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TRES EVAS Y UN ADÁN

MI MAMA NUNCA ME DIJO

ADÁN Y EVA: LA PRIMERA RELACIÓN SEXUAL

EVA. – (APARECE EN EL PARAISO TERRENAL SALIENDO DE UNA CUEVA) No


sé qué le ocurre a Adán. Lleva un tiempo obsesionado con la idea del Demonio... yo no sé
quién es ese Demonio y él tampoco lo aclara. La culpa la tiene ese ángel que apareció de
pronto en el cielo... un volátil, que daba vueltas sobre nosotros con las alas desplegadas,
como un águila, gritando:

ÁNGEL. - ¡Debéis temer al Diablo-Demonio que anida en cada criatura disfrazado de


hermosura! ¡Cuando lo veáis, arrojadlo de inmediato al infierno para su castigo!

EVA. - ¡Desapareció! Y yo pregunto: ¿Qué maneras son estas de dar un mensaje? (VA
HACIA DONDE SALIÓ Y LE GRITA) Vuelve, pajarraco…espera un momento, ¿no? ¡Y
explícate! Por la bronca del ángel mi pobre Adán quedó trastornado, y me gritaba…

ADÁN. - ¡Eva! ¡Eva!... ¿quién es ese Diablo-Demonio?

EVA. - Adán, no me grites, que estamos solos en el mundo y no estoy sorda. Debe ser
alguien que está contra Yahvé Dios.

ADÁN. - ¿Y dónde está, Eva? Dice que anida en cada criatura disfrazado de
hermosura...Entonces, ¿también puede anidar en mí?

EVA. - "Bueno", sí. Y también puede esconderse dentro de mí...

ADÁN. - Sí, Eva, es más fácil que esté dentro de ti ese Diablo- Demonio, disfrazado de
hermosura...

EVA. - ¡Yo! ¡Yo podía ser el Demonio disfrazado de hermosura! (APARTE) ¡Me sentí
enrojecer tanto que casi me desmayé!¡Hermosa! ¡Me ve hermosa! Me dieron ganas de
abrazarle. De echarme a su cuello gritando: "Sí, yo soy el hermoso Diablo-Demonio... ¡y te
arrastraré al infierno!

ADÁN. - ¿El infierno? ¿Qué es eso del infierno?

EVA. - Un lugar.
ADÁN. - Pero ¿qué lugar? Tal vez un barranco, una prisión donde hay que encerrar a ese
Diablo para darle castigo. ¡Yahvé Dios, la que había liado el pajarraco!

EVA. - El bobo de mi Adán ahora veía al Demonio en todas partes. Y la tomó conmigo. Me
echó de la cueva.

ADÁN. - ¡Fuera!, ¡Vete fuera!

EVA. - ¿Pero ¿qué te pasa? (CORRE HACIA ELLA Y LA PERSIGUE COMO SI


FUERAN DOS CHIQUILLOS LA ABRAZA LA TIRA Y RUEDAN ABRAZADOS LA
CARGA EN BRAZOS Y LA SUELTA DE GOLPE) ¿Te has vuelto loco?

ADÁN. - "Vete a tu infierno", (GRITA, Y SE ENCIERRA EN LA CUEVA, TAPANDO


LA ENTRADA CON LA CERCA. EVA TRATA DE ENTRAR, LE SUPLICA).
EVA. - Adán, no me dejes sola... No soy el Diablo, ¡te lo juro! Se está haciendo de noche,
Adán, y no quiero dormir sola. ¡Tengo miedo! Nada, no me contestó nada. Me acurruqué
fuera. Esperé... sentí algo que me apretaba aquí, en la garganta. ¿Qué es? El "dolor"... es la
primera vez que siento "el dolor" Intento llorar un poco, por si me sirve de consuelo. No me
sale ni una lágrima, y siento una pena sorda que me parte el corazón. Se va la luna... la
noche oscurece... ya no se ven las estrellas... Un súbito zig-zag de relámpagos surca el
cielo... ¡Un estruendo! Y llueve, llueve a cántaros... estoy tan desesperada que no me
importa correr en busca de refugio. Más relámpagos. Caen trozos de hielo. ¿Qué será?
Empiezo a temblar de frío. No siento las manos... las piernas. Me quejo... "Ohooo" me
quejo. La cerca se mueve. ¡Por fin se ha decidido! Se asoma el hombre. Me siento mal... me
levanta en brazos... me lleva a la guarida... me frota con hojas... me frota por todas partes.
Me llama.

ADÁN. - (SUAVEMENTE COMO REANIMANDOLA) Eva... Eva... Eva...

EVA. - No puedo contestar. Tengo la lengua entumecida.

ADÁN. - (GRITANDO) "¡Eva! ¡Eva!"

EVA. - ¡Qué bonito es mi nombre en su boca! Me abraza, trastornado. Me aprieta. Me


sopla su aliento en la cara... me la lame. Llora. ¡El hombre llora! Poco a poco vuelvo a
sentir un poco de calor. Consigo mover con esfuerzo los dedos y los brazos. Yo también le
abrazo. Siento una cosa que se clava en mi vientre... "¡Yahvé Dios! ¿Qué es? ¿Un ser vivo?

ADÁN. - (Se separa apenas) "No sé", (RESPONDE, AZARADO) también me ocurrió el
otro día al levantarte en brazos, cuando jugábamos. ¡Por eso te eché!
EVA. - ¿Y por qué? ¿Qué tengo yo que ver con ese apéndice tuyo que se pone tan travieso
y sale hacia fuera?

ADÁN. - Pero sólo sale cuando te acercas... sobre todo si te ríes ... y también por tu olor.
¿No será un mal, una dolencia? No sé... ¿cómo un bubón risueño?

EVA. - "No, no me duele, ¡todo lo contrario! Pero me turba...me provoca mucho calor,
hasta en la cabeza.

ADÁN. - ¿Calor en la cabeza? Entonces no es cosa natural.

EVA. - ¿Crees que anda por medio el Demonio?

ADÁN. - Sí, creo que sí, Eva... creo que es el mismísimo Demonio en persona...
¡disfrazado de hermosura!

EVA. - Bueno, no exageres, no veo yo tanta hermosura... ¡Ni siquiera tiene ojos!

ADÁN. - ¡Está claro que el Diablo es ciego!

EVA. -Entonces, ¿por qué se pone tan contento, si no me ve?

ADÁN. - ¡Será que el amor es ciego!

EVA. - ¿El amor? ¿De dónde te sacas Adán esa palabra, "el amor", que no la había oído
antes?

ADÁN. -No sé, me ha salido sola... de pronto, de los labios... cuando siento estas ganas
locas de abrazarte... de estrujarte a revolcones. Me sale gritarte ¡Amor!

ADÁN. -A mí también... siento la misma calentura, ¿probamos otro revolcón?

EVA. - Y así volvimos a abrazarnos, enredándonos en juegos y caricias. (LA ABRAZA LA


TIRA Y RUEDAN ABRAZADOS HASTA QUEDAR EL SOBRE ELLA) Ya está otra
vez ese demonio empujando... ¿Dónde quiere meterse?

ADÁN. - Déjale, Eva... quiero saber hacia dónde se encamina...

EVA. - "No quiero ofenderte", (JADEA ADÁN) Juraría que dentro de ti se esconde el
infierno... (AMBOS JADEAN) "Y yo creo Adán que sé dónde está ese lugar... ¡pues siento
ahí el fuego del infierno! “Debemos obedecer al ángel de Yahvé Dios que nos dijo:
"¡Cuando veáis al demonio, arrojadlo de inmediato al infierno para su castigo!

ADÁN. - (CON MAYOR INTENSIDAD) ¡Pues castiguemos a este diablote malvado,


castiguémoslo! (HACEN MOVIMIENTOS MÁS INTENSOS MIENTRAS EL CIELO
ESTALLA EN RELÁMPAGOS... RÁFAGAS DE VIENTO AZOTAN CON VIOLENCIA
LOS ÁRBOLES. SÓLO GEMIDOS, CASI MAULLANDO).

EVA. - (CORRIENDO HACIA UN EXTREMO) ¡Dios! Como el Diablo de Adán


encuentra tanto júbilo como yo con mi infierno... ¡se vuelve loco! Me embarullo toda...
jamás podré explicar el zarandeo... el revoloteo... el retozo... el regocijo... El ÁNGEL
PASA Y LES AVIENTA ROPA, ELLOS EMPIEZAN A VESTIRSE UNA MUSICA
SUAVE INVADE EL ESPACIO). ¡Qué idea la tuya, Yahvé Dios, de imponer a Adán el
Demonio, y a mí el profundo infierno! Qué milagro has hecho Señor... ¡ENTRA UN
TÉCNICO Y COLOCA UN APARATO DE DIADEMA, UN ESCRITORIO Y DOS
SILLAS DE OFICINA, BAJA UNA PANTALLA)

¿PROBLEMAS?

EVA. - Y nosotros, un millón de años más tarde, seguimos preguntándonos ¿No será el
demonio?

ADÁN. - Estamos llenos de miedos, de falta de confianza en nuestro cuerpo... Muchos de


nosotros tenemos problemas sexuales.

EVA. - Pero no hay que desmoralizarse, porque todos tienen problemas sexuales... los
divos, las pornoestrellas, los fontaneros... los terroristas... los reyes, los príncipes...
Acuérdense del príncipe Carlos de Inglaterra; que escribía a Camilla: "Quisiera estar dentro
de tus bragas, quisiera ser tu Tampax..." Si eso no es tener problemas sexuales”

ADÁN. - Sí, estamos llenos de problemas, y además sabemos poquísimo de sexo. Puede
que en teoría lo sepamos todo, pero en la práctica mucho menos. Esta charla quiere sobre
todo informar, explicar... sin presunción, quiere hablar de sexo, ser una "lección de amor".

EVA. - Ante todo, quiero tranquilizar a las madres que hayan venido al teatro con sus hijas.
Sé cómo hay que hablar a los jóvenes, con delicadeza, con sensibilidad y respeto... y no
sólo a los jóvenes, también a los adultos. Así que, muy relajados, hagamos juntos una
alegre terapia de grupo. (Grupo numeroso, creo que hay... personas, pero grupo, al fin y al
cabo).
ADÁN. - "EL SEXO, ESE DESCONOCIDO" era el título de una carta al director
publicada en un periódico, en la que un señor se quejaba de que "nuestra sociedad no
enseña nada a nuestros hijos. En la escuela nadie les hablaba de sexo, de la familia para qué
hablar, la madre es tímida, el padre no tiene confianza para plantear el tema, un problema
cultural...

