lo que se ama más profundamente, pero también lo que no puede


definirse, lo que se escapa a los conceptos, lo que se vive y no lo que se
piensa. Por eso la vida se manifiesta como instinto espontáneo, lucha
permanente y continuo cambio.

Siguiendo a Schopenhauer (1788-1860), Nietzsche piensa que la vida es


voluntad de poder, fuerza creadora, el deseo ciego de procrear y perdurar
la realidad. Para Schopenhauer, comprender la auténtica realidad es pensar
el mundo como voluntad. En esto consiste su realidad más esencial, en la
voluntad de existir, que recorre todas las manifestaciones de la realidad:
desde la estrellas a las partículas de los cuerpos, desde la actividad de
nuestro cerebro hasta la quietud de las piedras.

La voluntad es también el origen del dolor, porque querer es


fundamentalmente querer vivir, pero la vida siempre es incompleta y
temporal, la vida tiene a la muerte como compañera inseparable.

Para Schopenhauer es la conciencia la que nos descubre el dolor de vivir.


Este dolor puede ser mitigado hasta la negación de la voluntad de vivir a
través del arte y de la vida ascética. En el arte el hombre crea un mundo
aparente de belleza en el que la voluntad de vivir se olvida de la lucha por
la existencia. A través de la vida ascética el hombre renuncia a todos los
objetos de su deseo, evitando así el dolor de la decepción. El pesimismo de
Schopenhauer le lleva a distanciarse de toda pasión y a frenar la voluntad
de vivir.

7
Nietzsche, por el contrario, exalta la vida buscando liberarla de la opresión
de la cultura, para alcanzar la esperanza en la historia como el eterno
retorno de lo grande, de lo admirable.

Pero la vida es también un juego trágico en el que se enfrentan en un


proceso incesante generación y corrupción, vida y muerte, exaltación y
dolor. La filosofía de Nietzsche es vitalista en la medida que proclama la
alegría de vivir, pero aceptar la vida es asumirla con carácter trágico, sin
enmascararla, es aceptar el sufrimiento como el precio de su belleza.

Como la vida es ininteligible en sí misma, Nietzsche recurre para estudiarla


a sus manifestaciones y de forma especial al lenguaje. Se propone analizar
las expresiones lingüísticas como símbolos tras los cuales se oculta lo
inconsciente, lo no comunicable, la realidad vital. Por eso sus primeros
estudios se centran en la literatura clásica. Desde la filología llega a la
filosofía.

El lenguaje se convierte en el punto de partida, toda nuestra actividad


mental está en palabras, es lenguaje. El lenguaje condiciona nuestra manera
de pensar, de sentir y de vivir. “El filósofo está atrapado en las redes del
lenguaje”. El lenguaje nos sirve para expresar nuestras intuiciones y
nuestros pensamientos, pero no puede expresar las cosas, sino nuestra
relación con ellas. Nietzsche denunciará el poder de encantamiento del
lenguaje que puede llegar a suplantar la vida.

La vida no es accesible a la comprensión intelectual, sino mediante la


intuición que penetra la esencia de las cosas. El arte y la poesía son el
medio a través del cual aprehendemos la esencia originaria y profunda del
mundo: la estética y la ontología están unidas.

En la cultura griega la expresión simbólica de la vida se desarrolla a partir


de dos fuerzas estéticas que se combaten, pero que se necesitan: lo apolíneo
y lo dionisiaco, representadas por los dos símbolos: el dios Apolo y el dios
Dionisio.

• El espíritu dionisiaco, dios de la orgía, representa los valores de la


vida, de la desmesura, la embriaguez mística y la anulación de la
conciencia personal. Es el símbolo de la vida que se desborda
rompiendo las barreras y las limitaciones.
• El espíritu apolíneo: dios de la belleza, representa los valores de la
razón, la medida, el equilibrio y la individualidad.

8
La lucha entre ambos representa el propio juego trágico en que consiste el
mundo; la vida y muerte, nacimiento y decadencia, que constituyen
dimensiones de una misma realidad.

En la tragedia griega se expresa la antítesis entre el fondo infinito y el ser


finito, encarnada en la contraposición de lo dionisiaco, que se manifiesta a
través de la música y la danza, que corresponde al coro, y de lo apolíneo,
que se expresa a través de la palabra y que corresponde a los personajes.

