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   



pwfd x”emc` w”jm
ic`ilm pmlf xe`ioy iax axd
(r”eyde `iozd lra)
r”if m”bao d”dllweuf

MAAMAR
– DISCURSO JASÍDICO –

VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ


de Rabí Shneur Zalman de Liadí, el “Alter Rebe”
(autor del Tania y el Shulján Aruj)
extraído de “Likutéi Torá”, Behaalotjá (32d-33a)

— traducción libre —
© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana
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5781 - 2020
El presente Discurso Jasidico es del año 5655 (1895), pronunciado en
Liadí. En uno de los manuscritos, en el encabezamiento de este maamar
está escrito: “Esto es lo que dijo en la Tercera Comida Sabática en la
Sinagoga”.
Una curiosidad de este Discurso es que es anterior al encarcelamien-
to del Alter Rebe en Petersburgo (que tuvo lugar al final del mes de Tishrei
de 5559 (1798)).
“Los Discursos del Alter Rebe ‘antes de Petersburgo’ inicineraban el
mundo. O sea, como eran del nivel de la Luz Abarcadora (Or Makíf), y su
naturaleza es ‘incinerar’1, no había quien escuchara un maamar de boca
del Alter Rebe y continuara en su estado anterior” (Torat Shalom, del Rebe
Shalom Dovber, pág. 26).
El Rebe pronunció una síntesis de este Discurso Jasídico el Shabat
Behaalotjá 5730 (Torat Menajem, vol. 60, pág. 431), y también ese mis-
mo Shabat, la primera alocución suya estuvo basada parcialmente en el
contenido de este maamar (ibíd. pág 435 y ss.).

1. Es decir, anular los parámetros limitantes del receptor. Un ejemplo


de ello sería un milagro, que suprime las leyes naturales.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 3


 
   
     
 
   
 
   
   
VeZé maasé haMenorá: mikshá zahav,
ad iereijáh ad pirjáh...
Y ésta es la obra de la Menorá:
martillada en oro, desde su pie hasta su flor...1
TODO EN LA TORÁ tiene carácter eterno, para todas las genera-
ciones2. Por lo tanto cabe preguntarse, ¿qué enseñanza tiene
esta instrucción para nosotros hoy en día, cuando no tenemos
el Mishkán ni el Beit HaMikdash? La respuesta es que la con-
fección de la Menorá para el Santuario físico tiene su correla-
ción también hoy en día en nuestra tarea permanente de ser-
vir a Di-s3, en este caso la de volvernos nosotros mismos una

1. Números 8:4. Di-s ordenó a Moshé la confección de una menorá (can-


delabro de oro) para el Mishkán (Santuario Móvil del desierto), indicándole que
ésta debía fabricarse utilizando una única pieza de oro [de casi 58 kilos] (y no
con varias piezas soldadas entre sí), que a fuerza de martillo fuera modifican-
do su forma hasta obtener el resultado deseado. La Menorá tenía una base (el
“pie”) desde la que se alzaba un tronco que como eje terminaba en la lámpa-
ra central. De este tronco salían seis brazos, tres de cada lado. En la cima de
los siete brazos había una flor decorativa de oro y sobre ella estaba la lámpara
que contenía el aceite y el pabilo. Todo eso, de una única pieza de oro.
2. Tania, comienzo del cap. 17, y en otros lugares.
3. La declaración de este versículo en el libro bíblico de Números acerca
de cómo confeccionar la Menorá (“martillada en oro, desde su pie hasta su
flor”) parece estar fuera de lugar. La Torá ya había ordenado previamente (Éxo-
do 25:31 y ss.) cada uno de los detalles de esta tarea, mientras que el tema de
esta sección de la Torá no es su confección sino cómo realizar su encendido.
Pues entonces, ¿por qué se repite aquí? ¿Y por qué se repite específicamente es-
te aspecto de su confección y ningún otro? Obviamente, el que la Menorá de-
ba ser de oro martillado desde el pie hasta la flor se menciona aquí porque es
algo que tiene un alcance mayor: repercute de forma particular en toda la ta-
rea de su encendido, para hacer que “hacia el ‘rostro’ de la Menorá alumbra-
rán las siete lámparas” (Números 4:2) (maamar VeZé Maasé HaMenorá 5730).
4 SEFER HAMAAMARÍM

Menorá, como se explicará a continuación.


Pero antes, una introducción:
La Menorá es una metáfora para el pueblo judío como un to-
do, y por eso en la esfera espiritual4, la Menorá es llamada
Kneset Israel, la “Congregación de Israel”. El término Kneset
no es arbitrario. Su significado, “congregación”, es porque este
nombre alude a un plano que congrega, es decir, es la santidad
colectiva de todas las almas judías5, su fuente en lo Alto6.
Esto es tal como se expresa en la profecía de Zejaria
acerca de la Menorá7: “Y el ángel que habló conmigo regre-
só... y me preguntó: ‘¿Qué ves?’. Le respondí: ‘Vi y he aquí una
Menorá toda de oro, con su cuenco de aceite arriba, sus siete
lámparas encima; siete varas a cada una de las lámparas que es-
taban encima de ella...’. Y dije al ángel que me hablaba: ‘¿Qué
son éstas, mi señor?’. Y el ángel... respondió: ‘¿Acaso no sa-
bes qué son éstas?’. Y yo dije: ‘No, mi señor’. Y el ángel me
respondió y dijo: ‘Ésta es la palabra de Di-s a Zerubavel8,

4. Maljut de Atzilut, que es la fuente espiritual de las almas judías (Tania,


cap. 32).
5. Véase Ialkut Shimoní, Zejaria 567: “Dijo el Santo, bendito sea: ‘No es
como ustedes piensan, sino tal como Yo mostré a Zejaria: He visto y he aquí
una Menorá de oro toda (Zejaria 4:5-6) – ésta es Kneset Israel – Eres toda her-
mosa, amada Mía (Cantar de los Cantares 4:7)’. Y así mostró Di-s a Moshé
(Éxodo 25:31): Harás una Menorá de oro puro; [martillada la harás]... – ésta
es [todo] Kneset Israel; ...su pie... – es el Nasí (líder); ...su brazo... – es el pre-
sidente del Tribunal; ...sus copas... – son los Sabios; ...sus botones... – son los
alumnos; ...y sus flores... – son los niños pequeños; ...de [esa única pieza de
oro] ella será – Eres toda hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti”.
6. Véase Torá Or, Miketz 32b.
7. Zejaria 4:2-6.
8. Zerubavel fue un gran sabio y descendiente del Rey David, de los pri-
meros retornantes de Babilonia a Eretz Israel después de la destrucción del
Primer Santo Templo, y un líder del pueblo judío. Tras el anuncio del rey Ciro
de Persia (en cuya corte él era un funcionario) autorizando la reconstrucción
del Beit HaMikdash, junto con Iehoshúa ben Iehotzadak, el Sumo Sacerdote,
construyó el Segundo Templo y reinstauró su servicio.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 5