EVA. - Y a los 18 o 20 años un joven no sabe, no sólo dónde está, sino ni siquiera qué es el
clítoris. Liga con una chica, se hacen novios, se casan, no logra satisfacer sexualmente a su
pareja, y la relación se termina".

ADÁN. - Eva tiene toda la razón. Sabemos por artículos y encuestas, en colegios, en la
universidad, que es cierto, que los chicos no están informados, no saben cómo está
estructurado el sexo de su compañera, ni qué posibilidades ofrece...

EVA. - Sólo saben que ahí tenemos un orificio. Y las chicas, poco más. ¿Qué sabe un chico
de 20 años de sexualidad femenina? ¿Qué sabía yo a los 20 años? Nada. Como pueden
imaginar, yo también he vivido mis épocas de confusión, y he tenido mis correspondientes
problemas sexuales antes de los 20 años, y después... de niña, el sexo era para mí algo
misterioso... sabía que existía, pero nadie me hablaba de él. No hablar, no ver, no tocar, era
la regla sagrada. De hecho, las que estuvimos en el colegio de monjas nos hacían duchar
con camisón. ¡Lo juro! ¿Por qué?

MI MADRE NO ME DIJO

EVA. - Me hubiera gustado hablar de ello, que me explicaran ciertas cosas... pero ¿con
quién? La persona indicada hubiera sido mi madre, pero no había confianza entre nosotras.
Mi madre venía de una familia rica... en dignidad y prejuicios. Mi madre es una buenísima
persona, católica ferviente, practicante, e incluso... votante, que con sus hijas jamás habló
de sexo'. Para mi madre éramos como las muñecas... terminábamos aquí. (Indica la
cintura) Para ella, decir sexo era decir obscenidad. Una muestra: al culo lo llamaba
"pompis"... y a lo de delante, "pompis de delante". Curioso, ¿verdad? A veces, cuando yo
estaba haciendo los deberes... yo era una niña buenísima, estudiosa... mi madre llegaba de
improviso con esa cara que ponen las madres en los momentos importantes, y me decía con
una voz, pero una voz... que parecía la de Dios.

ADÁN-MAMÁ. - ¡Ten cuidado, hija! ¡Los hombres sólo quieren una cosa!

EVA. - Nunca me dijo cuál. ¡Mi madre no me preparó para la vida! Las únicas cosas de
sexo las supe por una amiga muy revoltosa, a los doce años... Hacía algún tiempo que no la
veía, y me dice:
ADÁN-AMIGA. - Qué cansada estoy...

EVA. - ¿Por qué estás cansada, ¿qué has hecho?

ADÁN-AMIGA. - El amor...

EVA. - ¿El amor -yo no sabía lo que era- "¿Con quién?"

ADÁN-AMIGA. - Con mi primito de diez años... inútil!

EVA. - ¿Y qué han hecho?

ADÁN-AMIGA. - "Pues como no sabíamos nada de esas cosas, sólo que los niños nacen de
la tripa... él con su cosa empujaba, empujaba... ¡No ves cómo tengo el ombligo! (SE
QUITA LA PAÑOLETA)

EVA. - Se imaginan…yo estaba muerta de pánico. Si se me acercaba un chico, le tiraba


piedras: "¡Vete, vete! ¡Jamás lo conseguirás!

ADÁN. - ¿El qué?

EVA. - ¡No lo sé! Después, en el bachillerato, los chicos, impetuosos... se me echaban


encima, me abrazaban, me estrujaban... Luego trataban de besarme. No sé ustedes, pero yo,
de mi primer beso guardo un recuerdo espantoso. Él me agarra... y, zas, me estampa contra
la pared... ¡un testarazo de conmoción cerebral! Después, con esas 24 manos que tienen los
chicos, me quería manosear todo el cuerpo... y luego, con la lengua... blall... en el cuello... y
blaií, en la oreja... "¡Para! Pareces una batidora con esa lengua... qué frío, qué asco...
¡Estate quieto! Y después, ¿no quería meterme la lengua en la boca? ¿A mí? ¿Que soy
vegetariana? "Quita esa lengua que te la arranco y se la tiro al gato", decía yo, siempre con
las manos tapándome el ombligo. Otra cosa que no entendía era que: ¡ZAS!, me estampa
contra la pared, luego (Repite los movimientos anteriores) Blall, blall... blall... y empujaba
su pubis contra el mío, con una fuerza tremenda... Yo pensaba: "Pero... ¿qué llevará en los
calzoncillos? Pero más tarde, una de mis tías, de izquierdas, solterona... no porque fuera de
izquierdas... maestra, y mucho más abierta que mi madre, decidió culturizar sexualmente a
sus sobrinitas, y un día nos reúne en la cocina, alrededor de una mesa grande... éramos
niñas de 12, 13 años... y nos enseña un libro científico, de anatomía, y, en particular, la
imagen de un sexo femenino en sección, coloreado según las partes en tonos suaves... que
me pareció un mapa... y cuando la tía preguntó: "Niñas, ¿saben qué es esto?", yo: "¡Sí, tía,
es Florida!", me respondió de una manera muy fea No, boba, esto no es Florida .. ¡es tu
pompis de delante! Me quedé tan impresionada, que desde aquel día a mi pompis de delante
siempre lo he llamado Florida... y al de detrás, California.

MI PRIMER ENCUENTRO CON EL OTRO SEXO


(ADÁN DIBUJA 7 PENES SEGUIDOS EN LA COMPUTADORA Y ESTOS SE PROYECTAN
EN LA PANTALLA
EVA. - Tenía 9 años, cuando vi por primera vez un sexo masculino...bueno, en realidad
eran siete, todos en fila, pintados en una pared. Ya saben que los jovencitos en cuanto
pueden... ¡ZAS!, dibujan esa especie de escafandra que es como su emblema, su insignia...
y debajo, dos círculos... Yo miraba y miraba, preguntándome: Pero ¿qué bicicleta es esa?
¿Y los manubrios? Pero cuando conté hasta siete tuve como una revelación, y dije: ¿Pero
por qué han disfrazado a los siete enanitos de buzos en bicicleta?
La segunda vez iba con mis amigas. Volvíamos del colegio, y nos topamos con el típico
exhibicionista... porque nosotras, las mujeres, una vez en la vida, ¡todas!, nos topamos con
el típico exhibicionista... (Se interrumpe) Si aún no se lo han encontrado, tengan fe, que lo
encontraran. ¿Dónde suele ponerse el exhibicionista? Junto a los baños. ¿Cómo va vestido
el exhibicionista? De negro y con gabardina, incluso en agosto. Nosotras pasamos, y él.
"¡Eh, niñas!" "¿Ehhh?" "¡Aquí, miren!", y ¡ZAS!, se abrió la gabardina. La cabeza y el
cuello desplumado de un pavo. Pregunté a mis amigas: ¿Por qué lleva un pavo en los
calzoncillos?" ¡Qué espanto! Cuidado, hombres, no lo enseñen así, de golpe, que nos
traumatizamos... Me horripiló tanto, que no he vuelto a comer pavo. Ni en Navidad.
Tercera vez: a los 18 años. Estaba haciendo un curso de enfermera en un hospital enorme,
donde los médicos no distinguían a las principiantes de las más expertas, porque éramos
muchísimas. Yo salía de una habitación con una cuña, es un orinal en la mano, porque al
principio tienes que hacer los trabajos más humildes... salgo con mi cuña, y un famoso
cirujano me dice: "Señorita, acuda en seguida a la habitación 31 con todo lo necesario para
un sondaje uretral". Yo no sabía de qué me hablaba, pero me sentí halagada, incluso le hice
una reverencia, con mi cuña en la mano... "Ahora mismo voy". Se lo digo a la jefa de
reparto, quien me entrega una bandeja con una especie de botella y otros objetos
misteriosos. Entro en la habitación... el paciente era un chico de unos 20 años que parecía
menonita, operado de apendicitis... Entro, y veo al famoso cirujano manoseando el sexo del
muchacho. Me quedo paralizada, y el cirujano: ¡Venga aquí! Suelte la bandeja, y sujete. No
me atreví a decir: Verá, es que yo de esto no entiendo...Sujeté la cosa con dos dedos... me
quería morir... miraba al infinito... El pobre chico menonita, al verme... 18 años, tan
crecida... sujetándole su cosa... tuvo una reacción nerviosa... ¡una erección! Estoy segura de
que no ha vuelto a tener otra igual en su vida... Sí, ustedes se ríen, pero piensen en mí,
pobrecilla, que seguía en los siete enanitos y el cuello del pavo... Cuando sentí que esa
especie de cola se hinchaba, revivía...
"¡Socorro! ¡Está vivo! El cirujano por fin comprendió. Suelte. Váyase, señorita...Y mientras
yo salía, toda colorada, me dice: "Señorita, pida el traslado a pediatría, así se acostumbra
poco a poco. Después crecí, y como suele ocurrir, me enamoré... e hice el amor... ¡Qué
silencio! Pues no soy la única, ¿no?... Bueno, hice el amor, y me quedé embarazada.
Tampoco en esto soy la única. Me quedé embarazada. Todo por culpa de mi madre. Si me
hubiese explicado, en lugar de poner las manos aquí (Indica el ombligo), las habría puesto
aquí. (Indica el pubis) ¿Y cómo me quedé embarazada? Pues como suele ocurrir, por
ignorancia. Los dos creíamos que para que me quedase embarazada, teníamos que llegar a
"ese momento"... ¡en el mismo preciso instante! Sólo así el óvulo se fecunda. Si yo no, y él
incluso 10 veces... podía estar tranquila. Y me quedé embarazada. Es lógico que se rían de
tanta ignorancia, pero atención... yo era la pobrecilla del "pompis de delante, pompis de
detrás"...
aunque hoy en día, con el 2020 a la vuelta de la esquina, ¿creen que todas las chicas están
bien informadas? Unos estudiantes han hecho una encuesta para una revista femenina en un
instituto. La pregunta era: "¿Qué método utilizan para no quedaros embarazadas?" Algunas
han dado respuestas correctas, pero otras... unas respuestas increíbles. "Para no quedarte
embarazada, después del acto sexual basta con una buena ducha vaginal. Con Coca-Cola y
limón es aún más seguro". Cuento esta anécdota por si hay entre el público alguna chica
que piense que basta con la ducha vaginal, con o sin Coca-Cola, para no quedarse
embarazada... ¡Nooo! Ustedes hacen el amor, luego el lavado vaginal... y mientras tanto,
"ellos", los espermatozoides, han llegado a destino y están en casita, tan contentos. Peor
aún: llega la ducha... ¡y cantan! (Canta una canción) Otras chicas dijeron: ¡Con un beso!, y
otras: ¡Con sexo oral!, y los muy sinvergüenzas les contestaron: "No se preocupen... ¡hacen
gárgaras, y en paz!

