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Imitación, innovación y apoyo institucional.

Estrategias de penetración en los mercados internacionales de la industria


armera vasca durante el siglo XX.
VIII Congreso de la Asociación Española de Historia Económica.
Santiago de Compostela Septiembre 2005.

Igor Goñi Mendizabal


Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea

"Esto no ha sido obstáculo para que los eibarreses, con sus modestos capitales,
hayan creado en su estrecho barranco, uno de los centros de producción de armas
mundiales y un núcleo industrial que dentro de su pequeñez, posee unas
complicaciones y un carácter cosmopolita, que no lo tiene ninguna gran industria
peninsular (...)., en la pequeña villa de Eibar se sienten los ecos de los más
abigarrados mercados de Europa o de América y se ve al pequeño industrial de
ampuloso vientre y blusa larga, hablar de la manera de vencer la resistencia de los
aranceles de un país de primera magnitud, o de triunfar de la baratura de las armas
de Bélgica y los Estados Unidos. Docenas de eibarreses sin más bagaje que su
vascuence y su mal castellano y francés se lanzan o se han lanzado a Rusia, a los
Balcanes, a América del Norte, como viajantes, exportando sus armas y lo que es
bien triste, haciéndose la competencia entre ellos." Ramón Belausteguigoitia.
Revista Información. 14 Agosto de 1923.

Introducción
El objetivo del siguiente trabajo no es otro que el de mostrar algunas de las estrategias
utilizadas por la industria armera vasca durante el siglo XX. Para ello me he centrado
principalmente en las tres citadas en el título: imitación, innovación y apoyo institucional. En
los casos de algunas empresas, estas estrategias convivieron en períodos relativamente
prolongados, pero siendo mi intención el abarcar el conjunto del sector, debo decir que la
tercera de ellas tuvo escasa repercusión durante la primera mitad del siglo. Mas bien al
contrario, las referencias de que disponemos nos muestran cierta indiferencia del Estado por
promover el desarrollo de la industria privada de fabricación de armas.
Debo prevenir también al lector, de que este trabajo se va a centrar principalmente en una
de las ramas de la producción, las armas cortas. Una de las razones para ello es que las fuentes
disponibles sobre la fabricación de armas largas, escopetas de caza sobre todo, son escasas
siendo mayor la información sobre la comercialización de pistolas y revólveres. Por otro lado,
se da la casualidad, de que eran estas últimas las que mayor predicamento tenían en los
mercados exteriores y quizá por ello, las más adecuadas para ser tratadas en este trabajo. Como
consecuencia del importante incremento de las exportaciones, el sector creció de forma
continuada desde la década de los 80 del siglo XIX hasta lograr su máximo histórico en el año

1
1917. Por tanto nos encontramos ante un sector que sin disponer de un mercado interior
suficiente, se lanzó a la competencia internacional con cierto éxito. A partir de esa fecha el
declive fue casi continuo exceptuando momentos coyunturales, en los que, como veremos, las
estrategias citadas jugaron un papel determinante.
Al final del texto se ha incluido un anexo con ilustraciones de algunas de las armas
citadas en el texto, para que el lector se haga una idea más concreta de lo que se trata en
algunas partes del mismo.

1. La imitación, principal estrategia de la industria armera vasca 1876-1918


La industria armera vasca se caracterizaba a principios del siglo XX por la
preponderancia que las armas cortas tenían en el conjunto del sector. Desde el final de la última
guerra carlista el Estado dejó de acudir a la industria vasca para suministrarse de las armas
necesarias para sus ejércitos. Ante la inexistencia de esa demanda, los fabricantes eibarreses
fueron sustituyendo la fabricación de armas de uso militar, sin salida en el mercado civil, por
las denominadas armas comerciales, es decir, armas de caza y revólveres y pistolas para la
defensa personal.
La estructura de la industria, mantenía, en cierto modo, el modelo que había representado
la antigua Real Fábrica de Placencia de las Armas era el siguiente, había una serie de empresas
montadoras, poseedoras de las patentes de las armas, subcontrataban la elaboración de piezas a
pequeños talleres de Eibar y localidades limítrofes. Estas piezas, una vez elaboradas eran
unidas conformando el arma que posteriormente la empresa montadora se encargaba de
comercializar1. Este tipo de estructura era común a otros centros armeros europeos como
Birmingham, Suhl, Saint Etienne o Lieja, pero para el caso de las armas finas de caza que se
fabricaban de forma artesanal. En el caso de las armas de caza de calidad media y las armas
cortas, hacía tiempo que estas ramas de la producción se habían integrado en el sistema de
fábrica, con maquinaria moderna y producción en serie.
A pesar de seguir manteniendo la actividad armera características de corte artesanal, la
producción creció enormemente a partir de finales de la década de los 80 del siglo XIX. En este
crecimiento jugaron un papel importante desde el punto de vista de la oferta la introducción de
la energía eléctrica, y desde el punto de vista de la demanda la cada vez mayor integración de
los mercados internacionales2. El acceso a amplios mercados que permitieran su crecimiento se
vio facilitado por la instalación durante esa década de las infraestructuras necesarias para ello,

1
Echevarría (1968) y Paul Arzac (1976)
2
Catalán (1990)

2
con una estación telegráfica en 1883 y la construcción de un ramal de ferrocarril que pasara por
Eibar en 18873. Los datos nos ofrecen una visión en la que se observa claramente que el
crecimiento de esta industria se basó principalmente en el aumento de las exportaciones de
armas cortas, siendo estas las que mejores posibilidades ofrecían para competir en los mercados
internacionales. Las armas largas, aun siendo de gran calidad, no estaban en condiciones de
competir con las de origen extranjero por ser su precio demasiado elevado, por lo que sus
ventas se dirigieron principalmente al mercado interior.
¿Cómo consiguieron las armas eibarresas penetrar con éxito en los mercados
internacionales?
La estrategia utilizada por las empresas eibarresas del sector vino en parte dada por las
circunstancias en que le tocó desenvolverse y que intentaron aprovechar al máximo de sus
posibilidades. Como se ha dicho más arriba, el Estado dejó de utilizar la industria armera vasca
para el suministro de armas para sus ejércitos desde el final de la última guerra carlista. La
inexistencia de grandes contratos públicos imposibilitó la creación de una gran fábrica en el
País Vasco. Una factoría de estas dimensiones podría haber afrontado, con ciertas garantías, la
modernización necesaria para iniciar la fabricación en serie de armas. Por tanto, las pequeñas
empresas eibarresas debieron recurrir, también en la fabricación de revólveres, a la misma
estructura artesanal utilizada en la fabricación de escopetas de lujo.
En ese contexto era difícil conseguir fabricar un producto de calidad a precios
competitivos, ya que los pequeños talleres subcontratados necesitaban utilizar aceros de menor
calidad para poder trabajarlos con el mínimo de maquinaria. Además, el retorno al
proteccionismo a partir de 1891 impidió conseguir los mejores materiales utilizados por los
competidores extranjeros a precios los suficientemente ventajosos. Esto llevó a la industria
armera a intentar aprovechar un segmento del mercado donde aún tenía alguna posibilidad, el
de las armas baratas y de baja calidad. Para ello se apoyó en dos pilares fundamentales. Por un
lado, la legislación española, que facilitaba la imitación de los modelos fabricados en otros
países, y por el otro, la inexistencia de un Banco Oficial de Pruebas en España, permitieron
reducir los precios a costa de la calidad.
La legislación española sobre armas había restringido desde siempre el uso de las armas
cortas en el interior del país, ya que eran susceptibles de ser utilizadas en delitos, mientras que
existía una mayor permisividad en torno a las armas de caza. Los inventores de armas, ante la
escasa importancia del mercado español no demostraron un excesivo interés por fabricar sus
modelos en España aunque la mayoría de ellos registraron sus de patentes. Pero la ley de

3
Múgica (1908) pp. 378-388

3
patentes española exigía, para mantener la protección sobre los derechos del inventor, que en
un plazo muy corto de tiempo el invento en cuestión fuera puesto en práctica. Si no lo hacía
éste pasaba a ser de libre disposición para quien quisiera utilizarlo 4. Esto permitió a los armeros
vascos acceder con facilidad a la tecnología de los innumerables modelos de armas y sistemas
que aparecieron durante aquellos años, lanzándose a fabricar todo tipo de revólveres y pistolas.
Estos tenían la apariencia de los modelos originales pero, al ser fabricados con aceros de peor
calidad y escasa maquinaria, no ofrecían las mismas prestaciones de calidad que aquellos.
La cuestión del Banco Oficial de Pruebas es importante para entender hasta que punto
consiguió refinarse esta estrategia. En casi todos los centros armeros europeos se habían creado
a lo largo del siglo XIX unas instituciones de carácter independiente que sometían a las armas
de fuego a unas pruebas de funcionamiento. Estas pruebas garantizaban un mínimo de calidad
en las armas, asunto extremadamente importante porque estaba en juego la integridad del
usuario de las mismas. Una vez probadas, las armas eran marcadas con el sello de la
institución, lo que garantizaba al consumidor que el producto adquirido cumplía los requisitos
mínimos exigidos para su buen funcionamiento.
Estos establecimientos, con el paso del tiempo, adquirieron un rango de oficialidad
regulado por ley, que los convertía en garantes de la calidad de todas las armas fabricadas en el
país, pasando la prueba a ser obligatoria. Los países que disponían de este tipo de instituciones,
tenían firmados tratados internacionales que homologaban las pruebas y reconocían las marcas
de sus respectivos bancos oficiales, por lo que las armas sólo se veían obligadas a pasar las
pruebas una vez. En el caso de que un arma procedente de un país que no dispusiera de Banco
Oficial integrado en el tratado entrara en uno que sí lo tuviera, el arma importada debía
someterse a las pruebas del Banco del país de destino para poder ser comercializada. España
era uno de aquellos países donde no existía un establecimiento oficial de este tipo.
En Eibar desde antiguo había existido un Banco de Pruebas de cañones creado por los
propios fabricantes, pero carecía de oficialidad alguna y la prueba no era obligatoria, por lo que
las armas exportadas a países como Bélgica, Francia o Inglaterra debían ser testadas en el
banco oficial de aquellos países, donde en el caso de que la superaran se les marcaba con el
punzón correspondiente.
Las armas eibarresas, a pesar de ser de menor calidad, llegaban a esos países
completamente terminadas, por lo que debido a los tratamientos recibidos por el acero, veían
incrementada su resistencia. Al cerciorarse de que sus armas, una vez probadas iban a llevar
incorporado el sello de una institución de prestigio, como por ejemplo, la del Banco Oficial de

4
Saiz (1999) p278

4
Pruebas de Lieja, las empresas eibarresas comenzaron a comercializar sus armas,
desprestigiadas en los mercados por su escasa calidad, a través de Bélgica ocultando su origen.
Otros, más oportunistas, comenzaron a registrar sus armas bajo nombres que hicieran pensar a
los consumidores que estaban adquiriendo productos originales de Bélgica o de otro país
distinto a España5. Estas armas al incorporar la marca del Banco de Pruebas de aquel país
verían incrementada su credibilidad. En muchas ocasiones, esta estrategia era compartida con
comerciantes de aquellos países, que registraban las marcas comerciales en Bélgica y llevaban
las armas al Banco de Pruebas como si fueran de su fabricación aunque su verdadero origen
fuera español6. Los obreros belgas, conscientes de que esto se estaba dando y de que era
contrario a sus intereses denunciaron el problema, ya que sus armas, al ser probadas en blanco,
con el acero sin tratar, debían pasar mayores exigencias de calidad que las extranjeras7. Pero las
instituciones belgas no daban entonces importancia al fenómeno, ya que consideraban el
número de armas españolas probadas en el banco de pruebas en esas fechas como
insignificante8 y las pruebas de cualquier tipo de fraude inexistentes. En el siguiente cuadro se
ofrece una pequeña muestra de algunas de las marcas comerciales utilizadas por los fabricantes
eibarreses, lo que nos da idea de la magnitud del fenómeno9.