diciendo: No con la fuerza militar, y no con la fortaleza física, si-


no con Mí espíritu9, dice el Señor de las huestes...’”.
Ahora bien, ‘palabra de Di-s’ alude al Atributo Divino de
maljut10 del Mundo de Atzilut11. La Menorá, entonces, como
dice claramente el ángel a Zejaria, es la Palabra de Di-s, re-
firiéndose a lo que expresa el salmista12: “Con la palabra de
Di-s fueron hechos los cielos”, y no sólo lo fueron inicial-
mente a partir de la nada sino que esa palabra que surge a
cada instante13 recreándolos es lo que da vitalidad a todos
los mundos, y que es, asimismo, el plano de Kneset Is-
rael, pues maljut congrega dentro de sí el plano supe-
rior de Divinidad llamado “Israel”14 –que, en compara-
ción con maljut, es el nivel de sovev kol almín15, como

9. “Yo pondré Mi espíritu sobre Darío, y él te ordenará construir y paga-


rá todos los gastos de construcción de sus arcas... como se explica en Ezra
[6:7]” – Rashi.
10. La creación del mundo se realizó con la Palabra de Di-s (“Y el Señor di-
jo...”; Génesis 1:2 y ss.), siendo la fuente de ese Habla Divino la sefirá de mal-
jut, como está escrito: “Tu reinado es el reinado (maljut) de todos los mundos”
(Salmos 145:13), y el rey reina en su país a través de su palabra (Eclesiastés 8:4).
11. Este es el superior “Mundo de Emanación”, el plano en el que se reve-
lan y emanan los Atributos Divinos, las sefirot (Jésed [bondad], Guevurá
[Severidad], Tiféret [Misericordia], etc.) del Infinito Absoluto de Di-s (el Ein Sof).
12. Salmos 33:6.
13. Como se expresa en Salmos 119:89, “Por siempre [leolám, lit.: ‘para
el mundo], Tu palabra se alza en los cielos”.
14. Maljut, por sí misma, nada propio tiene (véase Zohar I 249b; II 215a,
y en otros lugares). Sólo proyecta a los mundos inferiores lo que recibe de
Zeér Anpín, el plano superior de las seis sefirot emocionales, denominado
“Israel” (véase Likutéi Torá, Bamidbar 6c y 7d), un nivel que, en su carácter
de dador a maljut, tiene supremacía sobre éste, como está escrito: “Tu nom-
bre... será ‘Israel’ pues dominaste sobre ángeles y personas” (Génesis 32:29).
15. La Divinidad que da a cada cosa creada su característica peculiar, se
denomina memalé kol almín (“que ‘llena’ todos los Mundos”), pues se invis-
te en ella de una manera específica y amoldada a las características de lo cre-
ado. Pero sobre maljut irradia un nivel superior, denominado sovev kol almín
(que ‘abarca’ a todos los Mundos), que es la energía Divina irrestricta que tie-
ne la capacidad de crear algo a partir de la nada.
6 SEFER HAMAAMARÍM

está escrito16: “Y lo llamó a él ‘Di-s, que es y está por en-


cima del Señor de Israel’”17–, y esa Menorá, maljut, repre-
senta, incluye y aglutina en sí a todas las almas judías,
desde las de los más grandes tzadikím hasta las de los
judíos de bajísimo nivel espiritual, de valor degradado.
En síntesis, “Menorá” representa a todo el pueblo judío, in-
cluyendo todos sus niveles espirituales.
Por eso, como la “Menorá” incluye a todas las almas judías
–desde las del nivel más alto hasta las del nivel más bajo–, en la
profecía de Zejaria está escrito: “ésta es la palabra de Di-s a Ze-
rubavel”18, pues esta palabra, Zerubavel/  , desde la pers-
pectiva mística, se interpreta como una conjunción de dos pala-
bras: zera/ (simiente) y bavel/

19
(confundir, mezclar20), que
en el servicio a Di-s por parte del judío alude a la persona en la
que reina la mescolanza, estando en ella de modo borroso el
bien y el mal, entremezclándose dos niveles de “simiente”21: la

16. Génesis 33:20.


17. Nuevamente, “Di-s” es el plano de Zeér Anpín, y “Señor” es el de
maljut.
18. Al hablar a Zerubavel, en verdad se está hablando a todos los judíos,
pues Zerubavel era el líder, y “el líder es todo” (Tanjumá, Jukat 23; Bamidbar
Rabá 18:28; citado por Rashi sobre Números 21:21), es decir, engloba den-
tro de sí a todas las almas judías (maamar VeZé Maasé HaMenorá 5730).
19. Recuérdese que Bavel recibió dicho nombre porque “allí Di-s confun-
dió (balal/) la lengua de toda la tierra” (Génesis 11:9).
20. Véase Sanhedrín 38a.
21. El profeta dice: “Sembraré la Casa de Israel y la Casa de Iehudá simien-
te humana y simiente animal” (Jeremías 31:26). Esto es interpretado (Torá Or,
Mishpatím 74c) en el sentido de que las almas judías se dividen en general en
dos tipos: las llamadas “simiente humana” son sumamente excelsas, pertene-
cientes al Mundo de Atzilut, y poseen una conciencia manifiesta de la Divini-
dad, que es lo que enaltece al ser humano por sobre el reino animal. Luego es-
tán las almas denominadas “simiente animal”, que pertenecen a los Mundos in-
feriores de Briá, Ietzirá y Asiá, y son casi la mayoría de las almas de nuestras ge-
neraciones (véase Zohar II 94b), razón por la cual se dijo que “las almas encum-
bradas (benéi aliá – ‘los que contemplan el semblante de la Presencia Divina’)
son escasas” (Sucá 45b y Rashi allí; véase el maamar Bati LeGaní 5714, secc. 8).
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 7

denominada zera adám (“simiente humana” – el individuo


excelso, de tendencias morales sublimes) y la llamada zera be-
heimá (“simiente animal” – de tendencias animalescas que si-
gue a su instinto) –pues “adopta la actitud de un ani-
mal”22 que “marcha tras la charla ociosa agradable”23–.
Es respecto de esto, de esta persona confundida, que el
versículo dice “Y ésta es la obra de la Menorá”. O sea,
quien desee salir del plano del mal, abandonar sus ten-
dencias profanas y hacer de sí mismo una “Menorá”, ser
un individuo en quien brilla la Luz Divina, debe actuar si-
guiendo el siguiente proceso insinuado en las palabras em-
pleadas a continuación por el versículo:
Martillada: la primera etapa que el hombre debe transitar
para llevar a cabo este proceso de transformación personal, sa-
lir del mal y volverse una Menorá en la que brilla la luz Divina,
es indicada por el versículo al decir que la Menorá fue “marti-
llada”. Esto significa que inicialmente, la materia prima de la
Menorá era un gran bloque sólido redondo de oro, y Rashi