EL ABORTO

Así que quedé embarazada...Se preguntaran por qué les hablo de algo tan íntimo, tan
privado. La verdad es que me resulta difícil, pero ya saben que corren malos tiempos para
el tema del aborto, no hay más que ver cómo hasta amnistía internacional ha declarado que
“El aborto es un procedimiento médico que pone fin al embarazo. Es una necesidad básica
de atención de la salud para millones de mujeres, niñas y otras personas que pueden
quedarse embarazadas. Se calcula que, en todo el mundo, todos los años uno de cada cuatro
embarazos acaba en aborto. ... y la verdad, creo que un ejemplo de experiencia real, vivida,
vale más que cien discursos ideológicos. Cuando descubrí que era una ignorante
embarazada, creí volverme loca. No me lo esperaba. Estaba aterrada. No me siento con
ánimos para contar lo que pasamos... inmaduros, inexpertos en todos los sentidos, y sobre
todo para traer un hijo al mundo. Si hubiese podido hablarlo con mi madre... pero tuve
miedo, miedo a su reacción, al dolor tan grande que iba a ocasionarle... a la vergüenza, a la
deshonra... y sigue siendo así, o no habría tantos recién nacidos abandonados. Pero sobran
las palabras: aborté. Entonces, abortar era peligroso, podías acabar en la cárcel, tú y el
médico. Y las condiciones sanitarias eran infrahumanas. El trauma y el miedo se me
pegaron al cuerpo durante meses. Por no hablar del tremendo esfuerzo de juntar ese
billetote...Un lugar improvisado, en el quinto piso de una casa de barrio, sin elevador. Un
médico y una enfermera. Cuando entré, ni los buenos días. Pero el dinero, por delante…
(SE ILUMINA OTRA ÁREA)
ADÁN-DOCTOR. - "Desnúdese... acuéstese... coloque una pierna aquí y la otra aquí. No
grite ni llore o se va a la calle".
EVA. - ¿No grite? ¿Por qué "no grite"?, pensaba, mientras el corazón se me salía de la
boca. Después comprendí: habíamos acordado que me harían la intervención con anestesia
general, iba incluida en el precio... pero no fue así. No me atreví a abrir la boca. Aún me
muero de rabia cuando pienso en mi falta de valor. Demasiado a menudo las mujeres no
nos atrevemos a reaccionar. ¿Cuánto duró? Una eternidad.
ADÁN-DOCTOR. - "Se acabó. Puede marcharse. Buenas noches".
EVA. - Mientras bajaba los cinco pisos estaba segura de que me iba a morir allí, en las
escaleras. No sabía qué me había producido más dolor, si la intervención o la humillación
por cómo me habían tratado... Fue una experiencia terrible, el peor recuerdo de mi vida.
Mujeres, tengan cuidado, y ustedes, hombres, no las embaracen por distracción. Cuando
oigo decir ciertas cosas... A unos, "las que abortan son unas putas y unas asesinas", a otros:
"si para las mujeres no tiene importancia, es como ir a la peluquería...", y a otros: "si se lo
han pasado bien, ¡que ellas lo paguen! Pues no, señores, ¡de eso nada! Es un momento
terrible. Y si en lugar de tanto discutir sobre si prohibirlo o ampliarlo, fuera libre y gratuito,
y por encima de todo nos preocupáramos de una auténtica educación sexual, prevención,
anticonceptivos... el aborto dejaría de existir. Todas las mujeres estamos en contra del
aborto. El aborto es una experiencia dramática, dolorosa para todas. El Papa no lo sabe,
pero nosotras sí.

LA MENSTRUACIÓN

ADÁN. - ¿Qué ocurre cuando una niña crece? ¿Cuáles son sus problemas? ¿Cuál es su
primer cambio? El día de su desarrollo. Si la niña tiene ya 13, 14 años, con un poco de
suerte, tal vez su hermana mayor, o una amiga, puedan explicarle...pero ¿cuántas niñas se
encuentran con su primera regla sin saber nada? Un día mi sobrina llegó a casa despeinada,
congestionada, llorando:
EVA. - "Me he peleado con unos chicos... me han pegado... y uno me dio dos patadas
aquí... ¡mira lo que me han hecho! Llama a la policía". Le costó un mes tranquilizarse. Es
un hecho natural, pero hay que explicarlo, prepararlas. (ROMPE CON EL PERSONAJE)
Yo sabía todo del ciclo menstrual... por mis amigas. Lo esperaba con ansiedad, y un poco
de miedo. Dios mío, ¿cómo será? El día en que por fin fui mujer fue muy importante para
mí. Sentí una gran emoción, pero también una gran decepción. Yo me esperaba una gran
fiesta, tipo Primera Comunión. ¡Era un momento tan solemne! Abandonaba la pubertad y
entraba a formar parte del mundo de las hembras... procreadoras, amamantadoras,
criadoras... Pensaba que, como en la Confirmación, me llevarían a la iglesia, donde, con
gran alborozo, se celebraría un ritual, con cánticos y órgano... que el obispo me bendeciría
y me ungiría el vientre con los Santos Óleos, y luego me daría una cachetada... en la
pompis de delante. Imaginaba un final con abrazos, mi madre llorando, mi padre
emocionado... Ingenua de mí, creía que todas las mujeres de mi familia, y también las
vecinas, vendrían a visitarme, encerrándome en un círculo... de ternura y de cariño. Y que
me regalarían compresas de hilo con mis iniciales -entonces no las había de farmacia-,
frascos de gel para la higiene íntima y un spray antiséptico desodorante... Después habría
un juramento colectivo de solidaridad entre mujeres... para no quitarnos los maridos, para
ayudarnos siempre a practicar adulterio, cuidando por turnos a los niños cuando nos
citáramos con nuestros amantes... También acordaríamos jurar en falso para conseguir el
divorcio con alimentos. Pues no pasó nada de eso. Nada de nada. Todo lo que ocurrió fue
que mi madre me dijo: "Ahora eres una señorita. Cuando te sientes, cierra bien las piernas.
ADÁN. - En la Biblia hay páginas y páginas sobre la impureza de la mujer que menstrua.
¿Y sabes que aún existe la creencia de que si una mujer prepara una mayonesa en "esos"
días... se le corta? No depende de que la yema esté fría, o el aceite caliente... ¡No! ¿Se te
corta? ¡Es la regla! Tampoco pueden tocar las flores en "esos" días... ¡se secan! Son unas
floricidas...
¡las asesinas del geranio! Qué poderío el de las mujeres... ¡Las super-monstruomenstruadas!
¡TAMPAX

LA VIRGINIDAD

ADÁN. - Otro tema sobre el que hay mucha confusión es la virginidad. ¡Una pesadilla! No
se sabe por qué, pero las que ya no son vírgenes cuentan a las vírgenes... en relación con
"ese momento"...
EVA. - ¡Unas historias terroríficas! "Él, con su ariete, tiene que rasgar tu himen... ¡Ahaa,
¡qué pánico!" y luego, la sangre...
ADÁN. - Hay culturas que siguen exponiendo las sábanas manchadas de sangre tras la
noche de bodas... sangre, sangre...
EVA. - Así que, cuando me llegó "ese momento", me esperaba surtidores de sangre... el
techo manchado de sangre... "¿Cómo podré limpiarlo?" Después descubrí que era puro
invento. Es un hecho natural, que, si se realiza con amor, no es nada...
ADÁN. - Además, les debo informar que el 20% de las mujeres no tienen himen, o lo
tienen tan fino que se rasga de manera casual. Ahora deberíamos guardar un minuto de
silencio por ese 20% de mujeres que a lo largo de los siglos han sido acusadas de no ser
vírgenes, sólo porque no tenían himen. ¿Ella está angustiada? Pues un empujoncito hoy,
otro empujoncito mañana... Al terminar una función, vino a verme una chica.
EVA. - "Qué bien has hecho en decir lo del empujoncito hoy, el empujoncito mañana,
porque mis amigas se ríen de mí... me casé el 15 de diciembre... un empujoncito hoy, otro
empujoncito mañana... y por fin, el 18 de mayo...Le costó un poco, pero no ha tenido
ningún trauma. En Dinamarca, por ejemplo, en segundo ciclo de enseñanza básica
proyectan unos dibujos animados que enseñan a las niñas de 11, a l3 años a liberarse del
himen con las uñas. Es otra cultura.

