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EXPROPIACIÓN DE MARCA

Expropiación de marca es una institución de derecho público, mediante la cual el Estado actúa
en beneficio de una causa de utilidad pública o de interés social, con la finalidad de obtener la
transferencia forzosa a su patrimonio del derecho de propiedad de un signo distintivo utilizado
por un productor o distribuidor para identificar los bienes que fabrica o vende de los de otras
empresas (marca), mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización,
definición basada en la definición contenida en la Ley Expropiación por causa de utilidad
pública o interés social venezolana, artículo 2.

REGULACIÓN POR PAÍS

Expropiación (España)

La expropiación forzosa es un acto administrativo por el que, a causa de utilidad pública o


interés social, se despoja de la propiedad (o interés legítimo) a una persona, compensándola
con el pago de un justiprecio. La regulación esencial de la figura se encuentra en el artículo
33.3 de la Constitución del 78, así como en la Ley de 16 de diciembre de 1954, de Expropiación
Forzosa.

Expropiación (Guatemala)

La expropiación está regulada en la República de Guatemala en la Constitución Política de la


República –específicamente en el Título II Derechos Humanos y Capitulo I Derechos
Individuales, Artículo 40 - y en el Decreto Número 529 del Congreso de la República, que
constituye la Ley de expropiación, que es la ley especifica de la materia.

Dominio Eminente (Perú)

En el caso Peruano la teoría del dominio eminente regula básicamente los actos de disposición
y entrega de los recursos naturales a los particulares por parte del Estado. En este caso el
dominio eminencial es una figura legal que reconoce ciertos atributos de propietario al Estado
respecto a los recursos naturales con la finalidad que el mismo pueda administrarlos con cierta
libertad en nombre de la Nación. En el dominio eminente el Estado nunca deja de ser el
principal titular de los recursos naturales; sin embargo, al no reconocerse en esta figura las
potestades propias de la propiedad privada sobre los mismos, el Estado se encuentra
restringido en la posibilidad enajenarlos es decir entregarlos en propiedad a particulares,
aunque en la práctica el efecto de los derechos que se adquieren sobre los recursos naturales
sean los mismos. Estas disposiciones tienen su base legal en los artículos 66 y 67 de la
Constitución Política del Perú de 1993 y la Ley Orgánica para el Aprovechamiento sostenible de
los Recursos Naturales, Ley N° 26821.

También podemos tener que la apropiación de bienes, con o sin indemnización llevada a cabo
por vía coercitiva independientemente del consentimiento del propietario por parte de
personas privadas o del Estado en interés de una clase determinada o de toda la sociedad. En
el período de la acumulación originaria del capital (ver), la burguesía efectuó la expropiación
en masa de la pequeña propiedad campesina, desposeyó de tierra, por la fuerza a los
labradores, arruinó a los pequeños productores y los convirtió en proletarios. La propiedad
privada de los pequeños productores (campesinos, artesanos) no se expropia sino que se
transforma en propiedad socialista mediante la cooperación voluntaria de los pequeños
productores y la incorporación de los mismos a la obra de la edificación socialista con el apoyo
material y financiero del Estado socialista.

Artículo1.-Se consideran causas de utilidad pública:

El establecimiento, explotación o conservación de un servicio público;

La apertura, ampliación o alineamiento de calles, la construcción de calzadas, puentes,


caminos y túneles para facilitar el tránsito urbano y suburbano;

El embellecimiento, ampliación y saneamiento de las poblaciones y puertos, la


construcción de hospitales, escuelas, parques, jardines, campos deportivos o de aterrizaje,
construcciones de oficinas para el Gobierno Federal y de cualquier obra destinada a prestar
servicios de beneficio colectivo.

La conservación de los lugares de belleza panorámica, de las antigüedades y objetos de


arte, de los edificios y monumentos arqueológicos o históricos, y de las cosas que se
consideran como características notables de nuestra cultura nacional;

La satisfacción de necesidades colectivas en caso de guerra o trastornos interiores; el


abastecimiento de las ciudades o centros de población, de víveres o de otros artículos de
consumo necesario, y los procedimientos empleados para combatir o impedir la propagación
de epidemias, epizootias, incendios, plagas, inundaciones u otras calamidades públicas;

La defensa, conservación, desarrollo o aprovechamiento de los elementos naturales


susceptibles de explotación;

La equitativa distribución de la riqueza acaparada o monopolizada con ventaja exclusiva


de una o varias personas y con perjuicio de la colectividad en general, o de una clase en
particular;

La creación o mejoramiento de centros de población y de sus fuentes propias de vida;

Los demás casos previstos por leyes especiales.