5
Al carecer Estados Unidos también de prueba obligatoria alguna, muchas de las armas eibarresas eran marcadas
con nombres de origen anglosajón.
6
Este sería el caso de Esperanza y Unceta, que durante el año 1912 envió pistolas a sus representantes en Lieja,
Thieme y Edeler, pistolas con la siguiente inscripción “Manufacture Liégeoise d´armes á feu-soc-du, Liége
(Bélgique) Patent Nº51.350”. Estas armas, después de pasar las pruebas en Lieja iban a ser destinadas a Estados
Unidos. Libro copiador de cartas de Esperanza y Unceta.
7
"Il semble que les armuriers d'Eibar se préoccupent de nous faire une concurrence plus directe encore. Ils
cherchent à établir une certaine confusion entre leurs produits et le nôtres. Depis quelques années, ils ont éprouvé
au banc d'épreuves de Liége des armes qui reçoivent ainsi le marque de la fabrique Liegeoise. Cepedant les armes
espagnoles, lorsque'elles subissent l'épreuve, toutes finies résistent mieux à celle-ci, tandis que les armes
liégeoises sont en blanc.
Cést pour parer à cet inconvénient que nous demandons que les armes espagnoles soient soumises identiquement
à la même épreuve que les armes liegeoises.
Le Gouvernement belge purrait peut-être se refuser à donner la marque de líndustrie liégeoise à des produits qui
n'ont pas été fabriques dans nos régions." L'Armurerie Liegeoise, 1 Enero 1908
8
Entre el 3 de agosto de 1908 y el 26 de julio de 1909 se probaron en el banco Oficial de Pruebas de Lieja 712
revólvers y 29 pistolas de origen español frente a un total de 615.242 y 160531 respectivamente. L'Armurerie
Liegeoise, 1 Enero 1908
9
Para un estudio más amplio sobre las marcas en la industria armera vasca ver Calvó (1997).

5
Cuadro 1. Algunas de las marcas utilizadas por los fabricantes de armas del País Vasco
ACTION INDIAN
ALAMO RANGER JO.LO.AR.
ALFA KLESEWSKI
ALKAR LA COSMOPOLITA
ASTRA LIBERTY
AVANT LIGHTNING
BRISTOL MILITARY
BRONCO MINERVE
BRUNSWIG MITRALLEUSE
BUFFALO ONA
BULBARK PATHFINDER
COLIBRI PRINCEPS
COLONIAL RECORD
DEK-DU REGENT
DOUGLAS RUBY
DREADNOUGHT SCOTLAND
EL GALLO STAR
EL TANQUE TERRIBLE
EXCELSIOR TITANIC
FORTUNA VELOBROW
GUARDIAN VICTORIA
HISPANIA WALKY-VINCITOR
HORSE DESTROYER WALMAN
Fuente: Calvó (1997)

Así fue como proliferaron los fabricantes de armas eibarreses, convirtiéndose cualquier
pequeño taller regentado por un armero con una formación básica, conocimientos técnicos
adquiridos mediante el aprendizaje empírico y que escasamente hablaba el castellano, en una
empresa relativamente floreciente que operaba en mercados distantes, luchando sin complejos
con los más importantes fabricantes europeos. Los modelos fabricados fueron innumerables,
aunque los que más presencia tuvieron en la producción de aquellos años fueron los revólveres
Velodog10. Se trataba de un tipo de revólver de reducidas dimensiones y peso, pensado para la
defensa personal y fácilmente ocultable en el interior de un bolsillo del pantalón o de la
chaqueta. Estos modelos eran muy baratos, pero incluso en modelos de mayor entidad y calibre
los precios eran, en algunos casos, sorprendentemente bajos. Los datos cuadro 2 nos muestran
cómo algunos fabricantes pretendieron huir de la tendencia general. Así, empresas como Orbea
y Cía. o Gárate Anitua y Cía. en el caso de los revólveres, Esperanza y Unceta y Bonifacio
Echeverría en las pistolas automáticas, y Víctor Sarasqueta en las escopetas de caza, intentaron
integrar la mayor parte del proceso de producción en un mismo edificio, invirtieron en la

6
adquisición de maquinaria moderna y empezaron a utilizar materiales de mayor calidad. Por
esta razón, los precios de los productos de estas compañía, solían ser, por regla general,
superiores a los de la mayoría de los productores y de ahí las enormes diferencias que se dan
entre los máximos y mínimos de cada modelo.

Cuadro 2. Precios máximos y mínimos que se cobraban por cada tipo de arma en Eibar
en Junio de 1915
Precio mínimo Precio máximo
Pistolas automáticas
Pistola automática 6,35mm 13 pts. 27 pts.
Pistola automática 7,65mm 15 pts. 35 pts*.
Revólveres
Calibres 38-44 (Smith o Colt) 5 pts. 35 pts.
Nagant cal. 7,62mm 6,50 pts. 20 pts.
Bulldog, Velodog (cal 5-8mm) 3 pts. 20 pts.
Puppy 4 pts. 9 pts.
Escopetas
Escopetas de pistón 8,50 pts. 21 pts.
Escopetas de caza 14 pts. 180 pts.<**
Carabina de salón 7,50 pts. 23 pts.
* En este calibre Bonifacio Echeverria fabricaba una pistola de cargador de 10 tiros, poco común, que
cobraba a 40 ptas.
** Esto sería un precio mínimo , la escopeta más cara que cobraba Victor Sarasqueta según un catálogo de
1901 ascendía a 3.000 ptas.
Fuente:Archivo Municipal de Eibar.

El ejemplo más claro del seguimiento de la estrategia de la imitación por parte de los
industriales armeros de este período fue el de las pistolas automáticas tipo Eibar. El arma corta
que había dominado los mercados durante el último cuarto del siglo XIX había sido el revólver.
Se trataba de un arma que permitía la realización de varios disparos consecutivos sin necesidad
de ser recargada, utilizando para ello un tambor giratorio. El descubrimiento de la pólvora sin
humo a finales de siglo permitió el desarrollo de un nuevo tipo de arma, la pistola automática.
Este arma aprovechaba las fuerzas de retroceso generadas por el disparo para efectuar su
recarga. Al hacer fuego la corredera de la pistola se desplazaba hacia atrás expulsando la vaina

10
El origen del nombre de estas armas proviene de que inicialmente se habían ideado para que fueran llevadas por
los ciclistas como defensa ante los ataques de los perros.

7
vacía, y al regresar a su posición inicial impulsada por un muelle u otro mecanismo, introducía
una nueva bala en la recámara del cañón. En la década de los 90 surgieron gran cantidad de
modelos que presentaban diferentes sistemas para realizar esta operación de recarga
automática, siendo uno de los que más éxito adquirió el patentado por John Moses Browning.
La comercialización de las patentes Browning para Europa le fue concedida por el inventor a la
Fabrique Nationale d'Armes de Guerre (FN) de Lieja. Browning patentó sus modelos de armas
en España, fueron estos los que aprovechando las ventajas otorgadas por la legislación de
patentes en España, comenzaron a ser imitados con profusión por los armeros eibarreses. De
esta forma se desarrolló la que posteriormente sería conocida como pistola tipo Eibar11.
La pistola tipo Eibar era un arma sencilla, que basándose en los primeros modelos
fabricados por la FN con patente Browning12 empezó a fabricarse en Eibar en torno a 1909. El
mecanismo interno del arma original era simple, al estar pensado para pistolas de calibre
reducido de 6,35mm o 7,65mm13. Los armeros eibarreses, a pesar de ello, modificaron algunos
aspectos del arma para poder reducir sus coste y adaptarla a las condiciones con las que la
industria contaba. Así, las pistolas tipo Eibar presentan una modificación en cuanto al seguro
del arma. En las originales éste se encontraba en la parte posterior, sobre el lado izquierdo del
armazón, desde donde bloqueaba la aguja percutora. En el caso de las armas vascas, en cambio,
éste se había colocado junto al gatillo 14, lo que facilitaba al tirador su manejo con el dedo
pulgar. Otra diferencia era la correspondiente al rayado de la corredera. Este rayado permitía al
tirador sujetar la corredera del arma cuando necesitara desplazarla hacia atrás. En el caso del
modelo belga original este rayado lo conformaban una serie de hendiduras rectas sobre la pieza
del arma, mientras que en la mayoría de las pistolas de este modelo fabricadas en Eibar el
rayado era curvo. Este detalle es significativo, ya que nos informa del nivel de mecanización de
la industria armera vasca. Para conseguir el rayado recto era necesario utilizar una fresadora,
máquina que no estaba al alcance de todos los talleres eibarreses, por lo que optaron por utilizar
los tornos de los que ya disponían con los que sólo podían dotar a sus pistolas de un rayado
curvo. Por regla general las pistolas de este tipo eran fabricadas con materiales de baja calidad
y mala terminación, aunque no todas.15Algunas empresas trataron de penetrar en los mercados

11
También es conocida esta pistola por la denominación "Ruby" debido a que muchas de este tipo de armas se
comercializaron bajo esa marca durante la Primera Guerra Mundial.
12
Principalmente los modelos 1900, 1903 y 1906.
13
Al elevarse la potencia del cartucho los mecanismos de aprovechamiento de las fuerzas resultantes del disparo
veían aumentada su complejidad, y por tanto el coste de su fabricación.
14
En este caso al accionarse la palanca del seguro se bloqueaba el disparador.
15
"In fair it must be said that not every 'Eibar' type pistol was cheap and nasty; many reputable firms owe their
start or at least their subsequent well-being, to the 'Eibar' pattern of pistol, and produced quality weapons right