MI RELACIÓN CON EL OTRO SEXO

EVA. - Queridos hombres, les voy a contar un secreto: las mujeres, en los primeros
encuentros sexuales, no sentimos nada... Estoy segura de que más de una le dirá a su pareja:
"No hagas caso, yo muchísimo, te acuerdas..." Créanme, es como se los digo. No sentimos
nada porque somos jóvenes, inexpertas, no conocemos nuestro cuerpo, tenemos poca
confianza con los hombres... Entonces, ¿qué hacemos las mujeres cuando, al principio,
hacemos el amor y no sentimos nada? ¡Fingimos! Además, no es difícil... "¡Ahaaa!" Basta
con gemir un poco, y el hombre siempre cae. Los hombres están tan pagados de sí mismos,
tan seguros de su poderío sexual, que ni se les ocurre preguntarse: "¿Estará fingiendo?"
¿Por qué fingimos? Para que no se den cuenta de que no sabemos nada... para no
decepcionar, para halagar: "¡Eres maravilloso!" Ahora que los he puesto en ascuas,
hombres, les daré la clave para descubrir si su pareja, durante el acto sexual, simula o
alcanza realmente el... ese término espantoso que detesto... ¡ORGASMO! Qué palabra tan
horrible... podría ser cualquier cosa, menos lo que realmente es... el nombre de un ogro.
ADÁN. - "Niño, ¡cómete la sopa o llamo ORGASMO y te comerá ¿Cuál es la clave para
descubrir si vuestra compañera alcanza el orgasmo?
EVA. - Pongan atención, porque en ese momento... las pupilas... ¡TAC!, ¡se dilatan! Ayer
vino al camerino una señora a preguntarme: "¿Es verdad que las pupilas se dilatan?" "Sí".
¡Menos mal que no ha venido mi marido!" Mujeres, tengan cuidado, porque a partir de este
momento, él sabe. Así que si hacéis el amor y no sentís nada... ¡fuera luces! ¡Oscuridad
total! ¡Ojos cerrados! Y Dios no quiera que en el último momento él saque una linterna y:
'¡Abre los ojos!" Y no es eso todo. Cuando vuestra compañera alcanza el orgasmo y está en
el apogeo del placer... los dedos de sus pies... ¡ZAS! ¡se estiran! Hombres, los estoy
viendo... en su próximo encuentro sexual: ¡los ojos!, ¡los pies! (Mima que controla ojos y
pies)
Como os decía, la mujer al principio no siente nada... después, la relación evoluciona...
Pero si esto no ocurre, aparecen las frustraciones, las neurosis, el deterioro de la relación, y
en lugar de reaccionar, de informarnos, nos limitamos a llorar.
ADÁN. - También hay mujeres que viven toda su vida sexual sin conocer jamás el ápice
del placer, el dichoso orgasmo. No lo hablan con nadie. Algunas se arman de valor y
acuden al ginecólogo, que las hunde para el resto de sus vidas: "Señora, es usted
¡FRÍGIDA!" La pobre mujer vuelve a casa destruida. "¡Soy frígida!"
Pues bien, en el caso de que alguna señora entre el público tenga este problema, que sepa
que la frigidez no existe. Se trata de timidez, de tabúes, de una serie de bloqueos
ancestrales... de falta de conocimiento de su cuerpo, de falta de confianza con su
compañero... En resumen, el orgasmo es un hecho cultural.

LECCIÓN DE ORGASMO

EVA. - El informe Kinsey, famosa encuesta de hace más de 40 años, afirma que el 45 % de
las mujeres estadounidenses finge el orgasmo durante el acto sexual. ¡El 45%! ¡Medio
Estados Unidos! Con el paso de los años, el porcentaje ha ido aumentando, hasta ser en la
actualidad del 60%. Han abierto clubs, como los de aerobic, donde enseñan a las mujeres a
interpretar bien todo el acto sexual, y en particular el orgasmo. El Canal 5, al enterarse, ha
grabado las clases en un vídeo, que emitirá en breve. Yo lo he visto y les adelanto, porque
estimulará su imaginación, y sus próximos encuentros amorosos serán extraordinarios.
Imaginemos juntos la clase. Estamos en un gimnasio. Unas treinta alumnas, solteras o
casadas, en body y mallas, están acostadas en sus colchonetas. De pie sobre una pequeña
tarima, la maestra de orgasmo, diplomada en orgasmo, ella también en mallas, dirige la
clase. Luces suaves, música sexy... (MÚSICA DE FONDO, CON AULLIDOS Y
GEMIDOS) "Vamos chicas, relajaos lánguidamente en la colchoneta... vuélvanse sobre el
costado derecho... Imaginen a su pareja enfrente... no tomen la iniciativa, a los caballeros
no les gusta... Abrásenlo lánguidamente, con los ojos entornados... bésenlo, emitiendo un
gemido: "Mmmhmmm", como diciendo: "Mmhmmm, qué helado tan rico..." La respiración
es fundamental en el acto sexual, sobre todo si no sentimos nada. Respiren con ritmo lento,
pero profundo... así: "¡Ah, ahaa!" No, señorita, eso es un eructo, cuidado... Ahora respiren
más rápido: "Ahohoaaaa... ahoah... ah" ¡No tanto, que te mareas! Ahora coloquence
lentamente boca arriba, y tiren de él sobre su cuerpo, ¡HOP! Cuidado, chicas, este es el
momento crucial: "EL" está encima de nosotras, ÉL va a poseer vuestro cuerpo... ¡EL VA
A PENETRAROS!
¡Os penetra! Hagan que se sienta en casa: "¡Ahahaha!", recibanlo con un gemido, pero de
júbilo: "¡Oho oho oho!", como diciendo: "Bienvenido, cariño, ¿cómo estás, quieres tomar
algo?" "Ah ah", un breve jadeo... ¡No, no tanto, que se asusta, y adiós erección! Abran los
labios, jadeando levemente... ¡Concentración, por favor! ¡Pasión! El acto amoroso no es un
ejercicio gimnástico. El coito es una obra de arte. (Repite los gemidos y suspiros). Es obvio
que no se pueden pasar todo el encuentro sexual suspirando y gimiendo. De vez en cuando
deben intercalar palabras de este tipo: "Oh noooo... no puedo... ¡Dios mío!", me gusta
mucho. Pero no pueden suspirar "Oh nóo... ¡es demasiado!" quédense en posición de
firmes... Sueltas, flexibles, la cabeza no puede quedarse inerte, rígida como por artrosis
cervical... tienen que moverla de derecha a izquierda... contando hasta 8... ¡Y un!, ¡Y dos!...
deben susurrar, es de gran efecto: "Me muero... me muero... ¡Me muero!" no con expresión
dramática, por favor... sino sonriendo: "¡Me muero! ¡Me muero! ¡Me muero! (VUELVE A
SUSPIRAR Y GEMIR) "Ahaaa ahuuu..." No, ¡eso es el lobo! Un, dos... ¡Ahaa!...
¡Mhmmmhmm!" Invocar a la madre siempre queda bien, en agudo: “Ay madre” ... o bien,
(EN TONO BAJO) ¡Ay madre! Cuidado que no sea huérfano, no le vayan a remover la
herida. Hálito religioso... seis veces, subiendo: "¡Oh Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Oh
Diooooss!... ¡Virgen santa!" Ánimo, estamos acabando... Pelvis arriba, ¡y un! Apoyen bien
los talones, coloquen los hombros... bien firmes en el colchón... ahora, ¡rotación de
caderas... “Eres fantástico! Me muero... ¡el corazón se me dispara!" No pierdan el
equilibrio... oigan, no tan fuerte con la pelvis, que lo descoyuntan... Cuenten hasta doce:
uno, dos, tres... no, en voz alta no... once, doce, ¡STOP! abran los ojos, lo miran, y
susurran: "¿Quién eres?", no demasiado interrogante, no sea que se enojen... "¿Cómo que
quién soy? Soy Antonio, ¿no me reconoces? y se marche enfadado. (GESTO) Los brazos
sueltos, nadando hacia atrás. Llegamos al sprint final. Aquí pueden improvisar: "¡No, no,
no!... ¡Sí, sí, sí!" ¡Láncense a todo, brincos, gritos, gemidos, maso-lujuria-líbido a todo gas!
"¡Ahiüa! ¡Ahiua! Ohoh..." Aullido final: "¡AHAHAAA!" No, eso es una ambulancia. "Aha,
aha, aha..." un dos, "Aha", un dos, "¡Ahaaaa!" Orgasmo conseguido. (LA MÚSICA, CON
SU FONDO DE GEMIDOS Y AULLIDOS, SUBE DE VOLUMEN)
LOS HOMBRES, QUÉ FANTASMAS

En toda la historia del mundo, nosotros, los modernos, hemos sido los primeros en
plantearnos el problema de nuestro placer. Cuando la gente trabajaba 18 horas diaria, no les
quedaban energías que dedicar al acto sexual. Estaban agotados, comían, se acostaban, tran-
tran-tran, y después, grrrr... (RONCA), se dormían. Hoy en día sigue ocurriendo, aunque se
trabaje mucho menos. Algunas amigas mías se quejan de que trun-trun-trun, y después
grrrr, sin decir siquiera: Gracias, cariño, ¿quieres una copa? Para los hombres, exhibir su
disfrute se ha convertido en un símbolo de status social: una esposa, una novia, un novio,
tres amantes... y, ¡vámonos, a presumir!

