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Introducción al Pensamiento de G. W. F.

Hegel
Profesor: Carlos Pérez Soto

Lecturas recomendadas en la Fenomenología del Espíritu de Hegel considerando


un criterio de lectura particular

1.- Introducción
Es imposible leer un texto tan complejo como la Fenomenología, que abarca una serie tan
grande de problemas y situaciones sin un criterio de lectura. Por supuesto, es posible
distinguir entre lecturas que tratan de atenerse lo más posible al texto mismo (las voy a llamar
“lecturas descriptivas”) de las que explícitamente aprovechan sus contenidos para abordar
temáticas y problemas que pueden ir más allá de la época o las intenciones de Hegel (las voy a
llamar “lecturas de tesis”. En el primer caso es fácil ubicar los textos clásicos de Hyppolite
(1946), Valls Plana (1971). En el segundo caso también es fácil reconocer los textos de
Kojeve (1947), Bloch (1962), Marcuse (1941) y Lukacs (1938).

Sin embargo, como en todo, es posible también imaginar un camino intermedio, es decir,
trabajos que intentan atenerse lo más cercanamente al texto y que contienen a la vez una
hipótesis sobre el propósito que Hegel perseguiría y las respuestas que daría a los problemas
que plantea. En esta línea se pueden ubicar los textos de Labarriere (1979), los libros de
Rubén Dri (1996-2000), y la hipótesis de lectura que quiero hacer en este apunte.

El problema puede ser planteado así: ¿qué problemas y qué tipo de respuestas constituyen el
centro de la Fenomenología? Sugiero que puede distinguirse un problema central y los
diversos planos, característicos de un filósofo particularmente complejo. Dicho de manera
simple, sugiero que el problema central abordado en la Fenomenología es el de las
consecuencias y el significado que tendría la Revolución Francesa en la perspectiva de la
construcción posible del reino de la libertad. Hegel aborda este problema intentando una
respuesta filosófica, que a la vez quiere recoger e ir más allá de la tradición de la filosofía
moderna, y que permita la construcción de un sistema filosófico al cual apelar para entender y
promover este proceso.

En líneas muy generales, podría decirse que la respuesta elaborada por Hegel consistiría en
recoger la autonomía ciudadana que contiene el liberalismo y equilibrarla con una
cristianización de la cultura que pueda actuar como congregadora y compensadora de las
tendencias centrífugas y anti sociales del liberalismo. Por cierto, se trata de una versión
particularmente radical del cristianismo luterano. Claramente Hegel no es católico, y repetidas
veces a lo largo del texto lanza ácidas críticas contra rasgos de la religión cristiana que
pueden visiblemente ser asociados al catolicismo. Se podría decir que la perspectiva hegeliana
consistirá en intelectualizar el cristianismo luterano y, a la vez, cristianizar con esta forma la
cultura intelectual que ha producido el romanticismo alemán. Esto implica un tipo de
respuestas, al desafío de la construcción de un pueblo libre, que intenta ir más allá del mero
intelectualismo ilustrado y, a la vez, del sentimentalismo romántico.
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Como contraste, digamos que éste no es el criterio de Kojeve, que ha puesto la clave de
comprensión de la Fenomenología en la dialéctica del amo y del esclavo, ni el criterio de
Lukacs, para quien el tipo de respuestas que Hegel daba hasta 1807 debería interpretarse de
manera más bien sociológica e histórica que propiamente filosófica, ni el criterio de Bloch,
que recoge de las obras de Hegel los elementos que necesita para su propia filosofía (de tal
manera que su “fidelidad” al texto carece, en rigor, de importancia). Tampoco es el tipo de
acercamiento que ha hecho Marcuse, más preocupado de la continuidad entre Hegel y Marx, o
el de Labarriere, católico y jesuita, para quien, desde luego, los aspectos teológicos de la obra
serían los más relevantes.

Mi opinión es que tanto los problemas como las respuestas planteadas por Hegel son, por un
lado, tremendamente “mundanas”, casi hasta el grado de lo contingente: hay que notar que
entre la revolución francesa y la Fenomenología han transcurrido escasamente 18 años, que se
han hecho mucho más breves y patentes aún con la invasión napoleónica que está ocurriendo
en el mismo momento en que se escribe el texto. Pero, por otro lado, son preocupaciones y
respuestas estrictamente filosóficas y luteranas, lo que significa una confianza extrema, en las
posibilidades contingentes de la filosofía, que ciertamente ya no tenemos, y del cristianismo
¡menos aún!. Mi diferencia, en cuanto al criterio de lectura, tanto con Lukacs como con
Labarriere, tiene que ver con esto. Creo que Lukacs lee el texto sin la extrema confianza en el
poder de construcción cultural que tendría la filosofía. Creo que Labarriere lee el texto
pensando en un cristianismo que no es el del autor. Esto hace que sus lecturas sean
relativamente externas, cuestión que es válida para Lukacs o Labarriere, pero menos útil para
entender a Hegel mismo.