22. Véase Bejorot 44b, y en Rashi y Tosafot allí.


23. En Bavá Batrá 78b (y Rashi allí) se interpreta el versículo “Por eso di-
rán los que hablan en parábolas (moshlím/  )... pues fuego salió de la
ciudad (ir) de Sijón... consumió a Ar/ de Moav” (Números 21:27-28) de la
siguiente manera: modificando las vocales de ir/ (ciudad), la palabra pue-
de leerse como aiar/ (un joven asno); y la palabra Sijón/ (el nombre del
rey de Emor) como relacionada con sijá/, que puede significar tanto “pas-
to” como “conversación”. Así, el Talmud lo interpreta: “Si la persona adopta
la actitud de aquel joven asno que marcha tras la suave conversación [peca-
minosa], ¿qué dice el versículo [que sucederá] luego? ‘Pues fuego salió de
Jeshbón...’”; el Talmud interpreta la palabra Jeshbón/ (el nombre de una
ciudad perteneciente a Sijón) como “quienes calculan (    )” y dice: “sal-
 
drá un fuego de quienes calculan y consumirá a quienes no calculan”. El
Talmud prosigue interpretando la continuación del versículo: “...consumirá a
Ar [de] Moav” – ‘esto se refiere a quien marcha detrás de su Instinto como
aquel joven asno” [que se deja seducir por las palabras de los herejes y no
domina (en hebreo, moshel/, un término vinculado etimológicamente a
moshlím/ ) su Instinto; Rashi allí] que marcha tras el pasto agradable”.
8 SEFER HAMAAMARÍM

explica: “Era un bloque sólido de oro..., y él, el artesa-


no, lo golpeaba con un martillo y cortaba con un cincel pa-
ra extender sus brazos de la manera prescripta, y no fue
confeccionada con piezas individuales unidas”. Mediante los
golpes del martillo lo que sucedía era que el oro que esta-
ba arriba descendía quedando abajo y el que estaba
abajo ascendía quedando arriba hasta que todo el oro
del bloque se mezclaba anulándose su forma original,
y cobrando una nueva forma, la de una Menorá.
Así debe hacer la persona consigo misma: debe que-
brar las tendencias negativas suyas de modo que éstas
pierdan su forma original, como el dicho24: “Anula tu de-
seo en aras de Su deseo”, y así logrará que lo que esta-
ba “arriba”25 esté abajo y se mezcle26. Con esto basta-
rá al entendedor.
La siguiente etapa del proceso es lo que luego el versículo
dijo que la Menorá –y por consiguiente el paso a dar para que
también la persona se vuelva una “Menorá”– es que ésta está he-
cha de oro: esto significa que una vez anuladas sus pasiones pro-
fanas, la persona debe invertir esfuerzo y lograr el nivel espiri-
tual de “oro”, que es representativo de el temor a Di-s.
¿Por qué para lograr el temor a Di-s se requiere de esfuer-
zo? ¿Y qué hay del amor a Di-s?
Es que plata, késef/, es, en su sentido espiritual, el
amor a Di-s, pues késef es una palabra vinculada etimoló-
gicamente a nijsefá/27, el hecho de que su alma an-

24. Mishná, Avot 2:4.


25. Las apetencias y deseos personales de gratificación material que él
consideraba prioritarios.
26. Con la procura de espiritualidad y Divinidad que anteriormente esta-
ban en los últimos renglones de su lista de prioridades.
27. Salmos 84:3: “Mi alma ansía (nijsefá), se consume, por los atrios de
Di-s”.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 9

sía unirse a su fuente28, “ser iluminada con la Luz de la


Vida”29. Este amor, natural e innato en el judío, se denomi-
na “amor oculto”, y está permanentemente en el cora-
zón de cada judío, como se explica en otra parte.
El oro, en cambio, es llamado temor a Di-s, como está
escrito30: “El oro viene del norte31; sobre Di-s hay temible
gloria”. Y para lograr esto, el temor a Di-s que, a diferencia
del amor, no es innato sino que debe generarse, se precisa
concienzuda y prolongada meditación acerca de la grande-
za del Di-s Infinito, bendito sea –cómo “Él llena todos
los Mundos”32 y por lo tanto “Todo es considerado como
nada ante Él33– y esta meditación lo llevará a sentir temor
y vergüenza34 ante la grandeza del Infinito Di-s.

28. Así se expresa el amor, como un apasionado anhelo por lograr la má-
xima proximidad con el ser amado, como vemos en la práctica cotidiana.
29. Iyov 33:30.
30. Ibíd. 37:22.
31. Los aspectos de rigor, juicio y severidad se ubican en el norte.
Algunos ejemplos: Di-s comunica al Profeta Jeremías que “desde el norte se
desatará el mal” (Jeremías 1:14), refiriéndose a Babilonia, al norte de Israel;
el degüelle de los sacrificios debía realizarse en el lado norte del Santuario
(Levítico 1:11); el Gran Sanhedrín, el máximo tribunal, sesionaba en la cáma-
ra Lishkat HaGazít ubicada en el ala norte del Santo Templo de Jerusalén.
32. “Tal como el Santo, bendito sea, llena el mundo, así el alma llena el
cuerpo” (Berajot 10a), y a la inversa: “Tal como el alma llena el cuerpo, así
llena Di-s el mundo” (Midrash Tehilím, 103:1). La existencia y característica
de cada elemento de la Creación depende exclusivamente de Él, quien le da
su vitalidad a cada instante con una energía Divina medida, acorde al ser cre-
ado (véase arriba, nota 15). De esta meditación, la dependencia total, abso-
luta y permanente del ser creado, éste toma conciencia de que, en rigor de
la verdad, él no existe más que tanto como lo hagan existir.
33. Zohar I 11b.
34. El concepto de vergüenza respecto del temor, alude a una forma su-
perior de temor. Acá no se trata de una preocupación por el castigo que le
acarrearía cometer un pecado sino que ante la toma de conciencia de la mag-
nificencia de Di-s se avergüenza y no concibe cómo podría fallarle a seme-
jante grandioso Di-s contradiciendo Su voluntad.
10 SEFER HAMAAMARÍM