La grandeza de la tragedia griega es haber captado la síntesis creadora de


las dos fuerzas enfrentadas entre sí: la contención y la desmesura, el sueño
y la embriaguez: “Apolo no podía vivir sin Dionisio”.

Si Sófocles y Esquilo son la culminación del arte trágico, éste encuentra


con Eurípides su derrumbe al transformar los coros en mero poema
histórico.

Sócrates es el comienzo de la decadencia del espíritu griego, presente en


los filósofos presocráticos que aceptaron la vida como misterio, con su
carácter trágico y doloroso, pero sin pesimismo. En la filosofía socrática la
razón se impone a la vida, a los instintos. Nace el predominio de lo
apolíneo, de lo lógico, de la razón, que es incapaz de ver la vida, de
intuirla.

5. Crítica de la cultura occidental: El nihilismo.

El oscurecimiento de los antiguos valores griegos que estaban recogidos en


la tragedia y que expresaban la vida como lucha han provocado el
predominio del concepto y la separación entre el lenguaje y la vida. Sobre
esta separación se levanta la cultura occidental: la filosofía, la religión y la
moral. Nietzsche llama a esta pérdida del sentido de la vida: nihilismo, un
veneno mortal para la humanidad que exalta la debilidad humana y
entroniza el fracaso del hombre y su miseria.

En el cristianismo, Nietzsche encuentra encarnados los valores del


nihilismo, el odio y el temor a la vida, que constituyen una “voluntad de
nada”, una negación de los valores. Es el monoteísmo cristiano el que
fundamenta la existencia de un mundo trascendente y vacío, fruto del
resentimiento ante la vida.

9
A. Crítica a la filosofía.

El origen del nihilismo como negación de la vida, debe situarse en la


filosofía griega, en Sócrates y en Platón. Su pensamiento nace del intento
de escapar a la caducidad de la vida, creando a través del idealismo de los
conceptos un significado infinito de la existencia.

Los mundos platónicos sitúan a la “Idea” como la auténtica realidad, frente


al mundo del devenir, imperfecto, cambiante y aparente. El triunfo de la
razón contra la vida, el triunfo de Apolo sobre Dionisio.

La identificación entre la razón, la virtud y la felicidad oculta el rechazo a


los sentidos, el temor de los instintos, a la vida, que se ahoga bajo la luz de
la razón: sólo el sabio es virtuoso y en el conocimiento reside la felicidad.
Nietzsche quiere desenmascarar este idealismo y demostrar que “sólo el
devenir es”. No hay un mundo real distinto del que experimentamos por
los sentidos.

El triunfo del poder del lenguaje, del concepto, es el dominio de la


conciencia frente a la intuición. Es la conciencia la que desvirtúa los
impulsos de lo inconsciente, de los instintitos. La conciencia es la que
unifica inventando causas y correlaciones, convirtiéndolo todo en
inteligible. La conciencia nos inventa a través de los conceptos una
identidad única, estable y pública que se olvida de los sensible, de los
cuerpos, de esa “pluralidad silenciosa y pasional que nos constituye”.

Sin embargo el sujeto no es identidad, sino pluralidad y máscara. La forma


básica del conocimiento es la intuición mediante la que captamos lo
inmediato, lo individual, la vida.

La ficción de la metafísica monoteísta se apoya en el lenguaje: el lenguaje


fabrica las cosas, las inventa.

El lenguaje nos hace abandonar el cambio y nos empuja a la permanencia,


a la unidad, a la identidad, a la sustancialidad y al ser.

No existe un conjunto de conceptos universales unívocos preestablecidos


para aprehender la realidad. No hay coincidencia posible entre las palabras
y las cosas. ¿Qué es la palabra? la representación en sonido de una
excitación nerviosa. Pero no existe una causa fuera de nosotros. Las
palabras son metáforas que expresan no las cosas, sino las intuiciones
originarias que tenemos de las cosas.

10
El lenguaje sólo indica la relación entre las cosas y los hombres. Las
palabras son así metáforas y los conceptos que formamos a partir de las
palabras son sólo residuos de metáforas.