8
con pistolas tipo Eibar de calidad superior a la media. Este sería el caso de las pistolas
VICTORIA fabricadas por Esperanza y Unceta16 en los años anteriores a la Primera Guerra
Mundial. Esta empresa, fundada en Eibar en 1908, comenzó su andadura como fabricante de
piezas para otros productores de la localidad pero tras contratar al inventor Pedro Careaga
comenzó a fabricar sus primeras pistolas automáticas. Todos los indicios nos hacen pensar que
el diseño de la primera pistola tipo Eibar corresponde a este inventor, y que el resto de los
productores siguieron la senda iniciada por éste17.
Desde sus primeros años, Esperanza y Unceta siguió una estrategia diferente a la de la
mayoría de los productores, comportamiento que de momento desconocemos fuera seguido
también por otros fabricantes. A pesar de que, como todos los armeros eibarreses,
subcontrataba una parte importante de la producción, en esos años previos a la guerra no consta
que recurriese a ningún taller de la localidad para ello. Los libros copiadores de cartas nos
muestran la adquisición del acero, piezas para las armas o las cachas de productores
extranjeros, principalmente de Lieja, aunque también aparecen entre otros productores ingleses,
franceses y alemanes. También adquirió maquinaria americana de todo tipo. De este modo sus
pistolas Victoria adquirieron un relativo éxito en el mercado, por tratarse de un producto de
mayor calidad que los de la mayor parte de sus competidores. En consecuencia entre dos
importantes casas comerciales Eduardo Schilling de Barcelona y Thieme y Edeler de Lieja
contrataron la totalidad de su producción durante aquellos años. De esta forma se consiguió
que, incluso en los períodos en que el sector veía reducidas sus ventas, la empresa mantuviera
una tendencia ascendente. Sólo cinco años después de su constitución, lo que se había iniciado
como un modesto taller de fabricación de piezas empleaba a más de un centenar de obreros. La
necesidad de mayores instalaciones, entre otras razones, les llevó a trasladarse a Gernika
(Bizkaia) en el verano de 1913.
Pero la estrategia de la mayor parte de los productores vascos siguió siendo la de
competir en los mercados reduciendo los precios al máximo a costa de la calidad, y, poco a
poco, fueron aplicando estrategias cada vez más arriesgadas con el objeto de desplazar a la

from the start. But, regrettably, it is true that in this particular product, the shoddy outnumbers the good by a wide
margin" Hogg y Weeks (1978) p.13
16
Esta sociedad fundada por Juan Esperanza y Pedro Unceta varió su denominación tras la primera guerra mundial
cuando el primero de sus socios Juan Esperanza la abandonó, fundando su propia empresa denominada Esperanza
y Cía. quien se especializó posteriormente en la fabricación de morteros. A partir de la década de los veinte, la
compañía paso a denominarse Unceta y Cía., ahora bajo la dirección de Rufino Unceta hijo del socio fundador.
Esta empresa fue la fabricante de las pistolas Campo Giro (1913-1921) y Astra 400 (1921-1946) reglamentarias en
el Ejército y otros cuerpos durante varios años.
17
Pedro Careaga quizá fue el inventor vasco más importante de su época en el campo del armamento portátil. En
1911 registró la patente de una pistola diseñada sobre la base de las Browning 1903 y 1906 con el mando del
seguro junto al disparador. Calvó (1997)

9
competencia18. Así, llegamos a los primeros meses de 1914 época en la que empezaron a
aparecer los primeros síntomas de crisis en el sector. La cada vez mayor saturación de algunos
mercados, las mayores restricciones sobre el uso de armas y el descrédito acumulado por las
armas españolas serían las principales causas de estas dificultades. Los problemas se agravaron
con el inicio de la guerra, al prohibir el gobierno español la exportación de armas; pero, a
principios de 1915 las ventas a los países beligerantes comenzaron a adquirir cierta entidad
llegando a ser las más importantes en la historia de la industria armera19.

2. El mercado asiático y las pistolas ametralladoras españolas (1925-1935)


Los años veinte no comenzaron bien para la industria armera vasca. Tras la guerra
mundial, la mayor parte de los países europeos habían cerrado sus mercados al comercio de
armas cortas como medida de protección de sus propias industrias. También influyó el exceso
de oferta por la ingente cantidad de armas de todo tipo que, como consecuencia de la guerra,
inundaban los mercados. A esto, hubo que añadir los problemas asociados a la nueva
legislación sobre armas aprobada en 192020, que vino a dificultar aún más el comercio de armas
en el interior de la península.
Como consecuencia de la nueva legislación, cuyo principal objetivo era intentar reducir el
pistolerismo y los atentados anarquistas, fue creada la denominada guía de pertenencia, una
especie de documento identificativo21 de cada una de las armas vendidas en el interior del
país22. Esto, además de incrementar los trámites necesarios para adquirir un arma, elevaba

18
L mayor parte de la competencia procedía de sus propios convecinos.
19
Los fabricantes eibarreses, según documentos del Archivo Municipal de Eibar, exportaron 816.875 pistolas
automáticas calibre 7,65mm y 779.714 revólveres de diferentes modelos y calibres a Francia, Gran Bretaña. Italia
y Rumania. Estos datos, aun siendo impresionantes, no reflejarían al conjunto del sector. A esos datos habría que
añadir las ventas realizadas por Gabilondo y Urresti de Elgoibar, Esperanza y Unceta y S.A. Alkartasuna de
Gernika empresas relevantes del sector sin olvidar, que durante algunos meses se consignaron algunos envíos a
Alemania vía Génova y Suiza.
20
Ley de Timbre del 29 de Abril de 1920 y Real Decreto de 15 de Septiembre de 1920.
21
"(...), la tenencia o posesión de toda clase de armas deberán acreditarse por un documento especial, que
constituirá la justificación del derecho al uso de cada una de aquellas, y que habrá de ser visado por el Instituo de
la Guardia Civil, expidiéndose en los efectos timbrados que a dichop fin pondrá el Estado a la venta, en los que se
consignará la clase de arma, fábrica de procedencia, número de fabricación y cuantas características puedan
distinguir de otra similar, (...)." Ley de Timbre de 29 de Abril de 1920
22
"Artículo 4º.Los dichos comerciantes autorizados exigirán, para expender cada arma, la presentación de la
licencia, y con relación a ella extenderán la guía de pertenencia del arma en el impreso que fija la ley citada en el
artículo anterior, sin entregar el arma hasta que el comprador presente dicha guía firmada y sellada por la
Guardia Civil, a la que, para efectuarlo, le será exhibida la licencia de uso de armas, y separará y reservará la
matriz de aquella. (...) El particular que desee enajenar a otro un arma, habrá de hacerlo precisamente con su
guía de pertenencia y sólo quien le exhiba licencia de uso de armas, la cual se reseñará en el recibo del importe
del precio en que la enajene, y el adquirente estará obligado a proveerse de nueva guía dentro de las veinticuatro
horas siguientes a la compra, presentando la guía anterior y el arma en el puesto de la Guardia Civil de la
demarcación del lugar de la adquisición." Real Decreto del 15 de Septiembre de 1920

10
enormemente su coste. La legislación establecía unas tasas anuales por las guías además de
incrementar también las tarifas de la licencia de armas.
Los industriales armeros, liderados por las instituciones locales y sus representantes
políticos en las Cortes de Madrid, emprendieron una campaña con el objeto de impedir la
aplicación de la ley. Sólo consiguieron dulcificar algunos aspectos, sobre todo los relativos a
las escopetas de caza, pero en el caso de las armas cortas las dificultades fueron mucho
mayores. A lo largo de esta campaña, que se conoce como Pleito Armero, llegaron a dimitir
todos los Ayuntamientos de la zona, quienes recibieron la adhesión de una gran mayoría de
Ayuntamientos vascos. Incluso se consiguió que un candidato popular saliera elegido diputado
a Cortes para defender en exclusiva los derechos de esta industria en Madrid. Se presentaron
diversos proyectos de trustificación de la industria e, incluso, se hizo una petición de
compensación económica por los perjuicios generados por la ley que permitiera afrontar la
transformación de la industria con garantías. Pero, con el inicio de la Dictadura de Primo de
Rivera, esta campaña poco a poco fue perdiendo fuerza y nada se pudo hacer por conseguir una
rectificación por parte de la Administración23.
Así, con muchos de los mercados exteriores cerrados y el interior restringido, las
empresas del sector del arma corta intentaron afrontar la crisis como pudieron. Fueron muchas
las empresas que iniciaron e intensificaron procesos de diversificación industrial como forma
de enfrentarse a la nueva situación. Por ejemplo, Orbea y Cía, Beistegui Hermanos o Gárate,
Anitua y Cía optaron por la bicicleta; ALFA, sociedad cooperativa creada por armeros
socialistas de Eibar, se inició en la producción de máquinas de coser y otras como Olave,
Solozabal y Cía. se dedicaron a la fabricación de material de oficina. Otras empresas, en
cambio, aprovechando las capacidades obtenidas durante la primera guerra mundial, tanto en
equipos como en calidad de producto, decidieron continuar en la producción de armas cortas.
Su estrategia se dirigió a captar un nuevo mercado incipiente para este tipo de armas, el de las
contratas oficiales.
Muchos organismos oficiales, tanto en España como en otros países, que hasta entonces
habían dotado sólo a una parte de su personal con armas cortas (por ejemplo la oficialidad del
Ejército o la Guardia Civil), empezaron a optar por las pistolas automáticas como arma
reglamentaria auxiliar de una cada vez mayor proporción de sus miembros24. Este tipo de

23
Eguren (1923) y Archivo Municipal de Eibar.
24
El capitán de la Guardia Civil Pedro Checa, abogando por la dotación de armas cortas también a los individuos
de tropa, decía lo siguiente en un artículo publicado en una revista interna de la Guardia Civil: "es lógico pues ,
que hoy cuando el cometido de la fuerza se desarrolla más en los grandes centros de población y en el ferrocarril
que en los campos y caminos solitarios, y es mayor la probabilidad de un atentado, que los guardias no podrían

11
concursos exigían de las armas altos niveles de calidad, siendo sometidas a importantes pruebas
de resistencia durante los mismos, por lo que normalmente estos productos solían tener un
precio elevado y, por esta misma razón, eran de difícil colocación en el mercado privado. Este
fue el caso de Unceta y Cía. de Gernika quien venció en el concurso para dotar de arma
reglamentaria al Ejército español en 1921 con la pistola que posteriormente sería denominada
ASTRA 40025 o Bonifacio Echeverría de Eibar cuya pistola STAR 1921, luego conocida como
modelo A, fue declarada reglamentaria para las clases e individuos de tropa de la Guardia Civil.
Pero esta estrategia, que podría parecer a simple vista una salvaguarda frente a los efectos de la
crisis, no lo fue tanto, ya que la declaración de un arma como reglamentaria no aseguraba los
encargos. Estos dependían de la asignación que a adquisición de armamento dispusieran los
presupuestos del ministerio correspondiente. Así, estas empresas, a pesar de sus esfuerzos,
también tuvieron graves problemas al encontrarse a mediados de la década de los veinte con
importantes existencias de estas armas a la espera de unos contratos estatales que no llegaban.
El cuadro nos muestra la entidad que alcanzaron las existencias de Unceta y Cía. en esos años y
el valor que estas representaban, siendo las más significativas las correspondientes al modelo
reglamentario en el Ejército. Por lo tanto, la intensidad de la crisis obligó también a estas
empresas a diversificar parte de su producción26.