A ello –para lograr el temor a Di-s generado con la medi-


tación de Su grandeza– se debe que los Hombres de la
Magna Asamblea35 establecieran para nosotros la se-
cuencia de plegaria incluyendo los Salmos que forman los
Psukéi DeZimrá (“Versos de Alabanza”) antes de la Lectura
del Shemá y la Amidá –si bien por prescripción bíblica lo
único que se requiere de la persona es recitar el Shemá
y un poco de plegaria solicitando a Di-s que satisfaga sus ne-
cesidades personales, como sucedía en la época de el Primer
Beit HaMikdash, cuando las personas no rezaban todas
las oraciones como hacemos nosotros, porque no precisaban
hacerlo ya que su mente estaba clara en los Cielos36 du-
rante todo el día– para poder ver intelectualmente y en-
tender las maravillas del Di-s Infinito.
Sin embargo, los Hombres de la Magna Asamblea,
al comienzo de la era del Segundo Beit HaMikdash,
observaron la situación espiritual de los judíos y vieron que
la capacidad intelectual de la gente disminuyó y su cora-
zón se acercó más en exceso a lo material teniendo pre-
sente únicamente lo físico. Y por eso fijaron para ellos
la plegaria y sus bendiciones como la conocemos hoy,
compuesta en su totalidad por el relato de las alaban-
zas de Di-s muchas veces, para que también esta gente
llegue reflexión mediante al temor a Di-s.
Y esto es asimismo el concepto del versículo37 “Su ‘ropa
de cama’38 –la de Di-s– es de oro”. Esto significa que tal co-

35. El cuerpo colegiado de los más eminentes Sabios al comienzo de la


era del Segundo Santo Templo.
36. Comp. con Iyov 37:21.
37. Cantar de los Cantares 3:10.
38. En referencia al kapóret, la plancha de oro que tapaba el Arca Santa
en el Santo Templo, sobre el que, de la misma pieza de oro, fueron martilla-
dos los dos querubines.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 11

mo cuando alguien, al acomodar un lecho, dispone y


coloca cada cosa individualmente en su lugar apropia-
do, del mismo modo quien organiza sus alabanzas a Di-s
da lugar a cada Palabra de Di-s, con las que Él creó to-
do para Su gloria39, para hallar por medio de ellas Su
grandeza40.
Ahora bien, el Zohar dice41 que hay siete tonos de color
dorado en la barba, lo que se interpreta como que el Rey
David había alcanzado siete niveles diferentes de temor a Di-s.
El Rey David es la “cuarta pierna de la carroza”42, el
grado de manifestación de la Divinidad denominado por el
versículo como43 “Tu reinado es el reinado (maljut) de to-

39. Isaías 43:7.


40. Así la instauración del recitado de Psukéi DeZimrá por parte de los
Hombres de la Magna Asamblea tuvo por finalidad llevar a la persona a re-
flexionar acerca del verdadero cometido de toda la realidad física y tomar
conciencia de que Di-s la creó con impresionante perfección, suprema sabi-
duría y extraordinaria majestad, vislumbrando de ese modo la grandeza de
Di-s en cada detalle y aspecto de la multifacética Creación. De ese modo, la
persona llegaría a lograr el sublime temor a Di-s. De ahí la referencia a la dis-
posición de un “lecho” de oro, el kapóret, ya que (como se mencionara an-
tes) es específicamente el oro el que se relaciona con el temor: “Su ‘lecho’ (la
plegaria) es de ‘oro’ (organizada de modo tal que despierte el temor a Di-s)”.
41. Tikunéi Zohar, Tikún 70 (123b), refiriéndose a la barba del Rey David.
Véase también Zohar II 73a y III 84a.
42. Con ‘carroza’ se alude al grado máximo de anulación y subordinación
a Di-s (véase Tania, caps. 9, 18, 23, 34, etc.), tal como una carroza que no
va sino donde su conductor la lleva, sin tener voluntad ni deseos propios. En
su sentido espiritual, las ‘cuatro piernas (o sostenes)’ de la Carroza Celestial
aluden a cuatro individuos que lograron semejante grado perfecto de absolu-
ta anulación. Así, el Zohar dice que ‘los Patriarcas –Avraham, Itzjak y Iaacov–
son la Carroza’ (véase Bereshit Rabá 47:6; Zohar I 210b; III 184b) pues esta-
ban totalmente anulados a las sefirot de jésed, guevurá y tiféret respectiva-
mente y por lo tanto eran el conducto para la manifestación de estas sefirot
en el mundo físico. Pero una carroza debe tener cuatro puntos de apoyo, por
lo que Di-s sumó a estos tres al Rey David (la personificación de la sefirá de
maljut, realeza), haciendo que la carroza fuese perfecta.
43. Salmos 145:13.
12 SEFER HAMAAMARÍM

dos los Mundos”. Y la “barba” que sale y se extiende de


la cabeza hacia afuera es el nombre que se da a la proyec-
ción del intelecto que está en la cabeza. Y por lo tanto, el
que hayan siete matices de dorado en su “barba” significa que
hay siete tipos, ángulos, de intelecto, de entendimiento, en
el mencionado nivel llamado “David” (maljut) median-
te los cuales la persona puede llegar al nivel de “oro”,
que es, como se dijera antes, el temor a Di-s.
Estos siete tipos de entendimiento que generan, cada uno,
un grado diferente de temor a Di-s, son, en su interpretación
mística, los siete brazos que salen de la Menorá que es-
taba confeccionada con oro (temor), y son asimismo los Siete
Días de la Construcción44 del Mundo45.
Estos siete atributos emocionales no están aislados uno del
otro, sino que interactúan entre sí y con los tres atributos intelec-
tuales46, de modo que cada uno de estos siete incluye en sí a
los diez47, totalizando setenta combinaciones, que son las “se-
tenta almas” de la familia del Patriarca Iaacov que descendie-
ron a Egipto48. Y en consecuencia, como estas setenta almas son
el origen de todos los judíos, eso significa que las almas judías