LA VERDAD, TODA LA VERDAD SOBRE LOS HOMBRES


"Yo, hoy, de dos a cinco, ¡nueve veces!", y luego, el que sólo lo hace dos veces al mes, se
vuelve a su casa y se pega un tiro... Hombres, no se desanimen, sólo son faroles. Cuando
los
tienes cara a cara, solos, desnudos en la cama... nada que ver. Padecen de: impotencia
temporal por emoción... eyaculación precoz por sobrexcitación... incapacidad para
eyacular...
¡y pánico a la vagina dentada! Sí, es cierto, se los juro. Escuchenme, chicas: si llegan a
encontrarse con su pareja en una situación semejante... impotencia, eyaculación precoz, etc.
no deben ridiculizarlo, no deben decirle: "Eres impotente... ¡vete, inútil!" ¡No! Son cosas
que ocurren por exceso de sensibilidad, emoción y por el amor que les inspiramos. Creo
que para un joven enfrentarse a las primeras relaciones sexuales, a la erección, debe ser un
verdadero problema. Atención, porque a veces, al principio, una actitud de burla o desaire
por parte de su compañera puede acomplejarle para toda su vida. Existe la impotencia
temporal que, con el tiempo, la confianza, la experiencia, se supera. Pero hay hombres
especialmente sensibles, que siguen padeciendo este problema. Viene a verme un
muchacho... a veces mi camerino parece el consultorio de un psicoanalista, y mujeres,
madres, hijos y maridos vienen a contarme sus problemas... Este chico me dice:
ADÁN. - "Puedo hablarle un momento... Me gustaría pedirle un consejo, usted parece tener
mucha experiencia...
EVA. - Dime, guapo...
ADÁN. - "Es que yo tengo unas erecciones impresionantes...
EVA. - Me alegro mucho. ¿Y dónde está el problema?
ADÁN. - Es que siempre las tengo en los momentos equivocados. Cuando hago examen de
matemáticas, que las odio, y ¡ZAS!... Y cuando la necesito, está como muerta. Y eso que
me paso tres días avisando: por lo que más quieras, no olvides que la amo... ¡levántate,
levántate!
EVA. - Creo que la insostenible inconsistencia del miembro debe ser realmente un trago
insostenible. Le voy a recomendar para efectuar la penetración en esas circunstancias... una
postura del Kamasutta, la de la tijera. No la explico en detalle por respeto a mi madre, pero
voy a mencionarla por cortesía. Las tijeras... todos saben cómo están hechas. ¿Cómo se
colocarán dos tijeras que se quieren mucho? Con el varón en la posición superior... parece
ser que en esa posición...* incluso en estado... deprimido... se consigue, con una ayudita,
colocar al pobrecillo donde corresponde. Entonces él, que es un poco bobo, pero no del
todo retrasado, al encontrarse ahí, dice: "¿Dónde estoy?... uy, qué calorcillo tan rico..." abre
un ojo y dice: "¡Ahaaa!", y entonces... Más no les puedo decir. Ya estoy sudando. Y es que,
a los hombres, eso de tener que dominar a toda costa, les perjudica muchísimo.
EVA 2. - Y la culpa la tenemos los adultos, los padres, los abuelos, las madres... Cuando un
niño de cinco o seis años llora, ¿qué le decimos? "No llores, no eres una niña, ¡eres un
hombre!" ¿No, es un gran error? no "porque eres un hombre"... diez años, eres un hombre,
once, eres un hombre, doce, eres un hombre... y crecen sintiéndose obligados a ser viriles,
enteros, ¡de acero! Además, ¿por qué? Llorar es buenísimo, ¡nosotras lloramos a todas
horas! EVA 3. - Y para una mujer es maravilloso que el novio, el marido, el amante, en un
momento de abandono llore en sus brazos... Es precioso llorar juntos. Así que, desde esta
noche, ¡hombres, a llorar! Mejor aún, lloren ahora mismo y desahóguense.
EVA. - Porque además los hombres, sobre todo en público, fingen no tener problemas
sexuales. Todo se oculta, como una horrible deformidad. Ninguno, por ejemplo, va por ahí
diciendo: "Soy un eyaculador precoz". Hay por ejemplo un trastorno sexual gravísimo, muy
común entre los" hombres, que se mantiene en secreto. Ni siquiera se menciona en los
manuales universitarios de sexología.
EVA 2. - Todo el mundo sabe que hay mujeres frígidas... ya les he dicho que no existen...
pero ¿sabían que existen también hombres frígidos? Hay montones de hombres frígidos, y
ni siquiera lo saben. Ojo, que no estoy hablando de impotencia. Estoy hablando de
completa ausencia de placer. El hombre tiene su erección, su eyaculación, pero no siente
nada, no experimenta placer. El problema de la frigidez masculina es un problema serio y
trágico, y estoy convencida de que una de las razones por las que estalla la violencia sexual
es precisamente ese "no sentir nada".
EVA 3. - A un hombre que sienta auténtico placer haciendo el amor, jamás se le pasará por
la cabeza poseer a una mujer con violencia, forzarla... ¿para qué?... él sabe que el placer
sólo crece en un encuentro tranquilo, relajado, lleno de intimidad y ternura.
ADÁN. - ¿Cómo se supera este problema? La relación sexual puede mejorar con la
confianza de su pareja, hablándolo juntos, y, si es necesario, con la ayuda de un médico.

I LA IMPOTENCIA
EVA. - Además de la impotencia temporal, existe la impotencia estable. A partir de los 50
años, más o menos -y lamento mucho la mala noticia que les voy a dar, hombres- las
estadísticas dicen que un hombre de cada ocho se vuelve impotente. Por supuesto, los
presentes están excluidos.
EVA 2. - Existen varias formas de impotencia: la impotencia orgánica, por enfermedad... la
impotencia golfa, por abuso... ¡cuidado, promiscuos!
EVA 3. - Hay también una impotencia más dramática, el profesional, el obrero, que por la
precariedad del trabajo no consigue hacer el amor. Es evidente que para los hombres debe
ser una auténtica tragedia renunciar a las relaciones, a la virilidad, a ser activos
sexualmente... EVA.- Entonces, los que tienen medios se someten a intervenciones
dramáticas y también un poco grotescas. En el caso de que entre el público haya
impotentes... pero qué digo, si entre los presentes nunca hay... me refiero a algún primo, a
un amigo... informo que existen unas inyecciones que se ponen "in situ".
EVA 2. - Pregúntenselo al médico. Además, hay numerosas técnicas de trasplante. El
primer método se aplicó en los Estados Unidos, y después también en Europa. Consiste en
trasplantar en el sexo masculino una prótesis... sólida... que se quedaba siempre... así. Yo
me imaginaba a esos hombres siempre un poco ensimismados... tiene que ser muy
molesto... porque, si haces el amor, viene bien... pero en un funeral, por ejemplo... Así que
algunos dijeron: "Fuera, fuera, que me la quiten". También porque esquiaban, y no podían
tomar las curvas... Después, la ciencia ha seguido avanzando, y han trasplantado una
prótesis blanda que se ponía en... "exaltación" mediante un tubito subcutáneo, acabado en
una perita. Bastaba: (Mima): "Querido, ¿qué te pasa?" "... Un calambre... vamos, querida..."
¡Y unos amores...! Diez horas... las pobres mujeres no podían más.
EVA 3. - Y después, aún mejor: el cirujano inserta en el pene una prótesis conectada a un
sofisticado aparato con el que hacen realidad su sueño de una "prestación perfecta". ¿Y
cómo funciona? Voy a decir cuanto antes un término que odio: ¡escroto! Y es que, con todo
mi respeto por los hombres... a mí, la idea del escroto, peor que "orgasmo"... Y nosotras nos
reímos, porque nos han puesto cada nombrecito... ¡Vulva!, o ¡Vagina!... ¿les parecen
bonitos? EVA. - Por no hablar de "úterooo..." ¡horrendo! ¿Y "ovarios"? Un término rural,
de gallinero... ves a una mujer guapa, elegante... piensas que tiene ovarios... ¡Agggghhh!
Pero "escroto" es el peor, parece el nombre de una lombriz: "¡Ahaaa! ¡Un escroto,
aplástalo! "Bueno, pues bajo la piel del escroto se insertan dos interruptores, dos botoncitos
minúsculos: el de la izquierda. Y provoca la erección, el de la derecha la deserección... toda
coincidencia política es puramente casual... sin que la dama advierta nada... es más, ni
siquiera se lo cuentan a su mujer. ¡Estallaría la guerra de los botones! Es un sistema
extraordinario, que consigue unas erecciones fantásticas. El único inconveniente es que
cuando se aprieta el pulsador de la deserección, pita: "Piii..." De hecho, en el prospecto que
entregan al hacer el trasplante aconsejan encender la radio, la tele, y en su defecto, imitar el
tren: ¡Tutuuutuutu! EVA 2. - Otro sistema es el hilo de plata. La plata es un material muy
flexible, que, así como lo pones, se queda. Sólo que estos hombres ya no pueden viajar en
avión... pasan por el detector de metales, y... ¡driiinn!
EVA 3. - Hace unos meses, en Estados Unidos, han inventado otro sistema realmente
genial y revolucionario. Su gran hallazgo consiste en que el sexo se pone en erección
mediante un mando, sí, como el del televisor... pero con un solo canal. Claro que uno no
puede acostarse desnudo, con su mando. "¿Pero ¿qué haces? ¿Hasta cuándo hacemos el
amor quieres ver la tele?" Lo han miniaturizado... en forma de supositorio... ¿Y dónde se
inserta? Creo que ya lo han entendido. Los médicos te tranquilizan, diciendo: "No tema, es
ultrasensible... Atención a tres advertencias fundamentales: 1) Que las pilas estén siempre
cargadas; 2) Que no caiga en manos enemigas; 3) ¡Nada de sustos

LOS CHICOS Y SUS INSEGURIDADES


EVA. - ¡Hemos comprobado que los hombres también sufren! Las madres con hijos
varones lo saben muy bien, porque al verlos crecer han podido seguir de cerca todas las
fases del desastre. Cuando son adolescentes, se enamoran cada diez minutos, y casi nunca
son correspondidos. Entonces caen en depresión, y a veces también se les cae el pelo, por
alopecia, una enfermedad psicosomática causada por frustraciones, inseguridad y angustia.
La verdad es que los pobres se ponen feísimos, con esas calvas en el pelo, y el acné juvenil
multiplicado por mil... Una íntima amiga mía me contó que su hijo adelgazó diez kilos. Un
día le preguntó a su madre si podía leer "La
revolución sexual", de Wilhem Reich. "¡Sí!", contestó rápidamente
mi amiga, sabiendo que si dices que no es peor,
porque de todos modos lo leen a escondidas. "Pero", añadió,
"te advierto que es un libro difícil, científico... léelo
con calma, y si no entiendes nada (Con voz abogada), pregúntaselo
a tu madre -o sea, a ella- que tu madre te lo explica".
Y es que las madres, en los momentos delicados, sacan
unos tonos... Y así fué como un día en que mi amiga estaba
cortando verduras para una sopa, entró el inocente y le preguntó:
"Mamá, ¿las mujeres cómo se masturban?" Mi amiga
se cortó un dedo.
Mi amiga es progre, y con su marido había explicado a
sus hijos, con delicadeza y tacto, el acto sexual... cómo, nacen
los niños... empezando por las mariposas, pobres mariposas...
y se sentían padres progresistas, ejemplares... pero ni
se les había pasado por la mente hablar de masturbación.
Así que, horrorizada, llamó a su marido. "Ven... tu hijo
quiere hablarte." Llega el padre, ¿y sabéis lo que le dice a
su hijo? "Esas no son preguntas que hacerles a los padres.
Pregúntaselo a tu novia", cuando todo el vecindario sabía
que el pobre chico no conseguía ligar. ,
Otro día, e! hijo de mi amiga le espetó: "Mamá, padezco
de eyaculación precoz". Casi todos los chicos tienen ese problema...
y muchos adultos, también. Me consta.
Mi amiga, aterrada, no sabía qué aconsejarle, pero en
unas cuantas noches de insomnio ideó un sistema que pensó
podía funcionar: las matemáticas.
El hijo: "¿Las matemáticas, mamá?"
"Sí, las matemáticas. Son tu salvación, porque te distraen.
Tú empiezas a hacer el amor, y en seguida te alejas
mentalmente, haciendo cuentas complicadas. 7 x 9: 5 x
22... ¡Verás cómo lo consigues!"
"Vale, mamá, lo probaré".
Llega el día del gran encuentro, y toda la familia:
"¡Ánimo, estamos contigo! ¡A ganar!" Ei chico vuelve a
casa: "¿Qué tal te ha ido?"
"7 x 9.-. ¡y acabé, mamá!"
Los que aplauden... son todos eyaculadores precoces.
55
Más tarde, el chico, que era tenaz y creativo, se inventó
otro sistema. "Mamá, he encontrado un sistema extraordinario:
cuando siento que me excito demasiado, contraigo
con todas mis fuerzas los músculos del bajo vientre... ¡y
aguanto, mamá, aguanto!"
Se cogió una cistitis.
Después, por fin, encontró una chica amable, que lo sabía
casi todo sobre el sexo, y con ternura y delicadeza le
hizo comprender que la relación sexual no es un concurso de
la tele... y lo salvó.
Le creció el pelo, le desapareció el acné, se puso hasta
guapo. Lo malo era que empezó a darse importancia, y mi
amiga me contaba que en su casa no se podía hablar de
sexo... sólo él sabía... ¡sólo él la tenía!
Un día, a los 16 años... salía con una jovencita, seguramente
virgen... mi amiga, preocupada, le dice: "Ten cuidado,
no hagas tonterías, que esa niña seguramente es virgen".
Y él: "Mamá, ¿de qué hablas? Sé perfectamente lo que
hago".