El resumen del criterio que propongo es el siguiente: hay que leer la Fenomenología del
Espíritu como un texto filosófico, en el sentido más estricto del término, que se refiere a una
situación contingente que, para Hegel, tiene un enorme significado histórico, y que está escrito
desde una confianza muy profunda en la eficacia posible de la filosofía y del cristianismo
luterano.

Esto significa que para la comprensión del texto habría que tener una clara consciencia del
significado de las tres Críticas kantianas y del profundo trabajo de crítica que han hecho sobre
ellas Fichte, Schiller y Schelling. Habría que tener una clara noción del entorno cultural que,
según Hegel, estaría en la base de la revolución francesa, la cultura francesa de los siglos
XVII y XVIII, en particular del debate entre los filósofos ilustrados y el catolicismo. Y habría
que entender los debates en torno al significado histórico de la experiencia religiosa que han
ocurrido en el marco de la cultura del romanticismo alemán. Ese es el contexto filosófico,
contingente para Hegel, que da sentido al texto, y son las respuestas a esos debates los que
habría que buscar en él para entender su significado y sentido.

2.- Textos recomendados


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Bajo este criterio de lectura, que procura defender el carácter estrictamente filosófico de la
obra, creo que hay textos claves que recorren el libro manifestando los puntos cruciales de la
argumentación hegeliana. Los textos que propongo representan un camino medio entre leer
exclusivamente lo mínimo, que es justamente lo más denso (el Prólogo y el Saber Absoluto) y
leer lo máximo, que es justamente todo el texto, cuestión bastante razonable respecto de un
filósofo que rara vez gasta palabras en razonamientos que no tengan un significado filosófico
profundo. La lectura mínima asumiría que se puede acceder a las conclusiones del
razonamiento en los textos que Hegel mismo parece presentar como conclusivos. La lectura
máxima asumiría que hasta las partes aparentemente más alejadas del tema que propongo son
significativas, como es el caso, por ejemplo, de las largas y densas páginas que Hegel dedica a
criticar la filosofía de la naturaleza newtoniana y la del romanticismo alemán.

Entre estos extremos, propongo, primero, que es necesario leer profunda y detenidamente
TODO el texto y, segundo, que los lugares nodales del texto están en los siguientes párrafos o
secciones, y hago una estimación muy general de su importancia jerárquica anotando dos
asteriscos (**) para los más relevantes y uno (*) para algunos que me parecen indispensables
como articulaciones entre un razonamiento central y otro.

+ Introducción pág. 51 - 60 **
+ Consciencia
- La certeza sensible pág. 63 - 70
- La percepción, sección 3. pág. 77 - 81 *
- Fuerza y entendimiento 2. Lo interior pág. 88 - 100
- Fuerza y entendimiento 3. La infinitud pág. 100 - 104 **
+ Autoconsciencia
- (Introducción) 3. El yo y la apetencia pág. 111 - 113
- A. 2. La lucha de las Acc contrapuestas pág. 115 - 117
- A. 3. Señor y siervo pág. 117 - 121
- B. Introducción pág. 121 - 122 *
- B. 3.3.( La aglutinación... pág. 131 - 139
+ Razón
- (Introducción) pág. 143 - 148 **
- A. (Introducción) pág. 148 - 150
- A. b. (Introducción) pág. 180
- A. c.3 La frenología pág. 193 - 204
- La identidad de coseidad y razón pág. 204 - 208 **
- B. (Introducción) 1. y 2. pág. 208 - 214 **
- C. (Introducción) pág. 231 - 232
- C. a.3 El mutuo engaño... pág. 241 - 246
+ Espíritu
- (Introducción) pág. 259 - 262 **
- B. (Introducción) pág. 286 - 289
- B. ii. a. La lucha de la Ilustración... pág. 319 - 337
3
- B. iii La libertad absoluta y el terror pág. 343 - 350 **
- C. b. La deformación pág. 360 - 368
- C. c. 2. y 3. El alma bella, el mal y su... pág. 382 - 392 *
+ Religión
- (Introducción) pág. 395 - 401 **
- B. c. La obra de arte espiritual pág. 421 - 433 *
- C. 3. Desarrollo del concepto de... pág. 443 - 457
+ Saber Absoluto
- Saber Absoluto pág. 461 - 473 **

+ Todas las indicaciones de páginas están referidas a la traducción de Wenceslao Roces, Fondo de
Cultura Económica, México, 1966.
+ Una recomendación razonable es trabajar estos textos bajo la guía de los comentarios que hacen
sobre ellos Hyppolite (1946), Valls Plana (1971) y Ruben Dri (1996-2000).

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