44. En cada uno de los días de la Creación se manifestó un atributo


Divino diferente. El primer día tuvo lugar la manifestación de jésed (bondad,
entrega y revelación) y por eso la creación del día consistió en que “Haya
luz...”; el segundo día se manifestó guevurá (rigor, separación y discordia [vé-
ase Bereshit Rabá 4:5; Zohar I 17a]) y por eso ese día se hizo que “Haya fir-
mamento..., y separe...”, etc.
45. Aunque el Alter Rebe no lo dice explícitamente, pareciera expresar
que cada uno de esos siete modos de temor a Di-s es expresión de su víncu-
lo con uno de dichos Atributos Divinos: un temor bondadoso, un temor rigu-
roso, un temor equilibrado, etc.
46. Jojmá (sabiduría), biná (entendimiento) y dáat (comprensión).
47. De modo que hay jojmá de jésed, biná de jésed, dáat de jésed, jésed
de jésed, guevurá de jésed, tiféret de jésed, nétzaj de jésed, hod de jésed, ie-
sod de jésed y maljut de jésed, y lo mismo es válido para cada uno de los de-
más atributos emocionales.
48. Éxodo 1:5.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 13

tienen setenta raíces, y cada judío está aferrado a una de


esas setenta raíces que están incluidas y se clasifican en
siete grupos de diez, y puede llegar al nivel de “oro” y te-
mor a Di-s por intermedio de uno de los siete tipos de com-
prensión de Di-s, para ser “Su ropa de cama es de oro”.
Esta comprensión hará que luego el corazón de la persona
se encienda entusiasta con amor y temor a Di-s de un mo-
do manifiesto, como llamaradas de fuego que por natura-
leza es “caliente y seco”. Sin embargo, el tipo de amor a
Di-s mencionado antes, el que es como la plata, no se logra
sin el aspecto de “agua” que es “fría y húmeda”49.
LA TERCERA ETAPA DEL PROCESO es expresada por el versícu-

49. La génesis de las emociones está en el intelecto que las genera. Este se
desarrolla en dos etapas básicas: 1) jojmá (lit.: sabiduría) es el plano en el que
se concibe la idea como un todo comprimido, combinado, donde se observa la
imagen global. Desde este ángulo, el Alma Divina ve la verdad de la Unidad de
Di-s. Y debido a su conexión intrínseca, anhela conectarse a Él cada vez más.
Conexión es amor, y éste es un amor como el agua, cuya característica “fría y
húmeda” provoca adherencia. 2) Biná (entendimiento) toma la idea comprimi-
da de jojmá, la disecciona y separa en sus componentes. Desde su perspectiva,
el Alma Divina contempla lo imponente que es Di-s y Su creación, y eso lleva
al hombre a un temor reverencial, deseando abandonar el confinamiento del
mundo físico para unirse a su fuente primaria. Temor es distanciamiento y des-
composición, como el fuego “caliente y seco” que lo descompone todo.
Ambas vertientes generan dos clases de emoción (temor como el oro y el
fuego, y amor como la plata y el agua) simultáneas.
Por un lado, la emoción se compara al sentimiento de estar frente a un
insigne sabio o monarca, donde la magnificencia percibida hace que uno se
sienta abrumado y turbado, lejano. Este sentimiento de temor es a su vez ori-
gen del amor y deseo de estar conectado a él. Lo mismo sucede con temer y
amar a Di-s como nuestro Creador y Rey: cuanta más conciencia tomamos
de Su grandeza, más crece nuestro temor y reverencia, y eso genera en nos-
otros un anhelante amor, deseando conectarnos con un Creador tan impo-
nente. Esto es temor y amor como el fuego, ya que la cuestión aquí es anu-
lar la forma original de algo, en este caso modificar nuestra perspectiva del
mundo y ver cómo éste está realmente anulado a Di-s.
Pero la emoción también puede compararse al nexo que hay entre un hijo
14 SEFER HAMAAMARÍM

lo a continuación:
“Desde su pie y hasta su flor era toda de una sola pie-
za martillada”: esto significa literalmente que su base, que es
el “pie” de la Menorá en su parte más baja e inferior, y “su
flor”, que son los diseños florales superiores de la
Menorá, pese a la gran diferencia de rango entre lo más eleva-
do y lo más bajo, toda ella, por igual, es llamada bajo un
mismo y único nombre: “Menorá”.
Aplicado al pueblo judío, esto indica que tanto los grandes
tzadikím –los hombres justos y piadosos que son llamados
pirjáh/ (lit.: “su flor”) debido a que su estudio de la
Torá y sus oraciones “se remontan (parjá/) a lo Alto
en vuelo”50 por medio de su temor y amor a Di-s que son
“alas espirituales para el vuelo” a lo Alto de su Torá y plega-
ria51, como se explica en el santo Zohar52– e incluso el ju-
dío simple que es considerado tan sólo “pie” – todos ellos son,
en verdad, componentes de una única y misma “Menorá”.
Pero para que esta conexión intrínseca entre todos los judí-
os se revele, es preciso que ellos sean “oro puro”, sin im-

y su padre. El hijo siente por su padre un amor natural y desea preservar e in-
crementar dicha conexión. De modo que este amor incluye también una fa-
ceta de temor, el miedo a dañar dicha conexión y provocar una posible se-
paración de él. También el Alma Divina tiene una conexión natural con Di-s y
por lo tanto un amor esencial por conectarse con Di-s de manera conscien-
te. Este amor, sin embargo, incluye también el temor a separarse de Di-s al
actuar contra Su voluntad. Esto es amor como el agua, ya que ésta une las co-
sas volviéndolas una única entidad, y del mismo modo en este amor a Di-s la
cuestión es re-unirse con Él para ser como una única entidad.
50. La palabra que el versículo emplea para “su flor” (pirjáh/) tiene
las mismas letras que parjá/ (“se remontan en vuelo”) sólo que vocaliza-
das de forma diferente. El Rebe observa que esta interpretación de la palabra
pirjáh es novedosa (maamar VeZé Maasé HaMenorá 5730; Séfer HaMaama-
rím 5730, pág. 311).
51. Véase Tania, comienzo del cap. 40.
52. Véase Tikunéi Zohar, Tikún 10 (25b).
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 15

purezas, como está escrito en el versículo53 después de


decir que debe ser “una sola pieza martillada”, que ésta
pieza debe ser de “oro puro”. Porque el oro, si tiene im-
pureza de otro tipo, de otro material mezclado en él, su as-
pecto cambia al amarillento verdoso54. Del mismo mo-
do, a causa del mal del pecado, la persona cambia de as-
pecto, como expresa el Talmud que “una señal de que se co-
metió un pecado, es la enfermedad llamada hidrokán”55.
Por lo tanto, para conservar el carácter de “oro puro” y ser
parte de la Menorá es preciso “apartarse del mal”56 total-
mente, es decir que para lograrlo, para apartarse del mal, de-
be creer a la mañana –“Nuevos por las mañanas”57– con
fe y convicción absoluta de que hoy mismo el mundo fue re-
creado de nuevo –como en la frase de nuestras plegarias58:
“...que en Su bondad renueva cada día, permanente-
mente, la obra de la Creación”– o sea, que literalmente
el mundo fue creado hoy como algo a partir de la nada,
y también él mismo fue formado hoy como lo fue Adám,
el primer hombre. Cuando así crea con fe sincera, con to-
da certeza la consecuencia será que sentirá temor a Di-s y
le avergonzará sublevarse contra su Creador e irritar los
ojos de Su gloria59 que lo están observando60, y no querrá

53. Éxodo 25:36.


