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ESTUDIOS BÍBLICOS ELA:

ALABANZA Y CLAMOR A DIOS


(SALMOS)
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[Page 2]
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas
están tomadas de la Versión Reina-Valera, Revisión 1960
©1995 por Ediciones Las Américas, A.C.
Todos los derechos reservados
Prohibida la reproducción parcial o total
Primera impresión, 1995
ISBN 968-6529-39-X

EX LIBRIS ELTROPICAL
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[Page 3]
CONTENIDO
1. Valor, origen y características de los Salmos
2. Salmos de alabanza general I
3. Salmos de alabanza general II
4. Salmos de clamor
5. Salmos de alabanza específica
6. Salmos de confianza
7. Salmos sapienciales
8. Salmos de la ley
9. Salmos reales
10. Salmos mesiánicos I
11. Salmos mesiánicos II
12. Salmos imprecatorios
4

[Page 4] ALABANZA Y CLAMOR A DIOS


SALMOS

ALABANZA Y INSTRUCCIÓN TEMAS ESPECIALES


CLAMOR

Salmos de ala- Salmos sapienciales: 1 Salmos reales: 72


banza general:
Salmos de la ley: 19, 119 Salmos mesiánicos: 2, 8, 22, 41, 69, 110
103, 113, 136
Salmos imprecatorios: 35
Salmos de cla-
mor: 13
Salmos de ala-
banza específica:
30
Salmos de con-
fianza: 23
5
[Page 5]

1
Valor, Origen y Características de
los Salmos
¿POR QUÉ ESTUDIAR LOS SALMOS?
¿Qué nos enseñan los Salmos? La pregunta es buena, porque como todas las Escrituras, el
himnario de Israel es útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia (2 Timoteo 3:16).
Sin embargo, no fue escrito primordialmente para orientarnos, sino para adorar al Señor y clamar
a él.
El título del libro en hebreo es “tehillim” que significa alabanzas, es muy adecuado, ya que casi
todos los salmos alaban a Dios. ¿Qué es la alabanza? Es contar las virtudes de alguien, decir lo
bueno que es y que ha hecho. Algunos de los salmos reconocen a Jehová por su poder y bondad,
son oraciones. Otros se dirigen a la congregación como testimonio.
El segundo contenido principal es el clamor. Desde su más profunda angustia, los salmistas
invocan a Dios, no ocultan su zozobra, pero confían en aquél que siempre ha sido fiel y por lo tan-
to, los librará nuevamente de la angustia.
[Page 6] CONTENIDO PRINCIPAL DE LOS SALMOS
1. ALABANZA 2. CLAMOR
De manera que, en primer lugar hallaremos que los salmos son medios inspirados para expre-
sar nuestra alabanza y clamor al Señor. Y sí, también aprenderemos de ellos; nos enseñarán
acerca de la fe, el éxito, las Escrituras, la justicia, el gobierno, el Mesías y muchas cosas más,
pero la lección primordial será cómo adorar mejor al Dios de todo poder y compasión.

¡PENSEMOS!

¿Cuál es su salmo favorito? ¿Por qué? ¿Cuenta algu-


nas virtudes de Dios? ¿Cuáles son? ¿Clama a él por
socorro? ¿Qué sentimientos expresa? ¿Le ayuda a
expresar los mismos sentimientos? ¿Qué le enseña?

¿HACIA DÓNDE NOS DIRIGIMOS?


En este libro no será posible exponer todos los salmos. Por lo tanto, los estudiaremos por gru-
pos: de alabanza (tres clases), de clamor, de sabiduría, de la Ley, del rey, del Mesías y de impre-
cación. Explicaremos las características de cada categoría, y luego analizaremos por lo menos
uno de ellos. La interpretación de estos poemas representativos nos ayudará a entender otros del
mismo grupo.
Para mayor aprovechamiento, se debe prestar atención a las preguntas que se han incluido en
las secciones ¡PENSEMOS! Las que están colocadas antes de la exposición del pasaje corres-
pondiente, tienen que ver con el contenido e interpretación. El lector debe tratar de contestarlas
antes de leer la exposición. Así descubrirá [Page 7] por sí mismo verdades preciosas. Las pre-
guntas que vienen después de la exposición guiarán al lector en la aplicación del pasaje a su vi-
da. En una clase de estudio bíblico, las secciones ¡PENSEMOS! deben ser usadas para involu-
crar al grupo en el aprendizaje y la reflexión.
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¿CÓMO SE FORMÓ EL LIBRO DE LOS SALMOS?


Aunque no sabemos a ciencia cierta cómo fue compilado el libro, la Biblia nos proporciona al-
gunas pistas. Investiguémoslas mediante las siguientes preguntas.

¡PENSEMOS!

¿En cuántas secciones está dividido el libro? (ver


caps. 1, 42, 73, 90 y 107) ¿Qué semejanzas hay entre
las conclusiones de los Libros I–IV? (41:13; 72:18–20;
89:52; 106:48) ¿Por qué será que se parecen tanto?

Según Salmos 72:20, ¿dónde terminan los salmos de


David? ¿Hay más después? (ver 86, 101, 103, 108–110,
122, 124, 131, 133, 138–145) ¿Cómo podemos explicar
esto?

Salmos 14 (en el Libro I) y 53 (en el Libro II) son dos


versiones del mismo asunto. Asimismo el pasaje de
40:13–17 (en el Libro I) y Salmos 70 (en el Libro II). En
cada lugar donde el capítulo 14 tiene el nombre “Je-
hová”, ¿qué palabra utiliza el salmo 53? Cada vez que
Salmos 40:13–17 dice “Jehová”, ¿qué palabra emplea
el capítulo 70? De manera semejante, en todo el Libro
I el nombre “Jehová” se usa 272 veces y “Dios” sola-
mente 15 veces, pero en el libro II “Jehová” aparece
30 veces y “Dios” [Page 8] 164 veces. ¿Cómo pode-
mos explicar estas diferencias?

Según los títulos, ¿quién escribió los salmos del Libro


I? ¿Qué capítulos del Libro I no llevan título?

¿Cómo termina cada uno de los últimos cinco sal-


mos? (146–150) ¿Qué título llevan? ¿Cómo comienza
casi cada oración del último capítulo?

Con base en los datos que hemos recopilado al contestar estas preguntas, podemos proponer
la siguiente teoría sobre la formación del libro. Esta hipótesis da por sentado que no solamente
los autores fueron inspirados por Dios, sino también los editores, o por lo menos el editor final.
1. Cada salmo fue compuesto individualmente primero, y posteriormente coleccionado en los
cinco libros.
2. El Libro I, sin los primeros dos salmos, era la primera colección. Consistía casi en su totali-
dad, si no exclusivamente, de salmos de David.
3. El Libro II fue formado en una época o lugar en que por reverencia, los israelitas usaban
poco el nombre “Jehová”. En su lugar, los editores de esta colección pusieron “Dios”. De manera
similar, en el Nuevo Testamento el vocablo “Jehová” no aparece ni una sola vez. Se le cambia por
“Señor” (comp. Romanos 10:13 con Joel 2:32). Los judíos generalmente hacen la misma sustitu-
ción hoy en día.
4. La oración “aquí terminan las oraciones de David” (72:20) fue colocada al final del Libro II
cuando fue unido al Libro I. Posteriormente se agregaron los Libros III–V, incluyendo algunos
otros salmos de David.
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5. En la etapa final, (a) las bendiciones se agregaron al final de los Libros I–IV (41:13; 72:18–
19; 89:52; 106:48), o se colocó un salmo que terminara con una bendición [Page 9] (como 1 Cró-
nicas 16:8–36) al final de cada libro, (b) los capítulos 1 y 2 fueron colocados al principio para in-
troducir el libro poniendo énfasis en la ley y el Mesías, y (c) el Salmo 150, o tal vez los Salmos
146–150, fueron puestos al final para concluir el himnario con un gran crescendo de alabanza.
¿QUE NOS DICEN LOS TÍTULOS?
Los títulos de los salmos incluyen información sobre el autor, la situación histórica en la cual
escribió (Salmos 3, 52, 54), la ocasión en que fue entonado (Salmos 30, 92), el tipo de salmo
(cántico, oración, sigaión, miktam, masquil, alabanza, aleluya; el significado de los títulos en letra
cursiva es incierto), el instrumento musical (neginot “instrumentos de cuerdas”, nehilot “flautas”) y
la melodía (por ejemplo, “La paloma silenciosa en paraje muy distante” probablemente era el
nombre de una canción conocida, cuya melodía se usaba para entonar el Salmo 56)
Estos títulos no eran parte original de los salmos, pero siempre datan de tiempos antiguotes-
tamentarios. La información que aportan ha de ser generalmente fidedigna.
¿POR QUÉ SE DICE QUE LOS SALMOS SON POESÍA?
Comúnmente llamamos “poéticos” a los libros de Job a Cantares. Menos conocido es el hecho
de que también en la mayor parte de los libros proféticos está plasmada la poesía hebrea. Ade-
más, hay algunos poemas en los libros narrativos, como la bendición de Jacob (Génesis 49), el
cántico de Moisés y María (Éxodo 15:1–21), los oráculos de Balaam (Números 23:7–10, 23:18–
24; 24:3–9, 15–24), el cántico y la bendición de Moisés [Page 10] (Deuteronomio 32 y 33), el cán-
tico de Débora (Jueces 5), el cántico de Ana (1 Samuel 2:1–10), el lamento y el cántico de David
(2 Samuel 1:19–27; 22).
Pero la poesía bíblica difiere de la que nosotros conocemos. Hay muy poca rima. Tampoco se
detecta un ritmo fijo, otro rasgo notable de muchos versos en castellano.
Las características de los poemas hebreos son distintas. Algunas de ellas son evidentes so-
lamente en el idioma original: usan oraciones breves, aproximadamente el mismo número de pa-
labras y sílabas en líneas paralelas, inversión del orden normal de las palabras, vocabulario ele-
vado y arcaico. Otras, como el lenguaje figurado y el paralelismo, se preservan en la traducción al
español.
¿CÓMO FUNCIONA EL PARALELISMO?
La característica más sobresaliente de la poesía hebrea es el paralelismo, que sirve no sola-
mente para embellecer los salmos, sino también para comunicar con mayor fuerza su mensaje.
Veamos algunos ejemplos.
PARALELISMO EN SALMOS 24:1
A. De Jehová es la tierra y su plenitud

B. el mundo y los que en él habitan

En esta gráfica, las expresiones paralelas se han colocado en la misma columna. De manera
que el texto siempre se lee horizontalmente, pero los paralelismos se indican verticalmente. “La
tierra” y “el mundo” son [Page 11] sinónimos; es decir, significan lo mismo. Esta es la clasede
paralelismo más común en la poesía hebrea.
“Su plenitud” y “los que en él habitan” también son sinónimos, pero esto no es inmediatamente
evidente. Si leemos solamente la línea A, no sabemos qué es la “plenitud” de la tierra. No es has-
ta la última frase de la línea B que el salmista, a través del paralelismo, aclara que lo que él quiere
decir por “plenitud” de la tierra es lo que la llena, es decir, sus habitantes. Así resalta que Jehová
es dueño de todo ser viviente.
8
De la misma manera, con frecuencia la línea B, en especial su parte final, aclara algo que es
ambiguo en la línea A. Esto ayuda en la interpretación. También aumenta el impacto del versícu-
lo, porque leemos esperando cierta explicación y énfasis al final.
PARALELISMO EN SALMOS 5:1–2B
A. Escucha oh Jehová mis palabras

B. Considera mi gemir

C. Está atento a la voz de mi clamor

D. Rey mío y Dios mío

En este ejemplo hay cuatro líneas paralelas y aun otro paralelismo dentro de la línea D. Los
verbos en la primera columna son más o menos sinónimos, pero con cada línea la acción de oír
se intensifica. El salmista ruega que Dios le escuche (línea A), pero con interés y atención (líneas
B y C). En la tercera columna los sustantivos también pueden considerarse sinónimos, pero van
de lo general (línea A) a lo específico (líneas B y C). Las palabras (línea A) que el autor pide que
Dios oiga se definen [Page 12] en las líneas B y C como gemido y clamor. La línea D invoca a
Jehová mediante dos títulos suyos. Así el salmista concluye la unidad poética confesando su su-
misión a Jehová y su dependencia de él, su rey y su Dios. Estos conceptos son subrayados por el
paralelismo entre los dos títulos.
De manera que en la primera columna hay paralelismo sinónimo, pero con intensificación. En
la segunda, hay paralelismo entre varios nombres y títulos de Jehová, y en la tercera, entre lo ge-
neral y lo específico. Las tres clases de paralelismo se encuentran con frecuencia en los Salmos.
PARALELISMO EN SALMOS 5:2C–3
A. Porque a ti oraré

B. De mañana oirás mi voz

C. De mañana me presentaré delante de ti y esperaré

En esta unidad hay tres líneas. En la segunda columna hallamos tres maneras distintas de de-
cir más o menos lo mismo: que el salmista presentará su petición a Jehová. La repetición “de ma-
ñana” (la repetición es otra clase de paralelismo común) pone énfasis en su poema; recalca que
desde temprano el autor clama a Dios cada día.
De nuevo el clímax se guarda hasta el final. El vocablo traducido “esperaré” no significa “espe-
rar pacientemente”, sino “esperar velando, como un atalaya”. En Habacuc 2:1 está traducido “ve-
laré”, y ese mismo versículo aclara bien su significado. Habiendo clamado a Dios por socorro, el
salmista espera ansiosamente su respuesta (comp. 130:6).

[Page 13] ¡PENSEMOS!

¿Qué problemas le tienen preocupado? ¿Está cla-


mando a Dios para que él le libre de ellos? ¿Espera su
respuesta como atalaya, o cree que el Señor no res-
ponderá? ¿Reconoce a Jehová como su rey mientras
espera?
9
Estos tres ejemplos de paralelismo ilustran algunos principios que debemos tomar en cuenta
al interpretar los Salmos.
1. Donde hay paralelismo, debemos interpretar las palabras y frases a la luz de sus paralelos.
2. El paralelismo más común es el sinónimo. No debemos procurar hallar grandes diferencias
de significado entre los sinónimos.
3. Aun cuando el paralelismo es sinónimo, muchas veces la línea B aclara, intensifica o agre-
ga algo a la línea A.
4. Donde hay líneas paralelas, con frecuencia la parte más enfática se guarda para el final de
la última línea.
[Page 14]
10
[Page 15]

2
Salmos de Alabanza General I
¿Cómo debemos alabar a Dios? ¿Qué es la alabanza? ¿Qué diferencia hay entre ella y la ac-
ción de gracias? ¿En qué difiere la alabanza bíblica de los testimonios actuales? ¿Por qué moti-
vos alaban los salmos a Dios? ¿Qué es un salmo de alabanza general? Estas son algunas de las
preguntas que contestaremos en este capítulo
DIFERENCIAS ENTRE LA ALABANZA Y LA ACCIÓN DE GRACIAS

¡PENSEMOS!

Recuerde la última vez que usted agradeció a alguien


un favor. ¿Qué le dijo? Se acuerda de la última vez
que alabó a alguien? ¿Qué le dijo? ¿Qué diferencias
hubo entre su acción de gracias y su alabanza?

En el primer capítulo definimos la alabanza como “contar las virtudes de alguien”. A veces ex-
presamos la alabanza directamente a la persona aludida; en otras, la contamos a otros. Pero
siempre decimos cuán bueno, inteligente, guapo, diestro, amigable, trabajador, consagrado, etc.,
es el objeto de nuestro loor, o cuán bien hizo algo. La acción de gracias, en cambio, suele ser una
[Page 16] sencilla expresión de gratitud. Con frecuencia habla más del favor recibido que de
quien lo hizo.
La acción de gracias casi siempre utiliza la palabra “gracias” o “agradecer”. Por ejemplo: “Gra-
cias por tu ayuda”, “agradecemos tu ofrenda”, etc. En cambio, la alabanza normalmente no em-
plea la palabra “alabar”, sino que habla acerca de lo que la persona alabada es o ha hecho. Por
ejemplo: “El pastor es el mejor cristiano que conozco”, o “Alfredo me apoyó cuando todo mundo
estaba en mi contra”.
En la gratitud, el sujeto de los verbos es la persona que da gracias (“yo te agradezco…”, “te
doy gracias por…”), o no hay ningún sujeto o verbo expresado (“gracias por…”). En la alabanza,
el sujeto de los verbos es el alabado (“tú creaste”, “él salvó”).
El alabado es magnificado; el que recibe la acción de gracias muchas veces no lo es. Al contar
las virtudes de alguien, automáticamente lo exaltamos. En cambio, la expresión de gratitud no
necesariamente incluye este elemento.
La gratitud a veces se da públicamente, pero con mayor frecuencia se expresa en privado, en-
tre la persona que da las gracias y aquel que las recibe. La alabanza también puede expresarse
entre dos personas, pero recibe su plena expresión solamente en público. Es delante de otros
que queremos contar las virtudes del alabado.

Acción de gracias Alabanza

Tema Favor recibido El alabado

Forma “Gracias por…” “El hizo…”, “El es…”

[Page 17] Suje- El que agradece El alabado


to de los verbos
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¿Magnifica al Muchas veces no Siempre


objeto?

¿Dónde se ex- Normalmente se expresa Plenamente en público


presa?

Los salmos contienen muy pocas acciones de gracias, pero en cambio, tienen bastante ala-
banza. Esta no es necesariamente mejor que aquélla, pero es distinta. En el Nuevo Testamento
encontramos ambas cosas: Juan 11:41–42; Romanos 1:8; 1 Corintios 1:4; Efesios 1:16; Filipen-
ses 1:3–5; Colosenses 1:3–5; 1 Tesalonicenses 1:2–3; 2:13; 2 Tesalonicenses 1:3–4; 1 Timoteo
1:12–13; 2 Timoteo 1:3–5; Filemón 4–5, y nosotros necesitamos las dos también.
En nuestras oraciones y testimonios practicamos la acción de gracias, pero la alabanza, salvo
en la música, ha caído en desuso. Hoy día la mayoría de los cristianos ni siquiera saben cómo
expresar su alabanza a Dios. ¡Dios quiera que nuestro estudio de los Salmos corrija esa deficien-
cia!
¿QUE ES LA ALABANZA GENERAL?
Algunos salmos cuentan la intervención de Dios para salvar al salmista de algún peligro. A es-
tos los llamaremos “salmos de alabanza específica”. En contraste, los “salmos de alabanza gene-
ral” no hablan de ninguna crisis en la vida del autor, sino sólo de lo que el Señor es y hace en ge-
neral, o de lo que hizo en la historia lejana. En esta categoría se encuentran los salmos 8, 24, 29,
33, 47, 78, 93, 96–100, 103–105, 111, 113, 114, 117, 135, 136 y 145–150.
[Page 18] Los salmos de alabanza general se construyen sobre algunos temas básicos:
TEMAS DE LOS SALMOS DE ALABANZA GENERAL
I. Muchos comienzan y terminan con un llamado a alabar a Dios.
II. Alaban a Dios por dos motivos principales.
A. Por su bondad, su misericordia
B. Por su grandeza, su majestad, manifestada en:
1. Su obra de creación.
2. Su soberanía sobre la historia.
3. Su posición exaltada en los cielos
En este capítulo y el próximo estudiaremos tres de estos himnos hebreos.
SALMO 103:
UN SALMO DE ALABANZA GENERAL
Salmos 103:1–2, 22c

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo 103. ¿Qué propósito principal encuentra en él?