Cuadro 3. Existencias de pistolas automáticas de fabricación propia de Unceta y Cía. en 1927 y 1928
13/10/1927 Valor estimado 14/02/1928 Valor estimado
Unidades Pts. Unidades Pts.
Modelo 200 5.000 92.500 3.000 55.500
Modelo 300 4.000 169.000 3.000 126.750
Modelo 400 7.000 420.000 6.000 360.000
Modelo 700 3.000 66.000 2.000 44.000
Total 19.000 747.500 14.000 586.250
Fuente: Libros copiadores de cartas nº 65 y nº 67. Unceta y Cía.

repeler con el fusil sin riesgo de terceras personas, se les provea de pistolas de fácil manejo, cuyo alcance,
siempre muy inferior al de las armas largas, no pueda acarrear consecuencias funestas para algún inocente."
Revista Técnica de la Guardia Civil nº141, noviembre de 1921, citado en Nuñez Calvo (2002)
25
Posteriormente esta pistola también fue declarada reglamentaria para el Cuerpo de Carabineros, la Marina y el
Cuerpo de Prisiones, y para los oficiales de la Guardia Civil.
26
Unceta y Cía. creo una sección de fabricación de balanzas de mostrador, además de dedicarse a la fabricación de
fresas para otras empresas de la provincia como la Babcob Wilcox y espoletas para bombas de aviación destinada a
la vecina empresa Talleres de Guernica. Por otro lado, Bonifacio Echeverría también fabricó grilletes y sus
facturas de la época nos muestran que realizaba trabajos para otras empresas de Eibar como el pavonado y
pulimento de revólveres y piezas de todo tipo.

12
Pero a pesar de la crisis todavía quedaban algunos mercados en expansión, hasta entonces
no explotados, que demandaban armas cortas en cantidades considerables. Este sería el caso del
Extremo Oriente a donde desde principios de los años veinte los fabricantes y comerciantes
alemanes estaban realizando gran parte de sus negocios.
Unceta y Cía., que en esos años ante las dificultades a que se enfrentaba había reducido
enormemente su plantilla, vio en esta demanda alemana una posibilidad de poder mantenerse
en el mercado de las armas. Pero, como hemos visto, sólo disponía de existencias de armas de
elevada calidad y precio. Fue entonces cuando, aprovechándose de la extrema situación en la
que se encontraban muchos de los productores de la zona armera, decidió dedicarse a la
exportación de pistolas tipo Eibar y revólveres baratos de fabricación ajena.27 Estas armas una
vez marcadas con marcas comerciales de su propiedad eran exportadas a Alemania28. Por esta
labor de intermediación se reservaba una comisión como exportador de un 15% sobre el precio
del producto29. Para hacernos una idea de la baja calidad de las pistolas, no hay más que
observar las quejas que al respecto recibían de sus clientes:
"Nuestro cliente nos dice verbalmente según copiamos a continuación: "Al examinar la citada
pistola observamos a nuestro gran pesar que se paraba muchas veces, cuyo defecto hay que atribuir a
la ejecución defectuosa del cargador. Las partes superiores del cargador que sujetan el cartucho
exterior, sirviéndole de conducción no estaban lo suficiente paralelas resultando que el cartucho de la
pistola se paró 14 veces en 50 tiros y esto con que habíamos arreglado el cargador un poco con un
destornillador, reduciendo así el número de paros. Además existe el defecto de que los pasadores no
tienen la suficiente sujeción, saliendo con algunos tiros fuera los pasadores de la aguja percutora y
aquél del disparador, etc.""30

"Debemos llamar su atención sobre las muchas reclamaciones que acerca de sus pistolas
estamos recibiendo en el último tiempo. Nuestro representante de Ultramar nos escribe recientemente:
"Un cliente mío me escribe devolviendo dos pistolas diciendo que no se atreve a ofrecerlas por reunir
tan malas condiciones que las hacen peligrosas a las personas que las usen. Ustedes ven cuánto la
clientela está descontenta con estas pistolas, casi en cada remesa que hago me devuelven algunas. Una
vez no se puede disparar, en otras se puede disparar cuando el seguro está en su posición de
seguridad, otras veces la corredera tiene mucho juego."31

27
Para hacernos una idea, Unceta y Cía. fabricaba pistolas cal. 7,65 en dos modelos: el mod. 300 de mayor calidad
a 42.25 ptas. y el mod.700, más corriente, a 22 Ptas.. Mientras que ofrecía las pistolas mod. 100, de fabricación
ajena y calidad más baja, a Pts. 15,75. Estos datos corresponden a una oferta hecha a un cliente, Félix Zalvide de
Bilbao, el 14 de Febrero de 1928. Libro Copiador de cartas nº67 Unceta y Cía..
28
Principalmente exportó pistolas de Santiago Salaverría (Ermua), Pedro Barrenechea (Ermua), y Barrenechea y
Gallastegui (Eibar). Los revólveres, al tratarse de cantidades menores y los encargos intermitentes, los adquirió de
todo tipo de fabricantes, principalmente de Eibar. A pesar de que la marca principal de Unceta y Cía. en estos años
era ASTRA, durante estos años también vendió armas bajo las marcas HOPE, UNION, FORTUNA, KAIDA o
DOMA.
29
En este negocio de exportación no se limitaban sólo a las armas cortas, sino que también exportaron escopetas
de otros fabricantes.
30
Carta a Domingo Acha y Cía. de Ermua, 6 de Diciembre de 1926. Libro copiador de cartas nº61. Unceta y Cía.
31
Carta a Pedro Izaguirre de Ermua, del 3 de marzo de 1928. Libro copiador de cartas nº67 Unceta y Cía.

13
Fue a mediados de los años veinte cuando se iniciaron los primeros contactos directos
con importadores japoneses quienes se mostraban interesados principalmente por las pistolas
baratas del calibre 7,65mm. Cuando Unceta y Cía. pretendía penetrar en mercados con los que
hasta entonces no había tenido ningún contacto generalmente seguía el siguiente
procedimiento. Primero remitía cartas a las legaciones diplomáticas españolas de los países en
los que deseaba operar, dando cuenta de la calidad de sus productos así como de su condición
de fabricante de la pistola reglamentaria del Ejército español. En estas misivas solicitaba del
diplomático en cuestión, información sobre comerciantes de armas de ese país que pudieran
estar interesados en la representación y venta de sus productos. Normalmente, también,
solicitaban que esas personas estuvieran bien relacionadas con los organismos públicos, siendo
como era su prioridad, acceder a contratas de carácter oficial.
Una vez habían recibido la contestación del diplomático, enviaban a los comerciantes de
la lista facilitada por éste, una nueva carta declarando nuevamente la bondad de sus productos y
ofreciendo un contrato de representación. Si las negociaciones llegaban a buen término, y los
informes eran favorables32, el contrato se formalizaba. El representante se encargaba de
publicitar las armas en el mercado y de interesar a las autoridades por los productos de la
empresa. A cambio se le ofrecía una comisión del 5% del precio establecido para las armas en
el contrato de representación, repartiéndose los sobreprecios que pudieran obtenerse al
cincuenta por ciento entre el representante y la empresa.
En el caso de Japón, aún no tengo constancia de cuál fue el procedimiento para establecer
los primeros contactos, pero la correspondencia posterior no nos sugiere que fuera exactamente
el mismo antes descrito, ya que las ventas a ese país fueron considerables mucho antes de que
se firmara ningún tipo de contrato de representación con comerciante alguno. En ocasiones, y
para otros países, se utilizó la intermediación de alguna empresa de importancia con la que se
tenía relaciones comerciales para poder iniciar contactos de este tipo33 o se insertaban anuncios
en algún anuario comercial del mercado interesado.
La mayor parte de las ventas se realizaban a comerciantes del puerto japonés de Kobe34,
quienes por recelo establecían en sus tratos ciertas condiciones que dificultaban la fluidez de
los envíos a ese país. Por un lado, debido a que los aranceles gravaban en Japón a una tasa
menor las piezas sueltas de armas de fuego que las armas completas, algunos de estos

32
Estos informes los recababa a veces a través de los corresponsales del Banco de Bilbao en esos países o de
empresas especializadas.
33
Por ejemplo, en una ocasión solicitaron ayuda al agente de seguros de Lloyd's en Bilbao, James Innes, para
encontrar un representante adecuado en Inglaterra. Carta 11 Noviembre de 1927. Libro copiador de cartas nº65.