Si la palabra falsea la intuición, el concepto falsea la palabra. El error de


la filosofía es haberse olvidado de las intuiciones como el origen de los
conceptos. Este es el error de la metafísica que considera lo abstracto y
universal, lo inteligible, como lo real y verdadero. No hay verdad en el
concepto, “las verdades son ilusiones que se han olvidado que lo son”

Todo conocimiento es relativo: no conocemos ningún hecho en sí, el


“Mundo no tiene un sentido fundamental, sino muchísimos sentidos” es
susceptible de diversas interpretaciones. El conocimiento para Nietzsche es
perspectivismo.

B. Crítica a la ciencia.

La ilustración había criticado la metafísica y parecía corresponder a la


ciencia restaurar el fundamento de la verdad, la adecuación entre lo real y
el conocimiento: la realidad se convierte en fenómeno y las matemáticas en
el método científico.

La crítica de Nietzsche se dirige contra el mecanicismo de las ciencias


positivas. La ciencia desde Galileo matematiza la realidad, capta las
relaciones matemáticas de las cosas y sus relaciones, pero es incapaz de
conocer la singularidad de cada una, reduce lo cualitativo y dinámico de lo
real a leyes cuantitativas. Como decía Kant sólo conocemos fenómenos,
por lo que nosotros ponemos en ese conocimiento: espacio, tiempo,
categorías, ideas... las leyes de las ciencias nada nos dirán sobre la realidad
esencial de las cosas.

C. Crítica a la moral cristiana.

Desarrolla su crítica a la moral occidental en dos obras: “Más allá del


bien y el mal” y “Genealogía de la moral”. El método genealógico permite
estudiar como surgieron los conceptos morales y cómo se impusieron como
valores aceptados por todos. La genealogía muestra la realidad que está
detrás de las palabras, la voluntad de poder que las erige.

11
La moral cristiana es una moral decadente, fruto del resentimiento. Pero fue
en Grecia dónde se dio el cambio de valores que dará lugar a la moral
cristiana.

Cuando las circunstancias históricas distinguían entre pueblos dominadores


y dominados, la virtud era equivalente a la fuerza, el hombre bueno era el
noble, el aristócrata, el poderoso. Por oposición el malo era el débil, el
cobarde, el hombre vulgar y despreciable. Pero cuando la sabiduría se
convierte en la virtud por excelencia se produce la inversión de valores.

La moral se hace débil y su pretensión de universalidad la vacía de


contenido: a fuerza de querer ser una moral para todos, se convierte en una
moral para nadie. De aquí distingue Nietzsche dos tipos de moral:

• La moral de los señores: es la moral activa, originaria; el señor, se ve


a sí mismo como creador de sus valores. Vive de modo autónomo,
confiado, encontrando la felicidad en sí mismo y despreciando la
aprobación de los demás. Sólo los señores, los poderosos, buscan su
voluntad de poder por encima de todo sin esperar una comprensión
más allá de la única vida, la vida terrenal.

• La moral de esclavos es pasiva, no crea valores sino que los


encuentra ante sí. El esclavo es débil y cobarde, siente el
resentimiento ante el poderoso y proclaman los valores que le hacen
la vida más soportable: la comprensión, la paciencia y la humildad.
La moral del esclavo es gregaria y utilitarista, sus valores morales
son expresión de las necesidades del rebaño.

moral de valores valentía gratuidad-lujo riqueza excelencia

señores contra cobardía utilidad pobreza vulgaridad


valores

moral de valores prudencia generosidad desposeidad humildad


mansedumbre caridad

esclavos contra audacia egoísmo opulencia orgullo


valores

La cultura occidental es un triunfo de la moral de los esclavos sobre los


valores aristocráticos de la moral de los señores. Es el triunfo de la moral
cristiana. Esta moral del resentimiento y del rebaño debe ser rechazada por
que conduce a la degradación de la vida humana. El judaísmo y el

12
cristianismo completan la inversión de los valores del platonismo.
Convierten al débil, al enfermo, al pobre, en hombres buenos, en hombres
amados por Dios. Los débiles, los esclavos, los que no pueden disfrutar de
la vida, se rebelan contra los fuertes, los señores, estableciendo una ley
moral que prescinde de las diferencias entre los individuos y prohíbe a
todos gozar de la libre expansión de la voluntad de poder. Es la rebelión de
los esclavos.