54. Véase Torat Jaím, Bereshit 39c.
55. Shabat 33a, Ievamot 60b. “Consiste en que el rostro de los pecadores
toma un tono verdoso” (Rashi, en Shabat). Y en Berajot 25a Rashi explica:
“Ierakón: una enfermedad cuyo nombre [en francés antiguo] es jaloncie (jau-
nisse; ictericia)”.
56. Comp. con Salmos 34:15.
57. En base a Lamentaciones 3:23: “Son nuevos cada mañana, grande es
Tu fidelidad”.
58. Bendición Iotzer Or, Plegarias de la Mañana.
59. Comp. con Isaías 3:8.
60. Véase Génesis 28:13 y Tania, cap. 41.
16 SEFER HAMAAMARÍM

nada del mundo que en verdad, si precisa ser recreado cons-


tantemente, es nada, no tiene auténtica existencia propia.
Además de recordarse a sí mismo su creencia absoluta en que
Di-s lo crea todo de nuevo constantemente, también con el
sentido de la vista vemos cada día “la obra de Creación”:
primero reina la oscuridad de la noche, y luego “Haya luz”
solar, pasamos al día. A esto se alude con61 “Cada día Te
bendeciré”: con lo que veo que hoy “Tú arrollas la luz
(‘día’) de delante de la oscuridad y la oscuridad de delante de
la luz”62, con esto Te reconozco para bendecirte.
Que la persona no diga que le es imposible separar-
se del mal y de las apetencias físicas, que ya se ha arrai-
gado inexorablemente en lo prohibido. Es respecto de es-
to que decimos en la plegaria63: “Es cierto que de Egipto
nos has redimido, Di-s nuestro Señor”. Egipto es llama-
do por el versículo64 “la vergüenza65 de la tierra”, es decir,
representa el apego a las pasiones inapropiadas con el
pensamiento, y creer que el mal lo envuelve férreamente,
al grado de que no puede salir de este encierro y distraer
su atención de estas pasiones; éste es el concepto espiri-
tual de “mitzráim”66, la asfixiante sensación de que no pue-
de huir de allí salvo si Di-s quiere y lo asiste. Esto es lo
que dice el versículo67 “mujeres nos han dominado”.

61. Salmos 145:2.


62. Bendición previa al Shemá en la plegaria nocturna.
63. Bendición Emet Veiatziv, que sigue al Shemá de la mañana.
64. Génesis 42:9 y 42:12; véase Kohelet Rabá 1 sobre el versículo “la tie-
rra se alza por siempre”.
65. Ervá, lit.: ‘desnudez’, aquello que debe permanecer cubierto pues su
exposición genera vergüenza.
66. Las letras de la palabra mitzráim/ (lit.: Egipto), vocalizadas de un
modo diferente, pueden leerse como meitzarím/, aludiendo a las restric-
ciones y limitaciones que la persona encuentra en su servicio a Di-s.
67. Isaías 3:12.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 17

“Mujeres”, en plural, dominan nuestro pensamiento ya sea


de modo permitido (pues se trata de nuestra propia esposa)
así como de modo prohibido (pensando en mujeres que no
nos están permitidas).
Que la persona no crea que librarse de esta situación no es
posible. Tal como Di-s nos sacó de Mitzráim en aquel enton-
ces, Di-s la saca también a esta persona de su propio mitz-
ráim, su “confinamiento” personal. Pues, ¿cómo llegó un
judío a este tipo de mitzráim? ¡Los judíos fueron lla-
mados “hijos del Omnipresente”68, cuya naturaleza in-
nata es cumplir siempre la voluntad de su Padre Celes-
tial! Siendo así, ¿cómo llega a albergar semejantes apetitos
profanos?
La respuesta es que el origen y causa de esta situación tam-
bién es obra de Di-s, bendito sea, pues fue Él el que le dio
un Iétzer HaRá, la Inclinación al Mal (como lo dicho en
Mijá69: “Ese día, dice Di-s, Yo curaré... reuniré... y a aquellos
a los que hice el mal”70), tal como el exilio original a
Egipto fue causado por Di-s mediante un despliegue de epi-
sodios encadenados, que “El Santo, bendito sea, desple-
gó una serie de eventos con nuestros antepasados hasta
que los llevó a Egipto”71.
Como Di-s es en definitiva el artífice de toda esta situación,
por eso está escrito72: “Y Yo te planté como viña exce-

68. Mishná, Avot 3:14.


69. 4:6.
70. Véase Shemot Rabá, Tisá 46:4: “‘a los que hice el mal’ – ésta es la
Inclinación al Mal”. Y véase Sucá 52b; Ierushalmí, Taanit 3:4.
71. Véase Shabat 10b y Meguilá 16b: “Que un padre nunca muestre pre-
ferencia por un hijo respecto de los demás, pues debido a... que Iaacov dio
a Iosef más que a sus demás hijos, sus hermanos sintieron envidia de él y la
cosa se desplegó, y nuestros antepasados descendieron a Egipto”. Y véase
Zohar I 191b, 194b-195a.
72. Jeremías 2:21.
18 SEFER HAMAAMARÍM

lente, todo simiente verdadera”73. Esto significa que aun


cuando la persona, por instigación de la Inclinación al Mal
que Di-s puso en ella, cae muy bajo –Di-s libre– en la satis-
facción de incluso los más viles apetitos mundanos, desmo-
ronándose hasta el nivel que de forma gráfica es representa-
do por la vocal shúruk (...)74, una vocal torcida, no obstan-
te ello, aun así, el judío es “todo simiente verdadera” y
puede cambiar a sí mismo y hacer de esto, de su estado
deplorable representado por la shúruk, una vocal segol ( ...),
ser “preciado de entre todas las naciones” .
75 76 77

Así fue exactamente lo que sucedió en Egipto, que Di-s di-


jo al Patriarca Iaacov, y por extensión a cada judío79: “Yo baja-
78

ré contigo a Egipto, y Yo, subir, también te haré subir”.


