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SEDUCA

Dirección de Educación Contunua y a Distancia

Asignatura:
Arte y Cultura en México

Proyecto:
Actividad IV: Arte cultura del Virreinato

Rector
Alfredo Barreba Baca

Secretario de docencia
M. en E. U. y R. Marco Antonio Luna Pichardo

Director de la DECYD
Mtro. en T. E. Alberto Torres Gutiérrez

Responsable del nivel medio superior de la DECYD.


Dra. Patricia del Carmen Montaño Reyes

Profesor: 
Pedro Camacho Aguilar

Alumno:
Tomas Escamilla Arce

Grupo: 01

Modalidad: Distancia
ARTE CULTURA DEL VIRREINATO
INTRODUCCIÓN

Para la historia de México el periodo conocido como la Colonia o Virreinatoempieza en


elsiglo XVI, cuando los españoles, al mando de Hernán Cortés conquistaron la antigua y
fundaron la Nueva España, nombre que los conquistadores le dieron a la actual ciudad de
México. También se conoce esta etapa con el nombre de Virreinato porque el país,
durante el tiempo que duró, fue gobernado por un representante del rey de España que
tenía el título de virrey.

En la época de la Colonia la religión católica ganó nuevos e importantes territorios,


cambió el lenguaje, la traza de las ciudades, las manifestaciones culturales y artísticas
yse inició el mestizaje o sincretismo, es decir la mezcla entre los conquistadores y los
conquistados, combinación que definió el carácter actual que tienen hoy todas las
naciones llamadas latino o hispanoamericanas.

Para entender cabalmente la complejidad de la época de la Colonia en México habría que


analizar, en un principio, dos tipos de dominación española: la conquista militar y la
conquista espiritual, y después, adentrarse en cómo fue el establecimiento de las
ciudades españolas, cuál la situación de los naturales, cómo estaba constituido y cuál era
el funcionamiento del gobierno colonial; la importancia de las autoridades eclesiásticas,
las nuevas formas de moral y también el terror que inspiró el Santo Oficio todo ello sin
olvidar, por supuesto, los estratos o castas de los que estaba compuesta la sociedad
colonial.

No menos importante fue, por supuesto, el arte y la cultura en la Colonia que en cada
siglo XVI, XVII y XVIII tuvo manifestaciones particulares, la vida cotidiana y el surgimiento
del criollismo, de donde salió el conjunto de hombres que, finalmente, habrían de terminar
con la Colonia y con la dependencia que, de España, tenía México antes de llamarse
como hoy se llama.
ARQUITECTURA DEL S. XVI

El impacto de la conquista religiosa en la Nueva España fue tan profundo que el 99% de
la arquitectura del siglo XVI es de carácter religioso.

Si bien losprimeros misioneros no fueron ni arquitectos ni ingenieros, con sus escasos


conocimientos y la necesidad de evangelizar los llevó a dirigir grandes edificaciones.Entre
las construcciones destacan los conventos integrados de las siguientes partes: atrio
rodeado de un muro, cruz atrial, capilla abierta, capillas posas, iglesias, sacristía,
convento y huerta.

Las ordenanzas (normas) de construcción (provenientes de España) prohibían la


edificación de torres -sin embargo se llegaron a hacer-. Como ejemplos tenemos a
Actopan e lxmiquilpan en Hidalgo y San Francisco en Tlaxcala

Paralelas a los conventos, hubo una gran cantidad de iglesias de menores dimensiones,
ya sea para los pueblos de visita o en barrios indígenas dependientes de un pueblo
principal.