14
comerciantes solicitaban que se les enviaran las armas desmontadas en diferentes lotes y en
buques separados35. Por otro, exigían que los envíos se embarcaran preferentemente en barcos
de las naviera japonesa Nippon Yusen Kaisha (N.Y.K.) o en su defecto de la Osaka Shosen
Kaisha, lo que obligaba a realizar los envíos con transbordo en el puerto de Amberes, por ser
este puerto, entre aquellos que permitían el transporte de armas, el que ofrecía una mejor
combinación con el puerto de Bilbao 36. La lejanía del mercado de destino hacía que Unceta y
Cía. tomara también sus precauciones, y sólo realizaba el envío cuando un banco de suficiente
prestigio con sede en Europa le certificara una carta de crédito por el importe del envío en
cuestión. El banco que más se utilizó en estas transacciones fue el Yokohama Specie Bank con
sede en Londres y corresponsal del Banco de Bilbao en Japón37.
Otros fabricantes vascos, principalmente Beistegui Hermanos, también comenzaron a
realizar envíos y a competir con Unceta y Cía. por el mercado asiático lo que obligó a
flexibilizar algo más el procedimiento y poder así mantener el nivel de competitividad. Por esta
razón en 1928 estableció una consignación en el puerto de Amberes para mantener una
cantidad determinada de armas en depósito con la que poder responder con mayor prontitud a
los encargos provenientes de Asia38. Cuando se conseguía vender un lote de este depósito se
encargaba uno nuevo al fabricante de Ermua o de Eibar y se giraba una letra a sesenta días por
la cantidad correspondiente al lote vendido. El nuevo lote fabricado se remitía a Amberes y no
se pagaba hasta que no se consiguiese su venta39.
El incremento de las ventas, que ya alcanzaban el millar de pistolas mensual, y la cada
vez mayor potencialidad mostrada por el mercado asiático hacía necesario un mejor

34
Los principales fueron A. Oda&Company, Degay Firearms y Ohashi Trading Company, aunque hubo contactos
con muchas otras compañías de aquella ciudad.
35
Era tal la reducción del precio que se lograba mediante el envío de las pistolas despiezadas que finalmente la
propia Unceta y Cía. recomendaba este sistema a los compradores japoneses con el objeto de poder conseguir así
una mayor competitividad en aquel mercado.
36
Otras opciones eran por ejemplo enviarlas por medio de la Compañía Trasatlántica desde Barcelona, pero las
salidas de barcos a Japón eran demasiado escasas, sólo una cada dos meses (Carta a Astigarraga y Arzuaga Lda.
de Barcelona, 12 de Julio de 1926,Libro copiador de cartas nº60 Unceta y Cía.). Las salidas desde Amberes,
Bremen o Hamburgo de las navieras japonesas en cambio eran cada diez días, y estos puertos estaban muy bien
conectados con Bilbao con vapores semanales. (Carta a Elko Trading Company de Kobe, 17 de Septiembre de
1926 Libro copiador de cartas nº60 Unceta y Cía.)
37
Otro banco japonés que también fue utilizado, aunque con menor frecuencia, fue el The Sumitomo Bank Limited,
también con sede en Londres.
38
Siendo imposible por las restricciones legales la exportación de municiones desde España, esta consignación fue
utilizada también para depositar municiones fabricadas en Francia o Bélgica que luego eran exportadas a los
clientes que las solicitasen. Por ejemplo, la pistola ASTRA 400 utilizaba un tipo de cartucho, el 9mm Largo o
Bergmann reglamentario en el Ejército Español, que no era muy común en algunos países americanos, por lo que,
en algunos contratos que se obtuvieron en esos años con gobiernos hispanoamericanos, fue imprescindible
facilitarles la munición para las mismas.
39
Carta a Pedro Izaguirre de Ermua 4 Febrero de 1928. Libro Copiador de cartas nº 65 Unceta y Cía.

15
conocimiento de las necesidades de ese mercado y de los propios clientes japoneses40. De esta
forma, el conocimiento mutuo haría crecer la confianza y permitiría conceder mayores créditos
y utilizar métodos de pago menos rígidos, lo que seguramente traería un aumento de los envíos
a aquel país. Por esa razón, tanto Unceta y Cía. como Beistegui Hermanos decidieron enviar
sendos representantes comerciales a Japón41.
Se da la curiosa coincidencia de que ambos representantes, que ostentaban el cargo de
Jefe de Exportaciones en sus empresas, eran de origen alemán. Aunque todavía no me
encuentro en condiciones de demostrarlo, quizá no estemos ante una coincidencia sino ante una
estrategia adoptada por estas empresas para penetrar en los mercados internacionales. No en
vano, durante aquellos años las casas comerciales germanas controlaban gran parte del
comercio de armas, no sólo en Asia sino también en otros mercados como el balcánico o el
Sudamericano42. En el caso de Beistegui Hermanos sólo disponemos del nombre del
representante en cuestión, Reynhardt Sickinger43, pero en el de caso del empleado de Unceta y
Cía. disponemos de más datos. Esnest Borchers era natural de Magdeburgo (Prusia) y fue
contratado por la empresa el 1 de Noviembre de 1924 a la edad de 26 años, siendo su principal
activo los idiomas que conocía, dominando además de su lengua materna, el español, el inglés
y el francés44. El viaje realizado por este representante comercial en febrero de 1927 al Extremo
Oriente debió estar lleno de vicisitudes teniendo en cuenta el itinerario seguido, ya que tras su
paso por Alemania y Polonia, viajó a Moscú; para después, tras un viaje no demasiado cómodo
en el ferrocarril transiberiano llegar a Manchuria, y pasando después por Corea recalar
finalmente en Japón45.

40
De todos modos, en el caso de Unceta y Cía. ya se dio un contacto directo con sus clientes japoneses antes de
este viaje, aunque como nos muestra el siguiente fragmento, no fue tan fructífero como cabría esperar: "In the
meantime we had the pleasure to receive the visit of your Mr. Ohashi, to whom we have shown our Departments
for fabrication of firearms, materials of War and of german silver goods and we hope that he will have the best
impressions. We are very sorry indeed that we were not able to make us understand about the different topics of
importance and we hope to receive by an early mail your extensive informations. Your letter in which you
announced us that Mr. Ohashi does not understand any foreign language (of the 9th Octbr.) arrived us the 8th. Inst.
and as we did receive the visit already the 1st inst. we were not advised at due time to search a person who can
speak japanese." Carta a The Ohashi Trading Company del 17 de Noviembre de 1926. Libro copiador de cartas
nº62 Unceta y Cía.
41
"The principal object of this voyage will be to visit our many japanese friends imposing us personally of the
conditions of the chinese and japanese markets, examining the question as to what we shall be able to extend us
regarding concession of credit, being naturally understood that business could be increased granting some
facilities of payment. Our most interest is to satisfy our clients which would reaction in development of the
business." Carta a The Ohashi Trading Company 6 de Octubre de 1926, Libro Copiador de cartas nº62 Unceta y
Cía.
42
Nelson y Musgrave (1980) p.200
43
Nelson y Musgrave (1980) p.200
44
Archivo Unceta y Cía.
45
Nelson y Musgrave (1980) p207

16
Aunque no disponemos de los informes enviados, sí que disponemos de las copias de los
telegramas remitidos por él durante su estancia en Japón que aparecen en las respuestas a sus
cartas enviadas desde Gernika. El primero de ellos no mostraba impresiones demasiado
halagüeñas respecto a la situación del mercado, ya que informaba de que las existencias de
pistolas calibre 7,65 eran muy elevadas y la competencia, principalmente alemana, grande46.
Pero, en sus reuniones con los comerciantes japoneses pronto descubrió que las importantes
cantidades de pistolas automáticas que habían estado enviando no estaban destinadas al
mercado japonés, muy restringido y por tanto poco importante, sino que desde Kobe se
remitían al mercado chino.
China llevaba toda la década de los años veinte inmersa en una guerra civil en la que
diferentes facciones se repartían el territorio del país. Desde fuerzas más o menos regulares
como las de los gobiernos de Nanking o Pekin hasta los ejércitos privados de los denominados
Señores de la Guerra del norte. Estos ejércitos, estaban formados por cientos de miles de
hombres y la demanda de armas que generaban era realmente importante. Las potencias
internacionales con intereses en la zona, entre ellas el propio Japón, habían decretado un
embargo internacional de armas de guerra sobre China. Pero este embargo no englobaba las
denominadas armas comerciales, de ahí que las pistolas calibre 7,65 españolas fueran tan
demandadas durante aquellos años47. Sin embargo, el arma que más éxito alcanzó en esos
mercados fue la pistola automática Mauser C96, hasta el punto de que llegó a ser considerada el
arma auxiliar estándar de las fuerzas chinas48. La pistola Mauser 1896 era un arma que utilizaba
un potente cartucho calibre 7,63mm y que tenía una característica especial que le hizo triunfar
en el mercado chino: la posibilidad de adaptarle una culata que convertía esta pistola en una
carabina que permitía el disparo a larga distancia49. Esta culata además, estaba hueca en su
interior para que pudiera ser utilizada como funda del arma. Por tanto se trataba de un arma
corta que se podía convertir en arma larga. El primer fabricante vasco en aprovecharse de este
hecho fue Bonifacio Echeverría quien modificó su modelo A para poder ser utilizado con el

46
Carta a Ernesto Brochers (Kobe) 20 Marzo de 1927, Libro copiador de cartas nº62 Unceta y Cía.
47
Antaris (1988), p.134
48
Las ventas de pistolas Mauser vendidas a ese mercado entre 1920-1930 se estima en unas 400.000 unidades.
Antaris (2001) p441
49
La fabricación de este arma fue iniciada por la Mauserwerke AG alemana en 1896, alcanzando importantes
niveles de producción en su modelo calibre 9mm durante la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra, el
Tratado de Versalles prohibió la fabricación de pistolas calibre 9 mm (excepto en casos excepcionales para
suministros al Ejército), pistolas con cañones superiores a 100 mm y la producción de pistolas con culata. Es decir,
se prohibió la producción de armas susceptibles de ser consideradas como arma de guerra. Esta es la razón por la
que los esfuerzos de la empresa alemana se dirigieron ala venta del modelo 7,63mm y que aunque no
suministraban con la culata, seguía manteniendo el dispositivo para ella y la mira para distancias de 1.000m. Hogg
y Weeks (1978) pp163-164

17
cartucho Mauser 7,63mm, añadiéndole una mira, una mayor longitud de cañón y el dispositivo
para ajustar la culata. Las primeras referencias a este tipo de arma corresponden a finales del
año 192450.
Cuando Ernest Borchers, el empleado de Unceta y Cía., llegó al Japón, no tardó en dar
cuenta a sus jefes de las posibilidades que las ventas de ese tipo de armas ofrecían en ese
mercado, en el que sus competidores Beistegui Hermanos con su pistola Royal y Bonifacio
Echeverría con la Star ya habían entrado51. Pero Unceta y Cía. no disponía de modelo alguno
en ese calibre, por lo que en principio se mostraron escépticos ante las ideas de su
representante, favorable al inicio de su fabricación, y pensaron que la mejor opción era intentar
conseguir lotes de algún comerciante alemán para reexportarlas luego a Japón.52
Pero esta búsqueda resultó infructuosa y finalmente, optaron por seguir el camino ya
iniciado por Beistegui Hermanos un año antes, iniciar la fabricación de una copia de la pistola
alemana. Tanto unos como otros, sólo se dedicaron a copiar externamente el arma siendo los
mecanismos internos en ambos casos, sensiblemente diferentes al original y mucho más
simples. Por tanto los costes de fabricación eran sensiblemente inferiores. Además, la imitación
del aspecto externo, al tratarse de un arma antigua y sobradamente conocida, no generaba
ningún conflicto de patentes con la fábrica alemana53. Unceta y Cía. subcontrató parte
importante de las piezas de su nuevo modelo 900 a diferentes talleres metalúrgicos, y aunque
inicialmente pensó en manufacturar en su propia fábrica las culatas de nogal que acompañarían
a sus nuevas pistolas, también acabo subcontratando su elaboración54. El primer lote de 300
pistolas ASTRA 900 calibre 7,63 para Japón se remitió el 2 de Agosto de 192855.