¿Cuál es su tema sobresaliente? ¿Cuáles de los temas de los salmos
de alabanza general están presentes?

¿Cómo comienzan los vv. 1–2 y termina el v. 22c? ¿A quién habla el


salmista? ¿Qué le llama a hacer? ¿Qué significa “bendice” en estos
versículos? ¿Los vv. 1–2 contienen alabanza?
12
[Page 19] El autor encierra todo el salmo entre dos llamados a sí mismo a bendecir a Jehová
(vv. 1–2, 22c).
PARALELISMO EN SALMO 103:1
A. Bendice alma mía a Jehová

B. y bendiga todo mi ser su santo nombre

Cuando Dios nos bendice, nos concede algún favor. Nosotros, en cambio, podemos bendecir
a Dios de una sola manera: alabándole. La frase “alma mía” no implica que el salmista se dirigía
solamente a una parte de su ser. Más bien, en hebreo esta frase se usaba para hablar con uno
mismo. Como aclara el paralelo, el salmista quería alabar a Dios con todo su “ser interior” (así
dice el hebreo literalmente) y, por supuesto, usaría su cuerpo también para pronunciar y escribir
el salmo.
Entonces, los primeros dos versículos y la última oración revelan el propósito del salmo: alabar
a Jehová. Sin embargo, estos llamados no contienen alabanza, porque no cuentan ninguna virtud
divina. Son más bien una introducción y una conclusión que encierran la alabanza en el resto del
salmo. De la misma manera expresiones como “Alabado sea Dios” o “Te alabo, oh Señor” pueden
expresar nuestro deseo de magnificar a Jehová, pero no lo alabamos hasta que anunciamos lo
que él es y ha hecho.
Salmos 103:3–18

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivos alaba el salmista a Jehová en los


vv. 3–5? ¿Qué relación tienen estos versículos [Page
20] con el v. 2b? ¿Dónde comienza la alabanza?

¿Por qué motivo principal alaba el salmista a Jehová


en los vv. 7–14? Según los vv. 11 y 13, ¿quiénes reci-
ben esta bendición? ¿La necesitan ellos?

¿Con qué se compara al ser humano en los vv. 15–


16? ¿Cuál es el punto principal de la comparación?
¿Qué contraste se hace entre los vv. 15–16 y el v. 17?
Según los vv. 17–18, ¿quiénes reciben las bendicio-
nes del v. 17?

A partir del v. 3, el salmista comienza a cumplir con la exhortación del v. 2. Enumera varios de
los beneficios divinos: su perdón y sanidad (v. 3), su liberación y misericordia (v. 4), su provisión y
fortaleza (v. 5). Estos versículos no contienen el vocablo “alabar”, pero son alabanza, pues cuen-
tan lo que Dios ha hecho. El sujeto de todos los verbos menos el último, es Jehová. También no-
sotros alabamos a Dios cuando relatamos lo que él ha hecho.
Los vv. 6–14 siguen magnificando a Jehová, pero ahora desglosan dos de sus beneficios ya
mencionados: su misericordia (vv. 4, 8, 11) y su perdón (vv. 3, 8–12). Realmente, éste es una
manifestación específica de aquélla. Dios es misericordioso con los necesitados (v. 6), y lo es
plenamente frente a nuestra necesidad más grande: el perdón de nuestros pecados. En vez de
castigarnos conforme a lo que merecemos (vv. 8–10), el Señor se compadece de nosotros (vv.
13–14) y aleja de nosotros nuestra transgresión (vv. 11–12). Notemos de nuevo que esta alaban-
za no utiliza la palabra “alabar”, sino una serie de oraciones que declaran lo que el Señor es y ha
hecho.
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El v. 17 recalca que la misericordia divina es constante e inagotable. Como tal, difiere radical-
mente de la inconstancia humana (vv. 15–16).
[Page 21] Sin embargo, no todos los seres humanos se benefician de esta misericordia per-
donadora, sino solamente los que temen a Dios (vv. 11, 13, 17), es decir, los que temen desobe-
decerlo (v. 18; ver Éxodo 20:6, 20). ¿Implica esto que ganamos el perdón por medio de nuestra
obediencia? No puede ser, porque en ese caso, no tendríamos necesidad de ser perdonados.
Además, el v. 10 claramente dice que no merecemos el perdón.
Más bien, el salmo subraya una de las más importantes verdades bíblicas: los que confían en
Dios para ser perdonados tendrán una conducta consecuente. El Nuevo Testamento aclara que
Dios nos perdona en respuesta a la fe que tenemos en la muerte de Cristo por nosotros, y que
también nos transforma a través de su Espíritu Santo. De manera que, “si andamos en luz, como
él está en luz…la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7), pero “el
que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está
en él” (1 Juan 2:4).
Salmos 103:19–22

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba el salmista a Jehová en el v.


19? ¿Qué relactión hay entre este motivo y la alaban-
za de los vv. 6–18?

¿A quiénes llaman los vv. 20–22 a bendecir a Jehová?


¿Qué significa “bendecid” aqui? ¿Cómo ilustran es-
tos versículos el motivo de alabanza del v. 19?

Después de hablar tanto acerca del perdón y la misericordia de Jehová (vv. 6–18), de repente
el salmista cambia radicalmente el motivo de la alabanza. Ahora habla del gobierno de Dios, es-
tablecido en los cielos y sobre todo el universo (v. 19).
[Page 22] MOTIVOS PRINCIPALES DE ALABANZA A DIOS EN SALMOS 103

Su misericordia perdonado- Su reino soberano


ra (vv. 19–22)
(vv. 6–18)

La magnitud de la autoridad de Jehová se ilustra en los vv. 20–22. Aun los ángeles, “podero-
sos en fortaleza”, son sus siervos obedientes y deben rendirle loor (vv. 20–21). ¡Cuánto más todo
el resto de la creación, incluyendo el salmista mismo! (v. 22)
¿Por qué, después de hablar tan extensamente de la compasión y perdón de Dios (vv. 6–18),
el salmo concluye con un cambio abrupto de tema? ¿Hay alguna relación entre la misericordia de
Jehová y su majestad? Buscaremos una respuesta a esta pregunta cuando antlicemos el salmo
113 en el próximo capítulo.

¡PENSEMOS!

¿Ha recibido usted el perdón de Dios por todos sus


pecados? ¿Lo merece? (ver Romanos 6:23) ¿Qué has
hecho Dios para perdonarle (2 Corintios 5:21)? ¿A
quién lo contará usted? ¿Se da cuenta que al hacerlo,
usted estará alabando a Dios? Estará dando a cono-
14
cer algunas de sus virtudes.

Escriba un breve salmo de alabanza a Dios por su mi-


sericordia y perdón. Puede usar el Salmo 103 como
modelo. Comience y concluya con un llamado a ala-
bar a Dios. Escriba tres o cuatro oraciones contando
lo que Dios ha hecho en su vida al darle su perdón.
Evite el uso de las palabras “gracias” “agradecer”. ¿A
quién leerá su salmo para alabar al Señor?
15
[Page 23]

3
Salmos de Alabanza General II
SALMO 113: UN SALMO DE ALABANZA GENERAL
Salmos 113:1–3, 9c

¡PENSEMOS!

Lea todo el Salmo 113. ¿Cuál es su propósito princi-


pal? ¿Cuáles son sus temas sobresalientes? ¿Cuán-
tos de los temas do los salmos de alabanza general
están presentes? (Ver la lista en el capítulo 2)

¿Cómo comienza (vv. 1–3) y termina el salmo? (v. 9c)


¿Dónde comienza la alabanza en el salmo?

¿A quiénes se dirige el salmista? (v. 1) ¿Qué les llama


a hacer? ¿Qué significa alabar el nombre de Jehová?
¿Cuándo (v. 2) y dónde (v. 3) debe ser alabado Jeho-
vá?

Al igual que Salmos 103, el 113 comienza (vv. 1–3) y termina (v. 9c) expresando su propósito:
alabar a Jehová. Estos versículos no contienen alabanza, porque no cuentan lo que Dios es o ha
hecho. Más bien son exhortaciones [Page 24] a alabar, que enmarcan el loor que permea al resto
del salmo.
“Aleluya” (v. 9c) es un vocablo compuesto de dos palabras hebreas: alelú “alabad” y Ya, forma
abreviada de “Jehová”. De manera que el término completo significa “Alabad a Jehová”.

ALELU + YA
ALABAD + A JEHOVÁ

El llamado a alabar a Jehová se dirige a sus siervos, a aquellos que le obedecen (v. 1a). La
adoración sin obedincia no agrada a Dios (Isaías 1:11–17; Jeremías 6:19–20).
El “nombre” de Jehová (v. 1b, 2a, 3b) se refiere a todo lo que él es (Salmos 20:1. Ver la gráfica
del paralelismo en Salmos 103:1 en el capítulo 2), pero también nos hace pensar específicamente
en su fama y su renombre (Ezequiel 36:20–23; Malaquías 1:11). Al contar las virtudes de Dios,
engrandecemos su reputación.
El salmista exhorta a los siervos de Dios en todo tiempo (v. 2) y en todo lugar (v. 3) a unirse
con él en esta alabanza. Jehová merece ser ensalzado desde el oriente hasta el occidente (v. 3)
porque él es excelso sobre todas las naciones (v. 4).
Salmo 113:4–9

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba a Jehová el v. 4? ¿Por qué le


alaban los vv. 7–9? ¿Qué contraste hay entre estos
16
dos motivos de alabanza? ¿Cómo sirven los vv. 5–6
de enlace entre los dos motivos?

[Page 25] Según 113:7–9, ¿a quiénes ayuda Jehová?


¿Qué hace por ellos? ¿Por qué el salmista los men-
ciona? ¿Les ayuda Dios solamente a ellos?

La alabanza principia en el v. 4. Es decir, desde allí el salmo comienza a contar las virtudes.
divinas Lo hace llevándonos desde lo más alto y sublime hasta lo más bajo y humilde.
Primero señala la posición exaltada de Jehová sobre todo gobierno y pueblo humano, y aun
sobre lo más elevado de la creación (v. 4). Tan alto está sentado (v. 5), que aun para ver el cielo
tiene que inclinarse (v. 6). ¡Cuánto más para enterarse de lo que sucede en la tierra! (v. 6)
Sin embargo, lo hace. Y lo más increíble es que en la tierra se preocupa no sólo de los pode-
rosos, sino hasta de los más humildes. Desde la miseria más profunda levanta al pobre para co-
locarle en una posición de honor en la sociedad (vv. 7–8). A la estéril, humillada por su incapaci-
dad de tener hijos (cosa que era más importante en los tiempos bíblicos que hoy día), le concede
descendencia.
EL DIOS ALTÍSIMO

CONDESCIENDE

CON EL SER HUMANO
MÁS BAJO
Estos dos ejemplos nos aseguran que Jehová también nos cuida a nosotros. Si desde lo alto
llega hasta el mendigo y la estéril, seguramente también nos alcanza a todos. Tal vez usted sien-
ta que la gente no le toma en [Page 26] cuenta. Posiblemente los famosos y poderosos de la so-
ciedad ni se dan cuenta de que usted existe. Sin embargo, aquel que ocupa la posición más ele-
vada en todo el universo, que está sentado por encima de los cielos, está al tanto de cada detalle
de su vida, y está y presente para extenderle su mano.
Todos conocemos a pobres que han prosperado por la gracia de Dios. Probablemente usted
sabe de alguna mujer que no podía tener hijos, pero que con el tiempo el Señor le concedió ese
privilegio. Estos ejemplos nos confirman que la alabanza en los vv. 7–9 es correcta.
Sin embargo, no todos los pobres prosperan, ni siquiera todo pobre que sirve a Jehová. Algu-
nas mujeres, aun después de muchas plegarias al Señor, se quedan sin hijos. ¿Será que el Altí-
simo no les ha hecho caso? ¿Está demasiado ocupado en cosas más trascendentes como para
prestarles atención?
De ninguna manera. Más bien, su análisis de cada caso es tan cuidadoso y sabio que él evita
aplicar una misma solución a todos. A algunas mujeres les permite ser madres; pero para otras,
su perfecta voluntad es que sean estéiles. A algunos pobres enriquence; con otros, obra para
bien en medio de su pobreza. Cualquiera que sea la aflicción que tengamos, el Todopoderoso
nos entiende mejor que nosotros mismos, y su solución está diseñada para llenar sus necesida-
des personales más profundas (Romanos 8:28).
El salmo 103 no explica por qué une el loor a Jehová por su misericordia con el de su gobierno
universal, pero en este Salmo 113 sí hallamos la razón de la yuxtaposición de estas dos alaban-
zas: porque constituyen un contraste. La maravillosa gracia del Señor se aprecia en mayor relieve
cuando reconocemos que él mora en lo más alto, y nosotros en lo más bajo (vv. 5–6). ¡El Altísimo
17
socorre al bajísimo! Jamás entre los seres humanos [Page 27] hemos visto cosa comparable (v.
5a). ¿Qué diremos en respuesta? ¡Aleluya! (v. 9c)

¡PENSEMOS!

¿Qué puede hacer usted para que Jehová sea alabado


siempre y en todo el mundo? (vv. 2–3) ¿Qué tiene qué
ver el v. 3 con nuestra responsabilidad misionera?

¿Conoce usted a algún necesitado o despreciado a


quien el Altísimo ha socorrido? ¿Cuándo ha experi-
mentado usted el auxilio patente de Dios? ¿Qué rela-
ción hay entre los vv. 5–8 y Efesios 2:1–7?

¿A quién contará esta semana la forma en que el Dios


Altísimo eætiende su mano a los más necesitados y
despreciados do nuestro mundo? ¿Se da cuenta de
que al contar esto, usted estará alabando al Señor?

SALMOS 136: UN SALMO DE ALABANZA GENERAL


Salmos 136:1–3, 26

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo 136. ¿Cuál es su propósito princi-


pal? ¿Cuáles son sus temas principales? ¿Cuántos de
los temas de los salmos de alabanza general están
presentes? (vea la lista del capítulo 2) ¿Qué caracte-
rística notable tiene la estructura de este salmo?
¿Qué propósito tendrá esta estructura?

¿Cómo comienza y termina el salmo? (vv. 1–3, 26)


¿Dónde comienza la alabanza en el salmo? Según los
vv. 1–3 y 26, ¿Por qué razones debemos alabar a Je-
hová?

[Page 28] Al igual que Salmos 103 y 113, este salmo comienza (vv. 1–3) y termina (v. 26) con
un llamado a alabar a Jehová. Sin embargo, aquí los llamados están entrelazados con alabanza.
Al exhortarnos a contar las virtudes de Dios, el salmista menciona de principio una de ellas: su
misericordia.
Es más, repite en cada cersículo el mismo refrán: “porque para siempre es su misericordia”.
Esta repetición graba el mensaje en nuestra mente. También se presta a una recitación alternada
del salmo. A la vez, nos inquieta con una duda: ¿habrá alguna relación entre la misericordia de
Jehová anunciada en la segunda línea de cada versículo, y su majestad y proezas citadas en la
primera línea?
El vocablo hebreo que se traduce “misericordia” en este salmo y en el Antiguo Testamento en
general, es hésed. A veces “misericordia” es la mejor traducción. En otras ocasiones, son mejores
“lealtad” o “fidelidad” Con mayor frecuencia es necesario combinar las dos ideas. Dios cumple
todas sus promesas a nosotros, pero no es igual de exigente con nosotros (Salmo 103:14). Aun
cuando le somos infieles, él nos perdona y bendice. De manera que su fidelidad es misericordio-
sa.
18
Las exhortaciones a alabar a Jehová aluden también a su grandeza. Los títulos “Dios de los
dioses” (v. 2), “Señor de los señores” (v. 3) y “Dios de los cielos” (v. 26) resaltan que Aquel que
nos muestra su compasión es el ser de más alto rango en todo el universo.
Salmos 136:4–9

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba a Jehová la primera línea de


los vv. 4–9? ¿Por qué le alaba la segunda línea? ¿Qué
relación ve usted entre los dos motivos?

[Page 29] Aquí comienza la evidencia de que en efecto Jehová es el Dios de los dioses y el
Señor de los señores. La primera mitad de cada versículo repasa sus proezas en la creación del
mundo, especialmente en el segundo (comp. v. 5 con Génesis 1:6–8), tercer (comp. v. 6 con Gé-
nesis 1:9–10), y cuarto (comp. vv. 7–9 con Génesis 1:14–19). El énfasis en la formación de las
lumbreras (vv. 7–9) contrarresta la adoración de ellas. No son dioses, sino obras del “único que
hace grandes maravillas” (v. 4).
Quizá a primera vista veamos muy poca relación entre las dos partes de cada versículo. El es-
tribillo “porque para siempre es su misericordia” parece interrumpir el hilo que se desarrolla en la
primera línea de los versículos.
JEHOVÁ CREÓ EL CIELO, LA TIERRA Y LAS
LUMBRERAS

¿LA RELACIÓN?

PARA SIEMPRE ES SU MISERICORDIA
Sin embargo, al reflexionar un poco comenzamos a ver las relaciones. Por ejemplo, recorda-
mos de nuevo el contraste entre la grandeza de Dios y su compasión para nosotros. Reconoce-
mos en la creación manifestaciones de la misericordia divina. Sin la tierra seca (ver Jeremías
5:22) y sin la luz y el calor del sol, sería imposible vivir sobre nuestro planeta. Los ciclos que reco-
rren las lumbreras sirven para ordernar nuestras vidas (Génesis 1:14). La constancia con la cual
la tierra y el mar se mantienen separados y las lumbreras aparecen y desaparecen de nuestra
vista son un reflejo y garantía de la misericordia constante del Señor (Jeremías 31:35–36; 33:20–
21).
[Page 30] Salmos 136:10–22

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba a Dios la primera línea de los


vv. 10–15? ¿Por qué le alaba la primera línea de los
vv. 16–22? ¿Qué relación ve usted entre estos moti-
vos y el refrán en cada versículo?

¿Quién fue Sehón, rey amorreo? (Números 21:21–25)


¿Quién fue Og, rey de Basán? (Números 21:33–35)?
19
Entre los vv. 9 y 10 el salmo salta miles de años. De la creación (vv. 5–9) pasa a dos de los
eventos más relevantes de toda la historia de Israel: el éxodo de Egipto (vv. 10–12) y la división
del Mar Rojo (vv. 13–15). Conmemora las hazañas no de los líderes israelitas, sino de Jehová.
Toda la alabanza es para él. En la liberación de la esclavitud de Egipto él manifestó de manera
suprema su fidelidad misericordiosa para con su pueblo.
Esa misma lealtad lo dio a conocer cuarenta años después en las victorias sobre Sehón y Og
(vv. 16–22). Cuando Israel iba rumbo a la tierra prometida, quería pasar por los territorios de es-
tos reyes, quienes no sólo les cerraron el paso, sino que también salieron a pelear contra ellos.
Pero Jehová no abandonó a su pueblo. Derrotó a esos reyes “grandes” y “poderosos” (vv. 17–18)
y entregó sus tierras a Israel (vv. 21–22).
Salmos 136:23–26

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba a Dios la primera línea de los


vv. 23–24? ¿Por qué le alaba la primera línea del v.
25? ¿Qué relación ve usted entre [Page 31] estos mo-
tivos de alabanza y el refrán de cada versículo?

