Principal: El contrato de prestación de servicios profesionales es principal
debido a que no depende para su validez, subsistencia y perfeccionamiento de ningún otro tipo de contrato, debido a esto cumple por sí mismo un fin contractual.
Consensual: El contrato de prestación de servicios profesionales es
consensual porque para que se perfeccione basta con el mero consentimiento de los contratantes, tanto del profesional, así como de la persona que requiere de sus servicios.
Esta característica lo diferencia de los contratos reales, en donde además del
consentimiento se necesita la entrega de la cosa para su perfeccionamiento.
Bilateral: Esta característica recibe también el nombre doctrinario de
sinalagmática, y consiste en que ambas partes del contrato, profesionales o técnicos y la persona que contrata sus servicios, se obligan mutua y recíprocamente, el profesional o técnico a realizar determinada actividad relacionada con su profesión.
Oneroso: El contrato de prestación de servicios profesionales es oneroso
porque el profesional o técnico recibirán la remuneración que se hubiere pactado, con la persona que lo requirió, a cambio de prestar determinados servicios referentes a su profesión.
De tracto sucesivo: es de tracto sucesivo porque sus efectos no terminan
en el acto de su celebración, sino que se prolongan, en el caso de los profesionales liberales, durante el tiempo que dure el asunto que lo motivo o en su caso hasta que la persona que requirió los servicios del profesional decida dar por concluido el mismo, y en el caso de los profesionales y técnicos dependientes, mientras dure la relación laboral.
Personal: Esta característica recibe el nombre doctrinario de Intuitu
personae, y se refiere a que únicamente el profesional o técnico que se hubiere comprometido a realizar determinada actividad dentro del campo de su profesión por medio de un contrato de prestación de servicios profesionales puede realizar dicha actividad, así como la persona que hubiere contratado sus servicios es la obligada al pago del salario u honorarios respectivos. Elementos personales:
El profesional: Profesional es toda persona que ha egresado de una casa de
estudios superiores,(universidad), quien va a ejercer determinada profesión a cambio de una retribución, la cual puede recibir el nombre de salario, porque constituye el pago que recibe por sus servicios de profesional dependiente, y de honorarios por el pago que recibe el profesional liberal.
la persona que contrata sus servicios profesionales: recibe el nombre de
cliente, esta figura es definida como “Quién requiere con constancia los servicios profesionales de otro”. El cliente puede ser cualquier persona que contrata los servicios de dicho profesional, comprometiéndose al pago de los respectivos honorarios.
Elemento real
El servicio profesional: está constituido por la obligación de realizar actos
que pueden ser jurídicos o materiales y consiste en una obligación, por parte del profesional, de hacer determinada actividad relacionada a su profesión, la cual debido a los conocimientos específicos, su experiencia que este ostenta sobre esa determinada rama del conocimiento, lo hace ser la persona indicada para el acto que se busca realizar.
Honorarios: La legislación civil guatemalteca nos habla sobre los honorarios,
aunque no los define en si, diciendo que los profesionales que presten sus servicios y los que los soliciten, son libre para contratar sobre honorarios y condiciones de pago. Encontramos en los Artículos 2027 y 2028 del Código Civil).
Elementos formales Al hablar sobre el elemento formal del contrato de
prestación de servicios profesionales nos referimos a la forma del mismo, la cual depende del tipo de profesional de que se trate, en el caso de los profesionales que ejercen su profesión en forma liberal, la forma de éste es básica y esencialmente consensual, por lo que tiende a oponerse a los contratos solemnes o formales, en consecuencia, éste tipo de contrato se rige por las reglas generales de la contratación.