50
Antaris (2001) p.441
51
"This [Astra 7,63mm] pistol would be the most important model. Mr. Degay showed me his purchase order book
and original invoices, according to which he orders monthly quantities of 1.000 to 1.500 Mauser 7,63mm pistols,
and recently he ordered 1.000 Star [7,63mm] pistols. He called my attention, once again, to this model and, of
course, told me that if we still want to to do something with this [Astra 7,63mm] pistol it must be soon, if we do not
want to happen with the Star 7,63 pistols as happen with the Royal, since, once [a pistol is] introduced and known
by the purchasers, competition is very difficult regardless of what efforts [are made]. I, personally, was able to
convince myself, from visiting the various companies, that the only model which would give us work and which is
worth accepting is the 7,63 pistol, as people are looking for a model that is not too complicated which can be
offered in comparison with the cheap Mauser. (...), according to the indications, Echevarría must be doing good
business. We could do more since we Know the clientele better. The most important thing is to prepare, as soon as
possible, samples; ..." Citado en Nelson y Musgrave p.209
52
Carta a Will&Köhler de Scmalkalden (Alemania), 24 de Mayo de 1927, Libro copiador de cartas nº62, Unceta y
Cía.
53
Carta a José María Bolibar agente de patentes de Barcelona del 21 de Febrero de 1928. Libro copiador de cartas
nº67 Unceta y Cía.
54
Por ejemplo los muelles eran fabricados por Hijos de José Valenciaga de Eibar, los cañones por Mateo
Sampedro y Cía de Zaldibar, las culatas por Gaspar Arizaga de Eibar, los armazones por Patricio Echeverría de
Legazpia etc. Varias cartas año 1928. Libro copiador de cartas nº67 Unceta y Cía.
55
Libro copiador de cartas nº67 Unceta y Cía.

18
Las ventas fueron importantes56 y a primera vista parecería que nos encontramos ante un
nuevo caso de utilización de la imitación como estrategia para penetrar en los mercados
internacionales, lo que había caracterizado, como vimos en el primer punto, a la industria
armera vasca durante años. Pero, en este caso de las copias de las pistolas Mauser nos
encontramos ante un cambio en esa estrategia. Los fabricantes vascos dieron esta vez el paso a
la innovación, mejorando el modelo original, al aplicarle a sus armas una opción de selección
de tiro. Es decir, lograron integrar un dispositivo que permitía elegir entre el fuego
semiautomático (un tiro por cada vez que se presionara el gatillo) y el automático (una sola
presión del gatillo permitía el disparo continuo hasta que se vaciara el cargador), convirtiéndose
en este caso en pistolas ametralladoras. Cada una de las empresas citadas ideó un mecanismo
diferente para conseguir el fuego automático. Este tipo de dispositivos ya se habían utilizado en
otras pistolas hacía tiempo, pero estos intentos no habían tenido demasiado éxito por que la
escasa funcionalidad de aquellas armas. El mayor mérito de los armeros vascos fue el
aprovechar la oportunidad que se les presentó al darse cuenta de las posibilidades que la pistola
Mauser ofrecía para adaptarle un mecanismo de fuego ametrallador57.
La fábrica del modelo original, la alemana Mauserwerke, se vio sorprendida por la
irrupción de esta innovación viéndose obligada a reaccionar y presentar su propios modelos con
selector de tiro para no verse desplazada del mercado58, criticando sus catálogos de la época las
imitaciones conintensidad59. Las posibilidades del mercado chino eran tales que Unceta y Cía.
llegó a constituir una filial con sede en Shangai, la ASTRA-China Company60, para poder
realizarlas transacciones directamente con sus clientes, salvando así el monopolio que hasta
entonces habían ejercido los intermediarios japoneses.
El fuego automático no estaba exento de problemas, por lo que los armeros vascos se
vieron obligados a agudizar el ingenio y dotar a las nuevas versiones del arma de mecanismos

56
Las ventas de Unceta y Cía. entre 1928 y 1931 ascendieron a 9.050 unidades del modelo 900, 1.015 del modelo
901 y 3.635 del 902.Antaris (1988)
57
Mortera Pérez (1997) p20
58
En un primer momento la fábrica alemana intentó no ser desplazada del mercado dotando a sus nuevos modelos
depósitos cargadores extraibles de 10, 20 y 40 cartuchos, lo que mejoraba enormemente el arma que hasta ahora
había tenido el depósito cargador integrado en el armazón. Pero estas mejoras no eran más que pequeños detalles
en comparación con la ventaja que suponía la posibilidad del fuego ametrallador, por lo que en 1931 sacó a la
venta el modelo 712 que ya integraba un selector de tiro. Hogg y Weeks (1978) p.164
59
"WARNING. The principle postulated by Paul von Mauser in 1896 -that the safest type of automatic arm is that
with visible hammer- has caused competing firms to market automatics of this type. Recognising the truth f the old
adage that "Imitation is the sincerest form of flattery", certain firms have not scrupled to offer arms which,
externally at least, appear to be exact copies in all details of the Mauser. It is needless to emphasize the
unreliability of such imitations, as they could not -no doubt for purely manufacturing reasons- be built to
incorporate the very more assuring Mauser superiority; (...)" Extracto de un catálogo de la A.F. Stoeger citado en
Gangarosa (2001) p.101
60
Astra (1958) p.18

19
que los solucionaran. El primero de ellos, y quizá el más sencillo de solucionar, fue el de la
capacidad del cargador. La pistola Mauser tenía el depósito cargador integrado en el armazón
del arma y una capacidad de 10 disparos. Esta capacidad, adecuada en el caso de una pistola
con tiro semiautomático, resultaba escasa al colocar el selector de tiro en modo automático
porque el cargador se vaciaba excesivamente rápido. La solución puede parecernos simple,
incrementar el tamaño del depósito. Pero así aumentaba el peso del arma, lo que en una pistola
semiautomática normal hubiera sido un defecto. En el caso de las pistolas ametralladoras tipo
Mauser, al tener el cargador delante del gatillo lograban equilibrar mejor su peso. De esta
forma, se reducía un problema que en cualquier caso quedaba sobradamente compensado por la
funcionalidad que la mayor capacidad de tiro otorgaba a este tipo de armas61. Más tarde,
nuevos modelos permitieron también la utilización de cargadores no integrados en el armazón
mejorando aún más la calidad del arma.
El segundo problema generado por el fuego automático era que se perdía el control sobre
el arma, que tendía a elevarse por efecto del retroceso, lo que reducía enormemente su
precisión. Por esta razón se recomendaba a los soldados chinos que dispararan estas armas
sujetándolas desde un costado para conseguir que la dispersión de los tiros se produjera
horizontalmente. De esta forma el fuego automático resultaba más efectivo ante el avance de
tropas enemigas. Las tres firmas vascas implicadas en este negocio, conscientes del problema,
idearon diferentes dispositivos que redujesen la cadencia de tiro en el modo de disparo
automático, permitiendo así incrementar el control sobre el arma. El mecanismo ideado por
Bonifacio Echeverría logró reducir esta cadencia de 1.000 tiros por minuto a 38462.A pesar de
que algunos de estos modelos presentaran ciertos problemas de calidad por los materiales
utilizados63, en muchos aspectos estas armas llegaron a ser superiores al modelo original. Pero
su mayor ventaja residía en la diferencia de precio. La pistola Mauser original con selector de
tiro costaba, según un catálogo de 1932 85$ frente a los 22$ del modelo MM31 Fabricado por
Beistegui Hermanos.64
El desarrollo de este tipo de armas y el incremento de sus ventas se vieron seriamente
truncados por los acontecimientos ocurridos tanto en España como en China durante la década
de los treinta. El advenimiento de la II República Española trajo cambios legislativos que

61
Por ejemplo, la pistola ASTRA 901 pesaba 1,260 Kg, mientras que la modelo 902 con cargador de 20 disparos,
pesaba 1,530. El modelo 903, con cargador extraíble, alcanzaba, sin cargador, un peso de 1,275 Kgs. Morteara
Pérez (1997)
62
Antaris (2001) p. 422
63
Este sería el caso de la pistola Royal de Beistegui Hermanos pero no el de las pistolas ASTRA de la serie 900
que son consideradas de una calidad similar a la original. Gangarosa (2001) pp. 55-56.
64
Gangarosa (2001) p.101

20
afectaron a la fabricación de armas, el más importante de ellos en el caso que nos ocupa, fue la
declaración de las pistolas ametralladoras como armas de guerra. Así, el gobierno en Agosto de
1931 se incautó de las armas de este tipo existentes en las fábricas españolas prohibiendo su
venta en el interior del país, fuera de los contratos de cuerpos militares65, y restringiendo
enormemente su exportación. Luego, la guerra civil española hizo que estas empresas,
intervenidas por las autoridades, dedicaran todo su esfuerzo al suministro de armas a los
ejércitos contendientes, al republicano primero y al franquista después, siendo utilizadas
muchas de las pistolas ametralladoras en la contienda. Por otro lado, la invasión de Manchuria
primero y de China después por parte de las tropas japonesas no hizo más que dificultar el
acceso a ese mercado. Tras la ocupación de Shangai, lugar donde se localizaban la mayoría de
los comerciantes de armas que operaban en el mercado chino, finalizó este comercio que tantas
expectativas y actividad innovadora había generado.
Tras las disposiciones legislativas dictadas tras la guerra sólo Unceta y Cía. y Bonifacio
Echeverría66 continuaron en la fabricación de este tipo de armas, de las que realizaron algunas
ventas de cierta importancia al Ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Las
últimas unidades de pistolas ametralladoras que salieron de las fábricas vascas lo hicieron
durante los años 50 y 60 pero ya en cantidades poco importantes67.

3. El apoyo institucional y las ayudas a la exportación (1946-1969)


La finalización de la guerra civil dio inicio a profundas transformaciones en el seno de la
industria armera en el País Vasco. En 1937, tras la ocupación de Eibar, el Ejército se incautó de
toda la maquinaria, armas sin terminar y otras piezas susceptibles de ser utilizadas en la
fabricación de armas. En cambio otras, como Unceta y Cía. de Gernika, no sufrieron este tipo
de tratamiento y continuaron produciendo para el Ejército Nacional hasta la finalización del
conflicto. Esta empresa, no sufrió desperfectos importantes durante el bombardeo de la villa,
por lo que al poco tiempo de ser ocupada pudo servir a los intereses del bando nacional68.