Del arte románico y gótico de Europa se heredó la gran altura de las iglesias, la masividad
de la construcción que predomina sobre los vanos (espacios abiertos); los cerramientos
de nervaduras; los arcos ojival y el conopial; las ventanas ajimezadas o con parte luz; los
arbotantes que salen del muro superior del edificio para descansar sobre un contrafuerte y
el rosetón con terracería. Por otro lado, del renacimiento español se imitó el estilo
plateresco, que es obra de superficie y que decora la fachada alrededor de puertas y
ventana coral. Algunas características del estilo plateresco son: la columna candelabro,
los casetones, la forma de redondear en la escultura, los medallones con figuras
humanas, los escudos, tableros con diseños de hojarasca, grutescos, quimeras, frutos de
todo ello trabajado en relieve.
PINTURA DEL S. XVI

La pintura novohispana constó de las siguientes etapas:


 Pintura de influencia alemana o flamenco
 Pintura manierista del final del Renacimiento italiano
 Pintura barroca claroscura y tenebrista
 Pintura novohispana del siglo XVIII
 La fundación de la academia de San Carlos y su estilo académico

Los primeros misioneros que llegaron eran flamencos, franciscanos que transmitieron su
estética a los naturales a través de devocionarios difundiendo imágenes hechas por
artistas alemanes y flamencos en los catecismos para indígenas y en los murales de los
conventos. Precisamente, el manierismo fue parte de los estilos adoptados y difundidos.

A mediados del siglo XVI, en Europa hubo un cambio en la pintura: las formas se hicieron
más estilizadas y alargadas, incluso presentan una desproporción de los cuerpos y
posiciones incómodas, contorsiones imposibles en la posición y actitud de los personajes.

Hay detalles de Manierismo, como un estilo sometido a los nuevos preceptos


eclesiásticos que dictaminaban la representación de lo divino. Lo caprichoso, alargado y
sensual de las imágenes provocó que la Iglesia las considerara no aptas para la devoción.
La Contrarreforma estimuló a los artistas a cambiar el estilo, por lo que recurrieron a las
representaciones más realistas del Renacimiento tardío.

La influencia y la ruptura del Manierismo propiciaron el nacimiento de un arte


verdaderamente novohispano diferenciándose del peninsular. A pesar de las órdenes
contrarreformistas, la pintura novohispana pudo combinar algunos formalismos
manieristas con los valores de la Contrarreforma, por lo que se obtuvo una mezcla en el
gusto de las composiciones y actitudes manieristas, junto con la solidaridad para con la
Iglesia.

Ante la necesidad de pinturas de caballete y retablos que se supeditaran al gusto del


Concilio de Trento, se requirieron pintores europeos. Sin embargo, los artistas indígenas
compitieron con los artistas españoles. Por ello, las autoridades eclesiásticas decretaron
que ningún pintor español o indígena pudiese pintar imágenes o retablos sin ser
previamente examinados.

Las obras de la primera mitad del siglo XVI se acercan más al estilo renacentista, Las
obras presentan una composición central, junto con la perspectiva renacentista, y se
recurre a un edificio de la época sobre el fondo de la imagen. Por otro lado, encontramos
el estilo tequitqui. Entre los hibridismos culturales surgidos en las manifestaciones
artísticas de la Nueva España, figura el realizado por las manos indígenas en obras de
tema cristiano.

Si bien la palabra tequitqui ha sido aceptada en la historia del arte mexicano y es muy
representativa, hay aspectos de la categorización de Moreno Villa que ahora parecen
superados como el de considerar que los árabes aportaron sus técnicas y materiales a las
construcciones de los cristianos (algo cierto), mientras que en el caso indígena todo se
reducía a lo ornamental. Este punto es discutible, al juzgar con criterios retinianos lo que
conlleva más sustancialidad. También es discutible que el tequitqui sea un “conato de
estilo”, pues ahora se le reconoce como un estilo propio.
ESCULTURA S. XVII

La tradición estatuaria fue vivaz en el siglo XVII en Toulouse: la serie de bustos de Marc
Arcis, ejecutada para la decoración del Capitolio de Toulouse, las grandes composiciones
barrocas de Gervais Drouet o de Ambroise Frédeau, monje agustino que fue pintor y
escultor. Se ha hablado de una edad de oro de la escultura en Toulouse en el siglo XVII,
en un contexto político, social y religioso sin embargo marcado por las reformas, las crisis
y los cambios. Así lo muestran los destacables Profetas de Marc Arcis, ejecutados para la
capilla de Nuestra Señora del Monte Carmelo, encargados por Vandages de Malapeire y
actualmente expuestos en la iglesia.