Artículo 12.-Contra el auto del juez que haga la designación de peritos, no procederá ningún
recurso.

Artículo 14.-Los honorarios de cada perito serán pagados por la parte que deba nombrarlo y
los del tercero por ambas.

Artículo 15.-El juez fijará un plazo que no excederá de sesenta días para que los peritos rindan
su dictamen.

Artículo 19.-El importe de la indemnización será cubierto por el Estado, cuando la cosa
expropiada pase a su patrimonio.

EXPROPIACION FORZOSA
EXPROPIACION PETROLERA

BIBLIOGRAFIAS

EXPROPIACION Y REVERSION EN EL AMBITO FEDERAL Y LOCAL

GUTIERREZ HUERTA.C. MARIA CRISTINA

MEXICO: TOLUCA, EDO.MEX

http://es.wikipedia.org/wiki/Expropiaci%C3%B3n
Expropiación y formalización de la propiedad

En Perú, desde el inicio de las migraciones hacia las ciudades, y junto al


fenómeno de las invasiones, el uso del suelo para fines de vivienda ha
conllevado conflictos diversos, tanto a nivel jurídico como económico.
Históricamente el Estado estableció rechazo oficial hacia los “nuevos usos” que
se daba a los terrenos que rodeaban las ciudades, existiendo sin embargo
eventuales amnistías que implicaban reconocimiento a aquellos poseedores que
tomaban propiedad estatal o zonas sin títulos de propiedad, sin que esto
signifique un inmediato proceso de saneamiento físico legal.

Durante el gobierno de Alberto Fujimori se creó COFOPRI con el


financiamiento del Banco Mundial. El objetivo de este proyecto era establecer
políticas y procedimientos para que el Estado pueda establecer
derechos de propiedad en áreas urbanas, fomentando una cultura sobre
el derecho de la propiedad antes que promoviendo el desarrollo de más
“invasiones”.

La Ley 29320 continúa enfocándose en la necesidad de establecer derechos de


propiedad, aunque contra lo que el precedente de COFOPRI señalaba, ahora sí
se podrá afectar derechos de propiedad previamente establecidos, reconociendo
el “mejor uso y derecho” del poseedor inmediato.

En líneas generales, esta nueva Ley ratifica lo establecido por la Ley


28687, dada durante el gobierno de Alejandro Toledo. Ambas leyes
establecen la vía de la expropiación para sanear predios en uso al 31 de
diciembre de 2004. Los únicos cambio sustantivos de esta nueva ley 29320 es
que el Estado asume, en calidad de prestatario, el valor del justiprecio o
indemnización a cambio de la propiedad expropiada; y que los entes a cargo de
la expropiación no sólo son las municipalidades provinciales, sino también el
Ministerio de Vivienda y COFOPRI.

Esta nueva ley elimina además el requisito de poseer un proyecto de


vivienda que cuente con respaldo financiero, lo que resulta siendo
curioso considerando que el Estado supuestamente está promoviendo medidas
a favor de los agentes financieros en el negocio inmobiliario; ciertamente era un
requisito algo complejo u oneroso para casos específicos, aún considerando que
un proyecto de saneamiento requiere dinero, por ejemplo para los gastos de
habilitación urbana o de saneamiento de servicios básicos.

En resumen, la Ley 29320 aclara algunos puntos y extiende los actores


intervinientes, pero en sí no es revolucionaria: se mantiene en el marco
establecido por una ley otorgada durante el gobierno de Alejandro Toledo. El
riesgo de su uso político es inminente, aunque más que temer al Poder
Ejecutivo, sería más prudente observar con detenimiento a los gobiernos
locales, quienes con el poco control que poseen pueden terminar endeudando al
Estado en la simple aplicación de esta norma.

Descargar

Ley 29320 Ley de expropiación

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