65
Parte de las armas incautadas, las que se habían fabricado para calibre 9mm, fueron finalmente adquiridas como
dotación de la Guardia de Asalto y algunos cuerpos del Ejército, e incluso la Guardia Civil llegó a declarar
reglamentaria la pistola ametralladora modelo F de Unceta y Cía. de la que se adquirieron ciertas cantidades antes
de la guerra.
66
Los decretos del 30 de Diciembre de 1941 y del 27 de Diciembre de 1944 establecieron una serie de condiciones
para la fabricación de armas cortas que sólo cumplían estas dos empresas y Gabilondo y Cía. de Elgoibar.
Beistegui Hermanos, que ya antes de la guerra había comenzado su actividad en la fabricación de bicicletas pasó a
dedicarse exclusivamente a ella.
67
Bonifacio Echeverría vendió 3.126 unidades entre 1950 y 1968 y Unceta y Cía.
68
La empresa reconoció años más tarde haber suministrado 28.000 pistolas Astra 400, 130.000 piezas de recambio
de ametralladoras y 374.000 piezas de material de guerra de todo tipo. ASTRA (1958) p.22

21
Durante los primeros años de la segunda guerra mundial, las empresas eibarresas vieron
abrirse ante sus ojos nuevas oportunidades de negocio, recordando seguramente las importantes
ventas realizadas durante el conflicto mundial anterior. Por esa razón, no tardaron en reclamar
del Estado la devolución de la maquinaria incautada. Pero la respuesta deseada no se producía y
sólo tres empresas obtuvieron el permiso de fabricación durante aquellos años: Unceta y Cía.
de Gernika, Bonifacio Echeverría de Eibar y Gabilondo y Cía. de Elgoibar69. Al principio esto
causó estupor entre el resto de los fabricantes, pues no sabían cual era la causa de esta
discriminación, que les mantenía en tan penosa situación.70La mayoría de estas empresas eran
muchas de las que antes de la guerra habían iniciado importantes procesos de diversificación y
seguían sobreviviendo gracias a esas otras ramas de la producción, pero se resistían a
abandonar la actividad armera71. Las dudas terminaron por aclararse cuando el gobierno adoptó
una serie de disposiciones legislativas que exigían ciertas condiciones para la fabricación de
armas cortas. El nuevo reglamento de armas y explosivos dictado mediante los decretos de 30
de diciembre de 1941 y 27 de septiembre de 1944 establecía que el permiso de fabricación de
armas cortas sólo se daría a aquellas que se obliguen a realizar el ciclo completo de fabricación
en una planta industrial de perímetro cerrado.
Todas las piezas de que se componga un arma deberán ser construidas dentro de ese
perímetro cerrado y sólo se permitirá la fabricación fuera de él de la tornillería, muelles y
armazones en estado de forja, para lo cual deberán los establecimientos que la construyan
tener autorización expresa de la Guardia Civil en la que conste el fabricante para quien se

69
Posteriormente otra empresa eibarresa, Echave y Arizmendi, ECHASA, se unió a estas fabricando imitaciones
de las pistolas alemanas Walther y Luger, para terminar su actividad en 1969 tras el cierre del mercado americano.
Gangarosa (2001) pp.175-183
70
"Consideran los industriales fabricantes de armas cortas y largas rayadas establecidas en esta villa una vez
estudiado con detenimiento el precedente escrito, que se les priva a los mismos del derecho de fabricación, y
como quiera que los que hasta la fecha se han dedicado a la referida industria y siempre que su conducta les haga
acreedores a ello debieran tener el mismo derecho de fabricación que las Casas que actualmente se dedican a la
fabricación de armas cortas y largas rayadas y que son las de UNCETA, STAR y GABILONDO, siempre y cuando
se adapten a las mismas condiciones y puedan ofrecer las mismas garantías que el Estado exige a estas firmas.
Caso de que individualmente existieran alguna o algunas firmas que por si solas no pudieran llenar las
condiciones que se les pudiera exigir, se podría solucionar este inconveniente agrupándolas a fin de formar una
sociedad debidamente legalizada con la que ofrecerían las garantías que puedan ofrecer las indicadas casas
Unceta, Star y Gabilondo" Carta al Jefe de la Comisión de Movilización de Industrias Civiles de la Sexta Región.
Firmada por el Alcalde y varios fabricantes. 24 de Agosto de 1940. Archivo Municipal de Eibar
71
"Si bien en la actualidad los fabricantes de armas cortas y largas rayadas se dedican a la fabricación de otros
artículos, es más bien puramente circunstancial, pues por tener suspendida la fabricación de armas se han visto
obligados para poder hacer frente a sus necesidades a modificar en la medida de sus posibilidades la fabricación
de armas cortas y largas rayadas. Pero a fin de tener derechos el día de mañana para continuar la fabricación de
armas, satisfacen las contribuciones, los impuestos y toda clase de patentes de invención y marcas registradas a
sus respectivos nombres" Carta al Jefe de la Comisión de Movilización de Industrias Civiles de la Sexta Región.
Firmada por el Alcalde y varios fabricantes. 24 de Agosto de 1940. Archivo Municipal de Eibar

22
destinen, quedando sometidas a la intervención de este Reglamento en lo que a esta
fabricación se refiere.
Las armas terminadas se guardarán en las fábricas en un local habilitado al efecto que
reúna las condiciones necesarias de seguridad a juicio de la Inspección e Intervención de
Armas.
Esta última tendrá siempre en su poder la llave del local y presenciará las entradas y
salidas de armas en el mismo. Así, empresas que históricamente se habían dedicado a la
fabricación de armas cortas tuvieron que abandonarlas definitivamente y dedicarse
exclusivamente a otras ramas de actividad, en algunas de las cuales ya se habían iniciado
durante las décadas de los 20 y 30.
No nos extraña por tanto que testimonios de la época nos hablen de que la industria
armera de aquellos años atravesara un marasmo en la producción72, y que las ventas de pistolas
automáticas y revólveres se mantuvieran en niveles extraordinariamente bajos, pese a tratarse
de una época de coyuntura favorable. A pesar de las circunstancias, las empresas vascas que se
mantuvieron en actividad consiguieron realizar ventas importantes al ejército alemán durante
aquellos años. Aunque algunos autores han situado este comercio en fechas más tardías y lo
han considerado como poco importante73, otras referencias nos muestran que desde los
primeros años de la guerra se realizaron exportaciones con destino a Alemania y a la Francia
ocupada. Unceta y Cía. envió 106.454 pistolas de diferentes modelos, principalmente su
modelo 300, e incluso diseñó un arma especialmente para las fuerzas de aquel país, el modelo
600.74Bonifacio Echeverría tardó algo más en acceder a estas ventas. Durante la guerra civil su
fábrica fue trasladada a Derio, municipio cercano a Bilbao, y pasó algún tiempo hasta que pudo
reiniciar la fabricación en Eibar. Sus ventas, fueron algo más modestas que las de Unceta y
Cía., vendiendo 45.965 unidades, principalmente de su modelo B, versión comercial del arma
reglamentaria en la Guardia Civil. No disponemos de datos sobre Gabilondo y Cía. aunque sus
ventas debieron estar lejos de las de los otros dos fabricantes, teniendo en cuenta que por
aquellos años declaraba una capacidad productiva de únicamente 12.000 pistolas anuales75.
Pero a partir de 1943, la importancia de las ventas fue reduciéndose, y muchos de los envíos

72
"Esta típica industria, y de abolengo secular, atraviesa actualmente un marasmo de producción. Refiriéndonos
a la fabricación de armas cortas, puede decirse que hoy está completamente anulada por las disposiciones
gubernativas de policía y fiscal, quedando solamente dos fábricas, que intervenidas, suministran al ejército y
cuerpos armados." Consejo de Industria (1943), Memoria 1943, p. 80 citado en Catalán (1995) pp. 180-181
73
"One of the few contracts on Spanish arms production for Germany involved the production of Spanish pistols
for Germany, which commenced in 1943. However, part of these deliveries had to be transported back into Spain
after the Allied invasion of France." Leitz (1996), p 157..
74
Antaris (1988)
75
Catalán (1995) p.182

23
realizados en 1944 no lograron llegar a su destino como consecuencia de la invasión, por parte
de tropas aliadas, del continente europeo76. El gráfico 1 nos muestra cómo las ventas de Unceta
y Cía. se desplomaron tras la finalización de la conflagración mundial.

Gráfico 1. Valor de las ventas de Unceta y Cía, 1939-1948


(pesetas de 1959)
25000000

20000000

15000000
pesetas

10000000

5000000

0
1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948
años
Valor de las ventas

Fuente: Memorias de Unceta y Cía.

En 1946 la situación no se presentaba nada halagüeña para las tres empresas


supervivientes del sector armero del arma corta. Las ventas en el exterior habían quedado casi
completamente anuladas tras la guerra por el aislamiento sufrido por el régimen franquista en
aquellos años, y el mercado interior, ahora menos que nunca, era incapaz capaz de ofrecer una
demanda suficiente. La oportunidad se les presentó con el nuevo concurso para dotar de una
nueva arma reglamentaria al Ejército español en sustitución de la Astra 400. La pistola
presentada por Bonifacio Echeverría resultó vencedora en el concurso, lo que dejó al resto de
las empresas en una situación tremendamente delicada77.