"¿Qué quieres decir? ¿Qué es lo que haces?"
"Sólo hago... -ahí se cortó un poco- sólo hago un metesaca..."
"¿Y eso qué es?"
"Me lo han enseñado mis amigos mayores... sólo meto la
puntita..."
"Pero, ¿tú eres tonto? ¿Cómo que la puntita? ¿Y luego,
cómo paras? ¿Lo mides antes? ¿Te atas una cuerdecita, o un
cascabel? ¡La puntita! ¿Es que no sabes que el himen está al
principio del sexo femenino...?"
"¡Que no, mamá! El himen está un poco más arriba".
"¿Pero qué dices? El himen está al principio del sexo..."
"Que no, mamá, está por lo menos dos centímetros más
arriba..."
"¿Quieres saber más que yo?"
Y él: "Se te ha olvidado..."
Mi amiga, enfadada, llama a su ginecólogo, que le dice:
"¿A tu edad aún quieres saber dónde está el himen? De todos
modos, tiene razón tu hijo, el himen está un poco más
arriba".
Cuento esto pot si hay aquí algún chico que quiera experimentar
el... mete-saca... ¡Cuidado, pataos a tiempo! Recordad
que vuestro sexo no tiene hombros, va solo... ¡ponedle
un tope!
En fin, hay una gran desinformación, y encima afrontamos
el problema con agitación y angustia. ¡Calma, es imprescindible
tener calma!
EL ZEN
¿Qué podemos hacer para mejorar esta situación?
Ante todo, hace falta un poco de Zen.
¿Qué tiene que ver el Zen con el acto sexual? Tiene,
tiene...
El Zen, como sabéis, es una filosofía oriental, y no hace
falta irse a la India para encontrar a alguien que os la enseñe.
Ahora mismo, hay más santones hindúes en... (Nombre
de la ciudad) que en Calcuta.
Los hindúes del "tantra yoga" y ios taoístas chinos descubrieron
que el acto sexual, si se vive correctamente, es un
medio extraordinario para desbloquear nuestras corazas psicológicas,
nuestras ansiedades, y para hacernos más tolerantes
y sociables, menos agresivos. Pero hay que llegar a vivirlo
bien.
El Zen nos enseña a distanciar la mente, a "liberarnos".en
el encuentro amoroso, olvidando las tribulaciones de la vida
cotidiana, a concentrarnos en lo que estamos haciendo. Porque,
seamos sinceros, cuántas veces estamos haciendo el
amor: "Te quiero, te quiero, te quiero... ¡Dios mío, la basura!"
A los occidentales nos resulta difícil desconectat de los
problemas cotidianos. Menos a los napolitanos, que con un
lenguaje quizás demasiado... directo, demuestran haber comprendido
todo con su dicho: "¡La polla no quiere follones!"
Os he explicado el Zen en tres palabras.
58
EL CLÍTORIS
Mi amiga comprendió que la vida sexual de su hijo iba
mejorando rápidamente el día en que él llegó todo contento,
gritando: "¡Mamá, mamá, he encontrado el clítoris!"
Ella no entendió. ¡De verdad, no entendió! Se trata de un
término que no forma parte de nuestra cultura, del lenguaje
cotidiano... ¿Cuánta gente nace y muere sin haber pronunciado
jamás la palabra "clítoris"? No sueles ir preguntando
a la gente: "¿Cómo sigue el clítoris de su niña?"
Así que mi amiga rio entendió, y le contestó: "¿Ah sí?
¿Y cuándo se te había perdido?" Su hijo se enfadó muchísimo.
"¿Pero cómo, mamá, me pides que confíe en tí, que
te lo cuente todo, y ahora te burlas de mí?" Y mi amiga:
"No, cariño, es que no te había entendido..." Pero cuando
comprendió que para él era un acontecimiento importante,
y que tenía mucho mérito, porque... sed sinceras, mujeres,
a los hombres les resulra muy, pero que muy difícil encontrarlo...
cuándo por fin comprendió, le aplaudió y todo:
"¡Bravo, bravo, bravo!"'
No es fácil encontrar esa parte minúscula de nuestro
sexo.
Vino a verme un día un chico que me conocía, y me dice:
"Este es el reléfono de mi novia. Llámala y dile que tiene
muy mala idea, y que es una imbécil." "No puedo, ni si-
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quiera la conozco... además, ¿por qué, qué te hace?" "¿Qué
me hace? ¡No colabora! Yo no consigo encontrar esa parte
de vuestro cuerpo: estamos en la cama, desnudos, haciendo
el amor... yo me empleo a fondo... y ella, como una serpiente,
con, la boca tirante, me sisea: "¿No lo encuentras,
eh?"... Yo no me desanimo, sigo adelante, y ella gélida, moviendo
los ojos de un lado a otro: "¡No!... ¡No!... frío, frío..."
Chicas, no debéis. Tenéis que ayudar a vuestros chicos.
Para ellos es un drama encontrar el clítoris... incluso para
ios que han estudiado a fondo el sexo en los libros, y lo saben
todo de la Florida.'., a nivel geográfico, claro.
Teoría y práctica no siempre van juntas.
Además, en los libros se leen unas descripciones terroríficas.
Os leo una, muy erudita: •
"Situaos idealmente en medio de los senos -qué lejos
empieza éste- después trazad una línea recta hacia el ombligo
-te ios imaginas con su regla: "No te rías, que me
tuerzo"- después proseguid en dirección al pubis -nos vamos
acercando- cruzad la selva oscura -¡qué miedo!- y al l l e gar
a la cima del monte de Venus iniciad el descenso por la
vertiente opuesta -como en los Juegos Olímpicos de Invierno-
por el interior de la cañada, seguid el suave relieve,
y en el centro del cañón: ¡el clítoris está ahí!"
No lo encuentra ni uno.
Todo io que deberíais saber y que ni siquiera vuestro g i necólogo
os ha contado.
(Aparece en escena un panel con flores pintadas, que aluden al
sexo femenino: orquídeas, etc.)
60
Me alegro de que las señoras y señoritas se hayan reconocido.
La verdad es que yo quería proyectar un sexo femenino
en sección, aumentado quinientas mil veces, para
poder conrinuar con mi lección, pero me lo han desaconsejado.
"¡No puedes! El sexo femenino en sección, ya en pequeño
es horroroso... si encima lo aumentas quinientas mil
veces... ¡les bloqueas la erección a los caballeros presentes
en los próximos dos meses!" Así que me han dibujado estas
flores, pues, como sabéis, algunas flores son el símbolo
del sexo femenino.
Bien, trataré de que quede claro incluso así.
He aquí el sexo femenino. ,
Dice el poeta: "Es la madre de todas las delicias.;'
Es un retazo de cielo situado entre los suaves muslos.
Se encuentra bajo una mata de vello rizoso. Incluso las "
muchachas de cabellos lisos exhiben milagrosamente tupidos
ticitos, lo que es un gran misterio.
Al igual que una rosa, el sexo femenino está rodeado de
pétalos suaves..."
Los poetas lo han llamado con nombres maravillosos:
templete del amor, fabuloso bosquecillo del paraíso...
También los hombres sencillos han inventado términos
poéticos:
mariposa, ciruela, melocotoncito, albaricoque oloroso...
Luego llegaron los guarros... mejor no mencionarlos.
Vamos al punco. ¿Dónde se sitúa esa parte de nuestro
sexo que, bien estimulada, permite a la mujer alcanzar el
orgasmo?- (Indica un punto en una gran flor del panel)
61
Aquí está 'el clítoris... que el 9 0% de los hombres ignora
dónde se encuentra, y el 10% restante aún lo está buscando.
El clítoris, por si no lo sabéis, es la reproducción exacta
del sexo masculino. Las mujeres tenemos un pene en miniatura...
¡tenemos un "penín"!... ¿de qué nos quejamos?
Además del "penín", tenemos otro punto erógeno en el
interior de nuestro sexo, que es el fantástico punto "G". En
todo el mundo se habla del punto "G", peto sólo unos pocos
lo han encontrado.
¿Qué es el punto G?
G... G viene de Gráfemberg, un profesor que descubrió
su existencia en 1944... ¡y a nosotras nadie nos ha dicho
nada!
Dice el profesor Gráfemberg: "El punto G es un punto
erógeno que se encuentra en el interior del sexo femenino,
y no es más que la prolongación del clítoris".
¿Dónde está el punto G? Entrando... no os riáis, no encuentro
otro verbo... entrando... bajo el hueso púbico... y
subiendo... lo encontramos en el primer tercio inferior...
i No queda nada claro! El profesor Gráfemberg nos ayuda.
Dice: "imaginad en el inrerior de la vagina un reloj -un relaj
pequeño, claro- con las manecillas hacia el ombligo,
marcando las once y cinco. Ahí está el punto G".
Pero, atención: tanto el clítoris como el punto G, no podéis
pretender que ellos los-encuentren solos ./Ellos nunca
encuentran nada.
Así que, chicas, como no empecéis a darles indicaciones
más concretas, los chicos nunca aprenderán.
Desde luego, no ordenando: "¡Aguí! o ¡Allí!", sino con
delicadeza. Debéis tomat las riendas de la situación, y, más
aún, guiarles la mano. No podéis pretender que los hombres
salgan solos de su neurosis de dominación. Su mente está
demasiado atascada. Debéis enseñárselo todo.
Una vez que le hayáis explicado todo sobre vosotras, superando
timideces, ganando confianza, tendréis también que
descubrir cuáles son los puntos importantes del sexo masculino.
Hemos exaltado la belleza del sexo femenino... no podemos
de¡ar de alabar la del sexo masculinp. ¡Es hermoso!... si
os fijáis bien, es hermoso... Bueno, cuando está así, e n reposo...
con. ese bamboleo... no es que sea muy exaltante...
¡pero me cae simpático!... me entran ganas de darle tironcitos,.
como si fuera la cola de un gato... Pero cuando se yergue
en toda su potencia... yo, al principio, estaba convencida
de que dentro tenía un hueso... ¡es hermoso!
Para los hombres, las medidas representan un auténtico
drama. Hombres, os aseguro que en absoluto son importantes.
Lo que importa es cómo utilicéis vuestro sexo. Por
ejemplo, hacer reír a una mujer es sexoalmente más importante
que las medidas del pene. Además, un hombre de proporciones
reducidas puede satisfacer plenamente a su pareja,
porque se empleará realmente a fondo.
Puede que nadie os lo haya dicho, pero él también
tiene... su clítoris... que deberíais saber dónde está... Si no
Icsabéis, chicas... ¿de qué nos quejamos? De todos modos,
está arriba, en la punta...
Y no sólo, además del clítoris, también tienen su fantástico
punto G, y ni siquiera lo saben.
El punto G de los hombres está../cuando me enteré
pensé: "La madre naturaleza se ha vuelto loca"... porque
mira que ponerlo ahí, eri un sitio tan difícil de localizar...
¿no podía haber encontrado un sitio más cómodo y accesible?..,
está en la base del pene... en la raíz del sexo... por
dentro.
Los expertos aseguran que si, una vez localizado, estimuláis
ese punto... ¡oiréis el aullido del coyote!
No os paséis toda la noche buscando el punto G.
^ C o n esto no quiero decir que la técnica sea lo más importante
en el acto amoroso|p^ero si quieres participad etyéí