La imagen de Dios en la cruz sacrificado por la redención de los hombres


impulsa en el cristianismo el sentimiento de culpa y el ideal ascético de
renuncia a los placeres: el modelo moral de negación de uno mismo como
único medio de redención de la culpa.

Nietzsche rechaza esta moral porque constituye una negación de la vida, un


odio contra lo humano, que rechaza la felicidad y la belleza proclamando
un ideal trascendente, pero vacío, una voluntad de la nada: el nihilismo.

Si Dios se ha convertido en el argumento contra la vida, la negación de


Dios traerá la afirmación de los valores de la vida y la aparición de un
hombre superior, más allá del bien y del mal, que abandone al moral del
resentimiento y cree sus propios valores.

En la “Gaya ciencia” (la ciencia de los bufones) afirma Nietzsche que el


acontecimiento más importante de la época es que “dios ha muerto”. La
muerte de Dios supone una crítica radical a la religión, la moral y la
metafísica sobre las que se ha levantado la cultura de occidente. Es la
liberación de un gran peso que abrumaba al hombre, el peso de la idea del
más allá, de una trascendencia. Al morir Dios, el hombre ya no se centrará
en el mundo trascendente y sobrenatural y se centrará en este mundo, el
único mundo real.

La muerte de dios comenzó con la crítica de la ilustración comenzada en el


renacimiento, una crítica contra el dogmatismo. Ahora al terminar con el
sistema moral, se ha completado el proceso. Con la muerte del Dios
monoteísta acaba el dogmatismo, la concepción unívoca y sobrenatural de
la realidad apoyada en la razón y la escisión entre lo bueno y lo malo, lo
verdadero y lo falso, lo real y lo aparente. Comienza entonces un
resurgimiento de los antiguos dioses del politeísmo: dioses múltiples,
enfrentados en lucha eterna, que simbolizan una visión plural de la realidad
y de la vida.

El nihilismo, como pérdida del sentido unitario de la vida abre camino a


una nueva visión de la realidad y del hombre. Frente al pensamiento

13
único el perspectivismo reconoce la multiplicidad de interpretaciones
haciendo posible la libertad del ser humano. Múltiple es la realidad del
mundo en cuanto múltiple es el hombre liberado de su carga histórica.

La muerte de dios permite que afloren las energías creadoras del hombre, la
transvaloración de los valores que el superhombre está en condiciones de
realizar. El lugar de dios lo ocuparan ahora la vida y el superhombre,
creadores de valores.

6. La voluntad de poder y el superhombre.

La muerte de Dios ha precipitado al hombre al nihilismo, dejándole sin


valores, en la nada. Es el reino del último hombre, el hombre que vive al
final de una civilización.

La superación del nihilismo y la creación de nuevos valores que den


sentido a la vida necesitan una transvaloración de los antiguos. Esta tarea
de creación es propia de la voluntad de poder que dará lugar a un nuevo
tipo de hombre: el superhombre, lleno de poder creativo y de superación de
sí mismo. “El hombre es algo que debe ser superado; el hombre es un
puente y no un fin”.

Hay que devolver al hombre el valor de sus instintos naturales: “¿qué es


bueno? Todo lo que acrecienta en el hombre el sentido de poder. ¿Qué es
malo? Todo lo que proviene de la debilidad. ¿Qué es la felicidad? La
conciencia de que se acrecienta el poder, de que queda superada una
resistencia”.

En “Así habló Zaratustra”, Nietzsche presenta al profeta como el portavoz


de la muerte de Dios y el profeta del superhombre y del eterno retorno.

Zaratustra es el fundador del maniqueísmo, religión fundada en Persia a


mitad del siglo III. Se reconoce dos principios creadores contrarios: el bien
y el mal. Son irreductibles el uno al otro. El mal no se subordina al bien ni
se identifica con el “no ser”.

La llegada del superhombre atraviesa tres metamorfosis del espíritu:

• El camello, animal de carga, simboliza los que se contentan con


obedecer ciegamente, que acarrean el peso de los valores y

14
simbolizan al hombre que se inclina ante la omnipotencia de Dios y
ante la ley moral.

• El camello quiere ser más y se transforma en león. Que simboliza al


negador, al nihilista que rechaza los valores tradicionales y crea las
condiciones para la aparición del superhombre.