Ahora el salmista toma otro salto cronológico, esta vez hasta los tiempos en que vivió. Él y sus
paisanos habían experimentado en carne propia el poder y lealtad de Jehová. Aquel que había
formado el mundo, liberado a Israel de Egipto, partido el Mar Rojo y aplastado a reyes poderosos,
también había recordado las promesas hechas a su pueblo en los días del salmista (v. 23). Los
había librado del mal que sus enemigos les querían hacer (v. 24).
El salmista percibía la fidelidad de Jehová no sólo en sus intervenciones espectaculares. Aun
en la provisión cotidiana para sus criaturas el Rey de reyes manifiesta su constancia (v. 25; ver
104:10–30).
De verdad, ¡la fidelidad misericordiosa de Jehová es para siempre! (v. 26)
JEHOVÁ MANIFESTÓ SU FIDELIDAD
MISERICORDIOSA EN:
1. La creación (vv. 4–9)
2. El éxodo (vv. 10–15)
3. El camino a la tierra prometida (vv. 16–22)
4. Los tiempos del salmista (vv. 23–25)

¡PENSEMOS!

La creación y el éxodo son dos de las manifestacio-


nes más relevantes del poder y amor de Jehová en el
Antiguo Testamento. ¿Qué eventos del Nuevo Testa-
mento son de igual o aun superior categoría? ¿A
quiénes contará usted [Page 32] lo que Dios ha hecho
en estos eventos? ¿Se da cuenta que al hacerlo, us-
ted lo alabará? ¿Continúa la fidelidad misericordiosa
de Jehová en la actualidad? ¿Cómo la ha visto? ¿A
quiénes contará lo que Dios en su fidelidad hace hoy?

Escriba un salmo de alabanza general a Dios por su


20
grandeza y su misericordia. Tome en cuenta los temas
que aparecen en la lista del capítulo 2. Puede usar
Salmos 113 y 136 como modelo (para un ejemplo más
sencillo, ver Salmo 117). Redacte oraciones que cuen-
ten lo que Dios es o ha hecho. Evite las palabras
“gracias” y “agradecer”. ¿A quién leerá su salmo,
alabando así al Señor?
21
[Page 33]

4
Salmos de Clamor
¿Se ha sentido alguna vez atrapado en un problema grave, sin salida? ¿Recuerda la desespe-
ración que le invadió en esa ocasión? Encontramos ese mismo sentimiento en los salmos de cla-
mor, pero también hallamos en ellos cuatro pasos que podemos seguir cuando oramos para li-
brarnos de la angustia
¿QUÉ SON LOS SALMOS DE CLAMOR?
Los salmos que estudiamos en los capítulos 2 y 3 consisten casi por completo de alabanzas.
Los de clamor también incluyen loores a Jehová, pero no es su elemento principal. Están com-
puestos a causa de la angustia, expresan el dolor del salmista y sus ruegos para que el Señor
intervenga y lo libre de ella.
En cierto sentido, estos salmos se parecen a nuestras oraciones. En ellas nosotros presenta-
mos peticiones. Sin embargo, éstas son muy variadas, y aunque a veces se tratan de situaciones
agobiantes, con mayor frecuencia tienen que ver con pormenores de la vida cotidiana o ministe-
rio. En cambio, los salmos de clamor no mencionan semejantes detalles. Más bien, piden una
sola cosa: liberación de una angustia abrumadora.

[Page 34] Peticiones en oraciones normales Peticiones en salmos de clamor

Número Varias Una sola

Temas Pormenores Liberación de angustia

Con frecuencia, se encuentran algunos elementos parecidos en los salmos de clamor. En el


llamado introductorio, el salmista se dirige a Jehová. Expresa su angustia, muchas veces relacio-
nándola con Dios (“no me has respondido”), con el enemigo y con el salmista mismo. Su petición
es un clamor que pide liberación de la angustia. En medio de su desesperación, el salmista con-
fiesa su confianza en que el Señor lo salvará. En el voto de alabanza, promete alabarlo pública-
mente cuando reciba la liberación. El voto puede ir acompañado de la razón que lo produjo, o un
resumen del motivo del loor prometido.
ELEMENTOS COMUNES EN LOS SALMOS DE
CLAMOR
1. Llamado introductorio a Dios
2. Angustia: causada por Dios, el salmista y el enemigo
3. Petición de liberación
4. Confesión de confianza en Dios
5. Voto de alabanza
6. Razón por el voto de alabanza
[Page 35] Algunos salmos expresan el clamor de un individuo. Incluyen a los salmos 3–5, 7,
10, 13, 17, 22, 25–28, 31, 35, 38, 39, 41–43, 51, 54–57, 59, 61, 63, 64, 69–71, 77, 86, 88, 94,
102, 108, 109, 120, 130, 140–143. En otros, se plasma el clamor del pueblo de Jehová: Salmos
12, 44, 58, 60, 74, 79, 80, 83, 85, 90, 123, 137.
22

SALMO 13: UN SALMO DE CLAMOR INDIVIDUAL


Salmos 13:1–2

¡PENSEMOS!

Lea todo el Salmo 13. ¿Cuál es su propósito princi-


pal? ¿Cuáles de los elementos comunes de los sal-
mos de clamor están presentes? ¿Cómo difiere este
salmo de los de alabanza general que hemos estudia-
do? (Salmos 103, 113, 136)

¿Cuál es el tema principal de los vv. 1–2? ¿Qué frase


se repite cuatro veces? ¿Qué nos comunica?

¿Con quién relaciona el salmista su angustia del v. 1?


¿Con quiénes la relaciona en el v. 2? ¿Qué tiene cada
uno que ver con su angustia? ¿Debemos acusar a
Dios como lo hace el autor en el v. 1?

La desesperación del poeta se manifiesta desde las primeras palabras. La repetición cuádru-
ple de “hasta cuando” da a entender que ya no aguanta más. Se dirige a Jehová con mucha fran-
queza, acusándolo de no poner atención a su angustia (v. 1).
El tercero y cuarto “hasta cuando” introducen los otros dos causantes del sufrimiento: el sal-
mista mismo (no puede dejar de pensar en su problema) y su enemigo [Page 36] (v. 2). De mane-
ra que David tiene un triple problema: cómo conseguir el socorro divino, cómo manejar sus emo-
ciones y cómo evitar que su enemigo le venza.
Toma el primer paso para resolver sus problemas en estos dos versículos: Confiesa a Jehová
sin ambages su desesperación. Sus palabras del v. 1 nos pueden parecer irreverentes. ¡Cómo se
atreve hablar así a Dios! Por otro lado, son sinceras. Expresan lo que verdaderamente siente.
Con Dios, nosotros debemos tener la misma confianza. Cuando oramos, es ilógico ocultar
nuestros sentimientos verdaderos detrás de una pantalla de piedad hipócrita. ¿Acaso Dios no sa-
be todo lo que realmente pensamos y sentimos? El primer paso para buscar liberación de la an-
gustia es ser sinceros con Dios acerca de nuestra desesperación. Sin embargo, este es sólo el
primer paso. No podemos quedar satisfechos con una actitud quejumbrosa.

¡PENSEMOS!

¿Cuando usted ora, plantea a Dios sus problemas


más agudos? ¿Tiene la confianza para decirle lo que
realmente siente, incluso sus sentimientos negativos
hacia él? ¿Se da cuenta que su angustia es causada
no solamente por sus enemigos, sino también por su
propia reacción mental y emocional a su situación?

Salmos 13:3–4

¡PENSEMOS!

¿Cuál es el tema principal de estos versículos? ¿Qué


tan serio era el problema del salmista? A la luz del v.
23
3b, ¿cuál era su aflicción? Según el v. 4, ¿por qué
quería que Jehová le librara de su angustia?

[Page 37] Habiendo dado expresión a su angustia, el salmista toma el segundo paso para re-
solver su problema: pide a Jehová socorro. El v. 3 sugiere que padecía de una enfermedad grave.
En aquellos tiempos, la ciencia de la medicina se había desarrollado poco, y la posibilidad de mo-
rir por una enfermedad era mucho mayor que hoy día.
David tuvo muchos enemigos políticos, aun dentro de Israel. Por años, Saúl y sus seguidores
intentaron matarlo (1 Samuel 18–30; 2 Samuel 2:8–3:6), y cuando ya era rey, varios pretendientes
quisieron quitarle el trono (2 Samuel 15–18, 20). Cuando compuso este salmo, David sabía que
algún enemigo suyo se alegraría por su muerte (v. 4), en parte tal vez por odio, pero seguramente
también porque vería una oportunidad de aumentar su propio poder. El vocablo hebreo que se
traduce como “resbalara” sería mejor verterlo por “cayera”. Aquí no se refiere a un desliz moral o
espiritual, sino a la muerte.

¡PENSEMOS!

¿Padece usted de alguna enfermedad peligrosa? A la


luz del v. 3, ¿qué debe hacer al respecto? ¿Es capaz
Dios de sanarle aun de una enfermedad incurable? Si
su problema es otro, ¿es capaz el Señor de resolverlo
también?

¿Está alguien tratando de “moverle el tapete”? ¿Se


alegraría alguien de que usted cayera? A la luz de los
vv. 3–4, ¿qué debe pensar usted acerca de semejante
persona?

Salmos 13:5

¡PENSEMOS!

¿Cuál es el tema principal del v. 5? ¿Qué contraste


hay entre las actitudes de los vv. 1 y 5? ¿Cuál será la
causa de este cambio?

[Page 38] De repente, el salmista cambia de tono. En lugar de la acusación del v. 1, ahora ex-
presa su confianza en que Jehová lo librará de su aflicción. En vez de temer que sus enemigos se
alegren (v. 4), espera su propia alegría. Aquí “tu salvación” no se refiere a la salvación eterna del
pecado, sino a la liberación de la enfermedad y del enemigo. Esta expresión de confianza en Dios
es el tercer paso que toma David para resolver su problema.
¿A qué se debe este cambio de actitud? Jehová no le ha sanado todavía de su enfermedad.
Tampoco ha quitado a su enemigo. Sin embargo, ha comenzado a obrar en el tercer causante del
sufrimiento mencionado en los vv. 1–2: el autor mismo. Los sentimientos que lo agobiaban en el
v. 2 ahora dan paso a la meditación sobre la hésed de Jehová, su fidelidad misericordiosa (ver la
explicación de este vocablo en el capítulo 3, pág. 28). Tal vez David haya recordado algunas ex-
periencias en las cuales Dios había manifestado esa lealtad (comp. Salmos 77:7–15). Sea como
fuere, de alguna manera durante la oración misma, el Señor transformó la desesperación de Da-
vid en esperanza.
Este cambio es el más importante que se opera cuando oramos. Aun cuando el enemigo to-
davía esté acosándonos (v. 2c) y el rostro de Jehová todavía no se haya manifestado a nuestro
24
favor (v. 1), es necesario confiar en él (v. 5). Esa confianza se la debemos confesar, aun antes de
ver su respuesta a nuestro clamor.

¡PENSEMOS!

¿Alguna vez su actitud quejumbrosa cambió mientras


usted oraba? ¿A qué se debió ese cambio?

¿Confiesa usted su confianza en Dios aun antes de


recibir respuesta a su oración? ¿Actualmente está
pidiendo al Señor que lo libre de alguna angustia?
¿Le ha dicho que confía [Page 39] en su fidelidad y
misericordia a pesar del sufrimiento?

Salmos 13:6

¡PENSEMOS!

¿Qué promesa hace el salmista en este versículo? ¿Qué razón da?

El v. 6 podría interpretarse como una continuación de la expresión de confianza en Dios. En


ese caso, el salmista estaría diciendo que está seguro de que no morirá, sino que vivirá para can-
tar de nuevo a Jehová.
Sin embargo, a la luz de pasajes semejantes en otros salmos de clamor, el v. 6 ha de ser un
voto. David promete que cuando recupere su salud, contará públicamente el bien que Jehová le
ha hecho (ver los votos semejantes que aparecen en Salmos 22:22, 25; 26:12b; 35:17–18; 50:14–
15; 56:12–13; 116:17–19). Tan seguro está de que Dios le salvará de su aflicción, que comienza
a alabarlo, hablando de la obra divina en tiempo pasado, como si ya se hubiera realizado: “me ha
hecho bien”.
En nuestras oraciones, raras veces añadimos a la petición una promesa de alabar a Dios.
Cuando le presentamos nuestras necesidades, naturalmente pensamos en el beneficio que espe-
ramos recibir de su respuesta. Pero, ¿con qué frecuencia pensamos en lo que él desea recibir?
¿Prometemos dar a conocer ante nuestros semejantes la forma en que él resuelve nuestros pro-
blemas? Este voto bíblico es el cuarto paso que debemos seguir en nuestra oración de clamor a
Dios. Y, por supuesto, cuando Dios nos responde, debemos cumplir la promesa.

¡PENSEMOS!

¿Tendrían sus oraciones más poder si prometiera a Dios alabarle


públicamente por su [Page 40] respuesta? ¿Ha hecho usted seme-
jante promesa en su oración? ¿La ha cumplido?

En su próxima oración de angustia, siga los cuatro pasos que hemos descubierto en el salmo
13.
PASOS PARA LIBRARNOS DE LA ANGUSTIA
1. Exponer a Dios cómo nos sentimos (vv. 1–2).
2. Pedirle liberación de la angustia (vv. 3–4).
3. Expresar nuestra confianza en él (v. 5).
4. Prometer alabarle públicamente por su respuesta (v. 6).
25
[Page 41]

5
Salmos de Alabanza Específica
¿Dios sufriría alguna pérdida si usted muriera hoy? ¿Qué debe recordar usted cuando está
agobiado por un sufrimiento que parece interminable? ¿Cómo debe mostrar a Dios su gratitud
cuando él contesta sus oraciones? Estas son algunas de las preguntas que buscaremos contestar
en nuestro estudio de los salmos de alabanza específica
¿QUE SON LOS SALMOS DE ALABANZA ESPECÍFICA?
Estos salmos alaban a Dios por librar al salmista de alguna angustia. Como vimos en los capí-
tulos 2 y 3, los salmos de alabanza general exaltan a Dios por lo que es y hace o por lo que hizo
hace mucho tiempo (por ejemplo, en la creación o en el éxodo). En cambio, los salmos de ala-
banza específica cuentan cómo Dios salvó al salmista o a Israel de alguna crisis reciente; estos
son la secuela natural de los salmos de clamor, que suplican a Dios intervenir en alguna aflicción
y en consecuencia, lo alaban por su respuesta.
Los salmos de alabanza específica se asemejan a nuestros “testimonios”. Sin embargo, hay
diferencias. Los testimonios normalmente son acciones de gracias, en vez de alabanzas (para
encontrar la diferencia, vea el capítulo [Page 42] 2). Además, en los testimonios narramos mu-
chos pormenores de lo que nos sucedió y de lo que hicimos. En cambio, los salmos de alabanza
hablan más de lo que Dios hizo, y dan poca información acerca de qué fue exactamente lo que
aconteció. Las referencias vagas facilitan la aplicación del salmo a la experiencia de los creyentes
de todas las épocas. De manera que lo “específico” de estos salmos no son los detalles de la na-
rración, sino la liberación que motiva el loor.

Nuestros testimonios Salmos de alabanza específica

Motivo Respuesta a la oración Respuesta a la oración

Forma Acción de gracias Alabanza

Experiencia na- En detalle Con poco detalle


rrada

Muchos de los salmos de alabanza específica comienzan con una proclamación de la inten-
ción de alabar a Dios (“te alabaré”), a veces seguida de un resumen de la alabanza específica.
Estos elementos se asemejan al voto y la razón que lo motivó que aparecen en los de clamor. De
manera que estos salmos comienzan donde terminan los de clamor.
A continuación, el salmista da un informe de su angustia, y también un informe de la libera-
ción. Este tiene dos partes: el clamor y la liberación propia. Esta segunda parte contiene la ala-
banza específica; es decir, en ella el autor cuenta lo que Dios ha hecho a su favor. Muchos sal-
mos de alabanza específica también contienen [Page 43] trozos de alabanza general, porque
reconocen lo que Dios es y hace en general.
ELEMENTOS COMUNES EN LOS SALMOS DE
ALABANZA ESPECIFICA
1. Proclamación de la intención de alabar a Dios
2. Resumen de la alabanza específica
26
3. Informe de la angustia
4. Informe de la liberación: “clamé a ti” y “me libraste”
5. Alabanza general
Esta categoría incluye los salmos 30, 32, 34, 66, 68, 107, 116, 118, 124 y 138. También se
pueden catalogar con ellos los himnos de victoria que aparecen en Éxodo 15:1–18 y Jueces 5.
SALMO 30: UN SALMO DE ALABANZA ESPECÍFICA
Salmos 30:1

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo. ¿Cuál es su propósito principal?


¿Cuáles de los elementos com unes de los salmos de
alabanza específica están presentes? ¿Cómo difiere
este salmo de los de alabanza general que hemos es-
tudiado? (Salmos 103, 113, 136) ¿Cómo difiere de un
salmo de clamor? (Salmo 13)

¿Qué semejanzas hay entre el v. 1 y Salmo 13:6? ¿Por


qué existen esas semejanzas? ¿Por [Page 44] qué mo-
tivos alaba el salmista a Jehová en el v. 1?

El v. 1 tiene la misma forma que el último versículo del Salmo 13.


COMPARACIÓN ENTRE SALMOS 13:6 Y 30:1
13:6: Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien
30:1: Te glorificaré, oh Jeho- Porque me has exaltado

Como vimos en el capítulo 4, el salmo 13 es una oración de clamor a Jehová, y concluye en el


v. 6 con un voto de alabanza. David promete que cuando Dios le libre de su angustia, lo contará
públicamente. El Salmo 30:1, entonces, anuncia la intención de cumplir con un voto de esa clase.
Sigue en el mismo versículo un resumen de la alabanza. El verbo hebreo que se traduce como
“has exaltado” significa más exactamente “has sacado”. Se utiliza normalmente para referirse a la
acción de sacar agua de un pozo. En el v. 3 el salmista indicará en qué “pozo” estuvo. Pero por el
momento nos informa solamente que Dios lo ha extraído de algún peligro profundo, y evitado que
sus enemigos triunfen sobre él (v. 1b; sobre el papel de los enemigos en el sufrimiento, vea la
explicación de Salmos 13:1–4 en el capítulo 4).
Este salmo, entonces, alaba a Dios por librar al autor de una angustia específica. En esto difie-
re de los salmos de alabanza general, que hablan solamente de lo que el Señor es y hace en ge-
neral.
[Page 45] Salmos 30:2–3

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba el salmista a Jehová en estos versículos? Según el


v. 2, ¿qué había hecho antes que Jehová lo sanara? ¿Quiere decir el v. 3
que el salmista había resucitado de entre los muertos?
27
Después de resumir la alabanza en el v. 1, el autor trae a colación su clamor a Jehová y cómo
él lo salvó. Los vv. 2–3 aclaran que su vida peligraba debido a una enfermedad (ver la exposición
de Salmos 13:3 en el capítulo 4). ¡El Señor respondió sanándolo!
El vocablo “Seol” se aplica a la tumba y también a la morada de los difuntos. Entonces, ¿el v.
3a quiere decir que el salmista murió y luego resucitó? El paralelismo nos ayuda a resolver esta
duda.
PARALELISMOS EN SALMOS 30:2–3
A. Me sanaste
B. Hiciste subir mi alma del Seol
C. Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura
El paralelismo muestra que “hiciste subir mi alma del Seol” no se debe entender literalmente.
Es un tipo de lenguaje figurado llamado “hipérbole”, una exageración para dar énfasis. ¡Tan cerca
de la muerte estaba el salmista durante su enfermedad (comp. Salmo 88:3–5), que se sentía co-
mo si Dios lo hubiera levantado de entre los muertos!
[Page 46] Salmos 30:4–5

¡PENSEMOS!