La interpretación de las palabras de este versículo es la si-
guiente:
“Yo” – quien realmente soy en Mi más alta Esencia que no
puede insinuarse en un nombre, y sólo expresarse como “Yo”80 –

73. Véase Zohar I 110a.


74. Nótese la relación entre el nombre de la vocal, shúruk (), y la pa-
labra sorek (), “viña excelente”.
75. Éxodo 19:5 y en otros lugares.
76. Nótese la relación entre el nombre de la vocal, segol, y la palabra se-
gulá, “preciado”.
77. La vocal segol, aquí vinculada a segulá (“preciado”), está compuesta
por los mismos tres puntos que la vocal shúruk. Pero la diferencia sustancial
radica en que mientras la shúruk son tres puntos que descienden, torcidos
(apartándose del camino recto) cada vez más abajo, la segol, si bien ha des-
cendido una vez, vuelve a subir. Esto representa la capacidad del alma de as-
cender y recuperarse de sus circunstanciales caídas, y lograr una conexión
más estrecha y profunda que antes con Di-s, como parte del pueblo precia-
do.
78. Génesis 46:4.
79. Pues “Los eventos de los Patriarcas son una señal para sus descen-
dientes” (Rambán, Génesis 12:6, 12:10, 14:1, 26:1, 26:20, 32:4 y en muchos
otros lugares) basado en Tanjumá, Lej Lejá 9, y Bereshit Rabá 40:6.
80. Véase Likutéi Torá, Pinjás 80b; Zohar III 11a.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 19

“bajaré contigo”81, “y Yo, subir” – lo que significa que


“Di-s le ayuda”82 a superar las embestidas de la Inclinación al
Mal – “también te haré subir”, es decir, que incluso el ni-
vel de “también”83, o sea, el cuerpo y el Alma Animal, con
la Inclinación al Mal, también tendrá un ascenso84, llegan-
do a un nivel superior al inicial ya que se habrá elevado de su
deplorable estado previo.
Esto, entonces, es el significado de la frase que decimos85:
“Es verdad que de Egipto nos redimiste, Di-s nuestro Señor, de
la casa de esclavos nos libraste, todos sus primogénitos matas-
te y a Tu primogénito Israel salvaste”:
“Es verdad que de Egipto nos redimiste – porque
la nación judía, todo judío, esencialmente, es “todo si-
miente verdadera”, como se explicara antes; por eso
“de Egipto nos redimiste, Di-s nuestro Señor” – que
la salvación, consistente en que sólo Di-s, y no las pasiones
de la Inclinación al Mal, sea nuestro Señor86; “de la casa
de esclavos” – de estar esclavizado a las pasiones – “nos li-
braste”.
¿Y cómo fue la liberación?
La frase continúa diciéndolo: “todos sus primogénitos
mataste”. En el mundo físico, el “primogénito que
abre el vientre”87 de su madre es llamado “primero”. Así

81. Di-s Mismo es el que hace descender el Alma Divina dentro de un


cuerpo con apetitos y tentaciones.
82. Kidushín 30b.
83. Véase Tania, Sháar HaIjud VeHaEmuná, cap. 6
84. Acotación del Rebe Tzemaj Tzedek: “Analícese también lo que se ex-
plica en el maamar Vaiáas Moshé Najash Nejoshet, en la explicación de
‘También esto es para bien’” [Likutéi Torá, Jukat 62a; y véase Or HaTorá,
Vaikrá, vol. 1, Bejukotái, pág. 212].
85. Plegarias Matutinas, bendiciones posteriores al Shemá.
86. Véase Shulján Aruj, Oraj Jaím 5.
87. Éxodo 13:2.
20 SEFER HAMAAMARÍM

también en el alma de la persona, la “primera” de sus facul-


tades interiores, su “primogénito”, es el intelecto, como es-
tá escrito88: “Lo primero, la sabiduría”.
Esto, entonces, es el significado místico de “todos sus
‘primogénitos’” (su intelecto): alude a la intelectualización
y razonamiento confinado a las restricciones de un “Egipto”
personal, el que cada persona desea sustentar y justificar
su deseo por medio de su propio raciocinio. Y esta clase
de primogénito intelectual subjetivo y egoísta de Egipto es el
que Tú “mataste” – o sea, hiciste que decaiga de su es-
tado y deseo egoísta, lo que se denomina “muerte”89.
La frase continúa: “y a Tu primogénito Israel” – defi-
niendo al judío, que es totalmente Divinidad y santidad pa-
ra dedicarse a reflexionar acerca de la grandeza del Di-s
Infinito durante la plegaria, denominada “lecho” en el
santo Zohar90 –pues en la plegaria hay cuatro etapas: “le-
cho, silla, candelabro (menorá) y mesa”91– que es el equi-
valente del concepto de “Su ropa de cama es de oro” expli-
cado arriba.
La frase continúa: “salvaste” – salvación que implica que
su plegaria no sea algo ocasional debido a impedimentos
que no le dejan hacerlo regularmente y como es debido –pues

88. Salmos 111:10.


89. Véase Zohar III 135b, citado en Etz Jaím, Sháar Shvirat HaKeilím, cap.
6, y en varios lugares. Y en Bereshit Rabá, comienzo de Vaiejí: “Muerte no es
otra cosa que degradación”.
90. II 44a, 133a.
91. “Lecho”: la plegaria nocturna, maarív; “mesa”: Psukéi DeZimrá (Sal-
mos de Alabanza) y bendiciones del Shemá, con los que alimentamos nues-
tra concientización de Di-s; “silla”: el Shemá, que pronunciamos sentados;
“menorá”: la plegaria de Shemoné Esré, que oramos de pie con las piernas
juntas, como la Menorá que tenía un único pie. (Véase Likutéi Torá, Bejuko-
tái; Or HaTorá, Bamidbar, vol. 2, pág. 357 y ss.; maamar Naasé Na 5691 (im-
preso en Séfer HaMaamarím Kuntreisím, vol. 2, pág. 328)).
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 21

este estado sigue siendo aún uno de exilio espiritual–, sino


que en cambio haya una auténtica salvación y libertad del
sometimiento esclavizador a la obtención del sustento, de
modo que no haya cosa que impida rezar, pues sin la ple-
garia es imposible “apartarse del mal” que, como se dije-
ra, es un prerrequisito para ser “oro puro” y volverse una
Menorá.
A ello se debe que los Hombres de la Magna Asamblea fi-
jaran el recitado de Confesiones verbales de los pecados y la
súplica de su perdón cada día92 en el curso de las plegarias:
pues cuando antes de rezar la persona reflexione acerca
de su pequeñez, su bajo nivel espiritual, que aún está confi-
nado y restringido en su “egipto” espiritual, y reflexione asi-
mismo acerca de la grandeza del Di-s Infinito, el contraste
hará que sin duda se arrepentirá del mal interior con el que
continúa conectado; y luego, en el momento de concluir la ple-
garia silenciosa de Shemoné Esré, habrá una confesión ver-
bal de sus pecados ante Di-s y la firme decisión de no dejarse
arrastrar más tras las apetencias de su Inclinación al Mal, y en-
tonces él será parte integral de “una Menorá, de oro pu-
ro”, o sea una unidad absoluta incluyendo el hecho de que “su
pie (los hombres simples) y su flor (los eminentes tzadikím)”,
todos juntos serán una única Menorá.
Luego llega la cuarta etapa de este proceso:
Lo principal, sin embargo, es que debe haber una ab-
soluta unidad entre uno y otro, que uno no vea93 lo ma-