TTour de Francia tienes que saber montar en bicicleta.
Os ruego que no me malinterpretéis.
Para mí, ante todo están los sentimientos. Sobre todo
para una mujer, es importante el "antes" y el "después" de
la relación sexual.
Los hombres se preocupan tanto por las medidas de su...
cosa, por su consistencia, por cuántas veces hacen el amor,
que no comprenden que a nosotras nos importa mucho más
un mimo, una atención, una caricia, un detalle... un Mercedes...
es broma.
Llegados a este punto, tenemos que afrontar el tema
central de nuestra charla: el acto sexual por excelencia. Ya
sé que todos los hombres españoles, como los italianos, y
los franceses, son fantásticos en el preludio amoroso, en los
juegos eróticos./pero, sobre todo para esos otros hombres
un poco frágiles, que tienen más dificultad, este es mi consejo:
abandonad todo propósito de "quedar bien", de seducir
precipitadamente, de alcanzar el placer a toda costa, y
cuanto antes. Calma. El acto sexual no es un examen de in-
...'»
O ff\(\C>p>0
formática ni un concurso de hula-hoopJ/Calma. Podéis quedaros
quietos, jugar a respirar en sincnSuaTalternándoos...
o bien soplar suavemente en las orejas o en el cuello, abrazaros
bajo la ducha cubiertos de espuma, o masajearos mutuamente
los pies..i obviamente, si quetéis masajearos los
pies haciendo el amor al mismo tiempo, debéis buscar una
postura adecuada, para evitar fracturas, luxaciones o infartos...
La cara está contraída... cuántas veces hemos visto a
nuestra pareja con la cara contraída... ¿Por qué? Porque la
mente está alerta, activa, ansiosa, quiere un orgasmo, lo
quiere absoluto, lo quiere estruendoso, lo quiere total. No,
todo lo contrario, se necesita calma, mucha calma. Empezad
por relajar todos los músculos... bueno, todos no... respirad
profundamente, sentid a vuestra pareja, escuchad
cada centímetro, las manos en las manos, escuchad el calor
de su cuerpo, los latidos de su corazón... oled sus cabellos,
esperando que estén limpios... en un contacto totalJSentíos
pulsar Cuando estéis en perfecta sintonía, y vuestro cuerpo
sabe cuándo es el momento, podéis empezar la danza. Sí, es
realmente una danza, como el vals, pero sin pasos marcados.
Para seguir esa danza, debes dejar de pensar, debes entrar
en otro estado de consciencia. Debes olvidar tus angustias,
y dejar que tus emociones fluyan sin temor.
Otra vez el Zen, pertTmejor explicado...
' Y al final, el orgasmo alcanzará proporciones bíblicas.
Os deseo mucha suerte. Y si es así, enviadme una postal:
"Querida... ¡era verdad!"
Quiero deciros que para mí no hay nada más hermosoaue
el sexo... el sexo enamorado, homosexual o heterosexual,
mientras haya amor.
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64
Queda el pequeño problema de cómo encontrar el alma
gemela... o, por lo menos, el alma prima... es difícil, pero
recordad que no sólo hay que romar, recibir, Sino dar, dar
generosamente.
El amor es grande. Por él vale la pena soportar las colas
extenuantes, insoportables, en las ventanillas de la vida.
De todos modos, la técnica, el conocimiento, tienen sü
importancia. No sabet nada de tu propio cuerpo y del de tu
amante no ayuda a comprenderse.
Por ejemplo, muchas mujeres se dejan impresionar por
la idea del hombre fuerte, inoxidable, indestructible. Y en
cambio los hombres son muy frágiles, hay que mimarlos,
rratarlos con suavidad.
Su... cosa también es delicadísima, hipersensible. Si la
agitáis como si se tratara de una zambomba... ellos no dicen
nada, por no quedar mal, pero en realidad sufren... no
les gusta nada que se la restreguéis conrra la cremallera del
pantalón, o se la esrrujéis como un calcetín.
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¡FANTASÍA, MUCHACHOS!
Hay cosas que disgustan también a las chicas. Por ejemplo,
además de la falta de delicadeza, las mujeres reprochan
a los hombres su escasa fantasía. Para el hombre, el arte
amatoria se reduce a menudo a un movimiento obsesivo en
émbolo, como si desatascase un lavabo... s i n duda muy agradable
para él, que tiene síndrome de fontanero... pero para
nosotras, no ranto.
Atención, hombres: hay qUe tener oído, es fundamental.
Sólo si escucháis y lográis complacer los deseos de vuestra
compañera, podréis regalarle sensaciones placenteras. Así
que calmaos. Ella no es una máquina "flipper".
Esto para los hombres. En cuanto a las chicas y las mujeres...
convendría que, junto con las notas de octavo de
ECTB, se les entregara un manual con el título: "La Florida...
y aledaños, instmcciones para el uso".
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¡CANTA!
A propósito de no saber las cosas, hay algo muy importante
y muy serio de lo que os quiero hablar: la gimnasia sexual.
Se la enseñan a las mujeres cuando van a dar a luz, pero
conviene saber que debe también aplicarse en el amor.
Suena terrible... en fin, es la gimnasia vaginah ¡Qué espanto!
En los países escandinavos enseñan esta gimnasia en el
bachillerato inferior, a las chicas y también a los chicos.
¿Por qué es importante esta gimnasia? Para los hombres:
evitará que a los 50 años empiecen a tener molestias en la
próstata, que pueden desembocar en operaciones... porque
el stress de tantas decepciones, los esfuerzos, las alegrías, las
relaciones sexuales acaban ahí, en la próstata.
Pata las mujeres: el sexo femenino es un prodigio de
ingeniería genética, que contiene unos músculos que no
utilizamos, y por lo tanto se van debilitando, lo que provoca...
no es muy poético... después de la menopausia, la
incontinencia urinaria, aproximadamente en el 5 0% de las
mujeres. Un trastorno que aún hoy hay que resolver con
cirugía.
Desde hace más de 50 años se sabe, por el contrario, que
la reeducación muscular permite a la mujer liberarse de la
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incontinencia en pocos meses. Lo malo es que nadie nos lo
ha dicho.
También se ha descubierto una estrecha relación entre la
atrofia de los músculos pélvicos y la frigidez. Aunque es obvio
que la dificultad para alcanzar el orgasmo tiene causas
no sólo musculares, sino también psicológicas.
Pero lo cierto es que muchas mujeres han conocido el
orgasmo sólo tras haberse ejercitado en la gimnasia vaginal.
Hay que mencionar que la movilización vaginal puede ayudaros
en ios casos de dificultad pata quedaros embarazadas...
es una ayuda mecánica para los espermatozoides en marcha
hacia la ansiada meta: "¡Ánimo, chicos, corred!"
Estos músculos también son importantes en la relación
sexual. Viene a verme una amiga, adulta, no una jovencita
inexperta, llorando desconsolada. "¡Me ha dejado! La culpa
es mía^que no lo sé hacer..." "¿Qué es lo que no sabes hacer?"
"No sé acariciarle el sexo". "Bueno, no te desesperes,
no es tan difícil... imagínate que estás haciendo la masa para
la empanada... sin rodillo, claro... a menos que sea masoquista..."
"No, si eso sí, no es por presumir, pero me sale muy
bien. No sé acariciarle con mi sexo. Estábamos haciendo el
> amor... "¡Basta, me voy!", me dice. "¿Pot qué?" "Tu sexo
está paralizado, ¡atrofiado!" "¿Atrofiado? ¡Dios mío!" "Sí, no
respira, no me acaricia... no habla... no canta... ¡está mudo!",
y se largó.
Perdona la pregunta indiscrera, pero eres mi mejor
amiga... ¿el tuyo canta?"
¡Qué apuro! "Si canta, yo nunca lo he oído. Vamos a informarnos".
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Vamos a ver a una amiga común, una tal Rosalía, una
morena imponente, toda corazón-sexo-experíencia. Seguro
que su Florida cantaba, y hasta hacía gorgoritos... Los hombres
se volvían locos por ella.
"Vosotras, las mujeres -griró, como si ella fuera un hombre-
estáis poco familiarizadas con esa zona de vuestro
cuerpo. Es una zona abandonada. Es como si tuvierais un
Biafra entre las piernas".
Me quedé muerta. ¡Y yo que creía tener una Florida!
"Por eso vuestros hombres os engañan. Tenéis que ejercitarla,
controlarla, ¡relajarla! Una Florida viva y adiestrada
es como la escalera de caracol del Parnaso... se contrae, se
enrosca, se desdobla, ¡baja y sube! La mímica del sexo femenino
es muy'variada".
"¿La mímica?", preguntamos las dos, atónitas.
"¡Sí, habéis oido bien, la mímica! Podéis hacerla expresiva...
en actitud asombrada... deslumbrada... risueña... melancólico-
ausente..."
"¡Oh, Dios mío!"
"¡Oscila, se estremece! Podéis modular'gestos íntimos,
como si fuese una mano... Podéis bascular e incluso aspirar
a un hombre dentro de vosotras... Lo bueno de estds músculos
es que podéis ejercitarlos en cualquier parte, porque
nadie os ve hacer esra gimnasia. Podéis hacerla incluso
ahora, no os dé vergüenza. ¡Es la liberación sexual! Ánimo,
probad".
Yo dije: "Yo no pruebo nada", pero mi amiga: "¡Dime,
dime lo que tengo que hacer!" "Mete tu cerebro ahí dentro".
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Y vi realmente cómo mi amiga cogía su cerebro y lo metía
ahí... se concentró, y la otra le decía: "Respira a fondo.
Contrae los músculos".
Mi amiga la de la Florida atrofiada estaba concentradísima,
y de pronto empezó a gritar: "¡Se mueve! ¡Ya sé, ya
sé! ¡Lo he conseguido! ¡Ya habla... y pronto cantará!", y desnudándose
por el camino corrió a los brazos de su amado.
(Alpúblico) Ahora os toca a vosotros. Aquí no, bonita, no
tenemos tanta confianza... Practicad en casa continuamente,
tanto si sois jóvenes como si ya no lo sois tanto. En cualquier
lugar, en el metro, o en el dentista.
Es evidente que el hombre puede sentirse desplazado...
ya no es él quien dirige la danza. Su sistema de "adelanteatrás"
se reduce a una banalidad de aficionado frente a vuestras
posibilidades orquestales de solistas de' arpa y clavicordio
bien afinado.
Cara a cara con esa Florida prensil, el hombre puede sentirse
atenazado en los anillos de una anaconda de ocho metros,
y, tras la primera "caricia interna" que le hagáis... ¡es
capaz de huir atetrorizado! No permitáis que le de un síncope
del susto. Recordad que el 9 0% de los "infartos copulandi"
se producen por "shock de vagina neumática".
Pero un hombre que haga el amor con vosotras... si no
se asusta demasiado... se volverá l o c ó , y vendrá a buscaros a
gatas, maullando...