¿Por qué motivo alaba a Jehová el v. 5? ¿Esta es ala-


banza específica, o general? ¿Por qué el salmo tiene
las dos clases de alabanza?

Basado en su experiencia personal, David ahora introduce una breve alabanza por lo que el
Señor hace en general. Llama a todos los seguidores de Jehová a ensalzarlo (v. 4), no sólo por la
sanidad que le ha dado a él, sino porque actúa de manera semejante con todo su pueblo (v. 5).
La aflicción que Dios nos permite sufrir, por desagradable e intensa que sea, en realidad es poca
en comparación con sus bendiciones.

¡PENSEMOS!
¿Tiene usted una deuda de alabanza que no ha paga-
do? ¿Le ha sanado Dios de alguna enfermedad seria?
¿Le ha librado de algún otro problema? ¿Lo ha conta-
do a alguien? Si no, ¿a quién lo contará? ¿Cuándo lo
hará? ¿Qué paralelo observa usted entre el v. 5 y 2
Corintios 4:16–18? ¿Cómo le ayuda esta verdad a re-
sistir en el sufrimiento?

Salmos 30:6–7

¡PENSEMOS!

¿Qué recuerda el salmista en estos versículos? ¿Qué


contrastes ve usted entre los vv. 6–7a y el v. 7b?

David vuelve a su experiencia personal. Recuerda el inicio de su enfermedad. Tanto había


prosperado, que se [Page 47] sentía inconmovible (v. 6). Ahora reconoce que su firmeza depen-
día no de sí mismo, sino del favor divino (v. 7a).
28
De repente, todo se vino para abajo. Dios escondió su rostro, es decir, dejó de dar la bendi-
ción de la salud y el salmista se halló no solamente enfermo, sino también emocionalmente des-
controlado (v. 7b). Seguramente no entendía por qué Dios había permitido que le sobreviniera
semejante sufrimiento.
EL CAMBIO INESPERADO
ANTES Me afirmaste como monte fuer- Dije yo: No seré jamás conmovido (v. 6)
te (v. 7)

DESPUÉS Escondiste tu rostro (v. 7) Fui turbado (v. 7)

El salmo no dice que la enfermedad haya venido como castigo por un pecado grave. Sin em-
bargo, el v. 6 sugiere que David había comenzado a confiar demasiado en su prosperidad. El
cambio repentino en su salud le vino como un golpe duro pero tal vez necesario.

¡PENSEMOS!

¿Alguna vez ha experimentado usted un cambio como


el que el salmista relata? ¿Cómo se sentía antes?
¿Cómo le afectó emocionalmente el cambio?

Salmos 30:8–11

¡PENSEMOS!

¿Qué recuerda el salmista en los vv. 8–10? ¿A qué


apeló en el v. 9 para que Jehová le ayuda [Page 48]
ra? ¿A qué apeló en el v. 10? ¿Debemos apelar a las
mismas cosas cuando pedimos a Jehová su ayuda?

¿Qué recuerda el salmista en 30:11?

Aquí el salmista presenta otro informe de su liberación (el primero está en los vv. 2–3). Esta
vez amplía bastante la parte acerca de su clamor (comp. v. 2 con vv. 8–10). Hace memoria de lo
que dijo. No lo expresa en tiempo pasado, sino como si estuviera viviendo de nuevo su oración.
Comienza aclarando a quién clamaba (v. 8). Coloca las frases “a ti, oh Jehová” y “al Señor” al
principio de las dos oraciones para dar énfasis. La enfermedad le había despertado de su autosu-
ficiencia. Una vez más reconoce que depende completamente de Dios.
Aduce que Dios perdería algo si él muriera: su alabanza (v. 9). Este argumento nos puede pa-
recer extraño y hasta impertinente. Sin embargo, es bíblico. Aparece también en Salmos 6:4–5 y
88:10–12. Muchos de los salmos de clamor incluyen un voto de alabanza para persuadir a Dios a
que salve al autor (ver la exposición de Salmos 13:6 en el capítulo 4). Existimos principalmente
para glorificar a Dios (Vea Efesios 1:3–14, en especial los vv. 6, 12, 14).
Pero el salmista reconocía que no podía transar con Jehová. Realmente el Señor no necesita
de ningún ser humano. Nuestra alabanza no puede ni siquiera comenzar a pagar los favores que
el Señor nos concede. Por eso, David se encomendó a la misericordia divina, rogando que Jeho-
vá le concediera su ayuda inmerecida (v. 10).
En el v. 3, el autor habló de los efectos físicos de la intervención divina; Jehová lo había sana-
do. Ahora, en el segundo informe sobre la liberación, celebra los efectos emocionales (v. 11). La
tristeza que le agobiaba (v. 7; Salmos 13:2) ha desaparecido. En vez de levantar su voz [Page
29
49] en lamentos (como en Salmos 13:1–2), David ahora baila de alegría (así como en 2 Samuel
6:14–15). Dios le ha quitado el áspero cilicio de luto y le ha puesto como traje de lujo la alegría.
EFECTOS DE LA INTERVENCIÓN DIVINA
FÍSICOS EMOCIONALES
Sanidad de la enfermedad Tristeza cambiada en alegría (v. 11)
(vv. 2–3)

Salmos 30:12

¡PENSEMOS!

¿Qué promesa hace el salmista en 30:12? ¿Por qué la


hace? ¿Qué semejanzas y diferencias hay entre esta
promesa y la de Salmos 13:6?

Los salmos de clamor suelen contener promesas de alabar a Dios públicamente por su res-
puesta (ver, por ejemplo, Salmos 35:17–18). David cumplió esta clase de voto mediante el salmo
30. Ha contado que Jehová lo sanó de su enfermedad mortal y lo llenó de alegría. Ha cumplido su
compromiso.
Sin embargo, concluye este salmo haciendo todavía otro voto de alabanza (v. 12). ¿Por qué?
No quería cumplir su promesa sólo en forma mínima. Tanto había hecho Jehová por él, que me-
recía ser alabado no sólo una vez, sino para siempre.

¡PENSEMOS!

Si usted muriera hoy, ¿cuánta alabanza perdería Dios? ¿De-


bemos usar argumentos como el v. 9 al presentar a Dios
nuestras peticiones? [Page 50] A la luz del v. 10, ¿podemos
exigirle a Dios que conteste nuestra oración?

¿Alguna vez ha sentido el cambio que el salmista narra en el


v. 11? ¿Lo ha contado a alguien? ¿Dio a Dios el crédito? Si
no, ¿a quién lo relatará para que el Señor sea alabado?

No leemos en el Nuevo Testamento que la iglesia haya practi-


cado el baile de alegría, aunque en Hechos 3:8–9 el cojo sa-
nado hizo algo semejante en el templo. ¿Debemos alabar a
Dios en la iglesia mediante la danza? ¿Debemos hacerlo en
algún otro contexto? Explique sus respuestas.

Según el v. 12, ¿cuántas veces debemos alabar a Dios por sus


bendiciones?
30
[Page 51]

6
Salmos de Confianza
¿Cuándo fue la última vez que usted dijo a su cónyuge: “Te amo”? ¿Cuándo fue la última vez
que le dijo por qué le quiere? Estas palabras se expresan con frecuencia entre novios, pero mu-
chos perdemos la costumbre de decirlo cuando pasan los años del matrimonio. Pensamos: “Mi
esposo (esposa) sabe que le amo; no hay necesidad que se lo diga”. Sin embargo, ¿a quién no le
agrada una declaración sincera de afecto?
Dios también desea que externemos lo que sentimos para con él. ¿Cómo debemos hacerlo?
En este capítulo aprenderemos del ejemplo que David nos dejó en el salmo más conocido de to-
dos.
¿QUÉ SON LOS SALMOS DE CONFIANZA?
Hay salmos que se dedican por completo, o casi por completo, al tema de la confianza en
Dios. Expresan fe en Jehová y las razones por las cuales él es digno de esa confianza. Algunos
también exhortan a su pueblo a esperar sólo en él.
ELEMENTOS COMUNES EN LOS SALMOS DE
CONFIANZA[Page 52]
1. Confesión de confianza en Dios.
2. Razones por las que Dios es digno de confianza
3. Exhortación a confiar en Dios.
Para demostrar que el Señor es digno de confianza (el segundo elemento), estos salmos
cuentan lo que él es y hace. Al relatar sus virtudes, lo alaban. De manera que los salmos de con-
fianza constituyen un tercer grupo de salmos de alabanza.
TRES CLASES DE SALMOS DE ALABANZA
Clase de Alabanza general Alabanza específica Salmos de confianza
salmo

Tema Lo que Dios es y Cómo libra Dios de las an- Por qué Dios es digno de confianza
hace gustias

Los salmos de confianza incluyen los Salmos 11, 16, 23, 62, 91, 115, 125 y 131
SALMO 23: UN SALMO DE CONFIANZA

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo. ¿Cuál es su tema principal? ¿Cuá-


les de los tres elementos comunes de los salmos de
confianza aparecen? ¿Qué figura de Jehová usan los
vv. 1–4? ¿Qué figura usan de él los vv. 5–6?

El Salmo 23 expresa confianza en Jehová mediante dos figuras. Lo presenta como pastor (vv.
1–4) y anfitrión (vv. 5–6).[Page 53]
31
PRINCIPALES DIVISIONES DEL SALMO 23
1. Jehová es mi pastor (vv. 1–4).
2. Jehová es mi anfitrión (vv. 5–6).
Los verbos de este salmo pueden traducirse en tiempo presente o bien, futuro (comp. la Revi-
sión Reina Valera 1960 con la Versión Popular). La primera oración está en tiempo presente, y las
frases “todos los días de mi vida” y “por largos días” indican que el v. 6 habla del futuro. Todo el
resto del salmo se refiere a los dos tiempos. El autor confía en que Jehová actuará como su pas-
tor y anfitrión en el futuro precisamente porque ya lo hace en el presente. Dicho de otra manera,
en todo el salmo, David confiesa su confianza en Jehová, y simultáneamente expone las razones
por las que él lo ha hallado digno de confianza.
Salmos 23:1–4: Jehová es mi pastor

¡PENSEMOS!

Según el v. 1, ¿qué provee Jehová para su oveja?


¿Qué le provee según los vv. 2–4?

Salmos 23:1. Este versículo resume el mensaje de los vv. 1–4. Así como el buen pastor pro-
vee todo lo que sus ovejas necesitan, así también Jehová cuida a David. Este resumen luego se
desglosa: Jehová sustenta (vv. 2–3a), guía (v. 3b) y protege (v. 4) a su oveja.
JEHOVÁ PROVEE PARA SU OVEJA:[Page 54]
1. Todo (v. 1).
2. Sustento (vv. 2–3a).
3. Dirección (v. 3b)
4. Protección (v. 4)
Salmos 23:2–3a. El sustento incluye tres elementos: comida (“pastos” v. 2a), agua (v. 2b) y
reposo (“descansar”, “reposar”, v. 2). El alimento es de alta calidad. La frase que se traduce como
“delicados pastos” es literalmente “verdes pastos” (Versión Popular). Las “aguas de reposo” son
aquellas que se encuentran en un lugar propicio para el descanso de la oveja. De manera que el
v. 2 presenta el cuadro de un pastor que da descanso a su criatura en un prado verde por donde
pasa un riachuelo refrescante.
Como resultado del alimento, el agua y el reposo, la oveja se siente fortalecida (v. 3a). La fra-
se hebrea que se traduce como “confortará mi alma” significa “restaurará el ánimo” (ver la Versión
Popular: “me da nuevas fuerzas”). En Proverbios 25:13 está vertida por “da refrigerio al alma”.

¡PENSEMOS!

¿Qué alimento provee Jehová para usted? ¿Qué re-


poso le da? ¿Cómo le ha fortalecido?

Salmos 23:3b. Jehová también guía a su oveja (v. 3b). En el hebreo hay un juego de palabras
con la expresión “sendas de justicia”. Una traducción literal sería “caminos rectos” (Versión Popu-
lar). Aplicada a las ovejas literales, la frase se refiere a caminos fáciles de seguir. Sin embargo,
para el salmista es una figura que habla de la justicia. Jehová dirige a David en una vida no sólo
tranquila y próspera, sino también recta.
Cuando hablamos de la dirección divina, muchas veces pensamos en decisiones como: ¿Con
quién me casaré? [Page 55] ¿Cuál debe ser mi empleo? ¿Dónde debo vivir? ¿A qué iglesia debo
32
asistir? Sin embargo, la dirección de la cual habla el v. 3 es más fundamental. Es la obra del Se-
ñor mediante la cual nos aleja del pecado y nos hace obedientes a él. Dos de los medios principa-
les que él usa para guiarnos en este sentido son su palabra (Salmos 119:104–105) y su Espíritu
(Romanos 8:13–14; Gálatas 5:18–23).
¿Por qué Jehová mantiene a su oveja en las sendas de justicia? Seguramente una razón por
ello es que la ama. El v. 3b señala otra: por amor de su propio nombre. Su “nombre” aquí es su
renombre (Ezequiel 36:20–23; Malaquías 1:11). Si un pastor maltrata a sus animales, no les pro-
vee alimento, no les da descanso ni los lleva por buenas sendas, flaquearán, enfermarán y mori-
rán. Pero también la reputación del pastor quedará en entredicho. De manera semejante, Jehová
hace justicia a sus hijos para el bien de ellos, y también para que él sea glorificado.

¡PENSEMOS!

¿Qué relación ve usted entre el v. 3b y Mateo 5:16?


¿Glorifican sus acciones a Dios, o perjudican su
nombre? (ver Romanos 2:24) ¿Qué más debe hacer
para que su vida aumente la gloria del Señor?

Salmos 23:4. El salmista confía en la protección de Jehová en toda circunstancia. Aun en el


valle más oscuro, donde podría estar escondido algún ladrón o fiera, la presencia del pastor tran-
quiliza a sus ovejas (v. 4). La “vara” era un garrote. Con ella, el Todopoderoso ahuyenta a cual-
quier enemigo, y utiliza su cayado para evitar que su criatura pierda el camino.
En este versículo, David deja de hablar acerca de Dios, y comienza a dirigirse directamente a
él. Muchas [Page 56] veces, cuando nos hallamos en peligro es cuando más buscamos a Dios en
oración y más conscientes estamos de nuestra relación personal con él.

¡PENSEMOS!

¿Qué protección le ha dado Dios? ¿Recuerda alguna


experiencia concreta? ¿Se halla en algún peligro aho-
ra? A la luz del v. 4, ¿cómo puede sentirse en esa cir-
cunstancia? ¿Por qué?

Salmos 23:5–6: Jehová es mi anfitrión

¡PENSEMOS!

Según el v. 5, ¿qué cosas hace Jehová por David?


Según v. 6, ¿qué bendiciones espera recibir el salmis-
ta? ¿Cuándo las espera?

De repente, el salmista cambia la figura. Sigue hablando a Jehová, pero ahora no como pas-
tor, sino como anfitrión. Dice que el Señor le agasaja con un banquete en su honor (v. 5); arregla
la mesa con una vajilla elegantísima y con los más deliciosos manjares. Le hace destacar delante
de todos, ungiéndolo con el aceite perfumado que humedece el cutis reseco por el sol (Éxodo
30:23–25; Jueces 9:9; Salmo 104:15; Lucas 7:46). Llena su copa hasta el borde con el mejor vino.
Y todo esto lo hace a la vista de los enemigos que le han angustiado (para un caso semejante,
ver Ester 6).
¿Qué significa esta figura del anfitrión? ¿Qué relación tiene con la imagen del pastor? El nexo
entre los vv. 4 y 5 son los enemigos. Jehová no solamente es pastor para cuidar al salmista de
aquellos que quieren hacerle daño, sino que también es el anfitrión que lo exalta sobre ellos.
33

[Page 57] SIGNIFICADO DE LAS FIGURAS EN SALMOS 23


Figura Jehová es mi pastor Jehová es mi anfitrión

Significado Jehová cuida Jehová exalta

El verbo que se traduce “seguirán” (v. 6), significa literalmente “perseguirán, correrán tras”.
¡Quienes perseguirán a David no serán sus angustiadores (v. 5), sino el bien y la misericordia! El
vocablo vertido por “misericordia” es hésed, “fidelidad misericordiosa” (ver la exposición de Sal-
mos 136:1–3 en el capítulo 3). David estaba seguro de que el bien correría tras él, porque confia-
ba que Jehová es fiel a sus promesas de bendecir a los que andan por “sendas de justicia” (v. 4).
El salmista esperaba disfrutar toda su vida del bien que Dios le concedería. Esta duración está
subrayada por el paralelismo entre “todos los días de mi vida” y “por largos días”. ¡Cuánto más
podemos nosotros esperar lo mismo, sabiendo que “a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien” (Romanos 8:28).
PARALELISMO EN SALMOS 23:6
El bien… me seguirán todos los días de mi vida

En la casa de Jehová mora- por largos días


El paralelismo también sugiere que morar en la casa de Jehová era parte del bien y la miseri-
cordia. La segunda línea se presta a interpretaciones legítimas en varios niveles. A la luz del v. 5
puede significar que Jehová seguiría honrando a David como un anfitrión. O podría [Page 58]
insinuar que el salmista hallaría seguridad de sus enemigos en la casa de Dios (Salmos 27:5;
61:4).
También recordamos que la casa de Jehová era su santuario en Jerusalén (2 Samuel 6:12–
17). David llegaría allí con alegría para presentar sacrificios y alabanzas por el bien y la miseri-
cordia que Jehová le manifestaría (Salmos 66:13–15). Pero el bien mayor de todos sería disfrutar
en ese lugar de la comunión con Dios en su misma presencia (Salmos 27:4; 84:1–4, 10).
Jesús también nos está preparando lugar a nosotros en la casa de Jehová (Juan 14:2). Algún
día vendrá otra vez y nos tomará, para que en esa casa celestial moremos no sólo por largos dí-
as, sino eternamente (Juan 14:3).

¡PENSEMOS!

¿Cómo exalta Jehová hoy día a los que andan por sendas de
justicia? ¿Dónde puede usted disfrutar de la comunión con
Dios en su presencia? ¿Ha depositado usted su confianza en
Cristo, reservando así su lugar en la casa de su Padre?