92. Véase el maamar Hejaltzú 5659, cap. 13, pág. 15 (en versión españo-
la, Hejaltzú (ed. Kehot Lubavitch Sudamericana, Bs. As. 2006), pág. 42); Ta-
améi HaMitzvot de Rabí Jaím Vital, Parshat Kedoshím; Maamaréi Admur
HaZakén, Parshiot, vol. 2, pág. 591 y ss.; Séfer HaMitzvot del Rebe Tzemaj
Tzedek, Mitzvat Ahavat Israel (Dérej Mitzvoteja 28a-b); Likutéi Sijot, vol. 25,
pág. 16 y ss.; ibíd., vol. 27, pág. 105.
93. Compárese con Zejaria 8:17: “Que nadie piense mal de su semejan-
te en su corazón”.
22 SEFER HAMAAMARÍM

lo94 en su semejante95. Es decir, que para lograr esto es pre-


ciso que uno sea consciente y sepa que en lo Alto, en la
fuente de las almas, maljut del Mundo de Atzilut, hay una Me-
norá “martillada” – lo que implica que lo superior cae y
queda abajo, y lo inferior asciende a lo alto, como se dije-
ra al comienzo de este Discurso respecto de la confección de la
Menorá física. Esto significa que a veces el mal desciende
y se introduce en una persona mala. Y también puede ser
a la inversa, que la realización de alguna mitzvá por
parte de un hombre malo ascienda a veces a lo alto y la
tome otro96.
Por lo tanto, cada persona debe atribuir a sí misma y
a sus erradas decisiones el mal que hay en ella misma. Y
el bien suyo, tal vez es en verdad el bien de otro, que as-
cendió y luego volvió a bajar para expresarse en él. Y el mal
que ve en los demás – tal vez es el mal suyo, que descen-
dió y los afectó a ellos.
Entonces, con esta actitud97, todos serán verdadera-
mente uno, los que están en el bajo nivel de “pie” con aque-
llos que están en el superior nivel de las “flores”, pues ca-
da uno considerará a sí mismo ser “pie” y a su amigo

94. Véase Likutéi Sijot, vol. 10, pág. 24 en nombre del Baal Shem Tov:
“Cuando uno ve el mal en su semejante, esto demuestra que algo similar a
dicho mal está presente en uno mismo”.
95. Véase Tania, Igueret HaKodesh, al final de la Epístola 22; Igrot Kodesh
del Alter Rebe [ed. 5772], pág. 237.
96. O sea que a veces una persona buena hace algo malo, y eso malo que
hizo encuentra expresión en una persona que hace lo malo en forma habi-
tual, arrastrándola aún más abajo. Y a veces pasa lo contrario: un individuo
que suele hacer cosas malas puede realizar una mitzvá, y ésta sube y se co-
necta para inspirar a otra persona, mientras que él mismo no está inspirado.
97. Pensar que los defectos del otro son en verdad suyos –que lo malo
que hay en su semejante puede ser en verdad un mal suyo que descendió a
aquel, siendo él mismo el responsable–, y a la inversa, que el bien de uno tal
vez no es su propio mérito, sino tan sólo el de otra persona, que le llegó a él.
MAAMAR VEZÉ MAASÉ HAMENORÁ 23

tendrá por “flor”, y su amigo lo verá a la inversa: él se


verá como “pie” y a uno lo verá como “flor”.
Es entonces, una vez logrado esto, cuando Aharón, el
Sumo Sacerdote, puede encender el fuego Divino en to-
das las siete “lámparas” de la Menorá, los siete menciona-
dos grupos que forman el pueblo judío, pues él es el “Gran
Kohén”, siendo su característica la de rav jésed 98 (bondad
cuantiosa99), en la que están contenidas todas las bonda-
des, y podrá proyectar de su nivel de Ahavá Rabá,
(“amor intenso” a Di-s) hacia y dentro de nuestro nivel infe-
rior, el de Ahavat Olam (“amor del mundo”)100, y enton-
ces, de por sí, una vez que esto suceda, la situación espiritual
del judío será la de “su interior está revestido de

98. La raíz de los Kohaním está arraigada en el Atributo Divino de jésed


(“bondad”; por eso su servicio era más bien silencioso, en particular el del
Sumo Sacerdote, que ingresaba solo al Santo de Santos en Iom Kipur), en tan-
to que la de los Levitas lo está en el Atributo de guevurá (rigor; por eso su ser-
vicio era ruidoso, cantando y tocando instrumentos musicales durante el ser-
vicio del Santo Templo). Aharón en particular, como Sumo Sacerdote (lit.:
“Gran Kohén”) estaba en la cúspide de la bondad, rav jésed, una bondad
abundante, de una raíz mucho más elevada aún.
99. El Midrash (Shemot Rabá 5:10) interpreta el versículo (Salmos 85:11)
“La bondad y la verdad se encontraron” aplicándolo a Moshé (verdad) y a
Aharón (bondad). Y era específicamente Aharón quien “amaba la paz y per-
seguía la paz” (Mishná, Avot 1:12).
100. Ahavá Rabá es un grado de amor cuya fuente es la esencia del alma
y por lo tanto trasciende el intelecto; aunque está en todos los judíos por
igual, sólo es concedida como algo manifiesto a grandes tzadikím, como un
obsequio de Di-s; se la compara al fuego sereno de una vela. Ahavat Olam,
en cambio, es un amor que se logra mediante el esfuerzo personal puesto en
la reflexión intelectual, al meditar acerca en la Divinidad presente en el mun-
do. Como mundo e intelecto son su origen, tiene las limitaciones de aquellos
(el amor será sentido en la misma medida en que el intelecto capte Divinidad
a través de su envoltorio de mundo). Pero por el otro lado, su manifestación
es como un fuego llameante, un apasionado anhelo por que la Divinidad se
manifieste y brille en la persona.
24 SEFER HAMAAMARÍM

amor”101, revelándose este amor a Di-s en su corazón co-


mo llamaradas de fuego etc.
Esto, entonces, es el concepto que está detrás del versícu-
lo con que se inicia esta sección de la Torá, Behaalotjá, acerca
de la Menorá: “Cuando tú [Aharón] hagas ascender las
lámparas de la Menorá” que representan a los siete grupos
de judíos que forman nuestra nación – que Aharón los ele-
vará a ellos, a cada judío, para que se convierta en una
Menorá en la que brilla un intenso amor a Di-s.

101. Cantar de los Cantares 3:10. Es la continuación del versículo men-


cionado antes, “Su ropa de cama...”.


 




   

   

   

   



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