76
Estos envíos devueltos consiguieron ser colocados de nuevo en Alemania durante la década de los 50. Antaris
(1988) y Antaris (2001).
77
"Y sin embargo, una industria que según los precedentes datos parece que debiera desarrollarse sin problemas,
es víctima de frecuentes crisis de ventas, de las que siempre sale quebrantadísima, por la irregularidad de un
negocio como este de la Industria Civil de Armamento, dependiente de factores políticos y económicos
extremadamente variables.
Atraviesa en la actualidad una de ellas de inusitada gravedad y para cuya resolución no basta ya el expediente de
esperar una mejora en las circunstancias de su mercado. Desde 1944 en que cesaron sus actividades
exportadoras, hecho que ha coincidido con la total ausencia de adquisiciones por el Ejército Español, que ahora
se surte de otro modelo de arma, y con una contracción en las ventas a particulares que no tiene precedente,

24
Unceta y Cía. llegó incluso a plantearse el abandono de toda actividad, pero finalmente
consiguió llevar a cabo varios proyectos de diversificación78 que le permitieron mantenerse a
flote hasta que la coyuntura le fuera más favorable. A pesar de que estas ramas de la
producción fueron adquiriendo una cada vez mayor importancia en el total de la producción, la
empresa sostuvo la producción de armas, ya que esto le otorgaba ciertos beneficios vía
institucional. Las subvenciones que el gobierno concedía a las empresas exportadoras,
permitieron a esta empresa afrontar con ciertas garantías las inversiones en maquinaria que los
nuevos productos exigían79. Este apoyo institucional se intensificó en la década de los 50 con
las operaciones especiales de apoyo a la exportación.
La utilización del sistema de operaciones especiales se inició el 18 de julio de 1949 con la
operación G de exportaciones metalúrgicas de Guipúzcoa, luego ampliada al resto del País
Vasco con la denominación de M-1. Así se inició una serie de exportaciones en 1950 que
intentaban agrupar una gama de productos que, poseyendo en conjunto capacidad exportadora,
tenían dificultades para su venta individual en el extranjero. Estas operaciones surgidas por
iniciativa de la Cámara de Comercio de Guipúzcoa, concedían a las empresas afiliadas a las
mismas, facilidades en la obtención de cupos extras, un tipo de cambio favorable y un mayor
acceso a divisas para la importación de maquinaria y materias primas del exterior80. La
industria armera resultó muy favorecida por las citadas operaciones ocupando los primeros
puestos entre los sectores más exportadores (cuadro 4).

puede decir que el comercio de sus pistolas es prácticamente nulo." Memoria presentada a la Dirección General
de Industria (Sección Nuevas Industrias) del Ministerio de Industria y Comercio, 22 de Enero de 1947. Archivo
General de la Administración.
78
Se inició la fabricación de martillos neumáticos, máquinas perforadoras y piezas para maquinaria textil.
79
"Las exportaciones, como ya hemos insinuado, han jugado en el Ejercicio un primordial papel. Su importancia
aconsejó el aprovechamiento de las ventajas que para los exportadores reportaba el sistema de Cuentas
Combinadas y que para nosotros ha representado la posibilidad de adquirir en el Exterior maquinaria y otros
elementos que precisábamos ineludiblemente y que de otra forma no hubiera habido posibilidad de importar"
Memoria Unceta y Cía. Ejercicio 1948. Archivo Histórico del BBVA. Este sistema de cuentas combinadas
permitía a las empresas utilizar el 25% de las divisas obtenidas mediante sus ventas en la adquisición de
importaciones. Egudazu (1978)
80
García Crespo, Velasco y Mendizabal (1981), pp 107-108

25
Cuadro 4. Participación de las armas de fuego en el valor de las exportaciones
realizadas durante las operaciones M-1 y M-5 (1952-1959)
Año Operación % Puesto
1952 M-1 36,9 2º
1953 M-1 32,04 2º
1954 M-1 38,7 1º
1955 M-1 36,78 1º
1956 M-1 27,87 1º
1957 M-1 - -
1958 M-1 39,27 1º
1959 M-5 35,26 1º
Fuente: González Portilla (1988) y García Crespo, Velasco y Mendizabal (1981)

Estas ayudas institucionales, hasta ahora favorables, se convirtieron en imprescindibles


durante la década de los 60 llegando a determinar completamente las estrategias comerciales
seguidas por las empresas vascas durante aquellos años. El siguiente cuadro nos muestra la
evolución de los beneficios obtenidos por Unceta y Cía. durante aquellos años. Se observa
claramente cómo estos beneficios, que habían alcanzado proporciones importantes durante los
años 50 en el contexto de las operaciones especiales somienzan a sufrir un descenso importante
hasta que durante la segunda mitad de la década de los 60 las ventas resultan claramente
deficitarias.

Gráfico 2. Beneficios de fabricación y venta, Beneficios brutos y Desgravación


fiscal a la exportación de ASTRA-Unceta y Cía., 1948-1969 (pesetas de 1959)
12000000

10000000

8000000

6000000

4000000

2000000

0
1948 1950 1952 1954 1956 1958 1960 1962 1964 1966 1968
-2000000

-4000000

-6000000

Beneficios de fabricación y venta Desgravación fiscal a las exportaciones Beneficios brutos

Fuente: Memorias de Unceta y Cía.

26
A pesar de todo la empresa siguió obteniendo beneficios al ser compensadas estas
pérdidas con las generosas subvenciones que el Estado daba a la empresa en concepto de
desgravaciones fiscales a la exportación. Esta situación devino en parte de la coyuntura interna
de la empresa pero también de las circunstancias que estaban afectando al mercado
internacional de armas. La extrema competencia en que se desenvolvían sus productos le levó a
reducir sus márgenes de beneficio al máximo, pero ni así conseguían detener el deterioro que se
estaba produciendo en las ventas. El incremento de los costes salariales principalmente, obligó
a la empresa a dar un giro en su estrategia para poder afrontar la difícil situación por la que
estaba atravesando. A mediados de los 60 comenzaron a comercializar sus armas a precios
inferiores a los costes. La existencia de las desgravaciones fiscales a la exportación permitía no
solo recuperar las pérdidas generadas por el dumping, sino que como, hemos visto en el gráfico,
hacían que la empresa viera aumentar sus beneficios. Los dirigentes de la empresa eran
conscientes del riesgo que entrañaba el depender de las subvenciones estatales para su
supervivencia81, y por ello promovieron nuevas inversiones que le permitieran afrontar el
futuro con mayores garantías. El objetivo primordial era racionalizar algo más su producción,
reduciendo el peso de aquellas actividades que como la fabricación de accesorios textiles
estaban atravesando una coyuntura desfavorable. Por otro lado, desarrolló nuevos modelos de
armas para abarcar un mayor segmento del mercado iniciándose la fabricación de revólveres y
armas largas, productos de escasa tradición en la empresa82.
La otra empresa importante del sector, Bonifacio Echeverría-Star, pudo afrontar las
penurias de la década de los 60 algo más holgadamente mediante otro tipo de apoyo
institucional. La firma eibarresa desde que obtuviera la victoria en el concurso de 1946 se había
convertido en la casi exclusiva suministradora de armamento ligero de los cuerpos militares y
policiales españoles. El siguiente gráfico nos muestra, además de las exportaciones totales, la

81
"En realidad nuestra Empresa está viviendo de la desgravación fiscal, ya que en nuestros cálculos para la
fijación de precios de venta, contamos siempre, como partida de abono, con lo que se ha de percibir por tal
concepto; llegando en nuestros presupuestos a admitir la pérdida, con la vista puesta en la desgravación que
enjuga el resultado adverso". Memoria ASTRA-Unceta y Cía. Ejercicio de 1965. Archivo Histórico del BBVA
"Hemos contado en nuestras ventas con la Desgravación Fiscal, gracias a la cual se han podido exportar nuestros
productos a precios inferiores a los costes, única forma de vencer en el Extranjero la competencia con que se
tienen que enfrentar nuestras producciones". Memoria ASTRA-Unceta y Cía. Ejercicio de 1969. Archivo
Histórico del BBVA.
82
"Los muchos problemas de mercado y de producción con que tenemos que enfrentarnos constantemente, los
vamos resolviendo en dos vertientes: la de la reducción de costos, automatizando la fabricación, y la
diversificación de productos creando nuevos mercados.
La primera exige la constante renovación de nuestros elementos de trabajo a lo que estamos dedicados y de lo que
es evidente prueba el aumento que nuestro Activo ha experimentado en el curso del años; la segunda nos está
llevando al diseño y puesta en ejecución de nuevos proyectos de revólveres (el Regent y otro de mayor potencia
que el Cadix), de la escopeta y la carabina deportiva "Bronco" y la de otros artículos.(...)" Mamoria ASTRA-
Unceta y Cía. Ejercicio de 1968. Archivo Histórico del BBVA.

27
evolución de las ventas de pistolas y subfusiles a los Ejércitos de Tierra y Aire, Marina,
Guardia Civil y Dirección de Seguridad del Estado. Podemos observar como estas contratas, en
ciertos períodos, suavizaron los efectos de la crisis sobre las ventas. Esto es evidente a partir de
1969, año en que se endurecieron las barreras de entrada en el mercado estadounidense,
principal destino de los productos de las empresas armeras vascas.

Gráfico3. Exportaciones de armas y ventas al Estado de Bonifacio


Echeverria-STAR (1960-1985)
80000

70000

60000

50000
unidades

40000

30000

20000

10000

0
64

68

70

74

78

80

84
60

62

66

72

76

82
19

19

19

19

19

19
19
19

19

19

19

19

19

años
Exportaciones totales Pistolas reglamentarias Subfusiles reglamentarios

Fuente: Antaris (2001)

4. Conclusiones
A lo largo de este trabajo hemos podido observar algunas de las estrategias utilizadas por
la industria armera vasca en tres períodos del siglo XX. En el primero, hemos podido constatar
cómo las especiales circunstancias en que se desenvolvió esta industria le llevaron a utilizar
estrategias, que aunque efectivas en el corto plazo, resultaron debilitadoras para el conjunto del
sector. La continua y excesiva reducción de la calidad de los productos mantuvo unas
estructuras productivas poco competitivas, que no fueron capaces de resistir la dura crisis de los
años 20, iniciándose como consecuencia de ello procesos de transformación industrial. A pesar
de todo, algunas empresas desde sus inicios apostaron por la calidad como seña de identidad de
sus productos. Esto les obligó a realizar inversiones de importancia, pero les permitió también

28
acceder a segmentos del mercado anteriormente casi vedados a la industria privada, como el de
las contratas oficiales. Estas empresas, utilizaron su experiencia en la construcción de
productos de calidad, para competir con éxito mediante la utilización de la estrategia de
imitación-innovación de modelos extranjeros, como en el caso de las pistolas ametralladoras.
Tras la guerra civil española, el apoyo institucional, casi inexistente durante los años
anteriores, resultó determinante en la evolución y mantenimiento de la industria armera vasca,
tanto a través de las subvenciones a la exportación como por la adquisición directa de
armamento. Esto no excluye, como ya hemos visto, el que las empresas emprendieran a lo largo
de todos estos años proyectos encaminados a reducir esta dependencia o que dejaran de atender
la innovación y mejora de sus productos. Pero, los datos nos muestran que sin ese apoyo por
parte de las administraciones públicas el mantenimiento de la actividad armera en el País Vasco
hubiera sido algo menos que imposible.
Hoy en día, la industria armera del arma corta a desaparecido en el País Vasco ASTRA-
Unceta y Cía. y Bonifacio Echeverría-STAR cerraron definitivamente sus puertas en la década
de los 90 mientras que Llama-Gabilondo y Cía. tras varias vicisitudes, vio concluida su
actividad en el año 2002. Sólo la producción de armas largas de caza mantiene cierta actividad,
pero muy lejos de las cotas alcanzadas en sus tiempos de esplendor.

29
ANEXO: Ilustraciones de algunas de las armas citadas en este trabajo

BROWNING 1900 BROWNING 1906 BROWNING 1910

EIBAR 6,35MM EIBAR 7,65MM CAMPOGIRO

ASTRA 400 ASTRA 300 ASTRA 200

STAR MOD.A ASTRA 900

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