"Gracias, viejo sabio santón, hemos comprendido... cada


día un amor diferente, rico en fantasía..."!
LA FÁBULA DE LOS TRES DESEOS
Y ahora, para terminar el espectáculo, una antigua fábula
medieval, un "fablieux" de origen provenzal, titulado:
"La fábula de los ttes deseos".
Cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que se
quieren tanto, pero tanto tanto, que están siempre enroscados
y abrazados, amándose en su amor desnudo, cubiertos
tan sólo por sus brazos y piernas y manos y boca abierta, besándose
por todas paites, apasionados hasta la locura. Pero
entre tanto júbilo sienten una congoja, una aprensión de
miedo.
'¿Nos ocurrirá como a tantos enamorados que conocemos,
que estaban también ciegos de amor, y maullaban a la
luna en todas las noches de este mundo? Pero en un instante
su pasión se disolvió como por encanto, y ahota ya casi
ni se conocen.^/VJ
/Los ^aráarítcjá'acuden en busca de consejo a casa de un
viejo sabio, un santón, que les espeta esta sentencia: "Hijos,
si queréis seguir enamorados hasta el infinito, tendréis
que imaginar cada día nuevas formas de amor, ricas en fantasía".
'¿Cada día?"
'¡Cada día!"
Y empiezan a enroscarse en apareamientos tan enrevesados,
que luego no conseguían desenredarse... Hacen el amor
cabeza abajo, dando voltereras.J El joven inventa el amor
encestado: hace sentar a su amaoa en una gran cesta sin
fondo, con las piernas colgando, y la suspende con tres cuerdas
de una viga del techo... luego hace girar el cesto. Las
cuerdas se trenzan, la cesta sube... él, desnudo y excitado,
con su pirindolo tieso hacia arriba, se tiende desnudo debajo
de la cesta sin fondo, por la que, asoman las nalgas de
su amada. "¡Suelta las cuerdas!" Las cuerdas se desenroscan,
la cesta baja girando como un sacacorchos, y él la ensarta,
en un remolino vertiginoso... los dos amantes gritan, enloquecidos.
¡Después, un estruendo! Las cuerdas se parren.
¡Dios, qué destrozo! Cesta-piernas-nalgas en un montón desastrado...
aullidos de placer como si les descuartizaran...
Después, él tiene que caminar doblado en dos, y ella pasa
una semana sentada en un batreño con hielo, temblando.
¡Pero no hay que rendirse y decir basta! Y de nuevo tienen
que imaginar maneras fantásticas de hacer el amor.
Se sientan en dos columpios que cuelgan uno enfrente
del otro. Él a un lado, ella al otro, se lanzan... "¡Ah! ¡Ahahaah!",
se encuentran. ¡Dios, qué choque! ¡NAC! Aullidos
de tigres y leorjas. ¡Como animales desriñonados, pero feli-
¡Y no se detienen! Hacen el amor bajo el agua, en el
mar, abrazados en un río crecido, entre petatdos y fuegos
artificiales... abrazados en la grupa de un caballo al galope...
Por fin, destrozados, se acercan a la orilla del río a tomar el
aire:
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"¿Qué hacemos ahora?"
Ya no les quedan ideas... ¡se han vaciado!
Pero.... ¿quién brinca entre las piedras, al borde del
agua? Es un pez... un pez de oro, que grita: "¡Socorro! ¡Socorro!
Una ola me ha arrojado a la orilla y no sé regresar
al agua... si me ayudáis, os' haré un buen regalo." Los
amantes arrojan al pez de oro al río. "¡Gracias, hijos!", chil
la el pez, saltando sobre las olas. "Para demostraros mi
agradecimiento por vuestra generosa ayuda os concederé el
don de expresar rres deseos que se harán realidad", y desaparece.
"¿No será una broma?", dice ella. "Bueno, por probar...
Pez de oro, quisiera hacer el amor con mi enamorada sin
decir basra. Para ello necesito que me broten muchos pirindolos
por todo el cuetpo". Y, ¡PLAM!, ¡MILAGRO!, al joven
le brota un pirindolo en la cabeza. "¡Oh, maravilla!
¡Más, quiero más!" ¡PLAFF!, le sale otro en el ombligo.
"¡Más, más!", dos en las rodillas... ¡Dos en las nalgas! Y
también en los dedos de las manos... y dos grandotes en los
dedos gordos de los pies... y en los otros dedos, unos pirindolitos
más pequeños...
"Por ahora basra, gracias", y se van a hacer el amor.
"¡Qué maravilla!", dice él. "Sí, sí, parece que estamos en una
feria -jadea ella, medio desmayada- pero me sienro como un
huevo escalfado, picoteado por treinta gallitos. No puedo
seguirte, para esrar a ru altura tendrían que brotarme tantas
mariposas como tú tienes pirindolos".
Dicho y hecho: el segundo deseo se hace realidad. A la
joven le brota una linda mariposa en la frente, y otras dos
en las orejas, ¡tan graciosas! En cada nalga le nace un bosquecillo
de labios y labiecitos de placer... Le brotan otras
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dos mariposas bajo las axilas, y en el ombligo... hasta en las
palmas de las manos, y en las plantas de los pies. ¡Qué banquete,
esto sí que es hacer el amor! ¡Cómo gritan! Jadeos,
temblores, quejidos en falsete, maullidos, revolcones... Y las
fieras del bosque: "¿Pero qué bicho es ese?"
Una semana más tarde, gritan al unísono: "¡Basta yal
¡Respiremos!" "Tengo hambre", jadea ella, extenuada. "¡Yo
también!", gruñe él, casi sin aliento. "Pero cómo voy a ir a
la compra... mírame -dice ella- ¿Cómo voy a aparecer delante
de la gente con una mariposa en la frente y otras dos,
bien a la vista, en las orejas? Y no sé cómo podré caminar
con estas dos debajo de los pies... ¡y además tendré que ponerme
las bragas en las manos, para tapar estas dos, que parecen
estigmas!" "Yo también -dice él- con tantos pirindolos
en lugar de los dedos de los pies, ¿qué zapatos me voy
a poner? ¡Por no hablar de esta nariz en pirindolo, que se
me pone tiesa cuando pasa una muchacha!"
De golpe, por primera vez, el joven contempla a su enamorada
en su totalidad. Suelta una gran carcajada: "¡Ja, ja,
perdóname,' pero no tienes muy buen aspecto con tantas
mariposas! ¡Pareces un colador!"
''Pues tú no te has visto con tanto pirindolo... ¡Si pareces
una mina con piernas!"
Se ríen los dos como locos... pero poco a poco sus risas
se transforman en sollozos desesperados. "¡Mira, somos dos
monstruos!" "¿Sabes lo que te digo? -dice él- Vamos a usar
el tercer deseo para volver a ser como antes".
Dicho y hecho: desaparecen pirindolos y mariposas de
más, y se abrazan, por fin contentos.
"¡Necios, locos! -les grita el viejo sabio santón, asomándose
por la ventana- ¿En qué lío os habéis metido?"
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"¡Pero si nos lo has aconsejado tú, santón: imaginaos
cada día nuevas formas de hacer el amor!"
"Sí, pero no para inventaros un Kamasutra exagerado,
con doscientas posturas y ese montón de pirindolos y mariposas
para acoplaros en múltiples combinaciones. ¡Vaya par
de bobalicones! El amor se salva renovando su ternura. La
fantasía maravillosa *s volver a encontrar juntos, hembra y
varón, maneras nuevas y diferentes de ofrecerse mutuamente
un sutil sentimiento".
"¡Oh, qué idiotas!" -dice ella- Lo hemos entendido todo
mal. Ahora creo que descubrir nuevos sentimientos es un
empeño mucho más difícil que acoplarse con cien pirindolos
y cien mariposas para renovar continuamente el placer".
Y van los dos a pasear a la orilla del río, con las manos
enlazadas, y la joven dice: "Qué hermoso está el cielo... qué
precioso el sol cuando se pone..." .
Se lanzan tiernas miradas... se dan besitos en la nariz...
sonríen, contentos, y dicen: "¡Esto sí que es sentimiento!
¡Esto sí que es amor!"
(Baja lentamente la luz) ,
Fin del espectáculo.
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