La incursión del arte neoclásico en la Nueva España ocurrió a fines del siglo XVIII, suceso
contemporáneo al pensamiento ilustrado y a las Reformas borbónicas, estas últimas
orientadas a consolidar el dominio español en América, sin resultado alguno. La primera
década del siglo XIX, marcaría el inicio del colapso imperial español a raíz de los diversos
movimientos independentistas en sus dominios de ultramar.

El 4 de noviembre de 1781 se establece en la Nueva España la Academia de las Tres


Nobles Artes de San Carlos (en honor al rey Carlos III): arquitectura, pintura y escultura.
Años después, se expide la Cédula Real para crear la Real Academia de San Carlos de la
Nueva España (17 de noviembre de 1784), propagando la Real Orden el entonces virrey
Matías de Gálvez (1° de julio de 1785).

La Academia surge como la primera escuela de arte en el continente americano, y desde


su institución se convierte en el núcleo de la creatividad artística, al fungir como el
semillero de grandes talentos artísticos. El español Jerónimo Antonio Gil impartió las
primeras clases, y posteriormente arribaron maestros provenientes de la Academia de
San Fernando, España, y catedráticos franceses e ingleses que ejercerán gran influencia
entre el alumnado. El estudiante era instruido sólidamente en teoría del arte, letras,
historia y matemáticas.

Es importante subrayar que la tendencia neoclásica fue una expresión de las élites
sociales, es decir de los peninsulares y criollos. Adoptar el arte neoclásico significó
aceptar lo moderno en total rechazo al tradicionalismo y a las expresiones barrocas de
mediados del siglo XVIII. El neoclásico evoca y representa un regreso al pasado, ya que
sus manifestaciones artísticas se inspiraron en los aportes griegos y romanos de belleza,
equilibrio, armonía, sencillez de la línea, y la tranquilidad de la razón.
CONCLUSIÓN
Se denomina Arte Colonial o Arte Americano de la Colonia a la producción artística
desarrollada durante el período de las colonias españolas y portuguesas en América
Latina, entre los S. XVI y XIX.

Este arte se caracteriza por la fusión de cosmovisiones y técnicas de conquistadores y


aborígenes, una diferencia fundamental con los conquistadores anglosajones, quienes
simplemente aniquilaron a todos los indios de norteamérica y no permitieron ningún tipo
de mezcla.

El arte colonial, desarrollado por artesanos indios y maestros europeos, está al servicio de
la misión evangelizadora de los conquistadores, y por época y función social, corresponde
claramente al estilo barroco.

En cada pieza escultórica, catedral y pintura, los motivos religiosos son los gobernantes,
así como los parámetros de representación europeos; pero éstos fueron sutil y
subterráneamente "digeridos" por los aborígenes americanos, quienes colocaron en cada
obra elementos propios de sus culturas (símbolos religiosos y espirituales, figuras
antropomorficas, zoomorficas y fitomorfas) de modo tal que se entremezclaban con los
imágenes católicas importadas, manteniendo de este modo, la voluntad de forma de la
producción artística indígena subsitiendo por debajo del arte europeo impuesto a la
fuerza.

Cabe destacar, además, que el arte precolombino es moderado, de líneas rectas y formas
severas, rigurosamente geométrico, todo lo cual provocó una contención del barroco
español, mucho más desatado y expresivo, decantando finalmente en la particular forma
artística de nuestras colonias.

El arte colonial encuentra su fin con los inicios de la Independencia, donde la producción
de imágenes deja el ámbito religoso para abocarse a consolidar los caracteres nacionales
diferenciados de Europa y a los poderes autonómicos, para lo cual, paradojicamente, los
artistas absorverán el neoclásico e imitarán los modelos europeos de representación de la
aristocracia.

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