Escriba un salmo de confianza en Jehová. Haga memoria de


cómo él le sustenta, guía, protege y exalta. Exprese su convic-
ción de que él le bendecirá, y que usted morará con él eterna-
mente. Puede usar el Salmo 23 como modelo, pero tal vez pre-
fiera emplear otras figuras. ¿A quién leerá su salmo para alabar
a Dios?
34
[Page 59]

7
Salmos Sapienciales
¿Prefiere usted estar sano, o enfermo? ¿Escogería ser próspero, o pobre? ¿Quisiera ser res-
petado, o despreciado? ¿Desea la felicidad, o una vida de tristeza? Estas preguntas pueden pa-
recer tontas. ¿Quién no prefiere la primera opción en cada caso? Sin embargo, mucha gente que
anda en la búsqueda de la buena vida, toma decisiones que la conducen a la segunda opción.
¿Cuál es la camino que Dios ha establecido para alcanzar el éxito? ¿Cuál es la senda que debe-
mos evitar? Los salmos sapienciales fueron escritos precisamente para contestar estas pregun-
tas.
¿QUE SON LOS SALMOS SAPIENCIALES?
“Sapiencial” significa “relacionado con la sabiduría”. Los salmos sapienciales, entonces, son
aquellos cuyo tema principal es la sabiduría.
SALMOS SAPIENCIALES = SALMOS DE SABIDURÍA
Hay tres libros sapienciales en el Antiguo Testamento: Proverbios, Job y Eclesiastés. En ellos,
la sabiduría [Page 60] consiste en saber llevar una vida de éxito con prosperidad, buena salud,
largos años, buena reputación y felicidad. Los salmos sapienciales tienen que ver con el mismo
tema. Si bien incluyen alabanzas a Dios, su propósito principal es dar instrucción.
TEMA DE LOS SALMOS SAPIENCIALES:
COMO TENER UNA VIDA DE ÉXITO
Entre los sapienciales se incluyen los salmos 1, 15, 37, 49, 73, 91, 112, 127, 128 y 133.
SALMO 1: UN SALMO SAPIENCIAL

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo. ¿Cuál es su tema principal? ¿Cuál


es su propósito principal? ¿Cómo difiere este de los
que ya hemos estudiado? ¿Es de alabanza? ¿Es de
clamor?

Este salmo es bastante diferente de los otros que ya hemos estudiado. No hay ningún clamor,
y el único versículo que contiene alabanza y cuenta lo que Dios hace, es el 6. El propósito del
salmo 1 es más bien instruir acerca del éxito. Su mensaje central es: Bienaventurado el justo (vv.
1–3, 6a); no así los malos (vv. 4–5, 6b).
BOSQUEJO DE SALMOS 1
1. Bienaventurado el justo (vv. 1–3)
2. No así los malos (vv. 4–5)
3. Resumen (v. 6)
[Page 61] Salmos 1:1–3

¡PENSEMOS!
35

¿Qué clase de persona describen los vv. 1–2? ¿Qué


diferencia hay entre la descripción del v. 1 y la que se
da en el v. 2? ¿Cuáles son las tres cosas que no hace
la persona bienaventurada? (v. 1) ¿Qué significa cada
una? ¿Qué hace la persona bienaventurada? (v. 2)
¿Cuándo lo hace? ¿Qué significa meditar en la ley de
Jehová?

Según el v. 3, ¿cómo será el justo? ¿Qué significa es-


ta figura? ¿Cuándo experimentará esto el justo?

Los primeros tres versículos describen al bienaventurado. Esta palabra significa “feliz, dicho-
so” (en 1 Reyes 10:8 está traducida “dichoso”). El v. 1 anuncia lo que el bienaventurado no ha
hecho, y el 2 lo que sí hace. Luego el v. 3 pinta poéticamente su prosperidad.
Salmos 1:1. Las tres cosas que no ha hecho el dichoso se presentan en paralelismo.
LO QUE NO HA HECHO EL BIENAVENTURADO
No anduvo en consejo de malos

Ni estuvo en camino de pecadores

Ni se ha senta- en silla de escarnecedores


do

El “consejo de los malos” consiste en decir que la felicidad y la prosperidad se alcanzan rápi-
damente y sin [Page 62] esfuerzo por medios ilícitos: robando, mintiendo, engañando, emborra-
chándose, teniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio, etc
Hay un buen ejemplo en Proverbios 1:10–14. En ese pasaje, una banda de ladrones incita al
joven a unirse a ellos. Prometen que robando y matando (v. 11) se enriquecerán pronto (v. 13). El
joven será aceptado en el “convivio” del grupo (v. 14). ¡Qué atractivo para un joven que anda en
búsqueda de amigos y riquezas! Sin embargo, el que desea una vida de felicidad verdadera y
duradera, no seguirá ese consejo (v. 15; Salmo 1:1). “Andar” en este contexto tiene que ver con la
conducta. No “andar en el consejo de los malos” es no comportarse según sus ideas.
“Estar en camino de pecadores” significa más o menos lo mismo. Sin embargo, en la gráfica
del paralelismo que aparece arriba hay una progresión en la primera columna. “Estar” sugiere
permanencia, más que sólo “andar”, y “sentarse” la aumenta todavía más. El vocablo traducido
como “estuvo” es literalmente “se paró”. Pararse en camino de pecadores es mantenerse en su
conducta en forma habitual.
“Sentarse en silla de escarnecedores” es todavía más enfático, no solamente por el verbo
“sentarse”, sino también por la palabra “escarnecedores”. Los paralelos, “malos” y “pecadores”, se
refieren a los injustos en términos generales. En cambio, la tercera línea habla de una transgre-
sión específica. Los escarnecedores son aquellos que se burlan del justo. Lo tildan de “tonto”,
“ingenuo”, “santurrón” o cosas peores, porque mantiene su rectitud a pesar de las oportunidades
que se le ofrecen de lograr riquezas o placeres ilícitos. Se ríen de su confianza en que Dios re-
compensará a los rectos. Dicen: “¿Cómo sabe Dios? y ¿hay conocimiento en el Altísimo?” (Sal-
mos 73:11; ver 94:4–7).[Page 63]
El vocablo hebreo que se traduce “silla” está vertido por “reunión” en Salmos 107:32. Así se
puede traducir aquí también. Sentarse en una reunión de escarnecedores es participar con ellos
en la planificación de sus fechorías. El que goza de la verdadera bienaventuranza no la ha alcan-
zado siguiendo el ejemplo de los malos, y mucho menos confabulándose con ellos.
36
Salmos 1:2. Lo que sí hace el bienaventurado se presenta en el v. 2.
LO QUE HACE EL BIENAVENTURADO
En la ley de está su delicia
Jehová

Y en su ley medita de día y de noche

Se deleita en la ley de Jehová. Tal vez la ley de Moisés era toda la Biblia que existía en los dí-
as del autor, aunque la frase “la ley de Jehová” podría incluir otros libros bíblicos también. El para-
lelismo aclara que el deleite en la ley se manifiesta meditando en ella, o sea, reflexionando sobre
su mensaje e implicaciones.
El bienaventurado hace esto “de día y de noche”. Esta frase dice que no lo hace solamente un
rato en el día y otro en la noche. Más bien, es un modismo que significa “todo el tiempo”.
Para meditar en la ley, es necesario conocerla. Hay que leerla y estudiarla, a solas y junta-
mente con otros creyentes. Sin embargo, el contraste entre los vv. 1 y 2 implica que la meditación
no tiene fines sólo intelectuales, sino también prácticos. En cada situación de la vida, el bienaven-
turado medita cómo va a ser su actuación de tal manera que sea consecuente no con el [Page
64] consejo de los malos, sino con la palabra de Dios. Como Jehová dijo a Josué: “De día y de
noche meditarás en él (el libro de la ley), para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8).
Salmos 1:3. El árbol plantado junto a corrientes de agua (v. 3) se mantiene verde y da su fruto
aun durante tiempo de sequía (Jeremías 17:8). Igual de segura es la prosperidad de aquel que
rechaza la tentación de alcanzar el éxito por medios ilícitos, y que se somete a los mandamientos
de Dios. El tiempo futuro en este versículo implica que aunque no todos los justos son prósperos,
sin duda lo serán. Quizá tengan que trabajar arduamente y esperar con paciencia, pero Dios los
recompensará. Tal vez les conceda una parte de la felicidad y éxito pronto, y otra parte a largo
plazo. Sea como fuere, el cumplimiento pleno de la promesa se otorgará en el juicio que se hará
más allá de esta vida, cuando se alcance el disfrute eterno de la presencia divina (ver Apocalipsis
21:3–4).
LA PROSPERIDAD DEL JUSTO
No busca la prosperidad por medios ilícitos v. 1
Obedece la palabra de Dios v. 2
El resultado es que prospera v. 3

¡PENSEMOS!
¿Cuáles son algunos consejos que dan los malos actualmente acerca de cómo lograr feli-
cidad y prosperidad? ¿Qué hay de atractivo en sus consejos?

¿Qué oportunidades existen para que usted estudie la Biblia? ¿Cuáles de ellas aprovecha?
[Page 65] ¿Hay otras que debe aprovechar? ¿Qué hace para aplicar los principios bíblicos
a cada aspecto de su vida?

¿Le ha prosperado Dios de alguna manera? ¿Qué bendiciones espera recibir de él todavía?
37
Salmos 1:4–5

¡PENSEMOS!

¿De qué clase de personas hablan los vv. 4–5? Según


el v. 4b, ¿cómo serán? ¿Qué significa esta figura?
Según el v. 5, ¿cuál es el destino de los malos?
¿Cuándo sucederá esto?

Los malos no serán como el árbol próspero que crece junto a las aguas, sino como el tamo
que arrebata el viento (v. 4). Después de cosechar la cebada y el trigo, los israelitas los llevaban a
la era. Allí pasaban por encima del grano con bueyes y trillos para separar el grano de la cáscara
y de la paja. Luego tiraban todo al aire. El grano caía a la tierra cerca de donde había sido aven-
tado, mientras la cáscara y la paja, por ser más livianas, eran llevadas por el viento. Estas partes
son el “tamo”.
Los malos son tan poco permanentes como ellas (Oseas 13:3). Puesto que ellos aprovechan
las oportunidades ilícitas, a veces logran la prosperidad, hasta en gran escala. Al mirar esto, el
justo puede verse tentado a seguir su ejemplo (Salmos 73:1–14). Sin embargo, su éxito es pasa-
jero. “Vi yo al impío sumamente enaltecido, y que se extendía como laurel verde. Pero él pasó, y
he aquí ya no estaba; lo busqué y no fue hallado (Salmos 37:35–36).
[Page 66] FIGURAS DE PROSPERIDAD
El justo El malo

Figura Árbol junto a río v. 3 Tamo llevado por el viento v. 4

Significado Prosperidad permanente Prosperidad temporal

La razón por la que la prosperidad de los malos no es duradera es porque el juicio vendrá so-
bre ellos (v. 5). En el v. 1 vimos que el justo no participa con los que buscan éxito ilícitamente. El
otro lado de la moneda aparece en el v. 5: los malos no participan en las bendiciones reservadas
para la congregación de los justos.
Normalmente, Jehová comienza el juicio durante la vida del malo. Le aflige con enfermedades,
el alcoholismo, el rechazo de la comunidad, la pobreza o la muerte misma. Sin embargo, el casti-
go no se aplicará en toda su plenitud hasta el juicio del gran trono blanco (Apocalipsis 20:11–15).
Entonces los impíos acabarán en el lago de fuego.
Salmos 1:6

¡PENSEMOS!

¿Qué contraste se presenta en el v. 6? A la luz de él,


¿qué significa el verbo “conoce” aquí? ¿Qué función
tiene este versículo al final del salmo?

El v. 6 resume el mensaje de todo el salmo. El paralelismo nos ayuda a entender sus contras-
tes.
38

[Page 67] PARALELISMO EN SALMOS 1:6


Jehová conoce el camino de los justos

Mas perecerá la senda de los malos

“El camino” y “la senda” son sinónimos; significan lo mismo. “Los justos” y “los malos” son an-
tónimos; significan lo opuesto el uno del otro. La relación entre “Jehová conoce” y “perecerá” es
menos obvia, pero en el contexto del versículo completo tienen que ser antónimos. Es decir, “Je-
hová conoce” ha de ser lo contrario de “perecerá”. En algunos pasajes, la frase “Jehová conoce a
alguien” significa que él lo ha escogido para bendecirlo (Amós 3:2). La primera línea entonces, no
quiere decir solamente que Jehová sabe lo que sucede en el camino de los justos (él sabe lo que
sucede en el camino de todos, sean buenos o malos), sino que él bendecirá su camino (Prover-
bios 4:18).
¿En qué sentido perecerá la senda de los malos? Los conducirá a la destrucción (Mateo 7:13).
Los que transitan por ella llegarán a un fin desastroso.

¡PENSEMOS!

¡Conoce usted a alguien que ha alcanzado la prosperidad por medios ilíci-


tos? ¿Es feliz? ¿Sigue siendo todavía próspero? ¿Cuál será su fin? ¿Parti-
cipa usted en alguna actividad desagradable a Dios a fin de lograr la pros-
peridad o la felicidad? Si así es, ¿qué hará al respecto?

[Page 68] EL SALMO 1 COMO INTRODUCCIÓN A LOS SALMOS

¡PENSEMOS!

¿Cómo sirve el Salmo 1 para dar la introducción al libro de los Salmos?

Si nos tocara editar el libro de Salmos, ¿qué clase de salmo pondríamos al


inicio? Como la alabanza predomina en ellos, tal vez colocaríamos un lla-
mado a alabar a Dios, como el salmo 150. O, como muchos salmos son de
clamor a Jehová, tal vez abriríamos el libro con una oración de esta clase.

Sin embargo, Salmos 1 es de enseñanza y nos instruye acerca de la con-


ducta que se requiere re para poder alcanzar la verdadera felicidad y pros-
peridad. ¿Por qué el libro de los Salmos se introduce así? Una de las razo-
nes es recordarnos que aun la alabanza más bella y más fervorosa no es
aceptable delante de Dios si no viene respaldada por una vida recta.
39
[Page 69]

8
Salmos de la Ley
Fue una reunión para nuevos creyentes. El pastor les hablaba de algunas cosas que debían
hacer para crecer espiritualmente. Mencionó la necesidad de confesar sus pecados a Dios todos
los días. Una señora, perpleja, comentó que no sabía qué debía confesar. Nunca había robado, ni
matado, ni cometido adulterio. Sinceramente pensaba que no tenía nada que confesar.
Paradójicamente, los que más reconocen su pecado son los que más crecen espiritualmente y
mejor sirven a Dios (Isaías 6:5–8; Lucas 5:8–10). En cambio, los que no confiesan sus transgre-
siones no agradan al Señor (Lucas 18:9–14; 1 Juan 1:8–10). ¿Cómo podemos estar conscientes
de nuestros pecados y librarnos de ellos? Encontraremos una respuesta a este interrogante en
nuestro estudio de los salmos de la ley.
¿QUE SON LOS SALMOS DE LA LEY?
Como su título sugiere, estos salmos son los que exaltan la ley de Jehová. Al igual que los sa-
pienciales, anuncian que la obediencia a los mandamientos divinos es necesaria para alcanzar
una vida de éxito (Salmos 1:2). Sin embargo, el tema central de estos salmos no es el éxito, sino
la ley misma. También guardan cierta [Page 70] semejanza con los salmos de alabanza general.
No cuentan mucho de lo que Dios es o ha hecho, más bien lo magnifican al exaltar su palabra.
PROPÓSITO DE LOS SALMOS DE LA LEY:
EXALTAR LA LEY DE JEHOVÁ
Existen dos salmos de este tipo. A continuación veremos algunos detalles interesantes acerca
del salmo 119, y luego estudiaremos más detenidamente el 19.
SALMO 119: SALMO DE LA LEY
El salmo 119 es el capítulo más largo de toda la Biblia. Está dividido en 22 partes, de ocho
versículos cada una. Dentro de ellas, todos los versículos comienzan con la misma letra hebrea.
El nombre de la letra se halla en los 22 encabezados. Todas las 22 letras hebreas se utilizan, en
orden alfabético. Los salmos en los cuales las primeras letras de los versículos están en orden
alfabético se llaman “acrósticos”.
Hay otros acrósticos en la Biblia: Salmos 9–10; 25; 34; 37; 111; 112; 145; Proverbios 31:10–
31; Lamentaciones 1; 2; 3; 4. En casi todos estos poemas cada letra se usa al principio de una
oración. En Lamentaciones 3, cada una da inicio a tres oraciones, pero sólo en el Salmos 119
hallamos ocho oraciones consecutivas que comienzan con la misma letra.
De los 176 versículos, 171 mencionan la palabra de Dios. Para no repetirse demasiado, em-
plean una variedad de sinónimos. Citados en el orden en el cual aparecen por primera vez en el
salmo, son: ley, testimonios, caminos, preceptos (v. 4; el vocablo hebreo no es el mismo [Page
71] que en el v. 6), estatutos, mandamientos, palabra y dichos.
A pesar de su énfasis en la ley, el salmo no la adora. Siempre recuerda que los mandamientos
son de Jehová. Al exaltar su palabra, lo alaba a él.
40

SALMO 19: SALMO DE LA LEY

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo 19. ¿Cuál es el tema de los vv. 1–6?


¿Cuál es el tema del 7–10? ¿Cuál es el tema de 11–
14?

El Salmo 19 tiene tres partes.


DIVISIONES DEL SALMO 19
1. La revelación de Dios en los cielos 1–6
2. La revelación de Jehová en su palabra 7–10
3. La obediencia del siervo de Jehová 11–14

SALMOS 19:1–6: LA REVELACIÓN DE DIOS EN LOS CIELOS

¡PENSEMOS!

Según el v. 1, ¿qué proclaman los cielos? ¿Cuándo lo


proclaman? (v. 2) ¿Dónde lo proclaman? (v. 4) ¿Qué
paradoja se ve entre los vv. 3 y 4? ¿Qué significa?
¿En qué parte de los cielos centran su atención los
vv. 4c–6? ¿Qué dicen acerca de ella? ¿Por qué hablan
de ella?

Cuando estudiamos el paralelismo encontramos que se iluminan varios aspectos del v. 1.


[Page 72] PARALELLSMO EN SALMOS 19:1
Los cielos cuentan la gloria de Dios

Y el firmamento anuncia la obra de sus manos

El “firmamento” es la bóveda celeste. En Génesis 1:6–8, 17, el mismo vocablo hebreo está
traducido “expansión”. Señala que los cielos parecen estar extendidos sobre la tierra como si fue-
ran un inmenso domo. Su uso aquí nos avisa que el salmo no tiene en mente los cielos donde
Dios mora, sino la región del sol, la luna y las estrellas.
La tercera columna nos recuerda que vemos la gloria de Dios en los cielos porque reconoce-
mos que son obra de sus manos. En la actualidad, algunos aducen que el universo llegó a existir
por eventos puramente casuales. Sin embargo, la belleza, inmensidad y complejidad de los cielos
se explican mucho mejor como producto de un Creador inteligente, con sentido artístico y todopo-
deroso.
Los cielos dan su mensaje todo el tiempo (v. 2) y en todo lugar (v. 4). Se percibe de día y de
noche (v. 2). De día el sol domina el cielo (vv. 4c–6). De noche nos damos cuenta de que hay una
multitud innumerable de otras lumbreras. Paradójicamente, el lenguaje de los cielos es silencioso
(v. 3), no hay ni una parte de la tierra a donde no llegue (v. 4). Su mensaje es visual.
La lumbrera mayor para nosotros es el sol (Génesis 1:16). Los vv. 4c–6 lo describen poética-
mente. La bóveda celeste es la tienda donde habita (v. 4c; un tabernáculo es sencillamente una
tienda). Cada mañana el sol sale tan resplandeciente como un novio ataviado para su boda (v.
41
5a). Corre desde un extremo de los cielos hasta el otro con la facilidad de un atleta (vv. 5b–6b).
La palabra que [Page 73] se traduce “gigante” significa más bien “guerrero”. En el Antiguo Tes-
tamento no había competencias deportivas. Era en las guerras donde se mostraban la agilidad,
resistencia y fuerza física (2 Samuel 18:19–27; Salmos 18:29, 36–37).
¿Por qué el salmo dedica tanta atención al sol? Por lo menos hay tres razones.
1. El sol es la lumbrera que más nos llama la atención, y de la cual más dependemos para
nuestra existencia. Por lo tanto, nos hace recordar tanto el poder de Dios como su bondad.
2. Algunos israelitas adoptaron la costumbre pagana de rendir culto al sol, la luna y las estre-
llas (Job 31:26–28; 2 Reyes 21:3–5; 23:4–5). El Salmo 19 aclara que el sol, por impresionante
que sea, no es un dios, sino, como todas las lumbreras celestiales, obra del único Dios verdadero.
3. La última oración del v. 6 nos sorprende. Si bien recalca la fuerza del sol, lo hace de mane-
ra negativa. No habla de los beneficios de su calor, sino de la imposibilidad de esconderse de él.
Así, sutilmente hace un enlace con la sección siguiente. Para los paganos el sol era el dios juez,
que veía todo lo que sucedía a su paso por el cielo. La palabra hebrea “calor” se usa también en
el sentido de “ira”. Así como nadie puede esconderse del calor del sol, tampoco se puede ocultar
del verdadero Juez y su castigo.
LOS CIELOS CUENTAN LA GLORIA DE DIOS (SALMOS 19:1–6)
Los cielos en general vv. 1–4b
El sol específicamente vv. 4c–6

[Page 74]

¡PENSEMOS!