• Pero el León también tiene necesidad de transformase en niño. Para


quien la existencia es un juego, es capaz de actuar por instinto, sin
tener en cuenta las consecuencias ni los prejuicios. Sólo el niño es
capaz de vivir la vida como algo nuevo y actual, como instante. Sólo
el niño podría ser el superhombre.

El superhombre dará un nuevo sentido a la realidad encarnando a Dionisio.


Creando los valores de la vida sin fundamentarlos en un más allá, será “el
sentido de la tierra”. El superhombre renuncia a los sueños ultramundanos
y vuelve a la tierra. La tierra ocupará el lugar que tenía Dios.

La moral del superhombre tendrá una absoluta autonomía moral, estará más
allá del bien y el mal, porque no hará caso de los prejuicios de los demás,
sino que será él mismo el que establezca lo que está bien y lo que está mal.

La libertad del hombre superior le sitúa por encima de cualquier


adoctrinamiento. La propia vida se concibe como experimento, como
posibilidad. No necesita crearse subterfugios del otro mundo. No creerá en
la igualdad que es una trampa de los débiles y de los cristianos, sino en las
jerarquías y en la inalienable diferencia que existe entre los hombres.

La llegada del superhombre no es el anuncio de una realidad inexorable,


sino una meta para la voluntad. El superhombre no llegará a causa de la
selección natural. La llegada del superhombre dependerá de que los
individuos superiores tengan la audacia de transformar todos los valores,
especialmente los cristianos y crear otros a partir de su vida y su poder.

7. La idea del eterno retorno.

Zaratustra anuncia también el eterno retorno. La vida y la voluntad de


poder exigen la superación del ser devorado por el tiempo. Todo lo vivo
parece llamado a desaparecer, todo lo que nace muere.

La doctrina del eterno retorno es el intento de absolutizar el devenir


como ser. Al renunciar a lo trascendente es el único modo de hacer

15
inmanente la dimensión de eternidad de lo humano. Los ciclos temporales,
sometidos a un comienzo y a un fin, se repiten de un modo infinito. Cada
persona llamada a desaparecer, volverá a vivir la misma vida, en la misma
época y del mismo modo. El instante presente adquiere así una dimensión
eterna, en la que se cruzan el pasado y el futuro. Esta concepción circular
de la realidad nos obliga a que el momento presente sea vivido
eternamente.

El universo está cerrado en sí mismo, el hombre fuerte afirmará esto no con


resignación sino con alegría, renunciando a cualquier escapismo
trascendente. La idea del superhombre no es pues, el objetivo final de un
proceso lineal de creación, no repetible, sino la expresión de un
compromiso permanente de amor a la vida.

Apéndice: Los maestros de la sospecha.

Marx, Nietzsche y Freud, fueron llamados los maestros de la sospecha. Han


aportado conceptos de enorme importancia para el siglo XX.

Marx había sospechado una explicación de la historia en las formas de


producción material de la vida humana, ocultada tras la pretendida
racionalidad del estado.

Freud sospecha de una libido censurada hasta lo inconsciente por la moral


y la cultura burguesa, y que es, sin embargo, la explicación última de la
conducta humana.

La sospecha Nietzscheana es esa huida y miedo a la vida que está en el


origen del pensamiento occidental.

16
Clasicismo griego ilustración romanticismo

FILOSOFÍA DE
NIETZSCHE

Objetivo
como AFIRMAR LA VIDA
Voluntad de poder

Desenmascarando la Moral, religión,


Instinto, intuición, degeneración de la ciencia, filosofía
fuerza creadora

Basada en un
moral falseamiento intelectual

SUMISIÓN
A la VERDAD
Al BIEN

Entendida como Entendida como


Suplantación de la moral Suplantación de la realidad
aristocrática por la moral de (la vida) por otro
esclavos mundo(idealismo)

nihilismo Socratismo
platonismo

En consecuencia propone
TRANSVALORACIÓN DE LOS VALORES

Por medio de Por medio de


MUERTE DE DIOS Daría lugar a ETERNO RETORNO
EL SUPERHOMBRE

Negación de toda Creador de Negación de la


autoridad superior valores temporalidad de la
vida

para

17

Potrebbero piacerti anche