¿Qué otras partes del mundo natural cuentan la gloria


de Dios? ¿Qué dicen acerca de él? ¿Cómo lo hacen?
¿Qué estímulo dan los vv. 1–6 al estudio de las cien-
cias naturales? A la luz del v. 1, ¿cuál debe ser una de
nuestras reacciones cuando contemplamos la natura-
leza?

SALMOS 19:7–10: LA REVELACIÓN DE JEHOVÁ EN SU PALABRA

¡PENSEMOS!

¿Qué nombres dan los vv. 7–9 a las Escrituras? ¿Qué


idea predomina en estos nombres? ¿Qué adjetivos
usan los vv. 7–9 para describir a las Escrituras? ¿Qué
ideas predominan en ellos? Según los vv. 7–9, ¿qué
cosas hacen las Escrituras? ¿A qué cosas las compa-
ra el v. 10? ¿Qué significan estas comparaciones?

¿Qué nombre se usa para el Señor en los vv. 7–9?


¿Cuántas veces aparece? ¿Qué nombre se usó en la
sección anterior? ¿Qué significa esta diferencia?

¿Qué relación hay entre los vv. 7–10 y los vv. 1–6?
42
Las primeras palabras del v. 7 anuncian dos cambios. En vez de la revelación de Dios en la
naturaleza, el tema es ahora su revelación en las Escrituras. En lugar del nombre “Dios” (v. 1), el
cual se aplica especialmente al Señor en su relación con todo el mundo, hallamos “Jehová”. Este
nombre se emplea más en relación con Israel. Efectivamente, aquí pasamos de la revelación con
Israel. Efectivamente, aquí pasamos de la revelación general de Dios a todo el mundo, a su reve-
lación especial encomendada a su pueblo escogido.[Page 75]

¡PENSEMOS!

¿Es usted miembro del pueblo de Jehová, salvo por la


fe en Jesucristo (ver 1 Pedro 2:9–10), o guarda la
misma relación con Dios que el resto del mundo crea-
do?

Cada oración que aparece en los vv. 7–9 tiene la misma estructura. Comienza con un sinóni-
mo de la palabra de Jehová (a menos que el v. 9a sea una excepción), seguido de una descrip-
ción de ella, y luego menciona algo que la misma hace.
ESTRUCTURA DE SALMOS 19:7–9
Nombre de la palabra + Descripción de la palabra + Actividad de la palabra
Los nombres son: ley, testimonio, mandamientos, precepto, temor y juicios (en cada caso “de
Jehová”). Se aplican a los mandamientos de la ley de Moisés, pero pueden referirse al resto de la
Biblia también. Recalcan que la palabra de Dios debe ser obedecida.
Los adjetivos son: perfecta, fiel, rectos, puro, limpio y verdad. Nos aseguran que podemos
confiar en los mandamientos y exhortaciones de la palabra de Dios para guiarnos, pues siempre
son justos.
No cabe duda que la Biblia “convierte el alma” (v. 7). La naturaleza revela que Dios existe y
que es eternamente poderoso (Romanos 1:20), pero sólo las Escrituras nos señalan nuestro pe-
cado y explican el camino a la salvación por medio de Jesucristo (Romanos 10:13–17).
Sin embargo, el salmista tenía en mente otra cosa en el v. 7a. La frase hebrea que se traduce
como “convierte el alma” significa “restaurar el ánimo”. Ya explicamos la misma frase en Salmos
23:3 (ver capítulo 6). Aquí hace [Page 76] pareja con “alegran el corazón” (v. 8). La ley de Jehová
conduce a una vida de ánimo y alegría (ver la exposición de Salmos 1:1–3 en el capítulo 7).
El “sencillo” (v. 7) es aquel carece de sabiduría. Aun a éste las Escrituras lo convierten en sa-
bio. Los mandamientos le “alumbran los ojos” (v. 8), señalándole el camino a una vida de éxito
(Salmos 119:104–105; ver la definición de “sabiduría” en el capítulo 7).
El temor de Jehová (v. 9) es más que solamente reverencia. Incluye miedo. Sin embargo, no
se trata de terror a un Dios irascible e irracional (Éxodo 20:18–20a). Más bien, es temer desobe-
decer al Padre, creyendo que él nos puede bendecir o castigar (Éxodo 20:20b). Este temor “per-
manece para siempre” (v. 9). A diferencia de la senda de los malos, no perecerá, sino que condu-
cirá a la prosperidad y felicidad eternas (Salmos 1:6).
Dos cosas que los seres humanos siempre hemos deseado son el dinero y la comida sabrosa.
En el Antiguo Testamento se usaba la plata como dinero, pero el oro tenía todavía más valor. El
manjar más delicioso era la miel. Sin embargo, los mandamientos divinos son más deseables aun
que el oro más puro y la miel más rica (v. 10), ya que conducen a la verdadera prosperidad y feli-
cidad (v. 11).

¡PENSEMOS!

¿Qué alegría le ha traído la palabra de Dios? ¿Qué luz


43
le ha dado para llevar una vida de éxito? ¿Cómo
aprende de ella? ¿Usted teme desobedecer a Dios, o
piensa que puede pecar con impunidad?

[Page 77] SALMOS 19:11–14: LA OBEDIENCIA DEL SIERVO DE


JEHOVÁ

¡PENSEMOS!

¿Cómo se llama el autor a sí mismo en los vv. 11 y


13? ¿Por qué se denomina así?

Según el v. 11, ¿qué hacen las Escrituras? ¿De qué


clases de pecados ruega el salmista ser librado en los
vv. 12–13? ¿Qué aspectos de su vida deseaba que
fueran gratos delante de Jehová? (v. 14) ¿Por qué no
pidió que sus acciones también fueran gratas?

¿Qué figuras utiliza el autor para referirse a Dios al


final de su salmo (v. 14)? ¿Qué significan?

¿Qué relación hay entre la oración de los vv. 12b–14 y


el tema de los vv. 7–11?

En esta sección, dos veces el autor se llama a sí mismo “tu siervo”, indicando así su deseo de
obedecer a Dios. Sabía que las Escrituras le ayudarían a alcanzar esa meta. Le amonestarían (v.
11), revelándole su pecado.
En los vv. 12–14 el salmista eleva una oración a Dios. Reconoce que ni siquiera la palabra de
Dios puede erradicar el mal de su vida si no cuenta con el poder divino.
A veces, no estamos conscientes de algunos pecados. Pueden llamarse “errores”, o pecados
“ocultos” (v. 12). Aun éstos nos los señalan las Escrituras, pues son ofensa seria delante de Dios
(Números 15:27–29).
Por el otro extremo está la desobediencia deliberada, la que se comete con soberbia (v. 13).
Esta es todavía más grave (Números 15:30–31), pues constituye una abierta rebelión contra
nuestro Amo.
El salmista no está contento sólo con sus acciones agradables a Jehová. Se da cuenta que es
mucho más [Page 78] difícil controlar la lengua (Santiago 3:2–12), y más aún la mente. En el v.
14 ruega a Dios que limpie aun lo más íntimo de su ser.
Llama la atención que la concluir no llame a Jehová “juez” o “acusador”, sino “roca” y “reden-
tor”. La roca era el lugar de refugio y protección en la batalla (Salmos 71:3). El redentor era el in-
dividuo pudiente que defendía y socorría a un pariente necesitado (la misma raíz hebrea se usa
en Levítico 25:25, 47–49; Rut 4:4). David no tenía en sí mismo la capacidad de limpiarse, pero
confiaba en que su roca y redentor estaría a su lado para defenderlo de la tentación y fortalecerlo
para obedecer.
LA PALABRA Y EL PODER DE DIOS NOS LIBRAN DE:
PECADOS INCONSCIENTES v. 12
PECADOS DELIBERADOS v. 13
PECADOS DEL HABLA v. 14
44
PECADOS MENTALES v. 14

¡PENSEMOS!
¿Cómo le ha ayudado la Biblia a reconocer sus errores? ¿Cómo le ha guardado de
pecado deliberado? ¿Cómo le ha fortalecido Dios para obedecer sus mandamientos?
¿Puede dar algunos ejemplos?

¿De qué clase de pecado necesita más ser librado? ¿Cómo puede usted combinar el
conocimiento de las Escrituras con la oración y la confianza en Dios para buscar esa
liberación? ¿Lo está haciendo? Si no, ¿cuándo comenzará?
45
[Page 79]

9
Salmos Reales
El Mesías “juzgará…a los pobres” (Isaías 11:4). ¿Qué significa esto? ¿Los condenará? ¿Por
qué juzgará a los pobres en particular? ¿Merecen ellos atención especial? ¿Qué responsabilidad
tiene nuestro gobierno hacia ellos? ¿Qué relación hay entre justicia social y prosperidad? ¿Qué
responsabilidad tiene usted hacia los débiles que están bajo su autoridad? Nuestro estudio de los
salmos reales proporcionará respuestas a estas preguntas.
¿QUÉ SON LOS SALMOS REALES?
Llamamos “reales” a los salmos que claramente hablan acerca del rey. Algunos suplican y
alaban a Dios por el dominio que el rey ejerce sobre sus enemigos (Salmos 2, 18, 20, 21, 101,
144). Otros, celebran su matrimonio (cap. 45), o hablan de la justicia de su gobierno (72, 101) y
otros más claman a Jehová por él en base al pacto davídico (Salmos 89, 132).
SALMO 72: UN SALMO REAL
Salmos 72:1–4

¡PENSEMOS!

¿Por quién se ora en el v. 1? ¿Qué pide? Según el v.


4, ¿qué grupos debe juzgar? ¿Cuál debe [Page 80] ser
la consecuencia del juicio para estos grupos? Según
el v. 3, ¿qué resultado se espera para la nación?

El título del salmo puede traducirse “para Salomón” o “de Salomón”. En cualquiera de los ca-
sos, probablemente el ”rey” del v. 1 originalmente fue el famoso hijo de David, y posteriormente el
salmo se aplicó a los monarcas descendientes de él. A todos ellos se les podría llamar “rey” e
“hijo del rey”. Estos títulos no se refieren a dos personas, sino a una sola (ver el singular “él juzga-
rá” en el v. 2).
El v. 1 revela que el salmo 72 es una oración. En la Versión Reina Valera 1960 los demás ver-
sículos parecen ser predicciones. Sin embargo, sería mejor traducir todos los verbos, salvo los de
los vv. 12–14, como plegarias a Dios (ver la Versión Popular).
La primera petición es que el rey sea justo. Necesita la justicia de Dios (v. 1) para juzgar al
pueblo de Dios (v. 2). Una de las atribuciones del rey era dirimir los pleitos entre sus súbditos (2
Samuel 14:4–11; 15:2–4; 1 Reyes 3:16–28). Pero el verbo “juzgar” también se usa para referirse
al gobierno en general (1 Samuel 8:5). De manera que el v. 2 ruega que la justicia caracterice a
los fallos jurídicos del rey y también a toda su administración.
A la par de la justicia, la oración pide prosperidad nacional (v. 3). El vocablo que se traduce
como “paz” en el Antiguo Testamento es shalom. En realidad, la paz es sólo uno de los beneficios
que la palabra implica. También significa “bienestar completo”: salud, larga vida, prosperidad eco-
nómica, libertad y felicidad. ¿En qué sentido esperaba el autor que los montes llevaran bienestar
al pueblo? El salmo nos deja con esta duda hasta el v. 16, donde da la respuesta.[Page 81]
DOS PETICIONES
1. JUSTICIA
46
2. PROSPERIDAD
Había dos grupos en particular que el rey debía juzgar: a los afligidos y los hijos del meneste-
roso por un lado, y a los opresores por el otro (v. 4). A éstos los debía aplastar, y a aquéllos, sal-
var. El salmo no habla de la salvación eterna, sino de liberación de los que son explotados. ¿Por
qué el gobernante debe prestar atención especial a los menesterosos y a los opresores? ¿Debe
mostrar favoritismo al pobre? Estas preguntas también quedan pendientes por el momento, hasta
que llegamos a los vv. 12–14.
DOS GRUPOS QUE DEBÍAN SER JUZGADOS (V. 4)
Grupo Menesterosos Opresores

Juicio Liberación del opresor Destrucción

Salmos 72:5–11

¡PENSEMOS!

¿Por cuánto tiempo pide el salmo que dure la justicia


y prosperidad del gobierno del rey (vv. 5–7)? ¿Hasta
dónde ruega que se extienda su dominio (vv. 8–9)?

Los vv. 1–4 presentan los temas principales del salmo. El resto los amplía. Los vv. 5–11 piden
que los efectos del gobierno se hagan manifiestos para siempre (vv. 5–7) y hasta los fines de la
tierra (vv. 8–11).[Page 82]
EXTENSIÓN DE LOS EFECTOS DEL REINO
Extensión temporal: Para siempre (vv. 5–7)
Extensión geográfica: Todo el mundo (vv. 8–11)

El salmista ruega a Dios que haga florecer la justicia y bienestar desde los días del rey hasta
que el sol y la luna dejen de existir (vv. 5, 7). Desea que el gobernante sea de tanto beneficio para
su pueblo como es la lluvia para la vegetación (v. 6).
La petición tocante a la extensión geográfica del imperio comienza con la tierra prometida (v.
8) y luego aumenta la esfera paso a paso (vv. 9–10) hasta abarcar el resto del mundo (v. 11). Los
dos mares (v. 8), el Mediterráneo y el Muerto, eran los límites occidental y oriental de Canaán
(Números 34:6, 12). Sus fronteras sur y norte eran el río de Egipto y el Eufrates (Génesis 15:18).
En el v. 8, entonces, “la tierra” es aquella que Dios había prometido a Israel. El reino de Salomón
casi llegó a ocupar todos esos “confines”.
El v. 9 extiende el dominio para incluir a los beduinos del desierto que vivían al oriente y sur de
Israel, así como a todos sus enemigos. Luego, el círculo se expande de nuevo, alcanzando a los
monarcas de Tarsis que moraban en el occidente más lejano (tal vez España), los de las costas
del mar Mediterráneo, y los de Sabá y Seba en el sur de Arabia (v. 10). El deseo de este versículo
se cumplió en alguna medida con Salomón (1 Reyes 10:1–10, 22; 2 Crónicas 9:21–24).
El clímax llega en el v. 11. Ningún rey de Israel, ni siquiera Salomón en su mejores épocas,
llegó a ejercer un dominio realmente mundial. Sólo hay un verdadero Rey de reyes que dominará
al mundo, en cuya presencia se doblará toda rodilla (Filipenses 2:9–11; Apocalipsis 19:16).
[Page 83] Salmos 72:12–14
47

¡PENSEMOS!

Según los vv. 12–14, ¿a quiénes ayudará el rey justo?


¿Qué hará por ellos?

Esta estrofa amplía el v. 4. Su primera palabra “porque”, relaciona las dos peticiones del sal-
mo. Se puede rogar con confianza que el rey y su gobierno prosperen porque él defenderá a los
pobres. Es al gobierno justo que Dios dará su shalom.
El v. 12 revela por qué el rey debe librar al menestero so. No es que deba siempre juzgar a su
favor. La ley de Moisés, a la par de sus muchos mandamientos para hacer justicia a los despo-
seídos, deja bien claro que el juez debe ser imparcial, no mostrando preferencia al rico (la tenta-
ción más común), pero tampoco al pobre (Éxodo 23:3; Deuteronomio 16:19).
Más bien, la razón por la cual el rey debe librar al afligido es porque éste no tiene a nadie que
le socorra (v. 12b). No se trata de mostrarle favoritismo, sino de asegurar que se le haga justicia.
Los poderosos tienen medios para defenderse a sí mismos: dinero, contactos, conocimiento del
sistema. En cambio, muchos pobres no saben cómo hacer valer sus derechos. Por lo tanto, son
presa fácil de los opresores. En el v. 4, esta debilidad se recalca también con la expresión “hijos
del menesteroso”. Si los menesterosos están desvalidos, ¡cuánto más sus pequeñuelos! El rey
debe estar atento y accesible para oír el clamor de aquellos que están indefensos, y ser enérgico
para defenderlos de las injusticias.
¿POR QUÉ DEFENDER AL POBRE?
[Page 84] PORQUE NO TIENE QUIEN LE SOCORRA
Llama la atención que el salmo dé esta responsabilidad al rey. Los de arriba tienden a intere-
sarse poco en los problemas de los de abajo. Con frecuencia, los únicos que levantan la voz a
favor de los desposeídos son los jóvenes revoltosos. La Biblia, en cambio, asigna este deber a los
más poderosos de la sociedad (Proverbios 31:1, 8–9).
Los opresores suelen recurrir a la violencia. Matan para apoderarse de los bienes de sus víc-
timas, o para callar a quienes protestan por sus prácticas. A través de sus leyes y la administra-
ción de justicia, el gobierno debe proteger a los oprimidos por tales personas (vv. 13–14). El v.
14a no se refiere a la redención eterna. Más bien, el vocablo que se traduce como “almas” aquí
significa “vida” (así está vertido en el v. 13). La sangre de los pobres será tan preciosa ante los
ojos del rey, que la protegerá de ser derramada, y si no logra esto, no dejará impune a los asesi-
nos (v. 14b). Al fin y al cabo, “aplastará al opresor” (v. 4).
Salmos 72:15–20

¡PENSEMOS!

¿Qué bendiciones piden los vv. 15–17 para el rey y su


pueblo? ¿Qué relaciones hay entre los vv. 18–19 con
el resto del salmo?

Los vv. 15–17 vuelven a pedir bienestar completo para el rey y su pueblo: larga vida (v. 15), ri-
quezas (v. 15), oración a su favor (v. 15), cosechas abundantes (v. 16), crecimiento en la pobla-
ción (v. 16) y fama eterna (v. 17). En fin, se ruega que la dicha del monarca llegue a tal [Page 85]
grado, que sea conocida entre todas las naciones (v. 17; “bienaventurado” significa “dichoso, fe-
liz”).
48
La primera parte del v. 16 resuelve la duda que surgió cuando leímos el v. 3a. Pide que las
cosechas abunden aun en las cumbres de los montes, donde la productividad agrícola es relati-
vamente baja. Si los montes llevan bienestar al pueblo (v. 3a), ¡cuánto más los valles y llanuras!
En los tiempos bíblicos no existía el problema del exceso de población en las ciudades. Más
bien, a veces hacía falta gente para defenderlas adecuadamente (Nehemías 11:1–2). La parte
final del v. 16 ruega que el rey no tenga ese problema.
El salmista reconoce que el único que puede contestar su oración por el rey es Jehová (v.
18b). Cree que el Señor también desea responder, pues él es “Dios de Israel” (v. 18a). Ha esco-
gido a Israel para hacer un pacto con ellos y darles su bendición.
Como Jehová está identificado con su pueblo, su fama será engrandecida juntamente con la
de su rey (comp. v. 19 con v. 17). El deseo que se expresa en los vv. 18–19 de que Jehová sea
alabado (“bendito” aquí significa “alabado”) no sólo es el final de este salmo, sino que juntamente
con el v. 20, marca el final del Segundo Libro de los Salmos.

¡PENSEMOS!

¡Qué relación hay entre el salmo 72 y 1 Timoteo 2:1–


2? ¿Con qué frecuencia ora usted para que sus go-
bernantes sean justos y exitosos? ¿Qué más puede
usted hacer para que sus gobernantes sean justos? Si
fueran más justos, ¿Daría Dios a ellos y a su pueblo
más prosperidad?

¿Sobre quiénes ejerce autoridad usted (en la familia,


el trabajo, la comunidad)? ¿Lo hace [Page 86] con jus-
ticia, o con favoritismo? Entre los que están bajo su
autoridad, ¿quiénes son los más indefensos? ¿Cómo
vela usted por sus derechos? Si es justo, ¿derramará
Jehová sobre usted su shalom?
49
[Page 87]

10
Salmos Mesiánicos I
¿DE QUIÉN HABLAN LOS SALMOS MESIÁNICOS?
Según el Nuevo Testamento, los pasajes de unos quince salmos se cumplieron con la vida,
muerte, resurrección y ascensión de Jesús. Sin embargo, si leemos estos salmos completos, pa-
rece que hablan de algún personaje o situación contemporáneos del autor. ¿Por qué, entonces, el
Nuevo Testamento los aplica a Jesús? En nuestro estudio analizaremos cómo es que se interpre-
taban estos salmos cuando fueron escritos, y por qué son mesiánicos.
Este capítulo expondrá con algún detalle uno de los salmos mesiánicos. Luego, el capítulo 11
definirá varias categorías de pasajes mesiánicos, dando ejemplos de cada uno. Siempre busca-
remos tres aplicaciones: a los tiempos del salmista, a Jesús y a nosotros hoy día.
TRES APLICACIONES DE LOS SALMOS
MESIÁNICOS:
1. A LOS TIEMPOS DEL SALMISTA
2. A JESÚS
3. A NOSOTROS HOY
[Page 88] SALMO 2: UN SALMO MESIÁNICO
Salmos 2:1–3

¡PENSEMOS!

¿Qué grupos actúan en los vv. 1–2? ¿Qué hacen?


¿Contra quiénes lo hacen? Según el v. 3, ¿qué quie-
ren hacer?

El salmo comienza revelando poco a poco una rebelión. Primero nos damos cuenta de que las
naciones (v. 1) y sus gobernantes (v. 2) están tramando “cosas vanas”, es decir, un plan inútil (en
el hebreo el v. 2 está en tiempo presente, como el v. 1; ver la Versión Popular). Luego descubri-
mos que el complot se dirige contra Jehová y su ungido (v. 2c). El ungido es el rey (v. 6), pues en
Israel la manera normal de instalarlo era por medio de la unción (1 Samuel 10:1; 16:13; 2 Reyes
11:12). El ungido por excelencia es el Mesías. De hecho, este nombre significa “ungido”. “Cristo”
significa lo mismo, ya que es la traducción al griego de “Mesías”.
Lo que traman las naciones es para librarse del dominio de Jehová y su rey (v. 3). Los pueblos
que habían sido subyugados a David seguramente procurarían hacer esto. Lo mismo sucederá
cuando la bestia y los reyes de la tierra se reúnan para guerrear contra Cristo en su segunda ve-
nida (Apocalipsis 19:19), y habrá todavía otra rebelión al final del milenio (Apocalipsis 20:7–9).
Pero Hechos 4:25–27 aplica el salmo 2:1–2 a la primera venida en que “se unieron en esta ciudad
contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo
de Israel”.
Entonces, ¿a qué época se refieren los vv. 1–3: a los tiempos de David, a la muerte de Jesús,
a la segunda venida, o al fin del milenio? La mejor respuesta es que se aplican a todos estos pe-
ríodos, y tal vez a otros también.[Page 89]
50
Quizá el salmista tenía en mente solamente su propia situación, pero el Espíritu Santo que lo
inspiró conocía las similitudes entre los tiempos davídicos y el resto de la historia humana. En la
Biblia observamos que Dios lleva a cabo su plan para el mundo repitiendo ciertos patrones. Lo
que él hace en un período a veces anticipa lo que hará en otro. De manera que al escribir sobre
su propia época, David, guiado por el Espíritu, también habló del porvenir. Por cierto, en todo
tiempo los gobernantes se han opuesto a Jehová y su Cristo (1 Corintios 2:6–8).
OPOSICIÓN DE GOBERNANTES A JEHOVÁ Y
SU UNGIDO A TRAVÉS DE LA HISTORIA
SALMO 2:1–3:
1. EN EL IMPERIO DE DAVID
2. EN LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS
3. EN LA SEGUNDA VENIDA
4. AL FINAL DEL MILENIO
5. HOY MISMO
Salmos 2:4–6

¡PENSEMOS!

¿Qué actitudes toma Jehová frente a la rebelión plani-


ficada por los reyes (vv. 4–5)? ¿Qué mensaje tiene
para ellos? (v. 6) ¿Qué era el monte Sion?

Jehová reacciona a la sublevación de las naciones con burla (v. 4) e ira (v. 5). No podrán de-
rrocar a su ungido, porque él mismo lo ha establecido como rey. El monte Sion era una colina de
Jerusalén. Era “santo”, porque [Page 90] Jehová lo había escogido como sitio para su santuario
(Salmos 132:13; Joel 3:17). David reinó allí, así como sus descendientes. Entre ellos está Cristo,
quien gobernará desde el mismo lugar (Isaías 2:2–5; Miqueas 4:7; Apocalipsis 14:1).
Salmos 2:7–9

¡PENSEMOS!

¿Quién habla en estos versículos? ¿Qué relación tie-


ne con Jehová (v. 7)? ¿Qué herencia recibirá de su
padre (v. 8)? ¿Qué hará con ella (v. 9)? ¿Por qué?

Los reyes rebeldes hablaron en los vv. 1–3, y Jehová en los vv. 4–6. Ahora el ungido se ex-
presa. Cita el decreto por medio del cual Jehová anunció que él era su hijo (v. 6). En el antiguo
oriente “mi hijo eres tú” era una fórmula de adopción. Así que cuando Jacob dijo a José: “Tus dos
hijos Efraín y Manasés… míos son”, los adoptó (Génesis 48:5). Lo hizo, no porque fueran huérfa-
nos, sino para que tuvieran parte en su herencia.
De manera similar, Jehová adoptó a David y a los reyes que descendieron de él. Lo hizo para
guiarlos como un padre (2 Samuel 7:14), pero también para darles una herencia (vv. 8–9; Salmos
89:20, 26–27).
PROPÓSITO DE LA ADOPCIÓN:
DAR HERENCIA AL ADOPTADO
51
El paralelismo indica que “yo te engendré hoy” también era una fórmula de adopción. El “hoy”
fue el día en que Jehová estableció su pacto con David (2 Samuel 7:8–16, [Page 91] a esp. v.
14). Para sus descendientes sería el día en que fueran ungidos como reyes.
MI HIJO ERES TU = YO TE ENGENDRÉ HOY = YO TE ADOPTO HOY
El Nuevo Testamento aplica el v. 7 a Jesús en su bautismo (Mateo 3:17 = Marcos 1:11 = Lu-
cas 3:22), su transfiguración (Mateo 17:5 = Marcos 9:7 = Lucas 9:35 = 2 Pedro 1:17), su resurrec-
ción (Hechos 13:33; Romanos 1:4), su ascensión a la diestra del Padre (Hebreos 1:3–5; 5:5) y su
reino milenial (Lucas 1:32; ver Mateo 16:16 y Juan 6:69). Cada uno de estos eventos es un paso
progresivo en el establecimiento de su reino. En cada uno recibe más de la herencia de su Padre.
Por supuesto, Jesús es Hijo de Dios no solamente en el sentido de la adopción. También lo es
por ser engendrado por el Espíritu Santo (Lucas 1:35) y por ser Dios el Hijo desde toda la eterni-
dad (Juan 1:1; 5:17–18; 1 Juan 5:20).
Siendo hijo de Jehová, el rey recibe como herencia el dominio sobre las naciones (v. 8), las
mismas que pensaban sublevarse contra él (vv. 1–3). Si ellas persistieran en su rebelión, el Señor
permitiría a su ungido aplastarlas (v. 9).
Esta profecía se cumplió sólo de manera limitada con David, y todavía menos con sus des-
cendientes. El dominio del hijo de Isaí tal vez haya alcanzado todos los confines de la tierra pro-
metida (sobre la posibilidad de interpretar así “los confines de la tierra”, ver la explicación del sal-
mo 72:8 en el capítulo 9), pero ni siquiera llegó a estar cerca de dominar todos los confines del
mundo.
La promesa de los vv. 8–9 se cumplirá plenamente sólo cuando Cristo regrese a “regir con va-
ra de hierro a todas [Page 92] las naciones” Apocalipsis 12:5; 19:15). Increíblemente, ¡él compar-
tirá con los que seamos creyentes fieles esa misma autoridad! (Apocalipsis 2:26–27)
Las frases “las naciones” y “los confines de la tierra” también se emplean en el Nuevo Testa-
mento para anunciar nuestra responsabilidad misionera (Mateo 28:18–20; Lucas 24:47; Hechos
1:8). A través de nuestros esfuerzos por hacer discípulos en todos los pueblos, el Padre muestra
que ha dado a su Hijo toda potestad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18–20).

¡PENSEMOS!
¿Qué herencia da Dios a sus hijos adoptivos hoy día? (Roma-
nos 8:14–17; Gálatas 4:4–7) ¿Ha sido usted engendrado por
Dios mediante la fe en Cristo? (Juan 1:12–13)

¿Qué hace usted para que el evangelio llegue hasta los confi-
nes de la tierra? ¿Qué hace su iglesia? ¿Qué más deben hacer?

A la luz de Apocalipsis 2:26–27, ¿qué debe usted hacer para


ejercer autoridad sobre las naciones? ¿Lo está haciendo?

Salmos 2:10–12

¡PENSEMOS!

¿Qué consejos da el salmista a los gobernantes re-


beldes (vv. 10–12)? Según la última oración del salmo,
¿a quiénes más se aplican estos consejos?

El salmo se compone de cuatro estrofas de tres versículos. En cada una habla alguien diferen-
te, pero todos se dirigen a los reyes y pueblos rebeldes. En la última estrofa es el salmista quien
52
se expresa. Es el mismo David (Hechos 4:25–26), pero ahora no habla como el [Page 93] ungido,
sino como si fuera otra persona (en el v. 12 no dice “Honradme”, sino “Honrad al Hijo”).
LAS CUATRO ESTROFAS DEL SALMO 2
1. Los rebeldes hablan entre sí vv. 1–3
2. Jehová habla a los rebeldes vv. 4–6
3. El ungido habla a los rebeldes vv. 7–9
4. El salmista habla a los rebeldes vv. 10–12

El autor advierte a los reyes (v. 10) que abandonen sus planes de rebelión y se sujeten a Je-
hová (v. 11) y a su hijo (v. 12). Como ya hemos visto, su hijo era el rey. Cuando el salmo fue es-
crito, era David. El hebreo no distinguía entre mayúsculas y minúsculas. Sin embargo, la mayús-
cula que la Versión 1960 utiliza en “Hijo” nos recuerda que el rey a quien todo gobernante algún
día se tendrá que someter es el Hijo único de Dios.
El consejo del salmista es para el bien de los rebeldes. Si no sirven a Jehová y su ungido, se-
rán destruidos por la ira divina (v. 12). En cambio, si se someten a ellos en confianza, serán bien-
aventurados; es decir, gozarán de verdadera felicidad y prosperidad (ver la explicación de Salmos
1:1–3 en el capítulo 7).
La bienaventuranza amplía la aplicación del salmo para incluir no sólo a los reyes rebeldes,
sino a todos. A cada uno se nos deja la opción: perecer por rebelión contra Dios, o confiar en el
Hijo para recibir su bendición (ver Efesios 2:8–10). Todavía hoy, el camino a la verdadera alegría
es el servicio a Jehová en temor (v. 11).
[Page 94] DOS OPCIONES (SALMO 2:12)
Acción Rebelarse Someterese por fe

Resultado Perecer en el camino Ser bienaventurados

¡PENSEMOS!
¿Se somete usted por fe a Jehová y su Hijo? ¿Cómo lo manifiesta? ¿Qué bienaventuranza
ha recibido?

¿Cómo se opone su pueblo a Jehová y su Hijo? ¿Qué puede usted hacer al respecto?
¿Cómo se oponen sus gobernantes a Jehová y su Hijo? ¿Qué puede hacer usted al respec-
to?
53
[Page 95]

11
Salmos Mesiánicos II
¿Qué características sirven para identificar a los salmos mesiánicos? En este capítulo vere-
mos cuatro clases de textos en el himnario de Israel que Jesús y los autores del Nuevo Testa-
mento aplicaron a Cristo
PASAJES EXCLUSIVAMENTE MESIÁNICOS
El único ejemplo claro de un salmo entero que habla solamente del Mesías, sin referencia a
otro rey, es el Salmo 110. Jesús mismo aseguró que en ese poema David había escrito acerca de
su Señor, el Cristo, y no acerca de sí mismo ni ningún otro rey antiguotestamentario (Mateo
22:41–45 = Marcos 12:35–37 = Lucas 20:41–44).
El salmo 110 se puede dividir en tres partes.
1. Jehová entroniza al Mesías a su diestra como rey (vv. 1–3)
2. Jehová nombra al Mesías sacerdote según el orden de Melquisedec (v. 4).
3. Jehová está a la diestra del Mesías Para pelear por él (vv. 5–7).
Llama la atención el juego de palabras de los versículos 1 y 5. En el 1, el Mesías a está a la
diestra de Jehová, pero en el 5, el Señor está a la diestra del Mesías. En el [Page 96] primer ca-
so, “a la diestra” significa “en posición de favor”, pero en el v. 5 quiere decir “para fortalecerlo”.
DIVISIONES DE SALMO 110
1. Jehová pone al Mesías como rey vv. 1–3
2. Jehová pone al Mesías como sacerdote v. 4
3. Jehová pelea por el Mesías vv. 5–7

Bastantes pasajes del Nuevo Testamento aplican los vv. 1 y 4 a Jesús. El v. 1 aparece citado
en Mateo 22:44 = Marcos 12:36 = Lucas 20:42–43; Hechos 2:34–35; y Hebreos 1:13. Muchos
textos más se basan en este versículo: Mateo 26:64 = Marcos 14:62 = Lucas 22:69; Marcos
16:19; Hechos 5:31; 7:55–56; Romanos 8:34; 1 Corintios 15:25; Efesios 1:20, 22; Colosenses 3:1;
Hebreos 1:3; 8:1; 10:12–13; 12:2; 1 Pedro 3:22. Algunos de estos pasajes dan a conocer que
Cristo reina en el cielo desde su ascensión. Otros hablan de su dominio más visible durante el
milenio, una vez que haya regresado a la tierra.
Toda la enseñanza de Hebreos 4:14–10:39 acerca del sacerdocio de Cristo se fundamenta en
Salmos 110:4 (ver especialmente Hebreos 5:5–10; 6:19–7:28). El salmo profetiza que el Mesías
será tanto rey como sacerdote: Soberano sobre todo el mundo, pero capaz de “compadecerse de
nuestras debilidades” (Hebreos 4:15). “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono…” (Hebreos
4:16).

¡PENSEMOS!

¿Es Jesús su rey y sacerdote? ¿ Tiene usted algún


problema demasiado grande para el Rey? ¿Tiene al-
gún problema demasiado pequeño o vergonzoso para
el Sacerdote?
54

[Page 97] PASAJES CON HIPÉRBOLE


Algunos pasajes describen las experiencias del salmista en lenguaje hiperbólico. Es decir, pa-
ra dar énfasis, usan expresiones exageradas.
HIPÉRBOLE ES:
UNA EXAGERACIÓN PARA DAR ÉNFASIS
Aplicado a los personajes veterotestamentarios, las exageraciones se entienden poéticamen-
te. Sin embargo, se cumplen literalmente en el Mesías. El salmo 22 ofrece varios ejemplos.

¡PENSEMOS!

Lea el salmo 22. ¿Qué versículos parecen hablar de la


experiencia del salmista? ¿Qué partes se podrían
aplicar a Jesús? ¿Cuáles de ellas son citadas en el
Nuevo Testamento? ¿Qué porciones son exageradas
con respecto al salmista pero literales con respecto al
Mesías?

En el salmo 22, David clama a Dios pidiendo que lo salve de ser destruido por sus enemigos.
Hallamos todos los elementos comunes de los salmos de clamor (ver el capítulo 4): Llamado in-
troductorio a Dios (vv. 1–2), angustia del salmista (vv. 1–2), confesión de confianza en Dios (vv.
3–5), angustia (vv. 6–8), confianza en Dios, (vv. 9–10), petición (v. 11), angustia (vv. 12–18), peti-
ción (vv. 19–21), voto de alabanza (v. 22), razón por el voto (vv. 23–24) y, una vez más, voto de
alabanza (v. 25). El salmo concluye con una predicción de cómo Jehová será glorificado cuando
libere al autor de su angustia (vv. 26–31).[Page 98]
Varios pasajes del Nuevo Testamento aplican el salmo 22 a Jesús. El Señor mismo citó el v. 1
cuando estaba clavado en la cruz (Mateo 27:46 = Marcos 15:34), y los espectadores se burlaban
de él como los que miraban con desprecio al salmista (comp. vv. 7–8 con Mateo 27:39, 43). Los
cuatro evangelios informan que los soldados echaron suertes para repartir la ropa de Jesús (Ma-
teo 27:35; Marcos 15:24; Lucas 23:34; Juan 19:23–24), y Mateo y Juan explícitamente señalan
que esta acción cumplió el v. 18. Hebreos 2:13 pone en boca de Cristo las palabras del v. 22 para
demostrar su plena identificatión con los seres humanos.
Una razón por la cual el salmo 22 es mesiánico es que contiene lenguaje que se aplica a Da-
vid sólo como hipérbole, pero a Jesús literalmente. Por medio de la figura del v. 18 el autor quería
decir que sus enemigos buscaban quitarle hasta sus posesiones más íntimas y pequeñas. En
cambio, este versículo se cumplió con toda exactitud cuando Jesús pendía de la cruz. David,
agobiado por sus enemigos, se sentía abandonado por Dios (v. 1; comp. Salmos 13:1). Jesús
vivió emociones semejantes (Mateo 27:46; Marcos 15:34), pues en cierto sentido, el Padre real-
mente tuvo que darle la espalda, ya que él estaba cargando con todos nuestros pecados (2 Corin-
tios 5:21).
Los vv. 14–18 describen poéticamente la angustia de David. Aunque no se cita en el Nuevo
Testamento, su contenido se puede aplicar con bastante literalidad a la crucifixión: Desarticula-
ción de los huesos (v. 14), para cardíaco (v. 14), sed (v. 15), perforación de las manos y los pies
(v. 16), humillación pública (v. 7), repartición de la ropa (v. 18) y muerte (v. 15). ¡Y todo esto se
escribió siglos antes de que se conociera la crucifixión romana!
Los vv. 1–18 pueden considerarse un tipo del sufrimiento de Cristo en la cruz, los vv. 19–21 de
su oració en el huerto de Getsemaní, y los vv. 22–31 de su resurrección y exaltación. La alabanza
universal de Jehová [Page 99] profetizada en los vv. 27–31 no se logró cuando Dios libró a David
de sus enemigos. Sin embargo, en nuestros tiempos Dios es adorado en todas partes del mundo
por la resurrección de Cristo, y algún día todos se postrarán ante él (Filipenses 2:9–11).
55
HIPÉRBOLES DEL SALMO 22 QUE
SE CUMPLIERON CON CRISTO:
1. “Dios mío, por qué me has desamparado” v. 1
2. Descripción del sufrimiento vv. 14–17
3. Repartición de los vestidos v. 18
4. Alabanza mundial de Jehová vv. 27–31

Hay otros dos ejemplos más de hipérboles que se cumplen literalmente en Jesús (comp. Sal-
mos 34:19–20 con Juan 19:36, y Salmo 16:10–11 con Hechos 2:25–31).

¡PENSEMOS!

El sufrimiento y exaltación de David anticipaban lo


que sucedería con Jesús. ¿En qué sentido corres-
ponden nuestros sufrimientos y exaltación a los de
Jesús? (Romanos 8:17; Hebreos 2:18; 12:2–4) ¿Qué
consuelo y ánimo le da esto en tiempos de sufrimien-
to?

SALMOS REALES QUE SE APLICAN AL REY DE REYES


Algunos pasajes de los salmos reales se prestan para describir al Mesías y su gobierno. Mu-
chos de ellos son también hiperbólicos. Hablan de la extensión y justicia del gobierno y del rey en
términos que se cumplen cabalmente sólo en el Mesías.[Page 100]
Un ejemplo es Salmos 2 (ver el capítulo 10). Aunque no son citados como mesiánicos en el
Nuevo Testamento, también podrían incluirse en esta categoría los Salmos 72 (ver el capítulo 9) y
89 (especialmente los vv. 22–27).
PASAJES CON TIPOS MESIÁNICOS SENCILLOS
Algunos salmos mesiánicos en su contexto original no hablan directamente del Mesías, ni del
gobierno del rey, ni utilizan mucho lenguaje hiperbólico. Sin embargo, traen a colación experien-
cias semejantes a las que tendría siglos después el Mesías. La correspondencia que existe entre
los eventos antiguotestamentarios y los que suceden con el Mesías se llaman “tipos”.
Salmos 41

¡PENSEMOS!

¿Qué hay en el Salmo 41 que muestra que no habla


directamente acerca de Jesús? Según Juan 13:18,
¿cómo se cumplió el v. 9?

Este poema es un salmo de clamor (ver el capítulo 4). Nuestra primera impresión es que no
tiene nada que ver con el Mesías. Más bien, David pide que Jehová le sane de una enfermedad
grave para que él pueda derrotar a sus enemigos. La confesión de pecado en el v. 4 definitiva-
mente no puede referirse a Jesús.
Sin embargo, en Juan 13:18 Jesús anunció que el v. 9 se cumpliría con la traición de Judas.
Así como el amigo íntimo de David le había pagado mal por bien, de la misma manera el discípulo
trataría a su Señor. De modo que la experiencia del salmista resultó siendo un tipo de lo que pasó
con Jesús. Tal vez esta correspondencia tenga mayor relevancia porque: (1) el autor del salmo
56
fue David, un tipo del Mesías en muchos sentidos, y (2) el [Page 101] v. 12 contiene lenguaje
hiperbólico que se ha cumplido literalmente con Jesús.

¡PENSEMOS!

¿Puede el cristiano “alzar su calcañar” contra Cristo?


¿Cómo puede hacerlo? ¿Lo hace usted de alguna
manera? ¿Qué debe hacer al respecto?

Salmos 69
El Nuevo Testamento también toma este salmo davídico como típico del sufrimiento de Jesús.
De nuevo, la confesión de pecado (v. 5) demuestra que el poema no es una profecía directa so-
bre el Mesías. Sin embargo, el v. 4 se aplica a Jesús en Juan 15:25, el v. 9a en Juan 2:17, el v.
9b en Romanos 15:3, y el v. 21 en Juan 19:28–29. Los vv. 8 y 21 son figuras de la angustia del
salmista, pero se cumplieron literalmente en la vida y muerte de Jesús.
Salmos 8

¡PENSEMOS!

¿De qué hombre hablan los vv. 4–8? ¿A quién se apli-


ca este pasaje Hebreos 2:6–9? ¿Por qué?

Este salmo alaba a Jehová por el lugar exaltado que ha dado al ser humano en el universo.
No hay evidencia de que el autor haya tenido en mente al Mesías. El “hombre” (v. 4) es el ser
humano en general, y el paralelo “el hijo del hombre” es un modismo hebreo que significa lo mis-
mo.
Hebreos 2:6–9 anota una correspondencia entre la posición del ser humano de Salmos 8:4–6
y la trayectoria de Cristo. En su encarnación, el Hijo fue hecho “un poco menor que los ángeles”,
pero ya ha sido “coronado de gloria y de honra”. De manera que, Dios ha sujetado bajo sus pies
todo, incluso a los ángeles mismos.[Page 102]
¿Por qué el autor de Hebreos aplicó a Cristo un salmo acerca de la humanidad en general?
Jesús es el hombre por excelencia (Hebreos 2:10–18). Si en algún sentido Dios puso toda la
creación bajo autoridad humana, ¡cuánto más Jesús tiene autoridad sobre ella! De nuevo la
hipérbole juega un papel importante aquí. No todo está bajo los pies del ser humano en general,
pero sí de Jesús (Hebreos 2:8–9).
CLASES DE PASAJES MESIÁNICOS
1. Profecía directamente mesiánica
2. Hipérboles que se cumplen en el Mesías
3. Salmos reales que se aplican al Rey de reyes
4. Tipos mesiánicos sencillos
57
[Page 103]

12
Salmos Imprecatorios
“Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña”. ¿No le horroriza esta “bienaven-
turanza”? ¿Quién sería capaz de expresarla? Tal vez a todos nos moleste hallarla al final del sal-
mo 137. ¿Cómo puede la Biblia aprobar semejante sentimiento? ¿Debemos desear venganza de
nuestros enemigos? ¿No contradice esto la enseñanza de Jesús? Estas son algunas de las pre-
guntas difíciles que buscaremos contestar en nuestro estudio de los salmos imprecatorios.
¿QUE SON LOS SALMOS IMPRECATORIOS?
“Imprecar” significa “proferir palabras con que se expresa el vivo deseo de que alguien sufra
un mal o daño”. Por lo tanto, las palabras que se profieren son “imprecaciones”, y los salmos que
las contienen son llamados salmos imprecatorios.
Hay bastantes imprecaciones en los Salmos. Incluyen 5:10; 9:19; 10:15; 17:13; 28:4; 31:17–
18; 35:4–8, 26; 40:14–15; 54:5; 55:9, 15; 56:7; 58:6–8; 59:5, 11–15; 68:1–2; 69:22–28; 70:2–3;
71:13; 79:6, 10, 12; 83:9–17; 94:1–2; 104:35; 109:6–20, 29; 118:9–17; 137:7–9 y 141:10. Algunas
emplean lenguaje muy fuerte (ver especialmente 109:6–13; 137:9). Para tratar de entender estas
maldiciones, primero estudiaremos el Salmo 35, analizando algunas características relevantes de
las imprecaciones. Luego nos [Page 104] preguntaremos a la luz del Nuevo Testamento, qué po-
demos aprender de los salmos imprecatorios para nuestra vida.
SALMO 35: UN SALMO IMPRECATORIO
Contenido de las imprecaciones

¡PENSEMOS!

Lea todo el salmo 35. ¿Cuál es su propósito principal?


¿Qué elementos comunes con los salmos de clamor
(ver 1a lista en el capítulo 4) están presentes? ¿Qué
versículos contienen imprecaciones? ¿A cuál de los
elementos de los salmos de clamor pertenecen las
imprecaciones? ¿Qué males desea David para sus
enemigos?

El salmo 35, como casi todos los imprecatorios, es de clamor. Comienza con un llamado intro-
ductorio a Jehová (vv. 1–3). La petición por liberación también se oye desde el primer versículo.
David ruega a Dios que le salve de sus enemigos (vv. 1–3) y los castigue (vv. 4–8). Luego prome-
te alabar al Señor por la liberación (vv. 9–10) y expone su angustia (vv. 11–16). El resto del salmo
recalca y amplía los elementos ya vistos: petición por liberación (vv. 17, 19, 22–27), voto de ala-
banza (vv. 18, 28) y expresión de angustia (vv. 20–21).
Las imprecaciones están en los vv. 4–8 y 26. David pide que sus enemigos sean avergonza-
dos (vv. 4, 26), removidos (v. 5), afligidos por el ángel de Jehová (vv. 5b–6) y destruidos por el
mismo mal que ellos han tramado para él (vv. 7–8).
La primera maldición (v. 4) es igual a la última (v. 26). Ruega que los enemigos sean pública-
mente humillados mediante el fracaso de sus planes para destruirlo.[Page 105]
58
Aunque los enemigos parecen inconmovibles, David pide que el ángel de Jehová los arrase
como un viento recio se Ileva al tamo (v. 5; ver la explicación de Salmos 1:4 en el capítulo 7). El
ángel de Jehová es la manifestación de Dios mismo (ver Jueces 13:21–22).
David cambia la figura en el v. 6. Ahora pide que la vida de sus enemigos sea como un camino
peligroso, oscuro y resbaladizo, y que en esa senda tan difícil de transitar se sientan temerosos
por la persecución del ángel de Jehová. ¡Qué contraste con la protección que el justo recibe del
mismo ángel de Jehová! (Salmos 34:7; curiosamente estos dos salmos consecutivos son los úni-
cos que mencionan al ángel de Jehová).
El salmista desea para sus enemigos destrucción repentina y completa (v. 8). El quebranta-
miento será justo; es el mismo fin que ellos han maquinado para él (vv. 7–8). En la figura de estos
versículos la red no es para pescar, sino para cazar.
MALES QUE SE DESEAN EN LAS
IMPRECACIONES DEL SALMO 35
1. Humillación
2. Eliminación
3. Persecución por el ángel de Jehová
4. Destrucción
Características de las imprecaciones

¡PENSEMOS!

¿Qué relación hay entre las imprecaciones (vv. 4–8,


26) y las peticiones de liberación? (vv. 1–3, 17, 19–25)
¿Qué evidencias hay de que la causa del autor es jus-
ta? ¿Cómo será glorificado [Page 106] Dios si ejecuta
las imprecaciones expresadas por el autor?

En el salmo 35 hallamos muchas de las características relevantes de las imprecaciones bíbli-


cas.
1. Las imprecaciones forman parte del clamor del autor. Sus enemigos buscan su muerte (v.
4). En su angustia ruega a Jehová salvarlo (v. 3). Para él, la destrucción de sus enemigos es ne-
cesaria para que él se libre de ellos. Pide que Jehová los acabe a fin de que no le sigan acosando
(Salmo 17:13).
2. Las imprecaciones son justas. David desea para sus enemigos exactamente lo que ellos
traman en su contra (vv. 7–8). Además, su causa es justa (v. 27). Ellos le han devuelto mal por
bien (vv. 12–16). ¡David estaba dispuesto a proferir una imprecación contra sí mismo, si él hubie-
ra cometido semejante traición! (Salmos 7:3–5) Sin embargo, él ha sido siervo de Jehová (v. 27).
Por lo tanto, ruega que Dios le haga justicia (vv. 23–24). No pide más.
3. Los enemigos son malos: asesinos (v. 4), despojadores (v. 10), mentirosos (vv. 11, 20),
traidores (vv. 12–16) y hacedores de mal sin causa (vv. 7, 19). David sabía que tales personas
eran enemigas de Jehová también, y que él había prometido destruirlas (Éxodo 20:5; Salmos 5:5–
6; 52:1–5; 55:19, 23; 75:7–8; 139:19–22). Al pronunciar imprecaciones sobre los que aborrecían a
Dios, David se ponía de acuerdo con los designios divinos para ellos.
4. Las imprecaciones son expresiones de confianza en Jehová (Salmos 55:15–19; 56:3–7;
59:9–10). Los salmistas no recurren a las maldades de sus enemigos para vengarse, sino que
encomiendan su causa al Juez justo (vv. 23–24; Salmos 94:20–23).
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5. Los salmos imprecatorios se preocupan por la gloria de Dios. Señalan que él será magnifi-
cado por la destrucción de los enemigos, no solamente porque el salmista mismo se encargará de
alabarlo (vv. 9–10, 18, 28. Para ver [Page 107] un ejemplo, ver Salmos 9), sino también porque la
gente recta lo exaltará por demostrar su justicia (v. 27; 11:5–7; 58:10–11).
Mientras los malvados prosperen en sus fechorías, la fama del Rey divino estará en entredi-
cho (Salmos 10:1–13; 79:6–7, 10, 12). David reconocía que como rey humano él era responsable
de castigar a los injustos (Salmos 101:3–8). No podía esperar menos de Jehová. Era necesario
que el Señor juzgara a los malvados para que la gente, aun la pagana, reconociera que él es Dios
de poder y justicia (Salmos 58:10–11; 59:12–13; 62:11–12; 64:7–9; 83:13–18). Un aspecto parti-
cular de su justicia que Jehová demostraba al ejecutar las imprecaciones era dar protección a los
pobres y otros indefensos frente a sus opresores (v. 10; 10:12–18; 146:7–9).
Puesto que en los tiempos antiguotestamentarios había poca revelación clara acerca de la vi-
da después de la muerte (Salmos 6:5; 88:10–12; 115:17), el salmista no tenía la seguridad de que
Jehová rectificaría todas las injusticias en un juicio después de la muerte. Por eso, urgía al Señor
a que demostrara su justicia durante su vida terrenal (Salmos 119:84).
CARACTERÍSTICAS DE LAS IMPRECACIONES
EN LOS SALMOS
1. Son parte del clamor por liberación del enemigo
2. Son justas.
3. Concuerdan con los planes divinos para los malos.
4. Expresan confianza en Dios.
5. Buscan la gloria de Dios.
[Page 108] Las imprecaciones y el cristiano

¡PENSEMOS!

¿Qué podemos aprender para nuestra vida de los


salmos imprecatorios? ¿Qué aspectos de ellos no de-
bemos imitar?

Lo que no debemos imitar. Jesús nos enseña claramente que no debemos proferir impreca-
ciones contra nuestros enemigos personales, sino amarlos, bendecirlos, hacerles bien y orar por
ellos (Mateo 5:44; comp. Romanos 12:14). Varias verdades neotestamentarias, las cuales no se
entendían en forma clara durante los tiempos del Antiguo Testamento, nos dan una perspectiva
para comprender y obedecer este mandamiento.
1. Jesús ha muerto por los pecados de todo el mundo. Ahora podemos perdonar a nuestros
enemigos y pedir que Dios también les perdone, porque su Hijo ya pagó el castigo que ellos me-
recen (comp. 2 Crónicas 24:22 y Jeremías 18:23 con Hechos 7:60 y 2 Timoteo 4:16).
2. El Espíritu Santo hace una obra de conversión mucho mayor que en el Antiguo Testamento.
En vez de suplicar a Dios que castigue a nuestros enemigos, ahora podemos rogarle que los
haga nuestros hermanos en Cristo.
3. Más allá de esta vida, Dios castigará a los malhechores (Apocalipsis 21:8) y recompensará
a sus hijos que han sufrido injustamente (1 Pedro 2:19–23). Por lo tanto, ahora no tenemos que
pedir que Dios nos haga justicia completa durante esta vida. En vez de responder a las injusticias
con imprecaciones, podemos imitar a Cristo, descansando en la seguridad de que Dios nos hará
justicia en forma perfecta, aunque sea después de la muerte (1 Pedro 2:23).
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4. Algunas de las imprecaciones se expresan contra pueblos enemigos (Salmos 137:7–9). Hoy
la iglesia de [Page 109] Cristo existe entre las naciones. La razón de su existencia es la misión
que tiene que cumplir: ser bendición al mundo. Entonces, en lugar de clamar a Jehová por ven-
ganza contra los países enemigos, podemos orar por su conversión al evangelio.
Lo que debemos imitar. Entonces, no debemos proferir imprecaciones contra aquellos que nos
tratan mal. Sin embargo, los salmos imprecatorios todavía nos sirven de modelo en algunos as-
pectos.
1. Todavía debemos confiar en el Juez de toda la tierra para que él nos haga justicia, en vez
de tomar venganza con nuestras manos (Romanos 12:17, 19).
2. Debemos pedir que Dios manifieste su justicia en nuestro medio (Mateo 5:6; 6:10). Esto im-
plica orar por las autoridades que nos gobiernan, para que Ileven a cabo su responsabilidad de
castigar a los malhechores y alabar a los que hacen el bien (1 Pedro 2:14), salvar al menesteroso
y aplastar al opresor (Salmos 72:4). También implica anhelar la venida de Cristo (Mateo 6:10),
cuando él hará justicia a sus escogidos que claman a él (Lucas 18:7–8) y vengará sus sufrimien-
tos (Apocalipsis 6:9–11).
3. Debemos tener la plena seguridad de que Dios castigará a aquellos que se le oponen. En el
Nuevo Testamento el castigo se presenta en forma aun más horrible que en el Antiguo. Ahora
sabemos que más allá de la muerte espera a los inconversos un castigo eterno (2 Tesalonicenses
1:8–9; Apocalipsis 20:10, 15).
4. Debemos preocuparnos por la gloria de Dios. En algunos casos, esto puede significar pedir
al Señor que castigue a los que se oponen al evangelio, ya sea obstaculizando su avance
(Hechos 13:6–12; Apocalipsis 6:10), o desvirtuándolo mediante falsas enseñanzas (Gálatas 1:8–
9).[Page 110]
APLICACIONES ACTUALES
DE LOS SALMOS IMPRECATORIOS
1. Confiar en Dios para que él nos haga justicia
2. Orar por la justicia en la sociedad
3. Orar por la venida de Cristo
4. Creer en el castigo eterno de los inconversos
5. Orar contra los enemigos del evangelio

¡PENSEMOS!

¿Cuándo fue la última vez que usted pidió a Dios que su gobier-
no castigue a los malhechores y opresores? ¿Cuándo fue la úl-
tima vez que le rogó que viniera Cristo? ¿Cree que debe pedirle
que castigue a los enemigos del evangelio? A la luz del estudio
de este capítulo, ¿qué cambios debe hacer en sus oraciones?
¿Confía en que Dios le hará justicia? ¿Cómo afecta esta confian-
za sus reacciones con aquellos que le tratan mal?

¿Está convencido de que Dios castigará eternamente a los que


no creen en Cristo? ¿Cómo le motiva esto a compartir el evange-
lio con otros? ¿Cómo afecta a su visión misionera?

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